Entre leones

Por decencia

La prensa de derechas se rasga las vestiduras al trascender que Pedro Sánchez se ha reunido en secreto con Albert Rivera mientras el equipo negociador del PSOE se sienta con Podemos, IU y Compromís.

Todo para buscar acuerdos que faciliten la investidura del líder del PSOE, que necesita para ello de las dos formaciones políticas emergentes.

Según el presidente del Gobierno en funciones, que es quien marca la línea editorial de estos medios con argumentarios de obligado de cumplimiento, eso de negociar con Ciudadanos y Podemos a la vez significa que Pedro Sánchez está "tomando el pelo a alguien".

Recién nombrado persona ‘non grata’ en su Pontevedra natal, Rajoy no acaba de darse cuenta de que ese amplio pacto progresista y reformista que Pedro Sánchez está persiguiendo con tanta determinación y convicción se alimenta, principalmente, de la incapacidad del PP para gobernar en estos momentos España.

A la falta de interlocución con la mayoría de las fuerzas políticas, fruto de cuatro años de política de tierra quemada, hay que añadir el tancredismo y la hipocresía del que están haciendo gala Rajoy y los principales dirigentes del PP ante los graves casos corrupción.

Rajoy quiere hacer pasar ese tancredismo tan suyo por un acto de templanza y tranquilidad. Al no poder desmarcarse de Rita Barberá, otrora la mejor alcaldesa de España, se aferra a la presunción de inocencia y maneja una carpeta con imputados y desimputados del PP que solo agrava su miopía política.

No sé si esta posición del líder popular, tan a contramano de la expresada por la militancia, que está entre hasta los cojones y hasta las narices de tanta corrupción, tiene que ver con la investigación de la Fiscalía, que conecta la caja b de Valencia con el PP nacional.

Pero si Rajoy está pecando de mirar hacia otro lado, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha optado por echarle cara al asunto y se ha quejado de que jueces y fiscales estén sacando ahora nada más que casos de corrupción del PP.

El jefe de los picoletos y de los maderos españoles quejándose de las investigaciones que su gente también habrá protagonizado, ¿no?

En fin, por esta va a tener que rezar 19 padrenuestros y 500 avemarías.

Para cerrarle el paso a este PP, que está tan necesitado de una larga travesía en el desierto para regenerarse, para saber de verdad hasta dónde llegan sus mierdas, PSOE, Podemos, Ciudadanos, PNV, IU y Compromís están obligados a ponerse de acuerdo sobre un programa con una sola palabra: decencia.

 

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