Entre leones

Una montaña de mentiras

Por el bien de España, los nuevos patriotas quieren que los socialistas que sean necesarios se queden meando sobre las moscas de los sanitarios del Congreso para que Mariano Rajoy sea investido con la cañerías del Estado atascadas de mierda, dinero, mordidas y caraduras.

Una cagada política en toda regla que proponen a los socialistas que la ejecuten presionando la nariz con el pulgar y el índice. Todo para evitar olerle el sobaco de la corrupción y de la caja b a Mariano Rajoy.

Nariz que no huele, corazón que no siente, defiende Rivera, cuyas posiciones políticas son tan firmes como una cama de agua. Una cama de agua que, por cierto, ya ha hecho bueno el dicho shakesperiano de que la política hace extraños amigos de cama con el líder de Ciudadanos y el presidente en funciones, que parecen dispuestos incluso a intercambiar fluidos presupuestarios por el bien de España.

Para aliñar la presión sobre el líder socialista y contentar a esos barones a la violeta que tanto gustan a la derecha, Sigma 2, la empresa encuestadora que trabaja para El Mundo, sale ahora con otro estudio demoscópico por encargo diciendo que el 55 por ciento de los votantes socialistas prefieren un Gobierno del PP antes que unas terceras elecciones.

Tras los fiascos acumulados por esta y otras empresas demoscópicas el 20-D y el 26-J, el sondeo no se lo cree ni quien lo ha hecho.

Sencillamente, es mentira. En la calle se percibe nítidamente que la mayoría de los votantes socialistas no quieren que el PSOE facilite la investidura de Mariano Rajoy, que es el único candidato que baraja ahora mismo el PP.

Quizás con otro candidato popular –opción que no parece probable a día de hoy- el porcentaje de rechazo socialista se reduciría, y podría incluso acercarse a la abstención.

En definitiva, si Rajoy se marcha, probablemente se acabe el melodrama patrio. Se le finiquita con un gran agradecimiento, una buena banda de música tocándole el himno de la Legión, una placa de plata y a freír monas al Consejo de Estado, don Mariano.

Sin embargo, esa opción no cotiza en el mercado persa de la política española porque no hay tantos hombres y mujeres de Estado como dicen. Más bien, pocos, malos y medio pensionistas en el Ibex-35.

Y ocurrirá que si Rajoy no logra la investidura porque el PSOE se mantiene en el no, la mayoría de los medios de comunicación culparán a Pedro Sánchez de la convocatoria de unas terceras elecciones.

Ya se sabe, quien paga, manda. Y eso la derecha lo hecho siempre muy bien, con manos de cirujano, sin importarle mucho el mal olor que despide su acción política.

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