en Público – Comiendo Tierra https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero Artículos de opinión de actualidad política, sociedad de Juan Carlos Monedero en Comiendo tierra en Público Sun, 17 Mar 2024 11:18:48 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.4.3 Política desesperada y políticos desesperados https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2024/03/17/politica-desesperada-y-politicos-desesperados/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2024/03/17/politica-desesperada-y-politicos-desesperados/#respond Sun, 17 Mar 2024 06:15:49 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=19779 Continuar leyendo "Política desesperada y políticos desesperados"]]> Política desesperada y políticos desesperados
El líder de Vox, Santiago Abascal, interviene durante una sesión de control al Gobierno, a 13 de marzo de 2024, en Madrid

Mientras preparan para las nuevas generaciones una guerra, el PSOE y el PP se tiran los trastos a la cabeza para parecer que representan cosas diferentes: los dos son mayordomos de los amos del mundo. Decía Mao que si no hay claridad en la ideología, no hay claridad en la organización. Parafraseando al dirigente chino, podríamos decir que, si no hay claridad en el proyecto de país, no hay claridad en la vida política. La política española está a un tris de lograr que, otra vez, la ciudadanía la mande a paseo. Ni siquiera las carcajadas de Pedro Sánchez en la cara de Feijóo son señales claras de ganador. El riesgo es que esa pelea solo interese a los que están en el ajo de la política, esto es, a periodistas y políticos.

Se dice que dos no se pelean si uno no quiere. Aunque no sé si este dicho también es mentira. El PP anda nervioso desde que vio que, otra vez, se le escapaba el gobierno de las manos. Es lo que tiene creerse dueños del cortijo. No debemos dejar de recordar el comunicado oficial que leyó en 1973 el entonces Vicepresidente Torcuato Fernández Miranda, a raíz de la ejecución de Carrero Blanco por ETA: «Hemos olvidado la Guerra Civil, pero no olvidamos ni olvidaremos la victoria». La derecha española, cada vez que se acuerdan de la victoria, no entienden cómo pueden estar fuera del gobierno.

El PSOE debiera gozar de mayor sosiego. Pero nada de nada. Ha terminado cayendo también en la cacofonía. Tanto, que han creído que la mejor manera para que reboten los dardos del PP es elegir un ariete que, después de Ábalos, debe de ser la persona a la que menos le molesta en el PSOE mentarle la madre a quien sea menester. Nombrar a Óscar Puente como azote de herejes es un salto cualitativo que ni en los mejores tiempos de Alfonso Guerra. Como Óscar Puente no es un cancerbero del socialismo sino del Partido Socialista, la venganza está más encarnada. Porque no se trata de defender tanto principios como el castillo. Por eso es un buen aviso a los navegantes ebrios de impunidad del PP y de Vox -o ebrios a secas-, sabiendo que, si se salen del tiesto, la probabilidad de que reciban una revolcada sin mayores envoltorios es muy alta. Tan es así que Sumar ha anunciado que va a subir más el tono, después de haber concentrado su distancia con Podemos precisamente en lo que llamaban "ruido". El "ruido" de Podemos eran discusiones dentro del gobierno, siempre sobre la base de políticas progresistas que el PSOE era remiso a aceptar. Los bofetones con guante de hierro del Ministro de Transportes -que hacen de aquel ruido susurros de enamorados- siempre forman parte de ajustes de cuentas entre las dos patas del bipartidismo, a mayor disfrute de los militantes de ambos partidos pero que quedan lejos de los intereses de la ciudadanía. No molestaba el "ruido" de Podemos. Molestaba que el ruido ensanchaba la política hacia la izquierda.

El PP parece haber entendido que si Sánchez le recuerda las fotos de Feijóo con el narco Marcial Dorado, ellos tienen derecho a propalar sospechas sobre la mujer del presidente del Gobierno, aunque no tengan pruebas que sostengan su amenaza. Al PP se le da de miedo sembrar mierda. ¿No llevan décadas haciendo eso sus periodistas favoritos? Pero tanta mierda termina dejando mal olor en las moquetas de las instituciones.

La polarización política sin polarización social solo sirve a la derecha, que va minando la credibilidad en la política, sabedora de que a quien más le afecta siempre la desmovilización es a la izquierda. Por eso no van a parar. El problema es que los principales actores políticos están dando claras señales de desesperación. Y la trifulca política es un espejo de esa desesperación.

Pedro Sánchez no es un hombre de ideas, no tiene lecturas ni maestros para tener un proyecto de España propio y vivió el PSOE como una institución desde la que hacer un proyecto político profesional. La crisis que sufrió el PSOE con el 15M desbarató su estructura interna -que estaba carcomida- y lo sumió en una montaña rusa en donde cualquier cosa era posible. Por un lado, el viejo PSOE; por otro, la improvisación. (Por eso Sánchez pudo ir a quejarse con Évole de la conspiración contra él de los poderosos y luego darle exclusivas a Ferreras).

Sánchez es rehén en exclusiva de su baraka, esto es, de su suerte, que le permite hacer jugadas imprevisibles que descolocan a sus adversarios. Movimientos que le otorgarían el adjetivo de "loco" en el caso de fracaso, pero le entregan el marchamo de "brillante" mientras la fortuna le ha venido acompañando.

¿Se le ha acabado a Sánchez la baraka? El adelanto de las elecciones en Cataluña y el fracaso, por vez primera tras tres presupuestos, de las cuentas que iban a aprobarse este año, pueden ser señales en esa dirección. El informe de la Comisión de Venecia y la aprobación de la amnistía podría ser una señal en la dirección contraria, pero la imagen de chantaje que le acompaña y la insistencia de Junts de decirnos que no han aprendido nada, dan alas a las críticas a este perdón político que necesitaría menos desesperación política para ser virtuoso. Que la cuenta en X de Mr. Handsome, que expresaba un supuesto glamour surgido de la sociedad civil, sea una cuenta llevada por alguien contratado por el PSOE, alimenta igualmente, desde la anécdota, esa sensación de fin de fiesta. En el PSOE hay mucha gente esperando a Sánchez en la bajadita. No deja, ni mucho menos, un partido ordenado y pacificado.

Feijóo lo tiene aún peor. Lo que desgasta no es el poder, sino no tenerlo. El escándalo del novio de Ayuso -que ha devuelto a Pablo Casado una mirada más amable que la que le brindaron cuando fue defenestrado- le da a Feijóo más respiro que la victoria en Galicia. Porque si bien una derrota en su feudo hubiera significado prácticamente su salida, la victoria no era un salvoconducto. Con el escándalo del novio ATS millonario de Ayuso, no solo enriquecido durante la pandemia con una comisión de 2 millones de euros vendiendo mascarillas, sino imputado por usar decenas de empresas falsas para crear facturas por trabajos no realizados y defraudar presuntamente a hacienda, se completa un círculo donde están también el padre de Ayuso, su madre, su hermano y su antiguo novio, todos envueltos en tejemanejes económicos ilegítimos y ya se verá si ilegales. Otros que están en política para forrarse. La gente que vota a Ayuso ¿lo hará porque en su caso obrarían de la misma manera?

Vox pierde constantemente votos a favor del PP -aunque el bloque de la derecha no varía- y por eso Santiago Abascal, que no ha trabajado en su vida, anda manejando su partido con el látigo, no vaya a ser que a su edad le pase como al príncipe Carlos y tenga que empezar a dar el callo ya talludito. La desesperación de Vox está en que si los medios de comunicación le quitan el apoyo, se disuelven como un azucarillo en un carajillo español.

Yolanda Díaz protagonizó estos días una imagen equívoca, permaneciendo sentada en su escaño de la bancada azul, con gesto contrariado, mientras los demás miembros del gobierno celebraban exultantes. El revés en su feudo gallego, donde no sacó representación, la falta de control sobre los Comunes -que han obligado al adelanto electoral en Cataluña-, la salida de Podemos al grupo mixto - que ha enfadado a Sánchez con Sumar- y el más que previsible mal resultado del partido de Díaz en las elecciones en el País Vasco son realidades que llevan a la desesperación a la líder de una fuerza política que, a día de hoy, solo ha servido para devolverle a Íñigo Errejón -con un único escaño- la portavocía que perdió cuando abandonó la fuerza morada. Dentro de Sumar, también hay desesperación en Izquierda Unida y, dentro de Izquierda Unida, en el PCE, que ha visto cómo sus juventudes se marchan, cómo una federación tan importante como Madrid se aleja de la dirección y que está sujeta a un proceso interno tensionado y de enorme confrontación. Todo en un contexto donde las bases de IU y del PCE no entienden la falta de propuestas en Sumar diferentes a las del PSOE.

Podemos, tras sus muchas cuitas, sigue jugándoselo todo a las europeas y a la figura de Irene Montero. Su paso al grupo mixto le ha devuelto una visibilidad que no tenían. Además, los errores de Sumar -políticos y estéticos- han devuelto a Podemos parte de su razón de ser, aunque el espacio sigue sumido en el pasado, el desencuentro y el enfado. Las europeas no van a disipar la desesperación. Un escaño en la eurocámara no puede compensar la pérdida de cinco millones de votos ni regresar el papel esencial que ha desempeñado Podemos en los últimos diez años. Y no será porque no es urgente que ese espacio se recupere.

Anda desesperado el PNV por no perder su condición hegemónica, mientras que Bildu es de las pocas fuerzas que tiene la desesperación bajo control, al menos hasta que lleguen las elecciones y tenga que volver a satisfacer a sus sectores independentistas más duros. La desesperación de ERC es Junts y la desesperación de Junts es ERC. Y ambos saben que el procés es agua pasada y la sobrerrepresentación a la que se obligan mutuamente es bastante probable que solo sirva a otras fuerzas políticas.

En conclusión, no hay muchos líderes políticos ahora mismo en España que estén sosegados. Y lo están por una mala situación que les amenaza personalmente, no por asuntos vinculados a la marcha del país. Como ejemplo máximo de esto, pensemos que Sánchez podía estar en contra de la amnistía (como dijo tantas veces), y Feijóo, a favor (como le dijo a Junts cuando se reunió con ellos). ¿Quién puede enamorarse de esta manera de hacer política? Al final, la firmeza ideológica solo parece mantenerla Podemos, aunque parece evidente que eso no basta. Como venimos diciendo, hasta las elecciones europeas no habrá verdaderos movimientos.

La corrupción en el PSOE y en el PP debiera servir para volver a levantar la bandera de la regeneración, alimentada por el contraste entre quien no puede pagar un alquiler y el dueño de Mercadona, malestar afianzado por la indignación que produce la situación internacional a cualquier persona con una mínima sensibilidad. El horizonte del mundo es devastador. Y tanto el PSOE como el PP están diciendo: preparaos que vamos a hacer una guerra en Europa. A los jóvenes ya les va tocando montar su 15M. Y que se desesperen de verdad los que malbaratan la desesperación.

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¡Pásalo! Memoria de otra mentira https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2024/03/10/pasalo-memoria-de-otra-mentira/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2024/03/10/pasalo-memoria-de-otra-mentira/#respond Sun, 10 Mar 2024 06:00:02 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=19756  

¡Pásalo! Memoria de otra mentira

 

-¡Joder Emilio, para esto no me llames a las seis de la mañana!- Amanecía el sábado 13 de marzo. Emilio, desesperado, me proponía despertar a Gaspar Llamazares, líder de IU, para que nada más abrir el juzgado presentara una denuncia contra Ángel Acebes. Pensaba que así todo el mundo sabría la verdad.

Yo entendía que ni Llamazares iba a estar por la labor ni que una denuncia a Acebes iba a interesarle gran cosa a nadie. Acebes, ministro del interior, que nos veía a todos los escépticos como unos "miserables", era un tipo malvado con cara de mosquita muerta. Algún día tendremos que reflexionar por qué los meapilas son tan mentirosos.

La noche anterior, rotos, nos fuimos a dormir tarde, descorazonados porque al dolor del atentado se sumaba la estrategia del PP de mantener durante 72 horas la mentira sobre los responsables del atentado de Atocha. Iba a salirles bien. Qué impotencia. Tantas víctimas y tanto desprecio a las víctimas.

En la manifestación del viernes, todos los políticos le habían comprando el relato a Aznar. Ahí estaba Rajoy, claro, pero también Zapatero y Llamazares. La gente, por lo general más lista que sus políticos, no era tan cándida. Bajo la lluvia, muchos madrileños, al paso del presidente, le gritaban: "¡Queremos la verdad, antes de votar! ¿Quién ha sido? ¡¿Quién ha sido?!".

Desde el jueves, día del atentado, todo fueron decisiones unilaterales del Gobierno de Aznar, seguidas por todos los partidos. Suspender la campaña en señal de duelo (todos suspendieron). Convocar el viernes una manifestación con un lema "Con las víctimas, con la Constitución y contra el terrorismo", que volvía a hacer campaña a favor del PP. Todos fueron, aunque cambiar la Constitución era uno de los temas centrales de esa campaña. El sábado, que era jornada de reflexión, estaba prohibido hacer campaña. Y el domingo se votaba.

Aznar había tomado una de las decisiones más torpes de su vida: decirles a los españoles y al mundo que el atentado de Atocha que le costó la vida a 192 personas era obra de ETA. Si hubiera dicho la verdad, habría ganado las elecciones. Pero la soberbia tiene estas cosas.

Petulante, como en la foto que se hizo en las Azores junto a Bush y Blair y que autorizó la ilegal invasión de Irak. Previamente, Aznar y sus aliados habían sembrado la mentira con la existencia de armas de destrucción masiva. Tras aquella sarta de patrañas que llevó a la guerra, Aznar pensó que el atentado iba a leerse como responsabilidad suya por haber metido a España en el conflicto. En cambio, si convencía a los votantes de que había sido ETA, quedaba, pensó en su atalaya, como el adalid de la lucha contra el terrorismo vasco (Víctor Sampedro ha contado esta disyuntiva y la arrogancia mentirosa de la decisión).

A las 8 de la mañana del sábado volvió a llamarme Emilio: teníamos que convocar delante de la puerta del PP en la calle Génova. La noche anterior habíamos descartado esa salida porque nunca convocaríamos a tanta gente como la que había acudido a la manifestación de apoyo al Gobierno. Pero no quedaban muchas más opciones. Además, prácticamente el 100% de los medios de comunicación estaban alineados con la mentira del Gobierno.

-Creo que ya no hay otra. Vamos-. Me mandó un texto y me dijo: "No lo toques, que está justo redactado para que quepa en un sms". Le pedí que no lo enviara a nadie todavía. "Déjame que lo piense. Veo la prensa de hoy y te digo".

Había quedado en el Café Comercial de la Glorieta de Bilbao con unos alumnos mexicanos de un posgrado. Compré la prensa y cuando vi que El Mundo, pese a ser jornada de reflexión, llevaba en portada al candidato Rajoy y una entrevista central suya a doble página, escribí a Emilio:

-"Vamos a darle. Le he cambiado la hora. Las cinco es demasiado pronto. Vamos a convocar a las seis"-. Lo mandamos a muy pocas personas, todas vinculadas a las redes del No a la guerra. Y que fuera lo que Dios quisiera.

Del Café Comercial nos fuimos al tanatorio sur. Había fallecido la pareja de un compañero y fuimos a darle un abrazo. Aquello, lleno de víctimas, era la estampa de la tristeza. Nos sentíamos marionetas de un teatro siniestro donde unos locos asesinaban, los dirigente mentían y el pueblo que viajaba en cercanías ponía los muertos. Cuando llegamos, nos llamó la atención que todos habíamos empezado a recibir en nuestros teléfonos, rebotado, el Pásalo. En el tanatorio estaba Carlos Cué, el periodista de El País. A él también le había llegado varias veces el mensaje. "¿No vais a hacer nada?" -nos preguntó. Recuerdo que le dije: "Algo estamos haciendo", aunque era más un deseo que nada que estuviera sostenido con grandes expectativas.

Almorzamos en Casa Mingo, en el Manzanares, enfrente de la Quinta del Sordo, donde Goya enloqueció por culpa de la guerra que provocaron los que debían haber traído la Ilustración. Ahí estábamos nosotros, al lado de sus pinturas negras, en mitad de otra guerra y tan desalentados como el pintor aragonés. Poco antes de las seis, salimos para la calle Génova. Paramos unos metros antes de llegar para que una compañera, embarazada, se bajara. Estábamos seguros de que la Policía no iba a ser amable con los cuatro gatos que íbamos a protestar. Para nuestra sorpresa, la calle Génova estaba cortada por la Policía y un río de gente estaba sumándose. El pásalo había corrido como un pacífico reguero de pólvora.

Cuando llegamos, ya había al menos dos o tres centenares de personas. Nos pusimos en primera fila. De pronto, la Policía cargó. En respuesta, los manifestantes, la mayoría jóvenes, levantaron la manos y empezaron a gritar: "¡Ni un herido más, ni un herido más!". La Policía se desconcertó. Todos nos sentamos en el suelo con los brazos en alto y las manos abiertas. Un policía sujetó a un oficial que quería lanzarse contra nosotros con su porra. La gente sensata entendía que Madrid no soportaba más violencia.

Delante de la sede del PP en la calle Génova estaban los medios de comunicación internacionales preparados para el día siguiente. Aburridos, empezaron a retransmitir lo que estaban viendo. La cadena SER se hizo eco de esas informaciones. El pueblo no creía al gobierno. Las manifestaciones, espontáneas, empezaron a repetirse por toda la geografía española. Pronto, la sede del PP se convirtió en un altavoz que retransmitía en directo la respuesta a las mentiras del Gobierno de Aznar.

El PSOE, de la mano del sagaz Rubalcaba, vio la oportunidad de golpear al PP por mentiroso. Iñaki Gabilondo, desde la SER, acompañaba profesional en el relato.Empezaban a deslizar la idea de que el Gobierno podía estar mintiendo. IU perdió su oportunidad. Apelando a una idea del Estado que siempre ha habitado en un sector del PCE, no se atrevió a cuestionar al Gobierno en ese momento. Pese a que delante de Génova había muchos militantes de IU. Si lo hubiera hecho, hubiera capitalizado la protesta. Pero había perdido los reflejos.

El mensaje brillante de Emilio en el Pásalo acertó en ofrecer lo que tantos estaban esperando. A lo largo del viernes y del sábado habían crecido las sospechas sobre la autoría de ETA. El portavoz Otegui había dicho que no era cosa de la banda terrorista vasca. Tampoco coincidía el explosivo ni el modus operandi. Era demasiado incluso para ETA. E iban apareciendo pruebas que conducían al islamismo radical. Fuera de España, todo el mundo señalaba a Al Qaeda. Iba siendo un secreto a voces, pero Aznar y su Gobierno seguían con las mentiras, reforzados por los mismos medios de comunicación que hoy sirven al PP y a Vox. La hierba estaba seca. Pásalo fue la chispa que incendió la pradera.

"¿Aznar de rositas?¿Lo llaman jornada de reflexión y Urdazi trabajando? Hoy 13M, 18h. Sede PP, c/Génova 13. Sin partidos. X la verdad ¡Pásalo!". 145 caracteres. Emilio, con su sincero dolor, había conectado con la necesidad del momento. Citaba a RTVE, donde el responsable de informativos seguía mintiendo incluso el día reservado para la reflexión. Tenía que ser sin partidos. Ninguno había estado a la altura y era un momento para la ciudadanía. Y como en otros momentos de la historia de España, la verdad, silenciada, correspondía al pueblo. Otro motín desesperado.

La noche de ese sábado, el ministro del Interior, Ángel Acebes, tuvo que reconocer a su pesar la pista islamista. Habíamos ganado. Sabíamos que ya era imposible ocultarlo y que el domingo, día de las elecciones, amanecería con los titulares señalando la autoría islamista y el truco fracasado del Gobierno. El gobierno del PP quedaba como lo que eran: unos mentirosos que habían faltado al respeto a España en una de sus jornadas más dolorosas. Su mentira ya no les iba a reportar votos.

Aznar se iría como llegó a la política: mintiendo; la más excelsa basura del periodismo y la política -Pedro J. Ramírez desde El Mundo, Jiménez Losantos desde la COPE, Esperanza Aguirre y sus ranas en el PP- empezarían a sembrar la teoría de la conspiración, iniciando la polarización que nos habita (desde ese momento, la derecha española ha sido rehén de sus talibanes en los medios); Izquierda Unida, por su falta de valentía, sacó uno de los peores resultados de su historia; Rodríguez Zapatero, que había ganado por apenas nueve votos el congreso a José Bono, sería elegido presidente. En la sede de Ferraz dijo: "Sé que muchos de estos votos son prestados". Y, al menos durante cuatro años, fue caminando con esa idea. Luego, tuvimos que salir otra vez a las calles. Pero esa es otra historia. En esa jornada, que terminamos manifestándonos por todo Madrid -Atocha, Lavapiés, Génova, Gran Vía, Castellana, otra vez Atocha-, un cortejo de luto, al que se incorporó la comunidad musulmana, lloró el duro golpe que nos asestaron.

Hoy que las mentiras vuelven a multiplicarse, conviene recordar que sin la calle, sin la indignación, sin una desesperación organizada, no hay cambios posibles ni en las instituciones ni en las conciencias. Y que, en todos los momentos difíciles de la historia de España, solo el pueblo salva al pueblo. Conviene no olvidarlo. Así que ya sabes: pásalo.

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La farsa de la política o un cuento del Antiguo Testamento https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2024/03/03/la-farsa-de-la-politica-o-un-cuento-del-antiguo-testamento/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2024/03/03/la-farsa-de-la-politica-o-un-cuento-del-antiguo-testamento/#respond Sun, 03 Mar 2024 06:00:08 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=19732  

Imagen del sacrificio de Abraham del Antiguo Testamento.
El Sacrificio de Abraham - Giovanni Battista Tiepolo

"Antes de hablar, quisiera decir unas palabras" - Cantinflas

Cuando la realidad imita al arte

Aunque es verdad que de personajes ridículos han nacido enormes obras de la literatura, no deja de ser cierto que, imitando la realidad al arte, la degradación de la esfera pública muestra a unos protagonistas con cada vez menos caracteres shakespeareanos. Al contrario, lejos de cualquier gloria y miseria humanas, parecen empeñados en asemejarse crecientemente a vulgares personajes de tebeo. La fama, que la da la televisión, ha convertido el cuento de la Cenicienta en un espectáculo cotidiano, donde el foco pareciera rescatarnos de la vulgaridad, y en esa ansia hemos cambiado el advenimiento del príncipe que nos saque de la miseria por el reconocimiento banal y efímero de unos minutos de gloria televisiva.

El espectáculo del presidente argentino Milei dando chilliditos histéricos como un poseído en su breve encuentro con Donald Trump; del rey Emérito encorvado en su disimulada maldad en el funeral de Constantino de Grecia, del brazo purificador del rey vigente; del referente máximo del deporte español, Rafa Nadal, embajador del tenis en la feminista Arabia Saudí, esgrimiendo el feminismo como Rubiales su amistad desinteresada con Jenny Hermoso; de Borja Sémper o de Alberto Núñez Feijóo, ambos del partido de la Gürtel, del destrozo a martillazos de los discos duros y de los veraneos con un narco de la cocaína, afeando a Pedro Sánchez la constante carcoma de una corrupción que es el parásito necesario del bipartidismo; de los responsables de EEUU votando en Naciones Unidas en solitario contra el alto el fuego en Gaza; de ese voto de la vergüenza en Sumar del diputado Agustín Maraver en contra de la ruptura de relaciones con Israel o de la creación de corredores humanitarios en Palestina; o del ex secretario del PSOE, José Luis Ábalos, al borde de la lágrima en televisión, como si fuera un César en el instante de ser acuchillado por Bruto y sus amigos, son todos ejemplos que no hablan, en ningún caso, de virtud y comportamientos edificantes. Y si la esfera pública no es virtuosa, es difícil que lo sea el comportamiento ciudadano.

Un cuento de Borges sobre líderes y sacrificios

Hay un cuento atribuido a Borges -algunos especialistas afirman que, en realidad, no es del autor argentino, sino que podría haberse escrito desde un conocido boliche en San Telmo por un escritor fracasado, retador público de Perón con puño al cielo cuando el alcohol se enseñoreaba, y cuyo único objetivo era hacer daño tanto a Borges como a las instituciones argentinas- en donde se traza un paralelismo entre el padre (Abraham) que sacrifica a su amadísimo hijo (Isaac), con el caso de un militante peronista que, viniendo de unos orígenes humildes, lo apuesta todo por el líder en un momento de enorme debilidad de la gran promesa, llega en su compañía, una vez que ha recuperado el poder, a Ministro, es el gran organizador del partido en momentos de crisis y, finalmente, es sacrificado por el presidente del partido, pese al enorme cariño que le profesaba, cuando unas acusaciones le alcanzan y amenazan con perjudicar a la organización política.

Las paradojas borgianas atraviesan todo el relato. ¿Qué circunstancias deben de darse para que un padre esté dispuesto a entregar la vida de su hijo? ¿Qué relación tiene el hijo con el padre para que sea una mera pieza de los intereses de su progenitor? ¿Están los hijos siempre condenados a que sus padres les pongan la manzana en la cabeza y prueben su destreza para mayor gloria de ellos mismos? ¿Y qué pasa cuando un día el hijo le quita al padre la ballesta y le ofrece la manzana para que sea él el blanco?

La idea de un padre dispuesto a sacrificar a su hijo por el amor incondicional a Dios ha sido un lugar de discusión teológica y moral durante siglos. Quizá porque Dios hoy no goza de la misma salud que en siglos anteriores, el gesto del anciano Abraham, dispuesto a clavar un cuchillo en el pecho de su único hijo, después de un viaje de tres días, de haber atado al niño y de afilar el cuchillo delante de sus ojos, parece más el comportamiento fanático de un loco demente que un gesto de absoluta confianza en el Supremo, al que el creyente Abraham le considera con capacidades suficientes como para compensar el infanticidio cruel de Isaac por su propia mano.

Esto del amor no es nada sencillo ni en la Biblia ni en la realidad. En verdad, no es cosa solo del Antiguo Testamento, pues en Mateo 10:37 se dice que "El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí", en consonancia con una afirmación de exclusividad afectiva que cuenta Lucas 14:26: "Si alguno viene junto a mí y no odia a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas y hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío".

Esta entrega monoamorosa a una única persona parece hoy más explicable desde la psiquiatría que desde la teología, pero sigue siendo cierto que ese amor irracional (que recuerda al "creo porque es absurdo" de Tertuliano) sigue otorgando certezas a millones de personas que anulan su libertad a cambio de la tranquilidad de pensar que tienen un jefe. Un padre que, en el fondo, aunque les exija tamaños sacrificios, les quiere a ellos y, de paso, a la humanidad. Hubo un tiempo donde la redención política parecía posible y millones de militantes creían en ese destino. En política, los líderes son como dioses del Antiguo Testamento.

En el cuento de Borges -si acaso hubiera sido en verdad su mano la que dejó caer la tinta sobre las hojas-, el militante peronista señalado con el puñal catártico es un personaje lleno de aristas y complejidades. Es descrito, con trazos sencillos pero contundentes, como alguien con una vida sentimental estriada e intensa, amigo de la buena vida -y, llegado el caso, de sus desafíos y sus excesos-, con una intuición social que le permite justificar su comportamiento con la grandeza de la causa igualitaria, conocedor de las debilidades humanas y gran gestor de esas flaquezas, hábil en las alcantarillas, y, por tanto, enterado de los secretos de buena parte de sus compañeros de partido, incluidos los antiguos dirigentes y, por supuesto, del actual presidente. La pieza ideal a sacrificar. Los dirigentes, que, por lo general, confunden la generosidad con alguna suerte de debilidad, no esperan que el joven Isaac se rebele cuando su padre le desgarre el pecho con la daga guiada por Dios.

¿Quién en verdad desobedece?

El dirigente del cuento sabe que dejar que el cuchillo lo ejecute puede ayudar a que se salve su presidente (Abraham) e, incluso, la humanidad (el partido justicialista), pero no termina de estar de acuerdo en ser él el que cumpla tan glorioso papel sin, siquiera, haberle dejado alguna oportunidad. "Isaac sí, pero no Judas", dice en un momento de duda mientras habla con una antigua compañera sentimental. "¿No debiera, al menos -pregunta el protagonista- deber mi suerte al azar de haber sacado la pajita más corta entre todos los que hemos hecho prácticamente lo mismo?".

En la historia de Abraham, la verdad es que la fe del centenario patriarca de los hebreos es tan extrema porque se expresa en el asesinato de un ser querido. ¿Qué dios es ese que pide tamaña barbaridad? ¿Y qué persona en su sano juicio obedecería una orden tan demente? Está claro que los que dirigen hoy Israel y los militares que le obedecen en sus órdenes genocidas en Gaza forman parte de esa herencia enloquecida.

Hay interpretaciones bien fundadas que señalan que el ángel que le dice a Abraham en el último momento que no mate a Isaac porque ya ha pasado la prueba, es un añadido posterior para ocultar que lo cierto es que Abraham desobedeció al Señor. En la trama borgiana, el dirigente peronista también desobedece, pero se quiebra entonces el pacto entre Dios y el pueblo elegido. En esa interpretación, el monte Moriah donde ocurre la escena no sería el lugar donde Dios establece la alianza con el pueblo señalado, sino el espacio donde la desobediencia sensible se impuso a la obediencia insensible. Abraham perdió la confianza en Dios y prefirió la confianza de los hombres. El compromiso con Isaac habría sido más fuerte que el compromiso con un Dios con tan mal gusto. Lo otro, matar a tu hijo para mantener incólume tu fe, es propio de un idiota (Martin Hägglund, Esta vida. Madrid, Capitán Swing, 2022). Como escribió Saramago, lo único decente que tenía que haber hecho Abraham es haber mandado a Dios a paseo.

Pero volvamos al cuento. Una vez que el diputado peronista no se deja inmolar, comienza un periplo por las radios y televisiones bonaerense llorando su mala suerte. Borges, que despreciaba a los medios de masas, deja deslizar una crítica sutil de cómo la necesidad del dirigente político y de los medios hacen una alianza perversa donde todos sacan lo peor de sí mismos. Pero les da lo mismo porque forma parte de una representación donde todos son marionetas y donde, como en el sacrificio de Isaac, todo es una farsa montada para que la gente crea.

En ese peculiar vía crucis, el dirigente encuentra el apoyo de los que, como él, saben que están en el partido como modus vivendi y sienten la salida de su compañero como el viejo empleado que se jubila y encima, por una práctica contable que era la típica de siempre, tiene que salir por la puerta falsa y no solamente sin honores sino con oprobio. En el cuento, una periodista, que sería como el ángel que detiene el brazo de Abraham, le dice enigmática: "Si Dios te quiere en silencio, haz que rueden piedras con estrépito desde lo alto de la montaña".

Hagas lo que hagas, te equivocarás

Como en buena parte de la obra de Borges, el desenlace no genera solución alguna. Si en la Biblia, el gesto de Abraham sella una alianza indeleble por la señal de amor por su Señor (aunque Dios no permite que mate a su hijo, Abraham ya lo había matado en su corazón cuando dispuso descargar el puñal en su pecho), en el cuento, el presidente del partido descarga inclemente el puñal sobre el pecho del diputado. No hay ángel alguno que detenga su mano ni le basta la entrega absoluta de su subordinado y ayer amigo. Solo su ejecución es purificadora.

En el Antiguo Testamento, Dios aprieta pero no ahoga; en el cuento de Borges, la política ahoga pero no aprieta. Se cuenta que en la revolución mexicana, antes de que Pancho Villa fusilase a tres generales, uno le dijo: "Mi general, qué falta hace fusilarme, si a mí con unas nalgaditas me vale". Pero ni a Villa, ni al presidente justicialista ni al Dios de las plagas y la destrucción le bastan unos azotes para conseguir sus objetivos: no caben debilidades porque está en cuestión su grandeza. Y ni los dioses ni los endiosados negocian con su grandeza.

Borges termina el cuento con el diputado saliendo, ya de buena noche, de un programa de radio donde ha vuelto a llorar explicando su desobediencia a un periodista conocido por su falta de escrúpulos. Ha contado el comportamiento de su partido, de los demás partidos, de su antiguo presidente y amigo. Sus declaraciones son un terremoto para el sistema político. Dice el diputado: "Puedo demostrar que el dios del Antiguo Testamento es un fraude, que Abraham es un fraude y que Isaac forcejeó con su padre antes de que lo ejecutara". Dice tener en su maletín pruebas de todo y que pronto las hará públicas. El periodista le dice que mejor salga por la puerta de atrás para evitar que le hagan preguntas.

En la noche, camino de su vehículo -ya no tiene ni seguridad ni chófer ni secretaria- escucha una piedra que rompe una farola en la esquina. Un borracho que venía cantando un tango antiguo se abalanza sobre el diputado, le clava un puñal en el pecho y se lleva su maletín. El diputado, mientras exhala su último suspiro, mira la farola rota y cree ver sentado en ella a un ángel despreocupado que no ha querido detener el desenlace.

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Vas 'pal' cielo y vas llorando: horizontes de la izquierda https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2024/02/25/vas-pal-cielo-y-vas-llorando-horizontes-de-la-izquierda/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2024/02/25/vas-pal-cielo-y-vas-llorando-horizontes-de-la-izquierda/#respond Sun, 25 Feb 2024 06:10:45 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=19722 Continuar leyendo "Vas 'pal' cielo y vas llorando: horizontes de la izquierda"]]> La izquierda política en España -en verdad en todo el mundo- ha sido fuerte cuando se ha articulado desde un movimiento social musculoso.
La izquierda política en España -en verdad en todo el mundo- ha sido fuerte cuando se ha articulado desde un movimiento social musculoso.

La izquierda, las orugas y las mariposas

La izquierda política en España -en verdad en todo el mundo- ha sido fuerte cuando se ha articulado desde un movimiento social musculoso. Ya hemos contado en alguna ocasión que el movimiento antifranquista alimentó, tras la muerte del dictador, al PCE, y también, de rebote, a un PSOE ausente hasta la fecha; que el movimiento anti-OTAN alumbró el nacimiento de Izquierda Unida en 1986, y que el 15M dio a luz a Podemos en 2014.

Siempre que los movimientos sociales entran en reflujo, sus referencias políticas se metamorfosean en orugas, parapetadas en el capullo oficinesco de las instituciones o en la interna de sus burocracias, a la espera del empuje colectivo que les vuelva a soñar como mariposas.

Es muy difícil oír hablar a los partidos de la izquierda española de la necesidad de alimentar el movimiento social (ahí están más finas las izquierdas nacionalistas). Sumar ha hecho de la presencia en las instituciones su principal motivo y por eso traslada sus protocolos reglados y tranquilos a toda la política (con chirriar de engranajes, como cuando renuncias a la confrontación con los que te quieren en silencio o convocas a una manifestación por Palestina pero sin hablar de genocidio). Los consentidos por el sistema pueden sustituir el movimiento por el mimo de las televisiones, pero eso es hambre para hoy y hambre para mañana.

Podemos, por su parte, está concentrando todas sus energías en el Parlamento Europeo, confiando en que ese espacio le permita el renacimiento. Las nuevas generaciones que lideran Izquierda Unida no terminan de encontrar el rumbo y se habla en sus sedes más de cuchillos y de dagas que de la tasa descendente de la ganancia o de la plusvalía del capital en tiempos de la inteligencia artificial. Ningún partido de la izquierda está hoy tan cerca de los movimientos como hace una década. Y sin movimiento social, los partidos se quedan en encapsuladas crisálidas que fían el futuro a cuidar el estrecho y seguro espacio de su pupa donde esperan larvar sus futuras posibilidades.

Política de tierra quemada

La negativa de Sumar de abrir negociaciones con Podemos en Euskadi para buscar un acuerdo -una oferta generosa que ha hecho la candidata de Podemos Euskadi, Miren Gorrotxatgi, y que han avalado 500 personas relevantes de la izquierda vasca- es una señal tozuda de que todos los puentes están rotos. En las filas de Sumar hay más dinamiteros que ingenieros.

Están tan rotos los puentes que cualquiera que pretenda pensar formas de reconstruir el espacio a la izquierda del PSOE es de inmediato puesto en la lista de sospechosos. La ira que se tienen las izquierdas -es verdad que construida con frecuencia con firmes argumentos- ayudan a entender por qué nos liamos a tiros entre nosotros en 1937 en la Telefónica en Barcelona o en el Frente de Aragón, da cuenta de las purgas de los "disidentes" en el frente y en la retaguardia, y también orienta sobre la entrega de la capital madrileña por el socialista Casado al golpista Franco en 1939. Bendita izquierda.

Los procesos de afirmación en los que está la izquierda partidista tienen la paradoja de que conforme los diferentes sectores se refuerzan y se hacen cada vez más "consistentes", los electores se alejan mayoritariamente de esas opciones, que pueden hacer muchas cosas con sus certezas menos conseguir votos. La rabia es tan aguda que no se entiende que la unidad de las fuerzas políticas no es un fin en sí mismo, sino una simple consecuencia de lo relevante, que es la unidad popular de los que quieren una verdadera transformación en España. ¿O alguien me va a decir que los liderazgos de la izquierda son más importantes que la posibilidad de ser políticamente relevantes y cambiar la política?

Está costando trabajo discutir con sensatez. Una vez que Podemos se incorporó a Sumar -como recuerda Iglesias en su libro Verdades a la cara, fui el único que se opuso a ese proceso-, pensé que la única posición sensata, una vez que el error ya se había cometido, era intentar ser la nave nodriza de ese movimiento. Pero como lo que mal empieza mal acaba, Sumar empezó a hacer valer su tesis de que Podemos estaba muerta -o, en cualquier caso, había que rematarla- y Podemos empezó a considerar a Sumar, y en concreto a Yolanda Díaz, una agente infiltrada del viejo bipartidismo. Hoy no hay prácticamente nadie en las filas de Podemos que no piense que el principal objetivo de Sumar es acabar con Podemos.

El debate de la unidad, que es el que interesa al pueblo, ha desaparecido de la agenda porque todo el mundo entiende que eso significa "unidad de los partidos". No hay tradición de frente amplio en España ni se entiende lo que significa porque nadie lo quiere. Ni siquiera el desastre de Galicia hace que los que tenían encomendada la unidad de la izquierda den su brazo a torcer. Deben de tener enormes seguridades personales para sembrar tantas minas. Nadie se acordará de personajes oscuros como Lánder Martínez salvo para preguntarnos cómo tanta mediocridad tuvo tantas responsabilidades.

Palabras como espadas

La profusión de adjetivos gruesos ha llenado las redes de una enorme violencia.

"Traidores", "vendidos", "cobardes", "estalinistas", "inconsecuentes" son lugares comunes de la discusión en la izquierda española. Apuntan siempre a unos individuos a los que se ve como débiles y que no han sabido guardar el tipo ni estar a la altura de los tiempos, que han caído en los viejos vicios autoritarios de los partidos comunistas o que han repetido las contradicciones típicas de la izquierda cuando dicen una cosa y hacen otra. En ausencia de fusiles, nos disparamos por las redes sociales. Nadie se libra.

Las elecciones gallegas han lanzado una advertencia inquietante a todo el espacio progresista. Al PSOE le han dicho que el alambicado equilibrio que construyes en Madrid puede no funcionarte en el resto del territorio. Sánchez ha tenido hasta hoy baraka, pero cuando esa "suerte" te abandona, el castillo de naipes se derrumba o adquiere formas inesperadas (la voluntad de poder de Pedro Sánchez puede dar grandes sorpresas, aún más cuando el PP ha empezado a hacerle guiños a Junts que pueden incluir la amnistía). Hay, además, un PSOE profundo que termina emergiendo, como vemos con la trama corrupta en Valencia -que no supo vigilar y frenar José Luis Ábalos- o en las declaraciones más propias de Génova que de Ferraz de Emiliano García-Page.

Que lo que puede ser útil en Madrid puede ser un obstáculo fuera de la M-30 le pasa también a Podemos. La alianza y cercanía con Bildu y con ERC durante la pasada legislatura, desafía su presencia en Euskadi y Catalunya, como ha pasado en Galicia, además de que le quita votos en otros lugares del estado que no entienden tanta cercanía con fuerzas nacionalistas independentistas. Es verdad que Bildu y ERC se han podemizado y que en el Parlamento parecen unos keynesianos de la primera hornada, aderezados de un compromiso firme con la memoria histórica y el internacionalismo. Es verdad que esas sociedades son uno de los principales muros frente a la extrema derecha, pero tanto Bildu como ERC están más cerca del PNV y de Junts en sus reivindicaciones independentistas que de las fuerzas estatales de izquierda. Por esto, esa asociación termina pasando factura. La izquierda estatal que no esté en los territorios no podrá existir. Y hace falta una izquierda estatal como Podemos en todo el Estado.

Este cuento se acabó

Sumar se ha construido, en buena medida, con los agraviados históricos que creen que tienen cuitas pendientes con Podemos -y alguna tendrán, porque no son pocos-. Su hipótesis central es que Podemos tiene que morir, y los militantes de Podemos, que llevan una década sufriendo golpes, dicen que si mueren van a hacerlo llevándose a algunas y algunos por delante. Si Sumar, además, está cediendo una parte relevante de su visibilidad al errejonismo -la bestia negra de Podemos desde que abandonó con malas artes el partido morado- ¿pueden en verdad sentarse a hablar de nada sus dirigentes? Todo muy lógico y comprensible pero conducente a la irrelevancia. En política no basta tener razón.

Ahora ya no hay solución. Si Podemos estuviera en el gobierno y se le hubiera respetado su espacio parlamentario, los odios personales pasarían a segundo plano y cada cual podría hacer su tarea. Pero en este momento, nadie puede ni verse. Y todos los medios -es mentira que lo haga solo Canal Red- agitan a los suyos hasta el paroxismo. El periodismo que cree que puede dictar a la izquierda lo que tiene que hacer está cayendo en incongruencias y en el empecinamiento. Soberbios alcázares de la miseria. Las autopistas de las redes están siendo más estrechas que el cinturón que dibuja la M-30.

Una conclusión que, de momento, no vale para mucho

Las costuras que están reventando en el PSOE, la tozudez de hacer mal las cosas en Sumar (con el varapalo recibido por Yolanda Díaz en su feudo gallego o comportamientos propios de la descomposición interna, como la espantá de Errejón y Díaz la noche de la derrota dejando sola ante el peligro a Marta Lois), la cortedad de miras de Compromís y Más Madrid o la fiebre alarmante de Podemos contrastan con la placidez de la derecha española, cuyo único riesgo es, tras la tranquilidad ganada por Feijóo en las gallegas, que se indigesten de palomitas viendo el escenario ideal por el que lleva trabajando una década. Una derecha dirigida por un político que veraneaba con un narco. A ver cómo se lo explicamos a nuestros nietos.

Falta de ideas, a la izquierda solo le resta esperar a las europeas. Con esa encuesta real, el bipartidismo volverá a mirarse en el espejo, mientras que el espacio a la izquierda del PSOE tendrá que decidir su rumbo sin más excusas. Y es probable que se entienda que todo lo que se ha hecho desde la precipitada salida de Iglesias ha sido un disparate. Igual que la guerra de Ucrania terminará y lo que acordarán en el tratado de paz será exactamente lo que dijimos que había que hacer hace tres años, después de las europeas, cuando se vea que la fragmentación de la izquierda trabaja para que gobierne la extrema derecha, volveremos a ponernos de acuerdo en algunas cosas. Como que los acuerdos entre las diferentes formaciones deberán incorporar primarias -y los partidos que no tengan base, que se pongan las pilas o arreen-. Volveremos a hablar del frente amplio -las bases de Izquierda Unida no van a aguantar mucho en Sumar-. Y se pedirán cuentas a todos los que hayan colaborado en el desastre.

Y al final, como siempre pasa, regresará la sensatez y se entenderá la importancia de un espacio a la izquierda del PSOE que no quiera ser otro PSOE.

En un momento de crisis del neoliberalismo, con la debacle medioambiental, con un desarrollo tecnológico que amenaza más que conforta, con señales claras de una tercera guerra mundial ya en marcha (Ucrania, Palestina, Yemen, Siria...), el reencuentro entre los que consideran que estamos perdiendo nuestras democracias será una obligación. De momento, en Europa no parece que vayamos a asaltar los cielos. Son tiempos de pensar y tomar fuerzas. Pero que, como dicen en el Caribe, tampoco nadie nos reproche no que "vamos pal cielo y vamos llorando", sino que vamos "pal infierno" y encima vamos riendo."

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Sebastián Piñera: republicanismo, mentiras y funerales de Estado https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2024/02/18/sebastian-pinera-republicanismo-mentiras-y-funerales-de-estado/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2024/02/18/sebastian-pinera-republicanismo-mentiras-y-funerales-de-estado/#respond Sun, 18 Feb 2024 06:05:05 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=19686 Continuar leyendo "Sebastián Piñera: republicanismo, mentiras y funerales de Estado"]]> Sebastián Piñera: republicanismo, mentiras y funerales de Estado
Imagen del fallecido ex presidente de Chile, Sebastián Piñera, a 8 de febrero de 2024.- EP

Cuando mueren los dueños de la hacienda

España entierra muy bien, popularizó Alfredo Pérez Rubalcaba. Habría que añadir: a los dueños de la finca. Cuando murió Manuel Fraga, en enero de 2012, volvió a hacerse cierto este dicho, que recuerda que el elogio facilita la salida de escena de alguien y hace más fácil el camino para la despedida.

Aun siendo partidario de los actos de reconciliación que faciliten el tránsito de nuestras democracias, aquella mañana yo me revolvía en mi cocina. Estaban en Radio Nacional de España elogiando a un "titán de la democracia", al forjador del Partido Popular, al exitoso presidente de la Xunta de Galicia. Un hombre, decían, que había traído la monarquía parlamentaria a España, un pensador al que le cabía en la cabeza el Estado, el mejor embajador en Londres, el político que había democratizado a la derecha española, el jurista que había estampado su firma como uno de los padres de la Constitución Española. ¿Y ya estaba todo dicho?

Manuel Fraga era también otras muchas cosas. Sobre todo, otras muchas cosas. Enfadado, llamé a la radio. Sabía que era un gesto inútil, pero que pudiera asentarse esa mentira, una más de la "inmaculada Transición", me obligaba, al menos, a intentar dar otro punto de vista. Para mi sorpresa, me devolvieron la llamada y, como en un raro ejercicio de justicia poética, pude hablar a varios millones de personas después de Alberto Ruíz Gallardón, su gran discípulo, también un gran simulador que terminaría cantando el Cara al Sol en los funerales de otros franquistas y persiguiendo a las feministas para ganarse el favor radiofónico de la derecha extrema. 

Lo que dije aquel amanecer, me reconocería años después el entonces presentador del programa, le molestó mucho (seguro que le regañaron). Al líder de la derecha no había que recordarle quién era y menos el día de su fallecimiento. Había que enterrarle bien. Camino del cielo no hay que mentar al diablo. Y podría estar de acuerdo, pero para que todos nos moderáramos, ellos debieran haber sido algo más discretos.

No dije ninguna mentira. Pude recordar que Fraga fue ministro de Franco y que siempre reivindicó el golpe de Estado de 1936; que rapó el pelo de las mujeres de los mineros asturianos en huelga para intentar debilitar la moral de los huelguistas; que era el ministro de Gobernación del rey Juan Carlos cuando mataron a los trabajadores en Vitoria, y que pensaba cada 1º de mayo que la calle era suya, igual que España había sido durante cuarenta años del caudillo; que con ayuda del diario ABC manipuló los diarios del estudiante Enrique Ruano para que su asesinato por la Policía pareciera un suicidio y, como le debió saber a poco, también amenazó a sus padres con detener a su hija si no cesaban en la protesta. Fraga, cuando la Policía franquista torturó, tiró por una ventana y luego fusiló a Julián Grimau, salió a justificarlo diciendo que tenían un dossier que le hacía merecedor de esa muerte. Fraga, como ministro de la dictadura, firmó sentencias de muerte de españoles que peleaban por traer la democracia a España. Fraga, cuya firma está en la Constitución Española de 1978, rubricó el preceptivo "enterado" que autorizaba el garrote vil o el pelotón de fusilamiento a españoles a los que se mataba por querer recuperar la democracia que perdimos en 1939.

Pero el día de su muerte no se hablaba de nada de esto, sino que, en nombre de los valores republicanos -que Fraga siempre despreció-, se recordaba una biografía edulcorada. El presidente del Gobierno solo tenía buenas palabras para el difunto y los informativos le recordaban como una persona entrañable que se emocionaba cuando en Galicia le hacían homenajes con gaitas, pulpo y albariño, aunque nunca se mencionaba que fue el organizador de la financiación del Partido Popular gallego a través del narcotráfico (de ahí la tristemente famosa foto de su discípulo, Núñez Feijóo, veraneando en un yate con un narco). 

A la muerte del gran líder de la derecha, los más sutiles recordaban que Fraga tuvo virtudes no buscadas y que no había mal que por bien no viniera. Su ambición y la voluntad de sobrevivir en el nuevo contexto democrático sirvió para que la derecha española dejara de ser golpista. Después de montar un partido -Alianza Popular- con otros ex ministros franquistas, entendió que por ahí no había futuro y organizó a la derecha española, a la manera de la CEDA en 1933, para sumar votos y esconder bajo sus pantalones a los nostálgicos de la dictadura (a Piñera le celebran seguir intentando otra vez algo parecido antes de que el fatídico accidente de helicóptero lo frustrara). 

Aunque tampoco es cierto que los moderara, porque el 23F volvieron a intentar un golpe, al que no se opuso Fraga por demócrata sino porque le torcía los planes. Fraga, que había ayudado a que la Constitución limitara cambios profundos en España, sabía que la podredumbre de las instituciones democráticas -especialmente la Justicia y los medios de comunicación, junto con "ovejas negras" dentro de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado- eran garantías de control "por detrás" de la democracia. El golpismo solo alertaba a la izquierda. Los actuales lodos vienen de los barros de una dictadura a la que gente como Fraga no solo nunca quiso juzgar y mucho menos condenar, sino que elogiaba. Los chilenos intentaron una Constitución realmente democrática y finalmente no les dejaron. En España ni siquiera se consideró.

¿Qué se está honrando en un funeral de Estado?

Con el luctuoso fallecimiento del ex presidente chileno Sebastián Piñera, he vuelto a acordarme de aquel momento. Con la distancia de fuera suelen entenderse mejor las cosas, y estas reflexiones quizá sirvan a los chilenos para entender que, si se hacen mal las cosas, te regresan con el agravante de la venganza.

La celebración de un funeral de Estado forma parte de los protocolos institucionales de la convivencia en un marco pacífico. Perder esa compostura sería un error. Es una obligación que los presidentes vivos despidan a los presidentes muertos. Pero la democracia tiene también herramientas para que las maneras de buena vecindad no se conviertan en una palada más de tierra en el entierro de la gente que de verdad peleó para llevar la democracia, ayer en España y hoy en Chile. Cuando el entierro es civil, allá verán sus deudos, sus beneficiarios y sus hinchas cómo conmemoran su ausencia. El dolor personal, siempre devastador - aún más cuando es inesperado-, pertenece a cada cual. A los demás nos corresponde el respeto. Pero nadie debe creer que su dolor debe ser también el dolor de todo un país, salvo que tu dolor sea el de la democracia y los derechos humanos.

Es indudable que en unas honras de Estado deben caber más cosas que los falsos elogios a mayor gloria de una falsa biografía. Algunos nos estremecimos cuando vimos acompañar con honores al féretro que llevaba al dictador Franco del Valle de los caídos al cementerio de El Pardo. Un asesino bajo la bandera de una patria que mancilló levantándose contra su juramento militar y empezando una guerra que costó cientos de miles de víctimas, un tercio fusilados por ese genocida. No quiero ni mucho menos comparar a Franco con Piñera (aunque nunca se levantó contra la dictadura), pero los que llevaron la democracia a Chile no estaban precisamente en las filas del ex presidente fallecido. La dictadura de Mussolini la pasó el portavoz de la democracia cristiana, De Gasperi, en el Vaticano y en libertad, mientras que Gramsci la pasó en la cárcel y enfermo. Uno consintió, aunque protestando, con la dictadura, mientras que el otro puso el cuerpo para frenarla. Por decencia, no podemos ponerlos a los dos a la misma altura.

El funeral de Sebastián Piñera debía estar organizado, aún más desde un gobierno de izquierda, desde las formas republicanas, que son las que tienen que ver con la virtud pública y apuestan por la convivencia. Pero también deben servir a la verdad. ¿Y dónde está escrito que las formas republicanas deban ayudar a ocultar la verdad?

En la esfera pública que ha acompañado al funeral de Piñera es obligatorio que también estuvieran presentes las víctimas de la dictadura, a las que nunca tuvo el ex presidente el mismo respeto que tuvo a otras víctimas; también debían estar presentes -porque si el funeral es de Estado, debe estar la memoria de todo lo que hizo y lo que no hizo- las personas asesinadas por las fuerzas de seguridad por el pecado democrático de querer salir de la Constitución que dejó en herencia Augusto Pinochet sostenida por los argumentos de las bayonetas; también debe esa esfera pública recordar a todos esos cientos de buenos y buenas ciudadanas que perdieron los ojos no queriéndolos cerrar ante la persistencia de las maneras del pinochetismo; en ese funeral de Estado -en su representación- debiera estar también el coste terrible para la democracia latinoamericana de las puñaladas a la Unasur o las complicidades golpistas del fallecido ex presidente para intentar tumbar gobiernos de otros países del continente salidos de las urnas.

No confundir la amabilidad con una derrota

Estamos en un momento paradójico donde corresponde a la izquierda defender la democracia liberal, mientras la derecha y la extrema derecha la patean todos los días. Lo hace en sus medios de comunicación, con el lawfare, con su selectiva memoria, con sus demonizaciones y presionando para que sea su simbología la que se enseñoree sobre los atributos, no ya de la izquierda, sino de la democracia.

Piñera -que era una persona afable en el trato personal- estaba intentado unir, antes de su accidente y como hizo Fraga en su día, a toda la derecha. Incluyendo a la pinochetista -señal de que, de alguna manera, entendía que las ventajas en la convivencia con la extrema derecha pesaban más los acuerdos que los desacuerdos-. La derecha europea que peleó contra el nazismo y el fascismo ha intentado hacer valer el "cordón sanitario" contra la extrema derecha, aunque la verdad es que conforme han ganado fuerza esos partidos, las reticencias de los conservadores han ido haciéndose más débiles. En Madrid, la diferencia entre la derecha y la extrema derecha prácticamente ha desaparecido y el Partido Popular, fundado por Manuel Fraga, gobierna con las mismas políticas que la extrema derecha, tanto donde tiene mayoría como donde gobierna en coalición. La unificación de la extrema derecha bajo el paraguas de un partido democrático de "centro-derecha" es siempre un engaño de mercadotecnia electoral, y no es verdad que esa unificación le venga bien necesariamente a la democracia. Le viene bien a los poderosos.

Todo gobernante tiene luces -Piñera las ha tenido y se recuerdan sus "dotes empresariales" para negociar con prontitud vacunas contra la covid, su empeño en rescatar a los mineros en Atacama o su gestión del terremoto en 2010- y sombras. Pero cuando se sale de una dictadura, si se maquillan las sombras es más fácil que regrese la noche a las democracias. Piñera fue un empresario que hizo una fortuna milmillonaria -casinos, inmobiliarias, terrenos, minas, bolsa- cuyo origen está en la dictadura de Pinochet (su hermano, vale recordarlo, fue ministro del dictador). Usó su condición de senador para beneficiarse, protagonizó muchos escándalos económicos y se valió de la evasión en paraísos fiscales para enriquecerse, robándole a Chile millones de dólares en impuestos. Protagonizó, con denuncia de las principales organizaciones de derechos humanos, una represión violenta contra los chilenos y chilenas que se levantaron en 2019, donde murieron al menos 34 personas. Fue uno de los líderes de la oposición a la detención de Pinochet en Londres y su enjuiciamiento por el juez Baltasar Garzón (Piñera había sido jefe de campaña de Buchi, ex ministro de Pinochet, en las elecciones presidenciales de 1989). No dudó en jugar sucio, incluso contra los suyos, usando los medios de comunicación de manera torticera cuando le interesó para su interés personal (como en el conocido como piñeragate). Se ha defendido que, a diferencia de los pinochetistas, firmó una declaración, junto al presidente Boric, sobre el golpe en 1973 contra el gobierno de la Unidad Popular. Pero, en verdad, también justificó ese sangriento golpe con sus declaraciones al afirmar que "el gobierno de Allende no respetó los principios de la democracia". 

No hay que confundir el respeto institucional, los gestos de buena vecindad, los protocolos de la convivencia, con la debilidad. La izquierda, con demasiada frecuencia, se considera intrusa en las instituciones y se pliega a las exigencias simbólicas de la derecha. No es verdad que "más adelante vendrá el balance de la historia", porque también en estos funerales de Estado se está escribiendo el relato de la historia. Y no pueden desaparecer los asuntos en donde los demócratas se juegan su democracia. No se trata de molestar en días en donde debe primar lo que nos une, sino de que los que tanto nos han molestado por nuestra empecinada voluntad de defender la democracia, no confundan nuestra amabilidad con una derrota ni piensen que vamos a regalar nuestra memoria.

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De Alberto Garzón, la mujer del César y los liderazgos de la izquierda https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2024/02/14/los-liderazgos-de-la-izquierda/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2024/02/14/los-liderazgos-de-la-izquierda/#respond Wed, 14 Feb 2024 11:22:48 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=19669 Continuar leyendo "De Alberto Garzón, la mujer del César y los liderazgos de la izquierda"]]> Alberto Garzón, durante el desfile del 12 de octubre 'Día de la Fiesta Nacional', en la plaza de Cánovas del Castillo, a 12 de octubre de 2023, en Madrid (España).- Alberto Ortega / Europa Press
Alberto Garzón, durante el desfile del 12 de octubre 'Día de la Fiesta Nacional', en la plaza de Cánovas del Castillo, a 12 de octubre de 2023, en Madrid (España).- Alberto Ortega / Europa Press

Recuerda Enzo Traverso en sus nuevos trabajos (Melancolía de izquierda, Galaxia Gutemberg y Revoluciones, Akal) la estudiada relación entre la izquierda y la religión. En los campos de concentración, quienes mejor llevaron el horror del exterminio y de la anulación de la humanidad fueron precisamente creyentes, socialistas y comunistas. En esa noche de la historia, alimentados de su "fe" -fuera revelada o aprendida- se sentían parte de algo más grande que ellos mismos. Su suerte individual, aunque pasara por un momento desesperante, la vivían sólo como parte de un engranaje ético y comprometido, cargado de futuro, que daba sentido a sus vidas, que les trascendía y, sobre todo, les daba sentido, fuera la que fuese su vicisitud particular en esos barracones teñidos de muerte y humillación. 

Ese mesianismo ha sido una fuerza principal en la izquierda y, también, parte de su tendencia a la fragmentación. Esa "batalla final", esa mística revolucionaria que confiaba tantas cosas al desenlace final, al tiempo que les otorgaba una furia transformadora, una enorme capacidad de generosidad personal, una entrega solidaria a los demás camaradas y a la lucha -las cárceles siempre han estado llenas de comunistas-, les hacía desmerecer de los logros concretos que, precisamente, esa lucha iba ganando. El comunismo moría de éxito y conforme lograba mejoras en la vida del pueblo, el pueblo les abandonaba. Lenin siempre hablaba enfadado de la "aristocracia obrera".  

Los liderazgos de la izquierda siempre han necesitado la confianza del pueblo al que quieren representar. No es verdad que tengan que vivir como el pueblo, pero sí ha sido y es una condición sine qua non tener la confianza del pueblo. Y si el estilo de vida se aleja en exceso de lo que el pueblo piensa que debe ser tu comportamiento, más vale que te dediques a otra cosa. Y aquí lo relevante, sobre todo, es lo que has dicho que ibas a hacer. Tierno Galván, el alcalde más querido de Madrid, siempre fue un profesor universitario y vivió en una casa bien decente del barrio de Argüelles. Nadie se lo reprochaba cuando visitaba La Elipa. Pero nunca dijo para ganar votos que era otra cosa de lo que era. Igual que a Manuela Carmena, una ex jueza a la que nadie le pedía que viviera en Pan Bendito. Lo que se le pedía era coherencia entre lo que decía y lo que hacía. Por la boca de izquierdas muere el pez popular. 

De hecho, una buena parte de los líderes de la izquierda en todo el mundo provienen de las clases medias, y los que no -con orígenes campesinos, obreros, populares- terminan viviendo como las clases medias y no como el grueso de sus votantes. Moviéndote en los pasillos de las instituciones, terminas impregnándote de sus modos. Era proverbial la elegancia de Palmiro Togliatti y de Enrico Berlinguer, igual que también lo era la austeridad monacal de Dolores Ibarruri, Pasionaria. En una ocasión le reprocharon a Lula Da Silva vestir trajes caros. Contestó: "nuestro pueblo humilde quiere que su líder vista así y vestido así se sienten orgullosos de ellos mismos". ¿O alguien piensa que a los brasileños pobres del nordeste les gustaría que su Presidente fuera a las reuniones con la élite de Sao Paulo vestido con sandalias? Hay una proyección vicaria en los liderazgos. Precisamente la misma razón por la que Pepe Mujica vive en su humilde chacra y no se le va a ver comprando en las tiendas de lujo de Montevideo. Su elegancia está en su coherencia. En decir y hacer lo mismo que dice. Y claro que le gusta más el whisky bueno que el malo.  

Hay rupturas de ese orden en donde se quiebra la imagen de confianza que el pueblo ha otorgado a los liderazgos. Tiene que ver, principalmente, con esa incoherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Y, que nadie lo dude, es a donde se van a agarrar tus adversarios para revolcarte por el suelo. Nadie llega a secretario general de nada sin dejar algunos cadáveres por el camino. Víctimas que, invariablemente, te esperan en la bajadita (es el momento del "¿Te acuerdas lo que dijiste de mí? ¿Te has olvidado de aquella que me hiciste?¿Recuerdas cuando mandaste a los tuyos a insultarme cuando lo mío?"). Los seres humanos tenemos estas cosas. 

Ese mesianismo de la izquierda va también a construir monstruos con los que es imposible discutir. Son gentes que no quieren tener una buena casa, un trabajo desahogado, buena ropa, coche o unas vacaciones, sino que no quieren que los tengas tú. 

El lugar donde se la juegan los líderes de la izquierda es en "su" relato. Durante la pandemia y con el pueblo encerrado no puedes dar una fiesta en tu casa o en tu oficina; volar en business está fuera del alcance de la gente que te vota y es un gesto, aunque cansado, que te piden los que te votan; una casa con los símbolos de la riqueza te aleja del pueblo al que enamoraste viviendo donde vivían ellos y haciendo gala de esa humildad para conseguir su voto; de tu paso por la política no debes salir enriquecido, y volver al lugar al que trabajabas antes de pisar la moqueta es una señal de coherencia que tus votantes agradecen (ahí están en la memoria todavía los casos de Julio Anguita regresando a la escuela y de Gerardo Iglesias volviendo a bajar a la mina; incluso, aunque fuera más simbólico que real, el regreso de Rubalcaba a las aulas de la Complutense después de decenios de trabajar en la política). Le pasa también a algunos que dicen que son verdes y lo más verde que toleran es un arbolito en el aparcamiento de un McDonald's. 

Hay grados. Si la crítica al capitalismo y sus desigualdades es el corazón de la pelea política en la izquierda, no puedes engalanarte con los símbolos inalcanzables del lujo que no tienen otra razón de ser que, precisamente, marcar una diferencia con el resto. Por eso a la izquierda le molestan en sus líderes los relojes caros, las marcas inalcanzables, los coches de lujo y, si viene la crisis, también las piscinas.

Es un precio extra de la política. ¿Tienen que vivir las familias de los políticos de manera doliente? Es injusto y hará que se dediquen a la política los que no tengan más remedio. Pero son las maneras de tu bienestar las que te generarán el respeto o la crítica de los tuyos. Van a medirte, sobre todo, por lo que hayas dicho. Si has hecho de la crítica de las puertas giratorias un eje de tu discurso, no puedes irte a trabajar a una consultora sin que todos los que, de una manera u otra, dejaste en el camino, aprovechen para hacer sangre. Y también los que te ensalzaron como un ser de luz que estaba por encima de los mortales.  

A un líder de la izquierda no se le quiere ver ni borracho ni drogado ni ganando dinero al lado de los que combatías. Te conviertes, y ahí de verdad, en un "fusible quemado". Y se encargarán de recordártelo incluso los que viven mejor que tú, tienen un trabajo más indecente que el tuyo o han vendido su alma al diablo más barato que tú. Por eso hay que escuchar fuera de los círculos complacientes. Siempre hay alguien que te recuerda que ese trabajo, esa casa, ese coche, esas vacaciones, esa boda, esa relación sentimental te va a hacer daño. Pero en la vida política, tan jerarquizada, la soberbia de los liderazgo es el paso previo a su ruina. 

Por esa soberbia, la vara de medir suele ser uno mismo. Eres tú el que decides si recurrir al "enemigo" para conseguir tus fines es un precio válido que debes pagar por avanzar en la "revolución". Es el tren sellado que los alemanes pusieron a Lenin para ir a Rusia cuando empezó la revolución. El problema está en que suelen ser los propios líderes de la izquierda quienes dicen qué contradicciones son válidas -quién te financia, dónde puedes trabajar, dónde puedes vivir, qué tienes que comer, qué sapos te tienes que tragar, con quién debes pactar y cómo debes vestir- y cuáles son intolerables. Que suelen ser las que hacen los otros. Esas cosas debiera decidirlas el partido-movimiento. Pero nos queda mucho. Al final, quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. No me gustan los linchamientos de nadie. Hay críticas en la izquierda que son armas de doble filo. Y lo digo habiendo dejado la primera línea de la política viviendo en la misma casa, teniendo el mismo trabajo en la universidad, teniendo algo menos de dinero en el banco. Lo que pide el pueblo a sus liderazgos es coherencia, no una austeridad espartana casi de andar pidiendo. 

En cualquier caso, como dice la sabiduría popular, por la boca muere el pez. Y esperar a que te pesquen para darte cuenta de lo que necesitas el agua es una mala estrategia. 

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Cuando Dios se convirtió en otra mercancía https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2024/02/11/cuando-dios-se-convirtio-en-otra-mercancia/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2024/02/11/cuando-dios-se-convirtio-en-otra-mercancia/#respond Sun, 11 Feb 2024 06:25:29 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=19650 Continuar leyendo "Cuando Dios se convirtió en otra mercancía"]]> Detalle de 'La creación de Adán', de Miguel Ángel.
Detalle de 'La creación de Adán', de Miguel Ángel.

La derrota en los años 80 y 90 de la izquierda en manos del modelo neoliberal fue -y es- una derrota de la humanidad. La revolución francesa, y luego la revolución rusa con su vocación universal práctica, se hicieron en nombre de la dignidad igual de todos los seres humanos. Era un salto de gigante donde la humanidad se interrogaba a sí misma y crecía en conciencia como no lo había hecho desde que empezó a dudar en la ribera del Mediterráneo hace 2.500 años de todo lo que no tuviera causa. 

Con la deriva estalinista, la desaparición de la URSS en 1991 y el sepelio final de los Estados sociales, esas esperanzas de emancipación se hundieron en el mar. Se iba por el desagüe de la historia el más hermoso sueño de redención racional que nos habíamos dado. La esperanza sin tutelas que entregaba a los minúsculos seres humanos -esos animales que carecen de garras, astas, colmillos y fuerza y que, como compensación, saben gracias al lenguaje que se van a morir-, un único consuelo más allá de dioses, un bálsamo en forma de certeza de que lo que esperaba a la humanidad en el futuro era más grande que nosotros mismos. En los campos de concentración, resistía la gente con fe y la gente de izquierda (que a menudo bebían de un razonamiento similar) porque se sentían parte de algo enorme y son sentido.

Cambiar la esperanza por un iPhone 15 no compensa. Si hoy el consuelo es marcharnos al más allá dejando una casa llena de cachivaches, es más inteligente repetir lo que hacen los narcos mexicanos que, como faraones modernos, se hacen enterrar con sus 4x4, sus caballos o su avioneta. Pero, en verdad, nadie se lleva el dinero al cementerio y dejar recursos a los hijos en un mundo carente de recursos y de esperanza no deja de ser una derrota.

Yuval Harari, el exitoso historiador israelí, medita durante dos horas cada día. Harari, enjuto y tranquilo, explica su punto de vista: "La vida no tiene sentido y la gente no necesita crear ningún sentido". Su interpretación de Buda es propia de quien gana dinero en el circuito del capital durante tres meses y luego se retira el resto del año con esa plata a reflexionar dolido sobre la vaciedad del mundo: "No hacer nada. Absolutamente nada", dice este sapiens, que no podría, por poner un ejemplo, ejercer su homosexualidad si tantos homosexuales antes que él no hubieran puesto el cuerpo, no para que se lo acariciaran, sino para que les torturaran, encarcelaran y mataran para conseguir esa libertad sexual de la que hoy disfrutan. Algo de paz tiene Harari hoy al respecto gracias a que, antes de él, alguien hizo lecturas diferentes a la inacción y se enfrentó al poder al que tanto le gusta ese Buda resignado.

Mi contemporáneo Pablo d’Ors se ha ganado una merecida fama por intentar ayudar a cientos de miles de lectores a quitar el pie del acelerador. Vivimos en un mundo vertiginoso que no controlamos, donde para disipar la angustia hay que entretenerse sin fin o confiar en una tecnología bondadosa que trascienda el cuerpo y burle la muerte. Llenos de incertidumbres, y en un tiempo en el que una de las pocas certezas inconmovible es el anuncio del nuevo iPhone en septiembre del año próximo, D’Ors ha conectado, intuitivo, con la necesidad de algo de sosiego. Siempre que hay hambre, alguien nos va a hablar de comida. Y ahí está su Biografía del silencio o Los contemplativos, que publicó con gran éxito de crítica y público. 

En nuestro sistema económico, siempre que hay una demanda surgirá una oferta. El papel que desempeña hoy este sacerdote jesuita está en la senda del desempeñado en otros momentos por el filósofo y gurú Osho. Mucho antes transitaron esa senda Viktor Frankl y Hermann Hesse -especialmente con Siddharhta. Tuvo también su lugar durante la transición española con el cura Martín Vigil -finalmente señalado como pederasta- y también por Monseñor Escrivá de Balaguer, con su recto Camino. En el capitalismo y sus crisis siempre habrá alguien que nos ayude bien a olvidarnos de las maldades del capitalismo y estimularnos a ganar todo el dinero posible, bien a dejar de pedalear en esa falsa bicicleta en la que no recordamos cuándo nos subimos, y bajarnos, al menos mentalmente, de esa moto de gran cilindrada que es el capitalismo. 

Antes esos libros llegaban a los kioskos o eran lecturas escolares, pero como buen jesuita, D’Ors ha dicho: si el kiosko no viene a un jesuita, el jesuita debe ir al kiosko, así que recorre el mundo y da charlas en hoteles donde el menú de San Valentín cuesta por persona 150 pavos, puro amor, y con diez euros no pagas dos cafés. Supongo que esos encuentros los paga la editorial.

Dice Pablo d’Ors en una de esas entrevistas promocionales que:

"Sentarse en silencio es como ponerse ante un espejo y normalmente al hacerlo nos escapamos, nos asustamos, no nos gusta lo que encontramos. Eso es porque tenemos mucho ruido que nos desasosiega. Pero si uno consigue perseverar va transitando por distintos estados de ánimo. A lo que ayuda el silencio es a no identificarse con las emociones. Yo puedo sentir alegría, tristeza, envidia, entusiasmo, pero yo no soy eso. Eso viene y va, pienso hoy una cosa y mañana otra. También, no identificarse con el cuerpo, ni con la mente. Yo no soy esta corporeidad ni esta mente radicalmente. Yo estoy aquí en este cuerpo con esta mente, pero hay algo más allá de esto. ¿Qué es?

- Dígamelo usted.

Hay un parloteo interior, un diálogo que tienes contigo mismo, pero también hay un testigo, alguien que mira ese diálogo. Ese testigo es lo que tú eres, ese que es capaz de, por ejemplo, ver cómo te enfadas. Y eso es la conciencia. Lo más radical".

Digo yo que la conciencia, como el propio lenguaje, viene de nuestro trato con los otros. Si nos hubieran encerrado desde niños en una cueva, ¿alguien piensa que nos vendría un rayo de luz como el del Rey León que nos trajera el discernimiento? Hoy sabemos que el cerebro se configura con el entorno y el lenguaje es uno de sus principales moduladores. De hecho, si no aprendemos algún tipo de lenguaje, aunque sea el de signos o uno táctil, algo no termina de ir bien en nuestro cerebro. 

Por tanto, ese "parloteo interior" del que habla D’Ors, en verdad es un diálogo con el mundo. Un diálogo que, entreverado por nuestros valores, nos posiciona y nos lleva a escoger coger una máquina de escribir o un micrófono-ayer era un fusil- para acabar con las desigualdades o para engañarte, por ejemplo, diciendo que si reduces las prisas se va a acabar el cambio climático, el genocidio en Palestina o vas a encontrar una vivienda decente cuando te desahucian o cuando ya se vuelve imposible la convivencia con tus padres -o con tus hijos-.

Mentiría si no dijera que los libros de autoayuda, en donde siempre se encuentra alguna frase con sentido, en el fondo me cargan. Son a esta fase del capitalismo lo que fueron los libros sobre "nueva gerencia" en los comienzos del neoliberalismo. Es verdad que identifican una necesidad espiritual en un mundo desencantado, burocrático, deshumanizado, amenazante, en el que unas chanclas como las de Jesucristo o las que se hace un niño de África con desechos te las vende un diseñador por un pastizal en una tienda de pijos. Un mundo donde trabajamos más horas que un esclavo de la Grecia de Aristóteles, donde el que gana se lo lleva todo y donde te mean y ya no siquiera tienen la gentileza de decirnos que llueve.

Estos libros, siempre, invariablemente, te invitan a encerrarte en ti mismo, a pensar que si te esfuerzas vas a sobreponerte al cáncer que te amenaza, aunque te hayan dado cita en oncología para dentro de seis meses; donde te cuentan que el pasado no es relevante -aunque te hayas comido dos crisis, te hayas encerrado durante la pandemia y sabes que te quedan diez años para poder irte de casa-; que si sonríes cuando tu jefe te mete un dedo por el culo vas a prosperar en el curro y vas a poder comprarle a tu hijo -o te lo vas a regalar a ti mismo si ese dedo, que lleva tanto tiempo ahí que ya no sabes si no forma parte de ti mismo, es de un ejecutivo de una gran consultora que te ha hecho creer que algún día el culo será de otro y el dedo será tuyo- las gafas de Apple que cuestan más de 3000 euros. Y cuando te las compras te aplauden al salir los trabajadores de Apple, porque están muy contentos de que te las compres en un ejercicio de enorme empatía, y no porque les ha mandado su jefe aplaudir o se van a la puta calle.

La única autoayuda que funciona es la autoayuda colectiva, y eso se llama política. La app que mejor te ayuda a sacarte ese molesto dedo del trasero se sigue llamando sindicato -aunque muchas veces se extravíen y se les olvide que el capitalismo, aunque no tengamos recambio a la vuelta de la esquina, te roba una parte importante de lo que produces con tu trabajo-. Igual que la única manera de que un rico que le da patadas a un balón no te viole impunemente en una discoteca, donde tú crees que vas a bailar pero que está pensada para que los clientes VIP se puedan follar a quien quieran en un reservado, se llama feminismo, y eso no es un parloteo interior de tu condición individual, sino una conciencia que nace de que te veas reflejada en las demás mujeres, porque lo que te hacen a ti, te lo hacen porque compartes una serie de características e identidades ligadas a tu condición de mujer.

Que nadie crea que me molesta la obra de D’Ors. Todo lo contrario. La leo con aprovechamiento, pero echo en falta mirar en donde está sucio, bajar a las cocinas de los hoteles de lujo, llevar los libros a donde los focos no entran, ser uno más, anónimo, del coro que canta en la calle Tribulete para que un fondo buitre no desahucie a los vecinos.

No hay cambio si no se supera la realidad, y la huida personal no es la salida. La iglesia de los pobres que nace del Concilio Vaticano II no era meramente contemplativa. Un sacerdote jesuita como D’Ors -comparte orden religiosa con el Papa Francisco, la Universidad Pontifica de Comillas y la de Deusto - puede decir que lleva el monasterio dentro, pero la verdad es que contamina en aviones saltando de un país a otro lo que no contaminarán millones de africanos -pecado que cometo con frecuencia-, y conoce los países desde la parte más occidentalizada de todos ellos, esto es, aeropuertos, hoteles, recepciones, salones y restaurantes. Lo que hace acordarme de esos curas obreros o de los teólogos de la liberación que se fueron a vivir con sus feligreses, que lucharon contra las dictaduras -seguro que rezando, pero también con el mazo dando frente a las porras y las balas de los gendarmes- y que de Jesús aprendieron no tener miedo contra los sanedrines ni contra los cónsules militares de Roma. El mundo no se cambia sin movilización. Invitar a la quietud en un mundo que se está derrumbando ¿es compasivo o cruel?

Dice D’Ors: "La práctica de la meditación te ayuda a aceptar la realidad tal cual es. A respetar y a asumir. Respetar significa hacerte cargo de lo que sucede fuera, sin intervenir. Y asumir significa hacerse cargo de lo que nos pasa dentro, autorresponsabilizándonos. Respetar y asumir. Es decir, aceptar".

No lo entiendo y, supongo, que me invade cierta ira -como le pasa a Carlos Boyero cuando ve una película de la que sospecha alguna trampa- desde la certeza de que solo enfadándonos con lo que hay vamos a cambiarlo. Si no nos duele el mundo, nunca lo vamos a cambiar, y mitigar el dolor, como tomarse un ibuprofeno, calma la inflamación y la fiebre que son, precisamente, mensajes que manda el cuerpo para decirte que está enfermo.

Los grandes místicos nos enseñan todo lo contrario. El sentido de la vida no está dentro, sino fuera. Porque solo sintiéndonos parte de la suerte de la humanidad, podemos cambiar nuestro interior y hacer soportable la insoportable certeza de nuestra pequeñez, nuestra fragilidad y el olvido eterno. "Dios para mí no es otra cosa que el fundamento radical de la confianza (...) Si confías, sabes que todo lo que te va a pasar, aunque tenga un aspecto malo, en el fondo es bueno. Esa es la diferencia fundamental.", dice D’Ors. Pero si hoy tenemos en nuestras Constituciones derechos civiles, políticos y sociales, es precisamente por haber confiado en las mayorías que querían transformar las cosas, contra las que, invariablemente, se han posicionado los que se erigían como interlocutores precisamente de ese Dios.

Ahora que los jesuitas colaboran para que en Madrid haya más universidades privadas que públicas, igual podrían sus católicos administradores abrir un centro social de comportamiento cristiano. Un Centro Pontificio Comillas de Comportamiento Social donde el modelo vital sea la enseñanza práctica del Jesucristo hombre. Una universidad -donde D’Ors puede dar clases con ese Monasterio amable que lleva dentro- que enseñe a echar a los mercaderes del BBVA, del Santander y La Caixa del templo; que dé herramientas para mentar a los deudos de los jueces del sanedrín bien sea por su ignorancia o por su sinvergonzonería; que acerque el amor a las mujeres prostituidas o racializadas o estigmatizadas; que ayude a aceptar a los diferentes; que instruya sobre la no violencia a los violentos de la extrema derecha o a los genocidas de Israel; que devuelva la verdad a las finanzas y condene la usura; que ayude a que no se desahucie a nadie; que destierre la mentira como si en ello les fuera la vida y que le cuente a los budistas y los jesuitas tranquilos que no quieren hacer nada que la lucha es larga y necesita muchas manos, porque si haces todo eso, a los 33, lo más fácil es que te crucifiquen.

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Venezuela, EEUU y la geopolítica mundial: ¿Quién agrede a la democracia? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2024/02/04/venezuela-eeuu-y-la-geopolitica-mundial-quien-agrede-a-la-democracia/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2024/02/04/venezuela-eeuu-y-la-geopolitica-mundial-quien-agrede-a-la-democracia/#respond Sun, 04 Feb 2024 06:10:10 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=19635 Continuar leyendo "Venezuela, EEUU y la geopolítica mundial: ¿Quién agrede a la democracia?"]]> Venezuela, EEUU y la geopolítica mundial: ¿Quién agrede a la democracia?
Nicolás Maduro, en Caracas a 31/01/2024. EFE/ Miguel Gutiérrez

La hipocresía de los sancionadores

Casi 30.000 muertos en Palestina. Y no somos capaces ni siquiera de dejar fuera de Eurovisión al genocida Israel. Otra cosa fue con Rusia. Ahí fue fácil. O con Venezuela: hasta les pusimos un Presidente títere, que se colocó la banda presidencial a sí mismo en una plaza de Caracas. Luego le recibimos en las capitales europeas con privilegios de jefe del Estado.

Las sanciones tienen un sancionador y un sancionado. Uno parece que aplica lo justo y otro paga por una supuesta injusticia cometida. ¿Quién vigila al vigilante? No deja de llamar la atención la hipocresía de los EEUU y de la Unión Europea que, incapaces de sancionar al gobierno asesino de Netanyahu, quieren seguir imponiendo sanciones a algunos países como si les perteneciera la legitimidad internacional. Al tiempo, desoyen los mandatos de Naciones Unidas usando su poder de veto en el Consejo de Seguridad, un vestigio de la guerra fría que vulnera su tan cacareado orden internacional "basado en reglas". El orden internacional, como diría el Trasímaco de La República de Platón es solo lo que conviene a los poderosos.

EEUU es un país que el año pasado tuvo 331 tiroteos masivos y donde la policía mató en 2022 a tres personas cada día. Es el país que inició en Irak una guerra con mentiras sobre armas de destrucción masiva -Colin Powell mintió al respecto ante Naciones Unidas, que es como mentir en un confesionario- que han costado la vida a, al menos, 600.000 personas. EEUU tiene encarcelado a Julian Assange por desvelar los asesinatos norteamericanos en Irak. EEUU es el país de Laura Richardson, la jefa del Comando Sur de EEUU, que dijo que querían quedarse con los recursos naturales de América Latina y para eso tenían un ejército tan poderoso. Son los Estados Unidos que Donal Trump quiere "hacer grande otra vez" presumiblemente, como reconoció en un mitin, invadiendo Venezuela y robándoles el petróleo. Algo que no debe extrañarnos cuando Trump ha estado dispuesto a desconocer el resultado de las elecciones en EEUU y lanzó a sus huestes a asaltar el Capitolio. Ese es el país que dicta al mundo quién debe ser sancionado y quién no. Están al borde de una guerra civil pero antes quieren incendiar el mundo.

Acabamos de saber que los EEUU mandaron a Venezuela a agentes encubiertos para inventar una trama que vinculara al Presidente Nicolás Maduro con el narcotráfico. Como dice el diario El País, que cubrió la noticia, se trataba de un intento de desestabilización de Venezuela para un objetivo repetido: desposeer a ese país de su riqueza. Igual que estuvieron con Roma los lusitanos que asesinaron a Viriato, siempre las élites latinoamericanas han apoyado a los invasores del norte. Esas élites siempre han apoyado e impulsado los golpes de Estado de la derecha en el continente. Todos los atentados contra el derecho internacional y contra la legislación venezolana recibieron el apoyo puntual y entusiasta, toda la colaboración de María Corina Machado y su entorno. Por la mitad de la mitad de la mitad de lo que ha intentado en Venezuela esta líder extremista, en España hemos encarcelado o exiliado a la cúpula de ERC y de Junts. Parece que vemos la paja en el ojo ajeno, pero no vemos la viga en el propio. Conspirar contra tu país es un delito en todos sitios. Dice el artículo 128 del Código Penal de Venezuela: "Cualquiera que, de acuerdo con país o república extranjera, enemigos exteriores, grupos o asociaciones terroristas, paramilitares, insurgentes o subversivos, conspire contra la integridad del territorio de la patria o contra sus instituciones republicanas, o las hostilice por cualquier medio para alguno de estos fines, será castigado con la pena de presidio de veinte a treinta años."

Venezuela: que grite su economía como en el Chile de Allende

La oposición venezolana lleva intentando tumbar a los gobiernos populares de su país desde que Chávez ganó las elecciones en 1998.  Un año después, cuando el nuevo Presidente aprobó las leyes habilitantes que recuperaban el petróleo, los latifundios improductivos y las costas del país, supieron que tenían que recurrir a los métodos tradicionales. Dieron un golpe de Estado en 2002 apoyados por la patronal y un sector del ejército, secuestraron al Presidente Chávez y mandaron fusilarlo, aunque los que tenían que haberlo hecho desobedecieron; hicieron su particular kale borroka que paralizó varias veces el país (allí se llamaban guarimbas), con muerte incluida de miembros de los cuerpos de seguridad del país (en España, la diputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo, en un ejercicio de hipocresía propio del fascismo, celebró en las redes que prendieran fuego a policías. La derecha, en todo el mundo, se esfuerza en igualarse en indignidad); sabotearon la industria petrolera, principal riqueza del país; intentaron invalidar las elecciones cuando las perdían; se apoyaron en EEUU para nombrar un presidente encargado, Juan Guaidó, que se autoproclamó en una plaza, y que, en un gesto agradecido de reciprocidad entre caimanes, le regaló el oro de Venezuela a Londres y la red de gasolineras más importante del país, CITGO, a los EEUU. Terminó siendo reprobado, por ladrón, por sus compañeros antichavistas.

Esa es la oposición venezolana y, sin embargo, siguen teniendo permitidos sus partidos, sus medios de comunicación e, incluso, reciben apoyo exterior. En España hemos perseguido e ilegalizado partidos, cerrado periódicos y encarcelado y torturado a gente incluso sin pruebas. Como dictador, Nicolás Maduro no vale gran cosa. Los que en España han estado diez años acusando a Podemos de estar financiado por Irán y Venezuela sin ningún sustento, son los mismos que celebran que la mafia internacional y el gobierno golpista de los EEUU financie a la oposición venezolana. Hipócritas. ¿Cuándo no lo han sido?

EEUU nunca toleró que ganase la presidencia Hugo Chávez -esta semana se han cumplido 25 años desde que jurara el cargo sobre aquella "moribunda Constitución"- y luego, en una marea rosa, Néstor Kirchner, Lula Da Silva, Rafael Correa, Evo Morales, Francisco Lugo, Mauricio Funes o Gustavo Petro en la alcaldía de Bogotá. Desde Washington se leyó como una catástrofe, producida por haber concentrado el foco en la guerra de Irak. ¡Cómo iba a tolerar EEUU que sus subordinados al sur del Río Grande empezaran a desobedecerle! Llamaron a la CIA, se vieron en el Pentágono y empezaron a planear con maneras de la old school. Cuando le pasó a España con el Rif hicimos lo mismo: pasas a cuchillo a los desobedientes y crees que así has solventado el problema.

A partir de ese momento, el Departamento de Estado norteamericano decidió recuperar otra vez la "normalidad", esto es, volver a convertir a América Latina en su obediente patio trasero. Ahí se explican los golpes, duros o blandos, en Honduras, en Ecuador, en Bolivia, en Brasil; y los intentos constantes y determinados de tumbar primero a Hugo Chávez y luego a Nicolás Maduro.

Hay que entender que cuando Chávez gana en 1998, el modelo neoliberal estaba en su apogeo y los países referentes de la izquierda durante el siglo XX -la URSS, China, Cuba, Albania, Corea del Norte- habían dejado de ser atractivos como oferta electoral. En Venezuela, sin embargo, empezaba a nacer una izquierda democrática -bajo el paraguas del socialismo del siglo XXI-, que se presentaba a las elecciones, cumplía la Constitución y abrazaba los principios parlamentarios y jurídicos del liberalismo político al tiempo que redistribuía la renta como en un New Deal caribeño. Si en 1973 había que tumbar al socialismo de Allende -era el peor ejemplo para la región por su atractivo-, a partir de 1999 Venezuela era el objetivo a batir, aún más cuando Chávez reorganizó la OPEP, creó la UNASUR, frenó a las grandes empresas petroleras norteamericanas, le prestó dinero a países a los que quería arrodillar el FMI y le abrió las puertas del continente a China y Rusia.

La muerte devastadora de Chávez fue el momento que la oposición y los EEUU quisieron aprovechar para conseguir, por fin, acabar con el gobierno chavista. Fue cuando Arabia Saudí tumbó los precios del petróleo en su lucha contra el fracking. También cuando las sanciones de EEUU buscaron, como ya hizo Nixon con los bloqueos en Chile, hacer "chillar" a la economía venezolana. Impedirle a Venezuela vender petróleo -se hundió su PIB más del 30%- era condenar al país al hambre. ¿Cómo no iba a emigrar una parte relevante de su población? Impedir a Venezuela vender petróleo es como si en España, de pronto, se prohibiera que entraran turistas. ¿Aguantaría algún gobernante? Maduro ha resistido con elecciones limpias que ningún organismo electoral latinoamericano ha puesto en duda.

La extrema derecha venezolana

En la oposición venezolana siempre han existido dos grandes sectores: uno que busca derrotar al chavismo en las urnas (que aunque se deja también querer por los EEUU, no cruza determinadas líneas rojas), y otro, el que representa María Corina Machado, que siempre ha apoyado la intervención militar norteamericana. Esta representante de los intereses norteamericanos en la región ya fue inhabilitada por un año en 2015 por asistir como "embajador alterno" de Panamá a una reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA). En esa reunión de la OEA -recordemos que esta organización fue parte activa en el golpe contra Evo Morales en Bolivia- Machado aprovechó para denunciar, sin pruebas, supuestas violaciones a los derechos humanos durante las guarimbas en Venezuela. La condena de la OEA podía haber habilitado una intervención militar de los EEUU. María Corina Machado, no es extraño, es la líder apoyada por José María Aznar -uno de los que provocaron la invasión de Irak con la mentira de las armas de destrucción masiva y que, sorprendentemente, no está preso-; también le apoyan el golpista norteamericano Trump, los golpistas ecuatorianos Moreno y Lasso, el golpista boliviano Jorge Quiroga o el ex presidente Felipe Calderón -que tiene a su segundo en el gobierno, Genaro García Luna, en la cárcel en EEUU por ser una pieza del narco a sueldo del cártel de Sinaloa-. También, obviamente, Álvaro Uribe, bajo cuyo mandato se asesinaron a miles de inocentes -los falsos positivos- para presentarlos como supuestos guerrilleros. Lo mejor de cada casa. Los amigos de María Corina Machado no son los amigos de la democracia.

Este viernes pasado, la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) anunció que Machado "está inhabilitada para ejercer funciones públicas por un período de 15 años". La acusación tiene que ver con casos de corrupción durante la gestión del presidente interino Juan Guaidó, al que se le entregó la responsabilidad de los bienes internacionales incautados a Venezuela. Convencidos de que tumbaban al gobierno de Maduro, robaron sin muchas precauciones y entregaron a gobiernos extranjeros los bienes del país. También la inhabilitación se relaciona con el apoyo de Machado a las sanciones económicas a Venezuela que han causado muchas muertes en el país -pensemos en la prohibición de importar medicinas-. Es evidente que Machado ha incumplido el artículo 128 del Código Penal. Imaginemos en España que los líderes catalanes hubieran utilizado tarimas nacionales e internacionales para apoyar un boicot a la economía española, que hubieran enajenado bienes del país y hubieran apoyado una intervención militar que acabara con el gobierno de la nación. Los delitos, ya juzgados, de María Corina Machado no son tolerados en ningún país.

Machado, con el férreo apoyo de los EEUU, era la líder de la oposición mejor ubicada, aunque el proceso a través del cual fue elegida en unas primarias estuvo lleno de irregularidades. Querer presentar a una persona en riesgo claro de inhabilitación ha sido una imposición de los sectores duros de la oposición y de los EEUU, que prefieren que todo salte por los aires antes que el país se recupere económicamente, como ha empezado a hacer desde que se han rebajado las sanciones.

De hipócritas y golpistas

Al tiempo que se inhabilitaba a Machado y a Capriles, el TSJ habilitó para ejercer cargos públicos al ex gobernador del estado Zulia, Pablo Pérez; al ex parlamentario y dirigente de Primero Justicia, Richard Mardo; al líder de Prociudadanos, Leocenis García y al ex alcalde del municipio San Cristóbal del estado Táchira, Daniel Ceballos, quienes habían presentado distintos recursos contra sus inhabilitaciones. La inhabilitación de Machado, junto a la de Capriles, no es una novedad. El día de la firma de los Acuerdos de Barbados, el responsable de la delegación venezolana y Presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, fue muy claro: "Si usted recibió una inhabilitación administrativa, no podrá ser candidato".

Los acuerdos de Barbados, firmados en octubre de 2023, fueron el marco general que aprobaron la oposición y el gobierno de Nicolás Maduro para las elecciones generales de 2024. En ese acuerdo, donde se establecía un calendario, el derecho de las partes a elegir a sus candidatos, el equilibrio mediático, la depuración del registro electoral, misiones técnicas de observación internacional y la libre circulación por todo el territorio a todos los candidatos, se decía también, con claridad -y la oposición firmó los acuerdos-, que:  "se promoverá la autorización a todos los candidatos presidenciales y partidos siempre que cumplan con los requisitos establecidos en la ley para participar en la elección presidencial, consistentes con los procedimientos establecidos en la ley venezolana". Vamos, que para presentarse a las elecciones en Venezuela, hay que cumplir con la ley. Malditos bolivarianos legalistas.

El escándalo que se quiere crear con la inhabilitación forma parte del ánimo golpista que está acompañando a las relaciones internacionales desde la crisis de 2008. EEUU está preparando su confrontación con China, porque el modelo no resiste sin guerras. El gobierno norteamericano es un gobierno de corporaciones que, igual que está dispuesto a un genocidio en Palestina para controlar la zona petrolera de Oriente Medio o a una guerra absurda en Ucrania para separar a la Unión Europea de Rusia, está dispuesto a otro genocidio en América Latina si con eso controla las reservas petroleras venezolanas. El apoyo del ejército venezolano al gobierno de Maduro es un "inconveniente" novedoso en los planes norteamericanos, que siempre han sido capaces de comprar oficialidades en todos los países. En esa confrontación futura con China, EEUU necesitaba que la Unión Europea rompiera con Rusia -y Putin mordió el anzuelo-, especialmente Alemania. Ya lo han logrado. Aunque hayan necesitado volar el Nordstream 2.  Ahora necesitan doblegar a América Latina, pero ya no pueden. López Obrador en México, Lula en Brasil, Petro en Colombia, Castro en Honduras, Boric en Chile... Y la Venezuela de Maduro que representa la resistencia a esos EEUU imperiales y en cuya caída EEUU y la extrema derecha mundial siempre han buscado una derrota para toda la izquierda latinoamericana.

Claro que Venezuela tiene muchas tareas pendiente. ¿Algún país no? Han solventado mejor los desafíos para superar el neoliberalismo que los viejos problemas heredados de la época colonial y de su condición rentista. Para solventarlos, podría empezar EEUU dejándoles en paz para que puedan, como venían haciendo, dar respuesta a sus problemas. La semana pasada María Corina Machado reunió a un millar de personas en Caracas. Maduro sacó a las calles a decenas de miles. Alguien no está midiendo bien la conciencia de ese pueblo.

Pero no nos engañemos. La demonización de Venezuela no es sino un intento de hacer un castigo ejemplarizante que discipline a las izquierdas en todo el mundo. Además, tiene la necesaria gratificación -algo que siempre ha movido a los EEUU y a Europa- de controlar las reservas de petróleo más importantes del mundo. La propaganda es machacona y afecta incluso a la izquierda. Cuando repetimos las consignas de EEUU sobre Venezuela -o sobre Palestina o sobre Oriente Medio o sobre Assange o sobre la izquierda-, estamos poniendo ladrillos en el muro que nos impide salir de la cárcel del neoliberalismo. Milei ha ganado en Argentina porque el FMI y los medios de comunicación, en manos de la derecha, lo han hecho posible. Y está devastando el país.  En Ecuador se persigue a los opositores, se asesinó a un candidato presidencial y el Gobierno ha entregado la gestión del país a las bandas. En El Salvador ha desaparecido el estado de derecho. En Perú ha habido un golpe de Estado y el presidente legítimo está preso. ¿Y el problema es Venezuela?

Dentro de unos años, Hollywood hará una película sobre los ataques al país de Simón Bolívar y luego la academia de cine le dará algún premio. Sólo después de que todo el daño esté hecho. Pero el verdadero premio es que dejen a ese país hoy construir en paz y desde ya su futuro. Basta echar una ojeada al mundo para saber que quien agrede a la democracia a lo largo del planeta casi siempre tiene algo que ver con la derecha, la extrema derecha o con intereses globales de eso que antes se llamaba imperialismo. Las palabras parece que envejecen; los comportamientos continúan.

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¿Quién me ha engañado? se preguntarán los rebeldes https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2024/01/28/quien-me-ha-enganado-se-preguntaran-los-rebeldes/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2024/01/28/quien-me-ha-enganado-se-preguntaran-los-rebeldes/#respond Sun, 28 Jan 2024 06:15:51 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=19617 Continuar leyendo "¿Quién me ha engañado? se preguntarán los rebeldes"]]> Metrópolis de Goerge Grosz
Metrópolis de Goerge Grosz

En Un mundo de ayer (1941), el escritor austriaco Stefan Zweig desgranaba los aburridos años de estudiante en la escuela y, como en un submundo paralelo, los fascinantes años que vivían esos jóvenes hambrientos de experiencias huyendo de la monotonía de las aulas, "enfermándose" para escaparse a un estreno y buscando las inquietudes de la vida en el teatro, en la poesía, en la pintura, en la música. El sexo no formaba parte de esa urgencia y los jóvenes educados de la burguesía judía -por supuesto, hombres, en una sociedad patriarcal inalterada- entendían que la profundidad de sus turbaciones estaba en las brumas del pensamiento, en los interrogantes de la existencia y sus respuestas más sublimes más que en el trato con el otro sexo al que le estaba vedado profundizar en los misterios del ser. Hoy la edad de las inquietudes sexuales ha bajado una década -las esperanza de vida ha subido varias- y desde la distancia podemos pensar que si hubiera existido Instagram o Tik-Tok, quizá aquellos poetas hubieran desviado sus inquietudes a otros lados más perecederos.

La vida cultural de la Viena de finales del siglo XIX era infinitamente más atractiva que una escuela rígida, cansada como la monarquía austrohúngara, con maestros aburridos y mostachos de opereta, a quienes les bastaba en la vida recibir agradecidos parte de las migajas que caían de la caduca mesa de la burguesía de la época. Los jóvenes creaban periódicos artesanos donde publicaban a poetas que no habían llegado a las editoriales o que no merecían el interés de esa burguesía somnolienta, horadaban las bibliotecas para buscar a un filósofo que alguien había comentado y los demás ignoraban, y tenían un hambre inusual por desnudar la realidad con adjetivos y conceptos que frenaran su ansia de entender y saber: "Ignorar algo extraño que otro conocía constituía para nosotros un descrédito; nuestra pasión consistía precisamente en descubrir antes que nadie lo más reciente, lo rabiosamente nuevo, lo más extravagante e inusual, aquello que nadie (y menos aún la crítica literaria oficial de nuestros dignos periódicos) había tratado de forma exhaustiva. Conocer todo aquello que aún no gozaba de reconocimiento general, de difícil acceso, extravagante, nuevo y radical, despertaba nuestro amor especial; por eso no había nada suficientemente escondido, por más peculiar que fuese, que nuestra ávida curiosidad colectiva no fuera capaz de sacar de su escondrijo".

Rilke no había sido publicado en Austria y, sin embargo, esos jóvenes se sabían sus versos de memoria, y el aura de los creadores les generaban la embriaguez que produce estar cerca de lo divino –"Ver a Gustav Mahler por la calle era un acontecimiento que uno contaba al día siguiente a sus compañeros como un triunfo personal"-. Cualquier creador generaba una sensación sobrenatural y compartir con ellos cualquier cosa -un escenario, el café, sus libros, un estreno, una interpretación- era estar un poco más cerca de lo trascendente. Estaba más cerca del Carnaval de Cádiz que de los Open de tenis.

Es evidente que esa mirada excelsa era propia de esa burguesía judía que hizo de Viena -como habían hecho los judíos en la España de los siglos XV y XVI- un referente cultural donde desaparecía la raza sustituida por la grandeza cultural. Pero en esa Viena, que pronto sería también "roja", igual participaban los obreros de esa explosión cultural. Como en la república de Weimar en Alemania, como en el Berlín de Bertolt Brecht, como en el norte de Italia, el crecimiento de la clase obrera vino también de ese acceso al mundo cultural. Esa imagen de los obreros de la FIAT en Milan yendo al salir de la fábrica y con el mono puesto a escuchar a Verdi en las plazas bebía de ese momento histórico donde el crecimiento intelectual engrandecía el horizonte y la política -que sólo poco a poco se fue haciendo relevante- era parte de esa reclamación de progreso personal.

El libro de Zweig expresa la tragedia de un mundo europeo que se despedía con el ascenso del fascismo y el nazismo. Un mundo donde, como había adelantado Carl Schmitt con su incisiva mirada, la economía estaba sustituyendo a la política, un mundo devastado por la guerra y que arrasó con la poesía y la ingenua idea de progreso que había prometido la Modernidad. La falsa moral burguesa, con su empeño en ocultar la realidad del bienestar de los menos y con las aventuras imperiales, puso los cimientos del Holocausto. Como bien vio Marx, el enorme desarrollo material que iba a producir el capitalismo venía con contradicciones irreparables que terminarían por derrumbar ese edificio de tan débiles cimientos. Y también, aunque él no se diera cuenta, el imperialismo en el sur y masacres como las que ejecutaron los alemanes en Namibia -o los españoles en Marruecos, Cuba o Filipinas-, no fueron sino el adelanto de lo mismo que luego iban a sufrir no ya los hotentotes o los rifeños sino otros alemanes en los campos de concentración o los republicanos españoles en los paredones y cárceles del franquismo.

Hay una queja constante hoy acerca de los jóvenes y su falta de compromiso. Recientes encuestas, desde otra óptica, señalan que la mitad de ellos son conscientes de que heredan un mundo sin futuro, devastado medioambientalmente y con débiles compromisos de solidaridad colectiva. La juventud, desde hace treinta años, ha perdido el ascensor social, y cada nueva hornada tiene menos derechos sociales que la anterior. Lo que implica, a su vez, la agonía de sus padres por dejarles la mayor renta posible, una forma torpe de liberarse de su angustia. Toda la tarea que, se teme, no va a hacer el Estado, la tienen que hacer las familias. Y, al tiempo, ha construido unas generaciones que, al tiempo que carecían de buenas condiciones sociales -condiciones en realidad deplorables donde se encadenan crisis de un tipo u otro desde 2008-, han vivido "entre algodones", mimados por unos padres que nunca han cuidado tanto a los hijos. Los precios de la vivienda, además, alargan la edad a la que salen de casa. La tragedia está servida. Quizá el error de los padres haya sido que, en vez de dejarles la herencia de carreras y máster debieran haberles dejado la enseñanza de la lucha que les trajo a ellos los derechos que han disfrutado.

No es extraño que muchos jóvenes, en muchos sitios -el más reciente, en Argentina- miren al fuego destructor de la extrema derecha con arrobo. Es el único espacio político que promete prenderle candela al caduco mundo que ofrecía ser consumidores del siglo XXI y solo ha garantizado ser ciudadanos del siglo XIX. La izquierda promete incendios chiquitos y dedica una buena parte de su tiempo a luchas intestinas. Y su ira es una ira improductiva, con tintes que suenan interesados y un culto posmoderno y antiguo a la personalidad que solo interesa a los más cafeteros, seguramente porque han perdido la credibilidad al no ser capaces de convencer de que lo que dicen coincide con lo que hacen.

Los jóvenes que no conocen la literatura de sus países, su historia, su filosofía, el canon cultural de su civilización, terminan confundiendo la grandeza con el éxito de youtubers iletrados o influencers de cerebro disimulado. En vez de seguir los pasos de los poetas que han acariciado la belleza, siguen a flautistas de un Hamelin siniestro donde solo se habla de tener un éxito prestado y efímero basado en el dinero o la frivolidad, de follar mucho y mal y de enriquecerse egoístamente como forma de ganarse un pasaporte a la irrelevancia. El caca-culo-pedo-pis de la España de charanga y pandereta elevado a escaparate de la fama y donde se ha olvidado que ocultar es la posibilidad de enseñar. Porque si no racionas lo malsonante, todo se convierte en malsonante.

No hay salida esperando a ver si "algo" solventa los problemas; que "algo" termine con el genocidio en Palestina; que "algo" acabe con la locura de Milei; que "algo" solvente la contradicción entre el trabajo, el consumo y el medio ambiente; que "algo" logre que esa política que tanto te repugna se convierta en un lugar luminoso guiado por la alegría y la esperanza; que "algo" obre como un vendaval de aire fresco que expulsa lo fétido y lo sustituya por una fresca brisa de amanecer.

Estoy convencido de que los jóvenes -y ahora se va a ser joven hasta muy tarde- van a terminar prendiendo fuego al teatro de las mentiras. Habrá un conato de pira de la extrema derecha, pero es imposible que prospere -aunque podrá ser muy doloroso-, porque, aunque convoques a los "nacionales" y les hables de la patria y su misión superior, te terminarán saliendo los "trabajadores" y las "mujeres" y los "racializados" y te reventarán las contradicciones. Y esos jóvenes, criados entre algodones y arrojados a un mundo inclemente preguntarán: ¿quiénes son los culpables de este desastre? ¿Quiénes han sido los que nos han engañado? ¿Quiénes se han beneficiado de este disparate? Y el espectáculo hueco de la política no va a valer para nada. Los políticos que quieran tener futuro, dejen ya de mentir. Más temprano que tarde, los mentirosos no van a servir de nada.

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Del marxismo y los libros de autoayuda https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2024/01/21/del-marxismo-y-los-libros-de-autoayuda/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2024/01/21/del-marxismo-y-los-libros-de-autoayuda/#respond Sun, 21 Jan 2024 06:00:30 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=19602 Continuar leyendo "Del marxismo y los libros de autoayuda"]]> Del marxismo y los libros de autoayuda
Imagen de archivo de una manifestación de activistas de izquierdas junto al monumento a Karl Marx en Chemnitz, Alemania. — Sebastian Willnow/AFP

Los niños que empiezan a arriesgarse a caminar, pese a que den con sus huesos por el suelo, una y otra vez, y aunque tengan las rodillas como un paisaje de la desolación y la ruina, nunca dejan de intentarlo. Es su ser, que persevera. Quizá la emoción de llevar su cuerpo de un lado para otro como un zarandeado barquito de papel a la búsqueda del horizonte, está por encima de cualquier derrota. Rodillas rasguñadas y movilidad van de la mano (en ese caso, de los pies). Quizá ahora, más que antes, un consolador abrazo de la madre o del padre cuando el dolor nos dice que algo ha salido mal, pero a menudo la escuela era la calle, la tierra y el pavimento.

Los obreros franceses, después de que fusilaran a 25.000 comuneros y comuneras en París tras el fracaso de la Comuna, apenas unos meses después ya estaban otra vez protestando contra el gobierno de Versalles haciendo, a partir de entonces, de la bandera roja un símbolo del color de las rodillas de los niños. Son los republicanos derrotados en Madrid y Barcelona y Alicante siguiendo la lucha, un par de meses después, contra el fascismo y el nazismo en Europa. Las luchas -es una de las enseñanzas del Albert Hirschman de Retóricas de la intransigencia- dejan un poso que es para siempre.

El horóscopo, los libros de autoayuda, las religiones y el marxismo tienen en común, al menos, que han servido de recetas para que mucha gente orientara su vida. De manera que algo deben de tener en común en la medida en que muchos seres humanos han mirado en esas estanterías en busca de razones, explicaciones y fórmulas para orientar la vida y sus misterios.

Leer libros de autoayuda y consultar el horóscopo tienen algo de vertiente posmoderna de esa tarea, más propia del siglo pasado, que hacía del marxismo-leninismo una guía para orientarte en la selva. Igual que los marineros miraban al cielo estrellado para orientarse, ayudaba pensar que existe una marcha de la historia donde la clase obrera, en concreto su vanguardia, tenía el rumbo y estaba convencida de que había un futuro más luminoso si se seguían los consejos de los que realmente saben. Hoy somos nosotros los que sabemos que la base "científica" del marxismo deja mucho que desear y que de Marx nos interesa más el bosque que los árboles. Pero ese bosque sigue dando frutos, aunque Marx hoy, a buen seguro, sería posmarxista.

Leer a Marx te sitúa en un lado luminoso de la historia, no porque vayas a ganar, sino porque estás junto a la gente para la que la humanidad está por encima de la cuenta de resultados. Marx es autoayuda colectiva y eso siempre es mejor que la autoayuda individual. El éxito de Piketty tiene que ver con eso.

Leer a Marx con 20 años te cambia la vida, mientras que dedicar horas a Instagram o Tik Tok cambia menos tu subjetividad que comprarte veinte veces la misma camiseta o los mismos pantalones con sus ligerísimas variaciones (que es lo que le pasa al grueso de las series y de las películas, que parece que las llevan guionizando hace años algoritmos perezosos).

Hay una gran diferencia, sin embargo, entre los libros de autoayuda y el marxismo -o cualquier ideología de la izquierda que se basa en el potencial de la clase obrera-. Mientras que los libros de autoayuda invitan a la humildad resignada, a aceptar lo que existe en un presente de quietud, a buscar en la actitud personal y en la reflexión interior la solución a las turbaciones, sinsabores, fracasos, humillaciones y frustraciones, las ideologías de izquierdas te dan un enemigo y te invitan a acabar con él como forma de acabar con tus sufrimientos. Ambas son ensoñaciones, aunque es verdad que a los que explotan a las mayorías y están en las listas de los más ricos del mundo les interesa más que seas budista o te compres el libro El sutil arte de que (casi todo) te importe una mierda a que leas a Marx o te afilies a un sindicato. De hecho, Elon Musk hace todo lo posible para que sus trabajadores no estén sindicados y los poderosos siempre se han llevado muy bien con los prelados y gurús, hasta el punto de que cuando un sacerdote salía rojo lo asesinaban, como a Ellacuría o a monseñor Arnulfo Romero, y si es Papa, lo desprecian como si fuera el anticristo (que ya se les murió uno con anticipación extraña y fue un jaleo).

Los libros de autoayuda basan casi todo en la confianza y el respeto, cosas ambas que no funcionan cuando hay alguien enfrente que te despide si no tienes el papel de la baja de tu maldita gripe, si unos contables del gran capital te rebajan tus pensiones o si un tipo sin escrúpulos le entrega a un algoritmo el ritmo de tu vida laboral.

El mensaje se repite: sé "humilde", "admite tu ignorancia", reconoce que tu comportamiento es "impulsivo, injusto o egoísta"...  Yo me pregunto: impulsivo, injusto o egoísta ¿con quién? Y siguen: tu ira te perjudica, tienes que dejar esa batalla contigo mismo, piensa en positivo, sonríe, deja de estar peleado contigo y con el mundo... Lo adelantó Machado y cambiamos a Agamenón por Elon:

—Elon Musk: totalmente de acuerdo, ¿dónde hay que firmar?

—Su porquero: pues yo no lo veo.

—Elon Musk: despedido.

Muchos libros de autoayuda los escriben -suponemos que los escriben ellos- gente de buena familia a los que las drogas, la holgazanería y las malas relaciones de los padres los llevan a encarrilar su condición de entrepreneurs vendiendo libros y consejos sobre el espejo interior a gente que, por lo general, viene de clase baja y está hecha un jaleo porque todas las certezas de sus mayores están en la montaña rusa de una nueva época. Los autores de autoayuda, a diferencia de los perdedores que compran sus libros y leen sus blogs, han viajado por todo el mundo buscando su verdad, han gorroneado a amigos para poder seguir desganados, se han drogado cuanto les ha salido del forro, se han hartado de tener sexo con muchísimas personas -siempre dicen que con momentos excepcionales, supongo que para dar envidia o por si surge de nuevo la ocasión- para concluir, después de tanto ajetreo, que la verdad no estaba ahí. Casi todos te cuentan, como si ellos de verdad la hubieran entendido, a diferencia de los demás idiotas, la historia de Buda, cansado de ser tan rico que, en vez de hacer una revolución y tumbar al cabrón de su padre, como hubiera sido lo correcto si todo le parecía tan mal, se puso debajo de un árbol durante días y noches y más días y más noches, a ver si le venía la inspiración y se elevaba sobre los imbéciles que iban a terminar diciendo: qué grande cuando era rico y qué grande ahora que ha entendido el mundo.

Engels era hijo de un rico industrial de Mánchester y se dedicó a diseñar la revolución y a hacerla. Además de poner dinero y estudiar estrategia militar (Tristram Hunt, El gentleman comunista. La vida revolucionaria de Friedrich Engels, Barcelona, Anagrama, 2011), puso el cuerpo y cogió el fusil en todas las revueltas que le pillaron a mano. Se exilió, intentaron matarle y encarcelarle, y si se dedicó al negocio familiar, fue, entre otras cosas, para ayudar a Marx a que saliera adelante y pudiera pensar cómo cambiar el mundo de base. Seguramente Engels era un personaje más entrañable que Marx, pero muchas canciones, aunque eran más de uno que del otro, las firmaron juntos porque juntos llegaban más lejos. Marx hizo sus cosas malas y Engels, más de mundo, como a menudo pueden ser de mundo los gentleman, bebió cerveza con mucha gente y amó con generosidad que iba más allá de las clases. A diferencia de los autores de autoayuda, no buscaban enriquecerse escribiendo libros, sino que ganaban dinero en otros sitios para poder editar libros que ayudaran a la gente a ponerse del lado correcto de la historia.

La otra mañana escuchaba a unos adolescentes sentados en una terraza de mi barrio madrileño -tomado por universidades privadas que forman cachorros neoliberales-. Hablaban de coches de alta gama que solo están al alcance de una minoría. Esas universidades están comprando los edificios que no compran Amancio Ortega ni los venezolanos antichavistas que han robado el dinero del país al que tanto dicen querer. Esos cachorros se gastan una parte del dinero que les dan sus padres bebiendo cerveza a las 10 de la mañana, lo que no compensa, con frecuencia, su debilidad argumental que les viene de fábrica. Me resulta difícil pensar que ninguno de ellos, como haría Engels, venda un Aston Martin y manden el dinero a Palestina y, mucho menos, a algún grupo que resista con las armas al capitalismo.

En los libros de autoayuda, la muerte es una experiencia personal, como irte de Erasmus a Escocia o irte a la India a tocar el sitar como hizo George Harrison (que, por lo menos, financió La vida de Brian de los Monty Python), y narran su experiencia como si hubieran traspasado algún límite que les hace especiales: saben algo que tú no sabes. No son como los cretinos a los que se les va la vida queriendo ganar un dólar más: ellos han entendido cómo desafiar a la vida sentándose en el borde de un acantilado, sintiendo "la adrenalina que bombea" a través de su organismo,  percibiendo plenamente su "existencia", eliminando "por completo todos los valores frágiles, superficiales y mediocres de la vida". En la guerra de España, que la llamamos civil para no recordar que fue la antesala de la Segunda Guerra Mundial, vinieron a morir al país más de 35.000 voluntarios de 50 países, de los cuales al menos 15.000 dejaron su vida en España. Se "autoayudaron" siendo decentes, aunque les fuera la vida en ello.

Los influencers que escriben libros de autoayuda tienen por lo general experiencias místicas que expresan la misma grandeza que la escobilla del váter de una estación de autobuses; tampoco las escriben con alta literatura, pero acá y allá sueltan un improperio y parecen que están desafiando a los dioses. En alguno, se les muere un amigo en un accidente por hacer el gilipollas y de repente se dan cuenta de que habían desperdiciado su vida. Entonces se cagan en el cielo y en todo su arsenal de santos y arcángeles.

Es bastante probable que estos illuminati, cuando dejen de vender libros, regresen a las andadas. Porque "no rozaron ni un instante la belleza". El marxismo, con sus errores, sus insuficiencias teóricas y su falta de consistencia, sirve para construir barricadas, sindicatos, movimientos sociales y fuerzas transformadoras. Hay teorías mucho más elegantes que el marxismo, pero son inútiles, mientras el marxismo, pese a su torpeza teórica, lleva doscientos años brindando una teoría útil. Es casi imposible ajustar nada con una teoría inútil; en cambio, con una teoría útil puedes ajustar sus errores y encaminarla hacia lugares más luminosos. Aunque sea guardándola en la estantería. Decía Francisco Fernández Buey que cuidado con cómo nos deshacemos de los mitos, no vaya ser que los que los sustituyan sean peores.

La única autoayuda que funciona es la colectiva y se llama política. Que va mucho más lejos que el espectáculo triste de pequeños ratoncillos peleándose bajo la mirada divertida de los gatos, da igual que sean blancos o negros porque lo importante es que cazan ratones.

Los comentarios que se escriben en las solapas de los libros de autoayuda son de escritores de libros de autoayuda que se elogian mutuamente y dicen cosas cursis como "sorprendentemente profundo, me lo leí en una noche". En fin. Mientras tanto, toda la ciencia social sigue siendo un diálogo con Marx, a menudo superando las fuentes, pero siguiendo esa senda. Los libros de autoayuda venden millones de ejemplares; Piketty también rompió el techo recuperando la idea de socialismo. Los libros de autoayuda, para emocionar son blasfemos; el marxismo, para cambiar las cosas, tiene que ser herético. De manera que, necesariamente, tiene que ser posmarxista. Como Marx.

Hay que ir a las librerías y poner El Manifiesto comunista al lado de El poder del ahora, Quién se ha comido mi queso, El monje que vendió su Ferrari y El sutil arte de que (casi todo)-menos la revolución- te importe una mierda. Te sentirás mucho mejor.

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La derecha española, el soldado desconocido y el escudo del Capitán América https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2024/01/14/la-derecha-espanola-el-soldado-desconocido-y-el-escudo-del-capitan-america/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2024/01/14/la-derecha-espanola-el-soldado-desconocido-y-el-escudo-del-capitan-america/#respond Sun, 14 Jan 2024 06:10:17 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=19590 La derecha española, el soldado desconocido y el escudo del Capitán América
Un hombre con altavoz y escudo durante una concentración en contra de la amnistía, frente a la sede del PSOE en la calle Ferraz, a 8 de noviembre de 2023. Alejandro Martínez Vélez / Europa Press
Nuestra tragedia es de coña 

En España, como escribió Valle-Inclán, nuestra tragedia no es tragedia. Para evitar que el cielo le tachara de mentiroso, llenó su obra de policías mostachones, militares con sables mellados, curas orondos, jueces venales, ricachones rentistas y caraduras rijosos. Estos personajes de la Hispania eterna, cuando no calzaban cornucopia, como Don Friolera, asesinaban con artilugios medievales y medievalizantes; cuando rezar se mostraba insuficiente para convencer a descreídos, destripaban liberales con trabuco; siempre que podían, robaban, incluso a sus amigos y, por supuesto, al país que tanto dicen querer, no sin antes haberse echado la siesta; y cuando no sabían los dialectos del griego y se lo recordabas, te llevaban a comisaría, donde dabas las gracias por el par de hostias, porque a ti, por lo menos, no te aplicaban la ley de fugas, como le pasó al anarquista amigo de Max Estrella. 

En la historia de toda la extrema derecha hay un elemento trágico que, en España, siempre deja en el recibidor olor a morcilla y a teatro viejo. No hay manera de que no se deslice la farsa truculenta por nuestra tardía modernización (tan tardía que, todavía en 2024, el rey emérito celebra su cumpleaños de prófugo con el líder máximo que tuvo el PSOE en estas tierras del Cid y Bertín Osborne, esto es, don Felipe González). Mientras los fascistas italianos daban miedo porque se adelantaron a los nazis y se inventaron el Vaticano, a los hispanos casi siempre les ha podido el sainete. Quizá para que les tomaran en serio se pusieron los falangistas a fusilar españoles con tanta furia que hasta asustaron al embajador de Hitler en Madrid. Pero la tragedia de la extrema derecha es compartida, y por eso se llevan bien Abascal y Meloni, Elon Musk y Netanyahu, Orban y Trump, Díaz Ayuso y Pablo Motos. 

¿De verdad le interesa la clase obrera a la extrema derecha? 

Toda la grandilocuencia del discurso ultra está sostenida sobre una gran mentira para la que no tienen solución real. Por un lado, apela a las masas trabajadoras como si fueran una fuerza telúrica capaz de grandes empresas, incluso imperiales. Para activarles, les prometen ser dueños de su propio destino, algo que siempre se queda en el ámbito de la promesa, por lo que, mientras tanto, deben solventar su impaciencia odiando a la izquierda. Esta promesa de máxima potencia es irreal, porque les niega invariablemente el máximo despliegue de quienes son. Esto es, no permitiendo que sean dueños del fruto pleno de su trabajo en una sociedad donde las clases desaparecieran, donde el Estado fuera dueño de los medios de producción o funcionara alguna suerte de autogestión obrera con un Estado articulado sobre cooperativas.  

La extrema derecha, no nos engañemos, nunca ha cuestionado el capitalismo, y las apelaciones a la izquierda (por ejemplo, en el nacional-socialismo) eran meramente cosméticas para intentar captar a los sectores obreros que tenían oído musical para las promesas del comunismo. 


Tanto Mussolini como Hitler necesitaban movilizar a la clase obrera, en ese momento muy cercana a las ideas comunistas que emanaban de la triunfante revolución rusa de 1917. Pero tanto en el ascenso del fascista italiano como, posteriormente, del nazi alemán estuvieron los grandes capitales financiando su éxito y maquinando en las salas del poder para que se les permitiera gobernar. Mussolini no hubiera sido dictador sin el apoyo del rey Víctor Manuel III, que era el garante del capitalismo italiano, ni Hitler hubiera llegado a la cancillería sin el apoyo del conservador Von Papen y el sustento de los industriales alemanes, con promesas previas de ambos de que iban a disciplinar a la clase obrera e impulsar los beneficios, incluso a través de guerras imperialistas. 

Como no te doy el fruto de tu trabajo, te doy una identidad 

La contradicción entre el llamado heroico al pueblo trabajador y la connivencia con los grandes capitales la ha solventado siempre la extrema derecha gritando con las manos en la boca que la nación está en peligro. Creyéndose sus propias mentiras, afirma que hay que luchar contra los enemigos internos y externos. Llegado el caso, declara la guerra patria para salvar al territorio sagrado de sus abortos, de la mala hierba crecida en el suelo sagrado. Siempre acompañado con unas posiciones esteticistas que presentaban la guerra y la confrontación como proyectos épicos más relevantes que la abolición del capitalismo. Si no vas a acabar con el capitalismo, por lo menos debes acabar con la Ilustración. 

Por eso, como contaba Walter Benjamin, el lugar común del fascismo y del nazismo es el de la mitificación del guerrero, en un fundamentalismo militar donde el ejército es la "escuela de la nación" y el servicio militar obligatorio un compromiso con la comunidad. Si no estás dispuesto a darle a los trabajadores el fruto de su trabajo, les das una mística identitaria que anule el entendimiento racional y la defensa de sus intereses. Lo relevante es que la estructura de propiedad no varíe y los trabajadores tengan la sensación de que su apuesta por la lucha nacional es la que más les conviene. Los valores y la identidad opacan los intereses personales de clase y los trabajadores pueden apoyar a sus verdugos de clase e, incluso, ir a morir por sus intereses, perdiendo el más preciado de los suyos que es la vida. Cuando la burguesía te ofrece una sobreabundancia de banderas es porque te está hurtando tu salario.  


Todas las contradicciones de la extrema derecha, que son muchas, las solventa con una emocionalidad que oculte su artificiosidad. Son católicos, pero apoyan a los judíos de Netanyahu; son "razas puras" pero no opinan sobre si los neandertales ya eran españoles o alemanes o si los sapiens eran negros. Son moralistas, pero trazan sus planes en burdeles con cubatas en vaso largo, donde ejercen su virilidad pagando; son patriotas, pero, invariablemente, roban dinero público si llegan al gobierno. Cuando la alternativa cobra fuerza (por ejemplo, en momentos de crisis económica), es cuando se produce la alianza entre el capital, el discurso ultranacionalista de la extrema derecha y la apelación militar y paramilitar que evite la transformación. La patronal financia a la extrema derecha, los medios aúllan que la patria se rompe y la extrema derecha hace proclamas militaristas en plazas, cuarteles, comisarías y púlpitos. 

La extrema derecha española suspira por Fernando VII 

En España, cuya tradición es la de la locura quijotesca frente al poder, la tragicomedia de judíos conversos y enamorados, la picaresca, las pinturas negras de Solana y el esperpento de Valle-Inclán, la extrema derecha tiene más de farsa que de épica. Por eso, Vox, que ha votado en contra o se ha abstenido en el 100% de las leyes que benefician a la clase obrera -subida del salario mínimo, ERTE, subida de pensiones, regulación del precio de los alquileres, regulación del precio del gas, reforma laboral, Ingreso Mínimo Vital, etc.-es la que tiene en discurso patriota más inflamado. Al tiempo que su líder, Santiago Abascal, hizo trampas para librarse de hacer el servicio militar. Algo que compensa su lugarteniente, Ortega Smith, yendo a un campo de tiro militar a ensayar con un fusil como si fuera una operación indirecta de alargamiento de pene. o amenazando con partirle la boca en sede parlamentaria a un político homosexual cuya debilidad le ofende en su viril españolidad. Este cuadro poco edificante lo completa otra falangista, Isabel Díaz Ayuso, mostrando su desprecio a todo lo que pueda significar mejorar la vida de los sectores populares, a los que recomienda poner una maceta en la ventana para ahuyentar el calentamiento global con la facilidad con la que alejó a 7.291 almas ancianas en las residencias. 

El cierre del sainete de la extrema derecha -que no por sainete es ajeno a los pelotones de fusilamiento- lo representan las manifestaciones en Ferraz, delante de la sede del PSOE. Decía Aimé Césaire (Discurso sobre el colonialismo, 2006), que todo lo que Europa hacía fuera le terminaba volviendo en un efecto boomerang, de manera que los campos de concentración que había construido en su aventura imperial, terminarían siendo levantados para encerrar a alemanes, italianos, franceses o españoles. La tolerancia del PSOE, en concreto del ministro Grande-Marlaska, con las manifestaciones delante de la casa del entonces vicepresidente Pablo Iglesias y de la ministra Irene Montero, fueron el antecedente del esperpento de Ferraz. Que regresan como farsa de enorme mal gusto. 


Rezos, autos de fe, cantos falangistas, nostalgia del franquismo, incluso requetés (como dicen en la obra El Gulag en el Teatro del Barrio de Madrid "superadlo muchachos, superadlo"), choques con los antidisturbios (que es como católicos agrediendo a sacerdotes en una manifestación antiabortista, cosa que, por otro lado, puede llegar a pasar si el AntiCristo Francisco sigue mucho como papa) y, finalmente, colgar un muñeco con la efigie del presidente del Gobierno. Es evidente que tanto la Policía como los jueces son mucho más amables con los manifestantes de extrema derecha que con los de izquierdas (a los que golpean, juzgan y encarcelan por cosas más nimias o por hechos parecidos), en consonancia con ese marco "nacional" donde la izquierda no ha sabido construir un proyecto de nación diferenciado que puede competir con el de la extrema derecha. Si la derecha no tiene gente a la altura de Azaña, Lorca, Machado, Miguel Hernández, Oteiza, Unamuno o Chaves Nogales, en cambio tiene al Consejo General del Poder Judicial, a los sindicatos policiales, a los planes de estudio del ejército y de la guardia civil y a todas las televisiones, que son los que dicen qué es y qué no es la patria y terminan usurpándola, "¡Viva el rey!" mediante. 

El soldado heroico es un referente simbólico de la extrema derecha, dispuesto al sacrificio por la salvación de la tierra de los antepasados en peligro. En casi todos los países europeos, la referencia son actos de valentía y generosidad contra los ocupantes. En España, se celebra la conquista de un continente al que se llegó por equivocación, y, en las academias, la victoria de unos españoles sobre otros después de un golpe de estado dado por militares traidores a su juramento. La guerra de la Independencia, que podría haber servido de referente, tiene el problema de que Fernando VII, antepasado del Borbón Felipe VI, ahorcó a los héroes de la Independencia y fusiló a los liberales. Con la monarquía vigente, es difícil construir una patria para todos. 

Cuando a España la salva antes Gila que el Capitán América 

Y por eso, en España, los referentes de la extrema derecha son Santiago Abascal, que se fotografía con el yelmo de los tercios de Flandes, pero no hizo el servicio militar, un matón rapado que hace desahucios ilegales y que tiene intereses inmobiliarios, y otro fornido bravucón que va a todas las manifestaciones de la extrema derecha con el escudo de un soldado de otro ejército, curiosamente responsable de que España perdiera las últimas colonias, el capitán América. También tienen a un negro y tenían a un gay, pero lo del gay les parecía excesivo. 

La derecha española es la que presentó a las elecciones a un político que veraneaba con un narco. Y los españoles lo consentimos porque en términos democráticos somos un poco dejados. La derecha española es chapucera pero sangrienta. Aún hay 114.000 españoles enterrados en cunetas y zanjas y Federico García Lorca es un desaparecido. A Gila, gracias a la chapuza, le fusilaron mal, y por eso pudo continuar el absurdo de España hasta llegada otra vez la democracia. "¿Oiga? ¿Es el enemigo? Que se ponga". En España, si gana la derecha, Ortega Smith podría ser ministro del Interior. 

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La izquierda y el sistema métrico decimal https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2024/01/07/la-izquierda-y-el-sistema-metrico-decimal/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2024/01/07/la-izquierda-y-el-sistema-metrico-decimal/#respond Sun, 07 Jan 2024 06:15:12 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=19567 Continuar leyendo "La izquierda y el sistema métrico decimal"]]> La izquierda y el sistema métrico decimal
La líder de Sumar, Yolanda Díaz, junto a dirigentes de Podemos, Más Madrid, Más País e Izquierda Unida celebran los resultados electoral de las últimas elecciones generales.
Eduardo Parra / Europa Press
(Foto de ARCHIVO)
24/7/2023

Se cuenta que cuando falleció la madre de Jorge Luis Borges, doña Leonor Acevedo, a sus longevos 99 años, una vecina, conmovida, habría expresado a su hijo su lamento en la desdicha de su ausencia, expresando, como una propina añadida al dolor, lo poco que le faltaba para alcanzar los cien años. Borges, seguro que más por hacer una glosa para la posteridad que porque le hubiera molestado el comentario, respondió: "Me parece que exagera usted el prestigio del sistema decimal".  Ya estaba ciego, pero sólo de la vista, no como los que van por la noche a la sede del PSOE a continuar la fiesta que empezaron en Galapagar, en la casa de Iglesias y Montero, con amabilidad por medio de Grande-Marlaska.

Ciego debe de andar el electorado gallego con tantas luces en la política del terruño, y no solo las de Vigo, donde se mueren los pobres en viejos edificios mientras ven en el cielo, como última imagen, rebotar las led de la Navidad que tan felices hacen a los visitantes y serán el gran legado de Abel Caballero, el alcalde de la luz, más que de las luces. El escenario de cuatro fuerzas políticas de izquierda en Galicia exagera el sistema decimal, aunque hay gente bien honrada entre las candidatas que merece más que un reglazo en la cabeza.

Tres candidatos hubiera estado bien, y si en una pareja es cierto que parecen una multitud, podrían haber rememorado en la Galicia de la santa compaña a la Santísima Trinidad y sus dones. Dos hubieran sido un mal anuncio del bipartidismo, amargo como una queimada recalentada. Y una sola fuerza sonaría al partido único del movimiento nacional, poco deseable incluso ahora, que una admiradora de Mussolini gobierna en el Palacio del Quirinal de Roma y Ortega Smith haya redoblado su actitud de matón frente a sus rivales políticos tras dedicarse a "fiscalizar" a los antidisturbios para que no pegaran a ningún manifestante en Ferraz.

Los Frentes Amplios, es de sentido común, nacen de la necesidad. Nadie construye un partido, que se marca objetivos que supuestamente no están representados en otros lados, para disolverse luego en otro, a menos que lo que tienen enfrente sea tan preocupante que le obligue a llegar a algún tipo de acuerdo.

Franco se murió en la cama, pero el franquismo agonizó en la calle. Y allí había más partidos que trozos de duralex cuando se quiebra un plato. Siempre atribuiré a la generosidad española que mientras que en China solo había un partido comunista, en España había media docena de partidos pro chinos.

Cuando murió Franco todos se dieron cuenta de que el dictador había espichao (muchos hicieron cola para confirmarlo; otros para llorarlo, que de tanto fusilar al pueblo una parte del pueblo hasta le cogió cariño), pero lo que no se moría era el franquismo, así que todos buscaron cómo hacer palanca. Todos se pusieron en marcha y unos crearon la Plataforma Democrática (organizado por el PSOE) y otros la Junta Democrática (articulada por el PCE y algunos prominentes "independientes"), que, finalmente, se fusionaron en 1976 en Coordinación Democrática (conocida como la Platajunta) para negociar con más fuerza con las sólidas ruinas del franquismo y lo que quedaba de guerra fría.

El PSOE y el PCE se veían como adversarios duros, pero la fuerza del franquismo -la necesidad- les hacía dejar de lado las diferencias (que eran tan grandes como optar por la reforma o por la ruptura). Sindicatos, monárquicos, gente del Opus completaban ese frente amplio que, como ya se sabe, siempre son más amplios que frentes. La cercanía de las elecciones y la pugna entre los diferentes partidos, rompió la Platajunta pocos meses después, especialmente cuando el PSOE empezó a negociar por su cuenta con Adolfo Suárez la Ley para la Reforma Política. La recuperación democrática iba a venir con Rey, ley electoral manipulada, continuidad franquista y la renuncia clara a nada que sugiriera un retorno a la República que torció en 1936 un golpe de Estado.

Antes de que la realpolitik rompiera ese matrimonio de las izquierdas y el PSOE se hiciera el partido del nuevo régimen, se sentaron en la misma mesa gentes que, no hacía tantísimo, se había adversado hasta a tiros. Algo parecido a lo que hizo más tarde Bildu, donde hoy conviven con acierto gentes que veían con simpatía los artefactos explosivos en los coches y gentes que tenían que mirar en sus coches a ver si había simpáticos artefactos explosivos en los bajos. "A la fuerza ahorcan", dice el dicho popular, aunque también dice la sabiduría del pueblo que "compañía del ahorcado, ir con él y dejarle colgado" y que "Dios aprieta pero no ahoga", frase esta última que, obviamente, la dice alguien que ha sobrevivido. En cualquier caso, te juntas con tus adversarios políticos cuando no queda otra, sea porque lo has entendido o porque te lo hacen saber tus votantes.

En Uruguay, el Frente Amplio nació solo por la "necesidad" de superar la fortaleza del Partido Colorado y del Partido Blanco (luego Nacional). La certeza de la imposibilidad de sacar a los partidos tradicionales del gobierno logró el encuentro. El Frente Amplio nace en 1971 (aunque sus inicios, llenos de prohibiciones, fueron en 1968). Fue impulsado sindicalmente y juntó a partidos, sindicatos y ciudadanos independientes. El cemento del Frente Amplio era, inicialmente, el rescate de la ideología artiguista, el prócer libertador federalista, que funcionaba como un "significante flotante" que valía para todos los socios.

Durante la dictadura -1973 y 1985-, el Frente Amplio peleó por la democracia y una buena parte de sus líderes fueron encarcelados, entre ellos su primer candidato en las elecciones en 1971, Líber Seregni, inhabilitado incluso después de su liberación en 1984. El Frente Amplio tuvo que esperar al liderazgo de Tabaré Vázquez y, después, de Pepe Mugica, para llegar a la presidencia, y eso solo después de que el Frente Amplio se aliara con otros partidos para poder ganar unas elecciones. Era evidente para todas las fuerzas de la izquierda que sólo juntándose tenían alguna oportunidad de hacer política institucional.

El Movimiento de Participación Popular (MPP) es el partido del ex guerrillero Pepe Mugica. Se trata de un grupo político de izquierda fundado por exguerrilleros del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros. No formó parte inicialmente del Frente Amplio, luego se integró, volvió a salirse, regresaron, hasta que la coherencia ideológica y buenos liderazgos -que son los que saben sumar apoyos- les convirtió en, al menos, una de las naves nodriza del Frente Amplio.

En España, el primer acercamiento a un Frente Amplio fue Unidas Podemos, acercamiento solo, porque se quedó igualmente en una circunstancial coalición electoral, donde participaron Podemos, Izquierda Unida, Equo, Construyendo la Izquierda- Izquierda Alternativa-Socialista, además de alianzas territoriales con En Comú Podem, Compromís, En Marea o Mes. No fue mal, pues juntaron cinco millones de votos -los mismos que había sacado Podemos cuando se presentó en solitario en su momentos de máximo esplendor-.

El naufragio de Unidas Podemos -en el que tanto empeño pusieron las élites-, la salida de Iglesias y el desencuentro entre Yolanda Díaz y la nueva dirección de Podemos terminó con la formación morada en el Grupo Mixto, mientras Díaz ha intentado articular con Sumar un nuevo Frente Amplio donde ha faltado el ingrediente principal: sentir la necesidad de ir juntos.

Sumar ha sido menos que una coalición electoral porque, desde el principio, sus integrantes no han confiado mucho entre ellos. El grupo más numeroso, Podemos, ya está fuera, parte de Izquierda Unida -por ejemplo, en Madrid, también- y está por ver en qué queda este grupo cuando Yolanda Díaz cree su propio partido, Movimiento Sumar, algo que, en teoría, tendrá lugar en los próximos meses. Si Movimiento Sumar se articula como partido en regiones donde ya hay otros partidos implantados, el desencuentro está servido. Si no lo hace, Movimiento Sumar no existirá. La idea de la "doble militancia" intentaba salvar esta contradicción, pero no sé cómo se puede querer/ a dos mujeres a la vez/ y no estar loco.

Es bastante probable que Sumar naufrague porque ninguna de las fuerzas convocadas, salvo Más País de Íñigo Errejón, ve la necesidad ahora mismo de armar un Frente Amplio. Si Sumar se convierte en el partido de Errejón, también habrá finiquitado su recorrido, pues una persona que se portó mal con su partido, es muy probable que haga lo mismo con el que ni siquiera es suyo. Si la portavocía que ha dejado Marta Lois recae en el antiguo amigo de Pablo Iglesias y destacado alumno de un servidor, además de que enconará las relaciones entre el partido de Ione Belarra, que puede tragar con algunas cosas y con otras menos- y los caminantes blancos -esos cadáveres resucitados que fue dejando la formación morada en su camino y que rescató Yolanda Díaz-. Caminantes blancos que creen que odiar a Podemos ya les convierte en unos finos estrategas políticos (aunque a alguno he visto haciendo cola para comprar lotería en Doña Manolita, lo que no deja de ser un mal presagio de su confianza en el futuro).

Quizá el equipo coordinador inicial de Sumar, así como el que se encargó de diseñar el "nuevo proyecto de país" sí entendieron que era un requisito juntar a todos los fragmentos de la izquierda. Pero solo lo entendían ellos. Porque, a día de hoy, la única necesidad que ha convocado a los diferentes partidos que han participado en Sumar, ha sido intentar acabar con Podemos.

IU, con cariño y sin que fuera nada personal, para quedarse con sus votos y su centralidad; Más Madrid, al igual que el Errejonismo, porque son fuerzas contendientes lo suficientemente cercanas como para odiarse como hermanos; Compromís, porque también quiere sus votos y no tener competencia en Valencia; los que salieron de Podemos, porque tienen todavía heridas sangrando por lo que soñaron y cómo despertaron. Con la colaboración, de vez en cuando, de Podemos, que creció muy rápido más a lo ancho que a lo largo y que da muestras de aturdimiento por las bombas que sueltan los fanfarrones y por un acoso que va para diez años que ayuda a que no evalúes bien la profundidad de los charcos.

Tras la salida de Podemos de Sumar, tras el fracaso de la portavocía de Marta Lois, tras la nueva posición del PSOE después de la salida de Podemos del gobierno de coalición y el paso al grupo mixto (que lo convierte en otro grupo más con el que negociar) ¿alguien siente la necesidad de un Frente Amplio? Cómo decíamos, solo Errejón, que tiene un diputado, y el cariño eterno, con lo que eso en verdad dura, de Antonio García-Ferreras y La Sexta.

Si las fuerzas políticas de la izquierda no ven la necesidad, no va a haber Frente Amplio y, ni siquiera, coalición electoral. Ahora mismo, todos los partidos quieren poner en orden su casa. Quieren medirse en solitario para salir del diálogo de sordos de las elecciones municipales y generales, donde nadie reconocía a los demás cual era la fuerza real que tenían.

El Frente Amplio tendrá que esperar. El único cemento que une a toda la izquierda ahora mismo es evitar que ganen el gobierno las derechas. Todo lo demás, son tensiones centrífugas: la táctica, la estrategia, las relaciones personales, la metodología política, la relación con el PSOE... Vamos camino de la consolidación de un rosario de pequeños partidos que expresan el malbaratamiento de la fuerza electoral que salió del 15M y asombró al mundo. Algo parecido a lo que pasa en Portugal, en Italia, en Francia... Todo, mientras tanto, para mayor gloria de los respectivos bipartidismos.

Quizá, cuando los principales partidos a la izquierda del PSOE pongan en orden sus respectivas casas y, una vez tranquilizado su cuerpo y espíritu, vuelvan a entender que solos no van ninguna a ninguna parte (tampoco en Valencia y en Madrid). Si se impone la política de la identidad, donde lo único que vale es mostrar la herida que te ha causado el otro, desaparece el diálogo, las heridas se secarán sin curarse y en el mientras tanto la gente sensata acumulará las ganas en otras partes.

Esto, que todo parece que va a ser lo que ocurra, hará que las posibilidades de responder en un tiempo sensato a los muchos retos que tenemos por delante, de la guerra al cambio climático, pasando por el agotamiento del modelo neoliberal, habrá que preguntárselas, compungidos, al sistema métrico decimal. Ese que se mide, cuando menos, por décadas. Aunque esto de la métrica, ya se sabe, es literatura.

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Sumar y Podemos: lo que mal empieza, mal acaba

1. La aventura de Sumar nació mal. Quizá todos los implicados pensaron más en ellos mismos que en los espacios políticos que había que construir. Mátame camión. Tras su dimisión, Iglesias se fue a Canal Red, que a partir de entonces es el epicentro de su proyecto y lo que explica casi todos sus movimientos y recomendaciones; Yolanda Díaz, acorde con lo que le brindaban generosos los tiempos, se fue a representar un papel de moderada, convencida de que iba a ocupar el espacio de Iglesias y también el que iba a dejar Pedro Sánchez una vez derrotado en las generales; e Ione Belarra, navarra y adusta, se dedicó a intentar cubrir el hueco dejado por Iglesias, arrastrando las inercias de siempre en la formación morada y cargando con la creencia generalizada de que el profesor de la coleta no terminaba de cerrar con siete candados su sepulcro de Cid vallecano.

2. La ambición siempre es necesaria en política. A veces coincide con las necesidades colectivas, y otras veces no. Cuando no coincide, todo se vuelve demasiado personalista y arbitrario y, a menos que la suerte -la baraka- acompañe a los actores políticos, avecina tormentas. Me invade la sensación de que 2024 se va a llevar por delante muchas cosas. En la política española, demasiados actores estatales están intentando salvar su particular trasero, y la suerte del país e, incluso, de sus partidos, es una derivada secundaria de su interés personal que les resulta interesante solamente si les es rentable.

3. El arranque torcido de Sumar se agravó cuando la hipótesis de partida, esto es, que Podemos estaba muerto y sus votos iban a migrar a la nueva formación, se mostró irreal. Yolanda no era de Podemos y nadie de su núcleo duro lo era. Yolanda Díaz no iba a brindarle agradecimiento eterno a nadie. En política las cosas no son así y en una carrera de galgos, si el primero no alcanza a la liebre, el segundo menos.

4. Más bien al contrario, en Sumar pesaban demasiado personas que deseaban que Podemos fuera a hacer compañía a Henry Kissinger y Toni Negri. Pensar deseando es un error o bien adolescente o de gente airada. Creo que en Sumar les ha pesado el sueño húmedo y vacío de la desaparición de Podemos. Unos por veteranos perdedores que quisieron soñar alguna victoria; otros por ambición juvenil propia de quien quiere emular a Bill Gates pero no tiene garaje. Lo mismo que le pasó en su día a Errejón, aunque a él el garaje se lo ponía La Sexta. El que con niños se acuesta, orinado amanece.

5. El acorralamiento inclemente a Podemos, que alguien diseñó, como digo, más desde la ira que desde la inteligencia, generó el mismo efecto que los bombardeos a las ciudades: una enorme solidaridad entre las víctimas. El dolor une. Si Sumar ha podido respirar algo ha sido por la torpeza de Podemos de no ganarse a los que dudaban -también hay mucha ira en la formación morada-, lo que dio cierta tregua a Yolanda Díaz al poder decir cada vez que la convocaban: "Ustedes saben que yo no soy así, ustedes saben que a mí el ruido no me gusta". Pero la evidencia del acoso ha sido tan contundente que ha terminado construyendo una trinchera, y como les ocurre a las trincheras, solo hay dos bandos. Quien quiera pensar un poco más allá de esa confrontación ahora mismo que vaya pensando en hacer las maletas. Yo las tengo hechas.

6. Las bases de Podemos, infinitamente más numerosas que las bases de todos los demás partidos de Sumar juntos, están dolidas, lo que demuestra que están vivos, que tienen la fibra moral muy sensible y que, por lo mismo, están en un momento donde es más importante la identidad -sentirse de Podemos- que hacer política. Nadie puede reprochárselo. Llevan diez años recibiendo hostias como panes. Y son militantes de un partido que creció mucho en demasiado poco tiempo.

7. Una parte grande de las bases de Podemos, que han sufrido con el acoso a sus líderes, perder el nombre, aguantar vetos, ver a su formación relegada en listas y en campañas, la expulsión del Gobierno, la retirada de portavocías y la negación de la palabra en el Parlamento, ya solo quieren de Sumar lo mismo que quería la dirección de Sumar de Podemos: verla morir entre dolorosos retortijones de agonía. Nada nuevo en la izquierda. El sentimiento es legítimo, pero no es muy útil para hacer política.

8. Podemos decidió ir con Sumar en las generales por miedo a que yendo sola el resultado fuera malo, y Sumar pensó algo similar. Fue un matrimonio de conveniencia. Terminan mal hasta en las películas premiadas en Sundance. Fue la dirección de Podemos quien dijo: vamos con Sumar. Y como la única manera de tener diputados de Podemos era defendiendo las listas de Sumar, algunos hicimos campaña, para enfado de parte de las bases que preferían hundirse en el Ártico antes que tener nada que ver con los que veían ya como ejecutables traidores. Gracias a eso Podemos tiene cinco diputados.

9. Y una vez que Sumar obtuvo 31 diputados, algunos pensamos que Podemos debía ser la nave nodriza de esos 31 escaños. Porque si no lo hacíamos, otros, sin militantes detrás y con apoyo en La Sexta, lo harían. Ganó la ira. Una vez más, un sentimiento legítimo, pero que no sirve para hacer política. Si hoy Podemos tiene cinco diputados es porque nos tragamos el enfado con el maltrato e hicimos campaña. Muchos de los más incendiarios en las redes, ¿ayudaron a que Podemos tuviera cinco diputados? La ira solo sirve si hay pueblo detrás.

Y en eso llegó Galicia, o por qué el PSOE es de izquierdas principalmente porque el PP es muy de derechas

10. A Sumar, como le pasaba a Podemos, siempre le vienen mal las elecciones intermedias. Son fuerzas jóvenes -Sumar, neonata- que no han dedicado esfuerzos a la implantación territorial. Esa presencia en los territorios es la fuerza real del bipartidismo, también de los nacionalismos vasco y catalán, y es lo que le ha permitido a Izquierda Unida sobrevivir (aunque, en este caso, sea faltándole el oxígeno desde hace más de una década como a un pez fuera del agua).

11. Como no hay ideas, solo hay la gestión del día a día. Como dijo un ministro venezolano de Planificación, "según va viniendo, vamos viendo". Estamos en un momento en el que todas las fuerzas políticas están pensando en ordenar su casa. Siempre te construyen tus enemigos, de manera que esa limpieza y ordenamiento doméstico se hace en virtud de lo que hagan los espacios "hermanos", a quienes se odia con ese odio que solo se tienen los hermanos. En ese marco, tiene mucha ventaja el bipartidismo, porque, como en los juegos de lucha libre del amado México, representan una confrontación donde no se hacen daño pero parece que se están peleando. El PP es tan bruto que, si pudiera, le partiría la espalda al PSOE y se acabaría el juego. Por eso, el partido que articula España desde la Transición es el PSOE. Pero la cabra tira al monte. Lo raro es que el emérito no invitara a Felipe González, a Page y a Meritxell Batet a su cumpleaños. Se podían haber hecho saluditos masones como con la infanta Elena. Al final es más mañosa de lo que parecía.

12. El PSOE existe porque el PP les hace parecer de izquierdas y el PP existe porque el PSOE se encarga de que no desaparezca, igual que hace con la monarquía. Sánchez podemizó el PSOE y por eso se salvó. ¿Hay alguien ahí con capacidad de regresar de nuevo al PSOE a la izquierda?

13. Toda la articulación política de todos los partidos se hace ahora mismo en virtud de si refuerza o debilita la reorganización interna de cada uno de ellos, todos desafiados por amenazas internas. Pedro Sánchez por la derecha de Felipe González, Guerra, Lambán, Page, Susana Díaz y demás; Núñez Feijóo por el aliento fétido en la nuca de Isabel Díaz Ayuso; el PNV por Bildu y Bildu por sus tensiones izquierdistas; Junts por ERC y ERC por Junts; Sumar por Podemos y Podemos por Sumar (en estos partidos no hay interna porque los discrepantes se marchan). Salvo la representación bipartidista, todas las demás peleas tienen muchas papeletas para que solo les interesen a los damnificados.

14. Las elecciones europeas de junio son el primer momento relevante para evaluar la marcha de las cosas. El PSOE y el PP van a medirse, sacando de ahí argumentos para las generales. El PSOE necesita quitarle espacio a su izquierda y el PP lo necesita a su derecha. Aunque en ese juego los bloques no varíen (aunque gana más el PP quitándole votos a Vox que el PSOE quitándoselos a Sumar, porque ahí opera la vía de escape de Podemos). Bildu y ERC, con sus desafíos internos en su corral, no quieren experimentos. Sumar ve con pánico la decisión de Podemos de presentarse en solitario a las europeas y Podemos tiene el reto de ver si haciendo lo mismo que en los últimos años -mismas caras, misma confrontación, mismas formas y mismo discurso- puede ocupar el espacio político que ocupó cuando nació hace una década.

15. Las elecciones gallegas son una vuelta de tuerca más en la confrontación entre Sumar y Podemos. Sumar, como decíamos, no termina de arrancar y, como no ha conseguido cuadros, ha tenido que desvestir la portavocía del Congreso y llevarse a Marta Lois a Galicia (los leones de las Cortes ni se han inmutado). A lo que hay que añadir el enfado de Pedro Sánchez con Yolanda Díaz -expresado públicamente en los elogios que le hizo el presidente a Irene Montero en la presentación del libro que habla de él- por hacerle un agujero con los cinco diputados de Podemos, ahora en el grupo mixto y, por tanto, añadiéndose a los grupos con los que Sánchez tiene que negociar leyes, medidas y presupuesto. A Podemos, por supuesto, las elecciones siempre le pillan demasiado pronto en su proceso de reorganización interna.

16. Sumar se ha dado cuenta de que las altas probabilidades de un mal resultado en Galicia golpeaban, por primera vez, a la credibilidad electoral de Yolanda Díaz. Con cuatro candidaturas a la izquierda -PSOE, BNG, Podemos y Sumar-, la eventualidad de un fracaso estrepitoso, que le exigiría cuentas desde su propio feudo, podría dinamitar finalmente la credibilidad de la hipótesis Sumar. Si Yolanda Díaz fracasa en Galicia, la culpa ya no es de Podemos, sino de Yolanda Díaz. Igual que el fracaso en las autonómicas de 2019 golpeó a Pablo Iglesias, un mal resultado en Galicia debilita a Sumar en su relación con Podemos y con el PSOE.

17. Pero Sumar no está sacando las conclusiones correctas: si necesitas a Podemos, pacta honestamente con Podemos. Pero alguien pensó que era mejor volver a humillar a los morados. A algún asesor estrella se le ocurrió que era una gran idea hacer un "preacuerdo" que era, una vez más, un trágala. Y si no lo aceptaban, pues ya había excusa para el batacazo. Con eso les bastaba.

18. Si Podemos tomaba esas lentejas con arsénico, las probabilidades de salvar los muebles de Sumar crecían un poco. Pero solo un poco. Y si se negaba, como han decidido las bases de Podemos con un contundente 62%, la culpa de la división de la izquierda ya se sabe en quién va a recaer. Los ingenieros preclaros de Sumar lo vieron con nitidez: por un lado, disolver a Podemos en Sumar, intentando convertirlo en invisible y, así, heredar todos sus votos. Por otro, forzarle a romper, presentándoles como los enemigos de la unidad de la izquierda. Si eso es todo lo que se nos ocurre en la izquierda, nos merecemos el castigo de volver a empezar de nuevo.

Cuatro fuerzas políticas a la izquierda: ¿Qué puede salir mal?

19. Podemos finalmente se presentará en solitario. Al repartirse los votos entre cuatro fuerzas políticas, el resultado tiene que ser necesariamente magro. El único objetivo que debiera interesar ahora mismo a Podemos, si quiere sobrevivir, es rearmarse para las europeas, que es donde puede realmente mostrar el músculo que tiene. Algunos pensábamos que la mejor forma para eso era no desgastarse en Galicia, tanto el partido como sus líderes, pero las bases han decidido otra cosa y son soberanas. Como decía, vivimos momentos de identidad y no tanto de hacer política. La recomendación de votar "no" en la encuesta creo que debilita a Podemos para las europeas: debilita aún más al partido en un territorio, y pone en riesgo a sus líderes, que tendrán que hacer campaña en un sitio donde las probabilidades de un mal resultado son enormes. Los intereses de Podemos no se defienden así. Tengo que meter más libros en la maleta...

20. Igualmente, el mal resultado casi seguro de Sumar en las elecciones gallegas puede poner en un apuro a Yolanda Díaz. Medirá si tiene fuerza electoral (Galicia es su casa), al tiempo que tendrá el aliento de Podemos en el cogote. Sumar también parte de cero puestos institucionales en Galicia y revertir eso, con un BNG fuerte, es un desafío descomunal. Sánchez mirará a su izquierda y dirá: ¿eso es todo lo que sabéis hacer? Del fracaso de la izquierda en Galicia se podría salir volviendo a empezar. Terminemos el 2023 con un poco de optimismo de la voluntad. Aunque hace diez años había pasado el 15M y ahora, nada.

21. Porque la verdad, ocupado lector, es que la deriva actual de la izquierda española hace que todas estas reflexiones solo le interesen a las personas que estén en este laberinto. Es imposible que le interesen al gran público, intentando arañar algo de alegría en este tiempo triste, sobrecogido con el drama palestino y el bochorno europeo, la subida de los tipos de interés, la subida del IVA, las amenazas de la Unión Europea de empezar a cobrar lo gastado durante la pandemia, el susto de los alquileres, la amenaza del cambio climático, las guerras o el auge de la extrema derecha. La izquierda del PSOE, que llegó a tener seis millones de votos, está en una situación de enorme debilidad que exige una reflexión profunda. Pero en tiempos de identidad, las reflexiones son de todo menos profundas. Los momentos identitarios solo invitan al cierre de filas o a irse uno a viajar por las Asias, las Áfricas o las Américas. Porque de la pelea entre las izquierdas hispanas, los únicos que van a hacer caja son los del bipartidismo y alguno que quiera sobrevivir a costa de lo que sea.

22. Y aunque el Observatorio de Prospectiva Política anda llorando por las esquinas, Feliz 2024, queridos desobedientes.

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El canario en la mina de 2023, el terrible 2024 y unos ovnis https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/12/24/el-canario-en-la-mina-de-2023-el-terrible-2024-y-unos-ovnis/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/12/24/el-canario-en-la-mina-de-2023-el-terrible-2024-y-unos-ovnis/#respond Sun, 24 Dec 2023 06:04:03 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=19525 Continuar leyendo "El canario en la mina de 2023, el terrible 2024 y unos ovnis"]]> El canario en la mina de 2023, el terrible 2024 y unos ovnis
Una mujer golpea una cacerola durante una manifestación contra las medidas anunciadas por el presidente Javier Milei. EFE/ Juan Ignacio Roncoroni
¿La inutilidad de las ciencias sociales? 

 Sabíamos que era muy probable que ocurriera, pero las ciencias sociales no tienen nunca certezas incontrovertibles que sirvan para poner remedio. De hecho, muchas veces me pregunto para qué sirven las ciencias sociales si no alcanzan el estatus de ciencia predictiva, capaz de alertar a los gobiernos de las consecuencias exactas de sus decisiones. En otras palabras, si no son capaces de tener herramientas que certifiquen que determinadas causas generan determinados efectos y que, por tanto, sirvan para diferenciar entre los políticos que mienten -por ejemplo, prometiendo bienestar bajando los impuestos o mayor seguridad aumentando la vigilancia-, y los que no lo hacen.  

Pero la ciencia política sufre una suerte de castigo divino: intuyes lo que va a pasar, incluso a veces tienes la certeza, pero nadie quiere oírlo. Porque los modelos fallan y la única evidencia es la historia, y a la historia alguien siempre puede darle la vuelta. Así, de qué vale decir si votáis a Milei vais a empeorar las condiciones de las mayorías en Argentina, por tanto, las vuestras; si dejáis que entren en los Parlamentos los fascistas, los fascistas no van a hacerse parlamentarios sino que el Parlamento se va a convertir en un tugurio regentado por matones; si eliges a un empresario como Presidente, no va a repartir los beneficios con el pueblo sino que va a convertir al pueblo en su beneficio; si confías en fuerzas políticas que vienen del bipartidismo y no las marcas de cerca, más temprano que tarde volverá el bipartidismo... 

Todas las crisis en el sistema capitalista dejan nacer expresiones autoritarias. Como ha recordado Boaventura de Sousa Santos, haciendo un listado de los nuevos monstruos – neoliberalismo, extrema derecha, chauvinismo nacionalista y patriarcal, neopentecostales, fundamentalismo islámico, el sionismo, el lawfare-, cada época, como dijo el superviviente de Auschwitz Primo Levi, tiene su fascismo. Y no es verdad que de aquel horror se saliera con mayor estatura moral. Primo Levi tuvo enormes dificultades para publicar sus memorias (Si esto es un hombre), ni EEUU ni Europa aceptaron a los judíos que huían del Holocausto -por su mala conciencia, decidieron mandarlos a Palestina y que allí pudieran finalmente hacerles a los palestinos lo que los nazis hicieron a los judíos-, las víctimas vivas de los campos de concentración tuvieron que ver cómo una parte enorme de sus torturadores siguieron siendo jefes en la Alemania que gobernó la democracia-cristiana. Muchos cuadros que levantaron el entramado jurídico neoliberal en el entorno internacional venían de haber militado en el partido nazi (Grégoire Chamayou,  La sociedad ingobernable.Una genealogía del liberalismo autoritario, Madrid, Akal, 2022). 

 Cuanto peor, peor 

 No funciona el "cuanto peor mejor", y las carnicerías contras los derechos humanos dejan desmontadas las defensas morales de una sociedad. Solo muchos años más tarde, parecen las sociedades atreverse atreven a enfrentar aquel horror, cuando notan que las piezas no encajan. Eso sí, sin garantías de éxito. 

No ha sido amable el 2023. Apenas alguna buena noticia -en España se paró los pies al gobierno de las derechas posfranquistas, en Polonia se sacó del gobierno a la derecha del PiS y en Guatemala ganó la izquierda de Bernardo Arévalo-, en un escenario global terrible que llena de nubes de tormenta el año que entra: guerras en Ucrania, Yemen, Nagorno-Karabaj, Etiopía, Siria, con el genocidio de Palestina llenando de sangre la cena de Nochebuena; el "jardín" de la Unión Europea convirtiéndose en una fortaleza contra los inmigrantes provenientes de la "jungla" (externalización de las fronteras a países donde no se respetan los derechos humanos y más facilidades para detener y deportar migrantes, incluidos menores; la COP28 zanjándose en otro gran fracaso mientras que los efectos de la crisis medioambiental ya son un lugar cotidiano, con temperaturas extremas en muchos lugares del planeta, desórdenes climáticos -huracanes, inundaciones, heladas, granizos, sequía- e incendios; los decadentes EEUU, cuya imagen hoy es la de los enganchados al fentanilo apenas manteniendo el equilibrio en el Boulevard de las estrellas de Hollywood, teniendo que elegir entre un criminal demente como Trump -ya condenado por delitos fiscales y obligado a llegar acuerdos por delitos sexuales- y un senil Biden, que deja un enorme espacio para el partido republicano escorado cada vez más hacia la extrema derecha; Rusia que, como le ocurre a todos los países capitalistas, terminó enzarzado en una guerra en Ucrania, además de ver cómo los mercenarios de Yevgueni Prigozhin, finalmente ejecutado, estuvieron a punto de entrar en Moscú; China que, pese a que nunca ha solventado sus problemas internacionales a la manera norteamericana, el horizonte de Taiwan puede brindarle a EEUU la excusa por la que está suplicando para seguir justificando su estado permanente de guerra; la vivienda, que se ha convertido en un problema radical en muchos lugares del mundo, al tiempo que uno de los principales tenedores de vivienda, la estadounidense Blackrock, es el principal accionistas de muchos bancos y medios de comunicación, con lo que el problema no tiene fácil solución de no mediar voluntad política; quiebra del Banco de Sillicon Valley; compra de Twitter, en nombre de la libertad, por Elon Musk (que terminó el año en un acto de los Fratelli d'Italia con la fascista Giorgia Meloni y el ultraderechista Santiago Abascal de VOX. 

 La derecha ¿condenada a mentir? 

 Es evidente que la extrema derecha gobierna para algunos centenares de familias, por lo que tiene que mentir cuando se presenta a las elecciones. Sus dos principales mentiras son: primero, que opera en nombre de la libertad; en segundo lugar, que opera en nombre de la nación. La libertad para ellos es el derecho a que nadie le dicte reglas a los leones. Tiene expresiones castizas (Aznar diciendo "¿Quién te ha dicho a ti las copas de vino que yo tengo o no tengo que beber?", en un país donde cada año mueren más de mil personas en accidentes de tráfico) o realidades trágicas (7291 ancianos muertos durante el COVID en residencias de Madrid por órdenes de la libertaria Díaz Ayuso).  Para lograr su ideal de libertad, restringen radicalmente las libertades de las mayorías, incluidas las recogidas en la Constitución. El "libertad, carajo" del presidente argentino Milei se convierte en una durísima represión de derechos constitucionales como el de reunión y huelga, acompañado de amenazas de quitarle los derechos sociales a quien se manifieste, usurpando así, además, el lugar de los jueces.  

La patria de las derechas es, en todas partes, una patria excluyente, a la que se agita como si estuviera en peligro permanente, lo que genera un odio hacia los "malos patriotas" (los que tienen otra idea de patria) y un ataque constante a los inmigrantes, a los que se construyen como una amenaza a las esencias de la nación. 

El año 2023 ha sido el canario en la mina de lo que, me temo, nos espera en 2024. Ningún conflicto está en vías de solucionarse. Aún más, los callejones sin salida del modelo neoliberal se van a intentar solventar, en todos lados, con más medicina de la que nos está enfermando o matando. En los años 70, el neoliberalismo, esa venganza de los ricos contra el Estado de bienestar, ofreció una solución a la crisis del keynesianismo, apuntillado por la guerra del Yon Kippur y la subida de los precios del petróleo. Medio siglo después, esas políticas de desregulación laboral y financiera, esa apertura indiscriminadas de fronteras a capitales, bienes y servicios, esa privatización de los bienes públicos, esa mercantilización de todos los ámbitos de la vida, ese vaciamiento fiscal del Estado, han vaciado la democracia, multiplicado las desigualdades, devastado el medio ambiente y entregado la democracia a las finanzas internacionales y a empresarios de dudosa moral como Elon Musk. El auge de la extrema derecha es la expresión desesperada de los que han perdido la esperanza. 

La crisis de 2008 generó las primaveras indignadas. Intentos de solventar desde la izquierda -o simplemente desde la democracia- los cuellos de botella austericidas del modelo económico, del bipartidismo y de la falta de democracia en África y Oriente Medio. Al principio, el sistema pareció tambalearse, pero pronto se recuperó. El caso de Podemos, que pasó de cinco millones de votos a resguardar a sus cinco diputados actuales en el grupo mixto es una expresión de ese viaje, similar al del Bloco de Esquerda en Portugal o Syriza en Grecia, y que toma contornos aún más dramáticos en los sitios emblemáticos de las primaveras árabes, como Túnez, Egipto, Libia, Omán, Siria, Yemen o Jordania. 

 Si estamos prevenidos, igual tenemos más herramientas 

 El canario muerto en la mina del 2023 puede servir para advertirnos de la fuga de gas que amenaza por todas partes. ¿Aprenderá el mundo del escenario catastrófico que, con bastante probabilidad, va a vivir Argentina? Tras el Decreto de Urgente Necesidad de Milei, la violencia, las presiones judiciales, la represión y la manipulación mediática van a volver a poner en riesgo la democracia en el país. Es muy probable que ni siquiera la venta de los bienes públicos genere un bienestar momentáneo, y es más factible que solo sirva para el enriquecimiento de unos pocos. ¿Servirá el dolor de Argentina para que se entiendan mejor los partos terribles del neoliberalismo en el siglo XXI? 

En Europa es igualmente probable que se empeoren las condiciones económicas, ya terminada la COVID, con los enormes gastos de la guerra de Ucrania y con presiones de la ortodoxia económica para regresar a la senda del ajuste. Con la inflación sufrida, que ha dejado las economías familiares maltrechas, con el precio de las viviendas por las nubes, con la subida de los tipos de interés por parte del Banco Central -y, por tanto, de las hipotecas- y los problemas de desempleo o precariedad aún pendientes de una solución más avanzada, los recortes que reclama la Unión Europea van a empeorar la vida de muchas familias. 

En el caso de España, el gobierno de coalición deberá navegar entre las exigencias europeas y de la OTAN y su condición de gobierno de izquierda, lo que, con bastante probabilidad, devuelva protagonismo a la sociedad civil y a los movimientos sociales críticos. El gobierno se verá marcado, por la derecha, con VOX y el Partido Popular en un plan demolición que deja a los ultras de desokupa como tiernas gacelillas. Por la izquierda, por Podemos, Bildu y ERC, arrastrados también cada uno de ellos por sus contradicciones. Por un lado, tienen que sostener al gobierno al que le brindaron la mayoría en el Parlamento. La alternativa, incluso cuando el gobierno de coalición haga políticas neoliberales o se someta a los dictados de la OTAN, sería permitir uno de la extrema derecha, algo que castigarían sus votantes si piensan que se ha colaborado en ello (recordemos lo que pasó en Portugal, cuando el socialista Costa sacó mayoría absoluta tras la negativa de la izquierda de aprobarle los presupuestos). Ese equilibrio va a necesitar mucho "arte" en la izquierda. Por otro, todas las fuerzas están sometidas a tensiones. Bildu, desafiada por su ala izquierda más radical después de su podemización; ERC, por su competencia con Junts que le arrastra al foso del independentismo cerril; Podemos, por el desafío de hacer las cosas de diferente manera que como hasta ahora para intentar obtener un resultado diferente del obtenido. Algo que pasa por solventar sus cuitas internas en todos los territorios, dejando espacio a una mayor pluralidad, encontrando alguna renovación y desterrando la imagen antipática que le han construido y ha abrazado. 

En 2023, en un subcomité de la Cámara de Representantes de EEUU, tres militares retirados afirmaron haber visto objetos voladores no identificados. Las autoridades, afirmaron, tenían pruebas de ello. La NASA finalmente intervino y dijo que estarían atentos. Un ovni debió pensar en coger Luis Rubiales cuando vio que el beso no consentido a Jenni Hermoso no iba a solventarse ni con mentiras ni con soberbia. Los ovnis son muy socorridos. El 2024 viene con malos ánimos. Aunque si viniera una expedición de ovnis a invadir la tierra (o a ayudarnos), igual solventábamos mejor el año que regresando a los textos clásicos del marxismo. Mientras tanto, sigamos estudiando. Que para lo de los ovnis siempre hay muchos candidatos y son siempre reaccionarios. 

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¿Tuviste alguna vez un profesor valiente? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/12/17/tuviste-alguna-vez-un-profesor-valiente/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/12/17/tuviste-alguna-vez-un-profesor-valiente/#respond Sun, 17 Dec 2023 06:05:44 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=19510 Continuar leyendo "¿Tuviste alguna vez un profesor valiente?"]]> Varios estudiantes universitarios pasean por la Ciudad Universitaria de Madrid este 15 de diciembre de 2023. Eduardo Parra / Europa Press
Varios estudiantes universitarios pasean por la Ciudad Universitaria de Madrid este 15 de diciembre de 2023. Eduardo Parra / Europa Press

Desde el siglo XII, los eruditos, principalmente juristas, que enseñaban su saber en las universidades europeas se hacían llamar a sí mismos "señores" o domini, equiparándose con los nobles y los prelados. Por la importancia de su tarea, los estatutos de las primeras universidades peleaban porque su autonomía fuera una realidad. La imparcialidad de pensamiento vino durante mucho tiempo de los que tenían dinero, que era el que garantizaba la independencia frente a la aristocracia o la iglesia, aunque la universidad de París fue a la huelga en 1231 para defender ese derecho. La importancia de este estatuto para el conjunto de la sociedad fue comprendiéndose y los Estados fueron haciendo suyos esos espacios (Alain Supiot, El trabajo ya no es lo que fue, Clave Intelectual, 2023).

Hoy, ese estatus de respeto que pudiera reclamar la universidad tiene que venir del compromiso con el conocimiento, aunque el desarrollo del sistema capitalista fue mercantilizando el conocimiento hasta convertirlo en otro producto más. Mantener a las universidades en el ámbito público es una manera de no convertir el trabajo intelectual en una mercancía más. Es evidente que los profesores y los investigadores deben ganar un dinero para vivir con dignidad, pero es imposible cuantificar, como hace la empresa privada, cuál es el valor de la investigación y de formar a nuestros jóvenes. "Todo necio confunde valor y precio", decía Antonio Machado. Una sociedad que no atienda a la formación de las nuevas generaciones es una sociedad abocada al abismo. En muchos lugares ya le estamos viendo los ojos al abismo. Es más fácil que Hitler llame a la puerta de las casas cuando la universidad ha dejado de pensar.

El modelo neoliberal, ese capitalismo con esteroides de los últimos 50 años, no ha respetado ámbitos de la vida social que debieran hacer quedado fuera de la condición de productos para el mercado. Como explicó Karl Polanyi (La gran transformación, 1944), cuando el capitalismo convierte en mercancías cosas que no le pertenecen, es decir, cuando crea "mercancías ficticias", las depreda y dejan de ser útiles para la reproducción social. A no ser que el derecho las defienda, algo imposible cuando el derecho también se convierte en una mercancía. Al final, las contradicciones del capitalismo siempre se vuelven contra él, pues sin esos cimientos -el trabajo, la naturaleza, el dinero y, añadimos, el conocimiento- es imposible que funcione la reproducción social. La búsqueda de beneficios, cada vez más acelerada, depreda la sociedad, como le ocurre a la tierra cuando no descansa. Muchos beneficios en el corto plazo; la ruina pasado un tiempo.

Al existir universidades privadas y al dedicar las empresas recursos para la investigación, la tarea que brindaba la universidad se diluye. Aún más cuando la universidad pública se veía compitiendo con esos sectores en términos meramente salariales. Han sido los propios sindicatos docentes los que han ido convirtiendo las reclamaciones en un objetivo meramente salarial, de manera que quien más pague a los docentes se lleva, como en las ligas de fútbol, a los mejores deportistas. La condición honorífica, benemérita, ilustre y magnífica de la universidad pública cede a las grandes multinacionales que se llevan la gloria de lo que ha sembrado la más antigua institución medieval después de la Iglesia y el Ejército.

Una parte de la universidad ha caído en garras del interés mercantil -la investigación la marcan las empresas- y si la ciencia ha perdido una parte sustancial de su capacidad de orientar a la sociedad tiene que ver con la cantidad de científicos que se han vendido a las empresas tabaqueras, farmacéuticas, de fertilizantes e insecticidas, petroleras, automovilísticas o de cualquier otro tipo, certificando, desde una neutralidad que ya no lo era, la bondad de los productos que producían quienes les pagaban.

Otra parte de la universidad ha caído en garras de la política neoliberal, expresada en el bipartidismo, de manera que los académicos se han organizado en dos grandes bandos. Una parte del trabajo universitario lo construían conjuntamente ambos bandos. Por ejemplo, los partidos socialdemócratas y los partidos conservadores compartieron la visión académica de la Transición y se fueron a pregonarla por el mundo. La cartelización de los partidos denunciada por Katz y Mair en La democracia y la cartelización de los partidos políticos (Madrid, Catarata, 2022), devoró al grueso de la academia. Es lo que explica el Plan Bolonia, que ha convertido a la universidad en una prolongación paternalista e idiotizante del colegio y el instituto.

Otra parte, menos relevante salvo en tiempos de polarización, ubica a la universidad en alguno de los dos lados de la trinchera, lo que, por lo general, sirve para que cuando gane las elecciones el bando conservador castigue a la universidad que se ha posicionado críticamente del lado socialdemócrata.

Sin embargo, el gran estruendo de la universidad es el silencio, y cuando hemos visto que se posiciona en los últimos veinte años ha sido para ponerse al lado del "poder", es decir, defendiendo las posiciones que defienden las élites. Lo han hecho en prácticamente todos los países y siempre reforzando los argumentos conservadores. Es un enorme contraste cómo se movilizaron en los 60 y 70 las universidades contra la guerra de Vietnam, como apuntaron algunas maneras contra la guerra de Irak y cómo, finalmente, se han plegado hoy a las presiones para defender -o callar, que es incluso más penoso- el genocidio israelí en Palestina en este invierno de 2023. En EEUU, los donantes judíos y sus socios -por lo general fondos de inversión o multinacionales vinculadas a la energía, las medicinas y las armas- han retirado fondos a las más prestigiosas universidades -Harvard, Stanford, Columbia o Pensilvania - exigiendo que se silenciaran las voces de estudiantes y profesores contra el genocidio israelí. Incluso han reclamado que se castigue a quienes señalen el genocidio israelí, retirando becas y ofertas de trabajo.

En España, sectores universitarios conservadores del derecho, especialmente catedráticos -junto a las profesiones derivadas, que rara vez se han jugado nada para defender la democracia -tales como asociaciones de abogados, notarios, procuradores y jueces- se movilizaron contra la ley de Amnistía con la que el Gobierno de coalición quería solventar el conflicto catalán (sin olvidar la necesidad de Sánchez de conseguir los votos necesarios para alcanzar una mayoría parlamentaria). Esos sectores universitarios conservadores podían haber criticado la ley de amnistía desde posiciones objetivas o progresistas, pero lo hicieron reforzando la postura de la derecha y de la extrema derecha en su ánimo de tumbar el Gobierno, por lo que se encontraron también enfrente con los sectores conservadores a los que les cuesta ir contra el Gobierno de turno, sea el que sea. Ni siquiera en un asunto tan relevante, la universidad -salvo algunos profesores que han intentado poner sentido común en el asunto- ha sido capaz de decir nada diferente a lo que defienden el PP o el PSOE.

La universidad y el 'lawfare': de los GAL a Podemos

Los tres problemas más graves que tienen ahora mismo las democracias liberales, plenamente interrelacionados, son el vaciamiento del Estado social y de la democracia, el auge de la extrema derecha y el lawfare o persecución judicial. De hecho, el libro de Lewitsky y Ziblat sobre ¿Cómo mueren las democracias? es un referente para la academia en todo el mundo. Precisamente porque el libro de los profesores de Harvard silencia que detrás de la muerte de las democracias está previamente su vaciamiento durante el último medio siglo por ponerse al servicio del neoliberalismo.

Cuando la democracia se vacía, reemerge la extrema derecha como discurso que canalice el miedo y la incertidumbre; en la polarización política que se despliega, el lawfare se convierte en una herramienta esencial, pues ya todo vale contra los "enemigos". La retirada de la universidad, en paralelo al despliegue del neoliberalismo, la ha ido condenando a la irrelevancia. ¿O dónde estaba la academia mientras se vaciaba la democracia en Estados Unidos, en Japón, en la Unión Europea?

En España, los dos casos más flagrantes de guerra sucia han sido la actividad de los GAL y la guerra judicial contra Podemos, una fuerza política que en 2016, junto con Izquierda Unida sumó seis millones de votos, casi un millón más de los que le sirvieron a Pedro Sánchez, del PSOE, para gobernar.

En ambos casos, sorpresivamente, ha funcionado mejor la judicatura que la academia. Parte del Ministerio del Interior del Gobierno de Felipe González terminó en la cárcel -Vera y Barrionuevo- aunque luego fueron indultados. Es verdad que no se llegó a señalar y procesar al Señor X -en muchos análisis, papel reservado para Felipe González-, pero algunos de los integrantes de aquel desmán se sentaron en el banquillo. Pero desde el lado de la academia, ¿dijo algo la ciencia política española? Personalmente viví muchas justificaciones de quienes, en aquel momento, eran los catedráticos más relevantes de España en la disciplina. El conjunto dijo más bien poco. Y estamos hablando de asesinatos extrajudiciales.

Con Podemos, el silencio no ha sido menos clamoroso. Los GAL se justificaban diciendo que luchaban contra una banda terrorista. Contra Podemos, que eran bolivarianos. Tanto los líderes de Podemos como el propio partido han padecido en los últimos diez años decenas de querellas e imputaciones, todas archivadas pero que, como era la voluntad, tenían un enorme recorrido mediático.  De hecho, un comportamiento repetido de los jueces del lawfare era aceptar como acusación particular a partidos o asociaciones de derecha o de extrema derecha (muchas veces sin reclamarles siquiera una fianza, como hizo el juez Escalonilla en el mal llamado caso Neurona), de manera que mientras Podemos no sabía nada de los procedimientos al declararse la instrucción secreta, esos partidos y asociaciones, que tenían acceso a los documentos, los filtraban selectivamente a sus medios de comunicación – OK Diario, El Mundo, ABC, La Razón y a las televisiones de Mediaset y Atresmedia-. Obviamente, las querellas, admitidas sin pruebas que las sustentaran, invariablemente se lanzaban o bien cuando había elecciones o cuando estaba a punto de formarse gobierno. En algunos casos con una saña que demostraba, al tiempo, un enorme machismo, como la acusación a Gara Santana y Teresa Arévalo en el sonrojantemente llamado "caso niñera", que era otra variente del "caso Escalonilla". ¿Qué dijo el feminismo académico en esta ocasión?

Para que la universidad esté a la altura del ideal científico que se presupone a los docentes, investigadores y estudiantes (y al que acompaña el PAS para hacerlo posible)  necesitamos un mayor compromiso con los problemas reales de nuestras sociedades. Hay profesores de ética que trabajan en periódicos que han formado parte relevante del lawfare. ¿Qué les explican a sus estudiantes? Porque les ocurre como a los jueces que prevarican: su delito es infinitamente mayor que el que comete un particular.

"Lejos de nosotros la peligrosa novedad de discurrir"

No estar a la altura genera grandes problemas. Quizá el mayor desafío que tenemos en el planeta, el desastre medioambiental, está sufriendo por culpa de esa pérdida de fibra moral de la sociedad. El crecimiento de las desigualdades y el discurso nihilista de la extrema derecha genera polarización; esa polarización afecta a decisiones que debieran haber quedado en el estricto ámbito de la ciencia -mascarillas, vacunas, encierros, protocolos en residencias y hospitales-, a lo que se suma la pérdida de prestigio de la ciencia por su mercantilización. Como posicionarse implica que algunos de los vectores de la polarización terminen golpeándote, guardar silencio es una opción cómoda.

Esta lógica, silencio a silencio, cesión a cesión o, cuando se toma partido, negación a negación carente de argumentos, acerca a la academia a la insignificancia. ¿Por qué tiene la universidad el estatus de libertad, de seguridad laboral y de prestigio si luego no utiliza la libertad de expresión, su estabilidad y su prestigio social para estar a la altura? Porque claro que te puedes equivocar, pero no está tan claro que tengamos derecho a ponernos de lado, porque entonces no estamos devolviendo a la sociedad lo que nos entrega. En ese caso, los derechos se convierten en privilegios cuando el beneficium no viene acompañado del officium. Los que tienen la función de pensar y no lo hacen porque se ponen a resguardo de intereses espurios, no están haciendo su trabajo.

Esto es válido para todos y cada uno de los grandes problemas que tenemos en la sociedad, sobre los cuales es incomprensible guardar silencio desde la academia. Los profesores, investigadores y científicos que están poniendo el cuerpo para frenar la crisis medioambiental, arriesgándose a multas y a la cárcel, están más cerca de Giordano Bruno, de Miguel Servet, de Galileo y de Darwin que de la Universidad de Cervera cuando le dijo a Fernando VII: "Lejos de nosotros la peligrosa novedad de discurrir". La verdad es el contraste en el matraz de cualquier académico. Y esa actitud no se termina cuando se sale del aula o del laboratorio. También es una obligación, o al menos así lo entiendo, para los ámbitos más concretos en donde desarrollamos cada uno nuestra vida (la gestión de un departamento universitario o de una Facultad, de un periódico, la marcha de una asociación, el funcionamiento del CIS o de cualquier empresa demoscópica, una revista, un movimiento social o un partido político). Aunque sabemos que nos lo cobrarán, y no solo las élites. De momento, por decir la verdad no te queman, pero ya se encarga Twitter de que, por lo menos, pique.

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Mira que te lo dije, Yolanda… https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/12/10/mira-que-te-lo-dije-yolanda/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/12/10/mira-que-te-lo-dije-yolanda/#respond Sun, 10 Dec 2023 06:07:26 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=19494 Continuar leyendo "Mira que te lo dije, Yolanda…"]]> La vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz. - Javier Lizon / EFE
La vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz. - Javier Lizon / EFE

Malos tiempos para la lírica

En los años 60, en el contexto de la persecución de criminales nazis, se popularizó en Alemania el concepto "Schreibtischtäter" (criminal de escritorio), para señalar a los que lanzaron la piedra del señalamiento pero escondieron la mano, intelectuales que fueron parte de la estructura criminal pero pretendían la tentación de la inocencia. Sus manos estaban manchadas de tinta, no de sangre, así que eran "inocentes". Su denuncia buscaba que, al menos, el oprobio no les permitiera llevarse, además del dinero y del perdón, la gloria. Eran tiempos en los que el periodismo y la academia ayudaban a la democracia.

El silencio general de las universidades y del periodismo ante las grandes fechorías de nuestra época dicen muy poco de la fibra moral de espacios tan relevantes para que una democracia no naufrague. En EEUU no es extraño que ganase las elecciones Donald Trump. Hace tiempo que esa democracia está podrida. Esta semana hemos visto que las universidades más relevantes del país están silenciando a estudiantes y profesores críticos con el genocidio en Palestina para evitar que financiadores sionistas retiren sus "generosas" donaciones.

En España la situación no es muy diferente, con el bochorno añadido de que ni siquiera existe la amenaza de la retirada de donaciones. No ha habido manifiestos relevantes universitarios denunciando la barbarie que nos muestran los telediarios y los rectores españoles no han aparecido protestando por los asesinatos de profesores en Gaza. La cobardía se regala.  La práctica totalidad de los profesores de universidad que escriben en periódicos apoyan la masacre de Palestina, igual que han callado cada vez que en España se ha quebrado el estado de derecho, fuera con los GAL, con la policía patriótica o con el lawfare contra independentistas y Podemos. Ni un maldito curso de verano. Malos tiempos para la lírica.

El paso de Podemos al grupo mixto ha llevado a que la "intelectualidad" guarde la carpeta morada con la satisfacción del trabajo bien hecho. Unos dan al partido por muerto, otros por molestamente inútil, otros se regodean en su supuesta insignificancia, aquellos insisten en sus repetidos errores, alguna se pregunta si todavía respira (con ánimo de rematarle) y la totalidad coincide en que aquello ya pasó.

No es mal momento para recordar que todo lo que se ha hecho contra Podemos desde 2014 es humillante para la democracia española. Como siempre pasa, si llega el momento en el que el partido morado esté completamente desactivado, veremos a periodistas, juristas, académicos y políticos reconocer públicamente que el ataque del sistema contra este partido rebasó todos los límites del estado de derecho.

Podemos puede haber colaborado en la falta de apoyos ante esos ataques por culpa de lo que ha sido su principal defecto, la soberbia, ebria de haber alcanzado en muy poco tiempo 5 millones de votos, de tener unos liderazgos encantados de conocerse (me incluyo) y de gozar de un momento de gloria que permitía ahorrarse la democracia interna y unos modos más amables. En la "bajadita", los maltratados de ayer son los que hoy celebran la época de vacas flacas.

Incluso con los GAL hubo gente decente que criticó la guerra sucia contra ETA, sin que mediara ni por asomo la más mínima connivencia con la banda terrorista ni sus integrantes. No te tiene que caer bien alguien para que diferencies lo que está bien y lo que está mal. La guerra sucia era una canallada aunque se hiciera contra unos canallas. Y aun así, hubo voces que salieron a criticar al PSOE por aquello, pagando el precio de ser señalados casi como cómplices. La defensa del Estado de derecho debe ser indiferente a la condición de con quiénes se quiebra. Es así o es mentira que seas un demócrata, igual que no estás contra la pena de muerte cuando se aplica a un inocente, sino cuando se aplica a un verdadero hijo de Satanás.

Jueces corruptos, exjefes de la UDEF corruptos, periodistas corruptos, ministros corruptos, ejecutivos de medios corruptos, comisarios corruptos, inspectores de hacienda corruptos. ¿Quién ha faltado en el festín contra Podemos? Trampas y ataques invariablemente ocultados o incluso defendidos en todos los platós de las televisiones de España. ¡Ay si Goya hiciera un retrato del periodismo patrio...!

Estaba escrito en las estrellas...

Hay evidentes diferencias entre el acto en el Teatro del Barrio en 2014, cuando se anunció el nacimiento de Podemos por parte de un Pablo Iglesias exultante, y la rueda de prensa en el Parlamento de Ione Belarra, Javier Sánchez, Martina Velarde, Noemí Santana y Lilith Verstringe anunciando, con tristeza, el paso de los morados al Grupo Mixto. Las dos señalaban el comienzo de algo, aunque en el segundo caso, mucho va a tener que esforzarse Podemos para realmente inaugurar una nueva etapa. En 2014 estaba el impulso del 15M y, sobre todo, un PSOE golpeado por la corrupción, la cobardía y el estancamiento.

Como una fracasada Casandra, algunos llevamos tiempo anunciando que esto iba a pasar si no se remediaba. Pero no había mucha voluntad de frenarlo por ningún lado. Cuando la flecha está en el arco, lo normal es que salga. ¿De verdad alguien pensaba que iba a ocurrir de otro modo?

Si te arrinconan hasta desaparecer o pretenden que mueras por inanición ¿qué te queda? Una es dejarte marchar resignado y la otra levantarte. Si te aplastan, con eso ya contabas. Pero ni Yolanda Díaz -de manera incomprensible porque viene de ahí- ni Pedro Sánchez han entendido que hay una izquierda en España que no ha sido nunca de callarse. En otros lugares, el fascismo fue un paseo. En España les costó tres años pasar, fusilar a 200.000 valientes, encarcelar a 350.000 y exiliar a 500.000.  Siempre hemos dicho que en nuestra hambre mandamos nosotros. Y Podemos siempre ha sido más del levantamiento del guetto de Varsovia que de montarse obedientes en el tren camino de convertirte en cenizas. ¿Qué esperaban los que han acorralado a Podemos?

Igual Ada Colau pensaba, cuando amenazó con el dinero, que así se iba a silenciar la rabia de Podemos ante su humillación. No reconozco a esa Ada Colau. Por mucho enfado que haya acumulado contra Podemos.

Hemos visto en estas semanas cómo le han quitado la portavocía a Podemos en el Parlamento, le han dejado fuera del Gobierno pese a ser el partido más nutrido de toda la coalición, no le han dejado presentar leyes ni propuesta alguna, no les han dejado hablar ni una sola vez en lo que llevamos de legislatura y, con zoquetería, no han dejado hablar a Ione Belarra en la comparecencia de Albares pese a ser el partido que más ha dado la cara contra el genocidio en Palestina. Por si fuera poco, en estas semanas desde Podemos han visto cómo mandaban cartas a sus militantes para que se fueran a Movimiento Sumar. ¿De verdad esperaban que los morados se quedaran quietos esperando el ahorcamiento? Entiendo a los que estaban esperando a la "bajadita", pero hay mucha gente de izquierda cuyo silencio ante este maltrato les quita varios puntos.

No me cabe duda de que también desde Podemos se ha ayudado a llegar hasta aquí. Siempre me interesa más los errores de los míos que los ataques de los adversarios. Claro que afecta que el aparato del Estado te quiera machacar. Pero eso ha pasado desde el principio y Podemos resistió. Algo no se está haciendo bien. La lista larga de gente que se ha marchado debiera hacer reflexionar en profundidad a la dirección. Y tendrá que hacer las cosas de manera diferente si quiere obtener un resultado diferente.

La soledad del Grupo Mixto

Siempre he confiado en que Ione Belarra podía inaugurar una nueva etapa tras la vertiginosa salida de Iglesias, aunque para ello debe ser capaz de lanzar el mensaje de que, de verdad, comienza una nueva etapa. Su mensaje debe ser plural, incorporar novedad y mirar más hacia delante que hacia atrás (que Canal Red anunciara en primicia el paso de Podemos al Grupo Mixto no ayuda a desterrar el señalamiento, muchas veces rehén del machismo, de que la dirección morada está tutelada).

Está claro que Sumar quería que Podemos se marchara y Podemos también quería marcharse. En las bases de Podemos era un clamor romper con Sumar. No creo que ningún militante de ningún partido en España haya sufrido tantas humillaciones como la militancia de Podemos en los últimos meses. El escenario de fragmentación de la izquierda que algunos queríamos evitar se había vuelto inevitable. Como he dicho en otras ocasiones, llegar a este escenario de fragmentación es un fracaso.

Podemos nació para representar a seis millones de votantes huérfanos de partido. Hoy está en el Grupo Mixto, mirando de reojo a partidos que hace poco estaban en sus mismas filas y con más enemigos que el mosquetero D’Artagnán la mañana que llegó a París. Las palabras gruesas que se han lanzado desde Sumar muestran lo enredado que está todo. Es evidente que no hay transfuguismo cuando te quedas en el mismo partido, de la misma manera que si consideramos que todos los que hoy están en otros partidos (Yolanda Díaz en Sumar, Íñigo Errejón en Más País, Mónica García en Más Madrid, Alberto Rodríguez en Drago...) estaban en 2019 en Unidas Podemos, lo relevante es entender que, mirando hacia atrás, descarrilamos. Alguien encontrará de nuevo el ábaco. De momento, cada cual va a intentar poner en orden su casa. Y la de todos, a esperar.

Mira que te lo dije, Yolanda...

Dijimos que cuando pensaran que Podemos estaba ya listo, irían a por Yolanda Díaz. Como ha ocurrido ya. Un editorial de El País este jueves la llama mentirosa, desde la Sexta la tratan de fracasada, alguien en eldiario.es señala lo que llama insuficiencias e incapacidades, El Confidencial la señala como la obcecada que se negó a que Podemos tuviera un Ministerio para enfado del PSOE y Alsina en Onda Cero la trata como a un gafado barco que naufraga.  No quiero ni pensar lo que va a ocurrir con su equipo, al que presentaban como el aire más fresco que llegó nunca a la política. Recuerda demasiado a otras operaciones anteriores. No aprendemos. Aunque en ésta es verdad que Podemos está golpeado. Que nadie se consuele. Yo no encuentro la más mínima satisfacción cuando la derecha ataca a la izquierda.

La legislatura viene con curvas. Si Sumar no se diferencia del PSOE se va a romper aún más. Y ahí adentro no hay orden. Los militantes de Izquierda Unida no van a jugar a esa subordinación, y tampoco los diputados que han venido a la política a intentar cambiar las cosas. Sánchez va a tener que jugar en muchas pistas y la menos exigente será la primera que abandone. A día de hoy, le resulta más fácil contentar al PNV que a Sumar. Con el paso al Grupo Mixto,  no le va a pasar lo mismo con Podemos. Y Podemos ya no tiene que reírle ninguna gracia al presidente, porque no se ha portado bien. Esa es una de las principales tareas de Podemos: que el PSOE que quiere volver al bipartidismo no se salga con la suya. Y para ello, y frente a la tarea filibustera de la derecha, convertir el Parlamento en el lugar donde, de verdad, se evalúa al Gobierno.

¿De verdad Pedro Sánchez no se había dado cuenta de que estaban arrinconando a Podemos? ¿Nadie le dijo que eso no era una buena idea? Como a Podemos ya le daban por muerto, no tiene mucho que perder. Ahora tiene que demostrar si es un cadáver o estaba de parranda. A partir de ahora, cada paso que dé va a ser decisivo. Podemos debe ser capaz de demostrar que representa algo que falta y que lo hace lejos de esa careta de antipatía que se ha empeñado en llevar últimamente. Podemos es la fuerza que ha puesto a hablar a España de muchas cosas de las que no se hablaba (en el feminismo es evidente). Se trata de recuperar simplemente eso que los andaluces llaman "el arte".

En cualquier caso, me anima cierta tristeza. Ya tenemos cada uno su fragmento. Ahora, a ver qué hacemos con ellos. En el "centro" se apelotonan demasiados jugadores. Pero en la izquierda hay que ser muy astutos para no dar la sensación de estar colaborando con el debilitamiento del Gobierno. Porque la alternativa ya se sabe cuál es. Comienza la segunda parte del partido. Y las bolas de cristal se han roto todas con las bombas. Yo, como Vázquez Montalbán, quiero ser el que apague la luz.

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Concha Velasco en un país enmerdado https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/12/03/concha-velasco-en-un-pais-enmerdado/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/12/03/concha-velasco-en-un-pais-enmerdado/#respond Sun, 03 Dec 2023 08:55:18 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=19471 alt --> Además de sus evidentes cualidades escénicas y de su simpatía personal, la celebración de la memoria de Concha Velasco el día de su triste fallecimiento tiene algo que ver con un país sin referencias compartidas y al que la cota de mierda le llega a la altura del cuello. Faltos de cosas que nos unan, … Continuar leyendo "Concha Velasco en un país enmerdado"]]> Concha Velasco en un país enmerdado
La actriz Concha Velasco, en una foto de archivo- Europa Press

Además de sus evidentes cualidades escénicas y de su simpatía personal, la celebración de la memoria de Concha Velasco el día de su triste fallecimiento tiene algo que ver con un país sin referencias compartidas y al que la cota de mierda le llega a la altura del cuello. Faltos de cosas que nos unan, y una vez sectarizados la bandera, la Constitución, los jueces, el hormiguero, la tortilla de cebolla, Colón, los chistes de maricones y enanos y el consenso de la Transición, viene una actriz y cantante asociada a las tardes del fin de semana y, por su carácter, con menos aristas ulcerantes que Iñaki Gabilondo, a convertirse en un hermoso lugar de encuentro ahora que llega el frío.

Concha Velasco puede brindar elogios en la derecha y en la izquierda porque era una mujer progresista, de manera que se hizo querer por su empatía y solidaridad por la izquierda, y, por esas mismas empatía y solidaridad se dejaba querer por la derecha.

Siempre es más complicado que estas cosas pasen con, por ejemplo, Lina Morgan, Arturo Fernández, Arévalo, Bertín Osborne o Mario Vaquerizo, todas figuras de enorme calidad en el palmarés de la gloria hispana. Porque, además de que tampoco son tantos los laureles a celebrar, la derecha, como hace con todo lo que tiene condición simbólica, les envolvió en la bandera y los pidió para llevar. Que los disfruten.

España no es un mal país, pero hay algunas gentes, que también son de aquí, que ponen toda su santa intención en embarrarlo. Llevan haciéndolo desde que unos cristianos mandaron a llamar a los bereberes en el 711 para que les ayudaran a solventar sus cuitas. Hay unos españoles, que siempre se creen los más españoles, que son muy amigos de llamar a gente de fuera para que vengan a matar a otros españoles.

La crisis de 2008, la irrupción de Podemos, las tensiones separatistas en Catalunya, más la llegada de inmigrantes -convertida en "avalancha", "invasión" o "marea" por los sosegados medios de comunicación que tenemos-, fueron el detonante de la emergencia de la extrema derecha en España. No porque antes no existiera, sino que hasta la fecha se hallaba escondida en los pantalones planchados con raya del Partido Popular, entre la carcoma y las termitas de algunas asociaciones de jueces y guardias civiles, en grupos ebrios y bronceados de amigos del emérito y las tertulias de televisión, envidia del mundo intelectual europeo. Y con la llegada de la extrema derecha, se pusieron al unísono la mierda y los ventiladores, que en este país siempre hemos sido, por pobres, más de ventiladores que de aires acondicionados.

Cuando gana la derecha, los países no se polarizan (salvo cuando los rotos amenazan con ruina), cosa que sí pasa cuando gana la izquierda e, incluso, antes de que gane, lo que hace que la gente ecuánime concluya que la derecha tiene dificultades para aceptar las elecciones cuando las pierde, y los preparaos, que son los mismos que siempre han dicho que pesa más un kilo de plumas que un kilo de plomo, lo achacan a que el problema es que la izquierda polariza. Que le pregunten a las hormigas de la televisión.

España lleva con la mierda de la polarización al cuello los mismos años que lleva el Consejo General del Poder Judicial fuera de la Constitución, aunque muchos menos de los que se tiró robando el emérito, Feijóo veraneando con un narco de la cocaína, Esperanza Aguirre eligiendo ranas para la charca de la política madrileña y Aznar sin disculparse por mentir a los españoles con las armas de destrucción masiva en Irak o con los atentados de Atocha. El tiempo, como sabía Einstein, santo de los terraplanistas y de los que ven fumigantes en el cielo pero no regantes en Doñana, es relativo.

La polarización tiene a España desencontrada. España se viene rompiendo desde que se murió Franco. Pero siempre se les ha pasado. Ahora les toca subir el volumen. Si encima los mundiales de futbol se los llevan a sitios donde uno siente la misma pasión que Lawrence de Arabia en los Alpes, si Rafa Nadal se lesiona, si el murciano Carlos Alcaraz pierde y encima se va a los toros y si las chicas de la selección nacional de fútbol femenino ya ni se dejan tocar el culo por el seleccionador nacional, a ver dónde nos vamos a encontrar los españoles como una unidad de destino en lo que sea. Podía habernos echado una mano Ridley Scott uniéndonos a favor o en contra de su Napoleón, pero ni eso.

Así que la buena de Concha Velasco se muere y hasta Isabel Díaz Ayuso, sin pinganillo, se planta en la capilla ardiente de la actriz, la gente la abuchea y Marisa Paredes la manda en directo a la mierda, mientras todos los telediarios hacen especiales sobre la vida de la multifacética Velasco y repiten sin cesar su gran éxito, que el público entrevistado tararea en improvisadas entrevistas en la puta calle.

Concha Velasco debiera unir a todos los españoles, pero quizá incluir a Díaz Ayuso sea excesivo. Es costumbre de los pijos frivolizar, pero Díaz Ayuso exagera. Y mira que vimos a Los del Río bailar La Macarena en las escaleras de la Moncloa, con Aznar y Ana Botella, en un acto homenaje al asesinado Miguel Ángel Blanco. Es verdad que Ayuso no se entera bien de las cosas (no se han enterado de que bajo su Presidencia se han asesinado a 7.291 ancianos en las residencias madrileñas), y hace bien en creer que el teatro de La Latina era su sitio, creyendo que quizá todavía se llamaba Teatro Lina Morgan. Eso le viene de que el PP, que compite con Vox, en verdad no es nada sin los teatros de la rancia comedia del franquismo y sin los espectáculos de variedades -como les dicen- y que no son otra cosa que chistes, otra vez, de enanos y maricones, sufrimientos de enredos con dolientes cornudos y señoras con poca ropa moviéndose a ritmo de procesión desautorizada. El teatro La latina hoy, por fortuna, estrena otras cosas.

Concha Velasco en un país enmerdado

España no tiene ahora mismo casi nada que compartamos todos los españoles, porque ni siquiera la hermosura bronceada de Pedro Sánchez -al que no se le resisten las estaciones-, embelesa a las señoras del barrio Salamanca que, por el contrario, ven guapo a Toni Cantó -al que un día de estos le darán el premio Stajanov al mérito laboral-, a Adolfo Suárez Illana con sus canas a lo Richard Gere, e, incluso, a Felipe González, con sus arrugas más negras que blancas donde se cazan exclusivamente ratones comunistas.

Volvemos a ser noticia en el mundo por el ruido de sables franquista -el único ruido que debiera preocupar en un país donde todavía Federico García Lorca es un desaparecido-, ruido franquista en la calle Ferraz, en el Parlamento con los diputados de Vox saliendo en fila india como si fueran de excursión con la OJE, en la Plaza de Colón, en el matonismo de influencers, youtubers y streamers, que son famosos porque son conocidos y son conocidos porque son famosos, en los platós de televisión donde presentadoras y presentadores ya hace tiempo que decidieron ni siquiera guardar las formas y en las redacciones de algunos periódicos que recuerdan a El Alcázar y el Arriba.

Concha Velasco, a quien los abuelos y bisabuelos que votan a la derecha vieron un poco zorra en su día por cantar lo de la chica yeyé y enseñar unos muslos en televisión inabarcables a la vista; a quien, además de ligera, vieron algo comunista por solidarizarse con los trabajadores de la cultura; también a quien vieron sospechosa por no apoyar a esa lista interminable de gente de la cultura que ha pedido invariablemente el voto para la derecha y la extrema derecha, hoy es despedida con elogios por todo el mundo. Como le pasó a Mandela: si creen que te desactivan, te celebran. Hasta Núñez Feijóo ha dicho de ella que es "una artista con mayúsculas", pero, como es él, lo ha escrito con minúsculas.

No estaría mal que Concha y Mandela, aprovecharan y mandaran un granizo como pelotas de rugby sobre la cumbre del Clima en Emiratos Árabes y sobre la calle Ferraz. Ahora que están en el otro mundo, quizá tengan poderes que pongan a bailar a las grandes empresas petroleras y los del Cara al Sol que están tirando por tierra la marca España. Y de paso, para que los que se olvidan de tantas cosas, no se olviden que ellos nunca se olvidaron de quiénes fueron.

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Cuando la alternativa es peor https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/11/26/cuando-la-alternativa-es-peor/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/11/26/cuando-la-alternativa-es-peor/#respond Sun, 26 Nov 2023 06:10:33 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=19456 'Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga', de Antonio Gisbert. / © Museo Nacional del Prado
'Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga', de Antonio Gisbert. / © Museo Nacional del Prado

El cierre del Gobierno y los primerísimos pasos dados por sus ministros y presidente permiten intuir que la coalición va a necesitar, más temprano que tarde, un repaso de chapa y pintura. Eso no es problemático, porque Sánchez es un experto en todo tipo de tuneos y, pese a que el panorama mediático está en descomposición por las peleas familiares y accionariales entre los empresarios de la comunicación, el flamante presidente más guapo de lo que queda de socialdemocracia hará valer su palmito. Y todos tan contentos. Un traje bien cortado o una carcajada a tiempo vale más que el anuncio desesperado de los apocalipsis del futuro.

Algo más complicado son los necesarios ajustes de motor, propios de esa rara composición de gasoil, gasolina y electricidad (lo de la bicicleta no cuela) que han ingeniado sus hacedores. El primer Gobierno de coalición parecía un imposible y llegó a puerto; el segundo, ha salido de astilleros anticipadamente y ojalá encuentre el rumbo. Sabido es que Sánchez es experto en conducción temeraria, pero al faltarle la caja de cambios morada, va a tener que ser cuidadosos para que la carrera no se convierta en un derrapar constante, una serie atolondrada de acelerones y frenadas y, sobre todo, una posible salida precipitada de la pista que devuelva a la carrera a la derecha.

Porque la derecha solo puede vivir de los errores del gobierno. El Partido Popular y Vox van a seguir deteriorando las instituciones y su propio prestigio —basta ver las meteduras de pata constantes de los peperos en Europa, a la que quieren utilizar abusivamente como hacen con los jueces—, de manera que no les va a resultar sencillo golpear al Gobierno solo ofertando políticas alternativas. Por eso van a apretar para no perder el control de los medios. Sin El hormiguero de Pablo Motos, sin Ana Rosa Quintana, Susana Griso, el telediario de Vallés, las esquelas de El Mundo y el ABC y las homilías de Losantos, Carlos Herrera y Alsina, ni el PP ni Vox durarían tres padrenuestros.

Tareas de la izquierda

La tarea que le espera a Podemos, una vez superado el shock de la salida del Gobierno, es clara: marcar el rumbo del Gobierno como si estuvieran dentro. No en vano, sin los cinco diputados de Podemos, Pedro Sánchez no sería presidente. Pese al tremendo error de dejarles fuera, Podemos —así lo ha expresado Ione Belarra— deja atrás la ira y los reproches y comienza una nueva etapa de política propositiva. Propuestas de futuro en un horizonte donde la economía va a dar un giro y las mayorías van a volver a pagar los ajustes de lo gastado en la pandemia. La despedida de los ministerios de Podemos ha estado sobreactuada. Esas cosas deben quedar en el pasado. El papel futuro de Podemos reposa en su capacidad de demostrarle al país que tiene alternativas mejores que las que pueda desplegar el Gobierno. Y para ello, debe volver al diálogo permanente con las calles y los movimientos sociales.

El alma liberal del PSOE le va a jugar malas pasadas al Gobierno. Ahí está la nueva ministra de Vivienda, apostando, como propietaria, por los propietarios de vivienda y no por los inquilinos y los que siguen en casa de sus padres; o la ministra de Igualdad, insistiendo en la división del feminismo por su parte más tradicional. O el Ministerio del Interior, sin hacer propósito de enmienda, o el de Justicia, al que hay que encontrarle la voluntad para poner en cintura al inconstitucionalizado Consejo General del Poder Judicial y a los jueces del lawfare

Debates secretos en el Consejo de Ministros

¿Quién le va a decir ahora a Sánchez nada en el Consejo de Ministros cuando su alma liberal —o las inercias bipartidistas— hagan de las suyas? 

Pablo Bustinduy apunta, como siempre, buenas maneras, recordando en su arranque la condición genocida de Israel y la radical importancia de las políticas sociales (no en vano, siempre sintió muy dentro el 15M y, en un gesto de honestidad, prefirió alejarse antes que tomar partido en las disputas internas de Podemos). Lo mismo ocurre con Sira Rego, una mujer con un enorme compromiso de izquierda, que tiene y quiere reconciliar las bases de Izquierda Unida con las políticas del Gobierno (algo que no lograron, pese a su empeño, Alberto Garzón ni Enrique Santiago). Yolanda Díaz, que ha sido mejor ministra de Trabajo que coordinadora de Sumar, ha anunciado muchas veces que la confrontación no es lo suyo, de manera que es más fácil prever mejoras en los derechos laborales que un empuje general de izquierda en el Gobierno. Queda Ernest Urtasun, que si logra acabar con la tauromaquia —Barcelona fue adelantada en esa dirección— y ayuda al deporte femenino ya habrá cumplido en un Ministerio con escasas competencias. Pero van a gestionar su áreas y es bastante probable que no entren a disputarle al PSOE la errática política internacional que han desplegado Albares y Borrell.

La política internacional va a ser cada vez más importante, como ocurre siempre que la economía capitalista está en crisis y los mercados mundiales se reacomodan. Hasta ahora, el papel de España ha sido patético, subordinándose a las necesidades geoestratégicas y económicas de los Estados Unidos y perdiendo la oportunidad de haber sido cabeza de puente entre Europa, América Latina y el mundo árabe (¿Hay que recordar el reconocimiento arrogante de Borrell y Albares de Juan Guaidó? ¿O el abandono del Sáhara? ¿O la falta de contundencia para defender la paz en Ucrania?). 

El gesto con Netanyahu del presidente Sánchez, acompañado del presidente belga, ha sido positivo, aunque claramente insuficiente. Las peticiones de elogio por haberle dicho a un matón que deje de matar no dejan de expresar la impotencia de la política exterior europea. Nos contentamos con poco. ¿Por qué no lo mismo con Netanyahu que con Putin? ¿Por qué no la ruptura de relaciones con Israel, el embargo de armas y llevar a Netanyahu ante un Tribual Penal Internacional? Porque si las imágenes de horror que hemos visto en Palestina las hubiera cometido el ejército de Putin, el Ejército español estaría pegando tiros en Ucrania.

La amnistía: desafío o problema

La amnistía se ha gestionado muy mal. Como ocurre casi siempre con las relaciones desde el Gobierno con el País Vasco y con Catalunya, todo se hace in extremis y a la fuerza. Lo que tendría que presentarse como un avance democrático de una España federal siempre se articula, por la falta de compromiso ideológico, como una forma de chantaje. Y en vez de hacer pedagía de la España plural, da argumentos a los que quieren odiar en esta España mal enseñada y mal aprendida. 

Por ese chantaje, Aznar hablaba catalán en la intimidad, acercaba al País Vasco presos de ETA con delitos de sangre y se enterneció con el Movimiento Vasco de Liberación Nacional, Felipe González le perdonó a Pujol el 3% y los delitos de Banca Catalana, Rajoy les ofreció lo que necesitaran a los sediciosos de Junts, y ahora Sánchez dice digo donde había dicho hasta la extenuación un Diego inabarcable (el tuneo ya indicado en donde está brillando con astucia sin par).

La fuerza política de la amnistía no está en perdonar las irresponsabilidades de Puigdemont y compañía —arrastrados unos a otros por una competencia estúpida a ver quién era más independentista—, sino en enmendar la estupidez del PP de hacer política nacional confrontando con Catalunya —un clásico de la derecha española— y tumbar el Estatut usando su influencia en los jueces franquistas. La amnistía es consecuencia directa de la recogida de firmas contra el Estatut que empezó Eme Punto Rajoy. Eso es lo que tiene que enmendar la amnistía. Ahora bien, la posibilidad de solventar el desafío independentista gracias a la amnistía —un empeño de la gente con sentido común— no debe confundirse con la ruptura de la solidaridad interterritorial que forma parte de las señas de identidad de la izquierda. Debe quedar muy claro que los votos de Junts para formar Gobierno no deben implicar ninguna ventaja económica, porque eso no se entenderá muy bien y debilitaría la coherencia de la izquierda.

Una conclusión que haga de la necesidad virtud.

Vamos a tener una legislatura calentita. La derecha no acepta el resultado electoral, y si hay en sus filas gente que apela a un golpe de Estado, no seamos ingenuos para ignorar que el resto está de acuerdo en probar todo lo que esté por debajo. Va a hacer falta mucha política. Especialmente en la izquierda y en la gente comprometida con la democracia. 

Por eso, sería bueno iniciar un proceso de reconciliación. Y para ello, que todos los que hayan faltado al respeto a alguien (y ahí entramos todos los que hemos hecho política en los últimos diez años), deben hacer gestos para ayudar al apaciguamiento y el reencuentro. Porque hay muchas heridas. Y, como hemos repetido muchas veces, la división en la izquierda siempre es la antesala de la debacle de un Gobierno progresista. 

No será extraño que Podemos no comulgue con todas las políticas del Gobierno, y es normal que haga todo lo posible para que los 31 diputados de Sumar, más los diputados de la izquierda nacionalista, marquen un rumbo progresista al Gobierno (sería torpe pretender hacerlo solo con sus cinco).

Entramos en una etapa paradójica, donde todas las fuerzas políticas van a intentar reforzarse, al tiempo que ponen su granito de arena en la suerte común de la izquierda. Lo va a hacer Podemos, porque le va la vida en ello, y lo va a intentar Sumar, porque sin una mínima estructura carece de futuro. Igual que lo va a hacer Izquierda Unida, el PSOE, Más Madrid o Compromís. La prueba está en si van a intentar crecer sobre una oferta política atractiva que enamore a los votantes, o lo van a hacer con las herramientas de la vieja política en una infructuosa pelea de todos contra todos.

Quiero confiar en que, siendo el diálogo doloroso, la alternativa es infinitamente peor.

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La rendición de Breda o matar al soldado Podemos https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/11/19/la-rendicion-de-breda-o-matar-al-soldado-podemos/ Sun, 19 Nov 2023 08:37:20 +0000 https://www.publico.es/es/?p=19440 Continuar leyendo "La rendición de Breda o matar al soldado Podemos"]]> El regreso de la ira

Un dato que no creo que se la haya pasado a Yolanda Díaz, rigurosa como es con los fundamentos, es que, desde que lidera el espacio a la izquierda del PSOE, ha emergido de nuevo el cainismo en la familia de la fraternidad. No es que antes no existiera, ni que se hubiera erradicado ese oído musical para el preburgués, el hereje y el traidor, sino que se había tranquilizado, como si existiera un armisticio navideño.

Basta un breve paseo por las redes o los medios para ver que las espadas, afiladas, vuelven a estar fuera del cinto, que las lenguas se emponzoñan y que las cabezas de caballo amanecen en las camas recordándote circunspección. Un gato maúlla en el callejón: ¿pero es que hay alguien que no esté insultado a alguien?

No es que antes no existiera esa sempiterna manía ejecutora -que comparte la izquierda con la derecha-, pero parecía que vivíamos una cierta tregua, quizá emocionados porque estábamos inventándonos algo nuevo. Esa paz alcanzaba tanto a la interna de los partidos como en las relaciones entre ellos. Salvo en momentos muy concretos de ruptura, no saltaban las chispas a las redes ni los adjetivos cargados a las valoraciones colectivas. Podemos no hizo sangre con el cobro irregular del bono social por parte de Mónica García, Más Madrid no hizo campaña contra Podemos aprovechando las acusaciones judiciales de todo tipo, en Valencia, ni Podemos ni Compromís se hirieron... Por supuesto que había animadversión, pero estaba controlada.

Seguramente, todo lo que ha venido estallando estaba larvado porque mucha gente tenía cuitas pendientes, oprobios, llagas y descalabros, algo propio del desgaste de la vida política, pero también, no le quitemos importancia, por la falta de cuidado que ha tenido a la interna la izquierda no socialista en estos últimos diez años. Pero al ser cierto que en democracia las formas son el fondo, el postergar los enfados los moderaba. Cuando empezaron a "quemarse los fusibles", algo empezó a oler a hoguera provinciana. El viento ha avivado el incendio.

La pelea en la izquierda vuelve a abrir portadas y que esté pasando bajo el liderazgo de Díaz no significa que ella sea la causa, aunque sí podemos afirmar que ha puesto su granito de arena para que se desate la confrontación. Sobre todo, no ha hecho mucho para frenarlo. Una de las tareas implícitas en su sustitución de Pablo Iglesias era, además de asumir la Vicepresidencia, coordinar el espacio que antaño había cuidado Podemos. Y es evidente que no lo ha hecho.

La coordinadora que tenía una cerilla y un bidón de gasolina

La parte de culpa de Yolanda Díaz en este zafarrancho de combate tiene que ver con su estilo de hacer las cosas, algo que sus biógrafos verán, analizando toda su trayectoria, si no es una seña de identidad particular de su comprensión de la política. Más acostumbrada a tomar decisiones por filias y fobias, eso dificulta la creación de equipos políticos -no así en el equipo del Ministerio de Trabajo, donde reunió profesionales muy capaces porque sabía del asunto- y la consolidación de los partidos. No en vano, sus primeras declaraciones al asumir la coordinación del espacio de Unidas Podemos, fueron contra los partidos, lo que hizo que se despertara en Unidas Podemos el fantasma de Manuela Carmena. Porque criticar a los partidos siempre significa la voluntad de crear uno propio -o una estructura similar- dependiente, en su totalidad, de la voluntad del liderazgo. Las "listas Macron" son menos democráticas que los partidos políticos.

Ese desprecio a las organizaciones políticas, quizá como influjo de lo que llevó al 15M, también ha estado en la dirección de Podemos, que apenas bajo el mando de Ione Belarra ha empezado a hacer partido. La defección errejonista, la revuelta de los "barones" contra Pablo Iglesias en 2019, así como su mayor confianza en los medios de comunicación que en las estructuras partidistas, fueron determinantes para que el entonces Secretario General optara por dedicar pocos esfuerzos a la creación de un partido vivo y crítico. Algo que igualmente compartió Errejón en su nueva aventura (recordemos la dimisión de Clara Serra acusando a Más País de reeditar en un par de meses la falta de democracia interna que siempre criticaban en Podemos: la crítica era una excusa) y que también ha repetido Díaz tanto en Sumar como en el funcionamiento del grupo parlamentario.

Este peso excesivo de lo personal ha roto la tregua en la izquierda, incluso entre los grupos más vehementes en la defensa de Yolanda Díaz y de Sumar. Para solaz, al menos de momento, de Pedro Sánchez. La desaparición de primarias e, incluso, el veto a algunos nombres, ya estaba detrás del enfado que tiene agitado a Podemos. Pero ahora, la elección de Ministros por afinidades personales ha despertado el enfado de Más Madrid con el nombramiento de Mónica García, y otro tanto ocurre con los movimientos internos entre las diferentes facciones de Izquierda Unida y su presencia en el Gobierno. Lo que logró Podemos integrando a todos los grupos en el Gobierno, no parece que esté ahora entre las prioridades de Díaz.

Las hostilidades crecientemente graves entre Podemos y Sumar están logrando lo que algunos habíamos intentado evitar: que el grueso de la discusión política sea dentro de la propia izquierda. Y puede ser verdad que, de siempre, había falta de química entre Yolanda Díaz e Irene Montero (algo a lo que Iglesias, seguramente, no le dio la suficiente importancia cuando eligió a Díaz como su sucesora), desencuentro que se ha traslado a la relación de Díaz con Ione Belarra. ¿Pero cómo es posible que no se hablen desde el verano? Los errores que está cometiendo Sumar con Podemos no son de recibo cuando se quiere realmente negociar un gobierno.

Réquiem por un economista español

Lo que ha hecho Sumar con Nacho Álvarez se parece a lo que hizo el cura Mosén Millán en la novela de Sender, entregando a los falangistas a Paco el del Molino, escondido al finalizar la guerra, para que, aunque con mala conciencia, lo fusilaran. Lo que ha hecho Podemos con Nacho Álvarez, no haciéndole ver con la contundencia que fuera menester que no podía negociar en nombre de Podemos si no se lo autorizaba la Ejecutiva ha sido una señal de debilidad y de miedo ante el "qué dirían" de los medios (que lo han terminado diciendo). Lo que ha hecho Nacho Álvarez con Nacho Álvarez, buscando una coherencia que no podía vivir solo en su cabeza, ha tenido algo de personaje trágico, sin darse cuenta de que en un derbi entre el Madrid y el Barcelona no puedes ir con el árbitro. Perdemos un político, recuperamos un académico.

Y entonces, pese a que ya se había denunciado que esa maniobra no iba a aceptarse, Yolanda Díaz puso en marcha "la maniobra del Ministerio" porque sabía que los medios le iban a ayudar en el relato.

La oferta de un Ministerio (sin especificar cuál), diciéndole a Podemos quién debía ocuparlo es un insulto del que, en algún momento, Yolanda Diaz tendrá que disculparse. Porque es una falta de respeto múltiple: en primer lugar, a los votantes de Podemos que, como han hecho los demás partidos, tienen derecho a escoger quién les representa en el Gobierno. Es una falta de respeto a Nacho Álvarez, una persona capaz y honesta a la que le han obligado a hacer un papel inútil y oprobioso -que podía haber frenado él cuando su partido le dijo que no le representaba en la portavocía económica de Sumar-; a Ione Belarra, como Secretaria General de Podemos; incluso a los votantes de Sumar, que, seguro, no han votado a una coalición pensando que no iba a respetar los elementos básicos de una coalición. Si Yolanda Díaz tenía claro que no iba a dejar a Podemos elegir a sus ministros, lo decente era haberlo comunicado antes de las elecciones, para que Podemos hubiera obrado en consecuencia.

