La revuelta de las neuronas

En España se tortura

whichMientras nos embobamos y emocionamos con programas de TV tan detestables y execrables como lo es Entre todos, cuyo objetivo es traficar con la desesperación y  convertir los problemas colectivos en soluciones individuales, en este país la democracia está entubada en el hospital y con pronóstico grave. En realidad nada de esto es nuevo, viene de lejos, son problemas nunca resueltos pero sí ocultados por el ascenso del ladrillo que terminó por ponerle la guinda a toda la llamada Cultura de la Transición. En España se tortura, en España se vulneran constantemente derechos básicos democráticos y si usted no lo quiere ver o comprender, será porque es un ignorante, un desalmado o peor aún, un cínico. En cierto modo es normal, todo ha sucedido para que así sea, pues cuando no se arrancan las raíces que provocan un problema, éste siempre vuelve a resurgir. ¿Qué se puede esperar de una democracia que no ha condenado a un solo torturador del franquismo, como fue Billy el Niño? Los mismos que hoy se niegan a que una jueza argentina le aplique la ley que nosotros no aplicamos, suelen ser los mismos que cuando se producían las torturas nunca estuvieron en situación de poder sufrirlas, ni de ser detenidos, normalmente al contrario. Ahora resulta que todos corrieron delante de los grises, poco importa si es cierto, o si le tocó por casualidad, en cualquier caso, sirve de axioma para patentar con un aura de legitimidad perenne lo que ahora se viene criticando. No es lo mismo decir se hizo lo que pudimos, que decir, tú no te quejes que mi generación luchó por lo que ahora hay; la primera abre la posibilidad de luchar hoy por lo que otros lucharon en su momento como afirmaba William Morris, la segunda petrifica la historia y enarbola el discurso de lo rancio y la represión contra todo lo que se mueva.

De aquellos barros estos lodos, de aquel mirar para otro lado durante más de 30 años, ahora este esperpento. Ya sucedía antes y con frecuencia en el País Vasco, otra cosa es que rechazar a ETA haya nublado cualquier visión democrática y denunciar que se torturaba a ciudadanos, miembros o no de ETA como moneda corriente, ha sido acusado poco menos que de defender sus actos. Cuando a un Pit-bull le acostumbras desde pequeñito a jugar con morder, con atacar, con lanzarlo a la gente entre las risas de los colegas, ese perro cuando crece está desbocado y no distingue, imagina que hará si lo desatas. Pero no hace falta irte tan lejos ni entender que en el norte tenía lugar un conflicto, también en Madrid se daban casos resueltos con total impunidad para los cuerpos policiales y sobre todo para sus mandatarios políticos. A mi primo le estuvieron golpeando toda la noche y le destrozaron la rodilla en la comisaría de Hortaleza, tras haber sido detenidos porque un amigo suyo hizo pis en la calle. Sin oponer resistencia alguna fueron llevados al Guantánamo de Hortaleza donde no hay cámaras y ahí empezaba el festival. La policía negaba todos los hechos pero el juez acabó imputando por torturas a 7 policías. Esto sucede en 2007, hasta ahora no se sabe nada, pero a las pocas semanas de esta denuncia saltaban a la luz casos similares en la misma comisaría usando los mismos métodos.

En mi barrio de Madrid, Saconia, en el mismo año 2007, Daniel sufría en sus carnes la prepotencia de unos policías de paisano que jugaban a dar palizas por la calle de la misma manera que lo pueden hacer una banda de delincuentes. Daniel acompañaba a su novia hasta su casa porque en esa época rondaba por el barrio un violador y no querían correr ningún riesgo. Al llegar al portal y mientras ella subía a casa, Daniel se empieza a hacer un porro cuando dos individuos se le acercan y sin identificarse como agentes de la ley le increpan diciéndole trae lo que tengas y saca el carnet. Daniel les pregunta si le están atracando o son policías, la respuesta fue una paliza, detención y acusación por intento de homicidio, ya que según la policía trató de arrebatar el arma a uno de los agentes para dispararles. La madre de la novia gritaba y llamaba a la policía por la ventana, luego su hija y ella bajaron al portal y los policías también les pegaron.

El sábado 28 de septiembre, el gobierno español de PP invitó a marcharse a los miembros de la OSCE que precisamente tenían como función observar cómo se ejercía el derecho a manifestación en España, en concreto, sobre la manifestación de Jaque al Rey. Los días anteriores, viernes y sábado, dos personas eran detenidas, una in situ, la otra al día siguiente tras acudir a la manifestación por el derecho a decidir de las mujeres, solo por oponerse a que se llevara a cabo una redada racista, de esas redadas que Rubalcaba negaba y el sindicato SUP de policía certificaba.  La causa de toda esta degeneración democrática y del recorte de libertades no hay que buscarla en los agentes de la policía, claro está que habría que depurar, pero el motivo gira en torno a las decisión políticas, las órdenes que se dan y los valores que les enseñan en las academias, donde la democracia brilla por su ausencia. ¿Se acuerdan cómo algunos aspirantes a policía comprendían que existieran torturas? ¿A esos individuos les van a dar una placa y autoridad para algo? ¿Qué les enseñan ahí dentro?

Sinceramente considero que no se trata solo de que tengamos a una de las derechas más reaccionarias de Europa, con una historia rentista y no burguesa, una mediocrecia y ni siquiera una meritocracia (algo que nunca es tal cosa). Son los sectores que han dulcificado la erosión democrática y quienes han minimizado lo que sucede, en parte por cobardía, en parte porque el régimen cuida bien a sus leales siervos, los que le han otorgado una solvencia democrática a lo que no lo tiene. Son los mismos que hacen una lectura de la guerra civil totalmente impolítica, contraria a la política, indiferente como decía Gramsci. Lo vemos en Soldados de Salamina, donde al final todo se reduce a suspiros de España y hacer tabla rasa porque a fin de cuentas, fue una guerra entre hermanos. Son quienes observan totalitarismo en ampliar el derecho a decidir a la población, pero callan cuando se detienen  a ciudadanos por hacer política y miran para otro lado cuando la ertzaintza golpea a una senadora si es de Amaiur, pero te condenan si le llamas fascistas a los que minimizan, rinden homenajes y permiten actos fascistas. Todo esto –y muchas más cosas-, si fuera otro país sería  un enorme escándalo, pero aquí forma parte de la normalidad, eso sí, luego se sorprenden cuando desde fuera dudan de la calidad democrática de nuestro país.

Hay todo un hilo de podredumbre, de trepas, de tertulianos que se escandalizan por un contendor ardiendo pero que responden es lo que hay cuando millones caminan a la servidumbre. Ese es lo que hay es la respuesta más totalitaria que pueda existir, esa que impide que quienes viven su vida dejen de ser espectadores para convertirse en protagonistas. Lo que sí que hay, es toda una casta que pasará a la historia como los romanos que gozaban de orgías y banquetes mientras afuera se expandía el desierto de lo real. No sé si tras el desierto está el oasis, pero cualquier avance democrático pasa subvertir el orden de las palabras y el orden de los factores alterando el producto: sin democracia la ley es dictadura, no su garante. Empecemos a recordar esa vieja canción que escribió Florence Reece en 1931 con 12 años cuando su padre minero estaba en huelga, lanzándonos la siguiente pregunta ¿De qué lado estás tú? Yo del lado de la democracia.
http://www.youtube.com/watch?v=msEYGql0drc

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