Entre leones

La revolución de los fachas

El próximo 20 de enero, Barack Obama entregará la presidencia de EEUU a Donald Trump.

Tras ocho años al frente del país más importante del mundo, Obama ha creado cerca de 12 millones de empleo y dejará como legado una tasa de paro del 4,7%, al borde del pleno empleo. En un último gesto, subió en diciembre el salario medio hasta situarlo en 26 dólares por hora. Trump, por su parte, se ha mostrado en contra de subir el sueldo mínimo.

En lo económico, pese al aumento de la precariedad y a la vulnerabilidad del crecimiento, nadie duda de que el primer presidente negro de EEUU ha conseguido un éxito sin paliativos al sortear la debacle financiera que provocó en 2008 la caída de Lehman Brothers.

Sin embargo, para muchos que celebramos con entusiasmo su llegada al poder como un mensaje de esperanza, Obama no ha estado a la altura del Premio Nobel de la Paz que recibió poco después de ganar las primeras elecciones.

A mí personalmente me parece lamentable que no haya sido capaz de cerrar el campo de concentración de Guantánamo.

Y, sobre todo, que nos deje como herencia a Trump, un fascista de tomo y lomo que va a fragilizar aún más un mundo cogido con alfileres. Todo por dejarle como caldo de cultivo a 43 millones de norteamericanos sumidos en la pobreza, todo por no haber ayudado lo suficiente a Hilary Clinton, que recibió la puntilla de su FBI.

En fin, ahora tenemos que enfrentarnos a una bestia parda que presume de ser un machista redomado, que enarbola la bandera de la xenofobia y promete construir muros contra la humanidad, que maneja amistades peligrosas, que niega el cambio climático y anuncia más madera para acelerarlo.

Es tan rico como descerebrado. Tanto tiene de las dos taras que se benefició de una campaña del presidente ruso, Vladímir Putin, para "socavar la fe pública en el proceso democrático de EEUU, denigrar a Hillary Clinton y dañar sus posibilidades" y ahora denuncia una "caza de brujas" contra su persona. El hombre del saco mismamente haciendo el papel de víctima, ¿no?

Pero esta revolución de los fachas que se nos viene encima puede poner otra pica en Flandes –mejor dicho, en el mismísimo París de la France- si Marine Le Pen gana las presidenciales francesas la próxima primavera.

Si no gana, lo hará François Fillon, un liberal en lo económico que rechaza frontalmente la realidad multicultural de su país. Otro regalito conservador. El candidato socialista, Manuel Valls, tiene cero posibilidades de pasar a la segunda vuelta.

Visto lo visto, Angela Merkel, muy debilitada por su inicial defensa de los refugiados, va a resultar una progresista en el futuro. Hasta Rajoy puede interpretar ese papel cuando practica running. Su andar garboso, con ese movimiento ridículo de brazos, lo humaniza y lo puede convertir a ojo de sus parroquianos en un  socialdemócrata de toda la vida.

Sí, porque a los votantes del PP, como han puesto de manifiesto varias encuestas, les gusta más los actuales dirigentes del PSOE y los que están anunciados que a los propios votantes socialistas. ¿Será el PP el partido de centro-izquierdas que estábamos esperando los votantes progresistas y aun no nos hemos enterado?

PD: (1) Por lo pronto, el PP de Madrid y Valencia quiere más democracia interna y más regeneración. Lo dicho, dentro de nada están embarcados en primarias y hermanados con la UGT.

(2) Manuel Rodríguez de Casto, ex delegado especial de la Zona Franca de Cádiz, ha sido extraditado por México a España, donde está condenado a ocho años de cárcel por el caso Rilco, una caso de mangancia vitaminada en toda regla. ¿Saben quiénes eran los padrinos políticos del artista? Rodrigo Rato y Teófila Martínez.

(3) Por cierto, las medidas legales y estatuarias que la Gestora ha anunciado contra el grupo Recupera el PSOE es matar moscas a cañonazos. ¿Utilización ilegítima de las siglas del PSOE? Puede. ¿Pero no es mucho más ilegítimo y sucio el uso y abuso que hacen de ellas algunos ex prebostes del PSOE en su business político permanente? ¿Para cuándo acciones legales y estatuarias contra ellos? Ahora que las autonomías van a blindar a los denunciantes de corrupción tiene hasta premio desenmascarar a sinvergüenzas y aprovechados, ¿no?

 

 

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