Alguien tendrá que explicar cómo es posible que, en vez de sentarse a hablar las secretarías generales, Sumar filtre a un medio amigo -que también se daña en la operación- una propuesta irrespetuosa que solo buscaba intentar ganar el relato de que Podemos es un partido malvado. Quien ha diseñado este truco moralmente infame se ha equivocado de espacio político, y deja en un pésimo lugar a Yolanda Díaz y también a Pedro Sánchez por permitirlo. Sumar se ha pegado un tiro en el pie y Yolanda Díaz ya no tiene en su mano hablar por los 31 escaños que conformaban el grupo. A no ser que se siente a dialogar con Podemos. Pero las banderas de la soberbia están en las almenas ondeando jactanciosas.

El que Podemos tenga razón en la propuesta envenenada de Sumar no implica que esté haciendo bien las cosas. Vengo diciendo que, desde la salida de Pablo Iglesias -que creo fue un error tal y como se hizo-, y la elección, sin una asamblea mediante, de Yolanda Díaz -que fue otro error-, Podemos va dando trompicones y acumulando errores (y no digo su dirección, digo Podemos): no saber lidiar con Yolanda Díaz, algo que viene en el cargo; no saber parar los golpes de las cloacas, de los medios, del PSOE y de Sumar; no convocar una Asamblea para analizar las debacles electorales y trazar los planes políticos futuros confiando en su bases; no reconocer que la gente que se ha marchado de Podemos puede tener algo de razón (paso previo para que regresen); insistir en una cultura política nefasta donde los disidentes de la dirección terminan estigmatizados y marchándose del partido (¿Es que acaso Page se va del PSOE por estar en las antípodas de Pedro Sánchez?); tener una parte relevante de los territorios dirigidos por gestoras; insistir machaconamente en el nombre de Irene Montero como si no hubiera más cargos con capacidad en Podemos; ser rehén de la línea política que le marcan desde fuera; carecer de canales más eficaces de democracia interna. Y ayudar a crear una sensación generalizada en la sociedad de que Podemos se mueve por la ira. Porque tus adversarios te han puesto donde querían.

El discurso cargado contra los "traidores" inflama, obviamente, a los militantes, cargados de razones y con un cuaderno de quejas enorme que funciona como un clarín de guerra. Pero, afuera de los muy cafeteros, la sensación que se está construyendo de Podemos es el de una fuerza permanente enfadada. Y no siempre con coherencia. La ira es mala consejera. No pocos de los que ahora mismo están exigiendo que los cinco diputados de Podemos tengan voz propia y entonan cantos bélicos de ruptura -cosa a la que, sin duda, ha empujado el comportamiento de Sumar- fueron personas que no votaron en las elecciones generales o que no hicieron campaña, de manera que no contribuyeron a que esos cinco escaños existieran. Lo que demuestra que su posición confrontativa no siempre es consecuente ni inteligente. Y está llevando a Podemos a un lugar potencialmente residual, a la espera de que un gobierno escorado a la derecha lleve a las masas de nuevo hacia la izquierda luminosa. Es decir, apuestas tu futuro a que el Gobierno de coalición fracase. Lo que lleva a que Podemos y sus altavoces tengan que responder a una pregunta: ¿tiene sentido mantener la misma lógica que ha demostrado en los últimos años tan malos resultados?

Cuando el personalismo se convierte en un dibujo animado

El personalismo de la política española no nos puede llevar a ningún lugar virtuoso. El gobierno de Sánchez ha salido de carambola. La amnistía es útil para poder articular un gobierno alternativo al de las derechas -única motivación de Sánchez-. También -posición de la izquierda- para frenar el conflicto en Catalunya, que tantas energías se come. Pero la amnistía no es virtuosa, y no porque lo digan catedráticos de derecho que tienen los huevos como sandías negras y protestan ahora, pero se han tragado en silencio las fechorías del Emérito, el fraude constitucional del CGPJ y todos los casos de lawfare. Hay amnistía porque a la fuerza ahorcan. Parafraseando a Vázquez Montalbán,  la amnistía no es fruto de la correlación de fuerzas sino una correlación de debilidades. Y por eso ha salido.

Una mayoría de españoles ha apoyado el gobierno solo porque la derecha decidió perder las elecciones prometiendo prender fuego al país. Pero ese voto desesperado no hace virtuoso al gobierno. Esa era una de las tareas de Sumar: hacer al gobierno virtuoso. Pero el gobierno nace herido por la ausencia de Podemos y la ridícula treta de intentar "colar" a Nacho Álvarez (que tenía que haber añadido en su despedida que se iba no solamente por perder la confianza de la dirección sino porque la oferta de Sumar de un ministerio a cambio de sumisión absoluta, renunciar a su programa, a las primarias, a no protestar y a no presentarse en solitario en las europeas, se parece más a una capitulación que a un acuerdo de gobierno). Sánchez debiera frenar la humillación constante de Sumar a Podemos, que solo sirve para ocupar minutos en La Sexta y para que los agraviados se carguen de razones y retroalimenten la confrontación. Quien ha diseñado esta caricatura de La rendición de Breda no tiene todo los patitos alineados en la cabeza.

Conclusión: todo lo que pueda empeorar, ¿empeorará?

Marx nos enseñó a prestar atención a las condiciones objetivas de la sociedad. Pero, me temo, tiramos el agua sucia y también al niño cuando fuimos más marxistas que Marx y, al tiempo que introdujimos en el análisis los condicionantes económicos, las luchas de clases, los intereses materiales, que son condición necesaria, dejamos de lado el papel central que, en determinados momentos, desempeñan los actores políticos. Es evidente que, siendo las condiciones económicas, sociales e internacionales las mismas, la gestión de la Unión Soviética tras la muerte de Lenin no hubiera sido la misma gestionada por Trotsky o Bujarin que por Stalin. ¿Y en la España actual? ¿Quiénes son los actores virtuosos? De momento, solo nos atrevemos a dejar algunas preguntas.

¿Era Yolanda Díaz la persona adecuada para liderar el espacio de la izquierda? ¿Está aún a tiempo la Ministra de Trabajo de intentar otra estrategia? ¿Ha sido capaz Ione Belarra de romper con las viejas inercias de Podemos? ¿Tendrá éxito en su intento de renovación de Podemos? ¿Podrá hacerse con los mismos nombres? ¿Sería otra la relación entre Sumar y Podemos de no tener tanto peso algunas personas comprensiblemente enfadadas? ¿Estamos a tiempo todavía de que Podemos entre en el Gobierno y trabaje toda la izquierda, toda, para que, lejos de naufragar, el gobierno tenga éxito y mejore la vida de la gente y aleje el fantasma del fascismo? ¿Dejarán en algún momento los que odian a Podemos de tratarle como una mezcla de moribundo y enemigo público número 1? Si se le tuerce la suerte a Sánchez -sobre el que gira toda la política española- ¿se irá por el desagüe el gobierno de coalición?

Demasiadas preguntas, como se quejaba Bertolt Brecht. Y, como recomendaba, en estas circunstancias, es un momento de confiar más en las decisiones populares que en las vanguardias. La derecha ya está en las calles.

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ione belarra,Podemos,Sumar,Yolanda Díaz
Gobierno de coalición (con Podemos) o barbarie https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/11/12/gobierno-de-coalicion-con-podemos-o-barbarie/ Sun, 12 Nov 2023 08:07:30 +0000 https://www.publico.es/es/?p=11429 Continuar leyendo "Gobierno de coalición (con Podemos) o barbarie"]]> Los partidos, esas organizaciones tan jodidas...

Los partidos políticos son unas organizaciones peculiares. Como toda organización compuesta de seres humanos, tiene objetivos, busca maximizarlos, se ordenan con jerarquías y protocolos, están poblado de envidias, odios, familias enfrentadas, estrategias competitivas, culturas internas y, como no podía ser de otro modo, oligarquías mínimas que controlan la organización. La ley de hierro de Michels es, prácticamente, la única ley de la ciencia política.

Sin embargo, en los partidos, algo que comparten con los movimientos sociales y las asociaciones sin ánimo de lucro, todos los integrantes suelen hablar en nombre del bien común, cosa más rara que se haga desde el BBVA, Iberdrola o Inditex, aunque sus publicistas insistan en presentarles como benefactores de la humanidad. Su razón de ser es la cuenta de resultados. El halo de generosidad de los partidos es, precisamente, lo que más choca cuando se traiciona. El partido tiene que hablar de la nación, la clase, dios, el orden, la paz, el bienestar o cualquier cosa que sea más grande que ellos mismos.

Los miembros de los partidos no suelen odiar a nadie tanto como a otros miembros del partido, porque son los que innecesariamente puede romper la estrategia de otro grupo que quiera hacerse con el poder o marcar el rumbo de la organización. Alguien que quiera ser candidato y postularse a algún puesto institucional o dentro del partido, con quien choca, obligatoriamente, es con otros afiliados como ellos o ellas. Digo, por tanto, innecesariamente desde la perspectiva de quien se presenta, porque mientras la competición con otras ideologías es parte del juego obligatorio para que haya democracia, que otros miembros de tu partido, en tu misma casa, vengan a romperte las pelotas -o las narices- se convierte en algo intolerable, especialmente para los que odian perder aunque sea a las canicas. La izquierda siempre ha estado llena de gente generosa -los más-, pero también de oportunistas mezclados con aprendices de revolucionarios profesionales, expertos en enredar en las internas. Y como es en nombre de un "bien superior", los líderes de los partidos cartelizados, dicen Katz y Mair, terminan por creerse sus propias justificaciones y querer a su lado exclusivamente a soldados obedientes.

El "sesgo de confirmación" del que hablan los psicólogos se multiplica en los partidos, y si en un sitio se solventa la "disonancia cognitiva" reforzando lo dicho y hecho, es en este tipo de organizaciones. La primera guerra mundial estuvo llena de esos generales que llevaron a la matanza a los novatos. Échese una ojeada a cualquier partido en España -o en cualquier lado- y se verán las matanzas ejecutadas por todos y cada uno de sus líderes.

De manera que tenemos la paradoja de que los partidos se ven en la obligación de llenarse la boca constantemente de "democracia", al tiempo que hacen todo lo posible para evitar que la democracia interna tuerza los planes de quienes dirigen un partido, sea una persona en solitario, un grupito, una Ejecutiva o toda una asamblea.

Como se ve en las series donde los ricos se traicionan por controlar la empresa y ser elegidos CEO (Chief Executive Officer), nadie se escandaliza de las felonías, marranadas, alianzas imposibles, filtraciones, contratación de detectives, publicación de fotos comprometidas, denuncias de consumo de drogas, sexuales, de corrupción o lo que haga falta para hacerse con el poder. Incluso entre padres, hijos y hermanos. De la categoría amigo, qué decir.

Pero es que en los partidos no es muy diferente, y es también lo que genera el alejamiento de la gente normal de la vida partidaria. Porque en una empresa, lo que manda es el beneficio, y todo se entiende si se garantiza el beneficio. Pero en un partido hay que mantener la legitimidad y respetar la opinión de ese combustible, los militantes y votantes, que necesitan entender por qué dedican parte de su tiempo a mejorar, supuestamente, la vida de la sociedad. Porque no hay cargos para todos los militantes y, por tanto, necesitan algo de mística para seguir participando. Cuando en las organizaciones sin ánimo de lucro se pierde la mística, como ocurrió con los legionarios de Cristo al saberse que su fundador, el padre Maciel, era un pederasta depravado, el combustible, que son los afiliados, los inscritos, los miembros, los militantes, los seguidores, los votantes, se evapora.

Como problema añadido, los partidos, además, están sometidos al corto plazo de las elecciones -las que sean-, lo que les hace estar por lo común en "posición de guerra", urgidos, dejando siempre lo importante por culpa de lo urgente. Los partidos son un tipo de organización que difícilmente pueden pensar en el largo plazo.

¿Es lógico lo que está pasando en la izquierda española?

La situación a la izquierda del PSOE recuerda trágicamente a aquella conocida portada de Gila en Hermano Lobo donde uno le pide a un paisano que deje de acuchillar a una persona y el otro le contesta que deje de llamarle asesino.

Gobierno de coalición (con Podemos) o barbarie

Visto que los partidos, cada uno por sus razones, no parecen funcionar como canales de comunicación con sus militantes, el debate se traslada a los medios y las redes, que son espacios proclives a seguir enervando al personal y azuzando la ira. A menudo con perfiles anónimos.

Hay quienes quieren dilucidar cuándo se rompió el amor, pero el amor, me temo, nunca existió. Porque, como decía, en los partidos lo personal pesa más de lo que sería sensato. En una empresa puedes hacer pactos con el diablo, y en un partido puedes pactar con Satanás siempre y cuando sea de otro partido, pero en las internas no se hacen prisioneros.

Cuando los líderes fuertes de un partido dejan su cargo, no dejan en herencia sus equilibrios. En el caso de Podemos, no solamente no se cedieron los equilibrios, sino que se dejó un desequilibrio que hoy baja rondando por la montaña arrastrando árboles, arbustos, chozas y cuanto encuentre en el camino. Incluidos compañeras y compañeros. La falta de cultura interna democrática, propia de partidos jóvenes que no han tenido tiempo de aprender los protocolos de la convivencia partidaria -que existen en partidos más veteranos- alimenta la bestia. Y el toma y daca continúa.

¿Que Podemos sopesa ir en solitario a las europeas? -algo sensato e insensato al tiempo, porque los morados necesitan decirle de una vez a Sumar cuántos votos tienen pero, al tiempo, ir separados puede ser la debacle final-, pues Sumar amenaza con dejar a Podemos fuera del Gobierno. ¿Que Sumar veta a Irene Montero? Pues Ione Belarra le organiza un encuentro político de reivindicación diciendo que lentejas y que le devuelva, con todas las de la ley, el rosario de su madre. ¿Que Sumar no entrega ninguna portavocía en el Parlamento a Podemos? Pues Podemos reclama su soberanía al margen del grupo parlamentario de Sumar y amenaza con hacer valer sus cinco diputados. Todos con sus razones, todos cada vez más fragmentados. El Frente Amplio de Uruguay, que lleva medio siglo rodándose, empieza un año antes las conversaciones para presentarse a las elecciones. Un año para debatir. País de pandereta esta España de la gresca y la tortilla con cebolla o sin cebolla.

La consulta de Podemos sobre la investidura

Los que reprochan a Podemos que haga una consulta a sus bases acerca de la investidura no terminan de entender el escenario. Alguno habrá hecho el reproche porque no ha entendido nada y otros habrá sido porque siguen insistiendo en que Podemos desaparezca. Sería bueno que se lo pensaran, porque el ataque constante a la formación morada solo sirve para debilitar a todo el bloque de izquierdas. ¿Por qué no es un problema la consulta en otros partidos y sí lo es en Podemos? Además, cuando el verdadero problema es que no haya consulta. ¿Qué democracia es esa? Si Podemos renunciara en algún momento a escuchar a sus bases, mejor sería que se disolviera.

Es importante que las bases moradas eviten votar sobre la investidura desde el muy sentido y comprensible cabreo. Demasiados errores de Sumar tienen a los inscritos razonablemente indignadas (ninguneos, vetos, dejarles sin portavocías, no reunirse, falta de visibilidad...). ¿Alguien en su sano juicio puede explicar por qué a día de hoy no se seabe aún si Podemos va a estar o no en el Gobierno? Quien esté decidiendo este desencuentro se está equivocando de cabo a rabo. ¿De verdad que no hay diálogo entre Podemos y Sumar? ¿Y quieren Podemos y Sumar que les vote el pueblo?

Explica la ciencia política que un problema de la democracia electrónica es que prima más la decisión que la deliberación. Vamos, que no conviene tomar grandes decisiones en un atasco. Es mejor contar hasta diez y luego depositar el voto.

Porque, como se está queriendo explicar, si los cinco diputados morados votan No porque así lo deciden los inscritos, Pedro Sánchez no será Presidente en primera vuelta y no habrá, en primera vuelta, gobierno de coalición. Imagino la fiesta esa noche de los titanes del pensamiento que se están manifestando cada noche delante de la sede del PSOE en Ferraz.

En la segunda vuelta, tendríamos con el No a los 171 de PP+VOX+UPN y, se abre la incertidumbre, ¿también los cinco de Podemos? En las redes se está inflamando esa apuesta por el No. Demasiada ira acumulada. Aunque las redes son solo eso, las redes. Entonces, si llegaran a sumarse, serían 175 de la derecha más Podemos, frente a los 174 que apoyarían al gobierno presidido por Sánchez y todos los demás partidos que le apoyan. Podemos, en ese caso, habría firmado su acta de defunción.

Otra posibilidad es que se abstuvieran. Sánchez sería Presidente con 174 votos frente a 171. Con lo cual Podemos, definitivamente, no estaría en el Gobierno, acelerándose igualmente su crisis. Yo no jugaría con fuego ni al ajedrez aleatorio, que sirve más para promocionar una consultora que para ganar unas elecciones. Si Podemos hace naufragar el Gobierno de coalición, no se lo van a perdonar sus votantes. Y que simplemente se esté considerando, ya golpea a la credibilidad de los morados.

Pediría a los que apuestan por el No que escucharan fuera de sus espacios cotidianos y de la cacofonía de las redes y sus opinadores anónimos. Porque si Podemos no está en el Gobierno, es como si no existiera, aunque Canal Red multiplicara su influencia por diez. ¿Recordamos lo que pasó en Madrid cuando Podemos decidió no presentarse tras la traición de Errejón y la torpeza de Manuela Carmena? Si Podemos no rema para que el Gobierno tenga éxito y gobierne para las mayorías, no va a recuperar nunca el voto que tuvo y perdió.

Y si Podemos, en la desesperación, une su suerte a las fuerzas de izquierda independentista, igualmente desaparecerá, abducida. Al votante de Podemos les caen simpáticos Bildu y ERC, pero Bildu y ERC, como partidos, quieren los votos de Podemos. En esa oposición estuvo siempre Izquierda Anticapitalista. Y no está en el disco de grandes éxitos de la izquierda.

Podemos tiene que estar en el gobierno de coalición. Nació para eso, no para denunciar, cosa que hace con capacidad excelsa. Aunque tenga toda la razón, si no hace política, no será vista como una herramienta útil. La responsabilidad no es sólo de Yolanda Díaz, sino también de Pedro Sánchez. ¿Es que no es evidente el maltrato a Podemos? Podemos tiene que demostrar a España que es útil, igual que lo está siendo con la postura valiente de Ione Belarra con Palestina. Un Podemos útil tiene más posibilidades de seguir preparándose para ganarse el puesto de nave nodriza del Frente Amplio que todavía no existe. Hay heridas, y duelen (¿les cuento las mías? Que apenas ahora se está sabiendo que el lawfare empezó contra mí con Cristobal Montoro). Pero Podemos está haciendo política. Nació como partido político para eso. Y Podemos es más importante para nuestro país que los dolores personales. Por eso invito a los inscritos a que entren en https://participa.podemos.info/es, piensen despacio, conversen con la gente que quieren, amplíen un poco el radar, reflexiones sobre el país que queremos y el que no queremos, y voten. Seguro que escogen el Sí.

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Fuertes vientos racheados en la izquierda española https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/11/04/fuertes-vientos-racheados-en-la-izquierda-espanola/ Sat, 04 Nov 2023 21:11:43 +0000 https://www.publico.es/es/?p=4345 Continuar leyendo "Fuertes vientos racheados en la izquierda española"]]> Un mundo desordenado a la espera de héroes

Un argumento repetido en las películas de acción norteamericanas tiene viejas raíces romanas: un pacífico ciudadano dedicado a la agricultura, a las manufacturas o alguna actividad sosegada, con un pasado cerrado por la vida, es importunado por unos canallas a los que, tanta es su maldad, es imposible no darles su merecido. Funciona porque los sinvergüenzas son malvados sin reinserción posible.

El film se encarga de mostrarnos que son seres inmundos que merecen la muerte. La película está para que pases el rato saboreando la venganza.

Es probable, dependiendo de la intensidad épica, que el forzado héroe fallezca en la lucha, siempre y cuando su sacrificio sirva para que la comunidad pueda seguir en paz y prosperando. De no ser así, le veremos salir de escena, solitario, camino de nuevos rumbos o, quizá, intentando reconstruir la vida desafiada por el mal, eso sí, con unas cuantas cicatrices más.

Visto el mundo desde España, el deseo de que surja esa persona con súper poderes —puede ser un héroe colectivo— es casi una súplica desesperada. Es difícil dónde posar los ojos que no sea un claro recuerdo de la desesperación. Por el desastre en marcha, por el que viene o por el que no dejan de buscar desesperadamente los que no soportan la felicidad ajena.

Israel está asesinando con una brutalidad de campo de concentración, delante de nuestros ojos, a niños, maestros, periodistas, enfermeros, doctores, voluntarios, madres y abuelas, incluso cobijados en hospitales, escuelas y oficinas de Naciones Unidas. Con el aplauso de las instituciones de la Unión Europea, del gobierno de España, de partidos europeos supuestamente de izquierdas —de los Verdes a Die Linke— y, por supuesto, de toda la derecha y la extrema derecha del viejo continente y de la vieja España.

Las derechas europeas, siempre tan antisemitas, entusiastas de las miradas conspiranoicas, donde siempre había un judío tramando el fin de la civilización occidental y del cristianismo, son ahora fanáticos del Gobierno de Netanyahu por su racismo, su colonialismo, su defensa de un Israel étnicamente limpio —que, de triunfar, continuará la limpieza contra otros grupos aunque sean judíos, igual que las derechas siempre siguen contra los enemigos interiores—, y que supedita el ejército y los tribunales a sus delirios ideológicos.

Un mundo donde la socialdemocracia y las derechas coinciden en la geopolítica, volviendo a olvidar los socialistas que, si triunfa esa lógica, los próximos en la lista son ellos.

En la política interna española, las derechas han vuelto a movilizarse, como hacen siempre que están fuera del gobierno, como hacen cada vez que necesitan desestabilizar a algún Ejecutivo más o menos de izquierda y encuentran alguna excusa para presentar sus intenciones golpistas como una "defensa de España".

Ahora, el argumento es la amnistía, pero en verdad la justificación da lo mismo, porque se comportaron igual con el último Felipe González —aunque a él se le haya olvidado—, con Zapatero y hasta con Adolfo Suárez, a quien no le perdonaban no plegarse a los intereses de las élites (entre otras cosas, se reunió con Yassir Arafat y fue más coherente con la soberanía de España que todo el PP y Vox juntos).

¿O es que acaso no ofreció Mariano Rajoy en 2017 la amnistía a Puigdemont si renunciaban a la independencia? ¿Qué diferencia hay con lo que ha negociado el gobierno en funciones de Pedro Sánchez?

Fuertes vientos racheados en la izquierda española
Portada del ABC del 19 de octubre de 2017.

La derecha opera con una lógica implacable: si hay oportunidad de debilitar a la izquierda, operemos. Tienen, siempre, la colaboración inestimable del grueso de los medios de comunicación, de los policías y guardias civiles más amables con el fascismo y de algunos jueces que deben su carrera al PP. Cobran bien precisamente de esa relación y comparten el odio a la izquierda (aunque esto no es condición necesaria).

Además, hay que reconocerles que han aprendido a trenzar apoyos internacionales, recuperando el ejemplo de la Operación Cóndor, con la que las dictaduras del Cono Sur latinoamericano se ayudaban para asesinar o detener a disidentes.

La guerra, sea en Ucrania o en Palestina —es espectacular lo poco que le importa al bipartidismo en todo el mundo hacer el ridículo defendiendo, dependiendo de cuál sea el sitio, una cosa o la contraria— son el canario en la mina que anuncia el fin de lo que Gerstle ha llamado "el orden neoliberal" (Gary Gerstle, Auge y caída del orden neoliberal, Barcelona, Península, 2023).

A lo que hay que añadir la robotización de la economía, el envejecimiento de la población, la incertidumbre apocalíptica de la inteligencia artificial, las migraciones, la permanente crisis económica, el colapso del que está advirtiendo con pruebas cada vez más contundentes el cambio climático global (donde no solo es el calentamiento, sino la pérdida de biodiversidad, las sequías, los incendios, los tornados, huracanes y vientos desconocidos que arrasan ciudades enteras, como le acaba de pasar a Acapulco. Los ricos van a terminar veraneando en su búnker).

Es evidente que, para todos estos problemas, las derechas tienen una solución: más guerra para la guerra, más trabajo y menos pensiones para los mayores, más mano dura para los inmigrantes, menos derechos para los trabajadores, más privatizaciones para la naturaleza. ¿Y qué dice la izquierda?

Vientos de Ferraz tumban los árboles de la izquierda

El PSOE está viviendo de la baraka de Pedro Sánchez, a quien el azar le está recompensando su atrevimiento. Su imagen de político oportuno (u oportunista) desactiva, al menos en parte, la respuesta ideológica de los sectores más a la derecha, por lo que tiene la llave para solventar el conflicto catalán en el que llevamos un par de siglos enredados.

Al no hacer valer argumentos ideológicos sino prácticos, el debate se vuelve más técnico que filosófico, algo que rematan los fascistas que se manifiestan en la sede de Ferraz y gritan "¡Viva Franco!", aunque mercenarios de la prensa digan en El Mundo que eran militantes del propio PSOE.

Sánchez ha desactivado la oposición interna, y la condición ultra de la derecha le hace pasar casi por un antisistema. Lo que le permite, a su vez, desactivar a la izquierda. Sus relaciones con la derecha económica son excelentes, y en Europa saben que es un fiel aliado de la OTAN y de las decisiones del Banco Central Europeo. Además, Perro Sanxe es más canalla entre las nuevas generaciones que la elegancia medida de Yolanda Díaz.

Sumar nació de un mal parto y no termina de recuperarse. El grupo parlamentario, que era el principal activo a sostener, ha reventado con la falta de cuidados y con la negativa de Díaz a entregar portavocías a los principales grupos de Sumar, lo que, unido a los vetos y al ninguneo (buscado o devenido), han provocado la 'espantá' final de Podemos y de Izquierda Unida (que más temprano que tarde anunciará igualmente su independencia. Las bases de IU o del PCE andan perplejas, y han empezado a manifestarlo).

Pretender sustituir ahora al PSOE es un error, igual que lo ha sido intentar acabar con Podemos. Hace 10 años tenía sentido ocupar el espacio de un PSOE lleno de termitas del régimen del 78, anegado de corrupción, caspa juancarlista y felipista y de parálisis.

En Ucrania, en Palestina, en el Sahara, en la transición ecológica, en la sanidad, en la educación, en las empresas públicas, no pueden ser tan parecidas las propuestas del PSOE y las de Sumar.

Esa cercanía hoy es firmar la subordinación, algo que Yolanda Díaz hace para alejarse de la confrontación bronca de Podemos —lo que llama "el ruido"— pero que difícilmente va a tener el apoyo de los partidos que la acompañan, del grupo parlamentario de Sumar e, incluso, de los ministros que tenga a bien elegir. La falta de cemento ha soltado los ladrillos y hay que volver a construir, más con obreros que con ingenieros y arquitectos.

Podemos acaba de celebrar este domingo una Conferencia Política para marcar la ruta de los morados, a la espera de la Asamblea que complete esa tarea. Le corresponde a la Asamblea, por estatutos, marcar el rumbo político de la organización, después de unas últimas asambleas vertiginosas, de la sorpresiva salida de Iglesias y del mal resultado electoral en las municipales y autonómicas.

Los diez años de ataques de las cloacas del Estado a Podemos han hecho mella. Y da igual que salgan audios de esa connivencia entre aparatos del Estado, periodistas y jueces: la sentencia está dictada y Pablo Motos puede decir en un programa diario con dos millones de audiencia que en España no hay libertad de expresión.

Ione Belarra ha emergido como secretaria general, sabiendo ocupar un espacio político reconocido —en España e internacionalmente— con el coraje de denunciar el genocidio israelí en Palestina, con la firmeza programática y por el esfuerzo de recorrer España reuniéndose con una militancia que, no es en número la de ayer, pero no desiste en sus convicciones.

Pero queda mucho trabajo pendiente. Entre otros asuntos, desterrar la cultura política en la que quien disiente está fuera del proyecto. Esa actitud cansa y hace que demasiada gente se vaya a su casa o a otros sitios. En la Conferencia Política han participado 31.000 personas (en la última consulta en junio pasado lo hicieron 52.000).

De las conclusiones se destila una necesidad imperiosa de diferenciarse de Sumar, algo que las bases sostienen indudablemente. Pero también se respira un enfado que, aunque comprensible, induce a algunos errores. Por ejemplo, nombrar en un documento político a personas de otros partidos e insistir en otras siglas como uno de los elementos principales. Tampoco hay que olvidar la inercia de Podemos, desde sus comienzos, a caer en el personalismo.

Todo lo que reclama Podemos es correcto, y ningún partido ha sido tan golpeado por el hecho de presentarse a las elecciones y acariciar el gobierno de España. Pero le falta encontrar cómo hacerlo de manera eficaz. Puedes tener más razón que votos. Ser una roca en tus ideas de izquierda, pero naufragar electoralmente. Y Podemos nació con voluntad de poder.

Decía el último Julio Anguita: "No me queráis tanto y votadme".  Podemos entra en una fase de reafirmación que era necesaria, especialmente después del vapuleo mediático y también de los errores que, aunque no sean de la dirección actual, hay que asumirlos para no repetirlos. Pero si la reafirmación se convierte en una confrontación permanente con el resto de la izquierda, difícilmente le permitirá a Podemos hacer la tarea de agregación que representó hace una década.

Conclusión: borrasca permanente

No parece que la tormenta política en España, Europa y el mundo vaya a amainar. Estados Unidos, como hegemón moribundo, va a morir matando, y ya ha traído de nuevo la guerra a Europa, al tiempo que el genocidio palestino, autorizado por Washington y Bruselas, va a convertir al mundo en un sitio más inestable. China no se resiente y eso hace más paranoico al viejo gendarme mundial. La UE cada vez es más insustancial en la arena global.

América Latina está emergiendo. Eso es esperanzador, pero también vamos a ver cómo es foco de nuevos ataques por parte de las oligarquías nacionales y de los Estados Unidos. No deben relajarse o recibirán un zarpazo. Desde Venezuela —donde ya despidieron a Guaidó y han buscado una nueva pieza, la halcón María Corina Machado, para consumar el tan demorado golpe— a México y Brasil, pasando por Colombia, Argentina o Ecuador, el continente está en disputa.

En España, el parlamento va a ser un lugar complicado, de manera que el Gobierno también va a ser complicado. Si la política se hace en los medios, ya vemos que la política va a echar chispas.

Van a ser más sencillas mayorías parlamentarias para sacar leyes de derechas que de izquierdas, además de que el mantra del apoyo de los independentistas vascos y catalanes va a ser el motivo principal de las derechas.

Las presumibles políticas conservadoras del nuevo gobierno de coalición —dictadas por el PNV, Junts y Coalición Canaria, a las que se puede unir incluso el PP— ya han marcado el rumbo a Podemos, que espera beneficiarse de ser la única fuerza a la izquierda que mantenga la coherencia ideológica.

Pero eso no es garantía de éxito, de manera que la confrontación ideológica entre Sumar y Podemos, lejos de beneficiar a los morados, puede llevar al voto al PSOE. Las peleas internas rara vez han brindado ventajas al espacio alternativo.

¿Hay alguien que pueda volver a intentar juntar todos los fragmentos esparcidos de la izquierda? Nunca los tratados de paz se hacen con las víctimas salvo que, como en Colombia, haya un proceso de justicia transicional, donde todos se reconozcan y se disculpen. Pero la única justicia que hay en el ambiente, en todo el mundo, tiene sabor a venganza. Como si hubiéramos visto en la película la maldad de los adversarios. No hay nada de que hablar en ningún lado y el héroe está herido. Parece que va a llover duro.

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¿Tambores de una III Guerra Mundial? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/10/22/demasiadas-guerras-demasiadas-victimas/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/10/22/demasiadas-guerras-demasiadas-victimas/#respond Sun, 22 Oct 2023 13:20:33 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11783 Continuar leyendo "¿Tambores de una III Guerra Mundial?"]]>
Varios manifestantes durante una protesta pro Palestina en Bruselas, a 22/10/2023. Nicolas Maeterlinck / Belga / dpa / Europa Press.
Varios manifestantes durante una protesta pro Palestina en Bruselas, a 22/10/2023. Nicolas Maeterlinck / Belga / dpa / Europa Press.22/10/2023 ONLY FOR USE IN SPAIN

Demasiadas guerras, demasiadas víctimas

La guerra entre Ucrania y Rusia, la guerra entre Israel y Hamás (que afecta a toda Palestina y ya también a Libia y Siria), la guerra entre Armenia y Azerbaijan por Nagorno-Karajab (con el exilio armenio), la guerra en Etiopía (donde pueden haber muerto hasta 600.000 civiles), conflictos armados en India, en Myanmar, en Congo y Grandes Lagos, en Burkina Faso, Mali, Níger, en Sudan, Yemen, Nigeria, Somalia, Kenya, una guerra larvada y permanente en Haití.

Hay también conflictos entre fronteras que dejan en un juego de niños lo que fue la frontera entre el Berlín oriental y el Berlín occidental. Por ejemplo, la 'guerra' contra los cárteles de la droga en Ecuador, Colombia y México (con amenazas de congresistas estadounidenses de mandar al ejército a México para golpear a las bandas criminales), recuerda el latente conflicto entre la derecha norteamericana y el gobierno progresista de López Obrador. Ya le robaron una parte de su territorio. También quieren su soberanía.

A esto hay que sumarle las declaraciones de Joe Biden —al que, como buen presidente del Partido Demócrata, se le acumulan las guerras—, así como las afirmaciones de congresistas y senadores advirtiendo de que EEUU puede soportar otra guerra en Oriente Medio.

Son todas señales de una inestabilidad global que presagia negras tormentas. Con un horizonte al que apuntan todos los documentos estratégicos militares de los EEUU: el horizonte de un conflicto armado contra China, cebado por la visita a Taiwan en agosto de 2022 de Nancy Pelossi, entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU.

El regreso de la guerra al suelo europeo después de cincuenta años es estremecedor, aún más cuando en la Unión Europea ampliada están los países de Visegrado —Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia— que han demostrado un escaso apego por los derechos humanos.

Las urgencias de Alemania en 2004 para incorporar a estos países, ha seguido demostrando que la vertiginosidad de la reunificación alemana en 1990 -que condujo al bombardeo de la OTAN sobre Yugoslavia- fue un tremendo error (algo que ya vislumbraba en mi tesis doctoral hace más de dos décadas).

Lo que está pasando en Palestina, delante de una paralizada comunidad internacional, no tiene palabras.

Hablar de una tercera guerra mundial no deja de ser un recurso retórico. Pero también lo fue llamarlas así a la primera y a la segunda, quedando abierto si la condición de mundial la marca quiénes sean los contendientes —las potencias centrales— o la brutalidad del conflicto medida en muertos y afectados.

No deja de ser cierto que los 10 millones de muertos y 20 millones de heridos en la Primera Guerra Mundial y los 40-50 millones de cadáveres en la segunda (más 100 millones de heridos y 50 millones de desplazados) tienen entidad suficiente como para calibrar como mundial su alcance, aun no siendo cierto, pero nos llevan a olvidar conflictos que, circunscritos a un país o a una zona, expresan incluso mayor brutalidad relativa.

En 1964-65, el gobierno conservador de Suharto, con apoyo norteamericano, asesinó a un millón de supuestos comunistas indonesios. Ese genocidio no se considera parte de ninguna guerra, de la misma manera que los asesinados y desaparecidos en las dictaduras latinoamericanas (muchos de ellos en una coordinación internacional en la llamada "operación Cóndor") bien podría sumar otros centenares de miles de víctimas.

Una hipótesis sobre la guerra mundial: la debilidad de los EEUU

La pregunta para poder hablar de una tercera guerra mundial pasa por responder si todos los conflictos en curso forman parte de una misma causa. Porque si fuera así, tendría sentido unificarlas y, lo que es más relevante, tratarlas de manera sintomática.

Una hipótesis a valorar dice que la tercera guerra mundial es un efecto de la debilidad como hegemón mundial de los EEUU. La potencia que ganó la Guerra Fría está acosada por problemas internos —pobreza, fentanilo, polarización política, crecimiento de la extrema derecha, pérdida de poder económico, declive industrial, envejecimiento de la población, violencia, envilecimiento mediático— y, con desesperación, pretende defender militarmente la primacía que, en términos objetivos, ha perdido.

No deja de ser esclarecedor que, mirando por ejemplo a las derechas europeas, norteamericanas y latinoamericanas, su evaluación de las guerras en curso, donde funciona una línea de tensión Occidente-el resto es similar. ¿No será entonces señal de que hay o bien un interés material o un sesgo ideológico, directo o indirecto, en todas estas guerras? Cuando desde la socialdemocracia se dice que el mundo Occidental es un jardín y el resto selva se está compartiendo un análisis.

No deja igualmente de llamar la atención que las derechas europeas, que históricamente han sido antijudías —la expresión antisemita es errónea, porque los palestinos también son pueblos semitas— demuestren ahora un apoyo cerrado al gobierno ultra de Israel. Es evidente que las derechas mundiales están alineadas con los intereses geopolíticos de los EEUU, y que esta alineación geopolítica pesa más que su coherencia ideológica.

El medio siglo de neoliberalismo ha debilitado los lazos comunes, ha desterrado la fraternidad a la compasión cristiana —a veces, ni siquiera, cuando se ve la primacía económica de amplios sectores evangelistas—, ha hecho neoliberal a la socialdemocracia, ha ganado la Guerra Fría, ha demonizado a la izquierda y ha desmantelado los estados sociales.

Demuestra que la "muerte de Dios" de la que hablaba Nietzsche en el siglo XIX, donde realmente ha operado ha sido en el mundo de la economía. El homo œconomicus neoliberal sería visto con horror por el Adam Smith autor de la Teoría de los sentimientos morales (1759), y ningún economista liberal del siglo XVIII vería al FMI, al Banco Mundial o a las agencias de calificación como otra cosa que instituciones psicópatas.

Derechas claramente antijudías, como la española, la húngara, la polaca, la alemana e, incluso, la norteamericana, coinciden en compartir los enemigos, que se señalan y se hacen propios más en cuestiones de interés que de valores o de identidades. Ahí radica el peligro de una tercera guerra mundial. Que no tendrá necesariamente los mismos contorno que en 1918 o en 1939, pero su alcance será similar.

La incomprensible cercanía geopolítica de la socialdemocracia y la derecha

Las derechas europeas y latinoamericanas han unido su suerte a los intereses geopolíticos norteamericanos, en donde, sorprendentemente, hacen causa común con la socialdemocracia.

Apenas hay diferencias entre las posturas de la Internacional Socialista y de la derecha liberal-conservadora respecto de la guerra en Palestina —la culpa es de Hamás—, la guerra en Ucrania —la culpa es de Putin, aunque ayer fuera su aliado—; los conflictos en América Latina —culpa siempre de los bolivarianos, los izquierdistas o los indigenistas—; en el mundo árabe —culpa de los integristas, aunque no lo sean, como ocurre con la población de Palestina, con el agravante de que fue Netanyahu el que cebó a Hamás para debilitar a la Organización para la Liberación de Palestina— o en África —culpa de los salvajes influidos por Rusia y por China—.

Cuando el PP de Feijóo y Díaz Ayuso, o el VOX de Abascal y Buxadé (como metáfora de todas las derechas) no dudan un ápice en apoyar a Bolsonaro tras el encarcelamiento ilegal de Lula; cuando toman parte sin fisuras con Israel negando el genocidio palestino o, incluso, culpando sin pudor a Hamás de la voladura del hospital Bautista —igual que ayer negaron las matanzas cotidianas en la zona—.

Cuando apoyan a los gobiernos africanos corruptos o golpistas y secundan el aniquilamiento de las organizaciones de izquierda, cuando engloban como terroristas a todos los que se oponen al genocidio israelí o a la influencia norteamericana en Oriente Medio (compran las listas de organizaciones terroristas que crea la geopolítica norteamericana).

Cuando asumen como Presidente interino a un ladrón como Guaidó —que se autoproclama en una plaza—, cuando aceptan que la OTAN se extienda hacia el Este buscando provocar, cuando presionan para que China no pueda desarrollar en Europa el 5G o la ruta de la seda.

Cuando afirman, mintiendo, que Rusia bombardeó un mercado —fue Ucrania—, o que voló el gaseoducto Nordstream 2 —fueron intereses antirrusos—; cuando tergiversan la historia para justificar cualquier barbaridad en el presente, esas fuerzas políticas están preparando la tercera guerra mundial.

No es gratuito que los medios de comunicación hayan asumido una situación propia de guerra y, en consecuencia, constantemente mientan. Sorprende que los medios solo dicen la verdad durante varios minutos, cuando informan con la celeridad a la que le obliga la época para no perder espacio, pero luego, con la misma celeridad, cambian los titulares y se alinean con la versión oficial que les dictan sus jefes.

Los medios están ya en lógica de guerra mundial. Y lo mismo ocurre con la derecha iliberal, que no respeta los principios de la democracia parlamentaria. Es curioso que la derecha que estaba próxima a Hitler, Mussolini o Franco en su mirada histórica (o más tarde al colonialismo o al apartheid en Sudáfrica), hoy sigan defendiendo principios parecidos, pero en nombre de la democracia. La confusión es un rasgo de la época.

En este sentido, tenemos a la derecha que niega la legitimidad de las elecciones —le pasa a Trump, a la derecha mexicana, al Partido Popular y, por supuesto, a VOX—; la derecha que amenaza a diputados de la izquierda —Sandra Valencia Ramos, diputada extremeña del PP, diciendo a Irene de Miguel, diputada de Podemos: "ten cuidado, protege a tu hijo", que recuerda tanto a las advertencias de los fascistas a Giacomo Matteotti—.

La que berrea mientras otros diputados hablan, o que abandona constantemente el Parlamento cuando no le gusta algo; la que usa el aparato del Estado y a jueces reaccionarios para perseguir a los adversarios políticos; la que celebra los vetos norteamericanos en Naciones Unidas en favor de Israel.

La que insulta al Papa Francisco porque no coincide con sus posiciones autoritarias, homófobas, mentirosas y depredadoras con el medio ambiente; la que presiona a los medios para que mientan y polaricen.

Estar alertas no es hacer catastrofismo

No se trata de hacer catastrofismo ni de predecir, como iluminados profetas del apocalipsis, la debacle planetaria, sino de hacer ver que hay una frivolidad política, ajena a los principios básicos de la democracia, que está debilitando las barreras institucionales frente a la guerra.

Primero vino el neoliberalismo, a individualizarnos y romper las defensas antiaéreas de la democracia, del bien común y de la opinión pública. Luego, con la crisis de 2008, vino la radicalización del debate, otra vuelta de tuerca en los argumentos individualistas en nombre de una libertad autoritaria, para extender un odio nihilista patriotero que justifica el destierro de la empatía y el odio como principal ingrediente de la política.

Por último, sólo quedan los ejércitos y las cárceles. En España, hace cinco años que el Consejo General del Poder Judicial está fuera de la Constitución. ¿Qué vendría si ganara el PP con VOX? Como para que algunos sigan tensando la cuerda.

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Los nuevos vikingos y los dolores del mundo https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/10/15/los-nuevos-vikingos-y-los-dolores-del-mundo/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/10/15/los-nuevos-vikingos-y-los-dolores-del-mundo/#respond Sun, 15 Oct 2023 05:00:02 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11766  

Una imagen de la serie 'Vikingos'. TM Productions / Take 5 Productions / Octagon Films / Shaw Media / Corus Entertainment / MGM Television.
Una imagen de la serie 'Vikingos'. TM Productions / Take 5 Productions / Octagon Films / Shaw Media / Corus Entertainment / MGM Television.

Una paradoja de estos tiempos está en que conforme hay más estímulos para la desconexión y el entretenimiento, cuanto más abundantes son las invitaciones para cortocircuitar los canales de la compasión, con más radicalidad regresa la urgencia de hacernos cargo entre todos y todas de los dolores del mundo. Esa oferta infinita y accesible de ocio e indiferencia, como ocurría con la gratuidad de las redes sociales, siempre lleva un precio escondido: que vuelvan a saquear nuestro mundo los vikingos.

Cada día va a ser más evidente que ni siquiera los más ricos -entre países o dentro de cada país- van a poder escaparse del huracán que se está levantando. Porque haciendo lo mismo no vamos a tener resultados diferentes.

Va a faltar en todos lados agua, energía, cobijo, alimento, sentido y paz. Sobre todo, paz. Basta pensar que el genocidio que quiere perpetrar Israel en lo que queda de Palestina es una respuesta agónica frente a un mundo que se está escapando, y que los Estados Unidos ya no va a ser capaz de sostener. Las barbaridades que se cometan y las víctimas que se creen van a tener memoria. Palestina aún recuerda la Naqba de 1948. Con violencia siempre habrá incertidumbre.

Siempre nos construyen nuestros enemigos, y la falta de salidas radicaliza los caminos. La extrema derecha mundial -en esa extraña alianza de neoliberales, anarcocapitalistas, conservadores, ultras religiosos, militaristas, racistas, colonialistas, machistas, corruptos y perplejos-, que siempre fue antijudía, hoy abraza las políticas de Israel porque son las políticas que ellos querrían aplicar en sus países. Es lo que hicieron en América Latina con Colombia bajo el mandato del presunto criminal y patrón de asesinos Álvaro Uribe. Son los mismos que ayer defendían el régimen del apartheid en Sudáfrica -régimen que defendieron, entre otros muchos, Milton Friedman o Friedrich Hayek, con el argumento de que la democracia no era para los negros-.

Hoy, miran con envidia la política de segregación de Israel, su uso autorizado de la violencia militar y de los colonos usurpadores, la articulación del derecho como una continuación del Ejército, el desprecio a las víctimas, la justificación del asesinato, el expolio de las tierras y riquezas de la gente ocupada, las mentiras que demonizan y los bulos que azuzan el odio y justifican las barbaridades. Son los nuevos vikingos con derecho a saquear, raptar, violar o asesinar en nombre de su santo derecho a ser libres por encima de cualquier cortapisa. Sólo saben una cosa: que tienen derecho a hacer lo que quieran porque la sociedad no existe, solo individuos actuando en el mercado.

Rotas, por el desmantelamiento del Estado social, las barreras que defendían el espacio público, hoy, ante el desorden del mundo que anunció la crisis económica de 2008, agitan el victimismo para justificar que, o se hace lo que ellos quieren, o patean el tablero. La misma extrema derecha, que ha arrastrado a la derecha, y no ve a sus víctimas, se considera víctima de la pérdida de sus privilegios. Y se dan razones para odiar a los que les frenan su 'libertad'. Y primero odian, y luego buscan los argumentos.

Los mismos que bramaban porque ya no iban a poder tener sexo sin firmar antes un contrato, los mismos que defendieron a los miembros de la manada que violaron a una niña inconsciente, a los futbolistas del Arandina o a Rubiales, el seleccionador de la Federación Española de fútbol, braman cuando se rebaja unos meses la pena a un violador (a quien, por lo general, un juez le perdona los agravantes para sacarlo antes). Primero odian, luego piensan.

Cuando teníamos las respuestas nos cambiaron las preguntas, y las preguntas son tantas que sólo puede resolverlas por nosotros -y quizá contra nosotros- un algoritmo. Se está complicando demasiado el mundo. Las desigualdades, que generan en unos rabia y en otros miedo; los virus en el software, probado que la naturaleza diseñó durante cientos de siglos y que amenazan con llevarse por delante, con catástrofes climáticas, tu paella, mientras disfrutas de un idílico lugar de vacaciones; el agotamiento de una geopolítica sostenida con las bases militares norteamericanas y su capacidad de matar; el contraste entre los anuncios de una vida placentera y la realidad del día a día; la tranquilidad perdida de los museos; pasear con los tuyos en tu ciudad; estar en una escuela impartiendo o recibiendo clases...

En alguna ocasión hemos comentado que la petición de Gramsci de oponer al pesimismo de la inteligencia el optimismo de la voluntad no era una ingenua mirada que pensara que, si te esfuerzas, vas a conseguir lo que quieras, como en el más idiota de los libros de autoayuda. Era la asunción de que sólo inyectando pueblo consciente en la realidad social se podía superar la noche oscura del fascismo. La voluntad es el camino que emprendes cuando has entendido tu lugar en la vida. El optimismo de la voluntad es entender que a los vikingos hay que parales los pies y que para pararles los pies tenemos que hacer nuestros los dolores del mundo.

Pasar por el planeta entretenidos es una manera idiota de gastar el regalo de la vida. No en vano, lo que significa para la amplia mayoría lo más relevante de la vida, que es su familia, no es un lugar por el que quieres pasar distraído. Muy al contrario, hay ahí a menudo un sacrificio que deja de ser un dolor, porque tiene la recompensa de haber hecho lo correcto. Es al amor en la perspectiva de San Agustín, Hanna Arendt o el Che Guevara.

Hemos olvidado que somos una gran familia, a la que pertenecen todos los que viven con nosotros y también los que aún no han nacido pero pisarán estas calles, plazas, tierras y arenas. En esa desmemoria se hacen fuertes los vikingos. Empezar a hacernos preguntas es empezar a recuperar la consciencia. Aunque duela.

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¿Tiene que esconderse el Estado profundo? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/10/08/tiene-que-esconderse-el-estado-profundo/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/10/08/tiene-que-esconderse-el-estado-profundo/#respond Sun, 08 Oct 2023 05:30:49 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11745 alt --> Tengo dudas de que sentarse con Villarejo no sea un ejercicio de riesgo. No en vano, se trata de un delincuente cuyo único objetivo, como el de un preso, es intentar escaparse. Para ello va a mentir, prometer, ofertar y hacer lo que esté en su mano para salvar el pellejo. Villarejo no es el … Continuar leyendo "¿Tiene que esconderse el Estado profundo?"]]> ¿Tiene que esconderse el Estado profundo?

Tengo dudas de que sentarse con Villarejo no sea un ejercicio de riesgo. No en vano, se trata de un delincuente cuyo único objetivo, como el de un preso, es intentar escaparse. Para ello va a mentir, prometer, ofertar y hacer lo que esté en su mano para salvar el pellejo. Villarejo no es el General Della Rovere. No hay que esperar de él ninguna grandeza. Villarejo viene de las cloacas y es pura cloaca. Si tuviera alguna dignidad habría presentado las pruebas que podrían demostrar la condición delincuencial de una parte importante de los empresarios, políticos y periodistas más importantes de España con los que ha tenido negocios. Pero no lo hace. De manera que lo único que le ocupa es lanzar mensajes a los poderosos: mirad con quién me siento, cuidado que tengo todavía muchos secretos...

Hablar con él no es hablar con la garganta profunda que destapó el Watergate. Todo lo que tiene que ver con el Estado profundo está prohibido por cualquier pediatra y por quien no confunda la política con la noche roja de Juego de tronos. El Estado profundo es mero poder en una dictadura. Por el contrario, tiene que esconderse en democracia. Cuando deja de esconderse, o no es Estado profundo o no es democracia. Momentos de convulsión.

Hay una ley de la voluntad de poder de las élites, una ley social tan fuerte como la ley de hierro de la oligarquía, y que explica que del lado del poder esté siempre el ejército, la administración del Estado, la religión y el conocimiento. Y es lo que explica que militares, funcionarios, el clero y los intelectuales hayan vivido, por lo general, mejor que el conjunto de la ciudadanía. Nunca hasta el punto de enriquecerse -hay excepciones- porque no dejan de ser mayordomos del poder: cualificados pero mayordomos. Pero siempre se sienten parte también de una élite.

Sólo en el siglo XXI algunos mayordomos han empezado a codearse con los dueños: periodistas influyentes -que han sustituido a los intelectuales en su tarea de propagadores de ideas-, los telepredicadores, los dueños de empresas de mercenarios -Wagner o Blackwater, con Putin o con Clinton, Bush y Obama- y los funcionarios de alto nivel ligados a las instituciones financieras internacionales -Banco Mundial, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional- o a las Big Four (Deloitte, ‎Ernst & Young, ‎Price Waterhouse Cooper y ‎KPMG).

A partir del siglo XVI, los Estados empezaron a ser los lugares donde el poder se articulaba. Y por eso, tan temprano como la conceptualización de los Estados -con el empuje inicial de Maquiavelo en 1513, con El príncipe- estuvo la conceptualización de la razón de Estado, que no es sino el interés de las élites encubierto como interés de las mayorías. La razón de Estado no es sino la razón que acompaña a los intereses de las élites que tienen capacidad de decidir el rumbo colectivo, bien porque tienen en nómina a políticos, periodistas, militares o funcionarios, bien porque su capacidad de echar pulsos al Estado les otorga un poder desmesurado.

Si la derecha se sobrepasa, puede ocurrir cualquier cosa. Como amagó el 15M. Un movimiento que puede regresar

La derrota de la izquierda española en 1939 y la muerte del dictador en la cama ha permitido bochornos como el del Emérito, que 114.000 buenos españoles sigan en fosas y cunetas, que el líder de la derecha sea una persona que veraneaba con un narco o explican que el CGPJ siga caducado cinco años después de agotados sus plazos legales.

Pero, al mismo tiempo, la izquierda política y, sobre todo social, anda alerta y enfadada por el fraude de la Transición y subsiguentes fraudes, de manera que si la derecha se sobrepasa (con el beneplácito del PSOE o, al menos, de un sector socialista), puede ocurrir cualquier cosa. Como amagó el 15M. Un movimiento que puede regresar. Quizá por eso no han vuelto a comprar diputados para Feijóo, como hizo la derecha para llevar a Esperanza Aguirre al gobierno de Madrid.

Damiá del Clot ha escrito un demoledor libro sobre el Estado profundo en España. En el que da cuenta de los Villarejos, la impunidad del Emérito, las dificultades para saber quién es eme punto Rajoy, los negocios al calor del poder de Florentino Pérez, la incapacidad para entender que Catalunya y el País Vasco son naciones -de manera que España o es federal o mal arreglo tiene-, o la podredumbre mediática y judicial de esa misma España, que no afecta, por lo que decíamos, a todo el periodismo ni a toda la judicatura, pero a la que amenaza una sombra sobrevuela poderosa esas profesiones.

¿Tiene que esconderse el Estado profundo?En el prólogo que hice para Anatomía del deep state español. La defensa de la razón de Estado, (Madrid, Catarata, 2023),de Damnià del Clot,  escribía:

Quien declara el estado de excepción es el soberano. Las élites votan todos los días, deciden por las mayorías todos los días y, llegado el caso, declaran el estado de excepción, para quienes ellos decidan, todos los días.

El Deep State es la expresión actual de la razón de Estado, esa conjunción, no siempre coordinada, de altos círculos del poder, altas finanzas, servicios de inteligencia, ejército -y su industria armamentística-, togados, junto a los publicistas de todos ellos. Es el Estado dentro del Estado, más sus ramificaciones. Esto es, el uso de recursos públicos y privados al margen de la ley, la ética y la supervisión popular a los que recurre el poder político y económico para mantener sus privilegios y su statu quo.

La "razón de Estado" se mueve. No es igual en la Florencia de Maquiavelo que en la Italia de Meloni. Ni la que aplicó Lincoln y condujo a la guerra que la que asesinó a Kennedy o dominó el Despacho Oval en tiempos de Donald Trump. No es igual la que encarceló a Mario Conde y Jesús Gil o a los independentistas catalanes, la que formó los GAL o la que ocultó las tropelías del Rey Juan Carlos I. No es igual la que ha mantenido durante años fuera de la Constitución al Consejo General del Poder Judicial y la que persiguió con decenas de juicios finalmente archivados a Podemos. ¿O sí? Un hilo rojo las recorre. Es otro instrumento de quien tenga poder. Cuando el mercado empezó a dictar la lógica del Estado, el Deep State empezó a responder más a banqueros y empresarios que a monarcas.

Acertó El manifiesto comunista (1848) al afirmar que el Estado es "donde se sienta el consejo de administración que regula los intereses conjuntos de la burguesía". En ese momento era cierto. Pero después pasó la Comuna de París de 1871 y la extensión del sufragio, el neocolonialismo y las guerras entre potencias, la organización de la clase obrera y la Primera Guerra Mundial, la Segunda gran guerra y la derrota del fascismo, los Estados sociales y desarrollistas y la edad de oro de la socialdemocracia, el neoliberalismo, el calentamiento global, la crisis del neoliberalismo...

El Estado moderno que emerge del feudalismo tuvo los mismos orígenes que una organización mafiosa: ofrecían seguridad frente a sus propias amenazas. Pero no basta la mera violencia. Además de la fuerza, el Estado siempre termina reclamando la gestión de lo colectivo porque defiende alguna suerte de implicación en el bienestar general (aunque solo fuera porque garantiza la paz). Pero tampoco caben engaños: la forma Estado, salvo en los lugares donde se impugnó el capitalismo, siempre tuvo, como última razón, el mantenimiento de los privilegios de las clases privilegiadas. Especialmente la propiedad privada.

Conforme el Estado fue "domesticándose", los poderosos fueron buscando soluciones alternativas al derecho para mantener las posiciones de poder de las clases privilegiadas. Votar, como decía Luis Napoleón Bonaparte, valía porque los pobres votarían a los ricos. En paralelo, el Estado puede estar en guerra sin que nadie lo sepa: en el Holocausto, en el Irangate, con los GAL, contra los adversarios políticos...

La derrota de la derecha en la II Guerra Mundial y la extensión del Estado social -alimentada por la existencia de la URSS- activó una suerte de "plan B" de los poderosos a la espera de la recuperación de la primacía del mercado sobre el Estado social.

El Club Bildelberg, el Foro de Davos, la Organización Mundial del Comercio, la Trilateral, la articulación neoliberal en diversas universidades europeas y norteamericanas, el G-7, la CIA... son espacios que construyeron el modelo neoliberal, al tiempo que desactivaban a los sectores críticos y terminaron incluso ganando a la socialdemocracia para las tesis neoliberales. El Estado profundo es el jarro de agua fría sobre la ingenuidad democrática de los sectores que creyeron en la democracia.

En el caso de España, el Deep State ha tenido su recorrido como alcantarillas o cloacas: una expresión esperpéntica de la razón de Estado. Como si las fuerzas especiales mandadas a Gibraltar por Thatcher para ejecutar a miembros del IRA o los que asesinaron a Kennedy o a Bin Laden o los que abortaron tantas revoluciones fueran Deep State, mientras que la formación de los GAL, con policías corruptos, consumidores de drogas y de prostitución, que terminaron asesinando o secuestrando a personas equivocadas, o el 23-F, con un guardia civil de opereta entrando en el Congreso, o la cobertura de las aventuras extramaritales del Rey Emérito por parte de policías de película de bajo presupuesto como Villarejo e, incluso, un CNI dedicado en cuerpo y alma a tapar furores genitales borbónicos fueran simplemente cloacas, más cercanas a un juego sucio torpe y poco profesional que a lo que uno podría esperar de los que detentan el poder en España. Pero ese Estado profundo en España, aun en su esperpento, ha vaciado sustancialmente nuestra democracia.

Sin desmerecer de Cervantes, Lorca, Gaudí o Picasso, en vez de a James Bond, con licencia para matar, tenemos a Torrente, el brazo tonto de la ley

En las democracias consolidadas, el Deep State es la profesionalización del golpe de Estado blando -aunque puede incluir asesinatos, como el de Falcone y Borsellino en Italia- que protagonizan las élites. En España, con una Transición tutelada y con demasiadas tareas democráticas pendientes, la razón de Estado ha tomado forma de farsa, correspondiendo a jueces conservadores y medios de comunicación la forma más elaborada de Deep State. Cosas de la intransitiva Transición.

Como recoge Del Clot siguiendo a Colomer, España es "una nación frustrada y, al mismo tiempo, un Estado débil". Sin desmerecer de Cervantes, Lorca, Gaudí o Picasso, en vez de a James Bond, con licencia para matar, tenemos a Torrente, el brazo tonto de la ley; en vez de Novecento tenemos La Vaquilla; y en vez de a los Monti Python tenemos a Los morancos. El punto de encuentro de las élites  españolas es la defensa de la monarquía. Sin rey, las élites hispánicas no sabrían coordinarse.

Bien dice Del Clot que cuando el Estado no tiene que esconderse de nada, como en el franquismo, no hay "Estado profundo". ¿Para qué? Por eso hay una relación tan profunda hoy entre el Estado profundo y los medios de comunicación. Que lejos de denunciar tejemanejes los ocultan, justificando cualquier tropelía. Aunque puede haber una vuelta de tuerca: el Estado profundo puede usar la amenaza de que hay un Estado profundo, atribuido a la izquierda, para seguir aplicando el Estado profundo. Es Trump hablando de la ciénaga de Washington o VOX y el PP cuestionando ayer la autoría de los atentados de Atocha o en las elecciones de julio de 2023 el recuento electoral, a Correos o a Renfe".

Así están nuestras democracias. Pero no somos capaces de explicarlo y de convencer ni siquiera a toda la izquierda. Y entonces, nos dedicamos a humillarnos y golpearnos. Mientras el Estado profundo se frota las manos diciendo: siempre hacen ellos el trabajo que nosotros nunca terminamos de ejecutar.

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Hasta que no me pasó a mí, no me di cuenta https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/10/01/hasta-que-no-me-paso-a-mi-no-me-di-cuenta/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/10/01/hasta-que-no-me-paso-a-mi-no-me-di-cuenta/#respond Sun, 01 Oct 2023 05:00:37 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11714
Hasta que no me pasó a mí, no me di cuenta
Manifestantes ultras delante de la casa de Pablo Iglesias e Irene Montero. - Agencias

Vivimos una temporada políticamente magmática, con todos los minerales fundidos sin dar pistas de hacia dónde van a solidificar. El PSOE anda agitado por su vieja guardia, que sigue soñando con una gran coalición, a lo que se suma la perplejidad de una parte de la nueva, que se pregunta si la enorme flexibilidad que muestra Sánchez es cosa del socialismo o responde a alguna otra conjunción de los astros. Los independentistas catalanes andan midiéndose las costuras con navaja, y en el País Vasco el PNV duda de si rezar le va a bastar para que no le gane las elecciones Bildu, que también tiene tensiones por un sector que no aprueba esa blandura que ha habitado desde que se podemizaron. Tampoco están bien las cosas en la izquierda de las plazas, con Sumar que se ha olvidado la calculadora en casa y Podemos que está quitándole las pilas a todas las calculadoras. Del PP, ¿qué decir? Se parecía demasiado la foto de la bancada pepera aplaudiendo a Feijóo en su derrota de investidura a aquella reciente de esa tropa haciendo lo mismo con el finado Pablo Casado.

En este magma, algunas cosas nuevas están cambiando. El PSOE ha empezado a quejarse de esos falsos periodistas, amparados por esa cuna de falso periodismo que es OK Diario, a los que su compañera Meritxell Batet autorizó a orinarse en las moquetas de la Carrera de San Jerónimo. Y en una dirección parecida, en el magma del PSOE han empezado a darse cuenta de que hay cosas que les pasaban a otros y les daba lo mismo pero que, cuando les pasan a ellos, la perspectiva cambia. Pobre política cuando solo reaccionamos si nos pisan la manguera.

El enfado, comprensible, del alcalde José Luis Martínez-Almeida cuando el concejal del PSOE Daniel Viondi le tocó la cara en un pleno, con evidente tono chulesco, contrasta con la alegría simpática –no sé si comprensible– cuando Florentino Pérez, el todopoderoso presidente del palco del Real Madrid y empresario de todas las salsas cargadas de colesterol del malo, pasó por detrás del alcalde y, en público y con cámaras grabando, le dio una colleja con evidente gesto de superioridad, mientras el alcalde hablaba con alguien y tuvo que interrumpir la plática ante el ridiculizante leñacito.

Ante el gesto grosero de Viondi, Almeida reaccionó señalando con el dedo al concejal socialista y llamándole violento. Ante el gesto prepotente de Florentino, el alcalde se encogió de hombros, como si le hubieran pillado robándose una chocolatina. Seguramente la diferencia está en que uno estaba autorizado a hacerlo y otro no. Aunque un alcalde, que es de todos, no debiera confundir su cargo con su persona. Las collejas debiera dárselas Florentino en los reservados del palco, pero no en la plaza pública. En cualquier caso, la diferente actitud de Almeida es evidente. Seguramente es un ejemplo claro de cómo gestionar el consentimiento. Hasta que no nos pasa a nosotros, no nos damos cuenta.

En el PSOE se han enfadado, y con razón, cuando un tipo, ahora sabemos que también paisano de Valladolid, Lucas Burgueño, "coach-motivacional", especializado en mindfulness, violento también con policías, condenado según los medios por otros actos de violencia –igual que Vargas Llosa debiera leer sus propios libros, Burgueño debiera hacer un curso de mindfulness–, acosó al diputado vallisoletano Óscar Puente en el tren. Puente, que ha tenido su jornada de gloria respondiendo a Feijóo en la moción de investidura, interrumpió, defendiendo sus derechos como ciudadano y como representante político, la salida del AVE, que se retrasó 45 minutos hasta que llegó la Policía no sé muy bien a qué, porque el agresor pudo hacer finalmente el viaje.

Por lo que hemos visto, no se abalanzaron sobre el diputado del PSOE los viajeros exigiéndole que depusiera su actitud y dejara salir el tren. Puente es una persona arrojada, pero supongo también que sentirte arropado algo ayudará.

Sin embargo el Partido Popular, en su deriva ayusista, incluso ha tuiteado afeando a Puente su insistencia en esperar a que llegara la Policía: "Estimado Óscar Puente: Parar un tren, exigir una interventora, llamar a la policía, provocar un retraso y denunciar por una pregunta incómoda, es abusar de recursos públicos y del tiempo de la gente. Horas de notoriedad a costa del tiempo de muchos".

Que el PP está compitiendo con los bravucones prefascistas, fascistas y posfascistas de Vox es bien conocido, pero, en el caso de Puente, supongo que ayuda saberse una de las dos grandes fuerzas del bipartidismo. Porque cuando otras fuerzas han necesitado colaboración de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado para parar a energúmenos, no han encontrado la misma disposición. Y esto no es una afirmación teórica, sino que nace de la más cruda de las experiencias.

La gente de Podemos ha sufrido durante diez años ese tipo de ataques y no ha abierto los telediarios. Aún más, cuando alguna vez ha salido, como ocurrió en una ocasión en Cuatro, ha sido para intentar quitarle hierro al asunto (una periodista con poco de periodista pensó que, en nombre de la Justicia, había que preguntar al agredido y al agresor para que los dos dieran su opinión. Y, obviamente, la periodista se puso del lado de los agresores. No en vano, el programa lo producía la empresa de Ana Rosa Quintana).

En aquella ocasión, unos garrulos con dinero -uno, Luis Fernando Marín Lampareo, director gerente de Asociafruit de Andalucía, y otro, Antonio Florido Garat, en ese entonces directivo responsable de la Banca March en la Plaza Nueva de Sevilla- se animaron, bebidos, a acorralarme, jaleados por otros borrachos engalanados con su vaso de tubo que, al tiempo que defendían a Vox, gritaban "Vete a tu puta cloaca, maricón de mierda", "Paguita, paguita" –que como insulto siempre me pareció fascinante– o "rojo de mierda, tu puta madre". Todo con lindos "fuera de España", en una espeluznante vuelta al 36, donde la patria volviera a pertenecerles.

En este tipo de casos, ¿dónde estaban los que ahora se han indignado con el ataque inmundo a Óscar Puente? Porque nos hubiera venido muy bien su solidaridad.

Y no se puede dejar de citar el acoso durante meses en la puerta de la casa de Irene Montero y Pablo Iglesias, tolerado por el ministro de Interior del PSOE, Fernando Grande-Marlaska. No puede dejarme de producir una enorme envidia que Óscar Puente pueda detener el AVE 45 minutos (supongo que por la indemnización, les saldría el viaje gratis a todo el pasaje), mientras todo un ministro socialista no fue capaz de evitar que un par de decenas de fascistas intimidaran a una familia en la puerta de su casa. ¿Hubiera pasado en casa de Soraya Sáenz de Santamaría? ¿Pasaría en casa de Nadia Calviño? ¿Habría pasado delante de la casa de Grande Marlaska? La respuesta es obvia.

Supongo que si al PSOE le pasa algo como el caso Neurona, donde sin ninguna prueba, sobre la base de rumores y con evidentes casos de una instrucción interesada fabricada por oscuros policías, se tuviera a su partido durante tres años bajo sospecha, habría diputados socialistas que pondrían el grito en el cielo. Pero cuando ha pasado con Podemos se cuentan con los dedos de la mano los diputados honestos que se han salido de la línea de su partido y han denunciado las canalladas contra los morados (por ejemplo, José Luis Ábalos o el ex presidente Rodríguez Zapatero). Obviamente, si el PSOE no ha hecho de la defensa de la democracia cuando se atacaba a Podemos un asunto central, los medios de comunicación que les bailan el agua, tampoco.

Ya cansa repetir las palabras de Niemöller (a ver, que ni era un poema ni era de Bertolt Brecht: era su respuesta a una pregunta acerca de cómo había sido posible el nazismo), pero su contundencia es estremecedora: si no haces nada cuando le pasa a otros, es muy probable que te termine pasando a ti.

El historiador Julián Casanova habla del "efecto rebote" que se termina produciendo dentro de un país cuando hace tropelías fuera. Los campos de concentración europeos antes se ensayaron en África, América Latina o Asia, igual que el bombardeo de poblaciones civiles o, un par de siglos antes, pagar por cada cabellera de un indio.

Es bueno que el PSOE se haya dado cuenta de que callar cuando los fascistas agreden a adversarios políticos, aunque pienses que te beneficia políticamente, es, además de una indignidad, una torpeza, porque la derecha siempre va a terminar aplicándote esa política. Cuando se aprenden el camino, lo transitan.

Y aunque es curioso, incluso los verdaderos liberales dentro de la derecha –no sé si queda alguno– debieran oponerse a estos comportamientos. Aunque solo sea porque también terminarán aplicándose, dentro de esos partidos, a los "enemigos internos". Cuando los enardecidos ayusistas fueron a Génova a gritar contra Pablo Casado, ¿hubiera podido el defenestrado presidente del Partido Popular bajar a hablar con sus bases? No olvidemos que la asociación ultraderechista Hazte Oír, con conexiones con la extrema derecha mexicana y muy bien conectada con el PP madrileño, incluso incluyó en su memoria de actividades de 2020 el acoso en la casa de los políticos de Podemos.

Hay una inteligencia profunda en los pesos y contrapesos del liberalismo clásico. Como teoría normativa –el "deber ser"-, sembraron grandes avances políticos, aunque nunca se les pasó por la cabeza que esos logros debieran aplicarse a las mujeres, a los pobres, a los campesinos, a los jornaleros, a los trabajadores o los negros e indígenas de las colonias. La división de poderes, el derecho a un juicio justo, la prensa libre y plural, las formas parlamentarias, los protocolos de cortesía, el respeto a las votaciones, la disponibilidad a la escucha o el respeto al adversario son grandes principios que, desgraciadamente, cada vez que la derecha pierde unas elecciones los olvidan y prefieren retozar como jabalíes en el monte.

En el momento actual tanto en España como en el mundo, no se trata ya solo de que los fascistas tipo Vox estén pudriendo la convivencia, sino que han arrastrado al PP –o las derechas parlamentarias– a su inmundicia. Trump, Bolsonaro, Kast, Macri, Orbán son referentes tanto de la derecha como de la extrema derecha.

Debieran poner orden los jueces, pero el poder judicial está secuestrado. Como si jueces violentos acosaran a la democracia en un tren y le gritaran impertinencias aunque les descalificaran como jueces. ¿Quién vigila al vigilante?

Lo dijo en su momento Podemos. Pero el régimen del 78, con el silencio de periodistas, académicos, políticos o el mismísimo rey, que cuando quiere dice que es arbitro del buen funcionamiento de las instituciones, coincidía en aceptar, por acción u omisión, todo que lo que ahora está mal que se haga a Óscar Puente. Igual que se consintió la guerra sucia en la lucha contra ETA y en la lucha contra el independentismo catalán.

¿También ponía en peligro Podemos a España o lo que pasaba era que ponía en peligro un régimen democráticamente podrido encabezado por su majestad Felipe VI? Porque aquí se ha permitido casi todo. Usar a jueces corruptos, policías corruptos, periodistas corruptos, políticos corruptos con tal de acabar con Podemos. Incluso anunciar en la radio de los obispos una romería de fascistas a casa de Iglesias y Montero. La marca España debiera construirse en las escuelas y en los medios de comunicación. Pero también son de ellos.

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La ira en la política y la ley de hierro de la oligarquía https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/09/24/la-ira-en-la-politica-y-la-ley-de-hierro-de-la-oligarquia/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/09/24/la-ira-en-la-politica-y-la-ley-de-hierro-de-la-oligarquia/#respond Sun, 24 Sep 2023 05:10:15 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11702 La ira en la política y la ley de hierro de la oligarquía

La política es conflicto. Una pregunta simple resuelve el acertijo: ¿qué habría que quitarle a una sociedad para que no hiciera falta la política? Obviamente, el conflicto, pues, como dijeron Aristóteles en griego y Rousseau en francés, en una sociedad de ángeles no haría falta ejercer el poder -que es la herramienta de la política- ya que cada cual se gobernaría a sí mismo desde el amor hacia los demás.  

Esto no deja de ser ingenuo. Todo lo que tiene que ver con las divinidades no dejan de ser cualidades humanas multiplicadas al infinito (como ocurre con la omnisciencia, la omnipotencia y la omnipresencia de Dios). Así que, con humildad, les diría a Aristóteles y a Rousseau que, incluso en una sociedad de ángeles, haría falta la política -esto es, usar el poder para obligar a cumplirse las metas colectivas-, pues no está escrito que, ni siquiera en la nación de los ángeles, estén todos de acuerdo en cómo se tiene que amar angelicalmente. 

Cuando la política empezó, allá por el siglo XIX, a gestionarse desde los partidos políticos la cosa se enredó aún más, pues a los conflictos propios de los individuos con los individuos se añadieron los conflictos entre grupos organizados y, con lo que no se contaba, a la interna de los grupos. Siempre que se juntan dos personas, aunque sea en un matrimonio o pareja, hay conflicto, y eso se multiplica cuando te juntas con otros en una organización más amplia, sea un hospital, un colegio, una fábrica, una oficina, un ejército, un sindicato, una federación nacional de fútbol, un equipo de fútbol... o para incidir en la marcha de la sociedad, bien en un movimiento social o presentándote a las elecciones. Es paradójico: el grupo se refuerza y cohesiona confrontando hacia afuera o defendiéndose de los ataque de los adversarios, pero se debilita y fragmenta en el conflicto interno. 

Sea en un partido de derechas o en partido de izquierdas, los conflictos a la interna no se rigen por la ideología, sino por el funcionamiento que es propio de las organizaciones. Una de las pocas leyes de las ciencias sociales es la ley de hierro de las oligarquías, enunciada por Robert Michels en Los partidos politicos (1911): "Quien dice organización dice oligarquía".  

Por esa regla, Isabel Díaz Ayuso le cortó la cabeza a Pablo Casado y se la quiere cortar a Feijóo (que lo sabe y por eso hace cosas desesperadas, como llamar al transfuguismo a los sectores de la derecha en el PSOE); por esa regla el PSOE defenestró en su día a Pedro Sánchez y por esa regla hoy el PSOE desprecia a su antiguos héroes González y Guerra. Por esa regla Yolanda Díaz se ha enfrentado a la cúpula de Podemos y por esa regla la cúpula de Podemos (a la que se acaba de "sumar" Izquierda Unida) se enfrenta a Yolanda Díaz y a los sectores de ICV catalanes que la ayudan -no sé si "malaconsejan"- en el amenazado proyecto que es Sumar. 

Los partidos políticos son organizaciones competitivas a las que, al menos en alguna parte, se podría aplicar la lógica que atribuía Schumpeter a las empresas en el capitalismo: la destrucción creadora. Esto es, la competencia a muerte entre empresas -que nacen y mueren en virtud de sus capacidad- cuando están necesitadas de los mismos clientes, en el caso de los partidos, los votantes. Por eso el enfado en los partidos cuando surgen nuevas organizaciones que se dirigen al mismo espectro: lo que suba el nuevo partido lo bajarán los viejos.  

Con un añadido que aquí es relevante: la competencia entre los partidos puede hacer que todos pierdan y los clientes se vayan a otro lado. Como si la competencia negativa entre empresas de, por ejemplo zumos naturales, llevara no a su mejora, sino a que los clientes abandonaran los jugos, ejercieran el exit y se fueran, por ejemplo, a beber Coca-Cola con sus excesos de azúcar y calorías. En nuestro caso, como si la competencia entre Sumar, Podemos e Izquierda Unida llevara a todos los votantes de nuevo al PSOE, quedándose la izquierda de los socialistas en una situación peor que la estuvo en su momento Izquierda Unida. Enhorabuena a todas y todos.

Alberto Garzón, Coordinador General de IU ha pedido a Sumar que se convierta en un "verdadero" Frente Amplio, uniéndose a las críticas que ha venido vertiendo Podemos (la semana pasada Ione Belarra le dijo a Díaz que sus cinco diputados iban por su cuenta), y que, en un editorial reciente de Canal Red, portavoz oficioso de Podemos, ya es una confrontación en toda regla donde se explicita que el liderazgo de Yolanda Díaz ya no valdría: 

 

 "Sumar -dice el editorial del medio dirigido por Pablo Iglesias- fue siempre un proyecto de partido con la voluntad de sustituir a Podemos como fuerza hegemónica en lo que fue Unidas Podemos (...) la ausencia absoluta de procedimientos democráticos para intentar lograr esos objetivos han vaciado de legitimidad el proyecto de Díaz y han terminado por obligar a dos de sus principales aliados, IU y el PCE, a salir en público a marcar perfil propio y reclamar un protagonismo que, a pesar de su absoluta subordinación hasta ahora al equipo de Díaz, no ha obtenido recompensa. No hace falta citar las enseñanzas del asesinato de Viriato para entender que rara vez se encuentra lealtad en quien ha demostrado repetidas veces que no la practica. La aspiración de debilitar a Podemos ha sido el pegamento en torno al cual se han articulado una pluralidad de partidos que, cada vez con menos entusiasmo, han seguido a Díaz en un camino que, a pesar de ingentes apoyos mediáticos, no ha logrado ni siquiera —con Más País, Chunta y Compromis dentro— igualar el peor resultado de Unidas Podemos, que compitió en la franja izquierda del electorado con las citadas organizaciones y tuvo más votos y más escaños que Díaz en la repetición electoral del 2019 (...) En este contexto es difícil que una nueva confluencia de partidos de izquierdas y las eternas apelaciones a la unidad sean la solución a los problemas de la izquierda. Es obvio que en buena parte de los procesos electorales del Estado a estos partidos les conviene aliarse electoralmente, pero eso está muy lejos de ser un Frente Amplio que se parezca a lo que tiene la izquierda en Uruguay y una parte de la izquierda en Chile. Para eso sería necesario reconstruir confianzas que son incompatibles con el liderazgo de Yolanda Díaz". 

 

El problema del desencuentro entre Podemos, Sumar e Izquierda Unida es que, salvo para los que están muy metidos en el mundo de la política española, los desacuerdos no se ven como ideológicos. ¿O alguien puede señalar las enormes diferencias entre las diferentes fuerzas a la izquierda del PSOE que justifican que estén organizadas en partidos distintos? Las diferentes "formas" o "estilos" no son elemento sustancial para justificar la separación. Se explica más por las lógicas internas propias de esas organizaciones políticas que llamamos "partidos". 

Es indudable que las formas terminan por construir fondo. Si se insiste en "no molestar", detrás hay una posición política que imposibilita grandes transformaciones. Porque no hay cambio en nuestras sociedades sin "molestar" a los poderosos. ¿O es gratuita la entente de los diferentes grupos de poder para intentar acabar con Podemos en estos años?

Pero esas actitudes -que implican debilidad frente a la guerra de Ucrania, contra las grandes inmobiliarias, frente a la patronal, en la defensa de las leyes feministas, en la voluntad de acabar con la ley mordaza y el secuestro del CGPJ, en el enfrentamiento con los medios de comunicación- no articulan un corpus ideológico que diferencia a las izquierdas, a no ser que volvamos al siglo pasado, donde importaban más las diferencias que las coincidencias y, en nombre de ese rigor, mientras que en China solo había un partido comunista chino, en España había cuatro. En nombre de la coherencia.

El tono airado de las relaciones entre Sumar, Podemos e Izquierda Unida (sin contar las más enconadas con Compromís y Más Madrid), todos con sus sólidas razones -o así lo cree cada cual- nos acerca a una situación que vimos en Francia y que, cuando la contemplábamos desde España, nos parecía surrealista. Se presentaban a las elecciones francesas dos partidos trotskistas, el partido socialista, un partido verde progresista y la France Insoumise de Mélenchon. Por supuesto, a la segunda vuelta pasaron la derecha de Macron y la extrema derecha de Le Pen. ¿Vamos hacia lo mismo?  

Urge que Movimiento Sumar se articule como partido, y que todos los integrantes de Sumar -donde el partido de Yolanda Díaz será uno más y valdrá en virtud de su apoyo ciudadano- pacten un funcionamiento democrático que entierre el hacha de guerra en el espacio. No es fácil que Díaz ceda, pues un Frente Amplio tiene que funcionar con algún tipo de elección interna democrática, y su falta de base le hará preferir un funcionamiento más cupular. Pero eso llevaría a la ruptura del espacio, con el consiguiente asombro de los votantes y su probable hartazgo. Se irían a su casa o al "voto útil" socialista que había desterrado Podemos. 

De la misma manera, si Podemos sigue aumentando el diapasón de su ira, se acercará en la imagen ciudadana, aunque tenga toda la razón, a aquella IU de Cayo Lara, enfadada y desconcertada por su escasa audiencia, dando la imagen de "pitufa gruñona", algo poco atractivo para el electorado, al menos en este momento. Los que hemos sufrido el ataque del sistema o hacemos nuestra propia "justicia transicional" y pasamos página o nos convertimos en gente amargada que solo quiere hablar de "su libro". Y la política, si no es atractiva, no convence. 

Sin embargo, todo el ruido que hay es, y soy optimista, la señal de que se reconoce que no hemos hecho bien las cosas. Aunque no hay autocrítica por ningún lado, estos desencuentros son la expresión más clara de que se han hecho mal demasiadas cosas. 

¿Se solventarán o cada cual se enrocará en sus posiciones, encastillándose con sus fieles, prietas las filas, dispuesto cada cual a "morir matando"? No será la primera vez que la izquierda se equivoca. Aunque tenemos la experiencia cercana y aún es tiempo de cambiar el rumbo. Cada cual en virtud de su responsabilidad. Si Yolanda Díaz no "mueve ficha" (como hicimos hace diez años), todo el espacio se reacomodará buscando su supervivencia. Y en esa fragmentación, llena de "cabecitas de ratón", el león que fue la izquierda que nació el 15M, sin cola y sin cabeza, le dejará un buen espacio a la extrema derecha. 

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12 tesis (desesperadas) sobre Podemos y Sumar https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/09/17/12-tesis-desesperadas-sobre-podemos-y-sumar/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/09/17/12-tesis-desesperadas-sobre-podemos-y-sumar/#respond Sun, 17 Sep 2023 06:42:37 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11687 alt --> Podemos se equivocó en la forma en la que decidió la sustitución de Pablo Iglesias por Yolanda Díaz. Lo cuenta con cierta levedad Iglesias en su libro Verdades a la cara, donde dice que "con el paso del tiempo creo que es difícil cuestionar que fuera la decisión correcta". No había elementos para que saliera … Continuar leyendo "12 tesis (desesperadas) sobre Podemos y Sumar"]]> 12 tesis (desesperadas) sobre Podemos y Sumar

  1. Podemos se equivocó en la forma en la que decidió la sustitución de Pablo Iglesias por Yolanda Díaz. Lo cuenta con cierta levedad Iglesias en su libro Verdades a la cara, donde dice que "con el paso del tiempo creo que es difícil cuestionar que fuera la decisión correcta". No había elementos para que saliera bien porque no había acuerdos. Sirvió para que la salida de Iglesias fuera menos traumática, pero dejó una situación complicada al no existir ningún tipo de compromiso acerca de cómo iba Díaz a ejercer esa sustitución. De las dos tareas legadas -la vicepresidencia y la coordinación del grupo confederal de Unidas Podemos- Díaz sólo se encargó de la primera.
  2. Yolanda Díaz se equivocó al aceptar el ofrecimiento de Iglesias. También al aprovechar la falta de compromisos con Podemos para desentenderse de la organización. La señal de alarma fue la asistencia a un acto en Valencia de mujeres de En comú, Más Madrid, Compromís y Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía, a donde no se invitó a ninguna mujer de Podemos. Esto enturbió la confianza entre la nueva dirigencia de Podemos -Ione Belarra e Irene Montero- y Yolanda Díaz, que a partir de entonces no haría sino empeorar. Pablo Iglesias sintió igualmente la lealtad traicionada. Todo se hizo mal, todo salió mal.
  3. Yolanda Díaz trazó una hoja de ruta propia. Su desentendimiento de la suerte de los partidos de izquierda en las elecciones municipales y autonómicas de 2023, junto a la decisión de Más Madrid y Compromís de ir en solitario a los comicios -con el consentimiento de Díaz-, cavó otra trinchera. Mónica García y Joan Baldoví consiguieron sus objetivos -consolidarse como las principales fuerzas de la izquierda en sus respectivas comunidades-. Pero el objetivo era magro. Se perdió la Comunidad Valenciana y no se ganó la Comunidad de Madrid, donde Isabel Díaz Ayuso sacó mayoría absoluta. La estrategia particular de estas fuerzas, que configuran dos importantes pilares de Sumar, primando su suerte particular antes que el objetivo de derrotar a la derecha, siguió echando ceniza sobre los futuros pactos. Nadie en esos partidos siente en verdad la necesidad de ir juntos.
  4. La derecha judicial, junto con el PP y VOX, acompañados del oportunismo del PSOE, protagonizaron una despiadada campaña contra Irene Montero con motivo de la ley Sólo sí es sí (no olvidemos que lo más controvertido de la ley, la rebaja de penas, fue una responsabilidad del entonces ministro de justicia del PSOE, Juan Carlos Campo, que fue el que dio el visto bueno). Aunque es cierto que la reciente dimisión de Luis Rubiales es una victoria de la Ministra Montero y de la idea del consentimiento, la brutalidad de la campaña la golpeó duramente. Montero tuvo que ver incluso cómo el partido judicial, encarnado en el Tribunal Supremo, sancionaba la liberación evidentemente ilegal de violadores justo el día que se estaba discutiendo si ella iba en las listas de Sumar. El equipo de Yolanda Díaz, adversario feroz de Montero, encabezado por la propia Díaz, usó ese fallo judicial para consumar el veto a la Ministra de Igualdad de Podemos. Otro error que alejaba de Sumar a los militantes y votantes de Podemos.
  5. El desencuentro entre Yolanda Díaz y la dirección de Podemos, donde se mezclan estilos, proyectos políticos y filias y fobias personales, se ha ido convirtiendo en una cuestión política. Incluso aunque la animadversión fuera extrema, no se debieran nunca confundir cuestiones personales con cuestiones políticas. Visto que Sumar sacó un peor resultado que Unidas Podemos, los vetos en las listas a algunas personas relevantes de Podemos son ahora vistos, con mayores argumentos, como un error, pues no mejoraron el resultado anterior. Aunque se argumente echándole la culpa a Podemos -por no haber participado más en una campaña en donde se le invitó a no participar- o justificando la caída con el deterioro general previo del espacio político, que se perdieran cuatro diputados se ha convertido en una clara señal de que la estrategia no tuvo los frutos esperados.
  6. El desencuentro del espacio de Podemos con Yolanda Díaz se alimenta en los medios constantemente. Por un lado, con el apoyo que recibe Sumar de los canales que atacan a Podemos; en la otra ribera, en Canal Red, la televisión por internet alternativa dirigida por Pablo Iglesias, porque que ya no le parece a Iglesias que el papel de Yolanda Díaz sea el más correcto de los posibles. Ese juego de animadversiones aleja a los votantes de izquierda del espacio, porque no terminan de entender las razones para estar ahora peleados. ¿No viene Yolanda Díaz del propio corazón de Podemos? Desde Sumar se desentienden de cualquier gesto de amabilidad. Así,  rehúsan mostrar el más mínimo apoyo a la gente de Podemos en sus cuitas judiciales o cuando reciben ataques del sistema -por ejemplo, han ignorado la desimputación de Podemos del juicio-farsa conocido como Neurona, y lo han hecho de una manera tan generalizada que parece una consigna-; igualmente se percibe en la incapacidad de reconocerle ninguna victoria a Irene Montero o a Ione Belarra, desentendimiento tan escandaloso como los clamorosos silencios de Sumar -y del resto de partidos del espacio- cuando tocaba mostrar solidaridad ante algún ataque-. Todo esto contrasta con la solidaridad que siempre ha mostrado Podemos antes los ataques de cualquier candidatos de la izquierda, desde el PSOE a Compromís, pasando por los Comunes o Más Mádrid. Desde Podemos también se alimenta el desencuentro repitiendo hasta la saciedad todo tipo de variaciones del popular dicho "no es de bien nacidos ser desagradecido".
  7. Sumar es, a día de hoy, una carcasa a la que aún no se ha dotado de democracia interna, programa u objetivos, de manera que pivota en torno a la figura de Yolanda Díaz. Destaca que carece de los equilibrios parlamentarios internos que tuvo Unidas Podemos. Improvisa y se equivoca. Dejar sin portavocías parlamentarias a Izquierda Unida y a Podemos es, peor que una cacicada, un error. Un error de bulto. Igual que negar la soberanía que tuvieron en la anterior legislatura los diferentes partidos, donde se respetaba, incluso, su capacidad de presentar leyes alternativas, como hizo en alguna ocasión, por ejemplo, En Común. Sumar existe por la existencia de organizaciones políticas y sindicales que, tarde o temprano, van a exigir respeto por las mismas. Sumar parecer querer ganar tiempo para configurarse como partido -Movimiento Sumar-, de manera que le puedan entregar al nuevo partido la mayor parte de las responsabilidades. Esa tensión es bastante probable que se zanje con la ruptura de Sumar como coalición electoral.
  8. Podemos no ha resuelto bien su incorporación a Sumar. El brutal ataque mediático y judicial contra los morados, especialmente contra Irene Montero (después de ataques anteriores a otros miembros, a los que no se les prestó la misma relevancia), les llevó a incorporarse a la coalición en malas condiciones. Si bien en términos económicos se les otorgó el 23% del presupuesto, los vetos y luego los puestos de salida reales -mínimos, apenas los cinco diputados que se alcanzaron, e incluso, contra pronóstico, como se ve con el escaño ganado en Granada por Martina Velarde- seguí abonando el desencuentro. Podemos nunca ha dejado de expresar su malestar por ese trágala. Se les podría reprochar que, si no estaban de acuerdo con la propuesta, no hubieran aceptado. Sin embargo, la dirección de Podemos leyó correctamente que la presentación de listas separadas de Podemos no solo era un riesgo importante para un partido tan golpeado -podía desaparecer-, sino también para las posibilidades de un gobierno que parase los pies al PP y a VOX. De manera que si se negaba a ir en Sumar, se le echarían las culpas del gobierno de la derecha y la extrema derecha -no sería culpa de una gestión cobarde del gobierno de coalición presidido por Pedro Sánchez-, y si accedía a ir, sería en una clara posición subordinada. Lo que, una vez más, volvía a alejar a votantes y militantes morados. Podemos fue mucho más responsable que Sumar, que ha dado la sensación de que estaba empujando a Podemos a la vía solitaria.
  9. El maltrato de Sumar a Podemos se ha añadido al maltrato mediático, judicial, policial, empresarial y de pandillas de fascistas -como los que rodearon durante un año la casa de Montero e Iglesias- al que se ha sometido a la formación morada. Como cuenta James Harris en El gran miedo (sobre las purgas de Stalin), uno de los logros del asedio del poder a la izquierda es someterles a un proceso de agresión que logra generar una cultura política enrocada, enfadada, donde se terminan viendo adversarios incluso entre los propios compañeros. Como en el poema de Brecht "A los que vengan después" (An die nachgeborenen), los que luchan contra el sistema deben dar por cierto que se les enronquecerá la voz y se les agriará el carácter. Al final, decía Brecht, son los tiempos sombríos los que generan el mal carácter, por lo que termina pidiendo indulgencia. Si es cierto, como parece, que Sumar no sea capaz de superar como Frente Amplio todas las contradicciones que se están viendo, finalmente solamente servirá para el nacimiento de una nuevo partido -Movimiento Sumar-. De manera que una buena parte del entorno actual de Sumar buscará nuevos rumbos al no querer incorporarse en esa nueva formación que, con bastante probabilidad, estará formada por antiguos militantes de Podemos que, por unas razones u otras, abandonaron la formación morada. Si no hay cambios sustanciales, la entropía terminará devorando todo ese espacio que alguna vez tuvo cinco millones de votos. Es imposible que Podemos logre interesar a esos votantes que se desencanten de Sumar si no recupera el atractivo inicial y deja de lado el enfado. No se trata de rebajar el "ruido". Sin conflicto no hay política, pero no es lo mismo la radicalidad alegre de Allende que el enfado airado -aunque lleno de razón- del último Julio Anguita. Puedes tener toda la razón y quedarte electoralmente solo. Ese es el principal riesgo de Podemos, lo que indica que no siempre está escuchando correctamente lo que pasa en la calle.
  10. A Podemos no le ha ido bien electoralmente desde la salida de Iglesias -aunque a Iglesias tampoco le fuera bien en su contienda en Madrid contra Ayuso-. Por lo que podría colegirse que hay algo en su estrategia que no está funcionando -dando por descontado el comportamiento antidemocrático del régimen y la guerra sucia contra la formación morada-. Por tanto, en la nueva etapa que ha anunciado Ione Belarra, parece lógico que, para obtener resultados diferentes debe probar cosas diferentes. Una de ellas, sin duda, son las formas. La otra, la participación. El anuncio de una asamblea política es un avance, igual que las cinco propuestas políticas, que quieren salir de la interna (aunque reivindicar la figura de Montero es una manera de regresar a la interna). Está abierto si bastará esa asamblea política o será  insuficiente. Entre otras cosas, porque el documento original de debate tendría que haberse hecho participativamente. Le corresponderá a los círculos intentar enmendar ese déficit de partida redoblando el debate. Porque son muchos los temas a debatir (entre otros, si no debiera Podemos ir en solitario a las elecciones europeas, como forma de decirle a Sumar cuántos apoyos reales tiene, con los riesgos que eso implica). A Podemos le falta mucho recorrido en la cultura democrática interna, y el hecho de que esa cultura sea aún peor en Sumar no le exime de trabajar por ahondar en la participación.
  11. Por su parte, sería necesario que Sumar enmendara igualmente sus errores de partida. Un Frente Amplio debe tener un funcionamiento democrático, y la importancia de las diferentes fuerzas debe corresponderse con las que realmente tiene cada partido. Las primarias son un referente democrático, y la negativa de Sumar a hacer primarias le lleva más hacia la vieja política que nuevos lugares. De la misma manera, en un Frente Amplio los diferentes partidos son soberanos. Es evidente que los principales partidos de Sumar, esto es, Podemos e Izquierda Unida, deben tener Ministras o Ministros -Podemos nació con voluntad de gobernar- y les corresponde a los partidos elegir quién debe ocupar ese lugar. Como ocurrió en el anterior gobierno de coalición donde, por ejemplo Izquierda Unida, decidió que su Ministro fuera Alberto Garzón igual que los Comunes eligieron como Ministro de Universidades a Manuel Castells. ¿No le corresponde ahora lo mismo a Podemos? Lo contrario sería un fraude a la democracia interna y seguiría ahondando la brecha. Los Frentes Amplios reclaman generosidad y amplitud de miras. De todos. No se logra la unidad con trágalas. A quien le pesen en exceso las fobias personales, debiera irse a su casa. No tiene entidad suficiente para hacer política de altura.
  12. La unidad de la izquierda es la única posibilidad de ahondar en la unidad popular. Es importante recordar que cada error, en cualquier lugar de la izquierda alternativa, acerca el gobierno de la ultraderecha. Y la ciudadanía no se lo perdonará.
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Archivan las querellas pero no destierran la tristeza https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/09/10/archivan-las-querellas-pero-no-destierran-la-tristeza/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/09/10/archivan-las-querellas-pero-no-destierran-la-tristeza/#respond Sun, 10 Sep 2023 06:33:41 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11661 alt --> La cosa es breve. Franco se murió en la cama y un ministro de la dictadura que firmó sentencias de muerte, Manuel Fraga, fundó el que sería el principal partido de la derecha. El Partido Popular. Cada vez que la democracia en España iba a donde las élites (que incluía a los militares aunque ganasen … Continuar leyendo "Archivan las querellas pero no destierran la tristeza"]]> Archivan las querellas pero no destierran la tristeza

La cosa es breve. Franco se murió en la cama y un ministro de la dictadura que firmó sentencias de muerte, Manuel Fraga, fundó el que sería el principal partido de la derecha. El Partido Popular. Cada vez que la democracia en España iba a donde las élites (que incluía a los militares aunque ganasen sueldos infames), pensaban que era "demasiado lejos", lanzaban un aviso. Mientras que las cosas se aclaraban en los años tras la muerte del dictador, esas élites mataban, daban palizas y torturaban. Hablaban de la España nacional y se paseaban con la bandera roja y amarilla y el aguilucho.

Poco a poco la cosa se fue calmando y la violencia en las calles fue remitiendo. Pero algunos creían que la democracia era puro "libertinaje". Y empezó el ruido de sables, vino la operación Galaxia y luego el más importante proceso de disciplinamiento de la España postdictadura (después de los Pactos de la Moncloa): el golpe de Estado del 23-F de 1981. Que nominalmente fracasó pero que triunfó en todas sus exigencias: freno autonómico, freno de las exhumaciones de las víctimas del franquismo, acuerdo sindicatos-patronal, entrada en la OTAN y, sobre todo, devolvió el miedo a los españoles, que le entregaron al factótum del golpe, Juan Carlos I, la legitimidad democrática que nunca tuvo por haber sido elegido Rey por Franco. La España republicana volvía a ser monárquica.

España se acostó franquista y se levantó democrática. Y pasaron a ser demócratas de toda la vida los jueces franquistas, los comisarios franquistas, los catedráticos franquistas, los militares franquistas, los empresarios franquistas, los obispos franquistas, los periodistas franquistas y, por supuesto, los políticos franquistas.

Por esos débiles mimbres democráticos tuvimos la guerra sucia contra ETA, los asesinatos de Almería, la ejecución de los trabajadores en Vitoria, la muerte en su vejez de millones de abuelos cuyo único sueño era recuperar los cuerpos desaparecidos de sus familiares asesinados por el franquismo (y a los que Felipe González negó su último deseo), y, más tarde, la guerra sucia contra el independentismo catalán, la no renovación del CGPJ, la posibilidad de que un político que veraneaba con un gran narcotraficante de cocaína fuera el Secretario General del PP y la persecución desde los aparatos del Estado de Podemos. Narrado, desde por la mañana, por Ana Rosa Quintana, Susana Griso y demás contertulios.

La excusa para la guerra sucia contra ETA (que implicó torturas, asesinatos de Estado y cierre ilegal de medios de comunicación) y contra el independentismo catalán (donde la policía política del PP, que ellos llamaban "policía patriótica") era que "ponían en riesgo la democracia". ¿Y Podemos? ¿Cuál es la excusa para que el Ministerio del Interior, con sus comisarios corruptos, apoyado por jueces corruptos -como el juez Alba- y medios de comunicación corruptos dispuestos a publicar información falsa -como La Sexta de Ferreras, al igual que OK Diario de Inda, La Razón de Marhuenda o el ABC o el Mundo de cualquiera de sus muchos directores sin escrúpulos- atacaran a una fuerza que acataba la Constitución y quería cambiar las cosas presentándose a las elecciones?

Acabo de ser "desimputado" por el juez Escalonilla, después de un proceso de tres años que me ha regalado portadas, apertura de telediarios, ser tema central en tertulias y centenares de columnas de opinión. El "caso Neurona" siempre fue una farsa. Un trabajador de Podemos, despedido por su mal comportamiento, se desplazó muchos kilómetros para hacer una denuncia justamente en un cuartel de la guardia civil claramente posicionado en contra de la izquierda. ¿Pruebas? Ninguna. ¿Pero quién necesita pruebas cuando tienes a todos los medios de comunicación dispuestos a propagar tus mentiras? Llegó el juicio. El juez Escalonilla le preguntó: ¿tiene pruebas? Y contestó: no, solo eran rumores.

Tras tres años de exposición pública, dirigida a dinamitar mi reputación y la del partido que ayudé a fundar, el juez Escalonilla ha concluido que "no existen indicios de que Juan Carlos Monedero intermediara ni tuviera participación alguna en la contratación llevada a cabo por Unidas Podemos en fecha 27 de febrero de 2019 con la mercantil Neurona Comunidad S.L., ni por tanto con el trabajo de consultoría electoral llevada a efecto en base a dicho contrato por Neurona Consulting SA de CV". Como ocurrió con mis amigos y amigas de Podemos igualmente imputados. Cuando recuerdo la infamia del falso "caso niñera" me duele más que mi propia acusación.

Cuando me imputó el juez le puse a disposición mis correos electrónicos en la comunicación con Neurona que demostraban que la acusación era infundada. La Unidad de Delitos Económicos y Financieros (UDEF), con toda seguridad infiltrada por amigos de Villarejo y otros policías de extrema derecha (o simplemente corruptos), lleva mucho tiempo mintiendo contra la izquierda. Hay que recordar las palabras de José Luis Olivera, quien fue el máximo responsable de la UDEF y que, en el momento de esa conversación, era el director del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado, en una conversación con los periodistas Inda y Ferreras:

Olivera: Que tampoco es muy costoso el meterle una cuenta a Pablo Iglesias de hace 5 años. ¿eh? y luego que expliquen.

Villarejo: Eso te lo hacemos con el rabo igualmente.

La UDEF presentó al juez Escalonilla, con el que tenían una relación cordial, un informe sin pies ni cabeza contra mí, donde decía que un ingreso que había recibido por mi trabajo era en verdad una comisión por la contratación de una consultora para la campaña electoral de Podemos. Decían que la factura era falsa y que la había creado cuando, a finales de febrero, me la había pedido el banco para verificar el origen del ingreso. La estupidez era extrema, pues cuando recibí el pago no se sabía que iban a haber nuevas elecciones y, por tanto, que se iba a contratar a una consultora. Además, le presenté al juez los trabajos y los viajes realizados. Y los correos electrónicos mandados a la consultora en enero, cuando le envié la factura por los trabajos realizados el año anterior. Que, por supuesto, declaré a hacienda (aunque los medios dijeron lo contrario). Cuatro correos que demostraban que la UDEF mentía. Y por supuesto sabían que mentían. Pero el juez tardó más de dos años en verificar esos correos.

Pero no solo eso. A petición mía, le ofrecí  otra vez al juez, como ya había hecho el día de mi declaración, ir al juzgado a abrir los correos. El juez remitió a la UDEF y no a la unidad de delitos cibernéticos, mucho más profesional. La UDEF, que también hace política, se ratificó en que la factura era falsa porque yo, supuestamente, me había negado a entregar mis correos. Mentía otra vez (da miedo que la UDEF mienta tanto). Las asociaciones ligadas a la extrema derecha y VOX exigían al juez que entregara el 100% de mis correos. Como si mi vida la pudiera entregar a los energúmenos que comparten ideario con quienes no ven mucho problema en fusilar a 26 millones de españoles. Como le dije al juez, tenían que abrirse los correos que tenían que ver con Neurona, no los de toda mi vida. Pero la UDEF, en consonancia con VOX, pensaba que eso significaba que yo me negaba a entregar los correos. Más mentiras. Seguramente preocupado porque eso era un delito, el juez se negó. ¿Qué hizo entonces la UDEF? Hacer otro escrito al juez, después de negarse a abrir los correos que le correspondían, ratificándose en que la factura era falsa porque solo podían consultar las fotocopias que entregué el día del juicio con los correos. Como había tachado la dirección de correo mía en los mails-para evitar que los energúmenos me bombardearan el correo-, la UDEF dijo que yo había ocultado información y que, por tanto, la factura era  necesariamente falsa. Elemental querido Pérez. Esos son los que nos cuidan de los malos.

Dos años para abrir cuatro correos -sólo cuatro- que concluyen finalmente con que : "no existen indicios de que Juan Carlos Monedero intermediara ni tuviera participación alguna en la contratación llevada a cabo por Unidas Podemos en fecha 27 de febrero de 2019 con la mercantil Neurona Comunidad S.L., ni por tanto con el trabajo de consultoría electoral llevada a efecto en base a dicho contrato por Neurona Consulting SA de CV". Lo que podía haber sabido hace tres años si hubiera accedido a ver mis correos. Pero entonces no saldría "Monedero" en el caso Neurona y Soraya Sáenz de Santamaría, usando al CNI, no podría haber atacado a Podemos como lo hizo.

El caso Neurona, al que se refirieron cientos de veces los políticos del PP -y también del PSOE-, dando por sentado que éramos culpables, es una de las señales más claras de la podredumbre de la democracia española, del periodismo, la justicia, la policía, la política. Y es responsable de una parte no pequeña del deterioro electoral de Podemos. ¿Quién da derecho a ese estado profundo  a incidir en el resultado de unas elecciones? ¿Qué democracia es esa?

Cuando fui imputado, me dedicaron portada todos los diarios: el ABC, el Mundo, el País, La razón... Cuando he sido desimputado, ninguno lo ha llevado a portada. ¿Quién nos devuelve el daño hecho? ¿Debe permanecer impune un juez que podía, con una simple verificación, evitarle a un ciudadano un calvario de tres años? Bueno, la verdad es que el llamado "caso Neurona" tuvo diez líneas de investigación. Todas cerradas.

Detrás estaba el intento de que no fuera solo el PP el que había pagado sobresueldos, pagado su sede con dinero B, entregado sobornos, usado de manera particular el dinero público... Si conseguían condenar a Podemos, ya no estaban solos en su basura. Y lo triste es quiénes le ayudaron en esa estrategia.

No nos doblaron el brazo. Pusimos el cuerpo y, aun sabiendo que si nos rendíamos nos iban a dejar en paz, aguantamos. Estas últimas elecciones han sido las primeras en las que juicios contra Podemos no han protagonizado la campaña electoral. Seguramente por el descalabro electoral del partido morado. ¿Ya han ganado? ¿Tenía razón el corrupto Ferreras cuando se jactaba de que "hemos matado a Monedero"? El día del archivo, Ferreras no lo comentó en su programa. Y sus tertulianos de izquierda, alguno especialmente hipócrita, tampoco. Lo que me lleva a pensar que tan valientes no son. Tampoco se han posicionado en Sumar, coalición a la que pertenece Podemos. La forma en que algunos han querido beneficiarse de los ataques a Podemos, pese a que están ahí gracias a Podemos, me produce una enorme tristeza. De la izquierda que abandona a sus militantes por luchar contra el sistema no se puede esperar gran cosa. Queda claro que el caso Neurona fue un caso inventado para perjudicar a Podemos. ¿Por qué calla la izquierda?

Una de las victorias de los ataques que ha sufrido Podemos es que la ha aislado, dando una sensación constante de acorralamiento. Es una forma indirecta que tiene el sistema de ganar, porque victimizada, Podemos sólo respira por la herida. Al tiempo, el bipartidismo y su régimen ha envilecido a una parte de la izquierda, sin olvidarnos del PSOE, que nunca dio la cara ante esos ataques. La izquierda que iba a reinventarse a la izquierda cree que estos comportamientos no van con ellos. Prefieren guardar silencio no vayan ellos a sufrir los ataques que sufrimos los de Podemos.

La sensación triste, cuando recibo el archivo de la decimoquinta querella, es que, de alguna manera, los enemigos de la democracia nos ganan, porque envilecen a los nuestros. Pero es precisamente por eso mismo por lo que encuentro razones aún más poderosas para no tirar la toalla.

 

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¿Consentimiento? ¿Qué consentimiento? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/09/03/consentimiento-que-consentimiento/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/09/03/consentimiento-que-consentimiento/#respond Sun, 03 Sep 2023 05:10:27 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11630 alt --> No hace falta una ley que diga que cuando caminas por una calle concurrida y estrecha no puedes mover los brazos como si estuvieras nadando al estilo mariposa; nadie (ni siquiera el más enfadado de los críticos) reclamaría una ley para castigar a los que tuvieran una conversación en voz alta en mitad de una … Continuar leyendo "¿Consentimiento? ¿Qué consentimiento?"]]> ¿Consentimiento? ¿Qué consentimiento?

No hace falta una ley que diga que cuando caminas por una calle concurrida y estrecha no puedes mover los brazos como si estuvieras nadando al estilo mariposa; nadie (ni siquiera el más enfadado de los críticos) reclamaría una ley para castigar a los que tuvieran una conversación en voz alta en mitad de una película en el cine. No se legisla dar las gracias, saludar cuando llegas o cuando te vas ni levantar la tapa cuando evacuas aguas menores en un servicio público o casa ajena.

Hay comportamientos que están reglados por las normas compartidas de convivencia de cada sociedad, y judicializarlos puede convertir en un infierno la convivencia buscada. En las relaciones entre los seres humanos, las que regula la ley son sólo una de ellas, que debe estar circunscrita a un espacio bien definido. En un mundo ideal, cuanto más pequeño ese espacio, mejor, pues será señal de que esos comportamientos están desterrados. Es bien sabido en la sociología cómo una pequeña infracción de un adolescente, si termina en la comisaría puede truncar la vida de esa persona, mientras que si se castiga familiarmente se convierte en un aprendizaje. Es la gran diferencia en esos pequeños delitos cuando los cometen gente de extracción humilde o tienen lugar en los barrios pudientes o por las personas que viven en esos barrios. Vigilar y castigar siempre ha sido una tarea del "orden".

También sabemos que hay una judicialización de la vida cotidiana -como decía Foucault, algo inevitable cuando todos nos convertimos en "empresarios de nosotros mismos" y la vida se rige por el mercado- y que muchas personas se conocen sólo porque se mandan a sus respectivos abogados. En términos democráticos, decirle a los jueces que solventen cosas que tienen que solventar los políticos es entregarles a personas a las que nadie vota -y que por profesión suelen ser conservadores o muy conservadores- un poder de vaciamiento democrático que amenaza a la propia democracia.

La izquierda siempre ha sido menos punitivista que la derecha (...) porque le ha tocado a la gente humilde, débil, subalterna, ser la que ha poblado las cárceles (...) porque la izquierda parte de una idea del ser humano diferente del de la derecha (...) y porque la izquierda es empatía, es fraternidad y sororidad y siempre busca no hacer daño por el mero egoísmo.

En una sociedad enfadada, lo que se conoce como "punitivismo" siempre crece. En otras palabras, en una sociedad frustrada porque las expectativas de una mayoría -o de una minoría consistente y con poder- no se cumplen, enrabietada porque las reclamaciones de otras personas limitan tu libertad, tu privilegio, tu identidad o tu patrimonio, asustada porque algo o alguien quiebra tu placidez, es bastante común que la persona frustrada olvide las buenas maneras y las reglas de la convivencia y quiera exterminar, en la medida de lo humana, policial y judicialmente posible, al o los culpables de que las cosas no sean "como toda la vida" o como dicta la mera lógica.

En nuestras sociedades saturadas audiovisualmente, esa rabia convertida en jauría hace que aumente la gente que está a favor de la pena de muerte, de la cadena perpetua, de los trabajos forzosos, de las penas de cárcel para cualquier delito y de la conversión en delito de cualquier comportamiento que se ve como contrario a la lectura propia de lo correcto. La derecha se desliza con mucha facilidad hacia el castigo; la izquierda, hacia cambiar las bases de la desigualdad que generan el desencuentro.

La izquierda siempre ha sido menos punitivista que la derecha por al menos tres razones. Una, porque le ha tocado a la gente humilde, débil, subalterna, ser la que ha poblado las cárceles, las multas, las sanciones, el exilio y, basta recordar a los 114.000 españoles que todavía son desaparecidos en España, incluso el exterminio por parte de alguien que se cree o se siente una autoridad. En segundo lugar, porque la izquierda parte de una idea del ser humano diferente del de la derecha, más marcada por la teología y que cree que el ser humano, ángel caído, es malo por naturaleza y, por tanto, no perfectible. La derecha siempre está más dispuesta a aplicar una suerte de ley del karma que sanciona que "a quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga", completado con el "algo habrá hecho" cuando algún uniformado castiga a alguien débil. En tercer lugar, porque la izquierda es empatía, es fraternidad y sororidad y siempre busca no hacer daño por el mero egoísmo o el desentendimiento (la izquierda entiende que lo contrario del amor no es sólo el odio, sino también la indiferencia). Los delitos y las penas se han ido humanizando gracias al impulso de esa gran familia de la izquierda o del progresismo.

Y por eso, alguien que, en democracia,  representa una institución -la que sea- no puede representarla en la medida en que no está respetando la idea de consentimiento, que es un elemento esencial de una sociedad democrática.

La izquierda quiere cambiar las cosas con un horizonte de emancipación y, por tanto, tiene como último fin, más o menos expresado, subvertir el orden existente y crear una sociedad más justa que deje menos espacio a los defensores del statu quo: policías -de la porra o del pensamiento-, jueces, cárceles y castigos. Por el contrario, como resumió magistralmente Goethe, un buen conservador -desde el centro-derecha a la extrema derecha autoritaria- afirma que "prefiero la injusticia al desorden".

El consentimiento afectivo o sexual entre dos personas tiene características propias y no debe basarse en las reglas de intercambio de otros sistemas sociales (el dinero, la ley, el poder, la ciencia, la fe). Al contrario, debe basarse en un diálogo entre iguales, en una conversación sin superiores ni autoridades, de manera que la atracción sexual y el deseo puedan desarrollarse sin intimidación ni ventajas, nunca mejor dicho, no consentidas. El juego de la seducción, que es legítimo y busca despertar atracción en la otra persona, necesita esas reglas del lenguaje compartido -donde se interpreten de una manera similar los gestos, las miradas, las palabras, los guiños e, indudablemente, las palabras- para que no se convierta en un ejercicio de poder. Y tampoco que se caiga en el puritanismo donde cualquier acercamiento se convierte en sospechoso de abusivo. Donde no cabe aducir una mala interpretación es cuando alguien dice con claridad que no. De ahí el "sí es sí" y el "no es no". Es entonces cuando se termina el juego erótico porque la otra persona está negando el consentimiento. La atracción no funciona y la conversación cambia. No deja de ser cierto que en las relaciones entre los hombres y las mujeres se ha avanzado (pensemos en la España de hace apenas veinte años), pero aún no existe esa total igualdad. De la misma manera que queda camino por recorrer para buscar un equilibrio entre el apoyo a las víctimas y el respeto a la presunción de inocencia. Por eso, cuando la parte con menos ventajas exige un juego parejo, el respeto, el consentimiento, la parte privilegiada se confunde y algunos de ellos exigen volver "a lo de toda la vida".

Cambiar el mundo "desordena" el mundo. Y cuando cosas del orden anterior ya no sirven, aunque lo viejo no termina de marcharse ya indica que lo nuevo está viniendo. Por eso, un beso no consentido, que por supuesto que es acoso, no tiene la misma gravedad penal que otras agresiones -a no ser que así lo decidiera una sociedad punitivista -. Pero sí lo tiene como ejemplo de ruptura de la convivencia, de una quiebra que, si se consiente, lleva a otros lugares ya evidentemente terribles. Y si ayer no era un problema, hoy sí lo es.  No se puede calificar como el más grave de los delitos machistas en un país donde la violencia de género -esa que niega la extrema derecha- entrega tantos ejemplos todos los días. Lo relevante es entender que hay un hilo entre todos los comportamientos que niegan el consentimiento y de los cuales, porque aún estamos en una sociedad patriarcal, muchas veces ni nos damos cuenta (los que tienen privilegios nunca ven sus privilegios). Por eso, un comportamiento como el protagonizado por el Presidente de la Federación Española de Fútbol no es grave en términos penales, sino en términos de respeto y de convivencia. Y no debiera dejarse a la justicia, sino a la política, que es a quien le encargamos que organice la convivencia. Y por eso, alguien que, en democracia,  representa una institución -la que sea- no puede representarla en la medida en que no está respetando la idea de consentimiento, que es un elemento esencial de una sociedad democrática.

En política, los errores reales  -no los que inventan los adversarios políticos- se conjugan con la dimisión. Porque es la forma de ir cargando de ética la vida pública. Y lo mismo vale para cualquier cargo que implica una representación. El Emérito no debía haberse ido de rositas con aquello de "lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a pasar", porque, además, nos estaba volviendo a mentir. Por eso no vale que Rubiales pida perdón. Y por eso es igualmente inaceptable que los que se levantaron a aplaudir a Rubiales cuando estaba vejando a la futbolista de la selección quieran seguir como si nada simplemente diciendo "lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a pasar". Porque ya no pueden representar igual lo que representan.

Por esa extensión, la idea de un feminismo neoliberal es una contradicción en los términos. Porque pelea por el consentimiento en una parcela pero la niega en buena parte de las demás, hasta el punto de hacer irreal el consentimiento también en las relaciones entre hombres y mujeres.

La idea del "consentimiento", que representa, fuera o no su voluntad, como una identidad y como un caballo de batalla al Ministerio de Igualdad dirigido por Irene Montero, va mucho más allá de algo con lo que difícilmente se puede estar en desacuerdo si se aceptan los principios básicos de la democracia: que en las relaciones afectivas y sexuales entre dos personas las dos deben de estar de acuerdo.

La condición "subversiva" del consentimiento va incluso más allá de las relaciones entre hombres, mujeres y, también, de las relaciones con cualquier género. Claro que va a costar. Porque afecta a comportamientos profundos. Cuando se convierta en un sentido común ya ponderado (y aún le queda, como demuestra la propia discusión dentro del feminismo) su fuerza va a permear a toda la sociedad, como, tarde o temprano, va a pasar con el ecologismo. ¿No habría que aplicar el consentimiento a todos los ámbitos de las relaciones humanas? Porque la idea del consentimiento es la que, quizá, con más fuerza haga valer la exigencia de igual dignidad para todos los seres humanos. Por esa extensión, la idea de un feminismo neoliberal es una contradicción en los términos. Porque pelea por el consentimiento en una parcela pero la niega en buena parte de las demás, hasta el punto de hacer irreal el consentimiento también en las relaciones entre hombres y mujeres...

La ideal del consentimiento vuela hacia el mundo laboral, el mundo de la enseñanza, la medicina, el mundo ecológico e, incluso, da una salto conceptual al obligarnos a preguntarnos por el consentimiento de los que no pueden dar el consentimiento. En ese orden, surgen preguntas muy clarificadoras: ¿consiente el toro que lo torturen y maten? ¿Consienten los delfines, los monos y los pulpos que los arponeen, pesquen o cacen? ¿Consentirían las generaciones futuras que sigamos quemando combustibles fósiles? ¿Consentirán las mujeres que saludemos con dos besos en vez de dar la mano?

El consentimiento, como la expresión política de los cuidados, tiene también contenidos revolucionarios y, como en otros momentos de la historia, desordena el apacible orden. Junto a la clase y la raza, el género es la gran asignatura pendiente de la democracia

Los grandes derechos que hoy están en nuestras constituciones y representan parte de lo mejor de la civilización occidental fueron logrados con revoluciones. Empezando por la inglesa, la americana y la francesa, que nos otorgaron derechos civiles (y que ayudaron a los procesos de independencia latinoamericana y a expresiones democráticas como la revolución en Haití); las revoluciones del siglo XIX y la Comuna de París de 1871, que trajeron la extensión del sufragio y los derechos políticos; la revolución mexicana y la rusa que expandieron los derechos económicos; hasta llegar al entorno del mayo del 68 que, a fuerza de barricadas y guerrillas, trajeron los derechos de identidad.

El consentimiento, como la expresión política de los cuidados, tiene también contenidos revolucionarios y, como en otros momentos de la historia, desordena el apacible orden. Junto a la clase y la raza, el género es la gran asignatura pendiente de la democracia. De manera que es obvio que una parte importante reaccione prefiriendo la injusticia al desorden. Nunca en la historia hemos renunciado a un privilegio sin resistirnos.

De manera que, si atrevemos una mirada más larga y nos preguntamos qué pensarán las generaciones futuras de lo que está pasando ahora mismo, resulta más fácil dar un salto con la imaginación, vernos en esa línea larga de la historia e interrogarnos: ¿y en qué lado de la historia queremos ponernos cada uno?

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¿El beso? Lecciones de reeducación masculina https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/08/27/el-beso-lecciones-de-reeducacion-masculina/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/08/27/el-beso-lecciones-de-reeducacion-masculina/#respond Sun, 27 Aug 2023 06:56:00 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11610 ¿El beso? Lecciones de reeducación masculina

 

1. En nuestra sociedad de consumo, patriarcal y frívola, existe el Día internacional del beso robado. Se celebra desde 2006 y se dice inspirado en el beso robado por un marino a una enfermera en Times Square. En ese momento, la emoción que llevaba al entrometimiento era el fin de la Segunda Guerra Mundial. Es cierto que el ambiente en las calles era de camaradería y una cierta efusividad reinaba en las calles. En la guerra te mueres -en realidad, te matan- y los besos suelen ser un prolegómeno para la vida. Besar a un extraño era una señal de agradecimiento, de celebración de la vida, de desahogo. De hecho, hay un conocido pareado que invita al apareamiento porque "el mundo se va a acabar".

El fotógrafo Alfred Eisentaedt fue el que capturó la imagen el 14 de agosto de 1945. El marinero, George Mendonça, andaba urgido de calores, quizá por una larga estancia en un barco, y besaba, o lo intentaba, a todas las mujeres que se le ponían a tiro aprovechando la celebración. La mujer de la famosa foto, Greta Friedman, no dio, como no lo dio Jenni Hermoso, su consentimiento para ser besada. El New York Times recogió años después sus impresiones: "Sentí que él era muy fuerte. Me apretaba. No estoy segura del beso. Solo era alguien que celebraba. No fue algo romántico". Durante mucho tiempo hemos visto como simpático algo que quizá no lo era tanto. Porque encerraba una desigualdad que, si la entiendes, deja de ser amable. Nunca nos molestaron las mujeres que, por ejemplo, en las calles de París, besaban a los soldados que habían ganado la guerra. Era un "regalo", un agradecimiento por ganar una contienda y poner fin al miedo y al dolor. Es evidente que no es lo mismo. Si quieres ahorrarte el contexto no entiendes nada.

2. Robar besos es una costumbre de nuestras sociedades. Incluso, se ha visto como una broma tolerada -quizá no inocente pero tolerada- desde niños -o no tanto- cuando una mujer va a besar en la mejilla y el varón se gira inesperadamente para chocar sus labios con los de una mujer. El cantante Beret, que pertenece a una generación que abusa de cantar que lo más importante que les ha pasado en la vida es que les ha dejado su pareja, tiene una canción sobre un beso robado que, cuenta, termina pagándolo caro. De hecho, mucha gente se ha quejado de que se celebre un día internacional con algo que, visto con frialdad, es un abuso sexual. Mucha gente que ni siquiera reparó en el abuso de Rubiales a la futbolista han pensado después, gracias al revuelo, que eso no estaba bien. Quizá hayan pensado en sus hijas. Vamos avanzando. Y mirar hacia atrás da cierto susto.

Hay muchas maneras de robar un beso. Todas están mal, pero no todas están igual de mal. No es lo mismo que una broma más o menos pesada. Porque nuestras sociedades son machistas, se asesina a las mujeres al considerarlas una propiedad. Son millones las que sufren diariamente algún tipo de agresión. Pero es importante saber las diferencias. Ese ha sido la gran tarea de la ley del sólo sí es sí. Al unificar los delitos de agresión y abuso, siguiendo el Convenio de Estambul que firmó España, nos encontramos con la dificultad de jerarquizar delitos que no tienen la misma gravedad. Porque no puede ser lo mismo robar un beso, deslizar la mano en un trasero, toquetear sin su permiso a una mujer en un portal o un callejón, violar con violencia, violar en grupo o violar y asesinar. Los jueces, que los hay de la misma calaña que los que aplaudían a Rubiales cuando decidió echarle las culpas a la futbolista de la selección agredida, también hacen política. Porque no se trataba de que hubiera que aplicar la pena que más favorece al reo. Eso es evidente. Se trataba de aplicar una ley en su totalidad. Esa totalidad, guiada por la idea del consentimiento, es la que está empezando a entender la sociedad española. Incluidos nosotros, los hombres. Por eso se comporta como un miserable Núñez Feijóo diciendo, cuando en España se está discutiendo el comportamiento deleznable del presidente de la Real Federación Española de Fútbol, que la ley del solo sí es sí está soltando a violadores. Porque la realidad es que un violador que había salido de la cárcel por la ley 60 días antes -esa es la enorme ventaja que ha tenido-, volvió a delinquir 120 días después. Es decir, cuando ya habría cumplido plenamente la condena con la ley anterior. Ejemplos de cuando la política se vuelve basura.

3. Es verdad que el consentimiento como elemento del delito sexual existía antes de la ley del sólo sí es sí. Ahí está la condena que ganó Teresa Rodríguez, la política gaditana, a un baboso empresario que pensó que, en un acto oficial, podía besarle en la boca como, puede uno suponer, estaba acostumbrado a hacer en su fábrica o en su oficina con sus subordinadas. Pero ha sido gracias a la ministra Irene Montero que ahora el consentimiento esté en el centro de las relaciones sexuales. Como alguien ha escrito, la ministra Irene Montero salió por la puerta, pero ha entrado por la ventana. Incluso gente de la izquierda que asumió que las maneras de Montero restaban votos e, incluso, defendía un feminismo "menos ruidoso", andan ahora entusiasmadas hablando del consentimiento, como si lo hubieran inventado ellas. Da un poco de bochorno. El propio Pedro Sánchez, que le afeó a la ministra por culpa de sus amigos, que se sentían mal con ese feminismo, pasó después a pedir la dimisión de Rubiales, todo ello sin disculparse ante la ministra que, se ha demostrado, en lo del consentimiento tenía toda la razón. No estaría de más tampoco que la portavoz de Feminismo, Igualdad y Libertades LGTBI+ de Sumar,  Elizabeth Duval, le agradeciera a la ministra Montero todo el esfuerzo realizado a menudo, incluso, en contra de la gente de Sumar.

Porque lo cierto es que la pelea por poner el consentimiento en el centro ha sido una pelea en solitario del barco morado, con Montero como capitana de la nave. Cuando la ministra de Justicia del PSOE, Pilar Llop, dijo aquello tan triste de que bastaba demostrar una herida para diferenciar entre un abuso sexual y una agresión sexual, todavía no había estallado el rubialesgate. La ministra Llop es bastante probable que no recuerde aquellas palabras como las más sensibles e inteligentes de su carrera política. Y es probable que, después de este escándalo, no le resultase tan sencillo reformar la ley como hizo el PSOE con el apoyo del PP y de una parte de la izquierda. Ha hecho falta el valor de Jenni Hermoso, la solidaridad de todas sus compañeras y la atención que les ha otorgado ser campeonas del mundo de fútbol femenino para que una buena parte de la sociedad, incluidos unos cuantos comentaristas deportivos que suelen llevar los hombros llenos de caspa, entiendan de qué va eso del consentimiento. Que es simplemente que dos se besan cuando los dos quieren. Por mucho que moleste a la extrema derecha y a los que coinciden con la extrema derecha pero se creen de izquierdas.

4. La sociedad norteamericana es estúpidamente puritana y muy amiga de castigar con la cárcel lo que les inquieta. Les preocupa menos un vídeo en las redes sociales con una decapitación o con una ejecución con un martillo que un pezón. Los pezones preocupan a la gente que tiene la mente sucia. Les molesta una madre dando de mamar en un bar o en un parque o que se le marquen los pezones a una ministra, como ocurrió con Ione Belarra. Suelen ser los mismos que están en contra del aborto, pero no les molesta que torturen con fuego o con hierros afilados a un animal delante de los niños. Tan defensores de la vida, tampoco les convoca que los niños, con apenas unos años, se desmayen de calor o de hambre en una escuela. Ese puritanismo enfermo norteamericano -la sociedad de los serial killer- quiere trasladarse a todo occidente. Entiendo que produzca resquemor ver a un cura acariciando a un menor -los casos de pederastia en la Iglesia católica se cuentan por decenas de miles-, pero que ya no se pueda acariciar a un niño es trasladar a la vida la suciedad de la gente sucia. No todas las caricias son pecado o delito. Tenemos que diferenciar para que los abusadores no quieran escaparse por ahí.

Puedes ser un patoso, puedes ser un baboso y también puedes ser un agresor. Basta que la persona a la que le has robado el beso sea tu subordinada, alguien a quien puedes perjudicar si no consiente a tus caprichos, tus calores o tus perversiones. En la vida social, los límites entre nosotros son fluidos y cada sociedad establece esos límites. Hay sociedades que se tocan más que otras, igual que hay sociedades más distantes donde pasar del usted al tú puede ser visto como una falta de respeto. Lo que nadie duda es de que un jefe no puede toquetear a una subordinada, no puede besarla sin su permiso, no puede amenazarla, presionar a sus padres o inventar mentiras para cubrir sus abusos. Lo de Rubiales agarrándose lo que tenga entre las piernas en el palco del estadio es lo menos escandaloso. Sabemos lo que se cuece en los palcos de los estadios y sabemos, cuando hablamos del decoro institucional, lo que hizo el anterior jefe del Estado, tan asiduo él a los palcos. El problema con Rubiales es que es un imbécil y siempre lo ha sido. Lo que pasa es que en el mundo del fútbol se nota menos. Y las mujeres se han cansado.

5. España, por fortuna, ha cambiado. Plácido Domingo puede decir que en su tiempo las cosas eran así. Por fortuna, ya no lo son. Y nos queda mucho por aprender. Nunca en la historia nadie ha cedido un privilegio sin que los subordinados te lo arranquen. A menudo, a través de procesos revolucionarios. Gracias a las barricadas tenemos derechos civiles, políticos y sociales en nuestras constituciones. Una de las grandes tareas pendientes tiene que ver con la igualdad entre hombres y mujeres. Es la tarea del feminismo. Y no va a ser ni fácil ni pacífica. Porque conforme más triunfe el feminismo, menos privilegios tendremos los hombres. Y por eso la extrema derecha -y algunos amigos de Pedro Sánchez- atacan al feminismo combativo, atacan con ira demenciada a Irene Montero, defienden a Luis Rubiales, le aplauden -como hicieron el seleccionador nacional masculino, Luis de la Fuente, y el femenino, Jorge Vilda, aunque ahora, como oportunistas sin dignidad, digan lo contrario-, y ponen cara de circunstancias, como algunos periodistas, cuando escuchan que robar un beso o tocar el pecho o el culo a una señora sin su permiso es, ni más ni menos que un delito.

Hace apenas cinco años, el labiazo de Rubiales a Jenni Hermoso -llamarlo beso es una insuficiencia del lenguaje- se hubiera zanjado con un "no seas histérica", "no es para tanto" , "anda, déjate de tonterías", "¿qué pasa, que tienes la regla?" o alguna lindeza por el estilo. Pero las chicas le han echado ovarios, que no huevos. Y en España estamos dando otro pequeño salto. De esos que cambian la historia.

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Ni los Milei ni los Abascal nacieron ayer: los laboratorios del veneno de la extrema derecha https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/08/20/ni-los-milei-ni-los-abascal-nacieron-ayer-los-laboratorios-del-veneno-de-la-extrema-derecha/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/08/20/ni-los-milei-ni-los-abascal-nacieron-ayer-los-laboratorios-del-veneno-de-la-extrema-derecha/#respond Sun, 20 Aug 2023 04:25:14 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11585 alt --> Ni clase obrera, ni partidos, ni medios de comunicación, ni conciencia El análisis de clase se ha complejizado y la clase obrera ya no es ese lugar compacto y coherente capaz de cambiar, por su cohesión, el rumbo de la historia. Pero los principales conflictos sociales siguen siendo entre privilegiados que quieren mantener su privilegio … Continuar leyendo "Ni los Milei ni los Abascal nacieron ayer: los laboratorios del veneno de la extrema derecha"]]> Ni los Milei ni los Abascal nacieron ayer: los laboratorios del veneno de la extrema derecha

Ni clase obrera, ni partidos, ni medios de comunicación, ni conciencia

El análisis de clase se ha complejizado y la clase obrera ya no es ese lugar compacto y coherente capaz de cambiar, por su cohesión, el rumbo de la historia. Pero los principales conflictos sociales siguen siendo entre privilegiados que quieren mantener su privilegio -de clase, de raza y de género-  y los que se niegan a tener menos derechos que otros. Si perdemos esto de vista, terminamos por no entender los grandes movimientos en nuestras sociedades. Si hay dominación con democracia, apoyan la democracia. Si la democracia dificulta la dominación, recurren a salidas autoritarias. Los Milei, los Abascal, las Meloni, los Trump germinan en las crisis.

Los partidos ya no son los órganos de intermediación que fueron durante el siglo XX. Al igual que los medios de comunicación han sido devorados por los canales digitales y por las redes sociales, los partidos pueden ser desbordados por 'marcas' personales que carecen de órganos, estructura, implantación territorial e, incluso, financiación. Lo único que no les puede faltar es apoyo comunicacional. Si esas 'marcas' (siempre personas con fuerte personalidad) no son conocidas, no existen. Basta con una 'marca' y con su correspondiente apoyo mediático para que nazcan nuevos partidos que, en realidad, no son exactamente partidos y donde la democracia interna va a depender exclusivamente de la voluntad del liderazgo. Sumar no es más democrático que Podemos ni Milei va a ser más dialogante que el Frente de Todos.

Frenar a los dementes del fundamentalismo del mercado se convierte en un delito contra la libertad. Han construido un marco poderoso.

Esta nueva conexión entre el liderazgo y el pueblo puede tener lugar en los espacios de la derecha y de la izquierda, porque nacen del descontento y dependerá de quién lo canalice. Pero es más fácil que salgan por la derecha porque tienen como fundamento el individualismo, la competencia, la jerarquía y la justificación política y social de la falta de empatía. Son liderazgos que autorizan a romper con todo, a no respetar las reglas, que reconocen el enfado de los sectores populares y las clases medias y justifican cualquier respuesta (incluido el machismo, el clasismo, el racismo, la homofobia, etc.). El marco teórico lo proporciona Friedrich Hayek: la sociedad no existe, la justicia social es un lema vacío y lo único real son las relaciones mercantiles entre individuos (resonarán los ecos de palabras similares enunciadas por Margaret Thatcher). Como la sociedad "no existe", cualquier imposición 'colectivista' o 'comunitaria' (sean los derechos laborales, los impuestos, las normativas medioambientales o el código vial) van contra 'la libertad'. Frenar a los dementes del fundamentalismo del mercado se convierte en un delito contra la libertad. Han construido un marco poderoso.

Hay un problema en que lo que te vale para expresar tu ira no te vale para construir la alternativa. En el momento 'destituyente' - cuando el pueblo, guiado por algún liderazgo capaz, centra sus energías en acabar con lo que existe-, ese liderazgo funciona como canalizador de la rabia y la frustración. Es un 'significante vacío' (según la expresión de Ernesto Laclau), es decir, cada persona enfadada va a ver en ese liderazgo lo que quiera, porque la ira va a pesar más que la afinidad. Pero en el segundo momento, cuando se trate de construir la alternativa, es probable que las nuevas medidas puedan empeorar tus condiciones de vida. Con tu voto. Y no nos engañemos: ningún país -NINGÚN país- está exento de que le surja una extrema derecha con posibilidades electorales de victoria.

Cómo es posible que una monja vaticana vote a un putero y pederasta como Berlusconi? ¿Cómo es posible que un telepredicador integrista evangélico defienda a capa, cruz y espada a un ladrón, mentirosos y consumidor de prostitución confeso como Donald Trump? Porque les cumplen, porque el "enemigo" les asusta y porque la sociedad se lo permite

¿De dónde viene la extrema derecha?

Estamos en un ciclo histórico de crisis del neoliberalismo donde las expresiones populistas devoran a la derecha democrática o la arrastran ideológicamente hacia lugares extremos. Kast o Bolsonaro acaban con la democracia cristiana en Chile o en Brasil, VOX regresa al PP al conservadurismo franquista, Milei resucita la dictadura de los Chicago Boys y la dictadura (autoritarismo más ultraliberalismo, trufado de caprichos personalistas), Salvini, Meloni o Berlusconi (éste desde el más allá) han fagocitado a la democracia cristina italiana. Los evangelistas o los católicos integristas hacen alianza con los ultraliberales, aun sabiendo que no cumplen los preceptos. Pero les cuidan los negocios y no les discuten los mandamientos religiosos, aunque los conculquen día sí y día también.  ¿Cómo es posible que una monja vaticana vote a un putero y pederasta como Berlusconi? ¿Cómo es posible que un telepredicador integrista evangélico defienda a capa, cruz y espada a un ladrón, mentirosos y consumidor de prostitución confeso como Donald Trump? Porque les cumplen, porque el "enemigo" les asusta y porque la sociedad se lo permite. ¿Cómo se ha logrado esto?

En realidad lo han logrado a través de tres pasos en los últimos cincuenta años:

(1) En primer lugar, el derribo de las defensas morales de nuestras sociedades. Decenas de fábricas de pensamiento (think tanks) con miles de millones de dólares financiados por grandes empresas hicieron el trabajo durante décadas. El keynesianismo, que fue la doctrina económica hegemónica desde el final de la Segunda Guerra Mundial, fue invalidado entre los años 70 y los años 90, esto es, entre el golpe de Estado contra Salvador Allende, la ruptura del capitalismo ordenado de Bretton Woods, la caída de la Unión Soviética (1991) y la conversión de la socialdemocracia en neoliberal con la tercera vía. El keynesianismo fue paulatinamente sustituido por la ortodoxia monetarista que estigmatizó lo público, golpeó con dureza las políticas sociales, vació fiscalmente a los Estados, devolvió a las empresas posiciones de fuerza frente a los trabajadores y, quizá lo más esencial, mercantilizó todas las esferas de la vida, de manera que convirtió buena parte de las relaciones sociales en relaciones mercantiles.

Como había previsto Max Weber un siglo antes, desencantó el mundo y nos convirtió en kafkianos  empresarios de nosotros mismos-Kafka escribió al tiempo que Weber-, escarabajos atrapados en la jaula de hierro de una burocracia mercantil. Al primar las relaciones mercantiles entre los seres humanos, perdimos humanidad, nos enfriamos, nos aislamos, perdimos empatía y dejamos prácticamente de confiar en lo público y en la solidaridad. Esto no se hizo sin oposición. En 1988 le robaron en México las elecciones a Cuauhtémoc Cárdenas, en 1989 fue el caracazo, en 1992 el levantamiento de Chávez, en 1994 fue el levantamiento zapatista, , con el cambio de siglo las protestas crecieron, en 2001 fue el "que se vayan todos" en Argentina, cambiaron los gobiernos en el continente y en el encuentro del Mar del Plata se frenó el paseo militar neoliberal. Pero casi medio siglo de neolberalismo deja su huella: se rompen las conexiones sociales, se dinamita la empatía, se asume que la sociedad no existe, la justicia social no existe. La cultura del ocio y del entretenimiento se enseñorea. La buena vida es consumir en una sociedad mercantilizada.

En el caso argentino, con recortes, precariedad, una inflación superior al 100% en un gobierno que se reivindica de izquierdas, es normal que la ciudadanía busque soluciones en otros espacios políticos.

(2 El segundo paso lo marca una nueva crisis: es el momento de la frustración. El modelo neoliberal, que prometió solventar todos los problemas, falla. Ocurre cuando en una sociedad a la que le has quitado las defensas sociales con la mercantilización de todas las esferas de la vida, la sacudes con una nueva amenaza (suele ser económica, como en Argentina, aunque genera el mismo efecto una amenaza, real o imaginada, a la identidad nacional, sea por migraciones -como en Austria, Alemania o Italia- o por movimientos separatistas -como en España-. Es el momento de la frustración. Si tiene lugar mientras gobierna la derecha, es probable que gane las elecciones la izquierda (es la segunda ola rosa en América Latina); si la frustración ocurre con un gobierno de izquierdas porque no ha dado respuesta a las demandas ciudadanas, la opción electoras es más fácil que vaya a la derecha. En el caso argentino, con recortes, precariedad, una inflación superior al 100% en un gobierno que se reivindica de izquierdas, es normal que la ciudadanía busque soluciones en otros espacios políticos.

Además, la racionalidad neoliberal -propia de un mundo mercantilizado- ha debilitado mucho los valores de la izquierda. De manera que no es solamente que un supuesto pueblo sabio vote castigando a los que no les han resuelto los problemas, sino que ese pueblo ha aprendido a ser egoísta, insolidario e incluso desconsiderado (algo que pasa especialmente con la migración o con el trato colonial con otros pueblos). En otras palabras, si se empatiza en exceso con el pueblo que vota a la extrema derecha, se termina justificando que votarles es razonable. Y eso no es toda la explicación.

(3) El tercer paso, que es donde aparecen los Milei, los Bolsonaro, los Kast, los Abascal o las Díaz Ayuso, es el del nihilismo (como bien explica Wendy Brown), el del desprecio absoluto a todo lo existente y la construcción del deseo de un cambio radical a ver si por fin desaparece la angustia. Una suerte de "pulsión de muerte" o, en términos más prosaicos, "a la mierda con todo".  Sobre la sociedad neoliberal desarmada en los valores colectivos, aprovechando la frustración social y temiendo que esa frustración pueda operar contra el sistema, el propio sistema activa anticuerpos en forma de insiders que parecen outsiders. Una suerte de Plan B autoritario que tiene como principal objetivo pelear contra la izquierda. Es un momento de arribistas sin escrúpulos, de locos, de tarados, de heridos de guerra, de frustrados, de rebeldes que han formado su rebeldía contra la democracia liberal y ven una oportunidad en el momento del populismo de derechas.

Al creerse los supuestos agraviados sus propias mentiras, ya no quieren tener razón, sino "ser" la razón. Y si la razón, la lógica, el sentido común no les acompaña, dinamitan la razón y la lógica y el sentido común.

Ese nihilismo, cargado de frustración, se llena de fuerza al creerse los supuestos agraviados sus propias mentiras. Ya no quieren tener razón, sino "ser" la razón. Y si la razón, la lógica, el sentido común no les acompaña, dinamitan la razón y la lógica y el sentido común. Por eso pueden decir una cosa y la contraria, contradecirse, decir barbaridades. Han logrado capitalizar la ira y todo vale para cargar de energía ese Armageddon que va a romperlo todo e inaugurar una nueva época. Desde ese escenario desarmado de sentido común, lo que frena la libertad de los dueños de la razón es "comunismo" y lo que está en peligro es "la patria", en decadencia por culpa de los enemigos de la nación. Inauguran una nueva razón y la llaman "libertad", aunque impida la libertad de las mayorías. Necesariamente tiene que recurrir a la fuerza para imponerse. Por eso Milei plantea en su programa unificar el Ministerio de Defensa y la policía. Por eso en España funciona la ley mordaza. Por eso VOX quiere infiltrar la policía y el ejército. Bukele en El Salvador les da la pauta: todos los que estén contra mí son pandilleros.

En el río revuelto de la crisis permanente, los pescadores sin escrúpulos triunfan

Por eso ya no valen los partidos ni los medios de comunicación como instancias intermediadoras de las sociedades democráticas. Los medios, en realidad empresas de medios, son los encargados de gestionar el marco, el olvido, el miedo, la esperanza. Los líderes de la extrema derecha inauguran una nueva comunicación donde si no están con ellos, están contra ellos. Como los partidos y los medios vienen de estar debilitados, no es complicado pelear contra ellos si no se pliegan. Pero la verdad es que se pliegan -o cuando menos, les atacan mucho menos que a la izquierda- porque, al fin y al cabo, la lógica partidista y mediática está a favor del sistema. En España, es inimaginable que un líder de la izquierda hubiera podido presentarse a las elecciones de existir una foto suya veraneando con un narcotraficante. De la misma manera que Milei puede reivindicar a Menen o a Bullrich, odiada como Ministra de un Presidente que tuvo que salir del palacio de gobierno en helicóptero durante la crisis de 2001. Bullrich puede regresar porque los medios les gestionan esos marcos de olvido.

La crisis también asusta a los grandes capitales, que deciden blindarse ante cualquier cambio. Y empiezan a mover sus fichas: mediáticas, judiciales, policiales y finalmente, si así lo entienden, militares

El neoliberalismo nació ya en crisis. Y esa crisis sigue abierta. Primero se enfrentó a las protestas contra el empobrecimiento de las mayorías en el cambio de siglo. Luego al colapso tras la crisis de 2008. El ciclo sigue abierto. Lo quiso solventar la izquierda pero no fue capaz. Es la principal fuerza de la extrema derecha: la renuncia de la izquierda a hacer políticas decididas a favor de la mayoría. Es ahí donde aprovecha la oportunidad la derecha. Además, la crisis también asusta a los grandes capitales, que deciden blindarse ante cualquier cambio. Y empiezan a mover sus fichas: mediáticas, judiciales, policiales y finalmente, si así lo entienden, militares.

En esa suma de ruptura de lazos sociales, frustración y nihilismo, ¿quién vota a la extrema derecha? El abanico es amplio y comparten alguna de estas características:

-Buscan privilegios (la alineación de las clases altas con la extrema derecha es una constante en todos los países)

-Tienen miedo (a los cambios sociales, a la incertidumbre, a la violencia, a la inflación, a los inmigrantes, a los que supuestamente les van a quitar lo que no tienen)

-Están frustrados (como hombres, como blancos, como heterosexuales, como cristianos, como trabajadores, como propietarios

La extrema derecha da a esas mayorías sin rumbo (1) una identidad (por lo general nacional excluyente que sitúa el paraíso en algún momento del pasado y que, por lo general, alaba a las dictaduras porque lucharon contra la izquierda), (2) una utopía (una sociedad de mercado con la épica de la lucha de todos contra todos en una reedición constante de los juegos del hambre o el juego del calamar) y (3) un enemigo (la  política –"todos los políticos son iguales...menos yo"-, la izquierda, los inmigrantes, las mujeres, los homosexuales, los pobres, los que generan inseguridad con el robo y la violencia (lo cual es cierto) y también lugares extraños que permiten alimentar teorías de la conspiración - la agenda 2030, el Foro de Sao Paulo, el estado profundo-.

Por eso los ricos siempre están detrás de la extrema derecha. También sectores populares que se sienten engañados. Trabajadores precarizados, pequeños propietarios que necesitan echarle la culpa de su escaso éxito a alguien, rentistas del campo que quieren regresar a alguna suerte de feudalismo, ancianos intoxicados por los medios de comunicación, personas con identidades sexuales débiles o que anhelan una relación de dominio con las mujeres, divorciados que anhelan una sociedad donde las mujeres tengan menos derechos, sectores aspiracionales que creen que en una sociedad menos democrática les va a tocar estar arriba de la cúspide, jóvenes que encuentran una forma de rebeldía en dinamitar lo existente, en el derribo de lo que consideran que son "obstáculos para la libertad" y creen igualmente que van a ser beneficiarios de la demolición, estudiantes que ya no estudian economía sino en escuelas de negocios y sueñan aspiracionalmente a ser lobos de wall Street. Al final, gente sin horizontes por culpa de una sociedad que ha dinamitado el horizonte y que creen que vendiendo un riñón -como plantea Milei- podrán invertir en criptomonedas que, una vez enriquecidos ¿les permitirán volver a recuperar su riñón?

La extrema derecha como un relato eficaz

La extrema derecha, como dueña de la razón irracional, plantea cosas absurdas pero que tienen recorrido mediático (los medios siempre les ayudan). Tienen que ser necesariamente estupideces o atentados contra el sentido común para así polarizar el debate a atraer toda la atención. De esa manera, parece que el debate es entre ellos y todos los demás. La frontera entre que sean desechados por decir estupideces o que sean señalados como el polo desafiante de la política tiene que ver con la construcción publica de los personajes. Si el periodismo hiciera su trabajo, es difícil que sus propuestas pudieran parecer otra cosa que necedades. Milei se ha convertido en un verdadero ejemplo de estas actuaciones, siguiendo la estela de Donal Trump ("puedo asesinar a alguien en la quinta avenida y no me pasaría nada") o Díaz Ayuso cuando planteó colgar una maceta para luchar contra el calentamiento global. Algunas propuestas de Milei son privatizar las calles (pero no aumentar los sueldos para pagar esos gastos extras, lo que le lleva necesariamente a prohibir las manifestaciones y las huelgas). Es decir, ignorar que hay un salario indirecto en los bienes públicos que ayuda a la paz social; prohibir la redistribución de la renta por parte del Estado pero sortear el salario que recibe Milei del Estado y que es la garantía de que cualquier ciudadano pueda hacer política; tratar el cuerpo como una mercancía, de manera que se pueda vender un riñón o tratar a un niño como si fuera una lavadora (el economista Ronald Coase inauguró esa mirada en los años 60, preparando la etapa de Reagan).

Las buenas trampas tienen que tener algo de verdad. Milei, en nombre de la libertad, autoriza a los comerciantes informales su derecho a ser "emprendedores", es decir, a trabajar jornadas de 14 horas para apenas conseguir el alimento. Como los riders. Por supuesto, no se explica la contradicción con los comerciantes formales que ¿tampoco pagarían impuestos? Con la consiguiente reducción de la seguridad que, como se ve en el caso de Ecuador con Lasso, no garantiza la vida ni siquiera a los candidatos a la Presidencia del Gobierno. Otro tanto con la dolarización. Seguramente es imposible ponerla en marcha y supondría la pérdida de la soberanía del país, pero genera una expectativa de cambio capaz de emocionar a los desesperados. Por último, con el tema de la seguridad, América Latina puede deslizarse hacia una "salida Bukele" que sea la antesala para dinamitar el compromiso democrático de las mayorías. Una vez más, el fracaso de la izquierda es el pasaporte al éxito de la extrema derecha.

Las conexiones internacionales hacen el resto. De Steve Bannon a Santiago Abascal y su Iberosfera, pasando por la multitud de fundaciones que hacen política (donde siempre se entrecruza el Atlantic Council con José María Aznar y el inefable Vargas Llosa) apoyan las oposiciones a los gobiernos de izquierda y le dan una patina de credibilidad internacional a las barbaridades ultraliberales y al vaciamiento democrático.

La extrema derecha que está en contra del aborto está a favor del trabajo infantil, de la venta de niños, de la privatización de la educación infantil, de que en un hospital público se estudien las cardiopatías de los niños. Pero hay al menos, siempre, en cualquier país, una de cada dos personas que les aterra esta gente, aunque no siempre den la batalla. Y que son la razón para no tirar la toalla.

¿Quién dijo que todo está perdido?

Estos personajes sacan hasta un tercio de los votos e, incluso, sumando los votos de la derecha, pueden aproximarse al 50%. Pero el otro 50% está enfrente. Incluso pese a los errores de la izquierda. No se concedan victorias que aún no existen. Una parte, además, se va a la abstención, pero en momentos de urgencia  -de los cuales no hay que abusar- se activan y expulsan a las derechas, como pasó con Zapatero contra Rajoy, ha pasado ahora con Sánchez y Sumar contra Feijóo-Abascal, pasó con Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner y puede pasar otra vez en noviembre con Massa-Rossi frente a Milei o Bulrich.

La extrema derecha que está en contra del aborto es la misma que está a favor del trabajo infantil, de la venta de niños, de la privatización de la educación infantil, y en contra de que en un hospital público se estudien las cardiopatías de los niños. Pero hay al menos, siempre, en cualquier país, una de cada dos personas a las que les aterra esta gente, aunque no siempre den la batalla. Y que son la razón para no tirar la toalla.

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Barbie ya tiene coño https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/08/13/barbie-ya-tiene-cono/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/08/13/barbie-ya-tiene-cono/#respond Sun, 13 Aug 2023 07:01:46 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11561 Barbie ya tiene coño

 

El cine es una industria que, vaya si es cierto, también puede ser un arte. Pero nadie dudará de que, ahora mismo, en cualquier película prima, sobre todo, el beneficio. Por eso, cuando suena la flauta, todos bailamos. Con Barbie, la flauta no ha sonado. Pero tampoco sales del cine cabreado. Mattel, la marca que fabrica, principalmente en China, la muñeca, se ha reinventado, en la película no se ha molestado a nadie (bueno, salvo a la gente con "cuerpos no normativos") y, a fin de cuentas, hemos pasado un rato viendo nuevos ángulos intrascendentes de la vital tensión entre hombres y mujeres. Bueno, con unos cuantos euros menos en el bolsillo, pero con un cierto barniz optimista.

Pedirle a Barbie que se afilie a Femme o ponga en marcha un nuevo Me Too en el mundo del cine para niños es excesivo. Sería como pedirle a Superman o a The Hulk que dirigieran sus súperpoderes contra el capitalismo. ¿O no recordamos que Batman, en El caballero oscuro del oscuro Nolan, es un empresario que se alía con los policías para ir a cazar "como ratas" a los perroflautas de Occupy Wall Street ?

Sasha, la niña rebelde que empieza criticando a Barbie, termina abandonando las camisetas y se pasa al rosa. Unos grandes almacenes te pueden vender una camiseta del Che Guevara o de Nelson Mandela pero sólo cuando han logrado quitarles la carga subversiva, cuando nadie les ve como lo que realmente eran: dos buenos comunistas.

En el cine, con unos buenos artesanos del gremio -Greta Gerwig, la directora, lo es- y un buen guionista puedes hacer casi lo que te dé la gana. Spielberg, con música de Morricone, nos haría llorar en una escena con Hitler roto delante del féretro de su vieja madre. Así que, ¿por qué no hacer caja cuestionando amablemente todo lo que se ha criticado a la muñeca de imposible cintura, ropero interminable, piel perfecta y sonrisa inacabable? Parafraseando a Valerie Ritchie, podemos decir que "si odias a Barbie, ve a ver a Barbie para ver la crítica más implacable de Barbie". ¿No lo hace Netflix en un cameo de la película? Aunque si la Barbie humanizada hiciera bajar la venta de las muñecas, olvídate Judith Butler.

Barbie incorpora como crítica cosas que al cuñadismo que molesta a Vox -y a algunos amigos del Presidente Pedro Sánchez- les parecerán intolerables. De hecho, ¿el imaginario de un burdel no tiene que parecerse a Barbieland? En un conocido poema escribía Oliverio Girondo:

"Me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! —y en esto soy irreductible— no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!"

En esta película, Barbie decide volar. Y le huele el aliento al levantarse.

Barbie, la película, empieza con un guiño a 2001: Una odisea en el espacio. Lo que el monolito era a las diferentes fases de la humanidad, lo hacía para el imaginario de los juguetes para niñas que apareciera una muñeca madura -ya no un bebé con el que aprender a ser madre- sexualmente deseable -las mujeres empezaban a tener derecho a tener deseos- y autosuficiente -no andaba llorando por las esquinas su hambre, su suciedad, su llanto-. Si en 2001: Una odisea en el espacio los antepasados de los humanos usaban un hueso para inventar la primera herramienta con la que matar a un semejante, las niñas destrozaban las muñecas de porcelana, las muñecas repollo, las muñecas eternas para, al lanzarlas al espacio, retornar convertidas en un referente idealizado para fetichistas y madres.

Pero en la Barbie de la película, las cosas se trastocan porque el mundo del deseo y la imaginación choca con la crudeza de la realidad. Una mañana, Barbie se levantó con celulitis, pies planos y le olía mal el aliento. Que no cunda el pánico. Nada que algunos arreglos no puedan solventar. Barbie está decidida a darle un giro a su vida. Hay cosas del mundo real que no le gustan. Pero, ¿a quién le gusta el mundo real? Los obreros masculinos, que son los que trabajan de verdad en la película, son soeces -le dicen piropos que son puñales de los que asustan al Ministerio de Igualdad- y hay que terminar a golpes con ellos. Barbie, que no golpea a los ejecutivos, no duda en enfrentar a obreros de la construcción. Y eso que salen Barbies con la máquina percutora levantando asfalto. Los directivos de Mattel son idiotas, pero están trajeados. Son víctimas de ellos mismos. Dignos de compasión. Ojalá los ejecutivos de Blackrock o de Monsanto o los que venden armas o hunden con sus clasificaciones países enteros fueran tan tontorrones. No harían falta ni revoluciones.

A Barbie y a Ken les detienen porque no tienen dinero. Pero eso no significa que caigan en la espiral por donde caen los pobres. Al revés, la Policía les trata con cariño. No veremos a Ken con un policía poniéndole la rodilla en el cuello hasta que le falte el aire. Y el monólogo de Gloria arrancaría aplausos en una sala llena de mujeres cansadas:

"Es literalmente imposible ser mujer... Siempre tenemos que ser extraordinarias, pero no sé cómo siempre lo hacemos mal. Tienes que estar delgada, pero no demasiado y no puedes decir "quiero estar delgada", tienes que decir "quiero estar sana", pero también tienes que estar delgada. Tienes que tener dinero, pero no puedes pedir dinero porque eso está mal. Tienes que ser jefa, pero no mala. Tienes que liderar, pero no machacar las ideas del otro. Se supone que tiene que encantarte ser madre, pero no puedes hablar todo el maldito día de tus hijos. Tienes que ser profesional, pero también cuidar siempre de otros. Tienes que responder por el mal comportamiento de los hombres pero si les dices algo te echan en cara que te quejas.

Tienes que estar guapa para los hombres, pero no demasiado como para tentarles o para amenazar a otras mujeres, porque debes ser parte de la hermandad. Pero tienes que destacar y estar siempre agradecida. Pero sin olvidar que el sistema está amañado así que debes, aún sabiéndolo, estar agradecida. No puedes envejecer, ni ser maleducada, ni fanfarrona, ni egoísta, ni derrumbarte, ni fracasar, ni mostrar miedo, ni salirte de lo establecido.

¡Es demasiado difícil! Es demasiado contradictorio y nadie te da una medalla ni te da las gracias. Y, de hecho, resulta que no sólo lo haces todo mal, sino que además todo es culpa tuya. Estoy tan cansada de verme a mí y de ver a cualquier otra mujer hacer lo imposible para gustar a la gente. Y si las cosas también son así para una muñeca que representa a las mujeres, entonces apaga y vámonos".

Apaga y vámonos. Igual que la Barbie prototípica se ha hecho feminista, ¿irá Barbie soldado a la guerra de Ucrania? ¿Se aliará con los inadaptados de Wagner o estará vestida como Zelenski? Y ante el calentamiento global, ¿será colapsista o defenderá el capitalismo verde? Está más cerca de Yolanda Díaz que de Ione Belarra. Así que no exageremos.

Pero quizá se le ha pedido demasiado a Barbie. Tarzán nunca promocionaría un safari de esos a los que iba el rey emérito a matar animales con los ojos grandes. Pensar que se puede usar la Barbie para inventar el feminismo del siglo XXI es como pensar que se puede usar el DDT para aumentar la conciencia ecológica. Cierto que en la película hay negras que son presidentas, juezas, mujeres con curvas, mujeres que pueden ser lesbianas -¿e incluso trans?- porque da todo lo mismo, porque es un mundo que, como en un centro comercial, no tiene problemas, y si hay problemas, rebotan en el sentido común aquiescente del sistema. Por eso, pese a la pluralidad, la protagonista tiene que ser blanca, muy blanca, blanquísima, como Margot Robbie, la actriz que la representa. Así, todo el mundo puede soñar un poco pero solo lo justo.

Volviendo a Ritchie, la nueva Barbie puede odiar el plástico, pero está hecha de plástico; puede odiar los estereotipos patriarcales, pero está cañón según los cánones estéticos en uso; aboga por la igualdad, pero es sonrosadita; es rebelde, pero sabe que prosperar en la vida es poder comprar cosas; es ecologista, pero tiene coche, barco y hasta nave espacial; pone en su sitio a los hombres, pero no se olvida de que, en el feminismo liberal, el conflicto con los hombres no es ni de clase ni de raza, sino superficialmente de género, de manera que algunas mujeres triunfadoras, como Barbie, puedan romper el techo de cristal. En esa lógica, cuando las mujeres ganan al patriarcado, no instauran la democracia, sino el Gobierno autoritario de las mujeres.

La película puede ser crítica con el patriarcado, con los empresarios de Mattel, con la evasión de impuestos de la compañía. Puede reírse de los hombres simples y con ansia de poder, que quieren estar en todos sitios y ser siempre ganadores. Con todas esas cosas Barbie va a ser más creíble: van a vender más muñecas, en un mundo donde las niñas ya juegan al futbol y son unas jefas con la play. Los roles están tan profundamente interiorizados que al hacer la crítica, liberas al público de tener que alejarse de la muñeca. Al final, hacen la crítica por ti y ya puede gustarte la Barbie, Julio Iglesias, querer que te regalen flores, que tu novio tenga celos o cualquier asunto que esté en controversia acerca de qué es machismo, qué  es moñismo y qué es cortesía. Que Barbie sirviera para ahondar en el feminismo sería como si periodistas de derecha o de extrema derecha dijeran en las peleas de la izquierda quién tiene razón. Claro que pasa, pero es estúpido.

Quedarse en el techo de cristal, como le pasa a Barbie, es el feminismo de Hillary Clinton. O, como recoge la película, el de la "creadora" de Barbie, Ruth Handler (en realidad, la plagiadora de una muñeca alemana previa), elevada a los altares oníricos como una mujer buena que sabe envejecer con sabiduría. De esa gente que dice que, si tienes buena actitud, vences al cáncer, a la pobreza y a la celulitis. Y el calentamiento global se solventa comprando y con sonrisas. En esa lógica donde los conflictos entre hombres y mujeres tienen que ser manejables, los celos se comen a cualquier otra controversia. En Barbieland no apuñalan a las Barbies delante de sus hijos.

Barbie ya tiene coño. Es un avance. ¿Estará depilada, como mandan los cánones del porno, o asustará a Ken con una frondosidad púbica? Seguirá, casi con toda certeza, sin celulitis. Aunque Barbie es tan perfecta que hasta su celulitis sería una señal de sublimación estética. Es Hollywood, ¿qué quieres? Sin Hollywood, el dominio geopolítico de EEUU estaría aún más cuestionado. Barbie es a los marines lo que Marta Sánchez a los soldados españoles en la guerra del Golfo. Pero todo es humo. El boulevard de las estrellas de la ciudad del cine está lleno de zombies que apenas mantienen el equilibrio golpeados por el fentanilo. No hay fentanilo en Barbieland ni gente viviendo en caravanas. Todos viven en casas espectaculares.

En esos EEUU decadentes, la nueva Barbie real, ¿qué haría? ¿Les llevaría café por la noche? ¿Pediría cuentas a los responsables? ¿Haría un rastrillo de pijas para vender viejas barbies para recaudar dinero para los pobres yonquis? Su vida, no puede ser de otra manera, seguiría vacía, insustancial, alienada, encadenada al consumo. Sin fiesta, Barbie no es Barbie. Resignificar a Barbie sería como resignificar a Hayek.

Puestos a mezclar el mundo real y el de los sueños, preferiría irme a hacer la revolución con la Barbie deteriorada (la Barbie "rara"). Ken, después de haber pasado por la cárcel, a lo mejor hasta se venía. Aún sigo sin saber si se vendría Allan. Hay demasiada gente de derechas en el mundo LGTBI. Qué tiempos los de Proud. En esa película sí bailamos. Barbie todavía era sólo una muñeca.

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Después de las elecciones, ¿a dónde va la izquierda? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/07/30/despues-de-las-elecciones-a-donde-va-la-izquierda/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/07/30/despues-de-las-elecciones-a-donde-va-la-izquierda/#respond Sun, 30 Jul 2023 06:32:06 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11535 Después de las elecciones, ¿a dónde va la izquierda?
A Ramón Lobo, pese a tantas discusiones o por eso mismo

La derecha, que vendió la piel del oso antes de cazarlo

Los resultados electorales se miden por lo que impiden o facilitan (esencialmente gobernar). También, de manera muy evidente, por las expectativas. Por eso la izquierda española siente, aunque no sea verdad, que ha ganado de manera espectacular, mientras que las derechas, las del "que te vote Txapote", sienten que han sido derrotadas con ecos que hoy sí justifican recuperar el trágico "no pasarán". El vertedero en el que se han convertido las encuestas algo tiene que ver con esa quiebra de las expectativas.

El PSOE, pese a perder las elecciones, y tras algunas dudas, la noche del domingo celebró. Por eso, Sumar, pese a perder 700.000 votos y cuatro escaños respecto de Unidas Podemos en 2019, celebró. Al contrario, por las expectativas y los hechos, Santiago Abascal, con 19 diputados menos, no quería ni salir a saludar a sus votantes. Y por eso Feijóo, pese a ganar las elecciones, tuvo que comerse con cara de Pablo Casado (su defenestrado antecesor en el cargo) cómo los hooligans del PP le interrumpían en el balcón de Génova la noche del domingo para gritar "Ayuso, Ayuso".

Cría cuervos y te sacarán los ojos. La sonrisa de Ayuso en el balcón recordaba a la niña de la curva. "No creo", contestó lacónicamente cuando le preguntaron si pensaba que Feijóo está cuestionado en el PP. Más tarde tuvo que afirmar que su candidato es, sin duda, Feijóo. Aunque este halago final es más mortal que las dudas iniciales. No pienses en un elefante. Pobre Feijóo, que pensó que por haber librado en Galicia lo del barco con el narco iba a ser inmune al veneno madrileño. Pobre García Ferreras, que repetía en La Sexta, ¡cuatro mayorías absolutas ya han dado explicaciones del barco!

Sumar no ha alcanzado a repetir los resultados de Unidas Podemos en las últimas generales, pero ha detenido la sangría de la izquierda. Es difícil medir este resultado. Los morados fueron vetados y relegados en nombre de la voluntad de lograr un mejor resultado. ¿Lo ha logrado? La lista encabezada por Yolanda Díaz ha sacado el 12,3% y 31 escaños. En 2019, Unidas Podemos, encabezada por Pablo Iglesias, sacó el 12,97% y 35 escaños (39 si se suman los partidos que hoy integran Sumar).

Desde Sumar se dice que la comparación debe ser con las municipales de mayo de 2023 (donde Unidas Podemos sacó un pésimo resultado). El declive de Unidas Podemos, es cierto, venía siendo constante. Ahora bien, evaluar unas elecciones municipales -donde Podemos nunca ha destacado- con las generales, donde los morados siempre han demostrado mayor capacidad, es forzar la comparación. Cada cual busca la explicación que más le favorece y eso es malo, porque demuestra que la izquierda todavía no ha entendido la necesidad de un frente amplio.

Sumar, que vino a mejorar el desempeño de Podemos, y que en nombre de esa voluntad vetó su nombre en el cartel, su participación en el diseño de la campaña y a las personas más visibles de Podemos en sus listas, ha juntado por vez primera a los principales partidos de la izquierda y ha frenado la hemorragia electoral que venía experimentando Unidas Podemos, pero no ha completado sus objetivos. Las exigencias fueron muy duras para el resultado obtenido. Si no se escuchan las quejas de los morados, se romperá el invento.

Feijóo ha dicho que va a intentar la investidura. Es absurdo porque no le dan los números. Ya le han dicho que no le apoyan ni Coalición Canaria ni el PNV. Así que el fracaso está anunciado. Sólo le queda el rey Felipe VI, amigo de las derechas, para echarle una mano. ¿Por qué esa voluntad de intentar algo imposible? Pues porque el aliento de Díaz Ayuso planea por Génova. Algunos ven en el horizonte una "boda roja", como en Juego de tronos. Esperanza Aguirre, la vocera de Aznar, ya ha empezado. Sólo mencionar que hay que sustituir a Feijóo es levantar medio patíbulo.

Vox le ha echado la culpa de su debacle al PP. Lo cual es cierto, porque se ha llevado muchos de sus votos después de descalificar sus propios acuerdos con ellos en muchos municipios y comunidades autónomas. Pero es igual que si Sumar le reprochara al PSOE su exiguo resultado. En política, si tus antiguos votantes dejan de hacerlo, algo de culpa tienes. ¿Qué tenía que haber hecho el PP? ¿Reírle a Vox sus bravuconadas contra vascos y catalanes? ¿Acompañarles en su sueño húmedo de salir a cazar maricones? ¿Celebrar con ellos que las mujeres tienen que volver a la cocina y a la Sección Femenina? No es que mucha gente en el PP no lo piense -ahí está Esperanza Aguirre, brazo público del aznarismo, pidiendo la unión del PP y de Vox- sino que eso "quita votos". Es vender la piel del oso antes de cazarlo. España se ha escorado hacia la derecha, pero hay que guardar las formas.

El PSOE seguirá bajo la dirección de Sánchez; el PP quizá ejecute a Feijóo; Abascal tendrá problemas en VOX; Bildu tendrá la tranquilidad y la generosidad del ganador moral, mientras el PNV le mira con miedo y sorpresa; ERC y Junts se pelearán por ver quién es más independentista; Sumar tiene todo pendiente y algo parecido le pasa a Podemos.

Habrá probablemente Gobierno de coalición, pero el camino será largo

En la izquierda, el adelanto electoral tras las elecciones regionales no dejó espacio para mucha discusión (Podemos tiene pendiente su autocrítica tras la debacle en esas elecciones). Sumar le dobló el brazo a los morados aprovechando su debilidad tras las municipales. Los ataques mediáticos y judiciales contra Irene Montero-evidentemente orquestados- hicieron el resto. Todo eso tiene que ser resuelto ahora, y es lo que Ione Belarra le ha recordado a Yolanda Díaz el día después de las elecciones. Quizá podría haberse expresado con más sonrisas, pero hay dolor acumulado.

Si los impulsores de Sumar, como han anunciado, fundan en septiembre un partido (Movimiento Sumar), la construcción de un Frente Amplio volverá a estar pendiente. No tiene sentido montar un partido y reclamar a los demás partidos que se pongan bajo su manto. Las izquierdas, todas, tienen que clarificar su casa propia y luego, una vez ordenado su patio, empezar a pensar en la casa común. La izquierda debe estar coordinada para ser útil en el Gobierno. Que lo que tengan que decirse, se lo digan mirándose a los ojos. Y que la ciudadanía saque sus conclusiones.

Es evidente que PP y Vox es imposible que sumen. El PSOE, al menos con Sánchez, no se va a abstener para que gobierne el PP (algo que pedía la vieja guardia socialista, como Felipe González). Ni el PNV -con elecciones a la vuelta de la esquina- ni ERC ni Junts per Catalunya les van tampoco a apoyar. Aunque solo sea porque el gobierno del PP sólo puede ser con Vox, y Vox ha repetido mil veces en campaña su voluntad de ilegalizar a los partidos independentistas y meter en la cárcel a sus líderes. El franquismo sigue teniendo un largo aliento en la derecha española.

El problema de Catalunya se solventa de manera más fácil desde el pragmatismo e, incluso, desde el oportunismo que desde la ideología. Porque enfrente de una ideología siempre hay otra y los ánimos se enconan y todos se ponen en pie de guerra.

El PSOE puede lograr una mayoría parlamentaria para nombrar presidente del Gobierno, pero le va a costar. Con el recuento del voto exterior, no cambian mucho las cosas, aunque Junts, igual que los demás grupos, aumentará sus apuestas al hacer falta ahora el sí y no bastar la abstención. Sumar, con su actitud conciliadora puede apoyar incluso sin reclamar ministerios -lo que sería un error, como ya le han recordado alguno de los partidos que lo integran-. Pero Bildu y ERC, sostenes del Gobierno de coalición, van a ser más exigentes, especialmente ERC, que ha pagado un alto precio por su apoyo al Gobierno. No es extraño que se hable mucho de Junts, aunque no deben perderse de vista las exigencias de los demás grupos. El máximo dirigente de Junts, Puigdemont, está fuera de España y pronto será, como desea el "partido de los jueces", prófugo de la Justicia. "Amnistía y referéndum", ha dicho Junts, son las claves de la conversación. No parecen reclamaciones desmesuradas.

Parece evidente que los catalanes tienen que votar su inserción en España. Estamos en el siglo XXI. Y no es menos evidente que por votar nadie debe estar en la cárcel. Pedro Sánchez, que tiene más de equilibrista político que de ideólogo, sabrá encontrar la manera. El problema de Catalunya se solventa de manera más fácil desde el pragmatismo e, incluso, desde el oportunismo que desde la ideología. Porque enfrente de una ideología siempre hay otra y los ánimos se enconan y todos se ponen en pie de guerra. En cambio, los oportunistas siempre despiertan menos animadversión. Qué paradoja. Desde la Transición, en España los líderes se acercan más al General Della Rovere que a Juana de Arco.

Aunque si las demandas suenas desmesuradas -y los medios se van a encargar de meterles decibelios-, Sánchez podría ver la ocasión de ir de nuevo a elecciones. ¿Habrá aprendido de las veces anteriores cuando cometió ese error? Si solventa el "reto catalán", igual que Zapatero solventó el vasco, tendrá un sitio de honor en la historia. De cualquier forma, la derecha va a ladrar igual. Si ladran pero se solventa el desangrante "problema catalán", bienvenido sea el coro ruidoso de la jauría.

A una década del 15M ¿a dónde va la izquierda?

Claro que el 15M dejó su huella en la sociedad española. Claro que el ciclo sigue abierto (y se va a agravar por las exigencias del calentamiento global, de la crisis del neoliberalismo y sus derivas geopolíticas, de la robotización de la economía, del envejecimiento de la población, de las migraciones y de la creciente insignificancia de la Unión Europea en el mundo).

El bipartidismo está roto. Los nacionalismos ahí están. Y hay claramente una izquierda a la izquierda del PSOE. Los periodistas corruptos, los jueces corruptos, los policías corruptos, los partidos corruptos y los empresarios corruptos señalaron hace diez años a Podemos como el objetivo a batir. Le han hecho daño, pero no son capaces de matarlo.

Podemos ha salvado los muebles. Con cinco diputados (Madrid, Barcelona, Murcia, Las Palmas y Granada), tiene la mitad que Sumar y los mismos que los Comunes, Izquierda Unida y Compromís, y más del doble que Más País y Más Madrid (aunque desde el Partido Comunista de España han sacado pecho diciendo que tienen 7 diputados, más que ningún otro partido dentro de Sumar, poniendo en su balanza a Yolanda Díaz).

Los frentes amplios nacen de la extrema necesidad de los partidos que lo configuren. Está abierto si la izquierda española ve esa necesidad. Ahora mismo no lo parece. Por eso urgen sus conferencias políticas.

Podemos asumió el 100% de las exigencias de Yolanda Díaz, algunas muy duras -como el veto a los principales liderazgos del partido- y el quebranto de su espíritu participativo -renunciar a las primarias-, todo con la voluntad de no presentarse en solitario -que podría haber significado su desaparición- y de no ser responsable de una victoria de la derecha si no se incorporaba en Sumar. La contraparte de Podemos fue asumir, como le pedía Sumar, hacer una campaña de baja intensidad. Caen en la injusticia o en la hipocresía quienes reclaman a Podemos no haber realizado una mayor defensa de Sumar en la campaña, cuando fue la propia Yolanda Díaz la que pidió que Podemos tuviera un bajo perfil. Sumar y Podemos se han dejado interpretar en exceso por las redes sociales y eso, además de vulgar, alimenta el ruido: ningún periodista tiene que dictar a un partido político su línea política. Y tampoco gente anónima desde las redes. Toda esa cacofonía alimenta el aislamiento de cada pequeño ejército. Los frentes amplios nacen de la extrema necesidad de los partidos que lo configuren. Está abierto si la izquierda española ve esa necesidad. Ahora mismo no lo parece. Por eso, urgen sus conferencias políticas. Si los partidos debaten acerca de su futuro electoral, entenderán que tienen que formar ese frente amplio. Si no lo hacen, seguirán alimentando el odio hacia las demás fuerzas políticas con las que se debieran hermanar.

Sumar, a día de hoy, es una carcasa a la espera de destino. Una suma de 15 partidos sin protocolos internos, sin liderazgos plurales, sin programa claro y compartido, sin metas emocionantes. La aceleración electoral evitó primarias, elecciones de cargos y listas, objetivos, tipo de acuerdos... Algunos de los partidos que integran Sumar tienen su vida interna clara: Izquierda Unida/PCE, Compromís, Más Madrid, Más país e, incluso, los Comunes. Y Sumar ha anunciado que va a crear un partido. Parece que solo se le pide a Podemos que se disuelva en el éter de Sumar a cambio de nada. Y ni eso va a pasar ni sería deseable que pasara.

En la estrategia electoral de Sumar ha desaparecido la república -trascendió que a un simpatizante le hicieron retirar en un mitin una bandera republicana-; ha desaparecido el proceso constituyente y, como una de sus consecuencias, la rearticulación de la plurinacionalidad; ya no es una meta superar el capitalismo -sólo mejorar las condiciones laborales de los trabajadores en armonía con sindicatos y patronal-; su ecologismo es tranquilo;  ha desaparecido cualquier referencia "antisistema" y todo se resume en una amable parlamentarización de los conflictos que, como le pasaba al PSOE, parece más radical solo cuando enfrente se muestra la derecha de manera más autoritaria. Si son estos asuntos los que han hecho frenar la pérdida de votos en la izquierda, tendríamos que concluir que para que la izquierda gane votos tiene que dejar de ser de izquierdas, lo que supondría una derrota ideológica que ya se intentó en los noventa con la llamada tercera vía de infausta memoria.

Le corresponde a Podemos abrir un proceso propio de discusión interna, una suerte de conferencia ciudadana (incluso, podría ser una asamblea ciudadana, a la que la dirección no debe tener miedo porque su tarea es celebrada y respetada por el grueso de la militancia). Podemos hace años que no debate su rumbo y está a la defensiva

En las elecciones ha quedado claro que Sumar, sin Podemos, no despega. Pero Podemos no está en situación ahora mismo de hegemonizar el frente amplio que surja si, finalmente, Sumar se convierte en otro partido más. De manera que le corresponde a Podemos abrir un proceso propio de discusión interna, una suerte de conferencia ciudadana (incluso, podría ser una asamblea ciudadana, a la que la dirección no debe tener miedo porque su tarea es celebrada y respetada por el grueso de la militancia). Podemos hace años que no debate su rumbo y está a la defensiva. Las inercias de los partidos, hemos visto siempre, pueden convertir a las nuevas formaciones en una versión renovada de los viejos partidos, con cuadros encadenados a la inanición, a la falta de discusión y a la ausencia de democracia interna.

Todos los partidos que han configurado Sumar y postergaron cualquier debate a después de las elecciones, deben ahora abrir sus procesos internos, bajo riesgo de, en caso de no hacerlo, romperse (en Compromís ya hay problemas entre los socios). Podemos tiene que discutir dónde está después de la apresurada dimisión de Pablo Iglesias y su sustitución por Yolanda Díaz. Tiene que decidir su rumbo, programa, alianzas, al igual que hacer una profunda autocrítica que explique sus resultados en estos últimos diez años. Una vez arreglada y barrida su casa, deberá aclarar si quiere integrarse en un frente amplio y en qué condiciones. Si los impulsores de Sumar crean, como han anunciado, un partido con el mismo nombre que la coalición, se abren dudas de si ese frente amplio podrá llamarse Sumar. En cualquier caso, habrá que discutir cómo se configura la mesa ejecutiva de la coalición, cómo se elige a su dirección, cómo se toman las decisiones, como se configuran las listas, cómo se organizan las primarias... Porque sin primarias no puede haber un frente amplio. Nada de eso se ha discutido en Sumar. Es hipócrita ocultar que todos esos asuntos tienen que ser discutidos. Es mejor que se hagan con prudencia, pero para eso todos tienen que tener claras las reglas de juego.

No han pasado, pero seguirán intentándolo con todo

Vox, que se emborrachó de arrogancia y ha hecho una campaña franquista, ha visto cómo se le paraban los pies (en un momento de auge de la extrema derecha en Europa). España ha estado a la altura. Pero la gobernabilidad está bien complicada.

Habrá presumiblemente Gobierno de coalición, con una posible solución participativa del conflicto catalán. Y no habrá repetición electoral, a no ser que los partidos concernidos entren en una espiral suicida -ejemplos en la historia los hay-. Se hace muy irracional que Junts o ERC -que lo va a someter a sus bases- o el PNV apoyen un Gobierno con una fuerza que quiere ilegalizarles y encarcelarles. Aunque hemos visto estupideces para aburrir. Los medios van a hacer todo lo posible para que haya repetición electoral. Eso debiera bastar para que las fuerzas democráticas no se equivoquen.

El muy probable Gobierno de coalición va a estar escorado a la izquierda, porque Bildu, ERC y Podemos van a empujar en esa dirección. Y es probable que avance en la condición plurinacional de España. La derecha va a redoblar sus ataques y a desplegar su ira, los medios de comunicación de la derecha van a aumentar sus apuestas y el partido de los jueces va a poner todos los palos posibles en las ruedas para que el gobierno naufrague. No olvidemos que la gran articulación de la derecha española en torno al rey fue con Cánovas del Castillo en 1876, respuesta a la I República de 1873. Todo eso es lo que está perdiendo la derecha ahora con la debilidad de la monarquía, la consolidación de la izquierda más allá del bipartidismo y la incorporación de Euskadi y la Catalunya progresistas a la dirección del Estado.

Si el nuevo Gobierno de Sánchez crea una buena dinámica de comunicación entre el PSOE y los demás partidos, solventa la amenaza de los jueces y los medios de comunicación, aplaca el conflicto catalán y despliega una buena batería de medidas sociales, seguirá triunfante su rumbo, con apoyo popular, mientras los perros de la rabia ladrarán y ladrarán al paso de sus cabalgaduras. Y eso que en el Quijote no está eso de "ladran, señal de que cabalgamos". Pero vaya si está bien visto.

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El voto y sus "súperpoderes" democráticos

El día de las elecciones es el único día donde el poder político de la ciudadanía de a pie se acerca un poco al poder de los que votan todos los días. Este domingo, el voto de Fulano y Mengana cuenta igual en la urna que el de la persona más pudiente de España. Es verdad que los acaudalados tienen televisiones, radios, periódicos y granjas de boots, compran voluntades, usan sus recursos para desincentivar el voto a la izquierda, mantienen engrasadas las maquinarias electorales de sus capataces y hasta llevan a votar a los ancianos de la bendita mano de las generosas monjas que les atienden.

Pero en el recuento, son los votos, uno a uno, los que se suman, y la papeleta que deposita en tu misma urna el dueño de una cadena de supermercados, de una inmobiliaria o un fondo buitre, de un banco o de un imperio textil va a contabilizarse con la exacta misma fuerza que tu voto o el de la más desvalida abuela progresista que se acerque al colegio electoral a ser coherente con lo que ha luchado toda la vida. Ya quisiera Abascal que el voto de un miembro del partido fascista valiera por cien, o Núñez Feijóo que hubiera contrabando de votos como había contrabando de cocaína en el entorno del PP gallego cuando ganaban elecciones dopados.

Cuando se da el raro caso de que alguno de los contendientes electorales pone en riesgo la estructura de privilegios, los dueños del casino patean el tablero.

Esto no quita que sea verdad que la izquierda siempre se bate con un brazo -o los dos- atado a la espalda. Que la pelea en las democracias liberales está amañada se ve en el tongo del bipartidismo -un gran acuerdo entre dos partidos que forman un cártel con reglas severas donde apenas pueden entrar nuevos partidos-; en las trampas constantes que hacen los poderosos usando los medios de comunicación, contratando policías corruptos y poniendo en nómina a jueces corruptos; en los comportamientos invariablemente golpistas de las derechas -desde golpes blandos a intervenciones militares, por lo común autorizadas por los EEUU- cuando las izquierdas que no pertenecen al sistema ganan las elecciones en cualquier lugar del mundo.

Cuando se da el raro caso de que alguno de los contendientes electorales pone en riesgo la estructura de privilegios, los dueños del casino patean el tablero. Esto vale incluso cuando un líder del bipartidismo cuestiona las reglas de su propio cártel. Le pasó a Pedro Sánchez cuando quiso la primera vez llevar al PSOE a un gobierno con Podemos y el nacionalismo de izquierdas (que sumaban juntos, en ese momento, doce millones de votos) o cuando Pablo Casado desafió la estructura corrupta y clientelar propia de la derecha. El PSOE terminó aceptando el gobierno de coalición más por impotencia que por decisión, al igual que el PP gestiona en cada momento qué corrupción acepta y cuál critica en virtud de los equilibrios de poder interno (si hemos sabido en la recta final de las elecciones de la foto de Feijóo veraneando con el narco Marcial Dorado es porque desde dentro del propio PP y sus medios han decidido golpear al Secretario General del PP, quizá para posicionar a Isabel Díaz Ayuso en los mandos de la derecha española).

Los desequilibrios en nuestras democracias tienen, además de esas trampas en la superficie, una desigualdad estructural que es la que da tranquilidad al poder. La democracia liberal siempre busca parlamentarizar los conflictos, esto es, sacarlos de la calle y solventarlos con fórmulas legislativas de consenso, donde es bastante probable que el resultado esté lejos de lo que pudieran reclamar las pancartas. Es en la calle donde "el miedo cambia de bando" y es por eso que el poder inteligente entendió desde el siglo XIX que la mejor manera de desactivar los cambios es convirtiendo a los rebeldes en pacíficos redactores de leyes y reglamentos.

¿Qué fue del informe PISA, de las niñeras, de las decenas de cuentas, los violadores sueltos o el Pollo Carvajal?

Las elecciones de hoy en España son las primeras en diez años, esto es, desde que existe Podemos, en donde el partido morado no ha sido protagonista mediático de algún escándalo judicial. Esas querellas, imputaciones o denuncias tenían siempre su reflejo en las televisiones, lo que obligaba a Podemos a dedicar parte importante del esfuerzo de campaña a defenderse (era muy evidente en las tertulias y las entrevistas). El sistema le ha ganado este primer pulso a Podemos: no ha usado el recurso judicial porque ya no le hacía falta. Sus esfuerzos les ha costado.

Empezaron atacando al que pensaban que, por edad, tenía más responsabilidad de la que realmente tenía. Escuchamos en reuniones filtradas del comisario  Villarejo con Dolores de Cospedal, en ese momento Secretaria General del PP y Ministra de Defensa afirmar de los dirigente de Podemos: ""Estos hijos de puta. El Monedero fundamentalmente. Les buscamos la ruina". La policía "patriótica", Montoro y algunos jueces de derechas, con la inefable ayuda de García Ferreras (luego se jactaría: "nosotros matamos a Monedero") empezaron la cacería. Continuó con falsos informes, falsas facturas, falsas encuestas -que llevaron a la ruptura de Podemos y a la pérdida del ayuntamiento de Madrid-, la persecución a Pablo Iglesias, a Irene Montero, a Pablo Echenique, a Rafa Mayoral, al partido, de nuevo contra mí... Hasta que los referentes originales y más combativos de Podemos han quedado fuera de las listas o, los más dispuestos a encontrar fórmulas de consenso, se han incorporado, ya desactivados de cualquier ánimo radical, en las listas de Sumar.

? No es verdad que dé lo mismo un salario mínimo de 750 euros que uno de 1080. No es lo mismo poder ir de la mano con tu pareja a que alguien pueda partirte la cara porque se siente desafiado. No es lo mismo que los abuelos tengan una pensión que no pierda poder adquisitivo a que tengan que estar inventando para llegar a fin de mes.

Participar en un juego de trileros sabiendo dónde está la bolita

Pensar que estamos sin más en un juego de trileros puede llevar a tirar la toalla y renunciar incluso a ir a votar. ¿No es eso lo que quieren los que, si les hiciera falta, intentarían incluso anular las elecciones? No es verdad que dé lo mismo un salario mínimo de 750 euros que uno de 1080. No es lo mismo poder ir de la mano con tu pareja a que alguien pueda partirte la cara porque se siente desafiado. No es lo mismo que los abuelos tengan una pensión que no pierda poder adquisitivo a que tengan que estar inventando para llegar a fin de mes. No es lo mismo subirle los impuestos a las eléctricas y a los bancos que hacerlo a las clases medias. No es lo mismo liberarte del yugo de la iglesia para estudiar, informarte, casarte, separarte o morirte que ser dependientes del poder político de los religiosos. No es lo mismo vivir la pluralidad nacional de España que regresar al centralismo de Cánovas del castillo. No es lo mismo ser ciudadano de una democracia que respeta a los inmigrantes que ser parte de una autocracia que castiga por pobres a los que han llegado aquí a buscarse la vida. Votar no es un acto revolucionario, pero cambia profundamente el aspecto de nuestras democracias cuando hay detrás pueblo empujando.

En una conocida viñeta de la Transición de Carlos Giménez de su libro España una, grande, libre, un hombre en la cola del colegio electoral rememoraba su vida mientras avanzaba: tras el 14 de abril del 31, el levantamiento de Asturias del 34, el triunfo del Frente Popular el 36, entonces el golpe de Estado de las derechas españolas ayudados por Hitler y Mussolini, la derrota, el maquis, la clandestinidad, la cárcel, la tortura, los compañeros desaparecidos, las huelgas, las manifestaciones, la muerte de Franco, el regreso de la democracia, la amnistía, la violencia de la extrema derecha y las primeras elecciones de 1977. Después de votar, un compañero le pregunta: ¿Qué tal? ¿También has votado? Y el viejo luchador contesta: me ha sabido a poco.

Este domingo, aunque te sepa a poco, ve a votar. Porque tu voto a la izquierda, y más en concreto, a Sumar, que es donde está incorporado Podemos, el partido que más ha cambiado recientemente España, es lo que más puede molestar a los que quisieran quitarle el derecho a voto a los que aún creen que una democracia más profunda es posible. Y se la han jugado para conseguirlo.

 

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¿Quién teme a Irene Montero?
La ministra de Igualdad, Irene Montero, en una imagen de archivo.- EP

Esos a los que siempre les sobra media España

Siempre he visto en el Réquiem por un campesino español de Ramón J. Sender un buen resumen de las derechas españolas. En la novela, Paco el del molino, republicano inocente y pacífico, es entregado por Mosén Millán, el cura del pueblo, a sus ejecutores. A pie de su escondite, el joven traicionado es fusilado por los sanguinarios falangistas -los émulos españoles del fascismo de Mussolini, anfitriones de los nazis cuando Himmler y Goebbels visitaron España y responsables de una buena parte de los fusilamientos durante y después de la guerra-. Cuando oye la descarga, el cura mira para otro lado, se arrodilla, cierra los ojos e implora a dios por el alma del ejecutado. Nadie ayuda a Paco. Unos porque estaban con los asesinos; los más valientes, porque ya estaban en una fosa; otros, por miedo; una mayoría silenciosa, porque habían empezado a justificar su apoyo al golpe.

El cura tenía claro, en la contienda, quiénes eran los suyos. Sabía que decir a los falangistas dónde estaba escondido su feligrés era condenarlo, sabía que no le iba a pasar nada por denunciarle, sabía que su conciencia lo olvidaría. Pero necesitaba decirse a sí mismo que él era un hombre justo, que era un hombre de dios y que estaba en contra de esos asesinatos. Pero lo cierto es que lo entregó. Su supuesta mala conciencia era el tiro de gracia contra la mala España.

Esa "gente de bien" estaba dispuesta a sufrir un poco por la represión y la violencia contra los republicanos, pero igual santificaron la represión con su agua bendita. Santurrones que se encierran a hacer ejercicios espirituales para luego poder seguir haciendo daño. ¿Qué papel juegan hoy esos arquetipos dentro de VOX, del PP o del extinto Ciudadanos (permítanme que no vaya más allá)? ¿Dónde estarán políticamente los sanguinarios, los chivatos, los que no hicieron nada, los que miraron para otro lado, los que cantaron con los vencedores para ser aceptados, los que escribieron justificaciones? Lo dejo para la astucia de los lectores.

Cantaban el 'Cara al Sol', corean "Que te vote Txapote"

Hablaba mucho el humorista Gila contra la guerra y la violencia. Era un republicano que se había salvado de un fusilamiento en la guerra -me fusilaron mal, se reía, mostrando la cojera que le dejaron las balas franquistas-. Siempre llevaba los crímenes -con o sin uniforme- al absurdo, que es, en el fondo, donde habita la violencia cuando se la piensa.

A Gila le gustaba contar un chiste que nos habla de la saga inmemorial de los de Que te vote Txapote, que son, así es la vida, historia profunda de España:

-Venía a casa y me he encontrado a cuatro grandullones pegándole una paliza increíble a un tipo esmirriado.

-¿Y qué has hecho?

-No veas entre los cinco cómo le hemos puesto al tipo ese.

En España nunca han faltado voluntarios para fusilar. Franco comenzó su dictadura fusilando y se marchó fusilando. Siempre tenía voluntarios para apretar el gatillo y luego cantar el Cara al Sol (ese himno que la Junta Electoral ve estupendo que vuelva a cantarse). Los que equiparan las muertes en la parte republicana -al comienzo de la guerra, espontáneas, no planeadas, por lo general respuestas irracionales después de algún bombardeo o de alguna masacre franquista- con el plan meticuloso de Franco de fusilar si hiciera falta "a media España" son parte de la memoria oscura de la humanidad que también habita en esta esquina de Europa.

El surgimiento de Podemos y, sobre todo, la formación del primer Gobierno de coalición de izquierda desde la República volvió a poblar los partidos de derecha, los medios de comunicación y algunos púlpitos, de voluntarios para una nueva cruzada. Telecinco, Cuatro, Antena 3, la COPE, esradio, El Mundo, La Razón han sido responsables de blanquear a la extrema derecha. Y RTVE. Amén.

El Gobierno de coalición, con toda seguridad, será recordado como uno de los mejores gobiernos de la historia de la democracia. Un Gobierno que ha mejorado la vida -y que, en situaciones terribles como la pandemia, un volcán o la guerra de Ucrania, no la ha empeorado, como ocurrió con la crisis en 2008- a millones de trabajadores, pensionistas, mujeres, padres y madres, abusadas y maltratadas, enfermos terminales, estudiantes, trans, emigrantes que no podían votar, animalistas, ecologistas, víctimas del franquismo, colectivos de memoria, nacionalistas y soberanistas, inquilinos...

Es verdad que se han quedado muchas cosas en el tintero -la permanencia de la ley mordaza es intolerable-, que se ha sido timorato en muchas cosas -alquileres, impuestos a las grandes fortunas y sobre los beneficios caídos del cielo, perros de caza, tauromaquia, transición ecológica, interinos e incluso la propia ley del trabajo- y se han cometido errores de bulto -belicismo en Ucrania, entrega del Sáhara, reforma del poder judicial, falta de apoyo decidido a la ley del solo sí es sí (aunque se hubieran puesto en marcha, como una medida del Gobierno, mejoras técnicas, como propuso la ministra Irene Montero) y falta de compromiso con la pluralidad y objetividad en los medios de comunicación, empezando por RTVE (lo que hubiera significado no entregar la cabeza de Jesús Cintora y, después, toda RTVE a Ferreras y a la derecha). El nuevo Gobierno de coalición debiera aprender que ceder ante la derecha solo sirve para envalentonarles: ¿no es Feijóo un candidato fotografiado con un narco de vacaciones en el peor momento de la droga en Galicia y no pasa absolutamente nada?

Fusiladores de escritorio

Llama la atención que parte de los que más han disparado contra Irene Montero desde la izquierda son los mismos que ahora están exigiéndole que monte una speak corner en cada cruce de calles para pregonar a los cuatro vientos las bondades de votar a Sumar. Ya sorprendía la inquina con la que atacaban a Podemos en los últimos meses, celebrando como únicas alternativas válidas las candidaturas de Más Madrid, de Compromís e incluso la solitaria de Más País. Pero que ahora, para salvar la cara, sigan disparando a Podemos demuestra cierta confusión.

Aunque no fuera su voluntad, han formado parte del pelotón de fusilamiento mediático de Irene Montero, pues, cuando la voluntad de las élites españolas de resucitar el régimen del 78 -tarea condenada al fracaso- estaban tensando la cuerda contra la ministra de Igualdad, estos actores, casi siempre periodistas, hacían de tontos útiles de esa operación. En los momentos en donde el poder judicial hacía política contra Podemos disparando a Montero, esos francotiradores aprovechaban para exigir a los morados que se entregaran con armas y bagajes. Como si de esa humillación fuera a salir una nueva forma política luminosa.

Ha sido una actitud idiota, alimentada igualmente por algunos sectores que mal aconsejaron a Yolanda Díaz. Y que son responsables del lastre electoral que hoy detectan las encuestas en Sumar. Porque el consejo inteligente debiera haber sido, desde el encuentro de Valencia, "cuenta con todos y con todas".

¿Quién teme a Irene Montero?

Algunos dudan de qué va a hacer Irene Montero el 23J. Yo lo tengo muy claro: votar a Sumar, entre otras cosas para que su compañera de partido y secretaria general, Ione Belarra, sea diputada. Lo mismo que debieran hacer todos los militantes y votantes de Podemos en donde les corresponda votar. Porque un mal resultado de Sumar es un mal resultado de Podemos y, sobre todo, es un mal resultado para la democracia española. A la que pueden poner otra vez a cantar el Cara al Sol.

En la semana que queda sería conveniente que Sumar cambiara la estrategia e invitara a sus actos a las caras conocidas de Podemos. ¿Tiene sentido desperdiciar los recursos de diez años de presencia política?  Aún menos mal estaría mal que Yolanda Díaz se dejara ver con las candidatas de Podemos allí donde son cabeza de lista (no es muy comprensible su ausencia con Noemí Santana en Las Palmas). Sé que un gesto hacia Irene Montero es complicado por el mucho empeño puesto, pero, como somos un país católico, nos encantan las reconciliaciones. Y en las elecciones se trata de convocar al voto.

Si yo puedo, tú puedes

Los diez años de Podemos han sido duros. Lo más doloroso siempre es la interna. No duelen los puñetazos del adversario. Duelen los abrazos que no te dan los compañeros. No me ha extrañado la falta de solidaridad que hemos visto con las ministras moradas del Gobierno. La izquierda no siempre es un lugar amable. Algunos la sufrimos, en bastante soledad, cuando empezaron los ataques, en fecha tan temprana como 2014. Recuerdo que no poca gente que está hoy en Sumar pedían todos los días mi dimisión por las acusaciones de Manos Limpias -que terminaron en la cárcel- y los ataques del Gobierno de Rajoy utilizando Hacienda. Cuando se archivaron todas las querellas -lo que no le ha pasado a Carlos Herrera, ni a Aznar ni a Margallo ni a Maxim Huerta, quizá porque los tramposos siempre son ellos- mis compañeros no se dignaron a pedirme disculpas. No pocos van en las listas de Sumar. Sólo empezaron a cuestionar los ataques cuando la falsa "beca black" de Errejón. Conmigo no movieron un dedo sino todo lo contrario. Y pese a todo, voy a votarles.

Los buenos militantes no se marchan. Ni aportan su voto para que gobierne la derecha. Como decía Vázquez Montalbán cuando le preguntaban por qué seguía en el PCE: "Porque quiero ser el que apague la luz". Bastante noche llevan consigo las derechas españolas como para que les prestemos el manto de nuestro voto. El 23J, ni un voto progresista en casa. Os aseguro que si yo puedo, vosotros podéis.

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Hirschman en los astilleros de Gijón (¿Cómo que te vote Txapote?) https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/07/09/hirschman-en-los-astilleros-de-la-naval-como-que-te-vote-txapote/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/07/09/hirschman-en-los-astilleros-de-la-naval-como-que-te-vote-txapote/#respond Sun, 09 Jul 2023 05:05:57 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11459 Hirschman en los astilleros de Gijón (¿Cómo que te vote Txapote?)

Está el cielo encapotado en Asturias y el frescor que se adivina fuera del tren contrasta con el calor infernal del Madrid que acabo de abandonar. Por el Paseo de la Castellana veo los carteles de los partidos. Arrancan las elecciones y aunque no hay calor electoral, hay fuego en el ambiente. Malos tiempos para la lírica. Vox quiere crear un nuevo canon cultural que recuerda demasiado a los que empezaron a gobernar quemando libros en Madrid y en Berlín.

Camino de Gijón, donde vamos a presentar la nueva edición de un libro de Albert Hirschman en la Semana Negra, resuenan en mi cabeza los gritos ayer de jóvenes envalentonados en la plaza de toros de Pamplona, dirigidos a nadie pero lanzados como una suerte de consigna amenazante: ¡Que te vote Txapote! Ecos de Heil Hitler, Arriba España, America First, A por ellos, Dios, patria y familia...

 El Holocausto arranca cuando uno grita y los demás repiten alineados y alienados la consigna.

Trabajos posteriores al de Arendt, como Los verdugos voluntarios de Hitler de Daniel Goldhagen desmontaban la idea de que el nazismo había sido obra de cuatro dementes de la Gestapo, demostrando que en las ejecuciones inhumanas de judíos habían participado ciudadanos comunes y corrientes, panaderos, zapateros, oficinistas, circunspectos oficiales de la Wehrmacht (el ejército alemán) y profesionales liberales entre los que también hubo catedráticos de universidad.

La lectura más sencilla que se hizo de la idea la "banalidad del mal" de Arendt es que cualquiera podía haber sido ese obediente burócrata que facilitó la muerte de millones de judíos, izquierdistas y homosexuales en los campos de concentración. Apenas un engranaje más en una maquinaria fabril que trasladaba la lógica de la modernidad -eficiencia, linealidad, productivismo- que iba desde la construcción de coches o la construcción de rascacielos a la ejecución en serie de seres humanos. El Holocausto arranca cuando uno grita y los demás repiten alineados y alienados la consigna.

Pero no es cierto ese mensaje de normalidad. Porque Eichman era un monstruo que se alegraba del exterminio de los judíos. Y, sobre todo, porque millones de alemanes se negaron a participar de esa locura. En la modernidad están los mimbres del mal y de su conjuro. Los colaboracionistas del Holocausto eran personajes que primaron la identificación con el Reich antes que la empatía con otros seres humanos. Que compraron el discurso de que los que no estaban con el Reich eran "perros", malos alemanes -de "malos españoles" hablaba Franco- gentes que prefirieron la tranquilidad que otorgaba coincidir en sus ideas con el Führer. Dieron primacía a su bienestar, a la calma de formar parte del rebaño, antes que arriesgarse a ayudar a sus vecinos o a los que no pensaban como ellos. Catorce millones de alemanes no votaron en 1933 por los campos de concentración, pero cuando se encendieron los hornos y empezaron a perseguir a sus vecinos, muchos de ellos se convirtieron en chivatos, confidentes, colaboradores, gentes que no quisieron darse cuenta de que su antiguo matrimonio amigo ya no vivía en el piso de arriba o que olía a quemado en los alrededores de Auschwitz, Treblinka y Mauthausen.

Los monstruos del fascismo están en el ADN de la manera occidental de entender el mundo. Por eso la noche oscura de Europa es el fascismo y quienes mantuvieron una llama encendida estuvieron entre los antifascistas.

Zigmunt Bauman, famoso por su análisis de la sociedad líquida -donde todo, desde el trabajo a los afectos se han hecho volátiles- fue de los primeros que señalaron, en la estela de la Escuela de Frankfurt, que había una conexión entre el Holocausto y el pensamiento de la modernidad occidental -que se construyó sobre la colonialidad, el racismo, el patriarcado y el capitalismo-. Conquistar a alguien siempre es abrirle la puerta a los monstruos. Y todo lo que haces fuera terminas aplicándolo "en casa". Primero se llevaron a los comunistas, pero como yo no era comunista...

Basta algo que amenace al orden social -una crisis económica, la llegada de inmigrantes, el surgimiento de fuerzas políticas de izquierda, la amenaza a la unidad nacional- para que se activen los monstruos del fascismo. Que están en el ADN de la manera occidental de entender el mundo. Por eso la noche oscura de Europa es el fascismo y quienes mantuvieron una llama encendida estuvieron entre los antifascistas.

Hemos visto en la plaza de toros de Pamplona a cachorros de la derecha gritando, en medio del espectáculo festivo de San Fermín, "¡Que te vote Txapote!", ignorantes de que mencionar el nombre que causó tanto dolor es volver a hacer daño a las víctimas. Pero les da lo mismo, porque ya se han alineado en el ejército de odio que grita ese lema lanzado por la presidenta madrileña Díaz Ayuso, aunque cause dolor a las víctimas de ETA -de las que siempre se han querido apropiar-. Ya han escogido bando y en su bando no se admiten a tibios. De hecho, están incluso insultado a Consuelo Ordóñez, la hermana del concejal del PP asesinado por la banda terrorista, porque les ha pedido que paren: "Que te vote Txapote", le han escrito a ella en Twitter.

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Albert Otto Hirschman fue un economista, politólogo y sociólogo alemán ungido por la heterodoxia, que peleó contra los nazis en Alemania, ayudó a la Resistencia en Francia y en Italia (logró que importantes figuras huyeran de la Gestapo, aunque, como se quejaba, fracasó en el caso de Walter Benjamin y de Rudolf Hilferding), formó parte del Ejército norteamericano en la lucha contra Hitler, participó en las Brigadas Internacionales en España contra Franco y fue traductor durante los juicios de Nüremberg.

Fue uno de los más lúcidos científicos sociales de finales del siglo XX, siempre alumbrando ángulos mal iluminados del avance de la democracia. En su obra nos dio herramientas para no repetir los errores del "corto siglo XX" -el que empezó con la revolución rusa del 17 y terminó con la caída de la URSS en 1991-. Errores que tenían mucho que ver con la manera lineal de pensar europea y con una tradición reaccionaria que, desde la Revolución Francesa, siempre ha negado la conveniencia de aumentar los derechos. Europa es la cuna de la democracia y también del colonialismo, del fascismo y del neoliberalismo.

En uno de sus libros clásicos, Retóricas de la intransigencia (1991, recientemente recuperado por Catarata/Fondo de Cultura Económica), Hirschman repasa los argumentos de la reacción contra la ampliación de derechos que empieza con la Revolución Francesa -derechos civiles-, continúa con las revoluciones del siglo XIX en pos del sufragio universal-derechos políticos- y continúa con las revoluciones sociales mexicana, rusa y el reformismo duro el New Deal -los derechos sociales-.

Cada una de estas oleadas revolucionarias fue consolidando el abanico de los derechos recogidos en la fórmula Estado social y democrático de derecho, que está escrita en nuestras Constituciones . Y en cada momento histórico, de Edmund Burke a Fredrich Hayek, de Benjamin Constant a Gordon Tullock, de Wilfredo Pareto a Milton Friedman, de Tocqueville a Samuel Huntington, el argumento de los intransigentes siempre ha sido el mismo: todos tus esfuerzos son inútiles contra las omnipotentes fuerzas del statu quo -argumento de la futilidad-; si logras quebrar la inercia será para empeorar las cosas y lograr el efecto contrario -tesis de la perversidad-; si consigues tus objetivos, será porque vas a poner en peligro otros avances -argumento del riesgo-. En definitiva, quédate quieto y no cuestiones lo que existe.

La idea central de Hirschman, tan válida hoy cuando la derecha se ha escorado hacia la extrema derecha y ha renunciado a cualquier pensamiento elaborado, es que la reacción, que es un sinónimo del poder, simplemente hace eso: reaccionar ante las demandas de los subalternos (demandas que varían con el avance de los siglos, pero que siempre tienen la forma de confrontación entre las élites y las mayorías). De manera que, orientados por sus intereses, primero se oponen y luego buscan los argumentos. Y esos argumentos, repetidos, no tienen consistencia más allá de su propia repetición y de los arquetipos conservadores alimentados por la Iglesia, la monarquía y el Ejército: conténtate con lo que tienes porque desear demasiado es peligroso; acepta las cosas como son y no te juntes con los que te van a llevar a la ruina; ríndete porque es un sinsentido que quieras disfrutar más de lo que posees.

Añade una propina de lucidez Hirschman cuando en un capítulo insospechado de este libro le dice a la izquierda de su época (no olvidemos que vivió con horror las purgas estalinistas en el frente de Aragón contra el POUM cuando estuvo peleando en la guerra de España): cuidado, porque vosotros a menudo caéis en los mismos argumentos débiles. La heterodoxia de Hirschman nos sugirió  hace años una solución: las tres almas de la izquierda, reforma, revolución y rebeldía, deben dialogar para que la democracia no naufrague.

Hirschman hace magia con las ideas y levanta los tejados. Porque hay una línea común histórica en los argumentos reaccionarios. Como contaba Antoni Domenech en El eclipse de la fraternidad, Constant salía a dar palizas a los sans culottes, Edmund Burke pensaba que los pobres eran prescindibles, De Maistre y Cánovas del Castillo estaban en contra del sufragio universal, Hayek se reunió con Pinochet y justificó el golpe contra Allende, Friedman odiaba el estado social y Huntington apoyó todas las intervenciones militares que impulsó EEUU.

Hoy en día, los Bolsonaro, Díaz Ayuso, Milei, Kast, Abascal, Bulrich, Claudio X solo han añadido la chabacanería propia del latifundista conservador, del empresario pillo, del rentista asustado, del funcionario corrupto, y regresan con su mensaje que vaticina dos campos enfrentados donde, quien esté al otro lado de la trinchera que ellos mismos han cavado, que se atenga a las consecuencias. Porque detrás del "que te vote Txapote" vuelve a rebotar como un eco el pensamiento de los que no veían seres humanos en los campos de concentración, de los quemados y fusilados en la cristiada mexicana, de los que torearon republicanos en la plaza de toros de Badajoz cuando entraron los franquistas, de las descargas en el barranco donde está aún desaparecido García Lorca.

Llueve en Gijón mientras pienso en la falta de árboles en Madrid, que ha hecho de las sombras un bien escaso. Vox, que ha entrado en el ayuntamiento asturiano, ha quitado los carriles bici, ha devuelto más espacio para aparcamientos , amenaza cualquier ayuda a las mujeres maltratadas, anuncia la comprensión ante los ataques a los homosexuales y, claro, en nombre de la cultura está remozando la plaza de toros. ETA no existe desde hace más de una década, pero la derecha quiere que Txapote entre en campaña para no hablar así de otros temas. Como dijo un Ministro de Aznar, sin ETA no tienen argumentos.

Toda acción genera una reacción, escribió Newton como recuerda Hirschman. El 23 de julio hay elecciones. ¿Reaccionará la democracia o tendrán razón los que señalan a los medios de comunicación como los nuevos brujos?

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No sabía que era imposible, fue y lo hizo https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/07/02/no-sabia-que-era-imposible-fue-y-lo-hizo/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/07/02/no-sabia-que-era-imposible-fue-y-lo-hizo/#respond Sun, 02 Jul 2023 05:05:54 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11439 No sabía que era imposible, fue y lo hizoEn un concierto con la Filarmónica de Berlín en 2014, el pianista Daniel Baremboim, antes de interpretar las variaciones de Schubert op. 813 a cuatro manos con Martha Argerich, posa sus dedos despacio sobre los de la pianista, como raíces profundas de árboles con memoria, con las teclas blancas y negras haciendo de suelo bajo el que reposa tierra mojada, belleza, dedos sabios, corcheas y redondas, y las manos, con tanta vida acumulada, hablándose, muy despacio, en el silencio que hace posible la música.

En 1954, el presidente republicano Dwight D. Eisenhower se dirigió al país explicando por qué había decidido mantener la alta fiscalidad del New Deal, algo que ya habían empezado a combatir los sectores neoliberales más conservadores norteamericanos. El anterior presidente, Harry Truman, había conseguido reducirlo al 91%, pero Eisenhower volvería a subirlo al 92% para rentas superiores a los 200.000 dólares (unos tres millones y medio de dólares actuales). Franklin Delano Roosevelt había elevado en 1944 el tipo máximo al 94% y durante 20 años no bajaría del 90%. Un sistema fiscal progresivo que apuntalaba el crecimiento norteamericano.

Eisenhower había alcanzado su quinta estrella dirigiendo las tropas aliadas y estadounidenses en Europa. Allí aprendió la importancia de un Estado al servicio de una buena causa, como era acabar con el nazismo. La ley general tributaria que presentaba al Congreso y que subía el tipo marginal más alto buscaba que el Estado tuviera una base fiscal para poder operar. La guerra contra el totalitarismo también era una guerra contra la miseria, el desempleo y las desigualdades.

La guerra fría ya había empezado y el presidente norteamericano entendió que la única manera de combatir el imaginario soviético era otorgando a la ciudadanía norteamericana -y la occidental- unos niveles de vida que hicieran "tenebrosa" cualquier alternativa.

Como escribe Gary Gerstle en Auge y caída del orden neoliberal (Barcelona, Península, 2023), el imperativo del presidente estadounidense era "combatir el comunismo en todas partes", pero, curiosamente, la manera de combatir el comunismo era haciendo políticas socialistas:

"Nuestro deseo es mejorar y ampliar nuestro programa de seguridad social. Queremos crear un sistema más amplio y robusto de prestaciones para el desempleo. Queremos más y mejores viviendas para nuestra población. Queremos acabar con los barrios marginales en nuestras ciudades. Queremos impulsar un programa sanitario mucho mejor".

El gasto de las dos administraciones de Eisenhower superó obviamente al de Truman, pero también al del padre del New Deal, Roosevelt. El argumento era siempre "la seguridad nacional" -para aprobar las autopistas interestatales lo llamó Sistema nacional de autopistas interestatales y de defensa, argumentando las ventajas de la evacuación en caso de amenaza nuclear-, pero la práctica era socialista. La hegemonía de las ideas que abandonaban el mantra del libre mercado llevaron a su cumbre a los EEUU. La existencia de la Unión Soviética fue la clave para que incluso los conservadores aplicaran las políticas de los demócratas. Paradójicamente, a partir de Stalin la existencia de la URSS ayudó más a los trabajadores occidentales que a los trabajadores soviéticos.

"La Guerra Fría -continúa Gerstle – fue el motor que encauzó a la corriente general del Partido Republicano hacia la izquierda. Sus imperativos forzaron a un partido político que detestaba la idea de un gran estado centralizado y la gestión amplia de la empresa privada en el interés público, a aceptar estas mismas políticas como los principios rectores de la vida en Estados Unidos. La amenaza del comunismo internacional hizo posible la transición del New Deal de un movimiento político a un orden político y garantizó su predominio en la vida estadounidense durante treinta años". La conclusión, que ya había sido adelantada por historiadores marxistas como Eric Hobsbawm, fue que "la Guerra Fría afianzó el orden del New Deal".

Es sabido que los años 70, con Juan Pablo II, Margaret Thatcher, Ronald Reagan y Helmut Kohl como vanguardia de la derecha, arrastraron al PRI de Miguel de la Madrid, al socialismo de Felipe González, al laborismo de Tony Blair y, finalmente, al Partido Demócrata dirigido por Bill Clinton hacia las aguas neoliberales. La historia se dio la vuelta y la izquierda compró todos los argumentos de la derecha. Eran los tiempos en los que Josep Borrell decía que bajar los impuestos era de izquierdas o Felipe González afirmaba que daba igual que el gato fuera negro o blanco si cazaba ratones. El declive de la socialdemocracia estaba servido.

Cuando Margaret Thatcher afirmó que su gran obra no eran las Malvinas ni su lucha contra los sindicatos mineros sino "Tony Blair", el círculo se cerraba. En España, la reconversión industrial nunca la hubiera podido hacer el Partido Popular -hubiera ardido España- pero esa era la misión reservada al PSOE que, además, contaba con la legitimación de tener detrás a la UGT, un sindicato de clase.

Hoy la derecha no necesita una base fiscal sólida para afianzar su gobierno, como le pasó a Eisenhower. Lo ha sustituido por el control mediático. ¿Para qué le vas a cobrar a los ricos el 90% de impuestos si por mucho menos dinero pueden comprar todos los medios de comunicación de un país? El Gobierno de España recaudó en 2023 la friolera de 1.454,5 millones de las grandes empresas energéticas y entidades financieras en el primer pago de los nuevos gravámenes extraordinarios para estos sectores. Con la recaudación de sólo un año se podría comprar toda Mediaset (Telecinco y Cuatro). Cuando los medios machacan a los líderes de la izquierda hacen "periodismo"; si se critica la parcialidad de los medios, se acusa a los denunciantes de hacer "ruido".

El modelo neoliberal que se inauguró con el laboratorio chileno después del golpe de Estado contra Salvador Allende en 1973 desmanteló buena parte de las redes comunitarias que el Estado social había construido, demolición que se aceleró con la desaparición de la URSS en 1991. El mundo, desde entonces, se ha convertido en un sitio más feo, más violento, brutal, desconsiderado, inhumano, depredador, arrogante y despiadado. Un mundo donde quien no pueda hacer oír su grito no existe, sea la naturaleza, la inmigración, los explotados, los filósofos, los jóvenes o los viejos.

La ofensiva japonesa durante la Segunda Guerra Mundial liberó del yugo blanco americano, inglés, francés y holandés a Filipinas, Birmania, Singapur, Malasia, Indochina y las Indias orientales, que, terminada la contienda, reclamarían su independencia. Pero los EEUU y las demás potencias europeas nunca permitieron que eso ocurriera. Basta recordar la masacre en Indonesia de un millón de personas acusadas de comunismo bajo el gobierno pro norteamericano de Suharto en 1965 y 1966. El siglo XX ha sido un siglo de extremos. Que muchos se empeñan en convertirlo en deseable haciendo del siglo XXI un sitio más horrendo.

Hoy, los hornos crematorios son el Mediterráneo, donde las nuevas víctimas se ahogan o son masacradas mientras se acomodan a las necesidades del capital internacional que les espera con cartel que dice que el trabajo les hará libre. Arden las calles de París o Washington porque la policía dispara primero y pregunta después. Los científicos, desesperados, van a preferir ir a la cárcel porque ven el tren de frente del calentamiento global y no entienden cómo nadie escucha la catástrofe que se avecina. Quiere caer una noche larga. Hace una década la Unión Europea aborrecía de las fuerzas de extrema derecha y amenazaba con su expulsión sin entraban en algún gobierno. Hoy, esa misma Unión Europea abraza a la neofascista Salvini si respeta las normas económicas del Banco Central Europeo y apoya a la OTAN en Ucrania.

Todas las resistencias construyeron la dignidad en las tinieblas del fascismo, del nazismo, del franquismo, de las purgas y los campos de concentración, de los muros y las cárceles. ¿No nos vamos a convocar como en la lucha contra el nazismo y el fascismo en los años cuarenta? Siempre termina amaneciendo. Pero en la noche, los que no son infierno deben arrullarse.

La mano de Daniel Baremboim se hospeda como una mariposa en la mano de Martha Argerich. Las teclas marfil y negras esperan ser convocadas. Todos, dedos, teclas, notas, batutas y partituras salen del salón a las calles. Si ayer fue posible, hoy puede serlo también. No sabía que era imposible, fue y lo hizo.

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El placer de vivir (o enamorarse para hacer política) https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/06/25/el-placer-de-vivir-o-enamorarse-para-hacer-politica/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/06/25/el-placer-de-vivir-o-enamorarse-para-hacer-politica/#respond Sun, 25 Jun 2023 06:36:25 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11409 El placer de vivir (o enamorarse para hacer política)

Del amor y la esclavitud

Con Elie Wiesel hemos recordado muchas veces que lo contrario del amor no es el odio, sino la indiferencia.

El más oriental de nuestros filósofos, Hegel, era muy amigo de ver las cosas y su contrario. Así nos ayudó a entender que, si bien el esclavo está en los sótanos de la sociedad teniendo que regalar su tiempo, esfuerzo y cuerpo al señor, éste termina encadenado al esclavo y, a su vez, esclavizándose porque tiene enormes dificultades para poder hacer nada sin la ayuda de su cautivo. Esa peculiar sumisión del señor al esclavo, sin embargo, no nos hace olvidar que, a día de hoy, hay más consenso en que es mejor ser señor que ser esclavo y que en las sociedades decentes lo mejor es que ninguna de las dos cosas tengan otro espacio que en los libros de historia y en las series.

