Entre leones

Fariseos en Casa Ferraz

El derroche de fariseísmo entre barones críticos y mariachis tras los malos resultados cosechados por el PSOE en el País Vasco y Galicia pasará como una de las mayores burlas de la historias partidista en España.

¿De verdad esperaba esta tropa de quintacoluministas otro resultado?

No, deseaban ese "hundimiento inmenso" que proclamó Eduardo Madina –muy retuiteado por el PP, por cierto- y lo lograron.

Durante la campaña electoral, los barones más puñeteros, con Susana Díaz a la cabeza, han buscado un escenario cuanto ‘peor, mejor’ para plantearle la dimisión a Pedro Sánchez.

El ruido de las declaraciones de Fernández Vara, García-Page y otros barones, así como el estado de sublevación permanente en el que vive el PSOE andaluz desde que una encuesta guardada bajo llave lo sitúa siete puntos por detrás del PP, han empeorado las expectativas electorales de los socialistas vascos y gallegos. ¿No merecían estos socialistas una tregua hasta el 26-S? Idoia Mendía se quejó amargamente, pero no ablandó los corazones de sus compañeros.

Hasta en la jornada de reflexión se mantuvo ese ruido de fondo diseñado para empeorar las cosas. Por cierto, Susana Díaz estuvo de viaje conspiratorio en Zamora, que, como es sabido, es la Andalucía del norte por su afición al flamenco.

Al final, tras la derrota electoral cosechada, como estaba previsto en la hoja de ruta para descabezar a Pedro Sánchez, empezó la avalancha de dirigentes y ex dirigentes a rasgarse las vestiduras. Desde Andalucía, la secretaria del PSOE sevillano, Verónica Pérez, y el secretario de Organización andaluz, Juan Cornejo, pidieron desde el minuto uno la dimisión del secretario general.

Ese era el objetivo de la avalancha de comentarios críticos sobre los resultados electorales: forzar la dimisión de Pedro Sánchez para crear una gestora que facilitara la llegada de Susana Díaz al primer sillón de Ferraz sin necesidad de primarias.

Pero mira por dónde, Pedro Sánchez respondió con la convocatoria de un congreso y anunció que se presentaría a las primarias para la secretaría general previstas para finales de octubre.

Además, el líder socialista explicó que el congreso era necesario para atender al debate de fondo que existe en el seno del PSOE –Fernández Vara lo reclamaba- entre los que quieren mantener el no a Rajoy y los que están defendiendo con la boca chica la abstención para favorecer la investidura del líder del PP.

Pedro Sánchez se posicionó claramente en el no y defendió un PSOE de izquierdas y autónomo –no subalterno de la derecha política, mediática y económica-; y se mostró partidario de explorar un Gobierno alternativo al PP y de evitar unas terceras elecciones. Y animó a los críticos a defender legítimamente la abstención y cualquier otra posición.

En fin, a debatir y a votar, que es lo que se debe hacer en estos casos en democracia. Y, una vez resuelto estos dos importantes trámites, un PSOE unido, con la jaula de grillos muerta y enterrada, podrá afrontar con más vergüenza torera y más garantías de éxito el futuro.

El próximo sábado, primera cita.

Por cierto, Pedro Sánchez dejó claro en el programa de Hoy por hoy de Pepa Bueno que no piensa dimitir si el Comité Federal rechaza su propuesta de convocatoria de congreso. Hace bien: Susana Díaz, promotora en jefe de esta sublevación, no tiene la más mínima intención de dimitir si pierde el sábado, ¿no?

PD: (1). Podemos, con la ruptura del acuerdo con García-Page en Castilla-La Mancha, está respondiendo por primera vez a la derechización del PSOE que contiene el pertinaz rechazo de los barones críticos a cualquier posibilidad de crear un Gobierno de izquierdas. Lambán, Fernández Vara y Puig deberían poner las barbas a remojar.

(2). La posición de Micaela Navarro da pena. Ha actuado en la Ejecutiva Federal a contramano de su prestigio.

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