La revuelta de las neuronas

Hablemos de periodismo

Comencemos por el principio. Sí, es cierto, Pablo no debió personalizar el trato mediático que en ocasiones sufre Podemos por parte de algunas líneas editoriales de muñeco%20periodistsa%20rebeldegrandes grupos mediáticos, lo que tampoco quiere decir que toda crítica a Podemos suponga un ataque.  Él se ha disculpado viendo que había causado molestias. Ahora bien, esto no debe ser óbice para que, al igual que es totalmente legítimo que un grupo empresarial mediático marque una línea política en su editorial, lo es del mismo modo, que una organización política pueda criticar esa línea editorial, y viceversa.  Además, tenemos que poder discutir y debatir abiertamente sobre la situación estructural y las condiciones de trabajo de los y las periodistas, pues de ahí se derivan uno de los resortes fundamentales de la salud democrática de un país.

Libertad de expresión es también eso; algo obvio que en ocasiones merece ser recordado cuando podemos caer en el equívoco de pensar que existen posiciones neutrales, o que los intereses económicos se encuentran desligados de las posiciones políticas. Cuando las portadas de todos los periódicos aparecen al unísono con la misma propaganda del mismo banco, uno puede pensar que tiene más capacidad de expresarse quien tiene más dinero, o lo que es lo mismo, la capacidad económica se traduce en un mayor ejercicio del poder, y el poder, del tipo que sea, siempre es político. Sin querer excusar lo sucedido ayer, seamos serios, unas palabras enmarcadas en una presentación  de un libro no son la principal agresión a la que se enfrenta la profesión periodística.

Es una lástima que lo sucedido ayer tape algo realmente grave, como es el ERE de Unidad editorial que va a despedir a 224 trabajadores, 91 de El Mundo, lo que supone el 21% de su plantilla, hecho que se suma a la larga crisis de la profesión, donde los eres y la precariedad son desgraciadamente la moneda corriente. Según  el informe de 2015 de  la APM (Asociación de la prensa de Madrid) el salario base de los periodistas con convenio cayó un 17% entre el año 2010 y 2015. En los últimos años, la tasa de paro en el sector del periodismo duplicaba la media nacional.

Eso quienes todavía "gozan" de un convenio, porque muchas veces la fórmula del "freelance" (concepto que viene del medioevo y designaba a aquel caballero que no respondía ante ningún señor y alquilaba su lanza al mejor postor), provoca en la realidad un aumento exponencial de la precariedad. En 2011 salía la campaña "gratis no trabajo" donde se denunciaba que se llegaba a pagar por un artículo menos de lo que cuesta un café. Teniendo esto en cuenta podemos entender, tal y como denuncia la APM, que el 75% de los periodistas encuestados declare sufrir presiones, lo cual reduce su grado de independencia.

Ese mismo informe en 2014 denunciaba lo siguiente: "aumentan las presiones que reciben los periodistas en el ejercicio de su trabajo para que modifiquen de forma sustancial sus informaciones". En 2015 El New York times publicó un reportaje donde se alertaba sobre el control político y económico de los medios de comunicación en España, donde asegura que la crisis ha provocado la pérdida de más de 11.000 puestos de periodistas en los últimos siete años. Esto sí que es grave es un país democrático. Esto sí que da realmente miedo y amenaza a la libertad de prensa.

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