Decidido a pensar sobre lo importante, Hegel le dedicó también su tiempo a escudriñar el amor y sus desvelos. Quizá influido por su reflexión sobre el amo y el esclavo, llegó a habitaciones similares a las de la dialéctica entre el sometedor y el sometido. ¿O es que acaso no se esclaviza quien se enamora? ¿No es el amor la excusa más probada para tener sin tasa el cuerpo, el tiempo y el esfuerzo de la persona enamorada? ¿No cantan los poetas desde la antigüedad acerca de la cárcel de la pasión? Nadie puede dudar de que mucha gente vive el amor como un ansiolítico o una "certeza habilitante". Y lo mismo ocurre cuando se concluye que ese tipo de amor tiene más de mediocre que de brillante.

Algo fallaba, debió de pensar Hegel,  cuando el análisis ponía en la misma balanza a Espartaco y a Julieta. Porque no puede ser lo mismo vivir como esclavo que vivir enamorado. El amor, al igual que la virtud, fue repartido por los dioses con capacidades iguales entre los seres humanos, de manera que cada cual tiene criterio suficiente como para entender que el amor no puede ser una condena, igual que sabe que la prudencia debe regir la vida colectiva. Saberlo no es hacerlo, valga recordar.

La más importante de las diferencias está en que en el amor, explicaba el profesor de Jena, "dejas de ser" para ser más. Te anulas para multiplicarte. Te disuelves para reencarnarte, te achicas para hacerte más grande.

Una diferencia no pequeña está en la voluntad: no escoges ser esclavo, mientras que sí puedes escoger, incluso en los amores más desgarrados, despistar la madrugada en otros labios.  Otra diferencia reposa en que en el amor entregas el estar enamorado, no tu vida, tu voluntad y tu destino. Puedes ofrecer cierta desazón, un plus de intranquilidad, una inquietud con fogonazos gozosos, pero no es sino el cosquilleo de la vida y su pelea contra la entropía que te recuerda que aún sigues.

La más importante de las diferencias está en que en el amor, explicaba el profesor de Jena, "dejas de ser" para ser más. Te anulas para multiplicarte. Te disuelves para reencarnarte, te achicas para hacerte más grande. A tu vida incorporas la de la persona amada, y lo haces para atenderla, para vivirla, para tenerla y añorarla, de manera que  no te esclavizas sino que te replicas en una tarea que excede tu individualidad egoísta. Algo que no le pasa al señor que usa al esclavo y que, sin embargo, le pasa a la esclava que ama a los hijos del señor a los que amamanta y cuida (No es vano, los griegos, que pensaban gracias a que no había redes sociales ni series, sabían que en el amor como filia y como ágape, la recompensa estaba en querer).

El amor como la gran asignatura pendiente

Desde que nos hicimos sedentarios se rompieron bastantes cosas. La Biblia, que es la que dicta el canon occidental y marca cómo entendemos los occidentales la vida, despreció desde el Antiguo Testamento a los animales, puestos al servicio de los seres humanos, igual que a las mujeres, puestas al servicio de los varones. Esta separación entre "naturaleza" y "cultura" sirvió para que Occidente ganara la carrera de la tecnología -sintiéndose superior a la tierra que nos cobija-, con el terrible resultado de hemos destrozado el planeta. Y, por supuesto, despreció a las mujeres, puestas al servicio de los hombres, algo que, tristemente, se comparte en casi todas las culturas.

Por eso, cada vez que ha hecho socialmente falta, a las mujeres las hemos abortado, vendido, prostituido, esclavizado, matado, encadenado al hogar, quemado por brujas, usado como arma en las guerras, explotado, violado en los baños de una discoteca o entre cinco en una fiesta de esas que llamamos populares.

Las leyes feministas son leyes que chocan contra profundos privilegios que tenemos la mitad de la población, varones. Y, como sabemos diferenciar lo que está bien de lo que está mal, entendemos que hacen falta leyes que terminen con ese privilegio. Pero perder privilegios cansa, como el trabajo, y, cuando nos juntamos los hombres, nos quejamos ante el presidente del Gobierno porque ya no podemos relacionarnos con las mujeres como antes, qué absurdo, y es que se ponen como locas si les tocamos el culo sin su permiso y reclaman una sexualidad pareja a la de los hombres.  Hombres desbordados por la condición adulta de las mujeres que son comprensibles, como el presidente del PP, y llaman "divorcio duro" a lo que con demasiada frecuencia termina en el asesinato de la que , en ese "endurecido divorcio",  intenta sobrevivir y ser digna.

En el desarraigo del mundo, por no amar ni nos amamos a nosotros mismos. El mundo se está yendo al basurero de, quizá, un lugar donde ni siquiera habrá historia. Hay que decrecer, pero es como asumir que tenemos que cortarnos una pierna gangrenada cuando no nos damos cuenta de que ya está muerta.  Los ricos se suicidan yendo en submarino al Titanic y los desesperados se suicidan en pateras después de haberse suicidado ya en su tierra donde perdieron la esperanza. Y los que creen que el planeta no tiene límite nos suicidan a los demás agotando la tierra, el aire y el agua mientras sueñan que se van a ir a vivir a Marte. La extrema derecha, que tiene como campamento base de su modelo de sociedad la familia tradicional, con la mujer y los hijos sin derechos y supeditada al hombre, crece y crece en este mundo moribundo, y ya no sirve la memoria para detener su ascenso electoral. Todo el mundo se siente maltratado de alguna forma, y en las redes sociales escupen su dolor poniéndolo a competir con los dolores de los demás, una humanidad que se despliega en la nada de las redes y a la que desprecian a no ser que tomen sus mismas medicinas.

Hay un club de agraviados que suma y suma: los que siempre han querido cagarse en el convento porque no ven otro adentro que su ombligo, los que creen que follan menos de lo que merecen, los que quieren consumir sin que nadie les recuerde que el planeta es finito, los que se cargan de razones para no deberle nada a nadie, los que quieren abusar de niños y, al tiempo, ser reconocidos como los campeones de la moralidad y la familia, los que quieren torturar animales y que se lo reconozcan como arte, los que no quieren tener dudas de que su sexualidad es la única y su dios el verdadero, los que tienen miedo y necesitan creerse el cuento de la patria, los que quieren alquilar vientres, los trajeados que ganan el salario mínimo, se comen todos los días un sándwich al mediodía y se creen lobos de Wall Street, los que quieren gente migrante haciendo el trabajo sucio pero no quieren leyes que les obliguen a respetarles... A todos ellos, la nueva derecha les dice: ¡yo os autorizo!

De la Segunda Guerra Mundial salimos, por su horror, queriéndonos un poco más. La Declaración Universal de los Derechos Humanos es una declaración de amor a la humanidad. El contrato social de la democracia se asienta en un principio moral de reciprocidad que, a su vez, reposa sobre un principio ético, esto es, de amor al prójimo. No es mera conveniencia, sino un sentimiento que implica que con los demás estás dispuesto a hacer algo que desborda lo que marcan las leyes. Se ve evidentemente en el futbol, en las catástrofes, ante un abuso evidente, en un accidente, pero no se ve en la política, en la defensa de las políticas públicas, en la asunción decidida del decrecimiento, en la defensa política de las mujeres. No son canallas todos los que votan a la extrema derecha. Pero se vuelven cómplices de su maldad apoyándoles en las urnas. Casi siempre a los patriotas les sobran la mitad de sus compatriotas. Curiosa forma de sentir la patria.

Si hubo poesía después de Auschwitz ¿no vamos a poder nosotros?

Una sociedad sin sentido es una sociedad moribunda que termina mordiéndose sus propias heridas. Si los supervivientes de los campos de concentración fueron capaces de encontrarle sentido a nuestro paso por la Tierra, ¿no vamos a ser capaces nosotros? Y la clave estaba ahí: en volver a aprender a amar. Algo de lo que nunca habla la política. ¿Somos capaces de imaginar una campaña política que descanse en el amor? Adam Smith, tantas veces esgrimido para justificar la lucha de todos contra todos, hoy puede parecer un bolchevique enamorado cuando afirma en su Teoría de los sentimientos morales:

Por más egoísta que quiera suponerse al hombre, evidentemente hay algunos elementos en su naturaleza que lo hacen interesarse en la suerte de los otros de tal modo, que la felicidad de éstos le es necesaria, aunque de ello nada obtenga, a no ser el placer de presenciarla.

Amar como el principal sentido para el placer de vivir. Amar para dejar de mirarte el ombligo y dejar de confundir tu egoísmo con el dolor del mundo. Amar para salir de la trampa del narcisismo. Amar para saber que tienes que hacer el esfuerzo de votar. Amar para hacer la revolución bailando con una música que vuelva a convocarnos. Amor que cada cual debe resolver atreviéndose a amar. Que no es  necesariamente lo mismo que una balada de Alejandro Sanz, un desagravio de Shakira o Rosalía o un recalentamiento antes de salir de Bad Bunny.

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Unos a las cuevas, otros al Parlamento y otros a la carretera https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/06/18/unos-a-las-cuevas-otros-al-parlamento-y-otros-a-la-carretera/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/06/18/unos-a-las-cuevas-otros-al-parlamento-y-otros-a-la-carretera/#respond Sun, 18 Jun 2023 12:58:15 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11364
Unos a las cuevas, otros al Parlamento y otros a la carretera
Ione Belarra e Irene Montero en el Consejo CIudadano Estatal de Podemos. Foto: Dani Gago

Si propugnamos la fraternidad, ¿por qué nos la pasamos peleándonos entre nosotros?

Si participar activamente en un partido transformador es formar parte de una aventura guiada por la fraternidad, ¿por qué la historia de la militancia de izquierda es una historia siempre trufada de confrontaciones, odios, escaramuzas e incluso horrores? No debiera extrañar en la derecha (en España hemos visto cómo incluso han tirado de pistola para solventar cuitas y quién sabe si Pablo Casado no hubiera terminado, como tanto testigo de la corrupción, no pudiendo ser testigo de nada si hubiera perseverado en sus críticas). Pero en la izquierda, ¿no se trata de dejar el mundo mejor que como lo hemos encontrado? ¿Y de verdad que alguien cree que se mejora empeorándolo en ninguna forma, aunque sea purgando a tu compañero?

Decía la expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner que el mejor lugar para un joven es "estar militando en una organización política". Uno imagina la juventud como ese lugar de entrega y generosidad y entiende la bondad de esa propuesta. Hay una mística de lo colectivo que solo se aprende conviviendo juntos y juntas en organizaciones cuyos objetivos son más grandes que el egoísmo individualista. La organización de la clase obrera coincidió con tiempo de guerras. Militante viene de militans, el que se prepara para la guerra. Como expresión de quien se adhiere a una organización y sus fines -políticos, culturales, teatrales, poéticos, feministas, ecologistas- es una palabra mejorable. Pero no tenemos, de momento, otra.

Pero no todo es tan sencillo. Cuando uno escucha a los vástagos del Partido Popular ofreciendo, ya desde jovencitos, prebendas a los suyos -recientemente copas y chupitos gratis en las discotecas para los que tengan el carnet del PP, como ha defendido el secretario general de las Nuevas Generaciones-, quizá habría que añadir que la virtud estaría en militar en sitios donde la generosidad y el altruismo sean el objetivo, y no en cualquier tipo de organización. Los cachorros del PP podrían habernos sorprendido con propuestas para frenar, pongamos que el calentamiento global o la vivienda juvenil. Pero no: si eres del PP, en las discotecas todo será un poco más fácil.

Pasarte la juventud en el Ku Klux Kan, en los Legionarios de Cristo, en un partido de extrema derecha, en una organización terraplanista o en la mafia, lejos de producir conexiones neuronales pertinentes para una vida respetuosa con los demás imagino que debe generar cortocircuitos e incluso lesiones que se manifiestan después en las probadas inhabilidades incluso para escribir unos pocos objetivos políticos en una hoja de papel. A las diferencias entre un conservador y un neoliberal hay que ir añadiendo la inteligencia.

No descarto que ofrecer copas gratis en las discotecas tenga más éxito entre algunos jóvenes que un bono cultural para ver cine o teatro, aunque estoy convencido de que esos mismos jóvenes, cuando entren en la treintena y vean las consecuencias de las políticas de "libertad contra comunismo", pedirán cuentas a alguien. Llegado el caso, seguro que la derecha intentará que el cadáver del Cid redivivo, expresado en alguna presentadora televisiva, le eche la culpa a la izquierda para que los responsables se vayan de rositas. No va a ser fácil engañar a tantos tanto tiempo, pero si la izquierda no alegra esa cara -sin caer en la sonrisa hueca- le van a comer otra vez el bocadillo.

La militancia implica la puesta en marcha de objetivos comunes a través de un trabajo colectivo que, en el caso de la izquierda, tiene que ver con acabar con algún tipo de injusticia. Entonces, ¿por qué la militancia en los partidos progresistas genera tanto ruido en la interna?

¿Qué no cuenta la ciencia política de los partidos políticos?

Es un hecho que la teoría de partidos políticos rara vez incorpora en sus análisis las luchas internas fratricidas, algo que forma parte del día a día de estas organizaciones y que, junto a la funcionarización, al tiempo que expulsa a los militantes con el estómago más delicado, contribuye a la desafección de la ciudadanía respecto de los partidos.

Esas luchas, a veces motivadas por cuestiones ideológicas, por lo común están atravesadas por desencuentros personales (que pueden implicar lecturas diferentes de lo que hay que hacer, pero, por lo general, nada que no se pudiera solventar hablando). Aún menos estudia la academia los intereses mezquinos, los puñales, las filtraciones y mentiras de por medio, que florecen, especialmente en tiempos electorales, cuando los cuadros en busca de un cargo compiten con otros compañeros de filas por recursos que, por definición, son escasos.

Los politólogos, cada vez más prescindibles, suelen preferir contar votos -con rigor, esto es, sin la portentosa imaginación interesada de José Félix Tezanos, el director del Centro de Investigaciones Sociológicas-, y no terminan de entrar en las cocinas partidistas ni en asuntos de ideas y modelos de democracia. No vaya a colárseles la ideología y no prosperen en la academia. He escuchado a profesores decir que palabras como "neoliberalismo" o "capitalismo" son ideológicas,  pretendiendo que "libre comercio" o "economía de mercado" no lo son.

Muy al contrario, la historia de los partidos políticos y, con más frecuencia, las biografías (y autobiografías) políticas, dedican buena parte de sus páginas a arreglar cuentas con los propios, en una historia de divergencias que termina en alguna suerte de guerra civil, purgas, expulsiones, difamaciones, abandonos y traiciones. Por supuesto, las autobiografías siempre mienten o, en el mejor de los casos, exageran y silencian.

Parece que la izquierda se pelea más que la derecha, pero no me atrevería a decir que eso sea cierto. Las terribles purgas de Stalin no tienen nada que envidiar a la noche de los cuchillos largos (1934), donde Hitler no solo asesinó al ala izquierda del nacional-socialismo, sino que también asesinó a los conservadores que le veían como un advenedizo. Aznar purgó bien y bien purgó Rajoy. Purgó, en consecuencia, Pablo Casado antes de ser él mismo purgado (quién se acuerda de Soraya Sáenz de Santamaría). Lo que hace mejor la derecha es solventar sus asuntos de manera más discreta, pues cuenta con la amable cortesía de los medios de comunicación, de los servicios de inteligencia, de comisarios corruptos y de jueces.

Es conocida la sentencia atribuida al expresidente italiano Gulio Andreotti, de que "Hay amigos íntimos, amigos, conocidos, adversarios, enemigos, enemigos mortales y... compañeros de partido". Tampoco es tan extraño. Con los adversarios políticos del campo contrario se choca en las elecciones, en el Parlamento -con reglas tasadas- y en los debates, además de que su existencia justifica la propia. Sin embargo, con los propios, con los que se milita, se confronta tantas veces como se va a las reuniones, son los que te conocen y te hacen más daño personal, los que envidias y quienes te envidian, los que tienen los mismos argumentos generales y similares lecturas. Son con quienes disputas los puestos internos y los externos, y nunca odias tanto al candidato de otro partido que te ha derrotado en las elecciones como al compañero que te ha "robado" la candidatura a la Presidencia del país. A menudo, además, fueron en algún momento amigos (e incluso amantes), lo que acentúa la condición de "traición" con la que miras a tu compañero de militancia o de espectro ideológico.

El que gana, dirige; el que pierde, acompaña

Esas desavenencias solo las solventa la auctoritas del liderazgo máximo. Por eso, cuando la pugna es en lo más alto, suele desembocar en que el perdedor termina marchándose. Salvo que haya inteligencia política y, a fuerza de desperdiciar recursos con esas salidas, se busquen fórmulas para evitar las deserciones. El peronismo lo tiene muy claro cuando afirma que "el que gana dirige, el que pierde acompaña".

En México se venía discutiendo ese comportamiento implacable de los ganadores, que hacía que los que disputaban el puesto a presidente y perdían terminaban teniendo que cambiar de partido. La idea de que "el que gana no lo gana todo y el que pierde no lo pierde todo" la ha aplicado el presidente López Obrador en la suerte de primarias para su sucesión que tendrán lugar en agosto (en México no hay reelección), garantizando ya a los que queden segundos, terceros y cuartos espacios de dirección en el congreso, en el senado y en el gabinete. En vez de desperdiciar liderazgos, incorporarlos.

En España, Podemos lo intentó (para romper lo que había pasado en el PP con Soraya Sáenz de Santamaría y en el PSOE con Eduardo Madina) encargándole a Íñigo Errejón, el perdedor de Vistalegre II, que fuera el cabeza de lista a la Comunidad de Madrid por la franja morada. Pero el líder de Más País, mal lector del peronismo, decidió en secreto organizar su propio partido, anunciándolo la víspera para que Podemos no tuviera tiempo de organizar una alternativa. Ese desencuentro persigue a Podemos, a Más País, a Más Madrid y a Sumar hasta hoy, con resultados inciertos de cara a las elecciones del 23J. Las heridas se curan o se gangrenan; raramente se olvidan.

La convivencia humana no es sencilla. Que se lo digan a una comunidad de vecinos o al matrimonio. Los partidos son un horror... con la excepción de cualquier alternativa política personalista. Y son aún peor cuando en vez de muchos hay solo uno.

Los desencuentros airados dentro de los partidos tienen casi siempre que ver con expectativas frustradas. Esas expectativas pueden tener razones ideológicas o desencuentros en la táctica y la estrategia, pero con mucha frecuencia tienen que ver con la disputa por cargos de dirección en el partido, igual que con cargos institucionales y con trabajos (remunerados) vinculados a la actividad del partido. A través de estos asuntos materiales o ideológicos es por donde las élites aprovechan para fraccionar a la izquierda, aislando a los menos dispuestos a rebajar su crítica, confundiendo a los idealistas (a veces haciéndoles romper "por la izquierda" alimentando su diferencia), comprando a los oportunistas y negociando con los "realistas".

Algo que no gestiona bien la izquierda, y es notable en los nuevos partidos, son las relaciones humanas. Los partidos más asentados tienen protocolos claros, no argumentan sobre comportamientos morales o supuestas coherencias ideológicas (que es por donde se enmascara el autoritarismo o, cuando menos, la soberbia). Hay protocolos bien definidos y probados en el tiempo y que se aplican, así como órganos que deliberan, discuten, se reúnen y votan. El acoso a las fuerzas de la izquierda por parte de las élites suele tener una victoria encubierta: convertir a esos partidos en fuerzas obsesionadas por los enemigos exteriores e interiores, lo que les lleva a cometer terribles horrores e, incluso, como en una profecía autocumplida, dando la razón a los que te acosan. La convivencia humana no es sencilla. Que se lo digan a una comunidad de vecinos o al matrimonio. Los partidos son un horror... con la excepción de cualquier alternativa política personalista. Y son aún peor cuando en vez de muchos hay solo uno.

De frentes amplios y partidos-movimiento: Sumar y Podemos

En el siglo XXI, es prácticamente imposible que ninguna fuerza de izquierda represente en solitario a una sociedad donde casi todo el mundo tiene criterio, aunque equivocado, sobre muchísimas cosas. Contrasta el desinterés por las cosas colectivas con la cantidad de "certezas" o "intuiciones" que tiene mucha gente sobre la marcha de su sociedad (y ahí caben los bien informados como los terraplanistas, conspiranoicos, científicos convencidos de que nos fumigan, filósofos enamorados de sí mismos, testigos de las armas de destrucción masiva o probos ciudadanos que conocen a un inmigrante que cobra el bono social y tiene un Porsche. O dos.).

Los partidos, que en la segunda mitad del siglo XX ayudaron a articular la voluntad colectiva, tienen que volver a ayudar a conformarla. En su pluralidad. En competencia con los medios de comunicación y las redes sociales. Instrumentos de intermediación que, junto con los propios errores de la izquierda, han llenado Europa de frustrados, egoístas, atemorizados, negacionistas de evidencias y odiadores envidiosos.

No creo que nadie aprenda hoy de la experiencia del fracaso de la izquierda. Nadie escarmienta en cabeza ajena. Aunque, a veces, brilla un rayo de luz. Es de una generosidad enorme que la dirección de Podemos, en un momento de posible involución política en España, en vez de mandar a Sumar a paseo (argumentos tenía), haya decidido, entre otras cosas, asumir el veto a parte de sus principales cuadros, aceptar puestos de salida que pueden perfectamente no serlo y desaparecer prácticamente de Andalucía, Catalunya, Madrid y Comunidad Valenciana (donde otras fuerzas, además, se presentan con sus propias siglas). No es nada fácil para una fuerza de izquierda justificar que, cuando la caverna ataca a sus líderes políticos, la opción es retirarles el apoyo, aun más en el fragor de las redes celebrando "la derrota" o con los miembros de la "izquierda ganadora"-o sus periodistas estrella- jugando a humillar. No ha debido ser nada fácil para la dirección de Podemos permitir que partidos que, a día de hoy, tienen un solo diputado estén en la lista de Madrid por delante de la secretaria general de Podemos, que ha tenido, como Unidas Podemos, 35 diputados en la anterior legislatura.

Economistas que, pese a fallar en el 100% de sus predicciones, siguen cobrando por jugar a adivinos o sociólogos alquilándose para que las encuestas digan lo que interesa a sus pagadores.

La alternativa podía estar llena de dignidad, pero demasiada gente no la habría entendido. Al menos ahora. Esa generosidad le permite a Podemos, y en concreto a Ione Belarra e Irene Montero, intentar la reconstrucción de la franja morada después de las elecciones del 23 de julio.

La izquierda se la juega en los diagnósticos. Ojalá la academia brindara una mirada no ideológica que fuera respetada por la sociedad. Aunque, como digo, cuando vemos a filósofos que en vez de amar la verdad se aman a sí mismos y sus cacofonías, a politólogos que siguen defendiendo el bipartidismo, a economistas que, pese a fallar en el 100% de sus predicciones, siguen cobrando por jugar a adivinos o a sociólogos alquilándose para que las encuestas digan lo que interesa a sus pagadores, la esperanza se diluye.

El momento más luminoso de Podemos fue cuando había diferentes opiniones en su seno y, tras debatirse todos los puntos de vista, salía como consenso la síntesis más virtuosa. Cuando termine la campaña electoral, donde Podemos tiene que darlo todo apoyando a Sumar y a Yolanda Díaz, deberá empezar a dedicarle tiempo a organizarse como partido-movimiento. No repetir el error de juntar cuadros institucionales y cuadros del partido, ganarse, a fuerza de argumentar y debatir, que las ideas del partido sean las que expone la dirigencia y no las que vengan de fuera, recorrer todo el país pueblo a pueblo, escuchar a los círculos como la parte más democrática de la organización, interceder en las disputas en los territorios sin expulsar a nadie, aprender a desterrar la soberbia y a decir "me he equivocado".

Movimiento Sumar, aunque quiera constituirse en partido, no va a poder ir más allá de ser una coalición electoral (el frente amplio que venimos defendiendo). A día de hoy no tiene ni cuadros ni liderazgos ni estructura ni cohesión ideológica. Las partes territoriales de Sumar han demostrado, además, que su principal interés está precisamente en los territorios. Si ayuda a lograr repetir los 35 diputados de Unidas Podemos, bienvenido sea.

Pero Podemos, la fuerza que nació de las calles y mejor representó aquella indignación tiene que recuperar la frescura que ha perdido habitando las instituciones. Porque no es verdad que el ciclo de impugnación se haya acabado: lo que pasa es que lo está reclamando la extrema derecha. Vamos a tener, con cierta urgencia, que volver a mandar a las cuevas a los neandertales de la derecha y de la extrema derecha. Que se creen con derecho a decir estupideces y a contarnos que tienen derecho a decirlas. Y recordarle al PSOE que con miedos, te devoran. Toca ahora ganar las elecciones y seguir luego trabajando de otra manera, con una previa crítica que atraviese a toda la formación, pero con la misma determinación.

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Esa unidad de la que usted me habla (contra la III Restauración borbónica) https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/06/10/esa-unidad-de-la-que-usted-me-habla-contra-la-iii-restauracion-borbonica/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/06/10/esa-unidad-de-la-que-usted-me-habla-contra-la-iii-restauracion-borbonica/#respond Sat, 10 Jun 2023 09:31:44 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11333 Esa unidad de la que usted me habla (contra la III Restauración borbónica)

Jóvenes que tiran las cosas al suelo

Leía a un profesor de EGB quejarse de sus alumnos. En una reflexión más amplia sobre los usos y costumbres del hoy, bajaba a tierra con un ejemplo que no nos resulta ajeno. Consideraba que esos preadolescentes eran una generación perdida y argumentaba para explicarlo que, después de tirar papeles al suelo y ser reprendidos, contestaban: "Que lo recojan las de la limpieza, que para eso les pagan".

Seguro que esos jóvenes bárbaros no son la mayoría, aunque suelen llevar la voz cantante y arrastran a muchos. Además, cuando el profesor lo ha querido contar es porque ya empieza a ser real. De los institutos y de los colegios llegan noticias alarmantes de machismo, de entusiasmo agresivo hacia la extrema derecha, de patrioterismo hueco, identitario y excluyente, de desprecio al mundo del trabajo -desde el profesor hasta quienes mantienen el colegio decente-, junto a una creciente falta de empatía preocupantes. Como si también los afectos se hubieran mercantilizado a la baja y fueran moneda de cambio en el mercado del reconocimiento del grupo.

Siempre tengo la sensación de que esos comportamientos son pasajeros, porque son una generación abierta, cuidada, viajada y con una amplia visión del mundo. Han leído menos libros pero saben muchas cosas. Internet no les hace muy profundos pero les hace muy extensos. Intuyo que son menos agresivos con los débiles que en mi generación -donde ni siquiera existía la palabra bullying y se masacraba en el instituto o el colegio al débil- y que su mayor permisividad sexual, su mayor relación con otras razas y culturas, su desenfado ante la experimentación y su alejamiento de los dogmas religiosos les va a llevar, aunque lo hagan más tarde, a perfilar sus opciones políticas de manera progresista.

Quizá es simplemente un pensar deseando, pero al igual que sus mayores eran radicales de jóvenes y conservadores de mayores, puede ser que ahora ocurra al revés y sean de derechas cuando jóvenes y de izquierdas cuando vayan siendo personas adultas. Ni tan mal. Aunque es bastante probable que haya que sufrirles esta fase juvenil autoritaria que, no por efímera, va a tocar menos las narices.

Uberización: un ánimo conservador que afecta a la izquierda

El ánimo social europeo es favorable a la derecha y a su propuesta autoritaria y egoísta. Llevamos en Europa cincuenta años de mercantilización de la vida, de fomentar la lucha por la supervivencia, de justificar la falta de compasión por nuestros "genes egoístas", de desmantelar lo público, de cortar los lazos sociales -desde fiestas populares a conciertos públicos, pasando por una mayor implicación pública en el ocio-, de castigar la desobediencia, de ejemplificar los usos y costumbres con vampiros sensuales, zombies incansables, caníbales amables, juegos del hambre implacables, calamares juguetones -aún más oscuros que su tinta- y ñoñerías de Disney que te permiten alargar la adolescencia hasta los treinta. Convive la incertidumbre vertiginosa del chat GPT y la Inteligencia Artificial  con la Iglesia que oculta pederastas y la financiación carnicera de la fiesta de los toros.

Radiografiar nuestras sociedades no es sencillo y aún está por ver el efecto de los hogares con dos proveedores que, sin embargo, apenas llegan a fin de mes (padre y madre trabajando y la madre multiplicándose o contratando migrantes para suplir los cuidados), la falta de estabilidad laboral, la permanencia en la casa de los padres hasta los treinta, el aumento de la esperanza de vida y el nuevo papel de los abuelos, el amor líquido y las enormes amenazas que parecen haber llegado para quedarse (crisis medioambiental, pandemias, guerras, migraciones masivas...). A lo que hay que añadir el despiste de la izquierda, la frecuencia con la que compra los marcos de la derecha y la facilidad con la que el sistema es capaz constantemente de agrietarla y dividirla hasta hacerla odiosa.

La "uberización de la vida" es creer que tienes chófer gracias a una estrategia empresarial que te hace sentirte muy bien al tiempo que a alguien se le estropean sus ocho horas de jornada convirtiéndolas en un panóptico constantemente fiscalizado. Te sientes importante mientras a alguien le pagan una miseria y le observan todos los minutos y horas durante los que está trabajando porque el cliente tiene, a golpe de click, la oportunidad de joderle la vida. Claro que el taxi tenía que modernizarse. Pero entrar en el siglo XXI no puede ser convertirte en un trabajador vigilado, explotado, enfrentado a otros trabajadores, ganándote la vida haciendo una tarea -conducir- y, de añadido, siendo además mayordomo de alguien por una carrera de diez euros. Por supuesto, la plataforma, sin mover un dedo, se queda un porcentaje de su trabajo, que en 2022 fue del 28%. Es el mercado, y no hace amigos.

La unidad que se olvida de la fraternidad

Es curioso que siendo la petición de fraternidad la más propia de la familia de la izquierda sea tan común que la izquierda esté siempre peleada.

De las tres exigencias de la Revolución Francesa, la de la fraternidad, y su derivada de la unidad, es el hilo rojo de las fuerzas del cambio durante los últimos doscientos años de la izquierda. La igualdad, que tenía como trasfondo la justicia, es un objetivo que se fue convirtiendo en igualdad ante la ley, en igualdad de oportunidades y en no discriminación. La izquierda, como sociedad que se pensaba a futuro, no tenía problema con que la gente viviera de su trabajo e, incluso, que se reconociera el mérito de quien realmente lo mereciera. El problema estaba en que no te pagaban el precio real de tu trabajo. El problema no era tanto que hubiera ricos, sino que hubiera pobres. Y afinando, que hubiera gente que, por las desigualdades, usara esa ventaja para afianzar sus privilegios.

La libertad nunca la ha vivido igual la derecha y la izquierda. La libertad de la mujer que limpia el colegio donde tira los papeles el joven aprendiz de Marcos de Quinto está sujeta a su sueldo y a sus obligaciones. Para que pueda realmente ser libre hay que regular el salario, la jornada laboral, las condiciones de trabajo... La libertad del niño malcriado al que no le hemos enseñado empatía está en hacer lo que le da la gana. Y si su rebeldía puede ser un factor positivo de crecimiento, cuando se convierte en crueldad está impugnando el sistema educativo y haciéndole la vida imposible al resto.

La libertad siempre ha sido la condición de la vida. Una vida sin un escenario de libertad -sea real o inventada- es una cárcel. La Unión Soviética tenía que perder la guerra fría aunque alimentara a toda su población.

Desde la izquierda democrática, la libertad se entiende como un bien a repartir entre todas y todos. Para la derecha, la libertad debe entenderse como la no interferencia de cualquiera en el desarrollo individual. Por eso dicen los que se llaman "liberales" que pagar impuestos o no poder conducir borrachos es prácticamente comunismo. Y poner una maceta en la ventana, ecologismo para emprendedores. Un anuncio comercial de los mismos que reclaman ayudas del Estado ante cualquier contratiempo y llaman "paguita" cuando esas ayudas van a los humildes.

Desde una mirada progresista, aproximarnos hacia la igualdad (es lo que conocemos por justicia) y poder hacerlo en libertad, implica la necesidad de juntarnos, pues los privilegiados son pocos pero suelen tener de sus lado el sable, la toga, la porra y el crucifijo. El cemento de la unidad que consigue transformaciones es la fraternidad -hoy añadimos la sororidad-, ese sentimiento de que no nos son ajenas las suertes de los demás y, en consonancia, nos ponemos en movimiento para poner fin a esa brecha. La unidad es el mantra por excelencia de la izquierda, su canción "el pueblo unido, jamás será vencido" y su demostración un constante ejercicio de fracaso.

Vetos que ganan juicios tan sumarios que envilecen el cristal de los acuarios (o para evitar la tercera Restauración borbónica)

En España, como en tantos sitios, la crisis del modelo neoliberal en la primera década del nuevo siglo echó a las gentes a las calles. La rabia contra los políticos ladrones e inútiles generó una engañosa sensación de unidad. El "sistema" luego se encargó de volver a fragmentar lo que la frustración había unido. Los sistemas electorales siempre benefician a los poderosos. De lo contrario, no jugarían a la democracia. Aunque, pese a todo, a veces pierden. Un poco. En esa brecha se coló el Gobierno de coalición. Por eso las élites necesitan tumbarlo. ¿Vamos a ayudarles?

En el escenario de las próximas elecciones de julio, la posibilidad de regresar al escenario bipartidista previo a 2011 es enorme. Después del 15M, una nueva restauración borbónica. Aunque quizá como farsa. Porque en 2011, el bipartidismo era entre Susana Díaz y Rajoy, y en 2023 puede ser entre Page y Feijóo ayudado por Abascal. Susto, aún más viendo la condición intelectual de los cargos de Vox y de la derecha asilvestrada (como la madrileña). Derechas que están celebrando el "castigo" a Podemos. La izquierda yendo a votar unida mientras la derecha brinda con champán su victoria. A muchos se les va a hacer difícil entender que mientras ninguno de los 15 partidos que configuran Sumar ve a sus líderes vetados -aunque sean ya políticos profesionales o hayan generado divisiones- a Podemos se le pongan censuras.

La única manera de romper la maldición de otra Restauración borbónica (la tercera después de la de Cánovas y la de la Transición) es logrando que el PSOE mantenga electoralmente el tipo y que a su izquierda se repita el escenario que se logró con Pablo Iglesias (35 diputados). Era la encomienda que se le hizo a Yolanda Díaz cuando se le entregó la batuta de la Vicepresidencia y la reconfiguración del espacio. Es la que se ha cerrado este viernes a trancas y barrancas después de un año de "escucha" y tras no haber encontrado el momento para escuchar a quienes le recomendaban hacerlo antes de las elecciones municipales y autonómicas.

El proceso de unidad que se ha registrado este viernes tenía que haber llenado el cielo de luces de colores, como en una noche de fuegos artificiales tras las fiestas regionales. Pero no ha sido así porque los vetos (en concreto a Irene Montero) y los puestos reales de salida entregados a Podemos no han emocionado a los de la franja morada, a sus líderes, sus militantes y sus votantes. Que contra todo pronóstico han logrado que 52.000 personas participen en un solo día en una votación (otras fuerzas tienen pendiente decir cuánta gente participó en las suyas).

Los vetos son la peor forma de construir la unidad. Porque en los vetos no hay ni fraternidad ni sororidad. Aún más cuando la Justicia española, que se empeña en ser española pero no ser justicia, se adjudica el derecho de querer hacer política en el momento que considere más oportuno. Tampoco la asignación cicatera de puestos tiene nada que ver con la justicia. No hay garantía alguna de que la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, entre en el Parlamento. Si la lista no emociona, puede ser como un coche sin motor o una bicicleta sin pedales. Y todo este esfuerzo no servirá para gran cosa. Y será imposible frenar a las derechas. Alguien o ha hecho mal las cuentas o las ha hecho pensando solo en su territorio. Y necesitamos luces largas.

Fuera reproches, vengan las sororidades

Hace tiempo que no es momento de reproches de parte. Porque es indudable que si en Sumar hay gente que quiere enterrar a Podemos (airados en busca de alguna venganza), Podemos es responsable de haber generado ira en gente con la que, en nombre de la fraternidad, debiera haber tenido mejores relaciones. Es normal que dentro del Ibex 35 se odie a Podemos. No es normal que haya ex morados coléricos (muchos configuran hoy la estructura de Sumar) al punto de haber perdido la perspectiva. Mala consejera la cólera. Porque ciega. A la izquierda le queda mucho por aprender sobre cómo conciliar los conflictos.

Ojalá todos encontremos razones superiores para poner toda la inteligencia y el coraje para frenar la amenaza ultraderechista en España. Porque la tercera restauración borbónica viene con aires de venganza. Seguimos yendo tarde. Ya hemos perdido demasiado tiempo. No regalemos este sainete a la derecha que está celebrando lo que entienden que es la muerte de Podemos. Porque la oferta realizada es también el entierro de Sumar. ¿Cómo va a ir Yolanda Díaz a las elecciones en nombre de la izquierda con la derecha diciendo: ¡Gracias ejecutores de Podemos, muchas gracias por hacer lo que nosotros no pudimos! No es tiempo de asesores airados que tienen su horizonte puesto en sus territorios. Cuando las cosas encallan, es el momento de que la principal responsable tome las riendas del acuerdo.

Porque, de lo contrario, estaríamos tirando papeles al suelo y cuando nos regañen, porque nos regañarán, entonces, ¿qué diremos? ¿Que no sabemos cómo hemos llegado hasta aquí? O, aún peor, ¿que recojan la basura los que cobran para tener esto limpio?

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Cuando crees que ganas y has perdido https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/06/04/cuando-crees-que-ganas-y-has-perdido/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/06/04/cuando-crees-que-ganas-y-has-perdido/#respond Sun, 04 Jun 2023 06:36:13 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11309 Continuar leyendo "Cuando crees que ganas y has perdido"]]> Flores tras el incendio

Paradojas de la reconstrucción de la izquierda

El interés por la política no es el mismo hoy que hace diez años. Sobre todo en la izquierda. Y si todos los que en algún momento quisimos "asaltar los cielos" no nos damos cuenta de que hay cosas que hemos hecho mal, somos más parte del problema que de la solución. El equilibrio no es sencillo. Tan desperdicio es no renovarse como renunciar a cuadros de enorme valía. Pero la política es inclemente. No basta gestionar bien para que te voten y no basta haber cambiado la política de España para que los votantes te quieran. Puede pasar todo lo contrario. Los medios se encargan de destrozarte. Muchos de ellos están ahí, en mitad de la podredumbre de nuestras democracias, casi únicamente para eso. Aunque insisto en una idea en la que llevo una década: se puede hacer política fuera de las instituciones. Es un problema cuando el movimiento social es tan potente que te lleva a los cargos sin haber sido antes cocinero. ¿No se puede desplegar un pleno interés por la política dedicándote al partido? Mal asunto cuando pierdes el cargo y te vas a tu casa.

Gente que lleva toda la vida en política pone vetos a gente que lleva menos tiempo que ellos en la política. Lo hacen por un cálculo pequeñito. Creen que si acaban con Podemos, se quedan ellos con todo ese espacio político. Aunque no sea verdad que vayan a lograrlo. Aunque se brinde una alfombra azul a la derecha. La política, cuando se asemeja a un mercado, deja de emocionar. Hasta el esfuerzo de ir a votar deja de merecer para muchos la pena. Es un escándalo que la derecha, que miente, traiciona, oculta y niega pueda emocionar más que la izquierda. Una parte la explica el ciclo. Otra, nuestra capacidad para generar indiferencia. Si los que representan a las élites y al privilegio captan mejor que la izquierda el ánimo social, es señal de que la izquierda está a por uvas.

Dicen los que saben de estas cosas que es momento de los políticos y no de los intelectuales. Los intelectuales hablan en el foro. Los políticos negocian en lo oscuro. Y presentan como un valor las negociaciones en lo oscuro. Porque si se supiera lo que negocian, nadie les votaría. Si perdemos la grandeza, los mediocres se engrandecen. Votan a una señora que dice que el cambio climático se para poniendo una maceta en el balcón porque las alternativas han tocado menos el corazón que ella. Cómo estarán los corazones. ¿Dónde están los cardiólogos de la izquierda?

Reconciliar el voto con la realidad

En la tienda enfrente de mi casa, hay un reponedor que ha votado a la derecha. Le he dicho que tiene razón y que todos debemos entender el mensaje. Hemos hablado con su jefe y luego hemos llamado al Ministerio de Trabajo para que le regresen el salario mínimo a 735 euros en vez de los 1080 que está cobrando. Y que no sufra, que vamos a volver también a la reforma de Fátima Báñez para que puedan despedirle si se enferma. Además, le contratarán de cualquier manera, de manera que es bastante probable que deje de ser indefinido.

Un conocido pensionista que escribe mucho en Twitter y que ha votado a la derecha me ha escrito diciéndome que estaba muy contento porque han ganado los suyos. Le he pasado el correo de la seguridad social para que escriba y les pida que no le actualicen la pensión al IPC y que, con ese dinero que no se va a ahorrar, lo imagine, porque le van a subir el precio de muchas medicinas que ahora tenía gratis o subvencionadas. Está muy contento porque le gusta estar con los ganadores. Además, odia a ETA, aunque no tiene claro de qué está hablando, pero tiene miedo de que se rompa España.

Tengo unos vecinos arriba que viven de alquiler. Han votado a la derecha. Han hecho bien, supongo. Me han invitado a un café y nos hemos puesto en contacto con el ministerio para que, en coherencia, deroguen el tope a los alquileres y para que, si tiene que volver a buscar casa, los honorarios de la inmobiliaria los paguen ellos. La inmobiliaria está de acuerdo en empezar ya a a aplicar la contrarreforma. Hemos llamado al propietario para darle las gracias porque el piso es de él y todos nos hemos quedado muy contentos.

Otra vecina, que cobra el ingreso mínimo vital, ha votado a la derecha y otro, que también cobra el IMV, no ha votado. Hay que entenderles. Van a quitarles las ayudas, pero están contentos porque saben que los inmigrantes tampoco van a recibir ninguna ayuda. Piensan: "Que se jodan esos parásitos".

Tengo una compañera de trabajo feminista que odia al Ministerio de Igualdad. Lo odia tanto que ha votado a la derecha. Como el voto es soberano, va a estar muy contenta porque van a quitar todas las ayudas contra la violencia de género, no van a buscar alternativa habitacional a las agredidas por violencia por ser mujeres (que ahora van a ser agredidas por estar en casa, porque la violencia es doméstica).

Cuando vaya al supermercado, mi amiga feminista va a pagar más caros los productos de higiene femenina, preservativos, anticonceptivos y otros productos, porque le van a volver a subir el IVA. Además, si tiene una regla dolorosa, le van a reconocer la baja. Pero le da lo mismo, cada vez que vaya al trabajo jodida y cada vez que pague más caros los productos que necesita, ella se va a reafirmar en lo mucho que odia a Irene Montero y lo va a pagar encantada. Es verdad que también va a empeorar la situación de las mujeres víctimas de trata y de explotación sexual, y que los niños abusados tendrán menos defensa, pera ya se reunirá ella con sus amigas para seguir luchando por la libertad de las mujeres.

Además, mi amiga feminista, que ha votado a la derecha, entenderá que la segregación por género en los colegios es un buen precio a pagar, y hablando de precios, todo el dinero de igualdad ahora se empezará a gastar en luchar contra ETA, aunque ETA hace más de una década que no existe. Con esas carencias, mi amiga podrá estar indignada para seguir luchando por la igualdad de las mujeres.

Tengo un familiar con secuelas de la covid que ha votado a la derecha. Aunque sabe que es probable que vengan nuevas pandemias, y aunque las listas de espera en la sanidad pública se han hecho infinitas, no le importa porque cada vez que ve el Zendal se siente un poco mejor, como cuando te dan un estimulante. Tampoco le importa que el hermano de Ayuso se haya enriquecido con la pandemia, porque a nadie le amarga un dulce. Aunque las largas listas de espera y las dificultades para que le atienda un especialista hacen que el dulce les toque a otros y a él solo lo amargo. Pero ganó el domingo las elecciones.

Tengo un conocido que cortó con su pareja después de la pandemia. Estaba desempleado y, además, vivían en un piso tan pequeño que la convivencia era imposible. Ha votado a la derecha porque está harto de la tristeza de la izquierda, siempre con los problemas, los encierros, las vacunas, las residencias, los tanatorios y las mascarillas. Ahora por fin se ha pasado al bando de las cervezas y las terrazas y  los bocadillos de calamares y la alegría. No tiene piso y se ha vuelto a vivir con sus padres. Su pareja no quiere hablar con él. Pero votó ganador.

He coincidido en un cumpleaños con un migrante al que le han dado los papeles hace nada y que ha votado a la derecha. Dice que no quiere que España sea como Venezuela y que no hay nada como ver cómo están los bares y la ocupación hotelera en vacaciones para ver que vamos camino del desabastecimiento.

Se trajo a sus familiares de manera ilegal, pero como no tienen papeles, no van a tener acceso a la sanidad. Tampoco va a poder escolarizar a los hijos de su hermana, pero son cosas que pasan en el mundo libre. Eso sí, van a poder trabajar de temporeros porque les van a contratar en la plaza del pueblo por lo que les quieran dar y, si tiene suerte, podrán trabajar de internos en alguna casa aunque no tengan papeles, que esa gente también ha votado a la derecha y seguro que están encantados de contratarles.

Tengo un alumno que ha votado a la derecha, que estudia con beca y llega a la universidad con un abono transporte. Va a perder los dos, pero sueña con dar un pelotazo como el del hermano de Ayuso para que así se terminen todos sus problemas. Si da el pelotazo, sus amigos de la universidad, que están como él, se quedarán sin poder estudiar, pero hay sueños que solo son posibles si gobierna la derecha.

Conozco una pareja que las pasó canutas con su primer hijo. Él, que ha votado a la derecha, ha disfrutado ahora del permiso de paternidad. Ha votado a la derecha porque dice que cuando lleve a su hijo a la escuela infantil, al volver le pueden haber ocupado la casa. La verdad es que no va a poder llevar a su hijo a la escuela infantil porque no hay plazas, así que podrá estar todo el rato en casa y ahorrarse la alarma de Securitas Direct.

Tengo un primo con tres hijos que estaban estudiando con beca y que ha votado a la derecha. Como las becas ahora van a ser para los ricos, dos de sus hijos se van a quedar sin beca. Pero va a disfrutar viendo lo bonito que está el colegio privado enfrente del de sus hijos. Y, de paso, lo bonito que está el hospital al que no podrá ir y lo limpio y servicial que es el Uber en el que no se podrá montar.

Menos mal que, por lo menos, podrá pasear por las calles donde están las terrazas. Aunque los porteros y los policías, que son amigos de los dueños, cada vez están más agresivos.

El portero de enfrente es un vasco casado con una catalana. Han votado a la derecha porque siempre estaban angustiados por la violencia en Euskadi y las tensiones independentistas en Catalunya y como ahora ya no hay violencia en Euskadi y el procés se ha acabado quieren que la derecha lo resucite porque tienen la sensación de que les falta algo. Pero hemos ganado.

¿El pueblo tiene razón cuando vota o la cosa es un poco más compleja?

No quisiera echarle la culpa a los votantes, pero tampoco quitársela. Si la gente vota a corruptos, es cómplice de la corrupción. No hay un solo "pueblo". Hay un paternalismo soberbio en los que dicen que los pueblos no se equivocan. El voto es soberano, no necesariamente inteligente. Pero, si una parte importante del pueblo no te entiende, dedícate a otra cosa que no sean las elecciones. Si vas cinco metros delante de la gente, vas alumbrando. Si vas cien metros, igual te has perdido.

Seguramente la izquierda tiene su parte de culpa. Si pierdes unas elecciones, la culpa no es de los demás, es tuya. La izquierda no estaba viendo que mientras gobernaba para la gente, el relato lo estaban haciendo en otro sitio. Y que si haces cosas que desgastan, que no explicas bien o que no tienen una explicación, enfrías el corazón de los votantes. Nueve millones han votado a la derecha. Diez millones a la izquierda. Y hay tres millones de abstencionistas que se debieran recuperar. Había buenas cartas y se ha perdido la baza.

El Gobierno de coalición ha perdido la conexión con el pueblo, y una parte es por culpa del cambio de ciclo y otra por ceguera. Si la guerra produce inflación, como ocurre en España, se come parte del bienestar, aunque comparativamente con Europa las cifras sean buenas. Si prometiste más de lo que estás cumpliendo, te miden no por lo que has hecho sino por lo que no has hecho. Si te estás peleando todo el rato y metiéndoos el dedo en el ojo mutuamente, ahuyentas al votante (y la culpa no es solo de quien lo hace en público, sino de quien rompe la convivencia en privado).

Si los medios construyen un mensaje tergiversado sobre tus políticas y te vence la soberbia en vez de la inteligencia de derrotar a sus mensajes tramposos, corres el riesgo de tener razón pero de que no te entiendan. Si se te olvida que los medios son tu principal enemigo, es tu culpa, porque es como quejarte de que las balas te hieran. Porque están ahí para ser tu enemigos implacable. Si no cuidas a tus líderes -a todos-, cuando reciben los ataques del sistema como objetivo principal, vas a perder la partida porque el liderazgo es condición necesaria de la política electoral. Si no tienes partido o el partido se ha convertido en una empresa o el partido es una comunidad de vecinos mal avenida, la izquierda no va muy lejos porque te faltan cuadros, porque el mensaje no se asienta en los territorios, porque todo se hace efímero. Y porque entonces, en un Gobierno de coalición, el pez grande se come al chico. Ahora, porque hay elecciones, Pedro Sánchez recupera de nuevo el discurso correcto de que los medios son malos. ¿Apostamos a que le da una entrevista a Ferreras en Moncloa?

El votante de la derecha que podría haber votado otra cosa, igual que el abstencionista progresista, ha optado por lo cómodo. En vez de decirle a la izquierda que siguiera haciendo políticas para las mayorías, que se atreviera, que dejara las peleas, que volviera a emocionarles, ha votado a la derecha o se ha quedado en su casa porque nadie ha tenido la fuerza para lograr que fuera de otra manera. La izquierda ha fracasado como fracasa un general que pierde, aunque tenga solo tirachinas y el enemigo misiles. Si hace lo mismo el 23 de julio, no es sencillo que el resultado sea diferente.

Coda

Nadie progresista, salvo que sea un patriota de partido, va a perdonar a ningún político que fomente la división de las fuerzas a la izquierda del PSOE. Los que ponen vetos, están en la vieja política. Invitan al voto útil al PSOE y están cavando su propia tumba, regresando el peor bipartidismo (porque si era malo el que hace una década representaban Susana Díaz y Rajoy, el que puede venir con, pongamos Page y Feijóo con Abascal después de las elecciones, es de temblar).

La fraternidad es el lugar común de las familias de la izquierda. Así hemos llegado hasta aquí. La generosidad es una de las expresiones de la empatía. El agradecimiento es otra. La amabilidad acompaña a la empatía. Empatía, amabilidad, generosidad, agradecimiento, forman parte de lo mejor de la vida, aunque  no forman parte de la cotidianidad de la política.

En la izquierda no se viven las trampas igual que en la derecha.  No son importantes las personas, son importantes lo que representan. Lo que salga del proceso de unidad que lidera Sumar, deberá emocionar. Si se maltrata a Podemos, será un proceso de destrucción mutua, un fin de guerra fría con las bombas nucleares activadas y donde todos pierden. Ninguna solución va a ser perfecta. Pero si hay humillaciones, la izquierda, como tantas otras veces en la historia, estará desmantelando las defensas antiaéreas cuando vienen los bombarderos de la derecha.

La ciudadanía progresista, que es la que vota, pide unidad, unidad, unidad. Decenas de personas me lo han dicho este sábado mientras firmaba en la Feria del Libro de Madrid. Con desesperación. La política, porque cree que sabe cosas que el pueblo no sabe, se mira el ombligo. Quienes levanten la vista ganarán.

 

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La derecha miente mejor que la izquierda https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/05/28/la-derecha-miente-mejor-que-la-izquierda/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/05/28/la-derecha-miente-mejor-que-la-izquierda/#respond Sun, 28 May 2023 05:30:15 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11291 La derecha miente mejor que la izquierda

¡Que te he dicho que pienses en un elefante!

La campaña que ha puesto en marcha la derecha en España ha sido ridícula, hablando de ETA cuando hace más de una década que no existe, agitando otra vez el fantasma de Venezuela, mintiendo sin pudor sobre hechos y datos, agitando la xenofobia para que el rezagado odie al que vino en patera o diciendo estupideces como que si la gente pone una planta en la ventana el cambio climático verá agostar su impacto.

Es a veces desesperante la resiliencia del votante de derechas (que ya no es un votante conservador sin más, sino que tiene maneras de animal acorralado). Al votante de las derechas le da igual que le corten la cabeza a su secretario general por denunciar las fechorías del hermano de Díaz Ayuso o que la portavoz de VOX, Rocío Monasterio, se pasee con una imputada por tráfico de drogas y posesión de armas (también les da igual que falsificara la firma del colegio de arquitectos o que su marido no pagara a los obreros que reformaron su vivienda).

El votante de derechas perdona que sus dirigentes roben, se saquen títulos universitarios haciendo trampas, que tengan decenas de cargos condenados a prisión por robar de las cuentas públicas -es decir, por robar a España-, que hayan hundido el mercado de alquileres liberalizando el suelo para que se enriquecieran las inmobiliarias, que regalen a fondos buitres donde trabajan familiares las viviendas de protección social, que dejen nuestras ciudades sin árboles para que sus amigos vendan cemento, que mueran 7290 ancianos en las residencias porque dieron la orden de no llevarles al hospital y se negaron también a medicalizarlas o que un hermano de la máxima dirigente del PP se embolse una comisión de 286.000 euros con un contrato con una empresa fantasma por vender a un precio abusivo mascarillas.

También les perdonan que hayan matado el Mar Menor en Murcia con sus políticas ecocidas o que estén acabando delante de nuestros ojos con Doñana, uno de nuestros últimos humedales. Les perdonan que la derecha robe y que luego lo celebren con un "volquete de putas" o comprándose artilugios obscenos,  igual que perdonan que sus dirigentes sean idiotas y saluden confundiéndose de lugar porque nunca han salido de su pueblo, o que piensen sinceramente que el sol de Cádiz te dilata las pupilas. Les perdonan que sean borrachos, que sean asiduos clientes de prostitución, que tengan asuntos con drogas y con pederastia y hasta que tengan la oficina en un prostíbulo. Unos porque desearían hacer lo mismo -es esa frase tan hispánica "¡Ese es un monstruo, hace lo que le sale de los huevos!", cuando en otros sitios la frase sería "¡Ese es un monstro! ¡Da miedo!!-. Y otros porque lo relevante no es como sean los suyos, sino que los suyos son garantía de que no vengan los demonios.

Podría parecer una paradoja, pero no lo es, que en la derecha, quien paga un precio es quien desde dentro denuncia esos comportamientos. El gran argumento de la derecha es que es bastante probable que encuentren algo cercano -nunca igual, porque no es verdad que en el comportamiento sean iguales aunque compartan similares políticas de lo que llaman "Estado"- en el PSOE, y con eso ya creen que está el problema solventado.

Son una basura, pero son "tu" basura

Lo relevante para el votante de derechas es que gobierne alguien que les deje seguir su vida tal cual como la llevan o como querría vivirla en un mundo ideal donde nadie le pidiera cuentas. Porque al votante de derecha le han hecho creer que el mundo es como es, es bueno tal y como es y, además, no tiene alternativa. O que la alternativa es peor y que, por eso, el mejor refrán es el que dice "Virgencita que me quede como estoy". Que es muy propio de un país donde ganada la guerra los franquistas fusilaron a 200.000 españoles, exiliaron a 500.000 y metieron en la cárcel a 350.000, muchos de ellos para que se murieran, como le pasó a Miguel Hernández.

El votante de derechas tiene un mundo cercenado, pequeñito, lleno de vulgares seguridades pero que son muy importantes para ellos. En su inseguridad, quieren, como postre, que los demás también acepten. No es que la izquierda no tenga seguridades, a menudo en sitios parecidos, sino que las tiene sin que signifiquen una cárcel para ellos o los demás y, sobre todo, su manera de vivirlas no implica que exijan a los demás que también lo hagan. Hay un mundo entre el modelo de familia de la derecha y el de la izquierda, pero la derecha quiere imponer su modelo de familia y la izquierda en modo alguno. Hay una espiritualidad distinta, a veces religiosa -el otro día decían en un programa de televisión de la extrema derecha refiriéndose a Bergoglio "ese que ahora se está haciendo pasar por Papa"- y a veces laica -como una espiritualidad sin dioses-. Pero nunca pretendiendo que todo el mundo comulgue con sus ideas. Mientras que la derecha, en España, literalmente, nos ha llevado a misa a hostias.

Es importante entender que al votante de derechas todo eso le da lo mismo porque lo importante para ellos no es la virtud de sus dirigentes -que nunca la han tenido- sino el miedo o el odio hacia la izquierda que han construido todos los dispositivos ideológicos de la dictadura y de la convalecencia, hoy repetidos en los medios de comunicación, en los usos y costumbres de muchas instituciones y en amplios centros de enseñanza. El votante de derecha no sabe nada de los programas de sus partidos, no quieren saber nada de sus dirigentes (solo les interesa el glamour o la sordidez de las revistas y programas del corazón), salvo que les den certezas de que hacen lo correcto (por eso les gusta escuchar las mentiras de la derecha, leen, escuchan y ven los medios de la derecha y colaboran en las redes a propagar esas mentiras).

Las campañas de la derecha en este momento de crisis del modelo, son una enorme campaña de prestidigitación que solo se sostiene porque los medios les cubren las espaldas. En esta campaña, Beatriz Fanjul, la dirigente de Nuevas Generaciones del PP, que debe ser una de las políticas más descerebradas de la derecha española -y eso que el listón está alto escuchando a muchos líderes de VOX- decía que la izquierda crecía por tener el apoyo de todos los medios de comunicación. Por supuesto, leía el discurso.

Pero a la derecha le da todo lo mismo, porque las elecciones son momento de maximización del voto y esas campañas de mentiras, como las más cutres de detergentes, siempre les funcionan. Propio de un país al que le fusilaron a 200.000 españoles, le encarcelaron a 350.000 y exiliaron a 500.000. Y que volvió a exiliar a españoles en los años 60 y otra vez en la crisis de 2009.

¿Y después de las elecciones?

La izquierda tiene que hacer una reflexión. ¿Sirve para algo ir cediendo a los presupuestos ideológicos de la derecha? Electoralmente no, porque, de no mediar algún imprevisto, la derecha puede ganar las elecciones, haga lo que haga y diga lo que diga. La moderación de la izquierda en Madrid solo ha servido para perder el Ayuntamiento de Madrid y no ganar la Comunidad. Y en la batalla cultural, tampoco, pues la hegemonía la tiene ahora mismo la derecha, escorándose hacia la extrema derecha. Si no defiendes el fuerte ideológico, los soldados te desertan.

La otra gran enseñanza tiene que ser la de la unidad. Pero no va a ser nada fácil. Porque a los procesos de diálogo hay que ir con los principios de la justicia transicional -la propia que sucede a un conflicto violento- cumplidos: verdad, justicia y reparación (precisamente los que incumplió Bildu presentando a candidatos con delitos violentos que, necesariamente, iban a ofender a las víctimas). Los que incumple esa izquierda que incumplió sus obligaciones y que todavía no se ha disculpado (Manuel Carmena pidió perdón por su candidatura que le costó a la izquierda la alcaldía de Madrid, algo que todavía no ha hecho ni Errejón ni el errejonismo).

La unidad va a ser la gran asignatura para las generales de diciembre de 2023. Unidad a la que se han negado los dirigentes de Más Madrid y de Compromís, aun sabiendo que es en estas dos comunidades donde se juega simbólicamente que tenga más fácil llegar en diciembre la derecha del PP con VOX al gobierno de España. Unidad complicada cuando los medios de comunicación han ocultado a las candidaturas de Podemos con Izquierda Unida con el aplauso de la izquierda que sí sale en La Sexta. Y también complicada por el bochorno de periodistas y pensadores de la izquierda que han contribuido al mensaje de que hay que acabar con los restos de Podemos (pese a la incongruencia de sostener al tiempo que la franja morada está ya muerta). Sea cual sea el resultado electoral este domingo, es bastante probable que el resultado en votos totales de las listas de Podemos de una sorpresa. Por tanto, insistir en la muerte de Podemos solo sirve para intentar hacer desde la izquierda la tarea que no ha sido capaz de hacer la derecha.

Después de las municipales y autonómicas comienza el obligatorio diálogo. Quien no quiera dialogar debiera salirse del debate político de la izquierda. La ausencia de encuentro es un suicidio que van a pagar las mayorías, como está pasando en Italia, en Hungría o en Polonia. Los asesores que susurran en los oídos de los partidos políticos que no necesitan a los demás partidos, son como el mafioso infiltrado en la sala de máquinas. Hay que discutir de política, contrastar los puntos de vista, acercar estrategias. Hay que disentir, pero solo para que el encuentro sea posible, no para marcharse.

Podemos acertó desde el primer momento en apuntar hacia la unidad y postular la necesidad de construir un Frente Amplio. Sigue siendo el objetivo. Y sigue siendo cierto que, si hay un único partido que tiene en solitario al menos la mitad de los votos que todos los demás juntos, algo tendrá que decir en ese Frente Amplio. No hay izquierda sin voluntad, sin coraje, sin claridad ideológica, sin generosidad y sin buenos diagnósticos. Ojalá todo el mundo lea el resultado de las elecciones con estos principios.

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El Deep State, la guardia de la noche y el cuarto poder https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/05/21/el-deep-state-la-guardia-de-la-noche-y-el-cuarto-poder/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/05/21/el-deep-state-la-guardia-de-la-noche-y-el-cuarto-poder/#respond Sun, 21 May 2023 06:23:47 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11277 alt --> En tiempos de Marx, la alienación estaba en pañales Contaba esta semana la prensa mexicana que el gobierno del presidente Felipe Calderón -escondido en Madrid en las faldas de Isabel Díaz Ayuso y los tirantes de José María Aznar, justo mientras su número dos, Genaro García Luna, era condenado en EEUU por formar parte del … Continuar leyendo "El Deep State, la guardia de la noche y el cuarto poder"]]> El Deep State, la guardia de la noche y el cuarto poder

En tiempos de Marx, la alienación estaba en pañales

Contaba esta semana la prensa mexicana que el gobierno del presidente Felipe Calderón -escondido en Madrid en las faldas de Isabel Díaz Ayuso y los tirantes de José María Aznar, justo mientras su número dos, Genaro García Luna, era condenado en EEUU por formar parte del cártel de Sinaloa- gastó incorrectamente dos mil millones de pesos del presupuesto de Sanidad del país.

En México, ya no habría que contabilizar solo los muertos causados por el narcotráfico sino que toca sumar también los que no evitaba la salud pública zaherida por esa brecha. En esta crisis del modelo neoliberal, la derecha hace necropolítica junto a la narcopolítica. Con el dinero que debía ir a la salud de los mexicanos, el Gobierno del PAN contrató campañas publicitarias en los medios, comprando el favor de los mismos. Como si no fueran suficiente las televisiones, periódicos y radios que, directamente, son propiedad de los grandes capitales que financian también al PAN, al PRI y al PRD.

En verdad, nada diferente de lo que lleva haciendo el bipartidismo español desde que murió el Caudillo. No en vano Adolfo Suárez llegó a la Presidencia del Gobierno desde la Dirección General de la televisión pública, igual que Andoni Ortuzar, el presidente del PNV, viene de ser el jefe de política del diario Deia o Manuel Fraga fue ministro de Información (y Turismo) de la dictadura.

Ser ingenuo acerca de los medios en el siglo XXI es como ser ingenuo en 1933 con el ascenso de Hitler a la Cancillería alemana. ¿Es que alguien ignora que la derecha gana las elecciones principalmente porque controla los medios de comunicación? Los medios nacionales y, también, no lo olvidemos, los locales y regionales, además de las redes sociales.

Si hoy Marx escribiera Das Kapital, el segundo tomo sería sobre medios de comunicación y capitalismo.

Desde Madrid, como desde cualquier capital, todo se mira con el prisma de los grandes medios, más sofisticados en sus mentiras que los diarios, radios y televisiones locales. Pero es en esos medios periféricos donde los señoritos despliegan parte importante de su impunidad, con la que luego negocian en Madrid. ¿Cómo, si no, se ha sostenido el aparato de la oligarquía y el caciquismo en España sobre el que descansa el régimen de la restauración desde Cánovas del Castillo hasta la actualidad?

Toda la red de medios locales, agravado con la difusión de periódicos digitales -expresión evidente de la mafia en el siglo XXI- son, junto con el sistema electoral, el garante del bipartidismo, apenas roto por la emergencia del 15M. No en vano, desde las plazas y las calles indignadas se vivió la mentira de los medios, que empezaron, cómo no, diciendo que el 15M "era ETA". Si hoy Marx escribiera Das Kapital, el segundo tomo sería sobre medios de comunicación y capitalismo.

Perro no suele comer perro

Podemos es la única fuerza que ha dedicado enormes esfuerzos a señalar la corrupción de los medios de comunicación españoles -fiel espejo de lo que pasa en prácticamente todo el mundo, aunque, curiosamente, en lugares como EEUU hay más pluralidad que la que se da en el Reino de España-. El señalamiento por parte de la franja morada -ahora desde Canal Red- de la corrupción periodística ha tenido eco entre una parte de la ciudadanía, ha enfadado al bipartidismo y ha desatado la ira de una parte de la "profesión" que, por vez primera, se ha visto sufriendo lo que ellos vienen haciendo desde hace varias décadas con impunidad. Es el caso reciente de Marc Marginedas, quien al atacar gratuitamente a Inna Afinogenova, ha visto cómo se han destapado casos anteriores suyos ajenos a la ética periodística. Es curioso que haya salido en su defensa Ana Pastor, dueña de una empresa de detección de bulos que no destaca por detectar los bulos de Eduardo Inda o de García Ferreras.

Perro no come perro, reza un axioma clásico de los medios de comunicación. Por eso, cuando hay medios críticos no reciben el apoyo ni el auxilio de sus compañeros de profesión. Ahí está en España el caso de Jesús Cintora, defenestrado por las presiones de García-Ferreras , de Público con su denuncia de las cloacas y allanado por policías, de los medios independentistas o del periodista Pablo González, detenido desde hace más de un año en Polonia, sin olvidar a Julian Assange, Democracy Now o los ataques de periodistas a Hersh por su señalamiento a EEEUU de la voladura del gasoducto Nordstream 2.

El corporativismo de los periodistas es similar al que se da entre jueces, aunque entre los togados es una defensa de los privilegios del cuerpo amparados por el Estado, mientras que para los periodistas es una suerte de salvoconducto laboral para poder trabajar donde puedan sin que nadie les señale.

Del populismo a la lucha concreta, o desde la casta a las cloacas

Desde las páginas de Público, Pablo Batalla se hace eco de una reflexión en Twitter.  Se trata del cambio de énfasis en Podemos desde el inicial "asalto a los cielos" a la lucha actual contra "las cloacas", pasando por el desvelamiento intermedio de la "trama". Como si hubiera empezado peleando contra los jefes, luego contra los capataces y hubiera terminado lidiando contra una subcontrata de vigilantes.

Para el autor, ese viaje sería un descenso a los infiernos y una pérdida de calidad, desde las cumbres nevadas de la lucha contra la casta hasta la lucha contra las ratas en el subsuelo, con la estación intermedia de la pelea a ras de suelo contra los gestores de la trama.

En el análisis de Batalla, la suerte de Podemos sería algo así como una degradación (así son tus enemigos, así es lo que vales). Lo que, de alguna manera, sería una invitación a seguir peleando contra "la casta", lucha que dignificaba más que el señalamiento de, pongamos, el hermano de Díaz Ayuso y su inmunda comisión en mitad de la pandemia. Esto se plantea en un contexto en donde todos los que quieren ver muerto a Podemos dicen que el ciclo del 15M, el que sirvió para señalar a la casta, ya pasó. Es decir, que se invita a que Podemos regrese a un lugar que ya no existe. No se entiende sin más.

Recuerda a la canción de Sabina, cuando cantaba aquello de "El joven aprendiz de pintor que ayer mismo / Juraba que mis cuadros eran su catecismo / Hoy, como ve que el público empieza a hacerme caso / Ya no dice que pinto tan bien como Picasso". Es que Podemos ya no es como al comienzo. Que es una forma de decir: Podemos ya no es como al principio, cuando todo estaba en las vísperas, que es el lugar de la felicidad. En esos momentos en donde la efervescencia social mata cualquier egoísmo.

Decía Gandhi con cierta ingenuidad que "Primero te ignoran. Luego se ríen de ti. Después te atacan. Entonces ganas". Es decir, que hasta que no te atacan no existes, y que luego, por el mero hecho de que el poder te presta atención, ya has ganado. O no.

Es verdad que lo que no tiene nombre, no existe socialmente y que el hecho de que el poder te ignore es una señal de que no les molestas. Le ha pasado durante buena parte de su vida a Izquierda Unida, salvo cuando Anguita le planteó a Felipe González que gobernase con la izquierda, sabiendo que prefería hacerlo con el Pujol del 3%. Felipe González y Pujol son caimanes del mismo foso.

Es luminoso seguir estirando la frase del sabio indio: Podríamos decir: Primero te ignoran. Luego se ríen de ti. Después te atacan. Entonces ganas un poco, porque ya eres visible, pero ellos aprenden y buscan otras estrategias, por ejemplo, te dividen. Al final, debilitado como estás, aprovechan y le dan la vuelta a la frase de Gandhi y empiezan por el final: te atacan, se ríen de ti, te ignoran en los medios de comunicación y entonces pierdes.

En cada momento histórico tienes que pelear contra el rostro que muestra el adversario, aunque el adversario siempre suele ser el mismo.

Siempre te construyen tus enemigos. Y a cada estrategia de tu enemigo y en cada contexto concreto, debes contestar, si quieres tener alguna posibilidad de éxito, atendiendo a cada momento y su afán ("Cada día tiene su afán", reza la máxima del Nuevo Testamento).

Claro que para Podemos era grandioso empezar peleando contra la casta, igual que en México luchaban contra el PRI y el PAN, contra la cuarta república en Venezuela, contra los pelucones en Ecuador o contra cuarenta años de neoliberalismo autoritario en Chile. La gente en esos momentos estaba en las calles buscando culpables. Las circunstancias y los relatos trazan una línea entre "ellos" -los responsables de que todo vaya mal- y "nosotros" -un pueblo a menudo pensado con más virtudes de las que realmente tiene-. Con esa caracterización, era más fácil encontrar el camino que llevaba a los verdaderos responsables.

Claro que era necesario después señalar en un bus las caras de los culpables concretos de las enormes desigualdades que hay en España y empezar a pelear contra la trama, esa colusión de empresarios, economistas del Estado, banqueros, sectores energéticos y grandes constructores.

Pero siempre faltaba el plan b propio de los gobiernos liberales o neoliberales: la activación del Deep State o Estado profundo al cual se recurre cuando todas las demás líneas de defensa de las élites han sido superadas. No son un todo, pero se atribuyen la tarea de velar por los intereses conjuntos de las élites. Aunque no consulten a todas las élites.

En esa guardia de la noche están poderes institucionales y no institucionales, sectores empresariales que suelen bordear la legalidad -o dictarla- y necesitan de la palanca institucional para garantizar sus beneficios, servicios de inteligencia, comisarios en activo o retirados, el aparato de la monarquía, algunos jueces, la práctica totalidad de los medios de comunicación, las tramas internacionales (FMI, Bildelberg, Davos, OTAN, OMC, Agencia de Pagos de Basilea, Unión Europea...), oficiales de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado en activo o en la reserva... Cuando el Deep State no oculta sus maniobras, se convierte en las cloacas.

Pelear contra las cloacas, ¿no es pelear contra la trama y contra la casta?

Es importante desvelar el funcionamiento de las cloacas para poder explicar las maniobras que intentan matar al movimiento político que nació del movimiento social del 15M. Es decir, Podemos, la fuerza que está reconfigurando la manera de hacer política en España al incorporar a la dirección del Estado a las izquierdas que estaban fuera del gobierno del Estado.

Si es un error pretender que el ciclo del 15M se ha agotado, también sería inapropiado que cuando la telebasura de Ana Rosa Quintana expulsa al entretenimiento cutre de Jorge Javier Vázquez, es decir, que cuando la manipulación infame sustituye al chismorreo afectivo, chillón, amanerado y poco elegante, se dijera que Ana Rosa es casta o es trama, cuando lo evidente es que es cloaca y que es cloaca dentro de una trama al servicio de la casta. Y lo mismo ocurre con la tarea de la judicatura prevaricadora, las policías políticas, los periodistas como Ferreras que conspiran con la UDEF y Villarejo o las asociaciones de extrema derecha que quieren encarcelar a todo el que no comulga con sus ruedas de molino.

Si te clavan un puñal en el costado, parece sensato decir que las élites tienen puñales (o drones o micrófonos o lo que sea), aunque si vives en el mundo brillante de las ideas, es más elegante decir que la puñalada no es lo relevante, que lo relevante es que te la dan porque estás debilitando la condición de clase  de la élite del poder y poniendo en peligro su hegemonía, su bloque histórico y su subsunción formal del capital.

Si mienten en los medios de comunicación y las élites hacen del control de los medios la principal de sus estrategias, puedes enredarte señalando que están extrayendo la plusvalía a los obreros a través del capitalismo cognitivo y que en el marco alienado de la crisis neoliberal es importante construir frames exclusivos, o puedes optar por la sensatez, volverte pedagógico y señalar las conexiones entre el poder financiero y las cloacas mediáticas, judiciales, políticas y empresariales. Sea Juan Roig, Florentino Pérez, Blackrock, Antena 3 y Creuheras, Mauricio Casals y la familia Lara, Telecinco y Borja de Prado y Silvio Berlusconi.

Anhelar el momento populista de 2011-2014 es llorar por la leche derramada. Fue, dejó su poso y obliga a otra dirección. En el momento populista, que son momentos de destitución, donde gente de toda condición disparaba contra lo que existía, hablar de la casta funcionaba como un truco de prestidigitación para tumbar lo que había.

Cuando se habían roto las líneas de defensa del régimen del 78, hablar de la trama era señalar que se podía estar en el Gobierno o en el legislativo, pero que el poder estaba en otro lado. Era un momento de honradez, el momento de decirle al pueblo: aquí se puede cambiar solo un poco, mejorar la vida de la gente pero sin exagerar.

Hablar hoy de las cloacas es señalar, como hace la novela negra, cómo funciona el poder, como funciona la trama, como opera la casta.

Es mancharse las manos. Saber de las cloacas judiciales, mediáticas, políticas y empresariales es construir conciencia de clase y conciencia democrática.

Que es la condición para que la épica no sea solamente eso, épica, sino que se ponga al servicio de cambiar la vida de la gente.

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¿Quién vota a la extrema derecha? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/05/14/quien-vota-a-la-extrema-derecha/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/05/14/quien-vota-a-la-extrema-derecha/#respond Sun, 14 May 2023 05:10:14 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11249 ¿Quién vota a la extrema derecha?

A la extrema derecha le votan, de suyo, ricos, aristócratas, altos funcionarios, oficiales del Ejército y de la Policía (por lo general educados en las academias en un discurso nacional falso y desafecto a los derechos humanos); les vota gente educada en el odio, sea de clase, de género, de raza, de estatus o de cualquier otro tipo; también los patrioteros excluyentes, terratenientes, muchos corruptos, gente que quiere impunidad y cree que ahí la va a encontrar, pequeños propietarios atemorizados y gente egoísta, con la empatía de una zanahoria a la que sólo le interesa su bienestar. También gente asustada, que construye una tormenta en un vaso de agua por culpa de algún cambio que les atemoriza. Y gente frustrada. El verdadero problema es cuando a la extrema derecha les vota la gente frustrada en un momento de crisis. Porque así es como suman mayorías.

Votas a la extrema derecha cuando te convences de que estás en un callejón sin salida y estás dispuesto a convertirte en un canalla porque crees -y te lo repites todos los días- que no te han dejado otra oportunidad.

Votas a la extrema derecha cuando te ha invadido la frustración, pero no tienes herramientas para endosar tu decepción a los responsables reales de que no tengas una vivienda digna, un trabajo que te permita sentir que estás viviendo, cuando no identificas con claridad quién te hace vivir con miedo y con angustia.

Votas a la extrema derecha cuando has llegado a la conclusión de que no quieres hacerte más preguntas, de que vas a empezar a aceptar explicaciones sencillas, cuando vas a abrazar cualquier argumento que aleje de ti las culpas y la responsabilidad y estás dispuesto a aceptar cualquier simpleza porque te vas a rodear de otros que repiten las mismas simplezas que tú y así, juntos, os justificáis ante el espejo.

Votas a la extrema derecha cuando te bombardean con alarmas sobre la falta de "orden público" para que no te des cuenta de que lo que no hay es "orden social"

Votas a la extrema derecha cuando te bombardean con alarmas sobre la falta de "orden público" para que no te des cuenta de que lo que no hay es "orden social", cuando te han convencido de que es peor para ti un contenedor ardiendo, un escaparate roto o el piso de un banco ocupado antes que vivir en una sociedad donde alguien se lanza por la ventana al vacío cuando la van a desahuciar y prefiere quitarse la vida a vivir miserablemente.

Votas a la derecha cuando eres un anciano y ves que tu mundo cambiar alrededor y te han atemorizado en las televisiones, las radios, los periódicos y las redes con que tu país se va a romper, con que va a ser legal atacarte y nadie va a defenderte, con que van a ocuparte la casa, con que te van a bajar la pensión los que no han hecho otra cosa que subírtela, con que van a sacar los fetos vivos de los vientres de las madres o te van a obligar a cambiar de religión o de opciones sexuales.

Votas a la extrema derecha igual que te haces pistolero, te metes en una banda o cambias de equipo harto de perder, cuando rompes con lo más digno de tu pasado, cuando te repites hasta que te lo crees que todo el mundo es malo y tú no vas a hacer más el imbécil.

Votas a la extrema derecha cuando te engañas para justificar que vas a empezar a odiar a los que antes no odiabas, que vas a perder los matices, que vas a olvidar de dónde vienes y de dónde venimos.

Votas a la extrema derecha cuando quieres líderes políticos que te autoricen a ser un canalla, cuando quieres dirigentes que legitimen tu egoísmo, cuando prefieres no estudiar los problemas, cuando consideras que es aceptable no saber nada de las complicaciones de los demás, que tienes derecho a no saber, a mentir y a solventar todos los asuntos con ataques a chivos expiatorios.

Votas a la extrema derecha cuando escoges, para sentirte de tu tierra, señalar a los que no son de tu tierra o a esos que son de tu tierra pero lo son de manera diferente, y esa manera diferente, te dices, es propia de malos patriotas y te crees que son mala hierba a la que hay que extirpar.

Votas a la extrema derecha cuando quieres sentir que estás en un club de vencedores, formar parte de "los que saben", aunque seas el portero, el que limpia, el chófer o el que pone las copas, cuando te sientes parte de un grupo que no hace ascos a la violencia, que solo te pide para darte el carnet de admisión que odies a los que les hacen reforzar su condición de grupo y repitas sus consignas aunque no termines de creértelas.

Votas a la extrema derecha cuando has decidido no hacerte más preguntas y estás convencido de que lo que dicen los medios de comunicación es la única verdad y has llegado a la conclusión de que no buscar interrogantes es una virtud.

Votas a la extrema derecha cuando crees que lo que le hacen a los demás a ti no te lo van a hacer nunca porque estás convencido de que eres uno de ellos y que su fiereza con los más débiles, sean ancianos, mujeres, migrantes, niños, pobres, minorías, forma parte de la manera normal de estar en el mundo, que el pez grande tiene derecho a comerse al pez chico y que es mejor estar con los verdugos que con las víctimas.

Votas a la extrema derecha porque te dejan hacer algunas cosas que son gratis y prefieres ignorar que si hicieras otras cosas que causaran a los poderosos algún contratiempo, te verían también a ti como a un enemigo.

Votas a la derecha cuando crees que aullar con los lobos es la mejor estrategia para que no te devoren

Votas a la extrema derecha cuando tienes tanta incertidumbre que quieres un padre autoritario para que te marque un camino claro, aunque esté vallado, vigilado, lleno de castigos y te obliguen a uniformarte para caminarlo.

Votas a la derecha cuando crees que aullar con los lobos es la mejor estrategia para que no te devoren.

Y entras en una espiral de la que, cuando quieras volver, es tarde.

A la extrema derecha le votan los que esperan enormes beneficios económicos de un gobierno autoritario que, como pasó en Indonesia, Japón o Filipinas, en Chile, en Argentina o en Brasil, en Alemania, Italia o España, siempre mima a los grandes capitales. Se suman a esos grupos de las élites tradicionales los que viven para sí mismos y sus familiares y no quieren que las mayorías tengan salarios más altos, derechos sociales o una mayor participación porque ponen en cuestión sus privilegios. Los que votan a la extrema derecha no lo hacen tanto porque les guste éste o aquel partido de extrema derecha sino principalmente por su odio feroz a la izquierda, que es lo que realmente les une.

Y a la extrema derecha les vota esa legión de frustrados que creen que la izquierda no ha cumplido sus promesas, que se sienten amenazados por realidades con las que no saben, no pueden o no quieren lidiar porque amenazan su estatus, los que han comprado el discurso de que vivir es consumir y les dejan a las puertas de los centro comerciales con un palmo de narices.

No está escrito en el programa de VOX que quieran fusilar a 26 millones de españoles o matar a una persona como Manuela Carmena, Pablo Iglesias o yo mismo, como dicen los oficiales retirados y los policías en sus chats, pero la mera enunciación ya es un aviso

No es cierto que 11 millones de alemanes votaran los campos de concentración, pero los lager estaban anunciados en el comportamiento de los nazis. No estaba en el golpe del 36 que Franco fusilara a 200.000 españoles y que restaurara la monarquía, pero los monárquicos y los falangistas fueron los que consiguieron los aviones de Mussolini para empezar el levantamiento militar. No está escrito en el programa de Vox que quieran fusilar a 26 millones de españoles o matar a una persona como Manuela Carmena, Pablo Iglesias o yo mismo, como dicen los oficiales retirados y los policías en sus chats, pero la mera enunciación ya es un aviso.

Empiezas rompiendo las placas que recuerdan a los asesinados, pones calles con el nombre de los asesinos, dejas morir en las residencias a los que te sobran, retiras las condiciones de supervivencia a los más humildes, justificas a violentos que utilizan maneras neonazis para defender la propiedad privada, permites o acompañas marchas de uniformados que rugen gritos amenazantes por las calles, haces todo lo posible para que los asesinados por las dictaduras sigan desaparecidos en el mar o en fosas comunes, zanjas o cunetas, presentas a los que quieren trabajar lo justo para vivir como vagos y parásitos, entiendes a los que disparan a un negro que se equivoca de calle, apruebas que la Policía mienta para condenar a un inocente que no es de tu clase, de tu raza o de tus ideas políticas. Usas a los jueces para obtener favores o para conseguir en los tribunales lo que no conseguiste en las urnas. Votas a la extrema derecha, o a la derecha que pacta con la extrema derecha, y aprovechas que los medios de comunicación son de los tuyos para justificar todo eso diciendo que tienes derecho.

Y vas poniendo otra vez ladrillo tras ladrillo para el próximo campo de concentración.

Mientras que le memoria nos dice a cada paso: que no vuelva a repetirse, que no vuelva a repetirse, que no vuelta a repetirse.

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Gustavo Petro: un presidente guerrillero en las Cortes españolas https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/05/07/gustavo-petro-un-presidente-guerrillero-en-las-cortes-espanolas/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/05/07/gustavo-petro-un-presidente-guerrillero-en-las-cortes-espanolas/#respond Sun, 07 May 2023 07:34:40 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11234 Petro Aboga Por Una Alianza Con España Con El Medio Ambiente Como Eje | Barron's

¿Qué cuentas pide la derecha española a nadie?

Es curioso que, en España, el país donde las derechas están intentando un golpe de Estado blando contra un Gobierno de coalición al que consideran ilegítimo, les haya molestado tanto la presencia en las Cortes del presidente constitucional de la República de Colombia, Gustavo Petro.

Le ha molestado a Vox, que está intentando montar un Plan Cóndor, de momento ideológico, con las fuerzas de extrema derecha latinoamericana. Le ha molestado al PP, porque, aunque Feijóo se puso de pie para aplaudir a Gustavo Petro, parece evidente que no tiene ni idea de lo que estaba haciendo y una parte no pequeña de su grupo se quedó sentado y ha afeado a su secretario general su falta de contundencia con un exguerrillero. El PP no sabe cómo gestionar el equilibrio entre los jabalíes de Vox a su derecha y los votantes que, supuestamente, podría rebañar del PSOE hacia el centro.

¿Quién es el PP para cuestionar al presidente constitucional de Colombia? Porque no parece que esté como para dar lecciones de ética democrática. Esta semana, Alberto Núñez Feijóo, el secretario general del PP, se reunía con una asociación conservadora de fiscales para romper el código ético de la Fiscalía atacando, tanto fiscales como el jefe de la oposición, al Gobierno de coalición, y acordando, unos y otros, la voluntad de revocar en el futuro, sin debate, las leyes que ha aprobado el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos.

Hablando de debilidades, olvidamos hasta la foto de Feijóo con un narco cuando vemos la deriva del PP quebrando líneas rojas del Estado de derecho y aplicando el manual de los golpes blandos propios del lawfare con el que operan las derechas cuando pierden las elecciones. El trumpismo está campando por sus respetos por toda la Unión Europea.

La normalidad democrática del PP se daría por supuesta si, por ejemplo, no hubiera secuestrado durante cuatro años el Consejo General del Poder Judicial buscando favores judiciales a sus muchos casos de corrupción. O si el Tribunal Supremo no se hubiera entrometido en el poder legislativo impidiendo debates o retirando actas de diputados. O si no hubiera jueces corruptos y prevaricadores vinculados al PP que han quebrado la ley para atacar a los adversarios políticos, como le ha pasado a Podemos y a sus principales líderes. O si los jueces no encarcelaran a titiriteros y dejaran sueltos a generales de la Guardia Civil imputados por corrupción. O si no decidieran dejar libre a la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, pese a conspirar para destruir pruebas junto al corrupto comisario Villarejo, pero imputan con pruebas falsas a Podemos o a los independentistas catalanes. O si no dejasen a la izquierda fuera de los espacios electorales de RTVE mientras que los dos grandes oligopolios, Antena3 y Telecinco, se escoran cada vez más a la derecha y mienten como parte de la campaña del PP y Vox (con Ana Rosa Quintana y Eduardo Inda como mascarones de proa de ese periodismo de calidad).

Cosas otra vez de la Transición

Es curioso que a las derechas españolas les moleste la presencia de un presidente constitucional en las Cortes mientras que no les molesta la presencia de golpistas, de asesinos -se me hace duro poder decir esto de la democracia española- o de exministros de Franco que firmaron sentencias de muerte durante la dictadura condenando a quitarles la vida a gente que luchaba para traer la democracia. El general Gutiérrez Mellado fue el jefe de la Quinta columna en el Madrid republicano, es decir, era el responsable, por ejemplo, de que ametrallaran las terrazas de Madrid, disparando contra las familias, parejas o quien fuera que estaban disfrutando del fresco. Igual que Suárez fue jefe de Falange y de la televisión franquista o Manuel Fraga justificó o prestó su firma para que asesinaran a españoles que peleaban por salir de la dictadura, como Julián Grimau o Salvador Puig Antich.

Decir esto es remover el pasado y olvidar que durante la Transición decidimos hacer un ejercicio de amnesia, especialmente desde la izquierda (porque eso es el consenso de la Transición). Pero no decirlo es permitir que haya 52 diputados de extrema derecha, nostálgicos del franquismo, amigos de la fascista Meloni, del autócrata Putin y de los seguidores de las dictaduras argentina o chilena.

Un presidente guerrillero

El presidente Petro estuvo en la guerrilla del M19, nacida después de que en Colombia robaran las elecciones a la izquierda en 1970. Parecido con el caso de otro presidente guerrillero, Pepe Mujica (que pagó con muchos años de cárcel pelear por la libertad en Uruguay), o del ex vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, o de la ex presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, igualmente presos en cárceles de las dictaduras. En Argentina, muchos cargos del Gobierno, como Wado de Pedro, son hijos de desaparecidos.

Cuando empezó a hablar el presidente Petro, los que salivan con los dictadores, los que abrazan a Bolsonaro y Trump, los entusiastas de Orban y Putin, los que añoran la dictadura de Franco, los que defienden que haya calles y monumentos que celebren a golpistas y asesinos, los amigos de Pinochet y los pinochetistas, los amigos de Videla y de los que desaparecieron a 30.000 argentinos y argentinas durante la dictadura, abandonaron el hemiciclo. Con esas poses payasas de la extrema derecha que tanto recuerdan al histrionismo mussoliniano. Les molesta Petro porque les ha ganado en Colombia. Que cierren la puerta al salir.

"Vengo del país de la belleza... y de la sangre . Esa pasión proviene de España", empezó el presidente Petro. Dijo a los diputados y diputadas que la justicia y el amor, lo racional y lo irracional, cabalgan juntos y que el Quijote, en su adolescencia, le marcó con una idea de justicia que le llevó a la guerrilla. Les dijo que cuando estaba en la guerrilla, con él estaban muchos quijotes españoles peleando por la democracia en las montañas. Quijotes españoles que lucharon contra el fascismo, perdieron la guerra civil y se fueron a las montañas de Colombia a seguir construyendo el sueño libertario. Le dijo a los representantes del pueblo español que muchos de esos españoles, republicanos -"con perdón de ustedes", se disculpó Petro- derrotados por el fascismo recuperaron la dignidad peleando en la guerrilla colombiana. Y fueron maestros de las nuevas peleas por la democracia.

Y también recordó que muchos jóvenes en el mundo que buscan justicia llevan en sus camisetas el rostro de un latinoamericano, un argentino a más señas, que peleó en Cuba, y que sigue siendo un referente de dignidad allá donde un pueblo necesita derechos.

Detener la extinción de la humanidad

Dijo también que Europa tiene un compromiso con Colombia, porque Colombia ha sido un país golpeado por la violencia, especialmente porque fue el país escogido por los EEUU para crear allí una Israel latinoamericana (no sé muy bien qué hacía la presidenta del Parlamento, Meritxel Batet, citando  en su saludo a un presidente norteamericano delante de un presidente de Colombia, que sería algo así como citar elogiosamente a un francés en la celebración del 2 de mayo en España; aunque si uno repara que en vez de hablar de Aureliano Buendia cuando citó Cien años de soledad le llamó Aurelio Buendía, no hay que pedir en exceso).

Cerró Petro diciendo que hay que salvar a la humanidad, porque estamos, como dice la ciencia, en un "momento apocalíptico", en la frontera de una extinción. España, que va a dirigir a la Unión Europea, y que va a organizar la cercana cumbre entre la CELAC y Europa, tiene que hacer todo lo que esté en su mano para, sosteniéndose en la ciencia –"el faro que nos puede alumbrar"- luchar contra el calentamiento global, contra la "crisis climática".

Sin afectación pero con severidad, añadió: para poder detener la extinción que estamos construyendo hay que construir unas bases diferentes basadas en el progresismo, es decir, en la ciencia (recuperando también, recordó, la economía política que inauguró Marx, olvidado en las facultades de economía).

El encuentro en la próxima Cumbre entre la CELAC y la Unión Europea debe irradiar no solo el mensaje, sino también políticas concretas que marquen el nuevo camino. Con energías limpias lejos del gas y del petróleo. Viento, sol, agua, ciencia y tecnología para no extinguirnos. Con un claro recordatorio a los pueblos originarios, que saben de esas energías que no acaban con la vida.

Una potencia mundial de vida

Y para no acabar con la vida, una "democracia multicolor", defendió Petro. "El tiempo de los cambios ha llegado". Esos tiempos, como recordó en Davos, de la "policrisis", esto es, de las migraciones, de las guerras, del hambre, de la enfermedad, de la crisis económica. Con un culpable principal: los tiempos de la crisis climática y de la extinción. Y se despidió Petro: sólo así, en la lucha por un nuevo modelo con unas nuevas bases, la política podrá volver a tener que ver con la vida. Una invitación clara a construir una nueva economía.

Escribió el exiliado León Felipe:

¡Cuántas veces, Don Quijote, por esa misma llanura,
en horas de desaliento así te miro pasar!
¡Y cuántas veces te grito: Hazme un sitio en tu montura
y llévame a tu lugar;
hazme un sitio en tu montura,
caballero derrotado, hazme un sitio en tu montura
que yo también voy cargado
de amargura
y no puedo batallar!

Colombia, con este guerrillero presidente, con una vicepresidenta afrodescendiente y con muchos quijotes de todas las edades, ha prometido a quien le quiera oír: "Vamos a ser una potencial mundial, pero una potencia mundial de la vida". Y el Parlamento de España se puso en pie como si allí, en el hemiciclo de la carrera de san jerónimo, en esa Plaza de las Cortes de Madrid, estuviera la espada de Bolívar.

 

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https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/05/07/gustavo-petro-un-presidente-guerrillero-en-las-cortes-espanolas/feed/ 0 Colombia,Gustavo Petro
¿Tú dispararías? Más allá de Putin y Biden https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/04/30/tu-dispararias-mas-alla-de-putin-y-biden/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/04/30/tu-dispararias-mas-alla-de-putin-y-biden/#respond Sun, 30 Apr 2023 05:05:32 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11202 Continuar leyendo "¿Tú dispararías? Más allá de Putin y Biden"]]>

¿Tú dispararías? Más allá de Putin y Biden
Soldados británicos y alemanes se encuentran en tierra de nadie durante la tregua de Navidad de la Primera Guerra Mundial, en 1914.

Con novedad en el frente

Parece que Zelenski, después de hablar con el presidente chino Xi, está dispuesto a explorar las vías diplomáticas. Supongo que los medios  y los periodistas que han insultado a los que han defendido la vía diplomática insultarán ahora a Zelenski y a Xi Jinping. O se quedarán callados, porque hay un tipo de periodismo que, priorizando la prudencia, solo vale para interpretar los deseos de los poderosos. No hace falta ni que nadie les llame. Cuando las señales son confusas, callan, no vayan a equivocarse. Por eso hacen con frecuencia el ridículo en las redes y en las tertulias, porque su inmediatez les lleva a opinar sin mucho sosiego, de manera que, cuando cambia el viento -que lo hace en sintonía con la frecuencia con la que se mueven las nubes- es complicado acertar. Igualmente, supongo que algunos de los que en Ucrania asesinaron a sus compatriotas que defendieron esa vía, estarán considerando un magnicidio contra el presidente de Ucrania. Espero que la diplomacia europea impida que ocurran esas cosas en el interior de Europa. Esas cosas pueden ocurrir en la jungla del mundo, pero no en en el oasis de la civilización.

No es verdad que la primera respuesta de los seres humanos a una agresión sea atacar. Incluso los chimpancés tienen mecanismos de resolución de conflictos que eviten la confrontación. En una pelea, los dos machos -suelen ser los machos los que solventan las cosas como si no hubiera lenguaje- saldrán heridos, incluido el ganador y será más fácil a cualquier depredador encontrar la cena. La corresponde a una hembra, que tiene esa función en la manada, activar la respuesta, acudiendo al lugar de la disputa -los concernidos gritan para atraer a la pacificadora-. Después de escuchar a las partes y evaluar la situación, zanja quién es el culpable y pone el castigo correspondiente, que siempre pasa porque el sancionado ofrezca una disculpa al ofendido y le ofrezca alguna reparación (a menudo basta hacerle unos cariñitos despiojándole la cabeza). Algunos miembros de nuestras comunidades quizá preferirían morir. Hay humanos que no siempre dan muestras de estar más evolucionados que los monos.

La banalidad del mal también descansa

Cuenta el escritor holandés Rutger Bregman en su libro Dignos de ser humanos (Barcelona, Anagrama, 2021) que el momento de paz compartida que vivieron los soldados en lucha durante la primera Navidad de la Primera Guerra mundial en 1914 no solo fue real, sino que es expresión de un comportamiento profundo de los seres humanos. La BBC realizó un documental, Paz en tierra de nadie, que demostraba que los soldados, aprovechando la Nochebuena, desobedecieron a los generales, desterraron las soflamas de los políticos pendencieros y confraternizaron en mitad de aquella escabechina. "En dos terceras partes del frente británico -escribe Bregman- se interrumpieron las hostilidades durante los días de fiesta. En la mayoría de los casos fueron los alemanes quienes tomaron la iniciativa y les tendieron una mano a los británicos, aunque también hubo muchos casos en los frentes francés y belga. En total, más de cien mil soldados depusieron temporalmente las armas".

La Primera Guerra Mundial fue una guerra interimperialista, es decir, una guerra entre potencias imperiales que quería repartirse, casi a la desesperada, el botín americano, africano y asiático. Alemania se incorporó con entusiasmo a esa carrera imperial porque, como nación tardía (se unifica en 1871) había llegado igualmente tarde al reparto colonial. Además, la nueva nación se sentía fuerte gracias al impulso militarista con que nació la Alemania de Bismarck (victorias contra Dinamarca, contra Francia e, incluso, contra Austria, con la severa derrota a los austríacos en Sadowa que determinó que la buscada gran Alemania no tendría lugar por el enfado de Austria).

La guerra mundial contó, además, con un ánimo social alimentado por la intelectualidad, las universidades, los púlpitos, los medios, la literatura, la radio y cuantos dispositivos ideológicos hubiera en cada país. El mensaje que lanzaron era que el mundo europeo estaba cansado, falto de épica, aburrido en su cómoda mediocridad burguesa. Como si los jóvenes tuvieran que escoger entre el suicidio provocado por el tedio o la guerra purificadora. Ernst Jünger, uno de los autores de ese mensaje, pintó en Tempestades de acero (1920) esa alabanza de la camaradería bélica, esa ruptura de la monotonía que suponía marchar al frente, esa apuesta por la adrenalina que superaba las juergas nocturnas y ebrias de los estudiantes y los aburridos romances que afeminaban el carácter.

La realidad era menos luminosa salvo por las chispas y los incendios. Fue la realidad de las trincheras, del barro, de las bombas, fue la de la guerra química y los gases tóxicos, de los pulmones y los ojos convirtiéndose en fuego, la de avanzar en la niebla sin apenas ver nada ni cuando disparabas ni cuando te disparaban, eran los gritos desgarrados de los moribundos en esa tierra de nadie entre dos frentes, eran los lanzallamas y los gritos de los oficiales para que no hubiera misericordia. Era el miedo a matar y a que te mataran.

Sólo ese discurso encendido y cacofónico acerca del valor y la patria, esa apelación vocinglera a la nación aburrida, ese cuento vano acerca de la excelencia de compartir el barro y el frío, como si de un viaje de aventuras se tratara, explican la insensibilidad durante tanto tiempo de las sociedades europeas a la locura de la guerra química en las trincheras, a los cuerpos despedazados y los campos devastados. Los que impulsan las guerras son, como les llamó Kurt Tucholsky, asesinos o criminales de escritorio (Politische Justiz, 1921). Criminales y asesinos en cualquier caso. Hannah Arendt usó también la expresión criminal de escritorio señalando a Adolf Eichman. No es verdad que Eichman fuera un oscuro oficinista que sólo obedecía órdenes. Era un nazi sin escrúpulos que estaba orgulloso de haber asesinado eficientemente a millones de seres humanos, principalmente judíos: "¡No me arrepiento de nada! (...) Iré a mi tumba con una sonrisa, porque tener en la conciencia la muerte de seis millones de enemigos del Reich es para mí una fuente de enorme satisfacción", dijo en su juicio.

La "banalidad del mal" no debe entenderse como que cualquiera tiene un nazi dentro, porque no es verdad. Un nazi dentro lo tienen los nazis, no todos los seres humanos. Quien piensa lo contrario está comprando los argumentos de los asesinos de escritorio. La banalidad del mal se refiere a lo que diferencia a un psicópata carente de cualquier empatía de un tipo de extrema derecha a quien su ideología le llevará a comportarse, cada vez que le toque, como un monstruo. El amor de Eichman a Hitler estuvo muy por encima del amor a otros seres humanos, como los judíos. Mentalidad de guerra.

La reciente película alemana Sin novedad en el frente (Edward Berger, 2022) ha renovado la discusión sobre la guerra y la paz. Basada en la, en su momento insultada novela pacifista de Erich Maria Remarque (1929), muestra una realidad poco épica sobre la maldad de la guerra. Porque en definitiva,  los soldados, fueran alemanes, franceses, británicos, belgas o rusos, no querían ni matar ni morir, huir era la primera de las opciones, las bayonetas apenas se usaron porque el que mata así también se muere un poco, la mayor mortalidad la causaron las bombas y solo un pequeño porcentaje de los soldados fue responsable de la mayor parte de muertes por bala. No había una maldita gota de gloria en esa locura alimentada por políticos y generales que no iban al frente, que pedían más armas para que otros mataran y murieran y que tenían enormes dificultades para firmar la paz o el armisticio. En la guerra salía, es verdad, la camaradería, y la guerra alimentaba la violencia solo para defender a tus amigos. Pero cuando se daba la ocasión, tus enemigos estaban también más cerca de tu humanidad que de tu inhumanidad.

Postales navideñas de paz

La Navidad de 1914, recuerda Bregman, no fue la excepción, porque hay noticia de sucesos similares en la guerra civil española, en la guerra de los bóeres en Sudáfrica, en la guerra de secesión en los Estados Unidos (aunque le moleste a Trump, igual que les molesta la fraternidad que desarrollaron soldados blancos y negros en la guerra civil norteamericana y durante la Segunda Guerra Mundial, donde, pese a estar separados, terminaban espalda con espalda peleando contra un mismo enemigo), pasó en la guerra de Crimea y también en las guerras napoleónicas. Pero la recaída en la humanidad que tuvo lugar en esa tierra de nadie es una señal de que debajo de un soldado reclutado hay un ser humano.

¿Nos sirve esa reflexión para pensar la guerra en Ucrania? Rutger Bregman se pregunta: "Cada vez que releo las viejas cartas de los soldados, me viene una pregunta a la cabeza: si hasta ellos fueron capaces de algo así en medio de una infernal guerra que acabaría costando la vida a un millón de soldados, ¿qué nos impide a nosotros, en estos tiempos, salir de nuestras trincheras?". Porque en la Primera Guerra Mundial, cuando en las diferentes trincheras empezaron a cantar las mismas canciones, el dedo en el gatillo se congeló. Comparten funerales, abren botellas de vino que beben los que horas antes querían matarse, entonan El señor es mi pastor, melodía que comparten aunque unos digan The Lord is my Shepherd  y otros Der Herr ist mein Hirt. Los más decididos salen de la trinchera y van a saludar a los de la trinchera de enfrente. Nadie se dispara, comienzan un partido de fútbol, se enseñan fotos que guardan como un talismán de vida.

Malcolm Brown y Shirley Seaton recogen ese rebrote de humanidad en Christmas Truce. The Western Front December 1914, (Pan Books, 2014) contando la historia de esa compañía escocesa que aceptó la invitación alemana para intercambiar tabaco. En mitad de la oscuridad de la guerra salieron a la luz, donde podían dispararles, para echar juntos un cigarro. Y las luces de los cigarros en la noche dejaron de ser un blanco para matar para ser, otra vez, una señal de vida.

Cerca de la Chapelle-d’Armentières pasaron cosas, recuerda Bregman, muy ajenas a lo que los generales esperaban:

"En torno a las siete, tal vez las ocho de la tarde, Albert Moren, del segundo batallón del Queen’s Royal Regiment, se frota los ojos, incrédulo. ¿Qué es aquello que se ve al otro lado? Cada vez se encienden más luces. Farolillos, antorchas y... ¿árboles de Navidad? De pronto, oye claramente el sonido de una melodía. Los alemanes están cantando Stille nacht, heilige nacht. Noche de paz. Nunca le había sonado tan bien un villancico. Nunca lo olvidaré, recordaría Moren más tarde. Fue uno de los puntos álgidos de mi vida (...) Los británicos, naturalmente, no quieren ser menos y entonan The First Noel. Los alemanes aplauden y responden con O Tannenbaum. Así siguen durante un rato, hasta que finalmente cantan todos juntos Adeste fideles. En latín, la lengua que los une. Fue increíble, recordaría años después el soldado Graham Williams, dos naciones cantando el mismo villancico en medio de una guerra".

Senderos de gloria, o de pacifistas y guerreros

La reciente visita de Lula Da Silva a España ha sido un recordatorio de la necesidad de la paz en Ucrania, que ahonda en el mensaje de Xi Jinping, de Gustavo Petro o de Andrés Manuel López Obrador. Contrasta con el ánimo belicista de Putin, de Zelenski, de Biden o de Josep Borrell. Una guerra en un terreno donde, hace muy poco tiempo, rusos y ucranianos fumaban juntos, jugaban al fútbol juntos y hacían familias juntos. Los que defienden con ahínco la guerra, no van ellos a la guerra ni mandan a sus hijos a la guerra.

Ayer, como hoy, vendedores de armas, medios de comunicación y políticos sin ideas proclaman el odio y deshumanizan al adversario para justificar su asesinato. Las redes colaboran, llenan de frustrados que solo se sienten vivos pensando en odiar, en matar, en ser sólo porque tienen la capacidad de lograr que otros seres humanos no sean.

En cuestiones de guerra y paz, es cierto que "aquellos que nunca han visto de cerca la guerra son los más intransigentes" (suele pasar algo similar con los inmigrantes). Es curioso ver a analistas de izquierdas entregados a un ánimo belicista inversamente proporcional a su voluntad de coger un fusil. Los políticos, los comerciantes de armas y los generales tiene intereses geopolíticos y empresariales que no es verdad que coincidan con las necesidades de los pueblos. ¿No es posible la reconciliación en Ucrania, en Yemen, en Siria, en Palestina?

Durante la etapa del neoliberalismo se ahondó en la idea de que la sociedad o no existía o si existía no era sino una lucha de todos contra todos. El bombardeo en esa dirección fue apabullante. Ahí hay que entender el best seller El gen egoísta de Richar Dawkins -él mismo se disculparía después por la errónea conclusión que se sacó de su libro y que él contribuyó a propagar-, la conversión en un sentido común del derecho del pez grande a comerse al chico, de la supuesta tragedia de los comunes (una de las operaciones ideológicas más nauseabundas en las que ha colaborado la academia) donde la cooperación no existe. Si el ser humano es malo por naturaleza y estamos abocados a la guerra, si vis pace, para bellum.

En la guerra, la primera víctima no es la verdad, sino la humanidad y, en paralelo, la inteligencia. En España, gente cobarde y también gente que considero sensata viene señalando a todos los que se oponen al envío de armas, a los que alertan del peligro de la escalada bélica y apuestan por la negociación y la presión diplomática internacional. Nadie decente quiere que Putin se salga con la suya ni nadie decente puede ignorar que en todos los países donde ha entrado la OTAN el escenario que ha dejado ha sido de muerte y destrucción. Ucrania se lleva equivocando desde 2014 jugando a los intereses bélicos de la OTAN, y Putin, un autócrata de extrema derecha, está llevando a Rusia al desastre. La jauría cobarde -y también otros que parecían sensatos- ha decidido señalar a la periodista rusa y colaboradora de Canal Red, Inna Afinogenova, señalándola como una suerte de agente encubierta del Kremlin, en una acusación más propia de una película de la guerra fría que de la realidad de una persona que ha dejado su país, su trabajo y su familia porque no está de acuerdo con la invasión de Rusia a Ucrania y ha preferido el dolor del exilio a la vergüenza de apoyar una guerra que le resulta inconcebible. Por supuesto, los que han señalado a Afinogenova no destacan por la denuncia del encarcelamiento de su colega español Pablo González, detenido desde hace más de un año en Polonia, por la defensa de periodistas censurados como Jesús Cintora o por denunciar la imputación de dueños de medios de comunicación como José Creuheras, de Antena 3/Planeta. Los periodistas y, en especial los tertulianos y presentadores, saben que determinadas cosas no deben decirlas si quieren continuar en los platós.

Viendo las imágenes de Ucrania, la humanidad, ese sentimiento que nos ha traído al homo sapiens hasta aquí, está con Lula y no con Putin ni Biden, está con Petro, con López Obrador, con Ione Belarra, con el Papa Francisco y no con los que quieren más aviones, más misiles, más tanques y más bombas. Nadie decente, no lo olvidemos, quiere que Putin se salga con la suya, ni nadie decente puede ignorar que EEUU ha jugado a acorralar a los rusos, a aislar a Alemania y a preparar su confrontación contra China en suelo europeo. La guerra vino en la evolución de los seres humanos con nuestra condición sedentaria porque los ejércitos eran los que permitían las desigualdades. Acabar con las guerras y las desigualdades sigue siendo el programa principal de la humanidad. Porque solo así, además, dejaremos de devastar la tierra.

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Yolanda Díaz y las metáforas del ruido y la unidad https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/04/23/yolanda-diaz-y-las-metaforas-del-ruido-y-la-unidad/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/04/23/yolanda-diaz-y-las-metaforas-del-ruido-y-la-unidad/#respond Sun, 23 Apr 2023 06:03:54 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11192 Continuar leyendo "Yolanda Díaz y las metáforas del ruido y la unidad"]]> Una trama abierta

Durante los bombardeos alemanes de Londres, en las tiendas, y con mucha flema británica, colgaban carteles en lo que quedaba de las paredes invitando a entrar a los clientes: "Estamos más abiertos que nunca". En el sistema de partidos en España -aunque es bastante generalizable- pasa algo similar.

Es evidente que nunca le ha gustado tanto un liderazgo de izquierdas a la derecha española como dicen que les gusta Yolanda Díaz. Aunque sabemos que mienten. Si llega la ocasión, le dispararán como han disparado a todos los que se salen del bipartidismo.

Todos los columnistas enregimentados, sean de derechas o afines al bipartidismo, sancionan la ascensión de Díaz como si fuera la madre de sus hijos, eso sí, siempre en paralelo a la emisión del certificado de defunción de Podemos. Pero aún hay flecos abiertos.

Hace una década, cuando nació Podemos, pensé que iba a haber una gran coalición entre el PSOE y el PP (Susana Díaz y Rajoy), que el PSOE se rompería por esa ignominia y que los socialistas honrados se vendrían a crear un Frente Amplio. La cosa fue mucho más complicada porque defenestraron a Sánchez, Sánchez se "podemizó" y recuperó cierta credibilidad de izquierda.

De ahí el Gobierno de coalición, que ha logrado hacer cosas claramente avanzandas. Pero Sánchez, en sintonía con la derecha de su partido (Page, Lambán) ha abierto un negociado con el PP (el partido que pacta con la extrema derecha), como, por ejemplo, con la Ley del sólo sí es sí. Mientras alimenta a un sector a su izquierda menos confrontativo y con el que se encuentra más cómodo (que ayer representaba Errejón y hot representa Yolanda Díaz).

Es decir, el bipartidismo quiere reinventarse absorbiendo a las fuerzas que nacieron reprochándoles su corrupción y su cartelización. El PP ya se ha comido a Ciudadanos y en cuanto el sistema le quita apoyo a VOX, se desinflan (como vimos en Andalucía). Por su parte, el PSOE da volantazos, unos días apostando por Díaz y castigando a Podemos y otros entendiendo que sin Podemos no va a haber gobierno de coalición. ¿En qué acabará todo esto?

¿Fin del ciclo del 15M?

Hay una voluntad en la derecha, que repite la izquierda enmoquetada, de dar por cerrado, muerto y enterrado el ciclo del 15M. No hay problema en que los ciclos se cierren y es ley de vida que todo lo que nace, muera.  No dependen los ciclos de que uno los declare cerrados, aunque sí hay un problema cuando se quiere hacer trampa y en esa declaración de fin de ciclo se está al tiempo declarando que los tiempos de los cambios se han terminado. Porque aunque los cuerpos sigan sufriendo la dureza de los tiempos, se están hurtando palabras para expresar ese dolor. Es una incongruencia politiquera decir que en España tenemos un problema con la salud mental, especialmente de los jóvenes (algo radicalmente cierto y que llevó a que Unidas Podemos hiciera una ley de salud mental) y, en paralelo, decir que el hartazgo que llevó a la gente a las plazas a gritar "hasta aquí hemos llegado" ya no tiene sentido. Los que hemos criticado el régimen del 78 (en mi caso incluso le he dedicado un libro, La Transición contada a nuestros padres) nunca hemos negado todo lo logrado en esos años ni, mucho menos, hemos dejado de reconocer la violencia de la época -que costó casi tres centenares de víctimas-, al igual que el PSOE y el PCE son impensables sin la lucha antifranquista y que Izquierda Unida es impensable sin el movimiento Anti-OTAN).

Para que está cuenta les salga, los enterradores del 15M mienten y construyen, por ejemplo, la falacia del hombre de paja (inventan argumentos que nadie ha expuesto pero que les ayudan a parecer que ellos están llenos de razón). Por ejemplo, cuando afirman que el 15M era  una "enmienda total a la democracia representativa". La noche de las elecciones europeas donde emergió Podemos con 1,5 millones de votos, en la Plaza del Reina Sofia la gente congregada recibió a los nuevos eurodiputados y a los líderes morados al grito de "Que sí, que sí, que sí nos representan".

No hay cambios radicales. Pero las exigencias radicales son el péndulo que abre la ventana y que inicia la conversación. Las discusiones radicales pero realistas son las que permiten los cambios. Irse al extremo, como dice Hirschman, para que te vean, te escuchen y se inicie la conversación. La retórica populista -ellos, el poder, nosotros, el pueblo- sirve precisamente para eso. Abre una gran conversación.

El 15M fue el resultado de esas conversaciones que venían incubándose y que se convirtieron en una gran conversación que permite pensar hoy cosas que hace una década eran impensables. El cuestionamiento de la conducta delictiva de la monarquía, el encarcelamiento de ladrones aunque sean Ministros de Economía, el ensanchamiento de los derechos de las mujeres, la denuncia de la pederastia en la iglesia, del maltrato en las universidades y en los centros de investigación, la aprobación sin ruido de una ley de eutanasia. Pero sería ingenuo pensar que se han ganado todas las batallas. Al contrario. Se han perdido algunas enormes (Ley Mordaza, empresa pública energética, investigación de las tramas de corrupción, incluida la monarquía, Sahara, plan de paz en Ucrania, renovación del poder judicial...) y siguen pendientes los problemas estructurales que amenazan a la vieja Europa (calentamiento global, robotización de la economía, mafias financieras internacionales, migraciones, desigualdades de género, enfermedades mentales, guerras y violencia...).

Dar por finalizado el ciclo del 15M es una manera indirecta de decir: ya no hay espacio para seguir cambiando las cosas en España y en Europa. Y es el corazón de la discusión interna en Podemos entre los que querían transformaciones profundas y los que simplemente querían ponerse en el lugar de los que estaban mandando. ¿Sigue la misma discusión en el debate entre Sumar y Podemos?

Yolanda y las metáforas

Cuenta Steve Pinker en su libro El mundo de las palabras, que no todas las metáforas funcionan. Pasa cuando el tinte emocional en la comparación encaja tan mal que termina naufragando. Por ejemplo, decir "la bailarina se puso de puntillas con gracia y extendió una fina pierna hacia atrás, como hace el perro en una boca de incendios o en un árbol". Muy elegante no es.

Jordi Évole, que no deja de ser el follonero con mechas, planos cortos y más presupuesto, ha entrevistado a la Vicepresidenta y Ministra de Trabajo, que no deja de ser Yolanda Díaz con todo eso, además de una excelente gestión en su ministerio y algo más de presupuesto mediático. Évole se ha quejado de que le salió mal la entrevista. ¿No logró los fines que buscaba?

Las metáforas de Évole eran un jarrón chino de la dinastía PI, comida cruda japonesa y estética kill Bill, katana, metafóricamente incluida. Y es verdad que China y Japón están cerca pero no son lo mismo. Es lo que pasa con Podemos y Sumar. Katana incluida.

La entrevista no le salió tampoco bien a la vicepresidenta.

Se le torció la sonrisa, que es uno de sus grandes activos, no dio ideas sobre su programa, no explicó en qué se diferencia de Podemos ni por qué no quiso firmar un papel con Ione Belarra garantizando primarias, un rasgo, por cierto, de la nueva política, como lo era el pacifismo en Izquierda Unida.

Tampoco explicó por qué no sacó la conclusión correcta de su disgusto con su nombramiento, que hubiera sido no aceptar ser vicepresidenta. Se mostró todo el rato obsesionada con Pablo Iglesias (aunque no tanto como Évole y la culpa, a lo mejor, es de él porque de tanto querer malmeter a Díaz con Iglesias, debilitó los argumentos que viene expresando Díaz contra los morados).

La entrevista, sin duda,  era pura metáfora. Por eso Yolanda Díaz no tocó la comida al tiempo que se la comió toda.

Quizá lo más relevante de la entrevista es que obró como si tuviera detrás todo un movimiento social enfadado con toda la política, que es lo que le pasó a Podemos cuando nació después del 15M. Sin embargo, Sumar de donde nace es de la fractura de ese espacio político nacido del movimiento social, fractura en buena medida inducida por los mismos medios que ahora la aúpan.

Alguien no está haciendo un buen diagnóstico.

¿Qué fue de la creatividad?

Algunos fuimos a ver la entrevista esperando una explosión de creatividad que solventara todos los cuellos de botella de la izquierda, esperando que Yolanda Díaz sacara de la chistera el conejo de la unidad dejándonos a todos boquiabiertos, que fuera la "mamá pato" de toda la izquierda y nos convocara bajo su ala a todas, todos y a todes desde su autoridad, requiriéndonos que nos portáramos bien y poniendo como clave su propio ejemplo conciliador, exigiéndonos que nos dejáramos de pendejadas, olvidáramos viejas rencillas y fuéramos de la mano bajo su paraguas.

Cuando vi a los fulanos hablando de Podemos en dialecto asiático en un reservado para mafiosos, entendí que este año, como decía Eduardo Mendoza en El misterio de la cripta embrujada, tampoco ganaríamos el partido. Maldito Tarantino.

Nos encontramos con una persona que dudaba ante preguntas sencillas, llena de incertidumbres donde esperábamos respuestas, insistiendo en lo malos que son los demás y lo maravillosa que es ella (ella no insulta, no grita, no hace ruido, ella negocia, no le gusta el conflicto, no le gusta lo feo y, quizá por eso, no le gustan los partidos y, como guinda, no le gusta la izquierda, que al parecer es una cuerda de machistas infumables que dan golpes, son maquiavélicos y solo piensan en listas, cargos y financiación).

Es decir, Yolanda hablaba como si acabara de llegar a este negociado, cosa que si electoralmente no hay que despreciar porque la derecha también busca insiders que parezcan outsiders y no le va mal, en términos de sinceridad, que es un valor en la izquierda, tuvo que chirriar a no pocos de quienes la escuchamos.

Aunque quizá el principal problema fueran sus certezas, especialmente su seguridad contra Podemos, quien han sido su principal soporte; y alguna otra certeza, expresada con arrogancia que, además, es un profundo error, que es lo que pasó cuando dijo que toda España sabía que iba a votar a Mónica García, la candidata errejonista de Más Madrid, que es de un partido diferente al de Yolanda Díaz. Porque en tanto en cuanto siga siendo Diputada de Unidas Podemos y vicepresidenta de Unidas Podemos, su formación es Unidas Podemos y su candidata a la Comunidad de Madrid es Alejandra Jacinto. Porque de lo contrario, esa promesa de voto hecha por Yolanda Díaz está en la familia de comportamientos de quienes sacan el escaño con un partido y terminan la legislatura en otro. Y me consta que Yolanda Díaz no es así, ni quiere ser así ni nadie con dos dedos de frente quiere que sea así.

Ferreras y las cabezas de caballo

La estética de Kill Bill de la entrevista nos lleva a la yakuza, que es la mafia japonesa. ¿Le estaría poniendo Ferreras y la Sexta una cabeza de caballo en la cama a Yolanda Díaz como hacían en El padrino? Me parece excesivo. Aunque si pensamos que podría ser una forma de decirle "si te portas bien, te trataremos como a Mónica García, a Errejón o a Baldoví, sacándote todos los días y preguntándote si te gustan los árboles y los perros. Si te portas mal, en cambio, te trataremos como a Mónica Oltra, a Pablo Iglesias y a Ione Belarra", pues el pensamiento no suena tan descabellado aunque no haya sido planeado.

Quizá por eso la entrevista no le salió bien a Yolanda Díaz. Porque no nos engañemos, Évole graba horas e incluso hace la misma pregunta varias veces a ver si pilla al entrevistado en un renuncio, y luego saca lo que quiere, es decir, lo que va a generar un mensaje y no otro. Que se lo digan a Iván Redondo.

Ese mensaje no es que se lo dicte Ferreras a Évole, porque Évole no se deja mandar ni le hace falta, pero es un mensaje que, imaginábamos, iba a tener como objetivo alejar a Yolanda Díaz de Podemos. Que es para lo que trabaja la sexta. Y que es lo que ha pasado con la entrevista.

Podemos nació gestionando políticamente la ruptura del 15M con el régimen del 78, cuando lo del Rey en Botswana, Rato y su milagro en la cárcel, Griñan y Chavez en los ERE, el PP envuelto en lo que Francisco Granados, su Secretario General de Madrid, llamó volquete de putas, con la iglesia que había apoyado al PP enredada en la pederastia...

Podemos tenía detrás el impulso de la calle, la frescura del momento, unos liderazgos poderosos y cinco millones de votos; Yolanda tiene también un liderazgo poderoso aunque, si se compara con el de hace un año, se va marchitando, precisamente por su oposición a Podemos. Su fuerza estaba en Sumar, no en recoger a todos los que se fueron de Podemos después de perder las internas.

Yolanda no tiene el impulso de las plazas, aunque tiene el impulso de los que se fueron de Podemos soñando la gloria que le prometían los medios y las falsas encuestas y que obran hoy como los caminantes blancos de Juego de Tronos. También tiene Yolanda, y es lo mas falaz y lo más peligroso para ella, el apoyo de los medios de comunicación que quieren acabar con Podemos.

Algunos consejos para caminar hacia la tan necesaria y acosada unidad

Yolanda Díaz tiene que escoger entre gestionar la cacería política contra Podemos que ejecutan las ruinas del régimen del 78 o entender el momento histórico y decir: vale, todos hemos cometido errores, pero vamos a sentarnos a ponernos de acuerdo.

Si escucha a los que quieren a Podemos muerto, como hizo Errejón antes que ella, esa cuenta no le va a salir. Y vamos a perder todos. Si se sigue equivocando de adversario y no entiende que contra quien hay que dirigir los dardos es contra el bipartidismo y adláteres y sigue dedicando tanto tiempo a disparar contra Podemos, habrá dilapidado todo el capital que se ha depositado en ella.

Yo le diría: convoca a todos y todas, Yolanda; deja de escuchar a los asesores que te dicen que Podemos ya pasó y que te hablan desde la ira, desde la vieja política y no desde la inteligencia. Olvídate también de Pablo Iglesias y entiende que la Secretaria General de Podemos es Ione Belarra. Escúchala a ella, que es quien representa a millones de españoles y españolas.

Y danos la alegría de la unidad, que tanto nos gusta.

Busca metáforas bonitas. Por ejemplo, una que diga: la unidad es un mosaico, que se va completando poco a poco, con algo de rompecabezas, donde cada tesela, cada pequeño azulejo, tiene un valor único e importante si lo que se quiere es completar la imagen final. Porque es al final, entre todos, que se logra el dibujo.

 

 

 

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Militar contra la ansiedad https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/04/16/militar-contra-la-ansiedad/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/04/16/militar-contra-la-ansiedad/#respond Sun, 16 Apr 2023 05:05:43 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11174 Militar contra la ansiedad

Los que ganan dinero con tu angustia

Como dice Mark Fischer, nos han cambiado aburrimiento por ansiedad. La ansiedad es una mala condición para pensar. El aburrimiento es más productivo. Aunque si el aburrimiento te lo solventan los de arriba puede ser terrible. Pueden anularte o puede convertirte en una pieza de su mecanismo. Una sociedad aburrida, que piensa que todo carece de interés puede desembocar en una guerra internacional, como pasó en la Primera Guerra Mundial, cuando una juventud asqueada pensaba que necesitaba experiencias fuertes. Lo contó Ernst Jünger en Tempestades de acero. Una sociedad ansiosa, por el contrario, termina en dictaduras y en guerras civiles porque el ansia es una angustia de lo inmediato, de lo cercano, de lo que te rodea y busca solucionar la angustia.

De momento, en nuestras sociedades nos están entreteniendo, porque entretenidos no molestamos y encima les hacemos ganar dinero. También ganan dinero vendiendo pastillas contra la ansiedad.

Memoria contra la ansiedad

Lo peor que le puede ocurrir a una sociedad vertiginosa, llena de estímulos audiovisuales, que te ha acostumbrado como a una rata en un laboratorio a recibir estímulos constantemente, es que pierdas la memoria.

Re-cordar, de cordis, corazón, es pasar de nuevo por el corazón. Re-cordar es la posibilidad de revisitar esos recuerdos para hacer cosas diferentes.

Porque si no tienes memoria, lo único que te queda es seguir corriendo hacia delante, pasando pantallas. Pero las pantallas las ha diseñado alguien, no forman parte de ninguna construcción personal tuya. No vas a llegar a ningún sitio que no haya diseñado alguien para que llegues allí. Si no eres programador, te programan, igual que si no eres guionista, te guionizan. Incluso es peor: porque el que programa o el que hace guiones lo hace por encargo y ni siquiera tienen que decirle qué tiene que hacer: lo ha interiorizado.

Una buena parte de lo digital está predigerido. Por eso ni siquiera se vomita. Empacha, genera pesadez, incluso angustia. Pero no se vomita. Los hacker marcaron una senda luminosa, pero muchos terminaron trabajando para el FBI.

En nuestra sociedad el trabajo se convierte en un paréntesis necesario para sobrevivir. No forma parte de la vida, sino que es una suerte de "no vida" o de vida impuesta, no muy diferente del paréntesis de vivir en casa de tus padres en una adolescencia multiplicada. El trabajo podía ser una manera de relacionarnos con los demás. Pero necesitaríamos memoria de lo que ha sido el trabajo, para saber qué podría ser.

Dormir, drogarte, militar

Para salir de ese bucle tenemos tres opciones radicales: una, dormir, dormir mucho; dos, entrar en otras vías de percepción, con drogas, ayunos, meditación; tres romper con el statu quo, romper como en El show de Truman el falso techo y salir al mundo, pero hacerlo peleando/pensando/construyendo en alguna organización colectiva -política, ecológica, feminista, literaria, teatral, religiosa- que explore los bordes de lo tolerado y genere conciencia al tiempo que dinamita los consensos que construye la vertiginosidad, las fake news, el aburrimiento entretenido, la represión y el horizonte consumista.

No puede ser una pelea individual porque En el show de Truman el engañado era uno y le engañaban todos y aquí los engañados somos todos y quien engaña es el 1. El 1%.

Dormir es revolucionario, porque en el sueño se sueña. Por eso el sistema tolera bien que se induzca el sueño con pastillas, alcohol o drogas. Para que no exprese la voluntad de despertar del sueño con un cuchillo entre los dientes. En cambio, dormir desde la naturalidad del sueño recarga la conciencia, revisita la memoria, rompe la física y la química. Dormir puede ser más revolucionario que estar entretenido.

La nuevas vías de percepción... Drogarte en el siglo XXI suele ser una perversión de lo que han sido las drogas, que han perdido su capacidad de relajar las relaciones, diseñar mundos alternativos y generar percepciones diferentes a las de la vigilia. Drogarte para suspender el entendimiento es el sueño del poder. ¿O alguien cree que si el Estado más poderoso del mundo no quisiera acabar con las drogas lo haría? En EEUU hay drogas porque el sistema es inmundo, igual que en Japón las autoridades toleran la ingesta de alcohol hasta la extenuación o alimenta los únicos sueños del sexo a través del manga. En el mundo griego los esclavos trabajaban menos de lo que se trabaja en la actualidad y a un señor feudal le hubiera resultado inconcebible que sus súbditos trabajasen para él ocho horas al día.

Las drogas, cuando se juntan con el quizá peor mal del capitalismo, que es la pérdida de raíces, el desarraigo, son un veneno para la libertad.

Pero los procesos de percepción alternativa, regresadas al lugar colectivo y también individual del conocimiento, de la indagación, de la averiguación, abrirían escenarios alternativos que podrían despertar las conciencias.

La tercera posibilidad está en militar en las distintas formas de la vida consciente. Las cosas humanas son más fáciles en compañía, pues el hacer cosas con otros y otras generamos diálogo y el diálogo despierta el cerebro y activa la consciencia. Hablar es la forma más fácil de escribir y que las ideas fluyan, vayan y vengan.

Dormir es gratis; drogarte, cuando las brujas conocían las hierbas del campo y en cada casa se producía el vino y el aguardiente, también era asequible. Reunirte con los amigos, con los compañeros, con los comilitones, con los colegas, con los otros activistas no reclama el precio de una entrada. De hecho, es la diferencia entre una entrada  que te cobra un tercero o una caja donde cada cual puede depositar su contribución para los gastos de la reunión.

Dormir, recrearse camino de otras vías de percepción -que drogarse suena feo- y marcarse y trabajar por alguna meta colectiva no necesitan dinero, pero necesitan gente.

Tenemos un problema cuando los pecados capitales los hemos convertido en intermediaciones tecnológicas en las redes. Netflix la pereza, Twitter la ira, Amazon la avaricia, Tinder o porntube la lujuria,  Instagram la envidia, Tik Tok el desentendimiento, Facebook lo tribal...

El anillo de Giges y las tarjetas black

Tenemos que conectar las consecuencias con las causas, definir los nuevos deseos y articularlos colectivamente.

El anillo de Giges es un cuento de La República de Platón. Un paisano lo encuentra en una gruta profunda colocado en el esqueleto de un guerrero muerto. Por casualidad se da cuenta de que cuando lo gira, se hace invisible. Y lo piensa para hacer el mal, no para hacer el bien. Es lo que tienen los superpoderes.

Puede entonces, nos cuenta Platón, meterse en cualquier cuarto, apropiarse de las riquezas, meterse sin permiso en el lecho de las mujeres, usurpar el lugar del rey. Pero ¿qué pasaría si todos tuviéramos el anillo de Giges? Seguramente nos pondríamos de acuerdo en prohibir el maldito anillo. Si todos lo tienen sería el desastre. Nadie se ve, todos quieren tomar ventaja y todos terminan haciéndose daño. El poder siempre hay que limitarlo. Lo tenga uno e incluso cuando lo tienen todos.

En términos de dinero, el anillo de Giges es como tener una tarjeta black. Una tarjeta black para todos dejaría de ser black, es decir, dejaría de ser opaca.

Lo más parecido a una tarjeta black universal es trabajo decente para todos, servicios públicos para todos, y una renta básica para todos compatible con el trabajo y con los servicios públicos.

El dinero encarna el espíritu moderno de la racionalidad, de la calculabilidad, de la impersonalidad. En el trueque intercambiamos cosas que sentimos propias por cosas que sentiremos propias.

Nos sentimos iguales con el derecho romano, luego con el cristianismo, luego con los derechos humanos, ahora compartiendo dólares.

El dinero y los mafiosos

Un mafioso puede pedir a un tendero que le entregues a tu hija, lo que generará un enorme enfado. Pero en vez de eso, puede pactar que le entregues mil euros al mes. Entonces, para pagar eso que has convenido con el mafioso prostituyes a tu hija, que es usada por el mafioso todos los meses por mucho menos dinero. Y todos contentos porque el dinero da libertad a todos. Todos, claro, menos tu hija. El dinero es muy hipócrita porque al convertirlo todo lo oculta. Si das dinero a Ucrania está bien, pero si mandas soldado o aviones está mal. Aunque con el dinero compre soldados y aviones. Le pasaba a los estados vasallos de Atenas: si pagaban el tributo con soldados, esos soldados no podían ponerse en armas contra su propio país. Por eso Atenas prefirió el tributo monetario.

En las culturas donde no estaba todo mercantilizado, cuando entre iguales se regalaban algo muy valioso, la persona regalada puede incluso ofenderse, porque nunca podrá hacerte un regalo similar. En los intercambios desiguales siempre hay un agradecimiento, que está pendiente hasta que se zanja la deuda. Hoy cuando compramos algo pensamos que pagamos su precio, de manera que ahí termina el intercambio. Mantenemos un viejo atavismo que nos hace pensar que no hemos cubierto todos los ángulos. Por eso, cuando pagamos damos las gracias.

En la película In time, todos tenemos un código de barras en el antebrazo con los minutos de vida que tenemos. Cuando trabajamos, nos lo recargan. Cuando vamos al supermercado, nos restan esos minutos. Si no puedes pagar el alquiler, te quitan todos los minutos.

Esto es pensable en sociedades donde vive demasiada gente y no pasa nada porque se mueran dos mil millones. Se nos ha olvidado que hemos llegado aquí cooperando.

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Dos películas sobre la maldad, sobre la estupidez y la política https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/04/09/dos-peliculas-sobre-la-maldad-sobre-la-estupidez-y-la-politica/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/04/09/dos-peliculas-sobre-la-maldad-sobre-la-estupidez-y-la-politica/#respond Sun, 09 Apr 2023 05:59:06 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11162 Continuar leyendo "Dos películas sobre la maldad, sobre la estupidez y la política"]]>
Dos películas sobre la maldad, sobre la estupidez y la política
Fragmento de la película 'Tár'. — Universal Pictures

Tár, o sobre cómo maltratando a los tuyos vas hacia el abismo

Tár es una película inquietante dirigida por un resucitado Todd Field (su último largometraje es de 2006) que protagoniza hasta que duele una inmensa Cate Blanchett. Aun sin ser el corazón de su argumento, la película tiene que ver con la política de la cancelación, tanto con sus expresiones idiotas (¡No quiero interpretar a Bach! ¡Era un misogino! dice un joven estudiante de música negro y homosexual desde una identidad sentida que le puede llenar su momento vital pero que le estrecha el mundo) como también con sus razones de avance social (sociedades más decentes donde cada vez es más difícil mirar hacia otro lado cuando hay un abuso de poder). Pero es una película que va mucho más allá de la política de la cancelación: es una película sobre un alma poderosa que se va perdiendo hasta que, sin espejos y con las rutas interiores devastadas, ya no sabe dónde está.

La protagonista, una directora de orquesta cuya fama en la Filarmónica de Berlín ha llegado a la altura de von Karajan, ha vendido su alma al diablo por la gloria, creyendo que, dueña de los tiempos exactos de la música también podía adueñarse de los tiempos de la vida. Desde la arrogancia de directora de orquesta cree que igual que es capaz de descifrar los misterios de la Quinta Sinfonía de Mahler, podía descifrar el misterio de las personas y de sus sentimientos. Sabiendo que el "piensa mal y acertarás" vale para triunfar en una sociedad encanallada, olvidó que esa fórmula, simplista y eficaz como un cañonazo, no sirve para llevar una buena vida. Te termina abandonando todo el mundo. O acabas, fracasada, dirigiendo una orquesta -o lo que sea- para un público que en vez de etiqueta va vestido con extravagantes disfraces como en una alocada fiesta del 31 de diciembre.

En su ruta al éxito, la "maestro" Tár olvida a su familia (a la que quiere regresar cuando está en el fango pero ya es tarde). Más que amigos tiene intereses e intercambia amoríos y afectos con ese usar y tirar que señala Eva Yllouz como la sensibilidad propia del neoliberalismo. Su lesbianismo, lejos de ser un factor de sensibilidad se convierte en una razón más para la dureza, demostrando que no hay ninguna lectura colectiva de sus dolores sino solamente un uso personal de los mismos (pensemos en la pléyade de políticos homosexuales de extrema derecha, desde el malogrado holandés Pim Fortuyn a Alice Weidel, la líder de Alternative für Deutschland, sin olvidar al dirigente del PP Javier Maroto). En ese modo funcional donde todo son piezas de sus necesidades, usa su trabajo para obtener favores sexuales e, implacable, castiga desde su poder a quien no le conviene.

En algún momento de la película pensé en la Cruella de Vil de Disney, una, obsesionada con los abrigos, otra, con las partituras. La música tiene más misterio. Cruella también es una mujer de éxito -no la femme fatale de Hollywood cuya maldad estriba en hacer sufrir a algún idiota- que genera envidia social. Parte de su triunfo tiene que ver con su absoluta carencia de empatía. Las mujeres malvadas en el cine con frecuencia son mujeres que usan lo que Catherine Hakim llamó capital erótico, el uso del atractivo femenino para alcanzar metas que, fuera de ese atajo, han quedado tradicionalmente lejos de las mujeres sin herencia.

Lydia Tár es un mala inquietante porque, al tiempo, es muy humana. Le ha costado mucho llegar a donde ha llegado, algo que celebra la sociedad que se cree meritocrática. Nadie le ha regalado nada y sabe que es una mujer, además homosexual, en un mundo donde los hombres mandan (le divierte tener la misma suite de hotel en donde estuvo Plácido Domingo, con quien comparte su manera de relacionarse con los subalternos).

Qué terrible oír tan bien la música y no oír los consejos de la gente que te rodea. Los dioses ciegan antes a la gente a la que quieren perder. Si esto puede tener aromas y ejemplos políticos, completen ustedes la partitura.

Como le ocurre al neoliberalismo (y también a la izquierda que deja de ser de izquierdas), le persiguen sus fantasmas, los cadáveres escondidos en su armario que buscan, como los pueblos, alguna redención que, tarde o temprano, llega (no por algún tipo de idiota optimismo o teleología religiosa, sino como un mandato desmostrado y efectuado del homo sapiens desde que tenemos noticia: siempre terminamos rebelándonos contra las desigualdades).

La caída hacia el infierno de Tár es el de la pérdida del control, de la impotencia de la arrogancia, de la confusión de la realidad con los pensamientos cuando tus fuentes están viciadas, el de errores de bulto que van poniendo la soga en tu propio cuello. Termina haciéndose daño en su cuidado cuerpo. Pero ni siquiera así escucha. Qué terrible oír tan bien la música y no oír los consejos de la gente que te rodea. Los dioses ciegan antes a la gente a la que quieren perder. Si esto puede tener aromas y ejemplos políticos, completen ustedes la partitura.

Almas en pena de Inisherin, o de cómo maltratar a tus amigos es maltratarte a ti mismo

Déjenme seguir haciendo un poco de spoiler (destripar el argumento, vamos). En las Almas en pena de Inisherin, la hermosa película sobre el destino terrible del alma irlandesa dirigida por Martin McDonagh, un paisano rompe inexplicablemente con su amigo del alma. Sin causa aparente, y tras compartir año tras año la soledad acompañada de la taberna, el pasar absurdo de los días, las mareas y las nubes y un tremendo aburrimiento en un paisaje isleño rodeado de inmensidad, aislado, tan hermoso como abrumador, el hechizo de la fraternidad lo entiende por acabado y la amistad se da por terminada.

No hay pistas de por qué se ha disipado el cariño. Quizá músicos que vienen de fuera se hayan entrometido, quizá gente que tenía cuitas con su antiguo amigo le fue malmetiendo, quizá las habladurías de las augures y las tenderas (que eras las demoscópicas de las aldeas) han ido enfriando el afecto. Sólo hay algo de una claridad contundente: no quiere nada con su viejo amigo. Puede ir al bar, claro, porque viven en una isla, pero, por favor, no me saludes.

El amigo despechado, interpretado por Colin Farrel, no entiende nada de nada. ¿Cómo es posible que después de pasar toda una vida juntos ahora nos alejemos? ¿Por qué lo haces? ¿Qué oscuras razones te habitan? NI su hermana, la única sensata de todo este entuerto, puede explicárselo. Todo es un acertijo, envuelto en un misterio, dentro de un enigma. ¿Alguien le habrá hablado mal de mí? ¿Estará enfermo? ¿Qué malos pensamientos le han robado la sonrisa? ¿Alguien le habrá dicho que será más feliz sin mí?

Pero aún peor es la respuesta del enemistado a los requerimientos de su eterna pareja de tranquilas borracheras. Para hacerle ver a su insistente antiguo amigo que ya no quiere verle más, toma una decisión terrible que, en verdad,  le castiga más a él que a su viejo colega. Es decir, que romper una amistad de tanto tiempo, es una forma de mutilación, aunque el absurdo le quita todo sentido a esa desesperada cirugía de los sentimientos. Ese cuerpo fragmentado, roto, disminuido, no le impide seguir tocando el violín. Pero ese violín ya no puede sonar igual porque se llena de sangre. El paisaje inmenso no ha variado, la guerra en la isla de enfrente a veces arrecia, a veces se detiene, las vacas siguen produciendo su leche, la tendera sus murmullos, los estibadores sus chanzas y el tabernero sus equilibrios. Pero ya nada es igual.

Cualquier parecido con lo que hace la izquierda por aquí y por allá es pura coincidencia. ¿Cómo va a romper nadie con su mejor amigo dirigiéndose al abismo de la mutilación? ¿Por qué sabiendo que estás en una isla, donde enfrente, en la isla mayor, tiene lugar una guerra que te amenaza, vas a fragmentar tus fuerzas debilitándote ante cualquier inclemencia? La magia de la película seguramente es el absurdo en medio de la belleza. El hechizo de la izquierda, muy al contrario, es la razonabilidad en medio de un mundo cada vez más feo.

El votante de la derecha no pasa factura a sus políticos, sean corruptos, traidores, desleales, mentirosos, ladrones... No hay almas en pena en la derecha. Ni siquiera Pablo Casado anda penando. La izquierda, sin embargo, es implacable.

Todos en la izquierda tienen siempre profundas razones para desencontrarse y es verdad que algunas razones son incontrovertibles,algunas más sólidas, otras más endebles, pero todas construidas desde la razón. Hasta el punto en que incluso algunos pueden señalar víctimas y verdugos. Los cinco partidos de izquierda que se presentaron en Francia y fueron responsables de que pasara a la segunda vuelta Macron y Le Pen, es decir, la derecha contra la extrema derecha, tenían, con toda seguridad, enormes razones para presentarse como cabecitas de ratón y no pactar con el más grande (la France Insoumise de Mélenchon). El hecho real es que las izquierdas se dividen y al final, los hacedores de la fealdad del mundo, se salen más fácilmente con la suya. Y a los viejos amigos, mutilados y dolidos, les ahorcan juntos. Mientras la gente, educada en la antipolítica, no quiere que le trasladen problemas. Quiere soluciones. El votante de la derecha no pasa factura a sus políticos, sean corruptos, traidores, desleales, mentirosos, ladrones... No hay almas en pena en la derecha. Ni siquiera Pablo Casado anda penando. La izquierda, sin embargo, es implacable.

Almas en pena de Inisherin es la historia de dos idiotas, donde la única esperanza la presenta la hermana del idiota que decide no entrar en el juego. Cuando los caminos se terminan empieza el verdadero viaje.

 

¿Con quién compites Ulises? o de la Crónica de una muerte anunciada como metáfora gastada

El futuro de la izquierda suele estar lleno de spoilers. Vamos, que se sabe cómo suele terminar. Así que me permitirán que insista en esta mala costumbre. Sabemos que con alguna probabilidad vamos al acantilado, lo vemos, nos representamos el golpe e intentamos cambiar el rumbo. Pero hay algo más fuerte, como un viento que viene de algún choque de corrientes de diferente temperatura, que sigue empujándonos y empujándonos hacia el abismo. Seguramente la izquierda opera su magia con este juego perverso de avances y retrocesos. Así es el viento del progreso. Pero cuántas víctimas.

Las metáforas son solo eso, metáforas. Que ayudan a pensar pero que tampoco son la solución. Aunque quien desprecia a los poetas, como quien desprecia a los locos, seguro que se cree más listo de lo que es y termina no entendiendo las señales. Que pueden ser infinitas pero inútiles.  Quienes andan envueltos en el manto de la insensatez ven rebotar las realidades en el muro de su mirada levitante.

En España hay elecciones municipales y autonómicas, que son las que asientan los proyectos políticos. Ahí está el ejemplo de Ciudadanos y el de Podemos, que podía haber desaparecido si hubiera seguido despreciando su presencia territorial. No hay política transformadora solo desde los gobiernos del Estado.

Quienes han diseñado el papel que viene representando Yolanda Díaz se equivocaron. Desde el encuentro en Valencia sin Podemos en noviembre de 2021 hasta la afirmación la semana pasada de que "Sumar no será un fracaso si no está Podemos" (que, como diría el elefante de Lakoff, es la más clara afirmación de que será un fracaso). Miremos hacia delante. El problema no es equivocarse, sino perseverar en el error. Yolanda Díaz ¿no tendría que hacer campaña municipal y autonómica por las formaciones políticas que la hicieron Ministra y Vicepresidenta? ¿No tendría que regresar al buen entendimiento con la principal fuerza transformadora en España, esto es, Podemos? Ione Belarra ha tendido la mano.

También se ha equivocado Pedro Sánchez al ayudar a crear el monstruo de la discordia -que salió seguramente de la misma inteligencia que diseñó la exitosa moción de censura en Murcia-. No puedes ocultar a Podemos, silenciar a Ione Belarra y a Irene Montero, incluso en las leyes que ha presentado Podemos, darle todo el protagonismo a Yolanda Díaz frente a las ministras de Podemos y luego decir, cuando ves el abismo, que espera que "encajen todas las piezas del puzzle". Porque no queda serio y porque se abunda en la fragmentación que tanto tenemos que desterrar. Que Yolanda Díaz le quite votos al PSOE no le sirve de nada al bloque de izquierdas. Hay que lograr votos que en verdad sumen.

La inmediatez de las redes es un desastre. Mucha gente dijo hace días estupideces (como recomendarle a Yolanda Díaz que rociara con napalm a Podemos) y ahora reculan porque son impulsivos pero no idiotas. Bienvenido sea todo lo que de verdad sume. Escuchemos a las metáforas. Aunque estén gastadas. Y si no, que se lo digan a la crónica de una muerte anunciada.

 

 

 

 

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¿Y si las fotos roban el alma? (ante un mal diagnóstico en la izquierda) https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/04/02/el-que-se-mueva-no-sale-en-la-foto-un-mal-diagnostico-de-la-izquierda/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/04/02/el-que-se-mueva-no-sale-en-la-foto-un-mal-diagnostico-de-la-izquierda/#respond Sun, 02 Apr 2023 05:05:48 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11123
Yolanda Díaz
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, y el líder de Más País, Iñigo Errejón.- FOTO EDUARDO PARRA (EUROPA PRESS)

Una canción desesperada...

Uno se pregunta cómo es posible que la izquierda haya protagonizado los sucesos más heroicos y generosos de la civilización occidental. Porque cuando perdemos la generosidad somos patéticos. Humanos, demasiados humanos. Nuestra grandeza es la fraternidad (hoy, también, la sororidad). Jugárnosla. No hacernos trampas al solitario. No dejemos nunca solos a los liderazgos. Mira que si las fotos, como temían los indios norteamericanos, roban el alma...

Fragmentar a la izquierda

Desde los años ochenta, cuando la socialdemocracia se hace neoliberal en prácticamente todo el mundo, el sistema de partidos que han tolerado las élites ha sido alguna suerte de bipartidismo. En ese "binomio conservador", la democracia cristiana -luego liberal, hoy popular y mañana quizá otra vez nacional-integrista- representaba el ala conservadora; la socialdemocracia, mientras,  jugaba a ser de izquierdas defendiendo las libertades civiles y apostando por subir un poco el gasto social cuando las circunstancias lo autorizaban. Entre ambos ocupaban la práctica totalidad del espacio político, articulando, en su ensimismamiento, lo que Katz y Mair llamaron "cartelización de los partidos políticos". Fuera del "cártel" nadie podía entrar si amenazaba el bipartidismo.

Un objetivo sistémico permanente-la lógica que las élites tienen instalada es intentar aniquilar a la izquierda, política o social, cuando tiene capacidad real de influencia. En esa tarea siempre se han afanado los dos miembros del bipartidismo. No ha sido tarea solo de la derecha. El odio a Bernie Sanders o a Jeremy Corbyn venía sobre todo de sus propios partidos, igual que fue el PSOE más tradicional el que cortó la cabeza a Pedro Sánchez cuando empezó a aproximarse a Podemos.

El sistema mide bien sus tolerancias. Conviene no engañarse. Siempre hay una izquierda fuera del bipartidismo que mientras sea testimonial no molesta. Nunca ha molestado la izquierda radical. Sin embargo, cuando Julio Anguita pudo gobernar con el PSOE empezó a ser blanco de todo tipo de ataques. A Llamazares, sin embargo, le ponían velas en la calle Ferraz para que durara mucho. Llamazares tiene una voluntad extraña de estar siempre en las fotos inútiles.

Uno de los mayores éxitos de las élites lo obtiene cuando es la propia izquierda la que le hace el trabajo. Ya he mencionado en alguna ocasión la estrategia que desplegó en los años 80 la Nestlé para contrarrestar la oposición mundial contra la multinacional por su voluntad de anteponer los negocios a la vida. Baby killers fue una acción internacional que acusaba a Nestlé de asesinar niños. La razón,  su campaña a favor del uso de la leche en polvo y contra la lactancia materna en países sin agua potable (las buenas madres no debían dar el pecho a sus hijos, defendía esta empresa), lo que  generó, evidentemente, una enorme mortalidad. Es el mercado.

Para controlar daños, la multinacional contrató a Robert Pagan, un norteamericano ex-oficial de inteligencia militar. Su propuesta, que compró la multinacional, consistía en quebrar la unidad del movimiento. Ronald Duchin, que era parte del equipo, lo sintetizó desde su experiencia como empresario ganadero. Se trataba de diferenciar entre cuatro grandes grupos. En primer lugar estaban los "coherentes" -a los que denominaba "radicales"-. Eran a los que había que aislar del resto. Luego estaban los "idealistas", gente bien intencionada pero a la que se podía "reeducar" convenciéndoles de que su actitud era moralmente reprobable  (o simplemente confundiéndolos con argumentos astutos). Los "oportunistas" -que también están en los movimientos sociales y en los partidos políticos de izquierda- eran esas personas a las que se les podría tentar con alguna prebenda. Por último estaban los "moderados" -a los que llamaba "realistas" - que son los que "quieren trabajar en el seno del sistema; a los que no les interesa ningún cambio radical, que son pragmáticos" y que, añadimos, se resienten más de los golpes y de las amenazas.

Con mucha claridad, Duchin afirmó: "los radicales adquieren únicamente su fuerza al acercarse a bloques más moderados. Si se les quita ese vínculo, son insignificantes. Los radicales aislados en su nicho de radicalidad son inofensivos, no constituyen una amenaza: folklore minoritario sin incidencia. Tal es, por lo tanto, la estrategia general: cooperar con los realistas, dialogar con los idealistas para convertirlos en realistas y comprar a los oportunistas".

Cualquier parecido con Podemos no es pura coincidencia.

El estallido populista del 15M

Los estallidos populistas son levantamientos contra el statu quo, que explotan cuando la gente piensa que las élites solo velan por sus propios intereses. Por eso a las élites, esos a los que llama populistas les parece unos insolventes. Porque van a por ellos. Uno de los rasgos del populismo es el enfado permanente (Chantal Mouffe, con elegancia lo llama posición agónica) . Cuando uno mira las calles de Francia, siente que están en un momento populista. El populismo, es el riesgo, puede salir por la derecha o por la izquierda.

El 15 M en España fue un momento populista porque fue un momento destituyente contra las élites. Al régimen del 78 le estallaban las costuras. El rey era un sinvergüenza (en Abu Dabi anda), el jefe de la patronal y el ministro de Economía eran unos sinvergüenzas (terminaron en la cárcel), la iglesia que ocultaba la pederastia e inmatriculaba inmuebles era una sinvergüenza (lo terminaron reconociendo hasta los Papas), los militares que no querían sacar a Franco del Valle de Cuelgamuros eran unos sinvergüenzas (lo terminaron reconociendo en sus chats), los bancos que se quedaban con las viviendas de la gente y encima querían que se les rescatara eran unos sinvergüenzas (son unos profesionales: no reconocen nada), etcétera. El 15M, quizá por todo esto o por el recuerdo de la dictadura, salió por la izquierda.

Después del momento destituyente viene el momento constituyente. Ahí es donde nació Podemos y ahí es donde los que estaban de acuerdo cuando estaban "en contra" dejan de estar de acuerdo en el cómo convertir ese "estar en contra" en políticas reales.

Pablo Iglesias, como secretario general de Podemos, y luego Ione Belarra, han tenido la virtud de lograr cosas inimaginables para España: lograron el primer Gobierno de coalición en 80 años, recuperaron para la gobernación de España al independentismo vasco y catalán que hasta entonces siempre había sido más un problema que una solución, metieron como ministra de Trabajo a una comunista contra el propio criterio del Partido Comunista, se lograron los ERTE, la subida del salario mínimo, mantener las pensiones, el tope al gas y los alquileres, el escudo social en la pandemia, la ley de eutanasia, la ley de familia, la ley del sólo sí es sí... Vamos,  logró que el PSOE empezara a hacer políticas que fueran de izquierdas. ¿Se cometieron errores? Claro. A grandes logros, grandes riesgos. Por eso la continuidad es importante. Para ir aprendiendo. Macron, como es él, él y él ¿qué va a aprender? Es una ventaja de los partidos.

El resto de la historia ya la conocen, incluidos los más de 20 juicios contra Podemos archivados, el acoso durante un año en la puerta de la casa de Iglesias y Montero, bulos todos los días, desde Ferreras a Ana Rosa Quintana pasando por Inda. Pruebas falsas inventadas por policías corruptos. Ministros conspirando para intentar encarcelar a los líderes de Podemos. Y el fomento de las divisiones dirigido por la misma lógica que en los años 80 ideó la campaña contra los activistas que se atrevieron a señalar a una multinacional.

El Frente Indignado de liberación y el Frente de liberados indignados

En la división de la izquierda todos somos culpables, aunque no todos tengamos la misma culpa. Los coherentes y los idealistas son más honestos que los oportunistas y los moderados. Aunque en una sociedad posfranquista, lo más fácil es que el resultado de la división sea que nos señalen a todos y crezca la antipolítica. En el desencuentro, todos los desencontrados tienen su parte de responsabilidad. Aunque el sistema esté con una de las partes.

Los votantes no entienden el desencuentro entre Yolanda Díaz y Podemos, que es la fuerza que ha cambiado la política en España. Y aunque sea injusto, van a castigar a ambos, aunque el precio mas alto lo va a pagar Yolanda Díaz porque se le disipa la frescura que tuvo, le acerca al fantasma egoísta del errejonismo y al vaivén innecesario de Manuela Carmena y no va a poder explicar por qué siendo la elegida para sumar todos los fragmentos de la izquierda, se ha empeñado en parecer querer dejar fuera al fragmento más grande. El fracaso de la izquierda cuando se divide es el triunfo de la derecha y el fracaso del pueblo. Todos nosotros perdemos.

Como candidata a las elecciones generales, Yolanda Díaz ¿ha prometido por encima de sus posibilidades? Qiuzá para sumar a todos los pequeños fragmentos, y confiada en que los ataques a Podemos la habían aniquilado, ha hecho promesas de cargos en las listas que son incompatibles con la existencia de Podemos.

Ha existido un error de geografía. ¿Se equivocó Podemos pensando que Yolanda Díaz era una candidata que iba a reconstruir todo el espacio más allá del bipartidismo?  Quizá fue pensada, exclusivamente, como la candidata del espacio para las elecciones generales. Porque hay una política equívoca que ha pensado la política solo desde el Parlamento de la carrera de San Jerónimo y sus leones. Pero con candidaturas a las generales no construyes una fuerza alternativa. Que se lo pregunten a Ciudadanos. Como algunos planteamos en su día, el procedimiento -el procedimiento, no la persona- que llevó a la elección de Díaz fue un error. Yolanda Díaz lleva demasiado tiempo en la política y sabe que una vez que estás nominada ya no hay espacio para negociar nada. Qué poco aprendemos.

Como candidata a las elecciones generales, Yolanda Díaz ¿ha prometido por encima de sus posibilidades? Quizá para sumar a todos los pequeños fragmentos, y confiada en que los ataques a Podemos la habían aniquilado, ha hecho promesas de cargos en las listas que son incompatibles con la existencia de Podemos. Promesas falsas porque son incompatibles con la existencia de primarias. Comprensibles pero irreales. ¿Cómo van a querer primarias fuerzas políticas que caben en un taxi, en una calesa o en una guagua? Pero sin primarias no hay nueva política.

De este disparate ideológico/organizativo sale que Más Madrid, que ha decidido presentarse en Madrid al margen de Izquierda Unida y de Podemos (es decir, que ha apostado en contra de la unidad), esté en la foto con Yolanda Díaz. Por eso Errejón y Más País, que se presenta a las elecciones con una multitud de minipartidos, alguno unipersonal y alguno implicado en casos de corrupción en Melilla, pero siempre en contra de Podemos, está en la foto con Yolanda. Por eso Compromís, que no ha querido presentarse con las fuerzas con las que está gobernando en la Comunidad Valenciana, es decir, que ha apostado en contra de la unidad, está en la foto con Yolanda. Por eso Izquierda Unida, que vetó hace cuatro años a Yolanda Díaz, está en la foto. Y por eso gente que ha fracasado en sus opciones políticas en algún momento de los últimos veinte años está en la foto con Yolanda, a ver si en la repesca tienen otra oportunidad (sobre todo si se presentan como enfrentados a Podemos). Y Podemos no ha estado.  ¿Demasiadas individualidades, demasiadas ganas de estar, aunque el alma se haya disipado hace tiempo?

¿No llama la atención que los medios de comunicación financiados por las élites elogien a Yolanda Díaz como la némesis de Podemos? ¿No hicieron lo mismo con Alberto Garzón en 2015 y luego, tras el pacto de los botellines, volvió a ser el villano comunista de siempre? ¿Qué le ha pasado a Alberto Rodríguez para dejar de ser una antisistema que patea policías a ser el mejor representante de la insularidad canaria? ¿Tendrá que ver con que estés o no estés con Podemos?

Es evidente que el bipartidismo quiere una izquierda más amable, es decir, una izquierda que regrese a los cauces. Para las élites de España, Podemos ha ido demasiado lejos. ¿Qué es eso de subir el salario mínimo o hablar de una empresa pública de energía? ¿Qué es eso de señalar a los beneficios como culpables de la inflación y a los bancos por la rapiña inmobiliaria? ¿Qué es eso de acosar judicialmente a la monarquía? El problema, como siempre, es que no entender que la moderación y la cesión puede otorgar triunfos personales pero sacrifica la posibilidad de cambios que cada vez son más urgentes. De lo contrario, la gente votará a lo que resta, es decir, a la extrema derecha.

Pero es injusto decir que todos en la izquierda son iguales, tanto los que se la juegan como que los que ceden. ¿Por qué la gente de Podemos está abrumada de persecuciones judiciales y el resto de las izquierdas disfruta de alguna suerte de bula?

Sigamos intentándolo

Como cuenta el historiador británico James Harris en su obra El gran miedo. Una nueva interpretación del terror en la revolución rusa (Barcelona, Crítica, 2017), las purgas de Stalin tuvieron mucho que ver con la persecución que arrastraban las élites revolucionarias desde los tiempos del zarismo. Con documentos desclasificados de la Unión Soviética, Harris desvela cómo esa obsesión por las conspiraciones -reales porque condujeron a detenciones, ejecuciones, exilios, sabotajes, el intento de asesinato de Lenin o la propia guerra civil propiciada por potencias extranjeras-, junto con un deficiente sistema de información y una burocracia poco eficiente, los disidentes fueron eliminados. De manera que un efecto indirecto de los intentos de desestabilización de los gobiernos de la izquierda tiene éxito en la medida en que los convierten en recelosos obsesivos. La izquierda es especialista en despedazarse. Fue muy inteligente Pagan al alimentar las diferencias en la izquierda para fragmentarles.

Pero es injusto decir que todos en la izquierda son iguales, tanto los que se la juegan como que los que ceden. ¿Por qué la gente de Podemos está abrumada de persecuciones judiciales y el resto de las izquierdas disfruta de alguna suerte de bula? Algunos debieran preguntarse por qué los enemigos del cambio en la derecha o en la izquierda del bipartidismo tienen tanto interés en mimarles.

La foto truncada de Magariños, que tanto deseamos los que seguimos comprometidos con no esperar la venganza del neoliberalismo, es un fracaso colectivo de toda la izquierda. En esa foto, ni son todos lo que están ni están todos los que son. Espero que no sea un fracaso de lo que empezó el 15M. Y que las aguas de la transformación recuperen su salvaje cauce. El cauce de la desobediencia. En la apuesta diplomática con la guerra de Ucrania, contra la OTAN y su apuesta por las bombas, por una Europa diferente con una geopolítica diferente, en el poder judicial, contra las multinacionales, contra la ley mordaza, con las leyes feministas, con la superación del neoliberalismo, con radicalidad ecologista, con las esperanzas que abre el feminismo... Y no repitamos errores. Porque lo que no ha sido capaz de hacer la derecha, es la tarea típica que las élites le encargan a la izquierda. La foto de Magariños, creyeron algunos, tenía que robarle el alma a los que quieren ir más lejos. Pero esa gente que no quiere medir su libertad por la longitud de su cadena es, precisamente, la gente desobediente que se echó a las calles el 15M. La que inauguró una nueva etapa en España.

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Antes sabía más del diablo por viejo https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/03/26/antes-sabia-mas-del-diablo-por-viejo/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/03/26/antes-sabia-mas-del-diablo-por-viejo/#respond Sun, 26 Mar 2023 06:07:04 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11112 Continuar leyendo "Antes sabía más del diablo por viejo"]]>
Antes sabía más del diablo por viejo
Ramón Tamames durante la segunda sesión de la moción de censura, en el Congreso de los Diputados, a 22 de marzo de 2023, en Madrid. Eduardo Parra / Europa Press

Los ancianos siempre han sido respetados en prácticamente todas las culturas. En las sociedades humanas, la vejez implicaba, y así se celebraba públicamente, conocimiento, experiencia, ponderación, claridad, una mirada larga precisamente por el recorrido hecho y por la cercanía del final. En un mundo con 8000 millones de seres humanos, inmerso en la sociedad de la información, donde casi todo el mundo tiene un teléfono móvil inteligente al que le puedes preguntar casi cualquier cosa, la sabiduría de la edad ¿ha declinado?

Sin embargo, vemos en muchos lugares cómo las presidencias recaen en personas muy mayores. Ahí está Joe Biden con 80 años, Putin con 70, el egipcio Abdelfatah el Sisi con 68, aunque es verdad, en contraste, que ahí están también  los 39 que tenía Macron cuando accedió a la presidencia (no son los mejores días para esta reflexión), los 36 de Boric en Chile, los 34 de la primera ministra socialdemócrata de Finlandia, Sanna Marín o los 37 de Nayib Bukele, el presidente de El Salvador. No sé qué saldría de la comparación...

Algún día habrá que aplicarle a las televisiones, a muchas radios y periódicos el delito de corrupción de mayores.

Durante la crisis de 2009, la pensión de los ancianos salvó del hambre a muchas familias cuando los hijos y los nietos perdieron el empleo. En democracia, es verdad que ningún gobierno se atreve a golpear mucho a los ancianos porque son muchos millones de votos (por ejemplo en España, casi diez) pero no deja de ser verdad que son los que todavía ven televisión. Por eso la Comunidad de Madrid impuso durante el COVID un protocolo, conocido como el Protocolo de la vergüenza, que asesinó a 7291 ancianos (5.795 con covid) al prohibir que se les llevara a los hospitales y, sin embargo, los ancianos, porque ven la televisión, votan a Isabel Díaz Ayuso, que era la responsable de las residencias. Algún día habrá que aplicarle a las televisiones, a muchas radios y periódicos el delito de corrupción de mayores.

Los viejos tienen que cuidarse a sí mismos desde el amor propio. Y respetarse. Esta semana he estado con Pepe Mujica, el ex Presidente de Uruguay. Tiene la rotundidad de sus 87 años y los 15 pasados en prisión. Los medios le acosaban y no perdía la calma. Decía lo que pensaba, que era siempre sentencioso (por ejemplo, un ateo convencido en un continente tan religioso). No me imagino al Pepe mintiendo.  (¿Quizá alguna mentira piadosa?). Porque un viejo que miente puede producir ternura pero se juega el respeto. Hay que irse con dignidad.

Con la vejez puedes ser ese anciano que planta olivos en el atardecer del mediterráneo pese a que nunca lo verá crecidos  o ser un catedrático de 90 años al que su soberbia, su egoísmo, su ensimismamiento miope y sus malas compañías le llevan a cerrar su vida desvelando que su biografía es probable que tuviera más de montaje teatral que de convicciones profundas.

La moción de censura de VOX, personificada en la mirada triste y momificada de Ramón Tamames, es la penúltima luz que se apaga de la Transición con el tono que merece esa etapa sepia. La otra mirada la recordaron los señoros de VOX gritando desde la platea del público un ¡Viva el Rey! que sonaba al ¡Arriba España! con que los falangistas fusilaban buenos españoles. Y que recordaba también al reciente ¡Matadlos! de Isabel Díaz Ayuso. Cómo les gustan las cunetas a las derechas españolas. Los ultracatólicos llevan a descerebrados a cantar por la noche sobre las tumbas republicanas del Valle de Cuelgamuros. Ay si alguien hiciera una rave en Paracuellos...

Tamames vendió muchos libros de su estructura económica. Durante el franquismo y durante la Inmaculada Transición los catedráticos a menudo obligaban en las universidades a comprar su libro. Soy de los que creen que cualquier profesor titular que imparta una asignatura debiera ser capaz de escribir un manual de la asignatura y me parece sensato que trabajes con tu propio libro. Pero hasta ahí. Hemos heredado impunidades de todas las instituciones públicas, que con frecuencia les sale el tufo a franquismo. Tamames ha puesto a la venta en internet las hojas de su discurso. Menos mal que ya no tiene alumnos. Bueno, salvo los dirigente de VOX y Sánchez Dragó.

Durante la dictadura, en el Partido Comunista no estaban solo los comunistas sino también los antifranquistas. Ahí Tamames sobrevivió por su enorme capacidad camaleónica como catedrático en oportunismo. Luego fue el que ayudó a perpetuar como tránsfuga a la derecha en el ayuntamiento de Madrid. Como muchos de esos antiguos izquierdistas dogmáticos del franquismo y de la Transición terminaron en la derecha dogmática, demostrando que lo que han sido toda su vida es dogmáticos.

La inclemencia de VOX ha sido proverbial. La extrema derecha española, como hicieron los nazis en el sitio de Berlín, mandan a morir a niños y a ancianos al frente porque nunca han tenido escrúpulos.

La inclemencia de VOX ha sido proverbial. La extrema derecha española, como hicieron los nazis en el sitio de Berlín, mandan a morir a niños y a ancianos al frente porque nunca han tenido escrúpulos. Por eso, estos que gritan ¡Viva el Rey! y ¡Viva España! con voz de locutor franquista convierten el Parlamento en un circo que presenta a España como un país ridículo solo porque Abascal entendió que les convenía en su pelea por la hegemonía en la derecha española.

La derecha española siempre ha sido muy de obligar a respetar las formas. Por lo general a golpes. La letra con sangre entra, como la conciencia del espíritu nacional. No les gusta la indumentaria de andrajosos con los que tienen que convivir en el Parlamento. Retazos de cuando daban palizas a los del pelo largo y, antes, a los sans-culotts, a los pobres sin calzoncillos de la Revolución Francesa. En cambio, no les preocupa mancillar la institución de la moción de censura ni de escribir en la historia del parlamento español estas manera de truhan presentando una moción de censura saltándose los ropajes democráticos de la institución. Tampoco les preocupó entrar con una pistola en el Parlamento con uniforme de guardia civil o fusilar los presidentes, parlamentarios o alcaldes de la II República.

El PP, que es el alma mater de VOX, también ha hecho el ridículo porque el discurso de Tamames es el mismo que el de Feijóo y sin embargo ha querido acercarse como uno se acerca a un pariente heroinómano y alejarse absteniéndose como hace del agua caliente el gato escaldado.

La izquierda, sobria, le ha dado un repaso al catedrático cuya dialéctica se ha demostrado que sólo era eficaz en tertulias de iguales donde el eco rebota las mismas oquedades o en clases cautivas donde los estudiantes asentían por aquello de la nota. No sé qué sería de la derecha española sin los medios de comunicación.

Quizá lo único a rescatar de la moción de censura ha sido constatar que el nivel del parlamento es mayor que el de una taberna, que VOX sigue siendo el PP con tres cubatas, que el PP cada vez se parece más a la extrema derecha con la que sabe que quiere gobernar y que hay una izquierda que si convierte sus discursos en hecho puede hasta volver a ganar las elecciones.

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Yolanda Díaz, Canal Red, las peleas de siempre y algunas razones escondidas https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/03/19/yolanda-diaz-canal-red-las-peleas-de-siempre-y-algunas-razones-escondidas/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/03/19/yolanda-diaz-canal-red-las-peleas-de-siempre-y-algunas-razones-escondidas/#respond Sun, 19 Mar 2023 06:00:16 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11084 Continuar leyendo "Yolanda Díaz, Canal Red, las peleas de siempre y algunas razones escondidas"]]> ¿Será que vienen elecciones?

El ruido político sube en relación directamente proporcional a la cercanía de las elecciones. Dos más dos son cuatro. Siempre ha sido en estas fechas cuando han estallado las falsas acusaciones contra Podemos, cuando los jueces se han convertido en actores políticos y las tertulias han puesto a pleno funcionamiento su máquina del fango -después de una estrategia temporal que pasa por haber depurado sus plantillas de tertulianos críticos-. Esta certeza no quita que tengamos derecho a separar el grano de la paja.

En esta discusión sobre el papel de la izquierda en las cercanas elecciones municipales y autonómicas echo en falta que todos los actores sinceren que hay detrás de sus argumentos. Es evidente que no hace falta ese ejercicio en OK Diario, en La Razón o El mundo, en El programa de Ana Rosa o el de la Griso, en el telediario de Vallés, con los discursos e invitados de Motos en El Hormiguero o con las homilías de Federico Jiménez Losantos, Carlos Herrera o Carlos Alsina. Tampoco hace falta con VOX ni con el PP ni con Ciudadanos. Juegan a la democracia con las cartas marcadas y son capaces de robarse el dinero de la Operación Chamartín de turno, el destinado a niños hambrientos de África, el de una visita del Papa o del bono eléctrico pensado para las familias vulnerables.

No olvidemos que una de las estrategias centrales de la derecha, sabiendo que alguien de izquierda nunca les votaría, es desalentar a esos votantes progresistas y que no vayan a las urnas.

En cambio, en los ámbitos más entreverados, en esos donde el periodismo no responden a pautas mercenarias y, en la política, donde se mantienen un ámbito de respeto a la virtud pública más allá de los intereses particulares personales o de partido, la confusión no es menor y eso termina golpeando a los intereses democráticos del conjunto de la ciudadanía. No olvidemos que una de las estrategias centrales de la derecha, sabiendo que alguien de izquierda nunca les votaría, es desalentar a esos votantes progresistas y que no vayan a las urnas.

Ante tanta turbiedad,  claridad. Habría que apelar, aunque es ingenuo, a la honestidad del político o del opinador de la política -pues ambos van configurando un ánimo público que decidirá las elecciones-para que expresaran realmente qué hay detrás de sus afirmaciones. Leo argumentos y con cada vez más frecuencia creo que están razonando con fines diferentes a los que enuncian. El chat GTP suele ser más sincero.

Como ocurre cotidianamente en los medios y en las redes sociales, hay una legión de malpagados que reciben su soldada buscando argumentos para descalificar cualquier mensaje que venga de la izquierda. Hay que señalarlos.

Con mayor o menor consciencia. La astucia de la razón hegeliana es precisamente eso: que junto a tu voluntad y tu libre albedrío no dejas de ser hijo de tu tiempo, de tu condición social y de tu manera de estar en el mundo. En las ciencias sociales, para explicar el comportamiento de los actores políticos y de la ciudadanía en general invitamos a mirar desde cuatro sitios: desde las teorías de la elección racional, que nos presuponen egoístas y maximizadores de nuestra utilidad (utilidad material o de estatus o de prestigio); desde las instituciones en donde operamos (con sus restricciones y también las capacidades que brinda); desde los diferentes "círculos de reconocimiento" en donde nos miramos; y desde el compromiso individual de cada cual con lo que es bueno, bello y verdadero. Es decir, desde la decencia y la honestidad.

Es importante clarificar porque, como viene siendo común, es más el ruido y la tinta que oscurece el trasfondo que la claridad de los argumentos. Como ocurre cotidianamente en los medios y en las redes sociales, hay una legión de malpagados que reciben su soldada buscando argumentos para descalificar cualquier mensaje que venga de la izquierda. Hay que señalarlos.

Pero la izquierda sabe que con una katana no puede ganar a los cañones. Ha aprendido más de El último samurai  que de Novecento. En estos días ha habido polémica porque desde el aire de familia de Podemos, una guerrilla mediática que está ojo avizor a los movimientos de la derecha o de la izquierda "realista" para contrarrestar su enorme capacidad de tiro ha sacado sus herramientas, no siempre habiéndolas engrasado antes. Es verdad que en ese ejercicio cae algún troyano al lado de los tirios, pero no dejan de ser pedradas de David contra los Goliath del panorama mediático. Es sorprendente que en la Europa de los medios que defendieron las armas de destrucción masiva en Irak, la que controla cientos de fábricas de bots, la que dedica cantidades ingentes de dinero para mentir en las redes se señale a la izquierda porque pone unos cuantos tuit. Quizá la inminencia de la puesta en marcha de Canal Red, un proyecto televisivo por internet que impulsa el ex Vicepresidente Pablo Iglesias, explique por qué aumentan las expectativas y las diatribas.

Pero la izquierda sabe que con una katana no puede ganar a los cañones. Ha aprendido más de El último samurai  que de Novecento.

¿Qué piensan los que no nos cuentan lo qué piensan?

Como decía el doctor House, "todos mienten". Parece que el ejercicio intelectual por excelencia en la actualidad es desvelar lo que reposa debajo de las mentiras. Dedicar más tiempo a desaprender que a aprender. Tiene ventaja la izquierda a la hora de defender la verdad, porque al querer superar el sistema tiene menos necesidad de mentir. Sin embargo ¿es toda la izquierda igual? ¿Hay argumentos que no se enuncian? ¿Qué buscan los actores políticos en el campo progresista?

Suspiran por aniquilar a Podemos, empezando por sus líderes y sus ex líderes, aunque eso sería su fracaso (y Sánchez sabe que su fracaso se lo cobrarán muy caro los Page, Lamban y demás derecha del PSOE).

En un ejercicio apresurado de lectura de intenciones podríamos señalar las siguientes hipótesis:

PSOE: es decir, Pedro Sánchez, que quiere seguir gobernando y para ello sabe que necesita que las fuerzas de izquierda ajenas al bipartidismo saquen un resultado suficiente. Al mismo tiempo, suspiran por aniquilar a Podemos, empezando por sus líderes y sus ex líderes, aunque eso sería su fracaso (y Sánchez sabe que su fracaso se lo cobrarán muy caro los Page, Lamban y demás derecha del PSOE). Por un lado, porque no les darían los escaños: hay gente de izquierda que ya nunca votará al PSOE. Además, alejaría a Bildu y ERC y pondría en peligro el nuevo bloque de gobierno. Esas pasiones contradictorias explican la sensación de veleta del PSOE (y también los bandazos de lo que se empieza a conocer como la "progresía mediática"). Necesitan que Yolanda Díaz, de la que piensan que ha perdido demasiado tiempo, haga la tarea que se le encomendó, y piensan que si sigue enfadando o ninguneando a Podemos el proyecto naufragará. Aunque Tezanos les dijera lo contrario, saben que si se divide la izquierda no habrá votos para sumar una mayoría frente al PP-VOX. Además, desde el PSOE no contaban con que las cesiones a la derecha iban a reforzar el liderazgo de Irene Montero (en parte, y era impredecible, por el capricho soberbio de Pilar Llop, la Ministra de Justicia). Desde que se fue Iván Redondo y a alguien se le ocurrió la moción de censura de Murcia, no son pocas las veces en donde parece que la estrategia socialista falla.

Podemos: siente que ha sufrido desde 2014 una cacería indigna de una democracia y que los que pretenden beneficiarse de los ataques que ha sufrido no tienen coherencia de izquierda. Sabe también que les atacan porque son los que han cambiado España (y que cuando te vas de Podemos, todo se suaviza. Pensar que algún líder de Podemos hubiera cobrado ilegítimamente el bono social nos lleva a un escenario de portadas, tertulias, informativos y linchamientos que no han existido cuando ha sucedido en otras izquierdas. Escucho a algún asesor de la izquierda madrileña errejonista diciendo: "aguanta, que se pasa y vamos a seguir como si no pasara nada". Alguno que nunca podría decirse desde Podemos porque nunca nada se pasa). Al tiempo, Podemos piensa que todos los que le critican acusándole de fragmentar a la izquierda son gente que estaban en Podemos, se hicieron famosos gracias a Podemos y ahora todos han fundado partidos contra Podemos o que quieren sustituir a Podemos (Íñigo Errejón con Más País, Teresa Rodríguez con Adelante Andalucía, Alberto Rodríguez con Drago o Yolanda Díaz con Sumar). Sabe que ha sido su coherencia y su consistencia la que ha logrado las principales leyes sociales en España y tiene en su cuerpo las cicatrices que le ha producido arrancarle al PSOE esas políticas (de las cuales luego el PSOE hace gala y se cuelga medallas). Como fuerza avasallada y asediada, recuperó su autoestima tras el fiasco de las elecciones andaluzas (un desastre creado al alimón entre Izquierda Unida y el equipo de Yolanda Díaz con la colaboración de Más País). Y después de que Errejón creara a sus espaldas un partido con los once liberados que le entregó Podemos, no está dispuesto a repetir esa experiencia. Sabe también que el PSOE está más cómodo con Yolanda Díaz que con Ione Belarra o Irene Montero y, por coherencia personal y respeto a los militantes, va a defender con firmeza la plaza. Podemos, con la nueva dirección, ha empezado a hacer por vez primera partido. Y eso le otorga un largo aliento que le ayuda a pensar que no se lo juega ya todo a una carta. Por eso presiona con lo que considera que es justo y con la firmeza del que no va de farol.

Izquierda Unida: en verdad había que decir el PCE. El histórico partido comunista de España, que mantuvo la bandera de la dignidad en solitario y luego en Izquierda Unida durante mucho tiempo, vio en 2011 cómo el 15M le arrollaba. No supo leer el cambio de los tiempos y despreció lo que significaba la gente en las calles. Después, el PCE decidió "migrar" a Unidas Podemos igual que antes había migrado a Izquierda Unida. Aunque perdió en Unidas Podemos la centralidad que tenía en IU cuando era el principal partido de la coalición. Ahora ha decidido volver a migrar, en esta ocasión a Sumar, confiando en que la militancia en el Partido Comunista de España de Yolanda Díaz le permitiría recuperar la centralidad perdida. Es lo que explica por qué Enrique Santiago y Alberto Garzón están entregados al proyecto de Sumar y, con cierta sorpresa, a Yolanda Díaz, pese a que ideológicamente estarían más cerca de Podemos. (Pensemos, por ejemplo, en las posiciones en la guerra de Ucrania, recordando que Izquierda Unida nació del movimiento Anti-OTAN). Y es también lo que explica que los que ayer argumentaron como una de las razones para irse de Podemos el pacto con Izquierda Unida, ahora pacten entre sí, como pasó en Andalucía. La nueva política a veces se parece mucho a la vieja. Y por eso no es extraño que en ese viaje acompañen al viejo comunismo todos aquellos y aquellas que sueñan con una izquierda inmaculada, que prefieren no gobernar para no tener que enfrentarse a la dureza de saber que dios no existe y que prefieren odiar a Podemos antes que enfrentar la realidad y cambiarla.

La ira entre Podemos y el errejonismo está ahí, si bien es condición necesaria que se supere. Los votantes, salvo los más concienciados, no entienden las disputas.

Más País-Más Madrid: Más País tiene dos escaños. Relevante no es. En cambio, el partido más fuerte de la izquierda madrileña es Más Madrid. Por un lado porque Podemos no se presentó a las elecciones municipales después de la espantá de Errejón y Manuela Carmena; por otro, porque Mónica García, como médico anestesista, supo hacer una oposición a Díaz Ayuso que, si bien no fue eficaz tuvo brillo. El partido que lidera Mónica García es una referencia obligada para salir de la barbarie de Díaz Ayuso y de Martínez-Almeida. Pero se sabe en los mentideros de la villa que la relación entre Errejón y la dirección de Más Madrid no es buena. Han sido notorias las ausencias en su espacio político en defensa de Mónica García con el caso del innecesario, torpe e injustificable cobro del bono social y el bono térmico (siendo una familia acaudalada). Tampoco ha salido Yolanda Díaz a defenderla, pese a que era evidente que es o era su aliada en Madrid. Más País nació del error de cálculo -o la mentira programada- de que iba a sustituir a Podemos en las elecciones de 2019. La historia es conocida: Errejón sacó su escaño y los verdes otro. Dos escaños. Podemos perdió al menos trece. Pero el apoyo mediático ha sido enorme (como le pasó a Albert Rivera). Ferreras, el del es burdo pero voy con ello contra Podemos, no hay día que no le brinde su apoyo. Más País es un proyecto que suena a desesperado (hemos visto un acto en Canarias de Errejón con Alberto Rodríguez, pese a que no le apoyó cuando le quitaron injustamente el escaño. En ese acto en Canarias también estaba un tipo aupado por Jesús Gil, el corrupto de Marbella, condenado por fraude electoral).  Pese a las cuitas pendientes, hay que pensar en cómo suturar las heridas. La ira entre Podemos y el errejonismo está ahí, si bien es condición necesaria que se supere. Los votantes, salvo los más concienciados, no entienden las disputas. Mónica García se negó a la alianza en Madrid con Podemos que le propuso Alejandra Jacinto y Roberto Sotomayor. Podemos ahora se encuentra con que el cobro del bono social por Mónica García -que si los medios hubieran apretado hubiera devenido en una dimisión- quizá baje los humos y haga más fácil el entendimiento.

Si la irrupción de Podemos en 2014 supuso la rutura del bipartidismo, la emergencia de Canal Red es probable que suponga el fin del duopolio privado de los medios en España, que ha sido la condición necesaria del rapto democrático que hemos sufrido en manos del bipartidismo.

La progresía mediática: quizá el humor que más acompañe al periodismo progresista es el que dice que le corresponde a Podemos salvaguardar el gobierno de coalición cediendo cada vez que hay un conflicto con el PSOE. Llama la atención que apenas se les identifiquen señalamientos duros al socio mayoritario, al PSOE, mientras que constantemente le dicen a Podemos lo que tiene que hacer, que consiste, por lo general: en no levantar la voz ni criticar los incumplimientos del PSOE, en aceptar lo que Sánchez imponga como Presidente del Gobierno, en ceder ante cualquier vendaval mediático que dirija la derecha, en aceptar y celebrar lo logrado y dejar para otra ocasión lo no conseguido, en definitiva, en convertirse en un gestor complaciente de las políticas que el PSOE esté dispuesto a tolerar. Esta izquierda mediática es útil en la medida en que defiende al gobierno de coalición, pero suelen contemporizar en tiempos de zozobra y, llegado el caso, terminan culpando a Podemos de la "polarización" -aunque sea responsabilidad de jueces haciendo política o del PSOE incumpliendo los acuerdos de gobierno- y al final son rehenes de la lógica general de los medios en los que trabajan. Para la progresía mediática el ideal es un gobierno de coalición entre el PSOE y Yolanda Díaz, donde Podemos pierda su capacidad de dar un golpe en la mesa del Consejo de Ministros y quede como un Pepito Grillo que oriente el rumbo, y donde la incorporación de Bildu y ERC a la gobernanza de España sea sustituido por apoyos del PNV y de sectores oportunistas del independentismo catalán.

Pablo Iglesias y Canal Red: Después de la creación de Podemos, la siguiente carga de profundidad contra los residuos del régimen del 78 es la creación de una televisión que opere al margen del oligopolio que configuran Mediaset (de Berlusconi y ahora reorientándose hacia la derecha española), AtresMedia (del grupo Planeta, es decir, del PP y con simpatías con VOX) y RTVE (en manos del partido de gobierno de turno o, ahora mismo, por la brillantez de Bolaños, del PP). Iglesias salió del gobierno por propia voluntad pero desde el hastío de no haber podido desarrollar las transformaciones que había imaginado. Toda esa tarea pendiente, más la constatación de que la derecha española y acompañantes no hacen prisioneros -juicios, fomento de las divisiones, un año asediándole a él, a su compañera y a sus hijos en la puerta de su casa, bulos cotidianos demonizando o intentando quebrar el ánimo, traiciones políticas y persecuciones constantes a los compañeros y compañeras- le llevan a Iglesias a desarrollar un proyecto mediático carente de cualquier ingenuidad. Canal Red va a ser un actor esencial en la reconfiguración de la izquierda española y su único riesgo es él mismo, es decir, alimentar el marco del asedio y dar la sensación de estar asediado, configurando una política de "nicho" que no permita crecer al espacio como hizo Podemos en 2014 leyendo correctamente el 15M. Si la irrupción de Podemos en 2014 supuso la rutura del bipartidismo, la emergencia de Canal Red es probable que suponga el fin del duopolio privado de los medios en España, que ha sido la condición necesaria del rapto democrático que hemos sufrido en manos del bipartidismo.

¿que queda de la mirada generosa, de la ideología de izquierdas basada en la fraternidad y la sororidad, del humanismo que implica compasión, de la mirada para la que nada de lo que es humano nos es ajeno? Pues hay que convenir que no está en su mejor momento. Y eso es un error. Ninguna idea política tiene fuerza si no se convierte en una emoción.

Conclusión

Estas notas pretenden dar cuenta, con la urgencia de una nota periodística, de las corrientes de fondo que se expresan en la izquierda. Se leen sobre todo, como ocurre en los partidos, desde la lógica de las teorías de la elección racional: todos buscan, con egoísmo de grupo o individual, maximizar su utilidad, aunque hay más o menos incursiones de honestidad y decencia. En España -no así en otros lugares- el marco institucional aún funciona, aunque lo que le está haciendo el PP al poder judicial está poniendo en riesgo la credibilidad de la división de poderes. Estamos como venimos repitiendo en la paradoja de que es la izquierda la que está defendiendo la democracia liberal y sus pesos y contrapesos. La idea del "círculo de reconocimiento" (que desarrolló Alexandro Pizzorno) nos muestra que esa referencias de comportamiento ahora mismo son un factor de división entre las diferentes familias de la izquierda, porque tienen enormes dificultades para comunicarse entre ellas. Por último ¿que queda de la mirada generosa, de la ideología de izquierdas basada en la fraternidad, del humanismo que implica compasión, de la mirada para la que y nada de lo que es humano nos es ajeno? Pues hay que convenir que no está en su mejor momento. Y eso es un error. Ninguna idea política tiene fuerza si no se convierte en una emoción.

La política en la izquierda no puede ser solamente un pulso permanente. Si te haces con dragones terminas siendo igual que los caminantes blancos.

Yolanda Díaz ha gastado una parte de su capital simbólico, igual que le ha pasado algo similar a todas las fuerzas de la izquierda (es evidente que el Podemos de 2023 no es el Podemos de 2015 y que el PSOE agotó su crédito por su papel en el bipartidismo). Yolanda Díaz aceptó el reto para superar este bache. Es muy probable que las hendiduras en la nave de la izquierda solo puedan superarse recuperando la idea de unidad. La unidad sólo se va a construir con una suerte de generosidad y de reconocimiento. Hasta ahora, la generosidad ha brillado por su ausencia salvo en el caso de Podemos (hay que recordar que el PCE y Alberto Garzón se opusieron a que Yolanda Diaz fuera Ministra, pese a que ahora se desborde el incienso en su relación). La política en la izquierda no puede ser solamente un pulso permanente. Si te haces con dragones terminas siendo igual que los caminantes blancos.

Le corresponde a la Ministra de Trabajo organizar creativamente esa suma de generosidad y de reconocimiento para que la unidad sea la foto de la izquierda en las elecciones. Vuelve a ser un error no colaborar en las elecciones municipales pensando que un debilitamiento de las fuerzas de la izquierda significa un reforzamiento de Yolanda Díaz. Decía Platón en Las leyes que en los asuntos complejos hacía falta la comparecencia de Zeus. Pero el maldito Zeus sigue empeñado en guardar silencio.

* Este artículo fue despublicado por error por su autor. Esa es la razón por la que ha estado unas horas sin ser visible

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Dormir con un Geyperman (cuando Abascal no se encontró con las 13 rosas el 8M) https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/03/12/dormir-con-un-geyperman-cuando-abascal-no-se-encontro-con-las-13-rosas-el-8m/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/03/12/dormir-con-un-geyperman-cuando-abascal-no-se-encontro-con-las-13-rosas-el-8m/#respond Sun, 12 Mar 2023 07:09:54 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11064
Dormir con un Geyperman (cuando Abascal no se encontró con las 13 rosas el 8M)
Miles de mujeres durante una manifestación convocada por la Comisión 8M,  a 8 de marzo de marzo de 2023, en Madrid  Alberto Ortega / Europa Press

Pero ¿cuándo no han llamado locas a las mujeres respondonas?

Santiago Abascal es como esos niños que después de burlarse de las niñas, se van a dormir con sus soldados de juguete. Es gracioso que se escaqueara para no hacer el servicio militar.

Que el líder de la ultraderecha española -elogiado por Fernando Savater, el filósofo de la ética en España- llame "locas" a las ministras de Podemos no es una novedad. Por eso molestó poco. Tampoco cuando las ha llamado "perturbadas" o "corruptoras de menores". Por esas acusaciones hicieron beber cicuta a Sócrates. Y a las brujas. (Quizá Savater termine escribiendo Ética para Santiago, que será para la filosofía española de la post Transción lo que es para la economía que Ramón Tamames protagonice la moción de censura de VOX).

En el alcázar de descalificaciones de los señores de la guerra a las mujeres de la política, el asunto de la presunta enajenación es un clásico. La historiografía franquista también mantuvo el adjetivo de "loca" a Juana I de Castilla, encerrada por los muy católicos Fernando de Aragón y Carlos I en el convento de Tordesillas. Con Juana I de Castilla, hija de los católicos reyes Isabel y Fernando, estaban los Comuneros, que la rescataron cuando el levantamiento municipalista. Más tarde, cuando Padilla, Bravo  y Maldonado fueron ejecutados por orden del compasivo y muy católico Carlos I de España y V de Alemania -que quiso obligar a Juana a asumir los sacramentos incluso bajo tortura-, volvió a encarcelarla. "España, demasiados retrocesos" que dijo el historiador catalán Ramón Carande.

Santiago Abascal es como esos niños que después de burlarse de las niñas, se van a dormir con sus soldados de juguete. Es gracioso que se escaqueara para no hacer el servicio militar.

Una de las cosas que me llamó la atención de la manifestación del 8M en Madrid, además de la numerosa afluencia, fue la cantidad de mujeres jóvenes, su alegría, su ánimo combativo, su desparpajo, su indiferencia ante cualquier RAE y su originalidad. Una de las cosas más tristes de las manifestaciones de la izquierda son los gastados lemas, repetidos hasta la saciedad, que demuestran la escasa renovación del repertorio simbólico de la transformación. Parecía que el 15M y las llamadas "marchas de la dignidad" habían innovado con aquella referencia geográfica que enumeraba "De norte a sur, de este a oeste, la lucha sigue, cueste lo que cueste", agitado por  el monismo activista del "la lucha es/ el único camino", que no rima pero anima (perdonen el ripio).

Pero la cosa no duró. Si se sale del "pueblo unido jamás será vencido" (que se basa en la ensoñación de que pueblo, como el demos en la Grecia clásica, sólo hay uno), del "España, mañana, será republicana" (que aun siendo cierto difiere en exceso la recompensa por la acción colectiva del presente) o del "a ti que estás mirando/ también te están robando" (que se dirige, errando el regaño, a los que ya suelen estar en la manifestación) o el socorrido "hacía falta ya una huelga una huelga, hacía falta ya una huelga general" (a lo que los sindicatos suelen hacer oídos sordos vista la distancia entre la consciencia de la necesidad y la voluntad de arrimar salarialmente el hombro por parte de los convocados), el ánimo poético reivindicativo es más bien escaso.

Una de las peleas que las mujeres han peleado en solitario en casi todo el mundo ha sido la del aborto, del que la derecha decía que era pecado y la izquierda que era una reclamación pequeño-burguesa.

En cambio, las jóvenes feministas parecen menos deudoras de las herencias coreantes, coreadoras o corísticas de sus mayores.

Abortar en Londres, romper placas de mujeres en Madrid

Junto a muestras admirables de capacidad contorsionista a que obligaba, con flexiones extremas de rodilla el lema "el patriarcado se va a caer, se va caer, arriba el feminismo que va a vencer", las manifestantes del 8M identificaban bien sin contorsionismo alguno a sus adversarios, que son, precisamente, los que las tratan a ellas como enemigas.

Una de las peleas que las mujeres han peleado en solitario en casi todo el mundo ha sido la del aborto, del que la derecha decía que era pecado y la izquierda que era una reclamación pequeño-burguesa. Primero Ruíz Gallardón, del PP, y ahora Santiago Abascal, de VOX (que es la fracción que expresa dentro del PP el cruce entre los neandertales y los sapiens) se han significado, en su búsqueda de enemigos que fidelicen a sus huestes, por querer acabar con este derecho. Uno, yerno de fascista, ya está en el basurero de la historia donde puede cantar el Cara al sol entre detritus. El otro tiene aún un recorrido incierto.

No es por lo tanto extraño que las mujeres a las que la vida se les complicaría mucho, al menos en forma de angustia, por culpa de los políticos que pretenden restarles derechos, disparen sus dardos dialécticos contra los reaccionarios con capacidad de hacer daño.

Cuando unas jóvenes lamentan que la madre de Abascal no abortara no están yendo más lejos que cuando Abascal llama "locas" a las ministras que defienden los derechos de las mujeres. Incluso al revés. Porque la locura que pretende Abascal a las ministras Irene Montero y Ione Belarra es una petición directa o indirecta de inhabilitación, y no es descartable que, visto el comportamiento de algunos jueces, en caso de gobernarnos estos belicosos que no han hecho el servicio militar, se pusieran en marcha procedimientos que pudieran terminar, con las mismas pruebas, como terminó la pérdida del acta de Isa Serra o de Alberto Rodríguez.

Fue Ortega Smith, portavoz de VOX, quien  vejó e insultó a todas las mujeres blasfemando contra las 13 Rosas. Y ahora lloriquean por un canto. Tienen que dejar de dormir con el madelman.

En cambio, lamentar que la madre de Abascal no abortara no cambia nada las cosas. Porque "abortar" ahora a Abascal sería un asesinato y nadie pretende esa barbaridad. Esa cancioncilla satírica, de esas que buscan molestar tanto a los poderosos, trata simplemente de vincular la desgracia de la existencia de la extrema derecha y del fascismo con los derechos feministas que quieren anular. Los medios de la derecha lo han presentado como si se hubiera mancillado el Santo Sepulcro. Los mismos que callaron cuando el PP de Madrid destruyó la placa que recordaba a las 13 Rosas, jóvenes republicanas torturadas y asesinadas por el franquismo y vueltas a fusilar por el PP y VOX en el cementerio de la Almudena con su falta de respeto y sus insultos. Fue Ortega Smith, portavoz de VOX, quien  vejó e insultó a todas las mujeres blasfemando contra las 13 Rosas. Y ahora lloriquean por un canto. Tienen que dejar de dormir con el geyperman.

Geyperman Comando Secreto 7002A | Hobbycrash

Si nunca hay violencia en el 8M igual hay que hacer alguna pregunta

Volviendo al día de la mujer trabajadora, hacer escándalo es no entender la juventud irreverente del feminismo. La manifestación del 8M claro que es transgresora. ¿Cómo podría no serlo? Las batucadas son la señal más evidente de que las mujeres jóvenes quieren levantar la voz a ver si se las escucha. Protestan,  pero lo hacen con ritmo, sincrónicamente, con belleza telúrica, jocosidad, absoluta irresponsabilidad, un tono cañí y un punto de desafío . "Ni estoy histérica ni estoy menstruando. Grito porque nos están asesinando". Para que quien quiera oír, oiga, incluidos los duros de oído y de mollera de Hazte oír, un grupúsculo medievalista que ha financiado a VOX y que oír, oír, en realidad no oyen mucho, escuchan menos y razonan a la altura de su ensimismamiento penitente.

El 8M tiene algo del día de los locos pero con efectos mucho más virtuosos. Lejos de generar un desorden que convoca a los poderes asentados, abre grandes alamedas llenas de esperanza: la política puede ayudar a solventar problemas. ¿Por qué en las manifestaciones del 8M no hay violencia, siendo las concentraciones más numerosas que ocurren en nuestras democracias? Pues seguramente porque no hay mujeres policías dispuestas a infiltrarse y liarla parda para que puedan cargar sus compañeros de antidisturbios. En los países en donde hay jaleo, suele coincidir con que hay señoros de azul con casco, porras y gas pimienta calentito. Hacen falta más mujeres policía.

Cuando en Madrid, sorpresivamente, empezaron a cantar "olla, olla, olla, Almeida Cara Polla", en una rima claramente ofensiva,  es evidente que señalaban al Alcalde Almeida como adversario, igual que es evidente que no se les ocurría ninguna rima decente y que les resbalaba absolutamente el "qué dirán".

Cuando entendieron que se habían gastado los "estoy hasta las tetas/ de hacerte las croquetas",  "Manolo, Manolito/ la cena tú solito" y "sola y borracha/ quiero volver a casa" (sin tilde), expresiones todas de un cambio de tendencia social, rimar "polla" con "olla", que no entrará en los anales de la rima, no buscaba sino zaherir de manera directa al Alcalde madrileño, a quien en los mentideros de la Villa se le buscan motes vinculados a su no excesiva altura y al, según criterios, no agraciado rostro. Y es verdad que ese lema, con una expresión fálica, podría ser contradictorio con otros muy coreados como "Con ropa o sin ropa, mi cuerpo no se toca" o el más barrial "me aprieta el chocho la talla treinta y ocho", pero las jóvenes feministas los cantaron con expresión de alegría. ¿Es una contradicción? No lo creo. Hay algo que la derecha ni huele y que al PSOE se le ha pasado: a esas jóvenes hay cosas que ya les resbala absolutamente.

Que te la chupe Siri (el feminismo liberado y la era digital)

Para las nuevas generaciones, los asuntos sexuales están en otra dimensión. Si alguien les dijera que masturbarse les produce acné, que tienen que llegar vírgenes al matrimonio o que acostarse gentes del mismo sexo es pecado llamarían a los servicios sociales para que internen a los Torquemadas en urgencias (bueno, donde las urgencias funcionen). Lo cual es una señal de que la pelea de sus mayores ha tenido su utilidad y que se ha dado un salto dialéctico -una aufhebung diría Hegel- donde se ha ensanchado el espíritu, esto es, donde hay más gente que puede decidir cosas acerca de su propia vida. Las mujeres que siguen gritando "Tranquila hermana, aquí está tu manada" o "hermana, yo sí te creo" son las que exigieron la ley del sólo sí es sí. Mujeres que obligaron a cambiar una ley porque la vieja les parecía eso: anticuada y enmohecida. Están en otra pantalla y hablan de la serie Last of us como sus mayores hablaban de lo transgresora que era Médico de familia, Aquí no hay quien viva o, si me apuran, Curro Jiménez.

La polémica acerca de si las mujeres trans son o no mujeres, como defienden señoras desde posiciones muy ideologizadas y cargadas de argumentos teóricos, a la gente joven les parece una discusión marciana. Con o sin moho.

La polémica acerca de si las mujeres trans son o no mujeres, como defienden señoras desde posiciones muy ideologizadas y cargadas de argumentos teóricos -unos con sus razones y otros recubiertos con filamentos de moho-, a la gente joven les parece una discusión marciana. Con o sin moho. Por eso la llamada manifestación terf fue marginal en comparación con la manifestación donde iba la izquierda y a donde, incluso, fue el PSOE, pese a que Carmen Calvo se está convirtiendo en un icono de ese feminismo tan tan tan veterano que termina votando con el PP la reforma de la ley del sólo sí es sí.

Una pancarta del 8 M decía "Que te la chupe Siri", lo que demuestra una actualización de los mensajes a la era digital, cosa impensable en las luchas tradicionales de la izquierda. Sería como si  Pepe Álvarez, el Secretario General de la UGT con tics patronales, llevara una pancarta diciendo "Parados a currar/las descargas gratis se van a acabar", algo a todas luces excesivo incluso para un sindicato que se atreve a compartir fiesta, lemas y marcos con la derecha periodística y política más retrógrada. "Tu misoginia me da patriarcadas" parece más sincero que aquello de "Obrero despedido, patrón ahorcado".

¿Alguien ha vuelto a engañar al PSOE con las encuestas?

La política es un ejercicio de equilibrios donde puedes tener olfato y, cada vez más, encuestas y focus groups. El olfato del líder suele ser su salvoconducto. (Sánchez es un crack esquivando balas). Eso que a veces se llama baraka  y que en verdad, más que suerte  es una capacidad de tomar decisiones en determinados momentos que no solamente te salvan el cuello sino que te permiten sacarte del pantano tirando de tus propios cabellos hacia afuera.

Sin embargo, otras veces, la sensación es la contraria y gente que parece lista hace el canelo. ¿A quién se le ocurrió aquella famosa moción de censura en Murcia? ¿Con qué análisis contaba el que rompió con Podemos convencido de que le iban a entregar el anillo mágico y la dirección de la izqueirda? ¿Qué análisis había detrás de la nueva convocatoria de elecciones que llevó a que se gobernara con ocho millones de votos cuando la izquierda podía haber gobernado con doce? ¿Qué lectura de las encuestas ha hecho el que decidió entregarle al PP un triunfo la víspera del 8M en vez de dar la batalla contra los reductos de la historia encerrados en el cuarto sin ventilar del poder judicial?

El 8M ha sido un éxito extraordinario, igual que el 7M y su entorno fue un fracaso estrepitoso.  Tarde ha salido la Fiscalía a insistir en que no ha lugar a la rebaja de penas cuando la horquilla de años de cárcel está incorporada en la nueva ley. Tarde recogen las portadas de los medios que hablar de cientos de rebajas de condenas es mentir porque las sentencias no son firmes. Los medios han creado una situación de miedo y el PSOE ha querido escuchar ese miedo (como esas voces tertulianas que se creen personas justas e insisten en frases jesuíticas como "rectificar es de sabios" que buscan más el perdón que el análisis).

El estruendoso silencio con el que se cerró la votación que ganó el PSOE con los votos del PP y el PNV y la abstención de VOX, Compromís y Más País (el tacticismo calculador de Errejón ya no lo levanta ni Ferreras) fue la señal más clara de que esa reforma no iba bien encaminada

Batucadas contra el silencio del Parlamento

El estruendoso silencio con el que se cerró la votación que ganó el PSOE con los votos del PP y el PNV, y la abstención de VOX, Compromís y Más País (el tacticismo calculador de Errejón ya no lo levanta ni Ferreras) fue la señal más clara de que esa reforma no iba bien encaminada. No ganas una votación en el Parlamento y luego no aplaudes a no ser que te dé vergüenza la votación que acabas de ganar. Igual que le hubiera gustado a  mucha gente que vota a la izquierda ver a Yolanda Díaz sentada al lado de Irene Montero y Ione Belarra durante la sesión. Esa comunión hubiera convocado a toda la gente a la que que quiere convocar: "Yo soy quien cuida a la familia de la izquierda, y esté más o menos de acuerdo con lo que se vote, yo no dejo sola a mi gente". Una oportunidad sacrificada de lanzar un mensaje que emocione a la izquierda que está buscando emocionarse. Hay soledades que engrandecen y ausencias que achican. Ojalá todo pronto se recomponga. Y vuelvan las batucadas en la izquierda.

Pasado el 7N y el 8N toca avanzar en todos los N pendientes. Pensiones, alquileres, subida de las hipotecas, topes de la cesta de la compra, la ley mordaza... Porque con estas leyes, es verdad que el PSOE podría volver a recurrir en el Parlamento el voto de la derecha, pero se tiraría por la borda el enorme esfuerzo que ha hecho España para tener un gobierno de coalición y una mayoría de gobierno que destierre los viejos fantasmas. Creo que es evidente que ni el PSOE ni Unidas Podemos van a romper el Gobierno. Quien rompe, paga. Pero tampoco debiera romperse "de facto" no sacándose adelante las leyes que terminen de dar la impresión en la ciudadanía -que todavía no la tiene- de que éste ha sido uno de los gobiernos más fructíferos, estables e innovadores de los que ha disfrutado España desde hace mucho tiempo.

No lloremos por la leche derramada. El PSOE tendrá que explicar lo que ha hecho y Podemos hará otro tanto. Intuyo que el miedo desplegado por el PSOE con la ley del sólo sí es sí -como ha hecho con los perros de caza, como está intentando con la ley mordaza, como hizo con el Sahara como hizo inicialmente con la subida del salario mínimo, el tope a los alquileres o al precio del gas- es no entender que España está cambiando, al tiempo que ensancha las justificaciones de la derecha. La actitud correcta es, como ha hecho Sánchez, recordarle al PP que si habla de las infames fotos del Tito Berni le vas a recordar las de Feijóo con un narco que era su amigo y con el que veraneaba en un yate cuando ya había salido en todos los diarios gallegos que estaba implicado en el tráfico de cocaína.

Conclusión: para cuajar la tortilla habrá antes que romper los huevos

¡Feministas, dejen de romper los huevos!, grita Abascal agitando sus Geyperman en su despacho, como si fueran los muñequitos los que hablaran. Sobre la mesa resalta el mismo bote de pimentón español de hace un par de años, la ausencia de papeles y la desaparición del rastro de cualquier libro cerca. Tienen 52 diputados.

La izquierda no ganará las elecciones si no da la batalla cultural contra la derecha y si no hace políticas que beneficien a las mayorías, aunque enfaden a los millonarios y sus mayordomos. Tiempo, pues, de decir que hace falta justicia fiscal frente a los que sueñan con guaridas fiscales; viviendas dignas contra los fondos buitres y los que sueñan en rentista; precios justos frente a los comisionistas avaros; pensiones dignas contra las patronales que nadan en dividendos; libertad en las calles frente a jusapoles que quieren impunidad; transiciones ecológicas reales frente al capitalismo verde; inspecciones de trabajo frente a empresarios rapaces que contratan falsos autónomos o inmigrantes con condiciones de esclavitud...

Es decir, asumiendo que donde hay una necesidad hay que construir un derecho y que cada vez que construimos un derecho acabamos con un privilegio. Y que por eso los privilegiados lo van a poner difícil. Los que duermen con el Madelman, los  muy espaloles que se llevan las sedes a las guaridas fiscales y los que duermen con la pistola en la mesilla desde la noche en que se puso en marcha el gobierno de coalición.

 

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Poetas, periodistas, mercenarios y bolcheviques https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/03/05/poetas-periodistas-mercenarios-y-bolcheviques/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/03/05/poetas-periodistas-mercenarios-y-bolcheviques/#respond Sun, 05 Mar 2023 07:06:28 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11043 Continuar leyendo "Poetas, periodistas, mercenarios y bolcheviques"]]>
 Federico García Lorca en Uruguay. 1934
Federico García Lorca en Uruguay. 1934.

Escribir salva la vida, la honradez la dignifica

Son muchos los autores que han afirmado que la escritura les ha salvado la vida. No menos quienes han dicho que la lectura es la única forma que han encontrado para que la vida no se les convierta en una cárcel sin barrotes, un campo de concentración donde sean, al tiempo, el comandante del lager, el preso con el triángulo en el pecho y el vecino que decidió mirar para otro lado cuando se los llevaban. Más temprano que tarde, las generaciones que han vivido en el delirio audiovisual van a encontrar en los libros y sus profundidades desafío y sosiego. Vitaminados por esas tardías lecturas, van a salir a colgar de las farolas a los que les dijeron que eran más felices en la inmediatez fugaz y anestesiante de una sacudida de Instagram o tiktok, en las vidas virtuales de las nuevas aristocracias o en una serie estirada y estirada y estirada que te ha robado la vida durante demasiadas temporadas.

Es conocida la afirmación de la actriz francesa Simon Signoret de que "Haría de fascista en una película antifascista, pero jamás interpretaría a una antifascista en una película fascista". Una manera honesta de reconocer que en el cine hay quienes entienden que por encima de una imagen personal superficial -no aceptar nunca, por ejemplo, papeles en donde haya que bucear en las aguas oscuras de la humanidad- está el compromiso con la parte que le corresponde a la cultura en la construcción de sociedades decentes. Es una intuición probada la mayor facilidad de que existan actores y actrices egoístas y desentendidos en series de televisión y en el cine que en el teatro, por lo general un sitio de faranduleros, comediantes, figurantes, de representantes de tablas, gradas y bambalinas dispuestos a señalar al poder de frente, interrogándoles desde la risa o con un guiño de emboscado.

Es evidente que si Signoret hizo esta afirmación es porque existían películas fascistas -pongamos: "amables con la extrema derecha" o complacientes con un mundo perverso- donde, a mayor gloria del héroe viril, violento, autosuficiente, seguro de sí mismo, egoísta, tribal, patriota de opereta o simplemente necio, tenían que sacrificarse izquierdistas previamente ridiculizados. A mediados de los años 70, tras el Watergate y la derrota en la guerra de Vietnam, Samuel Huntington, el gran guionista de la política exterior norteamericana, señaló la necesidad de controlar la industria de la comunicación y el entretenimiento para evitar esos excesos de democracia que tumbaban presidentes y hacían perder guerras.

Los norteamericanos necesitan superhéroes porque fraguaron su nación conquistando territorio, encomendándose a dios y matando indios; también porque nunca han tenido un partido socialista o comunista fuertes.

Los problemas de Rambo no se veían en su probable psicopatía aplicada a matar vietnamitas como si fueran ratas durante la ocupación norteamericana del país, sino que, a la vuelta, la patria no le recompensaba lo suficiente el sacrificio hecho (la película hubiera tenido su gracia si un vietcong hubiera ayudado en la película a Silvester Stallone a disparar al ejército en suelo gringo y reventar la gasolinera brindando a los vecinos un poco del napalm que los de las barras y las estrellas habían vertido en Vietnam). Los norteamericanos necesitan superhéroes porque fraguaron su nación conquistando territorio, encomendándose a dios y matando indios; también porque nunca han tenido un partido socialista o comunista fuertes.  Si Hollywood fuera un entramado que pusiera hoy en peligro el statu quo norteamericano, en los platós estaría patrullando una VIII o IX Flota dedicada en exclusiva a evitar que se infiltraran enemigos bajo los focos y delante y detrás de las cámaras.

Es verdad que hay alguna película donde algún periodista dispara contra el sistema y triunfa (el periodista ya borda el papel cuando, si bien termina expresando deontología, es un borracho  profesional y su vida personal es un desastre). De jueces operando contra el sistema hay alguna obra de teatro, pero nadie ha financiado la película porque Hollywood, pese a la mirada amable de algún periodista con la cresta mohicana de liberal, tiene claro para quién trabaja.

Los medios de comunicación leen El manifiesto comunista

Decían Marx y Engels en El Manifiesto comunista que el Estado es "donde se sienta el consejo de administración que gestiona los intereses conjuntos de la burguesía". Fueron astutos. Decían: los intereses conjuntos, no los de un burgués concreto que puede meter la pata. Porque llegado el caso, le corresponde al Estado capitalista decirle: cuidado, que por ahí no va, que nos jodes el negocio a todos. Pero el Estado vive hoy una suerte de esquizofrenia. Tiene que servir a demasiados señores. Por eso, esa tarea de "canario en la mina" la hacen hoy, como alertadores tempranos de conflictos, los medios de comunicación.

El Estado, lleno de inercias, tiene un alma que quiere seguir en todos lados siendo el mayordomo del poder y guardar la paz social. Pero no puede hacerlo si rescata bancos, perdona deudas a empresas, baja impuestos a los ricos y obliga, al tiempo, a que la gente pague hipotecas de 500 euros al mes.

El Estado, lleno de inercias, tiene dos almas. Una que quiere seguir en todos lados siendo el mayordomo del poder; otra, guardar la paz social. Pero no puede hacerlo si rescata bancos, perdona deudas a empresas, baja impuestos a los ricos, deja que las ganancias se desborden y obliga, al tiempo, a que la gente pague hipotecas de 500 euros al mes. Por eso, en el mundo actual, uno de los principales defensores de los intereses colectivos de la burguesía son las televisiones, los  periódicos, las radios, las redes, los videojuegos y las empresas de entretenimiento.

Hemos visto recientemente en España a los principales periodistas de la derecha -Ana Rosa Quintana, Federico Jiménez Losantos, Carlos Herrera- regañando al partido de extrema derecha VOX porque con su ofensiva contra el aborto debilitaba la posición centrista que quería construir Núñez Feijóo, el sucesor de Pablo Casado -el del máster que engordaba un currículum que los medios se encargaban de restregar a los iletrados-. Ese discurso centrista tiene la intención de robar algún voto por el centro e, incluso, del partido socialista.  Estamos viendo en Andalucía que, con un discurso moderado, el Presidente del PP, Moreno Bonilla, está desmantelando los servicios públicos de salud, educación e igualdad, algo que no podría hacer si fuera la extrema derecha quien lo ejecutara. El discurso moderado es el que le permite a la derecha hacer políticas radicales. Igual que solo el PSOE pudo hacer la reconversión industrial.

Es importante entender que esta conexión entre todos los hilos del entramado comunicacional no necesita de llamadas, amenazas o ultimátum de la dirección o los dueños -que existen, claro, pero solo se activan en casos extremos- sino que está engrasado porque todos los que están dentro saben lo que se espera de ellos y de ellas y obran en consecuencia.

Un sistema cibernético sin capataces ni apenas esclavos huidos

No pensemos, pues, que nadie llama todos los días por teléfono para poner de acuerdo a todo el sistema de medios. Las cosas no funcionan así. Se ponen de acuerdo sin acordar, porque son ellos mismos y sus equipos los que leen cuál es la estrategia que conviene al sistema en su conjunto: principalmente golpear a la izquierda y disipar las alternativas.  Podríamos buscar metáforas pero todas serían malintencionadas. Baste recordar que en la evolución del Estado, lo mismo ocurría con las fuerzas armadas. No necesitaban muchas explicaciones. De hecho, en España el Rey ha tenido desde los tiempos de Cánovas del Castillo el mando sobre las fuerzas armadas. Lo raro ha sido cuando el ejército ha dado un golpe para acabar con una dictadura, tumbar una monarquía, para defender la democracia o para frenar a los poderosos. Y difícilmente podrá mostrar nadie documentos internos de los ejércitos que, salvo ambiguas referencias a los subversivos, justifique su papel histórico en esa defensa del statu quo.

Una de las figuras más importantes en la política hoy en día es el spin doctor, el experto en comunicación que lee la política no en términos de proyecto de país -algo que hacían antaño los ideólogos- sino intuyendo las inclinaciones de la opinión pública. En algún lugar se cruzan los expertos en comunicación de los gobiernos, los de la oposición, los medios de comunicación, los consultores... Todos saben que la verdad coincide con el relato de la verdad. Saben también que son ellos los que tienen la fuerza de, incluso, por ejemplo, cargarse a un Secretario General del Partido Popular, como le pasó al pobre diablo Casado, o cargarse a una promesa de la derecha, como le pasó al pobre diablo de Albert Rivera. No pagan ningún precio porque de esas inmolaciones no hay relato negativo (tampoco cuando cargos del PP han asesinado a otros cargos del PP por rencores políticos o negocios), como sí lo hay, por ejemplo, de los asesinatos de ETA.

Claro que hay excepciones, pero resulta complicado imaginar un aluvión de periodistas que dijeran: "podría hacer una columna fascista en un medio antifascista pero nunca escribiré una columna antifascista en un medio fascista". Permítaseme insistir. El nuevo papel de los periodistas explica por qué han tolerado las élites a algunos comunicadores juntarse con ellos en las urbanizaciones de lujo, con el riesgo de que se empiernen con sus hijos. O da cuenta de por qué han dado licencia de tuteo a algún periodista que fue rojo y al que invitan a las tertulias de televisión porque insulta invariablemente a Podemos, al tiempo que le invitan a jugar al golf con el Emérito y con el jefe de los espías (finalmente contratado por una multinacional de la energía). En el deep State del siglo XXI, podríamos concluir, están también los periodistas.

La política ya no representa clases sociales

La política ya no representa siempre condiciones (clases sociales, estatus ciudadanos, identidades) sino situaciones. Por eso ganó en Madrid Isabel Díaz Ayuso. Momentos efímeros construidos como un estado de ánimo. Vivimos un momento de representación, porque la verdad es demasiado grosera como para contársela al pueblo. Por eso, en Davos puede ir Sánchez a decir que hay que hacer lo que él pone tantas dificultades en España para que se haga, o invitan a algún historiador para que insulte a las élites y así parezca que en lo oscurito de Davos no se sientan los poderosos a ver cómo pueden seguir siendo poderosos.

Hoy la izquierda ya no es directamente anticapitalista porque se hundió la URSS y no sabemos cómo son los contornos de una alternativa total. La izquierda es anti neoliberal. Que no es poco.

Los de Davos fueron los que convirtieron la globalización en una suerte de bálsamo de Fierabrás que todo lo cura. Ahora han dado marcha atrás y saben que a esa mentira de abrir las fronteras a capitales, bienes y mercancías le ha sustituido el regreso de la geopolítica y la crudeza de la defensa de lo propio.

Hoy la izquierda ya no es directamente anticapitalista porque se hundió la URSS y no sabemos cómo son los contornos de una alternativa total. La izquierda es anti neoliberal. Que no es poco. Sin ni siquiera expresarse así, el Papa Francisco parece Lenin. El mundo está tan podrido por la depredación medioambiental, por las migraciones obligadas tras la devastación de los países del tercer mundo, por la codicia miope del capital que necesita hacer beneficios con una voracidad incomprensible de manera creciente y cada vez en menor plazo, por la conversión en mercancías de los principios morales que eran el cemento de nuestras sociedades... Pedir simplemente regular ese capitalismo enloquecido hace parecer un bolchevique hasta al cansado Papa Francisco. En San Manuel Bueno mártir, Unamuno nos cuenta la historia de un cura que ha perdido la fe y por eso mismo es el único que en verdad cree.

Bolcheviques cuando ya no hay Palacios de Invierno, poetas cuando hay serial killers de la poesía

Los liberales hoy parecen bolcheviques, los antineoliberales, bolcheviques, las feministas que piensan en todas las mujeres y no solo en su coño particular, bolcheviques, los cristianos consecuentes, bolcheviques, los periodistas decentes, bolcheviques igual que los jueces que no contestan a las llamadas de los poderosos. Por fortuna nos quedan los poetas, incansables, lúcidos, irreverentes, aunque esos siempre, cuando son verdaderos poetas, han sido desde su libertad un poco bolcheviques.

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Mancharnos las manos: cosas que no se suelen decir sobre la guerra en Ucrania https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/02/26/mancharnos-las-manos-cosas-que-no-se-suelen-decir-sobre-la-guerra-en-ucrania/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/02/26/mancharnos-las-manos-cosas-que-no-se-suelen-decir-sobre-la-guerra-en-ucrania/#respond Sun, 26 Feb 2023 06:30:00 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11019 Continuar leyendo "Mancharnos las manos: cosas que no se suelen decir sobre la guerra en Ucrania"]]> Guerra Rusia-Ucrania, EN VIVO: la foto de un chico muerto vuelve a exponer la brutalidad de los bombardeos rusos

Ganar la guerra, ganar la razón (o sobre quién vuela gaseoductos)

A un año de la guerra de Ucrania es evidente que todos los analistas quieren tener razón, aún más cuando se tienen vinculaciones de partido o se es satélite de alguno de los polos del bipartidismo -prácticamente la totalidad del espectro mediático español-. Es lógico. Dice la psicología evolutiva que uno de nuestros principales objetivos en la vida es mantener la reputación. El que se equivoque será, directa o indirectamente, responsable de haber apoyado con sus argumentos un desarrollo donde habrán muerto decenas de miles de personas, se habrán desplazado millones de seres humanos en condiciones deplorables, se habrá devastado un país, se habrán sentado las bases para futuros bloques y conflictos y se habrá traslado al mundo un problema de distorsión del suministro de energía y de los precios.

