Entre leones

Dale que toma, toma que dale

El País abría el pasado domingo -un día caro en la prensa- con el siguiente titular y sumario: "Rivera invita al PSOE a unir fuerzas en la oposición. El líder de Ciudadanos insta a Sánchez a enderezar juntos el rumbo del país".

La sudada de camiseta en aras en un habemus Gobierno –de Rajoy, por supuesto- la completaba con un artículo del mismísimo Albert Rivera titulado "A mis compatriotas socialistas". Infantilismo político en estado puro, con un ramalazo de cara dura.

Para decir Diego donde dijo digo, pues se ha apuntado ahora a la tesis de Felipe González de descalificar a Rajoy para defender su investidura. Rivera lo dice a su manera: "Aunque Rajoy no sea el adecuado para liderar la nueva etapa, el país debe ponerse en marcha".

Con esta parrafada se desmarca de aquel otro Rivera que juraba en arameo que no votaría a Rajoy de ninguna de las maneras por pura higiene democrática.

Para cerrar el círculo de esta nueva columpiada, El País, tras constatar que Pedro Sánchez ni se ha inmutado ante tal despliegue de periodismo de trinchera, le dedica un editorial inmundo titulado "La ausencia del PSOE", donde mantiene que "el silencio de los dirigentes socialistas solo puede explicarse por falta de ideas".

Vamos a ver, hay una idea clara y muy contundente, que se traduce en un no a Rajoy, un no a la corrupción a dos manos, un no a un Gobierno que se ensañó con los más débiles, un no a un PP que ha navegado durante 20 años sobre una caja ‘b’, un no a Rodrigo Rato, un no a Luis Bárcenas, un no Jaume Matas, un no a Rita Berberá, un no a una España casposa, etc.

Otra cosa diferente es que no se comparta esa idea, que se defienda que no es para tanto y, sobre todo, que no se entienda que el PSOE siga en el no cuando Rajoy prepara ya los Presupuestos.

Sí, esas cuentas públicas que contienen ayudas, convenios, subvenciones, acuerdos preferentes, auxilios, favores, socorros, asistencias, refuerzos, beneficios, subsidios, prestaciones, donaciones, amparos, protecciones, defensas, patrocinios y refugios.

Y El Mundo ni te cuento. Ese mismo domingo titulaba "Sánchez se aferra al ‘no’ pese al riesgo de fracturar el PSOE. Miembros del Comité Federal afirman que se ha enrocado para consolidar su liderazgo. Solo trabaja para sí mismo. Su estrategia pasa por forzar a los críticos y los barones a mover ficha".

Pero en las páginas interiores riza el rizo: "El PSOE al borde del abismo".

Toma que dale, dale que toma.

Nuestra democracia enferma supura por la mayoría de los medios de comunicación.

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