La revuelta de las neuronas

Delincuencia es la vuestra, ¡Asquerosos!

miedo

La crueldad de la multitud se ejerce contra aquellos de los que se teme que se apoderen del bien común; la de un príncipe se dirige contra el que teme que le arrebate su propio bien

Maquiavelo, Discursos, Libro I, 59

 

Ese filósofo de la música  llamado Evaristo, el cantante del mítico grupo punk La Polla Records, cuenta con una gran cantidad de letras que difícilmente podrían ajustarse mejor a nuestra realidad actual. Cuando se busca criminalizar al conjunto de la ciudadanía para impedirle hacer política recortando cualquier canal de expresión, equiparando desobediencia civil con penas propias de medidas antiterroristas, todos somos potencialmente delincuentes. Quienes defienden que todo lo que es legal es siempre lo legítimo, son los mismos que políticamente aceptaron a regañadientes una exigua democracia representativa. Es como si dijeran, bueno ya basta de democracia, ya está bien de reclamar tanto y de exigir cuentas, a dónde vamos ir a parar.

Por eso en cada paso que avanza la humanidad siempre hay que sortear a todos los que se hacen los suecos, a los que se oponen abiertamente porque se cuestiona la legalidad restrictiva, a los que hacen gala de su servilismo diciendo que sólo le afectan este tipo de medidas a quien se busca problemas. Nos quieren convertir en delincuentes la misma gente que en su propia puesta en escena, personifican la definición de lo que significa la palabra delincuencia, de mafia concretamente.  Los verdaderos delincuentes de hoy son los fascistas de ayer, la misma casta oligárquica que hizo todo lo posible por impedir lo que hay hoy de democrático en este régimen que se colapsa y que ahora, son los primeros en destrozar la democracia en nombre de la propia democracia.

Cuando más fuerte quieren golpear, cuando más miedo quieren imponer, cuando más quieren alejar a la política de la gente, es también, cuando más debilitada se encuentra su posición, dado que, la represión aumenta en el mismo porcentaje que se erosiona su legitimidad. Pero no nos engañemos, que el régimen se cierre de manera autista contra la población no garantiza un desenlace final deseable en términos democráticos. Cuando más difícil es hacer política más repercusión tiene hacerla, cuando más se busca denostarla, más necesaria resulta: ante las leyes contra la democracia, más democracia, más conflicto y acción colectiva, más apuestas políticas a todos los niveles, en todos los campos, en cualquier terreno. La política es como un cerdo, se come todo, se aprovecha todo. La democracia es la base de cualquier ley, sin democracia la ley es una muestra de autoritarismo. Por eso delincuencia es todo aquello que les puede quitar el chollo: contra la ley de (in)seguridad ciudadana, contra el gobierno de los ladrones, tenemos que potenciar la ruptura política, de lo contrario el desierto que nos imponen será lo único real.

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