Claro que puedes equivocarte. Lo que no puedes hacer es opinar porque te va el sueldo en lo que afirmes. Bueno, poder, puedes, pero te conviertes en un mercenario.

La guerra en Ucrania no va sólo de Ucrania y de Rusia. Es más fácil ponerse las anteojeras y reducirlo a la terrible invasión de Ucrania por Rusia hace un año. Pero es una simpleza. Y hace falta complejidad. Una sentencia propia de tertulianos, expertos cada semana en una cosa, sean volcanes, ayudas europeas, virus, violencia sexual, calentamiento global o accidentes de trenes. Pensar con simpleza tranquiliza pero nos condena a no entender lo que está pasando. Hay mucho interés en que veamos este conflicto como un asunto de derechos humanos -que se están vulnerando por ambos lados, aunque uno lo haga en defensa propia - y no como un aprieto geopolítico. Y un recordatorio: antes de la invasión, Ucrania vulneró los derechos humanos en el Dombás y a nadie le pareció importar.

La noticia publicada por Seymour Hersh señalando a EEUU como responsable de la voladura del Nordstream por parte de los EEUU es un buen ejemplo de esta deriva. Claro que no hay pruebas (¿un vídeo grabado en 4K con los buzos norteamericanos minando el gaseoducto o con el militar noruego que apretó el botón para que volara?) igual que hubo que esperar 50 años a que se desclasificaran documentos del Departamento de Estado para que hubiera pruebas de que la CIA organizó, financió y avaló el golpe de Estado de Pinochet contra Salvador Allende. Se sabía mucho antes de poder leer esos papeles.

Es curioso que los que han negado validez a la información del multipremiado periodista norteamericano -son tantos sus galardones que difícilmente andará a la búsqueda de elogios- no pusieron en duda las afirmaciones repetidas hasta la saciedad en todos los medios de que la voladura era cosa de los rusos. También han defendido otras tantas veces la fiabilidad y el anonimato de sus fuentes, algo que parece que ya no valía cuando se trata de demostrar un acto de guerra de los EEUU contra un socio, Alemania. ¿O ya hemos olvidado que el gobierno de los EEUU espió a todos sus socios europeos?

Europa es la civilización y lo demás jungla (o de los que apoyan el envío de armas hasta "donde haga falta")

Los que apoyaron desde el comienzo el envío de armas a Ucrania insisten en argumentos de la guerra fría, repitiendo que se está ayudando al mundo libre frente a la barbarie rusa o que se está ayudando a Ucrania en defensa de los derechos humanos (argumentos, es cierto, que brillan por su ausencia en otros conflictos, como en Palestina, Siria o Yemen, donde los aliados de "Occidente" están matando impunemente a civiles). En el caso de España, hay sensibilidad en la izquierda al argumento de que las potencias occidentales no suministraron apoyo a la Segunda República. Es verdad que comparar a la Ucrania de Zelenski con la España de Azaña es un abuso historiográfico, pero el sentimiento de ayudar al débil y al que está siendo abusado forma parte del imaginario de la izquierda. Sirve para que no haya una gran oposición al envío de armas por parte del Gobierno de Sánchez pero no tanto como para empujar a una participación directa de España en la guerra.

En la perspectiva llamémosla "proucrania" hay algunos argumentos fuertes en su crítica a los que apuestan por la salida diplomática y el cese del envío de armas. En primero lugar, que los que plantean un alto el fuego y un fin de las hostilidades están defendiendo que Ucrania pierda una parte de su territorio. Segundo, que también prefieren que el conflicto se circunscriba a Ucrania y no se extienda a los países de la OTAN. Y en tercer lugar, que a veces olvidan que la correlación de fuerzas, que tanto nos gusta en los análisis en la izquierda, implica que una mayor capacidad de resistencia ucraniana implica una mayor capacidad de negociación con Rusia cuando se sienten a negociar. Es conveniente dejar claros estos argumentos y la parte de verdad que encierran porque ahí está probablemente el precio que va a pagar Ucrania para que se termine el conflicto. (Daria Saburova, "¿Por qué la izquierda debe apoyar el derecho de Ucrania a defenderse?", en Nueva Sociedad, marzo 2022.

Las posiciones de la extrema derecha son parte de la enorme confusión que hay con la guerra en Ucrania, pues pese a que tienen oído musical para las dictaduras -o por eso mismo-, han terminado posicionándose al lado de la OTAN.

Aunque suene paradójico, en esas posiciones pro ucranianas están también los que después de haber elogiado a Putin e, incluso, de haberse dejado financiar o lucrar por los que ahora llaman oligarcas ruso, se han puesto de lado y apoyan el envío de armas porque sus dispositivos ideológicos -los medios- y los grandes capitales han optado por ponerse del lado de los Estados Unidos. Nos referimos, claro, a las extremas derechas y a los bancos que siempre mimaron a los capitales rusos.

Las posiciones de la extrema derecha son parte de la enorme confusión que hay con la guerra en Ucrania, pues pese a que tienen oído musical para las dictaduras -o por eso mismo-, han terminado posicionándose al lado de la OTAN demostrando, como en otras ocasiones en la historia, que los asuntos económicos les pesan mucho más que cualquier coherencia ideológica. Algo que vale para Abascal, Meloni, Orban o Ana Patricia Botín.

Las contradicciones de la extrema derecha son enormes, pero no les causan problemas pues la extrema derecha es un espacio político donde lo relevante no es la ideología, sino tener fuerza, votos y apoyos, especialmente para adversar a la izquierda. Por eso pueden financiarles grupos terroristas o Putin o grupos afines a la pederastia tolerados por los sectores ultra del Vaticano, mientras hablan todo el día de España, de ETA y en contra del Ministerio de Igualdad; pueden negar el Holocausto y apoyar a Israel en el genocidio palestino; pueden criticar a los homosexuales pero ejercer la homosexualidad; y pueden criticar la guerra de Ucrania y hablar del mundo libre mientras se masturban viendo al batallón Wagner reventar los sesos a un desertor ruso o a mercenarios chechenos violar a mujeres ucranianas. El ruido ensordecedor de la extrema derecha, basado en los bulos y las mentiras, en nada ayuda a clarificar lo que está pasando.

Se equivoca quien busque el argumento definitivo en esta guerra. Las decisiones debemos tomarlas buscando el mal menor, porque cuando estalla una guerra las soluciones siempre van a ser peores que si el conflicto no hubiera tenido lugar.

En el otro extremo están, aunque son residuales, los que, con añoranza de los tiempos soviéticos, se posicionan al lado de Rusia en un ejercicio de contorsionismo difícilmente explicable. Estos grupúsculos confunden dos cosas. Una, a la Rusia actual con la Unión Soviética, ignorando que Putin ha masacrado a la izquierda y que sus vinculaciones ideológicas son con la extrema derecha. El otro error es primar la geopolítica de la guerra fría con la actualidad, de manera que en nombre de una prevención absoluta con la OTAN -lo cual es de sentido común y debiera hacerlo cualquier demócrata-, piensan que darle la razón a Putin es defender el viejo internacionalismo comunista. Algunos, más matizados, entienden que no hay buenos y malos en esta pelea, pero que, puestos a elegir, una victoria de la OTAN es peor porque condenaría al mundo al cataclismo. Cambiar la hegemonía norteamericana por una china o rusa no parece esperanzador. Conviene no olvidar que el hecho de que en algunos lugares del mundo Rusia forme parte del contrapoder de la hegemonía norteamericana no hace de Rusia un paradigma democrático. La geopolítica va de intereses y no hace falta adornarlo con la lógica ideológica porque revientan las costuras y se suicidan los argumentos.

Si quieres la paz, prepárate para la paz (o de la mirada de la nueva izquierda)

Otros sectores, vinculados por lo general a la nueva izquierda, insisten en que la única salida inteligente al disparate sangriento de la invasión es la vía diplomática. Estos sectores -donde Podemos es la fuerza política que ha peleado por esa solución, incluso dentro del gobierno e incluso confrontando con Izquierda Unida y Yolanda Díaz- siempre han reconocido la ilegitimidad de la invasión rusa de Ucrania, al tiempo que recuerdan que el conflicto viene de más lejos, al menos de 2014, cuando Europa apoyó la defenestración de Yanukovitch, el presidente ucraniano pro ruso. Igualmente recuerdan que una guerra en suelo europeo, especialmente nuclear, solo le interesa a los Estados Unidos. Sus cinco principales argumentos para apostar por la vía diplomática son compartidos por sectores de la escuela realista de las relaciones internacionales (como el estadounidense John J. Mearsheimey), de manera creciente, por expertos militares (españoles y europeos), por el Papa Francisco y por presidentes de América Latina como Andrés Manuel López Obrador, Gustavo Petro o Lula Da Silva. Serían los siguientes:

  • Las guerras no son eternas y siempre se termina firmando algún acuerdo de paz, sea porque nadie gana o porque alguna de las partes ha sido derrotada. De manera que adelantarlo evita dolor.
  • La escalada bélica entre potencias nucleares es un juego donde todos pierden y generaría tanta devastación que hay que detenerla de inmediato.
  • Si bien la invasión rusa va contra el derecho internacional, Rusia tiene su parte de razón por la expansión hacia el Este de la OTAN, pese a los promesas -nunca vinculantes- que le hicieran los EEUU a Gorbachov desde el final de la URSS y la guerra de Yugoslavia.
  • La actuación de la OTAN en la guerra de Ucrania no responde a la defensa de los derechos humanos sino a los intentos desesperados de los EEUU de recuperar la hegemonía internacional perdida, donde un horizonte cada vez más cercano, como apuntan los informes militares norteamericanos, es una guerra contra China que va a tener lugar en suelo europeo.
  • Pese a que Putin sea un dirigente autoritario que no respeta los derechos humanos, pese a que su régimen está conformado por oligarcas que no responde a las necesidades del pueblo, ya lo era antes cuando los capitalistas rusos eran recibidos con las cajas de seguridad dispuestas para depositar su dinero de dudosa procedencia, cuando la venta de petróleo y de gas ruso estaba en sintonía con las necesidades de la Reserva Federal norteamericana y cuando la derecha recibía a Putin en todos los países y lo sentían su aliado.

La escalada bélica es real: primero alimentos, luego chalecos antibalas, telecomunicaciones, entonces pistolas y metralletas y fusiles y drones, luego misiles, bombas, tanques Leopard, entonces aviones de combate... Queda mandar tropas  y lanzarnos bombas nucleares.

Es verdad que las intuiciones primeras en contra del envío de armas no siempre han estado siempre bien argumentadas, dejando espacio para que ganaran adeptos los defensores de armar a Ucrania con todo tipo de artilugios. Porque Ucrania tenía y tiene el derecho a defenderse. Igualmente es claro que, en nombre de los derechos humanos hay que ayudar a los débiles. Y claro que Putin es un autócrata sin escrúpulos. Pero no está menos claro que cada victoria de la OTAN (en Afganistán, Irak, Libia, Siria...) han empeorado las cosas, que todos los memorándum militares de los EEUU ya están anticipando la guerra contra China, que los únicos beneficiados por la guerra son los vendedores de armas globales (principalmente el llamado capitalismo del Pentágono) y los vendedores de gas norteamericanos que por fin pueden vender su carísimo gas proveniente del contaminante fracking. Se equivoca quien busque el argumento definitivo en esta guerra. Las decisiones debemos tomarlas buscando el mal menor, porque cuando estalla una guerra las soluciones siempre van a ser peores que si el conflicto no hubiera tenido lugar.

Aclarar posiciones (o de cómo ya no es tiempo de que nadie mire hacia otro lado)

A un año de la guerra conviene aclarar posiciones y empezar a considerar el conflicto con mayor severidad. Porque la escalada bélica es real: primero alimentos, luego chalecos antibalas, telecomunicaciones, entonces pistolas y metralletas y fusiles y drones, luego misiles, bombas, tanques Leopard, entonces aviones de combate... Queda mandar tropas  y lanzarnos bombas nucleares.

Ha acertado Podemos al convocar esta semana pasada una reunión en Madrid de las izquierdas europeas sobre la guerra. Antes de que sea demasiado tarde. La sociedad civil europea no está implicada en esta guerra (no hay manifestaciones considerables ni a favor de Ucrania ni en contra de Rusia), pese a que la inflación, el precio de la energía y en empobrecimiento general son causa del conflicto y del esfuerzo presupuestario europeo para armar a Ucrania. ¿Dónde están los millones de europeos que salieron a las calles a protestar contra la guerra en Irak? Algo hubo en aquel conflicto que está ausente en éste. Y nadie puede afirmar que los manifestantes defendían a Sadam Hussein. Se leyó con claridad que era una guerra por el petróleo y no la aceptamos. En Ucrania, cada bando tiene su parte de razón y los argumentos no son suficientes como para posicionarnos como sociedad, aunque sí lo hagamos como gobiernos. Sin embargo, la escalada es el momento en donde la ciudadanía debe decir: hasta aquí hemos llegado y que es el plazo límite para forzar salidas diplomáticas. Porque de lo contrario, los EEUU van a romper la Unión Europea y el esfuerzo de los últimos setenta años se puede ir por la borda, regresando a la noche oscura de la guerra civil europea.

Para que la ciudadanía decida posicionarse contra la guerra y por una salida diplomática necesitamos aquilatar los argumentos. Igual que es real que la escalada aproxima la catástrofe, también lo es que Rusia no ha ganado la guerra en tres semanas, que Ucrania ha podido mantener, pagando un enorme precio, prácticamente el territorio que controlaba antes de la invasión (cosa que no podría haber hecho si no se hubiera defendido), que Putin no da garantías, en caso de salirse con la suya, de no hacer lo mismo en otros territorios, que si hay fascistas en el gobierno y el ejército ucraniano también los hay en el ruso, y que no hay una mayoría en Naciones Unidas a favor de las posiciones de la OTAN ni de las posiciones rusas.

China acaba de hacer públicos 12 puntos que buscan solventar el conflicto señalando aspectos estructurales. Igual que Jürgen Habermas ha planteado la necesidad de un armisticio porque si hay escalada, Europa, antes de entrar en una conflagración nuclear, abandonaría a su suerte a Ucrania, abandonando así también las bases humanistas y la defensa de los derechos humanos propios de la Unión Europea (aunque es verdad que Habermas sobrevalora la defensa de los derechos humanos por parte de Europa en muchos lugares del mundo).

Algunas conclusiones (o de cómo debemos mancharnos las manos para no arriesgarlo todo)

Zelenski está mejor ante su opinión pública que como estaba antes de la invasión, aunque en la Ucrania postbélica no está claro que sea la opción ganadora (otros actores políticos como Oleksy Arestovych, partidario de la integración de rusos y ucranianos en el país, tienen mucho apoyo y está lejos de las veleidades totalitarias de Zelenski). No olvidemos que el gobierno de Zelenski, al que con tanto ardor defiende la Unión Europea, es un gobierno radicalmente corrupto y no es descartable que Zelenski termine en la cárcel.

En Europa, los que apoyan a Ucrania en la escalada militar están en contra de un alto el fuego porque entienden que daría tiempo a Rusia para rearmarse y sobreponerse al error de cálculo inicial. No es un mal argumento pero implica que se cuenta con una derrota de Rusia en esta guerra, lo que es ingenuo.

Putin no está mejor que cuando comenzó la operación especial sobre Ucrania, y no es descartable que la posguerra, sea cual fuere el resultado, acabe con su vida política (más allá de si sea verdad que está enfermo o está loco). Si la población ya estaba descontenta con la gestión neoliberal  de Putin, el fracaso de la invasión ha aumentado ese descontento. El gasto militar, la pérdida de prestigio internacional, el empeoramiento de la economía, el reclutamiento forzoso, la falta de apoyo a la invasión, la vergüenza ante las brutalidades de la guerra y, ahora, los pasos hacia un enfrentamiento nuclear le han enajenado apoyos. Las protestas contra la guerra han sido reprimidas con dureza, pero el silencio es falso porque una parte importante de la población rusa quiere regresar a una situación de convivencia con Ucrania. Una mayoría del pueblo ruso vería bien un alto el fuego que garantizara los intereses de las zonas tradicionales rusófilas y rusófonas, aunque no así los sectores nacionalistas que se han engorilado con el discurso de Putin. Después de la guerra va a haber problemas en Rusia y la Unión Europea debiera estar trabajando para que un desastre en la Federación de Rusia no se convierta en el factor decisivo de la desestabilización de Europa. A mayor gloria de los EEUU y de los que siguen defendiendo el Brexit en Gran Bretaña y sueñan con las migajas que caigan de la mesa norteamericana.

En Europa, los que apoyan a Ucrania en la escalada militar están en contra de un alto el fuego porque entienden que daría tiempo a Rusia para rearmarse y sobreponerse al error de cálculo inicial. No es un mal argumento pero implica que se cuenta con una derrota de Rusia en esta guerra, lo que es ingenuo.

Los que piden un alto el fuego inmediato plantean, como hemos dicho, que, tarde o temprano algo así habrá que hacer y que cuanto antes mejor. Porque eso serviría para frenar una escalada que podría desembocar en una guerra nuclear en suelo europeo, evitaría más muertes desde el mismo momento de la firma, se frenaría la destrucción de más ciudades e infraestructuras y los habitantes de Ucrania recuperarían algo del sosiego que han perdido. No es un mal argumento pero implica, como planteábamos antes, que Rusia se salga con la suya en términos territoriales (Crimea formaría parte de Rusia y el Donbás tendría un estatuto de autonomía amable con los intereses rusos). ¿Es verdad que eso reforzaría a Putin, dando alas a quienes pensaran que la invasión de un país es un buen método para resolver conflictos (incluidos, no lo olvidemos, a los EEUU)? Putin no saldría ganador con esa solución, porque la población rusa no va a entender este derroche de dinero, misiles y humanidad para lograr algo que parecía evidente con métodos pacíficos. Y sobre todo, en un tablero internacional de diálogo, nadie va a tolerar a ningún matón. Basta recordar lo que duró la invasión de Kuwait por Irak.

En un tablero internacional de diálogo, nadie va a tolerar a ningún matón. Basta recordar lo que duró la invasión de Kuwait por Irak.

La pregunta entonces es ¿podría la comunidad internacional regresar el conflicto a un punto aceptable para todas las partes?

Hay elementos deseables pero poco factibles. Uno, que la OTAN se replegara renunciando a ser una amenaza para Rusia, de la misma manera que dejara de inmiscuirse en la política ucraniana como empezó a hacer en 2014. Otro aspecto sería que la Unión Europea optara por una fuerza militar independiente de la OTAN y que atendiera a los intereses europeos. En el corto plazo, esta opción, ya de por si difícil, no solventaría nada en la crisis ucraniana, pero abriría horizontes virtuosos. Otra solución sería que Putin perdiera el poder en favor de algún dirigente con mayor sensibilidad democrática, declarando de inmediato un alto el fuego y sentándose a negociar la paz. Aunque tampoco hay garantías de que eso fuera así, de manera que podría ser sustituido por algún nacionalista extremo que complicara aún más las cosas. Una solución a futuro es que tanto en Ucrania como en Rusia ganara la izquierda, que tiene posiciones favorables a la paz y al diálogo entre ambos países. Pero no nos engañemos: un giro a la izquierda en Ucrania y Rusia no es algo deseable para la OTAN y va a hacer todo lo posible para impedirlo. Lo que refuerza el argumento de que a Europa no se le ha perdido nada en la OTAN (Hanna Perekhoa, La invasión de Ucrania, Putin y el "mundo ruso": entrevista, NUSO, noviembre 2022).

Estas soluciones no nos llenan de gloria. Son males menores. Porque la alternativa a este mal menor no es la derrota de Rusia y las banderas de la libertad ondeando en Kiev y Moscú. A la OTAN no le importan nada los derechos humanos y lo que nos jugamos es una guerra nuclear en Europa.

El mal menor en este conflicto pasa por un alto el fuego exigido, al menos, por la Unión Europea, China, la CELAC y la mayoría de Naciones Unidas; la exigencia de una salida diplomática que obligue a sentarse, con garantías internacionales, a Ucrania y Rusia para resolver sus conflictos; el apoyo decidido al impulso democrático en Ucrania y Rusia (lo que implicaría que los EEUU dejarían de desestabilizar en el este europeo). En el horizonte, no hay que negarlo, Crimea formaría parte con una gran probabilidad de Rusia, el Dombás tendrá un estatuto de autonomía, la OTAN dejará de ser una amenaza acercándose a Rusia (es decir, Ucrania debiera ser una zona de alguna manera desmilitarizada), Rusia tendrá que ayudar a la reconstrucción de Ucrania y la comunidad internacional estará vigilante, incluida China, para que no se repitan invasiones como la de Ucrania por Rusia, de manera que la sanción internacional de estos comportamientos lo desaliente de manera notoria.

Estas soluciones no nos llenan de gloria. Son males menores. Porque la alternativa a este mal menor no es la derrota de Rusia y las banderas de la libertad ondeando en Kiev y Moscú. A la OTAN no le importan nada los derechos humanos y lo que nos jugamos es una guerra nuclear en Europa. Los EEUU nos están usando para sus necesidades geopolíticas, seguramente, incluso, pactando ya con algunos países del Este para que le apoyen en su guerra contra Rusia y China.

Con la pandemia, como  ha defendido recientemente Alejandra Jacinto, se nos gastaron muchas energías que son esenciales para que la democracia no se vacíe. Va siendo hora de que empecemos a entender que hay que volver a salir a la calle a protestar contra la guerra. Con todos estos matices. Pero parar la guerra.

 

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Una bandera, muchos mástiles: la sucesión de López Obrador https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/02/18/una-bandera-muchos-mastiles-la-sucesion-de-lopez-obrador/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/02/18/una-bandera-muchos-mastiles-la-sucesion-de-lopez-obrador/#respond Sat, 18 Feb 2023 21:02:14 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=11006 alt --> En el ajedrez, la partida se termina cuando, el Rey acorralado y sin apoyos, cae sobre el tablero. La estrategia del adversario siempre pasa por ir debilitando su figura. Hasta hacerle jaque mate. El juego es ir golpeando a su ejército y llevar al líder a un callejón sin salida. Para ello, hacer caer una … Continuar leyendo "Una bandera, muchos mástiles: la sucesión de López Obrador"]]> OPINIÓN: La ingenuidad de AMLO - Los Angeles Times

En el ajedrez, la partida se termina cuando, el Rey acorralado y sin apoyos, cae sobre el tablero. La estrategia del adversario siempre pasa por ir debilitando su figura. Hasta hacerle jaque mate. El juego es ir golpeando a su ejército y llevar al líder a un callejón sin salida. Para ello, hacer caer una torre con estruendo de fin del mundo, atacar al caballo con picas envenenadas, frenar el paso al alfil sacrificando anónimos peones, intentar acabar con la dama con maneras de verdugo. En realidad, siempre están intentando acercarse al objetivo final: matar a la pieza principal, acabar con el Rey

En la actual fase democrática, la presencia de grandes liderazgos es condición indispensable para ganar las elecciones. Los grandes liderazgos generan identidades muy fuertes y por eso son el objetivo del acoso de las oligarquías. Su sustitución también es un desafío enorme.

En el momento actual de crisis del modelo neoliberal, la derecha sigue su tarea de acoso y derribo implacable a los gobiernos de cambio. O a su simple posibilidad. Lo hemos visto en Europa, donde la derecha española sigue insistiendo en la ilegitimidad del Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos. Aún guardamos en la memoria el asalto al Capitolio en EEUU y la aceptación por parte del Partido Republicano de ese acto ajeno a la democracia. La estrategia se repite. En Brasil con Bolsonaro y el asalto en Brasilia, en Bolivia con el golpe de Jeanine Añez auspiciado por la OEA, en Perú con la destitución de Pedro Castillo, en Colombia con el intento de asesinato de la vicepresidenta Francia Márquez...

En México, por su tamaño, su frontera con EEUU y por el gobierno durante setenta años del PRI, el primer gobierno de la izquierda ha generado una reacción de las élites tradicionales. Es ahí donde se entiende el intento de usar el poder electoral para construir una opción política en un momento de decadencia del PRI y del PAN. En México, hay que recordar, el iliberalismo empezó muy pronto, robando las elecciones de 1988 a Cuauhtémoc Cárdenas (en ese movimiento alternativo al PRI ya estaba López Obrador), intentando sacar de la jugada a López Obrador en 2003, robando las elecciones en 2006, haciendo trampas en 2012...

La derecha usa, cuando así le basta, las reglas de juego. Pero cada vez de manera más evidente está pateando el tablero democrático. Con el abuso de la mentira y la presión permanente en los medios de comunicación, anunciando cada mañana el apocalipsis; con la reinvención de las reglas a través de jueces e instituciones venales y corruptas (siempre apoyados por los medios); con el uso de fichas públicas como si fueran propias en una lógica de corrupción permanente; con el hurto de las herramientas nacionales a través del inmoral entramado financiero internacional... Todos estos abusos son palos en las ruedas que ponen en peligro las reglas de la democracia liberal. Curiosamente, pese a que la derecha es la gran beneficiada del modelo, es la izquierda quien está defendiendo la división de poderes, la Constitución, el juego limpio y el respeto a las reglas.

Después del fracaso de los últimos levantamientos armados tras la caída de la URSS, la izquierda aprendió que el único acceso al gobierno es a través de las elecciones. La garantía de alcanzar mayorías pasa por que existan liderazgos capaces de concitar el apoyo de millones de personas. Una tarea sencilla en la derecha, con la propiedad de los medios de comunicación y el acceso casi ilimitado al dinero, y que, sin embargo, se torna muy complicada en la izquierda. Los Bolívar, decía Neruda, nacen cada cien años.

Hay que añadir que cada vez que surge un liderazgo potente en la izquierda, todas las baterías mediáticas, políticas, electorales y judiciales se dirigen contra esa persona para impedir su avance. Recordemos otra vez el desafuero con el que Vicente Fox intentó frenar a Andrés Manuel López Obrador en 2004. Recordemos los fraudes electorales, la utilización cada vez de nuevas estratagemas, el abuso de las instituciones electorales. Las presiones actuales en organismos como el INE son un espejo de ese comportamiento. Una ojeada cualquier día a los mensajes de los medios muestran ese panorama.

Uno de los problemas de la izquierda mal resueltos en casi todos los países es el de la sustitución de los liderazgos que reúnen un gran apoyo popular, de manera que los procesos de cambio no sufran retrocesos. A veces se ha solventado con atajos -como forzar la reelección- que por lo general, y aunque hay excepciones, no han resultado como se esperaba.

Las sustituciones presidenciales o de liderazgos son además momentos que utiliza la derecha para intentar desestabilizar a gobiernos que suelen catalogar de  ilegítimo, de manera que a las dificultades propias de la sucesión se añaden los problemas añadidos de los que quieren aprovechar ese momento de debilidad para lanzar un órdago.

México, a diferencia de prácticamente todos los países donde gobierna la izquierda, se ha adelantado a este desafío. No solamente no hay un vacío respecto de quién será la persona que sustituirá como candidata de Morena a Andrés Manuel López Obrador, sino que ya existen varias personas (en la jerga mexicana se les conoce como corcholatas, la tapa de un refresco destapada frente a los tapados de la sucesión presidencial del PRI), todas con grandes credenciales para desempeñar esa tarea. Credenciales que se multiplican si se comparan con personajes ridículos o corruptos como Vicente Fox, Felipe Calderón o Enrique Peña Nieto.

Mientras que la alianza frankestein de la derecha sigue huérfana acerca de quién podría representar en 2024 a esa alianza espuria del PRI, el PAN y el PRD, Morena ya ha dado a conocer a algunas de las llamadas corcholatas, personas con trayectorias consolidadas que quieren ocupar esa responsabilidad presidencial. En Red Transformación traemos el perfil de cuatro de las personas que las encuestas presentan como más avanzadas. Hay más personas en la carrera de las primarias, pero las encuestas parecen haber zanjado que la elección estará en uno de estos miembros destacados de Morena que han demostrado su compromiso de país y su capacidad de gestión: Marcelo Ebrard, Adán Augusto López, Claudia Sheinbaum y Ricardo Monreal. La lista sigue creciendo (ahí está Fernández Noroña) y, como ha dicho el presidente López Obrador, es bueno que otros hombres y mujeres se decidan a participar en la encuesta.

Una bandera, muchos mástiles: la sucesión de López Obrador

El presidente López Obrador, que puso como horizonte terminar con el conocido dedazo priísta, ha insistido en que en esta carrera de las primarias debe funcionar el piso parejo, esto es, que todos los candidatos deben competir en similares condiciones. Solo así la persona elegida realmente podrá recibir luego el apoyo popular. Y sólo así todos y todas aceptarán el resultado porque sabrán que han competido en buena lid.

Es importante que queden fuera los excesos propagandistas, que ocultan más que enseñan y que no siempre aciertan en señalar a la persona que necesita y quiere el pueblo. Igualmente, es esencial que la persona que gane entienda que necesita, para continuar la tarea de la 4T en el momento de debilidad de la sustitución de Obrador, del apoyo del resto de los contendientes. Una de las ventajas indirectas de la encuesta es construir y reforzar los liderazgos de Morena. Y sería incomprensible que quien ganara lo ganara todo y que quienes perdieran lo perdieran todo. Si no se comete este error, las primarias, que a menudo son un factor de división interna, servirán para todo lo contrario.

La continuidad de la 4T tendrá mucho que ver, en un país con un sistema presidencialista y con un Estado lleno de inercias, con la gestión que desarrolle la persona que sustituya al Presidente López Obrador. Por eso es tan relevante escoger a la persona que mejor pueda encarnar precisamente tanto la continuación como el ensanchamiento de un proceso democrático que lleva esperando desde el siglo pasado.

Y será también esencial el apoyo que brinde Morena a la persona que ejerza la presidencia, no como correa de transmisión del Gobierno, sino como faro ideológico y la conexión con la calle y la ciudadanía. Los partidos son en nuestras democracias un factor de continuidad ideológica y de compromiso programático. Le corresponde a Morena, como partido-movimiento, ser la guía de esa continuidad. No solo México sino toda América Latina, ahora que el país ha regresado al continente e impulsa la CELAC, sigue de cerca esta discusión. No en vano, Morena es ahora mismo el partido político más importante del continente latinoamericano. Y debe tener claro el objetivo: apoyar con total convicción y sin fisuras a la persona que gane la encuesta.

Un sexenio nunca es tiempo suficiente para cambiar un país. Ni siquiera dos. De ahí que la continuidad de la 4T sea un requisito para que no vuelva a naufragar la democracia. La encuesta debe ser una herramienta de unión y fortaleza. Desde las páginas de Red Transformación hemos querido aportar nuestro grano de arena.

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Mis 92 cuentas, el contrato de Garamendi y Villarejo en Génova https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/02/15/mis-92-cuentas-el-contrato-de-garamendi-y-villerejo-en-genova/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/02/15/mis-92-cuentas-el-contrato-de-garamendi-y-villerejo-en-genova/#respond Wed, 15 Feb 2023 13:55:49 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10980
Mis 92 cuentas, el contrato de Garamendi y Villarejo en Génova
El cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero levanta el brazo a su salida de los Juzgados de Plaza de Castilla.- EUROPA PRESS

Nadie en su sano juicio pensaría que algún vecino, por algún tipo de animadversión, buzoneara a todo el edificio diciendo que eres un borracho y un drogadicto, que tu pareja se acuesta con alguien del quinto piso, que afirmara que tiene pruebas de que eres un ladrón y que sabe de buena tinta que te está persiguiendo la Policía para detenerte por un asunto de pederastia. Y que todo eso, siendo patrañas, no tuviera consecuencias. Ninguna consecuencia. Vamos, que te pudieran arrastrar por el barro gratis. Pues eso es lo que viene pasando con Podemos desde hace ocho años. De los nueve de vida. El primer año se lo tomaron para ir viendo.

Mentiría si no dijera que contar la verdad sobre la persecución a Podemos solo sirve para la gente decente. Hay otra gente inasequible al desaliento. Por ejemplo ayer, cuando se ha sabido que la Unidad de Ciberdelincuencia de la Policía ha dicho que otra vez la UDEF ha mentido en un informe diciendo patrañas contra alguien de Podemos, no pocos han recurrido, como hacen los medios de la derecha y la extrema derecha, a buscar otra causa para seguir creyendo que tienen razón. Vale, la factura no era falsa. Pero ¿y las 92 cuentas? ¿Y Venezuela? ¿Y Hacienda? ¿Y lo de Irán? La verdad les da lo mismo: les molesta la existencia de Podemos, quieren creer en su culpabilidad, y en la deriva de nuestra democracia hace tiempo que han asumido que mentir no solo vale, sino que es una de las armas más poderosas.

Hace dos años me imputó el juez Escalonilla sobra la base de un informe de la UDEF, la Unidad de Delitos Económicos y Financieros. Se trata de la unidad de la Policía encargada de tratar, en el mundo de la globalización, con los delitos de dineros sucios, mafiosos, banco tramposos, guaridas fiscales, papeles de Panamá, fondos buitre, narcos, blanqueadores y demás habitantes de las cloacas financieras. Una unidad central y de élite en cualquier Policía en el mundo.

Pudimos escuchar al máximo responsable de la UDEF, José Luis Olivera, decir a sus interlocutores Ferreras y Casals: "tampoco es muy costoso el meterle una cuenta a Pablo Iglesias de hace 5 años y luego que expliquen".

Pero Spain is different. Pudimos escuchar al máximo responsable de la UDEF, José Luis Olivera -en uno de los audios donde se demostraba también que Antonio Ferreras es, como periodista, un mafioso, como Ana Rosa Quintana y tantos periodistas "de raza" de España-, decir a sus interlocutores: "Tampoco es muy costoso el meterle una cuenta a Pablo Iglesias de hace cinco años y luego que expliquen". A lo que apostilló Villarejo con maneras de poeta: "Eso te lo hacemos con el rabo". Ni Mauricio Casals, directivo de Atresmedia, el que paga a Vicente Vallés su telediario, ni Ferreras, el  periodista que sabemos que publica información falsa aunque sea burda, les pareció mal la cosa ni, por supuesto, la denunciaron.

La UDEF dijo que yo había hecho una factura falsa para cobrar una comisión por una supuesta intermediación. Supongo que si intermedias para vender algo al Ayuntamiento de Madrid o a la Comunidad y eres familiar de Almeida o de Ayuso, todo está en orden. Pero en mi caso ni siquiera había una comisión por intermediar en nada. Era diferente. Necesitaban una pieza de caza mayor. Un fundador de Podemos. Hacía falta implicarme. La factura, decía la UDEF provocando risa en el mundillo, era falsa porque la había hecho un domingo, porque había cambiado el orden al uso al poner primero al que la emite y después el pagador (aunque cuentas, cantidades, fechas y demás estuviera todo en orden), porque poner "consultoría" era propio de  blanqueadores y mafiosos, porque escondía un pago por haber contratado Podemos a Neurona para las elecciones convocadas en abril y, la gran conclusión, porque la factura me la había inventado a finales de febrero o marzo cuando me la había pedido el banco.

La cosa, desde mi punto de vista y pasado el pasmo, era sencilla. Por supuesto que, como le dije al juez, bastaba con que me hubiera consultado antes de imputarme y le hubiera demostrado que la UDEF, de nuevo, mentía. Pero entendió que convenía imputarme. Así que tuve que esperarme hasta el día de mi comparecencia.

Cuando declaré le enseñé al señor Juez las fotocopias de los cuatro correos remitidos a finales de diciembre y en enero a Neurona -no en marzo, cuando el banco me pidió justificar el ingreso como es habitual- explicándoles el trabajo realizado, el total que iba a factura y, finalmente, la factura. Si la factura era de enero y las elecciones se convocaron en abril -porque ERC decidió finalmente no aprobar los presupuestos-, difícilmente iba a saber nadie en enero que se iban a convocar elecciones. Por lo tanto, argumentar que la factura era una comisión por contratar a una consultoría por un trabajo que no se sabía siquiera que iba a tener que hacerse, dejaba al argumento de la UDEF por el suelo.

La UDEF decía en el auto sobre el que se basó supuestamente el juez: la factura es falsa, además, porque la ha elaborado cuando le fue reclamada por el banco. Gran afirmación. Pues los correos demuestran que es mentira. Que el banco me la reclamó a finales de febrero y que la factura se hizo meses antes, cuando, al finalizar el año, facturé a mi cliente.

Pero no solo eso. Es que este grupo de élite decía en el auto sobre el que se basó supuestamente el juez: la factura es falsa, además, porque la ha elaborado cuando le fue reclamada por el banco. Gran afirmación. Pues los correos demuestran que es mentira. Que el banco me la reclamó a finales de febrero y que la factura se hizo meses antes, cuando, al finalizar el año, facturé a mi cliente. No cuando me la reclamó el banco. Mal asunto cuando los policías mienten. Y debieran ser los buenos policías los que no consintieran esas manzanas podridas.

A esa gente de la UDEF, seguramente amigos de Villarejo, les da lo mismo. ¿No le dijo su jefe a Ferreras que si hacía falta se inventaban una cuenta de Iglesias en algún sitio y que tuviera que salir a dar explicaciones? Lo importante es que ya tenían apertura de telediarios, tertulias con Ana Rosa Quintana y Susanna Griso, La Sexta Noche con Iñaki López, Inda y Marhuenda, Cuatro con Joaquín Prat, Jiménez Losantos dando voces desde la radio de las mil colinas y Carlos Herrera diciendo a su católica, apostólica y romana audiencia que tenían que cazarnos con lazo porque, la UDEF lo había dicho, los de Podemos son unos ladrones. Y, por supuesto, portadas en todos los periódicos de España.

El juzgado número 42 de Madrid que preside el Juez José Escalonilla ha necesitado dos años para verificar que, efectivamente, los correos que le presenté el día que fui a los juzgados de Plaza Castilla (gran festín de medios) eran correctos y que, por tanto, las acusaciones de la UDEF son falsas y que, por tanto, mi imputación no se sostiene. Dos años.

El juzgado número 42 de Madrid que preside el Juez José Escalonilla ha necesitado dos años para verificar que, efectivamente, los correos que le presenté el día que fui a los juzgados de Plaza Castilla (gran festín de medios) eran correctos y que, por tanto, las acusaciones de la UDEF son falsas y que, por tanto, mi imputación no se sostiene. Dos años. Siempre pensé que si el juez hubiera visto esos cuatro correos antes de imputarme me hubiera ahorrado estos dos años de señalamiento. Pero por razones que se me escapan no fue el caso. ¿Qué hubiera hecho OK Diario todo este tiempo? Que tiene que justificar el dinero de todos los madrileños que le da Díaz Ayuso.

En este proceso, además, la UDEF volvió a mentir una vez más. Como mi defensa pidió al juez que abrieran de una maldita vez los correos, algo que, pensábamos, no era tan complejo, Escalonilla emitió un auto a la UDEF para que obrara. No le correspondía verificar la validez de los correos a la UDEF, sino a la Unidad de Delitos Informáticos y Ciberdelincuencia. Pero el hombre propone y Dios dispone. El día que declaré, hace dos años, ya me ofrecí al juez a ir al juzgado con mi ordenador y que abrieran los correos. Volví a proponerlo más adelante. Pero las cosas de palacio van despacio. Para pasmo mío y de mis abogados, la UDEF contestó, varios meses más adelante, diciendo que no había podido abrir los correos... ¡porque yo me había opuesto! Cuando era un mandato del juez de que los abrieran. Y que, por tanto, sólo habían podido estudiar las fotocopias que adjunté en la comparecencia. Y como en esas fotocopias, dijeron con una caradura inabarcable, había tachones (había tachado solamente la parte final de mi correo electrónico para evitar que me bombardearan el correo) pues insistían -textual: insistían- en que la factura era falsa. No cumplían con el mandato del juez para mentir con toda la tranquilidad.

Uno de los elementos que ha complicado aún más todos estos procesos es que los jueces aceptan como acusación particular a Vox y a asociaciones vinculadas a Vox. De manera que todos los procedimientos los tenían y usaban esos abogados honestos conocidos en la profesión por sus virtudes. Cuentas del banco, informes de la Policía, declaraciones de testigos... Por casualidades de la vida, de todo lo que ha tenido que ver con Neurona, al igual que de todas las demás acusaciones, me he enterado antes por los panfletos de la extrema derecha que por el juzgado. No se sabe cómo, el condenado Inda y su bazofia digital ha estado dos años publicando información judicial proveniente de sumarios secretos filtrada de vaya usted a saber dónde.

En fin, que el juez Juan José Escalonilla abrió hace más de dos años una macrocausa contra Podemos que tenía como base las acusaciones de un gerente que había sido despedido de Podemos por comportamientos que la dirección entendió eran incompatibles con su cargo. El gerente nunca ha aportado una sola prueba de sus acusaciones a Podemos y sus dirigentes. Cuando le preguntó el juez en su comparecencia si tenía pruebas de lo que afirmaba contestó: no. Son rumores, lo escuché por ahí, se comentaba... Pero el juicio continuó.

El juez Escalonilla abrió hasta diez piezas. Todas fueron portadas en los medios de todo el país. Todas abrieron los informativos: sobresueldos, caja B, obras en la sede, caso niñera... Ya ha archivado nueve. Porque no había el mínimo indicio de nada. Salvo para abrir las piezas.

El juez Escalonilla abrió hasta diez piezas. Todas fueron portadas en los medios de todo el país. Todas abrieron los informativos: sobresueldos, caja B, obras en la sede, caso niñera... Ya ha archivado nueve. Porque no había el mínimo indicio de nada. Salvo para abrir las piezas.

Queda el llamado "caso Neurona", abierto en su día porque, supuestamente, la consultora nunca habría realizado el trabajo electoral para el que se le contrató. El juez ya ha reconocido que el trabajo se hizo. Pero en vez optar por cerrarlo, lo mantiene abierto con la nueva acusación de que el precio pagado es muy caro. Una campaña electoral de 300.000 euros. El PP y el PSOE se gastan decenas de millones. Pero 300.000 euros son sospechosos. El Señor escribe recto con renglones torcidos.

La UDEF, la misma que ha mentido en mi caso al menos dos veces demostradas, la que dijo que podía inventarse cuentas para la gente de Podemos, le contó este verano al juez García Castellón, conocido por su animadversión contra Podemos y al que sus superiores le han cerrado instrucciones por "prospectivas" (investigar sin pruebas ni denuncia solo a ver si encuentras algo), que yo era titular de 92 cuentas. Titular. Me asusté, porque podían haberlas inventado. 86 solamente en Triodos. Pero no. Solo tengo dos cuentas. Fui apoderado entre 2014 y 2015 de las cuentas que se abrían en municipios y grupos parlamentarios de Podemos porque soy uno de los fundadores y teníamos que autorizarlas nosotros. Cuando dejé la Ejecutiva en 2015, entregué mi firma. Y ahí se terminó mi vinculación. Tengo dos cuentas. Pero la UDEF escribió en el auto aun sabiendo que era mentira: Juan Carlos Monedero es titular de 92 cuentas. Por lo tanto, ¿cómo no va a estar blanqueado dinero?

Hay gente que nos pregunta que cómo hemos aguantado. Y siempre les decimos: ¿cuándo no han perseguido a la gente de izquierda en la historia de España?

Pues esta es la historia de algunos jueces y algunos policías con Podemos. Uno de estos jueces no vio indicios de delito cuando Villarejo se reunió con Dolores de Cospedal en Génova conspirando para destruir pruebas. No creo que ningún juez, de oficio, acuse al Presidente de la Patronal, Garamendi, de ser un falso autónomo., aunque haya cobrado de un único pagador más de 400.000 euros. ¡Pero ay si alguien de Podemos hubiera hecho algo parecido!

La verdad es que sin hacer nada nos pasan estas cosas. Y no es extraño que en Europa piensen que el Estado de Derecho en España sigue teniendo demasiados residuos del franquismo. Hay gente que nos pregunta que cómo hemos aguantado. Y siempre les decimos: ¿cuándo no han perseguido a la gente de izquierda en la historia de España?

 

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¿Cómo divide la derecha a la izquierda? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/02/12/como-divide-la-derecha-a-la-izquierda/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/02/12/como-divide-la-derecha-a-la-izquierda/#respond Sun, 12 Feb 2023 13:50:14 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10946 ¿Cómo divide la derecha a la izquierda?

De traiciones y abandonos

En Canción de amor para los hombres, alguien que sería comandante de la primera hornada sandinista, Omar Cabezas, narraba el dolor infinito que le produjo la deserción del más cercano de sus compañeros. Un par de días después de un cruce con la guardia somocista, donde estuvieron ambos, espalda con espalda, a punto de perder la vida por centímetros, escondidos entre la maleza en la noche mientras los soldados armados punteaban palmo a palmo el lugar, tras uno de esos momentos donde la vida pasa por delante con la velocidad de un desenlace, el que había contenido la respiración en la noche, el que tenía preparado el fusil para disparar si descubrían a su compañero, el mejor de sus mejores amigos, partió para una misión rutinaria. Abandonó el campamento, se despidió hasta dentro de tres días, Omar le colocó bien la mochila y su camarada abandonó una vez más el campamento recibiendo el más afectuoso de los abrazos porque en cada misión, incluidas las acostumbradas,  la vida peligraba. Pero fue la última: nunca más volvió.

En un primer momento, gobernó el dolor de que lo hubieran detenido. Sabían que eso implicaba torturas, ensañamiento y, con bastante probabilidad, el fusilamiento. Las dictaduras, aunque luego se nos olvide, las gastan así.  Pronto entendieron que no, que no había caído preso, porque esas noticias siempre se sabían mas temprano que tarde. El compañero que, respiración con respiración, se había jugado contigo la vida luchando contra la dictadura de Somoza, había dejado la lucha.

En otras ocasiones las deserciones son aún más duras. El Comandante Cero, Edén Pastora,  terminaría uniéndose a la Contra nicaragüense y a los Estados Unidos de Reagan. En El Salvador, Joaquín Villalobos, el guerrillero que, apuntando maneras, ordenó el asesinato del poeta y también guerrillero Roque Dalton, terminaría trabajando para los servicios de inteligencia norteamericanos. Es sabido que Manuel Machado escribiría sonetos elogiosos a Franco y Primo de Rivera aun sabiendo que su hermano, Antonio, había muerto en el exilio perseguido por los que en verdad odian a España.

El ADN centrífugo de la izquierda

La izquierda, está escrito en su código transformador, anda siempre separándose, pese a que el pueblo al que quieren representar les grita con frecuencia y desesperación "unidad, unidad, unidad". La izquierda en sus objetivos gestiona futuros más luminosos para las mayorías, avenidas amplias que, a diferencia de lo que le ocurre a la derecha, aún no se han concretado. Por eso dejan fácil, por su falta de materialidad, la discusión acerca de cuál es el mejor camino para la emancipación. La izquierda se mata con tanta frecuencia por culpa de la táctica como de la estrategia.

Además, la izquierda siempre ha andado perseguida por las élites, que han puesto a jueces, policías, carceleros, guardias, generales, periodistas y obispos para mandar al infierno, al de aquí y al de después -aunque también esté aquí-, a los que peleaban por convertir los privilegios en derechos para todos. Eso le ha generado con frecuencia cierta sospecha permanente de estar rodeada de enemigos, que si bien le ha ayudado a sobrevivir en una jungla llena de depredadores, también ha derivado en paranoias terribles donde el Gulag es un imaginario grabado a fuego y hielo en la historia. Los campos de concentración, que forman parte del paisaje natural de la derecha en el franquismo, en el nazismo, en el fascismo, son en la izquierda una negación de lo que se quiere construir.

"Dos comunistas hacen una célula, tres una escisión, cuatro una coalición..." "Frente de liberación de Judea, Frente judaico de liberación, Judaicos frentistas libres", "no entiendo por qué en China solo hay un partido comunista chino y en España cuatro partidos prochinos"... las reflexiones sobre las divisiones en la izquierda pueden ser graciosas y también trágicas, como ocurrió durante la guerra de España entre comunistas, socialistas, anarquistas y también algunos necios mejor o peor intencionados. En la memoria oscura de la España progresista están los espectáculos de Casasviejas, de Telefónica en Barcelona, del Frente de Aragón o de la caída de Madrid. Hay más tragedias inaceptables, como el asesinato de Rosa Luxemburgo y Karl Liebnecht bajo mandato socialdemócrata en Weimar, o cuando desde Moscú se le dio alas a Hitler por la decisión de igualar a socialdemócratas y fascistas. Y parece que nos empeñamos en seguir bien entrado el siglo XXI, por ejemplo con el desencuentro en Francia que permitió que volviera a ganar la derecha porque el Partido Socialista se negó a apoyar a Melenchon, o como cuando la creación de un partido nuevo entre Íñigo Errejón y Manuela Carmena solo sirvió, salvo nuevas informaciones sobre la operación inmobiliaria de Chamartín, para que se perdiera el Ayuntamiento de Madrid, no se ganara la Comunidad y se reforzara el monstruo de Díaz Ayuso.

Una metodología para dividir

La derecha, ayudada por la inteligencia militar, aprendió en los años ochenta a crear un mapa de los opositores de izquierda, más en los movimientos sociales que en los partidos pero válido para ambos, que les ayudaba a su principal tarea: fragmentarles. con este objetivo los dividió en Radicales (los que quieren cambiar el sistema); los Oportunistas (que buscan visibilidad y a menudo un empleo): los Idealistas (en la lectura reaccionaria, ingenuos, altruistas, que siguen principios éticos y morales, son sinceros, creíbles y también crédulos); y los Realistas (los que quieren trabajar en el seno del sistema. Gente a la que no le interesa ningún cambio radical y son pragmáticos).

Es evidente que en esta división lo que le corresponde al poder es perseguir, ridiculizar, acosar y aislar a los radicales como tarea principal. Con los idealistas el trabajo consiste en inventar contradicciones para que duden de las posiciones que defienden, bombardeándoles con argumentos y ganando para la causa contraria a personas que sean referentes, por lo general pagándoles del modo que sea (con dinero, apoyos, presencia, estatus). Los oportunistas no son un problema, pues tras un par de reuniones y dinero de por medio, los oportunistas cambian de bando.-a menudo los oportunistas son referentes para mucha gente, religiosos, intelectuales, gurús y gente con algún tipo de influencia-.

El gran objetivo de la derecha son los realistas. Bajo este epígrafe estarían personas que están dentro del bando de la izquierda a los que hay que identificar -no es complicado: los realistas siempre quieren liderar los procesos y no es difícil señalarlos - y a quienes tienen que ganar para que dejen solos a los radicales y a los idealistas. Los realistas son la cuña para que la izquierda consensue sus posiciones con el poder. Cuando los realistas están aliados con los radicales, las fuerzas de izquierda tienen una enorme fuerza. Separados, ambos se convierten o en inútiles o en activos de la derecha.

Es evidente que los realistas son, por esa estrategia de la derecha, los que van a ganar espacios en los medios de comunicación, los que van a recibir un trato de favor judicial y policial, los que van a ser menos acosados por los cancerberos de la derecha, quienes van a gozar de un trato en general más amable -que, por un lado, les ayuda a ganar posiciones electorales y entre los militantes menos radicalizados-, y  por otro, les facilita la lucha política porque confrontan menos, tienen que dar menos explicaciones, son tolerados por el poder recibiendo el "beneficio de la duda" y lanzan el mensaje de que puedes sentirte transformador sin pagar un precio excesivo por estar en la izquierda.

En verdad, es bastante probable que en la izquierda todo el mundo tenga algo de las cuatro posiciones y que, es muy factible, sea al tiempo y dependiendo de los temas radical, oportunista, idealista o realista. Aunque no deja de ser igualmente cierto que esas diferentes actitudes van a generar una relación con el poder diferente que puede terminar determinando una primacía de alguna de las cuatro en el conjunto del comportamiento. Y que el poder va a trabajar con esa división es ingenuo ignorarlo. Vemos que la ley del sólo sí es sí es un ejemplo evidente de esta hipótesis, donde ser mujer u hombre, jueza, reponedora o tertuliana, tener o no tener formación feminista, haber participado o no en las peleas por hacer prevaler el consentimiento y el propio compromiso político condicionará cómo se posiciona cada persona. Pero esa posibilidad de mantener la consistencia ideológica se ve amenazada desde el propio movimiento feminista.

¿Son inevitables las divisiones en la izquierda?

Mentiría si no dijera que una de las cosas que más ira me produce en la política es la pelea interna con oportunistas y realistas. La lucha con los idealistas forma parte del ADN de un campo político donde siempre habrá gente que quiere ir más deprisa, que quiere expresar su rabia, que hace análisis equivocados donde cree que la situación política está más madura para el cambio de lo que está en verdad y que siempre imagina la correlación de fuerzas con un optimismo que no se adecúa con la realidad. De la enfermedad infantil del izquierdismo ya habló Lenin hace cien años. Pero sería injusto no aceptar que, por lo general, se trata de buena gente aunque yerre el análisis. Hay una izquierda que no quiere gobernar y prefiere vivir en el incienso evangelista de sus ideas inmaculadas. Y no siempre es malo que exista ese polo de tensión.

El oportunista y el realista son harina de otro costal. Una de las cosas de las que no siempre se habla es que la izquierda no está formada por superhéroes sino por gente normal de carne y hueso, con necesidades, miedos, angustias, familias, proyectos y esperanzas parecidos a los de los demás. Y que, por tanto, la perspectiva de mejorar su propia vida siempre circunda la lucha. Estar en la izquierda tiene algo de sacerdocio, pero no es lo mismo ser un militante de izquierdas que un misionero, aunque Lorca no se cansaba de decir que para que salgan aventuras hermosas como la II República o La Barraca, necesitamos muchos "misioneros patológicos". Es así  como te conviertes en uno de esos imprescindibles de los que hablaba Bertolt Brecht.

Es difícil mantener la unidad cuando la voluntad del poder es romper la unidad. Cuando los poderosos van a dedicar todos sus recursos, que son muchos, a masacrar a los radicales, desanimar a los idealistas, comprar a los oportunistas y ganar para su bando a los realistas. Porque somo seres humanos y no superhéroes de la Marvel.

Mentiría si no dijera que la mayor tristeza en la política me la han brindado los compañeros y compañeras que convierten la lucha un una cuestión laboral y su esfuerzo principal está marcado por consolidar un puesto de trabajo o un reconocimiento de las élites. El desencuentro con los que terminan en el bando de los realistas (que a los oportunistas siempre se les ve venir de lejos), heridos por la carga de cierta gloria y el buen sueldo que tiene la política institucional. A los que termina pesando más que las convicciones que nos pusieron en marcha algún interés personal, sea de gloria, dinero, trabajo o reconocimiento por parte del poder. Creo que es humano abandonar, cansarnos, enfadarnos. Pero nada justifica que te apoyes en los adversarios políticos para acabar con un compañero con el cual tienes disidencias pero forma parte de tus propias filas. Pero separados, aún más en estos tiempos de crisis neoliberal donde es más fácil que la salida sea por la extrema derecha, ir separados es firmar la sentencia de que nos ahorcarán juntos. Dice Wendy Brown que tener odio de clase sin rencor de clase lleva al fascismo.  Es muy previsible que el penúltimo, enfadado, le eche la culpa al último en vez de señalar a bancos, fondos buitre, empresas despiadadas, vendedores de armas, oligopolios de la energía o medios de comunicación mercenarios. Difícil dilema. ¿Qué haces cuando tus compañeros no vuelven al campamento donde estás peleando por la democracia? ¿Tienen razón ellos apoyando, por ejemplo, operaciones inmobiliarias, guerras, beneficios de las grandes empresas, leyes mordaza, altos precios de los alquileres, señalando a inmigrantes o pactando con la derecha?

En momentos en donde hace falta unidad sabemos que los oportunistas y los realistas van a aprovechar la urgencia para promover sus posiciones. Es un momento en donde los que tienen ira dudan entre echarse a un lado para que las cuentas salgan o seguir porfiando para no dejar que los que tienen menos escrúpulos se salgan con la suya. Es muy importante que los radicales tengan altas dosis de realismo. Por eso la izquierda se la juega en si acierta en el diagnóstico. En las encrucijadas, un paso en la dirección incorrecta te aleja miles de kilómetros de la meta. En estos momentos en donde los radicales dudan pensando en la unidad necesaria, son los momentos en donde los realistas se ven más invitados a abrazar finalmente los presupuestos del poder y cuando los oportunistas ven la ocasión de dar el salto.

Una solución nada sencilla

Quizá hay dos grandes reflexiones que ayuden a pensar este dilema. Una, que el auge de la derecha y de la extrema derecha siempre es la expresión de un fracaso de la izquierda. Porque las élites no perdonan y siempre reaccionan ante la pérdida de poder o ante la expectativa de perder el poder. Lo peor que puede hacer la izquierda es "amagar y no dar". Y no debe olvidar que la derecha siempre va a pensar que van "a dar". Por tanto, haga lo que haga la izquierda, la derecha está ya dispuesta para descargar su hacha. En segundo lugar, que cada vez que la izquierda cede a la derecha en una ley, una crítica o la defensa de las propias posiciones, lejos de ganar alguna ventaja refuerza el frente reaccionario. Solo se avanza cuando las élites, las oligarquías, el poder ve enfrente solidez ideológica y de acción.

El éxito de la izquierda no está en pretender que todos sus militantes y activistas sean radicales, sino que haya una convivencia y diálogo entre radicales, idealistas, realistas e incluso oportunistas (porque siempre van a existir oportunistas también en la izquierda), donde la coherencia de los argumentos y el correcto análisis de la correlación de fuerzas y de la construcción de imaginarios siga permitiendo que la democracia se ensanche y cada vez más gente puede decidir su propio destino en paz y, si puede ser, con alegría.

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La derecha desatada https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/02/05/la-derecha-desatada/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/02/05/la-derecha-desatada/#respond Sun, 05 Feb 2023 07:02:39 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10925
La derecha desatada
Bolsonaro, en Miami el pasado viernes. EFE/EPA/CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH

La derecha está desatada en todo el mundo. Como si se hubieran dado cuenta de que ya no pueden seguir fingiendo y, crecidos, han decidido dar la cara. La "derecha sin complejos" de José María Aznar se ha convertido en la pauta (el que se jacta de no pedir perdón por mentir a los españoles por las inexistentes armas de destrucción masiva y los centenares de miles de asesinados en Irak) . Y ahí están los Bolsonaro, Kast, Trump, Lasso, las derechas bolivianas, italianas o húngaras. Por eso recuerdan cada vez más al fascismo del siglo XX: ¡Sí, somos violentos ¿Y qué? ¿Quieres una paliza?

De vez en cuando quedan residuos de dos últimos fingimientos. Uno, cuando los medios de comunicación son capaces de crear una matriz de opinión que convence incluso al votante de izquierdas. Cuando logran un match point se comportan como fieras que no sueltan la presa. Tampoco es tan difícil cuando tienes a la práctica totalidad de los medios de comunicación en nómina. Su tarea, como el enterrador de El padrino,  es crear portadas, informativos y tertulias subidas de tono con el fin de crear "alarma social". Es tanto su descaro que pueden presentar a uno de los grandes fraudes de la fraudulenta Transición, el  comunista Ramón Tamames, como candidato a una moción de censura de la extrema derecha. Desgraciadamente, con demasiada frecuencia cuentan también con el apoyo directo o indirecto de una parte de la socialdemocracia, más proclive a asustarse y dar credibilidad a lo que no es siempre sino un ataque contra los adversarios. Lo que está pasando ahora con la ley del sólo sí es sí.

El otro último fingimiento al que están dispuestos es a llamar comunistas y terroristas a quienes les cuestionan sus formas y sus objetivos. Saben que no es creíble y seguramente les da la risa, floja, pero perseveran. El comunismo hace mucho que no existe en ningún país y para ellos terrorismo es cualquier comportamiento que tiene que ver con el derecho de huelga, reunión y manifestación que, pese a estar en nuestras constituciones, forma parte de lo que denominan "excesos democráticos".

Y de pronto, en un bucle inesperado, los violadores  liberados por jueces con pocos escrúpulos convierten al gobierno de coalición en terrorista.

La misma derecha que decía ante la ley del sólo sí es sí que no ibas a poder tener sexo sin firmar delante de un notario, se han encontrado con el regalo de unos jueces que han empezado a soltar a violadores, en casi todos los casos sin aplicar ningún agravante y sin aplicar la disposición transitoria del código penal de 1995 que establece el mantenimiento de las penas cuando la nueva ley también las contempla. Pero da lo mismo. Jueces que han dicho: ¿Qué nos estás desafiando? Pues a ver cómo solventas que empecemos a soltar violadores. Algo que se parece demasiado a lo que hace el Rey de Marruecos cuando quiere chantajear al Reino de España. Con la diferencia de que Marruecos es un país autoritario donde no funcionan los derechos humanos.

La derecha sin caretas ya no disimula: mata ancianos en residencias, privatiza la sanidad dejando a la gente humilde abandonada a su suerte, desahucia, al tiempo que regaña a los desahuciados por perdedores, regala contratos públicos a familiares y amigos, baja los impuestos a los ricos, reprime protestas, usa sin pudor a jueces y policías, manipula sin freno los medios de comunicación, sostiene con arrogancia a sus referentes, sean reyes corruptos, aristócratas parásitos, cantantes agresores sexuales o jueces prevaricadores, ahorca perros cuando no los necesita o tortura animales por deporte, depreda el medio ambiente en nombre del beneficio y, llegado el caso, apoya  golpes de Estado o directamente los promueve.

No es extraño que haya jueces que mientras redactan sentencias escuchen a Plácido Domingo. El disco de los tres tenores es excelente, aunque yo siempre he sido más de Alfredo Krauss. Lo que escuchen los jueces en verdad es indiferente.

Pero si alguien pretende convertir a Plácido Domingo en un icono, como han hecho la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, o el alcalde madrileño José Luis Martínez-Almeida, está empezando a golpear a las mujeres.

Y ya no digamos si se junta todo y al final te encuentras con jueces a los que les pesan más sus intuiciones y sus gustos que el Estado de derecho.

¿Es imaginable que haya jueces que ejecuten venganzas contra una fuerza política porque creen que les están desafiando? Si hay un gremio capaz de sacarle punta a una columna es el de los juristas y abogados.

Ganar las elecciones, aprobar leyes y cumplir todos los requisitos que marca el ordenamiento jurídico no es garantía de que lo que ha prometido la izquierda en las elecciones pueda cumplirlo. El riesgo de caerte es muy alto y no te caes por tu torpeza, sino porque te están poniendo una zancadilla unos grandullones que, además, están disfrazados de libélulas resplandecientes en la noche.

No pasa solo en España. Es algo propio de las democracias liberales, que vienen con sus trampas.

La principal trampa es que cuando gana un gobierno de izquierdas, hereda el Estado que había y el Estado está lleno de inercias. Inercias que han construido los que han ganado históricamente las batallas sociales y que son, siempre, los poderosos. Porque por eso son poderosos, porque siempre han ganado.

Esas inercias a veces son evidentes, como las leyes; otras, menos evidentes, como los reglamentos o las costumbres o los protocolos repetidos que hacen que un funcionario en 2023 se parezca mucho en muchas cosas a un funcionario de 1999 o de 1950.

Celebran las mismas fiestas, estudian prácticamente lo mismo, están los mismos jefes durante decenios, sus academias tienen los mismos ejemplos, las mismas fotos, las mismas referencias supuestamente heroicas...

No hace mucho vi en la comisaria de policía de Moratalaz una foto de los grises, que era como vestían antes los  policías nacionales, de gris. Cómo sería su comportamiento que hubo que cambiarles el uniforme para que dejaran de vincularse con la represión y el asesinato durante el franquismo. En esa foto aparecían reprimiendo con mucha dureza una manifestación contra la dictadura Franco (quizá una huelga). Alguien debió pensar que así los jóvenes policías aprenderían viendo esa foto que reprimir a la izquierda es lo normal, cuando la foto que debiera estar ahí es la contraria.  Porque en ese momento, quienes estaban defendiendo la democracia y se adelantaban a defender la Constitución eran los manifestantes. Luego algunos se extrañan que sindicatos de extrema derecha penetren en los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

Los jueces son los funcionarios más poderosos de un país. Más poderosos incluso que los policías y los militares, a los que pueden incluso encarcelar. Yéndonos a un extremo, es verdad que los militares tienen más capacidad de hacer daño físico, pero raramente dan un golpe de Estado si no encuentran apoyo en, al menos, algunos jueces. En las dictaduras, los jueces militares son siempre la imagen misma del horror.

En 2008 Bibiana Aido, la Ministra de Igualdad del Presidente Zapatero, se enfrentó a los jueces. Por supuesto, los medios de comunicación de la derecha la insultaron e incluso los medios de la progresía participaron de la cacería. ¿Qué pedía? Pues exhortaba a los jueces que habían puesto 187 recursos contra la ley Integral contra la violencia de género (una ley que había contado con el apoyo de todos los grupos parlamentarios), que los retiraran, especialmente después de que el Tribunal Constitucional estableciera su legalidad. Esos Jueces dejaron durante años en la indefensión a 187 mujeres víctimas de malos tratos.

Esos jueces pensaron que el hecho de que las penas fueran superiores para los hombres estaba mal. Aunque en el fondo, lo que les parecía mal es que las mujeres ganaran derecho. Principalmente porque todos esos jueces eran hombres.  El Estado está lleno de inercias. El machismo es una de ellas. La cobardía de una parte de la izquierda contra los poderosos es otra. Especialmente en países que vienen o viven en el bipartidismo

España aprobó democráticamente la ley contra la violencia de género más avanzada del mundo, la ley del sólo sí es sí, que aplicaba finalmente el protocolo de Estambul.  Una mujer agredida no tiene que demostrar nada ni rememorar ese día o esa noche o ese atardecer que les acompañará siempre para contarle otra vez a un policía y luego a un juez si se resistió o no lo suficiente. Simplemente tiene que contar si consintió o no consintió. Por eso al Partido Popular no le gusta ni le gusta a VOX ni le gusta a los jueces que además de jueces son machistas.

Las inercias se vencen y se cambian. Pero hace falta un poco de coraje. Aun más en tiempos en los que la derecha ha decidido quitarse la careta. Porque si flojeas, además te van a partir la cara.

La derecha desatada

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El socialismo europeo y la guerra en Ucrania https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/01/29/el-socialismo-europeo-y-la-guerra-en-ucrania/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/01/29/el-socialismo-europeo-y-la-guerra-en-ucrania/#respond Sun, 29 Jan 2023 06:00:12 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10905 Continuar leyendo "El socialismo europeo y la guerra en Ucrania"]]> Oskar Lafontaine – Ami, it's time to go – Ein Buch vom Westend Verlag

Oskar Lafontaine fue un político en el que pensé mucho cuando empezó Podemos. El giro neoliberal del SPD, como en España con el PSOE, generó un enorme enfado social. Aún más cuando el acuerdo entre el SPD y la CDU, esto es, entre el principal partido de la izquierda y el principal partido de la derecha -la tantas veces referida Große Koalition- convertía a las elecciones en una suerte de fraude.

En España, ese enfado terminaría metiendo buena parte de ese vapor social en un nuevo partido que, pensábamos, sorpasaría al PSOE, lo que llevaría a una gran coalición entre el PSOE y el PP. Ante esa unión, bendecida por la derecha y por los Felipe González, Alfonso Guerra, el aragonés Javier Lambán, el castellano-manchego Emiliano García-Page, los extremeños Fernández Vara y Rodríguez Ibarra,  el asturiano Javier Fernández o la andaluza Susana Díaz, el alma de izquierda del PSOE abandonaría ese partido que se había echaba en brazos de la derecha. Y no la derecha democrática alemana, sino un partido fundado por un Ministro de Franco que encarceló, torturó, exilió y fusiló, entre sus cientos de miles de víctimas, a muchos socialistas.

Esos socialistas con corazón socialista no se irían a su casa, sino que se incorporarían a un Frente Amplio donde podrían, otra vez, volver a ser socialistas y dejar de pasar bochorno en el PSOE. Ese escenario no llegó, aunque nunca ha terminado de marcharse. Las circunstancias políticas, especialmente la fallida ejecución de Pedro Sánchez y su consecuente podemización para ganar la dirección del partido -aunque más cosmética que real, como demuestra la pelea hoy con Podemos cuando insiste en que se cumplan los acuerdos de gobierno- han detenido, por ahora, ese recorrido, que es el más lógico atendiendo al desarrollo de nuestras democracias y el papel del bipartidismo. No olvidemos que la socialdemocracia está prácticamente desaparecida en la Unión Europea.

Lafontaine fue Ministro Presidente en el Sarre, el Land más industrializado de Alemania. Perdió contra Helmut Kohl la Cancillería en las elecciones federales de 1990. Acababa de tener lugar la reunificación de la RDA y la RFA y Kohl, un político acorralado por la corrupción, encontró en la caída del Muro de Berlín la oportunidad de su vida. Y la aprovechó. La guerra fría la había ganado Estados Unidos y le venía bien en el gobierno de la nueva Alemania un político de derechas, conservador clásico, sin muchos escrúpulos y con muertos en el armario para representar en el escaparate alemán la derrota de la Unión Soviética.

Lafontaine, ante el giro neoliberal del SPD con Gerhard Schröder -otro amigo de Felipe González-, y el giro belicista que había mostrado Alemania en la guerra de Yugoslavia, abandonaría en 2007 el histórico partido de Willy Brandt, algo nada fácil para un importante dirigente socialista en un partido de tanta tradición. Como él mismo escribiría explicando su salida del partido:

"abandoné el SPD porque se había convertido en un partido que, en contra de la tradición socialdemócrata de Willy Brandt, promovía los salarios bajos, recortaba las pensiones y los servicios sociales y apoyaba la participación de la Bundeswehr [fuerzas armadas] en guerras que violaban el derecho internacional"

Lafontaine, con madera de político, terminaría fundando y dirigiendo Die Linke -la izquierda-, profundamente preocupado por la deriva de la izquierda alemana y europea. Una deriva que terminaría afectando incluso a la izquierda poscomunista que, incapaz de defender una política independiente respecto de la guerra de Ucrania -terminó apoyando el envío de armas, igual que los verdes, un partido nacido del pacifismo y la lucha contra la OTAN y las nucleares-, provocaría en 2022 la salida de Lafontaine de Die Linke. A los perdedores honrados de la guerra fría al menos les queda la dignidad.

Su libro más reciente retomaba el viejo Yankee go home de los 60. Su título es  Ami, it's time to go! Plädoyer für die Selbstbehauptung Europas (Gringos, es tiempo de marcharse. Alegato por la autoafirmación de Europa) (Westend Verlag, Frankfurt, 2022). Lo más destacable del libro, que recupera el pacifismo que ha partido en dos al socialismo desde 1914, es que el que fuera Ministro de Finanzas de Schröder insiste en que el peligro para Europa y el mundo no es directamente Alemania, como lo fue en el primer tercio del siglo XX, sino Alemania como vasallo de los Estados Unidos. La escalada bélica, autorizada por Alemania, nos lleva al desastre, mientras EEUU recupera parte de su condición hegemónica.

Cada vez es más evidente que el único beneficiario de la guerra en Ucrania son los Estados Unidos, que ha logrado, sobre todo, desactivar la relación entre Alemania y Rusia, paso previo a la desconexión de la Unión Europea con China. Como rezan todos los documentos estratégicos militares navales, aéreos y terrestres del ejército norteamericano.

Que la discusión en España sea sobre la maldad de Putín es una conversación para idiotas. ¿O es que acaso la extrema derecha, con la aquiescencia de la derecha, no ha cultivado la amistad con el valeroso, viril y enérgico Presidente? En España, Santiago Abascal, de VOX, se jactaba de la amistad con el autócrata ruso. Los mismos que hoy braman sobre el autoritarismo del Presidente ruso -muchos de ellos amigos personales del viejo oficial soviético- fueron los que dejaron enriquecerse a sus empresarios -a los que la prensa occidental llama oligarcas, cosa que no hace con los empresarios saudíes, cataríes, dubaitíes, emiratíes o de los vendedores de armas norteamericanos o suizos-, los que callan antes las barbaridades de Israel en Palestina o que, incluso, votan a favor del régimen de Marruecos cuando compra y corrompe funcionarios en el Parlamento Europeo.

Toda la retórica sobre el dolor de la invasión rusa de Ucrania -dolor auténtico y dolorosísimo-, es falsa, porque si fuera sincera se defendería con la misma vehemencia en todos los lugares donde un poderoso pisotea un derecho. Algunos dirán que la diferencia es que nos pilla más cerca. ¿Más cerca que Marruecos? No. Mienten. España apoya a Ucrania en esta guerra inútil igual que apoyó el Maidán, igual que obró diplomáticamente para tumbar a los gobernantes ucranianos prorrusos, igual que ha apoyado cada una de las expansiones de la OTAN hacia el este: por obediencia a los Estados Unidos.

Claro que Ucrania tiene derecho a defenderse. Defenderse aunque se haya comportado frívolamente en el pasado pensando que porque tenía el apoyo occidental podía intentar humillar a Rusia, defenderse aunque tenga a fascistas en su gobierno, defenderse aunque estén cometiendo crímenes de guerra y aunque Zelenski sea un dirigente que en una democracia plena quizá estuviera en la cárcel. Rusia ha invadido Ucrania y eso le da todo el derecho a defenderse.

Pero cuando empieza la guerra, por lo general se destierra la inteligencia. ¿Alguien cree que va a haber una solución mejor que si la invasión no hubiera tenido lugar? ¿Alguien cree que el acuerdo final, que llegará, será mejor que si la guerra no hubiera tenido lugar? No. Lo mejor que le puede pasar a una guerra es que no ocurra, y cuando ocurre, conviene que todas las partes tengan bien claros los argumentos, porque si no es así, deben olvidarse de que los apoyos lleguen con rapidez.

A Ucrania le llegan armas no porque tenga razón, sino porque la guerra en Ucrania es parte de la guerra contra Rusia que es parte de la guerra contra China. Por eso no llegan armas a los palestinos ni a los yemeníes ni a los kurdos.

Y si llegamos a la conclusión de que la escalada bélica es una locura que solo puede crecer y crecer ¿qué se la ha perdido a Europa en esta contienda? ¿La defensa de los derechos humanos? ¡Dejen de mentir!

Lafontaine deja muy claro en el libro -publicado por la revista Der Spiegel- que a los Estados Unidos les interesa que la guerra geopolítica contra China tenga lugar en Europa. Como dice, crecen los políticos norteamericanos que incluso contemplan el uso de armas nucleares en suelo europeo, porque eso liberaría al suelo de los Estados Unidos de sufrir un ataque nuclear ruso.

En una entrevista reciente con la periodista Carmela Negrete, Lafontaine resume su preocupación:

"En este momento Estados Unidos es el gran ganador de la guerra de Ucrania. Es el proveedor de armas en grandes cantidades a sus socios, como los alemanes y los polacos; han desplazado de Europa el gas barato ruso y ahora pueden cumplir por fin lo que deseaban desde hace años: vender su gas de fracking en Europa, obtenido a través de técnicas muy perjudiciales para el medio ambiente. Y han conseguido lo que Kissinger propuso hace muchos años: confrontar a Europa con Rusia bajo el principio de "divide et impera" (divide y vencerás) para asegurar su poder".

La virales declaraciones de Laura Richardson, Jefa del Comando Sur de los Estados Unidos son claramente extrapolables a la posición de EEUU en Ucrania. Estamos ante una guerra por los recursos y por el control geopolítico frente a China:

"¿Por qué es importante esta región? (...)  "Con todos sus ricos recursos y elementos de tierras raras, tienes el triángulo de litio, que hoy en día es necesario para la tecnología. El 60% del litio del mundo está en el triángulo de litio: Argentina, Bolivia, Chile (...) las reservas de petróleo más grandes, incluidas las de crudo ligero y dulce descubierto frente a Guyana hace más de un año (...)  los recursos de Venezuela también, con petróleo, cobre, oro (...) "los pulmones del mundo (...) tenemos el 31% del agua dulce del mundo -para concluir que a EEUU-  le queda mucho por hacer (...) esta región importa".

Mandar tanques Leopard a Ucrania está en la misma lógica que mandar aviones y después mandar ya directamente tropas. Es decir, entrar en una guerra declarada con Rusia. Lo que implicaría el riesgo – como decíamos, ya sopesado en la política norteamericana- de que por vez primera se usen bombas nucleares en suelo europeo. Los que argumentan que estas medidas se hacen para defender la libertad y la democracia tendrían que explicar por qué no se hacen en otras partes del mundo. Repito: ojalá no hubiera existido la expansión hacia el este de la OTAN, ojalá no hubiera existido el Maidán, ojalá no hubiera existido la maldita invasión de Ucrania por parte de Rusia. Una vez que el mal está hecho, la única manera de limitarlo es con diplomacia. Y claro que van a existir perdedores. Entre ellos, todos los muertos y heridos. Pero cuanto antes acabe la violencia, antes empezará la reconstrucción (donde las grandes empresas están esperando para hacer otra vez grandes negocios). Porque en el fondo, la guerra de Ucrania tiene que ver con los beneficios en la crisis del modelo neoliberal y en la nueva reconfiguración geopolítica. Si EEUU estuviera tan preocupado por los derechos humanos y por la democracia, empezaría por evitar que cada día -cada día- sean asesinados por la policía en suelo norteamericano tres personas. ¿Qué dirían los Estados Unidos si en algún país del mundo todos los días tres ciudadanos norteamericanos fueran muertos en la forma en que fuera?

La última razón creíble sería: mandamos armas a Ucrania porque no somos un país soberano y nos lo ha mandado los EEUU, igual que nos mandó que reconociéramos a Juan Guaidó como Presidente de Venezuela. La verdad es que nos daría bochorno, pero por lo menos sabríamos que no nos engañan. Y quizá, por esa sinceridad, el pueblo español podría decidir si quiere mandar armas a Ucrania o no quiere hacerlo.

Porque si el miedo ante las represalias de los Estados Unidos es de los políticos, que lo paguen los políticos, no la ciudadanía.

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La Marcha sobre Madrid de la derecha insurrecta https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/01/22/la-marcha-sobre-madrid-de-la-derecha-insurrecta/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/01/22/la-marcha-sobre-madrid-de-la-derecha-insurrecta/#respond Sun, 22 Jan 2023 06:05:16 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10883 Continuar leyendo "La Marcha sobre Madrid de la derecha insurrecta"]]> La marcha sobre Roma. Mussolini toma el poder

A vueltas con los mismos lemas

Por "España, la democracia y la Constitución". Así rezaba el lema de las derechas españolas en su protesta el sábado contra el gobierno, convocada por el Foro Libertad y Alternativa,  asociación fundada por Alejo Vidal-Quadras, ex del PP, ex de VOX y quien llevara al partido de ultraderecha fondos del terrorismo iraní.

Faltaba en la pancarta, para completar el clásico encabezado de estos actos, "por la paz", pero ETA hace una década que ya no existe y apostar por la paz podría haberse entendido como una petición de salidas diplomáticas en la guerra de Ucrania, algo desaconsejable vistas las amistades históricas de la extrema derecha europea con Putin. Lo relevante es constatar de nuevo que las derechas han aprendido a bajar a la calle. Aunque no es nuevo: ya lo hicieron en los años treinta del año pasado y lo reaprenden cada vez que gobierna la izquierda.

La inclinación insurreccional de la derechas

Sorprende ver que en los orígenes del fascismo, en Italia en 1920,  apenas estaban los escuadristas, unos centenares de personas que se sentían maltratada por haber participado en una guerra, haberse jugado la vida y sentir que su país no les estaba devolviendo todo lo que habían hecho. Pronto se les juntaron todo tipo de arribistas, vividores, soberbios, impulsivos y humillados vocacionales.  Liderados por un personaje eficaz fueron capaces de construir un relato, acompañado del uso continuo de la violencia, que fue sumando a sus huestes a gente dispuesta a alinearse. Unos por miedo, otros, especialmente entre las clases medias, por un difuso interés egoísta basado en el nacionalismo, y también sectores populares movidos por no quedarse en los márgenes, por no sufrir las represalias y por un malestar de clase sin rencor de clase que les llevaba a echarles la culpa de sus problemas a otros trabajadores como ellos.

¿Tienen algo que ver estos primeros fascistas con los que se han manifestado en Madrid contra el gobierno de coalición? ¿Acaso han empeorado en los últimos tres años sus condiciones de vida los manifestantes de la Plaza de Cibeles? ¿Qué dolor tienen personas como Santiago Abascal, Núñez Feijóo, Inés Arrimadas, Begoña Villacís o Isabel Díaz Ayuso? ¿La evolución de Rosa Díez se entiende desde la política, la economía o la psicología? ¿A qué España quieren regresar los voceros de esas asociaciones españolas y mucho españolas que expresan una ira de brazos en alto, correajes y cunetas?

En M. El hijo del siglo, la monumental biografía de Antonio Scuratti sobre Benito Mussolini, se narra la marcha sobre Roma, un intento insurreccional de los fascistas italianos en octubre de 1922. La marcha, pese a las conocidas fotos de los camisas negras desfilando por la capital imperial, fracasó. Fue solo por la negativa del Rey Victor Manuel a aprobar el decreto de estado de sitio de la ciudad, presentado por el Primer Ministro Luigi Facta, que no fue totalmente sofocada. Si así hubiera sido, es muy probable que nunca hubiera existido el fascismo en Italia. La marcha sobre Roma ya había sido detenida por la policía y el ejército sin mayores problemas. Fue la doble traición del rey -que le costaría el trono cuando cayó el fascismo al finalizar la guerra mundial-, al encargar el día 29 de octubre formar gobierno a los fascistas, que la manifestación se recuperó. Dos días después de detenida la marcha fascista sobre Roma, Mussolini, ya encargado de formar Gobierno, ejecutó sus planes, dejándonos ese desfile que forma parte de las aberraciones legadas por el siglo XX.

M. El hijo del siglo, de Antonio Scurati - Estandarte

Hay una enseñanza de plena actualidad. No debe volverse a cometer el error de invalidar a los líderes de la extrema derecha despreciándolos por  ridículos. Antes de que los camisas negras empezaran su régimen de terror, Mussolini era visto como un bufón histriónico y era despreciado por una parte de la prensa, la intelectualidad y los políticos veteranos. Pero los grandes capitales ya habían tomado su decisión, y el Rey también. A Churchil le pareció magnífico el nombramiento del nuevo Primer Ministro italiano.

Denle las gracias al Rey...

Cuenta Scuratti la intervención del líder del fascismo en la Piazza San Ferdinando de Nápoles cuatro días antes de que se convocara la fallida marcha sobre la capital italiana, en una arenga que quería preparar el asalto a Roma, sede de los poderes del Estado:

"En ese momento Mussolini habla:

-Camisas negras de Nápoles y de toda Italia, hoy, sin lanzar un solo disparo, hemos conquistado el alma vibrante de Nápoles, el alma ardiente de todo el Sur de Italia. Esta manifestación no tiene más objetivo que ella misma y no puede convertirse en una batalla, pero yo os digo, con toda la solemidad que el momento nos impone: ¡o nos ceden el gobierno o lo obtendremos cayendo sobre Roma! Ahora ya es cuestión de días y tal vez de horas.

Mussolini termina su breve alocución pidiendo a la multitud que aclame al ejército bajo las ventanas de la delegación militar. De la plaza se elevan los gritos de " ¡Viva el fascismo! ¡Viva el ejército!¡Viva Italia!¡Viva el Rey!"

Acaban de perder el Tribunal Constitucional, sobre el que operaban como aún hacen con el Consejo General del Poder Judicial, y el acuerdo para que el nacionalismo catalán empiece una nueva etapa les quita su último argumento de guerra.

El insurreccionismo fascista forma parte del imaginario de las derechas europeas, del que no son ajenas las derechas ibéricas. Este sábado, las derechas españolas han querido marchar sobre Madrid acompañados de los tambores de sus medios de comunicación. El objetivo no andaba muy lejos del que convocó Mussolini hace un siglo: el gobierno es ilegítimo y, por tanto, hay que sacarlo como sea. Acaban de perder el Tribunal Constitucional, sobre el que operaban -como aún hacen con el Consejo General del Poder Judicial-, y el acuerdo para que el nacionalismo catalán empiece una nueva etapa les quita su último argumento de guerra.

Igual que la Asociación Nacional del Rifle convoca reuniones justo al día siguiente de que algún descerebrado de la Asociación-Nacional-del-Rifle o allegados haya disparado contra alguna multitud en un colegio o en un supermercado, VOX, el PP, Ciudadanos y una multitud de grupúsculos salidos de la noche de la historia, y a los que les huelen los pies y el sobaco a franquismo -incluida Rosa Díez- convocan una marcha en Madrid donde es imposible no escuchar aún el eco del asalto en Brasilia de los tres poderes del Estado por la turba bolsonarista.

Bolsonaro es amigo de Santiago Abascal. El PP, en boca de su portavoz Cuca Gamarra, no condenó de inmediato el asalto al congreso y al ejecutivo brasileños. Begoña Villacís, del extinto partido naranja camino de regresar a la casa originaria posfranquista, quitó hierro al asunto diciendo que en España estábamos peor. No les preocupa la democracia: les preocupa que la economía va bien, que están perdiendo el control autoritario del poder judicial, que Europa apoya al gobierno de coalición y que, igual que se terminó el conflicto con ETA, el procés va camino de convertirse en una reclamación democrática.

No les preocupa la democracia: les preocupa que la economía va bien, que están perdiendo el control autoritario del poder judicial, que Europa apoya al gobierno de coalición y que, igual que se terminó el conflicto con ETA, el procés va camino de convertirse en una reclamación democrática.

Dejar atrás los complejos

Por supuesto que en democracia el derecho de reunión es un derecho fundamental -aunque fue el PP el que lo limitó enormemente con la Ley Mordaza-, pero seríamos ingenuos si pensáramos que la manifestación en la capital madrileña, epicentro del giro ultraderechista del Partido Popular, no tiene intenciones de pulso al gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos. Como bien ha recordado Pablo Iglesias, los golpes se dan con la ayuda de los aparatos del Estado, y las derechas están perdiendo a los jueces golpistas, que eran sus principales valedores.

Podríamos pensar que las derechas se han debilitado por el ataque al derecho al aborto de las mujeres en Castilla y León, pero VOX y el PP -con el añadido ridículo de Ciudadanos- hace tiempo que decidieron pasar el Rubicón. Pierde batallas, pero aún no ha perdido la guerra. El PP se ha dado cuenta de que puede echar pulsos aunque pongan en peligro las instituciones -como tener secuestrado el poder judicial durante cuatro años- sin que sus votantes le pasen factura. El control férreo de los medios de comunicación españoles, la práctica mayoría radicados en Madrid -donde les llueven ayudas, subvenciones, publicidad, palmadas en el hombro, favores y, llegado el caso, amenazas- son los principales culpables de que a la derecha española le resulte tan sencillo alejarse paulatinamente de la democracia.

Fotografiarse otra vez en Madrid juntos los tres partidos de la derecha -por mucho que los principales líderes del PP hayan decidido no personarse, al tiempo que invitan a sus militantes y seguidores a secundar la manifestación- es una clara señal de que el Partido Popular ha apostado con claridad por la alianza con la ultraderecha de VOX, algo que conviene a la madrileña Díaz Ayuso pero que vuelve a zarandear al Secretario General Núñez Feijóo que parece, sin rumbo, querer seguir los pasos del remasterizado Pablo Casado.

La reunión tenía que ser en la Plaza de Colón porque reunirse allí es casi como reunirse en la Plaza de Oriente, donde el Caudillo alertaba al pueblo sobre los peligros de las conspiraciones internacionales. Pero Fuerza Nueva se les adelantó. Los medios de comunicación, que cada vez actúan más como el consejo donde se sientan los que representan los intereses globales de la burguesía, ya se encargarán de unir a la Cibeles con Colón.  O de separarla, según convenga. Y como el relato es condición necesaria -insistimos: la marcha sobre Roma fracasó pero quedó en la memoria de Hitler e incluso llega al siglo XXI- los spin doctor anclados en los medios dictarán lo que convenga y lo que no (por eso los regaños públicos de conocidos presentadores como Ana Rosa Quintana y Federico Jiménez Losantos a VOX, que se ha revuelto recordándoles que no les ponían mala cara cuando al parecer les pagaban).

Volver a la Transición, al Rey, al centralismo y a la televisión en blanco y negro

Las derechas han aprovechado los acuerdos para poner fin al conflicto creado en Cataluña por el Partido Popular para armarse de razones. La cantinela "España se rompe" es un clásico desde la II República, y la verdad es que España solo se rompe cuando las derechas quieren imponer su visión estrecha de lo que es España.  No olvidemos que fue durante el gobierno del PP que se llegó al callejón sin salida del procés y que fue Mariano Rajoy quien protagonizó la recogida de firmas contra el Estatut.

Cuando el PP y VOX dicen "volvamos al consenso de la Transición" están diciendo "queremos que los jueces sean nuestros, queremos que el Rey defienda nuestros intereses, queremos el gobierno, queremos todos los medios de comunicación, queremos a los sindicatos obedientes y queremos una izquierda como la de toda la vida, que no moleste y que no toque el Boletín Oficial del Estado perjudicando nuestros intereses"

En ese discurso de las derechas en Colón o en Cibeles se quiere recuperar, dicen, el pacto de la Transición, ese espacio mágico donde ellos mandaban y encima parecían demócratas. Agitar el fantasma de la Transición ayuda a que recordemos que el proceso que puso fin al franquismo y recuperó la democracia fue un trágala donde las élites franquistas, incluido el Rey Juan Carlos -elegido por Franco-, Adolfo Suárez - Ministro Secretario General del Movimiento y Director de RTVE durante la dictadura- o un tipo que firmó sentencias de muerte como Manuel Fraga, garantizaron su futuro político y económico y de los suyos concediendo a los españoles los rudimentos básicos de democracia que exigía Europa.

Cuando el PP y VOX dicen "volvamos al consenso de la Transición" están diciendo "queremos que los jueces sean nuestros, queremos que la policía sea nuestra, queremos que el Rey defienda nuestros intereses, queremos todos los contratos públicos, queremos todos los medios de comunicación, queremos el gobierno de España, queremos a los sindicatos obedientes y queremos una izquierda como la de toda la vida, que no moleste y que no toque el Boletín Oficial del Estado perjudicando nuestros intereses".

Un globo que se desinfla, una calle que se habita

Porque eso es la manifestación de Cibeles. Una pataleta de las derechas que no toleran haber perdido el Gobierno, que se la jugaron al deterioro económico y no les ha salido, que querían contar con Europa y Europa les regaña a ellos, y que notan que se les escapa el gobierno con el pacto parlamentario entre el PSOE, Unidas Podemos, ERC, Bildu y el resto de partidos que apoyan la nueva mayoría de gobierno, cada día de manera más evidente cuando se hace cada día más evidente la relación del PP con VOX.

Por eso el PP se está escorando a la extrema derecha. Por eso VOX acelera. Cayetana Álvarez de Toledo, presente también en la manifestación, que tiene el terrorismo en la sinapsis neuronal que articula su lenguaje, afirmó en su día que la judicatura era el último muro frente a Podemos. Y ya no lo es en el Tribunal Constitucional. Y no lo puede ser en la Audiencia Nacional ni en el Tribunal Supremo bajo riesgo de que toda la judicatura se ponga en entredicho -como está pasando, por ejemplo, en Argentina y es probable que pase pronto en Perú-. La derecha, que no tiene un proyecto de país, activa, por tanto, el viejo proyecto de acoso y derribo.

Vienen unos meses de vía insurreccional en las calles y en los medios de comunicación. Seguirán diciendo ¡Viva el Rey! y el Rey no hará ningún gesto que demuestre incomodidad con la alianza entre el PP y VOX. Amor con amor se paga. La lectura histórica que debe hacer la democracia de las marchas sobre Roma o sobre Madrid es clara: al fascismo se le combate cuando aún hay tiempo.

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Shakira, Piqué, Lula y Bolsonaro https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/01/15/shakira-pique-lula-y-bolsonaro/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2023/01/15/shakira-pique-lula-y-bolsonaro/#respond Sun, 15 Jan 2023 06:05:59 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10857 alt -->   ¿Cuáles son los conflictos en los que nos jugamos la vida? ¿Es posible empoderarnos sin repetir los errores de los que queremos combatir?¿Cuánta frivolidad necesitamos para no ahogarnos y cuanta densidad para no abandonarnos?¿Podemos identificarnos con lo que les pasa a otras personas y en otros lugares o debemos pensar nuestros propios desafíos? En … Continuar leyendo "Shakira, Piqué, Lula y Bolsonaro"]]>  

La Fiscalía brasileña pide al Supremo que investigue a Bolsonaro por posibles actos antidemocráticos tras el asalto en Brasilia | Actualidad | Cadena SER

Shakira, Piqué, Lula y Bolsonaro

¿Cuáles son los conflictos en los que nos jugamos la vida? ¿Es posible empoderarnos sin repetir los errores de los que queremos combatir?¿Cuánta frivolidad necesitamos para no ahogarnos y cuanta densidad para no abandonarnos?¿Podemos identificarnos con lo que les pasa a otras personas y en otros lugares o debemos pensar nuestros propios desafíos?

En estas mismas páginas, el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos resumía con brillantez los fundamentos de la ideología de extrema derecha que comparten Jair Bolsonaro en Brasil, José Antonio Kast en Chile, Vox e Isabel Díaz Ayuso en España, Viktor Orban en Hungría o Donald Trump en Estados Unidos. Una mezcla de viejo fascismo, de cacofonía y mentiras en las redes sociales y de crisis del modelo neoliberal que deja legiones de desencantados. Empiezas despreciando la construcción de lo público y terminas en un campo de concentración.

Esa ideología -"ideología" entendida como una manera de entender el mundo sostenida por falsas percepciones que ocultan la verdad escondida tras los argumentos- ha terminado articulando un corpus bien trabado que, en tiempos de agotamiento de tantas cosas, ofrece refugio a quienes estén dispuestos a no romperse demasiado la cabeza.

Esta ideología, en primer lugar, resucita la trinidad fascista de "Dios, patria y familia". Pese a la "muerte de Dios" nietzscheana, la fuerza de este argumento es enorme. Dios, porque no puedes demostrar que nada de lo que digan en su nombre sea falso. Dios como necesidad ante la incertidumbre y como guía para suspender el miedo caminando por los raíles que autoritariamente señalan.  De nada vale que les digas a ellos que no compartes su mirada porque no tienes pruebas de la existencia de dios alguno, porque, como decía Tertuliano, responderán: "Creo porque es absurdo". Einstein perdería un debate en Twiter con un terraplanista. Cuando las cosas van de emocionalidad, los buenos arguementos son irrelevantes.

Dios otorga el sustento al "orden natural de las cosas" (en el que se cree y es "revelado" no argumentado ni sostenido por leyes ni consensos racionales) que trae de la mano la "familia natural", esto es, la familia patriarcal donde ni la mujer ni los hijos tienen derechos, donde no se permite otra unión que la de un hombre y una mujer (si hay sexo separado de la reproducción desaparece el control del hombre sobre la mujer) y donde los hijos y su cuidado en soledad y exclusividad son la razón de ser y el lugar en el mundo de las mujeres. Una mujer empoderada lo es porque entiende su condición individual derivada de un patrón colectivo y rompe de adentro afuera con ese orden de cosas. Y de ese dolor compartido surge una empatía que no busca soluciones individuales (algo propio de un feminismo liberal que busca una solución particular y no colectiva), sino que construye una categoría compartida. En España, el gobierno en Castilla y León del PP y Vox quiere que las mujeres que deciden abortar escuchen el latido del feto. La familia "natural" es de nuevo una cárcel para las mujeres.

En la misma línea, la patria es la que han construido los hombres con la sangre derramada y las mujeres pariendo hijos para la guerra. En ese discurso patriotero, desaparecen los que defendieron una patria diferente -en España siguen 114.000 buenos ciudadanos que creyeron en una España republicana enterrados en fosas, zanjas y cunetas-. Igualmente se miente sobre el heroísmo de los propios -casi siempre son las derechas las que traicionan a la patria y llaman a fuerzas extranjeras para solventar los problemas domésticos- y se reclama el monopolio de los mitos y los símbolos de la nación para que parezca que solo hay una. Es evidente que en esa construcción ideológica hacen falta enemigos exteriores, pero, sobre todo, enemigos interiores.

En España, las derechas se han apropiado mutilándolos de la bandera, del himno, de la Constitución, bastardeando todos los símbolos compartidos, igual que los golpistas bolsonaristas iban envueltos en la bandera de Brasil y vestidos como jugadores de la selección brasileña (no se trata de una decisión personal, sino un mandato táctico de Steve Bannon, el estratega de Trump y de Bolsonaro, que es quien enseña esa apropiación de la idea de nación a todos los miembros de esa "internacional reaccionaria" en marcha).

Señala también Santos que el otro gran elemento añadido a esa triada propia de los regímenes fascistas es la idea de "libertad". Una idea absoluta que tiene detrás la defensa absoluta de la propiedad privada y la mutación del Estado social en un Estado que abandona las tareas de redistribución y regulación económica y se torna en un Estado "vigilante" y autoritario al servicio del orden propietario. Por eso las leyes mordaza son leyes esenciales en el modelo autoritario de la extrema derecha y por eso la defensa de la libertad individual frente a las regulaciones y de la propiedad privada contra la suficiencia fiscal del Estado son una expresión de los ricos y "sobrados" contra las necesidades colectivas.

Que puede tener aspectos chuscos como aquel "a mí nadie me dice cuántas copas de vino puedo beberme" de José María Aznar para oponerse a la prohibición de conducir borrachos -algo en lo que le siguieron no pocos de sus fieles, entre ellos el magistrado del Constitucional, Enrique López-, pero que va también al asesinato de líderes medioambientales o indígenas que se oponen a empresas depredadoras del medio ambiente. Que llega igualmente a la defensa arrogante del incumplimiento de las obligaciones fiscales por parte de ricos y famosos (las televisiones se encargan de demonizar o exonerar a amigos o enemigos), expresada en deudas millonarias a Hacienda, ingenierías contables y tolerancia hacia los paraísos/guaridas fiscales,  y que dificultan la existencia de sanidad, educación, vivienda, energía o transporte públicos. Y también hay que leer en esta lectura ideológica de la "libertad" el armamiento de los propietarios para defender con fusiles de asalto y pistolas automáticas "sus derechos" -por ejemplo, el derecho a que los negros o los pobres o los trabajadores o las mujeres no tengan derechos-, y que se zanja con asesinatos donde, por lo general, mueren siempre miembros de los mismos colectivos.

Reza la ley de Greshan que cuando circulan dos monedas legales, la que la gente tiene por "mala" termina por expulsar a la que se tiene por "buena". La explicación es lógica, porque el público tiende a ahorrar la buena y hace sus intercambios con la que le importa menos desprenderse. Lo importante de esta "ley", enunciada por el comerciante inglés del siglo XVI Thomas Gresham, es que lo que marca la que vaya a ser la moneda con la que se ahorra o con la que se intercambia depende de la percepción de la gente, que termina por convertir las profecías en realidades (ocurre en muchos países donde el dólar sustituye a las monedas oficiales).

En términos ideológicos, podríamos afirmar que aplicando la ley de Gresham al ámbito conservador, la ideología "mala" (la extrema derecha, cuya "maldad", en términos sociales, está ligada a su arbitrariedad y tendencia a la violencia) está expulsando a la "ideología" buena (una derecha democrática que defiende el ordeny el statu quo  pero respeta el contrato social y la pluralidad social). Esta expulsión de la derecha moderada por la extrema derecha (fijémonos que han desaparecido en muchos países la democracia cristiana, los liberales y los conservadores, reuniéndose el voto en torno a personas con tintes autoritarios que refuerzan el mito del enemigo interior) se explica porque en tiempos de incertidumbre, la violencia actúa como una suerte de ingeniería social que traza el camino y, por tanto, reduce la vacilación. Al ser contundente en señalar al "enemigo", militariza el pensamiento y traza una trinchera donde en un lado están los traidores y en el otro los patriotas. Además de que el engorilamiento que construye el discurso de la extrema derecha termina por señalar también como "traidor" el discurso moderado.

Una de las ideas centrales que apunta Santos es que en Brasil no hay un 49% de fascistas, igual que en la Alemania de 1932 no había 13,7 millones de alemanes que estuvieran votando por los campos de exterminio cuando votaron al partido nazi. Lo que no quita que igual que votar a Hitler en 1932 llevó al desastre, votar a Bolsonaro por segunda vez hubiera llevado a la democracia brasileña a la catástrofe. Lo relevante es entender que si una proporción alta de la ciudadanía no ve futuro en los partidos democráticos, termina votando a los que desprecian a la democracia.

En España, votar a Vox, además de un voto inducido por los medios de comunicación y por una racionalidad que invita a pensar en el "sálvese quien pueda" (racionalidad escondida en la sociedad consumista, mercantilizada y donde lo público ha sido duramente golpeado) es un voto que dice simplemente: "Si los demás no me solventan los problemas, quedan estos". Por eso una medida reformista como una renta básica universal como la que ha planteado Podemos -entre 700 y 1.400 euros en virtud de los individuos y el número de personas por hogar- se convierte en revolucionaria en la medida en que es el principal freno al auge de la extrema derecha.

En mitad de la guerra de Ucrania, del intento de golpe en Brasil o del deterioro de la convivencia en tantos sitios, anda el mundo  -en especial España- enredado  con una canción que Shakira ha dedicado a su ex, Gerard Piqué, con una base musical de Bizarrap. En esa canción -que para hacer todo más candente ya tiene incluso acusaciones de plagio- la cantante colombiana se queda a gusto repasando su relación con el futbolista catalán y consiguió decenas de millones de reproducciones en apenas unas horas. El debate es interesante en un mundo donde la multiplicación de la información impide la vivencia de sucesos colectivos compartidos. Ya no son los medios de comunicación los que convocan a un acontecimiento que comparte una generación (quizá los últimos son los que tienen que ver con la muerte y coronación de reyes y sus entornos), tarea de la que se encargan las redes sociales.

La canción tiene detractores y fans. Los que señalan que Shakira tiene derecho a triturar a su ex y a su actual novia invirtiendo el papel que tradicionalmente han tenido los hombres, y quienes dicen que le falta sororidad al hacer trizas a su sustituta, que no deja de ser también una mujer; quienes defienden su condición de "loba" que no llora por las esquinas haber sido abandonada por una joven con la mitad de años y quienes dicen que no hay que confundir el dolor con los negocios; quienes dicen que los trapos sucios se lavan en casa y los que defienden que ya está bien de lamentarse en los bares y en el comedor y no poder gritar a los cuatro vientos que tu ex te parece un gilipollas; quienes dicen que Piqué ya era un cretino antes cuando estaba con la cantante, y que Shakira ha sido una pija todo el rato a la que no le molestaba estar con un probado cretino, y quienes aúllan celebrando el repaso al modelo patriarcal y sienten que esta venganza empodera a todas las mujeres. Qué bueno que haya debate sobre estos asuntos, aunque se cuelen los descerebrados que tienen mucho músculo y poco cerebro, los que en vez de cabeza tienen una pelota de futbol y esa legión de gente resentida que, en verdad, da igual lo que diga.

La verdad es que Shakira ha usado contra Piqué recursos que tradicionalmente usan los hombres para humillar a las mujeres. ¿Ah, que eres tú el que factura? Pues ahora la que factura soy yo. ¿Qué eres rico? Pues yo más. ¿Que necesitas excusas para sentirte más hombre? Pues yo soy una mujer entera. Pero no es menos cierto que hay muchas mujeres en la misma situación que no van a poder quitarse la pena ni la humillación facturando ni haciendo caja. Al tiempo que el uso de comparaciones con elementos propios de la propiedad masculina -relojes, coches- no deja de generar desigualdades más allá de que una mujer rica pueda tener Rolex y Ferraris. Shakira puede haber hecho un "himno" que satisfaga en un subidón la autoestima de tantas mujeres maltratadas, pero es un himno en un mundo donde los contornos los han dibujado los que han privatizado lo público.

Dejemos que cada cual saque las más virtuosas lecciones del acontecimiento Shakira-Piqué, pero no olvidemos que casi todo lo que acompaña a la publicidad -por lo general obscena- de las parejas famosas está más cerca de la sociedad que construyen los Bolsonaro que la que quieren inventar los Lula. La canción de Shakira se pinchará en muchos sitios al lado de algún tema de Paquita la del Barrio y después de alguna canción pegadiza de los Hombres G, y eso en sí ya equilibra.  Pero hagamos una reflexión conjunta de que nos queda un mundo por construir donde si quien lo sigue dibujando es la extrema derecha, las canciones las vamos a cantar en las cárceles.

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Imagen de archivo de un gorila. Steeve JORDAN / AFP
magen de archivo de un gorila. Steeve JORDAN / AFP

La reciprocidad, esa garantía biológica de supervivencia

El ser humano no tiene dientes, garras, astas, no vuela ni puede huir corriendo de depredores más rápidos. Ha sobrevivido cooperando, compartiendo información, organizándose. Por eso el lenguaje, una herramienta colectiva, durante mucho tiempo se ha considerado la cualidad humana por excelencia -hoy sabemos que muchos animales se comunican, aunque no con el grado de abstracción de los humanos-. Tan desvalidos como estamos, nos necesitamos unos a otros. Por eso los mentirosos, los abusadores, los que rehuyen sus obligaciones, los aprovechados y los caraduras siempre han sido mal vistos en las sociedades humanas, que los han expulsados cuando no directamente ejecutado (lo que pasaba en sociedades nómadas). Entre los primates, la reciprocidad es garantía de supervivencia del grupo. Cuando se debilita la reciprocidad, la sociedad está haciendo aguas.

Uno de los dilemas de la economía siempre ha sido qué hacer con los gorrones. Un hecho paradójico en nuestras economía está en que los empresarios apoyan que los otros empresarios -nunca ellos mismos- suban los salarios a sus trabajadores. Esto tiene el evidente objetivo de que así aumentará la capacidad de consumo, ellos venderán más y crecerán sus beneficios, incrementados porque el empresario gorrón seguirá quedándose -ahí al igual que todos los demás-, con una parte del trabajo de sus asalariados.

Esto, dicen los tertulioeconomistas, lo solventaría un mercado perfecto (del que los teóricos hablan y nunca aparece) después de un tiempo de ensayo y error donde la oferta y la demanda se equilibrarían. Para mitigar los dolores de la economía, desde la defensa del Estado social se sostiene que valdría alguna forma de inteligencia pública que tome decisiones políticas que sirvan para activar la economía e impedir que los empresarios con mayor propensión a ser caraduras les salga gratis hacer trampas. Por ejemplo, subiendo el salario mínimo (que en el caso de España ha dejado a los tertulioeconomistas a la altura del betún). Algo que saben las ciencias sociales y que suele olvidar la economía es que la sociedad solo se sostiene sobre la base de la reciprocidad. El contrato social es eso: un acuerdo en donde todos asumen las mismas reglas y se comprometen a un mismo comportamiento. Por eso, los que opinan sobre economía y cobran del mundo empresarial, al tiempo que niegan esta evidencia, quedan malparados.

La conciencia, ese remedio que no florece en un periodo electoral

Buena parte de los problemas sociales se solventan con una mayor conciencia. El desarrollo de esa conciencia necesita que haya gente dispuesta a comportarse por vez primera de una manera decente, aunque eso le devuelva un empeoramiento de sus condiciones de vida. Esto va desde el que decide no colarse  aunque vea como los gorrones se saltan la fila, los que pagan impuestos aun sabiendo que hay paraísos fiscales y vecinos o colegas caraduras que no lo hacen o los que cumplen las reglas sin recurrir a primos, hermanos o redes clientelares que les quitan a los demás oportunidades, recursos o contratos con malas artes. En este caso, aunque los valores operan contra los intereses, logran en el medio y largo plazo que esa generosidad vaya generando un sentido común donde a los canallas les resulte más complicado ejercer su encanallamiento.

Decía el general Perón que el ser humano es bueno, pero si lo vigilas es mejor. Unos padres que no confían en sus hijos terminan por hacer de sus vástagos personas con enormes taras. De la misma manera que una sociedad que no confía en su ciudadanía termina militarizando el comportamiento y entregando al miedo la solución de dilemas que debieran solventarse con criterios de buena vecindad. Llamar a la Policía cuando hay una discusión o un conflicto entre dos vecinos, cuando un joven hace una barrabasada o cuando alguien cruza alguna barrera no especialmente grave es trasladar al ámbito judicial, con su rueda implacable, asuntos que tienen una mejor solución con diálogo e intermediación. Pero para eso tiene que funcionar el contrato social y una virtuosa mezcla de leyes y costumbres, basada en una inteligente comprensión de los seres humanos y del mundo que haga fluida la vida social.

En cualquier caso, esto no es tan sencillo. Es cierto que las sociedades de clases medias son sociedades más pacíficas, porque la angustia vital y la incertidumbre son menores (y ahí es importante el lugar que ocupas en la economía globalizada y lo que te beneficias del lugar que tenga tu país en esa economía global. A menudo, tu certidumbre te la financian los pobres de otros países y, durante siglos, las mujeres). Esas sociedades de clases medias tienen fórmulas más civilizadas de solventar los conflictos internos (aunque no tengan empacho como países en hacer guerras en otros sitios o en rapiñar sus recursos). Siempre me ha sorprendido las diferencias entre países a la hora de solventar las riñas de tráfico. En Madrid se suelen solventar con una mentada de madre y algunos gritos. Es posible también, sobre todo si alguno es especialmente intenso, que se enzarcen los conductores, se empujen e, incluso, se rife un guantazo. Y también pasa con los peatones que no toleran que un conductor jeta se salte un paso de cebra o un semáforo en rojo. Sin embargo, en algunas capitales americanas y latinoamericanas no respondes a una barrabasada que te ha hecho un conductor agresivo y egoísta porque la posibilidad de que el infractor vaya armado es alta.

Es importante, en cualquier caso, no confundir los argumentos. Hacen falta sumar muchas riñas de tráfico para alcanzar las cifras de muertos de la OTAN o de los ejércitos civilizadores occidentales en Irak, Afganistán, Libia,Siria, Yemen, Palestina... o las víctimas de los golpes y represiones durante toda la segunda mitad del siglo XX. Pero no debemos perder de vista que problemas como el narcotráfico (y la "lucha contra el narcotráfico") de Fernando Calderón en México o de Álvaro Uribe en Colombia -derivadas de sociedades profundamente desiguales- ha costado cientos de miles de víctimas en cifras que son igualmente de guerra.

En las sociedades muy desiguales, los que viven bien lo hacen de manera relativa, principalmente viajando a países con mayor redistribución de la renta donde pueden hacer vida social sin la violencia de sus propias sociedades. Es conocida la lógica de "castillos medievales" en la que viven los ricos de América Latina, rodeados de cercas, vigilantes, guardaespaldas, coches blindados y zonas exclusivas donde terminan confundiendo su país con los reducidos espacios en donde desarrollan su vida.

¿Puede hacerse que crezca la conciencia social?

En Berlín los usuarios del metro se sacan su propio billete. No necesitan tornos ni cajeron ni policías para hacer lo correcto. Esa libertad es usada por gente de fuera para colarse -cuando estudiaba allí no eran pocos los españoles que se jactaban de su "viveza" para aprovecharse de esa supuesta falta de normas-. La reflexión correcta sin embargo sería: ¿qué sociedad me ha hecho tan desgraciado que para comportarme de manera cívica necesito un policía?

La sociedad tiene que sentar las bases para que el cumplimiento de las normas no sea mucho más oneroso para unos que para otros. Claro que es mucho más complicado reciclar cuando tienes una cocina de ocho metros cuadrado. Sin embargo y curiosamente, los pobres cumplen el contrato social más que los ricos. Los bancos saben que la gente humilde paga los créditos con más rigurosidad que los pudientes. Que le pregunten a Espinosa de los Monteros.

En ese marco complejo es donde cobra sentido el juego entre la existencia de leyes virtuosas que lancen de manera clara el mensaje de que la justicia es igual para todos -ricos o pobres, reyes o mendigos, hombres o mujeres, jueces o presos, gente con contactos o ciudadanos de a pie-, y el lento incremento de la conciencia cívica en una sociedad. Ese incremento de la conciencia es lento -por eso a menudo se necesitan varios ciclos electorales para que un país cambie- y tiene complejos recorridos a través de explosiones sociales, contiendas electorales polarizadas, reformas educativas, evolución de las iglesias, crecimiento del laicismo, pluralismo informativo, libertad de expresión, creación artística,  literaria y audiovisual, capacidad de pensar opciones alternativas, comparaciones con otros países, proliferación de movimientos sociales, surgimientos de nuevos partidos, existencia de una red intelectual con capacidad de poner voz en momentos de decepción social, comunidad científica respetada...

En democracia, las leyes, como toda institución, suelen ser mejores que los ciudadanos individuales. Esta paradoja -los productos humanos debieran ser iguales que los seres humanos que los crean- tiene que ver con dos características que están en las instituciones y en los individuos pero es más fácil que emerjan cuando existe algún tipo de compulsión material y simbólica (en otras palabras, cuando funciona el contrato social). De manera más sencilla: las leyes y las instituciones tienen ventaja social porque son dialogadas -por tanto, incorporan diferentes intereses hasta que se crea algo parecido a un interés general- y porque están pensadas para tener validez en el tiempo. Por eso, todo el mundo con dos dedos de frente está a favor de que existan leyes de tráfico pero son multitud los que en algún momento las quiebran (como demostraba un estudio de la Universidad de Elche, especialmente en "el uso del cinturón de seguridad, el uso de teléfonos móviles mientras se conduce, no respetar los límites de velocidad y el límite de alcohol al volante").

Decía Rousseau que en una sociedad de ángeles no haría falta la política porque nadie haría daño a nadie voluntariamente (no nos contó qué hacer con los ángeles distraídos, los que tuvieran ideas diferentes de lo que era el bien común o los que creyeran eso de que quien bien te quiere te hará llorar). Pero, concluía, no somos ángeles.

En España está entrando el desierto africano por el Sur, afectando al agua, cosechas, corrientes, fauna, biodiversidad... y, como en una metáfora estremecedora, coincide con la entrada en España también del auge de la extrema derecha.

¿Conciencia o leyes contra los grandes problemas del siglo XXI?

Con el calentamiento global vamos a enfrentar uno de esos dilemas quizá de manera determinante para la sobrevivencia de la especie humana. Como le ocurría al empresario gorrón, todo el mundo está de acuerdo en que los demás tienen que hacer algo para que en el planeta no siga subiendo la temperatura. Pero no estamos tan dispuestos a hacer la parte que nos corresponde. Esto vale dentro de nuestros países y aún más entre países: que usen menos el coche, bajen la calefacción o apaguen la luz los otros. Esto es así, entre otras cosas porque las enormes desigualdades y los estímulos de la sociedad de consumo invitan a un "sálvese quien pueda" que es suicida pero no termina de vislumbrarse hasta que nos caiga encima. E incluso cayéndonos encima, no podemos descartar que después del desastre quisiéramos seguir llevando el mismo tren de vida. La película No mires arriba tuvo éxito porque era un reflejo sorprendente de la estupidez en la que andamos.

¿Es posible pensar en un momento en donde se encarcele a los científicos que alerten de los peligros en marcha? Las dictaduras lo han hecho en otras ocasiones y estamos viendo cómo crece el número de detenciones de científicos que ejercen la desobediencia civil como forma de alertar de los riesgos en marcha.

Conforme la ciencia deja más claro que la temperatura ha cambiado, los miopes que no tienen el más mínimo interés en cambiar van a insistir más y más en el negacionismo. En España está entrando el desierto africano por el Sur, afectando al agua, cosechas, corrientes, fauna, biodiversidad... y, como en una metáfora estremecedora, coincide con la entrada en España también del auge de la extrema derecha (que llega con fuerza a zonas amenazadas por la desertización, como Andalucía o las Castillas o a las plazas fuertes donde se refugian los privilegiados, como Madrid). La metáfora de El cuento de la criada, donde veíamos a las mujeres fértiles esclavizadas como paridoras, se ha ido haciendo realidad con los vientres de alquiler o el papel reservado a las mujeres en países como Hungría o Polonia.  ¿Es posible pensar en un momento en donde se encarcele a los científicos que alerten de los peligros en marcha? Las dictaduras lo han hecho en otras ocasiones y estamos viendo cómo crece el número de detenciones de científicos que ejercen la desobediencia civil como forma de alertar de los riesgos en marcha.

El motor de deseo de nuestras sociedades es el consumismo (que no el consumo). En términos generales, trabajar es la garantía de que se puedan consumir los bienes que permitan a uno vivir o sobrevivir. Fuera de la familia, si no trabajas no consumes. El consumo y el consumismo están a su vez impulsados por la obtención empresarial del beneficio realizados en el mercado (las empresas buscan maximizar el beneficio y reducir los costes. Por eso no les gustan los sindicatos). La maquinaria de consumir está íntimamente ligada al mundo de la publicidad y a la generación de patrones de vida vinculados al consumo (todo en sociedades saturadas audiovisualmente). A lo que habría que añadir los empresarios, con enormes conexiones políticas, que obtienen el grueso de sus beneficios gracias a la cercanía del poder político.

En España es evidente la carrera económica ligada a la política de Florentino Pérez, con su recurrente aparición en casos de corrupción política. En EEUU, Trump aprobó el fin de cualquier límite de financiación empresarial de los partidos, de manera que a día de hoy, tanto el Partido Republicano como el Partido Demócrata dependen económicamente de grandes empresarios. Añadamos las guerras, que son la campaña de Navidad permanente del capitalismo de las armas. Cambiar todo esto es darle prácticamente la vuelta a nuestras sociedades. Y no se podrá hacer compulsivamente y tampoco -no hay tiempo- sin un gran debate social que convierta la urgencia climática en una institución. La tarea de las nuevas generaciones va a ser esencial o no habrá solución.

Los desafíos del siglo XXI deben estar en las conciencias y reclamarán leyes contundentes que sólo serán asumidas si son entendidas.

No van a funcionar las políticas públicas progresistas que no conecten con un modelo de vida alternativo. Incluso pueden resultar más atractivas las promesas suicidas de la derecha (lo vimos en Madrid, donde Díaz Ayuso ofreció "libertad o comunismo" y se murieron más de 7.000 ancianos en residencias porque la derecha no quiso derivarlos a hospitales y cada día se deteriora más la sanidad pública, con resultado necesario de muertes). Los desafíos del siglo XXI deben estar en las conciencias y reclamarán leyes contundentes que sólo serán asumidas si son entendidas.

De manera que las fuerzas progresistas no deben simplemente aprobar leyes, sino hacer todo el esfuerzo que esté en su mano para que la mejoría que logren esas políticas se convierta en conciencia. Porque de lo contrario seguiremos teniendo ese resultado igualmente suicida donde un porcentaje muy alto de españoles cree que al tiempo que su situación económica es buena o muy buena, la de España es mala o muy mala. Ese envenenamiento mediático construye una coraza impenetrable para retos como el calentamiento global, el reordenamiento del mundo para repensar la inmigración, el envejecimiento de la población europea o la necesidad de una renta básica universal acompañada de políticas sociales y de empleo. Y esa coraza impenetrable, en un momento de crisis civilizatoria, tiene el riesgo de crear individuos crecientemente engorilados. Aunque los gorilas no tenían las armas de destrucción masiva reales que nosotros sí tenemos.

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Una teoría de la decepción (el coche de la derecha y la democracia) https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/12/25/la-derecha-esta-lavando-su-coche-teoria-de-la-decepcion/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/12/25/la-derecha-esta-lavando-su-coche-teoria-de-la-decepcion/#respond Sun, 25 Dec 2022 06:40:25 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10803 Continuar leyendo "Una teoría de la decepción (el coche de la derecha y la democracia)"]]> Vector gratuito ilustración detallada del concepto de servicio de lavado de coches

Es normal -humano, demasiado humano- que el anuncio de televisión que más te apasiona después de comprarte un coche es el anuncio, precisamente, del coche que te has comprado. Es un anuncio que te cuenta lo inteligente de tu decisión, el enorme disfrute que te depara la opción que elegiste, el prestigio social que te reporta y la enorme envidia que genera entre tus vecinos y compañeros de trabajo. En el anuncio no vas a ver los atascos, los problemas para aparcar, el saqueo del seguro, el precio del combustible y, mucho menos, tu colaboración en el calentamiento global. Ni por asomo las alternativas de transporte público o colectivo. Ese vehículo y tú ya sois biografía, planes, nuevos afectos o contactos, al fin y al cabo, una manera de afrontar la vida diferente. El coche, el éxito y la felicidad, estás convencido, vienen de la mano.

Vio el científico social Albert O. Hirschman que lavar el coche era una forma de luchar "contra la decepción que produce toda adquisición una vez que se ha conseguido: "un intento desesperado de frenar el declive (decadencia) normal de la euforia por tenerlo". Una vez comprado el coche, protestar no sirve de mucho (al revés, te recordaría que hiciste el idiota) y no hay sitio al que marcharte porque vender el vehículo como usado -perdiéndole mucho dinero- y comprarte otro no suele ser una opción.

La enorme generosidad del momento de catarsis colectiva es seguida de un encierro en la vida particular de cada cual, como si un cansancio se apoderara de nosotros, lleno de autoexplicaciones, de por qué toca volver a lo privado.

Este peculiar pensador alemán -que estuvo en las Brigadas Internacionales peleando con la República- aplicó la "teoría de la decepción" -el chasco posterior al subidón que otorga consumar una compra deseada- al ámbito político, de manera que pronosticaba que después de una etapa de enorme acción colectiva -el mayo del 68, el 15M, un ciclo de huelgas y manifestaciones, un proceso constituyente- suele venir una etapa de repliegue en lo privado. La enorme generosidad del momento de catarsis colectiva es seguida de un encierro en la vida particular de cada cual, como si un cansancio se apoderara de nosotros, lleno de autoexplicaciones, de por qué toca volver a lo privado. Estos ciclos en realidad son más complejos y algo en lo que ha fallado la izquierda casi siempre -hay excepciones- ha sido en mantener la tensión que promete algún cambio social que te va a reinventar la vida.

Como el propio Hirschman insistía, cada realidad tiene su afán y sus peculiariedades. Lo más que llegamos es a establecer una tendencia, no leyes generales, como pretendió el "marxismo científico" y su vulgata soviética y también como buscan hoy los que han convertido la ciencia política en un cuaderno de álgebra que termina expresando en fórmulas matemáticas que "dos no se pelean si uno no quiere". Es desde esa brújula tentativa desde donde empezamos a mirar a ver cómo se comporta la caprichosa realidad. Y si somos inteligentes, sin dejarnos encadenar por los "prerrequisitos" que marcan los modelos y nos paralizan.

La democracia liberal bebe mucho de esta corriente profunda de la decepción al estar basada en gobiernos "representativos". Esto es, en direcciones políticas que para representar a la gente tienen que responder a la voluntad mayoritaria de los votantes. La democracia representativa se sostiene sobre el juego "gobierno-oposición", que permite que cada ciudadano exprese su contento o su decepción y tenga cómo canalizar sus sentimientos políticos cada puñado de años.

Uno podría pensar que si un gobierno lo hace bien tendrá su recompensa en votos, de la misma manera que si una oposición es creíble también recibirá un plus de credibilidad otorgándole la posibilidad de gobernar. Sin embargo, la democracia liberal viene también acompañada, como la economía que está siempre vinculada a cada sistema político, a sus anuncios, sus comerciales y publicidades varias. Y quien dice publicidad dice mentir.

Desde las primeras noticias que tenemos de la publicidad -gente difamando en los muros a políticos en la antigua Roma- sabemos que circulaba en torno al engaño. Hoy la sofisticación se ha multiplicado, hasta el punto de que no es fácil diferenciar lo que es verdad y es mentira, habiéndose constatado más de una vez que la ciudadanía puede ir a votar por sus verdugos convencidos de que, muy al contrario, están haciendo algo por sí mismos.

Las mentiras se han ido sofisticando. Cuando Dios no ha valido, siempre ha habido un científico dispuesto a sostener alguna estupidez (y cien periodistas dispuestos a confundir las voces con el eco). Los premios Nobel de economía no fueron pensados por Alfred Nobel, sino que son un invento a finales de los sesenta del siglo XX del Banco de Suecia -1968- para frenar la influencia de los políticos socialistas, hegemónicos en ese país.

Después del sangriento  golpe militar de Pinochet -y la CIA- en 1973 contra Salvador Allende y el Frente Popular, la dictadura llamó a los economistas chilenos que se habían formado en Chicago con Milton Friedman y su maestro, Friedrich Hayek. Les entregaron un país para convertirlo en el laboratorio del neoliberalismo: no había sindicatos ni partidos de izquierda ni políticos que tomaran decisiones al margen de lo que indicaran. ¿A quién le dieron el Premio Nobel de Economía en 1974? Pues a Hayek. Dos años después, a Friedman. ¿Seguro que eso de que Roma no paga traidores es una buena traducción?

Recientemente se ha planteado que quien da los premios Nobel de la paz no es la Academia Sueca, sino una rama de la CIA, la National Endowment for Democracy, porque todos sus galardonados tienen vinculaciones con la agencia. Si damos un paso atrás en la historia, cómo no recordar el Nobel a Henry Kissinger, golpista él mismo, o también el premio Nobel de la paz Barack Obama, transido mientras ejecutaban a Bin Laden, hacía guerras o bloqueaba países para ver si matando de hambre o de enfermedad a la población de Cuba o Venezuela así caían sus gobiernos.

Decía Reinhart Koselleck que a finales del siglo XIX había habido un "encabalgamiento del tiempo", un salto, de manera que todos los conceptos anteriores ya no podían ser entendidos por alguien del siglo XX (las palabras permanecen pero los conceptos varían. ¡Cómo va a ser lo mismo "Estado" escrito por Maquiavelo en 1513 que por Jessop en 2018!). Es un enorme problema para las traducciones. Si uno mira la evolución de las definiciones de "pueblo" que recoge el diccionario de la RAE desde hace doscientos años (tarea que ha hecho el historiador Pablo Sánchez León) se entiende que leer "pueblo" en Jovellanos no es lo mismo que leerlo en Azaña, Clara Campoamor o escucharlo en un Parlamento en el siglo XXI.

Digo esto porque los liberales de la primera hornada no entendían la política ni la economía al margen de las concepciones morales. Citar sin más la "mano invisible" es poco más que un ejercicio de publicidad, porque los momentos no son en modo alguno comparables. Todos los conceptos que hoy reclaman los liberales/neoliberales/neoconservadores (si es que se aclaran entre ellos qué son en verdad), sea globalización, autorregulación, mercado, limitación del Estado, libre circulación, comercio son en su vocabulario palabras llenas de sangre y represión, muy ajenas al espíritu humanista que envolvía al pensamiento liberal en su lucha contra el absolutismo.

La decepción con la democracia liberal es un hecho a lo largo del mundo, sea por el golpe en curso en Perú, la estampida de bisontes y republicanos en el Capitolio de la mano de Trump, el auge de la extrema derecha o la quiebra de la división de poderes en el seno de Europa (como se ha visto en Polonia y Hungría o como la que protagoniza en España el Tribunal Constitucional). Cuando el pueblo se decepciona con la democracia liberal siempre se vuelve a oír alguna versión del "que se vayan todos". En España ocurrió el 15M, que alteró la conciencia de la izquierda y asustó a la derecha (por eso ganó Rajoy y se pudo comportar de manera tan impune hasta pavonearse de ser eme punto Rajoy). Pero luego nacieron nuevos partidos  -alguno ha desaparecido porque era un montaje de los bancos-, el PSOE transitó hacia la izquierda -por eso ha sobrevivido- y la derecha se corrió, como en tantos sitios, hacia la extrema derecha.

La decepción de la derecha con la democracia liberal tiene que ver con que en tiempo de crisis económica, ese acuerdo económico deja de resultarles rentable. En un momento de crisis del modelo neoliberal -ese marco caracterizado por la apertura de fronteras a capitales, bienes y servicios, por la desregulación económica, la venta de lo público, el vaciamiento fiscal del Estado, la cultura de lo privado y del consumismo y el enseñoramiento de la economía financiera) la derecha anda lavando su coche. Que no es el mismo que se compró  el pueblo cuando salió a las calles a decir que quería derechos civiles, que quería votar, que además quería redistribución de la renta e incluso respeto a su identidad diferente.

Uno de los más famosos libros de Hirschman, Salida, voz y lealtad, repasa el arsenal de herramientas que existen en la sociedad ante cualquier eventual cambio. Utilizando la terminología de Hirschman, en los actuales tiempos de crisis, la derecha usa la "voz" para criticar a los que plantean cualquier alternativa desde la izquierda; usan la "salida" para dinamitar el mismo edificio que ellos han permitido y del que se benefician, mientra que la "lealtad" la está ejerciendo en solitario la izquierda. Que no puede gestionar su decepción y corre el riesgo de que el malestar lo represente la extrema derecha, más proclive a la mentira y a la farsa histriónica.

La derecha siempre marcó las cartas de la democracia y nos dice que la democracia que ellos vacían cada día es un talismán que solo ellos interpretan. En todos nuestros países, se compraron su "coche" cuando la gente en la calle les exigió aceptar la democracia. Hicieron todo lo posible para seguir como siempre, y solo cuando perdieron pie tuvieron que ceder (todos los derechos esenciales de nuestras constituciones tienen detrás revoluciones).

El coche de la democracia está hecho unos zorros, pero lo lavan delante de nuestros ojos con nuestra agua y a veces con nuestra sangre. Para que su decepción se modere y la nuestra no emerja. Lo viejo no termina de marcharse y lo nuevo no termina de llegar. Si tuviéramos más tiempo, podríamos ponernos a andar. Y así, encontrándonos paso a paso, hablaríamos por el camino. Que es precisamente lo que el ruido quiere impedir. Que nos hablemos.

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Cuando los jueces del Constitucional acarician el golpismo https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/12/18/cuando-los-jueces-del-constitucional-acarician-el-golpismo/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/12/18/cuando-los-jueces-del-constitucional-acarician-el-golpismo/#respond Sun, 18 Dec 2022 06:15:02 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10766 Continuar leyendo "Cuando los jueces del Constitucional acarician el golpismo"]]>

Si tuviéramos un Presidente de la República ya habría intervenido poniendo a los jueces en su sitio. Pero tenemos un Rey. Y aunque el artículo 56.1 de la Constitución española dice que el Rey "arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones", sabemos que no va a usar esta prerrogativa para exigirle a sus ilustrísimas que no se olviden de que la Constitución también va con ellos. 

La crisis de régimen era cosa del pasado. Todas las instituciones del Estado estaban a pleno rendimiento, la monarquía y el estado de derecho estaban por fin de vuelta y la protesta del 15M, junto con el ciclo de cambio que habían dado lugar al nacimiento de Podemos, ya estaban agotados. Pablo Iglesias había sido un enajenado cuando dijo que la democracia española era deficitaria y el comentario de la que fuera portavoz del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, afirmando que "La justicia es el último dique de contención que tiene la democracia en este pacto de Sánchez con Podemos", en el fondo no quería decir lo que había dicho. Y en esas, con modos decimonónicos el Tribunal Constitucional quiso entrar con un cautelarísimo caballo y atusados los bigotes hasta la mesa del Congreso de los Diputados donde ya no estaba leyendo de espaldas el hijo del Presidente al que depusieron los militares con la anuencia de Juan Carlos I.

"Dame cinco líneas escritas por la mano de un hombre y le haré ahorcar", dicen que dijo el Cardenal Richelieu. Las cosas dicen lo que dicen que dicen los que mandan. Con la misma ley, un juez puede hacer una cosa e incluso la contraria. Por eso es conveniente que en los máximos órganos, a donde llegan los recursos de los recursos, haya gente con experiencia, probidad y decencia. Al menos en democracia.

Cuando los jueces que están en la cúpula de la carrera judicial han llegado ahí de la mano de alguien que les va a pedir el favor de vuelta, es muy probable que nos encontremos, tarde o temprano, con un problema institucional grave. Como está pasando ahora mismo en España para pasmo de Europa y de los demócratas que se precian en la tierra de Sancho Panza una vez exiliado Don Quijote.

Que el PP quiera presentar de urgencia para el Tribunal Constitucional al hermano de otro vocal (ambos progresistas), esperando que la consanguineidad le obligue a abstenerse y lograr así que el quorum de 11 vocales se rebaje a 10 y puedan consumar su fechoría (para la que no han tenido tiempo estos cuatro años pese a situarse con parsimonia y arrogancia fuera de la Constitución), vuelve a dar prueba de que al PP no le importa ni la Constitución ni las leyes ni España ni la democracia, sino controlar como sea el poder judicial para evitar que el partido más corrupto de España vea desfilar por los banquillos y habitar las cárceles a buena parte de su dirigencia. Porque solo con demasiados jueces afines al PP es posible entender que no sepamos aún la identidad de los que cobraron en B de la corrupción del partido o que Dolores de Cospedal, a la que hemos escuchando conspirando para delinquir con Villarejo en la planta Quinta de Génova, no esté todavía procesada.

En los países donde históricamente ha habido una burguesía débil, que termina pactando con la aristocracia en su pelea contra la clase obrera y que suele recurrir cuando tienen problemas al ejército -por lo general un ejército también elitista-, es difícil que se consolide un Estado de derecho democrático. La democracia liberal nace de revoluciones y el Estado social, también. Cuando Fraga, un tipo que firmó sentencias de muerte, es uno de los padres de la Constitución, no es fácil que la derecha que ganó una guerra acepte el dictado de la mayoría. Siempre van a jugar a la democracia con las cartas marcadas.

Cuando Franco ganó la guerra de España con ayuda de Hitler y de Musolini hubo una gran purga de maestros y de maestras, pero no la hubo de jueces. Claro que durante la Republica hubo magistrados decentes que fueron leales con su juramento de defensa de la Constitución, pero la mayoría fueron traidores a ese voto de honor y se pasaron  las filas de los fascistas. Jueces que habían hecho su juramento a la República mandaron fusilar a españoles por mantener su lealtad constitucional. Todos los que sobrevivieron al Caudillo pasaron a la Audiencia Nacional, al Tribunal Supremo, a las audiencias provinciales. Incluso los más torpes y los más ensañados.

La Constitución dejaba demasiadas cosas en la ambiguedad para que el "consenso" de la Transición fuera aceptado por la derecha. Ya se lo "afinarían" luego sus jueces. Por el contrario, en los países con tradición democrática no hace falta un Tribunal Constitucional

El poder judicial es de suyo conservador porque en las sociedades capitalistas -como ayer en el orden feudal- su razón última es defender la propiedad privada en sociedades llenas de desigualdades. Cuando desapareció la Republica Democrática Alemana  en 1990, los jueces comunistas fueron purgados. En España, cuando llegó la democracia no hubo ninguna limpieza de los jueces franquistas. Y por eso los mismos jueces que habían condenado a la cárcel e incluso a penas de muerte a los españoles que habían luchado por traer la democracia eran los jueces que iban a aplicar la Constitución. Esto es lo que explica que en un primer momento tuviera alguna lógica un Tribunal Constitucional de tipo político al que correspondía poner orden en unos jueces que se acostaron franquistas y se levantaron demócratas.  Además de que la Constitución dejaba demasiadas cosas en la ambiguedad para que el "consenso" de la Transición fuera aceptado por la derecha. Ya se lo "afinarían" luego sus jueces. Por el contrario, en los países con tradición democrática no hace falta un Tribunal Constitucional y es alguna sala del Supremo la que se encarga de esos menesteres.

La derecha española no tiene tradición democrática. Cánovas del Castillo aún despotricaba contra el sufragio universal a finales del siglo XIX y una buena parte de los políticos de derechas abrazaron el golpe de Primo de Rivera primero y el de 1936 después. Por eso, la derecha política pudre casi todo lo que toca en democracia. Sea una ley electoral, el dinero público, la bandera, la sanidad pública, los árboles, la policía, la corona o los colegios. No es extraño, aunque sea escandaloso, que también haya podrido el Consejo General del Poder Judicial manteniéndolo caducado cuatro años. Igual que ha podrido el Tribunal Constitucional llevando a su seno a militantes de su partido pese a estar prohibido o dejando que los plazos lo inhabiliten. Y ha podrido buena parte de la confianza de los españoles en la justicia al querer controlar por detrás el Tribunal Supremo, al usar a los jueces en su pelea contra Podemos o contra los catalanes o al manipular a los jueces para intentar librarse de sus muchos casos de corrupción.

Es posible que gracias a jueces sin respeto a la justicia hoy todavía no sepamos quién es Eme Punto Rajoy, pero a cambio sabemos que hay muchos jueces que no son honestos. Esa constancia de que, como decía Valle Inclán, algo huele a podrido al sur de la Dinamarca judicial, será otra de las mercedes que Podemos, al precio de muchos latigazos, deje a la democracia española.

El PP, junto con esos del PP entrada ya la madrugada que son los vocingleros de VOX, considera ilegítimo el Gobierno. Como ya lo hizo con Zapatero e, incluso, con Felipe González. La derecha siempre es patrimonialista. Ella puede pactar con ETA, cambiar las mayorías necesarias para una elección, acercar presos, buscar el apoyo del independentismo corrupto o indultar a sinvergüenzas porque España es suya y todo lo que hacen lo hacen en nombre de España, que para eso les pertenece. Llegado el caso, fusilaron a 200.000 españoles en nombre de España. Eso sí, apoyados por extranjeros de Marruecos, Alemania o Italia y traicionando a la Constitución que se habían dado a sí mismos la mayoría de los españoles.

Tan pagados de sí mismos están en la derecha española que son también ellos quienes dicen quiénes son la verdadera izquierda. Que siempre es la que divide a la izquierda o la que eterniza a la izquierda que no cambia nada. Para la derecha española, solo son legítimos dirigentes socialistas Leguina, Corcuera, Damborenea, el Alfonso Guerra senil, el Felipe González empleado de Carlos Slim, y también Emiliano García Page y Javier Lambán, en este caso no cuando tengan elecciones en Castilla-La Mancha o Aragón, sino solo cuando debilitan a su propio partido. Socialistas que coinciden con otro socialista querido por los medios y por Iberdrola, Antonio Miguel Carmona, siempre atento cuando le reclaman los enemigos del socialismo. Roma, ahí la Biblia debe actualizarse, paga bien a los traidores, a veces incluso en criptomonedas.

En su estrategia judicialmente suicida el PP ha terminado arrastrando, además de al Consejo General del Poder Judicial, ahora al Tribunal Constitucional. Ya se había adelantado el PP nombrando para este tribunal a Enrique Arnaldo, de quien dijo La Vanguardia: "Fue crítico con la eutanasia, la ley del aborto o el procés y cuestionó la crisis climática, además de relativizar la caja B del PP, entre otros asuntos. Junto a otras colaboraciones, del 2004 al 2020 elaboró estudios y participó en numerosas ponencias y foros de debate de la FAES. También se censuró en su momento su aparición en dos sumarios de corrupción –los casos Lezo y Palma Arena, en el que fue imputado–, de los que fue exonerado". Casi nada. Razón tuvo Odón Elorza absteniéndose de meter a este sujeto en un lugar que debiera estar reservado a la crema de la judicatura bien lejos del hedor del vertedero. Al parecer, la intervención de Arnaldo estos días de ánimo golpista llenaba de saliva a los que tenía enfrente de tanto grito y espumarajos. Bien sabía el PP a quién ponía en el Constitucional y por qué lo hacía. Y quien no obedezca, como dijo el corrupto Presidente de la Comunidad de Madrid del PP Ignacio González, "a tomar por culo a Onteniente".

Los mismos jueces conservadores, que le deben la promoción al PP y que no han encontrado tiempo para cumplir los planes constitucionales de renovación cuando tocaba, ahora se han puesto a correr para evitar que cambie la mayoría conservadora en el Tribunal Constitucional. Ese cambio de mayorías que busca con urgencia la reforma del PSOE y Unidas Podemos sirve para que el Constitucional exprese las diferentes mayorías del país. El PP tiene mayoría en ese órgano desde 2011 y no quiere cambiarlo. Porque lo que no consigue por las urnas, lo puede lograr ahí. Y sigue pensando que España es suya. Y al PP le da miedo jugar a la democracia sin sus comodines de siempre: ir dopado a las elecciones, control de los medios de comunicacion, connivencia con los grandes empresarios, ley electoral que le favorece y un poder judicial amigo.

El problema es que acaba de dar un salto inédito: querer inmiscuirse en el Parlamento e impedirle que apruebe dos reformas de la ley que buscan impedir que el PP frene los nombramientos judiciales en el Tribual Constitucional, caducados desde junio. Los cambios que se pretenden aprobar buscan cambiar la mayoría, en la actualidad de 3/5 -es decir, con posibilidad de que se bloquee por parte del PP-, para nombrar a los miembros del TC que corresponden al Consejo General del Poder Judicial (mayoría que en su día puso Rodríguez Zapatero y que generó igualmente bronca por parte del PP y acusaciones de golpe de Estado). Igualmente, evitar que el Tribunal Constitucional, pervertido por el PP, pueda frenar nombramientos (¿quién ha elegido en las urnas a esos señores para que frenen las decisiones emanadas de la soberanía popular?). Hay muchas normas que tenían algún sentido en tiempos del bipartidismo conservador y porque el PSOE siempre cedía. Hoy no se sostienen y son las que están alimentando el golpismo que tiene la derecha española incrustado en sus genes desde el siglo XIX.

Claro que siempre son mejorables los procedimientos legislativos. Pero es que eso lo hemos dicho siempre y el PP solo lo dice ahora, no las tantas veces que han aprobado leyes de manera chapucera por cuestiones de urgencia. A ver si resulta que fue urgente extender la inmunidad del Emérito y familia cuando tuvo que dejar con prisas la Corona y no le habían blindado lo suficiente -y se aprovechó para ello una ley que no tenía nada que ver con la sucesión de Felipe VI-  y no es urgente renovar los máximos órganos de la justicia española caducados por las gónadas recortadas en el horizonte del toro de Osborne que tanto excita a la derecha.

En su delirio, la derecha política y la judicial han pretendido declarar una ley inconstitucional antes de que se apruebe. Medidas "cautelarísimas" que no han visto necesarias cuando, en su discurso, España se rompía ni cuando los jueces se orinan en los votos de los españoles y le quitan el escaño a un diputado de Unidas Podemos. Esas "cautelarísimas" tienen tintes golpistas porque un poder del Estado  quiere impedir de manera autoritaria que los demás poderes cumplan su misión constitucional. Que en el caso del Parlamento es legislar.

Si tuviéramos un Presidente de la República ya habría intervenido poniendo a los jueces en su sitio. Pero tenemos un Rey

El problema es que hemos ido dejando a los jueces meterse en el campo de la soberanía popular permitiéndoles quitarle el acta a diputados, anular el resultado de las elecciones, prevaricar a todas luces o convertir el artículo 155 en unas elecciones sin pueblo. También dejando que gente que nunca debiera ascender porque no tienen méritos, se cuelen en sitios donde nunca debieran haber estado. Si el PP no tiene vergüenza, tengámosla el resto. Todo lo que le hacen a unos, terminan haciéndoselo a todos. Así que sale a cuenta defender el Estado de derecho, sin atajos, en cualquier situación. Las guerras sucias, del tipo que sean, terminan debilitando a la democracia en su conjunto.

Cuando hay conflictos de estas características, el pueblo tiene que recordarle al poder judicial que en democracia, quien manda es el pueblo. Si tuviéramos un Presidente de la República ya habría intervenido poniendo a los jueces en su sitio. Pero tenemos un Rey. Y aunque el artículo 56.1 de la Constitución española dice que el Rey "arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones", sabemos que no va a usar esta prerrogativa para exigirle a sus ilustrísimas que no se olviden de que la Constitución también va con ellos.

Si una parte de la judicatura en España quiere regresar al franquismo, corresponde a los jueces decentes pararles los pies y al conjunto de los españoles recordarles a todos que aquí nadie está por encima de la Constitución. Especialmente los jueces de derechas. Porque con el golpe de 1936 y el de 1981 ya hemos tenido bastante. Y sabemos que los golpistas de hoy son los nietos de los golpistas de entonces.

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¿Qué ha pasado en Perú con Pedro Castillo? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/12/11/que-ha-pasado-en-peru-con-pedro-castillo/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/12/11/que-ha-pasado-en-peru-con-pedro-castillo/#respond Sun, 11 Dec 2022 05:55:53 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10743 Perú es un país con una institucionalidad bien débil. En la actualidad, y como pasa en Chile y en Argentina y va a pasar en Brasil, las constituciones heredadas de las dictaduras y sus transiciones, en este caso la de Alberto Fujimori de 1993, dificultan gobernar democráticamente.

No basta que Pedro Castillo sacara 8,8 millones de votos ni que el país viniera de una enorme desestabilización. El Estado heredado tiene unas inercias y unas claves de funcionamiento internas -selectividades se llaman en la ciencia política- que impiden que el coche institucional pueda girar a la izquierda. Se gana el Gobierno, pero no se gana el poder. Desde el primer día, la Sociedad Nacional de Industrias —la patronal peruana—, se puso como misión "botar al comunismo", aliada con grupos parlamentarios vinculados a la corrupción estructural, los medios de comunicación y sectores del Ejército. Nada muy diferente de lo que hizo la patronal española durante la Transición.

En Perú, apenas existe la división de poderes, con unos jueces de parte -pensemos en lo que está pasando en España con el Consejo General del Poder Judicial y la defensa del bloqueo hecha recientemente por el líder del PP, Núñez Feijóo- y un parlamento donde tienen ventaja las fuerzas conservadoras gracias al control mediático, la ley electoral, la estructura de partidos y la corrupción rampante.

Seis presidentes en siete años dan cuenta de esa debilidad. Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski, luego Martin Vizcarra, luego Manuel Merino, luego el interino Francisco Sagasti y luego Pedro Castillo. Destituidos por golpes blandos parlamentarios autorizados -por Estados Unidos- que generaron una enorme protesta en las calles.  Los golpes que tienen éxito en América Latina siempre cuentan con la aquiescencia de la embajada norteamericana.

Los Estados Unidos nunca han permitido de buena voluntad que se consoliden fuerzas democráticas en el continente. De hecho, han reconocido corriendo a Dina Boluarte, la Presidenta sustituta del depuesto presidente Castillo, con quien espera encontrar la connivencia tradicional que no tenían con Castillo. El Presidente Pedro Sánchez vuelve a equivocarse con América Latina y vuelve a hacer seguidismo de los Estados Unidos, como ya hizo reconociendo a Guaidó, un pobre diablo autoproclamado en una plaza.

Estados Unidos siempre ha pensado lo que solo una vez un Presidente norteamericano expresó en voz alta (y que luego coreó un gran escritor que, al tiempo, es un ciudadano corrompido): los pueblos a veces votan mal. El Presidente fue Nixon justificando el golpe contra Salvador Allende en Chile. El Mr.Hide democrático es Vargas Llosa lamentando la victoria de Gustavo Petro en las presidenciales de Colombia. Los dos, como ocurre con unos cuantos directivos de prensa en España, prefieren corruptos y dictaduras militares a gobiernos de izquierda. Aunque en verdad, Wilson ya lo había avisado: América, para los americanos. Es decir, para ellos.

Pedro Castillo ganó en segunda vuelta en 2021 frente a Keiko Fujimori, a quien apoyaban toda la estructura política y económica corrupta del Perú, Vargas Llosa, las derechas españolas, los militares golpistas y los EEUU.

Castillo ganó sin tener redes sociales y con todos los medios de comunicación en contra. ¿Un maestro rural, de origen indígena, de izquierdas y pobre en la Presidencia del Perú? La victoria, en junio de 2022, fue muy apretada: del 0,26%. Sin embargo, las fuerzas de la derecha iban a saber coaligarse para impedir desde el Parlamento que el nuevo Presidente pudiera gobernar.

Además, las fuerzas de la izquierda que acompañaron a Castillo le quitaron pronto el apoyo. Recordemos que el líder natural de Perú Libre, el partido con el que Castillo ganó las elecciones, era Vladimir Cerrón, un médico neurocirujano que fue gobernador de Junín y que debiera haber encabezado la candidatura presidencial. Pero el lawfare le dejó fuera por una condena llena de irregularidades -como ya es lugar común en la izquierda-, de manera que tuvieron que recurrir a Pedro Castillo. Que como casi siempre pasa, después no quiso tener tutelas y se fue alejando de su partido, especialmente cuando se fue alejando de la izquierda.

Tras 18 meses de filibusterismo parlamentario por parte de la oposición, Pedro Castillo cometió el peor error de su vida: declarar el cierre del Parlamento, llamar a elecciones constituyentes en el plazo de nueve meses y declarar el estado de emergencia con toque de queda a partir de las diez de la noche. A partir de ese momento gobernaría por decreto. Decía Hobbes que la ley sin la espada no sirve de nada. Castillo hizo una declaración que no tenía forma alguna de hacer que se cumpliera. Dos horas después estaba detenido y los que llevaban pateando la democracia desde el día que tomó posesión encontraron la justificación que les faltaba. Uno de los éxitos del golpismo suele ser llevar a los que asedian a cometer errores. Con Castillo lo han logrado.

El obstruccionismo parlamentario ya lo había puesto en marcha el fujimorismo contra Pedro Pablo Kuczynski, el presidente que ganó las elecciones a la derechista Keiko Fujimori, hija del presidente delincuente Alberto Fujimori y, como su padre, no menos delincuente. Al igual que intentaron tumbar parlamentariamente a Castillo dos veces, lo intentaron con Kuczynski (terminó renunciando) y siempre usando las acusaciones de corrupción, que siempre son plausibles y encuentran audiencia popular, especialmente cuando ese pueblo lo está pasando mal. Que sean verdaderas o falsas esas acusaciones da lo mismo. Que se lo pregunten a Lula, a Dilma Rousseff, a Cristina Fernández de Kirchner, a Rafael Correa, a Isa Serra, a Alberto Rodríguez...

Desde el primer momento, hay que insistir, el gobierno de Castillo estuvo cercado por intentos de destitución (dos en este breve tiempo, más el tercero, que intentó burlar cerrando el Parlamento) y acusaciones infundadas de corrupción y mil delitos más que siempre encontraban un juez que los escuchara y unos titulares que los amplificaran. La derecha no es que esperara cien días, es que no esperó una semana.

El primer gabinete que formó Castillo, claramente de izquierda, fue acosado y asediado. Evidentemente, los medios de comunicación eran los encargados de dirigir los ataques y soliviantar los ánimos de los sectores del poder. Por ejemplo, señalaron a ministros que habían sido críticos con el Ejército, logrando que generales afines al golpismo hicieran comunicados mostrando su enfado y consiguiendo que finalmente esos ministros fueran destituidos. Con el consiguiente debilitamiento del presidente Castillo, que terminó aceptando que la derecha acusara a su gobierno de terrorismo o de connivencia con el terrorismo (algo bien conocido en España). Ceder al acoso de la derecha es una mala estrategia.

Los intentos permanentes desde el Parlamento, convertido en un órgano filibustero que no parlamentaba sino que buscaba tumbar al Gobierno, llevaron a Castillo a empezar a cometer errores. Hay que recordar que siempre tuvo más apoyo popular, aunque débil, el Presidente Castillo que el Parlamento. Por eso también hay que entender la desesperación de un Presidente que pese a ganar las elecciones nunca pudo gobernar. Las leyes prometidas durante la campaña para reconocer la plurinacionalidad del Perú -con una mayoría indígena que reclamaba mayor autonomía- o para luchar contra la corrupción o redistribuir la renta se venían abajo. Ese acoso fue minando al Presidente Castillo y a su entorno.

Uno de los errores de Castillo fue acercarse a las fuerzas de la derecha que le estaban acosando, esperando que así iban a ser más amables. Destituir a los ministros de izquierdas y sustituirlos por Ministros de derecha solo sirvió para cuatro cosas: impedir que salieran adelante leyes que favorecieran a las mayorías, enajenarse el apoyo popular para poner en marcha los cambios, envalentonar a los que no tenían otra agenda que tumbar el gobierno y romper con las fuerzas políticas que le habían apoyado, incluido Perú Libre, su propio partido. El acercamiento de Pedro Castillo a la Organización de Estados Americanos, la sucursal de la embajada norteamericana que justificó el golpe contra Evo Morales en Bolivia, siguió ahondando en sus errores y alejándole de la ciudadanía, lo mismo que el encuentro con Jair Bolsonaro en Brasil. Decisiones todas erróneas de un Presidente que había perdido el rumbo ideológico gracias al acoso y derribo de la derecha.

La paradoja de la izquierda en todo el mundo es que tiene que hacer valer una democracia, la liberal, pese a que le impide desarrollar sus políticas a favor de las mayorías y en contra de las desigualdades, mientras que la derecha, que es la gran beneficiaria de los candados de esas democracias, usa todas las herramientas para invalidar las democracias liberales, a jueces, medios de comunicación, policías corruptos y, llegado el caso, a militares.

Por eso son tan importantes los procesos constituyentes cuando las democracias llegan a callejones sin salida. No olvidemos que Perú viene de la sangría de Sendero Luminoso, un grupo maoísta que renunció a la vía electoral y tomó las armas de una manera brutal. Castillo se equivocó queriendo sortear la democracia liberal en vez de haber apostado desde el principio por un proceso constituyente donde habría contado con el apoyo de las mayorías del país. Cuando la derecha quiebra las normas no pasa nada -en España el Consejo General del Poder Judicial lleva cuatro años al margen de la Constitución-, pero cualquier desviación por parte de la izquierda termina en unos tribunales que pretenden usurpar el lugar de la soberanía popular.

Se equivocará la Presidenta sustituta Dina Boluarte, pese a su buena voluntad, si pretende ocupar un espacio para el cual no ha sido votada. Esa suplencia será leída como una usurpación y generará protestas que provocarán a su vez la represión y a su vez más protestas. Y otra vez a la inestabilidad. La solución pasa por elecciones a una Asamblea Constituyente donde Perú pueda salir de la parálisis en la que está desde hace demasiado tiempo. Y que es por lo que tiene que apostar la comunidad internacional, especialmente la latinoamericana, toda vez que la europea hace tiempo que ha perdido el pulso del continente y no sabe salir del seguidismo norteamericano.

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La Constitución del pueblo (y del Emérito) https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/12/06/la-constitucion-del-pueblo-y-del-emerito/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/12/06/la-constitucion-del-pueblo-y-del-emerito/#respond Tue, 06 Dec 2022 06:07:54 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10721 Continuar leyendo "La Constitución del pueblo (y del Emérito)"]]>
La Constitución del pueblo (y del Emérito)
El rey emérito don Juan Carlos en el 40º aniversario de la Constitución de 1978. Detrás de él, los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero.- EUROPA PRESS (Foto de ARCHIVO) 06/12/2018

"Por fin, cuatro años después de la aprobación de la Constitución, al Rey le sería permitido comportarse como lo que siempre había deseado ser: el Monarca parlamentario de una monarquía parlamentaria!"

Charles Powell, El piloto del cambio. El Rey, la monarquía y la transición a la democracia, 1991 (comentando el papel de Juan Carlos I parando el golpe del 23 F que él mismo había instigado).

 

La Constitución y la ciencia del poder

"Que parezca un accidente...". Hasta la mafia sabe que es mejor guardar las formas que actuar por la fuerza bruta. Si humillas, la gente se enfada. Si vas a abusar de alguien, que piense que lo haces por su bien o por un bien superior o por alguna razón contundente aunque sea incomprensible Por eso los poderosos han controlado siempre junto a la espada, la cruz. La vida social no es sencilla. Los seres humanos piensa y sienten. Hasta los más brutos. Hasta los esclavos terminan levantándose.

Cuando el porquero de Agamenón, contradiciendo a su amo, decía que la verdad no es la misma cuando la defiende el rey que su sirviente estaba matizando la afirmación de Platón de que la justicia no es lo que conviene a los poderosos, sino lo que conviene al pueblo. Las dos cosas son ciertas. Una en el corto plazo; la otra en el medio y el largo. Como decía Maquiavelo, un reino que quiera se estable conviene que sea visto como legítimo. La clave, como tiene tatuado en la ingle la politología, está en la correlación de fuerzas ("Llegaron los sarracenos/ y nos molieron a palos/ que Dios protege a los malos/cuando son más que los buenos"). La Constitución que no le gustaba a los poderosos hace cuatro decenios, ahora la defienden. Nadie se baña dos veces en el mismo río. Lo que ayer era progresista hoy lo es seguramente menos.

El objetivo principal de la política es evitar la guerra, tanto la guerra civil como la externa. Por eso, su recurso es el poder, el acuerdo colectivo que permite concentrar capacidades -por lo general militares, policiales y legales- que permitan evitar la destrucción interna o defender el territorio frente a una invasión.

Un país es una suma de gente que comparte un espacio físico, unos recursos y una lectura común de que el futuro y el pasado forman parte de una aventura colectiva y compartida. Por eso, como recordaba Harari, las religiones suman allá donde las cosas físicas no son capaces de llegar a acuerdos. Compartir lo que no se ve une tanto o más que compartir lo que se ve. Las Constituciones son materiales e inmateriales. Los jueces son los que te quitan las ensoñaciones o las que hacen reales los derechos. La gente en la calle suele ayudar a que los jueces interpreten las leyes en el favor de las mayorías.

Una Constitución es un acuerdo escrito de las normas de convivencia que se da una sociedad. Y por lo que digan esas normas, los que tienen necesidades y quieren derechos luchan contra los que tienen derechos que les cubren sus necesidades. Las Constituciones expresan la correlación de fuerzas en un momento dado. Y eso varía. Los reyes y los dictadores suelen "otorgar" Constituciones y Cartas Reales. En democracia no valen. Aunque el poso de los dictadores sigue pesando incluso en su ausencia. Que se lo digan a los chilenos que perdieron el referéndum constitucional de septiembre de este año.

La Constitución de 1978

Hay que repetirlo: Franco murió en la cama pero la dictadura murió en la calle. El ejemplo de la revolución de los Claveles en 1974 puso las barbas de los jerarcas del régimen a remojar. Las élites del franquismo sabían que el régimen no podía continuar una vez muerto el dictador. Además de que tanto desde Europa como desde los Estados Unidos se presionaba para que el régimen en España se homologara con las democracias de su entorno.

Antes de que se aprobase la Constitución, había que disciplinar a la izquierda. Para eso se usaron varias tretas. En primer lugar, había que transitar desde la ley franquista a la legalidad democrática (tarea de Torcuato Fernández Miranda). Eso fue la Ley para la Reforma Política de 1977, aprobada como la VIII Ley Fundamental del Franquismo. En esa ley se colocó el procedimiento electoral que garantizaba un bipartidismo conservador y que luego se iba a trasladar no solamente a la ley electoral vigente sino a la propia Constitución (primando las zonas rurales más conservadoras). Otra treta, que reconocería Adolfo Suárez a la periodista venal Victora Prego (que se encargó de ocultarlo a los españoles), fue que la Transición venía con Rey o no venía: o se aprobaba toda la Ley para la Reforma Política -donde el Rey era la clave- o la democracia no se autorizaba. Otra trampa fue entregarle al rey el nombramiento a dedo, al margen de las elecciones, de 41 senadores (otros 207 lo fueron a través de la soberanía no del monarca, sino de la soberanía popular: las primeras elecciones de la democracia tuvieron su porción de fraude).

La principal trampa de la Constitución era, como no podía ser de otra manera, de clase: los derechos sociales no eran tales, sino principios rectores que no eran directamente reclamables ante los jueces, sino en virtud de las leyes que los desarrollaran. Por eso el derecho a la propiedad privada está por encima del derecho a una vivienda digna. Un artículo, el 53, jerarquizaba toda la Constitución y le decía a los jueces -que se acostaron franquistas y se levantaron demócratas- cómo tenían que interpretar todos los derechos. El resto, ya lo sabían ellos: que la primacía del hombre sobre la mujer no contradecía el derecho a la igualdad, que los objetores de conciencia debían hacer el doble de tiempo que los que hacían el servicio militar, que el Rey tiene inmunidad ante cualquier fechoría, que los banqueros tenían privilegios ante la ley...

La otra gran trampa de la Transición fue un entramado de medios, que venían del franquismo -incluido El País, financiado y dirigido por actores relevantes de la última etapa de la dictadura- y que se encargaron de dirigir a la opinión pública por los cauces ordenados que disponían las élites. Existía el OK Diario de la época -o La Razón o El Mundo-, claramente escorados hacia la extrema derecha, que tenian como principal función permitir, como ha ocurrido hoy con La Sexta o con el grupo PRISA, que medios del régimen parecieran medios de la izquierda. Mientras que el ABC alimentaba a la derecha monárquica tradicional. Por eso la izquierda nunca podía levantar cabeza -cuando Anguita ofreció negociar el gobierno con Felipe González, El País le masacró- y el bipartidismo siempre se mantuvo incólume. Podemos rompió con la prohibición de que una fuerza de izquierda entrara en el Gobierno. Y se repitió el intento de masacre. La pelea contra los medios que representa Pablo Iglesias explica el nuevo intento de linchamiento (al que se han sumado los viejos feminismos al intentar aprovechar la coyuntura para disparar contra Irene Montero). Y cuando se dé la pelea por democratizar el poder judicial veremos representada la tercera guerra del régimen contra Podemos.

Cambiar la Constitución, cambiar el contrato social

Que la derecha nunca ha respetado la Constitución se verifica, además de que no la votaron hace 44 años, en que nunca la han aceptado en su totalidad. Desde las "nacionalidades" del artículo 2 a la subordinación de la riqueza al interés general del artículo 128. Siempre han confiado en que si bien tenían que aceptar derechos propios de las democracias occidentales, llegado el caso, la fiscalía les "afinaba" lo que necesitaran cuando correspondiese o los jueces iban a buscar la interpretación más conveniente para ellos.

Además, siempre podrían controlar "por detrás" aquellas salas donde se definía la política del país.  De la misma manera, iban a intentar manipular el Consejo General del Poder Judicial para convertirlo en un órgano de partido. El CGPJ lleva cuatro años caducado por la cerrazón del PP de mantener su control. Y el PSOE no termina de hacer lo que corresponde -usar la mayoría parlamentaria plural para cambiar la ley- porque se ha acostumbrado a la comodidad del bipartidismo conservador PSOE-PP. O recordemos cómo atípicamente el Tribunal Supremo deshizo la sentencia de un juez que decía que eran los bancos los que tenían que pagar los impuestos de las hipotecas. O los juicios del procés.

En torno a doce millones de españoles hoy vivos votaron la Constitución de 1978. La amplia mayoría ya jubilados. Es decir, hay unos 35 millones de españoles y españolas que nunca votaron la Constitución Española de 1978. ¿Tiene sentido una Constitución marcada por el signo de la jubilación? ¿No ha cambiado el mundo en estos 44 años? ¿No tienen derecho las nuevas generaciones a establecer cómo debe ser su marco de convivencia? ¿No tienen las generaciones actuales el derecho a debatir en profundidad las reglas de la vida compartida o tienen que resignarse a heredarlas? ¿Tiene sentido seguir rigiéndonos por una Constitución redactada solo por hombres, entre ellos alguno que había firmado sentencias de muerte durante el franquismo?

Como cada año, España celebra su día de la Constitución. Y como cada año, cada vez con mayor fuerza, esa Constitución demuestra que el paso del tiempo le ha hecho mella. Lo bueno se diluye y lo malo resalta. Salvaguardemos lo mejor que representa -el Constitucionalismo social de posguerra- y actualicémosla con todo lo pendiente (feminismo, ecologismo, Europa, inmigración, blindaje de los derechos sociales, soberanía territorial, forma del estado, participación, independencia judicial, veracidad y pluralismo de los medios de comunicación...).

Para que no siga siendo la misma derecha y extrema derecha la que siga gritando, después de ¡Viva el Rey!, su peculiar ¡Viva la Constitución!, la del Emérito Juan Carlos I de Borbón.

 

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Canal Red: entre Elon Musk y un bofetón en los Oscar https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/11/27/canal-red-entre-elon-musk-y-un-bofeton-en-los-oscar/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/11/27/canal-red-entre-elon-musk-y-un-bofeton-en-los-oscar/#respond Sun, 27 Nov 2022 06:10:25 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10695 Continuar leyendo "Canal Red: entre Elon Musk y un bofetón en los Oscar"]]> Qué le podría pasar a Will Smith tras su bofetada a Chris Rock? | Premios Oscar 2022 | EL PAÍS

Seguramente mucha más gente habría celebrado que, si los dioses así lo determinaran -cosa que no deseamos-, el bofetón vespertino que le dio Will Smith a Cris Rock en los Oscar se lo hubiera dado así, con la mano abierta, y sólo por razones pedagógicas y entendiendo la ausencia de alternativas, a Elon Musk. Los ricos son inaccesibles. Y el humor ¿tiene límites? Sólo los de las jerarquías. Reírse del poder no debe tener límites. Porque el poder que no tiene límites es una aberración.

Tenemos un problema cuando pensamos que el suministro privado de bienes públicos, como la información, convierte a ese bien público en un bien privado. Eso le gustaría a los neoliberales, aunque aterraría a Adam Smith, que entendía que ningún bien puede privatizarse si con eso se impide a la gente sobrevivir dignamente. Tampoco hubiera estado nada mal que la Presidencia de Congreso hubiera expulsado de la tribuna  del Congreso de los Diputados a fascistas, como Carla Toscano o Víctor Manuel Sánchez del Real, que decían cosas de fascistas en un lugar donde el límite a la libertad de expresión lo marca el respeto a los derechos humanos. Para dar voces que se vayan con Musk a Twitter.

La nietzscheana muerte de Dios ha tenido lugar, sobre todo, en Wall Street, cosa que no ocurría con el padre de la economía clásica, imbuido del temor y el respeto a Dios y que, por tanto, no concebía una economía que pudiera hacer el daño a los demás. Tampoco los teóricos de la democracia contaban con que en los Parlamentos se iba a discutir otra cosa que no fueran posiciones políticas solidas. Hoy en día, toda la extrema derecha y buena parte de la derecha miente por sistema, algo que en el siglo pasado estaba reservado al fascismo (véase el interesante libro de Federico Fenchelstain, Breve historia de la mentira fascista, Madrid, Taurus, 2022). El juego democrático, como el juego del mercado, necesita que haya reglas y que se cumplan, y para ello hay que castigar duramente a los tramposos expulsándolos del juego. Y si han roto más cosas, como por ejemplo, la convivencia, el castigo que debe imponerles la sociedad es aún mayor. No es fácil para un ciudadano normal discutir con un matón o con un trilero. La fuerza es su herramienta. Es curioso que la extrema derecha tenga un discurso católico integrista. Porque no lo cumplen (igual que tantos obispos con la castidad). Son formas de mantener al rebaño en silencio. Las metáforas sobre el rebaño son siempre reaccionarias.

Ese bofetón a Elon Musk por su voluntad de envilecer aún más a Twitter valdría simbólicamente para todos los que hacen trampas. Musk, al tiempo que despide a trabajadores honestos, contrata a mercenarios. Y le devuelve la cuenta a los fascistas y está cerrándosela a los antifascistas. Musk está trabajando para que vuelva Trump. Y dice que lo hace, como Díaz Ayuso, en nombre de la libertad. Como todos los medios audiovisuales de Madrid. Y casi todas las radios y periódicos. Pero no se lo digas, que además del dinero quieren la gloria. La tentación de la inocencia lo llamó Pascal Bruckner.

Los poderosos siempre han construido dispositivos ideológicos para que su privilegio no se ponga en cuestión Para gobernar con estabilidad no basta la fuerza, así que tienen que enmascarar su fuerza estructural, escondida, en formas democráticas para que no levante revuelo.

Por eso históricamente han usado mecanismos que hicieran que las mayorías no se preguntaran si su suerte podía cambiar. La resignación es la primera arma de la reacción. Como contaba Albert Hirschman criticando la tesis de la futilidad, repetida desde la Revolución Francesa cada vez que se ensanchaban los derechos, el discurso de "protestar no sirve de nada; esa ley no va a cambiar las cosas; ese esfuerzo solo sirve para empeorar la situación" es una invitación a que te quedes sentado enfrente de la televisión viendo un Mundial de fútbol (donde las pelotas, como los diamantes, están manchadas de sangre), o para que te distraigas con un reality show o con la penúltima serie de Netflix o HBO. La reacción no innova, recordaba Hirschman. Acabamos de oír con la ley del solo sí es sí que "no sirve de nada", "va a empeorar la situación de las mujeres", "van a perder otros derechos que ya tenían", que es exactamente la retórica de la reacción ante los derechos civiles, la extensión del sufragio -primero a los hombres y luego a las mujeres-, o los derechos sociales. Resignación, pacífico rebaño del Señor.

Las élites siempre han tenido una excelente relación con la iglesia, que ha sido históricamente la gran justificadora de las desigualdades. Puede contarnos el Nuevo Testamento que Jesucristo echó a los mercaderes del templo o que repartió el pan y los peces en aquella montaña donde dio su sermón, o que había que vender todo y repartirlo (Lucas), pero como ocurrió en El Salvador, si un obispo apuesta por los pobres, lo fusilan. En Madrid, Díaz Ayuso, después de decir que "están dando unos libros absolutamente trufados de sectarismo", ha terminado prohibiendo esa parte donde Lucas dice que la primera iglesia era poco menos que comunista.

El otro gran mecanismo de dominación ha sido la Escuela, que la entregaban a menudo también a los curas. Nada de libertad sexual. No empieces tocándote la entrepierna y termines tocándole los cojones al dueño del banco. Qué decir de la Universidad, un espacio de reproducción de las élites. Claro está, lo mismo con la policía y con el ejército. Por eso hay tanta diferencia siempre entre los oficiales y la tropa, los comisarios y los policías, los generales del estado mayor y los soldados y suboficiales. Del poder judicial hablamos otro día.

Y luego están los medios de comunicación, donde las élites han invitado a su mesa a los comunicadores famosos. Que viven donde las élites, pueden pagar los restaurantes y los colegios de las elites e incluso  soñar con que alguna elite puede terminar empiernándose con algún plebeyo mediático o con sus hijos. Los matrimonios entre diferentes grados de la nobleza hoy alcanzan a los famosos. Aunque no nos engañemos. La infanta Elena puede sentarse en el banquillo pero el que entra en la cárcel ,aunque no haya sido el único en robar, es el plebeyo Urdangarín.

Por eso no soportan cuando profesores de universidad piensan y trabajan para las mayorías y no para las élites. No soportan que haya curas rojos o pikoletos de izquierdas. Les llevan los demonios cuando hay juezas decentes que no les tapan su mierda o generales que piensan en el bien del país y no en el bien de las élites. Les llevan los demonios cuando se hace comunicación diferente. Y están al borde del ictus cuando se les anuncia una televisión por internet que no le debe nada a ningún poderoso. Que le debe todo a la gente. Canal Red.

El papel de los ex en la política es complicado. Rajoy regresa a su notaría y a escribir de fútbol en un panfleto de extrema derecha. Albert Rivera se va a hacer lobby a un bufete de abogados. Mira que eso va simplemente de hablar con la gente, pero le echan por vago. Felipe González se fue a ganar dinero al lado del multimillonario mexicano Carlos Slim. No le va mal. Aznar fue recompensado por Murdoch por meter a España en la guerra de Irak entrando en el consejo de administración de News Corporation.  Le va aún mejor. A Pablo Casado, el breve, tumbado en siete días por la Brunete mediática madrileña, le han dicho que se esté callado que ya le van a buscar algo. Zapatero ha conseguido ser mejor ex Presidente que Presidente. Eso le hace muy especial. Pablo Iglesias ha concursado para regresar a la Universidad. Dos no le han salido y la tercera sí. Y hace también lo que más le gusta: comunicar. Sin ponerse al lado de Pablo Motos, de Ferreras, de Ana Rosa Quintana, de toda esa caterva de mercenarios del periodismo. Anunciar Canal Red ha sido como anunciar el apocalipsis.  Todos se han puesto nerviosos.

Con una parte de los periodistas progresistas de España han ocurrido dos cosas: una, que les gustaba ser los críticos dentro del sistema, pero les resulta más problemático ser críticos saliéndose del sistema. Le pasó a muchos historiadores con la ley de memoria histórica. Criticaban al franquismo pero no estaban dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias. También es comprensible. En segundo lugar, que la tarea de crítica a los medios, inédita en España, está creando el mismo efecto que el 15M: disturba en el corto plazo más a los periodistas decentes que a los indecentes (por eso ganó Rajoy después del 15M). Pero terminará expandiéndose. Todo el revuelo sobre el nacimiento de Canal Red, que coincide con la recuperación de la autoestima de Podemos y el apoyo generalizado de la izquierda a Irene Montero por los brutales ataques que ha sufrido, es señal de que se ha tocado la clave correcta.

Canal Red se va a llenar de gente decente de toda las escalas sociales a las que les va a unir un gran compromiso: no mentir, no venderse a las élites y no tener miedo. Podemos va cumpliendo sus promesas: echar a Rajoy, entrar en el Gobierno, montar una televisión... Como sean capaces también de organizar un partido-movimiento coherente y consistente, van a lograr que a este país no lo conozca ni la madre que lo cuidó.

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¿Es posible aún un Frente Amplio? Errores de la izquierda, memoria y Fraga en Núremberg https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/11/20/es-posible-aun-un-frente-amplio-errores-de-la-izquierda-memoria-y-fraga-en-nuremberg/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/11/20/es-posible-aun-un-frente-amplio-errores-de-la-izquierda-memoria-y-fraga-en-nuremberg/#respond Sun, 20 Nov 2022 09:10:31 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10661 alt -->   El PP, en boca del moderado Feijóo, vuelve a decir que la guerra civil fue una pelea entre abuelos, afirmación que se parece mucho a aquella de Pablo Casado de que "los de izquierdas son unos carcas, todo el día con la fosa de no sé quién" o cuando equiparó al bando republicano con … Continuar leyendo "¿Es posible aún un Frente Amplio? Errores de la izquierda, memoria y Fraga en Núremberg"]]> ¿Es posible aún un Frente Amplio? Errores de la izquierda, memoria y Fraga en Núremberg

 

El PP, en boca del moderado Feijóo, vuelve a decir que la guerra civil fue una pelea entre abuelos, afirmación que se parece mucho a aquella de Pablo Casado de que "los de izquierdas son unos carcas, todo el día con la fosa de no sé quién" o cuando equiparó al bando republicano con el bando franquista. Ni franquistas ni antifranquistas... Este tipo de afirmaciones son coherentes con la defensa de nombres de fascistas enemigos de los derechos humanos en el callejero de las ciudades de España donde gobierna la derecha, o con el desprecio a los homenajes a las víctimas del franquismo, sean en forma de ausencia en las distinciones institucionales o incluso rompiendo placas como ocurrió con la de Las 13 rosas en el cementerio de la Almudena. Y, por supuesto, se expresa con rotundidad con la oposición del PP a cualquier ley de memoria histórica democrática, una forma indirecta de no asumir que el franquismo fue un régimen inmoral, algo que se complica en un partido que fue fundado por Manuel Fraga, un ministro de Franco que firmó sentencias de muerte y que, por tanto, tenía las manos manchadas de sangre de gente que defendía la democracia.

Feijóo, que pretendía mantener una imagen de moderado en el ecosistema mediático cerrado de Galicia, pierde a pasos agigantados la imagen de centrista, porque el PP, azuzado por la existencia de Vox, está atravesado por la sombra extremada de Isabel Díaz Ayuso. La derecha española no viene de pelear por la democracia. Se puso del lado de los Borbones que fusilaron a los liberales en Cádiz, del lado del clientelismo caciquil, de la Iglesia oscurantista, de la patronal pistolera de la semana trágica, de la dictadura de Primo de Rivera, del franquismo, de los reyes puteros y de los golpistas del 23F.

La derecha española no viene de pelear por la democracia. Se puso del lado de los Borbones que fusilaron a los liberales en Cádiz, del lado del clientelismo caciquil, de la iglesia oscurantista, de la patronal pistolera de la semana trágica, de la dictadura de Primo de Rivera, del franquismo, de los reyes puteros y de los golpistas del 23F.

Saben los que pagan las encuestas -que son también los dueños de los medios de comunicación-, que la importancia que dieron a Vox se les iba de las manos. El fascismo siempre es el plan B del capitalismo en crisis, nunca el plan A. La gente de Vox son la gente del PP con varias copas de más, y eso no siempre es fiable. Igual que para el gran capital no es fiable Díaz Ayuso y preferían a alguien que asuste menos, como Feijóo. Pero igual ya es tarde.

El fascismo siempre genera el antifascismo, y mientras el primero es el enemigo de la democracia, el antifascismo es el núcleo de la democracia. De hecho, la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 nace de la derrota del fascismo y fue escrita por preclaros antifascistas, entre ellos algunos que habían peleado contra Hitler, Mussolini y Franco. Y que incluso, en los países donde ganó la democracia, habían ejecutado a los responsables o a los que se habían señalado en la barbarie nazi y fascista. En Núremberg, Manuel Fraga hubiera sido, cuando menos, condenado a varios años de prisión.

Por eso la memoria histórica democrática es esencial. Y no es extraño que haya tenido que llegar al Gobierno Unidas Podemos para que Federico García Lorca pueda dejar de ser un desaparecido en España. Para que el Valle de Cuelgamuros recuperara su nombre y el dictador dejara de tener un mausoleo a mayor gloria de su barbarie. Para que la Fundación Francisco Franco deje de ser legal y para que el callejero de Madrid o de Tenerife deje de ensalzar a los traidores a su juramento que se levantaron contra el Gobierno de la República.

Esa firmeza de Unidas Podemos a favor de la memoria es la misma que necesita la política española para acabar con los restos de franquismo sociológico que aún perviven en la judicatura, en la Policía, en el Ejército, en la patronal, en la jerarquía de la Iglesia, en las universidades y, por supuesto, en los medios de comunicación.

Por eso, el presidente Felipe González, quien con mayoría absoluta nunca movió un dedo a favor de la memoria histórica democrática, nunca quiso que Podemos entrara en el Gobierno. Porque sabía que esa firmeza iba igualmente en serio respecto de las eléctricas, del Consejo General del Poder Judicial, de la banca, de las grandes inmobiliarias o de los grandes capitales. Y por supuesto, de la monarquía.

La reconstrucción del espacio que quiera superar el bipartidismo -y que va más allá de la izquierda en la medida en que sea cierto el impulso regenerador que prometió Ciudadanos antes de irse a la extrema derecha- tiene que enfrentar a los privilegiados, y eso, cuando se toma en serio, cava trincheras. Si vas a imponer una gravamen a las empresas de energía de tres mil millones de euros, no es extraño que quieran gastarse mil millones, un tercio, para comprar a los Carlos Herrera, Ana Rosa Quintana, Ana Terradillos, Susanna Griso, Vicente Vallés, Losantos, Inda, Ferreras -y a sus sicarios low cost, como Patricia Pardo, Cristina Pardo o Iñaki López-, así como cualquier programa de televisión que incluya contenidos políticos. Algunos, escucha Risto, hacen cierto eso de que nadie resiste tres escopetazos de cincuenta mil dólares.

La cultura política, la represión y las canonjías a quienes ceden ha generado siempre una izquierda que quiere agradar al poder. Que les recompensa tratándoles mejor que como tratan a los que no transigen con los privilegiados y su statu quo.

La cultura política, la represión y las canonjías a quienes ceden ha generado siempre una izquierda que quiere agradar al poder. Que les recompensa tratándoles mejor que como tratan a los que no transigen con los privilegiados y su statu quo. ¿O a quién invitan de la política española en La Sexta? ¿A quiénes dejan de atacar cuando dejan de pertenecer a Podemos? Si el espacio de Unidas Podemos es homogéneo, ¿por qué unos ministros pasan desapercibidos en las grandes peleas de la izquierda mientras otros protagonizan portadas y apertura de informativos?

La memoria histórica nos tiene que hacer recordar que en otros momentos de auge del fascismo la pelea en el seno de la izquierda fue terrible para toda la izquierda. Pero esta advertencia no se solventa cediendo la firmeza respecto de la necesidad de no dejar que crezca el espacio y la fuerza de los privilegiados. El consenso en la izquierda no puede ser como el consenso de la Transición: que Lorca siga desaparecido y que el sinvergüenza de Juan Carlos I  sea presentado como "el piloto del cambio".

Es tiempo de clarificación de ideas. Claro que la miel caza más moscas que el vinagre, pero si por buscar que te endulcen la imagen en los medios callas ante los ataques injustos y furibundos contra gente de tu espacio político, no vas a poder representar al Frente Amplio que necesitamos. El silencio de Yolanda Díaz o Alberto Garzón ante los ataques a Irene Montero me tienen sumido en una honda perplejidad. Porque se suma a silencios anteriores que expresan despiste, cobardía o afán de ventajismo. Aún más cuando Podemos siempre ha salido a defender a cualquier político que haya sido atacado injustamente, sea Mónica Oltra, Alberto Garzón, Yolanda Díaz, José Luis Ábalos, o a cualquier partido -esta misma semana defendiendo al PCE ante la suspensión cautelar de la emisión del sello conmemorativo del PCE-.

Podemos no ha tenido miedo ante las amenazas del poder. Es la marca distintiva del espacio de izquierda más allá del bipartidismo. Si Podemos hubiera cedido -como hizo Izquierda Unida- hoy sería vicepresidente Albert Rivera, Girauta sería Ministro del Interior y Toni Cantó, ministro de Cultura.

Si Podemos es la fuerza que ha logrado cambiar la política en España ha sido precisamente porque no ha tenido miedo ante las amenazas del poder. Es la marca distintiva del espacio de izquierda más allá del bipartidismo. Si Podemos hubiera cedido -como hizo Izquierda Unida- hoy sería vicepresidente Albert Rivera, Girauta sería ministro del Interior y Toni Cantó, ministro de Cultura. Si en la guerra de Ucrania no te diferencias de las tesis del PP y del PSOE, estás olvidando el gran movimiento social previo al 15M, el movimiento anti OTAN, del que nació Izquierda Unida. Si aceptas los vetos en el Consejo General del Poder Judicial a las juezas honradas, como Victoria Rosell, no hay garantía de que no aflojes también cuando haya que plantar cara a los que llevan mandando en España desde el siglo XIX -por no hablar del Ducado de Alba e irnos al siglo XV-.

La memoria democrática es una guía válida para enfrentar la encrucijada ideológica en la que está Europa. Porque en esa memoria están los que anticiparon nuestra rabia. Y a los que traicionamos cuando somos más duros con los nuestros que con los poderosos. Aunque sea sin levantar la voz y sonriendo.

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Diez retos urgentes para la izquierda https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/11/13/diez-retos-urgentes-para-la-izquierda/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/11/13/diez-retos-urgentes-para-la-izquierda/#respond Sun, 13 Nov 2022 16:48:38 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10635 Continuar leyendo "Diez retos urgentes para la izquierda"]]> Retos de la izquierda latinoamericana - Question Digital

 

  1. La evolución de la derecha española obliga a toda la izquierda a dejar clara su vocación ideológica. Esto incluye también al PSOE, a quien votan muchos millones de españoles que se sienten de izquierda. Tenemos el ejemplo histórico en Europa de 1939. No repitamos errores. Claro que hay matices en el continuum que iría del 5 al 10 (de la izquierda más moderada a la izquierda más radical), pero si eres de izquierda tienes que tener claras algunas cosas que te diferencien de la derecha. La izquierda más comprometida con las ideas de izquierda tiene que encontrar los puntos en común de todo el espacio y buscar un equilibrio para que ese frente amplio pueda tener lugar. Y la izquierda más moderada tiene que salir del sueño dogmático de creer que pactando con una derecha que cada vez es más iliberal va a lograr domesticarla o va a recibir el favor de los poderes reales.
  2. La izquierda es republicana -no monárquica-, y federal, confederal e incluso independentista -no centralista-. La memoria democrática española hace patente esta opción. La opción federal, con elementos confederales -la Ertzainza o los Mossos son ejemplos claros de confederalidad o de federalismo asimétrico que no generan controversia territorial- es la que más conviene a la organización plural de España porque es la que más favorece a la idea de unidad y diversidad propias de lo que históricamente es España.
  3. La izquierda está a favor de lo público y lo común con todas las consecuencias, entre ellas, la defensa radical del medio ambiente y la apuesta por una transición ecológica firme. Esa defensa de lo público y lo común lleva a crear un ámbito público fuerte y democrático. Apuesta fiscalmente a que los más ricos paguen más, a que el trabajo sea digno y remunerado dignamente, a la creación de empresas públicas que suministren de manera accesible los bienes comunes (sanidad, educación, vivienda, transporte, electricidad, gas, internet...).
  4. Está a favor de la igualdad de hombres y mujeres, defendiendo los derechos reproductivos de las mujeres, como el aborto, y oponiéndose a su mercantilización, como es el proxenetismo o los vientres de alquiler. En esa dirección, no deja de lado a ningún colectivo minoritario aunque estén señalados por la derecha y los medios, sean las personas trans, lgtbi, inmigrantes, gente sin techo ni alternativa habitacional, pobres, enfermos mentales o cualesquiera otros que están en los márgenes de la sociedad.
  5. Apuesta por el pilar de los cuidados como un pilar fundamental del Estado social, prestando especial atención a los demás pilares, como las pensiones, la sanidad, la educación, el desempleo y la dependencia. El camino hacia una renta básica universal, complementado por el Estado de bienestar y políticas decididas de empleo es un objetivo urgente.
  6. Separa Iglesia y Estado, y, en la misma línea, defiende la democratización de las instituciones del Estado, terminando con los trazos de dictadura judicial y de corrupción policial en la judicatura y en los cuerpos de seguridad del Estado.
  7. Se atreve a democratizar los medios de comunicación, terminando con el oligopolio mediático, impidiendo el control de los medios y las redes sociales por parte de empresas ajenas a la comunicación -como bancos, grandes empresas energéticas o fondos de inversión-,y también luchando legalmente contra las fake news (apostando por leyes que garanticen la pluralidad e independencia de los medios) y garantizando que la sociedad civil tenga medios de comunicación igual que los tiene la Iglesia, fundaciones conservadoras y reaccionaras o asociaciones vinculadas a la patronal.
  8. En el ámbito internacional, reclama la soberanía, defiende un modelo militar propio al margen de la OTAN. Asume con todas las consecuencias que para la izquierda, ser demócrata en Europa es ser antifascista y en América Latina, Asia y África, ser antiimperialista. Y, por eso, la izquierda no asume la demonización por parte de EEUU y de las élites europeas de los países de izquierda, como hicieron con Chávez y Maduro, con Lula, con Correa, con Evo Morales y con cualquiera que no formara parte del "consenso" creado por los medios de comunicación. La izquierda no puede apoyar a gobiernos que asesinan y encarcelan a su pueblo, como ha pasado en Colombia con Uribe y Duque, pasa en Ecuador con Moreno y Lasa, pasó en México con Enrique Peña Nieto, pasa en Nicaragua con Daniel Ortega, pasa en Arabia Saudí y buena parte de Oriente Medio con el islamismo radical, como sufren en Palestina con Netanyahu y en el Sahara con Mohamed VI.
  9. La izquierda en España no puede ser rehén del consenso conservador bipartidista que ha funcionado desde la muerte de Franco. En ese binomio conservador el PP -ahora en unión con Vox- es la parte radical del conservadurismo y el PSOE la parte moderada. El PSOE no debe seguir queriendo sostener el bipartidismo porque va contra el pluralismo, refuerza a un partido de matriz franquista como es el PP e impide que España se libre de los candados franquistas que legó la Transición.
  10. Es de justicia entender el papel de Podemos como la fuerza política que ha roto desde la izquierda ese consenso bipartidista rompiendo o denunciando los candados heredados de la Transición. Uno evidente es el bloqueo del Consejo General del Poder Judicial.

 

En conclusión, hay que respetar el legado del 15M, porque es el que empezó a romper el bipartidismo que vaciaba la democracia española. Por eso no se puede representar a la izquierda que quiere superar el bipartidismo si se asumen vetos por parte del PP -como el de Victoria Rosell- para el Consejo General del Poder Judicial. Tampoco si se asumen vetos como los marcados por la OTAN, desembocando en el seguidismo en política internacional a los EEUU, con espectáculos patéticos como el guerrerismo de Borrell o la aceptación como presidente a un tipo autoproclamado en una plaza, como pasó con Guaidó. No puedes hacerlo si por gustar al oligopolio mediático y al consenso bipartidista no eres firme y no denuncias los comportamientos mafiosos de los medios. Que el presidente Pedro Sánchez dé una entrevista al presunto mafioso Antonio Ferreras es intolerable, como lo son las presencias en las tertulias que asumen la agenda que marcan los dueños de las televisiones y aceptan los vetos que les marquen.

No puede representarse el espacio si ante los casos de lawfare se opta por el silencio, en vez de señalarlos. Y tampoco se puede salvaguardar el espacio de superación del bipartidismo si pretendes aprovechar la hostilidad mediática y judicial constante a la gente que más ha representado la superación del bipartidismo -es decir, a Podemos- para hacerte fuerza y sacar ventaja de esa hostilidad. La centralidad no es el centrismo. Y la voluntad de ganar elecciones no puede escindirse de la defensa de los principios de la izquierda. Los ejemplos de Mélenchon en Francia y de Petro en Colombia marcan ese rumbo.

Todo esto se resume en tres ideas: claridad ideológica, firmeza contra los privilegiados que se niegan a crear derechos donde hay necesidades y fraternidad y sororidad amplias y también dentro del espacio que tiene que construir la unidad de la izquierda.

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'Lawfare': ¿por qué ahora? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/11/06/lawfare-por-que-ahora/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/11/06/lawfare-por-que-ahora/#respond Sun, 06 Nov 2022 09:11:43 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10607
Carlos Lesmes, expresidente del CGPJ, en una imagen de archivo.- J.J Guillén / EFE
Carlos Lesmes, expresidente del CGPJ, en una imagen de archivo.- J.J Guillén / EFE

La ley de hierro de las élites

Hay una ley en la ciencia política de la que poco o nada se habla. Podríamos llamarla, con ayuda de Robert Michels, "la ley de hierro de las élites" (o, si actualizamos los materiales, la "ley de sílice de las oligarquías", por eso de los chips). Esta ley rezaría así:  "Los poderosos siempre utilizan cualquier recurso a su mano para mantener sus privilegios, escogiendo el que creen que le procura el máximo resultado con el mínimo costo".

La violencia siempre ha sido un recurso inmediato y eficaz en el corto plazo. Pero a largo plazo, como recordaba Maquiavelo en El príncipe, ganas más convenciendo que amedrentando. Por eso la iglesia siempre ha estado cerca del poder: se ayudaban mútuamente para garantizar ambos su estatus.

En sociedades capitalistas, el poder judicial tiene como última misión defender la propiedad privada, que siempre ha estado ligada al estatus. Lo hace encarcelando al que roba una gallina y dejando en libertad al que hunde un fondo de inversiones con el dinero de los pensionistas. Y lo hace, también, persiguiendo a los que buscan un nuevo acuerdo que cambie el equilibrio social. En el siglo XIX perseguían a los anarquistas que alfabetizaban al pueblo y, en el siglo XXI, defienden a los que matan a aquellos que enseñan derechos a los pueblos.

Lawfare o guerra judicial ha existido siempre. Como el poder no puede basarse en la arbitrariedad, tiene que mantener evidentemente algún equilibrio con los que entiende que son su sostén social y político, pero nunca al punto de perder sus privilegios. Es verdad que cuando el pueblo se ha soliviantado ante una canallada muy grande, ha podido castigarse a algún poderoso (como en la Fuenteovejuna de Lope de Vega o en el caso de Antonio Pérez y Felipe II), pero eran casos puntuales para que todo lo demás permaneciera invariable.  El lawfare sólo ha cambiado en virtud de los tiempos y las circunstancias de cada país.

Una guerra con menor derramamiento de sangre

Esta guerra judicial siempre es menos sangrienta que otro tipo de represiones y logra mayor consenso social. Pensemos cómo la imaginería del Cristo ha ido cambiando con el tiempo. En las casas burguesas, confiadas en el orden permanente de sus sociedades, un Cristo sangrante y en el borde de la muerte no era muy aleccionador en los comedores o los dormitorios. De manera que fue suavizándose el dolor, al tiempo que se colgaban cuadros de bodegones que repetían la idea de abundancia o de paisajes desde donde miraba el atardecer algún rey ocuparon el lugar del recuerdo cristiano del infierno.

La correlación de fuerzas en España permitía sentar en el banquillo a la infanta Cristina, pero no meterla en la cárcel. Igual que con su padre, el rey emérito (en este caso, en el banquillo mediático), si bien eran piezas a sacrificar para que Felipe VI pudiera seguir reinando.

Algo parecido ocurrió con las ejecuciones públicas o la pena de muerte: dejaron de representarse cuando ya no hacían falta. La violencia física siempre ha estado del lado del poder (por eso son poder). Y, conforme la violencia iba resignificándose, era más útil garantizar el orden con métodos más civilizados. Al final, la ley -y, sobre todo, su interpretación y aplicación- expresa la correlación de fuerzas entre las clases sociales en cada sociedad.

La correlación de fuerzas en España permitía sentar en el banquillo a la infanta Cristina, pero no meterla en la cárcel. Igual que con su padre, el rey emérito (en este caso, en el banquillo mediático), si bien eran piezas a sacrificar para que Felipe VI pudiera seguir reinando. La ley es el más claro ejemplo de aquello de lo que se rió Antonio Machado en su Juan de Mairena: "La verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero. Agamenón: -Conforme. El porquero: -No me convence".

La evolución del derecho marcha con la evolución del sistema capitalista y de la necesidad de certidumbre y previsión que reclama este modelo basado en la obtención de beneficios en el mercado. Por eso, el capitalismo no puede funcionar sin derecho y el derecho no puede ser arbitrario como la voluntad de un faraón o un rey absoluto.

El comercio ha ido suavizando la violencia en el mundo occidental, también porque la trasladó hacia el ámbito colonial. Pero, con el tiempo, el derecho se ha hecho tan arbitrario como la voluntad de los grandes capitales (que son una suerte de nuevos reyes feudales). ¿O no recordamos en España la reunión inédita de la sala de lo contencioso-administrativo del Supremo donde se revirtió -por 15 votos frente a 13, lo que señala que hay grietas- que el pago de los impuestos de las hipotecas lo iban a tener que pagar los bancos por culpa de una sentencia de un juez que se creyó lo de la universalidad de la ley?

El cuento del molinero reparado, la insolencia del porquero y el "método Yakarta"

Suele mencionarse el caso de Arnold, el molinero alemán de Sanssouci, que pleiteó con éxito contra el Emperador Federico el Grande. En la fábula, al monarca le molestaba el molino cercano a su palacio y decidió demolerlo cuando el molinero se negó a vendérselo. Ante su queja por la injusticia del acto, el emperador le habría contestado: "Hay jueces en Berlín". Y el molinero acudió a los tribunales y, en el cuento, le ganó el pleito. Puro mito (como cuenta José Esteve Pardo en Hay jueces en Berlín. Un cuento sobre el control judicial del poder, Madrid, Marcial Pons, 2020).

En España conviene más el caso de Pedro Beneitez, El Gordo, molinero de oficio y vecino de Aribayos, condenado por la Audiencia Episcopal de Zamora a pagar a la Iglesia, pese a sus quejas, una multa por moler grano en domingo en el molino arrendado al Cabildo Catedral de Zamora. Habiendo penitencia que engrose el cepillo, aquí paz y después gloria. O el señalado de las tasas de las hipotecas. O la incapacidad de la democracia española de anular con todos los efectos las sentencias del franquismo.

El siglo XX ha sido el siglo de la guerra entre los trabajadores y el capital. Unos, los más, tenían el número de las mayorías; otros, los acaudalados, detentaban el poder real (dinero, ejércitos, policías, medios de comunicación, diplomacia, universidades, Iglesia). Esa confrontación se zanjó en la Segunda Guerra Mundial con la derrota de unas derechas que habían visto en el nazismo y el fascismo una opción desesperada frente al avance de la izquierda.

Los Estados sociales fueron una revolución cultural y material que funcionó sobre todo en Europa como manera de frenar la influencia de la Unión Soviética. En esa estela, el derecho y la justicia -las garantías y la igualdad ante la ley- empezaron a acompasarse en los países más desarrollados.

Pero el auge de los Estados sociales coincidió con la hegemonía norteamericana en el mundo. Por eso, mientras Europa era un oasis, EEUU ponía en marcha lo que Vincent Bevins ha llamado "el método Yakarta" (Madrid, Capitán Swing, 2022), que implicaba la colaboración del Gobierno norteamericano en la ejecución en 1965 de un millón de indonesios vinculados al partido comunista (el más numeroso del mundo en ese momento después de la URSS y China) o el apoyo a dictaduras sangrientas en Argentina (con 30.000 desaparecidos), Brasil o Chile.

Estados Unidos se dio cuenta de que era mejor formar jueces y periodistas que educar a militares en la represión de subversivos en la Escuela de las Américas. Y el resultado era el mismo.

La puesta en marcha del neoliberalismo como respuesta a la crisis de 1973 generó muchas protestas, que fueron reprimidas con fuerza e, incluso, como en los casos del Cono Sur latinoamericano señalados, con golpes de Estado. La idea de "gobernabilidad" lograda con violencia dejó paso a la "gobernabilidad pactada", llamada "gobernanza".

Cuando la fuerza ya no era necesaria y carecía de legitimidad, se garantizó el orden con fórmulas más sofisticadas. El aporte judicial al orden social cobró mayor relevancia. Estados Unidos se dio cuenta de que era mejor formar jueces y periodistas que educar a militares en la represión de subversivos en la Escuela de las Américas. Y el resultado era el mismo.

Las inercias del Estado las gestionan los jueces

El Estado siempre tiene inercias, selectividades, que son legados como herencia a los que gobiernen. Los jueces, como funcionarios con toga, igual que los militares -funcionarios con armas-, forman parte de esa herencia.

La única manera de frenar esas selectividades del Estado heredado es cambiando la correlación de fuerzas. Con votaciones que lleven a mayorías absolutas abrumadoras o con la calle. Puedes ganar el Gobierno, pero el Estado, con sus inercias, va a pesar como una losa en la gestión de las instituciones.

Por eso, los jueces pudieron sacar a Lula de la contienda electoral hace cuatro años. Y, por eso, ahora Lula ha ganado las elecciones pero aún está por ver si le dejarán gobernar o las inercias volverán a derrotarle. Dependerá de lo que haga ese 50% que le ha votado. Y es evidente que el Deep State, el Estado profundo -esa gente que "vota todos los días", porque todos los días toma decisiones vinculantes-, hará lo posible para que lo que no han conseguido en las urnas lo intenten conseguir por fuera. Y lo hará con sus jueces, servicios de inteligencia, sector financiero, patronal, inversores dueños de medios de comunicación y jerarquía de las iglesias.

Como plantea Pablo Gentili, el presupuesto de 2023 que deja a Lula Bolsonaro "no tiene partidas para merienda escolar ni para educación infantil (indispensable en las regiones más pobres); tampoco para las farmacias populares ni para el auxilio de emergencia que utilizó con fines solo electoralistas".

Y, como el bolsonarismo ha ganado en las cámaras, fácil será que hagan filibusterismo parlamentario para entorpecer la tarea de gobierno. Con apariencia de legalidad democrática. Como le ha pasado a Alberto Fernández en Argentina, endeudada con el FMI por culpa de Macri -que usó el dinero para intentar ganar las elecciones-, o le está pasando a Gabriel Boric en Chile.

El juez corrupto Sergio Moro, que encarceló ilegalmente a Lula y lo sacó de la contienda electoral hace cuatro años, ha sacado en estas elecciones de octubre de 2022 el escaño de senador. Un juez que pervirtió la decisión popular, que quebró la soberanía del pueblo propia de una democracia, no recibe ningún castigo por su golpe blando.

Contra el independentismo catalán funcionó la coartada de que iban a secesionarse de España; con el terrorismo de ETA, su condicion violenta. Pero contra Podemos no pueden achacar nada contra la Constitución y, por eso, necesitan con urgencia que la maquinaria judicial golpee a sus líderes.

Guerra judicial contra Podemos, ¿por qué?

En España conocemos casos de guerra judicial reciente -algunas aún en marcha-, especialmente contra el independentismo catalán y contra una fuerza emergente, Podemos, que llegó a tener cinco millones de votos, a los que se sumaría el millón que sacó Izquierda Unida (el PSOE de Pedro Sánchez gobernó con 5,3 millones de votos).

En la lucha contra el independentismo vasco, tanto en su vertiente terrorista como en lo que el juez Garzón llamó "el entorno" (y que llevó a barbaridades, como la autorización de torturas, el encarcelamiento sin delito o el cierre de periódicos), se dio un paso más allá y la herencia franquista en la Policía y la Guardia Civil llevó incluso al terrorismo de Estado.

Es llamativo cómo para el PSOE, igual que para el PP, Vox y Ciudadanos, los GAL siguen siendo un tabú, porque era algo a lo que apoyaban en silencio - una ley del Talión que quería responder desde las instituciones a las barbaridades de los terroristas- en una época donde era complicado forzar la ley para justificar los asesinatos extrajudiciales como se había hecho durante la dictadura.

Contra el independentismo catalán funcionó la coartada de que iban a secesionarse de España; con el terrorismo de ETA, su condicion violenta (aunque, en realidad, antes de lo que hicieron con el independentismo catalán lo hicieron con el presidente del Parlamento vasco, José María Atutxa, en 2008). Pero contra Podemos no pueden achacar nada contra la Constitución y, por eso, necesitan con urgencia que la maquinaria judicial golpee a sus líderes.

No olvidemos tampoco que el lawfare, esto es, la guerra judicial contra adversarios políticos, ha recibido apoyo desde el poder legislativo. Es el papel de las "leyes mordaza", que castigan con enormes penas de cárcel a los activistas. Esto, a su vez, alimenta las interpretaciones forzadas que han llevado a que las presiones judiciales se entrometan en el poder legislativo -sede de la soberanía popular-,por ejemplo, para quitarle el escaño en España a Isa Serra o a Alberto Rodríguez o para enjuiciar a una parte no menor de sus líderes.

No deja de ser llamativo que los mismos jueces que no ven delito en las conversaciones para alterar pruebas entre el comisario Villarejo y la entonces secretaria general del PP, Dolores de Cospedal; los mismos tribunales que no han podido dilucidar quién es M.Rajoy; los que tienen fuera de la cárcel a Eduardo Zaplana o que no imputan al actual portavoz del PP, Esteban González Pons, tras ser señalado con pruebas por uno de los "conseguidores" de la Gürtel, tienen enjuiciados a numerosos miembros de Podemos por los "rumores" sin prueba alguna de abogados enfadados con la formación morada por su despido o de delincuentes venezolanos que buscan favores judiciales y están vinculados a tramas corruptas.

La doble vara de medir es otro ángulo del lawfare. El PSOE va a ver entrar en la cárcel a José Antonio Griñán, quien fue presidente de la Junta de Andalucía​ entre 2009 y 2013 y presidente del Partido Socialista Obrero Español entre 2012 y 2014. Al tiempo, Esperanza Aguirre, por un comportamiento similar, no ha recibido la imputación por ese mismo delito. Es verdad que Griñán cuenta con el indulto gubernamental, pero tampoco se van a librar del lawfare si no ayudan a detenerlo.

Las victorias apretadas de la izquierda en Chile, Argentina, Brasil, Colombia, con frentes amplios sin gran cohesión ideológica ni organizativa nos pueden hacer prever que el lawfare se va a recrudecer.

No olvidamos tampoco que hay un lawfare judicial y un mediafare comunicacional que van de la mano. Por eso, proliferan las acusaciones falsas y sin pruebas, porque los medios, prácticamente el 100% en manos de la derecha en todos los países, le dan un recorrido mediático que tiene como objetivo "matar civilmente" a los adversarios. Y, si las acusaciones caen en juzgados igualmente conservadores, las acusaciones se convierten en imputaciones que, sea cual sea el resultado, terminan alterando la voluntad popular.

Por eso, se reabren antes de las elecciones municipales casos varias veces archivados (como el de una multinacional del agua contra Ada Colau). Y, por eso, la presión para que en las próximas elecciones Podemos se disuelva en algún tipo de proyecto que las élites dejen de ver como una amenaza.

Cuando la Troika puso de rodillas, a Grecia no lo hicieron solo porque Tsipras y Syriza estaban desobedeciendo sus mandatos -que carecían de cualquier base democrática- sino como un aviso a "navegantes", en especial a Podemos.

La economía griega es equivalente a la economía de la Comunidad de Madrid. Una fuerza política crítica con el neoliberalismo y las políticas de ajuste en la cuarta economía del euro era un problema. Por eso, lleva en España el Consejo General del Poder Judicial fuera de la Constitución cuatro años por la negativa del PP. Por eso, todos los juicios contra Podemos (algunos no hemos tenido un solo mes sin querellas o imputaciones desde 2015). Y, por eso, la presión mediática tan fuerte que sufre la formación morada y, también, Pedro Sánchez por el Gobierno de coalición, incluso desde dentro de sectores del propio PSOE que querrían una gran coalición con el PP. Por eso se reabren, antes de las elecciones municipales, casos varias veces archivados (como el de una multinacional del agua contra Ada Colau). Y, por eso, la presión para que en las próximas elecciones, Podemos se disuelva en algún tipo de proyecto que las élites dejen de ver como una amenaza.

Conclusión: la lucha contra la democracia va a venir de los jueces

Entender el mecanismo del lawfare y del mediafare explica por qué Podemos -la fuerza que más ha logrado en la política española reciente desde la izquierda no socialdemócrata- ha recibido y recibe tantos ataques y por qué los intentos de acabar con ella siguen siendo tan presentes. Incluidos los esfuerzos divisionistas que tanto daño le han hecho.

Si Podemos se disolviera, significará que lo que no han podido hacer las élites con el lawfare y el mediafare lo podrían hacer movimientos que nazcan de su propio seno, como ya se intentó con la división que encabezó Errejón con todo el apoyo mediático.

El lawfare es el incendio del Reichstag de los nuevos enemigos de la democracia. Su justificación y lo que va a ahogar a la democracia liberal. Con la enorme paradoja que va a ser la izquierda que quiere superar la democracia liberal la que va a defenderla.

Por eso es tan relevante tener claridad ideológica como requisito para poder tener claridad organizativa. Lo que a su vez permite entender las nuevas herramientas del poder para apuntalar su dominio. Esto es, la guerra judicial. No hay que descartar el uso de la fuerza -ahí están los seguidores de Bolsonaro en la calle pidiendo un golpe; ahí está el golpe de Estado en Bolivia; ahí están los seguidores de Trump entrando en el Capitolio-, pero los nuevos golpes van a ser judiciales.

El lawfare es el incendio del Reichstag de los nuevos enemigos de la democracia. Su justificación y lo que va a ahogar a la democracia liberal. Con la enorme paradoja que va a ser la izquierda que quiere superar la democracia liberal la que va a defenderla, frente a los ataques de una derecha que es la beneficiaria de esa democracia vaciada.

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Réquiem por los que solo quieren gustar https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/10/30/requiem-por-los-que-solo-quieren-gustar/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/10/30/requiem-por-los-que-solo-quieren-gustar/#respond Sun, 30 Oct 2022 09:51:40 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10586 Réquiem por los que solo quieren gustar

En Réquiem por un campesino español, un párroco pusilánime recuerda, durante una misa de difuntos y a un año de su ejecución, a Paco el del molino, una de las personas más queridas del pueblo.  Esta novela de Ramón J. Sender, publicada en México 1953 (la censura española de Franco la había prohibido en España), es un relato conciso y terrible de las posiciones durante la guerra de España.

Paco, fusilado por la jauría franquista por su compromiso social, cometió el error de creer en el párroco. Fue el cura, Mosén Millán, el que lo delató señalando la cueva en donde se escondía.  El pecado de Paco no había sido otro que preocuparse por los más golpeados de la sociedad. Desatada la guerra civil tras el fracaso del golpe militar, los papeles se clarificaron.

Los falangistas convencen al cura para que les diga dónde se esconde el republicano, jurándole por el dios compartido que nada habría de pasarle. La capacidad del párroco de engañarse es un réquiem por la compasión.  Para este siervo de Dios, la vida en cuevas de los más humildes del pueblo -motivo de preocupación de Paco- le parece poco en comparación con los vaivenes de la fe, de la  misma manera que la ejecución del campesino le lleva a mirar hacia otro lado, eso sí, de rodillas y rezando, mientras intenta lavar su culpa con la idea de la resignación al tiempo que oye las ráfagas. Mal asunto querer gustar a Dios y a los falangistas si la tarea propuesta era cuidar de la gente.

Esta voluntad de querer gustar distorsiona a menudo la tarea en casi cualquier quehacer humano -hay excepciones, como en esos menesteres donde hay que vender la sonrisa y la atención como señuelo para las ventas-. Cuando la intención de gustar domina a los profesionales termina por hacerles errar en sus trabajos. Un profesor no debe querer gustar a los alumnos igual que un doctor no debe buscar gustar a sus pacientes. Uno debe enseñar y el otro curar, y otra cosa diferente es la amabilidad y las buenas maneras, aun siendo cierto que ayudan a ambas cosas.  Pero gustar es una condición tangencial, un añadido, una cualidad extra que no debe debilitar la razón de ser de lo que se hace. Querer gustar en política es una catástrofe para la izquierda. Porque confunde la centralidad con el centro. Y el centro está ahora mismo muy escorado hacia la derecha.

Decía Walter Benjamin que el triunfo de la extrema derecha siempre expresa el fracaso de la izquierda, que no ha sido capaz de hacer su tarea en el tiempo histórico que le tocaba. Esto es especialmente cierto en tiempos de crisis, porque mucha gente se enfada con los que mandan porque la vida empieza a irles mal. Entonces, quieren cambiar de pantalla y señalan a los culpables de su miseria y de su incertidumbre. Que son los políticos y los poderes a los que representan.

En tiempos de crisis, las élites se asustan porque creen que van a perder lo que tienen. Por eso, en la crisis de 2009, Sarkozy y Merkel dijeron que hacia falta un capitalismo más humano. Pensaban que las mayorías iban a demostrar su enfado con ellos y entendieron que tenían que perder un poco para no perderlo todo. Pero resulta que las masas no se enfadaron y, entonces, las élites siguieron apretando. Además, aprobaron leyes mordaza y reprimieron en todos lados de manera más fuerte y con multas las protestas. Y les salió bien. Y siguieron apretando.

Además, redoblaron sus esfuerzos en los medios de comunicación. En España es muy evidente: todos los programas de la televisión, todos, refuerzan el sistema y a las élites. Pueden criticar alguna cosa para dar sensación de que no son los mayordomos del poder, pero el bombardeo diario contra las propuestas de la izquierda es descomunal. Por eso, cuando alguien quiere matizar y no entregar su alma ni a Zelenski ni a Putin, es porque está entregado al oro de Moscú. Y raro es el medio que no ha dedicado algún esfuerzo a atacar a los medios o a los programas que no comulgan con los editoriales al uso.

Ese bombardeo tiene como resultado que la izquierda ha ido corriéndose cada vez más a la derecha , pensando que así no va a  molestar a las élites, es decir, que no va a molestar a los medios de comunicación, que son los que construyen la idea de qué es sensato y qué no lo es. Y esa izquierda que cede terreno en las ideas a la derecha termina siendo indistinguible de la derecha. Y, en una suerte de cártel, ya ni molesta ni es molestada.

En España o en Chile o en Brasil, como las derechas apoyan a las dictaduras que han sufrido esos países, hay una izquierda que cree que basta con ser demócrata -es decir, que no es golpista- para ser de izquierdas. Y se equivoca. Eres de izquierda cuando quieres superar un sistema que genera desigualdades, violencia, que nos convierte a todos en mercancías, devasta el planeta, necesita guerras y que anula la humanidad y la empatía de los seres humanos.

Haga lo que haga la izquierda para congraciarse con las élites, no se lo van a agradecer. Porque en tiempos de crisis, las élites tienen miedo. Porque, si las mayorías se enfadan, pueden perder sus privilegios. Y se adelantan a ese riesgo.

Llegado el momento, puedes ponerte del lado de los chalecos amarillos, de los desahuciados, de los precarios, de las minorías marginadas, de los que no llegan a fin de mes, de los pobres, de los expulsados de la universidad por la subida de las tasas, de los expulsados de una vivienda digna, de los hacinados en el transporte, de las violentadas y las maltratadas, de los perjudicados en una oposición amañada, de los engañados en una estafa, de las víctimas de los bancos, de las víctimas de la violencia policial. O ponerte del lado del mensaje que lanzan los medios para no molestar. Y así, aullando con los lobos, intentar que no te insulten en la televisión, que no te persigan los jueces, que no se inventen pruebas los policías contra ti, que no te acusen de ser "pro Putin".

Pero las élites seguirán teniendo miedo y solo conseguirás saber que te han derrotado y que estás dejando solos a los que aún tienen coraje. Podrás rezar implorando la compasion de Dios mientras los hombres fusilan la bondad pero, como a Mosés Millán, te perseguirá la ignominia y sabrás, cuando suenen las campanas, que no suenan por ti porque no te las mereces.

 

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Al Este del Edén está Borrell https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/10/23/al-este-del-eden-esta-borrell/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/10/23/al-este-del-eden-esta-borrell/#respond Sun, 23 Oct 2022 05:10:59 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10572 alt --> Desde el jardín (Being there), la novela de Jerzy Kosinski llevada al cine por Hal Ashby y protagonizada por Peter Sellers, fue leída como una sátira de un mundo al que se veía falto de rumbo. Un jardinero sin muchas luces -no sabe leer ni escribir y su única actividad, además de la floral, es … Continuar leyendo "Al Este del Edén está Borrell"]]> Al Este del Edén está Borrell

Desde el jardín (Being there), la novela de Jerzy Kosinski llevada al cine por Hal Ashby y protagonizada por Peter Sellers, fue leída como una sátira de un mundo al que se veía falto de rumbo. Un jardinero sin muchas luces -no sabe leer ni escribir y su única actividad, además de la floral, es ver la televisión-, es expulsado de la casa donde siempre ha vivido. La muerte del anciano dueño de la casa donde había permanecido toda su vida le deja  sin techo y sin horizonte. Ahí afuera está perdido: el mundo no es lo mismo que la televisión. Los abogados, fríos como los balances de una empresa, le invitan a marcharse. Él no es "su problema". Armado con un elegante traje, un bombín, un paragua y una maleta sale, sin destino e ingenuamente, a una ciudad falta de compasión. Un niño grande a la intemperie.

Si Don Quijote desafiaba a un incipiente capitalismo desde su locura, Chance, el cuidador de un jardín olvidado, desafiaba a la maldad desde su inteligencia de niño pequeño. Si el hidalgo manchego terminaba conquistando a las fuerzas vivas de su entorno con su honestidad, el jardinero de su propio jardín terminaría en las más altas esferas de la política norteamericana prácticamente sin abrir la boca. A los mandos podían estar los menos capacitados. Chance, al menos, era honesto. Los demás forzaban el espejo para reflejar en él sus propias necesidades. Inquietante. Al Este del Edén había un paraíso. Pero nos expulsaron.

Cuando se publicó esta novela corría el año 1970 (en la estela del mayo del 68) y la política empezaba a dar muestras de que no era mucho más sofisticada que veinticinco años antes, cuando el mundo salía de una guerra mundial con más de cincuenta millones de cadáveres. La famosa pregunta de Chomsky (¿hay algún adulto en la sala?) no ha dejado de resonar en nuestros oídos y el jardín de la política, pese a vestirse como un campo versallesco, cada vez emerge más como un devastado campo de batalla poblado por generales idiotas y estadistas de opereta. Cuando se estrenó la película, en 1979 ya estaban entre nosotros Juan Pablo II y Margaret Thatcher.

Igual que Woody Allen siempre ha gustado más en París que en Ohio, la política europea siempre ha creído tener un punto de circunspección de la que carecía el norteamericano medio. Aunque al final Almodovar triunfó en Nueva York y la Obamamanía cautivó el corazón europeo de los que no tenían corazón para Palestina, Afganistán o Libia. Al final, el agua caliente y el agua fría se convirtieron en agua tibia. Y llegó el Presidente del pelo naranja. Si en Estados Unidos puede haber Presidentes payasos ¿por qué un Alto Representante de la Unión Europea no puede ser igualmente un payaso? Con la elección de Ronald Reagan el mundo supo que un actor de tercera podía ser Presidente. ¿Pero no fue ese Presidente de opereta el que le dobló el brazo a la Unión Soviética? A repensarlo casi todo.

De aquellos polvos estos lodos. Donald Trump no ha hecho sino seguir la estela de Reagan, de George W. Bush, de Sarah Palin y el Tea Party. De la misma manera que Liz Truss es la historia repetida como farsa (ha estado en la más alta magistratura británica durante apenas 65 días, suficientes para dejar al país en barbecho). Una gestión tan nefasta que algunos han empezado a echar de menos al histrión Boris Johnson. Todo con tal de no entrar a fondo en la gran mentira que ha significado el Brexit. Grandes liderazgos para un gran tiempo.

La Unión Europea ha dejado de ser soberana. Apenas Alemania era capaz de tomar sus propias decisiones, aunque pusiera de rodillas a Grecia -y después, a toda Europa- con sus maneras neoimperiales. Pero ya no. EEUU le ha obligado a cerrar los gasoductos con Rusia, y cuando han visto que a lo mejor no lo estaba haciendo del todo, han volado directamente el NordStream 1 y 2. La misma Europa sumisa que reconoció a Guaidó por exigencias norteamericanas. Un mediocre autoproclamado en una plaza que lo único que ha hecho ha sido robarse el dinero de todos los venezolanos, especialmente de CITGO, la red de gasolineras en los EEUU. Ya no le reconocen ni los suyos, pero Europa sigue esperando a ver qué le ordena Washington. Borrell el obediente.

Esta Europa sin rumbo, que está en guerra en Ucrania en un conflicto que solo le interesa a los EEUU, necesita una caricatura como la que representa Josep Borrell como Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidente de la Comisión Europea, para acompañar todo este sinsentido.

Viene el invierno del descontento y la proporción de gente en Europa que no entiende la guerra en Ucrania crece. Queremos más diálogo, más diplomacia y gastar menos en armamento. Una industria de la guerra que solo beneficia a los halcones y al capitalismo del Pentágono.  Borrell se ha creído obligado a explicarnos que debemos ir por el buen camino:

"Sí. Europa es un jardín (...) Nosotros hemos construido un jardín. Todo funciona. Es la mejor combinación de libertades políticas, prosperidad económica y cohesión social que la humanidad haya construido nunca (...) La mayor parte del resto del mundo es una jungla, y la jungla podría invadir el jardín (...) la jungla tiene una fuerte capacidad de crecimiento y el muro no será lo bastante alto como para proteger el jardín".

A Borrell le preocupa la influencia de Rusia y China en África y Asia. Y para hacerse entender hace metáforas propias de Ginés de Sepúlveda en el siglo XVI. Y vuelve a difamar a Bartolomé de las casas. Luego que si la leyenda negra es un infundio... Lo que algunos llaman "cooperación sur-sur", para la Unión Europea es "jungla sobre jungla". Luego ha querido explicarse Borrell, pero como dicen en el país donde Guaidó es Presidente Encargado -aunque Biden solvente los asuntos con el Presidente Maduro-, "no aclares que oscureces". La arrogancia europea está a la altura de su capacidad histórica de saquear. La Modernidad europea siempre ha sido eurocéntrica y ha mirado con desprecio a cualquier cultura que no fuera "calco y copia" de la tradición griega, romana, española, portuguesa, francesa, alemana, holandesa, belga o británica. Hasta Marx metió la pata analizando la independencia latinoamericana o el colonialismo británico. En su obra madura rebobinó, pero esa parte se lee menos. Toda la reflexión decolonial (Fanon, Boaventura de Sousa Santos, Mignolo, Dussell, Segato, Bell, Shiva) debiera haber hecho alguna mella en la más alta representación de la Unión Europea fuera de sus fronteras. Borrell cada vez parece más un instructor de Full Metal Jacket.

Los rusos no han tardado en rematar en esa pelota que Borrell ha dejado botando: "Europa construyó su 'jardín' a través del bárbaro saqueo de la 'jungla'". China, Rusia, India, Pakistán, Indonesia van construyendo sus propias asociaciones al margen de Europa. Los EEUU llevan a Australia a su lógica militar, igualmente alejados de París, Berlín, Roma y Madrid. Mr. Chance, el jardinero sensato de la novela, le hablaba a políticos obtusos como el socialista catalán: "Un jardín necesita muchos cuidados y amor. Y si das a tu jardín mucho amor, las cosas crecen. Pero primero algunas cosas deben marchitarse". Y Borrell ha entendido que tiene que marchitarse el mundo para que el resecado jardín europeo parezca más cuidado.

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Errores para hacerse perdonar (de las consecuencias no deseadas de la acción) https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/10/16/errores-para-hacerse-perdonar-de-las-consecuencias-no-deseadas-de-la-accion/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/10/16/errores-para-hacerse-perdonar-de-las-consecuencias-no-deseadas-de-la-accion/#respond Sun, 16 Oct 2022 08:00:02 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10553 Errores para hacerse perdonar (de las consecuencias no deseadas de la acción)Para M., que se le está poniendo el mundo un poco cuesta arriba

En 1856, Ema Bovary, enamorada del amor, midió mal la fuerza del patriarcado, envenenada de literatura y aburrimiento. Su diagnóstico defectuoso, al que contribuyó en buena manera su deseo, chocaba con el orden social y la egoísta tranquilidad masculina, expresada, entre otros, en el tedioso Charles Bovary. La cobardía de todos los que participaron de esa tragedia pueblerina impedía finalmente otro resultado que no fuera el suicidio. Obviamente, no podía ser sino Madame Bovary quien buscó la puerta de salida.

Moraleja: si te vas a enfrentar a un poder de verdad, ármate antes de autoestima que de argumentos.

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Las jóvenes ecologistas que han lanzado una sopa Campbell -probablemente de tomate por el contraste marrón encima de la acuarela amarilla- sobre Los girasoles de Van Gogh, aunque no hayan dañado el cuadro, lejos de alertar sobre el problema del consumo suicida de combustibles fósiles en el mundo, sólo han conseguido que se hable de ellas y no del calentamiento global. Mal pensado. Tu reivindicación no puede quedar oculta por tus actos.

La relación entre Van Gogh, Los girasoles y las emisiones de CO2 no son evidentes para casi nadie. No se ha hablado de Exxon, Shell, Petrochina, Chevron o British Petroleum, sino del ataque innecesario al cuadro. No es sencillo justificar que para señalar la maldad de las empresas petroleras haya que mancillar algo cuya belleza convoca a la armonía y la esperanza.

A las obras de arte las golpean perturbados con un cuchillo y ricachones con talonarios cuando las convierten en mercancías especulativas equiparables al caché de los futbolistas. No es extraño que quienes se han hecho eco de las razones de la protesta hayan concluido que es un error, como no podía ser de otra manera, que hacer una acción que tiene como objetivo que la gente se enfade por la irracionalidad de la faena, en vez de ayudar a la causa reivindicada lo que logra es dar alas a sus enemigos, enfríar a los tibios y dejar estupefactos a los convencidos.

Moraleja: antes de hacer algo que puede ser entendido como una memez, haz una consulta fuera de tu entorno más íntimo.

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Pedro Sánchez, creyendo que se había levantado esa mañana estratega mundial, entregó el Sáhara a Marruecos -previa petición norteamericana-, pese a que la legalidad internacional, Naciones Unidas, la tradición española, el derecho de los pueblos y el sentido común geopolítico indicaban que había que hacer lo contrario. El PSOE pensó que con ese regalo al sátrapa Mohamed VI iba a solventar el problema de la migración ilegal, cerraba definitivamente el reconocimiento marroquí de Ceuta y Melilla y España se iba a convertir en un eje esencial del suministro de gas desde Argelia a Europa. Traicionar al pueblo saharaui le pareció al presidente Pedro Sánchez y a su ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, un precio razonable, argumentando que el conflicto con el Sáhara lleva decenios estancado y que las reivindicaciones saharauis no son sino las reivindicaciones de un pueblo sin dinero, sin armas y sin grandes apoyos más allá de la compasión que levantan los ojos de desierto de sus niños sin casa y sin patria.

La realidad es que Argelia se enfadó con España por el maltrato al pueblo saharaui, quebrando con ruido de elefante en cacharrería el sueño del hub gasístico que iba a hacer de España un espacio esencial en la reconfiguración de la Unión Europea; como no podía ser de otra manera, Macron sigue poniendo todas las dificultades posibles para que España no sea relevante en temas energéticos; muchos Gobiernos del mundo han empezado a ver a España como un socio poco fiable porque toma decisiones contrarias al derecho y al buen sentido. Es decir, porque han hecho lo que no puede hacer la diplomacia, que es quebrar la continuidad de su política exterior, como ya había pasado con el reconocimiento de Juan Guaidó, un tipo que se autoproclamó presidente encargado de Venezuela en una plaza, en un acto formalmente bastante más desguarnecido que la anexión colonial de zonas de Ucrania realizadas por Putin, donde, por eso de las formas, hicieron un paripé de referéndum.

Para cerrar el desatino, Mohamed VI acaba de volver a reivindicar Ceuta y Melilla, al tiempo que ha insultado a la jurisdicción española sobre las plazas –Marruecos "no tiene fronteras terrestres con España" y Melilla "es un presidio ocupado"-. Todo a la espera de que, envalentonado, el dictadorzuelo, ya famoso por sus correrías en París y su ausencia de su país, vuelva a decir a sus gendarmes mafiosos que dejen pasar a todos los marroquíes que quieran entrar en Europa, igual que antes les invitó a asesinar a medio centenar de subsaharianos cuando, por delegación española, tocaba impedirles saltar la valla.

Moraleja: las cesiones a los que carecen de límites solo debilitan tu posición; no quiebres tu política exterior pretendiendo convencer a alguien que no permite la democracia en su país porque terminará contaminando la democracia en el tuyo.

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Putin, como ya había hecho en su día Sadam Hussein con Kuwait, pisó el palito que alguien le puso. Pensó entonces que acabar con los ucranianos era como acabar con los secesionistas chechenos. Un mal día decidió invadir Ucrania, no solo la parte rusófona del este,  sino que quiso llegar hasta Kiev como una forma de decirle a su vecino y al mundo que son una potencia militar a la que no se le puede desafiar.

Putin contaba con la legitimidad de los errores de Ucrania y de la OTAN. Una, porque en 2014 se dejó seducir por los cantos de sirena del Maidán y derribó al presidente prorruso Víktor Yanukóvich jaleado por la Unión Europea. Desde 2014, Ucrania está bombardeando civiles en el Donbás, mientras la hipócrita Europa no decía nada. El otro gran error viene de la OTAN, la que bombardeó Yugoslavia tras la caída de la URSS en 1991, y que, pese a las huecas promesas a Gorbachov, ha ido extendiéndose al este con el fin de acorralar a Rusia, romper la continuidad geográfica de Europa y preparar un probable conflicto norteamericano con China.

Ni Putin -ni casi nadie- contaba con que Ucrania, ayudada por la UE y por los EEUU, iba a aguantar la invasión, especialmente gracias al suministro inagotable de armas por parte de los que jalearon en 2014 el Maidan. Tras algunos tímidos intentos, nadie ha movido un dedo para buscar una solución diplomática y entre los dos países rige una escalada donde a una barbaridad de uno le sigue una barbaridad del otro. Que, por lo común, la pagan civiles.

Da igual que la invasión sea un acto criminal y contrario a la legalidad internacional por parte de Putin y da igual que el Gobierno de Ucrania haya cometido brutalidades desde antes de la invasión. Da igual también que la OTAN quiera hacer con Rusia lo que no permitió en Cuba en 1962. Lo relevante es que hay una escalada bélica donde en los dos bandos hay armas nucleares. En los dos. Uno porque las tiene y otro porque la OTAN responderá llegado el caso. Y solo se oyen tambores de guerra y necios preocupados por ver si tus opiniones ameritan que estés con todos los honores en alguno de los dos bandos.

Moraleja: la guerra solo beneficia a los que venden armas, a los que tienen problemas internos y a los que desprecian la democracia, de manera que todos los que defienden la guerra en nombre de la democracia mienten y todos los que defienden la democracia tienen que hacer todo lo que esté en su mano antes de autorizar ninguna guerra.

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Funes tenía una capacidad tan prodigiosa de recordar todo lo que pasaba  que los que le conocían le llamaban, sin un gran esfuerzo poético, Funes el Memorioso. Esa obsesión instantánea de recordar lo que veía empezaba a ocuparle el cerebro con la repetición exacta en su cabeza de todo lo que captaban sus sentidos, de manera que su inteligencia empezó a habitar infinitos mundos donde se renovaban sucesos, matices, movimientos, parones, ángulos y dimensiones. Ese cerebro memorialístico estaba condenado al fragmento total, rememorando el detalle infinitesimal de una hoja que crecía, el atardecer de un sol exhausto en el reflejo exacto de un tejado, una ropa tendida que se mecía al viento del oeste; el quejido cadencioso de un acto de amor quizá desatendido más allá del Atlántico...

Funes no pudo aguantar tanta memoria y terminó tumbado en un jergón mirando al infinito. Tanto recuerdo -esa gota de sudor empezando a brotar del poro, la lágrima recorriendo la mejilla y estallando en el suelo dejando sobre él dibujos y figuras imposibles, aquella nube cambiando su dibujo, el río en cada instante diferente- le impedía atender a la cotidianeidad vulgar de la vida.

Moraleja: vivir es aprender a olvidar sólo aquello que permita hacer de la existencia una vida que merezca la pena ser vivida y a recordar justo aquello que camine hacia una vida que merezca la pena ser vivida. Un buen diagnóstico que evite los errores imperdonables, las consecuencias no deseadas de la acción, en un mundo donde la gente decente está empezando a sentirse atenazada por tanta insensatez y corre el riesgo de que se le paralice el sentir, el pensar y el hacer sin que venga en su socorro ningún bálsamo.

 

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La derecha como ejército de ocupación (la resistencia frente a la soberbia) https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/10/09/la-derecha-como-ejercito-de-ocupacion-la-resistencia-frente-a-la-soberbia/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/10/09/la-derecha-como-ejercito-de-ocupacion-la-resistencia-frente-a-la-soberbia/#respond Sun, 09 Oct 2022 05:05:37 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10536 alt --> Las crisis económicas y las paranoias identitarias -la patria en peligro y la nación ultrajada- son el caldo de cultivo para el auge del autoritarismo. Las minorías que ven perder sus privilegios azuzan, con el látigo mediático, a sectores de clases medias y sectores populares para que sientan como ellos. Puede parecer estúpido que un … Continuar leyendo "La derecha como ejército de ocupación (la resistencia frente a la soberbia)"]]> La derecha como ejército de ocupación (la resistencia frente a la soberbia)

Las crisis económicas y las paranoias identitarias -la patria en peligro y la nación ultrajada- son el caldo de cultivo para el auge del autoritarismo. Las minorías que ven perder sus privilegios azuzan, con el látigo mediático, a sectores de clases medias y sectores populares para que sientan como ellos. Puede parecer estúpido que un trabajador piense igual que un gran empresario en asuntos donde está en juego mantener el privilegio de las minorías o mejorar la vida de las mayorías, pero en los momentos de crisis, cuando lo viejo no termina de marcharse y lo nuevo no termina de llegar, surgen los monstruos. Sin embargo, la derecha termina por dejarse vencer por la soberbia.

Son esos momentos en donde la derecha se empeña en volvernos a aclarar en que consiste eso de la lucha de clases. La idea no es tan complicada, aunque lo es un poco más de cómo lo contaron Marx y Engels cuando dividían el mundo entre burgueses y proletarios.

La cosa hoy es que en el mundo hay ricos que viven de las rentas, asalariados con sueldos tan altos que coinciden en los restaurantes, los colegios y las urbanizaciones con los ricos; hay clases medias que se van de vacaciones, se compran una casa, tienen un par de suscripciones a canalaes de televisión e incluso pueden ayudar a sus hijos. Hay, claro, sectores populares que oscilan entre una supervivencia que aunque no es holgada tampoco asfixia, y otro borde donde mal llegan a fin de mes. Y, por supuesto, hay pobres, gente que no tiene vivienda en propiedad, que no puede pagar la luz, el gas, el teléfono, comprarse una Tablet, irse de vacaciones, tener internet y, por supuesto, darle a sus hijos una mejor vida.

En este mundo de crisis, cuando el sistema ya no reproduce el contrato social, esto es, cuando ya no permite que la mayoría este incluida en las ventajas de la vida en sociedad, cuando, por ese malestar, puede crecer la oposición al sistema, la derecha despierta y actúa como un ejército de ocupación en nuestros países. Es entonces que consideran que el territorio y sus gentes son suyos, como sucede en una invasión de un país por otro. Con el derecho que les da ser los ocupantes, toman lo que les apetece e incluso fuerzan los símbolos para hacerlos suyos en exclusiva. Por eso son tan importantes las banderas para los ejércitos de ocupación.

Deciden por tanto qué es ser patriota en ese territorio ocupado y castigan a los tibios tanto como a los enemigos, al tiempo que aplican reglas diferentes para ellos mismos y para los demás. La ocupación tiene un fondo evidente de ilegitimidad que aunque se oculte, emerge. Por eso necesitan reforzar la decisión con toda la ferocidad posible. No puede haber fisuras ni dudas porque por ahí se escaparía la razón de ser y los beneficios de ser una fuerza de ocupación. A lo sumo, buscas colaboradores entre los ocupados y les entregas algunos beneficios por defender al ejército y al gobierno ocupantes.

Son viriles porque la violencia es la que justifica su comportamiento de fuerza ocupante. Por eso el feminismo es su enemigo. La lógica de ejército de ocupación se ceba en las mujeres. Son parte del botín y un espacio de reafirmación sencilla de la virilidad. La más sencilla. Es más fácil reafirmar la idea de poder y fuerza sobre el cuerpo y la mente de las mujeres, debilitadas ya por la estructura social del patriarcado, que hacerlo en el deporte, en la política o en el mundo empresarial. Cualquier frustrado en los negocios, en el futbol, en el ascenso social, en la política, siempre sabrá, aun siendo soldado raso del ejército de ocupación, que podrá abusar de palabra u obra de una mujer con aplauso de sus pares. Si hay un sitio donde los hombres pueden volver no solo sin castigo sino con aprobación a la condición de gorilas es en un ejército de ocupación.

Los generales del ejército de ocupación son la junta de gobierno real y le dicen a los soldados que tienen derecho a cobrarse el botín y, quizá, incluso entrar a formar parte de los que mandan si son leales. Los verdugos más sangrientos son los conversos, pues exageran su represión para que no haya dudas de su conversión. Ese ejército de ocupación no tolera que nadie les responda, que nadie les muestre sus contradicciones. Su legitimidad es siempre la de alguna victoria (o una derrota convertida en algo épico) y en nombre de esa legitimidad niegan la democracia. Porque por encima de la democracia está la patria que están creando, siempre en peligro, amenazada. Sin miedo,  los ejércitos de ocupación son transitorios.

La legitimidad de 1936 en España, la de Pinochet en Chile, la de la Junta Militar en Argentina, la de la Primera Guerra Mundial o luego Abisinia en la Italia de Mussolini, la de los sudistas o la victoria sobre los nazis en los Estados Unidos. Aunque también les vale esa victoria tradicional y repetida que marca una enorme diferencia: la victoria de los ricos sobre los pobres. Los pobres siempre están conspirando para quitarle a los ricos lo que creen que es suyo. Los faraones siempre pensaron que las pirámides las levantaron ellos, igual que los ejércitos de ocupación creen que es gracias a ellos que producen los campos y los mares, se alzan grandes edificios y monumentos de victoria o las fábricas sueltan humos por sus chimeneas.

En una país ocupado, las tropas de ocupación no dan explicaciones y quien cuestione sus órdenes es visto -y si se puede, será tratado-, como ejército rebelde o como terroristas. La derecha se mueve desde esa comodidad: somos los que mandamos y los demás no tenéis lugar en nuestro país. Porque el país es nuestro. Antes de los fusilamientos intentarán tomar la calle con volencia para ir haciéndola suya y siempre tienen una quinta columna -gente de los suyos trabajando para la ocupación antes de que ésta ocurra- preparando el terreno para cuando se hagan con el poder.

Por eso puede el consejero de sanidad de Madrid decir que las 8000 familias de los ancianos fallecidos en residencias no tienen ningún dolor y que hay que pasar página; por eso puede la policía nacional de Paterna, en Valencia, y con presencia del alcalde, condecorar a un empresario de extrema derecha fundador de un partido de ideología ultra que ha participado en agresiones violentas e imputado por xenofobia y odio; por eso puede el portavoz de VOX pedir que no sean los que tienen empleadas domésticas quienes les paguen un sueldo justo, sino que lo haga el Estado con dinero de todos.

Por eso han arreciado los ataques a figuras de Podemos mientras se aprobaba una ley que subía los impuestos a los ricos, a las eléctricas y a la banca; por eso puede decir alguien que se supone que es de izquierda que la culpa de la droga en zonas abandonadas por el Estado la tienen los que hacen menudeo y no los que degradan los barrios.

Por eso Toni Cantó, un vividor que ha ordeñado con maneras de tahur a UPYD, a Ciudadanos, al PP y a VOX, un galán machirulín que se negó a reconocer a su hija hasta que le obligó un juez, puede celebrar las agresiones machistas, puede mentir impunemente propagando bulos en las redes o vivir de un chiringuito donde no ha aportado absolutamente nada a lo público al tiempo que insulta a lo público.

Por eso un hostelero fascista puede ofrecer dinero a quien entre ilegalmente en la casa de unos dirigentes de Podemos. Por eso un colegio mayor universitario regido por religiosos puede vejar a las mujeres de los colegios mayores de enfrente, porque los gritos intimidan, expresan una voluntad de violación, generan miedo y paralizan. Y logran que el ejército de ocupación pueda ejercer su violencia con menor resistencia. Y por eso las mujeres vejadas intentan justificar a los vejadores. Porque esas estudiantes o han sido dominadas por el juego o la intimidación o saben que esa vejación es parte del precio para que ellas también sean con otra parte de ese ejército de ocupación.

La derecha como ejército de ocupación (la resistencia frente a la soberbia)

Por eso los ricos y sus mayordomos de la política usan a los jueces, a los periodistas, a sus curas y a sus comisarios para que hagan valer su derecho como ejército de ocupación. Y como decía Elias Canett, por eso muchos terminan aullando con los lobos para que no les devoren.

Ante los ejércitos de ocupación, la gente decente sólo tiene un sitio en donde estar: en la resistencia.

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Lula y el antídoto contra la desesperanza https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/10/02/lula-y-el-antidoto-contra-la-desesperanza/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/10/02/lula-y-el-antidoto-contra-la-desesperanza/#respond Sun, 02 Oct 2022 16:50:37 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10518 Lula y el antídoto contra la desesperanza

Quedan apenas unas horas para que se sepa si Lula gana en primera vuelta o habrá que esperar un mes para que, entonces sin duda, gane en la segunda. El aparato mediático de Bolsonaro no ha parado y hoy han logrado, a golpe de talonario, hacer de "22 Bolsonaro" trending topic. Sin embargo, ni el apoyo del 100% de los medios de comunicación van a poder evitar que este mediocre militar, padre de corruptos y corrupto él mismo, misógino, violento, racista y mentiroso se vaya al basurero de la Historia junto con todo aquél perverso "grupo de Lima" que pensó que bastaba ponerse al servicio de la geopolítica norteamericana para que se les perdonara lo poco que hicieron por el bienestar de sus pueblos. Pusieron tanto empeño en tumbar a Nicolás Maduro que se les olvidó que sus pueblos pasan hambre. Cosas del fin de la hegemonía norteamericana. Aunque en Europa aún es peor: nos ponemos en guerra por mandato de Joe Biden.

Anoche, cuando abracé al presidente Lula, tenía en la cabeza la vez que le abracé en 2019 en la cárcel de Curitiba. Ahora sabemos que todo aquel proceso fue un montaje de Bolsonaro, con apoyo de un juez corrupto –a qué nos suena en España- para sacar a Lula del juego electoral. Y, por supuesto, tolerado y apoyado por los EEUU. En Europa cuesta entender que la izquierda latinoamericana no tiene otra que ser antiimperialista. El Tribunal Supremo brasileño tumbó aquél juicio farsa casi dos años después, pero el lawfare les funciona porque Lula se pasó más de 500 días en la cárcel y ni el corrupto juez Moro –recompensado con el Ministerio de Justicia e Interior después de su prevaricación-, ni el corrupto Bolsonaro han pagado precio legal alguno por aquella trampa.

Le dije cuando abrazaba a Lula: "Me gusta más saludarle aquí que en la cárcel". Él se reía. Es fascinante la falta de rencor de este antiguo obrero metalúrgico. Brasil, como América Latina, está otra vez despertando, y es tanta la tarea que no tienen tiempo para la melancolía. Le comenté que nos pasa lo contrario en Europa. Me respondió:

-Monedero, en tanto en cuanto haya mayorías con problemas económicos en Europa, mientras se mantengan las enormes desigualdades, mientras haya tanta gente con necesidades, no se va a superar ni el ascenso de la extrema derecha ni la guerra.

Si hoy gana Lula en la primera vuelta –y parece que las últimas encuestas indican que superará el 50%-, Brasil se ahorrará un mes de violencia –los bolsonaristas están armados y desesperados en su odio- y también, como hemos visto que ha pasado en Chile, el PT y sus socios se ahorrarán tener que pactar con fuerzas más conservadoras la segunda vuelta. Lula ya ha adelantado que si hubiera segunda vuelta se trataría de otra elección diferente y, por tanto, las alianzas también variarían. Lo que significa que, como en el tenis, cuando se falla el primer saque, el segundo es menos arriesgado.

La segunda marea "roja" en América Latina es muy diferente de la primer que trajeron, con el cambio de siglo, los Gobiernos de Hugo Chávez, Lula, Néstor Kirchner, Evo Morales, Rafael Correa, Fernando Lugo, Michelle Bachelet... En esta ocasión se ha incorporado, por fin, México, con Andrés Manuel López Obrador, Colombia con Gustavo Petro y ha regresado Honduras con Xiomara de Castro (tras el golpe contra Mel Zelaya hace una década),  pero hay novedades.

Los Gobiernos de izquierda se alcanzan con frentes amplios, que no tienen siempre cohesión ideológica y, por tanto, no tienen cohesión organizativa, los resultados electorales suelen ser más apretados (a menudo, se gana el Gobierno pero sin mayoría parlamentaria), la derecha es más extrema (la derecha radical se ha comido a la derecha democrática con los Kast, Milei, Bolsonaro y demás especímenes sin escrúpulos hacia los incumplimientos con los derechos humanos). Además, coincide con la crisis del modelo neoliberal, con las emergencias del calentamiento global y los zarpazos moribundos del fin de la hegemonía unilateral norteamericana.

Para terminar de rematar, la derecha ha "aprendido" y hace de los medios de comunicación y del lawfare armas desesperadas, lo que dificulta enormemente la gestión aprovechando su falta de compromiso con la democracia liberal. Como hemos comentado en otras ocasiones, la izquierda está defendiendo la democracia liberal mientras la derecha, su principal beneficiaria, no duda en dinamitarla y regresar a las noches autoritarias.

La victoria de Lula, especialmente si tiene lugar hoy, inaugura una nueva etapa. Andrés Manuel López Obrador en México, Gustavo Petro en Colombia, Lula Da Silva en Brasil, Gabriel Boric en Chile, Alberto Fernández en Argentina, Xiomara de Castro en Honduras, Pedro Castillo en Perú (con todas las dificultades), Nicolás Maduro en Venezuela (donde parece que los EEUU están dispuestos a normalizar la situación y facilitar el diálogo entre el Gobierno y la oposición), y, lo que no es poca cosa, las especialees relaciones que tienen entre todos ellos, en muchos casos de amistad, recuerdan esa unidad de hace veinte años que hizo posible la UNASUR y la CELAG y permitieron regresar a América Latina a la arena internacional.

Sobre todo porque vuelven a estar juntos, porque creen en América Latina como concepto, porque se encuentran todos en la defensa de la democracia y los derechos humanos, porque defienden con uñas y dientes la soberanía de sus países y porque tienen un compromiso radical contra la pobreza y las desigualdades. Hasta están dando respuesta a lo que quizá fue el principal problema hace dos décadas, esto es, la ausencia de partidos políticos con ánimo movimentista que permitan articular las transformaciones desde las instituciones, las calles y los movimientos sociales.

En esa carrera, Morena en México lleva la avanzada, pero también el PT se está reinventando (la Fundación del PT, Perseu Abramo, dirigida por Aloizio Mercadante, ha sido esencial en la creación participativa del programa electoral), al igual que la Colombia Humana de Petro está en un proceso de discusión y otro tanto pasa en el justicialismo argentino (y un poco más allá). Sin un partido-movimiento fresco y renovado es imposible pelear contra los aparatos mediáticos de la derecha. Esa enseñanza también parece en proceso de ser entendida. Por eso en América Latina pesa más el optimismo que la desesperanza y el pesimismo paralizante de la inteligencia

Frente a las negras tormentas europeas, América Latina es un continente otra vez de esperanza.

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'Top Gun Maverick' y la tristeza en la política https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/09/18/top-gun-maverick-y-la-tristeza-en-la-politica/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/09/18/top-gun-maverick-y-la-tristeza-en-la-politica/#respond Sun, 18 Sep 2022 05:30:20 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10475 alt --> Una "fonda" en Chile es un terreno al que se le pone un techo con palos y ramas para convocar la fiesta. Allí se baila y se sirven comidas y bebidas en celebración de las fiestas patrias. Hemos visto esta semana bailando en la fonda del Parque O’Higgings, en Santiago, a Giorgio Jackson, Ministro del … Continuar leyendo "'Top Gun Maverick' y la tristeza en la política"]]> 'Top Gun Maverick' y la tristeza en la política

Una "fonda" en Chile es un terreno al que se le pone un techo con palos y ramas para convocar la fiesta. Allí se baila y se sirven comidas y bebidas en celebración de las fiestas patrias. Hemos visto esta semana bailando en la fonda del Parque O’Higgings, en Santiago, a Giorgio Jackson, Ministro del Gobierno de Gabriel Boric, y a la Portavoz Camila Vallejo. Él con su traje azul desgarbado y el pañuelo al aire bordeando los picos de la cordillera; ella con su vestido de flores remangado por encima de la rodilla, la sonrisa en la cara y el requiebro en el cuerpo. Celebrando la vida. Transmiten alegría.

'Top Gun Maverick' y la tristeza en la política

Y la alegría ¿cuándo nos la robaron en la política? Es verdad que la pandemia ha sido un golpe terrible del que son más las cosas que ignoramos que las que sabemos. Meses encerrados, la guadaña amenazando cada día, dos años todos bajo sospecha, un mañana con demasiadas incertidumbres, la economía detenida, el futuro clausurado, los ancianos muertos en soledad en el peor escenario posible... Es curioso que casi siempre, cuando decimos "hace dos años que no nos vemos" o "la última vez que vine fue hace cuatro años" siempre hay que sumarle dos más de la pandemia que están como escondidos en los pliegues de la desmemoria.

No hay izquierda o progresismo, no hay política para las mayorías y para los de abajo si no recuperamos el optimismo. Un optimismo trágico, pero optimista

La crisis de 2009, la pandemia y ahora la guerra son un sumidero de alegría. Han traído el desconcierto de la gente decente y el auge y envalentonamiento de la extrema derecha, jaleados por unos medios de comunicación que se han perdido todo el respeto a sí mismos. En la tristeza y el miedo solo cabe el autoritarismo. No hay izquierda o progresismo, no hay política para las mayorías y para los de abajo si no recuperamos el optimismo. Un optimismo trágico, pero optimista. O un pesimismo lúcido ante todos los desperfectos, pero esperanzado.

Es indudable que los norteamericanos saben captar como nadie en el cine la magia de la comunión colectiva. El mito de los Estados Unidos como un pueblo bajo una misma bandera es un invento de Hollywood. Lo han hecho en la política –basta el ejemplo de El ala oeste de la Casa Blanca, de Aaron Sorkin-, en el periodismo - The Newsroom, también de Sorkin – y, por supuesto, en la guerra -Senderos de gloria de Kubrick, Black Hawk Derribado de Riddley Scott o todo el cine del oeste de John Ford-. Esa comunión colectiva del pueblo norteamericano tiene que ser la comunión de la humanidad, como cuando en Independence Day, después de tumbar a los marcianos, un cowboy pone el pie encima de los restos del platillo volante y dice: a partir de ahora, el 4 de julio será el día de la humanidad. Y tan oreado.

Top Gun Maverick es una revisión de todo el cine de camaradería bélica de Washington y tiene todos los ingredientes para que el mundo comulgue con esos pilotos que van a salvar a la humanidad en una misión suicida por pura generosidad y compromiso. Aunque sea para ponerle un pepino a Julian Assange.

Como en las películas norteamericanas al uso, el gobierno y los altos mandos militares son unos burócratas que no hacen otra cosa que joderle la vida a los buenos ciudadanos que solo quieren hacer lo correcto. Tom Cruisse, como Maverick, es un simple capitán. Tras treinta años de servicio debiera ser, le recuerda un superior, al menos Almirante o Senador o Presidente de los Estados Unidos. Pero Maverick piensa: no es posible en ese ejército de mandos cobardes, pusilánimes, rehenes de códigos anquilosados y manuales oxidados.

Si en Skyfal, James Bond regresaba a las viejas maneras, un cuchillo, el Austin y una vieja radio, para intentar recuperar la gloria de los servicios secretos británicos en tiempos de revolución informática, el mítico Top Gun regresa a los F-14 de los tiempos de felicidad, cuando se estaba ganando la guerra fría y no había enemigo complicado.

El honor de Maverick choca contra la "ciénaga", esa cuerda de funcionarios cobardes de Washington, bestia negra de Donald Trump y que terminó siendo asaltada cuando los seguidores del Presidente del pelo naranja, armados y ataviados con cabezas de bisonte asaltaron el capitolio produciendo la muerte de cinco personas en su intento de parar el nombramiento de Biden. La nostalgia tiene esas cosas.

En el camino, Top Gun Maverick se deja unos cuantos lugares comunes propios de Hollywood y de la sociedad gringa (o viceversa): la camarera redimida por el militar (Oficial y caballero), la felicidad en el verano y la High School, cuando éramos jóvenes y desentendidos (Grease), el maestro que siempre tiene que saber más que los alumnos que se quieren pasar de listos (hasta en El indomable Will Hunting de Gus Van Sant), los malvados enemigos sin rostro que quieren matar a los buenos -a los que sí vemos la cara, por supuesto- (Star Wars o cualquier película de guerra norteamericana). Y, como decíamos, la camaradería, mucha camaradería, propia de tiempos de guerra, de lucha, de conflicto (Evasión o victoria, de Houston o todo el cine bélico).

Esta semana hemos sabido a través de correos desclasificados de Hillary Clinton que asesinaron a Muammar Al Gaddafi, el Presidente libio, para evitar que consolidara una unión panafricana que prescindiera del uso del dólar al promover una moneda común africana.

Al final, no te queda otra que esperar que los buenos ganen y los malos pierdan, que los héroes se rediman, que las cuitas del pasado se superen, que el amor venza a cualquier dificultad y que los Estados Unidos regresen a su gloria. Todo muy sencillo y, seguramente, necesario después de la pandemia. Sobre todo para los que no deseen hacer ni una sola pregunta. ¿Quién no quiere ser feliz?

Esta semana hemos sabido a través de correos desclasificados de Hillary Clinton que asesinaron a Muammar Al Gaddafi, el Presidente libio, para evitar que consolidara una unión panafricana que prescindiera del uso del dólar al promover una moneda común africana. Allá donde han llegado los aviones norteamericanos no han llevado precisamente la felicidad. Sino todo lo contrario. Hoy Libia, Afganistán, Irak, Honduras, Panamá, Siria están peor antes de la intervención normeamericana.

La felicidad política no se importa. Hay que mirar adentro para encontrarla. La construyen los pueblos, sobre todo cuando hablan consigo mismos y dialogan con los demás pueblos desde quienes son. Sin interferencias. Y para eso, hay que estrecharle el espacio político a los organizadores de la tristeza.  El Presidente de México, López Obrador, el día del Grito de Independencia, día nacional de su país, le ha dicho a Estados Unidos y a Rusia, es decir, a los intereses de la industria bélica, que menos Top Gun y más diplomacia. Menos aviones supersónicos y más lapiceros. Necesitamos una película donde la épica no tenga que ver con bombas, sino con detenerlas. Donde el héroe sea no quien dispara misiles sino quien abre conciencias. Curiosamente es más pacifista Rambo que Maverick. A uno le engañaron y el otro sólo quiere lanzar bombas para servir a su país. Hace falta otra película. Completen ustedes el guión de ese film. Hay spoiler: va a costar esfuerzo, pero al final vale la pena. Porque la política podrá volver a ser un lugar de la alegría.

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Posibles lecciones del referéndum constitucional en Chile https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/09/11/posibles-lecciones-del-referendum-constitucional-en-chile/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/09/11/posibles-lecciones-del-referendum-constitucional-en-chile/#respond Sun, 11 Sep 2022 05:15:51 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10455 alt --> Organizar el descontento Nadie organiza los levantamientos, los estallidos, las revueltas. Su lógica es más la del caos (una regla desconocida e impredecible) que la del orden (guiado por una mecánica lineal). Un día Mohamed Buazzizi, un joven que tenía un tenderete de fruta en Túnez, se prende fuego desesperado por el maltrato de la … Continuar leyendo "Posibles lecciones del referéndum constitucional en Chile"]]> Posibles lecciones del referéndum constitucional en ChileOrganizar el descontento

Nadie organiza los levantamientos, los estallidos, las revueltas. Su lógica es más la del caos (una regla desconocida e impredecible) que la del orden (guiado por una mecánica lineal).

Un día Mohamed Buazzizi, un joven que tenía un tenderete de fruta en Túnez, se prende fuego desesperado por el maltrato de la policía. Estalla la primavera árabe. En Madrid, reprimen por la noche una concentración de jóvenes que han decidido acampar en la Puerta del Sol reclamando democracia real ya. Estalla el 15M. En Chile suben 30 centavos el metro y se despiertan treinta años acumulados de cansancio. Y lo mismo en la revolución rusa, la sandinista y las que vengan.

La represión suele ser la gota que desborda el vaso. Los revolucionarios profesionales de los que hablaba Lenin no crean la revolución, sino que la preparan y, llegado el caso, organizan el nuevo orden. Pero antes han llenado las calles de sustantivos y adjetivos. La antesala de toda revolución siempre es una gran conversación. Y antes de cualquier estallido, en las sociedades se ha ido larvando una gran conversación.

Los estallidos hay que organizarlos, como había que hacer con el desconcierto. Si no se organizan, suelen ver cómo su rebeldía se disuelve en el éter. Las aves cuando emigran siempre tienen alguna marcando la ruta, aunque se vayan turnando en esa tareas.

Los momentos de protesta son eso, momentos. En Chile, el estallido de octubre de 2019 fue el levantamiento popular de un pueblo cansado con el poder y su brutalidad cotidiana. Cansados ante un poder agotado al que no le quedaba más recurso que disparar a la gente. Los bandos eran claros. En un lado, supuestamente, el pueblo (que siempre está en construcción). En otro, más real, más concreto, más organizadas, las élites. En esa confrontación de las élites contra todos los que tienen alguna demanda insatisfecha, alguna reclamación o un enfado indefinido, se encuentras todos los enojados, sea cual sea su grado de impaciencia. El cemento que les une es la insatisfacción. Y como lo único que cuenta en ese momento es el acuerdo en quiénes son las víctimas y quiénes los verdugos, no hace falta mucho más.

Después de la tormenta, poner rumbo

Después de esa fase destituyente viene la fase constituyente, la de crear un nuevo edificio. Ahí todo lo que estaba unido empieza a separarse. Porque para derribar un edificio basta con que cada uno agarre un pico y un martillo. Pero para levantar uno nuevo, o hay organización o es bastante probable que el edificio se levante torcido.

La Constituyente chilena tenía todos los requisitos teóricos para ser el ejemplo por excelencia de cómo debe hacerse una Constitución democrática. De alguna manera recordaba el intento constitucional en la República Democrática Alemana en 1990, cuando cayó el muro de Berlín, impulsado por los movimientos sociales que tumbaron el régimen comunista. Pero la arrogancia de la Guerra Fría prefirió anexionar a la Alemania comunista a golpe de talonario y esa promesa democrática se apagaría, poniendo a Europa camino de la guerra de Ucrania.

En Chile, la convención constituyente nació de un estallido social contra un gobierno autoritario que se reclamaba admirador del dictador Pinochet. El derechista Presidente Piñera tuvo que aceptar el referéndum sobre una nueva Constitución y el 80% de los chilenos (de los que votaron) dijeron que querían salir de la herencia pinochetista. Los electos satisfacían los paladares democráticos más exigentes. De los 155 miembros de la Convención Constituyente, 103 no respondían a ningún aparato partidista. La composición era paritaria, del mismo color intenso que Chile y con los pueblos originarios teniendo el papel que la historia siempre les negó. La victoria del referéndum abrió un gran debate y muchas expectativas. Seis meses después, Gabriel Boric, un activista estudiantil, era nombrado Presidente de Chile. En su toma de posesión dijo que se volvían a abrir las grandes alamedas. Allende regresaba a decirle a Pinochet que ellos, el pueblo, habían ganado. Pese a la represión, la muerte, las gafas de sol de torturador, sus robos y la capa de maleante. En su lugar, pura democracia horizontal abigarrada, desconcertada, múltiple y caótica.

Cuando te ocupas del árbol y te olvidas del bosque

Cada demanda, expresada en cada constituyente, en cada miembro de la convención, era compartida por la asamblea en un cuaderno de quejas asumido sobre la base de una regla (los dos tercios) que prometía acuerdo pero generó componendas no siempre bien trabadas. Con una terrible amenaza: el poder nunca deja de jugar sus bazas.

Cada error, salida de tono, ofensa a los símbolos patrios, mentira (como la del doliente enfermo de cáncer, el Pelao Vade, que resultó ser un fraude), idiotez o maximalismo iba a cargarse al conjunto de la Constitución. Ya se encargaba la oposición, con su control de los medios, de presentar cualquier extravagancia como la esencia del proyecto constitucional. No había una voz con auctoritas para decir qué era sensato y qué no iba. La horizontalidad no tiene algunas ventajas de la verticalidad (y viceversa).

Las razones de por qué la izquierda ha perdido el referéndum constitucional son variadas. Y la derrota ha sido sin paliativos, incluidas las comunas de Santiago donde es más difícil explicar por qué el Apruebo no ha ganado por goleada. Muchas de las razones se han señalado y tienen que ver con la escasa explicación de asuntos que vienen de largo y que tienen que ver con la identidad de los chilenos y chilenas, con medio siglo de neoliberalismo, con su individualismo y su "sálvese quien pueda", con el peso del racismo propio de buena parte de las sociedades latinoamericanas, con el peso de las diferentes iglesias (católicas y evangelistas), con la socialización conservadora y, no menor, con la capacidad de fuego mediático de las élites.

Así que el aborto, el papel de la justicia indígena, el mantenimiento de la unidad del país, el respeto a la propia vivienda, dejar las pensiones en herencia, la reelección del Presidente, la disolución del Senado y su sustitución por una cámara regional, el supuesto papel primordial de la justicia indígena sobre la estatal se mezclaron y tergiversaron en una campaña feroz de la derecha, que escondió a sus pinochetistas y encargó a expertos la campaña.

Una campaña donde todo lo que pudiera hacer daño iba a ser utilizado. A la derecha le sumaban las estridencias de una Convención que no siempre parecía seria (y a la que le ha faltado técnica constitucional); le sumaba el enfado con el gobierno de Boric, fuera por la inflación y la violencia urbana y rural como realidades novedosas, o por su supuesta moderación. Le sumaba que algunos les molestara apenas uno,o dos o tres artículos de una Constitución que en general les parecía bien pero que, pensaban, podía mejorarse. Todo acumulando para que primara el No sobre el Sí. Si encima se planteaba que el texto nada más aprobarse iba ya a ser reformado, o que en el horizonte inmediato estaba una nueva redacción de otra Constitución, ¿quién con alguna duda no iba a preferir ganar algo de tiempo? La obligatoriedad del voto, por vez primera desde 2012, era igualmente una invitación al rechazo. Si no lo veo claro y me obligan a votar, gano tiempo rechazando ahora y ya veremos después.

Hemos visto esta semana esposado y camino de la cárcel a Steve Bannon, el artífice de la victoria de Donald Trump y gran creador de las fake news junto al cerebro gris de la FOX, Roger Ailes. Bannon ha enseñado a toda la derecha occidental a mentir. Grandes adelantados han sido las derechas chilena y española. La magnitud de las mentiras de los partidarios del rechazo en Chile no ha tenido tasa. Se iba a romper Chile, les iban a quitar las casas y los carros, el país iba a convertirse en Venezuela... No eran solo los titulares, las tertulias, los informativos mintiendo: imprimieron decenas de miles de falsas constituciones imitando a la verdadera pero incorporando barbaridades, como que se podía abortar hasta unos días antes de dar a luz. Y una vez que la Convención terminó su trabajo, quienes tomaron el mando fueron los medios de comunicación.

Una explicación a explorar: ¿puede aprobarse una Constitución sin liderazgo?

Hay una explicación de la perdida del referéndum poco explorada que tiene que ver con la falta de liderazgo del proceso. Vinculado a esta ausencia, también la desaparición en el proceso constituyente de los partidos de izquierda (por su juventud, su fragmentación, su vaciamiento por la llegada al gobierno, por la falta de democracia interna, por su falta de debate a medio y largo plazo).

Una Constitución no son la suma de todos sus artículos, sino la lógica común que emana del conjunto. Los movimientos sociales representados en la Convención defendían cada cual su árbol. ¿Quién defendía el bosque? La derecha aprovechaba y decía que el bosque ardía. En esa falta de liderazgo –la legislación chilena impedía que el Presidente se decantara por una opción en el referéndum-, la izquierda se dejó robar la identidad chilena. Y se la dejó a los que asesinaron a Allende. Quizá fuera exagerada, pero no le faltaba razón a Gustavo Petro cuando veía cierta victoria de Pinochet en el triunfo del rechazo. No porque todos los que votaran No fueran pinochetistas, sino porque las "tres comunas" fueron los que tuvieron desde el comienzo clara la estrategia. Y porque el Plan Cóndor, del que participó Pinochet, persiguió a demócratas como Petro.

Pero la derecha se equivoca: los ocho millones que han votado en contra ni son de su cuerda ni comulgan con los planes reaccionarios de la derecha. La condición paritaria, los derechos de las mujeres y de los pueblos originarios, la comprensión de Chile como un Estado social y democrático de derecho han venido para quedarse. Una parte importante de esos ocho millones que han votado por el Rechazo, junto a los cinco millones que han votado por el apruebo, quieren un Chile diferente y la izquierda les tiene que dar una nación que vuelva a hacerles vibrar porque les cuida.

Es imposible que un proyecto de Constitución triunfe a día de hoy sin una gran conversación en la sociedad civil y por supuesto en los movimientos sociales–para lo que hace falta dar respuesta al control mediático por parte de la derecha-, no puede triunfar tampoco sin organización –para lo que hacen falta partidos-movimiento que estén en las instituciones, en las calles y en los movimientos, que sean democráticos internamente y que entiendan el momento que vivimos de crisis del modelo neoliberal- y por último y no menor, sin un claro liderazgo que tiene la función de sumar coherentemente las piezas del puzle. Un liderazgo que exprese el nuevo Chile y todos los nuevos derechos que le han sido hurtados durante medio siglo.

Y la constituyente sigue

Chile quiere una nueva Constitución y en ese país de experimentos hay que seguir siendo creativos. El Presidente Boric ya ha dicho que comienza a trabajar en esa dirección. Es de pura lógica que la discusión constitucional arranque desde el texto construido en la Convención, apoyado por cinco millones de chilenos, mientras que la Constitución de Pinochet es la de una dictadura. Igual que debe atenderse a la experiencia constitucional acumulada después y más allá del texto reaccionario de 1980.  No debe tampoco desperdiciarse la participación popular y las iniciativas populares (que son un salto de inteligencia democrática), pero ha faltado mucha técnica constitucional. Una Constitución no es un reglamento prolijo y detallado. Por eso hará falta acompañarla con experticia parlamentaria y de los partidos. La democracia en el siglo XXI es una suma entreverada constantemente entre los adentros y los afueras de las instituciones.

La derrota en el plebiscito no debe significar ceder la voluntad de cambio que expresó el pueblo chileno y tampoco correr el gobierno a la derecha esperando así cualquier indulgencia. Porque no la habrá. Pactar con la antigua convergencia no significa abandonar el estado social. Quizá todo lo contrario. Puedes hacer más plural el gobierno pero mantener las propuestas. Gustavo Petro está ensayando esa posibilidad. Ocho de cada diez chilenos, al margen de lo que votaran, apoyan una universidad superior gratuita y la defensa del agua como un bien inapropiable. Siete de cada diez quieren el Estado social y democrático de derecho y una democracia participativa e inclusiva, así como el reconocimiento constitucional de los pueblos originarios. Seis de cada diez quieren un sistema de pensiones público y el derecho al aborto y la mitad del país apuesta por un sistema de salud universal y público. Todo esto son logros, pese a cincuenta años de propaganda neoliberal, que deben estar en el nuevo texto constitucional.

El gobierno de Boric, al que sigue mirando todo el continente, debe aprovechar eso que solo enseñan las derrotas: no repetir los errores.

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El desastre Gorbachov https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/09/04/el-desastre-gorbachov/ Sun, 04 Sep 2022 07:15:21 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10424
El desastre Gorbachov
Mijail Gorbachov, retratado en Los Simpson.

Un desinteresado anuncio

Instituto Smolny. Petrogrado, antigua San Petersburgo. Invierno de 1918. Treinta y siete días después de arrancar la revolución de Octubre. Los ayudantes del presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo, el camarada Lenin, bajan preocupados al jardín al ver por la ventana a su líder medio enterrado en la nieve, con cara de extraña felicidad y lanzando al aire copos como un niño. ¡Camarada! ¿Se encuentra bien? Nunca estuve mejor. Pero... ¿qué hace ahí? Disfrutando. Estoy muy contento. ¿Por? ¿Cómo que por? Ay camaradas... Hoy hemos cumplido un día más de lo que duró la Comuna de París de 1871.

1998. Séptimo Aniversario de la disolución de la Unión Soviética. Mijail Gorbachov anuncia en televisión Pizza Hut. En Rusia no se emite el comercial.

¿El peor presidente de la Unión Soviética?

Todos los que conocieron a Gorbachov recuerdan su cordialidad, su frescura frente al hieratismo de las últimas décadas de la Unión Soviética, su mayor benevolencia con las críticas, con los presos políticos y su compromiso con el desarme nuclear. En Occidente le vinculan con la "apertura". Como si la cortina de hierro se hubiera hecho de pronto de algodón. En Rusia, con la decadencia.

Gorbachov abrió la economía soviética intentando inyectar capitalismo a las empresas públicas y a las cooperativas (como habían hecho en China con éxito material), abrió los medios de comunicación a la disidencia y también la puerta de las cárceles a los detenidos por el régimen. Fue a Reikiavik en 1986 a pactar con Reagan un mundo más amable y sin armas nucleares. Pero para Reagan y los halcones de Washington, la URSS era el imperio del mal. Cómo vas a pactar con el diablo. Al diablo se le machaca.

La amabilidad, aun siendo una palanca en las relaciones políticas, especialmente en las internacionales, no basta para evaluar una etapa. Gorbachov abrió la caja de los truenos y no supo cómo cerrarla. Las fuerzas centrífugas lanzaron los pedazos de la URSS al espacio.

Desde Beiging miraban lo que pasaba en la Unión Soviética con suspicacia. Deng Xiaopin no comulgó nunca con el líder soviético. Después de su visita a China le llamó imbécil. Deng disparó a la gente que pedía libertad en Tiananmen. Tenía el apoyo económico de los EEUU que querían ajustar cuentas con los comunistas rusos. Hoy, Deng Xiaopin es considerado en su país como un estratega a la altura de Mao. China ha sobrepasado económicamente a los Estados Unidos. Gorbachov terminó anunciando Pizza Hut. En Rusia nadie le quiere. Sin Gorbachov no hubiera existido Yeltsin. Sin Yeltsin, no hubiera existido Putin.

Una capacidad enormemente cínica del sistema mediático consiste en anular la capacidad transformadora de cualquier actor político hasta el punto de que, una vez desactivada su carga, termina siendo presentado como lo contrario de lo que fueron o debieron ser. Cuando no consiguen revertir esa lectura, los actores políticos siguen siendo atacados diariamente. Pero cuando triunfa esa voluntad de cortarle el pelo a lo Sansón, la hipocresía es estratosférica. Mandela, que pertenecía al partido comunista de Sudáfrica, que siempre fue señalado como terrorista, fue ensalzado en su entierro incluso por la derecha. Al Che Guevara –como a Lenin, como a Ho Chi Min, como a Tito, a Negrín, Durruti o Largo Caballero-, por el contrario, nunca han pretendido apropiárselo sus adversarios. Con Gorbachov, en cambio, siempre quisieron considerarle "uno de los suyos". Gorbachov fue un gran líder para los que celebraron la victoria en la guerra fría y hoy están llevando a la OTAN hacia el Este. Una vez dijo Gorbachov que Kohl le prometió que la OTAN nunca llegaría más allá de la frontera de Alemania. Nadie encuentra los documentos.

Un circo con demasiadas pistas

En 1993, unos en aquel entonces jóvenes investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, que habían hecho sus posgrados en Heidelberg, Moscú, Florencia y Sao Paulo publicaron un libro que implicaba una novedad en el análisis hispano de los acuerdos internacionales. En El retorno a Europa. De la perestroika al Tratado de Maastricht (UCM, 1993), rompían la dependencia de los internacionalistas españoles con el derecho internacional público –de donde provenía en España la disciplina- y regresaban el análisis de Europa al ámbito de la Ciencia Política. Esa vinculación les permitió trazar un línea evidente de causalidad entre la disolución de la Unión Soviética, la unificación alemana, la guerra de Yugoslavia y el Tratado de Maastrich. Aquel Tratado de la Unión Europea de 1992 no era un acuerdo entre juristas, sino la consecuencia de decisiones políticas que no se agotaban en la letra de aquellos textos.

La conclusión política de ese momento de aceleración de la historia tenía una clave repetida: el apresuramiento traía más males que ventajas.

Pese a las comparaciones exageradas con Mandela o el Che Guevara, motivadas por simpatías personales bienintencionadas -aún más si se compara a Gorbachov con cualquier otro líder soviético después de Lenin- es de pura lógica concluir que Mijail Gorbachov no solamente no fue un buen presidente de la URSS sino que fue, sin duda alguna, el peor. Quizá por eso le entregaron el Premio Nobel de la paz. ¿Qué buen presidente tiene la capacidad de disolver su propio país y hacer, en este caso, que la federación desapareciera? El mejor presidente de un país no es el que lo dinamita.

Gorbachov siempre fue un burócrata soviético de provincias. Los burócratas soviéticos, como bien vio Trotsky, hurtaron todos los logros de la Revolución de Octubre. Con cuarenta años, Gorbachov aún era presidente de las juventudes del partido (el Konsomol) en Stávropol (Ucrania). Toda una vida dedicada al partido que culminaría con su elección, quince años después, como Secretario General del Comité Central del PCUS. Corría el año de 1985 y con 55 años Gorbachov era "un muchacho" comparado con sus adversarios de la gerontocracia, todos por lo general condecorados por haber estado en los hitos históricos del país (el último la guerra patria contra los nazis). La ausencia de elecciones que crearan legitimidad se suplía con la legitimidad histórica de la revolución y la guerra. Los valedores de Gorbachov, Yuri Andropov y Konstantin Chernenko, eran el ejemplo claro de que ancianidad y dirigencia eran sinónimos en el mundo soviético. Los dos murieron antes de completar sus mandatos.

Es evidente que Gorbachov tenía impulsos reformadores seguramente genuinos (muchos señalan la influencia de Raisa, su mujer fallecida en 1999), pero en verdad las transformaciones urgían. Los impulsores de Gorbachov sabían que la URSS estaba implosionando (Andropov había sido antes que Secretario General, máximo responsable del KGB e información no le faltaba). No solamente por los cuellos de botella económicos, sino que la Iniciativa de Defensa Estratégica (la "guerra de las galaxias") les estaba dejando exhaustos –en realidad, esa guerra era por el control de los satélites y, por tanto, de las comunicaciones, carrera que la URSS ya no podía ganar porque no tenía capacidad de inversión-. Además, como predijo la historiadora francesa Hélène Carrère d'Encausse, las tensiones nacionales y religiosas en el imperio soviético abrían más frentes de los que podían pelear. Algo en lo que colaboró EEUU. Recordemos que el halcón Zbigniew Brzezinski​, consejero de Seguridad Nacional del Gobierno del presidente de Estados Unidos Jimmy Carter, fue quien inventó y financió a los muyahidines precisamente para acorralar a los soviéticos.

La falta de determinación de Gorbachov, especialista en creer que los problemas se solventaban por sí solos, le impedía ser el líder que inaugurara una nueva etapa que reinventara un socialismo democrático lejos del autoritarismo y del imperialismo soviético. Aunque seguramente, se sentara quien se sentara en el trono del Kremlin, ya era demasiado tarde.

Gorbachov enfrentó desde el primero momento el que era quizá el mayor problema para la economía soviética: la falta de productividad laboral. Que se resumía en el lema "yo hago como que trabajo y tú haces como que me pagas" (malos salarios, mal resolución). Que tenía como correlato la ineficiencia económica, el alcoholismo y la corrupción. Paradójicamente, el éxito soviético en la industrialización era en los años 80 un estigma. La ausencia de campesinado en un país que tuvo éxito económico antes y después de la Segunda Guerra Mundial –el gran factor diferencial con una China con enormes bolsas de trabajadores en el campo- impedía que hubiera un ejército de reserva que se incorporara a la nueva economía de servicios y a la digitalización. Ningún malabarista podía estar en tantas pistas haciendo bailar correctamente los platos.

La dura política contra el alcoholismo –que incluyó en paralelo el fusilamientos de presidentes corruptos de empresas públicas – generó consecuencias no deseadas, como el auge de un enorme mercado negro de alcohol que creó a su vez una estructura financiera ilegal que ayudarían a la crisis que llevó a la disolución de la URSS. La planificación histórica hacía que cuando se tocaba alguna pieza, todas las demás se desestabilizaban.

La perestroika y la glasnot que iban a acabar con el frío

El reformista Gorbachov familiarizó al mundo con dos conceptos: la perestroika –esto es, la reestructuración o liberalización económica- y la Glasnot –la transparencia informativa-. Si la primera ayudó a que la oxidada economía soviética se coagulara por la corrupción (no eran posibles islas virtuosas de mercado en una economía estancada desde los tiempos de Breznev), la voluntad de decirle la verdad al pueblo fue, con bastante probabilidad, la responsable final del hundimiento de la URSS.

Una anécdota y una catástrofe narran este declive. La anécdota fue la orden de Gorbachov de dejar de ocultar en los medios la mancha en la piel que tenía en la cabeza. Que se tradujo en que los ciudadanos empezaron a pensar que tenían un líder enfermo y débil (de aquellas manchas vendrían después las viriles borracheras de Yeltsin o las escenas de caza neandertal protagonizadas por Putin).

La catástrofe no permite bromas. Cuando el joven presidente decidió contar al pueblo soviético, a raíz del desastre de Chernobil (1986), que las centrales nucleares, hasta la fecha celebradas como la joya tecnológica del avance soviético, eran bombas de relojería, la autoestima del país se vio mermada (otros desastres nucleares en Estados Unidos, como el de Three Mile Island en 1979, nunca recibirían tanta atención en los medios ni contarían después con una película e incluso con una serie. En honor a la verdad, Chernobil, como Fusushima, fueron de nivel 7, y el de Three Mile Island de nivel 5). Gorbachov había recibido un país en franca decadencia y no tenía un plan para salvarlo que no fuera venderlo a los antiguos enemigos de la guerra fría.

La traición al partisano Tito y el triunfo del neoliberalismo

Puede señalarse igualmente a Gorbachov como el responsable de la sangrienta disolución de Yugoslavia. Le correspondía a él, como presidente de la URSS, haber previsto esa jugada de la OTAN. Una mayor voluntad hubiera hecho valer una Europa desmilitarizada, pero no estuvo a la altura. Y en la misma dirección, la deriva neoliberal de la Unión Europea es una consecuencia de no haberse exigido desde la URSS un comportamiento diferente a Alemania.

Todos los historiadores serios (Hobsbawm, Fontana, Judt, Casanova) han corroborado que la falta de libertades y de bienestar en la Unión Soviética tuvieron como correlato el Estado social en Europa. El papel de la URSS como faro de la izquierda, reafirmado por la importancia crucial de la URSS en la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial (los nazis empezaron a perder la guerra en Stalingrado, no en Normandía), llevó a las élites europeas a ceder como forma de evitar la bolchevización de unos países europeos con fortísimos partidos y sindicatos comunistas. No es concebible la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 sin la derrota de la derecha en la guerra mundial y la existencia de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas haciendo valer un discurso y una práctica de izquierda.

De hecho, la implosión de la URSS en 1991 (cuando Yeltsin, junto al presidente de Ucrania y el de Bielorrusia decidieron dar por muerta la Unión) abrió paso a la neoliberalización dura de la Unión Europea. De la misma manera que marcó el fin de la lucha armada. Las últimas dos revoluciones victoriosas, la de Nicaragua y la de Irán, ambas en 1979, nunca hubieran tenido éxito sin el apoyo soviético.

La desaparición de la URSS desató la codicia de las élites europeas. Cuando el peligro soviético ya no era tal, ni siquiera la izquierda socialdemócrata hacía ya falta para "frenar" a un comunismo que tenía los pies de barro. Era el momento de que los partidos socialistas y comunistas europeos abandonaran el marxismo, el leninismo e, incluso, el socialismo y optaran por los gatos incoloros. Esa socialdemocracia de Blair, Felipe González y todos los partidos de la Internacional Socialista, no solamente abrazaron los postulados neoliberales sino que serían también los principales valedores de la OTAN y de las guerras, aunque fueran guerras de rapiña como la de Irak. Fue el mismo error de Gorbachov: le contó demasiado rápido a EEUU y a Alemania que ya no eran los chicos malos de antaño. Y Churchill se murió otra vez, en esta ocasión de risa, desde su tumba.

La reunificación alemana: una gran ocasión perdida

La falta de un tratado de paz en 1945 le jugó una mala pasada a la Unión Europea. La unificación alemana era la principal política de las autoridades de Bonn (capital antes de trasladarse de nuevo a Berlín) desde 1949. Helmut Kohl estaba dispuesto a pagar a Gorbachov con tal de permitir la caída del Muro de Berlín y, para ello, de no repetir un Tiananmen en el Muro de Berlín (recordemos que la matanza en China fue en agosto y la "caída" del Muro fue en noviembre). El dinero sustituyó a la política. Si Lenin se montó en el tren que los alemanes le pusieron para llegar a Finlandia y dirigir la revolución, Gorbachov aceptó considerables sumas de dinero para la URSS, incluido pagar los salarios de los 338.000 soldados rusos que estaban en la República Democrática Alemana y que iban a seguir cobrando de vuelta a casa (entre ellos Vladimir Putin).

A Gorbachov le faltó mucha visión política. Haber negociado de otra manera la unificación de Alemania no hubiera desatado los viejos fantasmas en el país germano. A cambio de dinero, la URSS abandonó cualquier prurito ideológico. La suerte de la izquierda europea no estaba en su radar. Es probable que con una mayor visión geopolítica de Gorbachov, Europa presentaría hoy unos contornos más sociales y, seguramente, no habría una guerra en Ucrania. La codicia germana (cansados de ser "un gigante económico y un enano político", como se quejaba Willy Brandt) les llevó a caminar la senda de la arrogancia. Antes de poner de rodillas a Tsipras con la palanca de la Troika, Alemania reconoció, al margen de sus socios europeos, la independencia de Croacia, uno de los desencadenantes de todo lo que pasó después en la disolución de Yugoslavia y en el avance de la OTAN hacia el Este. Por supuesto, las mentiras que después se propagarían en Irak, Libia, Afganistán, Irán o Ucrania ya se ensayaron contra Serbia.

El Tratado de Maastricht es consecuencia de la forma en que Gorbachov se desentendió de la geopolítica de una manera imperdonable, algo que llevó la URSS al agujero (hoy Putin vive de superar esas humillaciones) y a la Unión Europea a su peor momento (apenas recuperado por la ola de solidaridad europea con la pandemia). La opinión que Fidel Castro tenía de la perestroika y de Gorbachov iban en la misma dirección. El mundo árabe se preparó para lo peor. Desmembrar un imperio como la URSS con tanta aceleración iba a reventar las costuras del mundo.

Francia, que no quería la unificación ("Quiero tanto a Alemania que prefiero que haya dos", decía el escritor y político francés François Mauriac), exigió a Alemania compartir con los franceses su más preciado bien: el marco alemán. De lo contrario, no habría tratado de paz y, por tanto, no habría reunificación. Helmut Kohl, que quería pasar como el canciller de la Reunificación (después de la de 1871 con Bismarck) aceptó, escuchando también la voluntad unificadora de Thatcher, Reagan y acompañantes como Felipe González. Pero puso un requisito durísimo: los criterios de estabilidad que le entregarían el poder a la Troika, vaciarían de contenido político a la Unión Europea y convertirían a Europa en una sucursal alemana.

Paisaje después de la batalla

La disolución acelerada de la URSS convirtió al país en un experimento donde pudieron desarrollar sus juegos los dementes del FMI. Igual que los chicago boys habían hecho su sala de despiece en el Chile de Pinochet), personas como Jeffrey Sachs, luego devenidos en expertos contra la pobreza, se comportaron como gangsters en la extinta URSS, aprovechando la falta de democracia para convertir a los inescrupulosos burócratas comunistas en inescrupulosos burócratas de la dictadura económica y financiera. Cayó la esperanza de vida en la URSS, se desestabilizó oriente medio, el mundo árabe explosionó, creció la extrema derecha, la OTAN destrozó cada país en el que intervino, la derecha europea y norteamericana se creyeron con derecho para desmantelar cualquier política social y la ONU se convirtió en un sitio irrelevante.

Eso sí, Gorbachov terminó anunciando Pizza Hut en las televisiones occidentales.

No es sencillo imaginar a los grandes líderes de la izquierda que pasaron por la cárcel, la tortura y la muerte celebrando, pongamos por ejemplo, las bondades de una cadena de hamburguesas. Gorbachov, a fin de cuentas, ¿fue un cobarde o tuvo mala suerte? Si desmantelas un proyecto político que transformó el mundo y generó la tercera gran oleada de derechos que alcanzó a todos los rincones del planeta con mayor o menor fortuna –los derechos sociales-, no terminas anunciando Pizza Hut ni tolerando los destrozos que tus errores políticos generaron.

Nadie puede pedirle a Gorbachov que se jugará coherentemente la vida como hizo Allende, pero esa falta de coherencia explica que en su muerte le hayan celebrado más los que están reventando el mundo que las víctimas de sus malas decisiones. EEUU utilizó a China para acabar con la Unión Soviética, ayudando a que prosperara económicamente y le sirviera en sus planes de agotamiento económico de Rusia. Hoy, EEUU utiliza a Rusia como plataforma para intentar frenar el "monstruo" chino que han creado. La política norteamericana, que nunca entendió Gorbachov, hizo de la guerra fría una fábrica de monstruos: yihadistas contra el panarabismo, evangélicos neopentecostales contra teología de la liberación, neoliberales contra keynesianos, neconservadores contra socialistas, chinos contra rusos y rusos contra chinos. En un mundo que amenaza con dinamitar todo lo construido en el último siglo. Y que una voluntad más decidida de Gorbachov a cargo del segundo país más poderoso del mundo podría haber delimitado unos contornos menos amargos. Gorbachov no creía en dios. Si así fuera, estaría paradójicamente más cerca del dios de Juan Pablo II, que tanto combatió a la Unión Soviética, que del Papa Francisco.

Epílogo

Cuando sus malas políticas llevaron a algunas zonas de la URSS a intentar secesionarse, Gorbachov respondió con violencia. Las provincias bálticas vieron cómo sus calles se llenaban de muertos en 1991 bajo balas soviéticas. Una política de dureza cuando la violencia ya no servía para nada.

En 1996 Gorbachov se presentó a las elecciones en Rusia. Recibió el 5% de los votos. Con motivo de su fallecimiento, la BBC escribió: "Su forma elegante de vestir y su manera directa de hablar lo distinguían de sus predecesores, y su esposa, Raisa -quien falleció en 1999-, parecía más una primera dama estadounidense que la esposa de un secretario general".

El calentamiento global hace que haya menos nieve en Moscú y en San Petersburgo. Putin no sabe nada de la Comuna de París. No parece que nadie baile contento bajo ninguna nieve en el Kremlin ni en el Instituto Smolyn porque el camino de la emancipación siga su rumbo liberador. La OTAN sigue su senda de muerte hacia Beijing.

Descanse en paz el enterrador de la URSS y de un futuro más halagüeño para la humanidad.

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¿Ha renunciado la derecha a la democracia? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/08/28/ha-renunciado-la-derecha-a-la-democracia/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/08/28/ha-renunciado-la-derecha-a-la-democracia/#respond Sun, 28 Aug 2022 05:03:05 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10412 alt --> Siempre nos construyen nuestros enemigos Como contó con detenimiento el historiador Eric Hobsbawm, las revoluciones de 1848, una derivada de la irrupción del pueblo en la historia a partir de la Revolución Francesa de 1789, consiguieron el sufragio universal masculino como contrapartida para abandonar las barricadas. En el ámbito occidental, todo el siglo XIX  fue … Continuar leyendo "¿Ha renunciado la derecha a la democracia?"]]> ¿Ha renunciado la derecha a la democracia?

Siempre nos construyen nuestros enemigos

Como contó con detenimiento el historiador Eric Hobsbawm, las revoluciones de 1848, una derivada de la irrupción del pueblo en la historia a partir de la Revolución Francesa de 1789, consiguieron el sufragio universal masculino como contrapartida para abandonar las barricadas. En el ámbito occidental, todo el siglo XIX  fue una lucha constante para hacer cierta esa extensión del sufragio, con discusiones alambicadas e idas y venidas sobre el umbral de renta o el tipo de empleo que había que poseer para tener el derecho al voto. También con asonadas militares y guerras civiles para impedirlo o para matizarlo y donde el protagonismo correspondía más a fracciones de la burguesía enfrentadas entre sí que a los sectores de populares (incluidos los pueblos indígenas y afrodescendientes, que deberán esperar al siglo XX para empezar a visibilizar sus reclamaciones).

Siempre nos construyen nuestros enemigos, especialmente cuando la consciencia y la organización ponen en peligro algún privilegio –evidente en conflictos de clase, raza o género- o hacen más eficaz una agresión –propio de las guerras de tipo imperialista o de descolonización-. La revolución mexicana de 1910 y la rusa de 1917, con la generalización de la reclamación de derechos sociales, terminarían ayudando a que los sectores latifundistas, empresariales y financieros, apoyados puntualmente por clases medias, apostaran por el fascismo, el nazismo y el franquismo (o, en otros lugares, por sus émulos). En Europa, la derecha, que renunció a la democracia para mantener sus privilegios, prefirió la guerra y perdió.

Tras ser derrotada en 1945, principalmente por el esfuerzo bélico de la Unión Soviética –que empezó a pararle los pies a los nazis en Stalingrado (actual Volgogrado)-, la derecha occidental sufrió su más dolorosa experiencia. La Constitución francesa de 1946, la italiana de 1948, la alemana de 1949 o la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 las escribieron, entre otros, héroes de la Resistencia. El Zeitgeist (el espíritu de la época) era progresista en la política, el derecho, la economía y la cultura. La imposición del modelo neoliberal en los 70 y 80 vino para revertir esa derrota. No en vano empezó con el golpe contra Salvador Allende en Chile en 1973 y la imposición del modelo económico autoritario de Milton Friedman, el discípulo de Friedrich Hayek.

Estados Unidos, en franca decadencia, está protagonizando la violencia ante el cambio de modelo.

Dos grandes movimientos volvieron a activar a la derecha. Por un lado, el auge de las protestas antiglobalización y las reclamaciones contra el neoliberalismo. Estas fueron plurales y globales como el propio capitalismo. Su presencia se rastrea por todos lados. Van del fraude electoral en 1988 en México contra la candidatura de Cuahutemoc Cárdenas –opción crítica con el giro neoliberal del PRI de Miguel de la Madrid- a la reciente victoria de Gustavo Petro en Colombia, pasando por el Caracazo, las primaveras árabes, las cumbres contra el FMI y el BM, el 15M, Occupy Wallstreet y tantas otras. Al tiempo, la izquierda que renunció a la lucha armada y optó por la salida electoral empezó a ganar elecciones con un discurso y un programa claramente críticos con el neoliberalismo (a los que se han ido sumando las reclamaciones medioambientales, feministas y decoloniales y la paulatina desaparición del modelo unipolar salido del fin de la guerra fría).

Esta doble vía electoral y de protesta han generado una nueva etapa de conflicto que se expresa con creciente dureza entre los que quieren regresar al privilegio del liberalismo previo a la consecución de derechos políticos y sociales y los que quieren repartir equitativamente las ventajas de la vida social. En esa pelea, y de manera cada vez más evidente, la derecha está abandonando la democracia. Y Estados Unidos, en franca decadencia, está protagonizando la violencia ante el cambio de modelo, expresada en la represión policial de la comunidad negra y latina en el país, en los crecientes niveles de miseria en los cinturones urbanos, en los bloqueos a los países que intentan modelos alternativos, en la manipulación mediática y en la guerra de Ucrania como antesala de la confrontación con China.

La extrema derecha asaltando el Capitolio

La irrupción del Tea Party la victoria de Ronald Reagan, la candidatura de Sarah Palin, el fraude electoral que dio la victoria a Georg Bush frente a Al Gore o el triunfo electoral de Donald Trump gracias al apoyo mediático, son hitos del vaciamiento democrático de los EEUU. La derrota de Trump a manos de Joe Biden ha ahondado en la renuncia en el Partido Republicano a las reglas democráticas. La estrategia de desconocimiento de las reglas democráticas -que incluye el abuso de las redes sociales, el nombramiento de jueces reaccionarios en el Tribunal Supremo, la autorización de la violencia policial o la amenaza militar- se expresa también en la influencia del trumpismo en la extrema derecha en Europa y en América Latina.

La entrevista que publica el diario The Guardian el 21 de agosto al político republicano Rudy Bowers es estremecedora. Acerca un poco más la tesis de que EEUU puede estar al borde de una guerra civil y, de manera aún más clara, demuestra que una parte sustancial del Partido Republicano ha decidido desconocer el Estado de derecho y la Constitución norteamericana.

Rudy Bowers era el Presidente de la Cámara de Representantes de Arizona y se presentaba a la reelección. Fue derrotado por David Farnsworth, otro republicano, en esta ocasión apoyado directamente por Donald Trump. La nueva Roma paga bien a sus leales. Farnsworth asumió la tesis de que las elecciones de 2022 fueron arrebatadas ilegítimamente a Trump. Recuerda The Guardian que en la campaña contra Bowers, Farnsworthe señaló que quien le robó las elecciones al candidato republicano fue "el mismo diablo" de una manera "satánica". Se hace cierto que todo lo que se usa contra un adversario al que se ve externo –y que por su condición externa justifica el terrorismo de Estado, el uso del deep State, quebrar el estado de derecho, ejecuciones extrajudiciales o acosos civiles- termina sufriéndose dentro.

El escenario de los que se resistían a usar las mascarillas durante la pandemia ya le había dado alguna pista. Siempre hay señales que advierten del peligro a la democracia, aunque el deterioro general de los medios de comunicación dificulta verlo.

Donald Trump y su abogado Rudy Guliani (quien fuera alcalde por el Partido Demócrata en Nueva York entre 1994 y 2001 y a quien Trump habría ayudado en un momento de depresión y alcoholismo) fueron los encargados de presionar a Bowers para que "encontrara" donde fuera y como fuera los 11.000 votos que le habían hecho perder en ese Estado al presidente del pelo naranja. Bowers, un mormón de ideas profundamente conservadoras ("familia, fe, comunidad"), reconoce en la entrevista que siempre pensó que serían los demócratas los que traicionarían a una Constitución que el político republicano ve inspirada por Dios (es decir, la polarización en los EEUU, como en todos nuestros países, crea nichos de sentido y dificulta a mucha gente entender la realidad). Cuando el político republicano vio que los que estaban desconociendo la Constitución eran los suyos se quedó "boquiabierto" (aunque, señala, el escenario de los que se resistían a usar las mascarillas durante la pandemia ya le había dado alguna pista. Siempre hay señales que advierten del peligro a la democracia, aunque el deterioro general de los medios de comunicación dificulta verlo).

Trump y Guliani, continúa The Guardian, le hicieron saber a Bowers que habían detectado en Arizona a "200.000 inmigrantes ilegales y 6000 personas muertas" que habían votado. Si aquello no bastaba, le contaron que existía una "Ley arcana de Arizona" (Arcane Arizona Law) que permitiría a los republicanos, en ese momento en el poder en el Estado, prescindir de los electores de Biden y mandar al Congreso a los seguidores de Trump. Es decir, le exigían a Bowers que anulara el resultado de las elecciones. Por si fuera poco, John Eastman, profesor de derecho, director del Centro de Jurisprudencia Constitucional (instituto vinculado al Think Tank conservador Claremont Institute), y antiguo decano de la Escuela de Leyes de la Chapman University, exhortó a Bowers a quitar la certificación electoral a los votantes y a dejar que los tribunales solventaran el asunto, es decir, que robara las elecciones, impidiera el nombramiento de Biden y confiara en una justicia que ya no lo era para lograr en las salas judiciales lo que no habían logrado en las urnas: "simplemente hágalo y deje que los tribunales resuelvan todo". Todo un decano de una prestigiosa facultad de leyes norteamericana. Lo que está pasando con el lawfare (la guerra jurídica contra la izquierda) en Argentina con Cristina Fernández de Kirchner y el Partido Justicialista, en Brasil con Lula, Dilma Rousseff y el Partido de los Trabajadores, en Ecuador con Correa y el Movimiento País o en España con Podemos forma parte de un comportamiento repetido por el conservadurismo de todo el mundo. Trump ha sido el espejo. Pero el espejo refleja el comportamiento de la derecha en prácticamente todo el mundo.

El decente político republicano tuvo que soportar que matones armados y tatuados con símbolos de extrema derecha le acosaran en su casa, le amenazaran de muerte e intentaran invalidarle en sus derechos civiles acusándole de "pedófilo". Les dio igual que su hija, enferma de cáncer y moribunda, estuviera en la casa. Y también tuvo que ver cómo el Comité Ejecutivo del Partido Republicano de Arizona le censurara y le dijera que "ya no era un republicano de buena reputación". Así hasta su expulsión del congreso de Arizona. Todos los que ganaron las postulaciones a Gobernador, senado, Fiscal General del Estado y secretario de Estado en Arizona en las elecciones en las que Bower fue expulsado son fanáticos de Trump, continúa el periodista de The Guardian, Ed Pilkington. El candidato a la Secretaría de Estado es Mark Finchton, miembro de la milicia nacionalista de extrema derecha Oath Keepers. Estuvo en el asalto al Capitolio el 6 enero de 2021, donde murieron cinco personas y se han suicidado cuatro policías de los que repelieron el ataque (¿presiones? ¿Mala conciencia? ¿Otros causas no explicadas?).

De Washington a Buenos Aires pasando por Madrid y Roma

Esta semana el fiscal Diego Luciana, un jurista con claras vinculaciones con el anterior Presidente de Argentina, Mauricio Macri, ha pedido, sin pruebas, una pena de 12 años e inhabilitación perpetua para la ex Presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Nadie duda de que ha sido un juicio plagado de irregularidades y sobre el que el ex magistrado de la Corte Suprema Raúl Eugenio Zaffaroni, uno de los juristas más prestigiosos de Argentina, América Latina y el mundo, ha dicho que se trata de una farsa donde "el propio funcionamiento institucional, enroscado en sí mismo, está produciendo una catástrofe que se está cargando a la República y la Democracia". Y donde el Poder Judicial, añade, amparado por unos medios que actúan como un monopolio, "protagonizan un show grosero" donde unos jueces "juegan a la política y protagonizan el juicio oral con el final sabido más vergonzoso que nunca se haya visto".

Conseguir en los tribunales lo que no consiguieron en las urnas. Pero con un agravamente, como ha recordado la ex Presidenta, respecto de lo que le pasó a Lula Da Silva en Brasil. Porque es cierto que allí igualmente un juez corrupto y prevaricador encarceló sin pruebas a Lula, que le sacaba 20 puntos de distancia a Bolsonaro, pero finalmente el Tribunal Supremo falló a favor de Lula. En Argentina, el Tribunal Supremo es parte de la farsa y una parte del ejército y la policía aún justifica la desaparición de 30.000 argentinos durante la dictadura. En definitiva, se trata es de un intento de proscripción de millones de argentinos que votaron por CFK, como se la conoce popularmente. La derecha argentina está renunciando a la democracia. Cuando pierden las elecciones y no le tienen miedo al pueblo, les regresan los malos pensamientos. Y cuando ganan, como en Hungría o Polonia o, con bastante probabilidad, en Italia, la extrema derecha convierte en ley su autoritarismo. El fantasma de los años treinta del siglo XX recorre el mundo. Y da miedo.

La derecha puede decir una cosa y la contraria, robar y criticar la corrupción política, mentir y bramar contra la falta de sinceridad en la política, acusar de inmorales a la izquierda y formar al tiempo parte de redes de corrupción, de tráfico sexual y de drogas. Hablar en nombre de la patria y robar constantemente a la patria

Defender la democracia vaciada o apelar a la creatividad

¿Ha renunciado la derecha a la democracia?

La izquierda está defendiendo la actual "democracia vaciada" (Peter Mair, Boaventura de Sousa Santos, Colin Crouch), mientras que la derecha ha renunciado a todas esas partes de las constituciones liberales que les frenan. La izquierda está enajenándose el apoyo de los enfadados defendiendo Gobiernos que si bien consiguen avances –pensemos en la subida del salario mínimo en España o la reciente batería de leyes aprobadas en defensa de las mujeres y los sectores más golpeados por la crisis-, apenas pueden poner parches a las enormes desigualdades. Es más fácil que las eléctricas y los bancos se enriquezcan con las crisis y las guerras que crear una banca pública o una empresa pública de energía, ponerles un impuesto eficaz o parar un conflicto como en Ucrania. Como venimos defendiendo, los que se benefician del sistema atacan el sistema y los que no pueden superarlo con las reglas de juego vigentes, sosteniendo las democracias liberales vaciadas. Y como la derecha tiene el monopolio de los medios de comunicación, la lucha de la verdad contra la mentira es un lecho de Procusto donde en el intento pierdes los pies o la cabeza. La incorrección política le da réditos a la derecha, que puede decir una cosa y la contraria, robar y criticar la corrupción política, mentir y bramar contra la falta de sinceridad en la política, acusar de inmorales a la izquierda y formar al tiempo parte de redes de corrupción, de tráfico sexual y de drogas. Hablar en nombre de la patria y robar constantemente a la patria.

La verdad, pese al optimismo de Hanna Arend después de la Guerra Mundial, no consigue hoy grandes adhesiones. ¿Cómo va a ser falsa esa noticia –dice un padre a su hija en una viñeta del argentino Daniel Paz que resume a la perfección el problema- si coincide totalmente con lo que yo pienso? Las legiones van detrás de identidades que te hacen sentir más fuerte y seguro, de liderazgos, lemas, promesas de futuro, salvaciones, resurrecciones o certezas frente a los enemigos. La verdad es incómoda, llena de matices, frágil y recelosa, tímida e insegura. La derecha, como la expresión política del poder, siempre ha recurrido a la mentira, salvo cuando ha sido derrotada. La izquierda, como la expresión política de los que buscan la igualdad, siempre ha creído que la verdad es revolucionaria. Y tiene otra vez como misión organizar el desconcierto, instruirlo y dotarle de un entusiasmo que sea más atractivo que la promesa purificadora de fuego y sangre que ofrece la derecha. Es tiempo otra vez de política. Pero de una política creativa. Renovada. Intergeneracional. Enfadarse con la política sin el antídoto de la organización es echar de comer al fascismo. No se puede criticar una enfermedad enfermándote.

 

 

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La democracia liberal herida de muerte: una paradoja para la izquierda https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/08/13/la-democracia-liberal-herida-de-muerte-una-paradoja-para-la-izquierda/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/08/13/la-democracia-liberal-herida-de-muerte-una-paradoja-para-la-izquierda/#respond Sat, 13 Aug 2022 20:16:34 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10394 alt --> El fin de la lucha armada La conocida litografía de Louis Marie Bosredon de 1848 "el voto o el fusil" hacía referencia al efecto pacificador que el sufragio universal podía tener en la sociedad francesa tras la revolución de ese mismo año. Sin embargo, la tensión revolucionaria no se detendría y solo la masacre de … Continuar leyendo "La democracia liberal herida de muerte: una paradoja para la izquierda"]]> La democracia liberal herida de muerte: una paradoja para la izquierda

El fin de la lucha armada

La conocida litografía de Louis Marie Bosredon de 1848 "el voto o el fusil" hacía referencia al efecto pacificador que el sufragio universal podía tener en la sociedad francesa tras la revolución de ese mismo año. Sin embargo, la tensión revolucionaria no se detendría y solo la masacre de la Comuna de París en 1871 (con al menos 25.000 comuneros asesinados por las fuerzas de Thiers y Bismarck) haría un parón que solo reiniciaría la revolución rusa de 1917. Las élites conceden derechos sólo cuando les son arrebatados y siempre esperan la revancha. Las luchas de ayer son los derechos de hoy y las luchas de hoy son los derechos de mañana. Con la democracia, como se suele repetir, nacieron sus enemigos.

La última vez que, con alguna consistencia, hubo lucha armada de izquierdas en el mundo occidental fue en el levantamiento zapatista del primero de enero de 1994. Aquella sublevación coincidió con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio entre México, EEUU y Canadá, al que se definió como "una sentencia de muerte" para los indios desde el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). El levantamiento apenas duró doce días y el verdadero éxito del EZLN, dirigido por el subcomandante Marcos, fue cuando cambiaron los rifles de hierro y acero por rifles de madera y comunicados con una alta carga lírica y una inmensa reivindicación moral.

Las luchas de ayer son los derechos de hoy y las luchas de hoy son los derechos de mañana. Con la democracia, como se suele repetir, nacieron sus enemigos.

Dos años antes, y como respuesta al Caracazo de 1989 (cuando el Presidente socialdemócrata Carlos Andrés Pérez mandó al ejército reprimir el levantamiento popular y los saqueos provocados por las medidas de ajuste del Fondo Monetario Internacional, con un resultado de entre 300 y 3000 muertos), el entonces Teniente Coronel Hugo Chávez y otros trece oficiales lideraron una rebelión contra lo que entendían era un gobierno ilegítimo que había masacrado a su pueblo. El levantamiento apenas duro unas horas. Aquel "Por ahora" de Chávez antes de su rendición implicaba un regreso, pero iba a tener otros contornos. Ya no era tiempo de revueltas de izquierda armadas.

Chávez fue juzgado y condenado. Tras dos años encerrado en el penal de Yare, saldría indultado por el Presidente Caldera. Tras dos años recorriendo el país reuniéndose con colectivos, Chávez llegó a la conclusión de que la vía armada no era una salida válida. Fue entonces cuando montó el partido Movimiento Quinta República, proveniente del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200, que a su vez provenía del Ejército Bolivariano Revolucionario, fundado en 1982 coincidiendo con el 200 Aniversario del natalicio de Simón Bolívar (asuntos todos desconocidos, al parecer, por Felipe VI al no levantarse al entrar la espada de Bolívar en la plaza que lleva su nombre en Bogotá). Tras ese periplo por el país, donde escuchó a muchos grupos que seguían apostando por la lucha armada, Chávez convenció a toda la izquierda para que probaran por la vía electoral En 1998 ganó las elecciones, y aunque le dieron un golpe en 2002, lograron cambiar la Constitución, alfabetizar al país, ensanchar el acceso a la universidad, renovar la cúpula judicial, organizar la UNASUR, ayudar a la victoria de Lula da Silva, Evo Morales, Rafael Correa o Néstor Kirchner y sacar a millones de personas de la pobreza.

Recordando el golpe contra Salvador Allende, Chávez repetía que la revolución bolivariana era una "revolución pacífica pero armada". Tenía todo el sentido pues si con la caída de la Unión Soviética en 1991 se terminó la posibilidad de la lucha armada de izquierda, la lucha armada de derechas empezó a campar por sus respetos, a menudo dirigida por otros Estados, especialmente los Estados Unidos (guerra en Yugoslavia, "revoluciones de colores" en el Este europeo, golpe en Honduras, en Ecuador, en Bolivia, en Venezuela.

Si con la caída de la Unión Soviética en 1991 se terminó la posibilidad de la lucha armada de izquierda, la lucha armada de derechas empezó a campar por sus respetos, a menudo dirigida por otros Estados, especialmente los Estados Unidos.

El fin de la lucha armada desde la izquierda tuvo un gran impacto en las perspectivas electorales y sociales de las fuerzas progresistas. Hasta el punto de que se puede enunciar una suerte de tendencia (tendencia porque no hay apenas leyes en las ciencias sociales): sólo cuando cesa la violencia armada pueden ganar las elecciones fuerzas políticas de izquierda más allá de la socialdemocracia. Si en España hay hoy un gobierno de coalición es porque ETA dejó de asesinar a partir de 2010. El 15M no hubiera sido posible con ETA atentando. Incluso sin violencia armada, Dolores de Cospedal, la Secretaria General del PP -esa que hoy sabemos que pactaba crear pruebas falsas con el comisario Villarejo- acusó a los acampados en la puerta del Sol de "terroristas". Difícilmente hubiera ganado López Obrador con una guerrilla muy activa, de la misma manera que el cese de la lucha armada por parte de las FARC fue condición necesaria para que Gustavo Petro ganase la Presidencia en Colombia. Aparte de una cuestión moral, es una cuestión política. Como dijo en una ocasión respecto de ETA el ex Ministro de Asuntos Exteriores del PP, José María Margallo, "Desde que no nos matan, no tenemos proyecto". Casi siempre, a quien más ha convenido la lucha armada ha sido al propio sistema que ha encontrado en la violencia la legitimidad que le faltaba. En Italia, la violencia la ejercía el estado profundo italiano cada vez que el Partido Comunista Italiano estaba a punto de entrar en el Gobierno. Sin violencia, somos más.

El vaciamiento de la democracia

Sin embargo, como viene sosteniendo Boaventura de Sousa Santos, la extensión de la democracia ha venido acompañada de su vaciamiento. De manera que entramos en una suerte de paradoja. Mientras la izquierda ha abrazado –y creo que es lo correcto- la vía electoral y la conquista constitucional de las instituciones, la derecha empieza a hacer trampas con las elecciones, con las instituciones, con los medios de comunicación e, incluso, con el cumplimiento de la Constitución. Y cuando todos esos elementos no bastan para garantizar el privilegio de las élites, entran en juego los factores internacionales, sea en forma de presión financiera –Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones), Banco de Pagos Internacionales de Basilea o el sistema SWIFT (Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication)- o, directamente, con agresiones militares de la OTAN, con golpes o con represión policial.

Sólo cuando cesa la violencia armada pueden ganar las elecciones fuerzas políticas de izquierda más allá de la socialdemocracia. Si en España hay hoy un gobierno de coalición es porque ETA dejó de asesinar a partir de 2010. El 15M no hubiera sido posible con ETA atentando.

La información salida a luz en España con los audios del Comisario Villarejo y sus grabaciones con Dolores de Cospedal, entonces Ministra de Defensa del Gobierno de Mariano Rajoy y Secretaria General del Partido Popular, junto a lo que ya se conoce como el Ferrerasgate –en relación al caso Watergate, que le costó la presidencia a Nixon en 1974- resume todos estos asuntos. Es un comportamiento repetido en Argentina, en Colombia, en Ecuador, en México, en Chile, en Honduras o en Bolivia. La novedad es que ahora hay unos audios donde se escucha a los conspiradores tramar sus delitos. Por vez primera, en tiempo real se han desclasificado los documentos. No es extraño que el PSOE quiera una ley de secretos oficiales que retrase 50 años saber lo que nos pasa.

En el audio de Villarejo con la Ministra del PP se señala a los líderes más destacados en ese momento de Podemos con insultos gruesos y se dice que les van a "arruinar la vida" usando pruebas falsas. Se quejan dolidos de que otros montajes han sido torpes y no han sido útiles. Entonces, el Comisario se ofrece a mejorarlos. La Ministra del Reino de España, la cuarta economía del euro, región, cuentan, cuna de los derechos humanos, dice respecto de esas pruebas falsas: "las quiero".

Los audios de Ferreras no son menos escandalosos. El periodista explica que como La Sexta pasa por ser una televisión de izquierda, son ellos los que tienen la capacidad de "matar" a los líderes de Podemos. Además, afirma que aun sabiendo que un documento es falso –una factura de un inexistente pago en Granadinas de 270.000 dólares por parte de Nicolás Maduro a Pablo Iglesias- va a dar la información en directo y va a conectar en prime time con el falso periodista Eduardo Inda. El periodista de la izquierda -que cobra según algunas fuentes unos dos millones de euros al año- brindando pruebas falsas contra Podemos a un mes de las elecciones. Qué duda cabe que el falso pago en las islas Granadinas fue uno de los temas estrella en las elecciones. ¿No le inventaron a Evo Morales un falso hijo en la víspera electoral?

En esa reunión estaba ni más ni menos que José Luis Olivera, a quien se escucha en el audio la oferta de inventar una cuenta falsa a Pablo Iglesias para que tuviera que "salir a dar explicaciones". El problema es que Olivera había sido ni más ni menos que el Comisario Jefe de la Unidad de Delitos Económicos y Financieros (UDEF). El máximo responsable de los delitos económicos. En la reunión también había un empresario del grupo Planeta, Mauricio Casals, que encarga también a su empleado Ferreras que asuste al actual Presidente del Gobierno Pedro Sánchez: "a ver si le calzas una hostia", a lo que contesta el referente del periodismo periodismo: "muy pronto, eh, muy pronto. Yo creo que va a sufrir estas dos semanas". Cierra la conspiración el sector judicial, que consideró la información sobre la factura inventada "falsa pero veraz", porque la había entregado un Comisario. Un Comisario corrupto, habría que añadir.

En conclusión, Comisarios de policía corruptos se inventan pruebas. Jueces ajenos al Estado de derecho dan inicialmente siempre por buenas las acusaciones a la izquierda, aunque estén sostenidas en "rumores", en pruebas falsas o no tengan consistencia, al tiempo que liberan con pasmosa frecuencia cuando hace falta a los políticos de la derecha o a los empresarios que les pagan sobresueldos. Los periodistas en los informativos o en las tertulias convierten esas acusaciones a la izquierda en condenas firmes y los políticos de la derecha y la extrema derecha llevan al Parlamento esos casos como si fueran la prueba definitiva de la culpabilidad de las fuerzas de izquierda. ¿Qué hacer entonces? Si el máximo responsable de los delitos económicos y financieros inventa pruebas, si los periodistas de la supuesta izquierda los presentan como correctos, si los jueces los aceptan como válidos, si los políticos de la derecha aún sabiendo que es falso los convierten en tema de debate y si los empresarios ponen dinero para que esa maquinaria de mentiras esté bien engrasada, la democracia está herida de muerte.

El penúltimo Secretario General del PP, Pablo Casado, duró diez días después de decir que era indecente que en medio de una pandemia el hermano de Ayuso se hubiera hecho rico vendiendo malos productos a la Comunidad de Madrid. No menciones la soga en casa del ahorcado.

Estados Unidos es probable que desemboque en alguna suerte de guerra civil, donde en el lado del trumpismo hay una cuerda de descerebrados que creen que la tierra es plana y están dispuestos a matar para defenderlo. Pero no nos engañemos: en ese ejército trumpista están también, dirigiendo, los sinvergüenzas que roban. Entre ellos y en primer plano, Donald Trump. Igual que Macri, Lasso, Piñera, Bolsonaro, Pinochet o Franco. Los golpistas de derechas siempre son también ladrones. El Ayusismo en Madrid adopta esa actitud matona y arrogante propia del trumpismo al tiempo que el hermano de la Presidenta se enriquece en mitad de la pandemia. Todo el PP es una estructura criminal para obtener beneficios económicos en forma de sobresueldos, obra pública, contratos, subvenciones o puestos en la administración. El penúltimo Secretario General del PP, Pablo Casado, duró diez días después de decir que era indecente que en medio de una pandemia el hermano de Ayuso se hubiera hecho rico vendiendo malos productos a la Comunidad de Madrid. No menciones la soga en casa del ahorcado.

La conclusión es que mientras que la derecha está negando su apoyo a la democracia por los hechos o en sus opiniones (más del 25% de los norteamericanos no cree en la democracia), la izquierda, a la que le han vaciado la democracia, es la que está defendiendo las instituciones de la democracia liberal. Y por eso no puede enamorar ni convencer a los desencantados de las democracias liberales. La izquierda defendiendo a la democracia vaciada. Cosas veredes amigo Sancho...

Un programa para una izquierda que deje de lamentarse

El contexto no es halagüeño. La izquierda está ganando las elecciones con frentes amplios que no tienen consistencia ideológica y, por tanto, tampoco organizativa. Enfrente, y escorándose a la extrema derecha, se articula un frente opositor que aunque no tenga el gobierno sigue teniendo el poder y cada vez menos escrúpulos. El lawfare y el mediafare han sustituido al golpismo clásico, aunque si les llegara a fallar no dudarán en regresar a la violencia propia del fascismo. Si pueden encarcelar a Lula sin pruebas como hizo Bolsonaro, todo en orden, pero si pese a todo Lula gana las siguientes elecciones, no hay duda de que algunos sectores están ya acariciando la senda golpista o la del magnicidio, igual que en Colombia.

La izquierda, a la que le han vaciado la democracia, es la que está defendiendo las instituciones de la democracia liberal. Y por eso no puede enamorar ni convencer a los desencantados de las democracias liberales. La izquierda defendiendo a la democracia vaciada. Cosas veredes amigo Sancho...

La manipulación de los medios de comunicación se ha multiplicado y los periodistas de referencia tienen sueldos descomunales que les han hecho ascender a la clase de los poderosos. Pueden vivir en sus mismas zonas residenciales, visitar los mismos restaurantes y gozar de todos los privilegios de las clases más adineradas. Además, al recibir parte de sus sueldos por las pautas publicitarias, nunca atacarán a los que les pagan sus sobresueldos. Cierra el círculo su estrategia de atacar como políticos a la izquierda pero exigir su intangibilidad como periodistas. Son guardaespaldas del poder con muy pocos escrúpulos pero, eso sí, vestidos de ciudadanos ejemplares.

La lucha armada no es una salida porque sin apoyo popular, la violencia es terrorismo. Tiene que ver con lo que le dijo un pirata a Alejandro Magno en el conocido relato de Agustín de Hipona: "El rey en persona le preguntó: ‘¿Qué te parece tener el mar sometido al pillaje?’. ‘Lo mismo que a ti –respondió– el tener el mundo entero. Solo que a mí, como trabajo con una ruin galera, me llaman bandido, y a ti, por hacerlo con toda una flota, te llaman emperador". Si ganas, eres un estadista. Si pierdes, un terrorista.

De manera que si cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, jueces, periodistas , empresarios que viven del privilegio de lo público, junto con el sistema financiero nacional e internacional, todos ellos con lógica patriarcal, imperial y depredadora del medio ambiente, han puesto en jaque a la democracia, ahí tiene la izquierda un programa político para salir de la postración en la que se encuentra. Porque si sigue siendo la triste defensora de unas instituciones vaciadas, le dejará a la extrema derecha todo el espacio para representar a todos los expulsados del sistema. Claro que es esencial escuchar a la calle -es lo que está haciendo Yolanda Díaz en España-, pero también es importante ayudar a la gente a que sepa cuales son las reglas de juego que nos están dejando.

Porque si pese a todas las dificultades, se gana, se tendrá igualmente enfrente una batería de neogolpistas en los medios, la judicatura, la policía y las instancias financieras internacionales que difícilmente se podrán frenar si no se tiene la calle tomada por los que quieren defender la democracia. Y para tener la calle hay que ganarse la calle. Es tiempo de volver a pensar los límites del modelo democrático que tenemos. Para no paralizarnos luego con sorpresas. Para que no se nos olvide aquello de que solo el pueblo salva al pueblo.

 

 

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Gustavo Petro, Francia Márquez: el sabroso despertar de Colombia https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/08/07/gustavo-petro-francia-marquez-el-sabroso-despertar-de-colombia/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/08/07/gustavo-petro-francia-marquez-el-sabroso-despertar-de-colombia/#respond Sun, 07 Aug 2022 04:50:22 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10355 alt --> En las instalaciones del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, un lugar emblemático donde se refleja la dureza vivida en Colombia en el último medio siglo, el presidente Gustavo Petro, que este domingo asumirá oficialmente el mando, recibió un documento elaborado por diferentes plataformas de derechos humanos y organizaciones sociales. El documento, un importante jalón … Continuar leyendo "Gustavo Petro, Francia Márquez: el sabroso despertar de Colombia"]]>
Gustavo Petro, Francia Márquez: el sabroso despertar de Colombia
Gustavo Petro celebra junto a la vicepresidenta electa, Francia Márquez, la victoria en las elecciones de Colombia. EFE/ Mauricio Dueñas Castaneda

En las instalaciones del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, un lugar emblemático donde se refleja la dureza vivida en Colombia en el último medio siglo, el presidente Gustavo Petro, que este domingo asumirá oficialmente el mando, recibió un documento elaborado por diferentes plataformas de derechos humanos y organizaciones sociales. El documento, un importante jalón en la dirección del Informe de la Comisión por la Verdad, incorpora un plan de choque para proteger a los líderes sociales en Colombia. Para que dejen de matarles. Porque en Colombia, a la gente de izquierda la asesinan.

En la recepción del documento, Petro le dijo a Ruiz Masseu, jefe de la Misión de la ONU en Colombia: "Esta violencia estalla alrededor de mercados ilegales, controles territoriales y algo que no hemos podido resolver, que es el narcotráfico (...) Los amigos de Naciones Unidas que están acá deben saber que esto estalla porque hay una prohibición y Naciones Unidas apoya la prohibición". Petro sabe que para acabar con el narco y el paramilitarismo en Colombia hay que legalizar porque prohibir no ha servido para nada.

Petro terminó la campaña electoral con chaleco antibalas y, al igual que Francia Márquez, la vicepresidenta, escoltado. El narcotráfico es dinero y el dinero no sabe de democracia. Sin embargo, un par de días después de haber ganado las elecciones, Petro se reunió con Álvaro Uribe, el narcopresidente al que las organizaciones de derechos humanos señalan como el responsable de la violencia paramilitar. Petro ha decidido, como si salieran de una dictadura, pactar con los asesinos para mitigar la violencia. Hay cosas que recuerdan a la transición española. Ojalá aprendan de nuestros errores. La derecha entiende las cesiones como debilidad.

Los asesinatos de líderes sociales no han parado desde que Petro y Francia ganaron las elecciones. Solo en el gobierno del saliente Iván Duque -amigo del PP y de VOX- fueron asesinados 930 líderes sociales. En la derecha siempre hay gente que no acepta los resultados electorales cuando pierden. En América Latina, llegado el caso, tiran de pistola. En España, seguro que por la influencia europea, sólo de policías y jueces corruptos. El ruido que acompaña a los gobiernos progresistas no suena cuando pierde la izquierda. La izquierda no hace la vida imposible a la derecha cuendo pierde unas elecciones. El Parlamento peruano, lleno de corruptos de la etapa fujimorista, no ha autorizado al presidente Castillo a acudir a la toma presidencial de Gustavo Petro, de la misma manera que Lasso en Ecuador sigue persiguiendo al correísmo, los gorilas argentinos siguen persiguiendo a Cristina Fernández de Kirchner, Bolsonaro en Brasil sueña con volver a meter en la cárcel a Lula y las cloacas en España no han dejado de perseguir a Podemos.

Petro ha propuesto una serie de cambios que tienden la mano a los que han gobernado en Colombia toda la vida como si fuera su hacienda. Hace falta mucho coraje para invitar a la concordia a los que asesinaron al candidato de la izquierda Jorge Eliécer Gaitán en 1948, provocando el nacimiento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), a los que asesinaron a campesinos y líderes sociales y los presentaron como guerrilleros para cobrar la recompensa, a los que montaron las autodefensas y luego el paramilitarismo, a los seguidores del presidente saliente Iván Duque que deja el país endeudado, agujereado fiscalmente y lleno de contratos inmorales firmados con urgencia (como la compra de más de un cuarto de millón de litros de glifosato por valor de 12.000 millones de pesos, sabiendo que ese veneno no lo usará nunca el presidente Petro). También, y no es menor, Petro se ha sentado con los militares que dejan sonar sus sables para que nadie se olvide de que cuando quieran pueden dar un golpe de Estado (que Joe Biden y Kamala Harris entenderían por las mismas razones por las que van a visitar en Arabia Saudí al jeque asesino Mohammed bin Salman, tienen preso a Julian Assange o arrastran a Europa a la guerra en Ucrania como si no les bastaran las muertes que provocaron en Irak).

En la nueva "marea roja" que está viviendo América Latina hay diferencias con la que recorrió la región con el cambio de siglo. No solo porque aquellos liderazgos fueron muy peculiares (Hugo Chávez, Lula da Silva, Evo Morales, Rafael Correa, Néstor Kirchner, Fernando Lugo, Mel Zelaya, todos bestias negras en sus países de las oligarquías tradicionales), sino también porque aquella oleada de cambio coincidió con un alto precio de las materias primas (que permitió redistribuir la renta), porque la crisis de 2008 aún no había hecho su tarea devastadora y porque aquellos gobiernos contaron con mayorías sociales y electorales para desarrollar su programa.

Gariel Boric en Chile, Pedro Castillo en Perú, Gustavo Petro en Colombia, Andrés Manuel López Obrador en México gobiernan con frentes amplios a menudo tensionados por su juventud, esto es, por su falta de recorrido. Esto lleva a que a la interna no siempre tengan la necesaria coherencia ideológica, lo que deviene en falta de coherencia organizativa. A la izquierda siempre la dividen las ideas mientras que a la derecha la unen los intereses. Enfrente tienen una articulación de la derecha con la extrema derecha (a menudo liderado por esta última, como ha pasado con José Antonio Kast, Jair Bolsonaro, Keiko Fujimori o Rodolfo Hernández) que ha sido capaz, pese a perder las elecciones, de mantener el apoyo de casi la mitad de los electores. Y que cuando han perdido los palacios de gobierno no han perdido el poder. Poder económico que se traduce en poder mediático, judicial, policial, militar. Las derechas controlan casi el 100% de los medios de comunicación y los medios son el principal partido de la oposición a los partidos de cambio. Que se lo pregunten en España a Inda y Ferreras.

Gustavo Petro, Francia Márquez: el sabroso despertar de Colombia

La Colombia que inauguran este domingo Petro y Francia (uno definido por su apellido, la otra por su nombre) va a estar llena de campos minados. No es el menor problema que comienzan el mandato en medio de una recesión. Por eso el Gran Acuerdo Nacional que ha impulsado el nuevo gobierno busca poner en marcha el Programa Colombia Potencia Mundial de la Vida 2022-2026 (con los objetivos de la paz, la justicia social y la justicia medioambiental). El bloque histórico de la derecha colombiana se está resquebrajando, como demostraron las elecciones. Pero no termina de marcharse. Si no hay colaboración fiscal de las élites no habrá cambios. Pero las élites colombianas se van a defender como gato panza arriba para no colaborar en la mejora del país al que dicen amar tanto. Como las derechas españolas. La patria siempre es una excusa para atraerse a militares y policías poco comprometidos con la democracia. La patria tiene como frontera el bolsillo.

La izquierda debe hacerse una pregunta: ¿qué espacio están dejándole para hacer política en las democracias neoliberales?

En este gran acuerdo están el Pacto Histórico (donde está el partido Colombia Humana de Petro), los verdes, el partido Liberal, los conservadores, Cambio Radical y el Partido de la U (quedan los restos del uribismo como oposición frontal). ¿Debe entenderse este gran acuerdo como una suerte de ley de punto final (como fue la Ley de Amnistía de 1977 en España o la entrega de la jefatura del Estado a Juan Carlos de Borbón)? No creo que sea el caso. Se trata de entender la correlación de fuerzas (o como pasó en España, de debilidades) que permitan a Petro y Francia empezar a gobernar en el país que la derecha colombiana y los Estados Unidos soñaron con convertir en la Israel latinoamericana. La izquierda debe hacerse una pregunta: ¿qué espacio están dejándole para hacer política en las democracias neoliberales? Con la caída de la Unión Soviética desapareció la lucha armada como posibilidad política. Pero con el lawfare, el capitalismo financiero, el monopolio mediático y la violencia se está estrechando el espacio político para cambiar prácticamente imposible nada. No lo van a tener fácil Petro y Francia.

Miguel Angel Ferrís Gil, portavoz del ‘Pacto Histórico por Colombia en París’ y de la Red de Círculos Europeos de Podemos, ha resumido las tareas que tiene el nuevo gobierno colombiano por delante:

"Desactivar un posible golpe de Estado y las serias amenazas de narcos y paramilitares, entablar desde el primer momento un diálogo constructivo con el ‘vecino del Norte’ para abordar una relación bilateral más justa, anunciar la reactivación de los Acuerdos de Paz y el inicio de conversaciones en Cuba con el ELN, acordar la reapertura de los 2.000 kilómetros de frontera con Venezuela reanudando una amistad histórica e intercambio comercial, nombrar en los más altos cargos públicos y diplomáticos a personas de reconocido prestigio y trayectoria, de las más variadas procedencias ideológicas y con la mayor aceptación de la opinión pública y mediática, completar exitosamente un proceso de Empalme o transferencia entre Gobiernos con un modelo innovador, transparente y participativo que orientará de inmediato la acción de los 100 primeros días y obtener, mediante el Acuerdo Nacional y un nuevo espíritu de concordia y reconciliación, la confianza y respaldo de más del 70% de los representantes a la Cámara y el Senado, son todo ello los frutos primerizos de un Cambio profundo, anunciado y ampliamente esperado (...) La universalización y gratuidad del acceso a la Universidad frente a la elitista privatización del conocimiento actual, la recuperación del derecho público a la Salud con el cambio de modelo progresivo y la reinversión, la reforma tributaria en el camino de una necesaria justicia fiscal, la lucha contra la corrupción en la sociedad y el Estado con sus ramificaciones internacionales, la despenalización del consumo de drogas y la reorientación del combate contra el narcotráfico y sus secuelas, todo esto y mucho más será abordado en el primer año de legislatura aprovechando los vientos a favor del momento histórico y la acumulación de fuerzas favorables".

Sin creatividad la izquierda no va a poder convencer a las mayorías de que hay espacio para una nueva política. De momento, lo que parecía imposible, que gobernase la izquierda en Colombia, se pone en marcha.

Gustavo Petro, un economista que en su juventud peleó en la guerrilla como tantos otros dirigentes latinoamericanos (Salvador Sánchez Cerén, Lucía Topolansky, Pepe Mujica, Dilma Rousseff, Álvaro García Linera) y Francia Márquez, una líder afrodescendiente que fue empleada doméstica, minera, defensora de los derechos humanos, desplazada y abogada, tienen en sus personalidades la fuerza de quienes llevan toda la vida peleando. La firmeza política y democrática de Petro -cuando en Colombia todo invitaba a tirar la toalla durante el uribismo- y la voluntad de Francia de no ceder un milímetro en la defensa de los derechos humanos y de lograr una vida "sabrosa" para todas y todos augura, cuando menos, la certeza de que el gobierno que arranca va a dejarse la piel en cambiar Colombia. La ceremonia de toma de posesión va a ser en la Plaza de Bolívar, con el pueblo que ha hecho posible el cambio. Parece que Petro y Francia han entendido que para salir del neoliberalismo hace falta el gobierno, pero que si te olvidas de la calle es imposible el cambio. Tienen que añadir la construcción de un relato y la defensa de la alegría. Petro es las instituciones y el relato. Francia la calle y el entusiasmo. Ambos, la convicción. Sin creatividad la izquierda no va a poder convencer a las mayorías de que hay espacio para una nueva política. De momento, lo que parecía imposible, que gobernase la izquierda en Colombia, se pone en marcha.

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Para ti que alguna vez votaste a Podemos https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/07/31/para-ti-que-alguna-vez-votaste-a-podemos/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/07/31/para-ti-que-alguna-vez-votaste-a-podemos/#respond Sun, 31 Jul 2022 05:15:09 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10331  

A Teresa Arévalo y Gara Santana

"regresará mi pueblo de su ruina

 y pagarán su culpa los traidores"

Pablo Milanés, Yo pisaré las calles nuevamente

 

En su novela El corresponsal, David Jiménez, el efímero y maltratado director de El Mundo, cuenta su experiencia como corresponsal en Birmania (un lugar con más violencia pero con menos suciedad que en la redacción del diario madrileño). Que algunos solo juegan con las cartas marcadas es una reflexión que vuelve en su obra. En la misma lógica que lo que contó en El director, pone en boca de un reportero con muchas vueltas: "Uno se cansa de ver a los hijos de puta ganar. En la escuela. En la oficina. En política. En la guerra... Juegan con ventaja porque no tienen reglas. El inevitable triunfo del mal". El joven que él fue alguna vez le contesta dejando un resquicio a la esperanza: "No es inevitable".

La lucha democrática en España es tan desigual que difícilmente podemos llamarla democracia. Puedes violar a una adolescente o acosar a otra y golpear a su padre que si eres policía lo solventas con un curso de educación sexual o un par de palmaditas en el hombro. Puedes robar a manos llenas dinero público que si eres dirigente del PP tienes que haberlo hecho muy mal para que te castiguen. Puedes inventarte pruebas, que si eres comisario puedes pactar con la justicia o con la Casa Real o con alguien que conoces en la Fiscalía, y si conspiras para destruir pruebas contra tu partido o para inventarlas contra otro, si eres Secretaria General del PP hasta algún juez amigo te exonera. Pueden haberte condenado por prevaricar y por usar tu poder para intentar acabar con una diputada de Podemos que si eres juez y amigo del exministro Soria puedes eludir entrar en la cárcel casi un año después.

Puedes tener el máximo órgano de gobierno de los jueces en la ilegalidad y fuera de la Constitución durante tres años que si eres un juez conservador no van a recordártelo todos los días los medios y si eres un diputado del PP vas a poder decir que eres "constitucionalista" sin que te saquen en portada ni siquiera cuando te da la risa. Puedes veranear una década con un narco e incluso puedes broncearte con el narco en el barco que usaba para hacer cosas de narcos que si eres secretario general del PP no hay problema y en las entrevistas nunca te van a preguntar por esas fotos. Puedes haberle cortado la cabeza al anterior secretario general por haber señalado una inmoralidad o una ilegalidad en el entorno de su partido que no pasa nada porque los medios te van a presentar no como "el gran purgador" sino como el referente de un nuevo PP que no tiene ya en la memoria al anterior aunque todos sean los mismos.

Puedes usar la fiscalía para "afinar" acusaciones que si eres un ministro o un fiscal o un comisario de derechas vas a poder ir a comprar el pan sin que nadie te señale. Puedes decir que te inventas "con el rabo" una cuenta falsa de un dirigente de Podemos -o ayer catalán o vasco- que si eres al máximo responsable de la lucha antiterrorista o has sido comisario Jefe de la UDEF sabes que precisamente te pasas la justicia "por el rabo" y si hace falta amenazas a los policías decentes para que se vuelvan indecentes o encargas a la UDEF un informe lleno de mentiras que ya tendrán que salir los de Podemos a desmentirlo.

Tus lectores hace tiempo que dejaron de pedirte que les digas la verdad y solo quieren basura para pensar que tienen razón cuando ellos mismos deciden deslizarse hacia la basura.

Puedes lanzar mensajes al presidente del Gobierno en forma de acusaciones en tus medios o jactarte de que cuando quieras puedes "matar" a políticos de izquierda que si eres consejero de Atresmedia o presentador de La Sexta sabes que el monopolio mediático te lo autoriza porque todos los días repites que lo que tú haces es periodismo periodismo. Puedes durante años publicar, comentar, inventar, resaltar y repetir mentiras sobre niñeras, financiación ilegal, malversación, cuentas por centenares, blanqueo de capitales, tarjetas de teléfono manipuladas, cuentas en islas lejanas que cuando se archivan no vas a llevarlo a la portada, no vas comentarlo en tu programa, no vas a escribir una columna y no te pasa nada porque tus lectores hace tiempo que dejaron de pedirte que les digas la verdad y solo quieren basura para pensar que tienen razón cuando ellos mismos deciden deslizarse hacia la basura.

Puedes tener el título de periodista y usarlo para difamar en periódicos, televisiones, radios, tabloides o redes a la gente de Podemos -o de otras opciones políticas que no sean del régimen- y cuando tus difamaciones se hundan porque se archivan las querellas basadas en rumores o en mentiras que tanto te han dado de comer no vas a tener la decencia de pedir perdón porque trabajas en El Confidencial, en El Mundo, en el ABC, en La Razón, en OK Diario, en Antena 3, en Telecinco, en La Sexta, en Cuatro, en RTVE, en 13TV, en Onda Cero, en la COPE y a veces incluso en El País y en la SER y eso te da un salvoconducto para ser una basura sinvergüenza donde incluso tus compañeros te van a cubrir las espaldas en tu sinvergonzonería.

La Audiencia Nacional le cierra una investigación ilegal a García Castellón y al día siguiente abre otra más gorda. ¡A ver! ¿Quién es más chulo? Se la cerrarán y ¿cuál será la siguiente? Hay que llegar a las elecciones. No puede haber elecciones en España sin que Podemos no esté en los juzgados.

Supongo que nos están provocando. La Audiencia Nacional le cierra una investigación ilegal a García Castellón y al día siguiente abre otra más gorda. ¡A ver! ¿Quién es más chulo? grita blandiendo el Premio Puñetas que le dieron sus amigos. También se la cerrarán (estamos en la Unión Europea) y ¿cuál será la siguiente? Hay que llegar a las elecciones. No puede haber elecciones en España sin que Podemos no esté en los juzgados. Se archiva el infame caso "niñera" que sabiendo que era falso usaron Díaz Ayuso y Martínez-Almeida en la campaña electoral ¿cuándo se inventan el próximo? Ahí siguen en sus mismos puestos los Ferreras, Terradillos, Inda, Ana Rosa Quintana, Joaquín Prat, Susana Griso, Vallés, Motos, Risto Mejide, Marta Flich y todos los que colaboran en la podredumbre de los medios en España cada día y cuyos nombres llenarían páginas y páginas. Y que les funciona porque hay gente en España que no quiere la verdad. Quiere munición para disparar contra Podemos y así sentirse a gusto en sus posiciones políticas cuando eructan sus balas en la barra del bar, cuando hacen de señoros en la terraza desde donde, con una cervecita fresca en la mano, justifican que se cierren los centros de Atención Primaria o despotrican contra las feminazis inmigrantes que ahora se atreven a denunciar que las violan cuando vienen a España, cuarta economía del euro, a trabajar de temporeras. En el mismo día, El Mundo de España, un diario que se ha ido a la extrema derecha -y que por tanto ya no tiene reparos en mentir-, daba por ciertas mis casi cien cuentas en Triodos Bank y, por supuesto, la financiación ilegal de Podemos, al tiempo que pedía la inmediata salida de Podemos del Gobierno. Es decir, editorializaba que somos culpables. Una página después exigía en nombre de la democracia la presunción de inocencia ante las acusaciones del me too y las feministas.

En Podemos fuimos ingenuos cuando fundamos el partido morado. Aunque fuéramos profesores de ciencia política y aunque conociéramos la realidad latinoamericana no calibramos bien que hay un Estado profundo en España que viene del franquismo y que suma a jueces, policías, políticos, empresarios y periodistas que creen que tienen patente de corso para acabar con los adversarios políticos. Es decir, para mantener sus privilegios. Son los mismos que justificaron los crímenes del franquismo y después los de la Transición. Hoy, aunque ya no se llamen Tribunal de Orden Público o brigada político-social o sindicato vertical o El Alcázar siguen operando con la misma lógica. Salvo cuando policías honestos o jueces honestos o periodistas honestos les paran los pies. De vez en cuando. De cuando en vez. Cuánto respeto a toda esta gente valiente, algunos conocidos porque llegan a las televisiones, otros anónimos pero señalados en sus pueblos y en sus pequeñas ciudades, a la que este régimen podrido ha atacado sólo por ser de Podemos o por defender a Podemos. Sois lo mejor en esta noche oscura. No soportaría que atacaran a esa gente buena  y a nosotros, a mí,  me dejaran tranquilo. Nunca me he presentado a ningún cargo de elección popular y sin embargo la obsesión que tiene conmigo la élite del poder en España no cesa. Les debo estar agradecido. Algo debo de estar haciendo bien. Igual detrás de todos los ataques está la intención de que me sienta útil. Gracias corruptos.

El régimen no tolera que se haya condenado al PP por ladrones, que se haya perseguido al emérito, a su emérito, que se haya aprobado un impuesto a la banca y a las eléctricas, que se haya subido el salario mínimo o que se empiece a preguntar dónde están los asesinos de los republicanos.

La democracia en España está provocando a los demócratas. No es contra Podemos. Es contra la democracia. Todo lo que le están haciendo a Podemos lo terminarán haciendo mañana a cualquiera que disienta. El régimen no tolera que se haya condenado al PP por ladrones, que se haya perseguido al emérito, a su emérito, que se haya aprobado un impuesto a la banca y a las eléctricas, que se haya subido el salario mínimo o que se empiece a preguntar dónde están los asesinos de los republicanos. Tenían que matarnos para frenar todo eso.

Cuando visité a Lula en la cárcel de Curitiba, nada más entrar en la celda me dio un abrazo y me dijo: "Monedero, estar aquí es una mierda ¡Una mierda!, pero yo sé por qué estoy aquí encerrado". Un juez corrupto lo metió en la cárcel sin pruebas para que ganara Bolsonaro. Lula va ser el próximo presidente de Brasil.

La gente de Podemos sabemos por qué nos pasa todo lo que nos pasa. Claro que nos molesta porque nos hace perder tiempo y nos duele cuando engañan a los incautos. Pero sabemos por qué nos pasa. No les pasa a otros. Nos pasa a nosotros. Esa claridad nos da fuerza.  Se lo debemos a esos cinco millones de españoles y españolas que alguna vez votasteis a Podemos. Por eso seguimos.

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Jueces de la horca https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/07/29/jueces-de-la-horca/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/07/29/jueces-de-la-horca/#respond Fri, 29 Jul 2022 05:09:03 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10314
Jueces de la horca
Paul Newman en la película 'El juez de la horca'

Evitar el mal es imposible. Intentar que exista la justicia es una ley humana. Una constante de los seres humanos sin la cual no habríamos llegado hasta aquí. Esa sensación compartida por todas las personas de lo que es justo y lo que no lo es y esa voluntad compartida de castigar al tramposo. La justicia ha sido tan importante que tenía que emanar de Dios. Luego, de la soberanía popular. Cosas más grandes que uno mismo. A la civilización no le gustan los jueces de la horca. Abusar de la justicia es de los mayores pecados en una sociedad. Luego está mentir. Si los juntas, las costuras de la convivencia revientan.

Desde que éramos nómadas hasta la actualidad hemos ido perfilando el mecanismo. El Estado de derecho, sobre todo su teoría, es el legado más preciado del liberalismo a la democracia. Demasiado bueno incluso. Cuando hubo que incorporar a la clase obrera durante el siglo XX como ciudadanos, la burguesía, que había pensado la división de poderes para llevar a buen puerto su lucha contra la monarquía absoluta, flojeó. Y la mismo pasó cuando las mujeres reclamaron la igualdad. A veces la justicia pensamos que es solo para nosotros. La civilización es tratar a cualquier ser vivo como sujeto de derechos. Lo que implica que otros pierden privilegios.

Si uno suma todos los ataques que ha sufrido la gente de Podemos por el hecho de crear un partido, tener éxito (sacar millones de votos) y entrar en el Gobierno de España no se va a encontrar ningún ejemplo parecido en la historia de España: falsas acusaciones construidas por medios de comunicación (progresistas y no progresistas); creación de pruebas falsas por parte de la policía: acoso durante meses en los domicilios familiares; imputaciones por parte de jueces sin pruebas de ningún tipo: credibilidad dada a rumores o a declaraciones sin pruebas por parte de criminales; conspiración de ministros del gobierno para organizar los ataques; financiación de medios dedicados casi exclusivamente a atacar a Podemos; uso del aparato del Estado para intentar incriminar a sus líderes; ridiculización mediática de su trabajo...

Los ataques contra Podemos en realidad son ataques contra la democracia. Porque todo lo que hoy se aplica a Podemos se terminará aplicando a los adversarios de mañana. ¿O por qué puede entrar Griñán en la cárcel y Esperanza Aguirre no? Lo que España toleró en la Transición o en la lucha antiterrorista terminaron aplicándolo después jueces y medios contra los que se alejaban de su "idea de España".

Todas las profesiones tienen comisiones de deontología. Los miembros de un cuerpo profesional tienen que compartir una serie de buenas prácticas y principios que se exigen a todos los que portan ese título. ¿No tienen los jueces honrados en España y los policías honrados en España interés en que no se les mezcle con los que ensucian la misma toga y la misma placa?

Los superiores del juez García Castellón le cerraron su investigación contra la financiación de Podemos por "prospectiva", es decir, por investigar a ver qué encontraba al margen de pruebas sólidas que justificasen la investigación. En otras palabras, que en España no es legal que un juez tenga su culpable y ponga el aparato del Estado a ver de qué puede acusarle. En esa investigación el juez usó a criminales venezolanos, algunos narcotraficantes, reclamados en su país y en Estados Unidos. La promesa de hablar de lo que le gustara al juez les alejaba de la extradición. Mientras tanto, Asuntos Internos descubrió una red de policías, abogados y criminales venezolanos ligados a su vez a la policía "patriótica" del PP. Un abogado de estos patibularios se reunió en la cárcel con Villarejo. Inventaban acusaciones contra Podemos y pagaban a los policías a cambio de dinero y de recibir favores (chivatazos, documentos).

Al juez García Castellón no le ha gustado que sus superiores en la Audiencia Nacional le cerraran la investigación. Y ha abierto otra. Esta vez contra mí. Contra quién si no. Por blanqueo de capitales. ¡Más madera! La UDEF al parecer ha redactado un documento que llega a conclusiones de novela. Es hora de preguntarnos: ¿quién trabaja en la UDEF? ¿Cuánta gente hay ahí vinculada a Villarejo y a la policía política del PP? ¿No tiene que limpiar la policía esas unidades que han formado de manera evidente parte de las cloacas del Estado con el PP? La UDEF no ha sido capaz en dos años de constatar la fecha de cuatro correos que demuestran que han mentido en el procedimiento que tiene abierto contra mi el juez Escalonilla. Aún peor: en uno de los audios del Ferrerasgate se oye a José Luis Olivera, ex Comisario Jefe de la UDEF, afirmar: "que tampoco es muy costoso el meterle una cuenta a Pablo Iglesias de hace cinco años y luego que explique". A lo que repica  Villarejo: "Eso te lo hacemos con el rabo igualmente". ¿Marca España?

Según la UDEF, dice el auto del juez García Castellón, tengo 92 cuentas. 86 de ellas en Triodos Bank. Ochenta y seis cuentas. Qué mareo. La verdad es que tengo dos. No ochenta y seis. Dos. Una cuenta de ahorro y otra de crédito. Pero el auto (que ha llegado antes a los tabloides de extrema derecha que a mi mismo) brinda el titular a OK Diario: La UDEF revela a la Audiencia Nacional que el anticapitalista Monedero tiene ¡92 cuentas bancarias!. Ya está otra vez el circo montado.  ¿No podía haberlo comprobado el juez García Castellón antes de imputarme? ¿O de lo que se trataba precisamente era de imputarme? Que Vox esté incluido en el procedimiento del juez García Castellón da más pistas. ¿Qué espera que hagamos la gente de Podemos mientras intenta cazarnos como animales acorralados?

Nunca me he presentado a ningún cargo de elección popular. Sin embargo, creo que soy el único español que ha pasado por la política al que le han publicado todas sus cuentas. En todos los medios. Cortesía del Estado de derecho en España. ¿No le basta eso al juez García Castellón para ver si hay algo o no? ¿Hay cuentas en España más escrutadas? ¡Ay si hubiera algo!

La acusación del juez no escatima en ampulosidad: ni más ni menos que blanqueo de capitales. ¿De dónde sale? Resucita el juez algo de lo que se jactaba Ferreras de haber convertido en un caso digno de matarme: un estudio (que venía acompañado de una asesoría de varios años sobre la implantación de una moneda única latinoamericana) que hice cuando aún no existía Podemos, en 2013, y que hice para conseguir dinero y poder financiar La Tuerka. Algunos hacemos estas cosas, aunque haya gente que no lo entienda. Se llama compromiso. Por supuesto, cuando fundamos Podemos me denunciaron. Muchas denuncias. Lo del estudio fue resuelto judicialmente con su archivo, igual que la Agencia Tributaria reconoció que el trabajo lo hice. La denuncia vino de Manos Limpias y su impulsor terminó en la cárcel por extorsionador. Amigo del PP, por supuesto.

El juez de la horca es el título en español de una película de John Huston, donde un ladrón de bancos se libra de la muerte y termina de juez en un pueblo de Texas. El río Pecos, como pasaba con los Pirineos, marcaba la diferencia entre la civilización y la barbarie. Igual vuelve a pasar. El juez de la horca se hizo acompañar de cinco comisarios de dudosa honorabilidad, a los que él mismo nombra, para hacer su peculiar justicia. "Nadie se acordará de sus sentencias", zanja Huston. Lo que pasó en el film no se estudia en las facultades de Derecho. Lo que hace el juez García Castellón tampoco. A no ser que se quiera  aleccionar sobre lo que no deben hacer los servidores públicos. Si quiere hacer política ¿por qué no se presenta a las elecciones?

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Organizar el olvido y replegarse en Rosalía https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/07/24/organizar-el-olvido-y-replegarse-en-rosalia/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/07/24/organizar-el-olvido-y-replegarse-en-rosalia/#respond Sun, 24 Jul 2022 07:02:50 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10308 Continuar leyendo "Organizar el olvido y replegarse en Rosalía"]]> Los que no tienen memoria ¿son más felices?

Alguien decidió hace tiempo que los españoles, junto al tinto de verano y la paella, debían comer como parte de la dieta mediterránea la flor del loto. La que comió la tripulación de Ulises y le hizo naufragar en tierra seca sin memoria. Flor de loto en España en la escuela, en el púlpito, en las radios y televisiones, en las redacciones de los periódicos. Flor de loto en las redes sociales y llegado el caso, en la punta de las bayonetas apuntando a veinticinco millones de españoles y unos cuantos compañeros de viaje. Flor de loto. La dulce flor que te hace perder la memoria, la que obligó a Ulises a llorar por Itaca al enfrentar la dureza de la desmemoria. Sus marineros, de avanzada, probaron la planta y olvidaron su cometido. Si no hay memoria el mal nunca existió y tampoco existieron los valientes porque no hacen falta valientes porque tampoco hubo canallas. Sin el cuaderno donde apuntaste las bajas, los que te quieran engañar podrán volverlo a hacer fácilmente. Los niños no tienen memoria. Son felices. Pero son niños.

Organizar el olvido. La frase es del poeta Juan Gelman y la recordaba recientemente Emilio Silva, Presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, con motivo de la ley de memoria democrática. Una ley que avanza bastante respecto de la ley Zapatero pero que sigue siendo cobarde porque atiende mejor a las víctimas pero se olvida otra vez de los verdugos.

Familiares víctimas de ETA han reconocido que la ley de 2011, una ley en exclusiva para las víctimas del terrorismo vasco, fue más lejos que la actual Ley de memoria democrática. También afirmaban que todas las víctimas tienen los mismos derechos –incluidos los materiales, las indemnizaciones, la devolución del patrimonio robado, la remuneración del trabajo esclavo-, aunque a la derecha solo le duelen sus víctimas. Y es normal, porque de las víctimas del franquismo ellos son los victimarios, los verdugos, los de Arriba España y la bandera roja y gualda presidiendo los fusilamientos, las palizas, las torturas y las ejecuciones disciplinadoras como la matanza de Atocha. ETA ha pedido perdón. La derecha grita ¡Viva el Rey! y hace eco en las cunetas

Gritan tanto que hasta las medidas más modestas parecen radicales. Es un juego de trileros. Esa sobreactuación hace mella en una parte no pequeña del PSOE.

En España, la sobreactuación de la derecha siempre le ha servido al PSOE para pasar por un partido de izquierdas. El gran organizador del olvido en España ha sido el PSOE. Ahí quedan para la vergüenza esos catorce años de gobiernos de Felipe González donde se fueron muriendo cientos de miles de ancianos que solo querían recuperar los cadáveres de sus familiares represaliados por ser republicanos, por izquierdistas, por ateos, por demócratas, por decentes.

Cada vez que se hace una ley democrática, las derechas españolas saltan como un resorte que se multiplica en sus terminales mediáticas: ¡Revancha! ¡Rojos! ¡Bolivarianos! ¡Hunden a España! ¡Acaban con la concordia! ¡Rompen a España! ¡Nos llevan al pasado! Da igual que sea la renovación del Consejo General del Poder Judicial, el nombramiento de un fiscal (¡Ellos que nombraron al Fiscal Maza!), la subida del salario mínimo, la reforma laboral, la ley del Sólo Sí es Sí, el tope al precio del gas o de los alquileres o el castigo a los defraudadores (de lo que nos acusaron a nosotros los Ferreras y compañía en una campaña orquestada), de juzgar a los Reyes corruptos o a los empresarios que hacen trampas. Gritan tanto que hasta las medidas más modestas parecen radicales. Es un juego de trileros. Esa sobreactuación, que hace mella en una parte no pequeña del PSOE, coloca el "centro" en posiciones que hace 30 años eran leídas como de extrema derecha.

Como contaba Emilio Silva, en Argentina se han muerto los dictadores en la cárcel, no en la cama, porque allí se abolió la Ley de Punto Final, que es la que sigue vigente en España con la Ley de Amnistía de 1977. Una ley que convirtió a ladrones, corruptos, asesinos y torturadores en héroes condecorados. Por eso, si entran en Buenos Aires activistas en un MacDonalds a colocar unos carteles llamando a una manifestación por la memoria, nadie les dice nada y los carteles se ponen. Mientras que si se hiciera lo mismo en España, todos sabemos la respuesta. En Argentina se respeta la memoria y es parte de la cotidianeidad. En España no. Por eso José Bono puso a desfilar un 12 de octubre a un nazi de la falangista División Azul junto a un republicano de la división de Leclerc que liberó París de los nazis en 1944. El republicano, anciano, no debiera hacer aceptado. En nuestra dignidad mandamos nosotros, no abogados traidorzuelos que siempre vendieron a sus amigos (lean las memorias de Tierno Galván, Cabos Sueltos, para que sepan lo que opinaba el Viejo Profesor del correveidile de Bono, un invitado habitual, como no podía ser de otra manera, de La Sexta, una televisión igualmente de trileros).

El 15M estalló contra todos el sistema político –el Rey, los partidos, la judicatura, los medios- y aquella suerte de "que se vayan todos" hizo envejecer al régimen del 78 y a todos los líderes políticos. Una nueva generación entró en política. Pero nada ha cambiado radicalmente. Aún más, hemos visto que el sistema que nació con Cánovas del Castillo en 1874 ha respondido de manera idéntica como lo ha hecho cada vez que el pueblo se ha levantado contra esa unión de la bolsa, la toga, el cetro y el crucifijo, esto es, dando golpes de Estado. En 1874 contra la I República, en 1936 contra la II República, en 1981 contra las políticas más avanzadas de la Transición y en 2015 contra Podemos.

¿Dolerse con Rosalía o con las 13 Rosas?

El neoliberalismo es ese sentido común donde todos nos comportamos como "empresarios de nosotros mismos" (Foucault). En esa lógica empresarial, todo se convierte en una mercancía, sea vivir o hacer deporte, sea el sexo, la amistad o morirte, que cada vez es más caro.

Para ello, se empezaron a abrir las fronteras a las mercancías y capitales extranjeros (tratados de libre comercio), se vendieron los bienes públicos que se privatizaron o se desmantelaron (como le pasó al tren en muchos lados, como Chile o Argentina, para fomentar el transporte por carretera que monopolizaban los empresarios golpistas), se desregularon las finanzas y toda la actividad económica y el derecho laboral se anuló. En España, las políticas neoliberales las aplicó primero el PSOE, luego el PP, luego el PSOE, luego el PP y ahora pues depende de los astros y de la cabezonería de Podemos.

El neoliberalismo se impuso por la fuerza y por eso empezó con el golpe de Estado a Salvador Allende en Chile en 1973. Llamaron a los "chicago boys", los economistas chilenos que estudiaban con Milton Friedman en Chicago, para aplicar el nuevo recetario. La Academia Sueca premió al año siguiente con el Nobel para a Friedman. Así justificaba el magnicidio de Allende con un reconocimiento al economista al que le pareció bien ese asesinato si con eso podía instalar su laboratorio en Santiago de Chile.

El neoliberalismo, que nació matando, siempre ha necesitado organizar el olvido. Para que lo que pasa nunca sea visto desde la posibilidad de una alternativa. Para que nadie sepa que en el pasado hubo gente "que anticipó nuestra rabia" (Boaventura de Sousa Santos). Para que todos nos repleguemos tácticamente a lo privado y no nos preguntemos si las cosas podrían ser de otra manera. Para que disfrutemos de Rosalía y no sepamos quiénes eran las trece rosas. Esta semana, que han salido los audios de Ferreras con Villerjo, deben de haber unos 40 millones de españoles que no han escuchado nada de esos audios. Los que trabajan para organizar el olvido son eficaces.

Los usuarios del metro no se preocupan por el salario de nadie porque el suyo seguramente también es una mierda y en ese repliegue a lo privado y en ese sentido común mercantilista, les han repetido hasta la saciedad que los sindicatos son malos y que callarse en el curro es bueno.

Rosalía ha tocado en Madrid sin músicos. Unos críticos musicales, mayores, dicen que un concierto sin músicos es un karaoke; otros, más jóvenes, celebran el concierto y dicen que lo disfrutaron como nunca. Lo objetivo es que el concierto era un enorme videoclip, más cerca del Circo del Sol que de un circo con leones y trapecistas. Lo cual no quita en absoluto que el público lo disfrutara. Disfrutar no es pecado. Pero la música no es solo entretenimiento. Perreando te diviertes, pero no es fácil que encuentres respuestas a tus angustias en una letra de Bad Bunny. En Residente y Calle 13 si. Es un problema que te den chatarra y te parezca oro (Rosalía no es chatarra: está más cerca del oro). Ese engaño forma parte del repliegue táctico a lo privado, en especial de gente joven que se ha comido la crisis de 2008, la pandemia y ahora la guerra de Ucrania. Cuando esa generación estalle, porque estallará, la Comuna de París igual pasa por un ejercicio de moderación.

Mientras tanto, la gente usa el metro pero no pregunta cómo funciona y busca soluciones individuales para que el trayecto, abyecto, sea menos molesto. No se preguntan cuánto cobran los trabajadores del metro, porque los trabajadores más visibles, los de seguridad, son subcontratas que están ahí para garantizar la propiedad privada en relación directamente proporcional a tu propiedad. Los usuarios del metro no se preocupan por el salario de nadie porque el suyo seguramente también es una mierda y en ese repliegue a lo privado y en ese sentido común mercantilista, les han repetido hasta la saciedad que los sindicatos son malos y que callarse en el curro es bueno. En el repliegue privado, cada cual mira a lo suyo. Motomami. Disfruta. Y punto.

Lo contrario del amor no es el odio, es la indiferencia

Entreteniéndonos. Limitando las preguntas. Cambiando de personalidad cambiando solamente de ropa. Huyendo de un mundo que duele. Aceptando las respuestas que se ofrecen sin esfuerzo (cada vez más, se ofrecen las respuestas a los acertijos sin tener siquiera que girar la página para leerlas). La ley del mínimo esfuerzo. Porque el umbral de dolor parece altísimo porque a lo mejor está muy bajo. Organizando el olvido. Y sin embargo, recordando.

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El asesino era Ferreras: la novela negra de España https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/07/17/el-asesino-era-ferreras-la-novela-negra-de-espana/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/07/17/el-asesino-era-ferreras-la-novela-negra-de-espana/#respond Sun, 17 Jul 2022 05:01:18 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10269
Antonio García Ferreras, presentador de 'Al Rojo Vivo', en La Sexta. Atresmedia
Antonio García Ferreras, presentador de 'Al Rojo Vivo', en La Sexta. / Atresmedia

Sinopsis de una novela, negra y más bien clásica

Después de que el franquismo convenciera a los españoles de que tenían que transitar "de la ley a la ley", es decir, con rey, y tras hacer una ley electoral que garantizaba un bipartidismo conservador, la crisis de 2008, añadida a las trapacerías de políticos y reyes trastocaron los renglones del guión. La gente se echó a las calles de España gritando a su manera "que se vayan todos". De ese descontento nació después un partido cuya fe resultaba un problema. Igual que el Papa Francisco, como dijo el bardo, es una contrariedad para la derecha porque sí cree en Dios, Podemos era un problema para el bipartidismo porque sí cree en la democracia. Además, esa gente impertinente no pedía dinero a los bancos, era republicana y quería meter en vereda a corruptos y poderosos. Cuando las encuestas apuntaron que podían gobernar en España, los residuos del franquismo en la política, la policía, la judicatura y los medios se pusieron en marcha para "matar" a sus dirigentes. Los dos grandes partidos, que ya habían recurrido a los GAL y a la guerra sucia, resucitaron a algunas de aquellas figuras para orquestar la operación. Se gesta una noche política de San Valentín. Les ayuda un periodista que pasa por ser de izquierdas. Así la ejecución es más convincente. Pero alguien estaba escuchando...

Planteamiento (y entonces vuelve El diablo cojuelo y levanta los tejados)

El Diablo Cojuelo es una obra de la picaresca española del siglo XVII. Junto a La vida del Buscón de Quevedo, el Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán, el anónimo Lazarillo de Tormes o el cervantino Rinconete y Cortadillo retratan un Reino que era un Estado pero no era un pueblo, es decir, un país enreveseado que tenía una administración que exigía pero le faltaba una ciudadanía que reclamara. Sobrevivir era un oficio.

En la sátira de Vélez de Guevara, un demonio travieso y algo estropeado, con un pie rengo, es liberado por un estudiante de la redoma que le encarcelaba. A cambio, el agradecido diablillo le enseña Madrid tal cual es. Para que vea la verdad del mundo. Con sus poderes va a levantar los tejados de la ciudad para que el estudiante sepa de qué habla la gente en la intimidad, cuando cree que nadie ajeno les escucha.

Todos los dioses incluidos en el catecismo de la democracia española son un fraude y los trofeos oficiales de la Inmaculada Transición son, del primero al último, baratijas falsificadas.

Los audios del diablo Villarejo, un comisario de moral cojitranca y con el alma lisiada, ha levantado los tejados de la democracia española. El Señor escribe recto con renglones torcidos y en las calles de Madrid han aparecido pintadas en la Gran Vía que dicen: si Dios ha muerto, ¿todo está permitido?

Porque todos los dioses incluidos en el catecismo de la democracia española son un fraude y los trofeos oficiales de la Inmaculada Transición son, del primero al último, baratijas falsificadas compradas en el Todo a cien de una intelectualidad que se alquila y que es tirando a cobardica. Empezando por el Rey Emérito, un piernas con menos escrúpulos que cualquier pícaro con hambre de dos semanas, siguiendo por buena parte de los emblemáticos jueces que abrevan inconstitucionalidad en los alrededores del Consejo General del Poder Judicial, acompañándose de condecoradísimos comisarios más delincuentes que policías y de periodistas premiados que mienten mas que escriben. Todo financiado por empresarios que solo saben hacer negocios en la cercanía de la corte. Y para que nadie dude, el fraude es bendecido por curas que impiden que se sepa la caritativa verdad de lo que hizo y permitió su institución con los niños que confiaron en su bondad. Marca España. Vuelvan pronto.

Los audios de Villarejo, que nadie sabe por qué surgen ahora más allá de por algún tipo de venganza, rebozan en el fango de la cochiquera a la Ministra de Defensa del PP y Secretaria General del partido más corrupto de Europa, Dolores de Cospedal; al pícaro sinvergüenza Villarejo, útil tanto a Rubalcaba como a Rajoy y Fernández Díaz; al mandamás del grupo Planeta y a Tres Media Mauricio Casals de las Santísimas Tinieblas; al inmoral infiltrado García Ferreras; y, no lo olvidemos, a José Luis Olivera, ex Comisario jefe de la UDEF, la Unidad de Delitos Fiscales y Económicos y en ese momento Director del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado. Que dice en el audio: "Que tampoco es muy costoso el meterle una cuenta a Pablo Iglesias de hace 5 años. ¿Eh? y luego que expliquen.". "Eso te lo hacemos con el rabo", tercia Villarejo para hacer salivar a Ferreras. Los responsables de perseguir delitos. Ana Terradillos, tan fina ella, aderezaría en otra reunión con Villarejo donde se habla de pasta con un elegante "ahí estaban todos comiendo pollas", ella que estaba ahí, reconocía siempre que se "sacara tajada".  Edificantes diálogos propios de gente del Renacimiento.

Pensábamos que la tragedia de España no era una tragedia sino un esperpento. Pero es una comedia negra bufa donde los que matan son los de siempre y los muertos los pone el mismo bando.

Más allá del romanticismo de las expresiones, lo real es que el ex jefe de la lucha contra la corrupción económica en el Reino de España y máximo responsable de luchar contra el crimen organizado dice que le pueden inventar una cuenta de hace 5 años al Secretario General de Podemos. Y que allá vea luego Pablo Iglesias cómo lo explica.  Es decir, propone un delito. ¿Lo investigaría la policía? Villarejo decía de Olivera que era muy amigo del PP y que le había hecho durante esos años todo tipo de favores. ¿Dónde estaría el Partido Popular si no llevaran cuarenta años recibiendo favores policiales, judiciales y empresariales? Por hacer esas preguntas, el solitario mánager de la novela de Vázquez Montalbán terminaba tan mal. Pensábamos que la tragedia de España no era una tragedia sino un esperpento. Pero es una comedia negra bufa donde los que matan son los de siempre y los muertos los pone el mismo bando.

Entre estos contertulios, gente tan respetada en el Reino de España y amigos de tanta gente bien, vemos que cabía inventar pruebas siempre que fuera contra la gente de Podemos. Aún más: su estructura mediática estaba pensada para, cuando hiciera falta, matar a la gente de Podemos. Todavía no ha ido la policía a detener a ninguno de los comensales. Cuando se jubiló Olivera le buscaron trabajo en la Federación Española de Fútbol. Otro sitio inmaculado.

Han salido periodistas respetables a quitarle hierro al asunto. Confunden el tiro. Ferreras es amigo de sus amigos. Claro. Un asesino no lo es menos porque ayude a su vecina a subir la compra. Los comandantes de los campos de concentración también acariciaban en su casa las trenzas rubias de sus hijas y Al Capone cuidaba de su gente y les cocinaba espagueti vestido con un simpático mandil. Pero si no hueles a quemado o no ves la metralleta es porque no quieres.  Ya lo dijo Aristóteles: ¿eres más amigo de Platón o de la verdad?

Cuando en un incendio hay varios focos, se sabe que el fuego es intencionado.

Nudo (de cómo conspirar para evitar que Podemos gane las elecciones)

Los Underwood de la comunicación hispana hacen trampas a las cartas. La pareja de Ferreras, la también periodista Ana Pastor, además de trabajar en La Sexta tiene una empresa que se dedica presuntamente a chequear mentiras en los medios. No news, fake news.  Mal asunto, porque se ha demostrado que es compinche de su compañero también en las mentiras. Cuando salió el primer audio de Villerejo con Ferreras, salió a defender la honorabilidad del pillado y dijo que la decisión de publicar la falsa información de la cuenta en las Granadinas  se explicaba por el "contexto". Mentía, claro. Ferreras sabía que la noticia era mentira, pero quiso darla. Porque había llegado el momento. Porque quedaba un mes para las elecciones. Por si no fuera bastante, oíamos también decir a Ferreras cómo había dispuesto poner en marcha la operación "Matar a Monedero". Para ello  recogió una noticia del periódico socialista El Plural -o, lo que es más probable, se la mandaron ellos-, que lo había recogido a su vez de un digital de la extrema derecha. ¿Dónde está el contexto? En otro corte la claridad es aún mayor: tranquilo Inda, que aunque lo de la cuenta en Granadinas no se lo cree ni el más imbécil, voy a contactarte en directo. Pero a ver si hacéis mejor las cosas, que esto canta mucho. Pero te cubro. Así de impune. Cuando en un incendio hay varios focos se sabe que el fuego es intencionado.

Van más de veinte denuncias archivadas de Podemos. Por mi cuenta debo de tener más de quince querellas archivadas. En la operación "Matar a Monedero" da igual que todas las acusaciones fuera metidas finalmente por los jueces en el cajón por no haber caso (a veces con enfado, permitiéndose sus señorías comentarios improcedentes, como si les molestara que no nos pudieran empapelar porque sería muy evidente que estarían prevaricando). Lo importante siempre es el recorrido mediático. Para "matarme", Ferreras sacó la información fake en Al Rojo Vivo, lo dieron los informativos de La Sexta, lo volvió a discutir Mamen Mendizabal en Más Vale Tarde y se convirtió en un caso en el que enredó el Ministro de Hacienda Cristobal Montoro –que tarde o temprano saldrá también en algún audio-, la vicepresidenta Soraya Saénz de Santamaría, Dolores de Cospedal, Pablo Casado o el lanzador de aceitunas y estupideces Teodoro García Egea. Lo mejor de cada casa.

¿Monedero? Culpable. Que lo ha dicho el telediario. Vamos a golpearle también con su currículum, colaboraron desde El país. Y El Mundo sacaba en portada que me habían depositado millones de Venezuela en bancos que nunca aparecían. Y me caían un puñado de denuncias de asociaciones de policías por decir en un libro sobre la Transición años antes -años antes- que en Euskadi los cuerpos y fuerzas de seguridad habían distribuido droga. Hasta la parte más deseada por el sistema de Podemos me preguntaba todos los días: ¿cuándo dimites? Feijóo, desde su Galicia de narcos y presidiarios, dijo que cuando dimití de la Ejecutiva de Podemos era porque iba a darse un acercamiento entre los morados y el PSOE. Al ser yo "antisistema y radical", mi salida era una apuesta por la moderación. "Un hijo de puta menos", brindaron los mafiosos. Pero nos fusilaron mal.

García Ferreras no solo sigue en su atalaya en La sexta, sino que la Academia de Televisión y de las Ciencias y las Artes del Audiovisual le ha nominado como "mejor presentador de informativos del año".

Desenlace (¿Qué haces cuando tu democracia está podrida?)

La democracia española está podrida. Y la señal más evidente de que está podrida, además de la evasión penal del Emérito, es que García Ferreras no solo sigue en su atalaya en La sexta, sino que la Academia de Televisión y de las Ciencias y las Artes del Audiovisual le ha nominado como "mejor presentador de informativos del año" (el otro es Vicente Vallés y en las redes sugerían que por qué no incorporar en la terna también a Villarejo). En la misma estela que deja la luz de la luna, el PP no ha expulsado a Dolores de Cospedal del partido y Eduardo Inda sigue pisando todos los platós, tanto de Atresmedia como de Mediaset. Como la mejor defensa es un buen ataque, La Asociación de la Prensa de Madrid (APM), sumándose al comunicado de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), no solo no le ha retirado el carnet a Inda, Pastor y Ferreras, sino que ha sacado un comunicado diciendo que lo que perjudica al periodismo en España son los de Podemos quejándose de los mafiosos como Ferreras. Esta asociación de periodistas de raza dice, para reírse de los que pagan la cuota, que los audios de Villarejo son "supuestos audios". Vamos, como decir que lo que perjudicaba a Sudáfrica eran los malditos negros quejándose públicamente del apartheid y que las pruebas que presentaban de asesinatos las asociaciones de derechos humanos eran "supuestas". En El director, David Jiménez, efímero director de El Mundo, escribe que una parte sustancial de los periodistas de referencia en España estaban a sueldo de grandes empresas. Profesionales. La famiglia.

Podemos podía haber ganado las elecciones en 2016 y la democracia española activó las cloacas para impedirlo. Hoy se demuestra, gracias a los audios publicados por Crónica Libre, que Dolores de Cospedal pidió pruebas falsas contra Podemos a un policía inmoral. La misma que se reunió en la noble quinta planta de Génova con su marido, López del Hierro, y el pirata Villarejo. La que era Secretaria General cuando destruyeron los discos duros del PP o contrataron a matones para robarle información al tesorero Bárcenas. La que maniobró para sacar de la investigación de la Kitchen a los inspectores de policía decentes. El juez García Castellón, el mismo que liberó de la cárcel a Ignacio González, desimputó a Cospedal. Con nosotros anda más entretenido.

Sabemos que Olivera, el ex jefe de la UDEF y máximo responsable contra las organizaciones criminales estaba en esa conspiración criminal, y también que a día de hoy somos unos cuantos de Podemos los que estamos imputados por informes de la UDEF. Blanco y en botella.

Sabemos por el Congreso que el piadoso Ministro del Interior Jorge Fernández Díaz montó una policía mafiosa que llamaron patriótica (Franco también llamó a su traición Alzamiento Nacional) para inventar pruebas contra los adversarios políticos. Sabemos igualmente por los audios que Antonio García Ferreras, un hombre de confianza de alguien que aparece en muchas tramas corruptas, Florentino Pérez, dirigió una cadena, La Sexta, para que pareciera de izquierdas y así poder "matar" a la gente que quisieran con la credibilidad de ser un medio progresista. Sabemos que Olivera, el ex jefe de la UDEF y máximo responsable contra las organizaciones criminales estaba en esa conspiración criminal, y también que a día de hoy somos unos cuantos de Podemos los que estamos imputados por informes de la UDEF. Blanco y en botella.

Entre las víctimas desveladas por las grabaciones está  Pablo Iglesias, al que le inventaron una falsa cuenta en las Granadinas con un falso pago de Nicolás Maduro de 220.000 dólares. A un mes de las elecciones. Y yo mismo, al que le inventaron un caso de malversación a Hacienda, con denuncia de Miguel Bernard, de Manos Limpias, que terminó en la cárcel por extorsionador.  Escuchando los audios de Ferreras está claro: tenían que construirme un caso. Sabían que no tenía recorrido judicial, pero iban a construirle un recorrido mediático. Con la única intención de hacer daño.  Iglesias y yo éramos en ese momento las dos personas más conocidas de Podemos. Faltaron trescientos mil votos para ganar al PSOE. Y sobraron todos esos ataques donde colaboraron políticos corruptos, empresarios corruptos, policías corruptos, periodistas corruptos y jueces corruptos.

Una conclusión es evidente: igual que hace un siglo y medio se peleó para que el sufragio universal se autorizara y la división de poderes fuera real, hoy toca luchar para que los medios de comunicación sean plurales, libres y objetivos. Sin educación mediática, se pierde la condición de ciudadanos y volvemos a la de súbditos.

Una conclusión es evidente: igual que hace un siglo y medio se peleó para que el sufragio universal se autorizara y la división de poderes fuera real, hoy toca luchar para que los medios de comunicación sean plurales, libres y objetivos, porque de lo contrario, como han demostrado los audios de Villarejo y la realidad política de España, no vamos a llegar muy lejos. Porque una parte de la judicatura está podrida, una parte de la política está podrida, una parte de la policía está podrida, una parte de los empresarios está podrida y una parte, nada pequeña, de los medios de comunicación está podrida. Y como se ha repetido estos días, sin educación mediática, se pierde la condición de ciudadanos y volvemos a la de súbditos.

Epílogo (El 15M pendiente de los medios de comunicación en España o sillas vacías con García Ferreras)

Yago Álvarez, periodista económico, ha decidido, en deliberación con su medio El Salto, no sentarse más con García Ferreras en Al Rojo Vivo. Había empezado a colaborar en la tertulia e incluso se había comprado dos camisas que no hacían moiré, que es esa distorsión que hace la ropa con rayas en la tele. Las ha puesto en venta. Ha sido el único periodista que ha tomado esa decisión. No la de vender camisas, sino la de no sentarse con mafiosos. ¿Tenían que hacer lo mismo los demás periodistas -y politólogos- que se consideren decentes? ¿Puedes dormir con la conciencia tranquila estando en la misma mesa con Ferreras, con Terradillos, con Inda? Se ha abierto un caluroso debate con resultados sorprendentes, donde parece que la única perjudicada es la izquierda y los medios alternativos que han perdido suscriptores. Ha generado muchas opiniones que un periodista claramente identificado con la izquierda como es Antonio Maestre ha decidido dejar su medio alternativo, La Marea, para continuar acudiendo al programa de Ferreras y no perjudicar a sus compañeros. Ha batido un récord de bloqueos en las redes y sus seguidores, que le han mostrado siempre un reverencial y ganado respeto han sido muy críticos con la decisión. ¿Cuál es la posición correcta?

Llama la atención que algunas fuerzas políticas de izquierda, precisamente las más beneficiadas del montaje contra Podemos, no han puesto siquiera un tuit afeando la conducta mafiosa Ferreras o de la "empotrada" en el Programa de Ana Rosa Quintana, Ana Terradillos (empotrados eran los periodistas autorizados por los norteamericanos para acompañar a las tropas en la invasión de Irak. Supongan el precio). Quizá piensan los que han guardado silencio que si reconocen que ese periodismo es de cloacas igual no les inviten más o, incluso, les puedan hacer lo que hicieron contra Podemos. Ellos verán. Porque si tienen posibilidades de gobernar les harán lo mismo. Que le pregunten a Joan Baldoví de qué le ha servido su amabilidad con Ferreras, incluida su colaboración en su día en los ataques a Podemos, cuando La Sexta fue parte de la cacería contra Mónica Oltra. Pedro Sánchez, receptor también de amenazas de Ferreras por mandato de Maurici Casals apenas se ha atrevido a mencionar a los poderes ocultos a los que les molesta el Gobierno. Si no das nombres, es como si no dijeras nada.

Imaginemos que al día siguiente de saberse que García Ferreras es un cloaquero, una parte importante de los tertulianos habituales no hubiera asistido al programa. Es bastante probable que la dirección de La Sexta hubiera adelantado una decisión que, tarde o temprano tendrá que tomar: despedir al periodista mentiroso que pone en duda la credibilidad de toda la cadena. Aún más, que pone en cuestión la credibilidad de todo el grupo Planeta, con enormes intereses en América Latina y que no puede desoír que los Presidentes de México, Chile, Argentina, Bolivia y Colombia han protestado por la campaña sucia contra Podemos. Trama negra donde su canal, A Tres Media, ha desempeñado un papel fundamental. ¿Cómo actuará con el grupo Planeta el Presidente mexicano López Obrador, después de referirse un par de veces a la ignominia cometida contra Podemos en La Sexta y referirse en concreto a Ferreras? ¿No queda bajo sospecha todo lo que haga en México y en los demás países un grupo que permite que en España se cometan delitos? Se puede pensar que pedirle decencia al Grupo Planeta es, como decía Valle Inclán en Luces de Bohemia, pretenderle los cuatro dialectos del griego a un centurión de los municipales. Pero si les afecta al bolsillo entrarán en razones.

¿O no han tenido que opinar todos estos años todos los periodistas, incluidos los decentes, sobre Venezuela, cuando no era sino otra trama?

Los periodistas –y politólogos- que van a las tertulias lo hacen por diferentes razones. La principal, por dinero, es decir, como un trabajo y a cambio de un sueldo. Por dinero baila el oso y por dinero también se puede intentar desempeñar dignamente la profesión. Aunque dadas las penosas circunstancias no es sencillo. ¿O no han tenido que opinar todos estos años todos los periodistas, incluidos los decentes, sobre Venezuela, cuando no era sino otra trama? También se acude por notoriedad, influencia y poder. Estar en las televisiones te hace famoso y tus argumentos parecen tener más peso (y también sube tu cotización). Algunos van a las tertulias para terciar en los asuntos públicos desde un compromiso político (lo que vale tanto para los de izquierdas como para los de derechas e incluso para los fascistas, aunque sabemos por la historia que el fascismo y el dinero van de la mano).

Los que van por dinero y lo necesitan -o lo idolatran- nunca van a dimitir aunque Ferreras o Ana Terradillos puedan ser unos presuntos delincuentes. Los que buscan aparecer en televisión para tener relevancia, no es fácil que tampoco lo hagan. Es una variante del argumento profesional. Los que van a luchar contra Podemos (hemos visto a periodistas del PSOE defender a Ferreras y atacar a Podemos), menos. Los que deciden estar en los medios como una forma de lucha para que se escuchen algunos argumentos tampoco van a encontrar razones para marcharse. Saben que están en territorio enemigo y que, incluso, pueden ser la cuota que haga pensar que la tertulia es plural. Ellos piensan que están claros en por qué acuden. Solo se darían de baja al final -como ha ocurrido- los que están en los medios desde un enorme compromiso con la democracia, el periodismo o la transformación social, y les pesa más, sobre todo por su círculo de reconocimiento, sentarse con un corrupto que lo que puedan ayudar desde la tertulia. Por tanto, pretender que se tienen que dar de baja de las tertulias los periodistas y politólogos es ingenuo. ¿No habría que pedir antes que fuera la ciudadania la que apagase las tertulias y se suscribiera a La Base, Pandemia Digital, En la frontera, Carne Cruda o cualquiera de los programas políticos decentes que existen?

Hay otra pregunta pendiente que se ha esgrimido para justificar la asistencia Al Rojo Vivo pese a lo que se sabe de Ferreras: ¿no asistió Podemos a cualquier aquelarre en sus inicios, incluidos programas y cadenas de dudosa moralidad democrática? Podría argumentarse que en ese momento, ir a los medios era como ir a Sierra Maestra, que España estaba dentro de un proceso de cambio político y que esa guerra había que darla. El 15M sería quien autorizara a dar esa pelea con todas las armas al alcance. Pero si ese es el argumento, podría perfectamente afirmarse hoy que todo lo que tiene que construir Yolanda Díaz autorizaría igualmente a ir a cualquier vertedero mediático. Las comparaciones siempre son forzadas -y es verdad que Podemos podía haber ganado las elecciones en España-pero no hay una lectura, salvo a posteriori, que permita afirmar si montarse en el tren alemán que llevó a Finlandia a Lenin es una traición o clarividencia revolucionaria que determinó el triunfo de la Revolución de Octubre.

El problema por tanto no es ir o no ir a las tertulias televisivas, aun a sabiendas de que prácticamente todas están podridas: la de Ana Rosa Quintana y Ana Terradillos, la de Susana Griso, la de Ferreras, la de Risto Mejide o cualquier otra que tenga lugar en los platós del duopolio Antena 3/ Telecinco. El problema es ir y que no te juegues todos los días que no te vuelvan a invitar. Es verdad que cuando está el elefante en la habitación con las mentiras de García Ferreras o de Inda pintadas en el lomo, hay que tener cuajo para estar ahí sentado, pero nadie le puede pedir a ningún periodista o politólogo la altura moral demostrada por El Salto y Yago Álvarez (que se merecen unas cuantas suscripciones por su coraje). Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.

Como en una suerte de justicia poética, la misma semana que aparecían los audios, el Gobierno de coalición decidía aprobar un impuesto especial a las eléctricas y a los banco. Cuando quisieron matarnos era precisamente para impedir que estas cosas pasaran. Han perdido. Sabemos y se debe afirmar que nos han fusilado, pero que nos han fusilado mal.

Le decía a Pablo Iglesias en La Base con motivo de los audios -audios que no me han contado nada que no supiera y sufriera en estos años-, que volvería a hacerlo. Que volvería a estar en el 15M y volvería a montar Podemos con las compañeras y compañeros y volvería a desangrarme para que la democracia en España sea un poco más una realidad. Lo contrario es entregarles la victoria.

Porque tampoco hemos vendido la sonrisa

Como en una suerte de justicia poética, la misma semana que aparecían los audios de la conspiración, el Gobierno de coalición decidía aprobar un impuesto especial a las eléctricas y a los bancos. No es la revolución, pero trae un poco de justicia fiscal en España. También ha aprobado el Parlamento una Ley de Memoria Histórica que, aunque le quedan flecos, es un salto hace unos años impensable en el país de los 115.000 desaparecidos, Lorca incluido y Mauthausen olvidado.

Cuando quisieron matarnos era precisamente para impedir que estas cosas pasaran. Han perdido. Sabemos y se debe afirmar que nos han fusilado, pero nos han fusilado mal. Tan mal que aquí seguimos. Hacer política es un deporte de alto riesgo. Pese a todo, puedo decir que no me arrepiento de nada de lo que hemos hecho. Porque ahí están los logros del gobierno de coalición, es verdad que muy lejos de lo soñado, pero son logros reales.  Y junto a esos avances, ahí están las decenas de miles de militantes de Podemos y los millones de votantes de Unidas Podemos que saben que están en el lugar correcto de la historia. Sin exagerar la épica y sin pretender olvidar que siempre se avanza en virtud de la correlación de fuerzas. Por eso son aún mas valiosas todas esas personas que todos los días se esfuerzan para estar en el espacio político más virtuoso para el cambio de España (sobre todo hacia afuera, que hacia adentro tiene mucha tarea pendiente). Militantes, votantes, simpatizantes que no han sufrido menos que los líderes de Podemos los ataques y las mentiras -siempre pienso en esas pequeñas ciudades y pueblos- pero que han aguantado. Y eso vale también para la gente que se ha alejado pero que también da la cara. Frente a esa trama sucia que atentó contra la democracia, no contra Podemos. En esa pelea de ocho años han crecido nuestras convicciones y nuestra conciencia. Y por eso también nuestras certezas. Y encima, lo que más debe de molestarles, sin perder la alegría. Porque tampoco hemos vendido la sonrisa.

 

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Yolanda: generosidad, magia y memoria https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/07/10/yolanda-generosidad-magia-y-memoria/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/07/10/yolanda-generosidad-magia-y-memoria/#respond Sun, 10 Jul 2022 05:02:53 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10244
a ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, durante la presentación hoy viernes de su proyecto "Suma" en el espacio cultural El Matadero, en Madrid. EFE / Zipi Aragón.
a ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, durante la presentación hoy viernes de su proyecto "Suma" en el espacio cultural El Matadero, en Madrid. EFE / Zipi Aragón.

Sumar necesita sumandos, o de la magia creativa

El proceso Sumar que arrancó Yolanda Díaz en Madrid este domingo desde el Matadero  (también, vaya nombre) tiene que obrar alguna suerte de "magia creativa". Una alquimia que permita ver luz donde los mortales solo vemos sombras y callejones sin salida. Se trata de solventar asuntos que tienen, objetivamente, difícil solución y que afectan de manera central a esos males necesarios que son los partidos (los partidos políticos, como las comunidades de vecinos, son males necesarios). Magia crativa que sirva para superar los egos, lograr madurar a los frívolos, reconocer a los esforzados, tranquilizar a los urgidos, plantar cara a los canallas y sonreír a los dolientes. Problemas tan enredados que sólo personas con especiales cualidades pueden desplegar (y no lo podrán hacer solas). Por eso levanta tantas expectativas y activa las eergías utópicas). Es tarea para un gran liderazgo propio de, como dicen los chinos, tiempos interesantes. Es decir, tiempos jodidos.

Yolanda tiene que volver a sumar ese impulso que, nacido del 15M, quebró en España el bipartidismo y logró en 2015 seis millones de votos -cinco millones de Podemos y uno de Izquierda Unida-. Proceso que pilló a las élites con el pie cambiado -y al Emérito con la cadera partida-, pero al que le fueron quitando la frescura, haciéndole, poco a poco, el traje que desactivara su capacidad de transformación. Parte de ese proceso que nació en las plazas y mutó en partido se ha ido fragmentando en estos ocho años, a menudo con salidas que incluían portazos. Este primer grupo es el que más atención ha recibido hasta hoy de Yolanda Díaz.

Díaz tiene también que enamorar a los nuevos votantes, especialmente a los jóvenes que  empezaron a mirar el mundo comiéndose la crisis de 2008. Esa generación que cuando sus familias estaban levantando la cabeza tuvo que enfrentar el COVID-19 y su confinamiento distópico. Y para rematar -ahora bien traído- que cuando se vacunó y se quitó las mascarillas, cuando se inundó de la alegría de volver a verse las caras y tocarse, vio empañarse su suerte por la guerra en Ucrania, que está llenando Europa de incertidumbre y miedo. Una guerra que ha dado el empujón definitivo a los precios, augura nuevas crisis y promete nuevos argumentos a los neoliberales que habían perdido todos los argumentos durante la pandemia.

Por último, y es donde el proyecto levanta más recelos, Yolanda tiene que sumar a todas y todos los que en los últimos diez años han puesto el cuerpo, con éxito, para que España sea un país más decente (y donde estaría ella misma). Y digo con éxito, porque Unidas Podemos puede presentar una hoja de servicios abultada en su breve paso -y pese a su minoría- por el Gobierno. Esto es lo que marca la enorme diferencia con los partidos en el 15M, cuando todos, cada uno por sus razones, fueron reprobados por la ciudadanía. Recordemos que desde Izquierda Unida se disparó con dureza contra el 15M, algo menos comprensible en su momento que los ataques que lanzaba el PP o el PSOE. El gobierno de coalición no está sabiendo contarlo, pero ha cambiado este país. Como recordó la propia Yolanda Díaz en su presentación, si en vez del gobierno de coalición hubiera estado gobernando el PSOE en solitario o las derechas, la suerte de las mayorías habría sido otra y a peor.

Sumar no puede partir de cero ni presentar a Podemos a la misma altura que el PSOE, el PP, Vox  o Ciudadanos. En primer lugar porque es evidente que no es verdad (y sin la verdad no hay posibilidad de movilizar a un pueblo); en segundo, porque entonces tendría que llamarse Restar y no Sumar, lo que no nos llevaría muy lejos. Y en tercer lugar, porque, como se ha demostrado en Andalucía, pretender dejar fuera a Podemos conduce al desastre. Claro que mucha gente que está en el "grupo uno" -el de los desenamorados- tiene rencores con Podemos. En el encuentro en el Matadero había muchos antiguos miembros de Podemos que perdieron primarias y terminaron marchándose, y a los que les costaba esfuerzo incluso saludar.

Repetir que el proyecto va sin siglas y sin partidos ¿puede conducir a buen puerto? La derecha puede hacer Listas Macron o candidaturas como la de Manuela Carmena en Madrid. La izquierda necesita proyectos. Y estructuras, capacidad de diálogo, promesa de continuidad. Eso lo dan las organizaciones, no solo las personas (por otro lado, esenciales). Como apenas está arrancando, Yolanda Díaz y su equipo -donde tiene mucha importancia el PCE, lo que no deja de ser una paradoja- irán evaluando si esa hoja de ruta que prescinde de los partidos y del pasado es correcta y, en caso de que no lo sea, deberán corregir el rumbo. No deben perder mucho tiempo porque el calendario corre más de lo que se imaginan.

Ma-me-mi-memoria

De niños debieran enseñarnos a escribir con la palabra memoria. Ma-me-mi-memoria. Para que nunca se nos olvide que porque fuereon, somos.

Ya he contado alguna vez lo que me molestó en mi adolescencia la película El cielo puede esperar, dirigida y protagonizada por Warren Beatty,  seguramente el peor actor norteamericano del último medio siglo -intuyo a Pedro Vallín moviendo su liberal cuello mostrando justicieramente su acuerdo con esta aseveración-. Al argumento. Un jugador de fútbol americano, enamoradísimo de una bella joven, tiene un accidente menor en un partido y, contra todo pronótico, fallece. Nadie entiende nada al ver sobre el cesped su cuerpo sin vida. Al mismo tiempo en otro lugar, un piloto de riesgo choca estrepitosamente y su coche se incendia. Sin embargo, y también de manera incomprensible, sale ileso. Los caminos del Señor son inescrutables. Cuando el futbolista llega el cielo, los agentes de San Pedro constatan que ha habido un imperdonable error: el que tenía que haber fallecido era el piloto. La solución que buscan aún me persigue: para que el amor pueda triunfar, el deportista regresará a la tierra en otro cuerpo pero con la misma memoria, concediéndosele tres meses para que vuelva a enamorar a la joven. Si no lo logra, regresará al cielo a lamentar toda la eternidad el error. Pero si la chica se enamora, todo el pasado del jugador de rugby desaparecerá, se olvidará de su biografía y empezará una nueva vida en ese cuerpo y en esa memoria. Me levanté del asiento: ¡Pero cómo! grité en el cine. ¡Pero si le quitan los recuerdos es como si le mataran! ¡Sin memoria lo están volviendo a asesinar! No me echaron de la sala porque la película ya había acabado.

Tres días antes de presentar Podemos en el Teatro del Barrio, Pablo Iglesias y yo bajamos desde Madrid a Córdoba a presentarle el proyecto a Julio Anguita. Si no lo hubiera bendecido, no creo que yo hubiera participado de la fundación de Podemos.

Ofrecer, como ayer representó Yolanda Díaz, olvidar a partidos y siglas para volver a movilizar a nuestro pueblo es injusto y, además, un error. Sumar no le puede decir a las fuerzas que nacen del 15M lo que allí se expresó con un exceso de arrogancia: ¡Que no hablen los de siempre! ¿Serigne Mbaye, por poner el ejemplo más evidente, es un político de los que siempre han hablado? Al revés: nunca le dejaron hablar. Confrontar en el seno de lo que suma no sirve para avanzar. Olvidar la última década no puede servir para movilizar a una nueva mayoría. Melénchon en Francia o Gustavo Petro en Colombia han recuperado el pasado de la izquierda para convertirlo en una promesa de esperanza de futuro. Sin nostalgias e incluso convirtiendo ese dolor en República, en nación. Siempre con respeto. No es mirar por el retrovisor: es leer correctamente el esfuerzo de los que anticiparon nuestra rabia. Porque fueron somos.

Tres días antes de presentar Podemos en el Teatro del Barrio, Pablo Iglesias y yo bajamos desde Madrid a Córdoba a presentarle el proyecto a Julio Anguita. Si no lo hubiera bendecido, no creo que yo hubiera participado de la fundación de Podemos. Podemos tenía sentido si sumaba lo mejor del pasado, que en ese momento estaba huérfano de representación política por errores propios, no por la voluntad del sistema de aniquilarlo (como hemos visto que han intentado hacer con Podemos y sus líderes). De hecho, Anguita estaba impulsando en ese momento el Frente Cívico, que fue el más claro antecedente de Podemos. Porque Izquierda Unida no funcionaba. De la misma manera le decíamos a los votantes del PSOE: los verdaderos sociales están hoy en Podemos.

La lealtad, ha escrito en las redes Miguél Ángel Llamas, es un valor que se aprende en el barrio. Continuaba: "En mi cabeza no cabe que si eres vicepresidenta y líder del espacio del cambio gracias a Unidas Podemos, no dediques ni una palabra a la gente que lo hizo posible sufriendo acoso y cloacas". En la presentación de Yolanda Díaz no hubo ninguna referencia al acoso a Podemos. Repito: no es una queja moral por no reconocer todo lo realizado en lucha contra el Estado profundo, sino que expresa un error de cálculo que impide que el proyecto se desborde. Cada día más gente se da cuenta de lo que se ha hecho contra Podemos. Y sobre ese reconocimiento hay que ensanchar el espacio. Necesitamos que Sumar se desborde.

Esta semana pudo saber toda España que Podemos sufrió una conspiración donde participaron políticos, policías, jueces y medios de comunicación.  Ferreras, Inda, Villarejo, Cospedal todos caimanes del mismo foso. Me ha estremecido escuchar a Dolores de Cospedal, Ministra de Defensa de Rajoy, pactar con el presuntísimo corrupto Villarejo inventar pruebas para "arruinar la vida" a Pablo Iglesias y a un servidor.  Que Villarejo diga que arruinarme la vida es "fundamental" me preocupa. Aunque a veces se olvide, me temo que empezaron conmigo. También sabemos que acompañaron ese intento el Ministro del Interior Jorge Fernández Díaz,  la "policía política" -que se decía patriótica- y ya veremos si también algún colaborador necesario más, como Cristobal Montoro, al que en su día reprendió la Agencia Tributaria por abusar de ella para perseguirmos a los adversarios políticos. Todo con un fin muy claro, como lo expresaron Villerejo y Cospedal: arruinar la vida a estos hijos de puta. Es decir, a nosotros. ¿Y todo por qué? No es muy complicado: porque no pudieron comprarnos. Hemos sabido también que el periodista Antonio Ferreras publicó información falsa sobre Pablo Iglesias y Podemos sabiendo que era una manipulación. Fue el que le dio eco a las mentiras de Eduardo Inda, un sicario del periodismo que, ya sabemos, no es diferente de Ferreras. La jueza Gladys López Manzanares archivó la querella de Iglesias porque la información que habían manipulado Villarejo, Ferreras e Inda era "veraz".

Una democracia que se arranca su memoria no puede ser, porque si ha llegado llegado hasta ahí ha sido "siendo". Como el jugador de rugby al que le borran sus recuerdos: es un fake, porque es otra persona, la han matado definitivamente. El proyecto político que representa la lucha contra el neoliberalismo no puede arrancarse  sí misma su memori pensando que así le van a perdonar no sé qué pecados y va a arrasar en las urnas. Porque si no sabe de dónde viene no va a saber a dónde va. Y sin claridad en la ideología no puede haber claridad en la organización.

Apenas arrancando, mucha inteligencia, mucha generosidad

Podemos ha cometido errores -sobre todo por no haber evitado las divisiones internas y por no haber desarrollado una estructura de democracia interna más sólida-. Pero, a día de hoy, ha demostrado, pese a los ataques del Estado profundo, ser el espacio político que responde con más contundencia al momento actual de crisis del neoliberalismo. Podemos sola no puede, pero sin ella todo el mundo intuye que algo no funciona. Son tiempos, en todos sitios, de Frentes Amplios, donde tienen que aprender a convivir diferentes ideologías ("El Frente Amplio -me dijo una vez Pepe Mujica en Montevideo- es más amplio que frente"). Por eso hace falta Yolanda Díaz. Y su magia creativa. Para sumar lo que está separado y tiene todas las papeletas para seguir separado. Por eso los que estuvimos en la primera hornada tenemos que marcar distancias. Es el momento de otra gente.

Podemos ha abierto camino. Es muy evidente ese liderazgo de Podemos en temas feministas, lo es con diferencia en cuestiones sociales, saca sobresaliente a la hora de ser valiente cuando señala los elementos judiciales, policiales y mediáticos que frenan la democracia en España, encabeza la reflexión republicana y  tiene en su debe hacer un mayor esfuerzo en cuestiones ecologistas. ¿Qué garantía hay de que el proyecto de Sumar va a ir más allá de lo alcanzado por Podemos? ¿No se corre el riesgo de tirar por la borda el esfuerzo de un pueblo que se echó a las calles el 15M, rompió el bipartidismo, entró en el Gobierno y ha logrado cosas tan señaladas como el freno radical a la corrupción desde el Gobierno, las subidas del ingreso mínimo vital, los ERTES, el escudo social, las leyes feministas, la ley Riders, la lucha contra los alquileres desmesurados, la defensa de las pensiones, la ley de infancia, la ley de eutanasia...? Podemos va a seguir consolidando su trabajo político. No tiene que preocuparse por su futuro porque apenas es ahora que está empezando a construirse como partido-movimiento. Pero es normal que a veces no entienda cuando no se le mira con generosidad. La misma que se le pide.

Sumar a los que se pelearon, sumar a los que aún no están y sumar a los que han seguido levantando en su pluralidad el espacio del cambio. Estos últimos son los que han permitido que Yolanda Díaz arranque, como Vicepresidenta y Ministra de Trabajo, un proceso que este viernes en la Plaza del Matadero, en la inauguración de Sumar, está lleno de esperanza, de alegría, de optimismo. Y de mucha gente joven, lo que es un mensaje de futuro.

Tanto por hacer y no poco lo hecho. Como la tarea es ingente, hay que convocar a la magia blanca -incluso un poco de la negra, que España es diversa- e invitar a la creatividad. La creatividad nace en contextos limpios. Para que generosidad y creatividad fluyan, hay que desterrar todas las suspicacias. La generosidad tiene que desbordarnos. A todas y todos. Porque como decía Agustín de Hipona, el que ama nunca hace daño. En la plaza del Matadero (qué nombrecito) nace un plan de regeneración. Con los mimbres que tenemos y con todo lo que nos inventemos. A trabajar y a cuidarnos. Todas y todos. Nadie dirá que estamos quietos. Será por eso que tanto les molestamos. Ya nos da lo mismo. Nos interesa lo que construyamos.

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Una querella contra Cospedal y Villarejo https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/07/07/una-querella-contra-cospedal-y-villarejo/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/07/07/una-querella-contra-cospedal-y-villarejo/#respond Thu, 07 Jul 2022 17:46:12 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10229 Si el audio de María Dolores de Cospedal con el Comisario José Manuel Villarejo se presentara en un juicio como prueba de cargo, solo quedaría por decir aquello de "no hay más preguntas, señoría". Una Ministra de Defensa conspirando con un comisario corrupto.

Ocho años intentando matarnos civilmente. Porque, como dice esta linda parejita, somos "unos hijos de puta. Fundamentalmente Monedero. Les buscamos la ruina".

Desde aquellas amenazas del Ministro de Hacienda Cristobal Montoro a las falsas acusaciones del tal pollo Carvajal -sostenidas aún a día de hoy por el Juez García Castellón-, pasando por la Vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, el Secretario General Pablo Casado o el portavoz Teodoro García Egea, que preguntó hasta dos miércoles en la sesión de control al gobierno porque comí con dos periodistas en el barrio de salamanca.

Aún tengo un juicio pendiente porque un abogado despechado despedido por Podemos dijo que oyó rumores. Y con unos "rumores" y sin ninguna prueba, me abrieron un juicio.

Mentiras y más mentiras. Pero calumnia que algo queda.

Pero es más grave, porque no estamos hablando de cualquier tipo de mentiras. Hablamos de acusaciones que, como demuestra ese audio, fueron orquestadas por un Gobierno y una Policía más propios de una dictadura. Pero estamos en democracia y en la Unión Europea. Y llamaban a esa policía patriótica.

Ocho años con tertulias de televisión y portadas de periódicos, hablando de maletines, valijas, malversaciones, falsos currículum y demás patrañas. Hubo una vez en que La Razón de Mauricio Casals y Paco Marhuenda me llevaron a portada acusándome de coger el metro.

Y ahora, ¿qué? ¿Quién me restituye las portadas del ABC, del Inmundo, del OKSicario, de La Razón? ¿Van a pedir disculpas en el programa de Ana Rosa? ¿Quizá mi amiga Ana Terradillos, que me preguntó en directo "¿Has trincado o no has trincado?, me va a llevar al programa a pedirme perdón?" ¿Y en el de Carlos Herrera? ¿Tal vez Carlos Alsina?

Honestamente, con Federico Jiménez Losantos hace tiempo que perdí la esperanza...

¿Me invitará ahora Joaquín Pratt a Cuatro para compensar que cuando hicieron las acusaciones le dedicó un buen rato al asunto? ¿Dónde están ahora todos esos medios que copiaron y pegaron noticias que no eran ciertas? Me imagino que esperando a que les suministren una nueva calumnia.

¿Y el juez García Castellón? Le han reprendido sus superiores, no tiene pruebas ni ha cursado ninguna acusación, mantiene la pieza secreta y ha evitado que extraditen a un delincuente reclamado por narcotraficante en EEUU.

Hay comportamientos en la justicia que después de escuchar la conversación entre la Ministra Cospedal y el Comisario Villarejo me producen aún mayor inquietud.

Podemos lleva catorce querellas archivadas y sus líderes debemos ir por la treintena. Hoy sabemos que desde el Gobierno de Mariano Rajoy se conspiró para inventar pruebas contra Podemos, contra Pablo Iglesias y contra mi persona. En democracia eso es intolerable.

Ahora falta que los jueces investiguen el presunto delito de Villarejo y de Dolores de Cospedal, un presunto delito de acusación y denuncia falsa y de simulación de delitos con el fin de perjudicar a miembros de Podemos.

Yo voy a poner la querella. A ver si tengo tanta suerte como el Rey Emérito, como Dolores de Cospedal o como Mariano Rajoy y entonces, si la querella sigue su honrado curso, quien ganará será, en la España de nuestro podrido Estado profundo que viene de tan lejos, la democracia.

 

 

 

 

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¿De qué se ríe, primer ministro? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/07/03/de-que-se-rie-primer-ministro/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/07/03/de-que-se-rie-primer-ministro/#respond Sun, 03 Jul 2022 10:43:37 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10200 alt --> Hacía tiempo que no veía tan sonriente a Pedro Sánchez como en la cumbre de la OTAN, recibiendo a Joe Biden, el comandante en jefe del ejército más poderoso del mundo. Joe Biden, que cada vez con más frecuencia le da la mano al aire. Salvo cuando está ahí Pedro Sánchez con sonrisa de oreja … Continuar leyendo "¿De qué se ríe, primer ministro?"]]> ¿De qué se ríe, primer ministro?

Hacía tiempo que no veía tan sonriente a Pedro Sánchez como en la cumbre de la OTAN, recibiendo a Joe Biden, el comandante en jefe del ejército más poderoso del mundo. Joe Biden, que cada vez con más frecuencia le da la mano al aire. Salvo cuando está ahí Pedro Sánchez con sonrisa de oreja a oreja, o Felipe VI, el rey de todos los españoles y españolas. Joe Biden, presidente del país con un Tribunal Supremo que se pasa por el arco del triunfo la democracia y ha prohibido el aborto, apoya llevar armas en público, regresa el rezo a las instituciones públicas y frena la lucha contra el calentamiento global. O que obliga a Europa a reconocer a Juan Guaidó, un tipo autoproclamado en una plaza, y cuando le sale del bolsillo vuelve a reconocer a Nicolás Maduro. Por supuesto, sin pedir permiso a España o a Europa. A los que obliga a traicionar al Sahara para entregárselo a Marruecos. El país del rey Mohamed también VI. Los Estados Unidos como referente. Un país lleno de cinturones de pobreza en sus principales ciudades, donde la policía asesina cada año a cientos de personas y la mayor tasa de muerte de los jóvenes es que te mate un uniformado o un compañero de colegio. EEUU, que bombardeó Irak, permitió bombardear el Donbás, Yemen o Palestina y sueña con bombardear China. ¿De qué se ríe, primer ministro?

Boris Johnson paseando los pasillos de El Prado como si fuera una colonia de la Commonwealth. Los políticos de la guerra fotografiándose delante del Gernika de Picasso. El malagueño se habrá revuelto en su tumba. Macron hace su teatro en camisa y cualquier persona sensible se pregunta qué hace el senil presidente norteamericano representando cansado un papel que le desborda. ¿Quién está a los mandos en los EEUU? ¿Y en la Unión Europea? Dicen que debemos estar orgullosos porque Madrid ha representado con éxito la capitalidad de la OTAN. Hasta algunas políticas de la supuesta nueva izquierda han dicho que ser la cumbre de los que han decidido  matar a inocentes para "salvaguardad nuestro estilo de vida" es un orgullo. ¿Llevarán en su programa una base militar norteamericana en Vallecas? Lo llaman democracia y cada vez lo parece menos. ¿Por eso se ríen, señor presidente?

Lo escribió Mario Benedetti:

Usted conoce mejor que nadie
La ley amarga de estos países.
Ustedes, duros con nuestra gente,
Por qué con otros son tan serviles.
Cómo traicionan el patrimonio
Mientras el gringo nos cobra el triple.
Cómo traicionan, usted y los otros,
Los adulones y los serviles.
Por eso digo, señor ministro,
¿De qué se ríe?
¿De qué se ríe?

Aquí en la calle sus guardias matan
Y los que mueren son gente humilde.
Y los que quedan, llorando rabia,
Seguro piensan en el desquite.
Allá en la selva sus hombres hacen
Sufrir al hombre y eso no sirve.

Después de todo usted es el palo mayor

De un barco que se va a pique.
Por eso digo, señor ministro,
¿De qué se ríe?
¿De qué se ríe?

Seré curioso, Primer ministro,
¿De qué se ríe?

Para luchar contra la solidaridad entre los de abajo, siempre han sido importantes los capataces en sus distintas formas. Son órganos del patrón inscritos en el cuerpo laboral, igual que los esquiroles, tanto en momentos de huelga como en el día a día en esa condición de soplones, delatores, difamadores. Profesión que tiene su parroquia en España, tanto desde los balcones en la pandemia como desde las redes con chikilicuatres dedicados a poner fotos de gente de izquierda en cualquier lugar y condición como si fueran la Stasi o la Brigada Política franquista. Chivatos que creen que va a sacar alguna recompensa traicionando a su gente y poniéndose del lado de las élites. Producto típico de los colegios de curas que ya de niños seleccionan a las almas pequeñitas para educarles como traidorzuelos que se inician apuntando en la pizarra a los compañeros que hablan cuando se ausenta el profesor. ¿Dónde estará Otero, aquel compañero que se jactaba de no tener compañeros porque su gente eran los carceleros?

Serigne Mbaye llegó a España en una patera. Fue mantero y corrió delante de los policías cargado con la mercancía que era la comida de ese día o el hambre de la semana. Hoy es diputado en la Asamblea de Madrid y los policías tienen que llamarle señoría. Dice que llegó a España porque las multinacionales saquearon su país. Ha viajado a Melilla para decir que los hermanos fallecidos en la valla y sobre el suelo de España y sobre el suelo de Marruecos no son muertos, son asesinatos. Se mira en el espejo y se ve negro y sabe que si fuera blanco como los ucranianos ni él ni los jóvenes negros que huían de una guerra que no buscaron no hubiera sufrido tanto.

Al menos 37 muertos por querer huir de conflictos alimentados por Occidente y del hambre. Algunos rematados en el suelo. Porque Europa ha subcontratado en un país que no respeta los derechos humanos el derecho humano al asilo.

A las migraciones la OTAN las va a pasar a entender con lógica militar. Europa va a ser un castillo sitiado. Los nuevos centristas, que se ven a sí mismos como moderados, creen que las migraciones son invasiones militares y como tales deben ser tratadas. Las nuevas directrices de la OTAN dicen que las migraciones irregulares son tan peligrosas como los misiles. Pobres refugiados.

Y pobres nosotros. Tomad nota: todo lo que hagamos en España a los inmigrantes negros nos lo terminarán haciendo a todos los desobedientes, a los que protestemos por los recortes o por el cierre de la atención primaria, por el regreso de la teocracia y el rezo en las escuelas, a las mujeres que protesten cuando quieran restringir el derecho al aborto, a los trabajadores despedidos o precarizados. Ya se está encargando Vox de penetrar a través de Jusapol a la policía y el PP a la judicatura.

Esas muertes, para Pedro Sánchez, el PSOE, Núñez Feijóo, el PP y Vox han sido un asunto "bien resuelto". ¿Y las del futuro?

No espero nada ni del PP ni de Vox. La derecha española siempre ha pensado, cuando ha estado fuera de La Moncloa, que el gobierno de izquierdas era ilegítimo. Le pasó a Felipe González, a Rodríguez Zapatero y ahora a Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. La solución no pasa por hacerle concesiones. ¿De qué ha servido regalarles RTVE salvo para que dé bochorno conectar con La primera?

La solución pasa por hacer de los derechos humanos, que están escritos en la Constitución, la única frontera infranqueable. Y defenderlos con un cuchillo entre los dientes. Porque vienen a por todo. Incluidos los decadentes EEUU que quieren poner a Europa a pelear con Rusia y China, cuando lo único que conviene a Europa, por continuidad geográfica, es una buena vecindad con Rusia y China. Algo de lo que nos alejamos cada vez que le reímos las gracias a la teocracia norteamericana.

Así que, ¿de qué se ríe primer ministro?

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Las diez películas más vistas que te recomiendan no son las más vistas https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/06/26/las-diez-peliculas-mas-vistas-que-te-recomiendan-no-son-las-mas-vistas/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/06/26/las-diez-peliculas-mas-vistas-que-te-recomiendan-no-son-las-mas-vistas/#respond Sun, 26 Jun 2022 06:14:37 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10175 Las diez películas más vistas que te recomiendan no son las más vistas

Estados Unidos está dibujando con su mano derecha el boceto de una teocracia del siglo XXI. No ha caído como un meteorito ni es fruto de coincidencias como en un naufragio. Viene larvándose desde la caza de brujas de MacCarthy y con Reagan lograron incluso que James Bond se casara. Desde la literatura se lanzaron alertas tempranas, igual que desde el cine. También la ciencia política crítica hizo sus deberes, no tanto el común de la academia. Pero la racionalidad del neoliberalismo está construida con los mimbres de la guerra fría. Las constelaciones que dibuja están cerradas y blindadas. Una racionalidad que no escucha nada que le importuna. Mira mi lista: tienes que ver lo que yo te diga. Es lo que te conviene.

Esa teocracia va a ser aún más terrible que las de siglos anteriores e incluso que la de los talibanes, porque es una teocracia cibervigilante. ¿No conviven acaso los Estados Unidos en plena armonía con las teocracias sauditas? Las oligarquías norteamericanas –entre ellas PayPal, Facebook, Amazon, Apple o Google, las mismas que cercaron a Julian Assange por contarle al mundo las atrocidades que comete la teocracia norteamericana tomando en vano el nombre de los derechos humanos- van a vigilarnos en sitios insospechados. De momento, las mujeres norteamericanas ya están borrando datos de las redes sociales, especialmente las apps que hacían seguimiento de las menstruaciones: pueden ser usadas como prueba delante de un tribunal ahora que el aborto ha sido cercenado por los jueces del Santo Tribunal Supremo de la Inquisición. Los jueces de la horca contra la democracia. Cuidado mujeres con lo que contáis en Instagram, Facebook, Twitter o Tik-Tok.

La Iglesia de Santa Lucía, en las afueras de Tegucigalpa, tiene una arquitectura colonial típica. Sus dos modestas torres y su fachada blanca contrastan con la espesura de los verdes de las colinas que rodean a la capital de Honduras. En las elecciones presidenciales de noviembre de 2021, el Partido Refundación y Libertad (Libre) ganó las elecciones, derrotando a los golpistas que creían que podían conseguir por los votos lo que solo habían conseguido por las balas.

Doce años después del golpe que tumbó a Mel Zelaya en 2009, tras una dictadura ocultada durante más de una década, Xiomara Castro, compañera del depuesto Zelaya, sería nombrada presidenta del país centroamericano. Estados Unidos, que auspició el golpe, perdía a un aliado -era presidente Obama y Hillary Clinton su ejecutora-.

Honduras no ha estado en el radar, pero es parte relevante de la marea rosa que está regresando a América Latina. El último presidente de la dictadura, Juan Orlando Hernández, aliado de Washington, fue extraditado en abril de 2022 a los EEUU, donde deberá dar cuenta de acusaciones de narcotráfico, penadas con cadena perpetua. En Honduras saben que, además de asesinato, de narcotráfico también es culpable. Que el Chapo Guzmán, igualmente preso en una cárcel gringa, lo haya declarado su aliado le augura un negro futuro. Dejó una tasa de pobreza en Honduras del 70%.

En las afueras de Tegucigalpa, sobre una colina, Santa Lucía, una antigua ciudad minera, se ha convertido en un refugio de los ricos a los que la capital hondureña les agobia con su tráfico endemoniado y su abandono de siglos. También suben muchos capitalinos a casarse en el hermoso cabildo y disfrutar del día de boda mirando a Tegucigalpa casi desde las nubes. Recordaba López Obrador las palabras del colombiano José María Vargas Vila, válidas para todas las élites del continente americano: antes de asesinar, bañan el puñal en agua bendita.

En esa iglesia colonial hay un cuadro emblemático con una historia peculiar. Se trata del cristo de las ánimas. Un cuadro barroco donde un cristo crucificado, flanqueado por la Virgen y San José, se eleva desde su cruz sobre las cabezas de unos suplicantes que reclaman ser salvados del infierno y también autorizados a vivir la vida eterna al lado del Señor.

Me cuenta el ministro de Desarrollo Social del Gobierno de Xiomara Castro, el historiador José Carlos Cardona –el Gobierno tiene muchos historiadores y muchos jóvenes-, que estudios recientes demuestran que los rostros de los penitentes tenían muchas diferentes capas de pintura. Ese mismo cuadro se repite en varios sitios con historia colonial. Al parecer, era un mecanismo disciplinador que buscaba garantizar financiación al acabarse los fondos de las indulgencias por culpa de la Reforma protestante. Los paisanos que no pagaban a la iglesia, veían el domingo al ir a misa su rostro en el cuadro y, aterrorizados, iban a reclamar al sacerdote:

-Padre, ¡cómo puede haber aparecido ahí mi humilde cara!

-No sé hijo. Los caminos del Señor son inescrutables. Quizá hayas hecho algo que no le ha gustado a Dios. ¿Pagaste ya el diezmo?

Y pagaban. Vaya si pagaban. Y entonces, otro ocupaba su lugar. Un poco de disolvente y el artista, después del algoritmo contable, volvía a dirigir el dron de la época, pincel y óleo, contra el siguiente objetivo.

Las clases nobles, leídas e instruidas, con familiares obispos, entrelazadas con los entresijos del poder, perdieran la fe –en Dios y sin duda en su administración-, pero ponían todo el esmero, la universidad, las homilías, el potro y la hoguera para que el pueblo no perdiera ni la fe ni el miedo.

El catolicismo, y en general las religiones, han solido leerse de manera diferente por los pobres y por los ricos. Es comprensible que, al menos desde el Renacimiento, las clases nobles, leídas e instruidas, con familiares obispos, entrelazadas con los entresijos del poder, perdieran la fe –en Dios y sin duda en su administración-, pero ponían todo el esmero, la universidad, las homilías, el potro y la hoguera para que el pueblo no perdiera ni la fe ni el miedo. Lo resumió impecable Voltaire recordando que aunque le resultaba evidente que Dios no existía, su criado no debía saberlo nunca para que no le cortara el cuello por la noche mientras dormía. Al final, no le hablas igual a Dios con el estómago lleno que con las tripas rugiendo. Paradojas de la fe.

La democracia liberal recuperó esa noble mentira del catolicismo y a lo largo de la historia ha exigido la fe, el temor y la obediencia que ellos no tienen. ¿Cómo si no iban a mandar a los pueblos a las carnicerías de las guerras napoleónicas, a la primera y segunda guerras mundiales, a morir y a matar en Ucrania, a los centenares de guerras que han construido la historia? Diciéndonos qué series y películas son las que tenemos que ver siguen la estela de su escuela.

Los grandes mentirosos del siglo XXI son los medios de comunicación. Por ejemplo, es mentira que las diez series o películas más vistas sean las preferidas del público. Son profecías quizá autocumplidas.

Los grandes mentirosos del siglo XXI son los medios de comunicación. Por ejemplo, es mentira que las diez series o películas más vistas sean las preferidas del público. Son profecías quizá autocumplidas: serán las más vistas porque unos publicistas han dicho antes que son las elegidas por el gran público. Si no las vemos, nuestro rostro ardiendo en la eternidad aparecerá en la pintura.

Es por eso que a un mercenario español que pelea con los ucranianos lo presentan como un joven idealista. Es la gran mentira de las armas de destrucción masiva representada en la sede de las Naciones Unidas para lograr que el mundo apoyara la invasión de Irak y poder robarles el petróleo. Son las conspiraciones contra los nuevos partidos progresistas, horadados cada día desde las mentiras de sus portadas. Es la demonización de Gadafi para justificar su asesinato (como pretendieron, sin éxito, con Chávez, Maduro, Evo Morales, Correa...).

Esta semana se ha publicado en un periódico marroquí que Hillary Clinton y Nicolás Sarkozy decidieron asesinar a Gadafi porque había decidido crear un Banco Central Africano y una moneda panafricana común basada en el dinar libio y respaldada en oro –tenían reservas de 143 toneladas métricas-. Con esta decisión, tanto se sustituía al dólar como al papel hegemónico de Francia en la región. Te asesinan para robarte las riquezas y los medios dicen luego que el problema eras tú por no respetar los derechos humanos.

La representación de la mentira que nos ha convertido a todos en neoliberales o, al menos, en aprendices de neoliberales, lleva ajustándose medio siglo. Después del golpe contra Salvador Allende, Pinochet llamó a Chile a los economistas que estudiaban con Milton Friedman en Chicago. Los chicago boys son sinónimo de la muerte de Dios en la economía, la ausencia absoluta de moral en los libros contables, la entronización de los beneficios por encima del medio ambiente, la dignidad o los derechos humanos. Un año después del golpe, en 1974, la Academia sueca le entregaba el Nobel de economía a Milton Friedman. Es el mercado, idiotas.

Los rostros de los disidentes salen todos los días en ese nuevo cuadro de las ánimas que son los medios. Los diarios dicen todos los días quién está "in" y quién está "out". Los informativos y las tertulias ponen a unos y a otros a la derecha de Dios padre o ardiendo en el infierno.

Los rostros de los disidentes salen todos los días en ese nuevo cuadro de las ánimas que son los medios. Los diarios dicen todos los días quién está in y quién está out. Los informativos y las tertulias ponen a unos y a otros a la derecha de Dios padre o ardiendo en el infierno. Al igual que los pintores religiosos, los nuevos pintores están al servicio de sus pagadores, que dicen quién se salva y quién está desde el principio condenado a las llamas interminables.

El ser humano necesita esperanza. Por eso las religiones no terminan de marcharse ni la racionalidad laica termina de llegar. Junto con las religiones siempre pugnan el castigo y la recompensa. Por eso, en la historia, siempre regresa en algún momento el Sermón de la Montaña y los panes y los peces son sacados con la fuerza de las mayorías de los almacenes de los recaudadores y los nobles, y los comendadores y los intendentes dejan de nadar en la abundancia mientras los pueblos pasan hambre y frío. El paraíso a veces es comer tres veces al día o que no te maten otros que están un poco mejor que tú para que no llegues al cielo europeo. No veas esa película. Desecha esa serie. Salvo que maten en países en donde se están intentando alternativas.

No es complicado imaginar en las trastiendas de los pintores sus grandes obras, originales y vanguardistas en sus bocetos, desafiantes en sus primeras versiones antes que el cardenal o el rey mandara tapar todo lo que permitía pensar al pueblo. La democracia pasa porque hagamos nuestras propias listas de lo más visto. O que nos preguntemos entre nosotros. Crear la gran conversación que antecede al cambio. No creer a los tramposos que nos mienten sobre  lo que vemos, sentimos y creemos. En el infierno de las ánimas, convertidos cada uno de nosotros en pintores, empecemos a pintar el rostro de los que dicen que no hay alternativa a tantas desigualdades, tanta depredación, tanta violencia y tanto egoísmo. Una democracia con oleo y con sombrero.

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Dos elecciones y media https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/06/20/dos-elecciones-y-media/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/06/20/dos-elecciones-y-media/#respond Mon, 20 Jun 2022 08:32:09 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10167 Continuar leyendo "Dos elecciones y media"]]>
Dos elecciones y media
Simpatizantes del presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, celebran tras los resultados de las elecciones presidenciales, en Cali (Colombia). Ernesto Guzmán Jr./EFE

Gustavo Petro aparece en el centro de convenciones de Bogotá donde le esperan miles de personas. Le presenta Francia Márquez, una empleada doméstica que va a ser la vicepresidenta del país. Una mujer negra, pobre, del Cauca, en la costa del Pacífico. Donde su grupo étnico casi solo tenía como horizonte servir a los que han votado a los que han perdido las elecciones. El candidato del narcopresidente Uribe se hundió y el poder se refugió en un 'Trump criollo'. Apenas los restos enmascarados del uribismo maquillados en un empresario ignorante al que los principales medios colombianos presentaban como un 'ingeniero' que contendía contra un 'guerrillero'.

Tras la victoria electoral, una señora a mi lado, vestida con la humildad del pueblo llano, llorando dijo para que la oyéramos: ya me puedo morir. En mi país va a gobernar un ex guerrillero y una mujer negra.

Colombia es el país latinoamericano con más bases norteamericanas después de Centroamérica. La derecha colombiana se ofreció a los Estados Unidos para ser "la Israel norteamericana". Con Trump gobernando, la Colombia del presidente Duque ofreció su territorio para invadir Venezuela desde Cúcuta. Miguel Bosé acompañó esa aventura. Calidad. Que terminó en fracaso porque desde la parte colombiana tiraron unos cócteles molotov que prendieron fuego a los camiones con, supuestamente, medicinas y alimentos, que eran la excusa para entrar en la patria de Bolívar y Chávez. Mal asunto. Quisieron echarle la culpa a Nicolás Maduro, pero The Washington Post publicó un vídeo donde se veía que el arma incendiaria partía de la frontera de los amigos de Trump. Todos los presidentes que apoyaron aquella invasión están en el basurero de la historia: Duque, Piñera, Macri, Lenín Moreno. Y Trump. Queda Bolsonaro. En todas las encuestas Lula le saca varios cuerpos. La victoria de Gustavo Petro anima aún más esa victoria en ciernes.

En su primer discurso, Petro dijo que su propuesta de Gobierno era paz, justicia social y justicia medioambiental. Su discurso, improvisado –pero alimentado por meses de campaña- tuvo varios ejes que van a cambiar la balanza en Colombia y en América Latina; un aviso a los EEUU (no pueden seguir contaminando tanto y pretender que los demás nos hagamos cargo de su mierda); una petición al continente de más unidad (lo contrario que han hecho los gobiernos títere de los EEUU, desmantelando la UNASUR); una oferta al continente para que frenen el extractivismo; una mano tendida a los diez millones de colombianos que han votado al candidato perdedor ("se ha terminado la Colombia de la violencia y de la persecución del adversario"); una apuesta por la Colombia multicultural: la latina, la afrodescendiente, la indígena, la anglosajona. Y dejar lejos tanta muerte: "Amarnos los unos a los otros, no matarnos los unos a los otros". Y una apuesta de fondo que va a hacer mella en el continente: Colombia como "potencia mundial de la vida". Un líder latinoamericano hablando otra vez de amor, como Chávez, y ganando unas elecciones. Qué diría Gabriel García Márquez.

Mientras tanto, en Francia, Macron perdía estrepitosamente las elecciones (más de cien diputados menos) y, como está ocurriendo en todos lados en la crisis del neoliberalismo, va a gobernar apoyándose en la derecha. No en la extrema derecha. Pero todo se andará. LePen ha crecido considerablemente. La trampa está servida: ¿parará a la extrema derecha su fracaso en la gestión o si gobiernan pasará como en Hungría que ganarán elección tras elección? No hay una receta fija. Mélenchon ha tenido un gran éxito, pero se ha quedado lejos de los 200 diputados que esperaban. Por tanto, la posibilidad de que fuera Primer Ministro se aleja: Macron, un político de derechas escondido en ínfulas huecas centristas, se va a donde pertenece: a la derecha.

En Europa y en América Latina la derecha se está escorando a la extrema derecha. La salida "natural" a la crisis es por la derecha. La racionalidad neoliberal nos pone a todos a luchar contra todos y quien oferte una autorización para desterrar la empatía tendrá su clientela. Por eso un tipo que a veces parecía descerebrado como Rodolfo Hernández ha sacado en Colombia diez millones de votos. Por eso Le Pen ha crecido considerablemente en Francia. Y por eso Vox ha hecho campaña en Andalucía con una tipa que ha mentido sobre su empadronamiento apoyada por una fascista italiana.

El éxito de la France Insumisse de Mélenchon y el éxito aún mayor de Gustavo Petro y Francia Márquez tiene mucho que ver con la coherencia de sus ideas. No han aceptado los marcos de la derecha y no se han resignado cobardemente a hablar solamente de lo que les dictaban los medios conservadores. Han sido firmes en lo que había que ser firmes –la ideología- y han sido flexibles en lo que debían ser flexibles –la política-. Los dos han entendido que el futuro inmediato de la izquierda en la construcción del postneoliberalismo pasa por frentes amplios, por negociar con compañeros de viaje incómodos y por asumir que la alternativa a ceder son gobiernos cada vez más escorados a la derecha. No es ceder en principios: es lanzar el mensaje de que estás convencido de que estás en el lado correcto de la historia y que precisamente por eso no debes confundir la táctica y la estrategia. Tanto Mélenchon como Petro han sido claros contra la violencia imperial, sea en Colombia o en Ucrania, han sido firmes frente al cambio climático, no le han tenido miedo a las multinacionales ni a los fondos buitre, han denunciado las mentiras de los medios, han arrasado entre los jóvenes y, especialmente en el caso de Petro –ahí ha sido esencial el papel de la vicepresidenta Francia- entre las mujeres. Tienen futuro.

También ha habido elecciones en Andalucía. A alguien se le ocurrió que un nuevo nombre, una candidata experimentada con varias legislaturas a las espaldas - y sin embargo desconocida- como cabeza de lista e intentar arrinconar a Podemos era una buena idea. A ver si aprendemos.

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Algo, Tony Judt, ya iba mal https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/06/19/algo-tony-judt-ya-iba-mal/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/06/19/algo-tony-judt-ya-iba-mal/#respond Sun, 19 Jun 2022 05:25:53 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10152 alt -->   "Sin idealismo, la política se reduce a una forma de contabilidad social, a la administración cotidiana de personas y cosas. Esto también es algo a lo que un conservador puede sobrevivir muy bien, pero para la izquierda significa una catástrofe" Tony Judt, Algo va mal. Ni Marx ni menos o de cómo el marxismo … Continuar leyendo "Algo, Tony Judt, ya iba mal"]]> Algo, Tony Judt, ya iba mal

 

"Sin idealismo, la política se reduce a una forma de contabilidad social, a la administración cotidiana de personas y cosas. Esto también es algo a lo que un conservador puede sobrevivir muy bien, pero para la izquierda significa una catástrofe"

Tony Judt, Algo va mal.

Ni Marx ni menos o de cómo el marxismo murió de éxito

Una interpretación razonable de la crisis del marxismo está en señalar que su actual debilidad es una expresión de su éxito. Según Marx, la conciencia de clase nacía de la constatación de que a los trabajadores no les pagaban el fruto íntegro de su trabajo, de manera que ese robo, pese a su sutileza -se presentaba como un intercambio libre entre iguales-, terminaba por generar un enfado en los atracados. Esa rabia, al generalizarse y articularse de manera colectiva, desembocaría en alguna suerte de revolución que terminaría con el poder de las clases explotadoras.

Tras la muerte de Marx en 1883, el mundo caminaba hacia un nuevo despertar, que tomaría forma con la revolución rusa de 1917. Luchas en nombre de la emancipación, por la extensión del sufragio, ascenso del poder de la clase obrera, revueltas anticoloniales, elementos todos que empujaban a ese mundo del capitalismo reaccionario hacia una nueva fase. Marx dejaba de ser relevante porque, al menos en parte,  había triunfado.

El siglo XX es un siglo de emergencia de la izquierda, expresada en la clase obrera articulada en partidos socialistas y comunistas. Es el siglo también de la derecha que reacciona pateando el tablero de la democracia cuando ya no gana, del mayo del 68 y su reivindicación de nuevas identidades, y del triunfo neoliberal, a la fuerza, en los años 70, tras los asesinatos masivos de comunistas en Indonesia, el golpe en Guatemala, en Chile, en Argentina, un Papa polaco y reaccionario, el control de los medios de comunicación y el armisticio que firmó la socialdemocracia y que llamó tercera vía.

Si se gestiona bien, se genera confianza

El socialista inglés Richard Crosland afirmaría en los años 50 que el partido laborista ya estaba construyendo el socialismo: la jornada laboral de ocho horas, el salario mínimo, el control de las multinacionales, la sanidad y educación públicas, el control estatal de los bancos, la prohibición de sacar el dinero fuera del país, las empresas públicas en sectores estratégicos, la apuesta por la paz y la resolución no violenta de los conflictos... En definitiva, la desmercantilización de la vida social y la lucha contra las desigualdades.

El historiador británico Toni Judt, fallecido en 2010, nos dejaba ese mismo año un libro muy celebrado por la socialdemocracia: Algo va mal. Un libro que cerraba con la tesis XI sobre Feuerbach de Marx ("Hasta ahora, los filósofos han interpretado de maneras diferentes el mundo; de lo que se trata es de transformarlo"), pero que estaba preñado de la nostalgia de un mundo perdido. De hecho, el ensayo arrancaba con la queja de los estudiantes desde los años 90: "su generación (le decían sus alumnos) tenía ideales e ideas, creía en algo, podía cambiar las cosas. Nosotros (los hijos de los ochenta, los noventa, del 2000), no tenemos nada". Y aún quedaban por verse los efectos de la crisis de 2008, de la pandemia de la COVID-19 y la guerra de Ucrania en curso.

El éxito del libro del socialista Judt –que terminó viviendo en los EEUU, un país donde apenas con Bernie Sanders y Alexandra Ocasio-Cortez se ha empezado a hablar de socialismo- estaba precisamente en esa mirada ingenua convencida de que bastaba recuperar el entusiasmo que en algún momento tuvo la izquierda para volver a recuperar el paso.

¿Por qué los estudiantes de los años 60, 70, 80 pensaban que tenían las herramientas para cambiar el mundo y se movilizaron para ello? ¿Por qué el socialismo, el comunismo, la liberación de los pueblos, la revolución, la lucha de clases dejó paso a las "fantasías de prosperidad y progreso personal ilimitado" que terminaron desplazando cualquier interés "por la liberación política"?

Cantar, como dice La Internacional, "en pie famélica legión" cuando lo que tienes son problemas de obesidad cobra menos sentido.

Es verdad que la identificación con la lucha de clases fue dejando paso desde el mayo del 68 a otro tipo de identidades donde la individualidad tenía más fuerza: el feminismo, las reivindicaciones LGTBI, la identidades culturales, etc. Es evidente que el logro de un mayor bienestar fue dejando espacio a otras preocupaciones. Cuando el trabajo estable y razonablemente remunerado, comer tres veces al día, la salud, la vivienda, el transporte o el tiempo para el ocio dejan de ser reivindicaciones urgentes, es más fácil empezar a pensar en otras cosas. Cantar, como dice La Internacional, "en pie famélica legión" cuando lo que tienes son problemas de obesidad cobra menos sentido. Critica Judt el mayo del 68, al que acusa de haber debilitado la consciencia de clase. Pero no es cierto: las sociedades del bienestar no dejaban de ser sociedades capitalistas que no solventaban los problemas de género, raza, mediomabientales, de sentido, etc.

Sin embargo, es precisamente ese bienestar logrado desde finales de la Segunda Guerra Mundial el que empezó a perderse con el giro neoliberal, especialmente a partir de los años 90, que es cuando la socialdemocracia decide abrazar el neoliberalismo con la tercera vía. La gran tarea de ese modelo que llamamos neoliberalismo (que señala al Estado social como el enemigo) fue volver a remercantilizar todo lo desmercantilizado e, incluso, ir un poco más allá. De hecho, hoy en día prácticamente todo se ha vuelto una mercancía, incluido el amor, la amistad, el sexo, los hijos criados y paridos en granjas de mujeres pobres, el deporte, reunirte o separarte.

Es una paradoja que el dolor que ha creado el mundo globalizado, financiarizado, privatizado y desregulado por causa de las políticas neoliberales, sea usado precisamente por los políticos neoliberales para incrementar las políticas neoliberales. ¿No debiera ser la izquierda la que hiciera bandera de ese discurso para ganar las elecciones?

Sin embargo, nos encontramos con que la derecha y la extrema derecha, defensoras de las políticas neoliberales, son las que critican a la izquierda como si fuera culpable de esos desastres y se presenta como la defensora de los castigados de la globalización. Y para rematar la paradoja, las clases medias ilustradas son las que defienden las políticas de la nueva izquierda (la multiculturalidad, las políticas de identidad, de género, el apoyo a las políticas migratorias, etc.), dando la sensación de que los que viven bien tienen menos miedo y son más generosos mientras que los sectores más golpeados, que están abrumados por la incertidumbre y el miedo, tienen menos ganas de ser generosos y votan a los políticos autoritarios que les dan una salida sencilla al autorizarles a odiar y a abandonar la empatía en un mundo que no es ni amable ni empático con ellos.

En nuestras sociedades neoliberales, con el Estado social desmantelándose, nadie cuida de uno (salvo la familia), de manera que la democracia se expresa de manera creciente como la autorización al "sálvese quien pueda"

Si no hay movilidad ascendente, quiero un salvavidas

En la sociedad griega clásica, el Estado cuidaba de los ciudadanos (en verdad, los esclavos, que trabajaban para que los griegos no tuvieran que hacerlo o, al menos, no de manera tan extrema), de forma tal que la democracia se expresaba como el derecho a la igualdad (isonomía), el derecho a defender los propios intereses en el ágora (isegoría) y el derecho a través del sorteo de anular las desigualdades sociales (isotonía). En nuestras sociedades neoliberales, con el Estado social desmantelándose, nadie cuida de uno (salvo la familia), de manera que la democracia se expresa de manera creciente como la autorización al "sálvese quien pueda".

En esa posición cínica, donde lo que prima es el beneficio propio, lograr el último salvavidas, vale mentir, robar, gorronear y, además, pretender que esos comportamientos antisociales son legitimos (basta ver las contradicciones, mentiras, estupideces, ilegalidades y salidas de tono que caracterizan el discurso de la extrema derecha). Si se rompen los contratos sociales que nos cuidaban a todos, estamos en el Far West. Y ahí sobrevive el más rápido o el más vivo. Y si un predicador -laico o religioso- además te tranquiliza la conciencia ¿para qué necesitas más?

Se equivocaba Toni Judt, como le pasa a la socialdemocracia, que no termina de entender dos cosas: una, que el capitalismo está sometido a contradicciones internas que desembocan en crisis. Por eso no basta volver atrás: las crisis son consustanciales al sistema. Y en segundo lugar, siempre hay actores buscando privilegios, y si no los detectas y los frenas, terminan devorando a la democracia.

Los sectores populares que no han visto mejorar su suerte con gobiernos progresistas, estarán más abiertos para apoyar a la derecha, aun sabiendo que son sus enemigos de clase, y precisamente por ello tendrán que insistir en argumentos culturales para justificar qué hacen votando a sus verdugos.

Por eso un pequeño comerciante siempre asustado por los riesgos de la situación económica, un empresario que sabe que sus beneficios aumentarán si paga menos salarios, un alto o medio funcionario que quiere hacer valer su privilegio, un terrateniente que quiere conseguir favores por la cercanía política, un juez o un policía que quieren impunidad, un hostelero que quiere ayudas y desregulación, un rentista que quiere hacer valer su renta apoyan a las derechas con mayor fuerza cuanto más vean amenazados sus privilegios o sus miedos les aturdan. De la misma manera, los sectores populares que no han visto mejorar su suerte con gobiernos progresistas, estarán más abiertos para apoyar a la derecha, aun sabiendo que son sus enemigos de clase, y precisamente por ello tendrán que insistir en argumentos culturales para justificar qué hacen votando a sus verdugos.

Derechas e izquierdas todavía

Gestionar el Estado es una empresa compleja, especialmente cuando se maneja el 40% del PIB de un país. Es una de las razones por las cuales los partidos se han ido convirtiendo en parte del Estado y han ido abandonando a la sociedad civil. Con el consiguiente abandono de la ciudadanía y la pérdida de legitimidad. Algo especialmente grave en la izquierda, que necesita de lo colectivo para prosperar. A la derecha le convienen partidos tecnocráticos, mientras que la izquierda necesita partidos ideologizados. De nuevo las paradojas, las batallas culturales e ideológicas las está dando la extrema derecha, que parece que es la única que ha leído a Gramsci y ha entendido el papel de las ideas.

La derecha está crecida en todo el mundo porque se ha creído –uno termina creyendo sus propias mentiras porque es un logro evolutivo que disimula tu engaño- que tiene razones profundas para el resentimiento.

Las derechas, que son las defensoras del capitalismo neoliberal, del rescate a los bancos, de la vía libre a los fondos de inversión, de la venta de lo público y de las desregulaciones que pone la alfombra roja a los lobos de Wall Street, son las que reconocen el malestar y el miedo en nuestras sociedades. Quizá porque son ellas las que lo han creado. Además, entregan culpables con quienes descargar la ira y lograr la tranquilidad que da la venganza. Y por si fuera poco, autorizan a que disfrutes con el linchamiento de esos supuestos culpables. Al desaparecer lo colectivo, solo queda un "nosotros" que tiene sentido solo si hay enemigos. La derecha está crecida en todo el mundo porque se ha creído –uno termina creyendo sus propias mentiras porque es un logro evolutivo que disimula tu engaño- que tiene razones profundas para el resentimiento. Como si alguien les hubiera robado algo y ellos saben quiénes son los culpables. El problema es que los sectores privilegiados tienen razones de clase para estar en contra del Estado social. ¿Y los pobres? ¿Y las clases medias?

Esa derecha que, además, controla los medios de comunicación, hace de la mentira y de la desfachatez lugares cotidianos porque no tienen ninguna cortapisa, de manera que pueden decir una cosa y la contraria cada día si así logran sus fines. Pueden, incluso, de tanto repetirlo, llegar a creerse, como decíamos, sus propias mentiras. Por eso incluso terminan reinventando un dios particular al que le piden ayuda en sus agendas egoístas lejos de cualquier compasión, abuso o desprecio. Incluso los canallas necesitan engañarse para no saberse tan canallas y por eso se encierran en comunidades cerradas donde debe quedar muy claro el adentro y el afuera. La ideología de la extrema derecha ofrece explicaciones simples que permiten entender y otorgan comodidad al entender. Siempre y cuando no hagas muchas objeciones. La empatía, incluso en estos casos, opera como un reducto biológico de nuestra condición comunitaria que nos ha permitido sobrevivir como especie. El problema es que el grupo es chiquito y agresivo hacia afuera.

Judt acertaba al señalar cómo la derecha termina rompiendo los consensos sociales. Escribía en Algo va mal que, la desigualdad es "corrosiva" y "corrompe las sociedades desde dentro". Más tarde o más temprano, las desigualdades construyen una sociedad en donde "aumenta la competencia por el estatus y los bienes, las personas tienen una creciente sensación de superioridad (o de inferioridad) basado en sus posesiones, se consolidan los prejuicios hacia los que están más abajo en la escala social, la delincuencia aumenta y las patologías debidas a las desventajas sociales se hacen cada vez más marcadas".

El modelo neoliberal está moribundo, pero va a morir matando: con guerras, hambre, desposesión, depresión, frío o calor. A no ser que la izquierda deje de suspirar por la leche derramada y el paraíso permiso y empiece a pensar la utopía del siglo XXI.

La moral, que es un valor comunitario, desaparece (la "muerte de Dios" acaba con la contención, la honestidad y la moderación) y se sustituye por una mero "guardar las apariencias". Nos encierran durante la pandemia pero ellos se corren sus juergas, como sabemos de la derecha inglesa. O nos imponen restricciones pero roban dinero público con las mascarillas o los test. Por lo mismo, la derecha critica que se hable a los niños en las escuelas de la masturbación pero votan en contra de investigar la pederastia en la iglesia, o critican la homosexualidad o el desenfreno sexual pero después protagonizan sonados escándalos). O dicen que hay que armar a Ucrania porque Putin conculca los derechos humanos al tiempo que quieren encarcelar a Julian Assange por demostrar que EEUU conculcó en Irak los derechos humanos. En un juicio donde Inglaterra ha concedido la extradición sin ninguna prueba mientras que la denegó para Pinochet pese a que había asesinado durante el golpe de Estado en Chile a 3000 personas.

La crítica por la izquierda al estado social sigue siendo válida. Porque si nos detenemos, retrocedemos. La crítica por parte de la derecha es un regreso a la barbarie. El modelo neoliberal está moribundo, pero va a morir matando: con guerras, hambre, desposesión, depresión, frío o calor. A no ser que la izquierda deje de suspirar por la leche derramada y el paraíso perdido y empiece a pensar la utopía del siglo XXI.

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Mórbidos olvidos de la izquierda https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/06/12/morbidos-olvidos-de-la-izquierda/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/06/12/morbidos-olvidos-de-la-izquierda/#respond Sun, 12 Jun 2022 05:05:35 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10121 Continuar leyendo "Mórbidos olvidos de la izquierda"]]> Carlos Giménez no olvida 'Paracuellos': vuelve al hogar de los horrores falangistas

Decía Mao Tse Tung -vengo insistiendo en la cita- que cuando no hay claridad en la ideología no puede haber claridad en la organización. Durante la Transición, en España llamaba la atención que había cinco partidos maoístas cuando en China sólo había uno. También que muchos maoístas, radicales hasta en el cuello de las camisas, terminaron en los partidos socialistas como deriva natural de su oportunismo. Deben de andar todos jubilados.

La falta de claridad ideológica en la izquierda, en concreto en el PSOE, deviene en una falta de claridad organizativa. Como partido, esa debilidad ideológica se ha verificado en sus deslizamientos hacia la corrupción o hacia los consejos de administración (recientemente Antonio Miguel Carmona en Iberdrola), en la empatía con las grandes empresas, en el bipartidismo que perpetúa los restos del franquismo o en el abrazo a la monarquía borbónica que apaga históricamente a la izquierda. Y también en las torpezas parlamentarias, donde a veces el PSOE no sabe ni lo que vota. Fuera de España, se concreta en el abandono de los compromisos internacionales y su sustitución por el seguidismo de los intereses alemanes en Europa y los norteamericanos en el mundo.

La falta de claridad ideológica en el PSOE deviene en una falta de claridad organizativa.

Cuando estás en el Gobierno, esa falta de claridad enreda la gestión política y haces idioteces como regalar RTVE a la derecha, mantener la ley mordaza, impulsar la moción de censura de Murcia, el reconocimiento de Guaidó como Presidente de Venezuela, el ardor guerrero en Ucrania o la entrega del Sahara a Marruecos. Decisiones todas -todas- que perjudican a la izquierda, a España y a la inteligencia.

Durante la Transición, y aunque parezca paradójico, la derecha mantuvo cierta independencia respecto de los intereses norteamericanos. Adolfo Suárez hizo amistad con Yasser Arafat y el pueblo palestino e incluso mantuvo sus distancias con las exigencias norteamericanas. Los grandes entregados a los intereses norteamericanos después del fin de la dictadura ha sido el Partido Socialista. Si siguen tantos documentos clasificados en España es porque seguramente podría demostrarse que el Rey Juan Carlos, una pieza de los norteamericanos, obligó a Suárez a dimitir por exigencias de Washington, igual que fue el responsable del abandono en su día del Sahara. El golpe del 23-F, trasfondo de la dimisión de Felipe González, se organizó en la Casa Real y sólo por la cobardía del PSOE se convirtió en un elemento de legitimidad del monarca. Juan Carlos de Borbón va a estar en la historia de España a la altura de Fernando VII. Y no hay exageración. Incluso bajo ambos reinados se ejecutaron a españoles por cuestiones ideológicas al margen de la ley.

Solo la izquierda puede hacer la política de la derecha. Si la traición al Sahara la hubiera hecho el PP hubieran ardido las calles.

Decía Jesús Ibáñez que solo la izquierda puede hacer la política de la derecha. Si la traición al Sahara la hubiera hecho el PP hubieran ardido las calles. Y por eso el PP calló cuando se tomó la decisión. Aunque ahora Feijóo aproveche para rejonear a Pedro Sánchez con la ruptura de relaciones comerciales de Argelia con España. ¿Qué hace Pedro Sánchez invitándoles constantemente a recrear alguna suerte de Gran Coalición?

La única izquierda con capacidad de gobernar en Europa desde la mayoría es la Francia Insumisa de Mélenchon. Es la única que, demostrando claridad ideológica, se ha adaptado al sentido común imperante cuando no tenía más remedio y ha llevado al pueblo francés a la izquierda cada vez que ha sido posible. En el otro extremo están los partidos socialistas. Y esa es la razón por la que han desaparecido de prácticamente toda Europa. En España, el PSOE sobrevivió gracias a que se podemizó. En Portugal, porque los rescataron el Partido Comunista Portugués y el Bloco de Esquerda. Ambos partidos socialistas sueñan con matar a todo lo que haya a su izquierda.

Cuando la crisis de 2008, el presidente de la reserva federal norteamericana, del Banco Central de los Estados Unidos, Alan Greenspan, dijo que a veces está bien eso del socialismo. Es decir, que a veces está bien que con dinero de todos se salven las ganancias de unos pocos.

La única razón que podrían argumentar los empresarios para justificar que no le paguen a sus trabajadores el fruto íntegro de su trabajo -y que ellos, como mucho, se pusieran un sueldo como dirección o como gestores o incluso por la iniciativa-, es que ellos arriesgan. Pero es mentira. Desde al menos 1973, se rescatan bancos y empresas, pero no a la gente. En verdad es una correlación de fuerzas: cuando la gente puede amenazar y tumbar un gobierno, entonces sí le hacen caso. Lo hemos visto con las vacunas. ¿Cómo respondió la izquierda socialdemócrata al sentido común neoliberal? Con la Tercera Vía. Es decir, entregándose a la derecha.

Extrema derecha que reparte carnets que te permiten comportarte como un hijo de satanás. Salvoconducto que gente que está en el agujero acepta, a ver si así salen del pozo.

De la crisis de 2008, de la pandemia y de la guerra en Ucrania, los ricos salen más ricos y los pobres más pobres y más numerosos. Y además, el enfado se está canalizando para dar apoyo a la extrema derecha. Que construye una idea de nación excluyente y lanza mensajes fáciles pero mentirosos para calmar la inquietud o canalizar el miedo. Que reparte carnets que te permiten comportarte como un hijo de satanás. Salvoconducto que gente que está en el agujero acepta, a ver si así salen del pozo. Y que, por supuesto, los ricos los cogen para ellos y para toda su familia, incluidos primos y hermanos, y también los pequeños propietarios asustados y las clases medias que se han olvidado que son clases medias gracias al Estado social.

Decía John Kenneth Galbraith, un economista demócrata de la norteamerica decente, que cada quince años nos vuelven a colar un timo piramidal. Añado que cada veinticinco años, nos vuelven a colar a algún fascista vestido de demócrata. La guerra cultural de la derecha tiene como uno de sus efectos oxidar las herramientas de la izquierda para construir hegemonía. Ese ha sido el logro de Mélenchon: la claridad ideológica y la flexibilidad táctica.

La única medicina contra el vaciamiento de la democracia es atreverse. Hacer una lista de las cosas que son imposibles, un cuaderno de las quejas olvidadas por "irreales", reconstruirlas como posibles y deseables y ponerlas en la agenda.

La única medicina son gestos liberadores. La izquierda nació para cambiar el mundo hacia mejor, no para gestionar las migajas que permita el poder. La libertad no se puede medir por el tamaño de la cadena. La izquierda nació para romper las cadenas. La derecha construye países como ese salón de la abuela tapado con sábanas que nunca se usaba. Fantasmas contra el bienestar. Miedo y más miedo. El modelo neoliberal está moribundo y con él el control mundial norteamericano. La mercantilización del mundo ya no ayuda a la reproducción social en ningún país y la amenaza medioambiental es incompatible con el sueño tecnológico de los que están dispuestos a deforestar la Amazonía porque tienen asiento en el vuelo a Marte.

Es tiempo de reconocer los miedos del poder y administrárselos. ¿Que tienen miedo al feminismo? Más feminismo. ¿Que tienen miedo a las empresas públicas? Más empresas públicas.

La izquierda debe acabar con el bipartidismo conservador, donde apenas alcanza a tenirse de progresista porque el que completa el par, la "derecha popular",  flirtea con el fascismo. Es tiempo de romper los certificados del miedo en la plaza pública y hacerle ver a los poderosos que ya no tienes miedo. El precio de no hacerlo es entregarle a la extrema derecha el monopolio del desencanto.

Es tiempo de reconocer los miedos del poder y administrárselos. ¿Que tienen miedo al feminismo? Más feminismo. ¿Que tienen miedo a las empresas públicas? Más empresas públicas. ¿Que tienen miedo al pueblo consciente? Más consciencia. ¿Que tienen miedo al derecho a decidir sobre cada rincón de la vida? Más república. ¿Que tienen miedo al pueblo en las calles? Más huelgas y más manifestaciones. ¿Que tienen miedo a que recordemos quiénes son y lo que cada vez que han podido nos han hecho? Más memoria. Y además, sin perder la alegría. Decirle a los que están incubando la tristeza y la desolación que por todo eso, para poder continuar, aún tenemos memoria de la última vez que nos la jugaron. Y que el olvido y el perdón lo gestionamos nosotros, no los mayordomos del pensamiento ni los capataces de las desigualdades.

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Un poco de rencor de clase https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/06/05/un-poco-de-rencor-de-clase/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/06/05/un-poco-de-rencor-de-clase/#respond Sun, 05 Jun 2022 05:53:21 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10113 alt --> La meritocracia es más cratos (poder) que méritum (merecido) El mito de la meritocracia es eso: un mito. Claro que si te esfuerzas tienes más posibilidades de lograr algo que si no lo haces. De sentido común. Y también era sentido común lo que decía Sartre de que uno tiene sentido de la clase a la … Continuar leyendo "Un poco de rencor de clase"]]> Un poco de rencor de clase

La meritocracia es más cratos (poder) que méritum (merecido)

El mito de la meritocracia es eso: un mito. Claro que si te esfuerzas tienes más posibilidades de lograr algo que si no lo haces. De sentido común. Y también era sentido común lo que decía Sartre de que uno tiene sentido de la clase a la que pertenece cuando quiere subir y es rechazado. Los banqueros de España siempre rechazaron a Mario Conde porque era un cualquiera y las élites francesas nunca toleraron a Sarkozy porque no era más que un empleado, aunque se empatara con Carla Bruni y se pusiera alzas en los zapatos. Claro que algunos se cuelan. Pero los reyes se casan con las plebeyas solo cuando lo contrario pone en juego a la institución. Y eso sí: cuando los plebeyos quieren comportarse como los reyes, son ellos los que terminan en la cárcel.

La filosofía política sabe que la meritocracia no existe desde hace medio siglo. Desde la izquierda utópica -y luego Marx lo acuñó en su Crítica al programa de Gotha- se ofreció el "de cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades" ("Jeder nach seinen Fähigkeiten, jedem nach seinen Bedürfnissen!"). Es un ideal utópico que no deja de ser autoritario y paternal. Esto es, propio del siglo XIX. Autoritario porque obliga a cada individuo a entregar lo que alguien entienda que son sus capacidades; paternal porque entrega a la ciudadanía lo que fueran sus necesidades al margen de su esfuerzo y voluntad. Vale en una sociedad sin ciudadanía. Cuando los derechos ciudadanos se despliegan, hace falta ir un poco más allá.

La igualdad de oportunidades es otra mentira. Porque de nada vale que todos los corredores partan de la misma línea de salida si alguno de ellos hace dos días que no come. De hecho, las desigualdades no han hecho sino aumentar en este último medio siglo. Y las desigualdades son constructoras de tristeza, desperdician recursos intelectuales, generan bolsas de poder y debilitan la democracia. Y esto vale para una sociedad nórdica o una sociedad subsahariana.

La igualdad de capacidades, desarrollada por filósofos vinculados a su vez al Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, busca la equidad, esto es, establecer las bases para capacitar a todos los miembros de una sociedad de manera igualitaria. Y corresponderá a los individuos tomar sus decisiones (que todo el mundo pueda hacer una carrera o aprender un idioma y tenga también la libertad de dedicar su tiempo de vida a otros menesteres). Unas bases iguales en educación, sanidad, vivienda, ocio, transporte... que permita formarse a todos los miembros de una sociedad de manera similar y, por tanto, alcanzar una base equitativa (que no ya igualitaria). Martha Nussbaum y Amartya Sen han sido dos de los más finos desarrolladores de esta idea, que crece desde los trabajos de John Rawls sobre la justicia pero incorporan todas las críticas de los sectores subalternos que quieren ser iguales cuando la desigualdad les perjudica pero quieren ser diferentes cuando la igualdad les descaracteriza (Boaventura de Sousa Santos) y, además, sabe que a situaciones desiguales hay que aplicar un tratamiento desigual.

La izquierda arrinconada

La meritocracia se ha convertido en un mito que justifica la arrogancia que muestra la derecha y la extrema derecha para hacer valer sus privilegios. La supuesta meritocracia es la que justifica que la extrema derecha en todos los países haga una cosa y diga la contraria sin pagar un precio electoral por ello. La meritocracia le hace decir a Isabel Díaz Ayuso, de 43 años, que lleva 40 años trabajando y no se le mueva un músculo de la cara. Porque se siente arropada en el castillo medieval en donde vive con su partido y sus aliados del posfranquismo. De la misma manera, VOX puede votar invariablemente contra los taxistas pero hacerse una foto en una manifestación del taxi. O votar en contra de la subida del salario mínimo pero crear un sindicato para pelear contra los sindicatos que han colaborado en la subida del salario mínimo. O votar en contra de la ley que garantiza la subida de las pensiones pero decir que apoya a los pensionistas, o ir en tractor a una manifestación del campo después de haber votado en contra de que no se puedan vender productos agrarios con pérdidas.

La izquierda se está dejando arriconar por mentirosos. Es verdad que los medios de comunicación son quienes les permiten a las derechas esa vida inmoral, pero también tienen su culpa los partidos de izquierda por dejar de decirle con más contundencia y con más asiduidad a los partidos de la derecha que son los enemigos de la democracia. Eso vale para Colombia -donde un corrupto, Rodolfo Hernández, ha pasado a la segunda vuelta contra Gustavo Petro-, para México -donde el PRI y el PAN no dejan acabar un día sin que les salte algún escándalo pero braman cada mañana contra López Obrador como si fuera Belcebú- o España -donde el partido de la corrupción que es el PP acorrala al PSOE y el PSOE, acobardado, acorrala a Unidas Podemos-. Lo que está pasando con la guerra de Ucrania es emblemático: la inflación está empobreciendo a toda Europa y poniendo una alfombra roja a la extrema derecha por una decisión que sólo beneficia a los Estados Unidos. Mientras, las aquí extremas derechas puede apoyar que se manden armas a Zelenski al tiempo que siguen hermanadas ideológicamente con Putin.

Sin un poco de rencor de clase, vamos al abismo

Alguien invita a un político de extrema derecha a su programa de entretenimiento, donde todos sonríen y hablan de la vida, y termina un adolescente asesinando en un colegio a dos decenas de niños y dos maestraes porque hay políticos que defienden que es un derecho que todo el mundo pueda ir armado.

Alguien dice que un Rey es muy campechano y que son más las cosas que ha hecho por España que sus fechorías y le dan vítores en unas regatas, y un familiar suyo termina dando su apoyo a una dictadura militar que vuelve a llevar a España a la más oscura de las noches.

Un monárquico borracho apellidado Senillosa, que asesinó por conducir ebrio a dos personas, interrumpe a una periodista que está entrevistando a Serrano Suñer, cuñado de Franco y responsable de las deportaciones de republicanos, diciendo que los 6000 españoles asesinados en Mauthausen son "una anécdota", y los medios de comunicación terminan diciendo que lo que le pasa al Emérito es por culpa de las "indiscreciones" de su amante Corrinna.

Una entrevistadora de televisión regaña a un contertulio diciendo que deje de hablar de fascismo, luego la presidenta de la Comunidad de Madrid le dice a esa misma presentadora que cuando te llaman fascista es que estás en el lado bueno de la historia, y remata el alcalde de Madrid afirmando que serán fascistas pero saben gobernar; luego, militares que celebraban un chat donde se invitaba a fusilar a 26 millones de españoles deciden que ya es hora de volver a llenar las cunetas de, para ellos, los malos españoles.

Un falangista asesina a García Lorca y se va a celebrarlo al bar diciendo que le ha pegado dos tiros en el culo por rojo y por maricón, Queipo de Llano autoriza a las tropas moras de Franco a violar a las mujeres republicanas, Franco dice que le sobra media España y fusila a 200.000 españoles, el último presidente del franquismo es el primer presidente de la transición después de haber sido responsable del fusilamiento de, quizá, 4000 españoles en Málaga, y al final, un miembro de la Real Academia, que se estremece cuando ve un "sólo" que quiere decir "solamente" sin tilde, termina no entendiendo la diferencia entre la bandera tricolor republicana francesa, que peleó contra los nazis, y la bandera monárquica española roja y amarilla, que ayudó a Hitler a gasear judíos y españoles.

Un periodista que abochorna hasta a los periodistas más corruptos llama hija de puta, en sede parlamentaria, a una diputada que, según la teoría liberal, representa a toda la nación aunque sea vasca, y finalmente grupos de extrema derecha vuelven a recorrer la noche de Madrid con bates de beibol y cadenas.

La iglesia católica robó cientos de miles de recién nacidos a republicanas y a pobres y termina, del dinero que recibe de la declaración de la renta, dedicando más euros a pagar a Carlos Herrera en la COPE que a Caritas.

Una diputada de extrema derecha se empadrona ilegalmente en Andalucía para poder seguir siendo política y miles de personas subsaharianas se ahogan en el Estrecho porque eso es mejor que la posibilidad de que se empadronen ilegalmente con la malsana intención de poder trabajar.

Un gurú económico del PP plagia su tesis igual que un rector de la Universidad donde le han regalado al PP sus títulos y máster y al final la universidad pública, que es donde estudian las mayorías, tiene que cerrar sus puertas por la escasa calidad de sus titulaciones.

Conclusión: no dejarse acorralar

Me pasa leyendo a algunos filósofos sociales -como  Innerarity- que tengo la sensación de que en sus análisis no hay gorrones, canallas, egoístas sin escrúpulos, mentirosos y vividores a los que les da lo mismo la regla de la democracia y están en la sociedad a ver qué depredan. Al contrario, parece que tienen más culpa los izquierdistas que señalan a los que incumplen la Constitución y se ciscan en la bandera pero van de constitucionalistas y llevan la roja y amarilla hasta en los calzones. Esos free riders son individuos minoritarios pero consistentes (como explicó Norbert Lechner) que en los tiempos de crisis en que vivimos, representan una sociedad Mad Max donde está justificado todo porque están en guerra. Y tienen a la izquierda entre las cuerdas.

A veces, cosas insignificantes que se dejan pasar terminan en catástrofes y catástrofes que algunos quieren olvidar, convierten a la democracia en insignificante y preparan el camino de las nuevas catástrofes.

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Gustavo Petro, la Colombia que quiere ser un pueblo https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/05/28/gustavo-petro-un-colombiano-que-vuelve-a-ser-un-pueblo/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/05/28/gustavo-petro-un-colombiano-que-vuelve-a-ser-un-pueblo/#respond Sat, 28 May 2022 18:50:30 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10086 Gustavo Petro, la Colombia que quiere ser un pueblo

Bogotá, como Colombia, tiene pegados el cielo y el infierno. En Chapinero, en el nororiente de la capital, está una ciudad del ocio que harían las delicias de las Kardashian, con edificios enteros remozados con luces de neón y dedicados a todas las músicas imaginables, restaurantes de cada rincón del planeta acompañados de lujosos decorados y caros coches que conducen cachorros de empresa que mueven la mandíbula; interrumpiendo el paisaje, esquinas con perros calientes y pinchos morunos para que maten el hambre los que se gastaron todo en las caras copas. Tras el humo de esos chiringuitos de lata se ven en penumbra, manchados de la noche, los recogedores de latas, plásticos y cartones que intentan sobrevivir arrumbando la miseria que los demás tiran, perfil que recorta a la gente guapa y a los caros modelos que desfilan entre suplicantes mendigos con las manos llenas de monedas que no llegan a 500 pesos. Sentados en el suelo se confunden los adolescentes que vomitan la cerveza y el Jaggermeister y los desahuciados de un gobierno al que nunca ha parecido interesarle mucho su pueblo.

En Colombia hay elecciones hoy, domingo 29 de mayo. Más de 400 observadores internacionales están en el país. Decía Perón que el ser humano es bueno, pero que si lo vigilas, es mejor. Le ocurre igual a la democracia colombiana: si la vigilas quizá sea mejor. Aunque hay zonas donde no llegan los ojos de nadie. Los paramilitares controlan zonas del país donde matan a quienes no les obedecen. Es el sitio de América Latina donde el voto puede costarte más caro. EEUU nunca ha criticado a Colombia.

En verdad, en cuanto a las ventajas de la vigilancia, a cualquier democracia le pasa igual. Ahora mismo, una de las democracias más podridas del mundo occidental es la norteamericana. La que va vigilando democracias por el mundo y repartiendo carnets de buen demócrata. Suele entregarlos si les acompañas en sus invasiones. El Presidente colombiano saliente, Iván Duque, pertenecía al Grupo de Lima, donde también estaba la OEA en uno de sus peores momentos, bajo el mandato del corrupto y justificador de golpes de Estado, Luis Almagro. El Grupo de Lima callaba cuando sus miembros disparaban contra su pueblo, por ejemplo en el Chile de Piñera o en la Colombia de Duque, pero intentaron una invasión de Venezuela, junto con los EEUU y avalada por el único Presidente del mundo que se ha autoproclamado en una plaza, Juan Guaidó. Ya no pueden ni llamarse Grupo de Lima porque la izquierda ganó las elecciones en Perú.

La derecha siempre juega con las cartas marcadas. Pero en Colombia siempre han exagerado. No en vano, Álvaro Uribe prometió a los EEUU convertir a su país en la "Israel latinoamericana", con cinco bases militares, solo superado por los países centroamericanos (9 bases en Honduras, 8 en Guatemala, 8 en Belice, 6 en Panamá). Colombia ha sido durante mucho tiempo un narcoestado, con un Presidente, Uribe (2002-2010), vinculado al paramilitarismo y a las drogas, que ha visto como buena parte de sus colaboradores han ido entrando en la cárcel por sus relaciones con los cárteles de la droga. Su padre ya aparecía en los listados norteamericanos de narcotraficantes y bajo su gobierno se dieron, además de numerosas matanzas, el caso de los "falsos positivos", campesinos, gente pobre y líderes sociales asesinados por el ejército y presentados como guerrilleros para cobrar la recompensa. Uribe siempre ha luchado contra la paz.

La observación internacional busca "vigilar" las elecciones del domingo donde todas las encuestas dan como rotundo ganador a Gustavo Petro, candidato del Pacto Histórico "Colombia Puede" –aunque todo el mundo se refiere a esta agrupación como Pacto Histórico-. Se trata de un frente amplio de partidos y organizaciones sociales y comunitarias, entre las que están Colombia Humana, el partido de Gustavo Petro, la Unión Patriótica-Partido Comunista, el Polo Democrático Alternativo de Francia Márquez (activista social, feminista y ecologista afrodescendiente que acompaña como número dos a la candidatura), el Movimiento Alternativo Indígena y Social, y el Partido del Trabajo de Colombia entre otros.

Conviene vigilar las elecciones colombianas porque, sin ir más lejos, en las elecciones legislativas de marzo de 2022 se repitieron tres de los comportamientos repetidos en las elecciones de Colombia desde que asesinaron en 1948 al candidato de la izquierda Jorge Eliecer Gaitán, un hombre que decía que no era un hombre sino un pueblo. Expresión del deseo de superar uno de los principales problemas de Colombia, las desigualdades, y con capacidad de movilización popular a la búsqueda de la reforma agraria. Por eso le pegaron cuatro tiros en la carrera séptima con la Avenida Jiménez. Su muerte echó al pueblo a la calle en lo que se conoce como el Bogotazo. De aquella represión brutal nacería la guerrilla. En Colombia, los líderes de la izquierda van con escoltas para que no les maten. Es duro ver a gente en España, cuando nos visitan, hacer vida tranquila, y verles aquí en Colombia bajo la amenaza permanente de las balas del poder. Me recuerda momentos terribles de nuestra historia. Gente como la Senadora María José Pizarro, del Pacto Histórico, hija de un líder asesinado, son heroínas y héroes. Como toda la gente anónima que sostiene lo que hay de democracia en Colombia.

En las elecciones de hace un par de meses se volvieron a registrar casos de fraude electoral –le robaron escaños al Pacto Histórico, que después recuperó no sin esfuerzo-, volvió a enseñorearse la corrupción, con enormes bolsas de compra de votos, se interrumpieron las votaciones con amenazas y coacciones violentas del paramilitarismo en zonas del país, y se volvieron a asesinar a líderes sociales y políticos y a miembros de la guerrilla desmovilizados por los acuerdos de paz de 2016.

Gustavo Petro también fue guerrillero del M-19, el Movimiento 19 de abril, desmovilizado a finales de los 80. Entró en la guerrilla con 18 años, en un tiempo en el que la derecha asesinaba a los líderes de la izquierda y robaba las elecciones cuando perdía, como le pasó a la ANAPO, la Alianza Nacional Popular en 1970. Luego fue alcalde de Bogotá, y como intentaron hacer con López Obrador con el llamado "desafuero", le aplicaron avant la lettre el lawfare y lograron sacarlo de la alcaldía en 2013 con malas artes. Pero a Petro nunca le han derrotado. Y no odia nada la derecha más que a aquellos que les infligen derrotas  y, encima, no se dejan derrotar ni pierden el ánimo. Ahí están Melenchon, Lula, Maduro. No les odian por las políticas que hacen, sino porque no pueden vencerles. Y aún más cuando hacen cosas que les descolocan. Como cuando en 2014 Petro y su gente pidieron el voto para la reelección de Juan Manuel Santos, el que había sido Ministro de Defensa de Uribe pero había roto con él. El progresismo votando a un candidato de derecha para, precisamente, impedir que ganara el uribismo contrario a la paz que representaba el Centro Democrático. El uribismo está muerto, pero como le pasa al neoliberalismo, se va a despedir matando.

Gustavo Petro es algo más que el representante de una fuerza política. Tiene detrás el estallido social de abril de 2021, el conocido como Paro Nacional –una protesta que tenía como detonante la reforma tributaria pero que, como ocurrió en Chile con la subida del metro, expresaba el agotamiento del régimen-. El estallido dejó en el país, en especial en Cali y Bogotá, decenas de muertos, centenares de heridos, miles de detenidos. Si hubiera ocurrido en Venezuela los EEUU habrían hablado de invadir el país. Pero Colombia es la Israel norteamericana. Quizá por eso, en la víspera de las elecciones, Joe Biden e Iván Duque han firmado un acuerdo que sitúa de facto a Colombia como miembro de la OTAN. Nunca han faltado soldados colombianos en las aventuras imperiales norteamericanas desde la invasión de Irak.

Las elecciones de este domingo en Colombia pueden resolverse con la victoria de Gustavo Petro y Francia Márquez en primera vuelta –se necesitan el 51% de los votos, unos 11 millones de papeletas-. El desafío no es fácil, pero Petro ha logrado las dos cosas que reclama un frente amplio cuando quiere ser expresión de cambio: un liderazgo fuerte y cercano y un modelo de país en donde las mayorías, los más humildes pero también las clases medias, vean una oportunidad de prosperar en un país más decente.

La derecha, que había apostado inicialmente por 'Fico' Gutiérrez –una caricatura de los reductos del uribismo-, ha ido dejando paso a Rodolfo Hernández, un empresario casi octogenario y arrogante que fue, sin pena ni gloria, alcalde de Bucaramanga, y al que refieren como el "Trump criollo", esto es, un tipo faltón y sobrado que expresa el clasismo típico de los ricos colombianos (otra vez un fenotipo que, en realidad, es universal). Hernández, como candidato típico de la crisis del neoliberalismo –un insider que se presenta como un outsider- tiene más posibilidades de sumar a gente despistada que la candidatura derechista de Gutiérrez. Aunque en el fondo, ambos representan lo mismo: inmovilismo. En la crisis del neoliberalismo la derecha contrasta entre los que mienten y maquillan sus intenciones, como Hernández, y los que refuerzan sus contenidos más autoritarios, como Gutiérrez. Aplíquenlo a cualquier país.

El gobierno de López Obrador en México y la augurada victoria de Lula en Brasil (el 2 de octubre de 2022), que acompañan a los triunfos de la izquierda en Bolivia, Chile, Argentina, Honduras o Venezuela, hacen de la victoria de Petro y Márquez en Colombia un punto de inflexión. Colombia puede convertirse en un referente regional por la solidez política de Petro, por su claridad en la catástrofe medioambiental en la que vivimos y por su enorme compromiso con la unidad regional. No es extraño que la derecha le haya obligado a terminar la campaña con chaleco antibalas y escudos en los mítines para evitar a los sicarios. Las oligarquías nunca perdonan a los que les quitan el sueño. Pero Petro sabe que no es culpa del pueblo que sus sueños sean siempre vistos por las élites como pesadillas.

 

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Doce paradas en el país de Sancho Panza https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/05/20/el-pais-de-sancho-panza/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/05/20/el-pais-de-sancho-panza/#respond Fri, 20 May 2022 16:07:15 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10067 alt --> 1. Claro que hay dos Españas. Pero siempre han andado desequilibradas. En una, siempre, mucha gente, mucho pueblo; en la otra, el poder. Y el pueblo al que convencen. En la España de los muchos retrocesos, la que mide la historia por sus dirigentes, están los reyes, sus generales, los obispos, los banqueros, los señoritos; … Continuar leyendo "Doce paradas en el país de Sancho Panza"]]> Doce paradas en el país de Sancho Panza

1. Claro que hay dos Españas. Pero siempre han andado desequilibradas. En una, siempre, mucha gente, mucho pueblo; en la otra, el poder. Y el pueblo al que convencen. En la España de los muchos retrocesos, la que mide la historia por sus dirigentes, están los reyes, sus generales, los obispos, los banqueros, los señoritos; cuando es menester, mercenarios extranjeros; rondando, corruptos con cárcel o sin ella, policías que trapichean con los bajos fondos; aristócratas, nobles, el cuerpo diplomático, periodistas que venden su pluma por un trago... El trono, el altar y la espada, aliados con el dinero, casi siempre han triunfado. Masacrando a la otra España. Una "Santa Alianza" que cuando no están en el Gobierno de España cree que se está rompiendo el orden de las cosas. Y si ven a España rota, van y la revientan.

2. ¿No son a menudo los exabruptos excesos propios de los que quieren tapar sus pecados? Los que cortaron en 1823 la cinta de los caballos de Fernando VII y se pusieron ellos como animales de tiro para llevar al Rey al Santuario de Atocha al grito de "¡Vivan las caenas, abajo la nación!" eran antiguos críticos con la monarquía, principalmente masones, que entendieron que llegaba el absolutismo y querían estar entre los ganadores. Muy parecido al memorándum que le mandó la Universidad de Cervera al Rey Felón, publicado, para que no hubiera pérdida, en el BOE de la época, la Gaceta de Madrid, un 3 de mayo de 1827, con una frase a mayor bochorno de las casas de estudios superiores: "lejos de nosotros la peligrosa novedad de discurrir". A los Borbones nunca les ha gustado que el pueblo piense por sí mismo. El ABC, periódico monárquico que en su día alabó a Hitler y a Franco, le ha dedicado invariablemente portadas a los juicios del Lawfare contra la gente de Unidas Podemos. Y cuando las causas eran archivadas, pues ¿para qué contarlo?

3. El oportunismo, que es propio de tiempos turbulentos, puede presentar credenciales en todo el espectro político. Puede halagar desde la izquierda prometiendo una revolución en favor del pueblo cuando el pueblo reclama cambios -aunque no se tenga voluntad alguna de cumplir-. Es lo que hizo el PSOE de Felipe González durante la Transición. Puede, como VOX, prometer que va a prender fuego a los herejes, aunque nunca lo hará porque la extrema derecha siempre es la guardiana de los señoritos.  Igualmente, puede, desde la izquierda, moderar el ambiente con guiños a la derecha para evitar la sensación de radicalidad. Fue la estrategia de Santiago Carrillo cuando el PCE fue legalizado. Pasadas las décadas, también es lo que representó una de las familias de Podemos en sus orígenes. No debiera volver a cometer ese error. Mejor mirar a Melenchon que al Partido Socialista francés.

4. El oportunismo en la política suele confundir la transversalidad con la renuncia a una línea ideológica. La transversalidad tenía sentido en el final del siglo XX contra el discurso viejuno de clase, que solo sabía hablar a un proletariado que ya no existe. Si la lucha emancipatoria es electoral, hay que llegar al mayor número posible de gente. Ahora bien, mientras la derecha ha sido capaz de poner en marcha la posverdad, las fake news, los bulos y las contradicciones, desde la izquierda no hay transversalidad válida si eso implica mentir (agradar a todos), vaciar tu mensaje (no mojarte) y aprovechar las emociones para ahorrarte explicar cuáles son tus planes. De la misma manera, no hay transversalidad si para ganarte a los que no están pierdes a los que están. Porque los segundos han demostrado que votan y los primeros está por ver qué hacen.

5. El oportunismo en la izquierda siempre viene cargado de excesos. Los excesos, decían los clásicos, descompensan los humores del cuerpo y producen enfermedades. Hay dos riesgos inmediatos en los que suele caer el oportunismo. Primero, cuando le dice a todo el mundo lo que quiere oír. En segundo lugar, cuando argumenta que esa "transversalidad" solo es una táctica para ganar las elecciones y después poder hacer la verdadera política. Si le dices a todo el mundo lo que quiere oír, directamente mientes a alguien. Si dices que todo lo que ahora callas lo pondrás en marcha cuando gobiernes, mientes igualmente pues lo que ahora no discutes porque es problemático tampoco lo vas a hacer cuando tengas toda la tarea de gobierno por delante. Ni estará en la agenda ni habrá base social para defenderlo ni en el fondo te interesa tanto.

6. En los momentos de crisis económica siempre hay algún elemento populista que señala a los ricos como parásitos. No todo en las crisis es economía, pero sin la crisis económica –y también con el miedo a la crisis económica- es más difícil que el populismo tenga arraigo. La religión y la nación hacen el resto. El populismo funciona como "momento destituyente", donde la posibilidad de acabar con lo existente aúna fuerzas para actuar como un ariete que sirve para tumbar la puerta de la fortaleza, pero no para organizar luego el castillo. Los que quieren mantener el populismo como herramienta para organizar el postneoliberalismo en el fondo están reclamando una organización vertical donde nadie pida cuentas al líder. El populismo suele convertirse en un refugio de canallas.

7. Mientras la izquierda da tumbos porque no tiene una utopía, la derecha, hoyando en el estiércol de su fin de la historia, es una caricatura obscena, la obesidad degradada del abandono de la ética, con esa estética de los ricos jugando a ser pueblo el día de los pobres. Vargas Llosa resume esa historia repetida como falsa. Pidiendo el voto para la corrupta Fujimori, para Albert Rivera, para Pablo Casado, para Feijóo o para Bolsonaro contra Lula. Es la prueba más clara de la deriva ideológica del conservadurismo devenido en un fracasado payaso sin gracia y sin compasión. No es fácil entenderlo, porque la derecha siempre ha sido "de orden", que era una manera elegante de defender el statu quo. Sólo en momentos de peligro abrazaban el golpismo, aunque gente como el mismo Vargas Llosa escribieron sus mejores letras criticando las dictaduras. La deriva de la derecha hacia la extrema derecha tiene que ver básicamente con dos cosas: la manera de pensar que ha sembrado el neoliberalismo (lo que llamamos la "racionalidad" neoliberal), y con lo que ven como un peligro a su bienestar y su idea de orden.

8. La derecha puede decir una cosa y la contraria. No tienen problema. Pueden hacer fraude a la hora de empadronarse -pese que criticaban a la inmigración por, supuestamente, hacer eso. Y pueden presentarse como víctimas cuando el estado de derecho les para los pies. Lo relevante para ellos es defender un espacio libre de cualquier debilidad. Un "nosotros" que se basa sobre todo en que hay "enemigos". Sin enemigos no funcionan. Por eso gritan machaconamente "¡Venezuela!, ¡Irán! ¡Comunismo!". Saben que es mentira, pero necesitan crear un "nosotros" sin mácula. Terminan creyéndose sus propias mentiras. Porque el grupo violento y viril es el que les autoriza socialmente a no tener empatía. Por eso no pueden poner en cuestión nunca su espacio. Ni siquiera cuando roban, como Espinosa de los Monteros, o cuando falsifican, como Rocío Monasterio. Ellos tienen bula. ¿Por qué? Porque se lo creen. Están pidiendo a gritos que les paremos los pies desde la más genuina dignidad.

Las reuniones políticas en la derecha se parecen cada vez más a una reunión de los grupos de la mafia para repartirse el mercado.

Sus enemigos son los que quieran construir marcos políticos de responsabilidad. No quieren ningún compromiso. Quieren mercado, porque ahí "el que más chifle, capaor". Pero tampoco dudan en pedir dinero al Estado para ellos al tiempo que llaman paguita a la ayuda a los demás. Si el PP es el partido más corrupto de la historia de España, a ver qué problema van a tener en conseguir subvenciones. Pedir es mejor que robar. Igual que critican a la izquierda su compromiso internacional –ayudas, refugiados, inmigrantes- y dicen que abandonan a los españoles. Pero cuando das ayudas a los españoles, como en las colas del hambre, dicen que son parásitos. No argumentan desde un espacio político: argumentan desde un espacio de interés. Las reuniones políticas en la derecha se parecen cada vez más a una reunión de los grupos de la mafia para repartirse el mercado.

9. El oportunismo de izquierda flirtea con los marcos de la derecha. Y aunque dice querer combatirlos solo lo hace de una manera superficial. Es más fácil criticar a Macarena Olona por querer empadronarse ilegalmente en Salobreña que criticar la normalización de la extrema derecha que quiere vaciar la Constitución, someter a las mujeres, explotar a los inmigrantes o regresar a un "orden natural" en la sociedad.

10. En esa "transversalidad conservadora" se juega con que hay gente que no quiere conflicto. Gente que podría votar a la izquierda pero ha ido a ver al Emérito El Defraudador a Sanxenxo. Hay gente humilde que apoya al poder. Los que empezaron a gritar ¡Vivan las caenas! eran impostores, pero algún viva arrancarían a algún jornalero hambreado. Es igual que los inmigrantes que quieren ser del equipo de futbol más sistémico, sea el Bayern de Munich, el Real Madrid o el Barcelona. Lo resumía Elias Canetti: ladrar con los lobos para que no te devoren. La  izquierda tiene que escucharles. Pero no tiene tampoco la obligación de consentirle sus devaneos con la corrupción o con el fascismo. Quienes piensan así -esa transversalidad hueca- ven en el pueblo no la soberanía popular sino votantes sobre los cuales elevarse. Hay que contarle al pueblo que no todo el mundo es igual. Y el pueblo tiene que salir de esa lógica de twitter donde vale igual la opinión sobre la ciencia de Einstein que la de un terraplanista. Eso se hace estudiando y debatiendo.

11. Hay una España que vota a Isabel Díaz Ayuso y a José Luis Martínez Almeida porque defienden un modelo de ricos y pobres. Y lo quieren mantener porque les beneficia. Hay gente que jalea al Emérito porque representa el statu quo que quieren perpetuar. Y su máxima expresión son pobres apoyándoles, gente que debieran tener enfrente con un cuchillo entre los dientes, pero que les apoyan porque creen que así van a salir de la pobreza. Pobres golpeados, que en momentos concretos toman cuerpo en esos desgraciados con alma de chivatos que cazaron a uno un poco más pobre que ellos que había robado en Navidades una caja de gambas de un supermercado.

12. Aznar, Blair y Bush nos mintieron sobre la guerra de Irak. Todos los dirigentes del PP -antes AP- han robado, han dejado robar o han colocado en puestos clave a ladrones. La guerra de Irak, ha afirmado el expresidente de Estados Unidos George W. Bush en Dallas, fue una «invasión brutal e injustificada», Hablaba desde el auditorio del George W. Bush Presidential Center, en Texas. Rápidamente ha corregido y ha dicho: es que tengo 75 años. La gente se reía. Los más de 600.000 irakíes asesinados con la excusa de la mentira de que había armas de destrucción masiva no se ha reído. Los muertos no se ríen ya de nada, aunque las calaveras engañan. Podía haber dicho: perdonen, es que soy un malnacido. Pero entonces, también Blair y José María Aznar serían unos malnacidos. Entre amigos, tratarse así no forma parte de los usos.

Una coda para Don Quijote

En Dallas, el público se reía. En Sanxenxo, aplaudía. En ambos sitios había gente protestando. Pero en las televisiones de Sancho Panza no les han sacado. Don Quijote no sabe qué hacer con la lanza, si afilarla o dejarla en la esquina. Tiene que hablar con Dulcinea.

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La unidad de la izquierda, ¿volver a empezar? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/05/15/la-unidad-de-la-izquierda-volver-a-empezar/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/05/15/la-unidad-de-la-izquierda-volver-a-empezar/#respond Sun, 15 May 2022 08:28:53 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=10038 Grandes avances en políticas públicas, grandes torpezas en la construcción de la unidad

El Gobierno de coalición en España ha brindado leyes profundamente esperanzadoras gracias a que Unidas Podemos está empujando para que se cumpla el programa. Sin hacerse muchas trampas al solitario: para cambiar las estructuras en la fase neoliberal de los Gobiernos europeos hace falta mucho más que 35 diputados. Y claro que te comes sapos. Desde la huida del rey a la fusión de Bankia y La Caixa pasando por las votaciones conjuntas del PSOE y el PP en tantas cosas hasta llegar al espionaje de Pegasus (que seguro que nos ha afectado a muchos de Podemos aunque todavía no se sepa). Pese a todo esto, sin el coraje de Ione Belarra, Yolanda Díaz e Irene Montero no habría ley de familia ni ley del solo sí es sí, ni tope al precio del gas, ni ley de infancia, ni reforma laboral, ni subida del Salario Mínimo, ni moderación en el ardor guerrero, ni se esperaría ley de vivienda... Por todo eso, que las cuitas internas obliguen a hablar de "nosotros" hace pensar en oportunidades perdidas. Porque sería mejor hablar de otras cosas. Pero, como algunos aprendimos de la estrategia de Gorbachov que llevó a la ruina a la Unión Soviética, los problemas no se resuelven porque los ignores.

La vieja política ha enseñado la patita en Andalucía

Lo que ha ocurrido en Andalucía para elegir la lista unitaria de las fuerzas progresistas ajenas al bipartidismo es vieja política. Cuando hace ocho años se puso en marcha el proyecto de Podemos precisamente todo lo que ha pasado en el proceso andaluz era lo que se quería superar, en el procedimiento, en las formas y en el resultado. Y no será porque se empezara tarde. Desde septiembre hubo dirigentes que empezaron a dialogar.

Es sensato que todos los fragmentos de la amplia familia de la izquierda se unan, porque la alternativa es un Gobierno de la derecha con la extrema derecha. Pero si se hace a cualquier precio y descuidando las formas, es bastante probable que electoralmente sea un fracaso. De manera que, si el Frente Amplio no se hace con inteligencia y sensibilidad, (1) el resultado final será que gobernarán la derecha y la extrema derecha, (2)  la gente progresista perderá sus opciones de a dónde dirigir su voto (y hablamos de que Podemos e Izquierda Unida llegaron a tener seis millones de votos en España), y (3) qel espacio de la izquierda real quedará devastado por una temporada (ese voto no va a volver mayoritariamente al PSOE).

Los partidos políticos, cuando se consolidan, son un tipo de organizaciones donde la supervivencia de sus funcionarios y sus propias inercias pesan más que la ideología, especialmente cuando las bases no forman parte del debate. La profesionalización de la política produce metástasis en las organizaciones.

En España, cuando estalla el 15M, Izquierda Unida era una fuerza política burocratizada, ajena a las exigencias de novedad ante lo que era un claro agotamiento del régimen del 78 e incapaz de sumar a la amplia familia de la izquierda. Lo que no quita que durante décadas fuera la fuerza política que mantuvo la dignidad cuando la política en España era un yermo. Fueron muy evidentes las distancias entre la entonces ejecutiva del partido que dirigía Cayo Lara y lo que estaba pasando en las calles. Por eso nació Podemos, agradeciendo todo lo creado o defendido pero entendiendo que hacía falta algo nuevo (justo antes de anunciar el arranque de la formación morada, Pablo Iglesias y yo bajamos a Córdoba a contarle a Julio Anguita lo que íbamos a hacer. Decisión que el fundador de IU celebró como correcta).

El posterior desarrollo político volvió a juntar a Podemos y a Izquierda Unida, aunque desde el primer momento hubo un aviso de que aquello podía no funcionar: la primera vez que fueron juntos perdieron un millón de votos. Las calles pedían "unidad, unidad", pero al tiempo, esa unión debilitaba la identificación de Podemos con lo nuevo. Además, la pugna histórica entre el socialismo y el comunismo iba a dificultar que los votantes de ambos lados se emocionaran con Unidas Podemos. En otros términos, los votantes tradicionales del PSOE podían votar a Podemos, pero se les hacía más cuesta arriba votar a Izquierda Unida. En la otra dirección, aunque menos acentuado, pasaba lo mismo.

Para representar lo nuevo, Podemos estableció una serie de reglas : rotundidad ideológica, identificación con las mayorías, limitación de mandatos, reducción del sueldo de los políticos, participación de las bases a través de los círculo y en todas las decisiones importantes y elección de los cargos a través de primarias

Para representar lo nuevo, Podemos estableció una serie de reglas  que realmente la convirtieran en una fuerza política diferente: rotundidad ideológica, identificación con las mayorías, limitación de mandatos, reducción del sueldo de los políticos, participación de las bases a través de los círculo y en todas las decisiones importantes y elección de los cargos a través de primarias. No siempre ha acertado en hacer valer estos principios diferenciales. En algunos casos, incluso, los ha incumplido de manera determinante. La lucha política, como el poema de Brecht, enronquece la voz.

Podemos atrajo la atención de millones de españoles con su promesa de hacer las cosas de manera diferente, con su compromiso de no pactar nada en salones y en lo oscuro, de no caer en cambalaches y de anteponer los intereses colectivos sobre los personales y los del partido. No se trata de ser ingenuos: en la lucha política no puedes pelear con una katana contra cañones como El último samurái. Para luchar contra gigantes no valen tirachinas. Pero si das la sensación de que eres igual que aquellos a los que combatías, pierdes tu diferencia. Podemos no siempre ha logrado esta cuadratura del círculo. La tensión entre la "maquinaria de guerra electoral" y el "partido-movimiento" ha acompañado al partido morado desde su anunciación en el Teatro del Barrio.

La transparencia es necesaria. Porque de no funcionar, corres el riesgo de que te terminen estallando en la cara las viejas artes, como ha pasado en Andalucía. Si acostumbras en las relaciones entre socios al politiqueo, termina imponiéndose el politiqueo. Por eso conviene que la política emancipadora se renueve.

Ni todo Podemos era Pablo Iglesias ni todo el Frente Amplio será Yolanda Díaz. Los cesarismos son contrarios a las necesidades de la reinvención de la política. E insisto: eso vale para el pasado de Podemos como para el futuro de Podemos y de lo que espero sea un Frente Amplio.

Podemos lleva ocho años sufriendo el ataque de las cloacas. Y eso termina haciendo mella. El último libro de Pablo Iglesias muestra una de las partes más crudas del funcionamiento de esas cloacas, si bien es cierto que los ataques empezaron mucho antes y en muchas ocasiones lo sufrieron gentes con menos presencia pública. Muchos militantes de Podemos, en muchos lugares de España, sufrieron los dardos de las cloacas, perdieron trabajos, patrimonios, tranquilidades y no siempre Podemos se acordó de ellos como cuando esos ataques afectaron a sus líderes. Un partido de nuevo tipo debe tener esa sensibilidad para que no parezca que todo nace y muere con sus líderes. Ni todo Podemos era Pablo Iglesias ni todo el Frente Amplio será Yolanda Díaz. Los cesarismos son contrarios a las necesidades de la reinvención de la política. E insisto: eso vale para el pasado de Podemos como para el futuro de Podemos y de lo que espero sea un Frente Amplio. La mayor importancia que los morados están dando al impulso al partido son una buena señal; la recuperación de esa vieja constumbre de medir la importancia en virtud de la cercanía al liderazgo, como se vio en la Feria de Sevilla, son errores que no hay que volver a repetir.

Las difíciles transiciones en los liderazgos

El mal resultado en las elecciones madrileñas determinó la salida de Pablo Iglesias de la Secretaría General de Podemos, que completaba su salida de los cargos institucionales después de dejar el Gobierno. Podríamos pensar que no hay mayor autocrítica que la dimisión de Iglesias. Sin embargo, el relato no siempre asume esa autocrítica, que también debe formar parte de la nueva manera de hacer política.

Insiste Iglesias en su libro que la forma en que solventó su salida y gestionó su sustitución fue correcta:

"Creo que, en Podemos, acertamos haciendo así la transición.

Yolanda se enteró a la vez que la mayoría de los españoles, el lunes 15 de marzo, con aquel vídeo en el que anuncié mi decisión y en el que pedí a todos "animar y apoyar a Yolanda para que, si lo decide y lo quiere la militancia, sea la candidata de Unidas Podemos en las próximas generales y la primera mujer presidenta".

Ella estaba en ese momento en una reunión telemática con otros ministros europeos. Le pedí que viniera a comer a mi despacho. Entró y me dijo: "¡Qué cabrón eres, qué cabrón eres!". Nos dimos un abrazo, comimos tranquilamente y planificamos algunas cosas. No iba a aceptar que le quitaran las competencias de trabajo para ser vicepresidenta. Le dejé claro que eso no ocurriría y todo salió bien.

(...) En Podemos no todo el mundo lo comprendió al inicio (...). Uno de los que menos lo entendió al principio fue Juan Carlos Monedero, pero con el paso del tiempo creo que es difícil cuestionar que fuera la decisión correcta."

Creo que la sustitución de Iglesias por Ione Belarra y un equipo femenino fue correcta y buena para el partido (sobre todo porque Belarra sabe de la importancia de hacer partido). Aunque las prisas, malas consejeras, impidieron que hubiera una asamblea ciudadana donde lo relevante hubiera sido el debate acerca de a dónde vamos y no cerrar filas en torno a la nueva dirección, aun sabiendo que los lobos intentaban aprovechar la situación para dar las dentelladas definitivas. Los brutales ataques que ha sufrido Podemos desde el comienzo y el hecho de que el sistema ha azuzado siempre las disensiones internas para intentar romper el proyecto, ha terminado permeando en la cultura política de los morados. Eso les debilita, en tanto en cuanto la convierte en una fuerza recelosa hacia adentro y hacia fuera. La virtud en el relevo en el partido morado no lo es tanto en lo que implica el relevo político en la figura de Yolanda Díaz. Así no se hacen las cosas.

Es indudable que a día de hoy no hay mejor referencia para rearmar el espacio de lo nuevo (que tiene que ir más allá de "la izquierda del PSOE" y sumar a gente hastiada del bipartidismo) que Yolanda Díaz. Pero sin cometer otra vez los errores de siempre

Viendo lo que ha pasado en Andalucía, nada puede estar más lejos de un diagnóstico adecuado que decir que esa decisión, especialmente por la manera en que se tomó, en cómo se gestionó y por sus consecuencias, fue correcta. El propio Iglesias lo reconoció en una entrevista a raíz de su libro, pero algo pasó que en vez de entenderse como una crítica al modus operandi, se presentó como una crítica a Yolanda Díaz.

Es indudable que a día de hoy no hay mejor referencia para rearmar el espacio de lo nuevo (que tiene que ir más allá de "la izquierda del PSOE" y sumar a gente hastiada del bipartidismo) que Yolanda Díaz. Sin embargo, esa necesidad imperiosa de que la candidatura de Díaz funcione no puede llevar a cometer otra vez errores de siempre. En la política del siglo XXI, los liderazgos fuertes están siendo siempre parte del problema y también parte de la solución.

Por cómo se gestionó el nuevo papel de Yolanda Díaz –que finalmente el propio Pablo Iglesias reconoció que no fue el mejor camino-, la política gallega no se siente concernida por nada de lo que diga Podemos, con consecuencias que son malas para Unidas Podemos, para Podemos, para el espacio progresista y para la propia Díaz.

Las sustituciones en un partido que está gobernando son delicadas. Yolanda Díaz no es militante de Podemos, de manera que era probable que tuviera dificultades para armonizar al grupo confederal de Gobierno, aún más con su entrega al Ministerio de Trabajo. Díaz necesitaba visibilidad para representar al Frente Amplio, pero desear las cosas no implica que funcionen. La gestión interna del grupo parlamentario y la dirección del grupo confederal de Unidas Podemos en el Gobierno no es ideal; han existido enmiendas parlamentarias de los propios socios a leyes que ha presentado Unidas Podemos; no hubo una discusión virtuosa en el asunto del envío de armas a Ucrania; Yolanda Díaz intervino en Andalucía para decir que la candidata tenía que ser la diputada de Izquierda Unida y no el candidato de Podemos, apostando por la selección clásica de los líderes al margen de las primarias; Yolanda Díaz ha mostrado un acuerdo con Izquierda Unida, en concreto con Alberto Garzón, quien ha pactado en Andalucía con Íñigo Errejón con el fin de frenar a Podemos, pese a que Errejón rompió con Podemos precisamente por el acercamiento a Izquierda Unida; Yolanda Díaz dice que su proceso de escucha es "sin los partidos", pero cuidado si la sensación que da es que es con Compromís, con Más Madrid, con Más País, con Izquierda Unida, con el PCE... Es decir, que parece que "sin partidos" termina siendo "sin Podemos"... El Frente Amplio necesita alegría. Y la alegría solo se logra cuando hay un proyecto común que todo el mundo entienda.

Ocho años de Podemos que parecen ochenta

El régimen del 78 lleva trabajando ocho años para debilitar a Podemos. Sería de una ceguera políticamente intolerable no entender que cuando las cloacas de la cuarta economía del euro dirigen sus baterías contra ti van a terminar haciéndote mella. Ya hemos visto demasiadas veces cómo los medios inundan de incienso a quien pensaban que debilitaba a Podemos. Le pasó a Alberto Garzón, a Íñigo Errejón, a Teresa Rodríguez, a Ramón Espinar... y, si así lo entienden, pasará con Yolanda Díaz. No nos engañemos. Garzón pasó de ser "la verdadera izquierda" en 2015 a ser el enemigo 1 de los ganaderos españoles como Ministro, o Errejón pasó de ser el "líder natural y sensato de Podemos" a volver a ser el de la beca black o el de la falsa patada a un energúmeno cuando su voto suma en el gobierno de coalición. En cualquier caso, cuando Antena 3, Telecinco, Cuatro, La Sexta, El Mundo, el ABC, La Razón, El Confidencial, la COPE, Onda Cero, OK Diario, Es Radio... te disparan todos los días, sales con rasguños igual que salió Jesucristo crucificado del monte Calvario. ¿Qué hacer con esa "anemia"?

Yolanda Díaz dice que su proceso de escucha es "sin los partidos", pero cuidado si la sensación que da es que es con Compromís, con Más Madrid, con Más País, con Izquierda Unida, con el PCE... Es decir, que parece que "sin partidos" termina siendo "sin Podemos"...

Dice Ignacio Sánchez-Cuenca, tras diagnosticar que Podemos tiene una extrema debilidad, que "lo mejor que puede hacer es ponerse al servicio de la candidata que el propio Iglesias eligió. Esto supone que Podemos se trague su orgullo político y no se deje llevar por una sensación de injusticia. Puede ser funcional que un Iglesias desatado lance algunas maldades hacia la candidata, pues así se confirma la diferencia y distancia entre ambos, lo que beneficia a Díaz, pero ahí debería acabar la cosa. Es evidente que, para Podemos, que estuvo a punto de superar al PSOE en 2015, adoptar esta posición subordinada se le va a hacer duro, va a ser un trago amargo, pero, me temo, no tiene alternativa. Si no asume esta posición subordinada, puede acabar como la IU de 2008".

Los partidos son instrumentos y no debiera haber mayor problema en que, si la garantía de un Gobierno progresista pasara por la reinvención de la izquierda, Podemos se subordinara a lo que Yolanda Díaz mandara. ¿Pero qué pasaría si Podemos prácticamente se disolviera y el resultado de Yolanda Díaz no fuera positivo?

El apoyo a Yolanda Díaz es muy variado, y de ahí también su mayor alcance. Le apoya gente que nunca ha votado a Unidas Podemos pero que la ve con simpatía (lo que no significa que vayan a votarle); también gente que votaría sobre todo para que no gobierne la derecha junto a la extrema derecha –aunque es muy probable que ese voto termine yéndose al PSOE-; le gusta a gente que votó a Unidas Podemos en su momento de gloria, principalmente como un correctivo al PSOE; y también a gente de Podemos que ve en ella un liderazgo capaz de sustituir al de Pablo Iglesias. El problema está en que Yolanda Díaz deje de gustar a la gente de Podemos porque no terminen de ver que, realmente, está dispuesta a representar también a los morados. Como contaba en otro artículo, el padre tiene que celebrar al hijo pródigo, pero no hacerle feos constantes al que se ha quedado defendiendo la casa. Quedó claro en Madrid en la elección que perdió Carmena: si una parte del votante de izquierda no ve en la candidata un compromiso claro –le pasó a Carmena por su error de pactar con Errejón, como ella misma reconoció-, el resultado no estará a la altura de las necesidades. O insisto: si cuando Díaz dice "sin partidos" está diciendo "con todos los partidos menos con Podemos", no le va a resultar fácil recibir el apoyo de la gente que ha apostado por las filas moradas. Por mucho que se la dé por finiquitada.

Una modesta proposición

Con desconfianzas, desprecios, desaires, pullas, humillaciones y pulsos no hay Frente Amplio que valga ni lista unitaria ni escucha ni nada que permita siquiera mantener los votos actuales que tiene Unidas Podemos.

Es evidente que en la sucesión de Yolanda Díaz se podían haber hecho mejor las cosas. Unidas Podemos le cede la Vicepresidencia, la señala como la candidata de un Frente Amplio, le entrega el poder político pero, al final, el ruido tapa la música. Con desconfianzas, desprecios, desaires, pullas, humillaciones y pulsos no hay Frente Amplio que valga ni lista unitaria ni escucha ni nada que permita siquiera mantener los votos actuales que tiene Unidas Podemos.

Es tan evidente el desencuentro como que en el caso de Andalucía, que era la primera parada del Frente Amplio, el resultado ha sido triste. No sirve que Yolanda Díaz diga que no es el arranque del Frente Amplio porque el resultado final está marcado por la candidata que ella ha impuesto y las alianzas que ella ha impuesto (tanto simbólicamente, haciéndose fotos en la Feria de Sevilla con la gente de Más País y de Izquierda Unida, como presionando a Podemos para que cediera el primer puesto a Inmaculada Nieto). Para no repetir errores hay que reconocerlos.

Creo que si se salvan las cosas administrativas y nadie pone palos en las ruedas, la candidatura andaluza va a tener recorrido, especialmente porque la calidad humana de Juan Antonio Delgado va a disipar cualquier desencuentro, porque Izquierda Unida está llena de gente honesta (que siguen el ejemplo de Julio Anguita), porque Inmaculada Nieto conoce bien el escenario político andaluz, porque este frente amplio expresa los logros del Gobierno de coalicion y porque todos los militantes van a movilizarse. Aunque todo esto, esencial para frenar al Gobierno del PP y Vox, no basta para el futuro.

Si el modo en el que Pablo Iglesias hizo el señalamiento a Díaz no fue el mejor, ¿por qué no revertirlo? En Unidas Podemos se apuesta por el liderazgo de Yolanda Díaz, ¿por qué no hacerlo formalmente? ¿Por qué tiene Díaz que arrancar su proceso de escucha arrastrando un método y un lugar que se ha demostrado erróneo? ¿Tiene sentido que sigan los desaires a los morados, que empezaron en el acto de Valencia?

¿No es momento de que Unidas Podemos y Yolanda Díaz empiecen de nuevo? Si el modo en el que Pablo Iglesias hizo el señalamiento a Díaz no fue el mejor, ¿por qué no revertirlo? En Unidas Podemos se apuesta por el liderazgo de Yolanda Díaz, ¿por qué no hacerlo formalmente? ¿Por qué tiene Díaz que arrancar su proceso de escucha arrastrando un método y un lugar que se ha demostrado erróneo? ¿Tiene sentido que sigan los desaires a los morados, que empezaron en el acto de Valencia donde no fueron invitadas las mujeres que dirigen Podemos y tuvo su escenario más desabrido en la Feria de Sevilla? ¿No va acumulando esta suma de desencuentros frialdad a la candidatura de Díaz?

Yolanda Díaz siempre quiso asumir el compromiso que le señaló Iglesias desde el Ministerio de Trabajo, que es desde donde ha construido el respeto político que se le brinda en toda España. Todo lo demás está generando ruido. Díaz tiene derecho a construir su propuesta al margen de los partidos e, incluso, al margen de Podemos. Sus cuentas hará, esperemos que no contaminada por las tergiversaciones mediáticas (a Errejón le dijo Michavila que iba a arrasar con Podemos, rompió con su partido y sacó sólo su escaño). Pero parece sensato que lo haga desde su propio espacio político y en negociación democrática con quien entienda oportuno. Tras el proceso de escucha, Yolanda Díaz podrá hablar con quien considere para armar su proyecto. Que vendrá marcado por el diálogo, y no por desisiones cupulares ¿Tiene sentido que continúen las suspicacias, los desencuentros, la falta de sintonía?

El conchabeo que hemos visto en Andalucía parece diseñado por los enemigos. Aunque la izquierda es con mucha frecuencia su propia enemiga.

Si no hay un debate alegre donde estén en el escenario todas las fuerzas políticas que quieren representar lo nuevo y lo de abajo, no habrá candidatura que sirva para sumar en el bloque amplio de las izquierdas y amigos. El conchabeo que hemos visto en Andalucía parece diseñado por los enemigos. Aunque la izquierda es con mucha frecuencia su propia enemiga. Si alguien cree que sin hacer nada las cosas se van a solventar, anda bien equivocado y el naufragio escrito en las estrellas se hará real. Yolanda Díaz, para poner en marcha su proceso de escucha, tiene que quitar antes los tapones, incluido el de la herencia, y dedicar alguna de sus maravillosas sonrisas a esa gente que también la quiere. Unidas Podemos, como la fuerza más grande de ese espacio, tiene que lograr que el proceso no naufrague y hacer lo imposible para que el diálogo fluya, igualmente reiniciando lo que la sucesión no solventó. Y todos y todas, para que el Frente Amplio vaya adelante, conviene que se miren en el diccionario que significa Frente, qué significa Amplio y, de paso, qué significa unidad. Para que puedan decir con una sonrisa, por ejemplo a Macarena Olona, que cómo puede ser tan caradura de pedir que se evite el supuesto fraude en el empadronamiento de los migrantes mientras ella se empadrona ilegalmente. Es decir, que dejemos de hablar de nosotros y hablemos de todo lo que se puede romper en Andalucía y España si ganan esos energúmenos.

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De Andalucía, hijos pródigos y Frentes Amplios https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/05/08/de-andalucia-hijos-prodigos-y-frentes-amplios/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/05/08/de-andalucia-hijos-prodigos-y-frentes-amplios/#respond Sun, 08 May 2022 07:55:54 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9996 alt --> Una parábola con matices Quizá la parábola más injusta del Nuevo Testamento (Lucas 15: 11-32) sea la del hijo pródigo. La primera parte, como en las buenas parábolas, es perfectamente comprensible: el hijo que, cansado de su padre y de su hermano, reclama la parte de la herencia que le toca y se marcha a … Continuar leyendo "De Andalucía, hijos pródigos y Frentes Amplios"]]> De Andalucía, hijos pródigos y Frentes Amplios

Una parábola con matices

Quizá la parábola más injusta del Nuevo Testamento (Lucas 15: 11-32) sea la del hijo pródigo. La primera parte, como en las buenas parábolas, es perfectamente comprensible: el hijo que, cansado de su padre y de su hermano, reclama la parte de la herencia que le toca y se marcha a probar fortuna a la ciudad. Hasta ahí todo en orden. Quién no quiere, joven, salir de casa. Pero las cosas no le van bien del todo y lo que pensaba que iba a ser un cuento de abundancia como le habían prometido los augures -el problema de fiarse de los medios de comunicación y de las encuestas, como sabía San Lucas adelantándose a su tiempo- se convierte en una enorme soledad donde la gente de verdad, no la que tenías en la cabeza, te abandona. La gracia le dura lo que le duran los dineros.

Tras terminar alimentándose, por sus malos resultados, solo de "las algarrobas de los cerdos", decide, derrotado, regresar al hogar paterno. Desde la soledad de la escasez de sus logros, el hijo pródigo muestra en la narración bíblica sinceras maneras humildes en su retorno. Pero el padre lo vuelve a malcriar al no terminar de explicar su comportamiento. Al hijo egoísta le agasaja y al cumplidor lo ignora.  Está bien mandar matar a un becerro rollizo, ungir con óleos al repatriado, ponerle vestido, calzado y anillos y celebrar una enorme fiesta por su regreso. Pero el regresado, en nombre de la verdad, la justicia y la reparación, debiera, antes de nada, haber ido a ver a su hermano y, con humildad, debía haberle agradecido haber cuidado y agrandado la finca en circunstancias muy adversas en su ausencia, le debiera haber pedido perdón por las heridas infligidas por los enemigos compartidos con motivo de su marcha y hubiera pedido que fuera a su hermano a quien celebraran porque si no hubiera sido por su esfuerzo, no podrían celebrar nada. A todas luces que el hermano cumplidor hubiera sido modesto ante ese comportamiento.

El padre, qué duda cabe, hace algo correcto, pues piensa en el futuro: su hijo, razona, había muerto y con su regreso ha resucitado. ¡Celebremos! -dice contento el patriarca-.

Está bien que la alegría inunde el regreso. Pero algo queda en sombras. ¿No es injusto que se haga el festejo sobre las espaldas del que ha sido leal y ha hecho, durante toda la ausencia del fallido emprendedor, su parte? Aún más cuando el aventurero, en realidad, no tenía madera de emprendedor, sino que se dejó envenenar por los cantos de sirena de los voceros de un terrateniente que estaba dispuesto a hacer todo lo que estuviera en su mano para acabar con el hermano mayor, que era el que había frenado el dominio absoluto del latifundista sobre el territorio. Lucas deja intuir toda la historia:

"El padre dijo a sus siervos: "Traed aprisa el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo en su mano y unas sandalias en los pies. Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado". Y comenzaron la fiesta."

El hermano mayor tenía peor fama, pues al ser el que se había opuesto con firmeza al potentado, también había sido siempre la diana de sus ataques. Y las calumnias, como bien saben los que las impulsan, terminan haciendo su mella. Al oír la fiesta y ver que nadie le había avisado, no se puso especialmente contento. ¿No debía alegrarse al regresar la carne de su carne, su hermano querido? ¿No le sería ahora más fácil salvaguardar la finca? ¿No habían perdido los hermanos fuerza al separarse e ir cada uno por su lado? O, por otro lado, ¿acaso no tenía razones de fondo para enfadarse? Parece que una suerte de todas estas cosas sería lo correcto. El Evangelista, dejando pistas para la eternidad, continuaba:

"Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Él le dijo: "Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano". Él se irritó y no quería entrar. Salió su padre, y le suplicaba. Pero él replicó a su padre: "Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos; ¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu herencia con prostitutas, has matado para él el novillo cebado!". El conflicto estaba servido.

Pensando en términos de justicia distributiva, podríamos establecer que hacen falta cuatro garantías para que no exista humillación en la excesiva atención al hijo que había roto el acuerdo años antes. Esas garantías correspondía al padre hacerlas ciertas para  no insultar al hijo honesto. En primer lugar, que el que regresa no humille al que se ha quedado; segundo, que el regresado empiece a hacer realmente su trabajo y no traiga mañas de ventajista a la casa que le está acogiendo; en tercer lugar, no menor, que se brinden garantías de que no va a volver a hacer lo mismo. Y por último, que se reconozca al que ha hecho su trabajo todo el tiempo y que se ha comportado honestamente. Es decir, que el regresado no quiera aprovechar las calumnias que el terrateniente ha echado sobre el hermano honesto para obtener ningún tipo de ventaja sobre el que puso todo ese tiempo el cuerpo en nombre de la justicia.

Intentando entender la parábola de Lucas, se trataría de que el regreso a la unidad familiar no se convirtiera en una trampa para el hermano mayor, sino la sincera conclusión de que el responsable de la ruptura había hecho algo mal y dejaba clara la voluntad de cambiarlo. Porque si no se reconoce el esfuerzo y la honestidad al que se ha quedado, ¿qué garantías se ofrecen a los que han hecho su trabajo de que no se les va a dejar mañana de lado? Como dice la Biblia y el sentido común, es de bien nacidos ser agradecido.

Andalucía, el Frente Amplio y la consagración de la primavera

En Andalucía se ha librado la primera etapa de lo que tendría que ser el Frente Amplio que reconstruya el espacio político que no puede representar ni el bipartidismo ni mucho menos la extrema derecha. El resultado final de ese proceso ha sido bueno (siempre y cuando Izquierda Unida pueda solventar su error, seguro que administrativo y que no encierra malas artes, de no incluir en los papeles presentados en la Junta Electoral a Podemos). Porque de no haberse logrado la unidad se podía haber roto hasta el Gobierno de coalición, toda vez que los desencuentros se deslizarían hacia la desconfianza, la desconfianza hacia el alejamiento y el alejamiento hacia la pérdida de sintonía política.

Sin embargo, todo el proceso, lejos de haber generado una enorme alegría por la potencialidad que debiera mostrar -la fiesta por el reencuentro de los hijos pródigos de la misma familia de la fraternidad- sigue restando frescura a la propuesta que debe liderar Yolanda Díaz. Alguien no está haciendo bien su tarea. Y no solo porque se ha renunciado a que encabece la lista alguien elegido por primarias, nuevo en las instituciones andaluzas y ajeno a las divisiones del pasado, frente a una persona, sin duda válida, pero elegida por los aparatos, con muchas legislaturas detrás y parte en los conflictos con otras fuerzas de la izquierda.

Sobre todo porque ha dejado un hueco por donde se puede colar el discurso del régimen del 78 contra Podemos, de manera que la fuerza que ha desafiado al establishment en España y que como castigo ha generado decenas de querellas, acusaciones sin pruebas, policías patrióticas, denuncias falsas, acosos y calumnias por parte del poder hacia sus líderes, no parece que, visto el desarrollo de la lista andaluza, tenga el reconocimiento de los hermanos reunidos. La derecha puede permitirse cualquier desatino. La izquierda tiene líneas rojas.

Los progenitores inteligentes deben dar cariño a todos sus hijos. Y las madrastras, quedarse en los cuentos, donde los espejitos mágicos pueden hacerte creer cualquier patraña. Pero son eso, cuentos.

Que el régimen del 78 quiere acabar con Podemos lo sabemos, cuando menos, desde las elecciones europeas de 2014, que fue cuando empezamos algunos a recibir las primeras querellas. Sin embargo, en ese ánimo de aniquilación, que expresan cada día Antena 3, El Mundo, OK diario, La Razón, la COPE, Risto Mejide, Javier Negre, Jiménez Losantos o el programa de Ana Rosa Quintana, no pueden estar aquellos con los que hay que crear la alternativa. Hay que celebrar al hijo pródigo, ¡faltaría más!, pero sin maltratar al que se quedó defendiendo el fuerte. Hay que sumar, sumar y sumar, pero no dar por sentado que el que ya está y ha defendido la posición va a permitir que se le maltrate sin decir nunca nada. Los progenitores inteligentes deben dar cariño a todos sus hijos. Y las madrastras, quedarse en los cuentos, donde los espejitos mágicos pueden hacerte creer cualquier patraña. Pero son eso, cuentos.

En la discusión de la lista en Andalucía se han visto cosas que generan cierta sorpresa. Algunos movimientos que han operado en la negociación de la lista conjunta andaluza no invitan al optimismo. Es inevitable que la gente que no esté en el día a día de la política se quede con la sospecha de que las cuestiones ideológicas han sido sustituidas por otro tipo de intereses. ¿Cómo explicar a esa gente que votó alguna vez a  Podemos que ese sector que se fue de la formación morada y rompió el partido por el acercamiento a Izquierda Unida –decían que era el "fin de la transversalidad"- termine haciendo una alianza con Izquierda Unida (después de haberlo intentado sin éxito con los anticapitalistas), con el único fin de presionar a Podemos? Una pinza, como siempre, apoyada por los medios de comunicación que llevan ocho años buscando la muerte de Podemos. La nueva política debe ser y parecer diferente de la vieja política. Y si la nueva política no está marcada por la generosidad, no puede volar muy alto.

¿No era patético ver a los antiguos seguidores de Pablo Casado en el último Congreso del PP –un congreso que parecía la Feria de Sevilla, con los medios de comunicación poniendo a la nueva dirección las sevillanas y los trajes de faralaes- dando codazos para hacerse la foto con el ungido Feijóo? Feijóo, al que no le importó pasearse con Díaz Ayuso para tapar cualquier rumor de desavenencia. La derecha gestiona siempre mejor la hipocresía. Consagra siempre sus primaveras. La izquierda sale a las plazas en mayo pero su consagración la dedica a los otoños y los inviernos.

Mirar fuera para vernos: aprender de la Francia de Melenchon

Hay cosas que se entienden mejor desde fuera. Pensemos en Francia y el espacio que ha logrado Melenchon contra otras fuerzas de izquierda y contra el 100% de los medios de comunicación del país -salvo Mediapart-. ¿Por qué se presentaron cinco candidaturas de izquierda en la primera vuelta de las francesas, cuando era evidente que su resultado iba a ser patético, impidiendo por 400.000 malditos votos el paso de la France Insumisse a la segunda vuelta? ¿No se presentaron porque pensaban, como fuerzas menores, que el objetivo desde esas fuerzas de izquierda era acabar con Melenchon? ¿No es un lugar común de la izquierda preferir ser cabeza de ratón que cola de león? ¿Y no fue solo después, cuando el resultado les hizo imposible ocultar la traición cometida a los trabajadores franceses por permitir de nuevo que ganase Macron, que empezaron a hablar de la unidad? Melenchon, generoso, ha hecho fiesta con la unidad con el Partido Socialista. No ha humillado a nadie. Decía Mao que sin claridad en la ideología no hay claridad en la organización. Melenchon tiene claridad ideológica. ¿No es extraño que el pulso de Izquierda Unida y Más País a Podemos fuera de cargos y no de programa? ¿Qué mensaje está lanzando Yolanda Díaz a los votantes andaluces con esta apuesta?

¿No es extraño que el pulso de Izquierda Unida y Más País a Podemos fuera de cargos y no de programa? ¿Qué mensaje está lanzando Yolanda Díaz a los votantes andaluces con esta apuesta?

En la misma dirección, hay que sacar las conclusiones correctas del proceso andaluz. Es evidente que ha existido una presión de los partidos más pequeños para forzar a Podemos, igual que ocurrió en Francia con la candidatura de Melenchon. Normal. Forma parte de la política de partidos. Y por eso a la ciudadanía que no está metida en esas lógicas les huele la política a vertedero. Como en la parábola del hijo pródigo, cualquier persona de izquierda debe celebrar la unidad, porque separados nos ahorcarán juntos. Pero no es sencillo. Porque en las negociaciones siempre hay gente a la que no le importa romper la posibilidad de acuerdo y, de paso, incluso romper cosas más importantes (por ejemplo, un gobierno de coalición). Cuando la política se profesionaliza tiene esas cosas.

Quien haga la función de "padre" –o madre- debe celebrar a los hijos pródigos pero no debe olvidar que la posibilidad de sumar solo existe porque Podemos, pese a tener a todo el sistema en contra, ha sido capaz de retener 35 diputados, igual que fue capaz de gestionar el gobierno de coalición. Sin el cual, Yolanda Díaz estaría en una posición infinitamente más débil para liderar el espacio, Alberto Garzón quizá no habría aguantado en la dirección de Izquierda Unida y el conjunto de los españoles estaríamos francamente peor. ¿Le va a reconocer todo el mundo el trabajo a Podemos o vamos a malentender la parábola del hijo pródigo? Si hoy tenemos lista conjunta en Andalucía y seguimos pudiendo pensar en un futuro Frente Amplio es porque Podemos ha cedido. Por responsabilidad. Juan Antonio Delgado, Martina Velarde, Lilith Verstringe y Ione Belarra han primado la suerte de las trabajadoras y trabajadores andaluces por encima de los intereses de su partido. Esa generosidad tiene que reconocerla Yolanda Díaz. Porque la ha protagonizado Podemos, no los demás. Podemos, que empezó el proceso ofreciendo a Alberto Garzón, como andaluz, que encabezara esa lista. Y luego a independientes. Y luego a alguien de Podemos que no venía de tener cargos en Andalucía y podía sumar. Sin sincerar esa situación no se puede ir muy lejos. Porque la alegría se enfría. Sin generosidad no va a regresar la alegría, y sin alegría no se va a recuperar la frescura. Es probable que hasta ahora no se hayan hecho bien las cosas. Es momento de recuperar el rumbo.

Ilustrarse con lo que no se ha hecho bien

Todos los medios han recogido el fragmento de  Verdades a la cara, el libro de Pablo Iglesias con Aitor Rivero, donde cuenta el proceso de elección de Yolanda Díaz (y donde afirma verdades incuestionables, como que todo sería distinto si Unidas Podemos no hubiera entrado en el gobierno, algo que, por ejemplo Alberto Garzón o la propia Yolanda Díaz o Íñigo Errejón, no veían en su momento). Entre otras muchas reflexiones, concluye esa parte, donde cuenta el proceso de señalamiento de Yolanda (que seguramente debiera haber tenido lugar de otra manera), acordándose generosamente de mí:

"(...) En Podemos no todo el mundo lo comprendió al inicio (...). Uno de los que menos lo entendió al principio fue Juan Carlos Monedero, pero con el paso del tiempo creo que es difícil cuestionar que fuera la decisión correcta".

Como también soy de la estirpe de los cabezones, insisto. Siempre las cosas se pueden hacer mejor. Hay que desterrar cualquier asunto que nadie pueda pensar que está mal resuelto e impida que se despliegue toda la energía que reclama el bloque de progreso contra el bloque de Feijóo con Abascal. Lo que tiene que ser motivo de fiesta no puede producir rasguños. Es el momento de que los responsables políticos se sienten y pongan las cartas sobre la mesa. Lo que une y lo que divide. Y que la gente lo sepa. Quizá sea tiempo también de hablar de programa.

El proceso de Andalucía ha terminado con una lista conjunta que arrastra una suerte de hechos consumados y una gran cesión generosa de Podemos. Se ponían en peligro cosas importantes para las mayorías de este país y Podemos ha vuelto a estar a la altura. Y no seré yo el que haya ocultado los errores de la formación morada cuando los ha cometido.  Se me hace evidente que algo que puede desencadenar tantas repercusiones no puede volver a repetirse. Una fuerza con 35 diputados y de la que depende el futuro de un gobierno progresista en España no puede estar pendiente de azares, humores y estrategias que a veces recuerdan a la vieja política. El futuro del espacio no puede estar pendiente de interpretar unas declaraciones, de sopesar presiones o de organizar fotos y encuentros. A Unidas Podemos les votaron en alguna ocasión seis millones de españoles. Que se merecen claridad en la hoja de ruta.

Yolanda Díaz tiene en marcha su proceso de "escucha" y a muchos nos tiene esperanzados. En ese proceso, tiene también que escuchar a los que han seguido trabajando durante todo este tiempo en este espacio político. Sin ellos y ellas no hay Frente Amplio. En realidad, no se habría abierto la posibilidad que hoy existe. Fue precisamente el padre de la parábola de Lucas el encargado de decirle al hijo más honesto:

"Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido hallado."

Yolanda Díaz tiene en marcha su proceso de "escucha" y a muchos nos tiene esperanzados. En ese proceso, tiene también que escuchar a los que han seguido trabajando durante todo este tiempo en este espacio político.  Sin ellos y ellas no hay Frente Amplio.

Esa foto está pendiente. La foto en la que el padre le agradece al hijo que siempre estuvo ahí. Y es esencial. Porque si no hacemos todos y todas lo que esté en nuestra mano para no repetir errores y frenar a la suma torticera de la derecha y la extrema derecha, no nos lo van a perdonar todos los que alguna vez se emocionaron con el cambio. Aún hay tiempo. Y aún se puede recuperar la frescura tan necesaria para que la ilusión no sea una anécdota efímera.

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El desorden político del neoliberalismo: renovar el contrato social https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/05/01/el-desorden-politico-del-neoliberalismo-renovar-el-contrato-social/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/05/01/el-desorden-politico-del-neoliberalismo-renovar-el-contrato-social/#respond Sun, 01 May 2022 07:02:46 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9960 El desorden político del neoliberalismo: renovar el contrato social
"Sin orden en la ideología no puede haber orden en la organización". 
Mao Tse Tung

Los problemas políticos de la democracia liberal

Dice Ignacio Sánchez-Cuenca en su último libro, El desorden político (Catarata, 2022) que el desconcierto en el que anda lo público y nos inunda hasta el naufragio tiene que ver con transformaciones profundas en las instancias tradicionales de intermediación, esto es, en los partidos políticos y en los medios de comunicación. La crisis sería de representación, no de régimen, de manera que la crisis actual no se puede comparar con la de los años 30. Aunque en verdad hay que decir que aquella sabemos cómo terminó y ésta todavía está en movimiento con un pesimismo en aumento.

La enorme polarización política, la no menos destacada volatilidad del voto, el surgimiento de hiperliderazgos que devoran a los partidos políticos, la creciente desafección hacia la política –salvo hacia los mentirosos profesionales de la política que dicen que van a dinamitar la política igual que van a acabar con los chiringuitos después de haber vivido buena parte de su vida política en chiringuitos- rebota en la cacofonía mediática, dentro de una sociedad saturada audiovisualmente, que ha llevado a que incluso el Parlamento, sede liberal de la armonización de los intereses, se convierta en un espacio de odio donde, incluso, se puede mentir, amenazar, ensalzar a asesinos y patear a la Constitución haciendo desde la tribuna elogios de la tortura y la guerra sucia.

Según la tesis de Sánchez-Cuenca, el desarrollo tecnológico y la cultura europea del individualismo habrían diluido o democratizado las tareas de representación de la voluntad ciudadana –tarea que hacían los partidos- y de mediar en el conocimiento -función que desempeñaban periódicos, radios y televisiones-.

El individualismo europeo, como un proceso social de "desintermediación", está referenciado por la libertad personal que sembró el protestantismo, especialmente con la libre interpretación de la Biblia y la consideración del arrepentimiento como "un acto íntimo y genuino". Los europeos somos más individualistas que los chinos o los africanos desde que Lutero desde clavó sus 95 tesis el 31 de octubre de 1517, víspera del Día de todos los santos, en la iglesia de Wittenberg. En esa lectura del proceso de civilización, si cada cual es intérprete del libro sagrado, se disuelven las intermediaciones y jerarquías de la iglesia, algo que después llevarían los peregrinos del Mayflower (1620) en su peregrinación a lo que luego sería, una vez exterminados los indios, los Estados Unidos de América. Lo mismo que expresarían los levellers (igualitarios o niveladores) de los Debates de Putney (1647) en la Inglaterra de Cromwell, reclamando la igual libertad de todos los individuos y una idea de comunidad que perfilaba la democracia representativa.

Las nuevas tecnologías, por su parte, habrían hecho innecesarias muchas intermediaciones: ¿para qué escuchar a Carlos Boyero, sus filias, fobias, análisis y sensaciones construidas a través de su dedicación durante toda una vida al cine, si ahora cualquiera puede mirar las estrellitas que le coloca la gente a una película creando un ranking realmente popular? Esta gusta, esta no gusta. ¿Y no es cierto que las estrellas que colocan los honrados comensales a los restaurantes en las redes tienen la ventaja de que, a diferencia de las estrellas Michelin, incluyen también a restaurantes más accesibles, menos caros y con gustos más cercanos a los del pueblo común?

Siguiendo con su análisis, Sánchez-Cuenca señala, con un cierto determinismo tecnológico (para huir del determinismo económico, se puede caer en el riesgo de otros determinismos), que el desarrollo de las herramientas de comunicación ha barrido esa tarea de filtro que realizaban las cabeceras de los diarios, aunque eso no significa –no habría datos suficientes para evaluarlo- que ahora habría más mentiras que antes. De hecho, el bulo, fake news, ejercicio supremo de posverdad que fue el anuncio de que había armas de destrucción masiva en Irak –bulo expresado desde la misma sede de Naciones Unidas por Colin Powell y que asesinó a cientos de miles de inocentes- fue anterior a la existencia de Facebook, Twitter, Instagram o Tik Tok. Quizá por que no existían las redes, esos asesinatos duelen menos que los de Ucrania y quizá por eso también Joe Biden, el que quiere llevar a Putin delante de un Tribunal Penal Internacional, quiere por lo contrario encarcelar de por vida a Julian Assange por denunciar los crímenes de lesa humanidad del ejército norteamericano en Irak.

Partidos que no ordenan ni políticos que representan

Decía Borges indirectamente en su cuento Funes el memorioso que para poder pensar hay que olvidar. Si uno recuerda todo, no ordena nada. De manera que la función de los partidos de "ordenar y organizar el espacio político, reduciéndolo a un número manejable de dimensiones", junto con la selección e interpretación de los acontecimientos realizados por un periódico y su línea editorial, hacen manejable el mundo. El creciente escepticismo ante la opinión de los expertos, asimilados con el establishment, habría quebrado esa posibilidad y termina valiendo igual la opinión de Einstein que de un terraplanista igual que famosos con éxito en la televisión terminan pudiendo disputar la presidencia del Gobierno e, incluso, ganarla.

El ruido político, ensordecedor, hace imposible distinguir las voces de los ecos. Es la razón por la cual la extrema derecha privilegia el grito. Y la sobrecarga informativa sin filtro que uno recibe en el teléfono móvil, a través de Google o en grupos de WhatsApp o Instagram hace que, por la "promiscuidad mediática" y la conversión de los usuarios en periodistas que mandan noticias a sus conocidos, más, finalmente, sea de manera radicalmente evidente menos. Es decir, que hay más información pero no necesariamente más conocimiento. Aunque es de justicia decir que Sánchez-Cuenca rehúye establecer causalidades unívocas, exclusivas, sencillas, y prefiere moverse en el terreno de las sugerencias antes que sacar conclusiones científicas con pretensiones de validez universal.

Los partidos políticos son en buena medida responsables de su propio deterioro, en la medida en que una parte sustancial de sus problemas serían de su entera responsabilidad: la creciente corrupción, el incumplimiento de sus promesas electorales, la burocratización de las organizaciones y una colisión entre partidos –el ejemplo más claro sería el bipartidismo-, que les lleva a abandonar la satisfacción de determinadas demandas para defender de manera compartida el statu quo.

Aquí plantea el valenciano Sánchez-Cuenca una paradoja: si las causas del auge de partidos de extrema derecha es económica ¿por qué crecen los partidos antestablishment de derechas más que los de izquierdas, que serían los que podrían satisfacer, al menos ideológicamente, las demandas insatisfechas de los sectores más humildes? Una de las explicaciones que ofrece es que en mitad de la devastación de muchas certezas, una realidad que permanece incólume es la nación. Y la representación de la nación es un dominio donde la derecha es más capaz de apelar al vientre humano para convertir el nativismo en una herramienta política de odio.

Las incongruencias ideológicas quien las paga siempre caras es la izquierda.

El problema final -como ocurre con el libro ya clásico sobre la cartelización de los partidos de Katz y Mair-, es que el deterioro de los partidos y de los medios crea un campo abonado para el auge del populismo (que él prefiere llamar antestablishment), a derecha e izquierda, ya que la sensación ciudadana de que sus intereses no son escuchados, vincularía a la ciudadanía a lo que Nadia Urbinati llama deseo de "representación directa", donde los hiperliderazgos son consustanciales a esas nuevas formas de la política. Si bien la izquierda tiene reparos en prescindir del juego representativo e institucional –el ejemplo en España de Podemos es claro- la extrema derecha –y en ocasiones, por osmosis, también la derecha- puede flirtear con la ilegalización de partidos, el espionaje, la tortura, los golpes de Estado, la mentira, la corrupción o la quiebra de la Constitución sin que sus apoyos electorales sufran el mismo deterioro que sufriría la izquierda si pasase determinadas líneas. Las incongruencias ideológicas quien las paga siempre caras es la izquierda.

El diagnóstico de Sánchez-Cuenca es certero y desafiante, y el intento del autor de complejizar la mirada y salir de simplismos es loable, por ejemplo, respecto de quienes explican la situación actual sobre la exclusiva base de la crisis económica de 2008. Y para ello pone como ejemplos países donde la economía va bien y sin embargo la extrema derecha es hegemónica -Hungría- o tiene enorme fuerza -Austria o Suiza-.

En España, ni el auge de Ciudadanos y de Vox ni la defenestración de Pablo Casado ni la defensa del rey ni la falta de renovación del Consejo General del Poder Judicial son gratuitos, sino que responden a una estrategia de defensa del statu quo.

Sin embargo, en ese ejercicio de prudencia científica creo que no termina de acertar en dos asuntos. Por un lado, en no señalar la existencia de actores económicos, políticos, judiciales y mediáticos conscientes y determinados a golpear e incluso derribar a la teoría y la práctica democráticas a favor de una interpretación liberal/neoliberal de la política e, incluso, de un orden iliberal. En otras palabras, la existencia de élites del poder, junto a sus ramificaciones judiciales, mediáticas, policiales, militares, políticas y empresariales dispuestas a dejar fuera de la ciudadanía a quienes amenacen su privilegio. Aunque sea un país entero. En España, ni el auge de Ciudadanos y de Vox ni la defenestración de Pablo Casado ni la defensa del rey ni la falta de renovación del Consejo General del Poder Judicial son gratuitos, sino que responden a una estrategia de defensa del statu quo, de la misma manera que no lo es el papel del FMI en Argentina, los ataques de las eléctricas y sus medios a López Obrador en México, el bloqueo en Venezuela o las imputaciones a líderes de la izquierda en todo el mundo.

La racionalidad neoliberal o qué hacer cuando el verdugo lo tienes en la cabeza

Por otro lado, y marcando distancia de lo que el mismo Sánchez-Cuenca desarrolló en trabajos anteriores (La impotencia democrática, Catarata, 2014), querer huir de los análisis de clase termina por impedir entender que la condición necesaria para entender el desorden político no es la crisis de 2008, sino la racionalidad económica neoliberal que ha roto los consensos sociales de posguerra (algo que se viene señalando por muchos autores desde el arranque del siglo).

Esa racionalidad, que se convierte en la manera de entender el mundo de un científico o de un jubilado, ha sido impulsada por un individualismo que termina por despreciar lo comunitario; por la condición de crisis permanente que caracteriza al capitalismo, junto a sus necesidades constantes de acumulación que depredan personas, medio ambiente y todo el ámbito de la vida; por un desarrollo tecnológico orientado igualmente por las necesidades del capital y guiado por la correlación de fuerzas entre el capital y el trabajo -esto es, que ahorra trabajo y se consagra al consumo-; por la derrota de la izquierda en el último tercio del siglo XX; y por la rebelión de las élites contra el Estado social, ansiosas de la revancha tras tener que asumir después de la Segunda Guerra Mundial la redistribución de la renta con el fin de evitar el avance de la izquierda radical.

Esa manera de entender el mundo y sus gentes ha creado un homo oeconomicus consumista, egoísta, asustado, endeudado, frustrado y resignado que al vivir en un mundo donde todo se ha convertido en una mercancía.

Esa manera de entender el mundo y sus gentes ha creado un homo oeconomicus consumista, egoísta, asustado, endeudado, frustrado y resignado que al vivir en un mundo donde todo se ha convertido en una mercancía y al desentenderse el Estado de sus compromisos sociales, vive en una suerte de sálvese quien pueda que prima la violencia, la lucha por recursos en el mercado –educación, vivienda, sanidad, vivienda- y el individualismo irresponsable. Al final, un sentido común que hace cierto el mensaje de Margaret Thatcher de que no existe la sociedad sino solamente el individuo y las familias, es decir, un círculo estrecho, vallado, defendido por muros y fuera de los cuales hay enemigos o, cuando menos, competidores.

Es esa racionalidad neoliberal empieza en 1973 con el comienzo de la primera estanflación de posguerra. El mundo occidental, que había creado una línea abismal (Boaventura de Sousa Santos) que separaba el norte del sur, empezaba a vivir en casa lo que siempre había hecho fuera: empezaba el desmantelamiento de derechos y el uso de la violencia contra las protestas. El fin de los acuerdos de Bretton Woods (1945) supuso igualmente el fin de la vinculación de las monedas al oro -es la libre flotación de las divisas-. Las desregulaciones que reclamaba el capitalismo de casino supusieron el pistoletazo de salida a la globalización. Y como aviso político,  el pistoletazo en septiembre de ese años que supuso el golpe de Estado contra Salvador Allende en Chile y el comienzo del reinado de los chicago boys, una advertencia para los que quisieran intentar una alternativa.

Esa racionalidad neoliberal, esa manera de pensar que se ha ido convirtiendo en un sentido común, es la que nos permite lanzar una hipótesis con mayor capacidad explicativa. Hipótesis que no pretende ser condición suficiente para dar cuenta de la época, pero sí condición necesaria. Es verdad que los "partidos antiestablishment surgen en respuesta a crisis de representación", pero esa crisis de representación no sale de la nada. De la misma manera que es verdad que hay "votantes antiestablishment por motivos de exclusión económica, de resentimiento nacionalista, de miedo a la inmigración, de chovinismo del bienestar y de valores culturales amenazados", pero todos esos votantes no se pueden explicar sin la racionalidad neoliberal que les ha dejado, de una manera u otra, a la intemperie.

En mi hipótesis, la corrupción de los partidos está vinculada al alejamiento ciudadano por la profesionalización/mercantilización de los políticos (y que explica el enfado ciudadano cuando políticos de la izquierda alejan sus modos de vida de los de las mayorías), a los procesos de privatización de las empresas y servicios públicos (que abrió vías ilegales de negocio a los gestores públicos), a la desregulación que exigía la economía global, al control vía fondos y recursos de los partidos por parte de los miembros de los mismos en cargos públicos, y la creación de los cárteles bipartidistas o de la deriva de la Unión Europea como una expresión del vaciamiento democrático de la política que exigía el modelo neoliberal y el desmantelamiento del Estado social. En esa degradación, el grueso del deterioro lo experimentaron los partidos socialdemócratas, que con las tesis de la tercera vía terminarían en los 90 abrazando sin complejos las políticas neoliberales (es Josep Borrell diciendo que bajar los impuestos a los ricos era socialista o Felipe González vendiendo las empresas públicas al tiempo que afirmaba que daba igual el color del gato mientras que cazara ratones).

Woodward y Bernstein recibieron un Pulitzer por la investigación del Watergate. Hoy los grupos editoriales señalan con premios millonarios a los presentadores de sus informativos por libros que ni siquiera necesitarían escribir ellos.

El deterioro de los medios de comunicación arranca igual con la crisis económica de 1973 y el comienzo del neoliberalismo. El trabajo periodístico en el Watergate de Bob Woodward y Carl Bernstein, o la información puntual sobre las bajas norteamericanas en la guerra de Vietnam doblaron el brazo al establishment desde la izquierda y crearon una alerta (Woodward y Bernstein recibieron un Pulitzer por esa investigación. Hoy los grupos editoriales señalan con premios millonarios a los presentadores de sus informativos por libros que ni siquiera necesitarían escribir ellos). En La crisis de la democracia, un informe sobre la gobernabilidad a la Trilateral, Samuel Huntington dice que hay que controlar a los medios para frenar el "exceso de democracia". Las leyes mordaza suman todos estos asuntos: frenar la protesta y su visibilidad en un momento de ajustes económicos y de aumento de las desigualdades.

Igualmente, la pérdida de confianza en la ciencia tiene que ver con su mercantilización y su colaboración en una estrategia de mentiras políticas o económicas. El científico deja de verse como alguien al servicio de la verdad y pasa a entenderse como una pieza más de intereses particulares (evidente en el caso de la salud y las farmacéuticas y en los primeros momentos negacionistas del calentamiento global).

El auge de la nación tiene que ver con el abandono de amplios sectores a los que solo les queda la identidad nacional como refugio ante una sociedad que le quita su bienestar o que les amenaza con poder perderlo (lo que explica por qué clases medias acomodadas en los países nórdicos o en Austria apoyan a la extrema derecha, o como en los países del este, tras el brutal desmantelamiento del sistema socialista de Estado, se recuperaron a través de un discurso nacionalista excluyente). La misma lógica neoliberal permite guerras de saqueo y desposesión, lo que genera refugiados y emigrantes, frente a los cuales, las clases medias blancas heterosexuales y cristianas necesitan conjurar su inquietud y el empeoriamiento de sus condiciones de vida reforzando su identidad nacional frente a los enemigos de dentro –los "malos" españoles, franceses, húngaros, chilenos- y los de fuera –subsaharianos, árabes, marroquíes, guatemaltecos, mexicanos-. El nacionalismo húngaro o polaco no se entiende, como decíamos,  sin el desmantelamiento brutal y sin escrúpulos de la Unión Soviética y luego del régimen socialista en esos países, sustituido por laboratorios neoliberales que arrojaron a esos pueblos durante dos décadas al basurero de la historia.

Por último, la racionalidad neoliberal otorga una utopía en el futuro - todo el mundo tiene derecho a sus sueños siempre y cuando se conviertan en una mercancía- y otra en el pasado -el viejo orden natural de las cosas-. Por el primero, hasta los cuerpos de mujeres pobres se convierten en vasijas para que gesten los hijos de parejas pudientes; por el segundo, las mujeres deben subordinarse al orden natural -antiguo, religioso, patriarcal- donde los hombres tenían privilegios, las mujeres estaban subordinadas y las cuestiones sexuales estaban al servicio del mensaje de virilidad y poder que justificaba la situación de dominio masculino.

Toda la emergencia democrática actual en el mundo, desde el caracazo de 1989 hasta las protestas del 1º de mayo de 2022, pasando por el 15M, Podemos, Occupy Wal Street o las primaveras árabes y las luchas contra el calentamiento global no son sino expresiones contra el modelo neoliberal.

Conclusión: hacia procesos constituyentes

Y así, rompiéndose los contratos sociales vigentes,  hasta dibujar el mapa de la confusión actual (como subtitulé un libro en 2009, El gobierno de las palabras. Política para tiempos de confusión, FCE), mapa que nos permite también entender que toda la emergencia democrática actual en el mundo, desde el caracazo de 1989 hasta las protestas del 1º de mayo de 2022, pasando por el 15M, Podemos, Occupy Wal Street o las primaveras árabes y las luchas contra el calentamiento global no son sino expresiones contra el modelo neoliberal.

Cuando la socialdemocracia pacta con la derecha está cavando su propia tumba. Podrá argumentar que lo hace porque lo viejo no termina de marcharse y lo nuevo no termina de llegar, pero estará alimentando a los monstruos.

La confusión de la izquierda no tiene tanto que ver con recuperar una representación virtuosa -tarea imposible bajo la racionalidad neoliberal que hace que las víctimas voten a sus verdugos- sino, como sostiene Sánchez-Cuenca, exigiendo a la imaginación que se atreva a reinventar la democracia. En otras palabras, esa confusión tiene que ver con que no termina de entender que su tarea central es, al tiempo que garantizar derechos sociales –para que haya menos frustrados que engrosen las listas de la extrema derecha-, pelear por un nuevo contrato social que supere el neoliberalismo y la mercantilización de la vida. Cuando la socialdemocracia pacta con la derecha está cavando su propia tumba. Podrá argumentar que lo hace porque lo viejo no termina de marcharse y lo nuevo no termina de llegar, pero estará alimentando a los monstruos.

La lucha emancipadora pasa por procesos constituyentes reales. No es extraño que Chile, en donde empezó el neoliberalismo, esté precisamente ahora mismo en marcha ese proceso. Y que la vieja Europa, marcada por el miedo, aprendería algo mirando hacia el Sur donde están construyendo desde la esperanza.

 

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España: una democracia fallida https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/04/23/jueces-parciales-y-estados-profundos/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/04/23/jueces-parciales-y-estados-profundos/#respond Sat, 23 Apr 2022 20:44:52 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9929 Continuar leyendo "España: una democracia fallida"]]>
Apertura del año judicial 2019 en el Tribunal Supremo / EFE/FERNANDO VILLAR
Apertura del año judicial 2019 en el Tribunal Supremo / EFE/FERNANDO VILLAR

Cuenta Pablo Iglesias en su libro Verdades a la cara que Pedro Sánchez le habría dicho con contundencia florentina: "van a por ti". Pues gracias, mire. ¿Hay alguien ahí? Iglesias, desencadenado, hace otro servicio al país (quizá no tanto a sí mismo), va un poco más allá y da nombres y apellidos: el juez Manuel García Castellón era el encargado de esa tarea de demolición. Un juez dispuesto a retorcer la ley hasta donde se lo permita el Consejo General del Poder Judicial. Que en verdad, no es poco.

En la presentación en Madrid de su libro ahondó en este peculiar juez. García Castellón, un juez con varios casos entre manos contra gente de Podemos, le habría contado a un periodista amigo: "Voy a por Pablo Iglesias". ¿Y qué demonios hace un juez contando esas cosas y con ese lenguaje a un amiguito? Si hubiera dicho, llegado el caso: "Voy a juzgar a Pablo Iglesias con todas las garantías del Estado de derecho y sólo sobre la base de pruebas evidentes" todo estaría bien. Pero es que en esa afirmación, más propia de algunos lugares de Italia donde sirvió el juez, lo que trasluce es un "me voy a cargar a Iglesias". Porque, al parecer, además, el juez lo contó disfrutando. Mal asunto.

Es evidente que este juez no tiene nada personal contra Pablo Iglesias y mucho menos teniendo en cuenta que el Gobierno del PP decidió reincorporarlo a España después de 17 años fuera del país. Según cuentan algunos, lo reclamaron para ocuparse de algunos enredos que tenía el PP llamados Gürtel y Lezo. No pudiendo haber pues animadversión personal, ese tipo de frases tiene sentido solo porque Iglesias es fundador de Podemos y el referente del fin del bipartidismo en España. Porque a la gente de Podemos no le tenían esa manía antes de Podemos. Ergo algo debe de tener que ver con crear ese partido. Más allá de cualquier otra consideración jurídica. Por qué el Partido Popular mueve a jueces de aquí para allá no debiera generar interpretaciones fuera de las propias del derecho. Pero parece que se empeñan en que no sea sencillo verlo así.

Cuando escuché a Iglesias me vino un relámpago por la espalda. La preocupación que a algunos nos embarga es evidente, sobre todo si tenemos algo que ver con Podemos. En mi caso, ese mismo juez me está investigando en base a las declaraciones de un delincuente reclamado por Estados Unidos por narcotráfico, un general venezolano que incumplió el juramento hacia su país y que es conocido vulgarmente como El pollo (lo que aumenta la inquietud después de la gripe aviar). Este pollo, sabiendo de la existencia de cloacas en España –se reunión con abogados de Villarejo en la cárcel- pió de manera fantasiosa buscando favores procesales. Minas de oro, valijas, habitaciones de hotel, maletas repletas de dólares. Demasiadas películas. Eso sí: bien de portadas y de tertulias que han llenado. Porque en verdad, todo esto, además de para desalentar a otros, es para eso: para manchar en su recorrido mediático y entretener a los imputados con ataques permanente en los medios basura.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha dicho que ese caso sobre la falsa financiación de Podemos -que ya había sido investigado y cerrado en 2016,- convendría volver a cerrarlo, principalmente para que el Estado de derecho no sufra. Sin embargo, este juez García Castellón ha dicho que va a seguir interrogando a quien quiera contarle lo que sea. ¿No fueron a Nueva York los comisarios de la política política del PP a ver a Rafael Isea?  Allí, con dinero de todos los españoles, le ofrecieron favores si mentía contra Podemos.

Somos una democracia fallida porque también nos derrotaron cuando intentamos ir en la Transición más allá del itinerario marcado desde el franquismo. Y España calló o no habló lo suficientemente alto cuando los GAL, cuando las trampas del Emérito, cuando el 23F, cuando difamaban a Anguita, con la responsabilidad de Felipe VI en los asuntos de su padre...

Que este juez haya podido decir, además, que va a por la gente de Podemos, la inseguridad que genera no es pequeña. Que el Consejo General del Poder Judicial lleve tres años caducado, menos. Si nuestra tranquilidad viene de otro juez ligado al PP como Carlos Lesmes, pongamos a calentar la tila. Pero lleva lloviendo tiempo. Y nos estábamos empapando sin darnos cuenta. España se acostó franquista y se levantó democrática. Pero es mentira: somos una democracia fallida porque también nos derrotaron cuando intentamos ir en la Transición más allá del itinerario marcado desde el franquismo. Y España calló o no habló lo suficientemente alto cuando la guerra sucia, cuando los GAL, cuando las trampas del Emérito, cuando el 23F, cuando difamaban a Anguita, cuando las mentiras de Irak, cuando las mentiras del 11M, cuando el juicio al procés, con la responsabilidad de Felipe VI en los asuntos de su padre...

La democracia es, en expresión de Lincoln, "el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo". En este sistema político, el Gobierno obtiene su autorización política del pueblo, no de reyes, dioses o tribunos. Es por el pueblo, directamente o a través de sus representantes, que se ejerce el poder. Y los resultados tienen que ser para el pueblo, es decir, repartidos de manera equitativa de ese pueblo que ha asumido vivir en democracia y que debe beneficiarse de las ventajas de la vida colectiva.

En todos los modelos de medición de la calidad de la democracia, el Estado de derecho es el primero que se menciona como condición sine qua non para que una democracia merezca ese nombre. Se trata de garantizar las libertades civiles, propias de las revoluciones burguesas (inglesa, norteamericana y francesa). La propiedad privada en primer lugar –fue la reclamación del no taxation without representation de los rebeldes de los futuros Estados Unidos- y después el resto de libertades individuales que permiten que la libertad sea real en un país: libertad de expresión, de reunión, de movimientos, inviolabilidad de la correspondencia y de las comunicaciones. Son las libertades que reciben en todo el constitucionalismo liberal las máximas garantías jurídicas. Es la Sección primera del capítulo segundo del Título I de la Constitución Española de 1978 "de los derechos fundamentales y de las libertades públicas".

Para que el poder no subvierta esos derechos fundamentales y esas libertades públicas –que se han quebrado de manera evidente en el caso de los dirigentes de Podemos y de los independentistas catalanes ahora (y ayer de los vascos)- se ha desarrollado la división de poderes. Que en España no funciona. Porque España es una democracia fallida. Ahí está la Presidenta del Congreso de los Diputados abandonando a su suerte a los diputados y diputadas atacados por el deep State.

Tenemos un problema cuando los jueces, que son los encargados de evitar que el Ejecutivo abuse del poder, se convierte en un aliado de los "poderes salvajes".

Tenemos un problema cuando los jueces, que son los encargados de evitar que el Ejecutivo abuse del poder, se convierte en un aliado de los "poderes salvajes" –los poderes económicos a los que les sobran las leyes- y se pone del lado de los enemigos de la democracia.

Cuando surgió Podemos, empezaron los ataques de lo que llamamos el deep State, el estado profundo, esto es, ese ámbito al margen de la Constitución y las leyes, que usaba a jueces, policías, medios de comunicación y ámbitos del Estado (como la agencia tributaria o la UDEF o la policía nacional) para inventar pruebas falsas e intentar acabar con los líderes de Podemos. Los primeros que recibimos los ataques fuimos ingénuos. Nos olvidamos de que todo lo que habían hecho a los "enemigos" de ayer lo iban a hacer con los "enemigos de hoy". Podemos, como partido, también fue torpe. No bastaba con saber la teoría.

Podemos no reaccionó bien porque no estaba preparada para que el Estado disparara sus misiles contra sus líderes. Fue un error. Luego vendrían todos los demás. Y el estado profundo iba sofisticándose: asaltar la casa del Vicepresidente y su compañera, la Ministra de Igualdad, rastrear de manera prospectiva en las biografías de los líderes para propagar bulos o hacer denuncias, juzgar a diputados con testimonios falsos de policías, imputar a líderes de Podemos por coger en brazos a los hijos de Irene Montero...

En el desarrollo de nuestros gobiernos contemporáneos, siempre ha habido una tensión entre la libertad y la igualdad, entre la teoría liberal y la teoría democrática. En tiempos de crisis, el liberalismo suele sacrificar la democracia como una forma de mantener las desigualdades de clase y cualesquiera otras formas de privilegio. Por eso, en tiempos de crisis económica emergen formas diferentes de fascismo que tienen su expresión en partidos de extrema derecha, en la emergencia de bulos, en la radicalización de sectores de la policía, el ejército y la judicatura y, finalmente, en la violencia.

¿Qué harían con un Gobierno del PP y VOX? Si con gobiernos comprometidos con el Estado de derecho se espía a la ciudadanía ¿qué no harán si llegan a gobernar los que desprecian el Estado de derecho?

El deterioro en algunos sectores de la judicatura, expresado tanto en algunos jueces que parecen haber olvidado su función social como en el caducado CGPJ, sitúa a España más cerca del pasado que del futuro. Son enormemente preocupantes en este momento en el que, por vez primera, la extrema derecha ha entrado en España en un gobierno regional. Una extrema derecha a la que le sobra buena parte de la Constitución y que en otros lados, sea Orban, Le Pen o Putin, han dado sobradas muestras de su falta de compromiso democrático. Si con un Gobierno de coalición se comporta así una parte de la judicatura, (recordemos al juez que preside el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, el juez José Luis Concepción, que afirmó que nadie del PCE podría estar en el Gobierno) ¿qué harían con un Gobierno del PP y VOX? Si con gobiernos comprometidos con el Estado de derecho se espía a la ciudadanía ¿qué no harán si llegan a gobernar los que desprecian el Estado de derecho?

Sin igualdad no hay democracia y sin Estado de derecho, tampoco. De la misma manera que no la hay si la ciudadanía no puede crearse de manera dialogada y con argumentos su propia opinión sobre el gobierno y las alternativas. En otras palabras, tampoco hay democracia sin medios de comunicación libres, plurales y veraces.

El Estado profundo, ese que vota todos los días, tiene sus tentáculos en la judicatura, la policía, el ejército, los medios de comunicación, el Banco de España, la Agencia Tributaria, los palcos de fútbol, la jerarquía de la iglesia o los servicios de inteligencia que controla el Ministerio de Defensa.

El Estado profundo, ese que vota todos los días, tiene sus tentáculos en la judicatura, la policía, el ejército, los medios de comunicación, el Banco de España, la Agencia Tributaria, los palcos de fútbol, la jerarquía de la iglesia o los servicios de inteligencia que controla el Ministerio de Defensa (y los que no controla también). EL PP y VOX lo saben porque lo usan. Especialmente para dinamitar la mayoría de gobierno alternativo que ha sacado a las familias de siempre del control absoluto del poder. El PSOE también lo sabe, porque los ha usado. Pero convendría que entendiera que si sigue permitiendo que esto pase, los siguientes serán ellos. Porque todo lo que haces en una democracia fallida a los enemigos de hoy, se lo aplicarán a los enemigos de mañana. Y que no se equivoque el PSOE: en cuanto pueda ponerlo en marcha la derecha, ellos serán los próximos enemigos. Salvo que terminen aceptando un gobierno de gran coalición con el PP.

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Mussolini que estás entre nosotros (romper el espejo del fascismo)
El dictador italiano Benito Mussolini revisa las tropas el 29 de octubre de 1937 en Roma.- AFP

El triunfo del fascismo italiano

Comienza el año de 1925. Mussolini, el hombre del siglo, sufre dolorosísimos problemas gástricos que algo tienen que ver con el asesinato del diputado Giacomo Matteoti, el líder moral del socialismo italiano, por parte de un grupo de fascistas a sus órdenes. Sin embargo, la gloria embriaga, cura, cicatriza. Mussolini, en un tiempo oscuro, encarna la enfermedad del poder: la promesa de omnipotencia, la capacidad infinita de autoengaño, la relación eficaz con los demás desde el conocimiento de los defectos del ser humano y el uso diabólico de esas debilidades para la propia causa. Una úlcera puede estar matándote pero la erótica del poder es la mejor cirugía: "No me doblegarán ni aunque me apunten con sus cañones, aquí, delante de mí". Una fiera determinación, enfermiza y curadora, requisito indispensable para ejercer el poder con pretensiones absolutas.

El segundo tomo de la espectacular biografía sobre Benito Mussolini que ha escrito Antonio Scurati cubre los años entre 1925 y 1932. El fundador del fascismo italiano está en la cumbre de su poder. Después de canalizar hacia el nacionalismo la frustración de Italia tras la guerra, de copiar parte de las reivindicaciones de la izquierda y de silenciarla con violencia, el fascismo ha dejado de ser un grupúsculo de un centenar de "raros" (los Fasci Italiani di Combattimento de 1919) y se ha convertido en una fuerza hegemónica. De los dos escaños (29.549 votos  y el 0'45%) en sus primeras elecciones, a tener todo el poder y reclamar públicamente el "totalitarismo". En manos del Duce la suerte entera de Italia y que nadie lo discuta. Junto a la violencia, el apoyo de terratenientes y empresarios, asustados por la retórica revolucionaria de los socialistas –hueca y sin determinación, alguna, lo que llevará al nacimiento del Partido Comunista- ha sido determinante para ese ascenso. Lo que faltaba lo otorga el Rey Víctor Manuel, cuando ordenó que no se detuviera la inicialmente fracasada  Marcha sobre Roma.  Cuando le permitió asesinar a diputados de la oposición. Cuando le autorizó a prohibir todos los demás partidos políticos. Reyes al servicio del fascismo. A Víctor Manuel III le costará el exilio e Italia proclamará  la República tras la caída de Mussolini y la liberación del país por los partisanos.

Pero queda mucho tiempo. Ahora, en apenas seis años ha disuelto el parlamento liberal con muy poca resistencia, sobrevive a torpes atentados que le dan un halo de inmortalidad, cambia sin drama de amantes -a las que promociona como una forma de evitar problemas-, mantiene de cara al pueblo la farsa de su familia tradicional, controla los medios tradicionales y tiene los propios, el Rey Víctor Manuel III come de su mano, ha encarcelado a los que no defienden el fascismo o lo confrontan –sobre todo los comunistas, entre ellos, Antonio Gramsci-, al tiempo que ha reducido la violencia fascista pues ya no hace falta, ha recuperado en un Concordato la relación de Italia con el Vaticano, se ha incorporado a la conquista imperial sometiendo a Libia, y los países liberales europeos, incluido Churchill y el Cardenal Mercier, en un rasgo repetido de su cobardía histórica, alaban la gestión política del dictador sobre todo por su anticomunismo.

El fascismo por dentro siempre estuvo podrido

Sin embargo, el ruido no cesa. El fantasma de todas las organizaciones, incluidas por supuesto las políticas, le persigue. El líder controla el imaginario, el aparato del Estado, especialmente interior e inteligencia, usa la economía para contentar a las masas, tiene el apoyo popular (deja una lámpara encendida en su despacho cuando se marcha para que el pueblo piense que sigue trabajando), tiene la obediencia del partido, especialmente de los cuadros, que le aplauden en público y le dan los "+ 1000" de la época -aunque disientan en privado y critiquen sus caprichos-. Mussoloni quiere controlar la organización pero las organizaciones son seres vivos tan complejos como la propia vida.

Roberto Farinacci, un "osado" de la primera época, radical, más firme en la rabia fascista que Mussolini y que controla su propia parte del aparato, es un "barón" invencible en la región de Cremona. Su retórica es mentirosa: "El fascismo no es un partido: es una religión" y quiere asentar el régimen sobre la violencia. Los que no tienen suficiente fe sobran. Los líderes siempre reclaman plena confianza en ellos. El partido es una religión. Siempre y cuando él, Farinacci, sea su supremo sacerdote. Porque Dios es Mussolini. Con Dios solo habla su representante en la tierra. Farinacci tiene su espacio pase lo que pase. Todo queda entre cuatro elegidos. Por eso Farinacci defiende a sus leales aunque sean ladrones e inmorales.

Mussolini tiene todo el poder. Pero la humanidad de los humanos le acorrala. Incluida la suya misma. Por eso le sobra cualquier fiscalización. El liberalismo se pensó como ideología del liberalismo burgués emergente en lucha contra la monarquía absoluta. En esa coyuntura dialogó con la lucidez del pasado -el equilibrio político que está en Polibio y en Aristóteles- y articuló la división de poderes, los checks and balances, esto es, los pesos y contrapesos de la organización del poder. Cuando alguien acapara mucho poder, pensar que esa omnipotencia pueda ser balanceada es un avance civilizatorio. A Mussolini no le controla nadie. En nuestras democracias liberales, a los líderes mesiánicos de los partidos, tampoco. Pero la violencia todavía no es una alternativa. Pero la ley, que tiene sentido solo si sirve a los intereses de la mayoría, se debilita y, como decía Tony Judt, prepara el momento de la fuerza.

Lo que advirtió Rosa Luxemburgo para la izquierda es cierto en todo el arco ideológico salvo el anarquismo: el secretario general ha sustituido al comité central; el comité central ha sustituido al partido y el partido ha sustituido a la sociedad. Porque hay asuntos que competen más a los seres humanos que a sus ideologías. Monopolizar el poder está en una parte de nuestra biología. Por eso los poderosos no tienen amigos: tienen piezas en su engranaje. En su locura, valoran como una de las mayores virtudes la "lealtad", aunque en su lectura nadie leal le puede decir al líder que se está equivocando. No entienden que la lealtad a los proyectos está por encima de la lealtad a las personas. Pero el fascismo es una aventura de desesperados. Para Mussolini, el apoyo de su hermano Arnaldo es esencial. Porque no confía en nadie. Las Razones ideales para la vida fascista, escrito por el Secretario General del partido, Augusto Turati y prologado por el periodista Mussolini, se resume fácil: "De acuerdo. Sí, señor". El Gran Consejo del Fascismo lo dejó por escrito en su 74 sesión: "Los ordenamientos y las jerarquías, sin los cuales no puede haber disciplina de esfuerzo ni educación del pueblo, reciben por tanto luz y norma desde lo alto, donde se halla la visión completa de los atributos y de los deberes, de las funciones y de los méritos". ¿Una lectura correcta de las órdenes que esperan los pueblos en tiempos de crisis? Ya sabemos a dónde condujo esa salida.

Los grupos humanos tienen vísceras y memoria y cobardía y contumacia. Farinacci, que disputa a Mussolini su poder (terminará ofreciéndose a Hitler para sustituirlo), tiene su feudo territorial en Cremona (igual que Italo Balbo lo tiene en Ferrara). Allí da de comer a los suyos y así a quien obedecen es a él. Tiene empleados, jueces, tiene empresarios, tiene policías y en última instancia tiene a los propios escuadristas fascistas que, aunque Mussolini ha dicho que tienen que dejar de dar palizas, siempre están dispuestos para su dialéctica de las cachiporras y las pistolas (como le copió después José Antonio Primo de Rivera en España). Farinacci, además, tiene un periódico. Ha ayudado en primera línea a alzar a Mussolini al poder supremo de Italia, pero se guarda siempre un as en la manga. En la política, la ideología es sólo uno de los factores a tener en cuenta. Qué se van a llevar los tuyos, qué saca tu gente o los que te apoyan de todo esto, es condición necesaria para que la aventura política triunfe. Que se lo pregunten, de momento, al Partido Popular o a VOX. Aunque vale en casi todas las viejas latitudes ideológicas.

Los partidos esclerotizados y sin democracia interna; los medios de comunicación, entregados a la máquina del fango. Los opositores, silenciados, muertos, exiliados o encarcelados. Nada impide diferenciar "entre error y crimen, entre debilidad e ignominia, entre un hombre honrado y un malhechor".

Mussolini tendrá que gestionar un Estado. Los que le han acompañado en la aventura fascista se preocupan, por su parte, en lo que les corresponde del botín (y algunos, los menos, en mantener las esencias populares y sociales del fascismo. Como haría Hitler son las SA en 1934, esos sectores nunca tuvieron ningún futuro). Las disputas de intereses entre grupos genera peleas internas que no siempre Mussolini puede detener pese a que lo intenta. Si como escribe el Duce en una circular a los prefectos "No serán toleradas desviaciones de autoridad o de responsabilidad. La autoridad es una y unitaria (...)", no hay instancias intermedias que permitan equilibrar los desajustes, los actos arbitrarios, los errores y las barbaridades cometidas por personas que se saben impunes. Los partidos esclerotizados y sin democracia interna; los medios de comunicación, entregados a la máquina del fango. Los opositores, silenciados, muertos, exiliados o encarcelados. Nada impide diferenciar "entre error y crimen, entre debilidad e ignominia, entre un hombre honrado y un malhechor".

Lecturas para hoy del pasado

El fascismo se impuso al socialismo imponiendo al miedo sobre la esperanza. "La sensación de derrota, de haber sido traicionados, de degradación, hasta llegar al hastío, al resentimiento, a la rabia vengativa" ocupaba el espacio de la promesa luminosa de un mundo mejor que había representado el socialismo. En ese hábitat nace y crece el fascismo. El descontento y la humillación individuales llaman a la violencia fascista mientras que la digna rabia compartida llama al socialismo.

El descontento y la humillación individuales llaman a la violencia fascista mientras que la digna rabia compartida llama al socialismo.

La biografía de Scurati es un espejo de dictadores. En acto o en potencia. Que nos sirve hoy para entender claves de la degradación de la política y apostar por la deliberación y la participación popular antes que por la aclamación: "(...) el Duce del fascismo (...) está protegido del espectáculo degradante de la miseria humana por una extraña especie de hipermetropía: lo próximo, lo cercano, lo diminuto, no lo ve o, si alguna vez lo entrevé, se le aparece borroso, indistinto, insignificante. Para las cosas grandes y lejanas, en cambio, tiene una vista formidable, un ojo de halcón, una mirada larga como de timonel que abarca el horizonte".

¿Podemos sacar lecturas para hoy? ¿Cómo conjurar los males de las organizaciones políticas? : "los fascistas de primera hora se despolitizan, se ministerializan, se burocratizan. Los viejos liberales compañeros de viaje resisten pasivamente mediante una sumisión exterior: los industriales aceptan el carné con tal de salvar el capital, los grandes burócratas se vuelven cómplices con tal de subordinar el partido al Estado y el Estado a sus privilegios de casta, el poder judicial se somete en busca de una vida sosegada. Por todas partes lo mismo: malas hierbas de conversos, automatismos, untuosos compromisos".

Sólo politizando de manera horizontal. Como ocurrió en el 15M. Compartiendo con las bases las políticas los horizontes ideológicos, montando la discusión en un ascensor enloquecido que para en todos los pisos y vuelve a bajar y se queda detenido porque no tiene la prisa de las televisiones. No subordinando el flujo popular ni en lo organizativo ni en lo discursivo, sino siendo organización y discurso pegado a las mayorías. Un partido que no discute es un partido muerto. Cuando corresponda, un paso por delante impulsando. Nunca por detrás frenando. Entendiendo los tiempos. No haciendo comulgar a las mayoría con ruedas de molino que provengan de arsenales ideológicos mellados. Asumiendo los errores propios. No mezclando los intereses personales con los intereses de la mayoría, esto es, recuperando la generosidad propia de la fraternidad, que es la familia de donde viene la izquierda.

No subordinando el flujo popular ni en lo organizativo ni en lo discursivo, sino siendo organización y discurso pegado a las mayorías. Un partido que no discute es un partido muerto.

No confundir "el individual  duelo mortal", que anhelan los que se consideran llamados por la providencia y que entienden "como momento de suprema verdad" con las necesidades de las mayorías. Más mundanas, más prosaicas y también, desde ahí, más épicas. Salir del cinismo, que fue una de las claves del quehacer político de un personaje como Mussolini. El fascismo, el nazismo, el franquismo fueron la peor lacra de la humanidad. Nacieron de la crisis del capitalismo, del nacionalismo excluyente y del fracaso de las revoluciones de izquierda. Las hicieron seres humanos. Y entendiendo lo que hicieron y por qué lo hicieron tendremos una vacuna para, al menos, intentar no repetirlo.

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Los tiempos de la izquierda que se estrechan https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/04/09/los-tiempos-de-la-izquierda-que-se-estrechan/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/04/09/los-tiempos-de-la-izquierda-que-se-estrechan/#respond Sat, 09 Apr 2022 18:54:14 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9881 Los tiempos de la izquierda que se estrechan

"Cambiábamos de país como de zapatos a través de las guerras de clases, y nos desesperábamos donde sólo había injusticia y nadie se alzaba contra ella. Y sin embargo, sabíamos que también el odio contra la bajeza desfigura la cara. También la ira contra la injusticia pone ronca la voz. Desgraciadamente, nosotros, que queríamos preparar el camino para la amabilidad no pudimos ser amables. Pero vosotros, cuando lleguen los tiempos en que el hombre sea amigo del hombre, pensad en nosotros con indulgencia."

Bertolt Brecht, A los que vengan después

Una máquina de guerra electoral

En el libro de relatos El hombre celoso, Joe Nesbø recuerda una posible explicación de por qué, al parecer, no se matan entre sí los griegos. Cuenta que los desdendientes de Sócrates, antes de matar a quien odian, prefieren que la víctima siga viviendo en Grecia. Que sería, en la lectura sarcástica de los griegos, una forma de castigo en diferido y alargada.

Qué le pasa a la izquierda hispánica que no termina de encontrarse puede tener que ver con eso. Quizá por la cercanía mediterránea, cuando alguien de izquierda odia a alguien de izquierdas, circunstancia que pasa con frecuencia eterna, suele insistir en más de lo mismo. Es decir, que deciden montar otro partido de izquierdas. Para ahondar en el asunto, suelen escribir unas memorias -aunque no tengan acontecimientos acumulados- siempre parciales y por eso poco apreciadas por los historiadores. Como no hay izquierdista que no le haga una autocrítica a otros izquierdistas,  si pueden buscarán eliminar a los que culpan de ponerles piedras en el camino de su gloria. Porque no terminan de entender que lo que era una buena idea en su cabeza en la realidad opera de otra manera, porque tiene, vaya por dios, que contar con los demás. No aprendemos. (Me produce ternura que alguien a quien llamé para que se uniera a nuestras filas escriba un libro sobre Podemos y haga malabares para no citar mi nombre).

Se quejaba Yolanda Díaz de "los egos" y aunque llena de razón, no dejaba de sonar esa misma queja con pautas reflejadas.  Es muy difícil librarse del "yo, yo, yo" en estos tiempos de la política en directo, donde tu suerte la dictan los medios de comunicación y todos los líderes terminan sintiéndose los actores principales en una obra donde los demás solo están ahí como un apunte útiles sólo para darles entrada a su monólogo. Los egos en política son más traicioneros porque hay muchos espejos y pocos divanes y los escenarios son como esa escena de La dama de Shanghai donde espejos reflejan espejos incluso resquebrajados.

Es verdad que los grandes egos habitan sin mayores problemas tanto en la izquierda como en la derecha, pero en la izquierda, por las veleidades de superar el sistema, siempre tienen una parte indemostrable y épica que liga a las masas a la visión preclara del liderazgo camino de la emancipación: "tú tienes dos ojos, decía Brecht, pero el partido tiene mil". El partido, claro, era uno y el jefe, también.

Cuando salí de la Ejecutiva de Podemos, una de las principales razones -junto a la petición diaria de alguna gente de esa Ejecutiva de que me fuera y que iba haciendo mella en Iglesias-, era que la llamada "maquinaria de guerra electoral" impedía construir un partido diferente. No fundábamos Podemos para sustituir a unas élites por otras, sino para hacer un partido diferente, con capacidad de gobernar superando el bipartidismo y el neoliberalismo que le acompañaba y, para que eso fuera posible, conectado con los movimientos sociales y la gente. En definitiva, un partido en donde se sustituyera el verticalismo que, como politólogos, sabíamos que lastraba a los partidos cartelizados y que formaba parte de la queja del 15M (partidos que funcionaban como un cártel donde había desaparecido la competencia real. El bipartidismo era la expresión más clara de lo que expresan Peter Mair y Richard Katz en La democracia y la cartelización de los partidos, Madrid, Catarata, 2022).

Desde la izquierda más libertaria ya le habían dicho a Lenin y luego a Stalin que cuidado con que el partido sustituyera a la sociedad, el comité central al partido y el secretario general al comité central. Porque desaparecía la democracia. Ahora añadiríamos que el secretario general puede ser a su vez sustituido por el spin doctor –el consultor experto en leer la situación- o, en un juego de espejos, por su propio alter ego, en un remake de El club de la lucha,  donde el líder se susurra constantemente a sí mismo qué tiene que decir, hacer o escribir con el único objetivo de que su figura pública no sea dañada (daño que implicaría a su vez un enorme perjuicio a unos partidos ya siempre identificados con su líder).

Pablo Iglesias desencadenado

Todos los días sabemos de algo que ha dicho o escrito Pablo Iglesias. Ha vuelto a sus orígenes -mira que dije que no se iba a marchar  de la política aunque dejara los cargos- y se le ve suelto. Los medios saben, además, que ahí hay hueso. Escucho y leo a Iglesias liberado de la pesada carga de la púrpura repartiendo estopa, escudado en el latiguillo de "ahora que ya no tengo responsabilidades políticas" –lo que no es del todo verdad pues sus opiniones pesan en Podemos-, y no dejando, es cierto, títere con cabeza. En esa barraca de tiro de feria pasan desde Enric Juliana a Pedro Vallín, pasando por Antonio Maestre, Ignacio Escolar, Esther Palomera, Daniel Bernabé además, claro, de los Ferreras, Vallés, Pedro J, Ana Rosa, Inda, Marhuenda y compañía que, seguramente, se lo merecen más por que además de decirse periodistas no siempre con razón son tramposos.

Ha causado revuelo el reconocimiento por parte de Iglesias de que quizá se equivocó en el método que escogió para señalar como su sustituta a Yolanda Díaz. Seguramente lo ha dicho Iglesias porque esa decisión, contada de manera descarnada en Verdades a la cara, esa suerte de memorias de Iglesias en diálogo con el periodista Aitor Riveiro, habría podido liberar después a Díaz de casi cualquier responsabilidad con Unidas Podemos. Como no se le consultó ni se le dejó otra opción, ahora ¿cómo se le exige nada? El viaje de Yolanda Díaz a Valencia no permitió que todos celebraran ni siquiera con horchata.

Las formas, podríamos concluir, le  habrían permitido a Yolanda Díaz, por la ausencia de deliberación en su señalamiento, tomar a partir de ahí sus propias decisiones al margen de todos los partidos convocantes. Y en esas tenemos que la decisión de asumir o no la dirección de ese Frente Amplio se ve postergada y en el mientras tanto, además, se oyen quejas de una actitud no siempre amable con Podemos que, justo es reconocerlo, tanto ha hecho para cambiar este país. Poco a poco, la postergación y el ruido se están convirtiendo en uno de los elefantes en la habitación en donde se tiene que renovar la izquierda y remozar esa nueva política que nació del 15M. Una espera que tiene a demasiada gente perpleja y que está perdiendo frescura.

Como es común, los medios y las redes, que cada vez operan más en todos lados como si fueran partidos políticos, han aprovechado para tergiversar el sentido de lo que ha afirmado Iglesias. ¿Con qué fin? Pues para poner a pelear a Yolanda Díaz con Iglesias y, de paso, con Podemos. Los clarines del bipartidismo llaman al ruedo a ver si pueden darle una estocada definitiva a los morados. El régimen siempre ha sido muy taurino. Y los espontáneos, que lo que quieren es parar el espectáculo sangriento, deben ser muy cuidadosos.

El verdadero problema

La verdad es que me produce más desasosiego el reconocimiento público de esa decisión crucial como una disposición personal de Iglesias. Al margen, porque es irrelevante, de cuál sea su relación actual con la Vicepresidenta Díaz, se profesen una amistad a fuerza de volcanes o les hayan crecido las suspicacias propias de los procesos de sustitución. Porque fueron los órganos de Podemos y de Unidas Podemos los que la asumieron como propia y, por tanto, el acierto o el desacierto fue de los órganos de dirección. Y parece evidente que se trató de un acierto aunque ni la dirección de Podemos ni Yolanda Díaz estén siendo hasta la fecha capaces de mandar a la opinión pública esas señales de concordia. Y si el PSOE pierde votos por acercarse al PP de siempre, lo dirija quien lo dirija, y Unidas Podemos, Yolanda Díaz y todo lo que sume los pierde porque no es capaz de generar ilusión, la alternativa sabemos que va a ser el gobierno de Feijóo con Santiago Abascal. Susto o muerte.

Y si el PSOE pierde votos por acercarse al PP de siempre, lo dirija quien lo dirija, y Unidas Podemos, Yolanda Díaz y todo lo que sume los pierde porque no es capaz de generar ilusión, la alternativa sabemos que va a ser el gobierno de Feijóo con Santiago Abascal. Susto o muerte.

La verticalización de la política, en el caso de Podemos, ha tenido que ver con la falta de cultura democrática interna (la "maquinaria de guerra electoral" y las divisiones), con la vertiginosidad que impone la espectacularización de la política –hay que hacer declaraciones constantemente-, por la concentración de información, así como por las urgencias que reclama la maquinaria del Estado en algunos momentos. Todos esos asuntos termina por envolver a los liderazgos, estén en la Moncloa o allá adonde vayan. La soledad lleva al ensimismamiento y las voces diferentes molestan cada vez más cuanto menos frecuentes nos hablan.

¿Hacer o comunicar?

La discusión acerca de si Podemos era una persona con coleta que salía mucho en la televisión o se trata de algo un poco más complejo -más personas, un ánimo y una trayectoria social, el agotamiento de un régimen- ha formado parte de la discusión interna de la formación morada. Siempre pesó en la interna mucho la condición "posmoderna", heredada de las influencias populistas –que luego Errejón se llevaría a Más País -. De manera que era más importante salir en la televisión o colocar un titular que hacer partido, porque en la tele toreas de grana y oro y en el partido rindes cuentas. Cuando los partidos funcionan, a los líderes populistas les molestan. La maquinaria de guerra electoral, propia del "momento destituyente",  tenía que dejar paso a un "momento constituyente". Pero cuando construyes una torre, es complicado que juegues dentro al fútbol.

Por eso Podemos ha funcionado mejor en las generales, que son unas elecciones muy de las grandes televisiones, que en las municipales y autonómicas, donde hace falta base territorial. Por eso Más Madrid aprovechó que Unidas Podemos no se presentó en el ayuntamiento de Madrid -no quería competir con Manuela Carmena que era un invento suyo- para expandirse. El caso de Ciudadanos es más extremo: directamente ha desaparecido porque era mero humo mediático.

Hace justo un año, Pablo Echenique, con motivo de la presentación por parte de Unidas Podemos de la única ley de salud mental que se ha presentado en España, dijo que "en política es importante lo que se dice, pero sobre todo es importante lo que se hace". Este viernes, Ione Belarra presentaba un balance muy notorio de la tarea del Ministerio de Derechos Sociales en el último año, donde el escudo social ha sido esencial para que los rigores de la pandemia no hayan recaído en las mayorías que pagaron anteriores crisis (Mientras, aristócratas, pijos, hermanos y primos del PP robaban a manos llenas aprovechando la crisis del COVID-19).

Un día antes, Pablo Iglesias escribía en Contexto: "La sociedad española se está derechizando a marchas forzadas contra los que pensaban que la movilización de recursos públicos para hacer frente a la pandemia iba a crear una sólida clientela electoral para la izquierda, agradecida por los ERTES, la subida del salario mínimo, el IMV y el escudo social. Es un mito que la mejora de las condiciones sociales opere de manera automática en las conciencias y la estructura ideológica. Los que afirman que la mejor vacuna contra la ultraderecha es reforzar el Estado social son incapaces de explicar el auge ultra en los países nórdicos. Si algo nos faltaba, el delirio belicista empuja aún más la derechización social".

El diagnóstico de Iglesias es parcialmente correcto en la medida en que hace hincapié en un asunto muy relegado por la izquierda: "La lucha política es siempre lucha cultural e ideológica". Si haces políticas públicas excelentes pero no las acompañas de pedagogía social, quizá no vayas muy lejos. Pero al tiempo ¿no son las políticas públicas la razón de ser de una política de izquierda? El auge de la extrema derecha en lugares donde no hay tantas penurias, como Noruega,  es precisamente por el miedo a perder el estatus. Es una de las consecuencias del neoliberalismo y su desmantelamiento del Estado social que nos arroja a todos a una lucha sin cuartel por recursos creados como escasos.

Si no lo comunicas, no te reconocen el trabajo, te pueden sacar por la fuerza del gobierno sin que el pueblo proteste o puedes perder las elecciones porque no te votan a los que sacaste con tus políticas de la pobreza.

Contaba la ex presidenta brasileña Dilma Rousseff que cuando salió del cargo, una última encuesta preguntaba por los efectos de la política "Bolsa familia". En torno al 90% de las mujeres decían que su vida había mejorado. A la hora de preguntarles por qué, la inmensa mayoría decía que "gracias a Dios", luego "gracias a mi esfuerzo", luego "gracias a la familia", después "gracias al empresario" y por último gracias a la política del gobierno. Es decir, si no lo comunicas, no te reconocen el trabajo, te pueden sacar por la fuerza del gobierno sin que el pueblo proteste o puedes perder las elecciones porque no te votan a los que sacaste con tus políticas de la pobreza.

Ahora bien, si Lula va a ganar las próximas elecciones, igual que si el MAS en Bolivia regresó después del golpe o no han sido capaces de tumbar a la fuerza a Nicolás Maduro de Venezuela fue porque las políticas públicas que se realizaron mejoraron la vida de la gente y porque una parte importante de la ciudadanía no confía en la derecha porque tienen memoria de las políticas que hicieron.

Por eso el PSOE tiene una base social firme que bebe de lo que hicieron hace cuarenta años. La izquierda en España no ha tenido problemas por decir cosas de izquierdas. Los ha tenido cuando ha empezado a hacerlas. La persecución a Podemos no ha tenido que ver con el discurso de izquierda, sino por estar en el Gobierno y llevar ese discurso al Boletín Oficial del Estado en forma de escudo social, pensiones, salario mínimo, ingreso mínimo vital, lucha contra la violencia machista, fin de la brecha salarial, ERTES, defensa de los animales o reforma laboral.

A Dios rogando y con el mazo dando (o por qué Dios nunca abandona a un buen marxista)

La conclusión es que hay que compaginar discurso con acción, partido con movimiento, lucha ideológica –de valores, memoria, denuncia- con políticas concretas. Es muy importante multiplicar los dispositivos ideológicos de la izquierda para que no se genera la sensación de que personas individuales prescriben a los partidos. La derecha puede permitírselo. En la izquierda es más difícil. Pablo Iglesias destaca, además de por su buen hacer, porque está prácticamente solo en esa pelea mediática, con todos los riesgos que eso conlleva. Convendría que los que critican lo que hace también dijeran que están aportando al debate.

Hacen falta muchas guerrillas, camino de conseguir un ejército, para poder confrontar y superar a los varios ejércitos imperiales mediáticos neoliberales. Y dejar de estar a la defensiva, lo que lleva a menudo a lanzar pullas, recaditos, ironías e insinuaciones a los que no se sienten tan cercados y asediados como tú (y lo digo por haber sido el primero en Podemos en recibir los ataques). Por honestidad, convendría recordar que los ataques que ha recibido Podemos -o ayer Julio Anguita- no han sido por las personas concretas sino por lo que han representado. Superar la fase defensiva es recuperar espacio. El socialismo crea desde la esperanza. La extrema derecha desde el miedo.

Es importante reconciliar a la familia que está abajo y en lo nuevo, frente a los que están arriba y reivindican lo viejo. Nos equivocamos si en vez de crear nuestro Foro Social Mundial disparamos contra todo lo que tenemos cercano como en los tiempos de las Internacionales. El Frente Amplio solo se va a armar desde la disidencia tolerada. Y amable. Porque la amabilidad, como la bondad, son señales de inteligencia que no se dejan opacar por el reflejo del espejo. Ahí, Unidas Podemos es más relevante que ninguna de las personas concretas que tuvimos responsabilidades hace ocho años. Porque lo que ya se ha gastado debe dejar de poner obstáculos en la reconstrucción del espacio del cambio. Lo que no suma, resta. De ahí la esperanza de los liderazgos femeninos y feministas. Hay un nuevo Podemos. Y tiene que seguir visibilizándose.

La tarea de reconstrucción de Podemos que ha puesto en marcha Ione Belarra -con una tarea novedosa en organización dirigida por Lilith Verstringe- va en la buena dirección. Nunca se reinventa una formación política si no te pones en carretera y te recorres el país. Pero tiene que saber, igual que lo tiene que saber Pablo Iglesias y todos los que están en alguna de las trincheras de la alternativa, que ese ejército mediático esta esperando cualquier señal, aunque solo sea equívoca, para disparar sus misiles. Ione Belarra representa la nueva etapa de Podemos. Y tiene que quedar claro el nuevo momento, de manera que todo el mundo vea el corte y las esperanzas que se abren.

 De la misma manera que Yolanda Díaz, que es la posibilidad evidente de que el espacio amplio pueda recomponerse -y que es la que tiene que dialogar y reunir a todos los fragmentos que alguna vez estuvieron juntos e incluso ir más allá-, tiene que saber que hay muchos temas pendientes en España -derechos y libertades, territorialidad, feminismo, desigualdad- que los tiene que solventar con ayuda, que tan importante es no llegar demasiado pronto como no retrasarse en exceso y que las sonrisas tienen que ser también para los tuyos. Está una parte importante de España esperando. Precisamente a la que le da pánico lo de Feijóo con Abascal y se emocionó un día con la nueva política.

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Jamardo: una negacionista que no respeta a las víctimas del franquismo https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/04/06/jamardo-una-negacionista-que-no-respeta-a-las-victimas-del-franquismo/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/04/06/jamardo-una-negacionista-que-no-respeta-a-las-victimas-del-franquismo/#respond Wed, 06 Apr 2022 18:17:56 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9863
Jamardo: una negacionista que no respeta a las víctimas del franquismo
La periodista de El Debate María Jamardo.

España es el país donde militares jubilados que comentan que habría que fusilar a 26 millones de españoles, en claro recordatorio a la "media España" que decía Franco que había que fusilar, escriben cartas al Rey enormemente preocupados por la salud de la democracia en España porque Unidas Podemos está en el Gobierno.

España es el país donde Franco, el dictador que apoyó a Hitler en su guerra contra las potencias occidentales y la URSS y restauró la monarquía en 1947, nombró en 1969 a Juan Carlos de Borbón su sucesor a título de Rey, para luego, a la muerte del caudillo, transitar "de la ley a la ley" de manera que el Rey de la dictadura pudiera ser también el Rey de la democracia.

España es un país donde el Ministro de Defensa del PSOE, José Bono, puso a desfilar el 12 de octubre, día nacional, a un republicano que liberó París en 1944 con La Nueve y la División Lecrerc, al lado de un nazi que fue a pelear en la División Azul al lado de la Gestapo y las SS.

España es el país donde la derecha usa a Europa para que les blanquee, pero donde no escuchan las recomendaciones europeas de que no gobiernen con la extrema derecha. El mismo país, el Reino de España, donde en las televisiones se invita a nazis a que den sus puntos de vista como si fueran uno más, donde se blanquea a gente que hace de los discursos de odio su plataforma ideológica, donde entrevistadores de programas de máxima audiencia, como El Hormiguero de Pablo Motos, dialoga con el líder del partido protofascista español Vox, Santiago Abascal, y le pregunta, en un interrogatorio incisivo, si le gustan las montañas nevadas, los árboles verdes y los niños.

España es el país donde todos los medios de comunicación guardaron silencio durante 40 años acerca de las tropelías del ciudadanos Juan Carlos de Borbón; donde esos mismos medios mintieron sobre las armas de destrucción masiva que autorizaron la guerra de Irak o sobre los atentados de Atocha, que adjudicaron a ETA como había dicho mintiendo a los españoles y riéndose de las víctimas el Presidente del Gobierno José María Aznar. Esos mismos medios que han dedicado más tiempo al chalet que se compraron con su dinero y una hipoteca a treinta años el ex Vicepresidente Pablo Iglesias y la Ministra Irene Montero que al fraude inmobiliario del Portavoz de Vox al recuperar una empresa suspendida para después volverla a cerrar solamente con el fin de no pagar las obras de sus casa y por lo que el Tribunal Supremo mandó embargar su sueldo como parlamentario. Más tiempo a una vivienda pagada euro a euro con su dinero y cumpliendo la ley que a la falsificación de la firma del colegio de arquitectos llevada a cabo por la Presidenta de Vox en la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, esposa del anterior delincuente.

España es el país donde un ex magistrado del Tribunal Supremo miente acusando una vez más a Podemos de que no condena a ETA y donde el Consejo General del Poder Judicial, inconstitucional desde hace tres años, deja que en el Poder Judicial existan detritus que pudren el Estado de derecho sin que todos los días los medios aprovechen la tropelía para echarles en cara su condición de jueces extraconstitucionales y ayuden a limpiar el patio judicial.

España es el país donde en las televisiones pululan ladronas, golpistas, maltratadores, asalariados del delincuente Villarejo, plagiadoras, empotradras de la CIA, pantuflos que no pagan la pensión a sus hijos y una metástasis de extremistas de periódicos digitales condenados por mentir que ven recompensada su presencia solo porque defienden posiciones de extrema derecha que son útiles a las élites del Reino de España.

En esa España, reino también de comisionistas borrachos, tahúres mediáticos, políticos fulleros y ventajistas de obra pública, no es extraño que de pronto tenga sus quince minutos de gloria una mujer que dice en Telecinco que la legión Cóndor alemana que bombardeó Gernika el 26 de abril de 1937 en connivencia con el Gobierno de Franco, y que aprovechó la orden para probar diferentes tipos de bombas, matando a cientos de personas, no era tan mala, de la misma manera que la gente que ese día fue reventada por las bombas cuando iba al mercado de alguna forma se lo merecían porque tampoco eran tan buenos.

Esta periodista, María Jamardo, que se ha merecido estar en Telecinco porque fue candidata del partido ultraderechista del ladrón Mario Conde y porque ha fracasado reiteradamente en su labor como abogada, tiene su espacio porque a la televisión de Berlusconi en España le permitimos que se pueda insultar a las víctimas solo porque las asesinó la derecha. Debemos de ser el único país del mundo que permite que una televisión extranjera insulte a sus víctimas.

Las barbaridades que ha dicho esta señora le costarían la cárcel en Alemania, pero en España le supone la garantía de que la invitarán la semana que viene, como invitan a los Inda, Carlos Cuesta, los Jaime González, a las María Claver, las Isabel Sansebastián, los Vicente Gil o los Alfonso Merlos, gente que se respeta poco a sí misma, que representan su papel aunque sea mintiendo, que no informan sino que opinan, que no lanzan una opinión sin verter antes un insulto,  que niegan que los comunistas contribuyeron a traer la democracia a España y que son al periodismo lo mismo que la pederastia al cariño.

En España, faltar al respeto a las víctimas de ETA es un delito. Pero faltar al respeto a las víctimas del franquismo tiene premio. Quizá porque al Partido Popular lo fundó un Ministro de Franco que firmó sentencias de muerte a gente que luchaba por la democracia. 115.000 siguen en fosas comunes y en cunetas. Gente que falsas periodistas como Jamardo vuelven a fusilar, me temo, que porque los demócratas se lo permitimos.

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Quemar libros en la Complutense https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/04/02/quemar-libros-en-la-complutense/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/04/02/quemar-libros-en-la-complutense/#respond Sat, 02 Apr 2022 19:00:47 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9843
Quemar libros en la Complutense
El secretario general de Vox, Javier Ortega-Smith y demás miembros de la ‘Plataforma 711 Por la Reconquista Cultural’ se concentran en el Campus de Somosaguas. —Isabel Infantes / Europa Press

Un obispo en un burdel y Ortega Smith en la Complutense

Ortega Smith en una universidad pública pinta lo mismo que un obispo en un burdel: tiene sentido sólo si vas a liarla. Lo hemos visto con una metralleta en la mano y tumbado en el suelo disparando. Es más complicado imaginarlo sosteniendo, con la dulzura de los dedos acariciando el lomo, un libro donde las letras van juntando palabras y las palabras frases y las frases ideas. Ortega Smith es de la estela ideológica de los que en España siempre han quemado libros. ¿A qué va a una universidad pública con maneras de matón y dando gritos y patadas a los derechos humanos?

Ortega Smith en una universidad pública pinta lo mismo que un obispo en un burdel: tiene sentido sólo si vas a liarla.

Una cosa de las cosas que hizo Fernando VII en 1814, cuando regresó al trono después de sus vacaciones francesas pagadas por Napoleón, fue restaurar la Inquisición. También ahorcó patriotas y exilió intelectuales, derivadas del mismo apego a las libertades. A ese mismo Fernando VII  la Universidad de Cervera le mandó en 1927, en su segundo regreso -en ese caso con ayuda de mercenarios franceses-, un conocido memorándum que rezaba: "lejos de nosotros la peligrosa novedad de discurrir" (que Ortega y Gasset popularizaría como "lejos de nosotros la funesta manía de pensar"). En la Universidad siempre ha habido enemigos de las ideas que, en nombre de la libertad, son los que terminan, cuando regresa el fascismo, haciendo listas negras y mandando nombres al Inquisidor. Van poco a poco. Comienzan invitando a los Torquemadas a dar charlas como si cualquier cosa. Incluso parecen buena gente. Pero tienen alma de falangistas.

La universidad de Cervera se negaba a pensar. Como haría después la universidad franquista, silenciada a golpe de tiros en la nuca. Un personaje como Pemán, gloria de las derechas españolas y autor de una letra infame del himno, se dedicó a delatar a maestros, en un tiempo en donde las delaciones podían llevar a ser fusilado. Le recompensaron con cargos públicos por esas delaciones. Había profesores delatores y profesores delatados. Hoy sabemos, gracias a Manuel Menchón, que hay una alta probabilidad de que Miguel de Unamuno fuera asesinado por un esbirro de Millán Astray, ese carnicero airado al que en Madrid le repone calles el Partido Popular y VOX. También siempre ha habido alumnos que señalan a los profesores. Aunque lo hacen por instinto de clase. Es peor lo de los profesores servilones.

Pemán, gloria de las derechas españolas y autor de una letra infame del himno, se dedicó a delatar a maestros, en un tiempo en donde las delaciones podían llevar a ser fusilado. Le recompensaron con cargos públicos por esas delaciones

El libro que más luz da es el libro que arde

Una de las cosas que hicieron los antecesores ideológicos del PP y de VOX desde los inicios del golpe de 1936 fue quemar libros. Recuerda Eduardo Bravo en Agente Provocador las palabras al ABC el 26 de septiembre de 1936 de Bruno Ibáñez Gálvez, un teniente general de la Guardia Civil y Jefe de Orden Público de Sevilla:

«Al día siguiente de iniciarse el movimiento del Ejército salvador de España, por bravos muchachos de Falange Española fueron recogidos de kioskos y librerías centenares de ejemplares de esa escoria de la literatura que fueron quemados como merecían».

Y siguieron sin parar por toda la geografía española. Después de que "pasaron", el 30 de abril de 1939, la mejor manera que se le ocurrió a los jóvenes del Sindicato Español Universitario para celebrar el Día del Libro fue, precisamente, quemar libros. Hay jóvenes que van a la universidad a aprender y otros a hacer hogueras de campamento.

Una ventana en el suelo, quemar libros, quemar personas

Una ventana en el suelo, que da a una biblioteca vacía, frente a la Universidad Humboldt de Berlín recuerda que los nazis iniciaron su III Reich quemando las obras de los judíos e izquierdistas en la plaza, al lado de la ópera donde reinventarían a Wagner. Empezar quemando libros fue un buen anuncio de su gusto por el fuego. Los que queman libros, terminan siempre quemando personas. España tenía ya su propia tradición. ¿No quemó el cura Pedro Pérez buena parte de la biblioteca de Don Quijote? ¿No mandó quemar el Santo Oficio al Lazarillo de Tormes, toda la obra de Erasmo, mucho teatro, literatura mística, La Celestina y hasta 2.315 obras? En la purga de libros ayudaban a la Inquisición profesores universitarios, de la misma manera que el barbero echó una mano al cura. Cuando van estudiantes protofascistas a la universidad pública a redimir a los errados, también reciben la ayuda de algunos profesores,los que terminarán dictando, llegado el caso, los nuevos listados de libros o personas a purgar en el fuego.

Empezar quemando libros fue un buen anuncio del gusto de los nazis por el fuego. Los que queman libros, terminan siempre quemando personas. España tenía antes su propia tradición.

El periódico Arriba España, en un tiempo donde aún no existía Ana Rosa Quintana ni Carlos Herrera ni Vicente Vallés, incitaba a la quema de libros desde sus páginas "por Dios y por la patria". Son los mismos lemas que llevan de vez en cuando a algunos fascistas a las universidades públicas españolas con ánimo incendiario.

Las derechas españolas, Torquemada, viva la muerte y abajo la inteligencia

Quizá el rasgo diferencial más relevante de las derechas españolas sea su vinculación a la iglesia católica. Una iglesia vinculada igualmente a la institución monárquica que, a su vez, ha estado ligada, con los Austrias y especialmente con los Borbones, a todos los retrocesos políticos que han hecho de España un país diferente respecto del norte de los Pirineos. Uno de los más evidentes es que mientras en Europa se desarrollaban los Estados sociales, en España una dictadura de clase, garantizada por militares traidores a su juramente republicano, sometía a los trabajadores y acababa con todos los derechos laborales. Estudiantes que quieren fuego purificador se han hecho una foto diciendo que con este gobierno están condenados al paro. Uno de ellos tiene fotos montando a caballo en su cortijo. Las clases sociales no existen, pero haberlas haylas.

Esa unión entre iglesia intransigente, capital rentista y parasitario, espadones y una monarquía arcaizante la expresan las derechas españolas, tanto la original como su escisión de VOX, cada vez más alejados de los liberales europeos y más cercanos a las posiciones de los Orban, Salvini o Trump.

Esa unión entre iglesia intransigente, capital rentista y parasitario, espadones y una monarquía arcaizante la expresan las derechas españolas, tanto la original como su escisión de VOX, cada vez más alejados de los liberales europeos y más cercanos a las posiciones de los Orban, Salvini o Trump.

VOX ha dicho que el gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos es peor que los gobiernos de Franco. Los policías de Franco iban a la facultad de Ciencias políticas de la Complutense a detener a profesores y a estudiantes. Había profesores y estudiantes que eran delatores. A la gente de VOX le gusta ir a las facultades de las universidades públicas a decir que van a reconquistar España desde su odio. No van a las privadas, aunque en Madrid hay más universidades privadas que públicas. ¿Por qué no van los fascistas a las universidades privadas a gritar?

Franco fusiló a maestros y profesores. Unamuno se dio cuenta de su inmenso e irreparable error cuando asesinaron a compañeros y discípulos. Hay gente con patillas toreras y pluma al servicio de la mentira que son la pura imagen de los que dan paseíllos pegando tiros en la nuca llegado el momento. Porque no hay fascismo sin publicistas. La prensa de la derecha y de la extrema derecha jalea el ruido en las universidades públicas. Son responsables de parte de la podredumbre que se ve hoy por tantas partes.

En el régimen de odio y gritos contra la inteligencia de Franco que defiende VOX y una parte del PP y Ciudadanos se quemaron libros. Algunos jóvenes cachorros de fascista gustan ir a sitios públicos solamente a provocar para intentar romper los diques de la cordura, de la concordia, del diálogo, del respeto y preparar las condiciones para la próxima quema de libros.

La democracia y su derecho a defenderse

La "democracia militante" (streitbare Demokratie, en términos del exiliado durante el nazismo Karl Lowenstein), forma parte de la tradición constitucional alemana. Es aquella en donde el Parlamento, el Ejecutivo y especialmente los jueces del Constitucional defienden a la democracia de sus enemigos, en un equilibrio no siempre fácil entre la libertad y la defensa de los derechos humanos. Detrás de esa defensa están las mismas razones por las cuales la CDU, del mismo grupo parlamentario que el PP en el Parlamento Europeo, nunca negocia con la extrema derecha. A diferencia del PP recién "renovado" por Núñez Feijóo gobernando con la secuela del franquismo en Castilla y León.

La universidad pública hace muy bien en defenderse de los que quieren romper la convivencia en las aulas. Los que defienden un ideario contrario a los derechos humanos ¿tienen derecho a encontrar facilidades para dinamitar el entendimiento?

La universidad pública hace muy bien en defenderse de los que quieren romper la convivencia en las aulas. Los que defienden un ideario contrario a los derechos humanos ¿tienen derecho a encontrar facilidades para dinamitar el entendimiento? Las ideas se combaten con ideas. Las provocaciones, aplicando la ley de la que se dota la democracia para que no vuelvan los fascistas. Si no respetas los derechos humanos, la democracia tiene derecho a defenderse. Lo han entendido perfectamente los estudiantes comprometidos en la facultad de ciencias políticas y sociología de la Universidad Complutense de Madrid. Igual que la mayoría de profesores y el equipo decanal. Porque defendemos las ideas, la libertad de expresión y confiamos en el poder de la palabra.

Ya hemos visto lo que hace el fascismo en el Parlamento español. Lo que hace con las demandas legítimas de los trabajadores del campo o del transporte. Lo que hace convirtiendo una huelga de los trabajadores de las casetas sevillanas, que no están dispuestos a trabajar por 450 euros, en una "huelga de los dueños de las casetas". Que por mentir no quede. Son precisamente la negación de la universidad.

Las fake news, la posverdad, los bulos de detritos periodísticos en las redes sociales y en los telediarios, e incluso el escudo de un condenado por acoso que aparece igual en la casa de Pablo Iglesias, en la manifestación de transportistas o intentando crear un escándalo en una universidad pública, están pudriendo todos los ámbitos de la vida social. Los que siempre han quemado libros están, como en la Transición, como en el 36 o como en tiempos de la Inquisición, dispuestos a quemar librerías, bibliotecas o facultades. Parece que en algunos lugares lo tienen claro. Y les han recordado eso de que el fascismo se cura leyendo y viajando.

Pero no tiene derecho a romper las reglas sagradas del diálogo que trenza la propia posibilidad de la universidad. Por eso, salvo en dictadura, donde rectores, decanos, catedráticos lo eran por lo general por abrazar el fascismo -o al menos no contrariarlo-, no caben los que defienden el fin de la convivencia.

Claro que las ideas deben tener espacio en la Universidad. Pero respetando las reglas de la convivencia, no dinamitándolas. La universidad no es un espacio de adoctrinamiento, sino de debate. No es una excusa para otros fines, sino un fin en sí misma. Por eso, los derechos humanos son el mínimo común para entrar en las aulas. Quien cuando oye la palabra cultura echa la mano a la pistola o la emprende a cabezazos tiene otros sitios donde desfogarse. Pero no tiene derecho a romper las reglas sagradas del diálogo que trenza la propia posibilidad de la universidad. Por eso, salvo en dictadura, donde rectores, decanos, catedráticos lo eran por lo general por abrazar el fascismo -o al menos no contrariarlo-, no caben los que defienden el fin de la convivencia. Y es emocionante que los estudiantes de Políticas y Sociología lo hayan visto tan claro. Un recordatorio hermoso de que siempre hay luz al final de los túneles.

 

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Señoritos en las barricadas https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/03/26/senoritos-en-las-barricadas/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/03/26/senoritos-en-las-barricadas/#respond Sat, 26 Mar 2022 19:55:56 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9816 Continuar leyendo "Señoritos en las barricadas"]]>
Señoritos en las barricadas
Miles de personas participan en la manifestación en defensa del mundo rural el pasado domingo 20 de marzo en Madrid. EFE/Luca Piergiovanni

La derecha no suele manifestarse en democracia. Por lo general, no le hace falta. Cuando sale a la calle, por lo común lo hace con voluntad golpista. De hecho, no suele reconocer como legítimos los gobiernos de la izquierda. Otra de sus estrategias es apropiarse de las protestas de sectores sociales golpeados. Aunque incurran en contradicciones. ¿O es que todavía no nos hemos dado cuenta de que la derecha y la extrema derecha pueden decir una cosa y la contraria y no pasa nada? Es propio de la gente que no cree en la democracia. Si hay que mentir se miente y si hay que dar un golpe de Estado, se da. Cuando has tenido desde pequeño el privilegio de mandar a callar a los demás, se te quedan formas que encajan mal con la democracia. ¿O no hemos visto en la huelga de transportistas a presuntos camioneros quejándose de que  por culpa de la inflación había que subir el sueldo a los camioneros?

¿Es comprensible una manifestación a favor del campo donde los señoritos tengan tanta presencia? ¿Cómo se explica una huelga de transportistas, asfixiados en verdad por la subida del gasoil y los escasos ingresos, representada por gente de la patronal que vota a Vox, formación que se ha opuesto a todas las medidas que mejoraban la vida de los trabajadores? ¿Se ha normalizado en España esa imagen de un rico con mucho colesterol del malo manifestándose en una caravana de vehículos contra el gobierno desde su coche conducido por su chófer? ¿Volvemos a imaginarnos escenas, reales o ben trovatas, situadas en el barrio de Salamanca de Madrid donde las muchachas de servicio golpeaban las cacerolas al lado de sus "señoras", indignadas cargadas de collares, o donde señoritos engominados golpeaban las señales de tráfico con palos de golf?

La manifestación del transporte en Madrid está llena de complejidades. Porque las quejas son razonables, pero la representación, menos. Las comparaciones con la huelga de transportes contra el gobierno de Allende han sido inevitables (Nadie ha sacado todavía que también el sector ultra del transporte estaba detrás de los asesinatos de Atocha y de la trama civil del 23F). Por un lado, Vox gritando "¡No vamos a salir de las calles hasta echar a este gobierno ilegítimo!" (el fascismo hispánico, siempre tan clásico); por otro, el líder inexplicable de los pequeños transportistas diciendo: "¡No vamos a salir de las calles hasta que echemos a este gobierno socialcomunista!" Según datos de un camionero que conoce el sector (Bulldog Punk), "en España hay 54.000 empresas de menos de 5 camiones y 36.000 autónomos de un solo camión". A los que habría que añadir 227.000 conductores. Y es cierto que toda esa gente no ha parado y que los líderes de esa plataforma no parece que hayan conducido un camión en su vida.

La otra imagen chocante ha sido la de gente vestida de El Corte Inglés, montada a caballo impecables en la huelga del campo. También gente con aspecto de mafioso de Coppola que ha votado a la derecha y a la extrema derecha desde que se recuperó la democracia -y que antes hizo todo lo posible por que no votara nadie-, diciendo: "¡Exigimos que se cumpla la ley de la cadena de valor para que no se pueda vender con pérdidas!" Precisamente la ley aprobada por este gobierno y contra la que votó el PP y Vox.

Para rematar la faena, un señorito de toda la vida, Cayetano Martínez de Irujo, hijo huérfano de la Duquesa de Alba, también ha salido protestando por la situación en el campo, quizá porque le parece que la Política Agraria Común le trata mal a él y a su familia o, más probable, porque añora esos tiempos en donde los capataces escogían a dedo en el amanecer de las plazas de los pueblos a los jornaleros que no daban problemas, esos tiempos en los que la nobleza ejercía el derecho de pernada y el analfabetismo de los trabajadores les hacía más dóciles. Cómo será el cortijo del ducado de Alba que con frecuencia lo invaden los jornales y Securitas Direct tarda unos días en darse cuenta.

Las federaciones de caza se han gastado la friolera de 1,4 millones de euros en alquilar 1.185 autobuses para ir a la manifestación de Madrid. Si escuchamos el discurso de Vox y del por fin moderado PP de Feijóo y de la hooligan Cuca Gamarra, había que aprovechar la guerra de Ucrania, la subida de los precios de la energía y las torpezas del Gobierno de Sánchez con el Sahara para acorralar al Gobierno. En esos momentos, hay que darlo todo. Y si los cazadores con dinero tienen que poner un millón cuatrocientos mil euros para tumbar a los socialcomunistas, se ponen. De la misma manera que si el Gobierno llega a un acuerdo con los transportistas, el falangista que no pagó a sus trabajadores dice que no se para la huelga hasta que los reciba la ministra, y cuando la ministra les recibe, dice que tampoco se para porque tienen más reclamaciones, y cuando las reclamaciones se cubren, según el resto de organizaciones, los líderes que votan a Vox dicen que la huelga sigue porque les da lo mismo y lo que dicta la ocasión es seguir empujando a ver si cae el Gobierno.

Anda enfadada la derecha española con Europa. Primero, Pablo Casado, que anduvo implorando que no llegara el dinero de los fondos contra la covid porque eso daba oxígeno al Gobierno. Ahora, porque se ha logrado que España y Portugal puedan bajar el precio de la factura de la luz. Al PP le molesta. ¿Que lo contrario daña a los españoles? Ya se sabe que la derecha es muy viril con el dolor de los demás. Por eso lleva cuarenta años hablando de las víctimas de ETA pero no abre la boca para hablar de las 193 asesinadas en los trenes de cercanías y mucho menos de los 7.291 ancianos asesinados en las residencias bajo responsabilidad de Isabel Díaz Ayuso. De las 114.000 víctimas del franquismo ni hacemos mención, porque la derecha española ya ha dicho que bien fusilados estaban por rojos.

¿En qué se equivoca el Gobierno para que reconocidos ultraderechistas se apropien de las legítimas protestas de los trabajadores del campo, de la mar, de los transportes?

Decía Walter Benjamin en los años treinta que detrás del auge de la extrema derecha siempre estaba el fracaso de la revolución de la izquierda. Hoy, que todo se ha moderado mucho más, podríamos afirmar que detrás del auge de la extrema derecha está el miedo y la incertidumbre que no sabe canalizar la izquierda.

Son muchas las razones que hacen que la salida más probable de la crisis económica sea hacia la derecha: las mayores herramientas comunicativas de las élites y su mayor capacidad de coordinación respecto de la izquierda; la globalización y el declive de las naciones; la tecnologización de la economía y la consiguiente precariedad salarial; el modelo de economía financiarizada, abierta y desregulada que ha hecho que donde ayer bastaba un sueldo para mantener una familia hoy no se llegue a fin de mes con dos salarios; el auge de la cultura del entretenimiento y la irresponsabilidad; el discurso que convierte en odio contra el feminismo la pérdida de privilegios masculinos; la conversión de los partidos en gestores del Estado; su alejamiento físico, salarial e intelectual de la ciudadanía; la percepción generalizada de que ya no representan los intereses de la gente; la conversión de los medios de comunicación en trincheras de las posiciones conservadoras, reaccionarias o económicas; el auge de las redes sociales que horizontalizan la basura y privilegian la mentira y la la ira y canalizan la frustración hacia el odio; las amenazas reales o inventadas a la identidad nacional y al modo de vida...

Todas estas crisis generan una situación de "sálvese quien pueda", donde los últimos consensos sociales que quedaban sin romperse son dinamitados. Ese es el escenario que alimentan las derechas: tranquilizan entregando una identidad, la nacional, sencilla de entender (basta "ser de aquí" para sentirse mejor); alinean al grupo odiando a los "malos patriotas"; genera comunidad entre los que piensan igual principalmente a la hora de odiar; autoriza a no tener empatía con los débiles; justifica que el penúltimo dispare contra el último, especialmente los migrantes, la izquierda y las mujeres; construye un mundo ideal donde en un supuesto "orden natural" nos iba mejor a todos (algo que es radicalmente mentira pero que consuela); y permite que esa respuesta viril, masculina, violenta, se ejerza, primero simbólicamente, y, cuando llegue el momento, asaltando el Capitolio o disparando contra los "enemigos".

Es evidente que los medios de comunicación de la derecha obran como la radio de las mil colinas que empujó a los hutus contra los tutsis en Ruanda. "Pasión por España, porque yo soy muy patriota", decía el oyente de Jiménez Losantos en el juicio por intentar matar al presidente Pedro Sánchez. El mismo Losantos ya había dicho en su programa que si se encontraba con alguien de Podemos y tenía una escopeta recortada la dispararía. ¿Le pasó acaso algo? Si lo hubiera dicho rapeando, quizá hubiera entrado en la cárcel.

Pero eso siempre ha sido así. La derecha, invariablemente, cuando no ha tenido el poder, en España o en América Latina, ha dejado que su vena golpista ganara posiciones. El golpe del 23F, la conspiración contra Felipe González, la Iglesia contra Zapatero, la policía patriótica y los medios contra Podemos y ahora los señoritos y los falangistas dirigiendo protestas en muchos casos legítimas.

Hoy, una persona de "centro" es una persona que ve bien no perseguir al emérito, no crear una empresa pública de energía, que apoya bajar los impuestos, maltratar a los migrantes, aumentar el presupuesto militar o abandonar al Sáhara. Es el gran error del PSOE

El problema que debiera preocupar al Gobierno es la parte que le corresponde. Lo que sostiene al Gobierno del PSOE y Unidas Podemos -y lo mismo vale para el gobierno argentino, el chileno, el boliviano, el mexicano- y hace que la presión de la derecha no lo tumbe son las políticas sociales, que en el caso de España ha arrancado Unidas Podemos. Políticas que en cada ocasión han intentado dinamitar Calviño, María José Montero o José Luis Escrivá, todos bajo las órdenes de Pedro Sánchez.

La conclusión no es muy compleja: cada vez que el PSOE asume una política de la derecha, todo el espectro electoral se corre hacia ahí. Hoy, una persona de "centro" es una persona que ve bien no perseguir al emérito, no crear una empresa pública de energía, que apoya bajar los impuestos, maltratar a los migrantes, aumentar el presupuesto militar o abandonar al Sáhara. Es el gran error del PSOE.

Las políticas de derechas terminan poniendo una alfombra roja a los aristócratas, falangistas, ultras y sinvergüenzas que piden en la calle las mismas políticas contra las que votan en el Parlamento y que quieren usar las legítimas protestas del campo o del transporte para intereses que van en contra de los intereses reales del campo y del transporte.

Si es verdad que cualquier crisis en el capitalismo va a tener una salida fragmentada por la izquierda y otra coordinada por la derecha, es obligación de las fuerzas progresistas alimentar ideológicamente el espacio político progresista. De la misma manera que es esencial no cometer el error que cometió la izquierda italiana en 1920 cuando dejó la calle al fascismo. Por eso se equivoca profundamente Sánchez cuando abandona el Sáhara, defiende al emérito, mima a las eléctricas o no se hace valer subiendo los impuestos a los ricos. Porque todas esas políticas son de derechas y terminan poniendo una alfombra roja a los aristócratas, falangistas, ultras y sinvergüenzas que piden en la calle las mismas políticas contra las que votan en el Parlamento y que quieren usar las legítimas protestas del campo o del transporte para intereses que van en contra de los intereses reales del campo y del transporte.

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El PSOE, el realismo político y el socialismo https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/03/19/el-psoe-el-realismo-politico-y-el-socialismo/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/03/19/el-psoe-el-realismo-politico-y-el-socialismo/#respond Sat, 19 Mar 2022 20:00:13 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9788 Si manda el realismo político ¿por qué no disolver los partidos?

Si el llamado "realismo político" -una lectura ajena a la moral de la correlación social de fuerzas- es la clave para gobernar, quizá haya que disolver los partidos, suspender las elecciones, ahorrarnos la formación de gobierno y darle el cetro a un súper ordenador que evalúe millones de variables y tome una decisión en virtud de lo que diga un algoritmo creado estrictamente sobre claves "realistas".

Sabemos que el algoritmo no dice nada diferente de lo que le hayas dictado y que puede equivocarse. Pero lo hará desde el realismo. Y al cabo, nos libraremos de ser "poco realistas", moralizantes, y tomar decisiones que perjudiquen a nuestros países y al mundo. Metes en el algoritmo el gas, el petroleo, las armas, los inmigrantes, las mujeres, los medios de comunicación, 13TV, Antena 3, la CNN,  Sálvame, el trigo y el maíz, lo que mande EEUU, el partido de fútbol del siglo y algún que otro evento deportivo y te salen las decisiones de gobierno adecuadas para cada país. Maquiavelo, que escribió según Bertrand Russel un perfecto "manual para gangster", le puede dar una pátina politológica al ordenador, y al final no hacen falta ni partidos ni elecciones ni discusión de ningún tipo. Todos ganamos. Sobre todo el statu quo. El realismo no cambia nada lo que existe. Lo más parecido a la inexistencia de partidos es el bipartidismo. El PSOE y el PP lo echan de menos. A los dos partidos no les parece bien que en España se cumpla la exigencia de verdad, justicia y reparación respecto de los crímenes del franquismo. Dicen que no es realista. Que debe ser algo similar a lo que le dijeron a Espartaco cuando le dijo a los esclavos que estaba hasta las mallas de los romanos.

No les parece bien que en España se cumpla la exigencia de verdad, justicia y reparación respecto de los crímenes del franquismo. Dicen que no es realista. Que debe ser algo similar a lo que le dijeron a Espartaco cuando le dijo a los esclavos que estaba hasta las mallas de los romanos.

El PSOE, el realismo y los crimenes del franquismo

Ese realismo le ha llevado a Pedro Sánchez en apenas una semana a regresar a ese gran acuerdo con la derecha que murió en las calles el 15M. Por ejemplo, bloqueando la posibilidad de que se investiguen los crímenes del franquismo. Es muy realista, porque no le gusta al Partido Popular ni a Vox. Tampoco le gusta a los militares franquistas ni a los policías que se afilian a sindicatos cada vez más escorados a la extrema derecha. Tampoco le gusta a muchos jueces. Ni a las empresas que nacieron del robo a los republicanos. Ni a los que robaron a los niños de los republicanos o de las mujeres pobres (en ese momento, no hacía falta ir a Ucrania a por niños).

Tampoco es realista saber si fueron criminales los que asesinaron a los 115.000 españoles que todavía son desaparecidos en España, entre ellos Federico García Lorca, el alcalde de un pequeño pueblo que no iba a misa y aplicaba la Constitución de la República, la mujer de un miliciano que preguntó por su marido y un peón caminero al que fusilaron porque silbó una canción republicana. No es realista porque los que robaron sus bienes, los que se beneficiaron de ganar la guerra, los que decidieron que España siguiera siendo una monarquía son poderosos. Y no es realista enfrentarte con los poderosos. El PSOE y el PP, tan realistas, votan juntos siempre en el Parlamento para que no se investiguen los crímenes del franquismo ni se haga justicia con las víctimas.

El PSOE y el PP, tan realistas, votan juntos siempre en el Parlamento para que no se investiguen los crímenes del franquismo ni se hahga justicia con las víctimas.

El PSOE, el realismo y la independencia del Sahara

No es realista atender en España a un enfermo de COVID si es miembro del Frente Polisario. Un sátrapa, de no mayor entidad moral que Putin, el Rey Mohamed VI, amenazó a España y mandó a morir a gente con el único fin de atenazar a la democracia española por haber recibido a Brahim Ghali en abril del 2021. Supongo que tampoco debió ser realista que Lázaro Cárdenas recibiera a miles de Españoles que huían en 1939 de la dictadura de Franco. Pero lo hizo. El realismo, dependiendo de los lugares y de cómo se procesa eso de la autonomía de la política, no sabe ni de derechos humanos ni de programas electorales. Eso solo sirve para dar imagen de democracia.

Esta semana sabemos que Pedro Sánchez ha quebrado su programa electoral sobre el Sáhara, donde decía, de acuerdo con el derecho internacional, que:

"Promoveremos la solución del conflicto del Sáhara Occidental a través del cumplimiento de las resoluciones de naciones Unidas, que garantice el derecho del pueblo saharaui. Para ello, trabajaremos para alcanzar una solución que sea justa, definitiva,  mutuamente aceptable y respetuosa con el principio a la autodeterminación del pueblo saharaui, así como para fomentar la supervisión de los derechos humanos en la región favoreciendo el diálogo entre marruecos y el Frente Polisario, con la participación de Mauritania y Argelia, socios claves de España,  que el enviado de la ONU para el Sahara Occidental está propiciando"

 El apoyo histórico del PSOE al Sáhara y al Frente Polisario siempre estuvo, junto al no a la OTAN, como parte de las señas de identidad socialistas desde finales de la dictadura. Pero el PSOE que construyeron Felipe González y Alfonso Guerra y que ha recuperado Sánchez en el último congreso ha ido dándose cuenta de que esos principios no son realistas. Hay algunos que dicen que González, convertido en hombre de negocios, y Guerra, convertido en un monárquico que ríe a la derecha los chistes contra la República cuando le invitan a cenar, no son una caricatura de lo que representaron, sino que siempre fueron así. Es mejor verlo de esta manera, más realista, porque genera menos dolor a los que los votaron. Igual que los socialistas que votaron a Sánchez se creyeron que la posición con el Sahara iba a ser la de siempre.

Pero ahora lo realista es hacer lo que Marruecos mande y EEUU sancione, porque de lo contrario deja que Canarias se llene de gente que quiere huir de su país o presiona en la valla de Ceuta. Igual, en nombre del realismo, hay que entregar mñana Canarias, y no digamos Ceuta y Melilla, porque el realismo es implacable y al Rey de Marruecos lo que se escriba en una hoja le importa un falafel. Pero eso ya lo dictará el realismo de mañana, que en nombre del realismo no se preguntará qué errores de hoy hacen inevitable el mañana, porque eso no es realista.

Sánchez, geoestratega, con Margarita Robles tocada con un abultado casco de guerra, entienden que España puede contar en Europa si hacemos de eje distribuidor del gas que llega de Argelia, ahora que el realismo, o más bien el algoritmo del realismo, dice que es mejor llevarse bien con el sátrapa de Marruecos que son el sátrapa de Rusia.

Es probable que Argelia y Marruecos hayan acordado algo al respecto, aunque Argelia lo niega y dice que no pasará un centímetro cúbico de gas por su territorio si va a Marruecos. De momento, se han llevado al Embajador. A veces hay ausencias en Moncloa que dan un poco de susto. El realismo del PSOE, con todo esto, es todavía más extraño. Lo que es evidente, porque forma parte del análisis realista, es que tanto Marruecos como Argelia le van a cobrar a España por lo mismo desde diferentes lugares. El realismo es así.Sánchez piensa a lo mejor que ha hecho un negociazo, como la moción en Murcia, pero suena mal. ¿Que Francia y Alemania van a reforzar la posición española en la zona? ¿Que EEUU tiene interés en que España, además de seguir con las bases norteamericanas, prospere?  En la política exterior, el PP se habría llevado mal con Adolfo Suárez, pero ahora el PSOE y el PP están totalmente de acuerdo en cuál es la salida realista para España.

Sánchez, geoestratega, con Margarita Robles tocada con un abultado casco de guerra, entienden que España puede contar en Europa si hacemos de eje distribuidor del gas que llega de Argelia, ahora que el realismo, o más bien el algoritmo del realismo, dice que es mejor llevarse bien con el sátrapa de Marruecos que son el sátrapa de Rusia.

El PSOE, el realismo, el gasto militar y la guerra en Ucrania

A diferencia de lo que había pactado con sus socios de gobierno, Pedro Sánchez viró sorpresivamente y dijo que ahora lo que le quitaba el sueño era no mandar armas a Ucrania. Cambiar de opinión en asuntos tan graves con un lapso de tres días es de un enorme realismo. Para rematar, ha dicho que subimos el presupuesto militar. Unidas Podemos, que al parecer no es muy realista, ha dicho que no está de acuerdo. El PP, realista, está de acuerdo con el PSOE.

Dijo Mitterrand, otro socialista, que le había faltado una guerra para ser tan grande como De Gaulle. Sánchez tiene ahora su momento de geoestratega, que es el ámbito donde el "estado de naturaleza hobbesiano", esto es, la guerra de todos contra todos, se expresa en su más brutal desnudez. En nombre del realismo ha decidido mandar armas a Ucrania, aunque lo que más ayudaría es multiplicar las presiones diplomáticas. Pero las armas son más realistas, aunque tanto la OTAN como Rusia tengan armas nucleares, que de tan reales se convierten en irreales. La izquierda siempre se ha dividido por los asuntos de la guerra. Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht lo pagaron con su vida. Seguramente no fueron realistas. El realismo llevó a la Primera Guerra Mundial, y el realismo del Tratado de Versalles llevó al realismo de la Segunda Guerra Mundial. El realismo de la guerra llevó a las armas nucleares y, en un ataque de realismo, EEUU lanzó las bombas de Hiroshima y Nagasaki. Con el aumento del presupuesto y con mandar armas a Ucrania, el PSOE y el PP hablan con una sola voz.

Pedro Sánchez viró sorpresivamente y dijo que ahora lo que le quitaba el sueño era no mandar armas a Ucrania. Cambiar de opinión en asuntos tan graves con un lapso de tres días es de un enorme realismo. Para rematar, ha dicho que subimos el presupuesto militar

El PSOE, el realismo, la ganancia de las eléctricas y la factura de la luz

Los franceses, desde que cortaron el cuello a Luis XVI y a María Antonieta mantienen un poso de enfado que cuando estalla hace saltar por los aires cualquier gobierno. Aquí el diesel ya vale dos euros el litro y el dueño de Mercadona vende el aceite de girasol a más de tres euros

Macron, que no sé si es realista pero es una persona conservadora, ha dicho que hay que pensar en nacionalizar las eléctricas. Porque Francia no aguanta ver cómo se multiplican por tres las facturas de la luz y el gas mientras un puñado de oligarcas –franceses y globales- ven como se multiplican por tres o por mil sus ganancias. Los franceses, desde que cortaron el cuello a Luis XVI y a María Antonieta mantienen un poso de enfado que cuando estalla hace saltar por los aires cualquier Gobierno. Aquí el diesel ya vale dos euros el litro y el dueño de Mercadona vende el aceite de girasol a más de tres euros.

Pedro Sánchez, realista, sabe que no debe ir contra las eléctricas porque eso es tirar piedras contra su propio tejado. Futuro. Prefiere dar un bono a la gente para que las eléctricas no pierdan dinero. Esto es, para que con dinero de todos permitamos que Iberdrola, Endesa, Repsol o Naturgy se embolsen diez mil millones de euros (que repartidos entre todos los hogares, reducirían considerablemente la factura de la luz). Pero no es realista. Y en eso coinciden el PSOE y el PP. Igual que coinciden en que no hace falta una empresa pública de energía.

El PSOE, el realismo, la investigación del Emérito y los abusos de la iglesia.

En conclusión, el emérito es un delincuente probado pero sin posibilidad de juzgarle. Igual que pasa  con los crímenes del franquismo

Toda España sabe que el rey emérito, Juan Carlos de Borbón, se ha comportado como un delincuente. No como un presunto delincuente, sino como un delincuente. Lo saben hasta en VOX y lo sabe hasta Felipe VI.  Si no se le juzga es porque él dejó por escrito en su Constitución del 78, en la que se instauraba el régimen del 78 heredero del franquismo, que su conducta era inviolable. Aunque delinquiera. Además, gracias a unas ayudas por aquí y otras por allá, una parte enorme de sus crímenes han prescrito. En conclusión, es un delincuente probado pero sin posibilidad de juzgarle. Igual que pasa con los crímenes del franquismo.

El emérito, en la penúltima alocución donde nos mintió a los españoles, nos dijo que la ley tenía que ser igual para todos. Y los españoles contábamos con ello. Pedro Sánchez fue duro con el emérito con el fin de dejar claro que su hijo, el rey Felipe VI de Borbón, -rey por la única razón de que es hijo de su padre-, no es como el padre. Sin embargo, no quiere que se sepa todo lo que se debe saber del reinado de Juan Carlos I. Los socialistas se llaman republicanos pero resulta que, en nombre del realismo político, son monárquicos, primero, como decía Felipe González y repetía Rubalcaba, republicanos juancarlistas y ahora republicanos felipesextistas.

La monarquía es la piedra de bóveda del regimen del 78. Es el cemento de empresarios corruptos que le regabalan yates, de una cúpula eclesiástica que ha amparado la pederastia, de un sistema de partidos corrupto desde 1977, de un sistema financiero vinculado a la financiación de los partidos y a las redes clientelares corruptas. Lo realista, dice Pedro Sánchez, es que el Parlamento, sede de la soberanía popular, no investigue al emérito, por lo mismo por lo que no quiere que se investigue a Villarejo: porque molesta a los poderosos. Y en eso está de acuerdo también con el Partido Popular.

Es el cemento de empresarios corruptos que le regabalan yates, de una cúpula eclesiástica que ha amparado la pederastia, de un sistema de partidos corrupto desde 1977, de un sistema financiero vinculado a la financiación de los partidos y a las redes clientelares corruptas

El realismo del bipartidismo y la debilidad de la democracia

En las calles, durante el 15M, la gente hacía cantos señalando que el PSOE y el PP eran teleológicamente lo mismo. Los dos partidos siempre leyeron de la misma manera los elementos centrales del régimen del 78. La monarquía, las relaciones internacionales, el papel de Europa, la relación con la banca, la relación con la patronal, los acuerdos con la Santa Sede. El PP, herecero directo del franquismo, le dejaba muy fácil al PSOE pasar por izquierda. Hasta Pepe Bono se ha creído en algún momento de izquierdas.

La corrupción integral del PP y el caso de los ERE del PSOE en Andalucía, las mentiras y corruptelas del emérito, la crisis de 2008 fueron desembocando en el agotamiento del régimen del 78. Surgieron nuevos partidos. Uno genuino desde las plazas. Otro, tramposo, desde los despachos. El partido de los despachos se ha hundido porque le han retirado la financiación después de que Rivera cometiera el error de creer que en verdad era el candidato mejor valorado en las encuestas gracias a sus méritos y que podía desobedecer a sus señoritos. El partido nacido en las calles está en el gobierno, pero también se ha debilitado profundamente. Por algunos errores propios -entre ellos pensar que le bastaba salir en la televisión y no dedicar más energias a formar partido-, pero sobre todo porque los que financiaban al partido de los despachos dedicaron aún más dinero a disparar contra los morados hasta demonizarlos. Además de una policía política, algunos jueces nostálgicos y unos medios de comunicación que, como decía el que fue director de El Mundo, David Giménez, estaban en nómina de los poderosos. Pero no les termina de salir la jugada y el sistema sabe que si el PSOE no gobierna con Unidas Podemos lo que queda es un Gobierno del PP con la ultraderecha filonazi de Vox o una gran coalición del PP con el PSOE.

Y los votantes del PSOE y los de Unidas Podemos le piden a Pedro Sánchez: ¿No podrías hacer alguna política de izquierdas? Mira que, si siguen así, vamos a desaparecer con tanto realismo

¿Qué dictará el realismo político? De momento, el PSOE se aleja de Unidas Podemos en nombre del realismo político. Si pudiera sacarles del Gobierno echándoles la culpa a ellos no dudaría. Pero ya han hecho algunos experimentos donde les ha salido el tiro por la culata. Mientras tanto, gobiernan con la izquierda pero, en nombre del realismo, hacen la política de la derecha. Y dan tiempo a Feijóo a ver si recupera al partido alfa de los ladrones.

"El verdadero artista -escribió Rubén Darío en El canto errante- comprende todas las maneras y halla la belleza bajo todas las formas. Toda la gloria y toda la eternidad están en nuestra conciencia". La conciencia y el realismo se llevan mal. Los votantes del PSOE y los de Unidas Podemos, que quieren que este gobierno no caiga,  le piden a Pedro Sánchez un poco de conciencia socialista: ¿No podrías hacer alguna política de izquierdas? Mira que, si sigues así, vamos a desaparecer todos con tanto realismo.

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https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/03/19/el-psoe-el-realismo-politico-y-el-socialismo/feed/ 0 Juan Carlos I,Marruecos,monarquía,PP,PSOE,Rusia,Sáhara,Ucrania
La guerra de Ucrania, la izquierda perpleja y el precio de la paz https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/03/12/la-guerra-de-ucrania-la-izquierda-perpleja-y-el-precio-de-la-paz/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/03/12/la-guerra-de-ucrania-la-izquierda-perpleja-y-el-precio-de-la-paz/#respond Sat, 12 Mar 2022 20:00:30 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9760 "Todos los hombres son culpables ante una madre que ha perdido a un hijo en la guerra; y a lo largo de la historia de la humanidad todos los esfuerzos que han hecho los hombres para justificarlo han sido en vano"

Vasili Grossman

Antes de empezar

La derecha nunca duda. Siempre acierta. Por el contrario, anda no poca izquierda perpleja, en shock, rendida o jugándoselo a cara y cruz. No sabe qué hacer con la guerra de Ucrania. Cuando tenían las respuestas les han cambiado otra vez las preguntas. Demasiado tiempo a la defensiva desde que cayó el Muro de Berlín. Quizá también demasiado tiempo sin atreverse a imaginar, rehén de los errores del pasado, aunque esos errores no fueran suyos. En cualquier caso, y para que no haya engaños, ¿no es mejor la perplejidad de la izquierda que el belicismo sin dudas de la derecha? Ellos siempre lo tienen claro: más bombas, más muertos, menos problemas. La valentía y la generosidad está hoy, sin embargo, con lo más difícil: los empeños en regresar la paz. La opción más ingrata, porque no es la que interesa a los que construyen la opinión publica. Aunque, tranquilos, cuando la economía reviente, dirán lo contrario.

La valentía y la generosidad está hoy con lo más difícil: los empeños en regresar la paz. La opción más ingrata porque no es la que interesa a los que construyen la opinión publica. Aunque, tranquilos, cuando la economía reviente, dirán lo contrario.

Lejos del belicismo de la derecha y sus aliados de la tercera vía, la solución inmediata no es tan complicada: apostar por las víctimas. Y eso implica, si mantenemos la cabeza fría, por  (1) recibir a todos los refugiados que vengan de Ucrania. De paso, entender que todos los refugiados, vengan de donde vengan, deben tener asilo; (2) lograr un inmediato alto el fuego (con diplomacia, con sanciones y con unidad internacional); (3) poner en marcha un escudo social para que el pueblo europeo no pague el costo de una guerra que no ha buscado ni querido; (4) recuperar por parte de la Unión Europea (UE) la soberanía y encontrar su propia camino con Rusia y China.

Apostar siempre por las víctimas

Lo escucho de mucha gente honesta. Gente que, como cualquier persona sensible, no aguanta las imágenes de una Ucrania asolada por el delirio imperial de Putin. El argumento dice así: "Hay que ayudar a la víctima de una agresión en cualquier caso, y aún más cuando es evidentemente más débil que su asaltante". Es una idea con mucha fuerza y mirar para otro lado ante este testimonio no sirve. Ni siquiera apelando al más crudo realismo político. Hay que ir un poco más allá.

"Hay que ayudar a la víctima de una agresión en cualquier caso, y aún más cuando es evidentemente más débil que su asaltante". Esta manera de pensar forma parte de la manera de estar en el mundo de la izquierda. Aunque nos costara caro.

Esta manera de pensar forma parte de la manera de estar en el mundo de la izquierda. Si hoy pensamos que estamos en el lado correcto de la historia, es porque hemos identificado ese lado correcto de la historia. Y siempre nos hemos puesto ahí peinando la historia a contrapelo con Walter Benjamin para acordarnos de los perdedores, apostando con Paolo Freire por los oprimidos, recuperando con Simone Weil la memoria de los castigados por enfrentarse a la idolatría del poder. En definitiva, poniéndonos del lado de los maltratados, de los inocentes y de los débiles. Aunque nos costara caro.

¿No es ahora el momento de hacer lo mismo en Ucrania? ¿Tiene más fuerza la oposición a la guerra y a la violencia que la compasión por los débiles? ¿Qué pasa con Ucrania que no vale lo que nos ha valido tantas veces en tantos otros sitios? ¿No tiene validez universal lo de "más vale morir de pie que vivir de rodillas"? A la izquierda siempre le ha faltado "realismo" y la derecha le ha faltado "idealismo". Es tiempo de ir buscando nuevos marcos.

El lado correcto de la historia

No son pocas las razones que acompañan al argumento de apoyar con armas a la población ucraniana que está siendo golpeada con saña. Una de ellas la dio Willy Brandt (Mi camino hacia Berlín, 1961) cuando explicaba como un error que la socialdemocracia del SPD no tomara las armas contra Von Papen cuando disolvieron el Gobierno prusiano el 20 de julio de 1932: "Las fuerzas democráticas tuvieron una vez más la oportunidad de detener el audaz avance de los nazis en una batalla abierta". Explicaba el que luego sería canciller alemán del SPD que en el argumento para no tomar las armas y defender la democracia estaba la clara superioridad de las tropas de asalto nazis y del reaccionario Eiserne Front. Les hubieran machacado. Los parados no podían hacer huelga y Hitler prometía pan, trabajo, empleo y uniformes. Willy Brandt, tres décadas después, era contundente ante lo que terminó viendo como un error:

"Hoy día, no obstante, resultaría evidente que la resistencia activa que los dirigentes republicanos consideraban como insensata habría tenido, en definitiva, algún sentido. Aún suponiendo que la lucha hubiera costado muchas vidas, hubiera probado al mundo, cuando menos, que una gran parte del pueblo alemán creía en la democracia, habría unido a las fuerzas republicanas y desterrado la sensación general de derrotismo que más tarde, desmoralizó a la izquierda democrática y facilitó la estabilización de la dictadura de Hitler".

"Es trágico ser derrotado en una batalla heroicamente librada con enorme desventaja; pero rendirse sin combatir convierte en farsa la tragedia. Despoja a la víctima de su postrera y más preciosa posesión: la estima de sí misma".

La lectura de fondo sigue siendo adecuada en el corazón de mucha gente que quiere ver al pueblo de Ucrania armado: "Es trágico ser derrotado en una batalla heroicamente librada con enorme desventaja; pero rendirse sin combatir convierte en farsa la tragedia. Despoja a la víctima de su postrera y más preciosa posesión: la estima de sí misma".

No perder la calma para que los demás no pierdan la vida

Sin embargo, cuando uno se está ahogando, lo más sensato es intentar guardar la calma. Porque es donde más difícil es guardar la calma. Intentando enfriar la cabeza podemos preguntarnos si puede compararse, como se viene haciendo, lo que está pasando en Ucrania y lo que pasó con Hitler. No es fácil. Porque de entrada, lo que pide el cuerpo es decir que sí y dejar de pensar. Pero no es tan sencillo. Cuando esa comparación la está usando la extrema derecha que hasta ayer apoyaba a Putin, conviene que seamos prudentes.

Decir que Putin es como Hitler nos desvía de las razones económicas y geopolíticas de esta guerra (que le interesan a EEUU y golpean duramente a Europa).  Los nazis iban dando señales de sus planes desde el putsch de Munich que llevó a Hitler a la cárcel a escribir el Mein Kampf. En un contexto de auge del fascismo en toda Europa. Los nazis siempre quisieron guerrear en nombre de su gran nación y su espacio vital y los errores del Tratado de Versalles le dieron un pulmón de oxígeno estúpido. Incluso la extrema derecha que coqueteaba con Putin se ha alejado. Agresiones como la de Ucrania no están en los tiempos y por eso no puede funcionar. Recurrir al ejemplo de Hitler suele servir solo para explicar poco y cerrar las discusiones. ¿O nos olvidamos que Putin pidió el ingreso en la OTAN? ¿No tiene que ser la tarea europea regresar a Moscú a la Ilustración, a la que también pertecene, y alejarla de la locura medieval zarista?

El problema ¿ha empezado con la invasión de Ucrania?

Sin la entrada de las tropas rusas en Ucrania no habría esta guerra, pero el conflicto ya estaba ahí. Kissinger advirtió que la expansión hacia el Este de la OTAN era un tremendo error. Además, llevan cayendo bombas en el Donbás desde 2014. ¿Por qué no las oíamos? Igual que no quisimos oír que se estaba humillando a Rusia empujando la frontera de la OTAN hasta las puertas de Moscú.

A Putin, también de manera estúpida, le han mimado todo este tiempo los que ahora quieren mandarle bombas, en vez de haber ayudado a que Rusia se integrara en la comunidad vital europea. Lo han reconocido hasta el antiguo Secretario General de la OTAN Javier Solana o el ahora tan belicista Josep Borrell. A los norteamericanos no les interesaba y, entonces, no lo hicimos. Cosas de la soberanía europea.

En todo este tiempo le han dejado masacrar a chechenos, encarcelar a disidentes, han permitido a sus ricos campar por sus respetos por las cities del mundo, concediéndoles todo tipo de privilegios. Y además, le han regalado el argumento de defenderse porque le han llevado los misiles y los aviones enemigos a la puerta de casa. ¿De verdad que el argumento es la invasión de Ucrania? Porque no están mejor en Yemen, en el Sahara, en Libia, en Afganistán, en Palestina, en Siria. Con tanta hipocresía nos va a resultar mucho más difícil a las personas decentes ponernos de acuerdo.

¿Busca EEUU con la guerra en Ucrania defender los derechos humanos o separar a la UE de Rusia?

El escenario en Ucrania viene fraguándose desde, al menos, 2013, cuando unas lumbreras de la OTAN y de la Unión Europea apoyaron el golpe del Maidán contra el Presidente proruso Yanukóvich. Antes, unas lumbreras de la OTAN, junto al Presidente Bush, habían presionado en la Cumbre de Bucarest de la Alianza Atlántica (2008) para que Ucrania y Georgia se incorporaran a la alianza militar. Los mismos lumbreras que apoyaron a Georgia para que entrara en guerra con Rusia y le costó un trozo de su territorio. No despiertes a un oso dándole patadas en el hocico. O, como ha dicho el Coronel retirado Manuel Morato, destinado en la OTAN y agregado español para Rusia y Ucrania durante muchos años, "Putin tenía un problema existencial. Y con una gran potencia nuclear y militar no se juega".

En Ucrania, y al margen de la historia, que tiene argumentos para todos, y con el objetivo de salvaguardar sus fronteras, Putin, como ya había hecho cada vez que la OTAN pretendía seguir acercando los misiles a su frontera, se quedó un pedazo del territorio en disputa. En este caso, Crimea, además de empezar a apoyar a los sectores prorrusos del Donbás. Que llevan bombardeados por el Gobierno de Ucrania desde 2013. El argumento de que el Gobierno de Crimea es la II República no encaja. La II República era un gobierno popular, no flirteó con nazis ni bombardeó parte de su territorio (como ha hecho la parte "occidental" de Ucrania). Nunca tuvo una política agresiva hacia fuera ni desoyó su complejidad territorial.

¿Después de un año con los informativos abriendo con Venezuela y el malvado Maduro ahora es de pronto un aliado? ¿Somos tan imbéciles? Si la guerra fría tuvo lugar en territorio europeo, la guerra caliente parece que también. Por imbéciles.

Los problemas internos y externos de EEUU explican más cosas. Es evidente que en la guerra en Ucrania, Estados Unidos está librando su guerra contra Rusia y China. ¿O cómo se explica que ahora Venezuela de pronto ya no sea el eje del mal? ¿Después de un año con los informativos abriendo con Venezuela y el malvado Maduro ahora es de pronto un aliado? ¿Somos tan imbéciles? Si la guerra fría tuvo lugar en territorio europeo, la guerra caliente parece que también. Por imbéciles.

Los tres sectores económicos norteamericanos más relevantes –lo que Michel Hudson llama las "tres oligarquías económicas"- querían esta guerra, principalmente para doblarle el brazo a Alemania y evitar que se aliara con Rusia a través del suministro de gas. De esta manera, no solamente solventaban sus inmediatos problemas económicos sino que ponían orden en su futuro y alejaban a Europa de una alianza con Rusia y, por tanto, con China. Esas tres oligarquías son las que controlan el Congreso y el Senado norteamericano.

Las "tres oligarquías económicas"querían esta guerra, principalmente para doblarle el brazo a Alemania y evitar que se aliara con Rusia a través del suministro de gas. De esta manera, no solamente solventaban sus inmediatos problemas económicos sino que ponían orden en su futuro y alejaban a Europa de una alianza con Rusia y, por tanto, con China.

Las tres oligarquías económicas que mandan en EEUU

En primer lugar está el complejo militar-industrial, que ha logrado que en menos de dos semanas de conflicto que el "capitalismo del pentágono" se haya disparado y sus accionistas sean ahora infinitamente más ricos. A esa gente la guerra ya les ha venido bien.

En segundo lugar, está el sector del petróleo, del gas y de la minería. Como plantea Hudson, estos grupos buscaban "monopolizar el mercado petrolero de la zona del dólar y aislarlo del petróleo y el gas rusos. Ésta ha sido una de las principales prioridades de EEUU durante más de un año. Esto es así porque el oleoducto Nord Stream 2 amenazaba con unir las economías de Europa Occidental y Rusia". Las perforaciones en alta mar, el fracking, el uso de pozos contaminantes, el bloqueo a Venezuela... Todo ha sido aprobado por Biden y tenía el mismo objetivo. ¿O es que aún hay ingenuos que pensaban que se trataba de lograr energías verdes o de derechos humanos? Si es así, hay que cambiar de canal de televisión y de periódicos.

Faltaba aislar a la UE de Rusia una vez, algo también relevante, inhabilitado Irán. Misión cumplida. Y el oleoducto Nord Stream 2 ha sido detenido. No es extraño que los alemanes hayan decidido invertir 100.000 millones de euros en armamento. Con la OTAN no tienen la más mínima soberanía, y el resto de Europa, menos.

El tercer bloque son los nuevos rentistas, el mundo de las finanzas (de donde viene Biden), los seguros y el mundo inmobiliario (responsable de la crisis de 2008 pero que no visto a ninguno de sus grandes referentes en la cárcel por corruptos). El mundo de las comunicaciones, con los gigantes Amazon, Apple, Alphabet –Google-, Microsoft y Meta –Facebook- atraviesan las tres oligarquías y, si bien dependen más del mundo financiero, están igualmente interconectadas con el complejo militar-industrial.

De momento, el sector energético ya está consiguiendo sus objetivos y los precios -y por tanto los beneficios- se han disparado.

Si Alemania hubiera detenido antes el oleoducto Nordstream 2 -lo que hubiera rebajado el interés en meter a Ucrania en la OTAN-, es bastante probable que esta guerra no se hubiera producido o tendría otros contornos. De momento, el sector energético ya está consiguiendo sus objetivos y los precios -y por tanto los beneficios- se han disparado. ¿Alguien cree que los sectores económicos norteamericanos han tenido nunca problemas con Putin y sus "oligarcas", que son iguales que los empresarios globales de todos lados? Si Putin y Biden se ponen de acuerdo, los grandes enemigos se volverán grandes amigos. Igual que Nicolás Maduro, de golpe, ha vuelto a recuperar la condición de presidente legítimo de Venezuela.

No nos engañemos: nuestro aliado es  el que tiene cárceles donde se tortura a personas civiles sin juicio, los que tienen las llaves de Guantánamo y Abu Ghraib, los que tienen preso a Julian Assange, los que no dejan votar a los negros, los que dan golpes de Estado, los que empezaron la guerra de Irak mintiendo sobre las armas de destrucción masiva, los que han espiado a sus socios europeos, los que nos impiden comerciar para que puedan hacerlo ellos... ¿Y vamos a una guerra en suelo europeo de la mano de estos socios?

Jugar con nuestra sensibilidad y subir nuestras facturas

Todos los autócratas juegan con la intolerancia de las democracias al sufrimiento. Lo sabe Putin y lo sabe Biden. Por eso, los medios de comunicación son esenciales para enmarcar el sufrimiento. No van a dar las televisiones las ejecuciones por parte de los ucranianos a los rusos e, incluso, a los ucranianos que consideran traidores porque quieren negociar. España acaba de mandar armas que están en manos de un batallón que se reconoce a sí mismo como nazi. Han hecho una gran operación Pedro Sánchez, Margarita Robles y el Gobierno. Seguro que los batallones franquistas del ejército español estarán celebrándolo.

Es un argumento fuerte el de ayudar a las víctimas, pero tenemos la obligación de saber todo lo que hay detrás de esta guerra. Tenemos que saber que sin intereses económicos y geopolíticos, nunca hubiera tenido lugar. Que Putin es un autócrata neozarista, que Joe Biden, demócrata mundialmente reconocido, no tiene vergüenza, y que la Unión Europea no termina de despertar y recuperar su soberanía.

Esto no es mandar armas a la República española en nombre del "No pasarán" porque esas armas podrían haber hecho ganar a la República y aquí ni siquiera una improbable victoria de Ucrania pondría fin al conflicto habiendo armas nucleares de por medio.

Y que estamos en la era nuclear. Esto no es mandar armas a Vietnam, cosa que sí que servía para romper los planes de conquista norteamericanos –Rusia no quiere ni puede invadir permanentemente Ucrania ni puede poner un gobierno títere-; esto no es mandar armas a la República española en nombre del "No pasarán" porque esas armas podrían haber hecho ganar a la República y aquí ni siquiera una improbable victoria de Ucrania pondría fin al conflicto habiendo armas nucleares de por medio. Sería tan hermoso y heroico como desastroso. Esto no son los partisanos italianos que cantaban el Bella Ciao porque no se trata de una guerra civil ni de una guerra entre la democracia y el fascismo, que se podría terminar con algún golpe decisivo contra los rusos que no tuviera una respuesta de Moscú de consecuencias inciertas.

¿Soluciones? asilo, alto el fuego, sanciones, diplomacia, escudo social y algo de inteligencia

Como ha dicho el último jefe de inteligencia en España y refurzan algunos generales de máxima graduación, es momento de un "acuerdo sucio" con Putin. Si es imposible, como ya hemos dicho, que Ucrania pertenezca a la OTAN y que Rusia invada Ucrania (¿van a repetir el error de Afganistán? ¿Les han vuelto a engañar por segunda vez los americanos para poner en marcha una invasión de la que no van a poder salir con bien?), la salida es diplomática. Habrá entonces que acelerarla con el menor número posible de víctimas.

La comunidad internacional, igual que los ucranianos, tiene derecho a defenderse de los agresores y para eso están las sanciones a los responsables. Que si hubiera justicia, llegarían a la OTAN y al Gobierno norteamericano. Pero los que han invadido han sido los rusos. Y ese error tiene un precio. Sanciones que si son sinceras buscarán golpear a los privilegiados rusos y no a los pueblos. Sanciones que incluyan a los bufetes de abogados de los "oligarcas", a sus consultores, a los bancos que se enriquecen con ese dolor. Si las sanciones son sinceras, los refugios fiscales deben dejar de de ser guaridas de dinero sucio.

 Europa debe pensar  cómo garantizar su suministro energético sin perder el alma por el camino. Y desde ya debe poner en marcha un escudo social para que una guerra que solo beneficia a los ricos y a los sátrapas no la pague el pueblo en la factura del gas, de la luz, de la gasolina, del trigo o del aceite.

Como decíamos al comienzo, Europa debe recibir a los refugiados en vez de enviar armas y debe entender las razones de todos los refugiados y no solo las de los europeos. Los máximos esfuerzos para lograr un alto el fuego. Las sanciones formarán parte de esa presión. Es momento también de que Europa empiece a pensar en cómo garantizar su suministro energético sin perder el alma por el camino. Y desde ya debe poner en marcha un escudo social para que una guerra que solo beneficia a los ricos y a los sátrapas no la pague el pueblo en la factura del gas, de la luz, de la gasolina, del trigo o del aceite.

La alternativa a la diplomacia no es buena, sino infinitamente peor. Porque más muertes, heridos, desplazados, destrozos, subidas del precio del gas, problemas de suministro de trigo y aceite, no acercan la paz ni ayudan a ganar la guerra. Y produce bochorno que los ricos nos digan que bajan la calefacción un grado o que nuestros políticos nos digan que pasemos frío. Y después de esta guerra, ¿qué sigue? ¿También contra China? ¿Vamos al desastre como si no hubiéramos aprendido nada?

Como en los triajes médicos, el objetivo es salvar al mayor número posible de vidas y garantizar un futuro digno a las mayorías. Y para eso, y en la dirección contraria de lo que buscan los aliados de las guerras y sus medios de comunicación, hay que mantener la cabeza fría para que el corazón no se nos hiele. Es tiempo de hablar con los que tienen en sus manos la solución. ¿Desagradable? Es la mejor ocasión para que la política se gane el sueldo.

 

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¿Por qué nos insultas, amigo Jabois? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/03/06/por-que-nos-insultas-amigo-jabois/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/03/06/por-que-nos-insultas-amigo-jabois/#respond Sat, 05 Mar 2022 23:00:16 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9730
¿Por qué nos insultas, amigo Jabois?
Manifestantes en Milán pidiendo la paz en Ucrania este sábado. EFE/EPA/MATTEO CORNER

A los periodistas de la televisión rusa Rain que han dimitido en bloque para no plegarse a las amenazas dictatoriales de Putin. Se juegan incluso la cárcel. Todo el respeto.

Las trincheras del periodismo

No creo que los periodistas sean más canallas, inútiles o idiotas que cualquier otra profesión, incluidos los profesores universitarios -entre los que me encuentro-. El problema es que los periodistas están más expuestos.

Los periodistas tienen que mojarse todos los días en sus medios, y esos medios tienen líneas editoriales. Cuando no coinciden sus conclusiones con lo que piensan los que les pagan, les supone un contratiempo. Si eso incluye, además de su trabajo estricto como periodistas, sus colaboraciones extra como opinadores, el costo de poner en riesgo ese trabajo es aún mayor, pues buena parte recibe el grueso de su salario precisamente por opinar, no por ser periodista. No digo que cuando opinan tengan que mentir o verse obligados a opinar en la misma línea que su medio o que el argumentario que repiten el grueso de los tertulianos, comentaristas o presentadores. Digo que llevar la contraria supone un contratiempo.

Por si no fuera suficiente, los periodistas, precarios, están sujetos a la vertiginosidad de la información, lo que les obliga a decantarse cuando quizá aún no tienen todos los elementos de juicio. Además, hay no pocos periodistas, que ya han roto todos los principios deontológicos (periodistas, que son los que defendieron al Emérito, la existencia de armas de destrucción masiva en Irak o que la matanza de Atocha le ejecutó ETA, que llevan ocho años insultando directamente a Podemos y a sus líderes como si eso formara parte de su trabajo informativo) que tienen una enorme presencia mediática, de manera que, como en el experimento psicológico de Asch, su capacidad para instalar un sentido común dificulta aún más matizar y exponer ideas discordantes.

Escuchar de los que disienten

Anoche discutía con un grupo de estudiantes liberales en Santiago de Compostela (me habían invitado, con criterio democrático, a debatir con ellos sabiendo las enormes diferencias ideológicas). A su amabilidad de invitarme yo tenía la obligación de contestar aceptando. Y así lo hice. Por la noche fuimos a cenar –bueno, cenar, cenar quizá sea exagerado vistos los usos y costumbres estudiantiles tan exigentes en casi todo salvo en la comida- y continuó el debate.

El grueso de la discusión tuvo que ver con la reponsabilidad de cada cual y la responsabilidad colectiva. Que si cada cual es dueña de su propio cuerpo y debe poder tomar sus propias decisiones, que si nadie puede dictarte tus comportamientos sexuales sean los que sean, que si fue un error de los liberales no conceder derechos de ciudadanía a las mujeres hasta el siglo XX..., De ahí llegamos, por la misma logica, a preguntarnos si tienes derecho a vender un riñón, si puedes prostituirte en nombre de tu libertad o gestar en tu vientre un hijo que se llevará otra persona. Yo concluí que el problema del liberalismo y aún más del neoliberalismo es que todo lo convierten en una mercancía. Incluida la guerra.

Al final, buena parte de ellas y ellos, tras mil argumentos y contraargumentos, afirmaban que si alguien se jugaba la vida en un trabajo peligroso, debía cobrar mucho por ello. Algo con lo que yo estaba totalmente de acuerdo. Y que haría imposibles las guerras. No sé si hoy habrán recibido una carta de expulsión de Rallo o del mismísimo Juan de Mariana por sus malos pensamientos bolcheviques, pero lo que es evidente es que el debate fue rico y, al menos yo, aprendí mucho.

Hablamos por tanto de la guerra. Estábamos de acuerdo en casi todo. A la gente joven no le gusta la guerra. Y eso es una esperanza. Es difícil imaginar que los que defienden ahondar en la guerra en Ucranica estén dispuestos a tomar un fusil e ir allí a echar una mano. Y me alegro de que no lo hagan.

¿Quién representa en los medios al "no a la guerra"?

En el grueso de las tertulias de España, quienes defiendan que no había que mandar armas a Irak –en caso de que haya alguien que defiende esa postura- son directamente insultados, rodeados con vídeos sentimentales del horror de la invasión que anulan cualquier argumento, permitiéndose los gritos y los ataques personales a quienes se salgan de la norma. Hemos visto, sin embargo, una encuesta que dice que el 38% de los españoles no está a favor de la medida que ha tomado el Gobierno de Sánchez -y que ha generado disensiones dentro del mismo-. A algunos les parece que ese 38% es "sólo" el 38%, mientras que lo contrario puede ser igualmente válido: sólo el 62 % de los españoles respalda la decisión de Pedro Sánchez.

Una pregunta es esencial: ¿quién representa a esos casi cuatro de cada diez españoles? Evidentemente, Unidas Podemos, que es la única fuerza que ha mantenido esa postura. Entonces ¿por qué los periodistas insultan a cuatro de cada diez españoles llamándoles cobardes, antiimperialistas de parte, comunistas de la Unión Soviética, aliados de Putin, tontos útiles, idiotas, canallas, asesinos y alguna que otra lindeza?

Hemos visto que va creciendo el número de expertos –militares e historiadores, no tertulianos todólogos que ayer sabían todo sobre el corona virus y hoy dictan lo que hay que hacer en Ucrania- que defienden que mandar armas al pueblo de Ucrania es un gesto hermoso de entrada, de ayudar a la víctima de una tropelía como la que ha cometido Putin, pero inútil y, con bastante probabilidad, inútil salvo para aumentar el dolor y la muerte. Porque si Ucrania no va a ganar la guerra salvo que la OTAN entre en el conflicto, cuanto antes termine mejor.

Si mandar armas supusiera terminar con la maldita invasión del neozarista Putin ¿quién decente no se opondría? Pero crece el número de militares que afirma que esas armas aumentarán el número de muertos, no ayudarán a la vía diplomática, terminarán probablemente en las manos de Putin -o de los contratistas- y no cambiarán la correlación de fuerzas. Pero los que no han hecho nada para frenar a Putin todos estos años atrás sino todo lo contrario, los que por un lado le han agasajado y dado alas y por otro han querido humillar a Rusia llevando la frontera de la OTAN a las puertas de Moscú, ahora quieren mandar armas. Eso sí, estando ellos lejos de Kiev y sin afirmar que estarían dispuestos ellos mismos o sus hijos a ir a pegar tiros a Ucrania. Porque como bien ha afirmado Pablo Iglesias, la única manera de parar los pies a Putin sería con una alianza militar occidental, donde España entraría en guerra, con consecuencias impredecibles al confrontarse fuerzas nucleares, y donde los hijos de los guerreros de twitter y los Conan el bárbaro de las columnas de opinión, incluso quizá ellos mismos, tendrían tal vez que dejar sus pacíficas tareas e ir al frente a matar y a morir.

No todos hacen trampas cuando opinan

¿Por qué no tener el debate en esos términos? ¿Por qué no conceder que hay gente decente que quiere la paz igualmente pero difieren, con derecho, en acertar en cual es la mejor manera para alcanzar ese objetivo? ¿Por qué insultan algunos periodistas a Podemos y pretenden ridiculizarlos o señalarlos moralmente como si no quisieran la paz igual que presupongo que la quieren los que aprueban el envío de granadas, bombas y misiles? La discusión no es baladí y siempre ha partido en pedazos a la izquierda. Pero es del debate de donde sale la fortaleza de las posiciones. En un debate limpio, una parte importante del PSOE se daría cuenta de que se están equivocando. Seguramente los mismos que auparon a Sánchez a la Secretaría General frente al aparato.

Claro que estoy convencido de que hay canallas que quieren mandar armas a Ucrania porque quieren guerra o porque creen que sus jefes quieren la guerra. ¿Qué hace Susana Griso o Ana Terradillos o Vicente Vallés apoyando la guerra? ¿Son gente honesta a las que les duele la barbaridad que ha cometido Putin? Porque no hace tanto han colaborado con una planeada invasión en Venezuela, han callado las barbaridades en Palestina o han mirado para otro lado cuando han matado a gente del Polisario en el Sahara. Tenemos que aprender a diferenciar el polvo de la paja. La gente que opina con honestidad en este conflicto y los que, como casi siempre, hacen trampa. ¿O alguien me va a decir que hay que aceptar como periodismo El programa de Ana Rosa, Espejo Público, el telediario de Vicente Vallés, las mentiras de El Mundo, El Hormiguero, Jiménez Losantos o Eduardo Inda y su libelo pagado con dinero público y por los mismos que han financiado a Vox? Quizá aquí la culpa sí es de los periodistas que no han limpiado su casa porque saben que con frecuencia no les queda más remedio que trabajar en esos vertederos. Hay un periodista español detenido en Polonia y otros que trabajaban en medios que han sido prohibidos y parece que eso no convoca la solidaridad del gremio.

Me resulta curioso que los mismos que durante todos estos años han elogiado a Putin desde la extrema derecha, ahora quieran llenar de bombas Ucrania. Tenemos que diferenciar los que piensan que la brutalidad de la invasión de Ucrania merece una solidaridad armada con el pueblo ucraniano de los que quieren la guerra porque son fabricantes de armas, halcones de la OTAN, nacionalistas que priman sus deseos patrios, gentes que nunca van a la guerra pero se sienten así viriles, gentes que quieren distraer a su opinión pública, políticos que les van mal en las encuestas...

Hay mucha gente decente que simplemente no ve las cosas como las están presentando los medios de comunicación. Incluso Pedro Sánchez ha sido comedido, porque él mismo, hace un par de días, entendía que mandar armas quizá no era la mejor solución. Pero le ha asustado quedarse en minoría en Europa, igual que cuando decidió reconocer a Juan Guaidó, un tipo que se autoproclamó Presidente en una plaza de Caracas porque lo reconoció Trump y dobló el brazo a sus socios de la OTAN (¿Qué ha solventado en Venezuela el reconocimiento de Guaidó?). Pues seguramente lo mismo que en el 100% de los sitios donde han participado los EEUU y su coalición: desastre, muerte, desolacion y problemas agravados.

Cuando la izquierda apoya la guerra la derecha les devora

Escuchando a Josep Borrell, del PSOE, henchido de ardor guerrero,  uno entiendo por qué el PP pasa por un partido de centro derecha y los medios en España no han tenido problema en blanquear a Vox. Qué falta de memoria. El tema de la guerra siempre ha dividido a la izquierda. La socialdemocracia ha sido siempre menos coherente y lo ha terminado pagando caro. No lo fue en 1914, cuando apoyó los presupuestos de guerra que condujeron a la Primera Guerra Mundial (lo que generaría el germen del partido comunista alemán con Rosa Luxemburg y Karl Liebknecht, asesinados poco después con la complacencia del SPD); no lo fue a la hora de confrontar a Mussolini (lo que provocó la escisión de lo que sería el partido comunista con Gramsci), no lo fue en España con la OTAN, a la que usó criticándola para ganar las elecciones de 1982 pero luego negó en 1986 haciendo todo tipo de trampas para ganar el referéndum.

El momento es grave. Putin es una amenaza a la democracia occidental. Pero no la única, no nos engañemos. Putin es un neozarista igual que Biden es un neoliberal al que echa Trump su aliento populista en la nuca. Ambos necesitan una agenda imperial para aguantar su decadencia. ¿Dónde debe posicionarse la izquierda?

La discusión acerca del oportunismo no es menor en la izquierda. De hecho, rompió a Podemos en su momento. No es fácil pelear contra el sentido común que crean los medios ni contra las promesas de los poderosos, sea a través de promesas o de encuestas. La transversalidad por la que siempre ha peleado Podemos es llegar a todos los sectores sociales y no solamente a los más golpeados, utilizando un discurso de clase trasnochado. Pero la transversalidad no es ceder en los principios para no perder votos porque la presión mediática arrecie. Algunos no aguantaron cuando los medios doblaban el brazo a Podemos para que apoyara un gobierno del PSOE con el Ciudadanos de Albert Rivera o más tarde cuando pedían que se le diera el Gobierno a Pedro Sánchez a cambio de nada. Ese tipo de actitudes, como dije en su día, no implicaban cambiar de política, sino simplemente cambiar de élites. Eran y son vieja política.

Pierde Ucrania, pierde Rusia, pierde Europa

La opinión pública en España está dividida. Seis de cada diez españoles apoyan el envío de armas a Ucrania y cuatro de cada diez apuestan por vías diplomáticas porque no entienden que la militarización del conflicto solvente gran cosa. El 98% de los medios apoya la guerra. Esta proporción elevada de pacifista puede que, como dice Enric Juliana, se deba a que España está en la periferia de Europa y Ucrania nos pilla lejos. O, interpretación más adecuada, porque España ha sufrido una dictadura de cuarenta años en pleno siglo XX y porque los EEUU, a diferencia de lo que pasó en Europa, no les libró de los nazis sino que apuntaló durante esas cuatro décadas la dictadura de Franco. A cambio de bases militares en suelo español. Viva el Rey.

Entre esos seis, seguro que hay canallas (están los de Vox...), igual que entre los cuatro habrá trasnochados y también gente sin escrúpulos (Le Pen pide en Francia la vía diplomática con el único fin de para tapar que Putin financió a su partido igual que lo hizo indirectamente con Vox). Por eso no valen los brochazos.

En el bando de "la guerra" (como se ha definido a sí mismo Josep Borrell, que además ha amenazado con no olvidar los que no se pongan de su lado) está el PSOE, el PP, Ciudadanos, Vox, Más País, ERC... Es una curiosa alianza en donde pesan más otras cosas que la determinación ideológica. En el lado de las salidas diplomáticas, en el lado de los que no quieren aceptar que la guerra solvente los conflictos, en el lado de los que piensan fríamente que mandar armas es un error, el único partido de ámbito estatal que lo defiende es Unidas Podemos. Y es coherente con lo que representa. Porque el siglo XXI no puede repetir los errores del siglo XX: el 15M fue un movimiento popular que engarzaba con el No a la OTAN y el No a la guerra. No puede ser de otra manera porque esa España está ahí y le corresponde representarla a Unidas Podemos. Por mucho que se nuble el cielo de tormentas. Porque el nuevo espacio no se construye con las armas melladas del viejo. Porque además es muy probable que más temprano que tarde crezca el número de gente que se dé cuenta de que mantener la cabeza fría en momentos de tanto dolor es lo más inteligente, y que esa cabeza fría debe pensar más en la paz que en la guerra.

En conclusión, no nos merecemos, por buscar la paz, que gente honesta como Jabois nos insulte, que aprovechen, de paso, para pedir la salida de Unidas Podemos del Gobierno, que pongan a pelear a Yolanda Díaz con Ione Belarra o que nos pidan los que opinan -no los que informan- que se les otorgue impunidad como la monarquía. Un buen día para volver a ver Senderos de gloria de Kubrick. Para recordar que las trincheras son terribles porque solo tienen dos lados.

 

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Por qué tienen razón los que apuestan por la paz en Ucrania https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/03/02/por-que-tienen-razon-los-que-apuestan-por-la-paz-en-ucrania/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/03/02/por-que-tienen-razon-los-que-apuestan-por-la-paz-en-ucrania/#respond Wed, 02 Mar 2022 12:02:40 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9703 Continuar leyendo "Por qué tienen razón los que apuestan por la paz en Ucrania"]]> La primera víctima de la guerra es la verdad y la segunda la estupidez

Si pensamos con la cabeza y no con el vientre entenderemos que lo que buscan como objetivos máximos las partes en conflicto en Ucrania es  improbable que pase. Si la primera víctima de la guerra es la verdad, la segunda es la estupidez, que lleva a análisis errados.

Cada país está comparando la agresión según le interesa y según su historia le permite: los que quieren doblegar a Rusia comparan la agresión con Hitler y sacan a relucir Munich, como si en las filas del ejército norteamericano estuviera el soldado Ryan y no el marine que asesinó en Irak a decenas de miles de civiles.

Algunos en España dicen que no mandar armas a Ucrania es como no mandar armas a la II Repúlica, ignorando que la República no había entrado en provocaciones con ningún país, no era una amenaza para nadie, no había flirteado con el autoritarismo y peleaba por hacer valer el estado de derecho, mientras que enfrente, en el bando fascista, no había gente defendiéndose de una agresión sino todo lo contrario.

Algunos, más acertados, la comparan con la Primera Guerra Mundial, que era una guerra interimperialista,  y no faltan quienes sacan a relucir la guerra de Vietnam, con una agresión sin ninguna legitimidad que puso de rodillas a los EEUU.

El apoyo de Venezuela, Cuba o Nicaragua a Rusia no se explica por ideología ninguna, sino por geopolítica. Si EEUU te quiere invadir es normal que los países amenazados se alíen con quienes puedan ayudarles. Confundir la geopolítica con la ideología es idiota.

La guerra de España y la subsiguiente guerra mundial fue seguramente la última guerra internacional de contenido moral porque enfrente estaba el fascismo. Plantear que Putin, con quien la extrema derecha europea, incluido un VOX entusiasta de Putin, ha compartido fundamentos políticos e ideológicos, la derecha europea fundamentos neoliberales e incluso la izquierda fundamentos económicos geoestratégicos -recordemos que el Primer Ministro del SPD, Schröder, trabaja para Gazprom-es ahora el fascismo o el comunismo del siglo XX es dar brochazos que despistan más que aclaran.

No es comunista, como viene repitiéndose, porque su oposición en Rusia y a quienes está deteniendo son los comunistas. No es comunista porque sus aliados en Europa son los "anticomunistas" de la extrema derecha, que necesitan enemigos para esconder su programa. No es comunista porque ha renegado de Lenin e incluso de Stalin debido a que su nacionalismo conservador carece del más mínimo contenido de clase. El apoyo de Venezuela, Cuba o Nicaragua a Rusia no se explica por ideología ninguna, sino por geopolítica. Si EEUU te quiere invadir -hemos conocido recientemente un documento de Mauricio Macri con la intención de ocupar militarmente Venezuela- es normal que los países amenazados se alíen con quienes puedan ayudarles. Confundir la geopolítica con la ideología es idiota.

Lo que están buscando las partes en conflicto es muy improbable que ocurra.

1. Ucrania nunca va a pertenecer a la OTAN. Ese escenario sería como que hubiera misiles nucleares en México o en Nicaragua. EEUU no lo permitiría y en ese escenario tanto los norteamericanos como los rusos sacarían sus más afilados dientes, es decir, el armamento nuclear. Sería tan devastador que no es imaginable. Es verdad que la Primera Guerra Mundial se desató por insensateces. Pero ahora está la opinión pública de nuestros países.

2. Ucrania nunca va a ser ocupada por Rusia. La comunidad internacional no lo va a permitir y se llenaría de razones para justificar un incremento de la participación militar de la OTAN en el país. Además, los ucranianos convertirían el país en una suerte de Vietnam para los rusos. Además, las sanciones económicas harían de la economía rusa, en un mundo globalizado, algo que generaría una enorme respuesta popular, aunque creciera la represión en el país.

La solución será intermedia: Rusia tendrá control sobre Crimea y sobre Donetsk y Lugansk, Ucrania se acercará a la Unión Europea pero con un estricto estatus de neutralidad.

3.   La solución será intermedia: Rusia tendrá control sobre Crimea y sobre Donetsk y Lugansk, Ucrania se acercará a la Unión Europea pero con un estricto estatus de neutralidad.

4. Si esa es la solución, pactar una paz estable y duradera ¿qué es lo que más ayuda a esa salida? La Unión Europea tiene que defender la democracia. Y eso lleva inevitablemente a apoyar la paz. Las sanciones son útiles siempre y cuando no golpeen a la gente humilde. Y es una forma de dejar claro que ser pacifistas no significa ser neutrales.

Por eso es intolerable que la Unión Europea, y en concreto España como país con tradición de neutralidad, no haya estado colaborando en esa dirección y no estén presentes en la mesa de paz en Bielorusia

Por eso es intolerable que la Unión Europea, y en concreto España como país con tradición de neutralidad, no haya estado colaborando en esa dirección y no estén presentes en la mesa de paz en Bielorusia. Una vez más, la UE hace seguidismo de una potencia en decadencia, los EEUU, que no ha solventado ni uno solo de los conflictos que ha creado ni en Libia, ni en Siria, ni en Afganistán, ni en Yemen, ni en Venezuela... La Unión Europea empezó a perder su respeto a los derechos humanos cuando consintió en la desmembración de Yugslavia, emborrachada por la victoria del mundo occidental en la guerra fría y haciendo seguidismo del entonces hegemón único, EEUU. Pero ahora Washington tiene un conflicto mortal por la hegemonía mundial con Rusia y China. ¿Quién podría hacer de contención geopolítica? La Unión Europea. Y en concreto España, podría haber jugado un papel especial con credibilidad para sentar a las partes. Pero una vez más, no hemos estado a la altura. Como no lo ha estado EEUU ni Rusia.

La sensación de que Putin, como hizo Saddam Hussein invadiendo Kuwait, ha mordido el anzuelo es muy alta. Putin nunca huiera debido romper el derecho internacional invadiendo Ucrania y la OTAN no debiera haber provocado a Rusia desde el fin de la guerra fría extendiendo la OTAN hacia el Este y humillando a los derrotados. No leyeron a Keynes en 1919. Si todos los responsables de esta guerra terminaran juzgados como los nazis en Nüremberg -y como nunca fueron juzgados los norteamericanos en Vietnam-, el mundo sería un poco más decente.

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No despiertes a un oso ruso pateando su hocico (Las nuevas consecuencias económicas de la paz) https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/02/26/las-nuevas-consecuencias-economicas-de-la-paz/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/02/26/las-nuevas-consecuencias-economicas-de-la-paz/#respond Sat, 26 Feb 2022 19:55:58 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9676 Humillaciones tras la guerra fría

"Si lo que nos proponemos es que, por lo menos, durante una generación Alemania no pueda adquirir siquiera una mediana prosperidad; si creemos que todos nuestros recientes aliados son ángeles puros y todos nuestros recientes enemigos -alemanes, austríacos, húngaros y los demás- son hijos de del demonio; si deseamos que, año tras año, Alemania sea empobrecida y sus hijos se mueran de hambre y enfermen, y que esté rodeada de enemigos, entonces rechacemos todas las proposiciones generosas, y particularmente las que puedan ayudar a Alemania a recuperar una parte de su antigua prosperidad material. (...).
Si tal modo de estimar a las naciones y las relaciones de unas con otras fuera adoptado por las democracias de la Europa occidental, entonces, ¡que el Cielo nos salve a todos¡ Si nosotros aspiramos deliberadamente al empobrecimiento de la Europa central, la venganza, no dudo en predecirlo, no tardará".

J. M. Keynes. Las consecuencias económicas de la paz. 1919.

Es evidente que, tras la caída del Muro de Berlín en 1989, los Estados Unidos tenían muy claro que querían contarle al mundo, con maneras de Hollywood , incluidos efectos especiales, quién había ganado la Guerra Fría.

Ronald Reagan, el presidente que creó el Irangate –el traslado de armas desde Irán a la Contra nicaragüense pagadas con drogas-, se fue a la antigua capital de Prusia a posar delante del Muro junto a un Helmut Kohl, al que la historia rescató con el azar de la reunificación alemana. Por si no bastara aquella foto en Berlín, la humillación necesitaba un gesto militar, otro intelectual y otro simbólico.

La humillación militar tuvo dos momentos. Uno fue la disolución de Yugoslavia, donde los países occidentales, incluidos los que se escandalizaron por el intento secesionista catalán y no han aceptado la declaración de independencia unilateral del Donets y Lugansk, reconocieron la independencia unilateral de Eslovenia, Croacia y Kosovo. La otra humillación, diferida en el tiempo, era llevar la OTAN hacia el Este. ¿Hasta dónde? Pues hasta las misma frontera de Rusia.

La humillación intelectual la protagonizó Francis Fukuyama, un profesor discípulo de Milton Friedman a sueldo del Departamento de Estado (el Ministerio de Exteriores norteamericano), que publicó en 1992 El fin de la historia. Ese libelo, pese a su enorme debilidad, permitió que la corriente principal de las ciencias sociales condenara al marxismo, al posestruturalismo, a Foucault, a Wallerstein, a Angela Davis, a Frantz Fanon y hasta al meritorio Habermas al, supuestamente, basurero de la historia.

La imagen de Mijail Gorbachov vendiendo porciones de pizza por la televisión completaba el insulto. Imaginemos a Manuel Azaña contratado por Franco anunciando en Radio Nacional el aniversario del 18 de julio.

Aún faltaba el postre. La guinda del imperio norteamericano, al que no le importaba convertir el mundo en un polvorín rompiendo los equilibrios de más de medio siglo, fue simbolizar la humillación permitiendo que Pizza Hut contratase al último presidente soviético. La imagen de Mijail Gorbachov vendiendo porciones de pizza por la televisión completaba el insulto. Imaginemos a Manuel Azaña contratado por Franco anunciando en Radio Nacional el aniversario del 18 de julio.

Alguien le debió recordar a Reagan el comportamiento de los romanos en su lucha contra los pueblos germanos, donde acostumbraban, después de derrotar a alguna tribu, a ir a los templos de los vencidos a darles las gracias a los dioses de los otros por haberles dado la victoria a los extranjeros. Eso de joder a los caídos tiene larga data, aunque no hay pruebas de que salga bien. La venganza es un mecanismo biológico de supervivencia que pasa de generación en generación.

la Doble vara de medir del hegemon decadente

Tras la caída de la URSS y la disolución del complicado entramado territorial creado, cualquier pretensión nacional que debilitara a la antigua URSS fue escuchada. Si en España los Estados Unidos hiciera lo mismo que en la Unión Soviética tras una crisis profunda de Estado, hasta la Moraleja sería un estado independiente. EEUU fomentó las llamadas "revoluciones de colores", esto es, golpes blandos enmascarados en revueltas populares que reclamaban "derechos humanos". Ya hemos visto cómo responden demócratas y republicanos a las demandas de, por ejemplo los negros estadounidenses. Un joven dispara contra dos activistas de Black Lives Matter y los jueces se encargan de absolverle.

Si en España los EEUU hiciera lo mismo que en la Unión Soviética tras una crisis profunda de Estado, hasta la Moraleja sería un estado independiente.

Sin embargo, la sensibilidad de la Administración norteamericana ante las barbaridades del Gobierno ruso hoy tienen el aplauso de todos los medios y las redes. Cuando Rusia estaba pidiendo la entrada en la OTAN, masacraba a chechenos o apoyaba las matanzas en Yugoslavia promovidas por los que querían dinamitar ese país, la contraparte era que los dirigentes rusos eran gente mimada por Washington. Y por los medios, claro.

Hoy Estados Unidos es un hegemón en decadencia. En ese país, 74 millones de personas han apoyado a un desequilibrado, ladrón e ignorante a la Presidencia del Gobierno. El Partido Republicano, una de las dos patas del sistema norteamericano, sigue defendiendo el neoliberalismo, apoya los golpes en cualquier país y, coherentemente con lo que antes solo aceptaban fuera, ha dicho que el asalto al Capitolio es una expresión legítima de voluntad política, mientras las desigualdades y la pobreza –que golpean especialmente a negros y latinos- no conocen igual desde los años 70.

El poderío militar de EEUU es inigualable, pero ya no el poderío económico, donde si bien sigue siendo la principal potencia económica (un PIB de 19,441 billones de euros), China se le va acercando, un crecimiento exponencial que ha estimulado aún más la crisis de la covid-19. Rusia, que es una potencia militar con armamento nuclear, no es una potencia económica y su PIB (1,293  billones de euros) es similar al de España (1,202 billones de euros). La Unión Europea tiene un PIB conjunto de 13,920 billones de euros, de los cuales el 25% corresponden a Alemania (3,567 billones de euros). Más que una potencia media, España es como mucho y sin contar las deudas, una potencia tercia.

La confusión de la política exterior

Los cambios económicos determinan cambios geopolíticos y cuando hay cambios geopolíticos, donde la correlación de fuerzas cambia y la importancia que cada cual da a sus amenazas y a sus oportunidades se reacomoda, la geografía vuelve a dibujarse y redoblan los tambores de guerra.

España apenas ha tenido política exterior propia, salvo la ayuda a las grandes empresas para dar el salto a América Latina, más bien con ánimo expoliador. Esas grandes empresas siempre formaron parte de la trama de financiación del bipartidismo, de manera que en ese quehacer ni el PSOE ni el PP nunca se han pisado la manguera. Por eso, les molesta tanto al PP y a un sector del PSOE el apoyo de Rodríguez Zapatero a Venezuela, porque ese negociado lo llevaba Felipe González, amigo del presidente Carlos Andrés Pérez, y los sectores del Opus Dei del PP. Con Marruecos, siempre ha funcionado una cesión sin capacidad de presión. Y a Europa siempre hemos ido abochornados (Pedro Sánchez es el primer Presidente que va a las Cumbres hablando inglés).

Ahora, la política exterior sigue marcada por el seguidismo a EEUU (reconocimiento de Guaidó, sanciones a Venezuela y a Cuba, alejamiento de China, sanciones a Rusia...), las urgencias energéticas, especialmente de gas, que tienen como referentes a Marruecos y a Argelia, el corrimiento a la derecha de la Unión Europea y un retroceso democrático en Defensa. Es decir, un gobierno de izquierdas que no tiene política exterior y que ha dejado de pelear por la democratización de las fuerzas armadas.

cada cual tiene en ucrania su guerra

La guerra en Ucrania podría solventarse si recordamos que ese país lleva en guerra desde 2013 y a veces hemos sido azuzadores de esa guerra queriendo arrastrar al país hacia posiciones atlantistas, y otras hemos mirado para otro lado. Putin gobierna desde hace dos décadas porque está queriendo devolver a Rusia su antigua "grandeza", lo que pasa por ir desgajando territorios de las antiguas repúblicas soviéticas (algo que va haciendo siempre con la misma estrategia). Las peticiones actuales rusas son asuntos que llevan varios años encima de la mesa, pero no son fáciles de digerir porque ponen en cuestión la tarea de los EEUU y la Unión Europea desde que empezaron a apoyar la desestabilización de Ucrania en 2013 apoyando el levantamiento del Maidan.

Las reclamaciones planteadas por Putin son hoy más complicadas que en los años anteriores: reconocer un estatus político a las repúblicas de Donetsk y Lugansk (algo que incumplió Kiev al incumplir los acuerdos de Minsk), que recuperarían sus fronteras de antes de 2014. Igualmente, Ucrania tendría que reconocer la soberanía de Rusia sobre Crimea; la OTAN cerrar las puertas a Ucrania y Ucrania rechazar la entrada en la OTAN. Para impedir la confrontación –y que al tiempo dejaría a Kiev en manos de Moscú- Occidente tendría que dejar de suministrar armamento a Ucrania.

Putin, como nacionalista conservador con pocos escrúpulos, orienta la política hacia la gloria de Rusia mientras tiene la economía atravesada por oligarcas y mafiososos. Biden, como político imperial con pocos escrúpulos, orienta la política hacia la gloria de Estados Unidos y tiene la economía atravesada de multinacionales y lobbies.

El regreso de la geopolítica hace de las naciones maestras de muerte. Cuando las naciones están en el centro de la reflexión política nublan el entendimiento, de la misma manera que a los intereses económicos nunca les ha parado el estado de derecho a no ser que venga acompañado de presiones populares. Putin, como nacionalista conservador con pocos escrúpulos, orienta la política hacia la gloria de Rusia mientras tiene la economía atravesada por oligarcas y mafiososos. Biden, como político imperial con pocos escrúpulos, orienta la política hacia la gloria de Estados Unidos y tiene la economía atravesada de multinacionales y lobbies.

Es la ONU y no la OTAN quien tiene que hacerse cargo de estos desatinos sangrientos. Hay que aplicar los tribunales penales internacionales a las empresas de armas y energéticas que están detrás de las guerras. Hasta 2019, el hijo de Joe Biden fue director de Burisma Holding, la mayor empresa privada de petróleo y gas de Ucrania. Detrás de toda guerra hay un negocio.

Con la guerra fría ¿vivían mejor?

Las sanciones económicas solo golpean a los pueblos y no crean conciencia. Además están llenas de trampas. Alemania ha tenido que renunciar al gaseoducto Nord Stream 2 por presiones gringas, pero Mario Draghi ha sido capaz de dejar fuera de las sanciones los objetos de lujo italianos que compran los mafiosos y jerarcas rusos. Cansa el engaño.

Y en el caso de España, al igual que en Europa, nos gustaría ver que hay una política exterior con cierta autonomía. VOX es el aliado de Putin en España –como lo son Orban, Le Pen, Salvini o Trump. El anterior presidente norteamericano ha afirmado después de la invasión que "Putin es un tipo muy listo" que había obrado con "genialidad"-. Es sabido que Putin intentó reunirse varias veces con Abascal. El PP, el de la banderita, gobierna con VOX, el de las banderazas pro Putin. La canalla mediática –y algún político en decadencia que solo reaparece para decir mentiras, como Rafael Hernando- quieren presentar el conflicto con Putin como un conflicto de la guerra fría, donde Putin sería "un comunista". ¡Que dimita Pedro Sánchez! ¡Que salga Unidas Podemos del gobierno! Aunque el 100% de los Ministros de Unidas Podemos, igual que los partidos de donde vienen, no hubieran condenado a invasión de Ucrania por Rusia.

Con la guerra fría vivían mejor. Igual que sin ETA se quedan sin argumentos. Como si todo el mundo tuviera que ignorar que la oposición a Putin en el parlamento ruso la ejerce precisamente el Partido Comunista de Rusia. Como si Putin no viniera mucho tiempo ensalzando a Stalin e insultando a Lenin, al que acusa de debilitar a Rusia al otorgar a Ucrania la condición de estado en 1923. O como si no fuera público que en la Rusia de Putin hay contratistas en la guerra de Ucrania, como la Hallyburton de Cheney en la guerra de Irak, y que como es normal perpetran barbaridades.

Soluciones complicadas

Se sabe como empiezan las guerra, no cómo terminan. Los intereses norteamericanos han conseguido que Putin entregue a la OTAN la guerra que necesitaban. Johnson y Biden van a solventar buena parte de sus problemas con esta guerra. Como siempre hacen. Putin, si le salen bien las cosas, tendrá sus estatuas al lado de Nicolás II. En la política parece que no hay gloria si no sumas cadáveres. Pagará el pueblo de Ucrania, que pone los muertos y los que huyen de la guerra, el pueblo ruso, que sufrirá las sanciones de la Unión Europea, el pueblo de la Unión Europea, que sufrirá las sanciones rusas, y toda la zona con el empobrecimiento general y las migraciones.

Pagará el pueblo de Ucrania, que pone los muertos y los que huyen de la guerra, el pueblo ruso, que sufrirá las sanciones de la Unión Europea, el pueblo de la Unión Europea, que sufrirá las sanciones rusas, y toda la zona con el empobrecimiento general y las migraciones

Es el momento de la ONU. Que debe ser firme contra la invasión rusa de Ucrania y debiera tener la fuerza como para poder hacer cumplir sus compromisos. Y como siempre, las guerras solo las pueden parar los pueblos, por muy ingenuo que parezca. La guerra en Ucrania la pueden parar los ciudadanos rusos que no quieren guerra (y un 80% quiere una Ucrania independiente); los ucranianos que no quieren ni perder su país ni tampoco la vida en un conflicto que no es del todo suyo; los europeos que no queremos más guerras en el continente; los norteamericanos que saben que las guerras solo benefician a los lobbys de armas y a los canallas infiltrados en la administración; los ingleses que no creen en el payaso de Johnson. Sabemos que los gobernantes mienten y que los medios de comunicación mienten. Sabemos incluso que hacen el ridículo y ya les da lo mismo (Antena 3 en España, informando de la guerra con imágenes de videojuegos). De hecho, es el único legado democrático de la barbarie de Irak: saber que los gobernantes mienten cuando preparan una guerra. Pero enfrente tenemos las inercias de los Estados preparados durante siglos para la guerra y solo si cambia la correlación de fuerzas se paran estas lógicas. No basta manifestarse. Lo hicieron millones contra la guerra de Irak sin éxito. Parar una guerra exige algo más de compromiso.

En 1919, John Maynard Keynes publicaba Las consecuencias económicas de la paz, donde explicaba que los acuerdos de paz del tratado de Versalles de ese mismo año implicaban poner contra las cuerdas a Alemania. Keynes, comprometido con la paz, sabía que de las condiciones draconianas impuestas a los derrotados saldría algún Hitler, poniéndose otra vez en riesgo la paz de todo el continente. Hoy Keynes se manifestaría delante de la Embajada rusa y también delante de la delegación de la OTAN. No por repartir culpas, porque está claro quién ha invadido Ucrania rompiendo el derecho internacional. Es la diferencia entre dejarse llevar por el dolor que anula o enfriar la cabeza para que pueda pensar y buscar salidas.

Hoy Keynes se manifestaría delante de la Embajada rusa y también delante de la delegación de la OTAN. No por repartir culpas, porque está claro quién ha invadido Ucrania rompiendo el derecho internacional. Es la diferencia entre dejarse llevar por el dolor que anula o enfriar la cabeza para que pueda pensar y buscar salidas.

Muchos de los que hoy quieren hundir en el mar a Rusia, pensando que así vuelven a derrotar a la Unión Soviética, son los mismos que en 1918 preferían humillar a Alemania antes que librar a Europa del fantasma de la guerra. Claro que la OTAN no es la que ha entrado por la fuerza en Ucrania. Porque no le ha hecho falta. ¿O por qué bombardean en Yemen o en Siria?  La OTAN también ha entrado en Ucrania desde el Maydan, como lo hicieron en la extinta RDA, en Polonia, Rumania, Bulgaria, Croacia,Letonia, Lituania... Queriendo perpetuar una humillación que ha terminado dando alas al autoritario Putin. Que no nos hablen de derechos humanos ni los que defienden a Putin ni los que llevan rompiendo la paz desde, al menos, después de la Segunda Guerra Mundial. ¿Sacamos alguna lección del siglo XX? Desconfiemos de los que tienen en su ADN histórico las guerras. De todos.

 

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¿Por qué a la izquierda no le rinde la crisis de la derecha? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/02/19/por-que-a-la-izquierda-no-le-rinde-la-crisis-de-la-derecha/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/02/19/por-que-a-la-izquierda-no-le-rinde-la-crisis-de-la-derecha/#respond Sat, 19 Feb 2022 20:05:55 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9649 La sociedad anestesiada

La sociedad española, como todas las sociedades occidentales europeas, dedica enormes esfuerzos a anestesiarse. La gente mayor, para que el miedo les asuste menos; la gente joven, para que el negro futuro y la acumulación de crisis no les lleve a la depresión; los adultos, para notar menos que la distancia entre los sueños y los logros queda lejos; las mujeres para que les pese menos la soledad de la reproducción y los cuidados; los hombres para cubrir el fracaso a la hora de cumplir los objetivos de machos alfa dictados desde que son pequeños. Anestesiados, entretenidos, distraídos. La política, así, se convierte en un espectáculo porque en la sociedad de la delegación, o haces el pino con las orejas o no le interesas a casi nadie.

Los que suministran la anestesia no son los imprescindibles profesionales de la sanidad, sino los que construyen los marcos por donde discurre nuestra vida social. Claro que ahí están los medios de comunicación y por eso el medio se termina convirtiendo en el mensaje. Si los medios son el instrumento para crear el show, los dueños de los medios terminan por ser los dueños del show. En ese círculo con pocas fisuras participan todos los rincones de la sociedad civil, las escuelas y universidades, las iglesias y los clubes de lectura, las fuerzas de seguridad y los clubes de futbol, todos los ámbitos donde se crea y se reproduce el sentido común.

Los intrusos anestesistas solo anestesian contra el dolor que construye compasión. En cambio, dejan que el dolor frustrado que desemboque en odio campe por sus respetos. Aún más, ponen vitaminas al resentimiento. Así regresa en tiempos de crisis las extremas derechas.

Anestesia y memoria

En el caso de España, la anestesia tiene el agravante de la necesidad que tienen las élites de convertir la memoria en olvido. De esa anestesia nos levantamos habiendo olvidado el pasado. Porque el pasado de la dictadura evoca el pasado del antifranquismo y rearma las conciencias. Porque así es mas sencillo que vuelvan a engañarte, a traicionarte, a robarte, exiliarte o a matarte.

Cuando la memoria ha sido hurtada, la derecha pueden hacer campaña diciendo "Comunismo o libertad". Donde en el lado del supuesto comunismo están los demócratas y en el lado de la supuesta "libertad" nazis, corruptos, mentirosos y golpistas.

Para que nos olvidemos de cuarenta años de dictadura militar, las élites reparten culpas, hablan de dos bandos –aunque unos agredieron y los otros se defendieron-, equiparan a la División Azul y a los republicanos, dicen que la Transición ya solventó todos los problemas y que rescatar los cuerpos de los 115.000 desaparecidos que aún tiene nuestro país es abrir heridas. Como si las heridas que están gangrenadas pudieran seguir cerradas.

Por eso, cuando la memoria ha sido hurtada, la derecha y la extrema derecha pueden hacer campaña electoral diciendo "Comunismo o libertad". Donde en el lado del supuesto comunismo están los demócratas y en el lado de la supuesta "libertad" nazis, corruptos, mentirosos y golpistas.

Viendo que hay medios, jueces, empresarios y comisarios que siguen en el franquismo, tendremos que concluir que la inmaculada Transición no fue tan inmaculada. Por eso, el día que sabemos que la Presidenta de Madrid, Díaz Ayuso, regaló a su hermano una comisión de casi 300.000 euros mientras se morían los abuelos en las residencias de la deteriorada sanidad pública, algunos españoles gritaban en la calle Génova ¡Ayuso Presidenta! Una versión moderna del ¡Vivan las caenas!

"Comunismo o libertad" o cuando la corrupción da lo mismo

Ayuso ganó las elecciones en Madrid diciendo que quería gobernar en libertad. Gobernar en libertad es que puedas robar sin que nadie, ni jueces, ni medios, ni siquiera el parlamento lo puedan impedir. Ayuso, mejor dicho, Miguel Ángel Rodríguez, porque el spin doctor sustituye al Secretario General, sabe que a una parte importante de los votantes de la derecha española no le importa que sus líderes roban porque así ellos también están justificados para robar.

El día que sabemos que la Presidenta  Díaz Ayuso regaló a su hermano una comisión de casi 300.000 euros mientras se morían los abuelos en las residencias algunos españoles gritaban en la calle Génova ¡Ayuso Presidenta! Una versión moderna del ¡Vivan las caenas!

A ver si lo entendemos de una vez: los que votan a la derecha no son honrados ciudadanos que expresan su opción política. Están convirtiendo la democracia española en un vertedero y tienen responsabilidad. Es verdad que en algunos casos la izquierda tiene su parte de culpa por no haber sido capaz de construir una opción atractiva y dejar a la extrema derecha la expresión única del descontento. Pero si uno deja que le salga el demonio que todos tenemos dentro y mata al ángel que también nos habita, basta de ese juego paternalista de tratarles como irresponsables a los que hay que mimar. Su voto es soberano, pero su decisión es estúpida porque están votando a sus verdugos y están tirando piedras sobre la democracia, que es la única que puede hacer prosperar a las mayorías.

Beatriz Fanjul, una pija de película de Almodóvar, incluso ha puesto un tuit insinuando que Ayuso, ahora que está peleada con el Presidente del PP, también es ETA. Es su manera de apoya a Pablo Casado en la pelea que se traen. Y se queda la niñata tan oreada.

A los votantes agradecidos tampoco les importa votar a descerebrados. La portavoz de Nuevas Generaciones del PP, Beatriz Fanjul, una pija de película de Almodóvar, incluso ha puesto un tuit insinuando que Ayuso, ahora que está peleada con el Presidente del PP, también es ETA. Es su manera de apoya a Pablo Casado en la pelea que se traen. Y se queda la niñata tan oreada.

Al PP no le perjudica la corrupción. Llevan robando desde que Fraga fundó AP con dinero del narco gallego. Les perjudica solamente, como repite siempre Aznar, la pelea interna. Pero no pueden evitarla porque están en política para forrarse y al igual que hay pelea entre las fracciones empresariales, la hay entre los políticos de la derecha, especialmente cuando hay vacas flacas. El PP en Madrid, en Valencia, en Galicia, en Castilla, han desplegado una red clientelar que constituye el ejército que les mantiene frente a cualquier contratiempo. No les importa que su partido robe porque algunas migajas de esa corrupción llega a sus familias. Y a los que no les llega les da lo mismo porque les va bien así. La famiglia a la que imploró Isabel Díaz Ayuso y con la que quiso adelantarse a la acusación de Pablo Casado de los negocios del hermano de la Presidenta de la Comunidad madrileña.

A una parte no pequeña del votante de la derecha no le importa la Gürtel, la Púnica, la Lezo. Solo le importa la pelea interna porque les crea un problema y les hace gastar energía y les pone en un brete cuando se están tomando un vino en el bar y alguien les saca el asunto.

A una parte no pequeña del votante de la derecha no le importa la Gürtel, la Púnica, la Lezo, que se espíen entre ellos si no salta a los medios, que rompan los discos duros de los ordenadores, que le roben pruebas a Bárcenas, que Cifuentes robe en los supermercados, que el Emérito cobre comisiones por usar su cargo de Jefe del Estado o que el hermano de Ayuso haga otro tanto por ser hermano. Solo le importa la pelea interna porque les crea un problema y les hace gastar energía y les pone en un brete cuando se están tomando un vino en el bar y alguien les saca el asunto.

Es espectacular que cuando la gente de Podemos en la Comunidad de Madrid sacó lo del contrato del hermano ningún medio grande se hizo eco. Y cuando una diputada del PSOE dijo que el hermano de Ayuso iba por los hospitales ofreciendo contratos la echaron de la cámara. Solo ahora, porque se están peleando y Ayuso ha utilizado los medios a los que les paga para colocar el marco que le interesa –no el de "quizá soy corrupta", sino "se meten con mi familia"- le interesa a los medios y, entonces, le interesa a la gente. Como para negar la importancia de los medios. Y como para no darnos cuenta de que El Mundo, El confidencial, EsRadio, Antena 3, la cloaca diaria de OK Inda, Telemadrid, el programa de Ana Rosa cobran de la Comunidad de Madrid. Esto es, cobran con el dinero de todos nosotros que es asigna Ayuso. E informan no con la ética periodística, sino como le interesa a su buen patrón. Hasta que otro patrón mayor les llame al orden.

Niñatos mandando, corruptos robando y élites conspirando

Pese a la fumata blanca representata, hay un naufragio en el PP. José Antonio Zarzalejos, que es cercano al IBEX, ha dicho que Ayuso y Casado han hundido al PP. Eso significa en buena lógica que no van a apoyar a Ayuso para mucho más que su puesto actual de Presidenta de la Comunidad de Madrid y que van a dirigir la voladura controlada de Casado. Previa pacificación de la casa, tarea que han impulsado los barones y el eterno sustituto de Casado, Alberto Núñez Feijóo. Aunque el IBEX no siempre logra lo que quiere. Rajoy se enfadó con ellos cuando empezaron a aupar a Ciudadanos y luego a VOX. Rajoy habla de la política adulta, No nos equivoquemos. Gobernando ese adulto recibían en Génova a Villarejo, inventaron pruebas contra Podemos y los independentistas y destruyeron pruebas a martillazos o con falsos curas. La corrupción en el PP afecta a todas las edades.

El Mundo, El confidencial, EsRadio, Antena 3, la cloaca diaria de OK Inda, Telemadrid, el programa de Ana Rosa cobran de la Comunidad de Madrid. Esto es, cobran con el dinero de todos nosotros que les asigna Ayuso. E informan no con la ética periodística, sino como le interesa a su buen patrón.

Ayuso es una niñata en manos de un Rasputín, Miguel Ángel Rodríguez, impredecible y que hace chiquilladas corruptas como la del apartamento, la pizza, los contratos a dedo, su hermano o su madre sin prevención alguna, que son presuntos delitos y porque se siente impune. Se me hace muy difícil pensar que el dinero se va a echar en manos de gente tan irreflexiva y caprichosa como Ayuso. Aunque vaya usted a saber. Los partidos, incluso cuando están financiados por el poder, tienen su autonomía. Recordemos el Ciudadanos de Albert Rivera. Al final te ejecutan, pero no les permites que sus planes se cumplan.

Casado ha generado demasiados problemas en el PP y ya lo dan por amortizado. De esta sale herido de muerte. ¿Que harán las élites? De momento, situándose en los medios en virtud de sus pagadores. Si Ayuso les paga, cubren a Ayuso. Pero no creo que dure. Poniéndonos en la lógica del poder, cortarán un par de cabezas del entorno de Casado –Carromero y mejor Teodoro García Egea, que como bombero ha hecho mal su trabajo y así le castigan también por el error de su mano derecha, Alberto Casero, en la votación de la reforma laboral- para mandarle la pauta de que obedezca e irán preparando su relevo.

Mantendrán congelada a Ayuso -es un valor con muchos apoyos en Madrid y fuera de Madrid precisamente porque al ser una sinvergüenza autoriza a sus votantes a ser sinvergüenzas- pero le mandaría igualmente un aviso para que se discipline. Orden que también es probable que no obedezca. Al judicializarse el asunto de su hermano y, como ha demostrado Público, de su madre, queda muy tocada. Son presuntos cohechos de libro y con testaferros a la espera de que los jueces los sancionen como tales. Miguel Ángel Rodríguez es de morir matando y aunque pacten una suerte de tratado de paz, no es creíble. VOX tampoco la va a salvar porque compite directamente con ellos. Y lo mismo van a hacer los restos de Ciudadanos. ¿Podrán las élites poner paz mientras tanto en la pelea? La exigirán hacia afuera, pero la llama sigue encendida.

De Celia Villalobos a Carlos Herrera han dicho que esas cosas no se tienen que hacer públicas. Les da igual que roben, pero que no se lo reprochen en los medios. Mediatizar los debates internos está prohibido en los tiempos de la cartelización de los partidos. Se paga caro ante el electorado. La democracia se resiente y a la larga se paga aún más caro, pero en las sociedades de la información todo es urgente y efímero.

Y la izquierda a por uvas o a la defensiva

No menos triste es que la izquierda no va a aprovechar esta debacle de la derecha. Para hacerlo, debiera haber creado más consciencia de lo que representa su sociedad alternativa, y no lo ha sabido hacer. Los votos que pierda el PP en su riña interna van íntegros a VOX. Y no poca culpa de eso la tiene el PSOE. Cada vez que el socialismo deja de lado su ideología y abraza los presupuestos de la derecha está corriendo el "centro" político, ese lugar anhelado por los partidos cartelizados (en expresión de Katz y Mair), hacia la derecha. La práctica totalidad de los votos de Ciudadanos en Castilla y León han ido a VOX.  No es verdad que moderándote ganes más votos. Moderándote estás naturalizando a la derecha como el sitio normal de la sociedad.

Cuando Margarita Robles y el PSOE permiten una exposición de los pronazis de la División Azul, igual que ayer José Bono puso a desfilar el 12 de Octubre a un franquista al lado de un demócrata, siguen insistiendo en el bipartidismo y no quieren aceptar que ese PP es un partido mafioso, corrupto, que compró su sede con dinero negro, destruyó pruebas judiciales, inventó pruebas contra Podemos y los independentistas, tiene congelada la renovación del CGPJ y les mintió con la renovación de RTVE. Y tolerando al PP y a su lógica perversa, construye una racionalidad que permite a mucha gente luego dar el salto a la extrema derecha. Ha sido más coherente la derecha alemana contra la extrema derecha que el PSOE, que incluso ha permitido que en RTVE campen por sus respetos.

El acomplejamiento de la izquierda es lo que explica el auge de la derecha y de la extrema derecha.

El acomplejamiento de la izquierda es lo que explica el auge de la derecha y de la extrema derecha. Unidas Podemos, que tuvo seis millones de votos, no se ha recompuesto del ataque frontal que le dirigió el sistema y la última victoria de las élites será que el diálogo entre Podemos y Yolanda Díaz no sea evidente ante esas seis millones de personas que una vez votaron a la izquierda.

En consonancia con los tiempos, nos vamos a un escenario latinoamericano donde la extrema derecha se come a la derecha en todas sus versiones (la democracia cristiana chilena, la derecha liberal brasileño o la derecha conservadora española) y la izquierda solo tiene futuro cuando se reinventa, es coherente y se une.

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López Obrador y la madrastra España https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/02/12/lopez-obrador-y-la-madrastra-espana/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/02/12/lopez-obrador-y-la-madrastra-espana/#respond Sat, 12 Feb 2022 20:05:43 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9611 Continuar leyendo "López Obrador y la madrastra España"]]>
López Obrador y la madrastra España
López Obrador, este jueves en Ciudad de México. EFE/Sáshenksa Gutiérrez

El enfado del ministro de Asuntos Exteriores ante las declaraciones de sentido común del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador quizá sean simplemente una señal de la deriva ideológica del socialismo español. Porque afirmar que las empresas españolas, en colusión con los gobiernos anteriores mexicanos y el favor presuntamente muchas veces ilegal de gobiernos anteriores españoles han saqueado el continente latinoamericano es algo incontrovertible y su crítica debiera formar parte del patrimonio internacionalista del socialismo.

Pero aún más: las humillaciones que algunas empresas con capital español en México han pretendido en ese país debieran haber provocado una llamada de atención de las autoridades españolas precisamente a esas empresas que manchan el buen nombre de España en el mundo. Y si la sensibilidad socialista no basta, debiera bastar la sensibilidad democrática. Y si esta tampoco fuera suficiente, igual el ministro Albares debiera haber tirado de memoria y recordar lo que Iberdrola hizo al gobierno del PSOE y Unidas Podemos unos meses atrás.

Este invierno ha estado marcado por la subida escandalosa de los precios de la luz, debido entre otras cosas a una legislación que permitía a las eléctricas cobrar al precio de la energía más cara toda la energía producida. Esos "beneficios caídos del cielo" eran posibles gracias a las puertas giratorias que han llenado esas compañías de exministros y expresidentes tanto del PSOE como del PP.

Como ahora está en el Gobierno Unidas Podemos y en el Acuerdo de Gobierno se había firmado acabar con esos beneficios caídos del cielo, se tomaron algunas medidas para que la factura de la luz no fuera tan onerosa para la ciudadanía en los meses más crudos del invierno. Algunas las pagábamos entre todos –rebajar el IVA en la factura- pero otras rebajaban los beneficios mil millonarios de las eléctricas. ¿Y qué hizo Iberdrola en España –no en México, en España-? Pues echarle un pulso al Gobierno. Porque en España las eléctricas forman parte de esas compañías que, a diferencia de la ciudadanía, votan todos los días y por todos nosotros.

En octubre de 2021, Iberdrola contrataba a Antonio Miguel Carmona, militante del PSOE que se hizo famoso yendo a los platós de televisión a criticar al también socialista Pedro Sánchez. Un socialista criticando a los socialistas en las televisiones cuando el PSOE está en el Gobierno es, como ocurre con todos los renegados o conversos de la izquierda, un regalo para las empresas de comunicación. Carmona además había cometido un enorme tropezón mediático al salir a defender a Iberdrola, faltando a la verdad, unas semanas antes cuando la compañía eléctrica vació algunos embalses para poder vender como cara energía conseguida de la manera más barata. ¿Quién podía molestar más al presidente Sánchez que uno de los suyos siendo comprado por la empresa con la que estaba discutiendo?

¿Ah, que me reduces los beneficios? ¿Qué no estás escuchando a los antiguos cargos del Gobierno que tengo en la empresa precisamente para que me escuches? Pues voy a contratar en mi empresa como consejero al miembro de tu partido que más te critica mediáticamente. Es verdad que pueden parecer maneras mafiosas, pero son maneras empresariales en la economía globalizada. De esas empresas que López Obrador ha criticado por su comportamiento en México y a las que ha mandado a parar.

El comportamiento de Iberdrola, Repsol u OHL en México lo ha estudiado López Obrador en sus libros. Sabe de qué habla. Recientemente, Julián Macías ha hecho un resumen del comportamiento de gente como Emilio Lozoya, exdirector de la petrolera estatal mexicana, PEMEX, con el también señalado por corrupción presidente Peña Nieto y de quien era uno de sus hombres de confianza. Lozoya fue detenido en España en 2020 a requerimiento de la Fiscalía mexicana, "acusado de fraude a gran escala y corrupción durante 2012 y 2013", después de que tres exdirectivos de la constructora brasileña Odebrecht denunciaran que Lozoya recibió más de 10 millones de dólares en sobornos con el fin de facilitar la adjudicación de contratos.

Emilio Lozoya, que fue uno de los principales activos en la campaña de Peña Nieto que le llevó a la Presidencia del país, tiene un palmarés curricular digno del lobo de Wall Street: entre 2006 y 2009, director para LATAM del Foro Económico Mundial. De 2010 a 2012, consejero de OHL. Entre 2011 y 2012, consejero de InfoGlobal, y de 2012 a 2016, director de PEMEX. La empresa OHL, de Villar Mir, un nombre que aparece constantemente en las tramas de corrupción en España, financió la campaña de Esperanza Aguirre y trasladó a México sus modos empresariales. El modus operandi vinculado a la corrupción siempre es similar e implica que se gana ilegalmente obra pública –que luego tendrá sobrecostos- y a cambio se financia tanto a los partidos políticos como a los políticos corruptos que hacen de intermediarios. Como recuerda Macías, "InfoGlobal, la empresa de López Madrid en la que fue consejero Lozoya, empezó a ganar contratos de manera inusitada", entre otros un contrato de 200 millones en México. ¿Tiene razón López Obrador al decir que esos comportamientos deben ponerse en pausa?

Felipe González se inventó las Cumbres Iberoamericanas. El referente era el rey Juan Carlos y esas reuniones funcionaban como los palcos de los partidos de fútbol: presuntamente para arreglar negocios entre las élites y cobrar comisiones. El rey emérito, huido en Abu Dabi, es bastante probable que presuntamente se comportara en América Latina de la misma manera que se ha comportado en Arabia Saudí, si bien por aquél entonces gozaba de impunidad y, además, cualquier delito habría prescrito. Y tampoco sería extraño que Felipe González, otro presunto comisionista con intereses en México, aprendiera las mañas en aquellas reuniones en donde, como dijera Chávez, "los líderes van de cumbre en cumbre y los pueblos de valle en valle". Una amplia mayoría de aquellos líderes terminaron enjuiciados, en la cárcel, huidos de sus países o, incluso, como el peruano Alán García, pegándose un tiro antes de que lo detuvieran. Cuánto habrían ganado los pueblos si esos comportamientos se hubieran "pausado" ya en los años ochenta.

En México, Iberdrola se ha comportado con maneras coloniales. Contratar al que fuera secretario de Estado de energía mexicano o al expresidente Calderón es insultar a los mexicanos.

En México, Iberdrola se ha comportado con maneras coloniales. Contratar al que fuera secretario de Estado de energía mexicano o al expresidente Calderón es insultar a los mexicanos. Gente que se lleva todos los secretos de Estado para ponerlos al servicio de una multinacional extranjera. Y no es menos insultante que los medios de comunicación controlados vía consejo de administración o vía publicidad por las eléctricas, disparen contra López Obrador por querer poner fin a cualquier comportamiento mafioso. El ministro Albares y el PSOE no se inmutan cuando esas grandes empresas quieren humillar al Gobierno español. Aún menos cuando lo hacen fuera. Ignorando que todo lo que esas empresas hacen en otros países terminarán haciéndolo en casa. El efecto "rebote" es una suerte de venganza histórica de nefastas consecuencias. Hay cosas que si no se evitan por moral, debieran evitarse por inteligencia.

López Obrador ha dejado claro que esa "pausa" no tiene nada que ver con el pueblo español. Y ha recordado cómo México recibió a los republicanos, a los que ha alabado tanto en su trabajo intelectual como manual. Si hubieran existido las tiendas de 24 horas –ha dicho- los migrantes españoles, como los mexicanos en Estados Unidos, estarían las 24 horas bregando. El respeto es con los pueblos, no con las empresas que tienen maneras mafiosas.

Al Gobierno de Sánchez le está faltando determinación para hablarle a los poderosos en un tono que entiendan. Le resulta más fácil ponerse del lado del dinero que del trabajo. Por eso, de entrada, no era posible la reforma laboral, la subida del salario mínimo, la ley de vivienda, el ingreso mínimo vital... O ahora una reforma fiscal. Ni molestar a las grandes empresas que consideran que los políticos, en España o en México, les pertenecen. Por eso esas grandes empresas están apoyando a la ultraderecha. Y por eso Vox está buscando una alianza en América Latina con los que siempre presuntamente han robado en esos países. Pero en el México de López Obrador esas cosas ya no se permiten. Será que la sensibilidad soberana de López Obrador es mayor que la de la madre patria. Que algunos se empeñan en convertir siempre en madrastra. Aquí y allí.

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¿Por qué crece la extrema derecha? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/02/05/por-que-crece-la-extrema-derecha/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/02/05/por-que-crece-la-extrema-derecha/#respond Sat, 05 Feb 2022 20:10:56 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9584 Continuar leyendo "¿Por qué crece la extrema derecha?"]]> Una derecha sin complejos

Hemos visto a Macarena Olona, a la que le falta mearse en un pasillo del Congreso mientras grita ¡Arriba España!, se saca un moco rojigualda y se lo come, insultar a la Ministra de Igualdad y a todas las feministas al lado de dos personas vestidas de obreros, dos personas que, si es verdad que son currantes, si ahora ganan un poco más es gracias a las subidas del salario mínimo que ha conseguido este gobierno. Subida del salario mínimo contra la que votó Macarena Olona.

Sin embargo, Olona, como Vox, les entrega a esos dos tipos enamorados de sus verdugos algo para ellos ahora mismo más poderoso: una identidad desde la que odiar y un salvoconducto para convertirse en cuñados o en canallas. Aunque traicionen la memoria de sus padres y abuelos, que es probable que pusieran el cuerpo para que no continuara el franquismo. En tiempos del "sálvese quien pueda", construidos desde unos medios que hacen que un obrero tenga más rabia contra alguien desesperado que ocupa una casa que contra el banco rescatado que desahucia, la extrema derecha entrega salvoconductos para que la frustración se convierta en una manera de estar en el mundo agresiva con tus iguales.

La extrema derecha busca una suerte de impunidad

En España, es la primera vez que una ley garantiza a ganaderos y agricultores que no puedan vender sus productos por debajo del coste. Sin embargo, Mañueco convoca elecciones en Castilla y León contando con que con un par de bulos van a evitar que tenga que rendir cuantas por 35 años de gobiernos del PP. Más de tres décadas que no han parado de expulsar a  gente de su comunidad. Elecciones anticipadas que le permitan, con ayuda de los medios, salir vivo de cualquier debate pese a haber sido imputado por corrupción para ganar las primarias de su partido. La extrema derecha busca una suerte de impunidad y como en los timos piramidales de la estampita, la promesa de dinero fácil hace que sectores populares y clases medias se dejen engañar. Al final, los mismos que, por ejemplo, entran en Lorca impunemente en un ayuntamiento de izquierdas golpeando a policías -los jóvenes de Altsasua están en la cárcel por una pelea de bar- son en verdad señoritos pero también gente engañada por señoritos a las que no les indigna que el PP robe o que los dirigentes de VOX roben o falsifiquen documentos o insulten a los que trajeron la democracia porque permitiendo esos comportamientos creen que van a formar parte del club de los que siempre han confundido España con su cortijo.

La socialdemocracia nunca entenderá el daño que hizo cuando abrazó las políticas neoliberales

La izquierda que renegó de la izquierda

Con el marco político construido desde la caída del Muro de Berlín, es mucho más fácil que el enfado social lo capte la extrema derecha que la izquierda. La frustración que genera el "no funciona" permanente del ascensor social invita a la rabia, aún más si esa ira permite desviar las culpas lejos de uno. La socialdemocracia nunca entenderá el daño que hizo cuando abrazó las políticas neoliberales y le dijo al pueblo: yo te reviento la vida igual que la derecha. En la sociedad individualista donde todo se ha vuelto un mercado infinito –nunca tantas cosas se habían vuelto mercancías, desde el aire y el agua hasta la amistad y el sexo- la vida es una competición permanente. Nadie se hace cargo de tu suerte. Y si la culpa de tu estrella es solamente tuya, te conviertes, en el primer tropiezo, en un  estigmatizado"loser", un perdedor. ¿Y qué mejor que buscar algún culpable fácil para decirte en el espejo que no eres tú el que te has equivocado?

No hay recetas válidas para todos los países, pues la memoria inmediata marca las tendencias sociales, aunque la tendencia general sea similar en todos lados. En otras palabras, la tendencia en todo el mundo occidental camina hacia la radicalización de la derecha, que puede ser capaz, gracias a los medios de comunicación, de convencer a las víctimas para que voten a sus verdugos y abracen a sus explotadores. Pero eso no tiene necesariamente que ser así. Dependerá de lo que hagan las fuerzas de la izquierda y del momento concreto que viva cada país.

En Portugal, a la izquierda del Partido Socialista le han faltado reflejos para entender el momento histórico. En el país de la Revolución de los clavles, los que podían dar alas a la derecha ayudando a que cayera el Gobierno no han recibido apoyo popular. Aunque la izquierda del Partido Comunista Portugués o  del Bloco de Esquerda tengan sólidas razones ideológicas para querer pararle los pies al compañero de viaje socialista y su inercia de regresar al neoliberalismo. En España, a Pedro Sánchez le salió el tiro por la culata al pretender acabar con Podemos aún poniendo en riesgo un gobierno de izquierda. De la misma manera que el oportunismo de Más País fue bien leído como tal y la escisión de Errejón solo le sirvió, además de para debilitar al conjunto de la izquierda, para sacar su único diputado. Entre la gente con conciencia de lo que nos jugamos, las frivolidades se cobran (y veremos qué pasa electoralmente con ERC y Bildu por casi cargarse la reforma laboral y poner en riesgo al Gobierno).

Las crisis como oportunidad para los sinvergüenzas

La crisis neoliberal ha generado dos grandes bloques en todo el mundo. Por la derecha, hay un desplazamiento, de manera que la extrema derecha está ocupando el lugar que antaño ocuparon los democristianos y después los liberales-conservadores. De manera evidente como en Chile, Brasil o Hungría, donde la derecha se aglutinó en torno a golpistas, o como en España, donde los conservadores han ido virando el discurso hasta no diferenciarse de los neofranquistas, con el caso emblemático de Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid y los vaivenes del Secretario de los peperos Pablo Casado.

Desde la izquierda, el panorama es más complejo. En muchos lugares la izquierda socialdemócrata ha desaparecido y sobre sus ruinas ha surgido un mapa feudal de pequeños reinos incapaces de gobernar porque son incapaces de ponerse de acuerdo (por supuesto, con enormes razones que van a explicar la inevitabilidad de la fragmentación). Que en Francia acudan a las elecciones cinco partidos de izquierda, entre ellos dos partidos trotskistas, un partido socialista, otro ecologista y la izquierda populista de Melenchon, no es la mejor fórmula para evitar la victoria de Macron o, incluso, de Marine Lepen.

Que los partidos socialistas de Portugal y España hayan pactado con la izquierda les ha salvado de la catástrofe

En Portugal y en España la socialdemocracia ha sobrevivido. En ambos casos porque lo que prohibía la guerra fría –un acuerdo entre los partidos socialistas y las fuerzas a su izquierda- e impedía la ideología –el acuerdo desde la izquierda con un socialismo que había abrazado la tercera vía y sus medidas neoliberales- fue superado por la crisis de 2008 y los azares que llevaron a personas "ideológicamente flexibles" como Pedro Sánchez o Antonio Costa a la secretaría general de sus partidos. Que los partidos socialistas de Portugal y España hayan pactado con la izquierda les ha salvado de la catástrofe. Lo que no significa que su sueño húmedo siempre haya sido que desaparezca esa izquierda.

Estamos en un momento agónico del modelo neoliberal nacido en los años 70. En esa década, la guerra del Yon Kippur, la subida de los precios del petróleo, la caída de la productividad, la ruptura de los acuerdos de Bretton Woods y el golpe contra Salvador Allende dinamitó el keynesianismo. Poco después de que la socialdemocracia renunciara al marxismo, como hizo en Bad Godesberg en 1959 el SPD alemán. Al final, perdieron la ideología y poco a poco perdieron el rumbo.

Esa deriva, que terminó con lo que había logrado la izquierda derrotando al nazismo y al fascismo en 1945, se consolidó tras el nombramiento de Juan Pablo II y las victorias electorales de Margaret Thatcher, Ronald Reagan, Helmut Kohl, Miguel de la Madrid y Felipe González. El sentido común se estaba haciendo de derechas.

Desde la caída de la URSS, la izquierda está a la defensiva. Por eso pierde constantemente, incluso cuando gana

Cuando la derecha se come a una izquierda a la defensiva

El neoliberalismo no tiene respuesta al envejecimiento de la población, el calentamiento global, las migraciones, la robotización de la economía, las reivindicaciones feministas o la dictadura financiera. Salvo más medicina de la misma que nos está matando. Esto es, alargamiento de la edad de jubilación, la desregulación laboral y financiera, la privatización de mares y espacios naturales, disparar a los inmigrantes o dejarles morir en el viaje o sin atención médica en destino, la reducción de impuestos a los sectores ricos, la estigmatización de las reivindicaciones de las mujeres, entregar capacidad militar a los poseedores de las deudas y aumentar el control social a través de leyes mordaza. Siempre, como garantía, a través de un mayor control de los medios de comunicación, de las redes sociales y de los think tank globales.

¿Y la izquierda? Desde la caída de la URSS en 1991, la izquierda está a la defensiva. Por eso pierde constantemente, incluso cuando gana. La extrema derecha tiene más épica porque se acompaña del fuego purificador que dice acabar con todo lo viejo. Margaret Thatcher llamó a su ofensiva reaccionaria "revolución conservadora". Todo lo que dicen es mentira, pero si la píldora roja solo te promete llegar al "desierto de lo real" la oferta no es muy atractiva. "Menos realidades y más promesas" rezaba una pancarta en la Argentina quebrada del default. Es verdad que la oferta fascista tendrá las patas cortas, pero en ese lapso de tiempo puede hacer mucho daño. Por eso la izquierda tiene que dejar de poner parches, y sus políticas, además de lograr mejorar la vida de la gente necesita ganarla para la batalla cultural de la responsabilidad.

La derecha está instalando el mensaje del "sálvese quien pueda". Y para cada frustración tiene un culpable, aunque sea mentira

Si gobiernas desde la derecha, haces ciudadanos de derechas

La derecha está instalando el mensaje del "sálvese quien pueda". Y para cada frustración tiene un culpable, aunque sea mentira: del desempleo, las políticas sociales de la izquierda; de la quiebra de la familia y de la pérdida de privilegios masculinos, las feministas y los "maricones"; del debilitamiento de la identidad y de la amenaza de la globalización, los inmigrantes y los conspiradores globales; del cambio climático, los científicos mentirosos y la pérdida de las costumbres tradicionales; de la violencia, los laicos y las religiones no cristianas... Ahí la izquierda está perdida si se empeña en ser el último samurái con su hermosa e inútil katana. Claro que algo va mal, como nos recordó un socialdemócrata coherente, el historiador Tony Judt (Algo va mal, Madrid, Taurus, 2010, pp. 83-84), quien lo resumió inmejorablemente:

"Si los bienes públicos (los servicios públicos, los espacios públicos, los recursos públicos) se devalúan a los ojos de los ciudadanos y son sustituidos por servicios privados pagados al contado, perdemos el sentido de que los intereses y las necesidades comunes deben predominar sobre las preferencias particulares y el beneficio individual. Y una vez que dejamos de valorar más lo público que lo privado, seguramente estamos abocados a no entender por qué hemos de valorar más la ley (el bien público por excelencia) que la fuerza".

La gente puede estar dispuesta a arriesgar un poco, pero no todo. Es mentira que las calles hierven y la revuelta está a punto de estallar. Incluso en el 15M la mayoría no quería acabar con el sistema, sino superarlo de manera virtuosa para que no les dejara fuera. Entre otras cosas, poniendo en el gobierno a gente que les representara mejor. Porque en el nuevo despertar de la historia que marca la lucha contra el neoliberalismo casi todo está por inventar. Por eso está la izquierda a la defensiva. Sabemos lo que no queremos, pero no está tan claro lo que queremos y cuando lo sabemos no son sino correcciones sociales –y en menor medida mediambientales- de lo que existe.

Se equivocaron los Anticapitalistas y la derecha de Podemos, que coincidían con el régimen en que Podemos no debía estar en el Gobierno

Algunas soluciones

Los cambios reclaman antes de llegar una "gran conversación" y esa apenas está empezando. Las primaveras de la indignación están en reflujo. El 15M fue uno de sus primeros hitos pero ahí se paró. Mientras tanto, la izquierda se la juega haciendo buenos diagnósticos. Por ejemplo, entender que para cambiar las cosas hay que estar en el Gobierno –se equivocaron los Anticapitalistas y la derecha de Podemos, que coincidían con el régimen en que Podemos no debía estar en el Gobierno y había que presionar desde fuera. Y cuando no cumplieran, como es una constante del PSOE ¿presionabas desde fuera haciendo una pinza con la derecha para tumbar al gobierno?

Entender que la reforma laboral es la que puede ser con este PSOE, pero que votar con la derecha porque se queda corta, pese a lo que consigue, es un profundo error de ERC y de Bildu. Entender que la potencial guerra en Ucrania es otro escenario como el de Irak, no porque Putin sea de los nuestros –que no lo es- sino porque Biden, que viene camuflado, no lo es por los mismos motivos. Entender que necesitamos superar la forma partido caminando hacia partidos-movimiento o no vamos a ser capaces de superar el descrédito de la política que está logrando la derecha y la extrema derecha convirtiendo todo, incluido el Parlamento y, por supuesto las tertulias, en un lodazal porcino lleno de nitratos tóxicos.

Si no hay servicios públicos que redistribuyan la renta, nos echaremos todos a competir por servicios privados y ganemos o perdamos estaremos agraviados

Para salir del creciente auge de la extrema derecha, le corresponde a la ciudadanía que no quiere aullar con los lobos para que no les coman, militar, además de en las instituciones en la calles. En las instituciones porque si no hay servicios públicos que redistribuyan la renta, nos echaremos todos a competir por servicios privados y ganemos o perdamos estaremos agraviados. Si ganamos, por la presión de los perdedores, y si perdemos, por el enfado de convertirnos en fracasados, lo que nos hará más sensibles a fomentar una identidad amenazada –aunque sea mentira- y a creer cualquier mentira que nos justifique.

Hay que militar también en las calles y no dejárselas al fascismo, porque son un espacio de socialización igualitaria donde emerge la empatía de la lucha compartida. Pero también hay que militar en el relato, convirtiéndonos en cofrades de los espacios que nos den información veraz –no partidista: veraz- y en militantes de esas informaciones.

La extrema derecha no tiene soluciones, pero canaliza la frustración autorizando el odio. 

Y por último, no olvidar la alegría. Aún más después de la dureza de la pandemia y el sufrimiento que nos ha dejado. Para no dejarle las cañas ni los encuentros a las hipócritas que con ese discurso convirtieron las residencias de ancianos en cementerios y la atención primaria en una quimera. Hay un cansancio social que arrastra la crisis de 2008, la pandemia, la política crispada que en vez de tranquilizar intranquiliza, el calentamiento global, las incertidumbres. La extrema derecha no tiene soluciones, pero canaliza la frustración autorizando el odio. Tenemos una lección del siglo XX: hay que pararles los pies cuando aún estamos a tiempo. Y eso empieza de una manera simple: diciéndoles en la cara que son unos mentirosos y haciendo esfuerzos extra para que separados nosotros no les resulte más sencillo ahorcarnos juntos.

 

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Cárcel por paz: una nota autobiográfica https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/01/30/carcel-por-paz-una-nota-autobiografica/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/01/30/carcel-por-paz-una-nota-autobiografica/#respond Sun, 30 Jan 2022 12:39:57 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9569
Activistas entonan el "no a la guerrra" frente a la Casa Blanca.- Jim Lo Scalzo / EPA / EFE
Activistas entonan el "no a la guerrra" frente a la Casa Blanca.- Jim Lo Scalzo / EPA / EFE

En 1936, cuando se empezó a saber que el ejército africanista había dado un golpe de Estado y cruzado el Estrecho, mucha gente se echó a las calles a pedir armas. Especialmente la gente que defendía la paz. Pese a la estupidez de la presidencia de la República, que no entendió el peligro, la gente insistió e incluso tomó algunos cuarteles. Gracias a eso, el golpe fracasó. Empezó la Guerra Civil, que ganó Franco con ayuda de Hitler y Mussolini. Muchos de los que perdieron la guerra de España, pacifistas, siguieron en armas luchando al lado de los aliados. Parte de los que sobrevivieron entraron con La Nueve a liberar París en 1944. Siguieron defendiendo la paz toda la vida. No hay ingenuidad. Y gente como Stefan Hassel, que estuvo en el Consejo Nacional de la Resistencia, luego trasladaría ese ánimo pacifista a la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Hay luchas para defender la democracia y luchas contra la democracia. Quien compare una guerra que quiere parar los pies a cualquier expresión del fascismo con las guerras imperialistas, agresivas, coloniales, extractivas, miente. Por eso, en el siglo XXI la única institución que puede declarar la guerra es Naciones Unidas. Y solo si puede garantizar que las potencias no le doblen el brazo.

En España, el Ejército fue el que sostuvo a la dictadura durante cuarenta años. El mando que la Constitución de Cánovas de 1876 entregó al rey lo asumieron los dictadores como Primo de Rivera o Franco y está todavía en el artículo 62 de la Constitución de 1978. La guerra fue un trauma que todavía está en la conciencia de los españoles. Me golpeó duramente leer las declaraciones de Quintana Lacaci, el general que paró el golpe del 23F. Daban buena cuenta del régimen del 78 y del papel del ejército:

"Soy un franquista, que admiro la memoria del general Franco, he sido ocho años
coronel de su regimiento, llevo esta medalla militar que gané en Rusia e hice la
Guerra Civil. Pero el Caudillo me dio orden de obedecer a su sucesor, y el rey me
ordenó parar el golpe del 23-F y lo paré; si me hubiera mandado asaltar las Cortes,
las asalto".

La primera querella que tuve en mi vida me la pusieron 23 diputados del PP, entre ellos un padre de la Constitución, Gabriel Cisneros. Fue porque financié la página web No a la guerra, que hacían estudiantes de la facultad de Ciencias Políticas. Cuando el 100% de los diputados del PP votaron, en una votación secreta, a favor de la intervención de España en Irak, los estudiantes que hacían la página pusieron la foto de todos los diputados peperos -sacada de la página del Congreso- bajo un lema: Cómplices de asesinato. En la vista previa al juicio, el abogado del PP me dijo que si le daba el nombre de tres estudiantes me quitaba la querella. "Si no me das tres nombres va a caer todo el peso del Estado sobre tu cabeza. Y te vas a tener que olvidar de muchas cosas". Vamos, que, cuando menos, me iban a echar de la universidad. Gobernaba el PP y aquella amenaza asustaba. Como es evidente, no di ningún nombre.

Me tocó un juez decente que dijo, textualmente, que cómo le hacían perder los del PP el tiempo con chiquilladas. El juez archivó la querella y los cinco años de cárcel que me pedía el PP se quedaron en nada, salvo los gritos de Jiménez Losantos, que fue el chivato que publicó que yo había financiado la página noalaguerra.org. La derecha chivata es una constante, durante el franquismo, bajo el nazismo y hoy, con un payaso señalado con sorna como zoófilo que se dedica a colgar fotos de sus adversarios políticos. Aunque ya sabemos cómo se las gastaban los chivatos en España en el 36. Todavía no sabemos dónde está enterrado Federico García Lorca.

Antes de aquella querella del PP tuve otro susto. Fue cuando decidí hacerme insumiso. No tenía sentido ser objetor de conciencia al servicio militar y hacer una "prestación social sustitutoria" precisamente del servicio militar. Antes del juicio, decidieron dejarnos en paz a unos cuantos cientos. Pero otros compañeros -entre ellos otro pacifista probado, como Víctor Sampedro- estuvieron más de dos años en la cárcel. Que hoy no haya servicio militar obligatorio se logró porque tantos pacifistas pusieron el cuerpo. Cárcel por paz. También intentaron detenernos el 11-M de 2004, cuando nos manifestamos delante de la sede del PP en Génova diciendo: "Queremos la verdad antes de votar". Contra Aznar y toda la bazofia que mintió a España, que presionó a la Policía, a los medios y a las embajadas, para que dijeran que había sido ETA y no Al Qaeda la que voló los trenes de Cercanías. Esa es la derecha española. Que nos mata y miente. Como hizo Manuel Fraga con luchadores antifranquistas. Luego, los del régimen del 78 le invitaron a escribir la Constitución. Aquella tarde en que no queríamos que el PP se fuera de rositas, la Policía intentó detenernos cuando aún éramos pocos. Pero estaban los ánimos calientes, Génova estaba, por la elecciones, llena de cámaras extranjeras y una víspera electoral no era el mejor momento para detener a ciudadanos indignados que estaban llorando por las muertes en Atocha.

En 2004 dimos clases en la calle contra la guerra, hasta que vino la Policía municipal y nos pidió que nos fuéramos. La Puerta del Sol se convirtió por vez primera en una concentración de gente escuchando argumentos contra la guerra. Era hermoso luchar contra la guerra y usar la ciencia política para ensanchar la democracia desde las calles. Aunque la amenaza de la detención siempre estaba ahí. Como en cada huelga general, en cada manifestación, en cada concentración. Con la ley mordaza, con algunos jueces como muro contra el Gobierno y con el giro a la derecha de un sector de la Policía esto se ha vuelto más complicado. Multan, detienen e incluso quitan escaños. Lo llaman democracia y del todo no lo es.

Si hay guerra vamos a volver a las calles. El fin del bipartidismo lo empezó a marcar la campaña del "No a la OTAN". El PSOE mintió y dijo que OTAN, de entrada no. De salida tampoco. Les recompensaron y a un tipo con la conciencia sucia como Javier Solana le nombrarían Secretario General de la OTAN. Hoy siguen invitando a la muerte.

La gente de paz no puede estar a favor de una guerra de agresión contra Rusia. No porque nos guste Putin, que a mí no me gusta nada, especialmente cuando masacra chechenos y coarta libertades. Sino porque sabemos que no hace nada muy diferente de los que hacen los Estados Unidos, por cierto, aunque Putin tiene menos muertos a las espaldas que Biden. ¿O nos olvidamos de que Biden era vicepresidente de Obama en Irak? En Estados Unidos no eres presidente ni vicepresidente si no tienes las manos manchadas de sangre. No es sensato que la OTAN instale misiles en las puertas de Rusia cuando EEUU no permitiría algo similar en la misma distancia que media entre Minsk y Moscú. No seamos hipócritas.

El seguidismo de España y Europa respecto de unos Estados Unidos que está perdiendo su hegemonía nos deja fuera de juego. Aún más cuando mendigamos atención. ¿Cómo va a llamar Biden a Sánchez si ya antes le ha ofrecido sumisión absoluta? Llamará a Italia, que es un país con una política exterior un poco -un poco- más independiente y mantiene relaciones con Rusia y China que a nosotros no nos dejan.

Nos hemos jugado muchas veces la libertad para luchar contra la injusticia de la guerra. Y siempre hemos tenido a la mayoría de los españoles a nuestro lado. Es patético que Abascal reúna a Le Pen y a Orban en Madrid, seguidores fieles de Putin, y se pongan de lado respecto del conflicto en Ucrania. Vamos, que están al mismo tiempo a favor de la guerra mientras son aliados de los aliados de Putin. Cosas imposibles que solo pasan porque los medios de comunicación se lo permiten. La derecha española es guerrera y siempre tiene la asignatura pendiente que no terminó la División Azul. Lo que nunca vamos a terminar de entender es la cobardía de un sector del PSOE -nunca de todo el PSOE-, los mismos que obedecieron a Trump y a otros presidentes para llevar la guerra a Libia, Siria, Afganistán, Irak o Venezuela. España, que viene del trauma de la Guerra Civil, no quiere más violencia. Y la falta de consistencia de la izquierda solo sirve para brindarle una alfombra roja -bueno, fucsia- a la derecha.

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Ni pacifistas ni guerreros, ni machistas ni antimachistas, ni inflamatorios ni antiinflamatorios https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/01/22/ni-pacifistas-ni-guerreros-ni-machistas-ni-antimachistas-ni-inflamatorios-ni-antiinflamatorios/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/01/22/ni-pacifistas-ni-guerreros-ni-machistas-ni-antimachistas-ni-inflamatorios-ni-antiinflamatorios/#respond Sat, 22 Jan 2022 20:00:34 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9546 Ni pacifistas ni guerreros, ni machistas ni antimachistas, ni inflamatorios ni antiinflamatorios

En una ocasión, un Ministro de Educación Universitaria de un país con playa me dijo que por qué no me dedicaba a cosas abstractas y teóricas y dejaba de opinar sobre lo que estaba pasando. Tendría así la enorme recompensa de molestar menos, arriesgar menos y gustar más. Le dije que si quitaba todos los espejos de la ciudad se lo compraba, porque en encontrándome espejos el reflejo se me hacía arduo. Aquel Ministro era de derechas pero él no lo sabía. Era el poder y lo ejercía mal.

La animadversión contra la izquierda por parte del establishment y sus voceros no tiene que ver con ninguna otra cosa que con la certeza de que la redistribución del poder político desemboca en una redistribución del poder económico. Cuando eres pequeñito animadversas por tu beneficio. Cuando eres un poco más avispado, por tu clase. La nación es la mentira que armaron cuando lo de Dios ya no funcionaba. Por esa certeza de que les dejas entrar en el Parlamento, luego opinan sobre el Tribunal Constitucional y terminan reinventando un estado social ecológico, tardó tanto el sufragio, fue tan difícil el acceso popular a los medios y ha sido una constante el control democrático del ejército, de la iglesia y del conocimiento. Las desigualdades aguantan menos sin un relato que la sostenga y nadie cede un privilegio si no se le fuerza a que afloje.

¿Discutir de Inda? Nadie se extraña de que huela a mierda en un vertedero. Lo que extraña es que huela a mierda en una aséptica clínica, en un comedor inmaculado o en una santa y pura sacristía.

Andan esta semana discutiendo entre periodistas por causa del director del digital Ok Diario. Quizá se esté distrayendo el asunto. Nadie se extraña de que huela a mierda en un vertedero. Lo que extraña es que huela a mierda en una aséptica clínica, en un comedor inmaculado o en una santa y pura sacristía.

En el caso de Inda nada extraña prácticamente de lo que haga: el comportamiento con sus subordinados, que haya sido condenado por mentir y obligado a rectificar bulos, su trato de favor a los generosos, que no le pagase la pensión alimenticia a sus hijos, que le retuvieran el sueldo (el abandono de familia es un delito de violencia económica y en Baleares se considera un delito de maltrato) y tampoco que le haya financiado el PP de Rajoy, el de Ayuso y el de Pablo Casado (hay que reconocer que su valor tiene sacarles la pasta a tres del mismo sitio jugando con sus rencillas).

Si estos grupos económicos se meten en los asuntos de Succession en el Partido Popular ¿no van a interferir cada día en sus informaciones y desinformaciones?

Lo que extraña del auge de un periodismo nacido desde, por y para las cloacas es el envoltorio que le da La Sexta y, en concreto, Antonio Ferreras, que incluso estuvo en el lanzamiento de Ok Diario. Señal clara de que Ferreras sabía desde el primero momento de qué se trataba. La Sexta es Antena 3, que es el Grupo Planeta, que ha publicado también a Bono y a Revilla, que también van a la Sexta día sí y día también. Si estos grupos económicos se meten en los asuntos de Succession en el Partido Popular ¿no van a interferir cada día en sus informaciones y desinformaciones? Cuando se habla de gente que vota todos los días, las empresas de medios de comunicación son las que meten el voto en la urna.

Por eso, y como ya hemos contado alguna vez, en España, a diferencia de lo que ha ocurrido en Europa, el cierre mediático no se ha hecho al fascismo sino que se ha hecho al antifascismo. En un país con tanto demediación intelectual –demediar es una forma de pensar en chiquito que llega incluso a la dirección de los abogados madrileños- las limitaciones alcanzan a esas argumentaciones que buscan el justo medio y dicen que no son ni machistas ni feministas, ni fascistas ni antifascistas, ni virus ni antivirus ni inflamatorios ni antiinflamatorios.

España se ha enseñado mal y se ha aprendido mal (por eso no entiende tanta gente que Catalunya es una nación y les parecen una cuerda de gente que quiere joder porque tienen lengua, costumbres, referentes simbólicos y maneras de hacer propias) y en ese quehacer de usar la cabeza para embestir en vez de para pensar, los aparatos ideológicos llevan haciendo su agosto desde Fernando VII.

En pleno siglo XXI y con el auge de formas actualizadas y variadas de fascismo, el acoso en los medios se hace a la izquierda. No a toda, sino a la que está en contra de las guerras, a la que no es amable con el sistema, a la que cuestiona la monarquía, especialmente cuando no rinde cuentas, a la que señala a la derecha que ha robado, roba y robará, a la que critica a los que defienden la violencia y la exclusión que produce el sistema, a los que privatizan la sanidad y la educación,  todo esto al tiempo que se normaliza y blanquea a los que reivindican la dictadura de Franco, a los que ponen nombres a calles que reivindican el asesinato de 5.000 andaluces que huían de Málaga a Almería intentando escapar de la represión o a los que reconocen como suyos a generales asesinos. Que son los mismos que dicen de los que quieren fusilar a 26 millones de españoles que son su gente. En el mismo Madrid en donde un diestro -porque zurdo no era-, toreó con una chaquetilla de grana y oro con los botones con la cara de Franco. Normalidad democrática.

No es fácil hacer política cuando la carga de información es tan desmesurada y tan contradictoria. Vox, el PP, Ciudadanos y el PSOE votaron en Europa contra una propuesta de la izquierda para liberar las patentes de las vacunas. Cuando la propuso Unidas Podemos en España, dijeron que era comunismo. Ahora que Joe Biden ha hecho la misma propuesta, dicen que es una gran idea. Y algo parecido ocurre con los tambores de guerra en Ucrania.

¿De dónde sacamos nuestras ideas sobre la política? Pues sobre todo de los medios de comunicación. No es que ellos tengan la culpa de todo: es que son en democracia el canal para construir la voluntad popular. Si el canal está averiado, el resultado final salido de las urnas por supuesto que es soberano y por supuesto que la decisión que emana de las elecciones es la que autoriza a gobernar. Pero el procedimiento está averiado. Porque la voluntad de construir la igualdad se ha desvanecido. No durará mucho, pero venimos de una derrota.

¿Por qué pueden ganar las derechas cuando es evidente que empeoran la igualdad, roban, mienten, debilitan lo que es de todos, ensucian la democracia con su autoritarismo y sus usos prevaricadores, desprecian el medioambiente, son chauvinista, engreídos, machistas, egoístas y frenan el progreso?

Pero eso aceptar el resultado de las urnas no implica que se tenga que comulgar con ese resultado, ni es lógico decir que no se puede criticar la opción política ganadora. Puedes ganar las elecciones y no tener la razón. ¿Por qué pueden ganar las derechas cuando es evidente que empeoran la igualdad, roban, mienten, debilitan lo que es de todos, ensucian la democracia con su autoritarismo y sus usos prevaricadores, desprecian el medioambiente, son chauvinista, engreídos, machistas, egoístas y frenan el progreso? Una joya.

Podremos argumentar ese resultado e intentar descifrarlo buscando por qué han ganado unos y perdido otros, podremos explicarlo sobre la base de  la precariedad laboral, del miedo que la precariedad crea, de la eficacia de los bulos repetidos hasta la saciedad, del deseo de salir de esa precariedad imitando a los que les va mejor, de la inseguridad a perder incluso ese trabajo precario, la habitación compartida y el metro abarrotado, entenderlo por la falta de respuestas que les ha dado el PSOE y el conjunto de la izquierda, podremos verlo como expresión del cansancio pandémico que lleva a odiar al que te confina y anhelar romper las cadenas más visible. En definitiva, podremos explicarlo con el deseo casi irracional de que todo esto  pase pronto y la eficacia de unos mensajes por encima de otros.

Pero si una persona humilde vota igual que los ricos, si alguien que cobra el salario mínimo vota igual que Ana Rosa Quintana o Amancio Ortega o Florentino Pérez, los que no se equivocan son Ana Rosa, Ortega o Florentino. Porque ellos van a ver sus intereses resguardados. Y la gente humilde, no. Porque en medio de una crisis, si ganan los ricos, los pobres pierden.

No es extraño el intento constante de los medios de que Podemos desaparezca. En las elecciones en curso en Castilla y León hay informativos que se olvidan de informar sobre Unidas Podemos. Que no esté ya Pablo Iglesias no cambia las cosas, igual que cuando comenzaron los ataques a Podemos era evidente que cuando acabaran con uno iban a por el siguiente.

A Unidas Podemos se la puede acosar, calumniar, grabar sus conversaciones privadas en restaurantes, echar encima a jueces prevaricadores, hacerle campañas machistas inmundas que twitter permite, pueden querellarse con sus miembros organizaciones criminales como Manos Limpias o los dirigentes de Vox querellarse decenas de veces, pueden insultar a sus líderes los periodistas, convertidos en voceros políticos de la derecha, podrán repetir mil veces que la libertad de expresión es la libertad de las empresas de medios, aunque sea para subvertir la democracia demonizando a las opciones políticas contrarias a sus intereses económicos. Hasta el Decano del Colegio de Abogados de Madrid puede decir pendejadas.

Unidas Podemos sigue molestando pese a que no haya acabado con las desigualdades de clase, de género y de raza, pero está en el Gobierno y porque no tener miedo forma parte de una manera de estar en el mundo que viene, cuando menos, de Robespierre y los que se sentaron en la Asamblea a la izquierda de Luis XVI en nombre de la fraternidad.

En la Universidad no se debe tratar a los alumnos como menores de edad ni se les debe tutelar paternalmente como si fueran incapaces de enfrentar la realidad. Cuando se hace política, no debe tratarse al pueblo como menor de edad ni tutelarles paternalmente. Eso solo sirve para conseguir adhesiones simples pero no ayuda a que se vaya ensanchando la conciencia.

Persuadir al pueblo como estrategia política es una forma de despreciarle. Aunque sea útil. Es lo que hacen los anunciantes para venderles un detergente o para que vayan a las casas de apuestas.  Los que dicen que hay que persuadir al pueblo suelen despreciar al pueblo. Algunos políticos quieren tratar a la gente como clientes, quieren gustarles como hacen los programas de televisión que se adaptan a los gustos que ya existen para ganar así más dinero.

Y así con todo. Como para no mirar arriba. El día que algunos dejemos de molestar tendremos que preguntarnos cómo ha sido que hemos llegado a perdernos tanto el respeto o dedicarnos a romper todos los espejos.

En una política diferente podrán reprocharte que no te hayas sabido explicar mejor, podrán regañarte si has metido la pata y tendrás que reconocerlo. Pero con el paternalismo nunca ha avanzado la democracia. Nunca. Una fuerza como Podemos -como todas las fuerzas que nacen de la lucha contra el neoliberalismo- no nació para sustituir a unas élites por otras, sino para cambiar la política como herramienta para mejorar la democracia. Sin la idea mítica de revolución que sirve más para decepcionar y asustar que para movilizar. Una fuerza que sabe que el régimen del 78 defiende al rey porque sin esa cúpula el tenderete se les desbarata.

Por eso, en los medios a unos les atacan y a otros les tratan como si fueran de los suyos. En esa lógica donde pueden blanquear a los fascistas en sus medios pero luego decir que "ni fascistas ni antifascistas". Y así con todo. Como para no mirar arriba. El día que algunos dejemos de molestar tendremos que preguntarnos cómo ha sido que hemos llegado a perdernos tanto el respeto o dedicarnos a romper todos los espejos.

 

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Un plan para acabar con Podemos https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/01/17/un-plan-para-acabar-con-podemos/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/01/17/un-plan-para-acabar-con-podemos/#respond Mon, 17 Jan 2022 17:12:54 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9531
Un plan para acabar con Podemos
.- PIXABAY

Una habitación lujosa de lo que podría ser una mansión exclusiva. Lugar: un país salido recientemente de una dictadura donde los responsables de la misma tienen cargos políticos en democracia. Presentes: tres periodistas (dos hombre y una mujer); diez jueces; un político de derechas; un militar de la Casa Real; un abogado, tres grandes empresarios y una banquera. Bebidas caras sobre la mesa, puros. Uno de los empresarios ha hecho señales con la mano para que el servicio, todas mujeres jóvenes hermosas, salga después de haber rellenado las copas.

Abogado: En conclusión.  Estos van a cumplir ocho años y aún no nos los hemos cargado. Estamos todos de acuerdo en el peligro que ha supuesto Podemos para todos nosotros y para España. Hemos tenido que recurrir a Vox, que nos deja más expuestos, pero hay cosas intolerables, como que se encarcele a Ministros o que el Rey tenga que estar fuera de España. Acerca de la intranquilidad que han creado no hay que discutir más. A lo que nos ha convocado aquí. El operativo concreto es el siguiente. Está probado, es limpio y muy eficaz. Estamos dispuestos a hacer un esfuerzo: por cada miembro de Podemos relevante que salga de algún cargo público por una sentencia judicial, el juez que la dicte recibirá un millón de euros. El mecanismo será pedir una excedencia, entrará después a formar parte de algún bufete de los nuestros y recibirá esa cantidad en un plazo máximo de tres años. Un millón limpio.

Un juez: ¿Y si recurren o interviene el Consejo General del Poder Judicial?

Abogado: Tranquilos. Los gastos que eso ocasione corren de nuestra parte. Por ahí el diálogo es fluido. (El juez asiente dando muestras evidentes de su conformidad)

Periodista (la mujer): ¿Y nosotros? Porque también estamos arriesgando nuestro prestigio.

Periodista (hombre 1): Y las sentencias judiciales no tienen la misma validez si no las legitimamos nosotros.

Abogado: Para los periodistas amigos hemos pensado que lo mejor es que estéis en nómina, como hacía Alierta cuando estaba en Telefonica. Una buena cantidad, pongamos dos mil euros cada mes, y vosotros sabéis cuando y cómo tenéis que actuar. Es muy importante que salgan en las portadas de los periódicos y que insistáis en las tertulias en las que estáis.

Periodista (hombre 1): Es poco. Eso está bien para nosotros, pero para mantener el periódico hace falta más dinero.

Primer empresario: Yo me comprometo a meter cinco millones entre vosotros tres. Y pensad que RTVE ya la tenemos y es gratis.

Segundo empresario: Contad con otros cinco míos.

Tercer Empresario: Yo me encargo de que sigáis estando en todas las tertulias en las que estáis y que tengáis alguna más. Al final es un gran sueldo. No os quejéis. Que los periodistas siempre estáis quejándoos.

Otro juez: Hay más problemas. Nos están atacando en las redes y en algunos medios de comunicación comunistas. Eso habría que pararlo. Hacen falta más denuncias y que el Consejo General del Poder Judicial se moje más. Que siempre damos la cara los mismos.

Periodista (la mujer): Desde nuestras asociaciones ya estamos empujando. Y con él hemos avanzado mucho (señala a uno de los empresarios). Hemos logrado cargarnos a algunos de los más molestos, como a Cintora, y de las tertulias que controla Ana Rosa ya hemos sacado a casi toda la morralla. Incluido al Monedero ese, que es muy peligroso.

Primer juez: Se le están cerrando todos los juicios a Monedero. Tendríamos que inventarnos alguno nuevo. Lo de Venezuela está un poco gastado.

Periodista (hombre 2): Hablamos y montamos algo. Con Villarejo en la cárcel y los otros comisarios vigilados es más complicado. Pero algo encontraremos.

Tercer juez: Ya sabéis que lo he hablado con el jefe. Está teniendo presiones terribles porque el Consejo lleva tres años caducado y le están bombardeando jueces de la derechita cobarde. Pero es consciente de que tiene que aguantar, por esto y por todos los juicios pendientes. Y Pablo Iglesias, como temíamos, está jodiendo más fuera que dentro.

Segundo empresario: ¡Por cargarme a esos dos hijos de puta yo pongo otro millón!

Militar: No saquemos las cosas de madre, que no está la Casa Real como para muchos escándalos. Seamos todo lo discretos que podamos. Sabéis que contáis con el apoyo que estáis pensando. Pero tiene que parecer todo legal.

Abogado: Pues entonces todo claro. Y tranquilos que los que ya estáis trabajando en esta dirección os irá bien. Y lo que teníamos que hacer en el Consejo ya lo hemos hecho. Por eso no os preocupéis. Ellos harán también lo que tienen que hacer. ¿Todo claro entonces?

Segundo Empresario: Hay que apretar a Casado y a Ayuso para que dejen de pelearse. Igual hay que meterle más dinero a Vox. Al final son los más obedientes.

Empresario tercero: Lo del marido de Ana Rosa nos ha jodido un poco. Y con lo de las macrogranjas no nos ha salido bien. Hay demasiada gente a la que le ha parecido raro.

Mujer banquera: Dejaos de gilipolleces y de lloriquear. Más difícil fue lo del 23F y salió. Así que, adelante.

Abogado: ¡Pues brindemos y que entren las chicas!

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No mires al lado (o de Casado, Mortadelo y un menú gourmet con espuma de mierda) https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/01/15/no-mires-al-lado-o-de-casado-mortadelo-y-un-menu-gourmet-con-espuma-de-mierda/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/01/15/no-mires-al-lado-o-de-casado-mortadelo-y-un-menu-gourmet-con-espuma-de-mierda/#respond Sat, 15 Jan 2022 20:33:33 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9506 No mires al lado (o de Casado, Mortadelo y un menú gourmet con espuma de mierda)

La realidad imita al arte. Los medios se parecen cada vez más al San Francisco Chronicle de Ciudadano Kane, los directores de periódico, especialmente cuando también son tertulianos, al Walter Matthaw de Primera Plana, el CNI a la TIA y Pablo Casado, es evidente, se parece cada vez más a Mortadelo, disfrazándose de lo que haga falta con tal de que ganar para su causa a colectivos a los que previamente debe engañar.

Ni una portada para un juez poniendo fianza al PP nacional por haberse lucrado también en la Gürtel de Boadilla, ninguna portada por el archivo de la caja de solidaridad de Podemos o por la declaración de la fiscalía de que Neurona hizo el trabajo por el que le pagaron, ninguna portada con Juan Muñoz y sus relaciones ilegales con Villarejo, intermediadas por la mujer de Muñoz, Ana Rosa Quintana, buena amiga de Villarejo y de Inda... Pero con las falsas declaraciones de Garzón falta solo una serie de Netflix pagada, por supuesto, por cárnicas El Pozo, que podrá emitir también la web de los negreros, maltratadores de animales y contaminadores que odian a Évole, a Gandhi y al valiente cerdito Babe pero, eso sí, van a misa de ocho y los desayunos de los peperos.

Aprovechando el bulo que ellos mismos, sus "granjas" de bots y sus "macrogranjas mediáticas" han levantado con las venenosas macrogranjas industriales, convirtiendo las palabras de sentido común –aunque ingenuas- de Alberto Garzón en un ataque, falso, a todos los ganaderos españoles, Pablo Casado se fue a su "pueblo de adopción", Las Navas del Marqués (vamos, donde le pusieron de paracaidista en las elecciones) a decir, textualmente, gilipolleces.

Gilipolleces –así, con todas las palabras, que el castellano es muy exacto- como por ejemplo que las macrogranjas no contaminan, cuando sabe todo el mundo en el campo que son responsables de más del 40% de la emisión de nitratos que está acabando con el agua potable en muchos lugares de la España vaciada.

Pero resulta que en esa comparecencia de Casado rodeado de plácidas vacas recostadas o retrecheras, siempre cuidando la distancia social y bien mullidas entre césped y árboles (me imagino al jefe de prensa de Casado colocando a las vacas y amenazándolas), había al menos tres periodistas que le preguntaron inconvenientemente a Casado:

-Periodista: Me gustaría saber su opinión sobre las macrogranjas, porque usted hoy no nos ha traído a una macrogranja...

-Pablo Casado: (balbuceos; ruidos guturales suyos –no de las vacas-). Ehhhh... He venido a mi pueblo de adopción y no hemos (ininteligible) a una macrogranja porque aquí no hay macrogranjas (...) Que sí, que también quería que disfrutaran de este entorno (y señala al aire, como señalaba Aznar a las montañas en su paseo con Bush y decía "Mountain"). Y además, a mí tampoco me parece que contaminen.

-Periodista (otro): Varios ayuntamientos en España gobernados por el Partido Popular sí que han prohibido las macrogranjas, por ejemplo Daimiel.

-Pablo Casado (mirando al suelo con los ojos perdidos como Groucho Marx cuando le pillaba empiernado con otra Margaret Dumon): lo que decida un ayuntamiento en base a sus votos pues es una decisión.

-Periodista (otra): Nos ha venido usted a mostrar lo que es la ganadería extensiva, no la intensiva, algo que alababa el Ministro Garzón de hecho en sus declaraciones, podemos entender que usted está de acuerdo entonces con el Ministro Garzón. Como decían mis compañeros.  No me ha quedado claro si van ustedes a retirar todas las iniciativas de los populares contra las macrogranjas que es contra lo que luchan los pequeños ganaderos como los que estamos hoy aquí.

-Pablo Casado: (riéndose nervioso e interrumpiéndose a sí mismo con su risa descolocada y con un baile de San Vito sobre un azulejo): Como veo que están ustedes interesados en que vayamos a una explotación intensiva, pues yo, por ejemplo, la semana que viene (risa nerviosísisma. Entre los periodistas rebuscan en bolsos y mochilas en busca de un laxatin) que pensaba ir a Palencia (...) pero no pasa nada y nos podemos ir a Meneses de Campos a (risa de Chucky antes de hacerse daño con el cuchillo) a ver una ganadería intensiva sin ningún problema. Pero es muy grave lo que ha hecho el Ministro Garzón.

¡Qué escena! La conclusión es que lo que está haciendo el Partido Popular y Pablo Casado con las macrogranjas es un fraude que solo se sostiene si los medios de comunicación se lo sostienen. Porque bastan tres preguntas –en verdad que solo tres- para que se demuestre la farsa del PP en este orquestado bulo.

El problema es que el resto de periodistas, por silencio o, aun peor, poniéndole las bolas como dicen que se las ponían a Felipe II, le dieron cobertura a Casado para contar sus mentiras. Luego, las cabeceras de los periódicos, el duopolio de Mediaset y Atresmedia, con la inestimable ayuda de la RTVE que el PSOE le regaló al PP, dejándose engañar como si aún vivieran en el bipartidismo, se encargan del resto.

Siguiendo los mandatos de Roger Ailes, el creador de FOX, impulsor de Trump y colega de Steve Bannon (asesor a su vez de VOX y del PP en sus campañas de desinformación), hay que dejar de lado las cosas racionales –carne inyectada de hormonas para que animales hacinados no se infecten, filetes que se cuecen en la sartén del agua que sueltan, maltrato animal continuado, contaminación de acuíferos, emisiones de metano y de CO2, competencia desleal de las macrogranjas, obligación a los pequeños ganaderos para sobrevivir a pasarse a la ganadería intensiva, vaciamiento de la España rural- y apelar a la emocionalidad de la gente: un héroe y un villano, Pablo Casado con el campo, como aquella eficaz foto de Eme Punto Rajoy en un campo de alcachofas -pese a que su regalo para Europa como Comisario de Agricultura era un tipo que solo sabía de ganar dinero en el mundo del petróleo-, y Alberto Garzón, un comunista enemigo de la libertad, igual que Yolanda Díaz o Ione Belarra, que se llevan mal con los ganaderos ricos que confunden su cortijo con una finca en tiempos de Franco, que no les gustan los malos agricultores que contratan mano esclava sin derecho alguno, ni los malos cazadores que ahorcan a los perros de la rama de un árbol ni los malos ganaderos que son en verdad capital de un fondo de inversión que cuando acaben con los acuíferos se irán a desahuciar a gente en un barrio en proceso de gentrificación.

Al final, las eléctricas hablan en la CEOE en nombre de los pequeños empresarios a los que están arruinando con la luz, los obispos hablan en nombre de las víctimas de la pederastia en la iglesia y los grandes ganaderos hablan en nombre de la ganadería familiar.

¿Y la política? Pues si los medios la desbaratan, democrática deja de ser. Porque no nos permite conocer que unos, la derecha, van con los que están despoblando España y llevando a Madrid en ingrata procesión el resultado de su egoísmo (para que Díaz Ayuso diga que España es Madrid porque se está encargando de vaciar el resto), y otros están apoyando a los pequeños y medianos ganaderos y agricultores –ahí está la ley, por vez primera, con este gobierno social-comunista, que impide vender los productos por debajo de su valor- para que se fije población al campo, se produzcan bienes de calidad y asequibles –que ya está bien de hacer valer el derecho de los pobres a comer mierda-, se respete el medio ambiente y no se aumente la crueldad contra los animales.

En los albores de la democracia, el paso del Antiguo Régimen a las monarquías parlamentarias y a las repúblicas fue un logro, entre otras razones, de la prensa, que sembró una manera de pensar que desembocó en la exigencia al rey de parlamentos y estados generales. La decapitación de Carlos I dictada por el Parlamento y Cromwell necesitó documentos, igual que la guillotina a Luis XVI aprobada por la Asamblea Legislativa y Robespierre siglo y medio después se fraguó en los clubes de lectura.

Durante siglos, los medios han sido la garantía de la democracia, porque son los que permiten saber de las propuestas de la oposición y orientar el voto hacia la alternancia. En España, durante mucho tiempo, trabajaron para que la alternancia fuera con tongo –o PSOE o PP- y ahora que el PSOE ha dejado de ser la pata moderada del binomio conservador, solo les vale la derecha en alianza con la extrema derecha.

 Al finalizar la entrevista otro periodista le pregunto a Casado por la imputación del candidato del PP a la Junta de Castilla y León, Mañueco, por un caso de corrupción con muy mal aspecto en Salamanca. ¿Qué dijo Casado? "No tengo información".Y a otra cosa, mariposa. Qué lindas las vacas. Entre el lema del PP "Comunismo o ganadería", uno oye el mugir de las vacas del PP: "comuuuuu muuuuu muuuunismo". Ya sabes, no mires al lado.

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Esa derecha ladrona y mentirosa de toda la vida https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/01/08/esa-derecha-ladrona-y-mentirosa-de-toda-la-vida/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/01/08/esa-derecha-ladrona-y-mentirosa-de-toda-la-vida/#respond Sat, 08 Jan 2022 19:17:57 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9478 Continuar leyendo "Esa derecha ladrona y mentirosa de toda la vida"]]>
Esa derecha ladrona y mentirosa de toda la vida
Casado, hace unas semanas. EFE

En río revuelto, ganancia de pescadores. Eso reza el refrán. El problema se agrava cuando sólo pescas en ríos revueltos, aprovechándote de los que pescan todos los días y mantienen el negocio. Y aún peor cuando tiras dinamita al río para coger después el botín. En momento de crisis siempre emergen los que no tienen pudor ni compasión ni empatía. En el fragor del momento se esconden mejor para perpetrar sus fechorías con impunidad. Un producto muy hispánico, con el catolicismo de las indulgencias, la Corte de los Milagros, el Latino de Hispalix de Luces de Bohemia y la mala gente que, como dijo Machado, "va apestando la tierra". El pícaro es un dechado de virtudes cívicas en comparación con los aristócratas, los reyes, los banqueros, los señoritos latifundistas y los generales que abandonaban a su tropa. El jeta profesional se puso los correajes de Falange y de las JONS en 1936 y fusiló rojos entre otras cosas para robarles. Hoy, esos jetas se hacen periodistas , pueblan las tertulias y hasta se dejan las patillas.

Para ver que la derecha está llena de sinvergüenzas ventajistas, vivos y sin escrúpulos basta mirar a todos los dirigentes del PP y de VOX que están en la cárcel, a los que están juzgados y a los que han sido condenados. Sin olvidar incluir también a los que les prescriben los delitos o los que tienen algún tipo de inmunidad. A esos ladrones, la actual dirigencia de sus partidos no les pide arrepentimiento ni que pidan perdón por sus fechorías ni que dejen de celebrar su riqueza cuando recuperan la libertad y con ella, por lo común, también todo lo que han robado. Para toda esa gente, estar en la política y robar es como empujar a alguien cuando no hay sitio en la balsa: su sentido común de supervivientes con derechos especiales. Felipe VI no le va a pedir contricción a su padre. Ya pidió una vez perdón y era mentira.

A esos ladrones, la actual dirigencia de sus partidos no les pide arrepentimiento ni que pidan perdón por sus fechorías ni que dejen de celebrar su riqueza cuando recuperan la libertad y con ella, por lo común, también todo lo que han robado.

Lo que esta tropa significa es una constante de nuestras sociedades. Y esto vale para todos ellos sin diferencias: basta ver los trasvases de cuadros cuando unos y otros pensaban que su partido se iba a pique. Son idénticos (ahí está Albert Rivera, en sintonía con VOX y el PP, comparando a un tenista millonario descerebrado antivacunas al que no deja entrar en Australia -como en tantos sitios si no tienes la vacuna correspondiente- con esa gente pobre que se muere queriendo huir en una patera del hambre y la guerra). El entorno de la derecha, en tiempos de crisis, pone juntos a una cuerda de caraduras, tramposos y sinvergüenzas que aprovechan los momentos de incertidumbre y angustia ciudadana para enriquecerse. Se encuentran en los mismos lugares y no se pisan la manguera entre ellos. Salvo cuando la cosa se pone fea, que ahí ya no hay amigos (que se lo digan a Cifuentes y a Ignacio González o a Casado y a Díaz Ayuso).

Para esta gente los partidos son un tipo especial de organización oportunista que tiene la insana capacidad de atraer a ese porcentaje de canallas que siempre produce cualquier sociedad. ¿O acaso es extraño que un empresario agrícola que esclaviza a inmigrantes y los deja abandonados en la puerta de un hospital cuando tienen un accidente sea simpatizante de VOX? ¿O es acaso extraño que los que han organizado la campaña contra el Ministro Alberto Garzón, a través de la manipulación de las redes sociales, sean empresarios de macrogranjas que arruinan a pequeños ganaderos que, sin embargo, se han puesto en no pequeño número  de su lado? ¿O es extraño que haya habido mil cargos y gente ligada al PP vinculada a los múltiples casos de corrupción?

Si uno lee el texto de Marx sobre la Comuna de París de 1871, entre otro centenar de sugerencias sobre el futuro de la democracia aparecen unos actores políticos que han regresado a todos nuestros países: las ratas, dentro de las clases pudientes -o más o menos-, que operan políticamente con el único fin de enriquecerse. En este trabajo clásico de Marx se cuenta cómo esa gente sin escrúpulos -Julio Favre era un adelantado de la sinvergonzonería-, aprovechando la situación de excepción, entre ellas que el ejército prusiano estaba a las puertas de París, hicieron lo que fuera menester para enriquecerse, fuera robando, traicionando a la patria, dejando que masacrasen al pueblo potencias extranjeras o poniendo a los jueces prevaricadores al servicio de su egoísmo de clase. Estos, que no se perdían el desfile de las Fuerzas Armadas ni una regata de la época, pusieron al Estado a su servicio liberando a colegas condenados por estafa, cargando la culpa judicial en los subordinados por mamandurrías que solo beneficiaban a las élites, logrando que los jueces hicieran la vista gorda a las falsificaciones. En suma, naturalizando la estafa que protagonizaban las élites, al tiempo que fusilaban a la izquierda por haber levantado la voz. Por supuesto, nada que ver con lo que hace la extrema derecha de VOX y sus recientes colegas del PP en España o sus homólogos en América Latina. (Esto es ironía).

Y por qué las víctimas siguen votando a sus verdugos requiere una clara explicación, que nos contará que donde ayer estaba la iglesia hoy están los medios de comunicación

Para las clases privilegiadas, las mayorías son carbón para sus calderas. Y por qué las víctimas siguen votando a sus verdugos requiere una clara explicación, que nos contará que donde ayer estaba la iglesia hoy están los medios de comunicación. Pero no nos engañemos. Su abanico de posibilidades es amplio. Cuando las elecciones no sirven a las élites, ponen en marcha sus planes B. Donde pueden morir 600.000 españoles, aunque ellos seguirán hablando de Calvo Sotelo.

En España, no dudaron en despedir a millones en 2008, en cobrarles a los pobres las culpas de la especulación de los ricos, en quitarles las viviendas porque no podían cubrir las hipotecas de pisos sobrevalorados cuando eran despedidos, en subirles las cuotas de la universidad amenazándoles con que nunca obtendrían trabajo digno sin un título, y asuntándoles con multas y con cárcel si protestaban contra los ladrones o pretendían concienciar a las masas para que dejaran de ver Sálvame, el Programa de Ana Rosao el de Susana Grisso y se cagaran en los muertos de los que les estaban robando la vida.

Leer los textos de Marx sobre la Comuna de París ( "La guerra civil en Francia") deja una sensación de "esto me suena", lo que explica por qué las élites no tienen el mínimo interés en que la gente joven estudie ciencias políticas, sociología, historia o filosofía y prefieren que estén exclusivamente -nótese: exclusivamente- tomando cañas, siguiendo los mil eventos deportivos, comprando nimiedades, cotilleando en las redes y en las televisiones o absortos en las series. Porque también nos gustan en el lado izquierdo del valle las cañas, estar guapos, las competiciones deportivas y las series -el petardeo, algo menos, aunque no se nos escapa que es profundamente humano-. Pero hemos aprendido que hay que salirse de esa burbuja y preguntarse por la vida y sus afanes para que nuestro paso por el mundo no sea solamente ser combustible para los malditos fogones de los malditos hijos del maldito Satánas -haciendo esfuerzos para no decir lo que el castellano nos brinda-.

Esa derecha de señoritos de toda la vida siempre ha gozado de las últimas novedades tecnológicas para afianzar su abuso. Controló históricamente la iglesia, las universidades, los periódicos, las radios, las televisiones, los clubes de fútbol, la idea de patria, los desfiles y las procesiones y ahora las redes sociales, whatsapp, instagram y cualquier cosa que pudiera servir para pensar y que ellos las usan para que no pienses.

La izquierda latinoamericana ha recuperado la nación para las mayorías. En Europa ese ha sido un negociado de la derecha, especialmente cuando se han hecho nazis o fascistas o franquistas.

El capitalismo es una bicicleta que si dejas de pedalear te caes. Por eso necesitan estirar siempre la cuerda más y más hasta que se rompe. Cuando se rompe, llaman a sus mercenarios, donde los oficiales son ellos, y la tropa, gente de abajo a los que les pagan un poco más para que mantengan disciplinados a los demás de su estrato. Mientras tanto, hasta que llegan los de las pistolas, la lucha es cultural. La izquierda intentando hacer ver a las víctimas que la culpa no es de otras víctimas sino de los verdugos, y los verdugos cargándole las culpas a las víctimas o a los que las defienden. La izquierda diciendo que esto de la convivencia va sobre todo de derechos, y la derecha que basta con ser español o francés o italiano o norteamericano. La izquierda latinoamericana ha recuperado la nación para las mayorías. En Europa ese ha sido un negociado de la derecha, especialmente cuando se han hecho nazis o fascistas o franquistas.

Habrá que intentarlo, porque el primer paso de la democracia es el que está más cerca. Pero es fácil deslizarse hacia ese barrio que levanta el brazo con el saludo fascista: basta que le entregues un chivo expiatorio, que le convenzas de que la patria esté en peligro o que busques a alguien a quien echar las culpas para que ese currante, al que han convencido para que se sienta sobre todo "patriota", se convierta en un zombie de la extrema derecha. El rojipardismo tiene una superficie de contacto con la extrema derecha -no que sean lo mismo, pero que se encuentran diciendo cosas parecidas-que necesariamente levanta susceptibilidades en la sensibilidad demócrata y especialmente socialista.

Es un enorme error recuperar las tesis de Carlyle de que la historia la hacen los grandes hombres, sean héroes, estadistas, consultores, Presidentes o spin doctors. Marx nos enseñó que detrás de la historia están las condiciones materiales, la correlación de fuezas, el grado de conciencia.

Es tiempo de organizarse, porque de muchas cosas nos vamos a enterar solo si podemos hablar con otros interesados en las mismas cosas. Momento de dedicar esfuerzos a la creación de partidos-movimiento. Es un enorme error recuperar las tesis de Carlyle de que la historia la hacen los grandes hombres, sean héroes, estadistas, consultores, Presidentes o spin doctors. Marx nos enseñó que detrás de la historia están las condiciones materiales, la correlación de fuezas, el grado de conciencia. Los hechiceros con una varita mágica, aunque sean capaces de hacer magia son efímeros y no dejan poso. Tiempo pues de instruirse, porque el mundo es complejo y nos apabulla, especialmente con su posverdad y sus fake news disparadas diariamente a ritmo de ametralladora. Y por todas las dificultades, es también tiempo de conmovernos, de sentir con los demás, de no tolerar ningún abuso, de saber, mirando al pasado, en qué lado de la historia nos colocamos. Porque es verdad que necesitamos todo nuestro entusiasmo, que es el mayor antídoto contra los malos finales en los tiempos oscuros.

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¿A dónde va la izquierda? Una mirada al 2022 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/01/01/a-donde-va-la-izquierda-una-mirada-al-2022/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/01/01/a-donde-va-la-izquierda-una-mirada-al-2022/#respond Sat, 01 Jan 2022 20:00:51 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9457 Continuar leyendo "¿A dónde va la izquierda? Una mirada al 2022"]]> Decía Chesterton que la tradición es la trasmisión del fuego, no la adoración de la ceniza. Sacerdotes del final nunca faltan. Gente que sople las pavesas, menos.

Viene la izquierda que no se hizo neoliberal -¿se les puede seguir llamando "izquierda" a los que siguieron la estela de Margaret Thatcher y Reagan?- dando volantazos entre esos dos puertos sin saber muy bien qué hacer con la advertencia del escritor británico y católico.

Por un lado, hay una vieja izquierda que mantuvo la dignidad de la política durante buena parte del siglo XX, pero que falló a la hora de entender el mayo del 68, la caída de la URSS en 1991 y los movimientos indignados del cambio de siglo.

Despertando hay una izquierda que quiere tomar el relevo, sabiéndose continuadora de la fraternidad nacida en la revolución francesa, pero que no quiere mochilas del Gulag ni la uniformidad y el catecismo clásicos de la herencia bolchevique. Una izquierda que anda probando nuevas formas, ensayando y errando, consciente de que el nivel de conciencia ha crecido, que la fragmentación del "pueblo" es un hecho, de que las comunicaciones se han revolucionado y de que lo viejo no termina de marcharse ni lo nuevo termina de llegar aunque nadie quiere estatalizar todos los medios de producción y las impresoras 3D sean capaces de crear realidades que construyes órganos con vida.

La izquierda sigue a la defensiva. Reaccionando contra lo que nos han quitado, sabiendo lo que no queremos, recuperando parcelas de un pasado que las nuevas generaciones ni siquiera han conocido.

Hablando con compañeros de América Latina, donde primero sufrieron los golpes del neoliberalismo –apertura de frontera, desregulación de los controles financieros, desmantelamiento de los derechos laborales, privatización de los bienes públicos- coincidimos en que la izquierda sigue a la defensiva. Reaccionando contra lo que nos han quitado, sabiendo lo que no queremos, recuperando parcelas de un pasado que las nuevas generaciones ni siquiera han conocido.

En España, la derogación de la reforma laboral del PP de 2012 va en esa dirección. No es solo lo que legisló la derecha al calor de la crisis de 2008, sino que viene a enmendar parte de otros derechos laborales perdidos bajo gobiernos del PSOE, como "la presunción de que el contrato de trabajo se concierta por tiempo indefinido", un derecho perdido en la reforma de 1994 bajo el Gobierno de Felipe González.

Es la primera vez en más de treinta años que una reforma laboral no resta derechos a los trabajadores. El gobierno de coalición no ha presentado grandes novedades laborales (tipo reducción de jornada o formas radicales de conciliación laboral), salvo la creación de derechos en el ámbito del teletrabajo, la aplicación del derecho a las plataformas o cuando se impide que las subcontrataciones sorteen la ley para precarizar. Que no es poco. Se trata, pues, principalmente de recuperar lo perdido. Por eso desde el primer momento se hablaba de "derogar" la reforma del PP. Como si lo anterior fuera bueno. Que no lo era.

¿Tiene rumbo la izquierda? De la izquierda clásica del sigo XX toda la izquierda va a mantener cuatro cosas: en primer lugar, su lucha por los derechos sociales, especialmente los derechos laborales; en segundo lugar, y es esencial en América Latina, el antiimperialismo (que en Europa tomará forma de reclamación de la soberanía nacional frente al neoliberalismo de la UE, pero que al sur del río Grande, con más de medio centenar de invasiones norteamericanas a sus espaldas, es insoslayable). En tercer lugar, el compromiso vital que te lleva a poner el cuerpo al servicio del cambio social aunque te encarcelen, mutilen, torturen o maten. Nunca hubiera ganado Boric en Chile sin esa gente con las cuencas vacías, sin esos jóvenes disparados, sin los todavía desaparecidos. Por último, la lucha antifascista, se llame VOX, Kast, Bolsonaro, Trump, Orban, Ayuso, Milei o cualesquiera de las decenas de diferentes contornos que va a tomar el autoritarismo en cada país.

Ya no hay "una" clase obrera. Unir los fragmentos de todas las demandas insatisfechas sólo es posible, además de en la imaginación de Laclau, en contextos de enfado muy concretos y cuando se identifica a un enemigo común.

Sin embargo, de esa izquierda hay otras cosas que permanecen como mitos. Ya no hay "una" clase obrera. Unir los fragmentos de todas las demandas insatisfechas sólo es posible, además de en la imaginación de Laclau, en contextos de enfado muy concretos y cuando se identifica a un enemigo común. Por eso funciona sobre todo en "momentos destituyentes". Esa tarea de suma es la que va a comenzar en España Yolanda Díaz "escuchando" el cuaderno de quejas que ha construido la agenda neoliberal, y ofreciendo el espacio que supere el bipartidismo a todos los que quieran colgar su demanda de la confianza que despierta la trayectoria del espacio político nacido del 15M y la propia personalidad de Díaz.

Gobernar siempre decepciona. Sin embargo, las cosas que ha logrado Unidas Podemos en apenas dos años de Gobierno y con solo 35 diputados de los 69 que tuvo –después de decenas de falsas querellas y el 100% de los medios impresos y audiovisuales en contra- es inmensa. Y, sin embargo, ninguna ha sido capaz de construir la épica que tuvieron las protestas contra los Gobiernos del PP y del PSOE. Pese a que lo que va a mejorar la vida de la gente es la subida del salario mínimo, el Ingreso Mínimo Vital –cuando dejen de ponerle trabas y finalmente llegue-, la ley de eutanasia, el Escudo social contra el COVID, los ERTES, los dos presupuestos generales más sociales de la historia, el freno a las casas de apuestas y a la publicidad del juego, la bajada de las tasas universitarias y el aumento de las becas, la ley de diversidad familiar, la ley Solo sí es sí, el apoyo al siempre golpeado y marginado colectivo trans, la ley de la cadena de valor del campo para que los precios agrícolas y ganaderos no se puedan vender por debajo del coste, la ley de salud mental, la ley Rhodes para defensa de los niños, el aumento de los plazos de instrucción para que no prescriban los delitos de corrupción, una nueva ley de educación, el impuesto a las grandes tecnológicas, la primera ley de regulación del cannabis, el apoyo integral a las víctimas de violencia de género, la despenalización de los piquetes de huelga, los derechos de los interinos, la supresión de la ley mordaza, la desaparición del delito de injurias a la corona o la ofensa a los sentimientos religiosos, una nueva ley de memoria histórica, ayudas a los autónomos, una ley de transición ecológica...

La izquierda ha estado doscientos años viviendo del mito de la revolución entendida en términos religiosos, como el advenimiento del paraíso después de la llegada del Mesías. Y las cosas nunca son así. Ni siquiera en la Revolución Francesa ni la Rusa. El cambio había sido previo.

¿Configura todo esto un modelo alternativo? Seguramente en esta pregunta descanse una buena parte de las dificultades que tiene la izquierda. Porque con la caída del mito de la clase obrera, de la idea de un pueblo unitario, con la desaparición de la Unión Soviética, con la constatación del fracaso de la estatización de todos los medios de producción, la izquierda no ha sido capaz ni de frenar la estigmatización que ha construido la derecha ni ha armado un nuevo sentido común que otorgue un horizonte de sentido alternativo. Porque ha estado doscientos años viviendo del mito de la revolución entendida en términos religiosos, como el advenimiento del paraíso después de la llegada del Mesías. Y las cosas casi nunca son así. Ni siquiera en la Revolución Francesa ni la Rusa. El cambio había sido previo.

Sin un modelo alternativo claro, todo se disipa más fácilmente. En América Latina hemos visto que millones de personas a quienes la izquierda había sacado de la pobreza votaron a fuerzas de derecha que les regresaron de nuevo a la condición de marginados.

En España, Madrid ha sido emblemática a la hora de votar a un Partido Popular escorado a la extrema derecha con el discurso de la libertad contra el comunismo y la bajada de impuestos, cuando apenas un año después, con la variante Ómicron del COVID-19, vuelve a haber pacientes en los pasillos de los hospitales públicos y el ahorro familiar en impuestos ni se acerca en el caso de la mayoría al gasto que han tenido que hacer en las farmacias comprando PCR para pasar las navidades con otros familiares y amigos. ¿Cómo es posible que la gente olvide tan pronto y vuelva a votar a sus verdugos? Algo tiene que ver con una izquierda que deja de ser sexy.

Otras preguntas pendientes en la izquierda son: ¿cómo prospera el pueblo? ¿Cómo quiere prosperar el pueblo? ¿Aumentando al infinito el consumo, como plantea la derecha neoliberal? ¿Volviendo a un estado de guerra permanente contra enemigos interiores y exteriores sobre la base de principios identitarios? ¿Qué busca el aumento en la participación? ¿La sociedad igualitaria mira hacia el pasado o hacia el futuro?

En el caso de que se le entregara desde el gobierno a los sectores populares organizados recursos y capacidad de autodeterminación ¿en qué dirección irían? No es creíble que utilizaran esos recursos para no hacer nada. Es decir, tendrían que manejar algún tipo de modelo hacia el que tender que raramente sería una arcadia bucólica anclada en el siglo pasado.

Afirmándose que surgirá una propuesta de futuro ¿quién define ese modelo pretendiendo que la mayoría va a sumirlo? Por eso la izquierda del siglo XXI ha entendido que cualquier transformación debe contar con el Estado, especialmente un Estado que recupera su contenido ético de defensa de las mayorías y de los individuos. Por eso es el momento de transformar el Estado en, como dice Boaventura de Sousa Santos, una suerte de "movimiento social institucional" e ir experimentando fórmulas políticas alternativas. Por ejemplo, desbordando el propio Estado y entregando a la sociedad civil organizada tareas institucionales (por ejemplo, la garantía de la libertad de expresión en las televisiones públicas y privadas y en las redes sociales, la lucha contra los monopolios o la garantía de la competencia y el control de las finanzas). De esa manera se podrían manejar las tensiones de los adentros y afueras del Estado camino de un Estado diferente y de un pueblo consciente que se corresponsabiliza de lo público y no lo subcontrata a los partidos políticos.

Hay dos grandes imaginarios que implican nuevos derechos y no recuperación de los perdidos. Son los que tienen que ver con el feminismo y con la reorganización de la vida atendiendo al cambio climático.

La oposición de la derecha a las demandas feministas tiene más que ver con que son conscientes del desafío real del feminismo que con la simple recuperación del viejo orden patriarcal. A la mirada nostálgica del pasado –la memoria con frecuencia hace trampas- y del viejo orden recurren los humildes y los asustados porque no tienen otra cosa con que soñar. Les acompañan los poderosos porque allí tenían garantizado el privilegio y están encantados con recuperar ese pasado glorioso de las élites (si pudieran, como ya han planteado algunos, suprimirían o ponderarían el voto). En esa mirada nostálgica, la familia era el soporte de ese orden.

En cuanto a los desafíos medioambientales, la celebrada película No mires arriba nos da pistas de cómo el negacionismo va de la mano del deseo de consumo –que puede implicar la aceptación de cualquier posibilidad laboral, aunque cueste la vida- y que puede llevarnos hasta las mismas puertas de la catástrofe.

El marco general que orienta a todas las luchas de la izquierda es la superación del neoliberalismo, un concepto abstracto para las mayorías pero que puede explicarse, al tiempo que sirve para recuperar la crítica al capitalismo como un modelo que desarrolla espectacularmente las fuerzas productivas –ahí están los millonarios paseándose por el espacio- pero llena el futuro de sombras aciagas. La lucha contra el neoliberalismo recupera salarios dignos, estabilidad laboral, jornadas de trabajo conciliables con la vida, salarios equiparables entre hombres y mujeres, viviendas dignas y asequibles, consumo suficiente y responsable, vida comunitaria –de las fiestas de barrio a actos culturales colectivos pasando por deporte, música, teatro, escritura, juegos colectivos, talleres de todo tipo, formación continua- y un imaginario social que vaya más allá de la felicidad como una derivada de lo que vas a poder o desear consumir hoy.

Es central acabar con todo lo que debilite el derecho a la igualdad consagrado en todas nuestras Constituciones, y por lo mismo es central entender que en España tenemos un problema de origen: la monarquía.

Nos convertimos en una suerte de revolucionarios "de a poquito", lo que no impide dar batallas centrales y radicales cuando toque desmantelar los castillos en donde se encierran los privilegiados del antiguo régimen. ¿Se trata de dejar de lado la revolución como el escenario de transformación radical de una sociedad basada en la explotación y la desigualdad? ¿Es parecido a la renuncia que hizo la izquierda durante la Transición para asumir el modelo a cambio de algunos derechos? Sería un error verlo así, porque la propuesta revolucionaria de "todo y ahora" presupondría un modelo alternativo del que carecemos y una correlación de fuerzas de la que se carece. La izquierda radical en la Transición asumió ser "destituyente", y fue esencial para avanzar, pero al final el PSOE les comió el bocadillo en la parte "constituyente" porque a su izquierda había una carencia de capacidad para convencer a las mayorías.

Por eso es central entender que con la reforma laboral es la primera vez que no se da marcha atrás en derechos de las trabajadoras y trabajadores; es central entender el cambio de rumbo de la Unión Europea; es central que las grandes empresas paguen impuestos y dejen de esconderse en las guaridas fiscales; es central que los salarios de hombres y mujeres se equiparen y que lo que ayude a la violencia de género se persiga como se persigue la apología del terrorismo. En definitiva, es central acabar con todo lo que debilite el derecho a la igualdad consagrado en todas nuestras Constituciones, y por lo mismo es central entender que en España tenemos el problema de origen de la monarquía, sea expresada por ese cúmulo de despropósitos y maldades que es Juan Carlos I o la exprese su hijo, que es Rey por la simple razón de que ese cúmulo de despropósitos es su padre.

No se trata de la gloria de la victoria final, sino de triunfos que permitan una vida mejor. Y ahí está la inteligencia: saber leer bien la correlación de fuerzas y el momento para llevar la negociación hasta el extremo real. Sin pasarse y sin quedarse corto.

Cada pelea ganada al sentido común neoliberal enemigo de la humanidad –como, por ejemplo, buena parte de lo logrado durante estos dos años en España, pero también en México, en Argentina, en Bolivia, en Kerala-, es una tesela que habrá que poner en la pared a la espera de que su suma nos vaya orientando acerca del nuevo dibujo. No se trata de la gloria de la victoria final, sino de triunfos que permitan una vida mejor. Y ahí está la inteligencia: saber leer bien la correlación de fuerzas y el momento para llevar la negociación hasta el extremo real. Sin pasarse y sin quedarse corto. Sin perder ninguna oportunidad de llevar más lejos el socialismo pero sin ir con el candil varios kilómetros por delante del pueblo. Por eso hacen falta partidos-movimiento, con un espacio en las instituciones, otro en las calles, otro en el relato y otro en el optimismo trágico o en el pesimismo esperanzado. Ahí va a estar la magia de la política, la inteligencia de la máxima deliberación para ver las posibilidades y los peligros, la audacia de quienes lleven el rumbo

La izquierda se está feminizando y va entendiendo que ser revolucionario no es cambiar de la noche a la mañana el sistema sobre la base de una idea genial, sino ir cambiando la realidad en una dirección de emancipación que orienta esos cambios. Y si llega el momento de correr más, que te encuentre organizado y consciente. No se trata de abolir mañana el trabajo asalariado en nombre del socialismo, sino arrancar reformas, orientadas por el fin de la explotación, que permitan que el mes que viene millones de personas vivan un poco mejor y entiendan por qué viven un poco mejor. No se habrán abolido las desigualdades de clase, de raza, de género –las principales pero no las únicas- pero se sabrá que el horizonte de acabar con ellas es saber que se está en el lugar correcto de la historia, donde ayer estuvieron los que anticiparon nuestra rabia.

En 2022 se recuperarán buena parte de las luchas sociales que paró la pandemia y tendremos unas cuantas teselas más para perfilar el nuevo horizonte de sentido. Mientras, la derecha, que ha vuelto a caminar hacia escenarios de los años treinta y los años setenta, tiene que encontrarnos firmes enfrente como una de las certezas inconmovibles en esta segunda década del siglo XXI. Y es por eso que no quieren que hablemos ni de antiimperialismo ni de antifascismo. No vaya a ser que nos demos cuenta de que hay una línea entre los de ayer y los de hoy que sigue amenazando a la democracia.

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La reina sapo (un cuento de Navidad para asustar a los niños) https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/12/25/la-reina-sapo-un-cuento-de-navidad-para-asustar-a-los-ninos/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/12/25/la-reina-sapo-un-cuento-de-navidad-para-asustar-a-los-ninos/#respond Sat, 25 Dec 2021 17:43:40 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9435 Continuar leyendo "La reina sapo (un cuento de Navidad para asustar a los niños)"]]>
Ayuso, en una imagen de archivo. EFE
Ayuso, en una imagen de archivo. EFE

En los tiempos no tan antiguos, cuando el desear todavía servía de algo, vivía una princesa que no era la más guapa del reino, pero que tenía un rapto de huida en sus ojos que el mismo sol se extraviaba cuando se posaba en sus pupilas.

Tan dulce y errática era la princesa que los rayos del sol rebotaban en su cara e iban directos al agujero negro en la Puerta de Tannhauser. Cantaba y su voz era tan inquietante que rompía el corazón de las piedras, igual que profundas eran sus reflexiones, tanto que las lechuzas acudían a su alrededor a encontrar las claves de la vida en los trozos de pizza que caían de su boca de porcelana agrietada. Tan angelical era la princesa que los pajarillos de Twitter le piaban con adjetivos recocidos con los que calentaban los frescos claustros del pasillo del palacio del Rey a la espera de que el cambio climático terminara de crear un microclima en Madrid parecido al de Caracas: ¿No me merezco acaso –decía la princesa al lado del río- una temperatura bolivariana, yo que tanto he peleado contra los chavistas y hasta les he derrotado donde en 1939 pasamos pese a que decían que no íbamos a pasar?

Gustaba a la princesa jugar a la orilla del río con una bola de oro que lanzaba al cielo y los rayos de sol la acariciaban, a la bola, como si quisieran quedarse con ella. Una mañana, el consejero de la princesa se acercó al río porque era MAR y le chistó con la intención de contarle un plan diabólico justo cuando ella acababa de mandar la bola hacia el firmamento. Cuando cayó el globo dorado cual la manzana le cayó a aquel que llegaría a ser un famoso filósofo y por las mismas razones, distraída la princesa por su consejero no agarró su juguete, que rodó al río y se sumergió en sus aguas. El río era profundo como un MAR y engulló la bola como la noche fría engulle a los que no tienen luz. Entonces la princesa, desconsolada, se puso a llorar como si su hermano, que era el favorito del Rey, su padre, quisiera quitarle el puesto de reina y el mando en tropa de los súbditos del reino. Tan doliente era el llanto que bandadas enteras de pájaros levantaron al unísono el vuelo, las margaritas se pusieron mustias y el perro Pecas aullaba como un espectro desde la espesura del bosque.

Mientras intentaba sosegar el hipo, la princesa oyó un caminar torpe y húmedo, chop, chop, chop, que reclamaba su atención.

-¿Qué te pasa princesa? Tus sollozos son capaces de romper el corazón de un requeté.

Ella se volvió para ver quien le hablaba, y vio que provenía de un sapo que sacaba del agua su cabeza gorda y fea.

-¡Ah! Eres tú, torpe sapo –dijo la princesa-. Lloro por mi bola, que se ha caído al fondo del estanque.

-No llores más –le dijo el sapo-. Yo te lo resuelvo. ¿Y qué me darás a cambio?

-Todo lo que tú quieras sapo amado. Mis vestidos, mis perlas y mis piedras preciosas, además de la corona de oro que llevo puesta, así como las claves de Facebook del perrito de Esperanza.

-No quiero esas pequeñas riquezas –respondió el sapo-. Si estás dispuesta a quererme, ser mi amiga, respetar y amar a mis referentes, odiar a quienes odio, mirar para otro lado cuando yo haga y deshaga y dejarme comer en tu platito de oro, me sumergiré y te traeré la bola de oro.

-¡Sí! Haré todo lo que quieras si me traes mi bola –dijo la princesa, acostumbrada a mentir porque todos los medios de comunicación del reino comían todas las semanas en palacio y mientras pensaba "qué cosas dice este sapo tonto que es un antiguo, vive en el pozo y cree que me puede enseñar nada a mí, que vengo de antes de que él siquiera supiera nadar...".

Entonces el sapo entró en la fuente, le sacó la bola y nada más tenerla en su poder, la princesa echó a correr mientras el sapo croaba pidiéndole que le llevara consigo -¡Detente, que no camino tan rápido como tú!-.

Al día siguiente, mientras la princesa estaba sentada a la mesa con el Rey, los cortesanos y algún ex director de periódico, oyeron un chop, chop que subía por la regia escalera de marmol. De pronto sonó la aldaba de la puerta llamando y una voz ocupó toda la sala:

-Hija del rey ¡Ábreme, que vengo a cobrar lo prometido!

El Rey, que había leído Fuenteovejuna, inquirió a la hija: -¿Qué has hecho niña?¿Qué has prometido?

-Todo y nada mi padre. Es que ayer se me cayó la bola de oro al río y este sapo me la recogió. Le prometí muchas cosas, pero nunca pensé que realmente tuviera que cumplirlas.

-¡Los Lannister pagan siempre sus deudas! –gritó el monarca. –Ahora te toca cumplir-.

La princesa, compungida, tuvo que llevar a su cuarto al sapo y allí, llena de ira, lo tiró contra la pared.

-¡Así me dejarás en paz, sapo repugnante!

Para su sorpresa, la princesa vio cómo el sapo, mientras caía, se convertía en un diputado de VOX. El diputado le dijo que había sido encantado por una bruja roja y que sus promesas de amor habían roto el hechizo. Ante tanta maravilla, el rey proclamó la boda real, de manera que la princesa y el príncipe, convertidos en uno, hicieron planes para reconquistar el reino y acabar con la maldita democracia que vulgarizaba tanto la vida política.

A la mañana siguiente, cuando el sol les despertó, llegó una carroza de Uber a la que iban enganchados sin contrato pero con correas de oro ocho caballos que lucían en sus cabezas penachos de blancas plumas de avestruz. Al ver a su señora y a su señor, el escudero MAR, que había encerrado su corazón con tres bandas de hierro y se había dado a la bebida cuando el príncipe fue hechizado y la princesa cooptada, se le rompieron las bandas y se liberó su corazón de bandido: crak, crack sonaban las bandas de hierro cuando se rompían liberando ese corazón generoso al que todo para sus señores le parecía poco.

Y así, entre crujido y crujido, todos los que escuchaban el cuento se morían de miedo y llamaban al Departamento de genética del Massachussets Institut of Technology a ver si podían volver a convertir al príncipe en sapo y le hacían promesas de recalificación de terrenos a Esperanza Aguirre para que convenciera a la princesa para que volviera a llevar la cuenta del perrito Pecas y dejara sus ambiciones.

Pero no hubo suerte y fue cuando entonces todo el odio acumulado del sapo se convirtió en el odio reinventado de la princesa, que le dijo a su enamorado: "si tu eres un sapo, yo también. Seré la reina sapo, se van a cagar todas las moscas del reino".

Fue entonces cuando Cenicienta decidió ir a buscar a Hansel y Gretel y a Pulgarcito, con la sana intención de ponerse las botas de siete leguas. Pero ese es ya otro cuento para el año que viene.

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Chile: una lucha contra el neoliberalismo y la tercera vía https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/12/19/chile-una-lucha-contra-el-neoliberalismo-y-la-tercera-via/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/12/19/chile-una-lucha-contra-el-neoliberalismo-y-la-tercera-via/#respond Sun, 19 Dec 2021 09:41:52 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9423
Un grafiti contra José Antonio Kast, candidato presidencial para las elecciones, en las calles de Santiago de Chile.- Iván Alvarado / Reuters
Un grafiti contra José Antonio Kast, candidato presidencial para las elecciones, en las calles de Santiago de Chile.- Iván Alvarado / Reuters

Las protestas en todo el mundo en los últimos treinta años, de las protestas en México por el robo electoral de 1988 a la constituyente chilena, pasando por la década ganada en América Latina, las primaveras árabes o el 15M, están marcadas por la lucha contra el modelo neoliberal. Un modelo que se articuló con la crisis del keynesianismo y que fue aprovechado por las élites para vengarse de la derrota en la Segunda Guerra Mundial y la aplicación posterior de los Estados sociales y desarrollistas. Por eso, el modelo neoliberal -apertura de fronteras al capital y mercancías, privatización del sector público y desregulación financiera y laboral- tuvo como laboratorio el Chile de Pinochet donde, tras el asesinato de Allende y otros 4.000 chilenos, se impusieron unas recetas económicas durísimas en un país donde estaban prohibidos los sindicatos y los partidos políticos de izquierda.

Las luchas populares en el siglo XX habían sido contra el capitalismo pero, a partir de los 80, la agenda era una suerte de "postneoliberalismo" que tenía como problema añadido que la socialdemocracia había abrazado también el desmantelamiento del Estado social. En España, el PSOE ponía en marcha la reconversión industrial, eufemismo para el desmantelamiento de la industria. Decía que bajar impuestos a los ricos era de izquierdas y empezaba la venta de las joyas de la corona del sector público que culminaría Aznar. No en vano, Margaret Thatcher diría aquello de que su principal obra no fueron las Malvinas ni crujir a los sindicatos mineros, sino "Tony Blair".

La discusión que ha habido, está habiendo y habrá en España entre el PSOE y Unidas Podemos en torno a la derogación de la reforma laboral, las pensiones y los alquileres o la manera que se asumió para frenar las protestas por el empeoramiento de las condiciones de vida –Ley Mordaza-, vienen de cuando la socialdemocracia europea tiró la toalla y se entregó a los principios neoliberales. En Chile, lo hicieron a los tiros. En Europa, lo hizo la socialdemocracia. Hay transformaciones que no podría hacer la derecha. De esas se encargaron los que se llamaban "socialistas".

Recordemos que la estela de Nadia Calviño, Escrivá o María Jesús Montero viene de los tiempos de la tercera vía de Tony Blair, del Neue Mitte de Gerhard Schröder y de Bill Clinton afirmando que la España de Felipe González le había inspirado para el corrimiento del Partido Demócrata hacia posiciones republicanas (¿se entiende mejor de dónde viene Donald Trump?). Blair, por cierto, terminó enriquecido –junto a Aznar- al calor del magnate de los medios, Rupert Murdoch, que fue el que propagó mintiendo que en Irak había armas de destrucción masiva (dos de los europeos de la foto de los Azores, que funcionó como detonante de la invasión, entraron en nómina del que inventó la mentira. Mientras, el tercero, Durao Barroso, recibió el premio de dirigir la Comisión Europea. Roma paga bien a los traidores). Schröder terminó, igualmente enriquecido, pero trabajando para Gazprom, el oleoducto ruso que tenía que ser el principal suministrador de gas a Europa.

Los términos del manifiesto que firmaron Blair y Schröder, que aquí fue secundado por José María Aznar y Felipe González, son los mismos que hoy comparte el PP y que hemos escuchado a algunos sectores del PSOE muy influenciados por la retórica de ajuste europea. Era la lectura económica en el PSOE cuando Pedro Sánchez empezaba sus primeros pasos en el partido.

En ese Manifiesto -"The Third Way/Die Neue Mitte"-, la declaración conjunta de 1999 del Primer Ministro británico Tony Blair y del Canciller alemán Gerhard Schroeder, se sentaron las bases igualmente del giro de la Unión Europea que solo con la crisis del covid-19 parece haber empezado a virar. Aparentemente, ese manifiesto era una celebración del éxito de los partidos socialdemócratas, si bien gran parte del mismo podría haber venido fácilmente de los partidos de la denominada derecha: "Las empresas deben tener margen de maniobra para beneficiarse de la mejora de las condiciones económicas y aprovechar las nuevas oportunidades: no deben estar amordazadas por las normas y los reglamentos"; "las reducciones del impuesto de sociedades aumentan la rentabilidad y refuerzan los incentivos para invertir (...). Ayuda a crear un círculo virtuoso de crecimiento"; "hay que simplificar la fiscalidad de las empresas y reducir los tipos del impuesto de sociedades"; "la conciencia social no puede medirse por el nivel de gasto público. La verdadera prueba para la sociedad es la eficacia con la que se utiliza este gasto"; "la responsabilidad del individuo para con su familia, su vecindario y la sociedad no puede descargarse en el Estado"; "en el sector público debe reducirse la burocracia a todos los niveles, deben formularse objetivos de rendimiento y controlarse rigurosamente la calidad de los servicios públicos".

Todo un programa para una socialdemocracia que asumió, junto al liberalismo político -la vía electoral parlamentaria como la única vía para expresar los conflictos sociales-, el liberalismo económico, que en el siglo XX ya era neoliberalismo, esto es, un Estado al servicio del beneficio empresarial, con el necesario acompañamiento del incremento de las desigualdades, de la impotencia redistributiva del Estado, de los paraísos -refugios- fiscales y del incremento de la represión.

Es en este marco en el que las élites, ante el nacimiento de una fuerza política claramente antineoliberal como Podemos, reclamaban una gran coalición entre el PSOE y el PP para mantener el statu quo. Y por eso, cada vez que el PSOE renuncia a pactar con Unidas Podemos el ahondamiento en  la agenda postneoliberal está trabajando para la gran coalición con la derecha, de la misma manera que cada vez que cede y cumple los acuerdos del Gobierno de coalición, el presidente Sánchez aprovecha y saca pecho y le dice a sus militantes lo socialistas que se han vuelto.

La agenda neoliberal, acordamos buscando una fecha, empezó en Chile con el golpe contra Allende -1973 fue también el año de la Guerra del Yon Kippur y la subida de los precios del petróleo y, sobre todo, del fin del capitalismo ordenado en Bretton Woods en 1945, con la liberalización de las monedas y pistoletazo de salida de la globalización-. A partir de entonces, con el Plan Condor y la represión de la izquierda de manera global, al igual que con la creación de la Trilateral (primer gobierno de la globalización en la sombra), comienza una arquitectura financiera internacional, mezcla de látigo económico y de pérdida de libertades ordenado supranacionalmente, que se ha comido buena parte de la soberanía de nuestros países.

Por eso, lo que hoy se juega en Chile si gana Gabriel Boric va más lejos de la expulsión de Kast, un neonazi que quiere regresar el pinochetismo a Chile y seguir los pasos de Bolsonaro. Es una señal regional del agotamiento del modelo neoliberal que debe llegar también a Europa. No en vano, la derecha y la ultraderecha mundial se han movilizado a favor de Kast, mientras la izquierda postneoliberal apuesta por Boric. No es extraño el apoyo entusiasta de Podemos a la candidatura de Boric ni tampoco el silencio del PSOE -después de haber entregado al canciller de Piñera, que apoya a Kast, la Secretaría Iberoamericana-. En Chile se está dirimiendo la misma pelea que hay en Europa entre una salida democrática a la crisis de 2008 y la del coronavirus, o un regreso a la noche de los tiempos. Y entendemos el apoyo del PP y de VOX a la apuesta reaccionaria de Kast, pero hace falta más firmeza en la socialdemocracia para no hacer el juego a cualquier forma de gran coalición. Gran coalición que no deja de ser la apuesta de las élites una vez que han fracasado con el plan de Ciudadanos y a las que el Gobierno del PP con Vox les abriría muchas incertidumbres como pasó en Alemania en 1933.

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Mariano Rajoy: política para pasados, no adultos https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/12/11/mariano-rajoy-politica-para-pasados-no-adultos/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/12/11/mariano-rajoy-politica-para-pasados-no-adultos/#respond Sat, 11 Dec 2021 20:00:40 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9409
Mariano Rajoy, acompañado por Pablo Casado, a su llegada a la presentación de su libro 'Política para adultos' en Madrid. David Fernández / EFE
Mariano Rajoy, acompañado por Pablo Casado, a su llegada a la presentación de su libro 'Política para adultos' en Madrid. David Fernández / EFE

Hay un género literario absolutamente prescindible: los libros de memorias de políticos -escritos por ellos o con ayuda pagada- siempre a mayor gloria del concernido. Libros que quieren hacer balance y reclaman una mirada crepuscular que, supuestamente, les dota de poso, aunque esa apelación quiere confundir edad con discernimiento (lo que, sin embargo, no deja de hacer más ridículos esos ejercicios autocoplacientes cuando una soberbia adolescente lleva a escribirlos demasiado pronto).

Suelen ser publicados con mucho bombo en multinacionales que, al igual que editan libros,  hacen radio, televisión o inversiones financieras en vivienda o en salchichones. Casi siempre tienen detrás pagos desmesurados que solo se explican por los favores prestados e, invariablemente, representan un intento de blanqueamiento al que le acompañan los mismos medios de comunicación pertenecientes a esos grupos mediáticos. No contamos nada nuevo si recordamos que el ABC, El Mundo, Ana Rosa Quintana o El Hormiguero ya en su momento intentaron salvar al Gobierno de Rajoy o, en el mejor de sus casos, hicieron todo lo posible para que hubiera un Gobierno conjunto del PP y del PSOE.

Hay excepciones, pero son casi siempre historias de fracasos y quienes los escriben son políticos honestos que se sientan a repasar su experiencia para conjurar los fantasmas de su naufragio. Es lo que hizo Michel Ignatieff, candidato presidencial en Canadá, con su magnífica Fuego y ceniza; es lo que hizo Platón en su Carta VI; es lo que intentó Enrique Tierno Galván en su Cabos Sueltos, donde, entre traición y traición, recordaba la deriva de personas como José Bono, gente con los escrúpulos poco musculados y siempre escondidos en las rendijas esperando sacar algún provecho navegando cualquier ola. No es el caso con la última entrega de la saga-fuga de Rajoy.

La verdad es que los presidentes del Reino de España ya tienen todos su marca. Adolfo Suárez es el presidente de la transición; Calvo Sotelo, el olvidado o el de "¡Se sienten, coño!"; Felipe González, el del desarrollo del estado social y también el de los GAL; Aznar, el de la guerra de Irak; Zapatero, el de las libertades civiles, el 135 y el 15M y Rajoy... Rajoy es el presidente de la corrupción.

El nuevo capítulo de la biografía de Rajoy cumple todos los requisitos de prescindibilidad. Y no es extraño, porque la suerte biográfica de Rajoy es también la suerte del PP. No en vano, hemos visto a Pablo Casado contorsionarse diciendo, intentando librarse del estigma de la corrupción, que hay un nuevo Partido Popular que no tiene nada que ver con el de sus predecesores y, al tiempo, hacerse acompañar de Aznar y Rajoy, afirmando que son la memoria más digna de la historia de la marca pepera. El antiguo ejercicio de soplar y sorber al tiempo que solo es posible porque muchos medios de comunicación no tienen como misión informar sino hacer de guardia pretoriana del partido de los privilegios.

La verdad es que los presidentes del Reino de España ya tienen todos su marca. Adolfo Suárez es el presidente de la transición; Calvo Sotelo, el olvidado o el de "¡Se sienten, coño!"; Felipe González, el del desarrollo del estado social y también el de los GAL; Aznar, el de la guerra de Irak; Zapatero, el de las libertades civiles, el 135 y el 15M y Rajoy... Rajoy es el presidente de la corrupción.

No es de extrañar que en sus memorias o en sus entrevistas sobre sus memorias lo que más repite es que eso de la corrupción está mal, que no le hace gracia tener que testificar por la Kitchen y que no volverá a ocurrir. Sin embargo, para que el arrepentimiento fuera real haría falta, en primer lugar, reconocer lo que se hizo. Algo que no se hace cuando se rompen los discos duros a martillazos. Porque fue bajo mandato de Rajoy que ganaron diez elecciones, como repite el presidente y registrador de la propiedad, pero con dinero de la corrupción, robando a España para obtener sobresueldos y cargos públicos. Y luego ocultando pruebas. Los constitucionalistas...

"La mentira -dice Rajoy- cuando es deliberada, siempre es un subterfugio para justificar posiciones indefendibles o para escamotear la obligada rendición de cuentas por parte del gobernante". ¿Cómo decir que había armas de destrucción masiva en Irak?

Bajo su mandato se creó la policía política bajo el mandato de un iluminado del Opus Dei que no solo mentía y corrompía la democracia, enfangando con policías que inventaban pruebas contra adversarios, sino que, además, le parecía todo ese enredo un mandato divino que le permitía hacer el mal a otros seres humanos ayudado por su ángel de la guarda. Es como cuando el fundador del Opus Dei, Monseñor San Escrivá de Balaguer, autorizaba a los miembros de la Obra a lo que fuera, porque lo suyo no era el fanatismo, la amenaza o la caradura, sino "la santa intransigencia, la santa coacción y la santa desvergüenza", donde, y le conviene punto por punto al panfleto de Rajoy, "una cosa es la santa desvergüenza y otra la frescura laica". Miente, que ese Dios Prêt-à-porter te lo perdona.

Rajoy dice que lo suyo es "política hecha por y para adultos", cuando en verdad su gobierno fue necrosis democrática y desfachatez sin filtrar. Política para pasados. Dice, desde el desparpajo y negro sobre blanco: "La mentira, cuando es deliberada, siempre es un subterfugio para justificar posiciones indefendibles o para escamotear la obligada rendición de cuentas por parte del gobernante". ¿Cómo decir que había armas de destrucción masiva en Irak? ¿Cómo decir que el atentado de Atocha había sido ETA? ¿Cómo decir que la Gürtel era un invento de rojos y enemigos de la verdad?

Quizá convenga aclarar algunos puntos, para que la editorial Plaza & Janés, del grupo Penguin Random House, no quede como encubridora de libelos prestándoles su sello (¿no hay editores que digan "oiga, esto que está usted escribiendo no es verdad"?), como blanqueadora de mentiras pertinaces y como, al fin, colaboradora necesaria en el debilitamiento de la democracia. Porque alguien tendrá que cuidar que no se publiquen mentiras encuadernadas solo porque el silencio o el encubrimiento permite ese envenenamiento moral. Veamos.

Bajo el mandato de Rajoy, el CNI continuó patéticamente la tarea de cubrir las fechorías e inmoralidades del rey emérito, gastando dinero público y ocultando a los españoles el comportamiento del entonces jefe del Estado, a la vez que le permitía comportamientos ajenos a la Constitución, como irse a Botswana sin autorización del Gobierno (que no sabía ni dónde estaba) a matar elefantes (una especie en extinción) en mitad de la crisis que tenía hambreados a millones de españoles.

Bajo su mandato, un tipo con el alma corrompida, como Juan Manuel Soria conspiró con un juez corrupto -Salvador Alba, hoy en la cárcel-  para sacar de la política a Victoria Rosell,

Bajo su mandato, un tipo con el alma corrompida, como Juan Manuel Soria conspiró con un juez corrupto -Salvador Alba, hoy condenado con una pena de cárcel-  para sacar de la política a Victoria Rosell, jueza que se presentó por Podemos y a la que el Ministro de Industria, rival en Canarias, quería no solo fuera de la política sino presa. Y no solo conspiró con un juez corrupto sino que entregó un millón de euros al diario El Mundo, momento que, curiosamente,  coincidió con cinco portadas de ese diario contra la jueza de Podemos (conviene regresar al libro de David Jiménez, El director, sobre su año a los mandos en El Mundo).

Bajo mandato de Rajoy nació y fue financiado públicamente OK Diario, que ha podrido en buena medida a los medios de comunicación en España y que está dirigido por un pseudo-periodista, sancionado por no pagar la pensión a sus hijos y que ha hecho de la mentira cotidiana su manera de entender el periodismo (guardia pretoriana de los intereses de los grupos empresariales y de la derecha política que les representa).

Bajo mandato de Rajoy salieron fuera de España centenares de miles de jóvenes porque en España no tenían trabajo y a casi cien mil se les expulsó de la universidad por la subida de las tasas.

Bajo su mandato se pusieron trabas para que el proceso de paz en Euskadi nunca llegara a buen puerto, haciendo cierto lo que dijo el que fuera Ministro de Asuntos Exteriores de Rajoy, José Manuel García Margallo, cuando afirmó que "desde que no nos matan no tenemos proyecto".

Bajo mandato de Rajoy, se usaron fondos públicos para robar pruebas a Bárcenas y obstaculizar la investigación sobre la financiación ilegal del Partido Popular

Rajoy es el que mintió a los españoles, junto con Aznar, diciendo que los atentados de Atocha eran obra de ETA y no de Al Qaeda, queriendo desviar la atención para que no recordáramos que fue la derecha la que nos metió en la guerra de Irak y que nadie estableciera causalidades entre el brutal y enloquecido atentado y la artera decisión de José María Aznar de involucrar a España en el crimen de Irak.

Bajo mandato de Rajoy, se usaron fondos públicos para robar pruebas a Bárcenas y obstaculizar la investigación sobre la financiación ilegal del Partido Popular. Es decir, a la obstrucción a la Justicia se sumó la corrupción policial, la mentira y las cortinas de humo que pretendían ocultar estas fechorías.

Rajoy es una persona simpática con sus maneras de parlamentario decimonónico, con sus torpezas léxicas o con su pachorra de As y  puro. Pero sin pizca de vergüenza. Porque él era el responsable político mientras la Gürtel, la Púnica,  la Kitchen, Villarejo, las falsas acusaciones contra adversarios políticos, cuando la corrupción de comisarios, de jueces, de medios de comunicación.

La lista es interminable. Por eso la moción de censura triunfó y engalanó al Parlamento, porque echó del Gobierno a un, perdonen la honestidad, un Presidente sin pizca de vergüenza. Y no debiera ser en una columna de opinión donde se zanjen estos veredictos. Rajoy es una persona simpática con sus maneras de parlamentario decimonónico, con sus torpezas léxicas o su pachorra con el As y el puro. Pero sin pizca de vergüenza y que en otros países estaría, cuando menos, procesado. Porque él era el responsable político mientras la Gürtel, la Púnica, la Kitchen, Villarejo, las falsas acusaciones contra adversarios políticos, cuando la corrupción de comisarios, de jueces y de medios de comunicación.

Las cosas que han pasado en la planta quinta de Génova, sede del Partido Popular, son contrarias a la ley, a la Constitución y al mínimo sentido democrático. Y, si en España hay millones de personas en disposición de perdonar a en era el quimáximo responsable del PP mientras se pateaba a la democracia y a la Constitución, no será sino señal de que a la democracia española le siguen oliendo los pies y los sobacos a franquismo.

Rajoy publica su libro de mentiras bajo los focos y los altavoces. Le entrevista El Mundo queriendo dar la imagen de buen presidente que tuvo mala suerte. El ABC hace una presentación de la última edición de sus memorias como si fuera un gran estadista. El Hormiguero, como ya hizo con Santiago Abascal, blanquea una de las etapas más sucias de la democracia española. Y los votantes del PP prefieren mirar para otro lado y quedarse con su socarronería gallega con chaleco y humo y sus insultos a Podemos ("ínfima y absolutamente prescindible aportación de los ministros de Podemos a la gobernación del país durante estos años", ignorando la decena de leyes y medidas aprobadas por impulso de los morados. Cosas de no querer mentir de manera "deliberada").

Rajoy ha sido un nefasto presidente del Gobierno que fue destituido en una moción de censura porque su partido, han zanjado los jueces -sí,los jueces, Eme Punto Rajoy- es un partido de ladrones y él era el máximo responsable de un partido de ladrones

Pero es mentira. Igual que el Ministro del milagro económico, Rato, estaba muy lejos de ser tan magnífico como lo presentaban El Mundo o el ABC o el oligopolio televisivo. Igual que es mentira, como repite Rajoy, que España no fuera rescatada: le regalamos a los bancos 64.000 millones de euros y todavía estamos pagando a las finanzas internacionales esa deuda. Igual que el Partido Popular, con Rajoy como portaestandarte, dio y recibió un trato privilegiado del loco del pelo naranja que desgobernó en Estados Unidos hasta que unos locos con cabeza de bisonte y cuernitos entraron en el Capitolio con resultado de cinco muertos.

Rajoy ha sido un nefasto presidente del Gobierno que fue destituido en una moción de censura porque su partido, han zanjado los jueces -sí, los jueces Eme Punto Rajoy- es un partido de ladrones y él era el máximo responsable de un partido de ladrones que engañó a los españoles, abusó de su confianza y les perjudicó en sus intereses.

Por mucho que quieran blanquear su figura. Podrán, los mismos, seguir diciendo que Franco fue un enorme jefe del Estado, que el emérito hizo un enorme servicio a la democracia, que Aznar fue un preclaro prócer de la patria y Rajoy un gran estadista. Y lo pueden cacarear a los cuatro vientos. Pero nos van a dejar que sigamos sabiendo que son ustedes unos mentirosos. No adultos, sino políticos enormemente pasados.

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Yolanda Díaz, la izquierda y los partidos https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/12/05/yolanda-diaz-la-izquierda-y-los-partidos/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/12/05/yolanda-diaz-la-izquierda-y-los-partidos/#respond Sun, 05 Dec 2021 07:55:08 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9393
La ministra de Trabajo Yolanda Díaz, en una imagen de archivo.- Europa Press
La ministra de Trabajo Yolanda Díaz, en una imagen de archivo.- Europa Press

Cuando en los años ochenta la socialdemocracia se hizo neoliberal, los presupuestos ideológicos terminaron de convertirse en un carajal sin orden ni concierto. Cuando desapareció la URSS en 1991, la izquierda resistente se convirtió en un paria, por mucho que llevara décadas renegando de Stalin. La tercera vía de Blair y Schröder, abrazada por Aznar, acabaron de complicarlo todo. Cuando teníamos las respuestas nos cambiaron las preguntas. Por eso la izquierda empezó a recuperar amor de sí cuando empezó a entender que la pelea era contra el neoliberalismo. Ahí empezó a descongelarse otra vez la historia.

Decía uno de nuestros maestros, Jesús Ibáñez, que solo la izquierda puede hacer la política de la derecha. De la misma manera, aunque solo de vez en cuando, la única que puede hacer políticas de izquierda es la derecha. Esta paradoja tiene que ver con la correlación de fuerzas. Si en España hubiera sido la derecha la que hubiera puesto en marcha la reconversión industrial que hizo el PSOE, el país hubiera ardido por los cuatro costados. De la misma manera que solo partidos de derecha pueden, como ha ocurrido en la Unión Europea, mancomunar las deudas o poner en marcha un impuesto del 15% a los ricos. Si lo hiciera la izquierda, los poderes económicos volverían a llamar a los fascios de combate para frenar lo que llamarían "agresión bolchevique".

El PSOE ha apelado a la izquierda para hacer políticas de derecha, igual que Podemos y hoy Yolanda Díaz apelan a ir más allá de la derecha y la izquierda para poder hacer políticas de izquierda. La izquierda en España tiene su glamour, pero siempre dentro de un orden. No es solo la caía de la Unión Soviética, sino la propia historia de la península ibérica. Con cuarenta años de dictadura y otros cuarenta de convalecencia, con el PSOE representando a la parte progresista del binomio conservador (PSOE-PP) y que ha identificado oficialmente a la izquierda en España, y con Izquierda Unida como espacio de expresión electoral del Partido Comunista, la crisis del eje "derecha-izquierda" está especialmente amenazado en nuestro país. Somos el país donde el PSOE invitó a desfilar el 12 de octubre, de la mano de José Bono, a un representante del fascismo y a otro de la república ¿cómo no va a tener la izquierda complejo de inferioridad?

Somos el país donde el PSOE invitó a desfilar el 12 de octubre, de la mano de José Bono, a un representante del fascismo y a otro de la república ¿cómo no va a tener la izquierda complejo de inferioridad?

Sin embargo, enfrente, la extrema derecha, a través de partidos de extrema derecha –de partidos- está organizando una internacional reforzada en Europa –con grupo parlamentario- y en América Latina, donde defienden incluso golpes de Estado (con el PSOE aprobando darle la medalla Sajarov a los derechos humanos a una de esas golpistas, Jeanine Añez, detenida ahora en Bolivia como responsable del golpe y de las consiguientes muertes). La fórmula partido se critica más desde la izquierda que desde la derecha.

En España, la socialdemocracia puso en marcha políticas sociales por la presión popular, que impidió que el franquismo continuara en la figura de Arias Navarro, y aprobó una Constitución de claros tintes sociales (Franco murió en la cama pero el franquismo murió en la calle). Al tiempo que las élites libraban fondos para que la salida de la dictadura no desembocara en una insurrección popular, desmantelaron la industria y mantuvieron una estructura laboral que todavía hoy está caracterizada por la precariedad.

Esas mismas élites son las que en los noventa empezaron a presionar para empezar a desmantelar los logros laborales de la Transición, conscientes de que el riesgo de insurrección popular había desaparecido y que, por tanto, si la izquierda ya no era un peligro tampoco lo era desmantelar el Estado social. Esas mismas élites son las que financiaron a Ciudadanos para intentar frenar a Podemos y son las mismas que hoy apoyan a Vox para que sea la muleta de los gobiernos del Partido Popular.

Ha dicho la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en una entrevista en La Cafetera de Fernando Berlín tres cosas dignas de pensarse: que los partidos son estructuras viejas, que no quiere colocarse en el hueco que le quiere dejar el PSOE a su izquierda y que logros civilizatorios como la sanidad pública no son de derechas ni de izquierdas. Tiene su razón en todas esas afirmaciones pero conviene aclararlas para evitar malentendidos.

Los partidos son estructuras necesaria que han dejado de ser parte de la sociedad para pasar a ser parte del Estado. Que es lo que explica que un diputado de izquierdas pueda estar más cerca de un diputado de derechas que de sus propias bases.

Que las estructuras partidistas están anticuadas forma parte de la reflexión de la ciencia política desde hace treinta años. Especialmente porque el bipartidismo cartelizó a los partidos que dejaron fuera de la discusión asuntos de enorme envergadura para la sociedad y que pactaron dejar fuera de la agenda. En España ahí está la monarquía, la Unión Europea, el endurecimiento de las pensiones, la estructura territorial, las inversiones extranjeras, la Justicia o el sistema electoral. Asuntos todos que con el 15M y luego con Podemos saltaron por los aires.

Los partidos son estructuras necesaria que han dejado de ser parte de la sociedad para pasar a ser parte del Estado. Que es lo que explica que un diputado de izquierdas pueda estar más cerca de un diputado de derechas que de sus propias bases. ¿No recordamos los elogios de Felipe González a Jordi Pujol? ¿No nos acordamos de las peticiones de una gran coalición entre el PP y el PSOE?

Desde la extrema derecha, la respuesta a la crisis de los partidos es hacer partidos más verticales. Desde la derecha, dejar las cosas como están o hacer listas personalistas donde la fuerzas políticas dependan del liderazgo. Desde la izquierda, la respuesta no puede ser imitar a la derecha o acabar con los partidos –eso lo hacen las dictaduras, al igual que prohíben los sindicatos- sino forzar a que los partidos se conviertan en "partidos-movimiento", con un pie en las instituciones y otro en las calles.

Llamaría poderosamente la atención que Mónica García anunciara la disolución de Más Madrid, que lo mismo hiciera Oltra con Compromís o Colau con los Comunes.

Lo primero que hace Yolanda Díaz para empezar a configurar su frente amplio es reunirse en València con el partido de Mónica Oltra, con el partido de Ada Colau y con el partido de Mónica García. ¿O alguien piensa que se va a disolver Cataluña en Comú, Compromís o Más Madrid? Como diría Teresa de Jesús, y "tan alta vida espero, que muero porque no muero". O la cuadratura del círculo.

El elefante en la habitación es Podemos, porque es la fuerza hegemónica en el espacio progresista ajeno al bipartidismo, la fuerza que, precisamente por su presencia y firmeza recibe los principales ataques de las élites. La fuerza que tendrá mucho que decir en lo que finalmente salga de esa renovación de las fuerzas políticas emanadas del 15M y que queremos que encabece Yolanda Díaz. Porque la mala prensa de los partidos políticos, una parte ganada a pulso y otra propia de una lectura interesada conservadora, no permite prescindir de ellos.

Una plataforma electoral puede ser más atractiva que los partidos políticos existentes y tiene que ser algo más que la suma de las partes –es lo que ocurrió con el Frente Amplio en Uruguay como ejemplo a estudiar-, pero no pasa por la disolución de los partidos que la integren. Llamaría poderosamente la atención que Mónica García anunciara la disolución de Más Madrid, que lo mismo hiciera Oltra con Compromís o Colau con los Comunes. Y por las mismas razones, Podemos estará como tal aunque el discurso, de manera correcta, exprese la necesidad de ir más allá de los partidos. Mientras que la idea de partido-movimiento se consolida.

Respecto del discurso "izquierda-derecha" es cierto que hay que ir más allá, porque lo que determinó ese eje eran las políticas de clase, las luchas obreras, el conflicto capital-trabajo y todo eso, siendo condición necesaria hoy de la política no es condición suficiente. Hay más gente que electoralmente se identifica con el eje "arriba-abajo" o "nuevo-viejo" que con el clásico clivaje –línea de tensión- de clase. Pero aunque no hables de ello, existir existe. Podemos tenía inicialmente ese discurso, pero el periplo de regreso de Pedro Sánchez a la Secretaría General del PSOE después de su defenestración fue precisamente con el discurso "somos la izquierda", que expulsó de la agenda el eje "arriba-abajo". La transversalidad es propia de la izquierda desde los años 70, con la incorporación de cristianos, funcionarios y clases medias.

Es verdad que la condición aspiracional hace que nadie quiera verse como trabajador y menos como pobre, pero esa trampa no puede arrastrar a la categoría de izquierda a la desaparición, porque desde esa debilidad desmantela el Partido Popular la sanidad pública y la sustituye por sanidad privada.

Solo la insistencia, no siempre bien expresada, por parte de cierta izquierda del olvido de los sectores más golpeados aleja a las clases medias de ese discurso. Aunque los que defienden los derechos humanos tendrán que hacerse mirar cómo es posible que para hacer políticas para las mayorías uno tenga que alejar de su discurso a los penúltimos y a los últimos. Es verdad que la condición aspiracional hace que nadie quiera verse como trabajador y menos como pobre, pero esa trampa no puede arrastrar a la categoría de izquierda a la desaparición, porque desde esa debilidad desmantela el Partido Popular la sanidad pública y la sustituye por sanidad privada. Esto es, golpea a la gente trabajadora, esto es, hace de la sanidad una pelea entre la derecha y la izquierda.

Lo que ha querido decir Yolanda Díaz es que los consensos constitucionales debieran estar por encima de las discusiones ideológicas, pero es ingenuo olvidar que hace tiempo que para la derecha española la Constitución le importa una mierda. ¿O no van tres años que el Consejo General del Poder Judicial está caducado? ¿O no ha estado el PP robando desde hace treinta años para ir a las elecciones dopado? ¿O no ha creado el PP una policía política para inventarse pruebas contra sus adversarios políticos?

En un momento de desmantelamiento de la sanidad y la educación pública por parte de la derecha, defender la sanidad pública es de izquierdas.

Como viene repitiendo Rafa Mayoral -y dejó claro Julio Anguita-, el Pacto Constitucional del 78 implicaba extender los derechos de ciudadanía a toda la población, mientras que el régimen del 78 se encargaba de asumir los cambios manteniendo las desigualdades en nuestro país (por eso el Emérito representa el régimen del 78 mientras que el Pacto lo expresaban las mejoras sociales de estos años). Estamos en un momento de auge de la extrema derecha que no va contra las mujeres o el movimiento LGTBI por capricho o identidad religiosa (la líder de la extrema derecha alemana es lesbiana con pareja e hijos o Salvini puede enfrentarse al Papa Francisco), sino en la medida en que ese ataque es funcional a una idea autoritaria de propiedad. En un momento de desmantelamiento de la sanidad y la educación pública por parte de la derecha, defender la sanidad pública es de izquierdas.

Como decía, el PSOE ha agarrado con frecuencia el violín con la izquierda pero lo ha tocado con la derecha. Le corresponde a Yolanda Díaz no dejarse encajonar en el espacio que los medios quieran atribuirle al rincón a la izquierda del PSOE, porque Unidas Podemos no expresa sin más el espacio a la izquierda del PSOE sino el espacio progresista más allá y frente al bipartidismo. Si el PSOE tiene que decir que es de izquierdas para poder hacer política de derechas, Díaz tiene que decir e ir más allá de la izquierda para poder hacer políticas de izquierda.

Si el PSOE tiene que decir que es de izquierdas para poder hacer política de derechas, Díaz tiene que decir e ir más allá de la izquierda para poder hacer políticas de izquierda.

Disparar contra la izquierda o disparar contra los partidos ahora mismo es pegarnos un tiro en el pie. Sin claridad y orden en la ideología, decía alguien, no puede haber claridad ni orden en la organización. Y de la misma manera, las etiquetas no pueden frenar y mucho menos impedir una articulación amplia donde no se quede fuera nadie que quiera honestamente cambiar las cosas a favor de las mayorías.

En conclusión, otra vez la cuadratura del círculo. Y para ello, nada mejor que la firmeza y la flexibilidad de Yolanda Díaz.

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¿Qué ha pasado en Venezuela? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/11/28/que-ha-pasado-en-venezuela/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/11/28/que-ha-pasado-en-venezuela/#respond Sun, 28 Nov 2021 06:40:14 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9367 Continuar leyendo "¿Qué ha pasado en Venezuela?"]]>
¿Qué ha pasado en Venezuela?
Varias personas asisten a un puesto de votación durante las elecciones regionales, el 21 de noviembre de 2021, en Caracas (Venezuela). EFE/ /Miguel Gutiérrez

No nos engañemos: en España, los medios han hecho más escándalo por cómo iban vestidos los Reyes Magos en la Cabalgata en Madrid que por el hecho de que el jefe de la oposición haya asistido a una misa en honor de Francisco Franco, el mayor asesino de la historia de España. ¿Qué van a decir de las elecciones en Venezuela el domingo pasado después de llevar años repitiendo que todos los males del mundo son culpa de ese país?

Siguiendo con la sinceridad: no es extraño que las élites mundiales odien a Venezuela. No se trata de ningún compromiso con los derechos humanos ni nada que se le parezca. El mayor asesino de Colombia ha sido Álvaro Uribe y esas élites le invitan a dar conferencias en sus universidades corruptas, igual que agasajan a los que mintieron con las armas de destrucción masiva –al menos 600.000 asesinados en Irak-, con los que ejecutan mujeres por querer ser ciudadanas o con los que practican el terrorismo de Estado, a los que llaman "estadistas".

El odio de hoy a Venezuela es similar al odio en su día a Robespierre, a Lenin, a Azaña y a Negrín, a Ho Chi Min, a Fidel Castro, al Mandela que ponía bombas –no al que luego han presentado como si lo hubieran domesticado-, a Malcom X, a Angela Davies, a Evo Morales, a Correa o a Hugo Chávez: es el odio a los que no han podido derrotar y humillar, a veces incluso después de muertos. Es el odio a los que metieron miedo a las élites, a los que les sacaron de los palacios de gobierno, a los que les impidieron que siguieran sintiendo que sus países eran su propiedad particular. Y a los que sembraron ejemplo y organizaron el descontento. Eso hizo Chávez con la UNASUR, relanzando la OPEP, creando fondos latinoamericanos para sustituir al FMI, organizando los diferentes ejércitos latinoamericanos, creando Telesur, amenazando al dólar como moneda de intercambio mundial y de comercialización del petróleo. Desde Venezuela, un país que no tenía derecho a levantarse, siempre títere de los Estados Unidos, atravesado por el Opus Dei, lleno de oro negro y siempre, hasta que llegó Chávez, con su pueblo hambreado.

Han sido sorprendentes los editoriales de la prensa española de derecha  reprochando a la oposición venezolana por haberse presentado a las elecciones. ¿Cómo se le ocurre a la derecha venezolana quitarle a la derecha española su gran excusa para no hablar de otra cosa que no fuera Venezuela?

Las elecciones de este pasado 21 de noviembre eran elecciones a alcaldes y gobernadores, es decir, unas elecciones de menor relevancia que las elecciones a diputados o las presidenciales. Sin embargo, han tenido una enorme repercusión nacional, regional y mundial. ¿Por qué? Pues porque después de la salida de Donald Trump del Gobierno –intento de golpe por medio incluido-, una vez constatado el fracaso de la operación Guaidó –nombrar presidente legítimo de Venezuela a un títere de los EEUU autoproclamado en una plaza de Caracas-, tras ver cómo desde Estados Unidos y Gran Bretaña les robaban las riquezas de todos los venezolanos –Citgo, las cuentas bancarias- o el oro depositado en Inglaterra- o cómo el bloqueo ha golpeado, como siempre, a los más humildes, las diferentes oposiciones al Gobierno de Maduro decidieron presentar a las elecciones.

Han sido sorprendentes los editoriales de la prensa española de derecha –es decir, la práctica totalidad- reprochando a la oposición venezolana por haberse presentado a las elecciones y "legitimar" con su participación el Gobierno de Maduro. ¿Cómo se le ocurre a la derecha venezolana quitarle a la derecha española su gran excusa para no hablar de otra cosa que no fuera Venezuela?

La derecha ha sacado un buen resultado. Si no han sido capaces de alcanzar más poder político ha sido porque la oposición es un conjunto abigarrado que ya no se puede sumar sin más. Ya no existe "la oposición", sino que se trata de diferentes oposiciones, muchas de ellas incompatibles entre sí, de manera que pretender sumarlas es un ejercicio arriesgado. Alianza Democrática, insultados como "alacranes" por la derecha más proclive al golpismo -la que representa Guaidó-, logró 38 alcaldías, mientras que otros partidos críticos con el chavismo, como Fuerza Vecinal, ganaron otras 22.

¿Cómo van a defender ahora, con la participación electoral de la oposición,  que Venezuela es una dictadura, cómo van a justificar al títere de Guaidó, cómo van a justificar el bloqueo y las sanciones? Se acabó. En Venezuela empieza una nueva etapa.

Las diferentes oposiciones han sacado 4.734.233 votos frente a los 3.925.119 del chavismo, con una participación del 42,26% (similar a este tipo de elecciones en la región, aunque muy superior a las de otros países como Chile y aún más al haber tenido lugar mientras aún dura el COVID). Los opositores al Gobierno de Nicolás Maduro han ganado en 117 alcaldías (de las cuales, 63 la MUD) y tres gobernaciones, Cojedes, Nueva Esparta y una de las más poderosas del país y la más poblada, la del Zulia. ¿Puede nadie hablar de "fraude" con ese resultado? Reconocer por parte de la derecha sus victorias tiene la contraparte de que tienen que reconocer la victoria del chavismo: 20 gobernaciones, la alcaldía de Caracas y otras 211 alcaldías.

A las derechas europeas, que han hecho de Venezuela el equivalente de la Unión Soviética durante la guerra fría –con la diferencia de que la URSS tenía capacidad de influir en el tablero mundial, mientras que Venezuela no deja de ser un país pequeño- les ha molestado enormemente que estas elecciones hayan tenido lugar. ¿Cómo van a defender ahora, con la participación electoral de la oposición,  que Venezuela es una dictadura, cómo van a justificar al títere de Guaidó, cómo van a justificar el bloqueo y las sanciones? Se acabó. En Venezuela empieza una nueva etapa.

Desde el comienzo quisieron poner palos en las ruedas. Empezaron criticando que la Unión Europea mandara una Misión de Observación Electoral, lo que era, desde el primer momento, una manera de legitimar las elecciones. Han criticado a las oposiciones por presentarse, aunque solo ha aumentado la sensación de que Guaidó es un cadáver político –de hecho, la llamada Mesa de la Unidad Democrática, la MUD, ha empeorado su resultado electoral- y han querido presentar el informe de la UE como negativo, cuando ha sido todo lo contrario.

El Documento de la Unión Europea iba encabezado con un enunciado claro: "Un retorno a la mesa electoral de la mayoría de las fuerzas políticas con mejoras en las condiciones electorales". Es decir, se avalaban las elecciones. Como han hecho el 100% de los expertos latinoamericanos. Que deje Europa de querer dar lecciones.

El Documento de la Unión Europea iba encabezado con un enunciado claro: "Un retorno a la mesa electoral de la mayoría de las fuerzas políticas con mejoras en las condiciones electorales". Es decir, se avalaban las elecciones. Como han hecho el 100% de los expertos.  Quizá  por eso mismo -el regusto colonial europeo- acompañaba un elemento crítico: "Aunque con persistentes deficiencias estructurales". Las 16 páginas del informe estaban salpicadas de afirmaciones que avalaban el resultado final, en la misma línea contundente sostenida por los expertos electorales de América Latina -muchos de ellos expresidentes de Tribunales Electorales- que han avalado las elecciones de manera unánime. Según el informe europeo:

"Las elecciones regionales y municipales del 21 de noviembre fueron una primera y crucial prueba para el regreso de la mayoría de los partidos de la oposición a las elecciones en Venezuela. El proceso electoral mostró la persistencia de deficiencias estructurales, aunque mejoraron las condiciones electorales en comparación con las tres elecciones nacionales anteriores (...) Una administración electoral más equilibrada, con representación de los partidos de la oposición y de la sociedad civil en la supervisión de las elecciones, la realización de numerosas auditorías en las distintas fases del proceso electoral, y una actualización más amplia del registro electoral mostraron una mejora de las condiciones. Además, los partidos de la oposición pudieron presentarse con la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), anteriormente suspendida (...) El marco jurídico electoral venezolano cumple con la mayoría de estándares electorales internacionales básicos (...) El actual Consejo Nacional Electoral (CNE) se considera el más equilibrado de los últimos 20 años y la mayoría de sus decisiones se han tomado por consenso".

No han faltado, obviamente, críticas en el informe europeo que, más allá de su veracidad, eran el requisito necesario para que los sectores conservadores de la UE firmaran el documento. Que es donde se han querido agarrar las derechas y sus medios para presentar de manera torticera el informe. Mienten, pero hace tiempo que eso les da lo mismo.

Como concluyó la jefa de la Misión, Isabel Santos, "el informe no puede ser objeto de instrumentalización política. Se trata de una aproximación técnica al proceso electoral y el momento electoral vivido, una herramienta útil para mejorar procesos en el país. Combatiremos cualquier intento interesado de interpretar esta declaración a favor de intereses partidistas con los que no tenemos nada que ver".

El odio de hoy a Venezuela es similar al odio en su día a Robespierre, a Lenin, a Azaña y a Negrín, a Ho Chi Min, a Fidel Castro. Es el odio a los que metieron miedo a las élites, a los que les sacaron de los palacios de gobierno, a los que les impidieron que siguieran sintiendo que sus países eran su propiedad particular

El resumen del Alto Comisionado de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, más allá de los equilibrios de su cargo y de las herencias de decisiones equivocadas del pasado, ha reconocido que:

"Estas elecciones fueron organizadas bajo mejores condiciones en comparación con procesos anteriores, incluido un Consejo Nacional Electoral ampliamente considerado como el más equilibrado de los últimos 20 años en Venezuela".

Por esas herencias y equilibrios -y por el miedo a una derecha que necesita a Venezuela para que no se hable de las cosas importantes- ha querido lanzar también su regaño, añadiendo que:

"No obstante, la Misión observó deficiencias estructurales, como inhabilitaciones políticas arbitrarias de candidatos, acceso inequitativo a los medios de comunicación y un uso extensivo de los recursos del Estado durante la campaña política".

Algo que llama la atención cuando en España se acaba de  inhabilitar de manera obviamente injusta al Diputado Alberto Rodríguez -después de hacerlo de manera similar con Isa Serra-, el PP se lleva presentando a las elecciones desde al menos 1999 con dinero obtenido de la corrupción, y el duopolio mediático en España, al igual que RTVE, trabajan evidentemente para la derecha y, en menor medida, para el PSOE, dejando a fuerzas como Unidas Podemos muy lejos de lo que le correspondería.

Todo lo que se dice y publica sobre Venezuela por parte de la derecha y sus medios casi siempre es mentira, aunque hasta un reloj parado da dos veces al día bien la hora. ¿O no es acaso cierto que pese al bloqueo y el embargo, las compañías norteamericanas relevantes, como Halliburton, que son las que deciden qué pasa o no pasa en Washington, han seguido trabajando en Venezuela? ¿Alguien las ha sancionado? Porque una cosa es lo que se hace y otra lo que se dice, siempre determinado por intereses económicos y electorales. Venezuela ha sido y sigue siendo el demonio con el que las derechas asustan para que las víctimas sigan votando a los verdugos.

Que España no esté en el proceso de diálogo de México entre el Gobierno de Nicolás Maduro y las oposiciones es una señal de su pérdida de influencia. La derecha que quiso prender fuego a Venezuela ya no tiene argumentos para seguir justificando su beligerancia.

En conclusión, con el regreso de la oposición a las elecciones termina un tiempo turbulento en el que el golpismo de un sector de la derecha venezolana ha llevado a su país a la peor crisis de su historia. Las críticas a las elecciones en Venezuela son las propias de casi cualquier proceso electoral. El 100% de la veeduría internacional, donde están los organismos electorales más respetados de América Latina, han zanjado que las elecciones han sido limpias. Que deje Europa de querer dar lecciones. Los medios de comunicación han vuelto a mentir. ¿Fraude? ¿Violencia? ¿Desequilibrios? Por cierto, violencia real en Colombia, donde el mismo día de las elecciones siempre se asesina a candidatos, o en EEUU, donde el día de la proclamación del nuevo presidente, se asaltó el Capitolio y murieron cinco personas. ¿Nos imaginamos qué dirían los medios y la derecha si el día de la elección de Maduro se asaltara el Congreso y murieran cinco personas? Pero Estados Unidos sigue queriendo dar lecciones de democracia a los pueblos del mundo. Pero ya nadie quiere esa sopa recalentada.

Si la Unión Europea ha reconocido la legitimidad de las elecciones, no tiene sentido que sigan reconociendo a Guaidó como presidente interino. Y España, que ya ha hecho bastante el ridículo, convendría que recuperara la influencia en la región empezando a tener criterio propio y desligándose de los Estados Unidos -a los que les pesa el voto en Florida para mantener las sanciones-, ayudando a la paz y al diálogo y no como hasta ahora poniéndose del lado de la confrontación y la violencia. Aunque solo sea para que defiendan los intereses económicos españoles en la región. Que España no esté en el proceso de diálogo en México entre el Gobierno de Nicolás Maduro y las oposiciones es una señal de su pérdida de influencia. La derecha que quiso prender fuego a Venezuela ya no tiene argumentos para seguir justificando su beligerancia. Y si sigue haciéndolo, que sea por su inclinación hacia la extrema derecha y no por ningún acuerdo con el PSOE. Tiempo de paz, tiempo de diálogo.

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El desencuentro eterno de las izquierdas https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/11/21/el-desencuentro-eterno-de-las-izquierdas/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/11/21/el-desencuentro-eterno-de-las-izquierdas/#respond Sun, 21 Nov 2021 09:04:56 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9342
Pedro Sánchez y María Jesús Montero abandonan el hemiciclo tras rechazarse las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos. - Mariscal / EFE
Pedro Sánchez y María Jesús Montero abandonan el hemiciclo tras rechazarse las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos. - Mariscal / EFE

Una de las verdades de este momento político en el mundo occidental tiene que ver con la eterna capacidad de la izquierda de encontrar razones -a menudo muy sólidas- para ir separada a las elecciones e, incluso, para formar gobierno, lo que contrasta con la tradicional capacidad de la derecha de unirse. La derecha no tiene problema en incorporar incluso a la extrema derecha, aunque históricamente cuando ha llegado al poder  -gracias a los conservadores-  no ha tenido empacho alguno en ejecutar a los que le molestaban (es conocido cómo Hitler fusiló a von Schleicher y señora y a gente de confianza de von Papen y de Hindemburg).

La discusión que ha habido, está habiendo y habrá en España entre el PSOE y Unidas Podemos responde a patrones profundos, similares a los que llevaron a la ruptura de los partidos socialdemócratas en el entorno de la primera guerra mundial. Con muchas salvedades –ha pasado un siglo-, donde no es la menor que algunos han aprendido y otros han perseverado. Vamos, que unos volverían a aprobar los presupuestos de guerra y otros ya nunca intercambiarían justicia por libertad.

Esa discusión hoy se disputa en torno a la derogación de la reforma laboral más lesiva de la historia de España, la defensa de las pensiones, la ley de memoria (que es necesariamente una ley contra la monarquía y sus devaneos con el fascismo), el freno del precio los alquileres, el impuesto mínimo para las grandes empresas o la derogación de esa manera que asumió el bipartidismo para frenar las protestas por el empeoramiento de las condiciones de vida –la ley mordaza-. Todos asuntos que, aunque son hispánicos, tienen que ver con problemas que afectan al conjunto de las políticas europeas y vienen de cuando la socialdemocracia europea tiró la toalla de los valores socialistas y se entregó a los principios neoliberales.

La quiebra del llamado "capitalismo organizado" en 1973 vino marcada por una inflación desatada, el crecimiento del desempleo, la obesidad mórbida de los sindicatos y el rearme ideológico de la derecha. Todos estos asuntos dejaron como a conejo cegado en autopista a la izquierda europea. Se abría  paso una etapa donde las fuerzas progresistas empezaron a ponerse a la defensiva. Que es una manera de empezar a encajar goles.

Eran los tiempos de Felipe González privatizando empresas públicas y enfrentando huelgas generales. Eran los tiempos también de la tercera vía de Tony Blair y del Neue Mitte de Gerhard Schröder. Blair terminó enriquecido –junto a Aznar- al calor del magnate de los medios, Rupert Murdoch, que fue el que propagó que en Irak había armas de destrucción masiva. Dos de los europeos de la foto de los Azores, que funcionó como detonante de la invasión, entraron en nómina del que inventó la mentira, mientras el tercero, Durao Barroso, recibió el premio de dirigir la Comisión Europea. Roma paga bien a los traidores. Schröder terminó, igualmente enriquecido, pero trabajando para Rosneft, el oleoducto ruso que tenía que ser el principal suministrador de gas a Europa.

Los términos del manifiesto que firmaron Blair y Schröder en 1999, que aquí fue secundado por José María Aznar y Felipe González, son los mismos que hoy comparte el PP y que hemos escuchado a algunos sectores del PSOE muy influenciados por la retórica de ajuste europea.

Aunque aparentemente se trataba de sacar pecho del éxito electoral de los partidos socialdemócratas, gran parte de ese discurso de la tercera vía podría haber venido fácilmente de los partidos de la denominada derecha: "Las empresas deben tener margen de maniobra para beneficiarse de la mejora de las condiciones económicas y aprovechar las nuevas oportunidades: no deben estar amordazadas por las normas y los reglamentos"; "las reducciones del impuesto de sociedades aumentan la rentabilidad y refuerzan los incentivos para invertir. Ayuda a crear un círculo virtuoso de crecimiento"; "hay que simplificar la fiscalidad de las empresas y reducir los tipos del impuesto de sociedades"; "la conciencia social no puede medirse por el nivel de gasto público. La verdadera prueba para la sociedad es la eficacia con la que se utiliza este gasto"; "la responsabilidad del individuo para con su familia, su vecindario y la sociedad no puede descargarse en el Estado"; "en el sector público debe reducirse la burocracia a todos los niveles, deben formularse objetivos de rendimiento y controlarse rigurosamente la calidad de los servicios públicos".

Los partidos políticos dejaron en el último tercio del siglo XX de escuchar a la ciudadanía. Y se hizo más cierto que nunca que un diputado de la izquierda estaba más cerca de un diputado de la derecha que de sus propias bases. Al compartir las políticas económicas, la derecha liberal y la izquierda socialdemócrata solventaron una parte de sus problemas al evitarse discutir sobre esos temas en las campañas electorales (igual que no discutía sobre Europa o, en el caso de España, sobre la monarquía). Terminaron pareciéndose demasiado entre ellos. Y eso explica por qué en casi toda Europa la socialdemocracia ha desaparecido.

España fue una excepción porque la peculiar trayectoria de Sánchez le permitió podemizarse y frenar la sangría que arrastró a la Internacional Socialista en todo el mundo. Pero Pedro Sánchez acaba de regresar al PSOE que acabó con el PSOE.  Es decir, ha llevado a Moncloa al PSOE que le cortó la cabeza y prefería una gran coalición con el PP que gobernar con Unidas Podemos. Lo que esto signifique no está claro, pero no hay que descartar que la inercia de la socialdemocracia nos lleve otra vez a la casilla de salida de 2014.

La candidatura de Yolanda Díaz, todavía fermentando, tiene al PSOE entre la espada y la pared: si la izquierda del PSOE obtiene un resultado creciente, la amenaza del sorpasso vuelve; pero si ese espacio se hunde, el PSOE, en concreto Sánchez, regresará a donde siempre le quiso colocar una parte importante de su partido. Tiempo de diálogo. De hacer diagnósticos correctos. De entender que la izquierda pierde cuando hace la política de la derecha. De entender que el sistema va a intentar casi todo antes de entregar el fuerte. Tiempo de coraje, generosidad y menos soberbia. Por si fuera verdad que todos hemos aprendido de la experiencia del último siglo.

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Una esperanzadora reunión en Valencia https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/11/13/una-esperanzadora-reunion-en-valencia/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/11/13/una-esperanzadora-reunion-en-valencia/#respond Sat, 13 Nov 2021 19:20:01 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9319 Continuar leyendo "Una esperanzadora reunión en Valencia"]]>
Una esperanzadora reunión en Valencia
Yolanda Díaz (izq), Mónica Oltra (c), Ada Colau (dcha), Mónica García (2º dcha), y Fátima Hamed (izq) durante el acto en Valencia. EFE/Ana Escobar

El encuentro de cinco lideresas políticas en Valencia ha levantado evidentes expectativas. Porque no era fácil que se reunieran. (El Frente Judaico de Liberación siempre enfrentado al Frente de Liberación Judaica). Y porque el cansancio por las divisiones en la izquierda necesita el descanso que otorga un poco de reencuentro. El acto de Valencia ha sido el preludio de un deseable reencuentro. Y quita a toda la gente de bien un peso de encima.

Por Unidas Podemos estaba sobre el escenario Yolanda Díaz, continuando, a su manera, la tarea que le sugirió Pablo Iglesias y que la actual dirección de Unidas Podemos ratificó sin fisuras: Yolanda Díaz es la candidata de Unidas Podemos a la Presidencia del Gobierno y le corresponde a ella articular cómo responder a ese reto. Queda aún mucho tiempo para concretar esa voluntad de sumar y es momento de celebrar las ganas de juntarnos. Es verdad que luego será más complicado, pero sabemos que la felicidad está en la víspera y hay que ser muy idiota para no celebrar los buenos planes.

La anfitriona ha sido la valenciana Mónica Oltra, de Compromís,que ha sufrido recientemente en carnes propias los ataques de la caverna mediática y sabe cómo se las juega el sistema. No perdonan el éxito de la izquierda y dirigen todas sus baterías contra los que ven como un peligro. El ejemplo de Gobierno valenciano lo es.

Que te ataquen es un dolor y un honor. Razón de más para arropar a Oltra. Podemos sabe bien lo que significa que te disparen sin compasión para intentar arruinarte la vida. Como anfitriona, hizo sus invitaciones y desechó otras. Pese a que Unidas Podemos haya estado presente con Díaz y con Colau, claro que puede ser llamativa, especialmente para los militantes y votantes morados, la ausencia de Ione Belarra, la secretaria general de Podemos, al igual que la ausencia femenina de alguien de Izquierda Unida en un encuentro que quiere ser un tsunami feminista. Pero quien invita marca las reglas y, seguramente, Oltra ha hecho lo correcto para garantizar que otras fuerzas, que otras veces no se han caracterizado por la generosidad, estuvieran en el encuentro. Es de agradecer y de celebrar que un diálogo que parecía roto haya sido posible.

Mónica García, de Más Madrid, ha desoído los intentos masculinos de Errejón, quien no se ha cansado de dictar cómo no debe ser la política de acuerdos. Fomentar la división, preferir  ser cabecita de ratón antes que cola de león, no parece el camino adecuado.

Mónica García, de Más Madrid, ha desoído los intentos masculinos de Errejón, quien no se ha cansado de dictar cómo no debe ser la política de acuerdos. Fomentar la división, preferir ser cabecita de ratón antes que cola de león, no parece el camino adecuado. Pero seguro que Ferreras y La Sexta tienen otra opinión. De la misma manera que García lo ha hecho Oltra respecto de las advertencias de Mes Compromís y Joan Baldoví, otro señor, de no querer saber nada de un Frente Amplio liderado por Yolanda Díaz. Si alguien entiende que el encuentro de Valencia ha tenido algunos peajes, los que hacen política desde la generosidad han hecho bien en pagarlo porque la unidad es un valor superior cuando se trata de continuar la tarea comenzada el 15M.

Es hermoso que haya estado Ada Colau, alcaldesa de En común podem -es decir, también en alianza con Podemos y representando a quienes sienten esas siglas-. Por su coraje, por su buena gestión y por su resistencia a los ataques brutales de quienes pensaban que la alcaldía de Barcelona era un coto privado de la derecha. Y que también esté Fátima Hamed Hussein, una mujer española con velo que recuerda que ser español no es responder al modelo que tenía en la cabeza Torrente, Abascal o el Caudillo, es otro mensaje hacia dónde tiene que caminar el Frente Amplio.

Ante tanta inquina de los coletazos más podridos del régimen del 78, Podemos solo puede estar contenta por algo: mientras atacan a los actuales líderes de Podemos, no están atacando a los siguientes.

Después del 15M, Podemos y luego Unidas Podemos rompieron el bipartidismo, entraron en el Parlamento Europeo, conquistaron municipios y parlamentos regionales, entraron en el Congreso y el Senado, llegaron a la Moncloa y han empezado a ocupar espacios institucionales que estaban reservados al PSOE, al PP y a sus socios catalanes o vascos (CiU y PNV). Nadie como la dirigencia de Podemos ha sufrido los ataques del sistema, con decenas de querellas, condenas diarias en los medios, ataques, descalificaciones, amenazas, espionaje y construcción de pruebas por parte de la policía política, acosos en los domicilios e, incluso, pérdida de un escaño en un juicio sin pruebas. Los ataques a Podemos claro que golpean a sus líderes y no siempre es fácil aguantar la persecución. Ante tanta inquina de los coletazos más podridos del régimen del 78, Podemos solo puede estar contenta por algo: mientras atacan a los actuales líderes de Podemos, no están atacando a los siguientes.

Las quejas por la ausencia de líderes de Podemos y de Izquierda Unida en el acto de Valencia se tapan rápidamente por los beneficios del encuentro. ¿O hubiera sido mejor que hubiera estado alguien de Podemos y hubieran declinado la invitación Mónica Oltra y Mónica García? No. Podemos ya ha hecho su apuesta y se llama Yolanda Díaz como cabeza de lista de Unidas Podemos. Es momento de emocionar, esperanzar y sumar.

Podemos ya ha hecho su apuesta y se llama Yolanda Díaz como cabeza de lista de Unidas Podemos. Es momento de emocionar, esperanzar y sumar.

Es verdad que ya no estamos dentro de la ventana de oportunidad de 2011 y la estrategia ahora debe ser otra. El sistema ha aprendido, creando primero un Podemos de derechas y luego un Podemos de extrema derecha, al tiempo que ponía firmes a los medios de comunicación contra Unidas Podemos, especialmente desde que entraron en el Gobierno de España. Aunque hubieran buscado otros pretextos, el proceso independentista catalán ha reforzado el discurso de las derechas -pensemos que siguen intentando resucitar a ETA pese a que hace diez años que renunciaron a la lucha armada-  y ya estamos viendo protestas de los sectores conservadores que nunca protestan bajo los Gobiernos de la derecha.

Todo vale contra un gobierno de izquierdas que haga políticas de izquierda. La mitad de los seis millones de votos que obtuvieron Podemos e Izquierda Unida hoy están fragmentados, algunos desilusionados y otros entendiendo lo que ha pasado. Nadie ha sido golpeado desde que recuperamos la democracia como los liderazgos de Podemos. ¿Alguien duda de que pasará lo mismo con quien amenace al sistema? Los esfuerzos por dinamitar a Podemos, regalando espacios de comunicación en todos los medios a los disidentes -especialmente dañino en el caso de El País, la Ser y La Sexta, los medios que ven los votantes de Podemos-, han golpeado los resultados electorales de los morados, de manera que coincide el momento de mayor éxito institucional -se está en la Moncloa y en los gobiernos de cinco Comunidades Autónomas- con el momento de mayor debilidad institucional.

La esperanzadora reunión en Valencia es uno más de los muchos actos de encuentro que deben darse. Queda mucho por sumar y en esa suma hay que contar con los que no están y, obviamente, con los que están ya en la pelea desde hace tiempo. Las ausencias en Valencia no son ausencias del proyecto. Eso querrían Vox, el PP y los sectores neoliberales del PSOE. Nadie entendería, salvo los que priman las miradas mezquinas, que en la voluntad de construir un Frente Amplio, los más de tres millones de votos de Unidas Podemos en el Parlamento y en el Gobierno no tuvieran voz. Pero hay aún mucho tiempo para que lo que ahora es voluntad de transformación encarne en un proyecto de cambio.

Nadie entendería, salvo los que priman las miradas mezquinas, que en la voluntad de construir un Frente Amplio, los más de tres millones de votos de Unidas Podemos en el Parlamento y en el Gobierno no tuvieran voz.

Siempre hago una recomendación a los que tienen dudas, que también sería absurdo no reconocer que existen: ¿qué aconsejarías a Yolanda Díaz si fueras su asesor? Pues hablar con tanta gente como sea posible. Insisto: aún es muy pronto para concretar los contornos del Frente Amplio y tenemos experiencias de cómo no deben hacerse las cosas. Aprendemos a los golpes, pero aprendemos. El escenario francés, con dos partidos trotskistas, un partido verde, un partido socialista y la France Insoumisse de Mélenchon, además de la ultraderecha de Marianne Le Pen y la derecha de Macron nos debe servir de espejo para no repetir errores. Igual que no sirve la experiencia del sacrificio del ayuntamiento de Madrid cuando una torpe ambición -error reconocido por Manuela Carmena pero no por su contraparte en la fritura de las empanadillas- pensó que una figura enaltecida valía más que la emoción de toda una ciudad comprometida desde abajo.

Nada es fácil para la izquierda en esta fase final del neoliberalismo. Frente al "sálvese quien pueda" de la derecha, nos toca la empatía y la firmeza. Claro que hace falta generosidad por todos lados. A la ciudadanía le debe quedar claro quién no va al encuentro de todo el ámbito transformador, quién va con egoísmo o arrogancia y quién va con generosidad y buena disposición.

Como dice la feminista Maria Eugenia Rodríguez Palop, la reunión valenciana es muy importante como símbolo. Porque ha estado protagonizado por mujeres, porque son mujeres de izquierda y progresistas, porque han primado la unidad por encima de intereses más pequeños y porque expresa el pistoletazo de salida de un proceso de diálogo.

De momento, después del encuentro de Valencia estamos un poco mejor que antes de esa reunión. Y quien no se alegra de que las cosas mejoren, debiera dedicarse a curar su amargura en vez de querer gestionar amargamente los asuntos de los demás. Algunos, estamos razonablemente contentos.

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¿Y cuando el árbitro está comprado?
Ruiz Escudero y Ayuso. EFE

"No me gusta ese hombre. Tengo que llegar a conocerlo mejor", dijo Abraham Lincoln. Esa bonhomía es encomiable, aunque no impidió que su país se desangrara en un guerra civil. La actitud es la que recomendarían los padres y madres a sus hijos aunque no descarto que tenga que ver con que finalmente le dispararan de muerte en el teatro Ford un 14 de abril de 1865. ¿Hay que desconfiar de los sicarios?¿Hay que decir que el árbitro está comprado?¿Te equivocas cuando sospechas de los policías y las leyes o estás tirando piedras sobre tu propio tejado?

La pregunta sigue siendo bastante parecida a la que se hizo Platón hace veinticinco siglos con el mito de la caverna: ¿qué haces con los tramposos? Algo que vale para Sócrates, los sofistas, el mismo Platón, los pederastas con sotana, Amancio Ortega y Florentino Pérez, Santiago Abascal y sus chiriguitos, Felipe González y sus atajos, los tertulianos, los que presentan programas y telediarios en televisión a sabiendas que mienten, Pedro Jota y Eduardo Inda con sus inmoralidades rotundas, Steve Bannon, Carlos Lesmes o Enrique Arnaldo, los ricos con dinero de dudosa procedencia que compran periódicos para ejercer tareas de mercenarios, José Luis Martínez-Almeida o Isabel Díaz Ayuso. No todos son iguales, faltaría más. Pero ninguno va a recibir un premio honesto sobre honestidad. Les puedan dar, eso sí, el Planeta, como a Fernando Savater, el filósofo de la ética.

Toda la teoría política con tintes democráticos descansa en un principio: las reglas son iguales para todos. Ese "todos", es verdad, casi siempre ha tenido trampa, porque el liberalismo siempre ha sido experto en dejar fuera del grupo a los que financiaban el bienestar de los que estaban dentro del grupo.

Qué haces con los que utilizan precisamente los contrapesos institucionales para acrecentar sus ventajas. Qué haces cuando el policía, el juez, los medios de comunicación están del lado de los que sólo juegan con las cartas marcadas.

Uno de los principales problemas teóricos de la democracia liberal es qué haces con los tramposos, con los rentistas, con los gorrones, con los mentirosos. No solo con los que pagan a policías para complementarles el sueldo, los que cobran en negro y son así más competitivos, los que se benefician de las huelgas que hacen los compañeros, con los que se cuelan en los transportes públicos o para vacunarse, con los que colocan piezas en un Gobierno o en un Ministerio. Lo relevante es qué haces con los que utilizan precisamente los contrapesos institucionales para acrecentar sus ventajas. Qué haces cuando el policía, el juez, los medios de comunicación están del lado de los que sólo juegan con las cartas marcadas.

Durante el siglo XX, la salida fue alguna forma de lucha armada que debía resolverse en una revolución que trajera la democracia. En cada una de esas ocasiones, el poder en cada país, apoyados por  alianzas internacionales hicieron todo lo que estuvo en su mano para que los procesos revolucionarios fracasaran. A menudo, acorralándoles, para que se enrocaran y terminaran equivocándose. Casi siempre, generándoles divisiones internas. Inicialmente,llevándoles a guerras.

El liberalismo construyó su teoría sobre la base de sujetos parecidos que tenían intereses similares y compatibles. Propietarios blancos mayores creyentes. En el Parlamento del siglo XIX no había pobres ni negros ni indígenas ni mujeres ni jóvenes ni homosexuales ni apóstas. El liberalismo es una teoría normativa, que se inventa la realidad, no la describe. El Estado, como dijo Marx, tenía la misión de solventar las peleas que podía perjudicar los intereses conjuntos de la burguesía. Y entonces ¿qué hacen peleándose Almeida y Díaz Ayuso?

La negativa, que es en su relato la libertad auténtica, es la libertad de que nadie te ponga límites siempre y cuando de manera evidente no hagas daño a los demás. Es la aristocracia de los vencedores: como a mí no me va mal, déjame en paz.

La pelea en la derecha española nos deja lecciones claras de lo que significa en verdad la política conservadora. Hay muchos intelectuales que defienden el marco del liberalismo para justificar las discusiones entre la derecha y la izquierda. Con una brocha gorda dicen que la derecha defiende la libertad, el control del poder en nombre de la autonomía individual y el miedo legítimo a unas masas que actúan como borregos. En su lectura teórica, el socialismo es el enemigo de la libertad, porque quiere regular la economía, quiere meter lo público en la sanidad, la energía, la industria, la educación, la información, el entretenimiento o la banca, y que eso limita la libertad de los ciudadanos.

En nombre de la teoría, los filósofos políticos liberales defienden la libertad de expresión o de organización incluso del fascismo y ponen a todos los partidos en el mismo nivel, defendiendo que, como postulan en la teoría la igualdad de oportunidad, las diferencias no son sino el resultado de decisiones individuales libres y responsables. Que cada palo aguante su vela.

El liberalismo, en la teoría, ha diferenciado entre la libertad negativa y la positiva. La negativa, que es en su relato la libertad auténtica, es la libertad de que nadie te ponga límites siempre y cuando de manera evidente no hagas daño a los demás. Es la aristocracia de los vencedores: como a mí no me va mal, déjame en paz. El liberalismo solo ha visto en la historia lo que ha querido. Como hemos dicho, nunca vio a los esclavos negros, nunca vio a los indígenas que sufrieron la conquista, nunca vio a los pobres desposeídos de los bienes comunales, y puestos a no ver, hasta el siglo XX no vio a las mujeres, que desde las reformas de Clístenes en lo que llamamos la democracia Grecia y pese a que hablamos de democracia, y más tarde de proletariado, de sufragio universal o de ciudadanía, se han tirado otros veinticinco siglos sin que los liberales, y a menudo también una parte de la izquierda, haciéndole el juego a los liberales, les dejaran siquiera votar.

Nos la pasamos discutiendo con la teoría liberal, cuando lo que hay que hacer es discutir con la práctica. En España, la ley Mordaza la hizo la derecha;  quienes no dejan espacio en los medios de comunicación a la izquierda, quienes quieren desregular el derecho laboral para que durante diez o doce horas al día seamos propiedad de un patrón, es la derecha.

La libertad positiva, que es, para ellos, socialismo puro, implica que el Estado –o quien se encargue de las cosas colectivas- para hacer real la libertad necesita redistribuir la renta y poner límites a los dragones. Por ejemplo, obligando a pagar impuestos, no dejando que conduzcas borracho, que vayas a 100 delante de un colegio, que fumes en un cine o en un restaurante, que le pegues un tiro a alguien solo porque tienes una pistola ni que nadie, por mucho poder que tenga, pueda violar a nadie y mucho menos a un niño o a una niña.

Nos la pasamos discutiendo con la teoría liberal, cuando lo que hay que hacer es discutir con la práctica. La lucha contra la Unión Soviética, igual que la lucha contra la Revolución francesa o cualquier proceso popular se ha presentado como una lucha contra la libertad. La libertad que reclama la aristocracia de los vencedores. Sin embargo, en España, la ley Mordaza la hizo la derecha; quienes han querido limitar el derecho de huelga ha sido la derecha; quienes no dejan espacio en los medios de comunicación a la izquierda, es la derecha; quienes nos han espiado en las redes para controlarnos ha sido la derecha y quienes quieren desregular el derecho laboral para que durante diez o doce horas al día seamos propiedad de un patrón, es la derecha. Es la derecha la que ha asesinado a una mujer en Polonia al no permitirle abortar hasta que el feto muriera en su vientre. Una septicemia se la llevó al cielo, supongo que, pensarán, por la voluntad de Dios.

En Madrid, se están peleando dos candidatos a ocupar la Secretaría General del Partido Popular. José Luis Martínez-Almeida, alcalde madrileño, e Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. Es muy aleccionador, porque no discuten por ideología y ni siquiera por táctica. Discuten por poder. Porque la derecha hace política para tener poder y recompensar a los suyos. Porque es ahí y solo ahí donde se desencuentran. No andan con tonterías ideológicas como la izquierda. Si Abascal hubiera seguido teniendo un cargo en el Partido Popular, nunca hubiera puesto en marcha Vox. Que es otro chiringuito para ganar dinero. Eso sí, en nombre de la libertad.

En Madrid pueden tardarte tres meses para darte cita para un análisis de sangre y seis meses para darte los resultados. Nueve meses. A gente con enfermedades ya diagnosticadas, con sus volantes, sus informes médicos, les dan fecha de seis meses para atenderles. En la Comunidad Autónoma donde Díaz Ayuso ganó las elecciones en nombre de la libertad. El neoliberalismo empezó en los países del sur. Pero llegó a Europa y a Estados Unidos. De ahí nace la extrema derecha.

El primer paso del fascismo siempre ha sido no considerar a los demás personas iguales que tú, tu familia o tu grupo. Y eso es lo que están haciendo en nombre del liberalismo. Y de la libertad.

Todo lo que ensayas fuera, siempre terminas aplicándolo dentro. Vale para cuando haces campos de concentración en Marruecos o Cuba, cuando conculcas los derechos humanos con extranjeros o cuando mientes frente a otros países y otras ciudadanías. Terminas trayendo esas malas prácticas a tu país. Ha dicho Ayuso que la candidatura de Almeida le quita su libertad y Almeida ha dicho que la de Ayuso le quita la suya. Es en esas cosas en las que están de acuerdo.

La libertad de quienes se morirán antes de ver un médico en Madrid no les resulta relevante. Porque dice la teoría liberal y la práctica, que si no pueden pagarse un médico privado, por algo será. El primer paso del fascismo siempre ha sido no considerar a los demás personas iguales que tú, tu familia o tu grupo. Y eso es lo que están haciendo en nombre del liberalismo. Y de la libertad.

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Los que cavan trincheras saben que solo tienen dos lados https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/11/01/los-que-cavan-trincheras-saben-que-solo-tienen-dos-lados/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/11/01/los-que-cavan-trincheras-saben-que-solo-tienen-dos-lados/#respond Mon, 01 Nov 2021 09:35:56 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9283 Continuar leyendo "Los que cavan trincheras saben que solo tienen dos lados"]]> Puede ser que se esté desmoronando el neoliberalismo. Las reuniones del G-20 ya no son un encuentro de arrogantes ni sus gurús cacarean con la misma solvencia. Donde aguanta, lo hace a tiros y represión o, en el mejor de los casos, con mentiras. Como si tuvieran prisa. Ni los científicos con sus proyecciones climáticas, ni las aseguradoras con los escenarios catastróficos, ni los centros de pensamiento independiente analizando cómo salimos de la COVID-19 le auguran un gran porvenir.

Pero si pensamos que se va a marchar sin dar zarpazos los golpes serán más dolorosos. Los fascismos, como cualquier expresión autoritaria -reciba el nombre que reciba según cada país y según el momento histórico-, tienen su momento de gloria en momentos de crisis. El fascismo es un grito de ¡Sálvese quien pueda!, que articula un nosotros identitario y excluyente –la manada que está dispuesta a matar para vivir y se reconoce- y que toma la decisión de justificar -y actuar en consecuencia- ante el hecho de que no cabemos todos en el bote salvavidas. Aunque sea mentira.

En España, la CEPYME, la principal confederación de la pequeña y mediana empresa acaba de reconocer que la globalización tiene una parte no pequeña de fraude. Que beneficia a unos y perjudica a otros. Que beneficia a los grandes y perjudica a los pequeños.

En torno a estas respuestas autoritarias se juntan las élites, siempre pocos; muchos arribistas que ven su oportunidad; también los que tienen miedo de ponerse del lado de los perdedores, dejando que el egoísmo apague su antigua conciencia; y no pocos corderos a los que les fascinan los poderosos, sus mansiones, sus modos de vida, su riqueza, su fuerza y la obscena exhibición de su poder.

Es verdad que en la Balsa de la Medusa ­–esa chalupa donde ni caben todos ni hay agua ni alimento para sobrevivir después de un naufragio-, al igual que en las cámaras de gas –donde los más débiles quedaban abajo-, sale el superviviente que tenemos los homo sapiens. Pero no es verdad que no haya otros comportamientos. En las balsas de la Medusa hay gente que lucha por instalar lo que nos hace específicamente humanos, que es la fraternidad, sostenida sobre el lenguaje y los principios morales que defienden que cualquier ser humano, en cualquier momento y en cualquier lugar, es sujeto de igual dignidad. Hace 350.000 años, cuando empezamos a usar herramientas, empezamos a salvar la vida a miembros de la tribu que no se valían por sí mismos.

El capitalismo, que lleva cuatrocientos años de enorme desarrollo y cien años de crisis ininterrumpidas, polariza la sociedad. No como decía el joven Marx, separándonos en "burgueses y proletarios" –la cosa es un poco más compleja, porque también hay clases medias, que sueñan con ser burgueses y les aterra ser proletarios-, sino separándonos entre gente con empatía y dispuesta a terminar con sociedades de víctimas y victimarios, y los que están dispuestos, por acción u omisión, a que el bienestar de unos se sostenga sobre la miseria y la dominación de otros.

Tiene razón Alba Sidera  cuando dice que el nazismo y el fascismo –o VOX o Bolsonaro o Kast o Duque- "no son opiniones, sino ideologías y prácticas destructivas". Legitimarlas como opciones ideológicas iguales a las demás que no justifican la existencia de víctimas, es "dialogar con quien quiere cargarse los derechos humanos y la democracia".

Han sido los medios de comunicación con oído musical para la extrema derecha quienes han blanqueado a la extrema derecha. Con entrevistas amables, con invitaciones a programas donde solo debieran ir los que cumplen las mínimas reglas de la democracia, con informaciones elogiosas y silencios cómplices. Habría que decir con mayor claridad: el blanqueamiento de la extrema derecha viene de los medios construidos como de máxima audiencia. En España hablamos de todo el duopolio mediático -de Mediaset y Atresmedia-, con mascarones de proa como el Programa de Ana Rosa Quintana-, además de la radio y televisión de los obispos y de los digitales financiados con dinero público mientras gobernaba el PP, y la colaboración vergonzante de RTVE. Es evidentemente una estrategia, para la que no han escatimado en gastos. Mientras, la izquierda moviéndose en el marco teórico -teórico- de las democracias liberales.

Después del golpe de Estado de Pinochet contra Salvador Allende en 1973 se inauguró una década de premios Nobel de Economía otorgados a pensadores neoliberales –sin olvidar, como recuerda Juan Torres, que los Premio Nobel de Economía no los fundó Alfred Nobel, sino el Banco de Suecia en 1968 como una manera de frenar la influencia socialdemócrata en el país-. Estos premios "Nobel", han venido justificando todas las barbaridades económicas que se han aplicado en el último medio siglo y que ahora nos están reventando en la cara.

Cuando la respuesta a las crisis económicas se convierten en crisis políticas por la izquierda o cuando hay algún acontecimiento que permita explicar la situación con las claves de la "patria en peligro"  suena la campana de la extrema derecha y el escenario de conflicto se actualiza.

Es en ese colapso del modelo neoliberal –apertura de fronteras a mercancías y capitales, venta de empresas públicas, aplicar las "ventajas competitivas" que llevan a la desindustrialización, desregulación de las finanzas y el mundo laboral-, donde se producen los miedos y las frustraciones que traen las nuevas formas de fascismo. Claro que Abascal estaba en el PP, los Trumpistas con los Republicanos y el Tea Party, Duque con Uribe, Bolsonaro en los neopentecostales y en los militares golpistas, Kast con los pinochetistas, el Yunque con la reacción ultracatólica... La extrema derecha siempre está agazapada en algún sitio mientras las condiciones materiales les permiten expresarse con mayor rotundidad.

Cuando la respuesta a las crisis económicas se convierten en crisis políticas por la izquierda o cuando hay algún acontecimiento que permita explicar la situación con las claves de la "patria en peligro" –independencia de Catalunya, refugiados sirios, caravana centroamericana-, suena la campana de la extrema derecha y el escenario de conflicto se actualiza. El plan B del capitalismo en crisis se pone en marcha. ¿Nos dejará la crisis tomar las decisiones correctas?

En España, la CEPYME, la principal confederación de la pequeña y mediana empresa acaba de reconocer que la globalización tiene una parte no pequeña de fraude. Que beneficia a unos y perjudica a otros. Que beneficia a los grandes y perjudica a los pequeños. Que las "cadenas globales de valor" se paralizan por el metabolismo del capital –la búsqueda de beneficios- y los países se desabastecen hasta de los componentes básicos para producir. Y también ha asumido –a la fuerza ahorcan- que el cambio climático va a frenar ese suministro global de bienes. Es decir que hay que reindustrializar y que hay que hacerlo teniendo en cuenta que casi nos hemos cargado ya el planeta. (Es verdad que aún les falta reconocer las reclamaciones feministas que, supongo, se lograrán en la calle reclamando. Porque supondrán costes económicos, de manera que "los derechos de las mujeres dejen de entenderse como menores o aplazables o instrumentales, y pasen a verse como la condición de posibilidad de otra concepción del poder que implica una democratización radical de su ejercicio, un cambio sustantivo en la definición de las necesidades humanas y del valor de las bases materiales finitas y de las actividades necesarias, incluidas las afectivas, para sus satisfacción" (Laura Gómez).

El problema de la socialdemocracia es que con demasiada frecuencia colabora con los que si llegara el caso les fusilaria. Porque en tiempos de crisis, el poder cava una trinchera, y en la trinchera solo hay dos lados.

En la misma dirección, el G20 acaba de ponerse de acuerdo sobre la necesidad de un impuesto global mínimo del 15% para las grandes empresas, algo que hace siete años, cuando lo planteaba Podemos, le valió ser acusada de bolivariana y comunista. Quizá, para compensar, el Presidente Pedro Sánchez ha vuelto a rebajar el alcance de la derogación de la reforma laboral del PP de 2012. Seguro que tiene soporte en la ciencia económica, los Nobel y los economistas del Banco de España para sostenerlo.

El problema de la socialdemocracia es que con demasiada frecuencia colabora con los que si llegara el caso les fusilaría. Porque en tiempos de crisis, el poder cava una trinchera, y en la trinchera solo hay dos lados. Al final, las mentiras de la economía y las mentiras de la política conspiran para construir la última salida de las élites para mantener el privilegio. Son sus medios de comunicación –porque son suyos- los que, en vez de presentar el escenario con toda su crudeza, lo maquillan para que los sectores populares más proclives al egoísmo o al miedo, aúllen con la extrema derecha pensando que así no les van a devorar. Porque en el juego del calamar o del hambre o del mérito o de los emprendedores, las élites lo tienen absolutamente claro: el pez grande no solamente se come al chico, sino que se divierte antes de comérselo.

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Jueces contra la democracia: el Supremo, Alberto Rodríguez y el "error" Batet https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/10/24/jueces-contra-la-democracia-el-supremo-alberto-rodriguez-y-el-error-batet/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/10/24/jueces-contra-la-democracia-el-supremo-alberto-rodriguez-y-el-error-batet/#respond Sun, 24 Oct 2021 08:45:54 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9244
El tribunal del juicio del 'procés', con Manuel Marchena en el medio. - EFE/ACN
El tribunal del juicio del 'procés', con Manuel Marchena en medio. - EFE/ACN

La persecución al diputado de Unidas Podemos Alberto Rodríguez tiene toda la lógica del mundo. No caben ingenuidades. Las élites juegan a la democracia sólo si ganan. Es cierto que todas las complejidades internas que tienen las élites pueden permitir operar en las grietas. Pero no es sencillo. Las élites siempre son asustadizas y no descansan. Y tienen muchos mercenarios. Llegado el caso, pueden tolerar que el gobierno exprese una mayoría social progresista pero sólo si las reglas esenciales de su poder no se tocan.

La entrada de Podemos en el Gobierno de España ha quebrado una línea roja para los que ganaron la guerra del 36, para los que se inventaron a Ciudadanos y luego a Vox, para los que metieron en la Constitución el juego electoral bipartidista, para los que disciplinaron el 23F a los socialistas más coherentes, para los defensores de Juan Carlos I, Felipe VI y la infanta Leonor, para los que nos metieron en Europa desmantelando nuestra industria, para los que nos metieron en la guerra de Irak, para los que montaron los GAL y la Triple A y asesinaron a los abogados de Atocha, para los que ahora quieren quedarse con todos los fondos europeos de recuperación. Para los que querían a Alberto Rodríguez fuera del Parlamento, igual que a cualquier persona de Podemos fuera de la política. ¿Que vais a poner en cuestión nuestros privilegios? Pues mirad lo que os va a pasar.

Cuando las fuerzas de la derecha no bastan para garantizar el statu quo, siempre recurren a sectores de la socialdemocracia dispuestos a mantener la obediencia. Siempre ha habido dos almas en el PSOE (...) ¿Ha terminado ganando finalmente González el último Congreso socialista?

En España, como en el resto del planeta, se está librando una batalla entre una nueva lógica democrática y el viejo régimen neoliberal. Desgraciadamente, el PSOE ha sido uno de los bastiones de la reconfiguración del capitalismo global, que leyó de manera conservadora la caída del capitalismo organizado en 1973 y obró en esa línea cuando llegó al poder en 1982. Las empresas públicas en España, las remató el PP pero la herida la había abierto el PSOE.

Cuando las fuerzas de la derecha no bastan para garantizar el statu quo, siempre recurren a sectores de la socialdemocracia dispuestos a mantener la obediencia. Siempre ha habido dos almas en el PSOE y algunos de sus líderes podían haber estado en el PP salvo por el tufo franquista tan hediondo que siempre ha tenido la derecha española. Felipe González siempre apostó por una gran coalición entre el PSOE y el PP. ¿Ha terminado ganando finalmente González el último Congreso socialista?

No fue igual la respuesta en Portugal, con un líder moral como Mario Soares que fue inclinándose a la izquierda con los años, que en España, con Felipe González como guía de los intereses mafiosos de capitales internacionales siendo la referencia de los socialistas españoles.

El nacimiento del movimiento indignado, del que forma parte Podemos, al igual que las primaveras árabes, occupy Wall Street y Bernie Sanders, Syriza o Melenchon, y antes, en el cambio del siglo, las anticumbres del G7, las protestas contra la globalización, la creación del Foro Social Mundial, Chávez, Kirchner, Correa, Morales o Lula Da Silva, son la expresión del agotamiento del ciclo neoliberal.

En cada país, esa lucha toma sus propios contornos y los zarpazos de la bestia herida neoliberal –la que vendió las empresas públicas, desreguló la economía y el trabajo, entregó los países a las finanzas internacionales, depredó el medio ambiente y precarizó la vida- harán más o menos daño en virtud del músculo democrático de cada país.

En ese equilibrio no fue igual la respuesta en Portugal, con un líder moral como Mario Soares, que fue inclinándose a la izquierda con los años, que en España, con Felipe González como guía de los intereses mafiosos de capitales internacionales –incluso blanqueó a Pinochet- siendo la referencia de los socialistas españoles.

Si miramos la evolución de los derechos de ciudadanía civiles, políticos y sociales, de los que hoy estamos orgullosos y están escritos en nuestras constituciones, siempre han tenido detrás revoluciones.  Y siempre que ha habido avances en derechos, siempre ha habido una respuesta reaccionaria. Siempre que se han abierto caminos para las mayorías, siempre las minorías han usado todas las herramientas a su disposición –todas- para frenar su pérdida de privilegios que implicaba la extensión de los derechos.

Por eso crecieron los movimientos reaccionarios tras la revolución francesa, tras las revoluciones del siglo XIX, tras la revolución rusa o el mayo del 68. Ahora, tras casi cincuenta años de consternación en la izquierda, de ensayos y errores, de victorias breves y breves derrotas, un nuevo proceso histórico parece abrirse paso, una izquierda diferente a la del siglo XX, feminista, ecologista, adecuada al capitalismo cognitivo y financiero del siglo XXI, más horizontal, acostumbrada a las redes sociales. Y el antiguo régimen está dando zarpazos.

En esa lucha entre el modelo neoliberal y el viejo orden en España hay que entender que una dirigente del PSOE, Meritxell Batet, malbaratando la autonomía del Parlamento, haya quitado el escaño a un diputado de Unidas Podemos.

El neoliberalismo necesita el combustible de muchas vidas para que Jeff Bezos pueda darse un paseo por el espacio o para que Marcos de Quinto comprase otra televisión. Con tanta desigualdad, los pueblos terminan despertando. En esa lucha entre el modelo neoliberal y el viejo orden en España hay que entender por qué una dirigente del PSOE, Meritxell Batet, malbaratando la autonomía del Parlamento, haya quitado el escaño a un diputado de Unidas Podemos, Alberto Rodríguez, tras un juicio 'fake' y una intromisión del poder judicial afín al PP en el poder legislativo, sede de la soberanía popular. La del pueblo. De la que se ha reído el juez Marchena con el comportamiento ridículo de la presidenta Batet.

Y la amenaza y burla al Parlamento, en la figura de la presidenta Meritxell Batet, al traspasarle el Supremo la responsabilidad después de un mensaje más propio de una película de extorsionadores que del máximo tribunal español.

Todo lo que tiene de 'fake' el juicio y la retirada del escaño del diputado canario Alberto Rodríguez la han resumido ya muchos juristas, jueces y magistrados. Un juicio durante una protesta contra la ley Wert que se pone en marcha mucho tiempo después de los hechos, cuando Rodríguez ya es diputado de Podemos, causando extrañeza que no fuera detenido en su momento ni requerido policial ni judicialmente, un juicio que demostraba con pruebas audiovisuales que Rodríguez no estaba en los disturbios, un policía contradiciéndose en su declaración judicial, un juicio basado en la mera acusación de un policía sin parte de lesiones, una pena principal de 45 días sustitutiva, como lo manda la ley, por una multa, y una pena accesoria de inhabilitación a sufragio pasivo mientras dura la condena, es decir, a no poderse presentar a un cargo público en esos 45 días -pena accesoria que desaparece cuando el pago de la multa finiquita la pena principal-, el señalamiento en la condena de que la inhabilitación es la del artículo 44 –que no lleva implícita la pérdida del cargo- y no la del artículo 42 –que lleva a perder el cargo-, la astucia del juez de no mencionar el artículo concreto de la inhabilitación para evitar la acusación de prevaricación y, finalmente, la amenaza y burla al Parlamento, en la figura de la presidenta Meritxell Batet, al traspasarle la responsabilidad después de un mensaje más propio de una película de extorsionadores que del máximo tribunal español.

Que el juez Marchena está vinculado a la derecha no es nuevo. Ya se ha repetido que se trata del juez con el que el entonces portavoz del PP en el Senado tranquilizaba a los corruptos de su partido tras el reparto con el PSOE del CGPJ: "ha sido una jugada estupenda (...). Y además controlando [con el juez Marchena] la Sala Segunda por detrás". Un juez que ha perdido toda apariencia de neutralidad y que, por tanto, debiera abstenerse de cualquier juicio que afectara a la izquierda.

No es extraño que el caducado y, por tanto, ilegítimo CGPJ haya salido, por supuesto sin unanimidad -porque aún hay jueces decentes-, a disparar contra la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, por su crítica a la decisión. Dice el mil días caducado y no renovado por intereses de la derecha CGPJ que las palabras de Belarra hablando de "prevaricación" generan "una sospecha inaceptable respecto del proceder del más alto tribunal de la Nación". ¿Es que no ha habido jueces prevaricadores? ¿Es que no ha habido jueces arrogantes y borrachos quebrando la ley? ¿Es que no ha habido jueces que han cobrado dinero por soltar a narcos? ¿Es que no ha habido jueces cuyas sentencias eran a sabiendas injustas dictadas para beneficiar a sus amigos? ¿Es que no ha habido jueces que han intentado sobornar a testigos para atacar a otros jueces de otro signo político? ¿Es que no ha habido jueces que han encarcelado a titiriteros y otros que han visto normal el asedio a la casa de ministros de Podemos? ¿Es que no hay jueces que no ven delito en atropellar a guardias civiles y otros que ven delito en una pelea de bar? En estos casos, ¿dónde estaba el CGPJ? El CGPJ caducado e ilegítimo...

¿Por qué la socialista Batet ha seguido las sugerencias de Marchena? ¿Apego a las normas? ¿Cobardía? ¿Una decisión premeditada de golpear a Unidas Podemos? ¿Parte del acuerdo con el PP de renovación de los cargos institucionales pendientes?

Lo que ha hecho Meritxell Batet es inaceptable y hace bien Alberto Rodríguez al querellarse por prevaricación, igual que hace bien Unidas Podemos llevando el caso a Europa. Porque lo que ha hecho genera una enorme inquietud al golpear al derecho constitucional de participación política. ¿Por qué la socialista Batet ha seguido las sugerencias de Marchena? ¿Apego a las normas? (¡Pero cómo si los letrados de las Cortes han dicho lo contrario! ¿O los informes de los letrados solo sirven para exonerar al emérito?). ¿Cobardía? ¿Amistad personal con el juez? ¿Una decisión premeditada de golpear a Unidas Podemos? ¿Parte del acuerdo con el PP de renovación de los cargos institucionales pendientes? Cualquier duda al respecto es legítima, porque la decisión es gravísima. ¿Cómo es posible que el Congreso de los Diputados permita que el Tribunal Supremo exceda sus competencias y le dicte al Parlamento cómo debe interpretar las normas electorales? ¿Pero quién se creen que son?

La decisión del Tribunal Supremo vuelve a golpear a la credibilidad de la Justicia, al igual que tantas sentencias o la reciente elección para el Tribunal Constitucional de jueces en su día imputados y claramente afines al PP (qué tiempos los de Manuel García Pelayo, Francisco Tomás y Valiente o Francisco Rubio Llorente). Estos jueces conservadores y parciales son parte de los que quieren mantener el viejo orden e impedir la superación del modelo neoliberal. Si no vencen en las urnas y la manipulación mediática no basta, es el momento de los jueces. Que en la historia ha precedido al momento de los militares. ¿O alguien cree que es gratuito el acercamiento de Vox a los sectores más reaccionarios de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado? Malos tiempos para la democracia.

Si no vencen en las urnas y la manipulación mediática no basta, es el momento de los jueces.

Dijo la discípula de Aznar en la FAES, portavoz y diputada del PP, Cayetana Álvarez de Toledo que los jueces iban a ser el último freno al Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos. Parece que sabe lo que decía. Ganan batallas. Aunque la reacción no cuenta con que hay gente en España a la que hace tiempo que se le fue el miedo. Y a la espera de que Europa vuelva a recordarles que les siguen oliendo los pies a franquismo.

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Juegos del calamar entre políticos, víctimas y jueces https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/10/17/juegos-del-calamar-entre-politicos-victimas-y-jueces/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/10/17/juegos-del-calamar-entre-politicos-victimas-y-jueces/#respond Sun, 17 Oct 2021 06:50:34 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9229 alt --> No sé qué hacen los niños viendo Los Juegos del calamar. Sería conveniente que alguien les explicara que el Estado de derecho está para que esas cosas no pasen. Que luego confunden la realidad con Netflix, votan a Vox y el daño es irreparable. No pocos de sus padres y abuelos dejaron que se echara … Continuar leyendo "Juegos del calamar entre políticos, víctimas y jueces"]]> Juegos del calamar entre políticos, víctimas y jueces

No sé qué hacen los niños viendo Los Juegos del calamar. Sería conveniente que alguien les explicara que el Estado de derecho está para que esas cosas no pasen. Que luego confunden la realidad con Netflix, votan a Vox y el daño es irreparable. No pocos de sus padres y abuelos dejaron que se echara mucha tinta en la Transición y ahí está Felipe González diciendo que es del régimen del 78, GAL incluido, y a mucha honra. ¿Volverán a invitar a la División Azul a desfilar por la Castellana? De momento, los jueces devuelven a las calles los nombres de asesinos.

Que el poder esté utilizando en el siglo XXI la justicia como último refugio del antiguo régimen se explica porque desde la Revolución Francesa la naciente democracia liberal, que era la forma de poder que legitimaba la obediencia popular, permitió al poder judicial seguir manteniendo sus tintes aristocráticos. Tintes de calamar juguetón que siempre enturbiaban el ambiente y servía para recuperar el orden de las cosas si desde el ejecutivo o el legislativo las exigencias populares se desmadraban. Nada dio mas miedo a la burguesía que los tribunales populares y cuando cayeron los regímenes comunistas, por supuesto que los jueces fueron depurados –el caso de la República Democrática Alemana fue emblemático- mientras que cuando caían las dictaduras de derecha, los magistrados seguían en su sitio, fueran los jueces de Pinochet, de Franco o, incluso, buena parte de los jueces que habían servido al III Reich y al fascismo italiano. Nüremberg siempre tuvo mucho de farsa.

Siempre que los pueblos han avanzado en la democracia, las élites han propuesto salidas supuestamente democráticas para frenar esos avances. Democracia y liberalismo solo se llevan bien en tiempos de bonanza económica. Buena parte de los organismos internacionales están al servicio del statu quo y es más fácil que la derecha polaca se cisque en los tribunales de la Unión Europea a que haga lo mismo la Bolivia del MAS o la Argentina del Frente de Todos con el Fondo Monetario Internacional.

Los jueces de la dictadura en España fueron, la mañana después de la muerte del dictador, los jueces de la democracia. El Tribunal de Orden Público, el temido TOP dedicado a tapar las torturas y asesinatos del franquismo, encarceló a 3.797demócratas que peleaban por acabar con la dictadura o que no eran adeptos al régimen. Paso a llamarse en 1977 Audiencia Nacional. Y al menos diez de los dieciséis titulares del TOP pasaron a ser jueces de la Audiencia Nacional. Por esas cosas se puso un Tribunal Constitucional, de corte político, para frenar las barbaridades que iban a dictar los tribunales posfranquistas. Y por eso figuras de enorme prestigio como Manuel García Pelayo o Francisco Tomás y Valiente presidieron ese tribunal, pues sus fallos judiciales, marcados por su talante democrático, tenían que equilibrar las barbaridades de los jueces que habían ganado la guerra. Y que nunca iban a permitir que se juzgara a los responsables de la dictadura. Jueces franquistas al servicio de una lógica continuista. Calamar.

Por eso no es sorprendente, aunque sí bochornoso, que una jueza argentina, la jueza Servini, decida procesar al supuesto criminal franquista Martín Villa, Ministro de la Gobernación cuando fueron perpetrados asesinatos, por delitos de lesa humanidad, que no prescriben, como lo son las torturas o los homicidios bajo la dictadura. Algo que pretendió amnistiar Juan Carlos I en la ley de Amnistía de 1977 que con no poco bochorno la izquierda aplaudió. Jueces de fuera enmendando la plana a jueces españoles. La democracia española se enturbia.

Que el PSOE y el PP vuelvan a repartirse los órganos constitucionales encargados del control democrático supone una vuelta atrás inquietante. Como si los que manejan los hilos del poder en España hubieran restituido las reglas caducas y corrompidas que el 15M vino a terminar de arrumbar y terminaran riéndose de su prepotencia de ricos caprichosos. Un juego del calamar donde la ciudadanía de a pie espera resignada su mala suerte mientras los poderosos recuerdan que los jueces les pertenecen y que no mandas en un país para que otros te dicten cómo se aplican las reglas.

A la gente de Podemos la está persiguiendo una parte de la judicatura de una manera que contrasta sobremanera con el trato a otros ciudadanos y políticos de otros signos ideológicos. El tiempo y los jueces europeos lo dirán, pero las sospechas de prevaricación se multiplican y la ausencia de atención del Consejo General del Poder Judicial a estos despropósitos está vaciando la legitimidad de la justicia. Esa persecución, que llega a condenar sin pruebas o mantiene a una buena parte de su dirigencia imputada durante años por meros rumores, para luego tener que archivar todos los casos sin restituir el daño mediático, están emborronando la caligrafía de la democracia.

Contra Podemos, los jueces han resucitado por la puerta de atrás -¡ay los jueces y las puertas traseras!- el delito de desacato. Desacato al bipartidismo, a la corrupción, a la monarquía inmoral, a las políticas de ajuste y al enriquecimiento de las élites sobre las espaldas de las mayorías. No sería descartable que el Partido Popular quiera recuperar el delito de desacato, marcado en el código penal franquista de 1973 y anulado en el Código de 1995. Ese delito buscaba, precisamente, garantizar el poder de los jueces por encima, incluso, del sentido común. Aquel ignominioso artículo 240 decía lo siguiente:

Cometen desacato los que, hallándose un Ministro o una Autoridad en el ejercicio de sus funciones o con ocasión de ellas, los calumniaren, injuriaren, insultaren o amenazaren de hecho o de palabra, en su presencia o en escrito que les dirijan. Si la calumnia, la injuria, el insulto o la amenaza fueren graves, se impondrán las penas de prisión menor y multa de 100.000 a 500.000 pesetas, y si no lo fueren, las de arresto mayor y multa de 100.000 a 200.000 pesetas.

El evidente trato de favor al rey Emérito, la inconstitucionalidad en la que está el CGPJ, las exoneraciones de Pablo Casado o Cristina Cifuentes por la también evidente obtención de un máster sin haberlo cursado, las sombras sobre el trato a los presos del proces, la detención de gente de izquierda por sus expresiones en las redes, la impunidad de los que han acosado durante un año la casa de una Ministra y un Vicepresidente, las barrabasadas con los intentos de detención de Puigdemont, el trato de favor a Cristina de Borbón en el caso Noos, al nieto de Franco tras atropellar a dos guardias civiles o a Esperanza Aguirre para hacer otro tanto con policías municipales, el juicio farsa a los implicados en una pelea de bar en Altsasua, las facilidades judiciales a Vox en los tribunales, la falta de exigencia de responsabilidades por las filtraciones judiciales, las condenas a Isa Serra o a Alberto Rodríguez, la exoneración de culpa a Rocío Monasterio pese a reconocerse que falsificó la firma del Colegio de Aparejadores, la detención de personas por documentar abusos policiales, el archivo de las responsabilidades de Dolores de Cospedal y Rajoy por sus tratos con Villarejo, la detención de raperos, titiriteros, tuiteros.... Demasiada tinta de calamar en los tribunales españoles.

Eso no significa que toda la justicia esté igual de podrida. Por fortuna, en España hay una mayoría de jueces honestos. Decir que España está al nivel de, por ejemplo, Ecuador, donde el Gobierno de Lenin Moreno persigue a la oposición correísta como en los mejores tiempos de las dictaduras, sería insultar a la gente que está sufriendo ese maltrato. Pero en términos judiciales, hay muchas salas, controladas por delante o por detrás, según la ya canónica expresión del Diputado del PP Cosidó, o que están descontroladas, esto es, son un espacio ajeno a la democracia tanto por las personas que ocupan ese autoridad o por la incapacidad de que se hagan valer las normas.

En España se avanzó en la democratización del ejército y los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado –Vox y el PP se están encargando de intentar revertir esos avances-, se democratizó la universidad, una parte de los medios de comunicación e incluso de la iglesia y el empresariado. Pero todo lo pendiente clama al cielo. Y disculpen la expresión. Por menos acusaban a rojos, demócratas e incluso cristianos, de desacato.

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Terraplanistas contra el Frente Amplio https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/10/10/terraplanistas-contra-el-frente-amplio/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/10/10/terraplanistas-contra-el-frente-amplio/#respond Sun, 10 Oct 2021 05:20:15 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9205 Continuar leyendo "Terraplanistas contra el Frente Amplio"]]> Cuenta una publicidad que ahora hay más terraplanistas que en el siglo XX. Seguramente es verdad (aunque solo sea porque somos más gente en el planeta) pero en realidad quiere ser una advertencia: ahora hay más gente que se cree gilipolleces.

Eso tiene una cara mala y otra peor. La mala es que todo el mundo tiene ya criterio científico sobre cualquier cosa, sea un virus, un volcán, las relaciones entre una pareja de famosos, la constitucionalidad del Estado de Alarma o el tiempo que hace en Caracas, Venezuela, eje del mal. La peor, es que se criterio científico se obtiene de sitios cuyo compromiso con la verdad es el mismo que el de un mono encargado de la custodia de un manojo de plátanos.

La derecha deep, esto es, la que está detrás de los partidos intentando manejar los hilos de las cosas, ha aprendido y tiene planes A, B, C y D. Y los que hagan falta.

Varios de esos centros de creación de verdad alternativa andan empeñados en poner palos en las ruedas constantemente a la izquierda, inventando, conjeturando y principalmente mintiendo, buscando enfados, pullas, recados, advertencias y purgas, apoyados, en alguna ocasión, por la equívoca alianza de gente en busca de que les hagan casito y terminan colaborando en la invención de conflictos inexistentes para parecer más listos y estar al cabo de cosas ocultas que los demás desconocen. Es la misma voluntad cretina de los voceros de los apocalipsis: pintan todo tan oscuro no para abrir ventanas, sino para contarnos que ellos leen el futuro mejor que los demás.

Es evidente que la derecha deep (la del deep State), esto es, la que está detrás de los partidos conservadores intentando manejar los hilos de las cosas, ha aprendido y tiene planes A, B, C y D. Y los que hagan falta. Basta ver que todo el entramado del ex Presidente José María Aznar en Atlas Network, que es el que ha organizado a toda la reacción en América Latina, está en los papeles de Panamá y no pasa nada (incluido Durán Barba, la consultora que ha hecho la campaña de casi todas las derechas y a la que ni jueces ni medios de comunicación le reclama lo más mínimo, mientras a las consultoras de la izquierda las quieren aniquilar).

Basta ver en España cómo cuando les fracasó el Podemos de derecha que quiso ser Ciudadanos, recurrieron a una fuerza de extrema derecha, VOX, a la que le pasaron espacio en los medios de comunicación, dineros, encuestas favorables y blanqueamiento general para que sostuviera al PP. De la misma manera que sigue operando ese control por detrás de la Sala Segunda del Supremo (ahí está la condena a Alberto Rodríguez) y esa advertencia que lanzó Cayetana Álvarez de Toledo de que el muro de contención del Gobierno de coalición –es decir, el muro de contención de la voluntad popular que decide quién gobierna- iban a ser los jueces.

Entre 1944 y 1945, en Yalta y Potsdam, las potencias que iban a ganar y luego ganaron la Segunda Guerra Mundial se repartieron el mundo en esferas de influencia. La península ibérica, como toda la Europa occidental, quedaba bajo la influencia de Washington, y la Europa oriental, bajo la soviética. Eso salvó el régimen a Franco y condenó a España a cuarenta años de dictadura y cuarenta de convalecencia, como dice el magistrado Martín Pallín. El mandato era claro: ninguna fuerza política a la izquierda de la socialdemocracia podía entrar en un gobierno de un país donde la OTAN dictaba las normas. Así pasó con la Revolución de los claveles en Portugal, así pasó cuando Mitterrand metió a cuatro ministros comunistas en su gobierno y tuvieron que terminar saliendo. Esa es la maldición de la momia que ha roto Podemos con el Gobierno de coalición y que la derecha profunda no perdona.

Hay tiempos de revueltas históricas, que descongelan "el juego de la historia". Una primera secuencia nacería con la Revolución Francesa de 1789 y se cerraría con el fracaso de la Comuna de París de 1871 y el fusilamiento de al menos 25.000 communards. La segunda secuencia nacía en 1917, con la revolución rusa y terminaría en algún momento entre la crisis económica de 1973 y la caída del Muro de Berlín en 1989

Plantea Alain Badiou una hipótesis en El despertar de la historia (2011) muy adecuada para entender un tiempo de terraplanistas (negacionistas de las vacunas y las enfermedades, enemigos de la ciencia, defensores de todo tipo de conspiraciones menos de las verdaderas, propagadores de fake news y votantes de la extrema derecha y sus abscesos).

Dice el filósofo francés que hay tiempos de revueltas históricas, que descongelan "el juego de la historia". Acontecimientos marcados por fuerzas irrefrenables que abren un nuevo tiempo histórico. Mirando hacia los dos últimos siglos, identifica una primera secuencia que nacería con la Revolución Francesa de 1789 y se cerraría con el fracaso de la Comuna de París de 1871 y el fusilamiento de al menos 25.000 communards. En ese momento, la revolución se entendía como derrocamiento insurreccional del orden establecido. Como la lucha contra el Antiguo Régimen. Era un momento de grandes liderazgos (Robespierre, Marat, Danton, Napoleón...), donde se unieron la burguesía que derrocó a la aristocracia y luego los burgueses a los que no dejaron ocupar el lugar de la aristocracia junto con una clase menestral y crecientemente obrera que empezaba a articularse (El manifiesto comunista de Marx y Engels es de 1848).

Después de esos procesos de despliegue del ánimo emancipador vienen momentos de repliegue. En los tiempos valle, las fuerzas progresistas entran en una suerte de depresión con dificultades para salir de posiciones defensivas, para volver a tener un marco global de transformación económica y social, para entender lo que está pasando

La segunda secuencia nacía en 1917, con la revolución rusa y terminaría en algún momento entre la crisis económica de 1973 y la caída del Muro de Berlín en 1989. Aquí siguen existiendo liderazgos fuertes pero la herramienta para conquistar el poder va a ser a través del partido. Es la irrupción de las masas en la vida social y en la política. Y por eso mismo, el número de gente que acompañó con consciencia esos procesos emancipadores fue mayor que en el periodo abierto en 1789. La organización de la clase obrera consciente ha sido el principal impulso de cambio del siglo XX.

En la hipótesis de Badiou es muy interesante ver que después de esos procesos de despliegue del ánimo emancipador vienen momentos de repliegue. Las puertas y ventanas que llevaron a los procesos de independencia latinoamericana a comienzos del siglo XIX, al proceso constituyente de Cádiz en 1812 o a las revoluciones de 1830 y 1848, que desplegaron el socialismo y el comunismo por el mundo en el siglo XX, que sacaron a Rusia y China del feudalismo o lograron los Estados sociales y el desarrollismo, son seguidos de "tiempos valle", donde se cierran los caminos y se consolidaun repliegue de la emancipación, un mientras tanto, a la búsqueda de nuevas condiciones, nuevos sujetos y nuevos acontecimientos. En los tiempos valle, las fuerzas progresistas entran en una suerte de depresión con dificultades para salir de posiciones defensivas, para volver a tener un marco global de transformación económica y social, para entender lo que está pasando, para procesar por qué los sujetos que debieran protagonizar el cambio apoyan a la reacción o por qué ya no valen los instrumentos que fueron útiles en los momentos anteriores. Esto es lo que ha pasado en los últimos treinta años y es lo que explica por qué la socialdemocracia incluso se hizo neoliberal.

el nuevo impulso emancipador seguirá teniendo liderazgos, tendrá partidos pero necesita un nuevo elemento porque los dos anteriores por sí solos ya no vales: necesita los movimientos. ¿Por qué? Pues porque se ha ampliado enormemente la conciencia ciudadana

Acompañando esa hipótesis podríamos decir que en algún momento se abrirá, después del impasse que marca el fin de la historia que representa la desaparición de la URSS en 1991, una tercera secuencia. Si no es que se ha abierto ya, con motivo de la crisis de 2008, las primaveras árabes, los movimientos indignados (que forman parte del análisis de Badiou y que en España ha seguido Amador Fernández-Savater) y lo que salga después de la COVID-19.

Siguiendo con el análisis, el nuevo impulso emancipador seguirá teniendo liderazgos, tendrá partidos pero necesita un nuevo elemento porque los dos anteriores por sí solos ya no vales: necesita los movimientos. ¿Por qué? Pues porque se ha ampliado enormemente la conciencia ciudadana, porque hay muchísima más gente que sabe leer, escribir y navegar en las redes sociales, porque la abundancia de información hace que todo el mundo tenga o crea tener una opinión sobre casi todo de manera que no basta ni un liderazgo casrismático que te movilice con la emoción y te baje línea ni un partido que te organice sin darte explicaciones. La emancipación va a tener que ver con los partidos-movimiento, un momento posterior al actual de los partidos (todos prácticamente cartelizados en la expresión de Katz y Mair) donde tendrán que, al tiempo que sigan siendo parte del Estado, volver a ser parte de la sociedad civil pero de una manera diferente a los partidos de masas de comienzos del siglo XX.

Cualquier Frente Amplio necesita una estructura, un diálogo interno, capacidad de representación en el conjunto del país, credibilidad y solvencia (que la da la coherencia de los liderazgos y la voluntad de persistencia de los partidos, algo de lo que carece un instrumento político que se organice sobre una persona ¡Y esto es un análisis no un recado para nadie!) y huir del principal enemigo de una fuerza política: las divisiones y las luchas internas.

Es en este marco general en donde hay que entender a Podemos y también al Frente Amplio que algunos llevamos planteando desde el arranque de la formación morada (un Frente Amplio donde Podemos tenía en ese momento la tarea de ser nave nodriza, esto es, ser el eje que permitiera articular con una mínima estructura una sociedad compleja donde habría partidos, personas, movimientos sociales, sindicalistas...). Cualquier Frente Amplio necesita una estructura, un diálogo interno, capacidad de representación en el conjunto del país, credibilidad y solvencia (que la da la coherencia de los liderazgos y la voluntad de persistencia de los partidos, algo de lo que carece un instrumento político que se organice sobre una persona ¡Y esto es un análisis no un recado para nadie!) y huir del principal enemigo de una fuerza política: las divisiones y las luchas internas.

Y por eso vengo insistiendo que es prácticamente imposible lograr eso al margen de las formaciones políticas (igual que lo sería hacerlo en solitario desde un solo partido o cerrando la puerta a todo lo demás que está organizado en otros lados y comparte el ánimo transformador). Hay que entender igualmente el reto descomunal que implica aceptar ese desafío. Y por eso las constantes muestras de apoyo y agradecimiento a quienes asumen esa carga, como ocurre con Yolanda Díaz.

Podemos ha hecho su tarea, que se mide no solamente por sus logros, sino por la rabia que contra los morados han desatado las élites que desde al menos hace doscientos años mandan en España. Podemos ha roto la maldición de Yalta y Potsdam y gracias al primer gobierno de coalición desde hace ochenta años acaba de acordar los primeros presupuestos que van a lograr que se cumpla la Constitución en vivienda y alquileres (el eje de la corrupción ligada al ladrillo con la que el PP ha ganado elecciones), que las grandes empresas empiecen a pagar al menos el 15%, que se duplique la ayuda a la dependencia construyendo el Cuarto pilar del bienestar y se empiece a tomar en serio el cambio climático y los derechos de las mujeres. Porque en esta tercera oleada emancipadora, mujeres y ecologismo (expresadas ambas en la agenda 2030 de Naciones Unidas) van a ser los dos principales sujetos de transformación.

Precisamente las dos bestias negras de los terraplanistas de la extrema derecha.

En esta nueva etapa, Podemos quiere y necesita a Yolanda Díaz, y Yolanda Díaz quiere y necesita a Podemos igual que ella quiere, necesita y está obligada a ensanchar el espacio electoral a la izquierda del PSOE: partidos, movimientos, sindicatos, intelectuales, activistas, plataformas... En eso no hay ninguna duda. Lo complicado será cómo articular políticamente ese espacio para que funciones. Por eso todos los que creemos en la potencialidad de esta transformación en marcha tenemos que hacer nuestra parte para sumar. Por eso los que tengan muchos agravios tendrán que ponerse de lado, porque es tiempo de sumar, no de fragmentar. Quien no pueda o no sepa hablar, no tiene espacio en la construcción de lo que tenemos por delante. La derecha meterá ruido, inventará conflictos, invitará a las rupturas. Los terraplanistas políticos, que también existen en la izquierda, seguirán queriendo ser cabeza de ratón antes que cola de león. Volverán a equivocarse. Ojalá escuchen. Yo confío en el buen juicio de Díaz y su capacidad y voluntad de sumar.

Hace cinco años, visité en Montevideo a Pepe Mujica para saludarle y que me contara del ejemplo más consolidado de Frente Amplio que conocemos, el del Uruguay, fundado entre otros por Líber Seregni en los tiempos duros de 1971. Recuerdo que lo primero que me dijo fue: mira, el Frente Amplio es más amplio que frente. La entonces Vicepresidenta Lucía Topolansky se río y apostilló: "si supieras lo difícil que ha sido y es...".

Pues eso. Como para no tener nosotros toda la disposición a hablar y hablar y hablar....

 

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"Hijo, no te signifiques...": algoritmos policiales contra Alberto Rodríguez https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/10/07/hijo-no-te-signifiques-algoritmos-policiales-contra-alberto-rodriguez/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/10/07/hijo-no-te-signifiques-algoritmos-policiales-contra-alberto-rodriguez/#respond Thu, 07 Oct 2021 08:57:36 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9184
"Hijo, no te signifiques...": algoritmos policiales contra Alberto Rodríguez
El ex secretario de Organización y diputado de Unidas Podemos Alberto Rodríguez abraza a la secretaria de Organización de Podemos, Lilith Vestrynge, a su salida del Tribunal Supremo donde ha acudido para declarar como investigado por una presunta agresión a un policía, en Madrid, (España), a 21 de septiembre de 2021.- EUROPA PRESS

Coincide la condena a Alberto Rodríguez a un mes y quince días de cárcel por, supuestamente, agredir a un policía en una manifestación contra la Ley Wert, con el archivo de la fiscalía de las investigaciones contra el Rey Emérito, en este caso por el supuesto cobro de comisiones por la concesión del AVE a La Meca a empresas españolas (comisión que tuvo lugar); el igualmente presunto uso por parte de Juan Carlos I y otros familiares de tarjetas de crédito opacas (uso que se dio o que se lo pregunten a Froilán); y la existencia de una cuenta con 10 millones de euros a nombre de Juan Carlos de Borbón en el paraíso fiscal de la isla de Jersey (cuenta que existe).

Contra Alberto Rodríguez no se ha presentado una sola prueba. Ni una. Pero da lo mismo: es alto, tiene rastas, va a manifestaciones y es de Podemos. ¿Qué más necesitan los que votan a VOX para señalar a un culpable? Los algoritmos policiales y judiciales no fallan. Los mismos que exoneran de cualquier culpa a todo un Rey, al que cuando no le basta la inviolabilidad y la prescripción de los delitos, le regalan salir del país y un trato enamorado de la fiscalía. En el caso de Alberto la culpa es evidente: ¡Pero si se le ve desde lejos por lo alto que es! Y tiene rastas. Y es de Podemos. A por ese.

Que el policía se contradijera, que no presentara ninguna prueba, que afirme que le hizo muchísimo daño en la rodilla pero no fuera al hospital, que no solicitara ningún parte de lesiones, que unas horas después estuviera como una rosa... todas son cosas que no son relevantes. El algoritmo es contundente: activista, reconocible, de Podemos. A por él.

El mensaje que se lanza a la democracia con la sentencia contra Alberto Rodríguez es contundente: si quieres cambiar las cosas y te señalas, vamos a ir a por ti. Recuerda a la voluntad de miedo que sembró el franquismo. Es verdad que hemos mejorado. Ahora ya no fusilamos. Pero el efecto es el mismo: "Hijo, no te signifiques". Que en el siglo XXI sigamos con esa cantinela es preocupante.

Porque si hemos recuperado la democracia, si hemos terminado con la impunidad, si volvimos a tener derecho a la huelga, a la manifestación, libertad de expresión, de reunión, a la interrupción voluntaria del embarazo, al divorcio, si el adulterio dejó de ser un delito, si la Policía ya no tira gente por la ventana, si ya no pueden partirte la boca en los calabozos como antes, si no hay retratos de Franco en casi ningún cuartel, si hay subidas del salario mínimo, leyes de vivienda, Ingreso Mínimo Vital o ya no es legal colgar a los perros de una cuerda en un árbol es porque gente como Alberto lleva toda la vida saliendo a la calle a poner el cuerpo para ensanchar a la democracia. Seguramente los dos contundentes votos particulares en contra de la sentencia están más cerca de la democracia por la que lucharon nuestros mayores (señalan que la sentencia debiera haber sido absolutoria porque "el derecho fundamental a la presunción de inocencia del acusado aparece desvirtuado por consecuencia de una prueba de cargo única (el testimonio prestado en el juicio por el agente número 92025)". Es decir, que la sentencia se carga un derecho fundamental. ¿Pero quién le va a decir al Juez Marchena nada sobre derechos fundamentales?)

El Partido Popular sabía que la crisis económica que se iba gestando iba a generar respuesta social. Igual que sabía que todos los casos de corrupción, meternos en la guerra de Irak, legislar para las inmobiliarias y constructores y regalarle la educación a sectores privados iba a generar una respuesta social. Necesitaban una Ley Mordaza. Y al PSOE no terminó de molestarle. Si la calle iba a ponerle esperanza, el bipartidismo se iba a encargar de ponerle el miedo. A por ese.

Seguimos desenterrando fosas de los aún 114.000 desaparecidos por enfrentarse a lo que querían traer a España los regímenes de Hitler y Mussolini. España se acostó franquista y al día siguiente ya era todo el mundo demócrata. Reyes, políticos, jueces, catedráticos, generales, obispos, empresarios... Recuerdo una manifestación delante de la sede del PSOE en Madrid. Bajaba un vecino de su portal en la calle Ferraz con su bandera tan exultante que se me echó encima. Le dije que tuviera cuidado y que no creyera que la calle era otra vez suya. Para mi sorpresa el tipo empezó a gritar: ¡Policía, policía! La cosa terminó en nada, pero me inquietó que a un fascista le saliera tan del alma gritar ¡Policía! cuando había sido él el agresor. Como, pasara lo que pasara, la policía iba a darle la razón e iba a caer sobre quién él señalara. Luego hemos visto que los mismos gritan ¡Viva el Rey!, haga lo que haga la institución, o los de VOX llevan a los juzgados todo lo que ocurre contando con que en algún momento toparán con algún juez amigo por el que la Constitución ha pasado lo justo.

Condenar sin pruebas a Alberto Rodríguez, como le pasó a Isa Serra (contra la que tampoco tenían pruebas; aún más: ella tenía pruebas en la dirección contraria) son intentos de amedrentar la protesta social. La policía no les detiene durante los acontecimientos. Les reconoce después y les señala. "Éste, ésta". Se trata de ir, en la jerga antigua, contra los dirigentes. Como juzgar a gente de los piquetes informativos en una huelga, a la gente que cree que los desahucios sin alternativa habitacional son ilegales, a los que denuncian la corrupción, a los que señalan a los vertidos de las grandes empresas que matan ríos y mares, a los que torturan animales, a los que expulsan de la universidad a los jóvenes... A los que están en el Parlamento cambiando las leyes. Ya nos hemos dado cuenta. Conocemos vuestro algoritmo.

Gente en la calle, en el Parlamento, en el Gobierno que construyen la democracia. Sabemos nuestro camino. Condenas como la de Alberto Rodríguez las recordaremos como hoy recordamos a la gente que se la jugó durante el franquismo y trajeron la democracia. Porque la democracia no la trajo ni el Rey de Dubai ni Felipe González ni Adolfo Suárez. La trajeron los que pusieron el cuerpo contra los grises y la Brigada Político y Social. Como el mes y quince días de Alberto.

Claro que hoy son otros los tiempos y claro que hoy las garantías son mayores. Estaría bueno. Además, ahí está Europa, que con ya demasiada frecuencia corrige a los tribunales españoles.. Pero hoy condenan a Alberto y exoneran al Emérito. Y la sensación es de enorme injusticia. No por el Emérito, que sabemos el paño, sino por un ciudadano al que se le lesionan sus derechos por el delito de ser valiente y protestar contra la expulsión de los jóvenes de la universidad.

Conozco a Alberto Rodríguez y el "hijo, no te signifiques" no le va a afectar. Hace mucho tiempo que entendió que las peleas que se pierden son las que no se dan. Hoy está contento porque las cifras de paro han mejorado. No se engaña. Además, él también está educando a su hijo para que no tenga miedo. Y le va a contar que pronto se van a acabar esos algoritmos policiales y judiciales que señalan a los valientes. Y le dirá: hoy están las cosas un poco mejor porque hicimos nuestra parte.

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La guerra cultural de la derecha https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/10/03/la-guerra-cultural-de-la-derecha/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/10/03/la-guerra-cultural-de-la-derecha/#respond Sun, 03 Oct 2021 05:00:07 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9172 Continuar leyendo "La guerra cultural de la derecha"]]>
La guerra cultural de la derecha
Feijoó, Ayuso y Casado. EFE

La guerra cultura de la derecha en el crepúsculo del siglo XX cobró un nuevo giro con la pérdida del enemigo soviético en 1991, cuando la caída de la URSS les dejó sin enemigo. Era el momento -en verdad una necesidad imperiosa-, de buscar un adversario a la altura. Porque a partir de ahí, desaparecido el Muro de Berlín, todos los problemas de la crisis del capitalismo se iban a cargar en el cuaderno de quejas del capitalismo.

Samuel P. Huntington (1997-2008) ofreció una salida eficaz con su artículo de 1996 "El choque de civilizaciones": occidente estaba condenado a colisionar obligatoriamente con el mundo islámico. José María Aznar compró ese diagnóstico. No es gratuito que Rodríguez Zapatero, en aquel momento ya "jefe de la oposición", no se levantara durante la parada militar del 12 de octubre de 2003 cuando Aznar invitó a desfilar a los países que estaban en guerra en Irak. Tampoco que pusiera en marcha, ya en el Gobierno de España, la "alianza de civilizaciones", contrapunto al "choque de civilizaciones" que ofreció Huntington.

Terminando el siglo pasó algo también relevante. En el primer continente donde se habían aplicado, manu militari, las políticas neoliberales fue América Latina. Así que no es extraño que fuera también allí donde tuvieran lugar los primeros levantamientos populares y luego electorales para acabar con ese experimento. En 1998 ganaba de manera abrumadora las elecciones en Venezuela Hugo Chávez, un militar que apenas siete años antes se había levantado con las armas contra el gobierno corrupto de Carlos Andrés Pérez (que terminaría condenado y huido del país). Chávez pasó dos años en la cárcel, fue indultado y tras otros dos años recorriendo el país, entendió que la salida era electoral.

La derecha española, en el nuevo giro cultural, recuperó la mirada imperial. Las librerías se llenaron de panfletos, de mayor o menor calidad, sobre las bondades del imperio español y, otra vez, se regresó a hablar de la singularidad de España y su esencia (una idiotez orteguiana)

A partir de ahí, una marea rosa recorrió el continente con Lula Da Silva en Brasil, Néstor Kirchner en Argentina, Rafael Correa en Ecuador, Evo Morales en Bolivia, Pepe Mujica en Uruguay, Fernando Lugo en Paraguay, Mel Zelaya en Honduras, Daniel Ortega en Nicaragua (aunque ya empezaban a expresarse las ambigüedades), Gustavo Petro en la alcaldía de Bogotá, la izquierda en la alcaldía del DF de México y la isla de Cuba aguantando los embates. Estados Unidos se había "despistado" con la guerra en Oriente Medio y, además, los precios de las commodities daban una holgura presupuestaria a los gobiernos latinoamericanos que pilló con el pie cambiado a los Estados Unidos. La UNASUR sustituía a la OEA y América Latina empezaba a dejar de ser "para los norteamericanos". Bolívar sustituía a Monroe. Desde Washington y con sus nuevos aliados españoles, tenían que hacer algo. Como regresar a los golpes de Estado y rearmar una guerra cultural.

En España, ese giro lo empezó Aznar cambiando el eje de Tordesillas por un eje Washington-La Moraleja. Para que el ex Presidente pudiera poner los pies encima de una mesa en una reunión con Bush en el G8, España tenía que formar parte de la autorización de la guerra de Irak en las Azores, junto con Toni Blair y el paniaguado de Durao Barroso (al que también gratificaron, en su caso con la Presidencia del Consejo Europeo).

La participación española en la guerra sumó punto para los atentados de Atocha, sobre los cuales mintió deleznablemente Aznar diciendo a los españoles bañados en lágrimas que había sido ETA. También ayudó al propio Aznar, quien fue recompensado entrando en el Consejo de Administración de News Corporation y Atlas Network. Estos grupos, junto a FAES, son columnas del entramado revisionista que hoy retoman hoy Díaz Ayuso, VOX y el propio Aznar igual que lo reactivaron Reagan, los Bush y Trump en los Estados Unidos.

Quizá uno de los desatinos más llamativos fue el desafortunado título del historiador jesuita Guillermo Fernández de Cortázar, Historia de España: de Atapuerca al Estatut, que trasladaba desde el título la idea de que hace trescientos mil años ya existía la nación hispánica. Y los Neandertales vibraban con "suspiros de España".

No hay guerra cultural sin cambiar la historia o sin reventar el canon cultural y sustituirlo por otro más afín a los intereses e identidades buscadas. La derecha española, en el nuevo giro cultural, recuperó la mirada imperial y redobló sus odios a la idea de España como nación de naciones. Las librerías se llenaron de panfletos, de mayor o menor calidad, sobre las bondades del imperio español y, otra vez, se regresó a hablar de la singularidad de España y su esencia (una idiotez orteguiana que pretendía ligar el "ser de España" a los visigodos, como si los pueblos tuvieran esencias y no desarrollos históricos, estructuras sociales, clases y dispositivos culturales). Quizá uno de los desatinos más llamativos fue el desafortunado título del historiador jesuita Guillermo Fernández de Cortázar, Historia de España: de Atapuerca al Estatut, que trasladaba desde el título la idea de que hace trescientos mil años ya existía la nación hispánica. Y los Neandertales vibraban con "suspiros de España".

Mientras en América Latina caminaban en la dirección contraria, la derecha española quiso poner a la altura de Lorca, Machado, Hernández a autores, algunos mejores , algunos peores, que no chocaran tanto con su mirada amable con el franquismo y les ayudaran a ocultar la dictadura equiparando las culpas entre los "dos bandos". En ese intento, Aznar incluso quiso recuperar a Azaña, si con eso callaba a Negrín, a Largo Caballero o a Dolores Ibarruri.

La victoria Chávez, un militar bolivariano que, como decía, había dirigido un levantamiento contra Carlos Andrés Pérez (quien además de amigo de Felipe González y del Emérito, fue Presidente de la Internacional Socialista), empezó a alimentar una mirada sostenida en la herencia de Simón Bolívar que, necesariamente, era antiimperialista, como lo había sido la gesta de la independencia. El pasado de España no era tan glorioso.

El descubrimiento de América se convirtió en la conquista de América y luego en la invasión del continente. En vez de celebrarse el 12 de octubre como el día de la Hispanidad o el día de la raza (algo que también se hizo durante la II República), empezaron a conmemorar el día de la resistencia indígena. En vez de conmemorar a los Reyes Católicos, a Fernando VII o a Franco, reivindicaban, en la parte española, a Bartolomé de las Casas, a los liberales de Cádiz o a los exiliados republicanos que fundaron editoriales o poblaron las universidades.

Nadie con dos dedos de frente puede sacar pecho de la violencia militar de la conquista; del genocidio –por enfermedades y por la brutalidad de la invasión y la posterior colonia-; de la aculturación igualmente violenta; del ocultamiento de la historia y la cultura anterior; del robo incalculable de los bienes del continente; del traslado de millones de seres humanos desde África.

Vale que Hernán Cortés y los suyos se valieron de la condición a su vez semi-imperial de los aztecas, vale que lograron sumar a algunas de las tribus sometidas a la tarea guerrera, vale que recibieron la ayuda malinchista de algunos indígenas, vale que llevaron la lengua y la tecnología más avanzada (aunque despreciaron otros avances), vale que el mestizaje hoy es un regalo incalculable, vale que otros imperios pueden haber sido más rapaces, exterminadores y brutales que el español, pero nadie con dos dedos de frente puede sacar pecho de la violencia militar de la conquista; del genocidio –por enfermedades y por la brutalidad de la invasión y la posterior colonia-; de la aculturación igualmente violenta; del ocultamiento de la historia y la cultura anterior –la Catedral del Zócalo levantada sobre el templo de los mexicas (aztecas) y la Asunción de María ocultando a Quetzalcóatl y a Huitzilopochtli-; del robo incalculable de los bienes del continente; del traslado de millones de seres humanos desde África para esclavizarlos en las minas y las plantaciones cuando el genocidio indígena generó para los colonizadores un problema de mano de obra. En el desprecio de las comunidades negras en América coinciden Trump, el Ku Klus Klan, Aznar, la Asociación Nacional del Rifle, Charlton Heston, Santiago Abascal, Rocío Monasterio o Isabel Díaz Ayuso.

Ese giro cultural de Aznar y la FAES ha regresado otra vez como farsa, ahora con Santiago Abascal y VOX y con el Partido Popular de Madrid, Aznar, Almeida y Díaz Ayuso. Los giros culturales no son sencillos y el PP suele expulsar a los pocos intelectuales que se les acercan. De manera que tienen que vivir de excrecencias que escriben en La Razón, en OK Diario o dirigen programas de radio de disminuida condición moral. ¿Quién dicta los mensajes a quién? Desde el PP se insulta a los latinoamericanos, Abascal golpearía al Presidente catalán y ambas derechas defienden a la golpista Jeannine Añez que entró en la casa de gobierno de Bolivia después de golpe con una Biblia y mandando al infierno a los indígenas. Por supuesto, en un año se robaron el país. Todo encaja.

En definitiva, desmontar el artículo 1 de la Constitución Española que, con el empuje de la victoria de la izquierda en la Segunda Guerra Mundial, consagró el modelo de Estado social y democrático de derecho. Y de paso, regresar a las mujeres a un papel subalterno.

En su viaje a Estados Unidos -una manera de competir con Pablo Casado que desarrollaba su Congreso Itinerante del PP-, Ayuso insultó a las comunidades indígenas, equiparándolas con el comunismo, le reprochó al Papa y a López Obrador por su insistencia en que España debe una disculpa a México (el Papa la expresó en nombre del catolicismo, aunque está pendiente la del Rey en nombre de la Corona y la del Gobierno en nombre del Estado). Animados por la refriega, y como si estuvieran en una taberna, Aznar quiso reírse del nombre y apellidos de Andrés Manuel López Obrador por su origen hispano (como si los españoles no hubiéramos desterrado los nombres originarios a sangre y fuego) y completó el alcalde de Madrid, Martínez Almeida diciendo que España no tenía que pedir ninguna disculpa de la misma manera que, dijo, "yo no le voy a decir a los musulmanes que nos pidan perdón por la conquista del año 711". ¿Quién es ese "nos"? Que los árabes estuvieron siete siglos en la península no es ni un dato.

En la respuesta del Alcalde se resume el entramado. "Nosotros" somos los herederos de los Visigodos, de un Don Pelayo heroico –y no mal pagador que huyó al norte por sus deudas-, de un Cid Campeador cristiano (no el real, que mató a más cristianos que árabes), de unos conquistadores que sometieron a un continente, como diría un escritor castizo, "por sus enormes huevos", como si un equipo de futbol con cinco jugadores hubiera arrasado al campeón del mundo.

En esa lectura no necesitan ser muy finos. A la derecha le gusta Losantos, Vidal o Pío Moa por afinidad ideológica, les gusta Pérez Reverte por los temas que escoge y por su incorrección política (no porque les dé la razón en sus libros sobre el Cid o la guerra de España) o les gusta el Aramburu de Patria y su lectura parcial de la historia de ETA porque les refuerza su regusto victimista, tan propio de las culturas católicas.

La derecha va a ofrecer reconstruir los vínculos rotos por la globalización con una guerra cultural que reconstruya unas instituciones autoritarias en esta crisis terminal del capitalismo neoliberal. Su marco general es la cristiandad; el político, la nación y su misión histórica; el económico, una idea de propiedad curiosamente calvinista.

La derecha va a ofrecer reconstruir los vínculos rotos por la globalización con una guerra cultural que reconstruya unas instituciones autoritarias en esta crisis terminal del capitalismo neoliberal. Su marco general es la cristiandad; el político, la nación y su misión histórica -de ahí el odio a los otros nacionalismos; el económico, una idea de propiedad curiosamente calvinista que sanciona moralmente el éxito, dando igual cómo se ha logrado. Una religión autoritaria, una nación excluyente y agresiva sostenida sobre una idea de familia también autoritaria con, por supuesto, una judicatura de parte.

Todo ello en un capitalismo del éxito que destierra la idea de los derechos sociales y regresa la idea de caridad. En definitiva, desmontar el artículo 1 de la Constitución Española que, con el empuje de la victoria de la izquierda en la Segunda Guerra Mundial, consagró el modelo de Estado social y democrático de derecho. Y de paso, regresar a las mujeres a un papel subalterno.

Las bravuconadas insultantes recientes de Aznar, Ayuso y Almeida, no dejan nada que desear a las propias de la ultraderecha de VOX, y han generado problemas incluso con sus colegas ideológicos en México o en Estados Unidos. La extrema derecha solo hace alianzas internacionales en pie de guerra.

Esa tarea se logra, por supuesto, en los medios de comunicación, con una presencia constante de las figuras de la derecha y de la extrema derecha y una demonización de la izquierda; con refuerzo institucional –la parasitación de la administración con figuras como la Oficina del Español como recompensa en la disolución de Ciudadanos; tensionando los currículum escolares; con la privatización de la enseñanza; con la persecución judicial de lo que cuestione los principios de esa guerra cultural. Y con las bravuconadas insultantes recientes de Aznar, Ayuso y Almeida, que no dejan nada que desear a las propias de la ultraderecha de VOX, y que han generado problemas incluso con sus colegas ideológicos en México o en Estados Unidos. La extrema derecha solo hace alianzas internacionales en pie de guerra.

El cristianismo es una religión ecuménica. Oikoumenikos, es decir, lo que pertenece a toda la tierra habitada. Pero en la idea cultura de la derecha, basada en enemigos, todas las instancias que deben sumar se convierten en arietes contra alguien, sea la religión, la nación, la Constitución, la bandera o el Parlamento. Algo que ya hicieron los católicos fascistas en Croacia, Serbia, Rumanía o España en los años treinta y cuarenta del siglo pasado. El supremacismo blanco y cristiano no es nuevo.

Hace falta sensibilidad para entender algunas cosas. Y la sensibilidad reniega del ruido. La derecha vive mutilada y mutilando. Una gente que quiere mucho a España pero, me temo, que no quiere a los españoles. Como para querer a América Latina. Vargas Llosa, por supuesto, no cuenta. Él sabe por qué.

 

 

 

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De Podemos, Yolanda Díaz y las tareas de la izquierda https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/09/26/de-podemos-yolanda-diaz-y-las-tareas-de-la-izquierda/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/09/26/de-podemos-yolanda-diaz-y-las-tareas-de-la-izquierda/#respond Sun, 26 Sep 2021 06:15:48 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9154 Continuar leyendo "De Podemos, Yolanda Díaz y las tareas de la izquierda"]]>
Imagen de archivo de Yolanda Díaz.
Imagen de archivo de Yolanda Díaz. EUROPA PRESS.

(Intervención en la reunión de Transform! en Viena, 25 de septiembre de 2021)

Es en las crisis donde el pensamiento avanza. De hecho, las grandes obras de la ciencia social son casi siempre obras que intentan síntesis en tiempos de crisis. En los últimos doscientos años, esas crisis han interrogado invariablemente al capitalismo. El momento no es sencillo. Estamos, como dice Badiou, en un tiempo de parálisis emancipadora. Igual que después de la caída de la Comuna de París de 1871 se frenó el ciclo de progreso que había abierto la Revolución Francesa, llevamos dos décadas hundidos en la perplejidad. La revolución rusa de 1917 abrió otro momento de avance social, pero la caída de la URSS en 1991 abrió otro momento "valle" en el ciclo emancipador, en donde sabemos lo que no queremos pero tenemos más dificultades para saber como sociedad lo que queremos.

El capitalismo en crisis siempre genera tres grandes movimientos: un sector que quiere mantener el statu quo, otro que impugna lo existente por la izquierda y otro, que aun siendo nominalmente destituyente suele ser una reacción al peligro con el que ve el enfado de la izquierda. Dicho en otros términos, se observa un sector que quiere mantener las cosas como están -por interés o desidia-, otro que señala al capitalismo y su política como responsables del malestar, y otro que, aunque asume el diagnóstico de la crisis, busca salidas autoritarias. En este último caso, el miedo a las mayorías enfadadas suele ser parte de su argumentario. Decía Walter Benjamin que la emergencia del fascismo siempre expresa el fracaso de una revolución de izquierdas. Si amenazas, no falles.

En el diagnóstico actual no podemos ser ingenuamente optimistas. La probabilidad de que el sentido común que salga de la crisis del capitalismo financiero sea reaccionario es muy alto. Por varias razones.

En primer lugar porque la crisis ha roto el sueño consumista, generando un comprensible enfado aspiracional en quienes ven cómo se ha frenado el ascensor social -que se mide en capacidad de consumo-. Suena en la trompeta la señal de "sálvese quien pueda". Esa salida reaccionario satisface igualmente un instinto muy humano al inventar enemigos donde descargar la frustración. Esta invención de un enemigo siempre necesita un detonador que suele tener que ver con: la inmigración - a la que se ve como un peligro laboral, securitario y religioso-; tiene que ver igualmente con tensiones territoriales, sobre todo en países con conflictos en la organización del territorio estatal; con la pérdida de privilegios patriarcales; o por la sensación de expolio fiscal por parte del Estado y las políticas de la izquierda. En el fondo, se trata de oponerse a gente que, según ese discurso reaccionario "quiere quitarte algo que es tuyo".

En segundo lugar porque genera vínculos identitarios autoritarios (familia autoritaria, religión autoritaria, nación autoritaria y propiedad autoritaria, o en otros términos, familia patriarcal, religión de castigo, nación excluyente hacia afuera y también con enemigos internos y propiedad natural donde los que tiene y los que no tienen es porque se lo merecen.

Como al menos una parte de los garantes del orden están del lado siempre del conservadurismo (jueces, policías, militares, jerarquía eclesiástica, medios de comunicación) es más fácil que los votantes que vienen acostumbrados del bipartidismo caigan del lado conservador de la trinchera

Por último, porque autoriza al egoísmo, a la falta de empatía, al desprecio a los perdedores y a la violencia en una sociedad que se ve como una lucha de todos contra todos donde los débiles no tienen derecho a sobrevivir. Por eso la arrogancia de sus líderes políticos, sus guiños a la irresponsabilidad, a la violencia, al militarismo, a la represión y a la guerra. Seguramente, a la vuelta de ese sueño irracional la lectura social será la contraria, pero mientras tanto, habrán logrado debilitar a la fraternidad y extender el daño.

Todas nuestras sociedades están ahora mismo tensionadas por estas dos grandes posiciones, las progresistas y conservadoras, que empujan a las "mayorías silenciosas" a un lado o a otro. Como al menos una parte de los garantes del orden están del lado siempre del conservadurismo (jueces, policías, militares, jerarquía eclesiástica, medios de comunicación) es más fácil que los votantes que vienen acostumbrados al bipartidismo caigan de ese lado conservador de la trinchera. Si se inclinan al lado progresista, precisamente por venir de ese bipartidismo, ese espacio acercará posiciones a la derecha. De manera que las actitudes que podemos llamar de izquierda no socialdemócrata -llamémoslas de populismo de izquierda, de izquierda radical o simplemente de reinvención de la izquierda –tienen menos posibilidades de sumar una mayoría electoral. Porque incluso el empeoramiento de las condiciones sociales volvería a plantear alguna suerte de gran coalición que volvería a las condiciones generales del bipartidismo. Lo que lleva a que la rearticulación de los bloques de derecha e izquierda en este momento de crisis obligue a la izquierda no socialdemócrata, si quiere gobernar, a llegar a acuerdos con la izquierda socialdemócrata. Aunque su obligación siga siendo buscar la mayoría y realizar su tarea para convencer a un mayor número de gente. La experiencia de otros países señala que aún siendo improbable es posible.

En primer lugar, fomentar las políticas públicas sociales que frenen la frustración de las clases medias y los sectores populares. Segundo, organizar y reforzar el partido-movimiento como forma de ayudar en la construcción de la nueva hegemonía. Y  operar en todos los espacios posibles para construir un relato emancipador que dispute el sentido común a la derecha.

En el caso de España, ese marco de reconstrucción en tiempos de crisis señala tres grandes tareas. En primer lugar, fomentar las políticas públicas sociales que frenen la frustración de las clases medias y los sectores populares. Segundo, organizar y reforzar el partido-movimiento como forma de ayudar en la construcción de la nueva hegemonía. Y por último pero no menos importante, operar en todos los espacios posibles para construir un relato emancipador que dispute el sentido común a la derecha, cada vez más escorada hacia la extrema derecha en asuntos identitarios.

Esto se concreta en tres grandes objetivos que deben marcar el horizonte de los próximos dos años, de manera que esos seis millones de personas que votaron en algún momento a Unidas Podemos vuelvan a encontrar razones para volver a hacerlo.

Lo primero, se trata de seguir presionando dentro del gobierno de coalición para que salgan leyes y políticas sociales que frenen los efectos de la crisis económica y de las políticas de ajuste. Esto es, asuntos como luz, vivienda, educación, cuidados, dependencia, salario mínimo, pensiones, ayudas a las familias o todas aquellas políticas y leyes que frenen todas las brechas que afectan a las mujeres.

Si realmente se logra esa "cuadratura del círculo" de ser al tiempo partido y movimiento, ese espacio político podrá y deberá ser la "nave nodriza" sobre la que se articule la candidatura a la Presidencia del Gobierno de la actual Ministra del Trabajo, Yolanda Díaz.

En segundo lugar, y es la gran asignatura pendiente de la izquierda en todo el mundo, es hora de articular el partido-movimiento en todo el territorio. Si realmente se logra esa "cuadratura del círculo" de ser al tiempo partido y movimiento, ese espacio político podrá y deberá ser la "nave nodriza" sobre la que se articule la candidatura a la Presidencia del Gobierno de la actual Ministra del Trabajo, Yolanda Díaz.

La candidata Díaz viene hablando de "ensanchar el espacio" de lo que tiene que ser un proyecto de país. Es decir, en ese espacio tendrán que estar diferentes fuerzas políticas dispuestas a crear algo parecido a un Frente Amplio electoral. Evidentemente, tendrá que discutir su funcionamiento, presencia, listas y demás, tareas en modo alguno sencillas.  Le corresponde a Podemos, por su presencia en el conjunto del Estado y la experiencia acumulada, ser, de manera muy generosa, el eje que ayude a vertebrar ese espacio político. De lo contrario, la fragmentación hará que el vapor social se disipe entre tanto hueco.

Igualmente, la crítica a los partidos -por lo común muy merecida-, no debe dejar paso a "soluciones" tipo listas Macron o, como ocurrió en la alcaldía madrileña  en el segundo embate de Manuela Carmena (y que ella misma entendió posteriormente como un error), a la sustitución de los partidos por espacios políticos trabados solamente por el carisma y la fuerza política de quien los representa. Las soluciones personalistas son menos virtuosa que las posibilidades que brinda gobernar con un Frente Amplio donde existan partidos-movimiento fuertes que realmente sean eficientes en sus tareas institucionales y en sus tareas movimentistas. Y por supuesto, que vuelva a reconstruir la plurinacionalidad que nació del 15M y que permitió pensar en un nuevo bloque de poder en España.

La izquierda amplia tiene que establecer una estrategia clara en forma de Think Tank, de tanque de pensamiento que tenga cuatro claros objetivos: de diagnóstico, de formación, de consultoría política y mediático.

Para articular el partido movimiento, también hay que dar respuesta a algunas preguntas que no se han respondido. Cuando la izquierda llega al Gobierno suele ser por méritos propios, pero también por una coyuntura social que la impulsa. Una vez en el gobierno encontramos grandes problemas que dificultan los siguientes resultados electorales. Sin querer agotarlos, podemos señalar los siguientes cuellos de botella respecto de los cuales la izquierda suele, cuando menos, demostrar una presbicia ideológica acentuada: la desconexión con lo que está pasando en las calles; la "cartelización" del partido al operar en el ámbito estatal (parlamento, municipios, gobierno, medios de comunicación, financiación...); la falta de comunicación interna con la militancia, motivada, entre otras cosas, por la falta de tiempo que ocupa la ingente tarea institucional (y que a su vez alimenta las tensiones en las diferentes familias que hay en cualquier formación); la ley de hierro de la oligarquía que se produce en todo grupo (donde es esencial la cantidad de información que se maneja y que aleja a los "informados" de los "desinformados") y que alimenta la "soledad del poder"; la urgencia institucional y mediática que impide la deliberación y verticaliza al partido; las tensiones internas por asuntos en donde hay conflicto (feminismos, ecologismo, miradas territoriales...); la necesidad de dirigirse a otros sectores que enfada a los propios; la primacía de lo urgente sobre lo importante y la consiguiente mayor atención a los lobbies y la menor a los movimientos sociales por la diferente "eficacia" de unos y otros; las dificultades para captar cuadros cuando la no profesionalización de la política genera un desentendimiento del futuro de la gente que ha desempeñado tareas institucionales... ¿Puede la idea de partido-movimiento solventar estos desafíos? ¿En qué dirección?

Por último, hay que establecer una estrategia clara en forma de Think Tank, de tanque de pensamiento que tenga cuatro claros objetivos: de diagnóstico, de formación, de consultoría política y mediático. Este último es urgente, porque la crisis ha endurecido el control ideológico de los medios. Lo hemos visto con Ciudadanos y después, cuando el partido naranja no les resultaba útil, con la ultraderecha de VOX.

Decía Jürgen Habermas que comparar al comunismo y al fascismo es una estupidez, porque así como hay siempre intentos de construir un socialismo con rostro humano, nunca nadie ha planteado un fascismo con rostro humano.

Hace falta llevar el mensaje a televisiones, radios, periódicos, redes sociales, universidades, encuentros, etc. De manera que se haga presión en un relato emancipador que venza en la guerra cultural que tiene abierta la derecha y, sobre todo, la extrema derecha. Especialmente en su lucha contra las mujeres y el feminismo, contra los ecologistas con el discurso negacionista, contra los inmigrantes, al tiempo que defienden las guerras, contra la izquierda y el abuso del fantasma de Venezuela y Cuba, y en su intento de hacer de los jóvenes nihilistas nacionalistas consumistas que hagan del odio a las alternativas de izquierda, a las mujeres y a los inmigrantes su identidad política. Igualmente con su discurso libertanario de apoyo directo o indirecto a los ricos y a los sectores más acomodados de la sociedad.

Decía Jürgen Habermas que comparar al comunismo y al fascismo es una estupidez, porque así como hay siempre intentos de construir un socialismo con rostro humano, nunca nadie ha planteado un fascismo con rostro humano. El fascismo es un "nosotros" excluyente que necesita enemigos, mientras que el socialismo reclama una sociedad diferente donde no haya víctimas ni tampoco verdugos. En el objetivo teórico del fascismo –o de sus acompañantes históricos-, no hay fin de la historia, pues ni la paz ni la concordia ni la fraternidad ni la igualdad son metas a alcanzar. En el socialismo, si bien con cierta ingenuidad, hay un "fin de la historia" vinculado al fin de las clases sociales, a lo que con el tiempo hemos añadido el fin del patriarcado, el fin del colonialismo y el de cualquier diferencia que genere subalternidad. Hoy sabemos que el socialismo, o es "democracia sin fin", como dice Boaventura de Sousa Santos, o no es.

 

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La derecha Mad Max (o la derecha sin esperanza) https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/09/19/la-derecha-mad-max-o-la-derecha-sin-esperanza/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/09/19/la-derecha-mad-max-o-la-derecha-sin-esperanza/#respond Sun, 19 Sep 2021 06:20:40 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9135 Continuar leyendo "La derecha Mad Max (o la derecha sin esperanza)"]]>
Isabel Díaz Ayuso junto a otros miembros del PP antes de tomar posesión de su cargo. EFE
Isabel Díaz Ayuso junto a otros miembros del PP antes de tomar posesión de su cargo. EFE

¿Hay diferencias entre la derecha actual y la que representaban Margaret Thatcher y Ronald Reagan? ¿Son Boris Johnson o Donald Trump equiparables a los que estuvieron dirigiendo a los tories o a los republicanos hace tres décadas? ¿Podría estar hoy Adolfo Suárez en el mismo partido que Pablo Casado o Isabel Díaz Ayuso? ¿Es el mismo Aznar el que pactó con el PNV y la CiU de Pujol, se sentó con ETA y habló del movimiento vasco de liberación nacional?

Para quien no quiera ver con ojos contaminados, es evidente que el conservadurismo ya no es el mismo, aunque mantengan rasgos que nos permiten identificarlos como parte de un mismo tronco común. Sin embargo, difícilmente podrían convivir en el mismo espacio esas derechas de ayer con las derechas de hoy. Por eso sorprende la derecha alemana de Merkel, casi la única que insiste en que nunca pactarán con la extrema derecha (han preferido gobernar con el Partido Socialista). Si volvemos a suelo hispano, la evolución de algunos personajes les ha convertido en una caricatura.

Pero no pensemos en generación espontánea: una parte de la ultraderecha siempre ha convivido dentro de la derecha bipartidista en todo el ámbito occidental. El fundador de Alternative für Deutschland militó siempre en la CDU, igual que Santiago Abascal viene del PP. Pero esas derechas neonazis, revisionistas, franquistas han aprendido a juntarse en el cambio de siglo. Y están arrastrando al conjunto de la derecha. De manera clara, en el revisionismo histórico, que antaño era una tarea de neonazis y hoy es moneda común en España, Brasil, Alemania, Estados Unidos, Chile o Argentina.

Las derechas de los años ochenta y noventa del siglo pasado tenían esperanza. Las actuales la han perdido.  Si no hay futuro, la alternativa es apropiarse con violencia del presente.

¿Hay alguna explicación que dé cuenta de las diferencias que vemos en el Partido Popular o en los republicanos norteamericanos? Atrevamos una: las derechas de los años ochenta y noventa del siglo pasado tenían esperanza. Las actuales la han perdido. O dicho en otros términos, la derecha fin de siglo tenía un modelo de futuro, mientras que la derecha actual sufre la pérdida de perspectivas que padece toda la sociedad. Si no hay futuro, la alternativa es apropiarse con violencia del presente.

Por eso, en no pocos casos las derechas democráticas se deslizan hacia lo inamovible, esto es, hacia la derecha directamente nazi o fascista (como la que desfiló por barrios de Madrid el sábado 18 de septiembre con el brazo en alto diciendo que para ser español había que ser blanco y amenazando al colectivo LGTBI). Esa nueva/vieja derecha, sin embargo, tiene rasgos nuevos que les generan contradicciones, aunque nunca ponen en cuestión el statu quo. Por ejemplo, la líder de Allianz für Deutschland, el partido de ultraderecha alemán, está dirigido por Alice Weidel, una lesbiana que vive con su pareja y sus dos hijos.

El optimismo de la vieja derecha coincidía con un momento de tranquilidad económica. En 1989 caía el Muro de Berlín y dos años después la Unión Soviética se desintegraba. Un año después, Francis Fukuyama decretaba el fin de la historia. El modelo neoliberal había sido abrazado incluso por la socialdemocracia y la globalización, internet, el consumo y el uso de los recursos naturales se leían con unas lentes radicalmente optimistas.

Nuestro tiempo es de incertidumbres, de cambios telúricos bajo nuestros pies, en un momento de impasse de la idea de emancipación y con un enorme desasosiego social. La frustración y la inquietud son el caldo de cultivo del autoritarismo

La gran recesión de 2008 y la consiguiente irrupción de una ciudadanía indignada, la recuperación económica y política de Rusia y China, la creciente consciencia del agotamiento medioambiental, las migraciones en un momento de penuria económica nacional, la robotización de la economía... todos los cambios que nos permiten afirmar que cuando teníamos las respuestas nos cambiaron las preguntas, nos permiten igualmente afirmar que nuestro tiempo es de incertidumbres, de cambios telúricos bajo nuestros pies, en un momento de impasse de la idea de emancipación y con un enorme desasosiego social. La frustración y la inquietud son el caldo de cultivo del autoritarismo.

Todas las grandes crisis económicas –basta mirar lo que pasó en 1929 o en 1973- obtienen una respuesta desde la izquierda, lo que a su vez genera una reacción en la derecha. A veces esa articulación de la derecha es una respuesta que articulan las élites solo por miedo, aunque no haya una respuesta popular a la situación de deterioro económico. Las élites suelen sacarle varios cuerpos de ventaja al grueso de la ciudadanía.

La globalización, el desarrollo tecnológico, el afianzamiento de un capitalismo financiero y la crisis económica han generado desempleo, precariedad, ruptura de los vínculos sociales y, como decíamos, una enorme incertidumbre. El avance del feminismo genera igualmente una reacción –como le pasó a la clase obrera o le pasa a la reividicación afroamericana-, que hace que algunos varones argumenten no que pierden privilegios, sino que pierden derechos. Y otro tanto ocurre con la mano de obra inmigrante, bien recibida en momentos de bonanza económica, pero demonizada cuando los empleos escasean. La crisis fiscal del Estado, que se materializa en el hecho de que ni los ricos ni las grandes empresas pagan impuestos gracias a las guaridas fiscales, recargan a las clases medias y a los sectores populares, que empiezan a tener oído musical para el discurso contra "la política".

El Estado no funciona, los recursos son escasos y los líderes autorizan a los miembros de sus pandillas a perpetrar todo tipo de pillajes. ¿O no es esa la promesa de Donald Trump? ¿No es con ese discurso con el que ganó Isabel Díaz Ayuso la alcaldía de Madrid?¿No es el resultado lógico cuando triunfa la idea de que la sociedad "no existe" que defendía Thatcher?

Cuando se disuelven los lazos sociales, triunfa quien ofrezca una solución efectiva o que parezca efectiva. Es la oferta de la extrema derecha a las sociedades frustradas: les otorga una identidad nacional y, al tiempo, un enemigo –en verdad varios enemigos, tanto interiores como exteriores-; ofrece un modelo de familia, si bien autoritaria, donde ni las mujeres ni los hijos tienen derechos; una idea de religión donde desaparece la redención. En América Latina han proliferado iglesias evangélicas (la que se llama teología de la prosperidad que defiende el enriquecimiento y la acumulación). Y todo dentro de un modelo de propiedad donde el que gana tiene derecho a llevárselo todo.

En 1979, el año que ganó las elecciones Margaret Thatcher, se publicaba Mad Max, una película de Georg Miller protagonizada por Mel Gibson. Una película de carretera en un mundo postapocalíptico. El Estado no funciona, los recursos son escasos y los líderes autorizan a los miembros de sus pandillas a perpetrar todo tipo de pillajes. Un mundo de todos contra todos donde las únicas lealtades son a la interna de la pandilla (y sólo frente a gente de fuera del grupo). Un parecido enormemente parecido a las promesas de las nuevas derechas. ¿O no es esa la promesa de Donald Trump? ¿No es con ese discurso con el que ganó Isabel Díaz Ayuso la alcaldía de Madrid?¿No es el resultado lógico cuando triunfa la idea de que la sociedad "no existe" que defendía Thatcher?

Los líderes políticos –de Berlusconi a Jesús Gil, de Sarah Palin a Isabel Díaz Ayuso, de Reagan a Abascal- trasladas a sus potenciales votantes un mensaje: tenéis derecho a ser como yo. Hay que despreciar a los débiles, reírse de los que ejercen la fraternidad, ejercer la intolerancia contra los que nos disputan el modelo de país, defender el país como una propiedad y defender la propiedad como si fuera nuestro país. Esa comunidad necesita, claro, enemigos y funciona quemando más combustible del que puede permitirse una sociedad. Ese ataque a lo político, esa expulsión de los modelos alternativos de familia, de nación, de espiritualidad –que representa el feminismo- o de propiedad –que representan las diferentes izquierdas- genera la adrenalina que necesitan los que van en ese viaje a ninguna parte viviendo el día a día del consumo o la esperanza de ser algún día parte de los que reciben el botín.

Una derecha Mad Max frente a la cual la izquierda no puede ser débil, ni ponerse de lado ni ser tan ingenua como para pensar que son solo una moda que pasará pronto. Son el plan B del capitalismo en crisis. Es verdad que no suelen durar mucho (salvo en el caso del franquismo, aunque en se caso se debió a que la guerra fría apuntaló el régimen), pero el daño que hacen es enorme.

El problema no está en los concienciados de ese comportamiento. En los psicópatas que piensan que sus genes son mejores que los de los demás y no tienen ninguna responsabilidad social con ellos. Esa gente vive en la lucha de clases del siglo XIX y la respuesta, en caso de que se hagan mas fuertes, es la propia de la lucha de clases (que habrá que actualizarla al siglo XXI).

El problema está en la gente normal que cae en ese discurso y en esa lectura terrible del momento político. El control de los medios de comunicación, el uso espurio de la judicatura y la inclinación de los cuerpos y fuerzas de seguridad hacia posiciones de extrema derecha son el principal riesgo, junto con el silencio de los demócratas, de nuestras democracias.

A la derecha Mad Max se le frena con políticas de izquierda y con coraje democrático. Hacer políticas de derecha les brinda alfombra roja. Y la falta de confrontación es un error. Porque terminarán sumando, además de a los frustrados que engañen, a los indiferentes y a los más asustadizos.

Custodia Moreno Rivera, una enfermera y activista de 78 años escogida para leer el pregón de La Mercé en 2021, explicaba por qué la deriva electoral hacia esa derecha Mad Max: "cuando la gente vota a unos y no les resuelven sus problemas, miran a ver si estos otros lo solventan". El blanqueamiento de la extrema derecha en los medios hace que ese paso se normalice.

Por eso se equivoca el sector del Gobierno que no entiende que las políticas sociales son la principal vacuna contra el auge del fascismo. Y por eso también se han equivocado los colectivos LGTBI que no han dado pelea para evitar que los nazis paseen por Chueca insultándoles y queriendo echarles del barrio con el brazo en alto. A la derecha Mad Max se le frena con políticas de izquierda y con coraje democrático. Hacer políticas de derecha les brinda alfombra roja. Y la falta de confrontación es un error. Porque terminarán sumando, además de a los frustrados que engañen, a los indiferentes y a los más asustadizos.

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¿Tomará nota el PSOE alguna vez? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/09/12/tomara-nota-el-psoe-alguna-vez/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/09/12/tomara-nota-el-psoe-alguna-vez/#respond Sun, 12 Sep 2021 08:26:15 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9117 Continuar leyendo "¿Tomará nota el PSOE alguna vez?"]]>
¿Tomará nota el PSOE alguna vez?
Pablo Casado, hace unos días en Madrid. EFE/J.J. Guillén

Algunas cosas se presentan difíciles para que los que las enuncian parezcan más listos. También se miente para engañar a la gente. Hay gente que escribe para engañar. Les pagan por ello. Barato en el periodismo. Un poco mejor si eres científico, ingeniero, economista, juez. Algunos, muy dignos, dicen que nadie les compra. Solo les alquilan.

Pero no es verdad que algunas cosas sean tan complicadas. Los sistemas políticos europeos han funcionado como un oligopolio donde ninguno de los dos grandes miembros tenía incentivos para abandonar (equilibrio de Nash se llama). Un mercado con dos grandes firmas que pactaban entre ellas evitando cualquier competidor, sabiéndose ambas beneficiarias del acuerdo. Incluso pactaban entre ellas sus sueldos y el comportamiento de los jueces que tenían que sancionar la legalidad de su tarea. Un oligopolio político que opera con métodos inimaginables en el campo de la economía -prácticas anticompetitivas incluso ilegales- y que cualquier Comisario de la Competencia habría tumbado con enormes multas por ser ajenos a la ley y al sentido común. Un mercado donde dos empresas recibían el 90% de los escaños es una conspiracion encubierta. El PSOE no iba contra el PP, el PP no iba contra el PSOE. Pero esto segundo es mentira.

Los sistemas políticos europeos han funcionado como un oligopolio donde ninguno de los dos grandes miembros tenía incentivos para abandonar. Un mercado con dos grandes firmas que pactaban entre ellas evitando cualquier competidor, sabiéndose ambas beneficiarias del acuerdo

La luz está muy cara porque el PP y el PSOE diseñaron un modelo donde las eléctricas iban a tener enormes beneficios pasara lo que pasara. Si encima coincide que el gas se está convirtiendo en un recurso geopolítico en la guerra entre Rusia y los Estados Unidos y sus aliados, la tormenta perfecta se aproxima. Rusia tiene la llave porque tiene gas. Pero Estados Unidos quiere tirar la llave al mar. Hay que recordar que la democracia norteamericana castigó con sanciones a los países europeos que colaboraran en la construcción del gaseoducto. Aznar nos metió en una guerra que se inventaron los Estados Unidos para robarle el petróleo a Irak. La bomba en los trenes que pusieron en Atocha no la recuerdan los que quieren convencernos de que el único 11 de septiembre que hay que recordar es el de las Torres Gemelas y no el de 1973 contra Salvador Allende.

Los alquileres están muy caros porque venimos de una dictadura que era de clase. Una dictadura de los ricos contra los pobres. Las familias humildes pusieron sus ahorros, bajo un Estado militar que no ayudaba en casi nada, en la vivienda. El PSOE de Miguel Boyer y el PP de Aznar liberalizaron alquileres y el suelo para que el mercado fuera más fuerte y se forraran los empresarios amigos. El ladrillo ha financiado el bipartidismo y el bipartidismo ha impulsado el ladrillo.

El Consejo General del Poder Judicial no se reforma porque el Partido Popular, que se cree que España es una denominación de origen propia, sabe que controlando a la justicia tiene a España cogida por los cojones. Y perdonen la expresión pero es que detrás de esa idea hay una virilidad marcial donde a los que no están de acuerdo con esa propiedad de España se les difama, se les da unas hostias, se les encarcela, se les fusila o se les destierra (ahí están esos españoles usurpadores mandando siempre a otros españoles a irse a vivir a Cuba, a Rusia, a Venezuela o a Marte si resulta que aparecen allí marcianos de izquierda). De manera más urgente, el CGPJ no se reforma porque el PP se juega que una parte no pequeña de sus cargos termine en las cárceles por todo lo mucho que han robado, por todo lo mucho que han usado los aparatos del Estado para destruir pruebas o para inventárselas o por lo mucho que han usado a Villarejo para violentar la ley. Durante el franquismo, en las cacerías siempre había jueces. Y en la democracia, también. Porque para ser juez hace falta un pastizal. Y si vienes de familia humilde y logras colarte entre esa élite ¿te la vas a jugar recordando de dónde vienes? Las propuestas de una parte de las asociaciones judiciales y de las derechas políticas son fascistas, es decir, apuestan por un gobierno corporativo de los jueces –la propuesta de Mussolini-, donde el Parlamento tenga poco que decir. La derecha española dice que es liberal pero es mentira, porque vienen de la estirpe de los que fusilaron a los liberales en las playas de Cádiz. De hecho, defienden hoy a Felipe VI como defendieron sus referentes a Fernando VII.

Los medios de comunicación están tan escorados a la derecha porque la derecha es la que los paga y porque en España no hay una conciencia de lo que son los bienes públicos. Porque mientras en Europa se construía esa idea de lo público, aquí teníamos una dictadura, que también tenía empresas públicas pero carentes de fuerza democrática. De idiotas, algunos argumentaron a la muerte del Caudillo que como las empresas públicas venían de la dictadura había que privatizarlas. A los amigos, claro. En España sigue generando más rechazo –al menos mediático- un contenedor ardiendo que una persona que se suicida porque la van a desahuciar. La legitimidad de la dictadura y el miedo que sembró ante las autoridades sostiene aún muchas cosas. Claro que tenía razón Vázquez Montalbán cuando decía que a España le olían los pies y los sobacos a franquismo. Demasiados complejos. Es impensable que en Italia hubiera una empresa de capital español que se metiera en la política italiana como hace la Mediaset de Berlusconi en la política española. Con Ana Rosa Quintana de mascarón de proa en el blanqueamiento de ayer Ciudadanos, hoy la extrema derecha y ayer y siempre el PP. ¿Por qué le interesa a los Berlusconi que gobierne la derecha en España?

En España sigue generando más rechazo –al menos mediático- un contenedor ardiendo que una persona que se suicida porque la van a desahuciar.  Claro que tenía razón Vázquez Montalbán cuando decía que a España le olían los pies y los sobacos a franquismo.

Los ataques furibundos al gobierno de coalición del PSOE y de Unidas Podemos sigue teniendo como objetivo el reparto de los fondos de reconstrucción europeos. Las empresas presionan porque saben que en España el capitalismo de amiguetes hace negocios por la cercanía con la corte. El PSOE le pagó a Florentino por Castor 1.200 millones. ¿Cuántos negocios tienes que hacer por el mundo para ganar 1.200 millones? El PP regaló a las eléctricas 1.600 millones. ¿Para qué vas a hacer investigación, desarrollo, innovación si colocando a tus mayordomos en los gobiernos vas a hacer una caja inimaginable? Los ataques a Unidas Podemos desde que en 2015 se dieron cuenta de que les habían votado seis millones de españoles tiene que ver con esto. Aquellos a los que les regalan los gobiernos cientos y miles de millones de euros ¿cuánto de ese dinero estarían dispuestos a gastar para echar del Gobierno a los que dificultaran esos chiringuitos? Una parte importante de la prensa en España sabe que es mucho más sencillo que les contraten en una tertulia, les financien, les paguen un artículo o les pongan en alguna nómina si insultan a Podemos.

En su libro clásico La democracia y la organización de los partidos políticos (1903), el ruso Moisei Ostrogroski, que participaría de la Duma en 1912 y que conoció la experiencia francesa y norteamericana, dejó dicho que "una vez que la voz de la nación ha hablado, luego la gente no sabe exactamente qué es lo que ha dicho".

Esto, que se conoce como "el problema Ostrogorski", lo solventan los voceros de los partidos, los tertulianos y los politólogos mediáticos –más relevantes ahora en España una vez que la irrupción de Podemos les ha dado un espacio que antes no tenían- haciendo cábalas sobre lo que significan los resultados electorales. Presuponiéndose, claro, que los partidos políticos expresan de forma coherente el sentir de la ciudadanía. Por supuesto, cuando se decía eso de que las elecciones expresaban "la voz de la nación", las mujeres no tenían derecho a voto, de manera que "la voz de la nación" se comía la opinión del 50% de la población. Es decir, era otra de las muchas mentiras del liberalismo. Como que la derecha cumple sus compromisos en el cártel del bipartidismo.

La derecha en España ha tenido el privilegio de mandar en este país, incluso cuando gobernaba el PSOE. Y cuando se ha intentado acabar con ese privilegio, han usado sus altavoces para decir que les estábamos quitando un derecho. El derecho a mandar sobre España y los españoles.

A ver si se entera el PSOE. Invariablemente –invariablemente- cuando en España ha gobernado la izquierda, la derecha siempre ha considerado a esos gobiernos como ilegítimos. Causa melancolía ver a algún exministro del PSOE suspirando por aquél Partido Socialista que pactaba con el Partido Popular. ¿Es que no entienden que ese oligopolio político del bipartidismo que ha funcionado en España desde que recuperamos la democracia solo lo cumple la izquierda? ¿Que es un acuerdo que la derecha incumple cuando le saca del poder? La derecha ha mandado a militares a entrar con caballos en el Parlamento, ha dado golpes de Estado, ha conspirado con los medios para tumbar Consejos de Ministros y hoy acosa al Gobierno del PSOE y Unidas Podemos, al que considera ilegítimo, igual que consideran ilegítimos a los policías o guardias civiles que les detienen o a los jueces que les señalan como una organización criminal por haberse financiado ilegalmente con obra pública.

Por eso puede, un partido que se ha financiado desde que recuperamos la democracia con dinero negro, impedir que se renueve el Consejo General del Poder Judicial, que es quien tiene que decidir quién juzga el uso de esos fondos ilegales. Por eso la derecha va a Europa a intentar que se frenen los fondos europeos. Si ellos no gobiernan España, eso no es España.

Las cosas son más sencillas: nunca en la historia nadie ha cedido un privilegio si no se lo has arrancado. La derecha en España ha tenido el privilegio de mandar en este país, incluso cuando gobernaba el PSOE. Y cuando se ha intentado acabar con ese privilegio, han usado sus altavoces para decir que les estábamos quitando un derecho. El derecho a mandar sobre España y los españoles.

Por eso pueden defender a un Rey que utilizó su cargo como Jefe del Estado para enriquecerse ilegalmente, pueden decir que el Papa Francisco es un bolchevique, pueden engañar al PSOE para que les regale RTVE, pueden lograr que capitales extranjeros se inmiscuyan en la política nacional como hace Telecinco, pueden tener a un chiringuitero de referente de la extrema derecha y a un fraude académico de referente de la derecha cada vez más extrema. Por eso puede, un partido que se ha financiado desde que recuperamos la democracia con dinero negro, impedir que se renueve el Consejo General del Poder Judicial, que es quien tiene que decidir quién juzga el uso de esos fondos ilegales. Por eso la derecha va a Europa a intentar que se frenen los fondos europeos. Si ellos no gobiernan España, eso no es España.

Y nosotros, que saldremos corriendo a condenar la violencia no cuando alguien se ahorque porque ya no puede financiarse la vida por el precio de la luz, de los alquileres o la precariedad laboral, sino cuando nos lo digan los periodistas a los que les pagan para que nos convenzan de que miremos en la dirección que le interese a los que siguen creyéndose los dueños de España.

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A dónde va Cuba https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/07/23/a-donde-va-cuba/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/07/23/a-donde-va-cuba/#respond Fri, 23 Jul 2021 04:59:17 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9090
A dónde va Cuba
Miles de personas asisten a un acto de apoyo a la revolución, en La Habana (Cuba).- EFE

La izquierda, que no debe mentir

Una de las diferencias entre la derecha y la izquierda a la hora de enfrentar los problemas es que la derecha (en este momento histórico corrida hacia la extrema derecha) no tiene compromiso alguno con luchar contra la mentira. Su voluntad no es con la verdad, sino con el poder. Por eso no necesita justificar sus posiciones y por lo mismo puede decir una cosa y la contraria. Lo hacen constantemente.

Por eso mismo, cuando se articula internacionalmente no lo hace sobre la base de un programa compartido –al poder se accede en cada país de una manera diferente y no hay un "programa de la extrema derecha"- sino que se encuentran sobre esa voluntad de poder compartida: el marco neoliberal como base; planes Cóndor para eliminar adversarios; sincronía política contra Venezuela, Cuba o Nicaragua –en su momento también contra Brasil, Bolivia, Ecuador, Argentina...-; sincronía mediática con intelectuales y periodistas actuando de arietes; redes sociales compartidas a través de empresas.

En cambio, la izquierda, como una familia política amplia que busca cambiar el statu quo, no puede mentir porque perdería el asidero de su compromiso con el cambio. La izquierda necesita programas, una lectura coherente de la realidad y un compromiso claro con la verdad.

Si no entiendes el antiimperialismo es que no entiendes nada

La gente de izquierda con frecuencia nos enfadamos con Cuba. Como se enfada un hijo con su padre o un padre con su hijo; como se enfada un seguidor con su grupo musical por el último disco o con su cantante favorito por unas declaraciones desafortunadas, como te enfadas como lector con tu escritor preferido o un alumno con el profesor que le enseñó a leer. A veces ese enfado toma forma de desgarro, como le pasó a José Saramago. Solo te desgarras con lo que forma parte de tu músculo y está pegado al hueso.

Algo que no se termina de entender desde Europa, incluida España, es que mientras la izquierda europea ha tenido como referencia el obrerismo, la izquierda latinoamericana ha tenido como condición necesaria el antiimperialismo. Estados Unidos sí lo entiende pero se hace el loco. Normal el antiimperialismo en un continente que ha sido invadido por Estados Unidos cerca de un centenar de veces (es curioso que la derecha española odia a los árabes por Al Andalus, cuando fueron pueblos que vivieron siete siglos en la península ibérica). Sin entender el antiimperialismo no se entiende a Cuba igual que no se puede entender el peronismo. No se puede entender a Sandino y cómo el sandinismo aguanto la guerra que los Estados Unidos les hizo con la Contra y nunca se entenderá el papel que desempeñó Chávez en Venezuela y América Latina cuando, como potencia petrolera, le paró los pies a los que construyeron en el mundo, Plan Marshall incluido, la dependencia del petróleo con las cinco "hermanas", que siempre fueron la verdadera ONU norteamericana.

Los golpes de Estado que ponían en marcha las élites latinoamericanas, apoyadas por ejércitos aristocráticos o mercenarios, siempre contaban con el aval norteamericano. En repetidas ocasiones, mucho más que el aval, como pasó en Chile con Allende. El imperialismo es militar, cultural y económico. Bien conocido es el trasvase de renta permanente desde el sur del Río Grande hacia el norte, especialmente desde los tiempos de la deuda externa desde los ochenta.

Algunos dicen que cuando se piensa en Cuba hay una mirada con nostalgia de la guerra fría, cuando había, según el entender ideológico de cada cual, sus buenos y sus malos. Es verdad que ya no estamos en los tiempos de la confrontación entre la URSS y los Estados Unidos, donde era más fácil identificar posiciones. Pero en el siglo XXI sigue funcionando el imperialismo, aunque la palabra haya envejecido. Ahora esa conquista de unos países por otros es más elegante y no necesitas bombardear el Palacio de la Moneda como pasó en Chile en 1973 ni ocupar Vietnam ni Corea ni financiar la Contra como hicieron en Nicaragua. Claro que a veces siguen recurriendo al golpe clásico –el penúltimo en Hondura, el último, quizá, en Haití-, pero la capacidad de presión en el siglo XXI es judicial, mediática, económica y financiera. Más limpia pero igualmente letal. Si el capitalismo financiero dobló el brazo a la Grecia de Tsipras ¿no lo van a hacer en una América que consideran de su propiedad?

Cuba era Fidel pero siempre fue más que su dirigencia

El compromiso de la izquierda mundial es con Cuba, no con su régimen político. El compromiso con Cuba tiene que ver con su resistencia al gendarme mundial norteamericano, con su capacidad de enviar brigadas médicas por el mundo, con su solidaridad con las luchas por la soberanía, con la generosidad del Che Guevara, con la capacidad de esa pequeña isla de producir su propia vacuna –España no ha sido capaz todavía y es la cuarta economía del euro-, con la calidad y humanidad de sus médicos –que tanto contrasta con buena parte de los médicos latinoamericanos, arrogantes y solícitos solo con los ricos-, con la inteligencia de Fidel Castro, con la capacitación de su población, con sus tasas de educación universitaria, con su compromiso con el igualitarismo en un mundo preñado de desigualdades, por su compromiso con la paz en un mundo preñado de guerras... Sin embargo, no hay ninguna izquierda en el mundo que quiera trasladar a su país el régimen político cubano. ¿Una contradicción? No. Porque a Cuba se le apoya por su enorme dignidad y por sus logros concretos en ese país concreto.

Defender a Cuba, pedir siempre cuentas a la dirigencia

Una de las estupideces más grandes y, al tiempo, más eficaces de la derecha ha sido criticar a las izquierdas de sus respectivos países por, supuestamente, querer importar las políticas diabólicas de los países de algún eje del mal. Durante muchos años, la amenaza era querer aplicar el sistema soviético. Todavía hoy se hacen exorcismos por lo que juran es la llegada inminente del castrismo. Especial éxito ha tenido la acusación de querer convertir cada país en una sucursal de Venezuela. La demonización de Venezuela no ha sido gratuita. Tiene que ver con que Chávez hizo cinco cosas prohibidas por el gendarme mundial: (1) crear la UNASUR y mandar al basurero de la historia a la OEA, uniendo a los latinoamericanos sin tutelas; (2) construir una diplomacia petrolera, que pasaba por reflotar la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP), subir a un precio justo el barril y plantear que las transacciones petroleras no debían hacerse necesariamente en dólares; (3) concienciar a su pueblo con educación y medios de comunicación alternativos –hasta el punto de que hizo fracasar el golpe que dieron contra Chávez en 2002-; (4) hacer lo que no le dejaron a Allende, esto es, construir el socialismo desde el respeto a la democracia parlamentaria, las elecciones y la Constitución; y (5) romper con Yalta y Potsdam que prohibía a países como Rusia o China hacer transacciones económicas y políticas con América Latina.

Es evidente que defender a Cuba no pasa por querer importar su régimen político. Para un politólogo tal pretensión es tan idiota como para un biólogo querer trasplantar un riñón o un corazón de un gorrión a un cóndor. Cuba es un país referente de la lucha imperialista, agredido sin límite, bloqueado inhumanamente y al que no le han dejado que haga nunca sus ajustes gubernamentales en libertad. Los Estados Unidos nunca han dejado a Cuba desarrollarse, como sí ha dejado a otros países subordinados, fueran democracias o dictaduras sangrientas. La verdad, eso le ha pasado a toda la izquierda real desde, al menos, la Comuna de París de 1871. Y bien lo sabe la España republicana. El bloqueo económico a Cuba lleva 60 años poniendo palos en las ruedas del desarrollo del país. 184 países de Naciones Unidas, salvo Estados Unidos e Israel acaban de votar en contra del bloqueo. El loco del pelo naranja que fue Presidente de los Estados Unidos empeoró aún más la situación con 248 nuevas reglas que impiden a la isla negociar con el mundo (que es como hundirles en el mar), y la administración Biden, que hacia fuera seguirá muchas pautas de Trump, sigue creyendo que tiene derecho a decir qué país es terrorista y quién no lo es. Aunque si se aplicaran ese baremo a sí mismos igual tenían que invadirse. Añadamos los intentos de asesinato de los líderes cubanos (cuando te quieren matar constantemente, alguna razón tiene tu paranoia), a lo que hay que sumar ese genocidio silencioso que es intentar matar de hambre al pueblo negando a su gobierno negociar económicamente con otros países como hacen todos los demás.

Cuba, es un referente socialista concreto frente a los Estados Unidos –ese país que se inventó que Irak tenía armas de destrucción masiva para invadirlo y asesinar a 600.000 personas- pero está gobernado por una dirección política que puede, perfectamente, dejar que desear, emocionar, equivocarse e, incluso, formar parte de una burocracia anquilosada, igual que puede acertar, obrar con inteligencia y tener unas tasas de COVID envidiables desde una perspectiva europea.

Se puede apostar por Cuba sin fisuras, porque es lo que hace uno con la dignidad. Y al tiempo entender que para mantener ese referente socialista en un lugar condenado en su historia a ser un cuarto trasero de los Estados Unidos, toca en el siglo XXI adelantar algunos cambios, hacer algunas reformas que tienen que ver con algo que llevan tiempo reclamando los cubanos.

La doble vara de medir con Cuba

Pero no nos engañemos. Es muy hipócrita criticar a Cuba y silenciar lo que está pasando en el resto del continente. En Colombia van 75 muertos desde que empezaron las protestas y el paro nacional. Van más de 500 desaparecidos. Biden anuncia nuevas sanciones contra Cuba por los presos. ¿Hubo sanciones alguna vez contra los miles de asesinatos en la Colombia de Uribe con los falsos positivos (en España, al narco Uribe le acaba de invitar la Universidad Rey Juan Carlos, tristemente famosa por sus muchos casos de corrupción vinculados al Partido Popular). Y puesto a preguntar, ¿dónde está la policía cubana disparando como el ESMAD, el Escuadrón Móvil Antidisturbios colombiano? ¿Qué manifestantes aparecen en Cuba en las cunetas con un disparo en la cabeza? ¿Dónde están las masacres que perpetraron las dictaduras argentina, chilena, brasileña en Cuba? ¿A qué país ha agredido militarmente Cuba como hace permanentemente los Estados Unidos, a menudos con el apoyo de la Unión Europea?

A Cuba no se le ataca porque incumpla los derechos humanos. Se la ataca porque es un símbolo de la posibilidad de intentar un sistema político diferente. Se la ataca por lo mismo por lo que acabaron a sangre y fuego con el Chile de Salvador Allende. A Cuba la atacan con saña los que no soportan que la dignidad de un continente pase por esa pequeña isla. Por eso, sólo la izquierda, desde su compromiso moral, puede criticar que el gobierno cubano detenga a manifestantes o impida las protestas. Porque la derecha latinoamericana en sus países los asesina. Un solo muerto, un solo detenido en una protesta en Cuba es algo que a nosotros nos sume en la tristeza. Los miles de jóvenes campesinos o pobres asesinados en Colombia y presentados como guerrilleros para cobrar la recompensa bajo el gobierno de Uribe no estremece a los que gritan ¡Libertad, libertad! pensando en invadir Cuba. Los que tienen en España al Poder Judicial secuestrado piden justicia en Cuba.

En España, durante la pandemia, se ha presionado al gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos para que permitieran la actividad económica, especialmente en la hostelería. Algo parecido a eso que pedía la derecha es lo que hicieron las autoridades cubanas con el turismo, principal rubro económico de la isla. Esa apertura, necesariamente, tenía que aumentar los contagios. El dilema era terrible: ¿dinero en divisas para importar alimentos y medicinas, o aumento de los contagios? Tomase la decisión que tomase el gobierno cubano iba a equivocarse. Los mismos que defendían una cosa en su país, como ha hecho la derecha española, iban a estar dispuestos a llamar asesino al gobierno de Cuba por hacer lo que ellos estaban pidiendo en sus países.

Cuando las vacunas también son geopolítica

Las manifestaciones en Cuba tuvieron una expresión popular en algunos lugares –por ejemplo, donde había cortes permanente de luz, como San Antonio de los Baños- pero se han organizado desde fuera de la isla y ha sido protagonizada por la derecha internacional. En las protestas había sectores populares que tenían una justa ira y demandas pendientes pero también mercenarios con agenda política pagados por las organizaciones norteamericanas clásicas (la USAID, la National Endowment...). La violencia en las protestas, con agresiones directas a la policía, es muy probable que vinieran de esos sectores (aún tenemos en la retina las imágenes de policías ardiendo en Caracas durante las guarimbas, igual que no podemos olvidar la celebración de esas imágenes por parte de los que en sus países, incluida España, defienden a la policía porque la entienden parte de su garantía de poder y privilegio).

En la organización de las protestas y en la demonización de Cuba han participado los mismos que han pretendido desconocer la victoria de Pedro Castillo en Perú, los que atacan constantemente, les es indiferente las razones, a Venezuela y a Nicaragua, los que construyeron la imagen amenazante de la "caravana centroamericana" que utilizaría Trump en su campaña, los que intentaron que López Obrador no ganara las elecciones en México, los que celebraron la injusta encarcelación de Lula en Brasil, los que justificaron el golpe de Estado en Bolivia, los que persiguen a Cristina Fernández de Kirchner y a Rafael Correa, los que defienden las barbaridades contra los derechos humanos que perpetra Bolsonaro, los que ocultan los asesinatos en Colombia por parte de la policía, los que niegan las detenciones ilegales en Ecuador. Son los mismos que intentaron la invasión de Venezuela desde Cúcuta y los que, con boots y robots, intentan día sí y día también tumbar a los gobiernos que pretenden gobernar para las mayorías.

Cuba ha desarrollado dos vacunas, que está dispuesta a compartir con el continente y con los países pobres del mundo. Ni Estados Unidos ni la Unión Europea están dispuestas, en medio de este shock que puede permitirles una vuelta de tuerca más en la lógica neoliberal, que Cuba trastoque sus planes. Las vacunas son geopolítica.

Añadamos la confrontación creciente de Estados Unidos, también con el recién elegido Presidente Biden, contra China, que coincide con el incremento de la agresividad contra, precisamente, los países que negocian con las autoridades chinas: Venezuela, Cuba y Nicaragua. Pretender que los disturbios en Cuba son una mera expresión del descontento popular es una ingenuidad de esas que le cuestan la libertad a los pueblos.

Cuba y la legitimidad del socialismo

Si bien es cierto que el régimen político cubano tiene menos apertura que los que entendemos como democráticos, en 2019 todos los cubanos y cubanas votaron su nueva Constitución y apostaron de manera inequívoca por el socialismo. El 78% de los cubanos y cubanas dijeron que querían continuar con el socialismo. El imaginario socialista sigue siendo defendido por la mayoría de la población. Pese a todas las dificultades. Porque Cuba es, insistimos, el símbolo de la soberanía latinoamericana por haber resistido los intentos de invasión y asesinato de sus líderes, por demostrar que existe alternativa real y por el ejemplo de una manera diferente de gestionar la economía que ha expresado enormes éxitos (especialmente comparada con su contexto geográfico –pensemos Haití o Centroamérica-, aunque también las cifras de Harlem o del Bronx en los Estados Unidos siempre han estado por debajo de las cubanas en mortalidad infantil o pobreza). Reírte de que Cuba es el "paraíso de los pobres" solo es posible desde la estatura económica de quien no es pobre.

Las protestas en Cuba son comprensibles y se han dado en prácticamente todos los países antes y después del COVID 19 (aunque, como venimos diciendo, no hay en Cuba, a diferencia de lo que dijo el expresidente Uribe, órdenes de asesinar a los manifestantes). Pero la COVID, el confinamiento, la angustia de la incertidumbre es imposible que no generen enfado popular en cualquier rincón del mundo. Sin bien las cifras del COVID en Cuba son envidiables -1800 muertos en un país con 11,3 millones de habitantes. En España rondamos, con 46 millones de habitantes, los 81.000 fallecidos por COVID- es indudable que las incertidumbres que todos hemos vivido también han existido en Cuba.

No se han dado en Cuba los escándalos de corrupción con las vacunas que hemos visto en otros países. No hemos visto las afirmaciones contradictorias de las autoridades –ni estúpidos negacionistas entre la población-. Tampoco cadáveres abandonados en las calles, ni falta de mascarillas ni de insumos básicos en los hospitales –aunque sí hay restricciones en medicinas-. Tampoco han vivido las chapuzas en la adquisición de materiales que han protagonizado los países desarrollados. Tampoco han tenido que dimitir por comportamientos ilegales o inmorales responsables políticos de salud cubanos, como en tantos otros países.

Cosas que están rotas en Cuba

Cuando un ciudadano ve que su vida empeora ¿tiene derecho a dirigir su ira hacia las autoridades? Parece sensato que sea así. Y que las autoridades se nieguen a escuchar los reclamos sería un error. Acertó el Presidente Díaz Canel al acercarse personalmente a San Antonio de los Baños a escuchar en primera persona los reclamos. Porque hay elementos de la situación actual de Cuba que las autoridades tienen que atender:

-La crisis económica –donde, nunca nos cansaremos de repetirlo, el bloqueo es esencial para entender la situación (con el freno de las remesas por las presiones de Trump, el bloqueo de barcos, las dificultades legales a cualquier empresa que comercie con Cuba) , reclama una nueva imaginación política.

-El crecimiento de la inflación que dificulta el acceso a los bienes de consumo (motivado por la decisión, no fácilmente explicable de unificar las monedas en mitad de la pandemia)

- las desigualdades evidentes en la isla –algo que se evidenciaba ya con la existencia de la doble moneda-. En un sistema político socialista, resulta muy difícil de entender para la ciudadanía que se abran tiendas para bienes básicos que solo se puedan comprar en dólares. Aunque la explicación sea que con esos dólares se podrán llevar después esos bienes a las tiendas que trabajan en pesos cubanos.

-el incremento de jóvenes y afrodescendientes en las cárceles, lo que demuestra la existencia de unas políticas públicas que atienden más a los mayores, así como un mantenimiento de las discriminaciones de raza que aún persisten en la isla.

-las contradicciones que genera el contagio que lleven los turistas –prácticamente la principal economía nacional-;

-la incomodidad de las enormes colas por la ausencia de bienes de consumo.

A lo que hay que sumar que hay una generación que nació ya en la crisis –en el periodo especial de los 90- y a la que la legitimidad de Sierra Maestra y el fin del régimen de Batista ya no convoca como convocó a sus mayores. El sueño capitalista que proporciona Hollywood, las series y las redes es falso, pero muy tentador. No hace falta tener nada para ser clase media aspiracional. Los estantes vacíos, los cortes de luz –esenciales para entender las protestas en algunas partes de la isla-, la lentitud de internet, las dificultades para imaginar un futuro más luminoso no se solventan con las viejas formas de participación. Esa es la tarea esencial de la dirigencia política cubana. Escuchar las críticas y saber diferenciar a los que quieren tumbar la democracia y los que tienen demandas legítimas.

Escuchar a Fidel siempre es útil

 Una de las victorias indirectas de la hostilidad a los gobiernos de cambio es convertirles en paranoicos. De esta manera, se deja de escuchar el sentir popular y los portadores de malas noticias son decapitados. Con las redes sociales, los jefes solo leen en los grupos de whatasapp y telegram mensajes zalameros: ¡+1000! ¡+1.000.000! ¡Has estado soberbio! Y de esa manera se deja de escuchar el cuaderno de quejas del pueblo y se deja de aprender.

Es conocida la respuesta del monje cisterciense Arnaldo Amalric después de que las tropas papales derrotaran a los cátaros en esa ciudad francesa en 1209. ¿Cómo diferenciar a los buenos católicos de los malvados albigenses? El abad habría contestado: Matadlos a todos, pues Dios ya conoce a los suyos" (Caedite eos, novit enim Dominus qui sunt eius). ¿Vamos a hacer lo mismo en la izquierda con las críticas?

En Biografía a dos voces, la voluminosa e insuperable entrevista dialogada que hizo Ignacio Ramonet a Fidel Castro, hay al final una reflexión que hay que volver a leer con calma:

 

"Nosotros confiábamos en la crítica y en la autocrítica, sí. Pero eso se ha casi fosilizado. Ese método, tal como se estaba utilizando, ya casi no servía. Porque las críticas suelen ser de un grupito; nunca se acude a la crítica más amplia, a la crítica en un teatro por ejemplo. Si un funcionario de salud pública, por citar un caso, falseó un dato acerca de la existencia del mosquito Aedes aegypti, se le llama, se le critica. Bien. Pero conozco a algunos que dicen: "Sí, me autocritico", y se quedan tan tranquilos, ¡muertos de risa! Son felices. ¿Y todo el daño que hiciste? ¿Y todos los millones que se perdieron como consecuencia de ese descuido o de esa forma de actuar?

Hay que ir a la crítica y a la autocrítica en el aula, en el núcleo y después fuera del núcleo, en el municipio, y en el país. Debemos utilizar esa vergüenza que sin duda tienen los hombres, porque conozco a muchos hombres justamente calificados de "sinvergüenza", que cuando en un periódico local aparece la noticia de lo que hicieron, se llenan de vergüenza. En esta batalla contra vicios no habrá tregua con nadie, cada cosa se llamará por su nombre, y apelaremos al honor de cada sector. Al final, los que no quieran entender se van a autocorregir, pero de otra forma; sí, se van a embarrar con su propia basura. De algo estamos seguros: en cada ser humano hay una alta dosis de vergüenza. Y el primer deber de un revolucionario es ser sumamente severo consigo mismo (...)

Y esto no es hablar mal de la Revolución. Esto es hablar muy bien de la Revolución, porque estamos hablando de una Revolución que puede abordar estos problemas y puede agarrar al torito por los cuernos, mejor que un torero de Madrid. Nosotros debemos tener el valor de reconocer nuestros propios errores precisamente por eso, porque únicamente así se alcanza el objetivo que se pretende alcanzar.

Es absolutamente cierto que una parte de las críticas a la situación en Cuba son legítimas. Y hay que escucharlas. Porque incluso en los golpes blandos –esa estrategia norteamericana golpista que logra acabar con los gobiernos soberanos y al tiempo evita la condena internacional propia de los golpes duros- hay una parte de verdad. Para eso hacen falta nuevos canales que permitan la libre expresión con consecuencias políticas y sin represión. Hay leyes pendientes en la Asamblea cubana que buscaban precisamente aumentar la participación popular. Es tiempo de darles salida.

Todo esto es tan cierto como que cualquier protesta va a ser utilizada por los contrarrevolucionarios que no quieren escuchar la decisión constitucional votada en 2019 de que Cuba es socialista. Como en las primaveras árabes, las legítimas protestas fueron pronto usurpadas por la mano de Estados Unidos para tumbar a los gobiernos que no les eran favorables. Es un error confundir las revoluciones de colores, esas protestas de mercenarios organizadas por los Estados Unidos, con las legítimas protestas populares. Porque, repetimos, un triunfo indirecto del golpismo norteamericano es obligar a los gobiernos de izquierda a enrocarse, a encerrarse en sí mismos ante los ataques, a creer que todas las protestas son contrarrevolucionarias. Porque con esa actitud, terminas expulsando de las filas de la revolución a los que son revolucionarios pero tienen posiciones críticas. Escuchemos, insistimos, lo que dijo el último Fidel.

Otra vez, por si a alguien se la he olvidado: con Cuba, por dignidad

En Cuba no hay niños durmiendo en la calle. Que nadie se olvide. Y es el único país latinoamericano con dos vacunas que funcionan. Pero la sociedad cubana necesita avanzar para que la voluntad mayoritaria de construir el socialismo no se debilite. Como dice la analista brasileña Joana Salem, en Cuba se nacionalizó la economía, luego se estatalizó pero nunca se socializó. Seguramente ahí hay una tarea pendiente. Y en esa socialización, el régimen cubano tendrá que aprender a escuchar voces diferentes que tengan miradas diferentes sobre la construcción del socialismo.

Ya hemos escuchado al alcalde de Miami, Francis Suárez, pedir que se bombardee Cuba. Los Estados Unidos, cada vez que han intervenido en algún país desde 1945, lo han destrozado. Engañaron a la comunidad internacional con las falsas armas de destrucción masiva en Irak, engañaron en Siria, en Libia, en Afganistán. En Libia, el país más próspero de África, anunciaron en los medios internacionales que Gadaffi estaba bombardeando a población civil y asesinando a civiles con mercenarios subsaharianos contratados. En un momento crítico, fue portada de todos los medios e informativos que Gadaffi, con un ejército mercenario, iba a entrar de inmediato en Bengazhi e iba a pasar a cuchillo a la población rebelde que estaba luchando "por la democracia". Todo era mentira, pero la opinión pública internacional, incluida la izquierda, toleramos el bombardeo norteamericano de Libia. Hoy es un país destrozado, en manos de mafias que trafican con esclavos, terroristas del ISIS y señores de la guerra que pelean entre sí. Estados Unidos y las élites económicas occidentales llevan mucho tiempo queriendo acabar con el ejemplo cubano. No nos engañemos. Convertirían a Cuba en otra Libia.

Algunas conclusiones para el debate: presionar contra el bloqueo, abrir nuevos canales para que el pueblo se exprese, construir nuevas legitimidades socialistas.

Se trata ahora, en momentos difíciles de post COVID, de, sin ingenuidades, salvaguardar todo lo ganado en estos 60 años, que es inmenso y patrimonio de la izquierda mundial. Se trata de mantener ese símbolo de dignidad soberana escuchando al pueblo, de ir más allá de ese "socialismo dependiente" –no solo ha existido el capitalismo dependiente- a donde ha llevado el bloqueo y también las decisiones políticas. Cuba tiene que reinventar un compromiso con la comunidad que nazca desde abajo y que no sea una expresión mecánica del mandato del Partido Comunista de Cuba. Las nuevas generaciones tienen que aprender el respeto a los demás, la épica de mantener espacios de la vida desmercantilizados, de la misma manera que el socialismo cubano tiene que incorporar las nuevas demandas ecologistas, feministas y culturales que, necesariamente, nacen en un mundo donde internet está revolucionando nuestras sociedades. Se trata de reactivar las organizaciones populares desde un espacio que no puede ser el de la lucha contra Batista ni el de la guerra fría. Más desafiante y, por eso, que más necesita contar con el apoyo de la mayoría. Los Estados Unidos de Joe Biden van a llevar la democracia de fronteras adentro –para evitar que locos con cuernitos en la cabeza entren en el Capitolio- pero es muy difícil que cambien radicalmente su política exterior. Es verdad que Biden ha frenado una nueva crisis de los balseros, pero no va a dar libertad a Cuba para que se desarrolle económicamente y pueda convertirse en un ejemplo latinoamericano de prosperidad alternativa. Las nuevas sanciones van en esa dirección.

La sociedad cubana es más plural que en el siglo XX. Si no escuchas esa pluralidad, la echas en brazos del autoritarismo capitalista, de la lógica consumista, de la identidad autoritaria de la extrema derecha o, como está ocurriendo en muchos sitios, de las mafias del narco. Dinero para convencer a gente no les falta a las oligarquías norteamericanas, latinoamericanas y europeas y tampoco a los delincuentes. Se trata, pues, de encontrar el rumbo del socialismo en el siglo XXI. Un socialismo que tendrá, necesariamente, otros contornos que en el siglo XX. Los retos son enormes. Las expectativas de las nuevas generaciones no son las de sus mayores. Esos logros ya se alcanzaron. Hay que establecer los nuevos. Y no es sencillo porque el neoliberalismo es un sentido común.

Salir del neoliberalismo, inventar un nuevo sentido común, es tan difícil y el contexto está tan lleno de dificultades -cambio climático, desigualdades, regreso de enfermedades, guerras, robotización de la economía, migraciones, amenazas a los derechos ganados de las mujeres...- que solo es confrontable confiando en un pueblo que construya su nueva utopía. La antesala de cada revolución es una gran conversación. Por eso no se puede silenciar el diálogo. Hacen falta todas las voces. Incluidas las que chirrían. El socialismo del siglo XXI necesita tanto pueblo como sea posible, porque solo con mucho pueblo son solucionables tan grandes desafíos.

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Pedro Sánchez, la remodelación del Gobierno y la biología https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/07/10/pedro-sanchez-la-remodelacion-del-gobierno-y-la-biologia/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/07/10/pedro-sanchez-la-remodelacion-del-gobierno-y-la-biologia/#respond Sat, 10 Jul 2021 19:10:48 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9058 Continuar leyendo "Pedro Sánchez, la remodelación del Gobierno y la biología"]]>
Pedro Sánchez, la remodelación del Gobierno y la biología
Pedro Sánchez, hace unos días en el Congreso. REUTERS/Susana Vera

"Es bueno, me acerco; es malo, me alejo". Así explicaba el biólogo Michael Gazzaniga en ¿Qué nos hace humanos? nuestro comportamiento. "Me beneficia, voy; me perjudica, me marcho". Es verdad que luego viene la cultura, que no es poco. Porque resulta que entramos en una casa ardiendo para ayudar a los que están dentro. Y nunca nos van a devolver el favor. La biología pesa, pero si quieres, pesa más la cultura.

La remodelación del gobierno por parte de Pedro Sánchez, a dos años del fin de la legislatura, tras la salida de Pablo Iglesias de la Moncloa y después de la resurrección mediática del PP a raíz de  la victoria en Madrid de Díaz Ayuso, se explica más con claves personales -biológicas y un poco de cultura- que estrictamente políticas.

En la política de gobiernos parlamentarios del siglo XXI, recordemos que el partido sustituye a la sociedad, la Ejecutiva al partido, el Secretario General a la Ejecutiva y el spin doctor (o las necesidades del relato) sustituye finalmente al Secretario General. El PSOE no es la Lista Macron (que sólo rinde cuentas a su espejo), pero la victoria agónica de Sánchez contra la vieja guardia de Ferraz le ha permitido desde entonces doblar el pulgar hacia abajo cada vez que la tranquilidad futura así se lo ha sugerido. Todo sin atender en demasía a los viejos equilibrios dentro de la familia socialista. También es verdad que las maniobras de González,Guerra, el fallecido Rubalcaba y los barones trazaron una trinchera donde sólo había dos lados. Y quien se puso en el lado equivocado, fue abatido, una vez alzado Sánchez con la Secretaría General, con disparos pesados de mortero -que se lo digan a Madina o a Susana Díaz-.

Visto desde los intereses personales de Sánchez, el Presidente que inauguró, contra su voluntad inicial, el primer gobierno de coalición desde que recuperamos la democracia, el Presidente que está armando un bloque de dirección de Estado alternativo a los de los últimos, al menos,  cuarenta años, la remodelación tiene siete grandes razones.

Una gran victoria de Ione Belarra como nueva Secretaria General de Podemos, de Yolanda Díaz como responsable de las relaciones con Sánchez en Unidas Podemos y de Pablo Iglesias, que demuestra que dejó la casa ordenada cuando decidió irse de la política institucional.

En primer lugar, castigar a los que le han causado problemas de manera innecesaria. "Es malo, me alejo", que trasladado a un presidente de Gobierno se traduce: "Te alejo". Es más que probable que los pesos pesados que han salido del Gobierno hayan operado más allá de lo que Sánchez les autorizó. O, simplemente, habían dejado de ser útiles al acumular muchas derrotas. La operación de Murcia pasará a los anales como ejemplo de torpeza, de la misma manera que el capricho de Carmen Calvo contra el Ministerio de Igualdad en general y contra la ley trans en particular ha estado a punto de alejar al PSOE de ese espacio de libertades civiles en donde les colocó Rodríguez Zapatero. Tampoco ha sido exitosa la gestión en la dirección de RTVE, donde el PP engañó al PSOE prometiéndole solventar la renovación del Consejo General del Poder Judicial si entraba en la dirección de la televisión pública. Entró la derecha en RTVE con capacidad de disparo pero el CGPJ sigue pendiente. El chantaje del PP al actual presidente, Pérez Tornero, para cargarse Las cosas claras, el programa que dirige Jesús Cintora y que ya ha ganado en audiencia a Al rojo vivo de Ferreras, genera más ruido que sosiego, pues demuestra que se sacrifica lo público por lo privado (beneficiar a Atresmedia y quitarle relevancia a un programa que funciona, algo que en una empresa pública que operase en el mercado sería un delito) y dificulta las relaciones con Unidas Podemos al preferir acuerdos con el PP antes que con los morados.

En segundo lugar, Sánchez consolida para lo que queda de legislatura su acuerdo con Unidas Podemos, lo que es una gran victoria de Ione Belarra como nueva Secretaria General de Podemos, de Yolanda Díaz como responsable de las relaciones con Sánchez en Unidas Podemos y de Pablo Iglesias, que demuestra que dejó la casa ordenada cuando decidió irse de la política institucional. Yolanda Díaz recupera la vicepresidencia segunda y se mantienen los cinco ministerios pactados en su día (incluido el de Garzón, al que el agrobussines y la industria cárnica y agrícola, poco amigas de los derechos laborales, quería tumbar). Es evidente que Irene Montero es una gran ganadora, pues la vicepresidenta Carmen Calvo, que soñaba con aplicar un 155 permanente al Ministerio de Igualdad, está fuera y la  ley solo sí es sí y la ley trans van adelante.

Las grandes empresas para el PSOE y los trabajadores para Unidas Podemos, un reparto de tareas que no deja de ser un error porque ambos tienen que ir de la mano compartiendo una lógica común.

No es menor una tercera razón: gestionar los muchos dineros que vienen de Europa -70.000 millones de euros, más otro tanto que pondrá España- para iniciar la recuperación económica tras la locura de la covid-19. Al igual que Sánchez le entrega a Unidas Podemos la gestión de los intereses obreros y sindicales -negociado principal de Yolanda Díaz-, se guarda para sí la ortodoxia neoliberal ascendiendo a Nadia Calviño, manteniendo a María Jesús Montero, a José Luis Escrivá y a Luis Planas, y dejando en sus puestos a Reyes Maroto de Industria o Teresa Ribera de Transición Ecológica (esenciales ambos en la nueva etapa económica). Las grandes empresas para el PSOE y los trabajadores para Unidas Podemos, un reparto de tareas que no deja de ser un error porque ambos tienen que ir de la mano compartiendo una lógica común, lo que no es el caso con las enormes discusiones en temas económicos entre el PSOE y Unidas Podemos que van a seguir existiendo o la falta de rendición de cuentas del PSOE a Unidas Podemos en asuntos económicos (ahí está la gestión patética de los créditos ICO o las deficiencias enormes en el plan de reconstrucción). Algunas cosas, sin embargo, pueden desatascarse. Parece lógico pensar que con el cambio en Vivienda puede solventarse la ley de alquileres y la regulación de los precios ya que la nueva Ministra lo hizo en su municipio (pero sin olvidar que el PSC votó en contra de regular los alquileres en Catalunya).

En cuarto lugar, se trataba de salir también del "efecto Ayuso", que se permitió en Madrid con una suma de torpezas de la izquierda. La solución para Sánchez es quitar caspa masculina y viejuna y la parte de inutilidad del Gobierno (había Ministros de los que nadie sabía ni el nombre). Parece claro que los astronautas no pueden estar mucho en el espacio, pero tampoco los que han alejado al mundo de la cultura o han incendiado a los interinos. El gobierno se rejuvenece (la media pasa de 55 años a 50) y aumenta el peso de las mujeres.

Sánchez, pese a que fue defenestrado por la dirección del viejo socialismo, es un hombre de partido. Toda su vida ha trabajado en el PSOE y pese que que piense que el PSOE es él, también necesita pensar que él es del PSOE

Otro elemento, como quinto item, es recuperar los equilibrios dentro del PSOE. Sánchez, pese a que fue defenestrado por la dirección del viejo socialismo, es un hombre de partido. Toda su vida ha trabajado en el PSOE y pese que que piense que el PSOE es él, también necesita pensar que él es del PSOE. Recuperar a Óscar López va en esa dirección. Una vez que has ejecutado a buena parte de los que intentaron matarte, ser generoso es útil y reconforta, al tiempo que, dando peso en tres ministerios a mujeres jóvenes que vienen de ser alcaldesas, ayuda a que en las elecciones municipales puedan recuperar parte del espacio perdido. Una nueva Secretaría de organización sin cadáveres en el armario le servirá para esa tarea (a Ábalos se le pasó su hora, y la política, en estos casos, no es muy amable). Al tiempo, refuerza al PSOE en dos ámbitos donde Unidas Podemos le ha comido mucho terreno: el feminismo y la renovación generacional. Sánchez podría estar dispuesto, como demostró, a dinamitar el PSOE si desde sus cenizas él podría resucitar. Pero si el PSOE puede ahora resultarle útil y volver al discurso que le llevó a la Secretaría General (aunque pronto lo olvidaría) ¿por qué no hacerlo? Me beneficia, me acerco.

No descartaría en sexto lugar la necesidad de buscar un rumbo internacional propio, alejado de la sumisión a Donald Trump donde colocó Arancha González Laya a la política exterior española.

No descartaría en sexto lugar la necesidad de buscar un rumbo internacional propio, alejado de la sumisión a Donald Trump donde colocó Arancha González Laya a la política exterior española. En la memoria quedan espectáculos bochornosos como el paseo de Laya por Cúcuta -desde donde se había intentado una invasión de Venezuela-, de la mano de un presidente, el colombiano Iván Duque, que está disparando a su pueblo. Igual que la relación con el Sahara, con Marruecos, con Palestina, con China o con el continente latinoamericano en su conjunto han hecho que España pierda peso internacional. Del torpe paseo de unos cuantos segundos con Joe Biden en la cumbre de la OTAN, nos olvidamos.

Quedaría por señalar a algunos ministros que no son del PSOE, que no lo han hecho especialmente bien, pero que forman parte de otro tipo de equilibrios que Sánchez necesita y de los que no puede prescindir: Margarita Robles y Fernando Grande-Marlaska. La extrema derecha en todo el mundo se está refugiando en la Justicia, igual que antaño su fuerza la tenía en los ejércitos. Pedro Sánchez, que no ha sido capaz de lograr que el CGPJ o el Tribunal de Cuentas cumplan la Constitución, y que puede incluso ver cómo el Tribunal Constitucional pierde su compromiso con la Constitución, ha andado aquí con pies de plomo.

Así que vienen tiempos de un gobierno gobernando y una oposición, atrincherada en la policía "patriótica", los periodistas "patrióticos" y la justicia "patriótica", dando patadas a la Constitución y a la democracia.

En conclusión, Pedro Sánchez ha vuelto a ejecutar una secuencia inclemente, como aquella del Padrino, donde todo lo que le era desfavorable, de una manera u otra, lo ha alejado, y lo que le beneficia, lo acerca. Con esta reforma, recupera fuerza -real y también en el relato- para la nueva etapa que se abre una vez aprobados los indultos y a la espera del dinero europeo. Refuerza su alianza con Unidas Podemos al tiempo que aumenta la competencia con Unidas Podemos en ámbitos donde los morados estaban creciendo. Y, como elemento central, refuerza la parte neoliberal del PSOE, algo que siempre está ahí en los "socialistas" igual que el franquismo está en el PP y en Vox. En tiempos de zozobras, la política es una mezcla de suerte, inclemencia, olfato y claridad de ideas. Y Pedro Sánchez demuestra que tiene una buena dosis de todas estas cualidades. Que no te hacen especialmente socialista, pero te hacen presidente del Gobierno, especialmente en un momento donde, aparte de gritar y de usar a los jueces en interés propio, la derecha, escorada a la extrema derecha, sabe que no va a ganar unas elecciones generales en mucho tiempo a no ser que la coalición de gobierno zozobre.

Así que vienen tiempos de un gobierno gobernando y una oposición, atrincherada en la policía "patriótica", los periodistas "patrióticos" y la justicia "patriótica", dando patadas a la Constitución y a la democracia. Sólo los errores en el Gobierno le dan una oportunidad al PP y a VOX. Y la reforma del Gobierno la ha hecho Sánchez para no darle esa oportunidad.

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Las derechas y los homosexuales https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/07/05/las-derechas-y-los-homosexuales/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/07/05/las-derechas-y-los-homosexuales/#respond Mon, 05 Jul 2021 17:58:36 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9028 Con el paso del tiempo hay una mayor tolerancia y visibilidad de la homosexualidad en España, algo coherente con la mayor amplitud de miras de las nuevas generaciones. Paradójicamente, con la llegada de Vox a los parlamentos, ha crecido la agresividad verbal y física contra los homosexuales (no hay un Observatorio estatal al respecto, pero se pueden consultar los datos de los observatorios de Valencia y Madrid), algo coherente con el discurso y las prácticas homofóbicas del partido de extrema derecha española.

Respecto de las afirmaciones homofóbicas de responsables de VOX basta ver el siguiente cuadro que circula por las redes:

Las derechas y los homosexuales
Fuente: redes sociales

De la misma manera, las relaciones de VOX con Fidesz,  la Unión Cíviva-Húngara de Orban o con el gobierno de Kaczynski en Polonia, claramente opuestos a los derechos LGTBI, hablan por sí solas. En Polonia, el Gobierno de Kaczynski ha puesto en aprietos a la Unión Europea al aprobar zonas "libres de ideología homosexual" (incluido que dos personas del mismo sexo se besen o vayan por la calle cogidas de la mano).  En Hungría ya funciona el pin parental que VOX ha traído a España con la colaboración del PP. Esto presupone que hablar a los menores de los derechos sexuales de todo el mundo va contra la moral, aunque lo contrario limite la democracia. Las posiciones húngaras y polacas de Vox están plenamente representadas en las posiciones de Rocío Monasterio, quien pidió al Defensor del Pueblo que se aprobaran terapias para gays. Y, por supuesto, Vox  se ha negado a condenar las agresiones a homosexuales en Hungría, de la misma manera que junto a Ciudadanos y Vox han estado en contra de que se cuelgue la bandera arcoíris en el Palacio de Cibeles madrileño. Incluso les dijeron que se fueran a celebrar el Día del Orgullo a la Casa de Campo, que eso de ver a dos personas del mismo sexo queriéndose iba contra natura. Supongo esta gente de VOX  pronto dejarán de cortarse el pelo y las uñas y volverán a los árboles, que es todo mucho más "natural" que echarle inteligencia a la vida.

Parece claro que en el asesinato de Samuel, un joven trabajador de auxiliar de enfermería homosexual, medió un delito de odio. Después de una discusión con un energúmeno a la puerta de una discoteca, el agresor se fue y regresó  con una decena de colegas. Entre todos, con insultos homófobos le mataron. A él y a todos sus sueños. A golpes. Muchos golpes. Hemos visto también a unos jóvenes irrumpir en la manifestación del orgullo blandiendo banderas españolas como si fueran bates de beisbol y gritando "maricones, maricones" y coreando "yo soy español, español, español". Todo muy de un orden clásico.

Es evidente que el hecho de que haya gente de extrema derecha, votantes o militantes de Vox o del PP entre ellos, que cometan o puedan cometer delitos de odio contra homosexuales no convierte a toda la ideología ni a todo el partido directamente en criminal (menos aún a sus votantes: en España no hay tres millones seiscientas mil personas que se alegren de la agresión a Samuel). Pero no deja de ser cierto que en Grecia, Amanecer Dorado fue ilegalizado porque algunos jueces sacaron causalidades entre los discursos de ese partido y el comportamiento de algunos de sus militantes y dirigentes.

En la ilegalización de la izquierda abertzale,  la excusa del "entorno de ETA" fue relevante para la persecución por parte del Estado de un comportamiento y un discurso contrario a los derechos humanos. No pocos jueces quebraron el Estado de derecho con la excusa del entorno. ¿Crearán los jueces un "entorno" de Vox? Ya veremos si la justicia saca conclusiones del comportamiento de la extrema derecha española, aunque lo que hemos visto últimamente no invita al optimismo: archivo de la querella por falsificación a Rocío Monasterio (la argumentación: la falsificación era "excesivamente burda"); el archivo de la querella contra Cristina Cifuentes por etérea (mientras se condena a su asistente y a una profesora por actos que solo beneficiaban a la dirigente del PP); el archivo de la querella por un delito de odio por el cartel contra los menores no acompañados de VOX (con el añadido de opiniones de barra de bar por parte de jueces sin atisbo alguno de imparcialidad), o la condena a Isa Serra, sin prueba alguna, por estar en un desahucio de una persona con discapacidad. 19 meses en una sentencia donde se reconoce que no hay ni una prueba contra la dirigente de Podemos.

En los aciagos tiempos de ETA, se decía que unos señalaban y otros ejecutaban. ¿Estaremos ante una situación en donde el discurso de odio de la extrema derecha pueda facilitar las agresiones al colectivo homosexual? Las democracias que no se cuidan, terminan desmanteladas. Y la extrema derecha ha roto muchos acuerdos y ha arrastrado al PP. Porque no es solamente contra el colectivo LGTBI. También es la recuperación del discurso franquista de la guerra civil; es el insulto a las mujeres políticas; es el uso de unas víctimas y el desprecio de otras.

El Vicepresidente del Gobierno del Reino de España y su compañera, la Ministra de Igualdad, han tenido su casa asediada por dementes durante meses y meses. Incluso hackearon la cámara que instaló la Guardia Civil para vigilar la casa, con la intención clara de mostrar su impunidad. Sedes de Podemos han sido atacadas con cócteles molotov (y medios afines al PP y a VOX dijeron que habían sido "autoataques"). Los dirigentes de Podemos son amenazados en las redes -como el caso de Martina Velarde, la Coordinadora de Podemos en Andalucía) y la Policía declara su incapacidad para encontrar a los responsables (aunque después de los conflictos de Vallecas, la Policía detuvo, apenas un día después, a una persona que había puesto un tuit contra Abascal). Crecen las amenazas y agresiones a miembros de Podemos en locales o sitios públicos y se jactan en las redes de las agresiones. Se han mandado balas a miembros de Podemos durante la campaña electoral y la justicia ha absuelto a un exmilitar que se grabó disparando contra fotos de miembros del Gobierno. Jiménez Losantos dijo que si se encontraba a alguien de Podemos le dispararía. Como no lo cantó en un rap, no le pasó nada. Hoy sabemos que la casa del eurodiputado Miguel Urbán fue asaltada no para robarle, sino para amenazarle a él y a su familia. ¿Qué dice la democracia? Se enfadan cuando les decimos que hay una relación entre lo que dicen y lo que luego pasa.

Cuando se normalizan algunas cosas, es más fácil que ocurran. Si los dirigentes políticos normalizan cosas que son delitos y le quitan hierro, el camino para que un descerebrado o un borracho haga una barbaridad es más fácil.  Por supuesto que el discurso de odio de los dirigentes de Vox facilita que haya gente que dé el salto de las palabras a los hechos. Si señalas a los homosexuales como gente que pone en peligro el orden social, es más fácil que se hagan barbaridades como la que se ha realizado contra Samuel, asesinado a golpes por una turba al grito de "te vas a morir, maricón de mierda". Algo que tanto recuerda, tristemente porque han pasado ochenta y cinco años, a Juan Luis Trescastro, el fascista que se jactó en la barra de un bar de "dar dos tiros en el culo a Lorca, por maricón".

Por eso es una barbaridad lo que han hecho el PP, Ciudadanos y Vox planteando querellas por colgar en los ayuntamientos la bandera LGTBI. Por eso es una barbaridad que el alcalde Almeida haya cedido a la extrema derecha y no haya colgado la bandera arcoíris del Ayuntamiento de Madrid, que cuando quieren es un símbolo para toda España por su capitalidad. Porque esos gestos, aunque sean pequeños, ayudan, aunque sea un poco, a que luego no puedan salir varios descerebrados a matar a golpes a un muchacho mientras le llaman maricón. De la misma manera que el uso agresivo de la bandera española autoriza a otros descerebrados a irrumpir en la fiesta del Orgullo a llamar maricones a los que están celebrando una identidad que sigue perseguida.

Porque si dos hombres se besan en público, esos hombres con mucho músculo y poco cerebro creen que les están abaratando la mercancía que ellos mismos son.

Detrás de la homofobia no hay solo una negación de los derechos civiles de los homosexuales. La homofobia forma parte del corpus ideológico de la extrema derecha, porque rompe el "orden natural de las cosas": debilita el papel de la Iglesia (donde, por cierto, aunque callada, ha habido tanta homosexualidad), el sometimiento de la mujer al mandato masculino y la concepción de la sexualidad como reproducción. La homosexualidad cuestiona la idea del sexo como una cacería autorizada contra las mujeres, pone en duda la familia autoritaria donde la mujer no tiene derechos y rompe la cárcel del sexo, cuestiona el mandato masculino y forma parte del corazón de su ideología como lo es el nacionalismo excluyente, una religión autoritaria y castigadora o una idea de la propiedad inamovible y sancionada por ese "orden natural de las cosas".

Claro que puede haber homosexuales de extrema derecha. Que hoy niegan la lucha que costó alcanzar esos derechos. Que niegan que existan desigualdades de género, de raza y de clase relevantes. Y que desprecian la igualdad de las mujeres. La homosexualidad es tolerada en la extrema derecha siempre y cuando sea dentro del orden autoritario (por ejemplo, en Francia o Alemania) o en secreto, como en España. La oferta de la derecha tiene que ver con restituir los vínculos rotos precisamente por un capitalismo al que no cuestionan. Por eso la familia, la nación o la religión, entendidas como espacios de exclusión de los "diferentes" son relevantes. Igual que el orden social donde los hombres mandan y cumplen el mandato heroico de ser muy machos. Por ejemplo, asesinando a un joven de 24 años entre varias personas. Porque si dos hombres se besan en público, esos hombres con mucho músculo y poco cerebro creen que les están abaratando la mercancía que ellos mismos son.

Habrá que escuchar las condenas de los partidos a este asesinato. Me temo que buena parte de ellas vendrán después con un "pero...". Porque la derecha en España lleva medio siglo de retraso. El tiempo que nuestro país fue una dictadura. Tan añorada por los que odian a los homosexuales, a las mujeres libres y a la gente que no les tiene miedo.

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¿Para esto ganamos una guerra? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/06/30/para-esto-ganamos-una-guerra/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/06/30/para-esto-ganamos-una-guerra/#respond Wed, 30 Jun 2021 12:30:32 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=9013
¿Para esto ganamos una guerra?
El líder del Partido Popular, Pablo Casado (d) recibe el aplauso de la bancada popular tras su intervención este miércoles en el pleno del Congreso.- EFEcASAD

Cuando se estaba discutiendo en el Parlamento acerca de las carencias democráticas de un país con 114.000 desaparecidos, enterrados en fosas y cunetas después de ser fusilados sin juicio y con ensañamiento por haber defendido la legalidad vigente, Pablo Casado, el Secretario General del PP, dijo que todo eso eran "batallitas del abuelo".

Hoy ha vuelto a la carga afirmando que "la Guerra Civil fue el enfrentamiento entre quienes querían la democracia sin ley y quienes querían ley sin democracia". Es bastante probable que esta frase la haya dicho Casado para desviar la atención del juicio de la Kitchen y ocultar las declaraciones de Dolores de Cospedal, la que fue Secretaria General y que le dio los votos a Casado para derrotar a Soraya Sáez de Santamaría. O para tapar que han sido incapaces de reunir firmas contra el indulto. O para que olvidemos que la Iglesia y los empresarios apuestan por el perdón y la reconciliación desde las posturas diferentes.

Invariablemente, cada vez que gobierna la izquierda, el PP habla de la ilegitimidad del Gobierno. Porque no es capaz de entender cómo si las izquierdas fueron derrotadas en 1939, pueden estar ahora gobernando España.

Pero lo que ha dicho Casado está en consonancia con lo que piensan en el PP, un partido fundado por Manuel Fraga, un ministro de Franco que siempre defendió el golpe de 1936, que rapó el pelo de las mujeres de los mineros en huelga, que manipuló los diarios de Enrique Ruano para que lo que fue un asesinato de la Brigada Político-Social pareciera un suicidio (además de amenazar a los padres para que guardaran silencio porque "tenéis más hijos"), que dijo que la calle era suya mientras asesinaban a obreros en Vitoria en 1976 o que justificó el asesinato del dirigente comunista Julián Grimau al que también tiraron por una ventana. Supongo que también de una manera legal.

La derecha española, al igual que la monarquía y la Iglesia, se puso del lado del golpismo desde 1931. A diferencia de lo que ocurrió en Europa, los fascistas españoles ganaron la contienda con la ayuda de Hitler y Mussolini, de manera que para el Partido Popular, para VOX e incluso para Ciudadanos, la legitimidad de la victoria del 36 siempre está por encima de la legitimidad de las urnas.

Invariablemente, cada vez que gobierna la izquierda, el PP habla de la ilegitimidad del Gobierno. Lo dijo de Felipe González, lo dijo de Rodríguez Zapatero y lo dice ahora del Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos. Porque no es capaz de entender cómo si las izquierdas fueron derrotadas en 1939, pueden estar ahora gobernando España.

La guerra civil empezó porque el golpe de Estado que protagonizaron militares africanistas, los monárquicos de Alfonso XIII (que fueron los que consiguieron el apoyo militar, especialmente aéreo, de Mussolini), los falangistas, la Iglesia católica y algunos banqueros, fracasó. Porque si hubiera triunfado el golpe, no hubiera existido la guerra, aunque, seguro, sí una represión similar. Tanto Mola como Sanjurjo como Franco querían traer a España las operaciones de castigo que se habían probado en la guerra de Marruecos. Como le diría el superviviente de esa terna, Francisco Franco, a un periodista americano, si tenía que fusilar a media España, la fusilaría. Por eso la guerra fue larga y tan violenta. Se trataba de extirpar la mala hierba de la España católica, monárquica, propietaria y de orden.

El golpe de Estado de 1936 colocó a los militares como traidores a su juramento y fuera de la ley que marcaba la Constitución de 1931, que les obligaba a someterse al Presidente de la República. De manera que la afirmación de Pablo Casado de que el franquismo era "ley sin democracia" es una mentira que solo sirve para blanquear a unos militares fascistas, traidores a su patria, que provocaron un conflicto donde murieron 600.000 españoles. Gente al margen de la ley que fusilaron a 200.000 españoles sin juicio, la mayoría una vez terminada la guerra. Que negaron la nacionalidad a 10.000 españoles, de los que dos tercios morirían en los campos de exterminio. Que no solo mataron sino que también robaron los bienes de los republicanos. Por robar, robaron hasta los hijos de las republicanas presas.

El golpe de Estado de 1936 colocó a los militares como traidores a su juramento y fuera de la ley que marcaba la Constitución de 1931, que les obligaba a someterse al Presidente de la República.

La derecha europea no tolera las vinculaciones con el fascismo de la extrema derecha. Porque su apuesta es por la democracia, no solo por el poder. Por eso, como hemos visto en Francia, los partidos democráticos se ponen de acuerdo para que los que prendieron ya una vez fuego a Europa no lo repitan. Pero es que había una derecha democrática en Alemania, en Francia, en Italia, en Inglaterra, mientras que en España, con la salvedad del PNV, las derechas se hicieron fascistas, quebraron la ley provocando una guerra, la ganaron con el apoyo de potencias extranjeras, convirtieron España en un campo de concentración durante 40 años, recuperaron en 1947 la monarquía que había sido abolida en 1931, y a la muerte del dictador se acostaron franquistas y se levantaron demócratas.

España ha sido durante decenios el único país de Europa donde podías ser demócrata sin ser antifascista

España ha sido durante decenios el único país de Europa donde podías ser demócrata sin ser antifascista. Y por eso la infiltración de la extrema derecha en la justicia, en algunos cuerpos policiales y militares, en la cúpula de la iglesia católica y en algunos sectores empresariales.

Pablo Casado ha blanqueado el franquismo con su frase ajena al sentir europeo, porque vienen del franquismo. Porque su ADN es franquista. Porque su fundador era franquista. Porque defendieron los indultos de los golpistas del 23F. Porque siempre les pareció bien que el Tribunal de Orden Público se convirtiera, al día siguiente de su disolución, en la Audiencia Nacional. Porque en el "a por ellos" contra los independentistas catalanes había esa lógica de expedición de castigo que les es propia. Porque usurpan las instituciones porque creen que España es suya. Y por eso también la roban con sus interminables corruptelas. Y encima, como derecho de conquista, aprobaron el 15 de octubre de 1977 una ley de Amnistía que les perdonaba todos los crímenes desde el 18 de julio de 1936 hasta esa fecha. Y si no fuera por esa ley, aprobada ya muerto el Caudillo, una buena parte de los fundadores del PP estarían juzgados y condenados. Cabe preguntarle a Casado: si tan legal era el franquismo ¿para qué necesitabais esa ley que os libra de toda culpa?

El PP no tolera estar fuera del gobierno, que los suyos estén en la cárcel por robar, que catalanes o vascos de izquierdas estén en el Gobierno o que el Emérito esté en Emiratos. Todavía algunos de ellos se preguntan en público: ¿para esto ganamos una guerra? Y por eso mismo, la derecha española se empeña en homologarse con la extrema derecha europea y, al tiempo, se sitúa tan lejos de esa derecha civilizada, europea, que hace cordones sanitarios al fascismo y que, por su ausencia, España sigue siendo diferente.

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Indultos, peajes y bloques históricos https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/06/22/indultos-peajes-y-bloques-historicos/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/06/22/indultos-peajes-y-bloques-historicos/#respond Tue, 22 Jun 2021 19:06:23 +0000 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8992
Indultos, peajes y bloques históricos
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Teatre del Liceu de Barcelona en vísperas de los posibles indultos a los líderes del procés presos. EFE/Toni Albir

En política, si no tienes mayoría para gobernar siempre pagas "peajes". Evidente. La presidenta madrileña, que ve los peajes en ojo ajeno y no nota siquiera los propios -quizá porque no le duele pagarlos-, habla en verso y no lo sabe. Pagar "peajes" es una forma de decir que tienes que negociar la política porque no tienes votos suficientes. El PSOE, con Unidas Podemos y ERC. El PP, con los demócratas exquisitos de VOX.

Influidos por Antonio Gramsci, hablamos de bloque histórico de poder o bloque de conducción del Estado. Esto significa que hay una mayoría política, proveniente de diferentes partidos, en las instituciones –en el Parlamento y en el Gobierno- sostenida a su vez por una mayoría social plural pero que comparte algunos objetivos relevantes. Al menos, los suficientes como para hacer política juntos.

Cuando la correlación de fuerzas no da para que gobiernen los de abajo, es decir, casi siempre, ese bloque de conducción de Estado es una negociación donde, también casi siempre, los defensores de que las cosas no cambien en exceso tienen más herramientas para hacer valer sus ideas que los que quieren cambiar más cosas y más deprisa. Ahí andan esperando la derogación de la ley mordaza, la nuevas subida del salario mínimo o la reforma laboral.

El PSOE de Pedro Sánchez forma parte ahora de un nuevo bloque histórico con Unidas Podemos, Esquerra Republicana de Catalunya, Bildu, Compromís y algunas otras fuerzas menores. Por eso las cosas se mueven.

En las últimas elecciones, el PSOE era, como en la novela de Stevenson, unas veces el Doctor Jeckyll y otras Mister Hyde, la misma persona pero con dos almas. Unos días decía que iba a cambiar la ley para agravar el delito de sedición, decía que iba a mandar a los paracaidistas a detener a Puigdemont en Waterloo, decía que Pablo Iglesias le quitaba el sueño y que, por supuesto, nunca indultaría a los presos catalanes.

Cuando decía esas cosas era porque la voz dominante en Sánchez la tenía Mister Hyde, es decir, se comportaba simplemente como la pata un poco más progresista del binomio conservador que ha gobernado en España desde que su Excelencia el Caudillo se fue a que lo aguantara Dios en el más allá. Y cuando la pata conservadora -el PP- le lanzaba alguna amenaza desde sus medios de comunicación, por lo común, cedían, especialmente si los asuntos eran económicos.

Sin embargo, otros días, por ese laberinto que es la política en tiempos de crisis y porque a la fuerza ahorcan, el doctor Jeckyll logró liberarse del violento Hyde y cambió de amistades. En vez de pactar con la derecha catalana, como hizo en 1993 Felipe González pactando con Jordi Pujol, Sánchez pactó con Unidas Podemos que, a su vez, venía hablando con la izquierda catalana y la izquierda vasca de la necesidad de solventar el conflicto territorial (recordemos el encuentro en Zaragoza en septiembre de 2017).

En nombre de ese bloque de conducción de Estado, Sánchez, en vez de apoyarse en el PNV o en el pujolismo, se ha apoyado en una conjunción de fuerzas de izquierda, especialmente Unidas Podemos, que sabía desde el primer momento que los indultos eran la salida más sensata a la barbaridad que habían hecho el PP y el PSOE de judicializar el conflicto catalán y mandar a los antidisturbios, Felipe VI mediante, a convertir el "a por ellos" en un uso desproporcionado de la fuerza.

Y resulta que hoy, la Iglesia, la patronal, el PSOE, incluidos los barones más escorados a la derecha, apoyan los indultos (salvo Page). Gracias a la firmeza de Unidas Podemos a la hora de defenderlos, aun sabiendo que se pagaba un precio en una parte del electorado, hoy hasta Felipe González, que es un buen termómetro porque siempre se mueve con el viento de las mayorías, defiende la medida de gracia para los políticos catalanes. Es verdad que Bono, Carmona, Corcuera, Leguina y Fernando Savater, los "socialistas de la Sexta noche", por supuesto siguen erre que erre con Pablo Casado, que cada día que pasa está más divorciado de su propio país igual que Rocío Monasterio esta más divorciada de la caridad cristiana.

Hay que celebrar que Pedro Sánchez haya apostado por los indultos, y está muy bien que tenga esa capacidad mágica de cambiar de opinión en la dirección correcta. Es verdad que queda la duda de si no haría lo mismo en la dirección contraria, pero el bloque histórico es el que es y no parece que haya alternativa en el horizonte.

Los indultos van a pacificar un poco el conflicto territorial en Catalunya y en España. Apenas son un primer paso. El varapalo del Consejo de Europa recuerda que detrás de los políticos indultados debiera venir el indulto para la gente de a pie que también ha recibido o va a recibir castigo por la desobediencia civil -que es lo que identifica el Consejo de Europa-que ha sido el procés.  Queda mucha tarea y no desinflamas la herida independentista tan sencillamente después de años de discursos encendidos. Y vamos a seguir escuchando discursos enardecidos, algunos con más razón que otros, pero se empieza a hablar, que era algo que parecía descartado. Y los indultos rompen la profecía de la España búnker incapaz de hacer gestos ni dar pasos.

Con los indultos, los problemas quizá pase a tenerlos las derechas, a las que les están saliendo mal las cosas: la Iglesia y la patronal apoyan los indultos, igual que una parte creciente de la población española; no son capaces de reunir un número de firmas contra los indultos contundentes; la Kitchen apunta cada vez más arriba; y la espuma de los días de la victoria de Díaz Ayuso se está desenmascarando a pasos agigantados en Madrid. Desde el Gobierno, la mirada es más optimista. El precio de los indultos está amortizado. Las ayudas europeas debieran empezar a llegar a la gente; el gobierno de Colón va a convertir más temprano que tarde Madrid en una pira ardiendo, de manera que el efecto Ayuso vendrá con rebote; el PP no sale de los sobresaltos judiciales por haber sido tan corrupto y tan sinvergüenza; Podemos, lejos de disolverse con la salida de Iglesias, sale reforzado y con nuevos horizontes con la dirección femenina de Ione Belarra; y las vacunaciones van a crear la inmunidad de rebaño en un mes.

Quedan los incendios de VOX, que, desgraciadamente, van a hacer mucho daño e, incluso, van a costar muertes, como hemos visto en Murcia, además de su inconmensurable ayuda a los violentos machistas con su negación de la violencia de género. VOX está arrastrando al PP en algunos territorios, como Madrid, a su lógica demente, lo que es preocupante. Pero hay que confiar en que una cosa es que haya gente que vote a VOX por ganas de expresar su malestar y hacer oír su frustración y otra que se conviertan en cómplices de discursos de odio que terminan en asesinatos.

Sigue pendiente la gran conversación post Covid. Los que odian, cada vez deben estar más solos. Y eso forma parte de la conversación que hay que empezar ahora que va a bajar un poco el ruido.

 

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Vota y no te metas en política https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/06/17/vota-y-no-te-metas-en-politica/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/06/17/vota-y-no-te-metas-en-politica/#respond Thu, 17 Jun 2021 05:02:02 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8974
Una mujer con su mascota en la cabina electoral para votar durante la segunda vuelta de las elecciones regionales en Chile. EFE/ Esteban Garay
Una mujer con su mascota en la cabina electoral para votar durante la segunda vuelta de las elecciones regionales en Chile. EFE/ Esteban Garay

El liberalismo fue una doctrina de la burguesía contra la monarquía absoluta. Cuando Locke se quejaba al Rey de Inglaterra de que les trataba "como esclavos" nunca pensó que estaba incurriendo en una contradicción porque él mismo tuviera una plantación de esclavos. De la misma manera que Thomas Jefferson, el tercer Presidente de la nación y uno de los padres del federalismo en los Estados Unidos, al tiempo que proclamaba el gobierno representativo para las trece colonias ponía un anuncio en The Virginia Gazzete exigiendo la inmediata devolución a su hacienda de un esclavo huido "joven y corpulento". Los constituyentes franceses revolucionarios llevaron al patíbulo a la conservadora Olimpye de Gouches por pretender, entre otras cosas, ser también ciudadana, y cuando Robespierre dijo que lo de la libertad, la igualdad y la fraternidad era también para los negros de Haití, las mujeres y los pobres, sería su cabeza la que rodaría en el cesto.

En España, Cánovas del Castillo, en su famoso discurso en el Ateneo de 1890, insistía en su oposición al sufragio universal afirmando que "el sufragio universal y la propiedad son antitéticos, y no vivirán juntos, porque no es posible, mucho tiempo". Ya antes, otro influyente pensador, Donoso Cortés, había afirmado que prefería el sable de los generales al puñal de los sectores populares. Esa manera de pensar fue central en la Constitución de Narváez de 1845, donde ser español no era ser sujeto de derechos, sino tener la identidad española y vibrar con ella. Que el pueblo votara no dejaba de ser un sindios.

Cuando se fue extendiendo el sufragio a lo largo del siglo XIX, la burguesía cambió el terció y empezó a insistir en los requisitos para ser elegido. Ya que resultaba cada vez más difícil restringir el número de votantes, se trataba ahora de restringir el cuerpo de los elegidos. Esa discusión fue central en Inglaterra y Francia, y solo Estados Unidos la resolvió de manera "democrática" (no poniendo límites de renta o posesión de tierras para poder ser elegido) porque las desigualdades entre las trece colonias hacían imposible establecer una cantidad. La burguesía reclamó la libertad frente a la monarquía, pero cuando el pueblo llano reclamó esa libertad, siempre les dijo que eso no iba con los pobres. De hecho, para ser funcionario, hace falta tener una carrera. El Estado es el gran separador entre el trabajo intelectual y el trabajo manual.

La burguesía como clase siempre ha jugado a la democracia con las cartas marcadas. Poniendo dificultades a la organización de la clase obrera (ahí estás las leyes antisocialistas de Bismarck), prohibiendo los sindicatos, las huelgas, el sufragio y condenando a las mujeres siempre a una situación subalterna. Policía, ejército, jueces y cárceles han sido en los últimos doscientos años instrumentos del régimen de propiedad. Cuando en 1848 Marx y Engels afirman que el Estado es donde se sienta el consejo de administración de los intereses conjuntos de la burguesía están diciendo la verdad de su época.

Y aún la mitad de la población estaba fuera de foco. Tanto en el régimen liberal del siglo XIX, como en el socialdemócrata del siglo XX como en el neoliberal del siglo XXI, las mujeres han sido ciudadanos de segunda. Durante el siglo XIX y una parte del XX, sin derecho al voto (por tanto, sin estatus alguno de ciudadanía). Y siempre, con la carga obligatoria de los cuidados y la reproducción.

La revolución rusa de 1917 marcó un punto de inflexión, que apuntaló los avances de las revoluciones de 1830, de 1848, la Comuna de Paris de 1871, que buscaban la extensión de los derechos y que hacían del sufragio una reclamación central (no sin grandes sospechas por parte de sectores radicales lúcidos). Si el poder, a partir de determinado momento, buscaba parlamentarizar los confictos ¿no sería porque en los Parlamentos, a diferencia de en las calles y en las barricadas, los conflictos se desactivaban?

Desde la extensión del sufragio es un lugar común que el establishment, que siempre financia sus opciones políticas, ponga en marcha planes B cuando la democracia no sirve para mantener su status quo. Fue otra vez Marx quien dijo que cuando la forma normal de realizar las ganancias es el mercado, la forma política que se adopta es el gobierno representativo. Pero cuando las ganancias están en peligro –algo que pasa en las crisis, en 1929, en 1973, en 2008-, la democracia parlamentaria y su sometimiento al Estado de derecho deja de ser el mecanismo preferido por las élites.

Hoy conocemos cómo las élites económicas alemanas dejaron gobernar a Hitler solo cuando las demás opciones parlamentarias habían fracasado y el gobierno de la izquierda era la alternativa, o como antes, en Italia, asumieron apoyar a Mussolini cuando se asustaron ante las proclamas incendiarias –y huecas- del Partido Socialista alentados por el triunfo de los bolcheviques en Rusia.

La crisis de 1973 (que empezó a manifestarse a finales de los sesenta) se solventó con una respuesta violenta en muchos países del mundo. Es a raíz del mayo del 68 y de las revueltas en muchos lugares del planeta cuando Samuel Huntington populariza el concepto de "crisis de gobernabilidad", que era la contraparte de lo que habían denunciado en un texto de 1975 (La crisis de la democracia) como "exceso de democracia" . Los golpes de Estado en América Latina, la masacre previa de Suharto en Indonesia, la peculiar transición en España o el sofocamiento de la revolución de los claveles en Portugal iban en esa dirección.

El siglo XXI, sin embargo, renunció a la violencia militar y buscó sus cartas marcadas en dos ámbitos: lo que se conoce como Lawfare o guerra jurídica, y en paralelo, la conversión de los medios de comunicación en armas de destrucción masiva de los adversarios. La guerra jurídica busca sacar a los rivales del juego electoral con falsas acusaciones (el caso de Lula en Brasil ya es emblemático), siempre apoyado por acusaciones, igualmente falsas, sustanciadas en los medios que buscan justificar la salida forzada del poder del adversario, por lo general de izquierda.

Una variante de esa acusación de corrupción es la acusación de fraude electoral, que nunca hace falta probar fehacientemente y que se asienta en instancias administrativas, nacionales o internacionales, afines a las  fuerzas conservadoras –tribunales electorales, la OEA, la Unión Europea,...-.

Son una vez más los medios de comunicación los que se encargan de legitimar ese resultado. ¿No recordamos que fueron los medios de comunicación norteamericanos los que decidieron que las elecciones las había ganado Biden y no Trump? Solo porque los principales medios habían decidido apoyar a Biden frente a Trump, algo que, podemos imaginar, nunca hubiera ocurrido en el caso de que el candidato demócrata hubiera sido Bernie Sanders.

El establishment tiene muchos ases en la manga para acudir a las elecciones con ventaja, unos que operan antes y durante las elecciones, y otros a posteriori. Tiene los medios de comunicación, las redes sociales, dinero para generar disensiones en las fuerzas alternativas, capacidad de contratar publicidad e, incluso, de comprar votos (México siempre ha sido un ejemplo de fraude por parte del PRI y del PAN). Pueden generar zozobra, hacer amenazas al país e incluso a veces cuentan con el apoyo de instancias internacionales (el FMI apoyó a Macri prestándole dinero a Argentina antes de las elecciones, igual que ahora aprieta a Alberto Fernández con ese préstamo para intentar que su gestión naufrague).

A posteriori, sus armas son los jueces y las instancias administrativas y, llegado el caso, los militares y los policías, que, en esa tesitura, necesitarán las justificaciones que entreguen los medios de comunicación para presentar el golpe –o a menudo, los autogolpes cuando ven peligrar sus gobiernos-como una forma desesperada de "salvar la democracia". En España, la cuarta economía del euro, ahora mismo se está juzgando el uso de los aparatos del Estado por parte del Partido Popular para ir con ventaja a las elecciones con dinero negro, para ocultar pruebas de sus fechorías y para atacar a los adversarios, especialmente a Podemos y a los independentistas catalanes.

Solo medios de comunicación plurales e independientes que no pertenezcan a sectores económicos ajenos a la información, instancias supranacionales atentas y que presiones ante cualquier atisbo de fraude, mecanismos jurídicos internacionales implicados en la supervisión nacional cuando sea deficitaria, jueces demócratas formados y apoyados internacionalmente y una ciudadanía dispuesta a defender su democracia pueden superar esta falta de compromiso de las élites con la democracia.

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IV Asamblea de Podemos: hacia el partido-movimiento https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/06/12/iv-asamblea-de-podemos-hacia-el-partido-movimiento/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/06/12/iv-asamblea-de-podemos-hacia-el-partido-movimiento/#respond Sat, 12 Jun 2021 14:53:20 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8950 Continuar leyendo "IV Asamblea de Podemos: hacia el partido-movimiento"]]>
IV Asamblea de Podemos: hacia el partido-movimiento
Asistentes a la IV Asamblea de Podemos celebrada este sábado en la localidad madrileña de Alcorcón. EFE/Fernando Alvarado

El 15M y el ADN de las élites españolas

Decía Lenin de los alemanes que qué podía esperarse de un pueblo que cuando le ordenan asaltar la estación de tren, antes sacan el billete para el andén. Los pueblos de tradición católica, como España, somos más obedientes aunque también más irreverentes. Nos reímos del poder, pero le obedecemos. Hasta que la caldera se llena de vapor y estalla. Somos un pueblo de motines, revueltas y algaradas.

El 15M fue la explosión de un hartazgo frente al paro, la precariedad, los desahucios, los recortes, la emigración de la juventud, la expulsión de la universidad, la falta de soberanía, el bochorno de la debilidad democrática y, encima, la corrupción. Enmascarado todo en unos disfraces demasiadas veces remendados donde el Rey, definitivamente, estaba vestido con ropas que no le pertenecían.

"Los jóvenes salieron a la calle y, súbitamente, todos los partidos envejecieron", escribió al día siguiente del 15M El Roto. Y esa juventud airada, sin quererlo, se puso en el lado de la historia contrario al de las élites, el que habían ocupado cuando menos desde la Restauración Canovista de 1874. En 1845, ya el General Narváez, ayudado del prefascista Donoso Cortés, le dijo a los liberales que pedían libertades civiles que ser español no era tener derechos, sino vibrar ante la identidad española (que recuerda tanto a Ayuso y a Abascal). Pero la alerta para las élites vino de la I República de 1873, expresión de una España con militares progresistas que, para más susto, había expulsado de España, en la figura de Isabel II, a los Borbones. Por ladrones.

Por eso, la Constitución de Cánovas (1876) dijo que a partir de ese momento España era monárquica y correspondía al Rey el control de las fuerzas armadas; que era centralista; que la Iglesia y el Estado estaban íntimamente unidas; que el sistema político era bipartidista y turnista; que las mujeres no pintaban nada fuera del ámbito privado; y que los negocios se hacían con el favor clientelar de la Corte.

El 15M dinamitó el ADN de las élites españolas y tres años después, cuando se funda Podemos, se le asesta el golpe de gracia: el Emérito, en los emiratos (y el PSOE, el PP, Vox y Ciudadanos queriendo salvarle a él y a la institución); el Ejército, democrático y europeo (de ahí la presión de Vox de infiltrarlo desde la extrema derecha); la capacidad de la Iglesia de determinar el BOE, casi inexistente (permanece el poder en la educación privada, pero no han podido frenar la Ley de Eutanasia); el bipartidismo ya no es capaz de brindar gobernabilidad y la posibilidad de una gran coalición (defendida por el gran adalid del modelo, Felipe González) significaría la desaparición del PSOE como en el resto de Europa; el centralismo no da más de sí, y los indultos son la constatación de que estamos en una nueva etapa que reclama otro pacto territorial igual que expresa una nueva mayoría que tiene forma de un nuevo "bloque histórico"; y Rato y el expresidente de la CEOE, Díaz Ferrán, en la cárcel por ladrones, igual que buena parte de la dirigencia del PP, un partido que, si fuera de izquierdas, ya estaría ilegalizado.

Toda acción genera una reacción

Las élites han intentado todo –dentro del marco europeo, claro- para frenar a Podemos. El PP, con su falta de respeto al Estado de derecho, ha sido el brazo ejecutor. Con demasiada frecuencia, el PSOE, con su silencio o haciéndose eco de las mentiras que se lanzaban contra la dirigencia morada, ha colaborado en esa estrategia.

El Ibex 35, que controla buena parte de los medios de comunicación de este país, se marcó como meta sacar a Unidas Podemos del escenario electoral. No solamente cebaron a Ciudadanos -y, cuando la soberbia de Rivera hizo naufragar el intento, pasaron los recursos a Vox-, sino que empezaron una campaña sistemática contra toda la dirigencia de Podemos.

En la historia de la democracia en España nunca más vamos a ver a energúmenos en la puerta de la vivienda de la Vicepresidencia gritando todos los días barbaridades. Esto lo ha permitido el PP, el PSOE y el Estado de derecho. No creo que volvamos a ver una policía política al servicio del partido en el Gobierno inventando pruebas contra adversarios. No creo que veamos a jueces progresistas inventando juicios contra dirigentes del PP, PSOE o Vox para sacarles de juego. No creo que veamos al 100% de los medios audiovisuales coincidiendo en denigrar a una misma fuerza política. Cuando te lanzan muchas flechas, alguna te da. Y Pablo Iglesias dimitió de todos sus cargos después de que la derecha ganara en Madrid con unas promesas que apenas han durado tres semanas.

Pero ya basta de llorar por la leche derramada.

Podemos e Pablo Iglesias contra la momia de Cánovas

El liderazgo de Iglesias estaba vinculado a su persona (y al núcleo fundador de Podemos), al momento social que expresaba el 15M y a las circunstancias políticas de agotamiento del modelo de 1978. Irrumpir en el marco del bipartidismo político y el duopolio mediático no era nada sencillo. Hacía falta una dirección cuasimilitarizada, personalista –la imagen de Pablo Iglesias en la papeleta de las europeas de 2014 es la más evidente señal-, vertical, con capacidad de respuesta instantánea y constante presencia mediática. Eso chocaba con las exigencias expresadas en el 15M de una mayor participación popular, de una democratización de la política, de una manera diferente de hacer las cosas desde los partidos. Esa tensión ha acompañado a Podemos hasta la dimisión de Iglesias.

La personalidad del "político de la coleta" era condición de posibilidad de la irrupción de Podemos. Sin su determinación –mezcla virtuosa de amor propio, compromiso, diagnóstico, coraje y azar- hubiera sido imposible que Unidas Podemos entrara en el Gobierno, que ERC y Bildu e incluso el PNV hubieran entrado a formar parte de esa posibilidad de un nuevo bloque histórico, que el PSOE saliera del lento suicidio que prometía el acercamiento al PP. Iglesias forma parte de una hornada de líderes que compartían, desde posiciones ideológicas confrontadas, una lectura similar de las circunstancias: Iglesias, Pedro Sánchez, Errejón, Albert Rivera... Esa voluntad es la que ha permitido romper las maldiciones que pesaban sobre la política española desde hace siglos.

Después de que Iglesias quitara el sueño a Sánchez, después de que dijera Sánchez que el problema era Iglesias, de que Iglesias se quitara de en medio y entonces dijera Sánchez que no era Iglesias, sino Podemos, después de que se alentara una escisión inyectando anabolizantes de ambición a Errejón para que rompiera con Podemos, después de que juicios y más juicios cercaran a la dirección morada, la entrada de Unidas Podemos en el Gobierno convertía en serrín a la momia de Cánovas del Castillo, a la momia de Franco y la momia de Alfonso Guerra, que dijo que a su izquierda el precipicio.

Y a su izquierda estaba la subida del salario mínimo, la ley de los riders, la salida de Franco del Valle de los Caídos –imposible de pensar sin la existencia de Podemos-, la ley de memoria que se hace cargo de las fosas, los ERTE, el Ingreso Mínimo Vital –pese a la decepción de su aplicación-, el escudo social, la lucha en Europa para que cambiara el rumbo de la austeridad, la ley contra la violencia de género, la ley trans, la ley de protección a la infancia, la igualdad de salarios entre hombres y mujeres...

Podemos y el partido-movimiento: la otra tarea titánica

Después de la irrupción, Podemos entra en una nueva etapa: la del partido-movimiento. La candidatura de Ione Belarra, que será a todas luces la ganadora, implica la mínima continuidad necesaria y la máxima renovación posible. Podemos se ha quedado anémica en el esfuerzo gubernamental. Y tiene que empezar a cuidarse. En la carrera electoral, ha descuidado el partido, asumiendo que las elecciones relevantes eran las generales, que tienen lugar en la televisión y en los debates, y no ha prestado atención a las municipales y autonómicas, que son las que miden el arraigo de una formación política (esa ausencia es la que ha acabado con Ciudadanos). La entrada en el Gobierno, además, se llevó muchos cuadros del partido al Gobierno, vaciando aún más a la organización.

Podemos necesita ir hacia el modelo exitoso en los años 70 en Alemania (que aquí identificamos con el modelo del PNV). El partido es el corazón del proyecto político. El partido está enraizado en la sociedad –con las casas del pueblo, con los batzoki, con los movimientos sociales (que ayer eran los sindicatos y hoy son más plurales y, por tanto, más difíciles de interlocutar), escuchando permanentemente las quejas de la sociedad y caminando con ella, yendo de los territorios a la dirección y de la dirección a los territorios-.

El partido es el que delibera el rumbo de la formación en un debate permanente de abajo arriba y de arriba a abajo. No confía en la brillantez del dirigente, sino que apuesta por la brillantez de la dirigencia, entendiendo que son los órganos colegiados los que deciden (como ocurrió durante la moción de censura, cuando Aitor Esteban, el diputado del PNV, no decidió el signo del voto en la moción de censura de Rajoy sino que tuvo que esperar la decisión de su Ejecutiva).

Esto implica romper una dinámica propia de la época –no es gratuito que exista la tensión en todos lados de las "Listas Macron" que sustituyan a los partidos-, facilitada por la existencia de teléfonos móviles y de internet que permiten la concentración de información en grupos minúsculos e, incluso, en una sola persona.

No existe un partido-movimiento si la información no fluye y se comparte. Y eso rompe las falsas discusiones sobre "bicefalias". Una cosa es el partido –que es el espacio dirigente-, otra el grupo parlamentario, con su lógica legislativa, y otra el gobierno, con sus enormes responsabilidades y urgencias. Hay tensiones entre los tres espacios, pero no disputas orgánicas.

Claro que cada representante institucional debe tener margen de maniobra. Estamos en el siglo XXI y la política reclama autonomía y capacidad de respuesta urgente. Pero los acuerdos de Gobierno, los programas electorales, la selección de cargos, los hacen los partidos. Y esos canales debe funcionar con absoluta claridad para todos los actores políticos. Porque todo lo que no discutan los partidos lo discutirán personas. Y se haría cierto eso que criticaba Rosa Luxemburgo y Trotsky de que el partido sustituía a la sociedad, el comité central al Partido y el secretario general al Comité Central (y si miramos lo que ocurre en algunos sitios, el spin doctor sustituye al Secretario General).

Si la fase de Iglesias como secretario general estuvo marcada por su "fuerte personalidad" (expresión similar al señalado amor propio), la nueva dirección de Podemos va a estar marcada por el diálogo y la participación. El espacio a la izquierda del PSOE está en reconstrucción. Y es bueno que sea un escenario con un enorme peso femenino, porque es verdad que hay una manera femenina de hacer política –que no representa Margaret Thatcher ni sus émulas hispánicas-. Llama la atención que algunas expresiones que ya están más en el pasado que en el futuro no quieran hablar de diálogo: los que impidan la creación de un Frente Amplio están trabajando para el regreso de la derecha al poder. Y la ciudadanía va a expulsarlos.

Podemos como nave nodriza en un Frente Amplio

Podemos tiene que construir su referencia propia e insistir en su condición de nave nodriza del espacio transformador, que está presente en todo el territorio, que tiene cuadros, experiencia y se identifica con la novedad que inauguró el 15M. Es el espacio correcto de una izquierda transformadora no dogmática que no mira con nostalgia al pasado y que tampoco quiere vivir en la certeza de las ideologías antes que mancharse las manos gobernando. Una fuerza política que no debe dinero a los bancos, que debe mantener el espíritu del 15M sin ingenuidades pero también sin cinismo, que no debe nada ni a la Casa Real ni al Ibex 35 ni a las eléctricas ni a los fondos buitres, pero que sabe que va a tener que pelear contra todos esos monstruos.

Bernat on Twitter: "Esta portada de El Jueves me pareix genial http://t.co/eVXTVwbf7U"

El neoliberalismo está moribundo, pero va a morir matando. La articulación en España de una nueva mayoría que tenga expresión política y legitimidad social –un bloque histórico- requiere mucho debate y mucha generosidad. Podemos, como en un dibujo certero de la revista satírica El Jueves, abrió un nuevo paso en la jungla llenándose de rasguños, mordeduras, picaduras y heridas. Siempre puede ser cierto eso que advertía Quevedo: "Que lo que a todos les quitaste sola, Te puedan a ti sola quitar todos". La política no deja huecos.

Por eso, en este nueva etapa, Podemos tiene que dejar de hablar de Podemos, de los ataques, de lo mal que la tratan, del daño que quieren hacerle. Vale. Ya se sabe. No hay que olvidarlo, pero se entra en otra etapa. Podemos ha sido la frescura, la irreverencia, la alegría. Porque estaba segura de sí misma. Por eso, también, siempre ha sido generosa. Son rasgos que marcaron sus inicios y que ahora puede reconstruir. No hay en todo el ámbito occidental ninguna fuerza política en la izquierda transformadora con la misma fuerza institucional y social que Podemos. Razón de más para empezar con muchas ganas la nueva etapa.

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Cuando un 15M el marco político dio un salto de gigante https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/05/15/cuando-un-15m-el-marco-politico-dio-un-salto-de-gigante/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/05/15/cuando-un-15m-el-marco-politico-dio-un-salto-de-gigante/#respond Sat, 15 May 2021 05:27:01 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8921 Continuar leyendo "Cuando un 15M el marco político dio un salto de gigante"]]>
Seguidores del 15M abarrotan la céntrica Puerta del Sol de Madrid en el primer aniversario en 2012. (EFE)
Seguidores del 15M abarrotan la céntrica Puerta del Sol de Madrid en el primer aniversario en 2012. (EFE)

Las revoluciones se anuncian antes como una gran conversación

Toda revolución es antes una gran conversación y toda gran conversación ha escogido antes, con paciencia de gramático, un nuevo vocabulario. Ese nuevo vocabulario está escrito en el diccionario de las protestas y su alfabeto se construye negando la conveniencia de lo existente.

El 15M fue una gran conversación, antesala de un gran cambio que iba a despedir a los grandes acuerdos construidos en España después de la muerte de Franco"

El 15M fue una gran conversación que habló con las palabras creadas a lo largo de una década. Son palabras como espadas forjadas durante el No a la guerra de Irak, en las manifestaciones universitarias contra el Plan Bolonia, en las huelgas y en los primeros de mayo, en las protestas contra la precariedad laboral que afectaba duramente a los jóvenes, en las reclamaciones contra las sanciones por intercambiar contenidos en la web, que aprendió de las protestas en el mundo árabe, en Grecia, en Portugal. Y que se comunicó a través de las redes sociales trasladando a la política esa horizontalidad, fragmentación, participación y flujos de las redes.

El 15M fue una gran conversación, antesala de un gran cambio que iba a despedir a los grandes acuerdos construidos en España después de la muerte de Franco, que bebía de todos los descontentos que se fueron acumulando y que se expresó con las nuevas herramientas tecnológicas del siglo. Ese descontento tuvo como principal protagonista a las grandes ciudades, pero empoderó a la gente en los pueblos para construir su 15M. Era un clamor repartido que corría con la velocidad de internet.

Un acumulado de rabia con maneras de cambio de época

El 15M fue el precipitado que convirtió la cantidad en calidad, el sobrepaso de un umbral, la gota que desbordó el vaso. España es un país de motines. Pueblo católico, irreverente pero obediente, cuando la desobediencia se le sale, estalla sin límites y desborda los marcos existentes. El 15 M nació de una manifestación que era "otra" manifestación más, convocada por Democracia real ya y apoyada, entre otros, por Juventud sin futuro. Una manifestación que, sin embargo, venía más cargada porque en el ambiente algo decía que la sordera del gobierno y de las instituciones era ofensivo.

Demasiada corrupción, demasiada austeridad, demasiada distancia entre las promesas y los hechos. Pero nada había escrito que ese día iba a ser diferente. Pero lo fue porque alguna gente decidió quedarse a acampar en la Puerta del Sol. Y lo fue porque al Ministro Rubalcaba, del PSOE, le pareció una buena idea mandar a los antidisturbios a disolver a esos jóvenes que protestaban pacíficamente porque no tenían trabajo ni casa ni futuro. Y lo fue porque la gente tenía teléfonos móviles y a través de los mensajes de los móviles se comunicó que la Policía estaba pegando a unos manifestantes acampados que no estaban haciendo nada que fuera contra la Constitución o contra el sentido común. Muy al contrario. En agosto de 2011, el PSOE y el PP cambiaban por primera vez de manera sustancial la Constitución, y al tiempo que se disparaban los desahucios, que había noticias sobre niños que se desmayaban con hambre en colegios ruinosos, que uno de cada dos jóvenes estaba en el paro y que las pensiones se estrangulaban, se daba prioridad al pago de la deuda a la enriquecida Alemania por delante del gasto social.

Con violencia no podía haber gente en las plazas: la apuesta por la tolerancia

El 15M fue posible porque ETA ya no mataba. Y ETA ya no mataba porque la sociedad española ya no aguantaba más violencia. Aún menos después de los atentados islamistas radicales del 11 de marzo de 2004. ETA ya no mataba ni el Partido Popular ni los medios de comunicación podían decir que el 15M era ETA. Podían decirlo y de hecho lo dijeron, pero no era creíble. Y como ETA no mataba, el movimiento también era pacífico, como la sociedad que le había dicho a ETA que no quería más violencia, y como ETA ya no mataba el 15M no podía ser demonizado ni desmantelado por la fuerza. Y entonces creció y creció.

El gobierno de Rodríguez Zapatero sufrió un durísimo ataque de la derecha confesional por el matrimonio homosexual. Sin embargo, el gobierno de coalición ha aprobado la ley de eutanasia, mucho más agresiva contra los principios católicos, sin oposición alguna. Es verdad que el confinamiento y la pandemia han dificultado las protestas, pero había algo más de fondo: la sociedad española no acepta el sufrimiento innecesario e impedir la eutanasia era dolor innecesario. El mensaje radical de fraternidad del 15M está detrás de este cambio.

No afirmar que el rey está desnudo, sino preguntar por qué no está vestido

 El 15 M venía con preguntas, no con respuestas. Por eso activó el pensamiento y politizó a la sociedad española. Una vez politizada, construyó su propio relato. No era verdad que el pueblo hubiera vivido por encima de sus posibilidades. El Jefe de la patronal, Díaz Ferrán, dijo durante la crisis que la gente tenía que trabajar más y ganar menos. Terminó en la cárcel, porque mientras estaba diciendo esto estaba robando. La gente construyó su propio relato y dijo: no es una crisis, es una estafa. Y la gente dijo: con mean y dicen que llueve. Y la gente dijo: no somos mercancías en manos de banqueros y políticos corruptos. El pueblo se politizó, construyó un relato y todo lo existente se vio cuestionado. El Roto publicó una viñeta en esos días, con una Puerta del Sol llena de cabecitas de colores. El texto decía: "los jóvenes salieron a la calle y súbitamente todos los partidos envejecieron". El Ministro que mandó a los antidisturbios, Pérez Rubalcaba, dijo que el 15 M era la expresión de la "fatiga de materiales" del sistema del 78. Pero antes de decirlo mandó a los antidisturbios.

Por aquel entonces había entre 6 y 8 millones de españoles que no se identificaban con ningún partido. Podemos sacaría en 2015 cinco millones doscientos mil votos. Dolores de Cospedal, la Vicepresidenta del PP en el Gobierno, dijo a los jóvenes acampados en la Puerta del Sol que por qué no montaban un partido si querían hacer política y dejaban de hacer el vago en la calle. Tardaron tres años pero les hicieron caso. Uno de los máximos reclamos del 15M, más democracia, se convertía en un partido que llamaba "casta" a la vieja política y que llegaba cargado de promesas de regeneración. Iba a cambiar mucho, pero menos de lo que se había imaginado, pero todavía no lo sabían.

No bastaba que el Parlamento se pareciera más a España para poder cambiar las cosas. No bastaba entrar en el gobierno para cambiar las inercias de un país que las élites habían construido desde el siglo XIX como monárquico, centralista, católico, bipartidista y clientelar.

Cuando las claves del éxito son también las claves del fracaso

El 15M triunfó porque no tenía memoria, y entonces no había bandos del pasado ni herencias que dividieran ni rojos ni azules, triunfó porque no tenía estructura, y cada día todo empezaba de nuevo y nadie se sentía atrapado en ninguna burocracia y todo se solventaba hablando y como era el primer movimiento en red lo configuraban nodos, no centros, y todo era horizontal y todo estaba al mismo nivel; triunfó porque no tenía programa, y en sus demandas cabían todas las demandas insatisfechas que estaban pendientes en España, y triunfó porque no tenía liderazgo y entonces nadie se sentía en manos de portavoces que hablaban por uno, como pasa en los partidos políticos, y la gente se sentía bien porque no había jefes ni representantes ni nadie que orientara tu vida y te la orientabas tú hablando con gente que era como tú.

El 15 M era un movimiento atravesado por la generosidad. Como en la Comuna de París, había rabia frente al poder pero no intención de hacerle daño físico a los culpables de tanta iniquidad. Como en la comuna de París, todo el mundo daba más de lo que acostumbraba a dar. Comida, mucha comida, compañía, clases, debates, libros, colchas, tiempo, tiempo y más tiempo. Nadie bajaba línea y menos los partidos, y la gente se hacía su propio diagnóstico y coincidía con el de gente que no conocía de nada y todos tenían la sensación de que aprendían juntos y juntas.

Las tareas concretas nacidas de una necesidad pesan más que las ideologías cuando se está manos a la obra. Es más fácil que te expliques a ti mismo cómo encaja tu ideología en esa tarea en la que estáis ayudando que cuando todo queda en el marco teórico. La mera presencia en las plazas en esos primeros momentos era una suerte de certeza de estar haciendo algo correcto.

La gente se puso a militar, pero no en los partidos políticos

El 15M estaba enfadado con los partidos políticos. "PSOE y PP la misma mierda es". Y de forma más amable, "Entre capullos y gaviotas nos toman por idiotas". Nació una línea de confrontación entre lo nuevo y lo viejo, que después se complementaría con los de arriba y los de abajo. "Que no, que no, que no nos representan". "Lo llaman democracia y no lo es".

El 15M marcó un nuevo rumbo en la política. Toda acción genera una reacción. Para saber qué vino para quedarse hay que esperar la contrarrevolución, que pretende regresar a posiciones conservadoras, y entonces el movimiento volverá a levantar la voz y veremos si formarán parte del nuevo consenso político la feminización de la política, las primarias en los partidos, la rendición de cuentas, la mayor sensibilidad frente a la corrupción, la aprobación y cumplimiento de códigos éticos en los partidos, la sensibilidad medioambiental, la limitación de los mandatos, la reducción de los sueldos de los políticos, la reclamación de mayores dosis de transparencia o las exigencias de que los sistemas electorales cumplan el principio "un hombre/una mujer, un voto". El gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos ha aprobado el fin del voto rogado, que llevó a que en las últimas elecciones el voto del exterior apenas lo realizara uno de cada diez. España expulsó a los jóvenes porque aquí no encontraban trabajo y como regalo añadido se les pusieron enormes dificultades para poder votar. Porque no iban a votar a los partidos que eran responsables de haber tenido que salir fuera de España para trabajar. El fin del voto rogado es un buen ejemplo de lo que ha logrado el 15M.

El 15M cayó hacia la izquierda porque el sistema es de derechas

Las sociedades occidentales se han automatizado. Funcionan sobre la base de los mecanismos del mercado y de las instituciones. No parece que haga falta gobierno ni gente interactuando. Las cosas pasan. Pero no es verdad. Porque siempre hay gente trabajando. Lo hemos visto en la pandemia. Esa ignorancia del funcionamiento de la sociedad tiene riesgos. La leche no viene del tetrabrik ni la basura desaparece por arte de magia. Las sociedades capitalistas, aún más en esa fase del capitalismo financiero, han logrado que la riqueza y el dinero cada una vayan por su cuenta, y por eso pueden pagar a un futbolista 500 millones de euros por trabajar y a otro dos euros la hora.

"El 15M fue capturado por un imaginario de los de abajo que señaló correctamente al responsable de este desastre, a banqueros y multinacionales y fondos buitre, y criticó las desigualdades en vez de echar la culpa a los inmigrantes o a la política"

En el capitalismo de los servicios, tanto ganas tanto vales y la utopía es convertir en mercancía todo lo que quieres que se convierta en un derecho. Como un vientre de alquiler o sexo que en tu país está prohibido. En el 15M había frustración de clases medias a las que se les había interrumpido el ascensor social, jóvenes sobradamente preparados que vivían peor que sus padres, gente que ya no veía en la democracia aquello por lo que habían luchado sus padres sino un fraude. Pero el 15M fue capturado por un imaginario de los de abajo que señaló correctamente al responsable de este desastre, a banqueros y multinacionales y fondos buitre, y criticó las desigualdades en vez de echar la culpa a los inmigrantes o a la política.

El 15M frenó el regreso de la extrema derecha, aunque entre sus filas había gente de extrema derecha, que, en cualquier caso, sabía que su falta de empatía no tenía espacio en las plazas. El 15M, como era un movimiento destituyente, unió a todos los que tenían asuntos pendientes con el sistema. Y juntó a gente que, con un análisis más pormenorizado, nunca se hubieran juntado. Estaban ahí porque querían regenerar el país. Después de echar a Rajoy, al Rey, a Rubalcaba y a Cayo Lara, se terminaron los encuentros. Y por un lado fueron los que votarían a Podemos y por otro los que votarían a Ciudadanos.

Con el tiempo, el eje "derecha-izquierda" regresó, desplazando al de "arriba-abajo". Pero el recambio generacional se impuso y aunque se quedaron las peanas cambiaron las estatuas: cambiaron los líderes políticos, cambió el Rey, cambiaron los CEOS de las empresas, las direcciones de los bancos. Cambiaron muy poco las direcciones reales de los medios de comunicación tradicionales (salvo El País, después de muchas idas y venidas), aunque cambiaron los comunicadores y los representantes de la cultura (aunque fuera porque "los de siempre" fueron cumpliendo el ciclo biológico.

Podemos se convirtió en Unidas Podemos y no se libró de repetir el papel de los liderazgos fuertes; Ciudadanos desapareció y dejó paso al partido de extrema derecha VOX. La COVID-19 volvió a cobrar un contenido de clase. Los presupuestos del 15M han pasado a un segundo nivel. Pero ahí están, pugnando por abrirse paso. Los cambios siempre se toman su tiempo.

La única autoayuda que funciona es la autoayuda colectiva, es decir, la política

El neoliberalismo había dicho que no había alternativa y Francis Fukuyama escribió uno de los libros más influyentes en el cambio de siglo, El fin de la historia, que es uno de los libros con la tesis más idiota y, al tiempo, con mayor capacidad de configurar la nueva realidad.

El 15M dijo: "Me gustas democracia, pero estás como ausente". Quería más democracia, algo que contrasta con las nuevas generaciones jóvenes. Una parte han construido una nueva identidad a través del feminismo, con los 8M más multitudinarios de la historia de España (y de muchos otros países). Otro sector numeroso, donde también están las mujeres, ha salido a la calle a defender el medioambiente y la lucha contra el calentamiento global. En algunos lugares, como Catalunya, el movimiento independentista ha ocupado una buena parte del imaginario. Sin embargo, una sensación generalizada entre muchos jóvenes es que no han vivido ningún movimiento social catártico –con enemigos claros y definidos, salvo los violadores y los agresores sexuales-: ni la oposición a la guerra, ni grandes movilizaciones estudiantiles, ni huelgas generales y que expresan, a día de hoy, la acción colectiva en macrobotellones. Una suerte de paréntesis de la conciencia que está captando mejor la extrema derecha, con su discurso nihilista, egoísta, de odio y de identidad nacional, y deja en los márgenes las propuestas solidarias de la izquierda. Y afecta a todas las edades. Por un lado los "yayoflautas" y las reivindicaciones de los pensionistas; por otro, el votante de la derecha y la extrema derecha guiado por el miedo construido por los medios de comunicación a la izquierda. Es un paréntesis. Pero, de momento, es, como han demostrado las elecciones en Madrid, expresión máxima del autoritarismo libertario. Trumpismo cañí del barrio Salamanca.

¿Qué democracia? ¿Y para qué?

La democracia parlamentaria siempre ha desconfíad de la ciudadanía. Primero no les dejó votar; cuando pudieron votar, no dejó que se presentara cualquiera; cuando podía presentarse cualquiera, luego puso todo su empeño en engañar a los votantes para que votaran a gente del sistema. Al final, termina presentando a insiders que parecen outsiders, a gente de dentro que habla en contra del sistema.

El 15M dejó de comprar ese juego y quiso que la política les supiera a democracia. No sabían cómo se hacía, pero el primer paso era reclamarlo. Si no te molesta la gangrena no buscas curarla. Y no bastaba que la democracia fuera simplemente un acuerdo institucional frío y tecnocrático para gestionar la vida social. Si el entramado institucional no funcionaba había que hacerse cargo de la democracia; si los resultado de la democracia eran malos, había que dialogar para que fueran mejores. Participar era la clave. Participar los que solo lo habían hecho antes votando.

El pueblo se convocaba y se sentía imbuido del poder constituyente. La democracia debía tener la épica que la legitima, la potencia de cambiar las cosas, la certeza de que en la gente ordinaria hay capacidades extraordinarias. Algo muy alejado del "esto es lo que hay" que respondía la política a una ciudadanía despedida, precarizada, desahuciada, desatendida, postergada, ignorada, embrutecida y entretenida.

Aunque este sueño constituyente es más real en la cabeza que en la práctica. No dejamos de tener intereses privados, ideas diferentes y porque los que tienen privilegios no te lo van a poner tan fácil. El primer programa de Podemos en 2014 a las elecciones europeas se hizo de forma colaborativa. Era sencillo porque el presupuesto europeo parecía infinito. A partir de ahí, todas las promesas de cambio venían con su capítulo de gastos y de ingresos. Es más exigente proponer que expresar la ira. Es más sencillo odiar a la casta que gestionar intereses que chocan entre ellos. Es más frío negociar la parte de verdad de los otros que reclamar tus intereses individuales. Toda la política actual, siempre, desemboca en alguna forma de representación, en protocolos probados y aprendidos, en algún consenso acerca de cuándo el debate se termina y se toman decisiones. Y la épica se rebaja.

Aún veo lo que hicisteis aquella primavera: sembrar, fertilizar

La dimisión de Pablo Iglesias en mayo de 2021 tras la victoria de la derecha en las elecciones a la Comunidad de Madrid invitaban a una lectura de fin de ciclo. Trucos de prestidigitación de los medios y de intelectuales con cierta soberbia que quieren hacer ver que tienen claves que los demás ignoran. Los ciclos no se terminan con los actores políticos ni responden a plazos arbitrarios de cien días, diez años o un siglo. Los plazos no son sino ahormamientos del tiempo que nos damos para no asumir nuestra impotencia.

Al revés, la salida del líder de Podemos ¿no es una característica muy del 15M? Quizá por la astucia de la razón hegeliana, que hace que las cosas pasen por ser hijas de su época y no de la voluntad de nadie. Pero lo cierto es que la salida de Iglesias dejaba paso a unos comportamientos más cercanos a la lógica del 15M.

La emergencia de Podemos en un clima bipartidista y un oligopolio mediático urgió lo que se llamó "maquinaria de guerra electoral", que se parecía demasiado a la vieja política o, al menos, era una versión refrescada del comportamiento tradicional de los partidos, cargada de liderazgo, testosterona, astucia ajedrecística, verticalidad y presencia mediática (que tuvo un momento de gloria porque entendieron en el grupo Mediaset que atender a Podemos perjudicaba al conjunto de la izquierda y porque, de manera clara, aquellos jóvenes brillantes subían las audiencias).

"La vacuna que supuso el 15M sigue vigente, pero necesita actualizar esa gran conversación que es la antesala de los cambios."

La ausencia de Pablo Iglesias deja paso a un liderazgo femenino y plural (marcado por Ione Belarra, Yolanda Díaz, Irene Montero, Ada Colau y tantas otras), coral y menos caudillista, más horizontal y menos imitador del centralismo democrático, más deliberativo, mas joven y, al tiempo, con más diálogo con las generaciones mayores, menos marcado por la capitalidad madrileña, menos patriarcal y más sensibilizado con la inmigración (el 15M bebió mucho de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca), y con la preocupación medioambiental que es común a las nuevas generaciones.

A los estudiantes universitarios les han empezado a aburrir soberanamente las clases, aburridos son los partidos políticos y aburridos los periódicos. Pero no todo puede ser divertido. El péndulo de la desafección puede conducir al miedo, a la frustración y al populismo de extrema derecha. Es verdad que esa opción tiene las patas cortas, pero es muy dañina.

La vacuna que supuso el 15M sigue vigente, pero necesita actualizar esa gran conversación que es la antesala de los cambios. La generalización de las primarias en los partidos, el rejuvenecimiento de casi todas las esferas sociales, el surgimiento de Podemos, un gobierno del que forma parte una fuerza a la izquierda del PSOE, los ayuntamientos del cambio, las reivindicaciones soberanistas o independentistas, el movimiento feminista, la mayor aceptación de una renta básica universal, la puesta en marcha de un Ingreso Mínimo Vital, la regulación de los precios de los alquileres, la subida del salario mínimo (que tanto recuerda al ¿Estudias o precarias? del 15M), el fin del voto rogado, la ley de eutanasia, las prevenciones frente a la banca, la enorme sensibilidad ante la corrupción, la sospecha ante las empresas de medios de comunicación, la recuperación del diálogo intergeneracional ("nietos en paro, abuelos trabajando"), la enorme sospecha ante cualquier autoritarismo en cualquier ámbito de la vida social están ligados al 15M.

¿Quién lidera el movimiento feminista? ¿Quién lidera los movimientos de pensionistas? ¿Quién lidera las protestas ecologistas? Los referentes del 15M venían de la autoritas, Stephen Hassel, José Luis Sampedro, José Saramago. Esa gente que no se muere nunca.

¿De qué lado caerá el próximo descontento?

El 15M no tenía prisa. "Vamos despacio porque vamos muy lejos". Tenía una inteligencia profunda de que estaba en marcha un cambio de época. Un ciclo no es un número "mágico" –como decíamos, 100 días, diez años o el centenario no son sino excusas para el análisis-. Un ciclo es un momento donde cambian los actores, las estructuras, las conciencias? El ciclo del 15M no se ha cerrado porque la conciencia ha cambiado y sigue teniendo efectos. ¿O hubiera sido posible la Ley de Eutanasia si no hubiera cambiado España?

 "El 15M molesta a los que querían dirigirlo y los que lo dan por muerto, o no estuvieron allí o no lo entienden o lo desprecian porque no sirve a sus fines."

Los que dicen que el 15M está muerto es probable que nunca les gustara el movimiento porque no lo podían dirigir. ¿Estaría el Emérito en Emiratos Árabes sin el 15M? ¿Estaría Unidas Podemos en el Gobierno de España? La subversión del 15M sigue horadando como un viejo tipo los cimientos podridos del régimen del 78. ¿Por qué Rato y Bárcenas están en la cárcel? ¿Por qué el fin del voto rogado? El 15M molesta a los que querían dirigirlo y los que lo dan por muerto, o no estuvieron allí o no lo entienden o lo desprecian porque no sirve a sus fines.

Si el 15M fue un debate entre los de arriba y los de abajo, que permitió la idea de "transversalidad", la resurrección del PSOE con un Pedro Sánchez -que hizo un discurso podemita-, más la emergencia de la extrema derecha, trajo consigo de nuevo el debate "derecha-izquierda".

Los medios volvieron a hablar de "izquierda y derecha" porque ese debate es mucho más eficaz para el statu quo. La recuperación de ese eje regresó igualmente la idea de la "crispación", de que todos los políticos son iguales, de manera que el eje "lo nuevo y lo viejo" desaparece, los enemigos de los ciudadanos dejan de ser los millonarios y las culpas de la crisis se difuminan. Con el añadido problemático de que la derecha asume ahora el discurso antisistema. Aunque sea momentáneamente.

La revolución en Rusia de 1905 tuvo que esperar hasta 1917 para operar el gran cambio. Entre medias, la vida sigue con sus vaivenes y planes inesperados. Y sin derrotas, no hay cambios verdaderos porque entonces no se pueden escoger los caminos adecuados.

La covid-19 va a suponer el penúltimo enfrentamiento entre el modelo neoliberal, que querrá cobrar el precio de las crisis sobre las espaldas de la gente, o la superación democrática de los cuellos de botella de un país en donde aún pesa el franquismo sociológico. Con una Europa todavía hablando el lenguaje de la austeridad –apenas ha empezado a regresar a una idea más social- es probable que regrese el descontento. Y ese descontento va a necesitar la memoria del 15M para que la acción colectiva no la capitalicen esas nuevas formas de fascismo del siglo XXI (llámese trumpismo o de cualquier otra manera) , para que caigan del lado correcto de la historia: el que despliega la autoconciencia y la fraternidad. El que nos ha traído hasta aquí.

No es lo mismo sentirse cuidado en las plazas desde la fraternidad, que sentirte cuidado en una identidad excluyente y violenta que necesita odiar para tranquilizar. La fraternidad es la unión de los de abajo contra los privilegios de los de arriba. Y a la acción de los de abajo le responde la reacción de los de arriba. Los procesos de cambio son péndulos que oscilan en las nuevas oportunidades que abren la irrupción, hasta que se estabilicen. Por eso, el mandato del 15M: ocupar las calles y plazas, sigue siendo un imperativo democrático.

Con la ventaja de que el marco se ha desplazado hacia posiciones más luminosas. Más allá de los manotazos desesperados que dé el neoliberalismo moribundo. Por eso la reacción, esto es, los privilegiados, están tan rabiosos. Manotazos moribundos, unos correctos, como la rectificación en los EEUU de Biden, otros terribles como la violencia terrible en Colombia y otros patéticos, como la victoria de Ayuso en Madrid.

La indignación que viene seguirá impugnando a una política parlamentaria anquilosada que no es capaz de resolver los problemas ni responder a los retos, que seguirá impugnando a un sistema económico que precariza la vida y sus cuidados. Es eso de lo que hablaba el 15 M cuando decía: "No somos antisistema, el sistema es antinosotros", cuando advertía que podía enfadarse recordándole al poder que "si no nos dejas soñar, no te dejaremos dormir", cuando recordaba que no estaban dispuestos a ser "mercancías en manos de banqueros".

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El cielo, Pablo, ¿era para tanto? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/05/06/el-cielo-pablo-era-para-tanto/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/05/06/el-cielo-pablo-era-para-tanto/#respond Thu, 06 May 2021 05:00:06 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8895 Continuar leyendo "El cielo, Pablo, ¿era para tanto?"]]>
 El líder de Unidas Podemos y candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias, comparece ante los medios tras conocer el resultados de los comicios madrileños.- EFE
El líder de Unidas Podemos y candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias, comparece ante los medios tras conocer el resultados de los comicios madrileños.- EFE

Tenía razón Pablo Iglesias con que el cielo se conquista por asalto. Lo que pasa es que el cielo, ¿era para tanto? Estoy convencido de que sí. Pero, ¿qué opinan los ángeles y los demonios?

La discusión sobre el sexo de los ángeles está servida. La posibilidad de cambiar los elementos estructurales del neoliberalismo no pueden hacerse desde el Gobierno pero tampoco puede hacerse gran cosa fuera de las instituciones. A lo sumo, se pueden limitar algunos de sus efectos más dañinos y mejorar la vida de la gente. Que no es poco. Pero asaltar los cielos tenía una épica que no tienen las políticas públicas. Aunque sean las segundas las que mejoran las condiciones de vida de los que quieren emocionarse pero también tener casa, comida, trabajo, salud.

Los cielos siempre tienen fosos, almenas, murallas. Y un ejército. Cuando el poder piensa que puedes afectar a sus intereses, el poder empieza a dar zarpazos. Basta con que les asustes. Aunque no puedas hacerles daño. Si encima rompes de verdad sus fortificaciones, cuenta con que va a sacar todos sus cañones.

En España estaba prohibido que una fuerza política a la izquierda del Partido Socialista entrara en el Gobierno

En España estaba prohibido que una fuerza política a la izquierda del Partido Socialista entrara en el Gobierno. En España estaba prohibido que se tocara la figura del Rey. En España estaba prohibido que se fuera judicialmente contra el jefe de la patronal. En España estaba prohibido que se encarcelase a ministros. En España estaba prohibido que gobernasen los principales ayuntamientos de España fuerzas que no formaban parte del bipartidismo y sus adendas. En España estaba prohibido que el PSOE perdiera el control del feminismo. En España estaba permitido que se subiera el salario mínimo sin la autorización de la CEOE. En España estaba prohibido que se señalara a los medios de comunicación. En España estaba prohibido que se pusiera en la picota a los bancos.

Sacaron los cañones contra Podemos, contra Pablo Iglesias e incluso contra Pedro Sánchez cuando empezó a acercarse a Podemos. Cómo no le iba a quitar el sueño a Sánchez gobernar con Iglesias sabiendo que romper todas esas prohibiciones, y encima de la mano de Podemos, le iba a poner enfrente a los que ponen y quitan presidentes.

Pero el régimen del 78 ya hacía demasiadas aguas como para tapar las grietas con la cabeza cortada de Sánchez. Y se hizo finalmente el primer Gobierno de coalición de izquierdas en 80 años de la historia de España. Y se subió el salario mínimo. Y se plantó cara a las grandes empresas energéticas y se recordó que los bienes públicos son derechos, no mercancías y se igualaron los salarios de hombres y mujeres y se enfadaron los poderes económicos de España que siempre habían logrado sus objetivos cuando gobernaba el bipartidismo.

Podemos no se presentó a la alcaldía hace dos años para no competir con Carmena

Podemos tuvo momentos duros. El más duro, cuando Íñigo Errejón, a quien se le había encargado y dotado de recursos para encabezar la lista de la Comunidad de Madrid, formó un nuevo partido, más amable en su relación con el PSOE y Ciudadanos, que iba a recibir todos los apoyos mediáticos por ser la cuña que mejor podía golpear a Podemos por venir de su seno.

El proyecto de Errejón naufragó en España –sacó dos diputados-. Sin embargo, con la candidatura de Mónica García, una médica que lleva años haciendo política en Madrid, ha tenido más vuelo. Ha ayudado la ausencia de Podemos de la capital por la escisión de Errejón y de la alcaldesa Carmena -Podemos no se presentó a la alcaldía hace dos años para no competir con Carmena-, y también por el trato amable que han recibido en MM (nadie les ha preguntado, por ejemplo, por los cuatro concejales carmenistas que han roto con Más Madrid).

Más Madrid ha superado al PSOE. Queda abierto si esta formación, con voluntad regional, querrá sustituir al PSOE madrileño o estará dispuesto a confrontar las políticas neoliberales con todas sus consecuencias. Se han beneficiado de que el PSOE quería perder las elecciones en Madrid. De ahí la falta de firmeza de Gabilondo. Y el desencanto con el PSOE difícilmente podía ir a un Iglesias presentado como un monstruo.

Pero ha sido gracias a la firmeza del Podemos dirigido por Iglesias que se ha construido un nuevo bloque histórico donde se han encontrado la izquierda crítica, la izquierda socialdemócrata, las izquierdas vasca y catalana, otras izquierdas regionales y más gente que había perdido toda esperanza en la política. Todas y todos juntos han desafiado al bloque histórico que lleva mandando en España desde el siglo XIX, con su Rey, su bipartidismo, su iglesia, sus militares, su centralismo y su capitalismo clientelar y cortesano.

El cielo del gobierno de España se ha asaltado, ha habido importantes bajas en el camino, y queda abierta la pregunta de si el cielo era para tanto

Por eso el 100% de los medios han atacado a Podemos; por eso se fomentó la escisión de Errejón desde los medios; por eso Iglesias ha sido el político más atacado en los medios en la historia de España desde la II República.

El cielo del gobierno de España se ha asaltado, ha habido importantes bajas en el camino, y queda abierta la pregunta de si el cielo era para tanto.

Sin medios de comunicación afines al nuevo bloque histórico, y sin jueces dispuestos a cumplir con la Constitución, especialmente con sus artículos económicos, y a confrontar la guerra jurídica, es decir, dispuestos a confrontar a sus colegas de la judicatura, es muy difícil que una fuerza política que quiere superar los cuellos de botella del capitalismo financiero pueda cumplir la agenda postneoliberal. Y sin embargo, no le queda otra que seguir dando esa batalla.

Y para dar esa batalla, y en tanto no se dispongan de medios capaces de construir nuevas hegemonías –medios que son los altavoces de la guerra jurídica-, el esfuerzo pendiente de Podemos sigue siendo el partido-movimiento. Porque los mensajes en los medios no se consolidan igual si no hay comunidades que los reciban y los repitan en la cotidianeidad de los barrios y las ciudades.

Y aquí nos encontramos con la tensión nunca resuelta entre el liderazgo y una organización bien engrasada. En España, sin el liderazgo de Iglesias nunca se hubiera creado ese nuevo bloque histórico. Pero por eso mismo, su salida deja a Podemos con el reto de mantener vivo el espíritu de lo creado bajo su dirección. Ese espíritu puede resumirse como el de una fuerza política con mucha audacia y que no le ha tenido miedo al poder. Y que por eso ha recibido tantos ataques, amenazas, querellas, agresiones e insultos.

La salida de Iglesias de los cargos políticos, incluidos los internos dentro de Podemos, necesariamente horizontaliza la ejecutiva y la hace más importante en su gestión política. Al no estar ya la figura sobre la que pivotaba la organización, no queda otra que hacer del órgano colegiado el órgano director de las tareas tanto del partido como del desempeño de los cargos institucionales.

Iglesias deja a Unidas Podemos en el Gobierno de España y con una sucesión interna de claro componente femenino. En el horizonte cercano, la desaparición de Ciudadanos y la inclinación a la derecha del PP, que regresa a las maneras de la Alianza Popular de Fraga, permite augurar una temporada larga donde el único gobierno posible de España es la coalición del PSOE con Unidas Podemos.

Pablo Iglesias deja la política institucional y regresa al asalto a los cielos. Un cielo que, en esta etapa, tendrá más de El Show de Truman que de El cielo puede esperar. Porque cuando ya has conocido el cielo, no se te escapa que el cielo apenas es una versión digital del infierno. Tengo la sensación de que Iglesias regresa a la política.

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Arcadi Oliveres nos deja dicho: sed buenos, mendrugos. https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/04/06/arcadi-oliveres-nos-deja-dicho-sed-buenos-mendrugos/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/04/06/arcadi-oliveres-nos-deja-dicho-sed-buenos-mendrugos/#respond Tue, 06 Apr 2021 13:31:24 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8877 alt --> Ardadi Oliveres. Un economista que siempre supo que detrás de las cifras había gente. Se nos ha ido y no porque nos hubiera avisado, la tristeza se acomoda. Porque es una tristeza, como él diría, esperanzada. No es esa melancolía que te paraliza y te afloja las tuercas del cuerpo y de las ganas, sino … Continuar leyendo "Arcadi Oliveres nos deja dicho: sed buenos, mendrugos."]]> Arcadi Oliveres nos deja dicho: sed buenos, mendrugos.

Ardadi Oliveres. Un economista que siempre supo que detrás de las cifras había gente. Se nos ha ido y no porque nos hubiera avisado, la tristeza se acomoda. Porque es una tristeza, como él diría, esperanzada. No es esa melancolía que te paraliza y te afloja las tuercas del cuerpo y de las ganas, sino una tristeza cómplice que sabe que el cuerpo es finito, y que por eso se esfuerza por dejar este mundo un poco mejor que como lo encontró. Todos los días desde hace mucho tiempo.

Arcadi era anticapitalista porque sabía que a fuerza de revolucionar los medios de producción en el molino satánico del mercado llegábamos a marte pero se nos morían niños en la costa, y se llenaban de plomo los ríos y de plástico los mares, y se hacían guerras para que se pudieran vender las armas y se desahuciaban a las familias para que los bancos tuvieran más dinero y se permitía a los fondos buitre que arrodillaran a los pueblos.

Arcadi era un hombre tranquilo, pero se enfadaba con los ladrones del tiempo, con ese enfado del que no te compra que una hora de la vida de un rico tiene más valor que una hora de la vida de un pobre. Le indignaba que todas las semanas hubiera un partido del siglo y esa ostentación de días de la patria llenos de generales impotentes que necesitan desfiles para demostrar lo larga que es la boca de sus cañones.

Le indignaba esa España que fusila rosas, obreros y poetas y ensalza a reyes puteros de un puterío aristocrático, a histriones que gritan en las teles y las radios, a aristócratas famosos porque no han trabajado nunca y a tránsfugas del sentido común a los que les huelen los pies, bajo la colonia cara, a franquismo y dictadura.

Arcadi era de una generación de luchadores de toda la vida, que se reían de la frase de Bertold Brecht de los imprescidibles todas las muchas veces que se la dedicaban los discípulos agradecidos, porque lo que hacía no lo hacía por las medallas de un verso o un Ministro, sino porque si no eras digno, tu vida era una mierda y eso era un lujo que no podía permitirse. Imagínate que hay un Dios y cómo le explicas tanto desperdicio...

Con los comunistas, igual que Bergamín, Arcadi iba hasta la muerte. Pero ni un paso más allá. Porque de essotra parte en la rivera era imposible que Arcadi dejará la memoria en donde ardía. Que de los asuntos de lo divino sabían Antígona, Jesucristo, los poetas y los enamorados como Arcadi.

Quería a Catalunya como se quierea un amor prohibido por la autoridad pertinente y le dolía España porque a fuerza de hacerse daño a sí misma se lo hacía también a los demás.

Entendía la justicia como reparación y reconocimiento y le dejaba las cárceles, los castigos, las multas y los linchamientos para los que preferían habitar la venganza que el despliegue del espíritu, ese que hacía crecer la libertad, la igualdad y la fraternidad.

La fraternidad, esa familia amplia y disidente de la izquierda que siempre supo que era la tradición que le había acompañado toda su vida.

En verdad, Arcadi se ha ido lo justo que nos tenemos todos que ir, y en la escuela que deja, en la memoria que regala, en el método de cielo cernido que construyó, ese camino para saber quitar la paja e ir al grano, nos queda la mejor de las enseñanzas: sed buenos, mendrugos.

Que los hombres realmente inteligentes son los hombres buenos. Porque el amor es la más destilada forma de inteligencia. Tanta que esa gente sabia te enseña y no te das cuenta de que te ha convertido en otra persona, que te ha hecho aflorar lo mejor de ti y ellos se ponen rojos solo de pensarlo porque les daría vergüenza hacerte pasar al otro lado del espejo.

Gente que aprendían tanto y se esforzaban tanto sobre todo para contárnoslo precisamente para eso: para que supiéramos después contárselo a otros.

Para ser porque ellos fueron.

Hoy que la primavera trae rayos de sol y despide un invierno feo y solitario, me voy a ir a pasear un rato con Arcadi, que seguro que se ha declarado insumiso del cielo.

Me ha parecido verle levantando con toda la dulzura el puño en una esquina de un barrio entre Nigeria y Casteldefells que está luchando.

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Ayuso, Madrid, Eurovegas y la derecha-casino https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/03/29/ayuso-madrid-eurovegas-y-la-derecha-casino/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/03/29/ayuso-madrid-eurovegas-y-la-derecha-casino/#respond Mon, 29 Mar 2021 12:42:51 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8850 Continuar leyendo "Ayuso, Madrid, Eurovegas y la derecha-casino"]]>  

Controles policiales para que se cumplan las medidas antiCovid en Madrid en Semana Santa |EFE
Controles policiales para que se cumplan las medidas antiCovid en Madrid en Semana Santa |EFE

Todas las grandes capitales en todo el mundo corren el peligro de convertirse en un laboratorio de experimentación política de la derecha. Pero también siempre son un espacio de resistencia de la izquierda.

Con la globalización, los Estados nacionales han perdido fuerza y en las capitales se concentra buena parte de esa minoría que se ha quedado con el dinero que han perdido las mayorías. Pero también los que buscan desesperadamente una oportunidad y los que sin ser perdedores, llegan a la generosidad desde sus valores.

Las crisis traen fascismo. De alta o de baja intensidad. La de 2008 trajo consigo el intento de desmantelar los últimos instrumentos sociales que nacieron en Europa después de la Segunda Guerra Mundial. En esas estamos, agravado con la COVID 19.

Igual que Madrid ha sido un bastión de la derecha, otras ciudades como Londres, Palermo, Berlin, Paris o Barcelona han sido espacio de resistencia frente a los intentos de la derecha de desmantelar cualquier tejido social.

González quiso que dentro de Eurovegas no tuviera validez siquiera la Constitución española, permitiendo normas particulares sobre asuntos que iban desde fumar en recintos públicos a préstamos de dinero a particulares pasando por el derecho a la libre sindicación o la tolerancia de la prostitución

Uno de los intentos más desesperados de la derecha de hacer de Madrid un bastión del capitalismo salvaje fue con Eurovegas. En esa operación que urdió Ignacio González, uno de los Presidentes del Partido Popular en la cárcel por ladrón, se querían entregar 750 hectáreas de hoteles, rascacielos, campos de golf y casinos a un magnate del juego, a Sheldon Adelson, un empresario de Las Vegas famoso porque era muy rico y porque en esa ciudad los trabajadores de los casinos no podían afiliarse a un sindicato.

El ladrón González quiso darle a Adelson carta blanca para que dentro de Eurovegas no tuviera validez siquiera la Constitución española, permitiendo que dictara sus propias normas sobre asuntos que iban desde fumar en recintos públicos a préstamos de dinero a particulares pasando por el derecho a la libre sindicación o la tolerancia de la prostitución.

Convertir a Madrid en un Casino encaja con la idea que tiene la nueva derecha de nuestras sociedades. El que gana, se lo lleva todo.

Un paraíso para los ganadores, sostenido por unos perdedores invisibles que tienen que hacer lo que se les mande pero que no se les vea. Donde la élite mundial viene a que los trabajadores les sirvan por un salario de miseria las copas, la comida, le hagan la habitación y, si así lo quieren, sientan que pueden volver a aplicar el derecho de pernada que antaño tenían los reyes absolutistas y parece que también algún monarca constitucional.

Convertir a Madrid en un Casino encaja con la idea que tiene la nueva derecha de nuestras sociedades. De hecho, Madrid se ha convertido en una capital del juego, pese a que sea la nueva heroína que devasta el futuro de las nuevas generaciones.

Las reglas del casino son las reglas de esta derecha neoliberal sin escrúpulos. El que gana, se lo lleva todo. La única regla es el dinero. Unos juegan y el resto trabaja. En el casino no hay colas de hambre ni se come pizza, no existe lo público porque todo es privado y no hay baches ni te cortan la luz que tiene que brillar, ni nadie tiene aspecto de no llegar a fin de mes porque los pobres no entran al casino. En la sociedad-casino de la derecha, está reservado el derecho de admisión.

Por eso tienen hasta sus hospitales privados por si a algún rico le da un infarto, que le puedan atender allí mismo. Y si se enferma algún trabajador, saldrá por la puerta de atrás sin que nadie le vea, a un hospital público.

¿Apostamos a que se han muerto más ancianos humildes que pobres en las residencias?

La nueva derecha siempre tendrá fichas para jugar, hielo en su copa y un apartamento que le prestarán los dueños del casino, a cambio de que cuando necesiten algo, como en El padrino, se lo brindes sin problema. Sea una subvención, un terreno, un contrato, el favor de un juez o tu defensa de sus intereses en los medios de comunicación.

Madrid se está pareciendo a Eurovegas. Lograr la inmunidad de rebaño es la política sanitaria de la derecha contra la COVID-19. Es lo primero que expresaron y es lo que piensan. Los pudientes, los sanos, los ricos, los egoístas siempre miden el mundo desde su suerte y su acceso a medicinas, alimentos y entornos sanos.

Siempre han pensado que si se extiende el coronavirus, afectará más a los pobres que a los ricos. Igual cae algún privilegiado, pero es un coste asumible igual que un millonario puede arruinarse e, incluso, terminar en la cárcel. Un precio que están dispuestos a pagar por el bienestar de su clan.

Los que prohibieron la libertad durante 40 años, esos que hablan de la bandera son los que tienen a más políticos en la cárcel por robar dinero público, esos a los que se les llena la boca de España son los que vendieron nuestro territorio ayer a las bases norteamericanas y hoy al nuevo Eurovegas.

Por eso, Díaz Ayuso ha abierto Madrid a los extranjeros que vienen a hacer aquí lo que no hacen en sus países. Y que la inmunidad de rebaño sustituya a la ausencia de vacunas porque también son privadas.

Hubo un tiempo donde en España tirábamos los papeles al suelo o escupíamos pero no hacíamos lo mismo en Francia o en Alemania. Ahora es al revés, y los franceses egoístas, que no son todos los franceses, vienen a España a tirar la mierda al suelo y comportarse como colonizadores.

No es verdad que ayude a la hostelería porque no ayuda a los camareros y camareras y cuando venga un repunte, tampoco a los empresarios. Se ayudaría con controles más estrictos y con ayudas directas para soportar las pérdidas económicas. Ayudas que no ha dado Ayuso. A la derecha le puede siempre el egoísmo y la miopía.

La libertad personal termina donde empieza la libertad de los demás. Es la base de la democracia. Pero en la sociedad-casino de la derecha sin complejos, la libertad es un privilegio de los ganadores que compran también algunos perdedores pensando que les caerán algunas migajas de la mesa de los ricos.

Es curioso que en España, esos que hablan de libertad son los que prohibieron la libertad durante 40 años, esos que hablan de la bandera son los que tienen a más políticos en la cárcel por robar dinero público, esos a los que se les llena la boca de España son los que vendieron nuestro territorio ayer a las bases norteamericanas y hoy al nuevo Eurovegas en que se está convirtiendo la capital de España, Madrid.

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La misma derecha que odia a las mujeres https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/03/24/la-misma-derecha-que-odia-a-las-mujeres/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/03/24/la-misma-derecha-que-odia-a-las-mujeres/#respond Wed, 24 Mar 2021 15:41:39 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8843 alt --> Después de Irene Montero, después de Victoria Rosell, después de Yolanda Díaz, después de Teresa Arévalo, ahora le toca a Lilith Verstringe. A Pasionaria, los franquistas la llamaban puta. La derecha española nunca ha sido muy fina. La misma derecha que condenó a muerte a tantos ancianos en las residencias dando órdenes de no derivarlos … Continuar leyendo "La misma derecha que odia a las mujeres"]]> La misma derecha que odia a las mujeres

Después de Irene Montero, después de Victoria Rosell, después de Yolanda Díaz, después de Teresa Arévalo, ahora le toca a Lilith Verstringe. A Pasionaria, los franquistas la llamaban puta. La derecha española nunca ha sido muy fina.

La misma derecha que condenó a muerte a tantos ancianos en las residencias dando órdenes de no derivarlos a hospitales sin que les temblara su pulso, un pulso, de momento, presuntamente asesino; la misma derecha que usa pornográficamente a las víctimas del terrorismo y que considera que las víctimas de Franco no son víctimas porque se lo merecían; la misma derecha que le dice a los parados que se jodan y a los enfermos mentales que se vayan al médico; la misma derecha que se gastó millones de hospitales que luego privatizó y que tuvieron como paradójica conclusión que se redujeron el número total de camas; la misma derecha que le cubrió las espaldas y el bolsillo al rey Emérito; la misma derecha que le dio licencia a Villarejo para que robara, mintiera, amenazara, lesionara o creara pruebas falsas contra los adversarios políticos; la misma derecha condenada por corrupción, es decir, por robarle dinero a la España que tanto dicen querer; la misma derecha que tiene a tantos dirigentes en la cárcel por ladrones; la misma derecha que hace trampas inmobiliarias, que falsifica licencias y que no paga a los trabajadores de sus obras; la misma derecha que ha pretendido controlar a la judicatura pateando la Constitución y que ha destruido pruebas obstruyendo el trabajo de la justicia; la misma derecha que han comprado otra vez a tránsfugas, esta vez, a diferencia del Tamayazo, a la vista de todo el mundo; la misma derecha que convoca elecciones en día laborable a ver si los trabajadores no votan; la misma derecha que se ha quedado dinero de la ayuda al desarrollo, de la visita del Papa, de colegios, de la alimentación de los niños o del agua que bebemos, es la misma derecha que desarrolla todos los días su violencia política contra las mujeres de Podemos.

Esta derecha inmoral y criminal no reconoce la valía de las mujeres que hacen política en la izquierda. Las atacan a ver si les hacen daño, si golpean a su círculo afectivo, si debilitan su compromiso. Porque toda la estrategia del PP con las mujeres de Podemos solo busca eso: hacer daño

Esta derecha inmoral y criminal no reconoce la valía de las mujeres que hacen política en la izquierda. Esa derecha lleva el mismo ADN que el que llevaban los que rapaban a las mujeres por ser republicanas, por ser combativas mujeres de mineros en huelga o, simplemente, por ser dignas. Por eso, esta derecha dicen "Señora Ministro" pensando que son divertidos, o usan sus vidas privadas para intentar descalificar sus tareas en puestos de responsabilidad. A ver si les hacen daño, si golpean a su círculo afectivo, si debilitan su compromiso.

Porque toda la estrategia del PP con las mujeres de Podemos solo busca eso: hacer daño.

Esta derecha nauseabunda es celebrada tristemente por otras mujeres en los medios de comunicación. Les puede más sus intereses económicos que su solidaridad de género. Aunque ese comportamiento vejatorio es el que está detrás de la violencia de género, de los asesinatos, de las agresiones.

Para esa derecha nauseabunda, la violencia de género no existe, así que las asesinadas por sus parejas, las torturadas por sus parejas, las enloquecidas por sus parejas, que se jodan.

Esta derecha no quiere aceptar la libertad de las mujeres de Podemos para hacer su vida, para destacar en los estudios, en sus trabajos, para ejercer la representación política, para hacer con su cuerpo lo que les venga en gana, para no pedir permiso al párroco para desear, para poner su cuerpo para frenar un desahucio, para parar a esa patronal que esclaviza a inmigrantes en el campo, para detener a los que quieren hacer de Madrid un laboratorio de la extrema derecha del siglo XXI.

Cada vez que un político del PP intenta descalificar a una mujer de Podemos negándoles su derecho y su libertad a hacer política mencionando su vida privada, están ayudando a empujar el cuchillo, el gatillo, la maza que luego en manos de locos quita la vida a las mujeres.

Esa extrema derecha con oído musical para la guerra civil, miente, se mete en la vida privada, construye bulos, repite insidias, saca todo el repertorio del machismo en vigor desde el franquismo con el único fin de intentar negar el derecho de las mujeres libres a hacer política.

Cada vez que un político del PP intenta descalificar a una mujer de Podemos negándoles su derecho y su libertad a hacer política mencionando su vida privada, están ayudando a empujar el cuchillo, el gatillo, la maza que luego en manos de locos quita la vida a las mujeres.

En la guerra de Irak, los políticos de la derecha ya fueron cómplices de asesinato. Parece que se encuentran a gusto en ese papel.

Mujeres: vuestro voto, de momento, vale igual que el de los hombres.

 

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Rociito: recuerda que Dios nunca abandona a un buen marxista https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/03/23/rociito-recuerda-que-dios-no-abandona-a-un-buen-marxista/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/03/23/rociito-recuerda-que-dios-no-abandona-a-un-buen-marxista/#respond Tue, 23 Mar 2021 14:54:43 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8834 alt -->   Dios escribe recto con renglones torcidos. Es una frase que se atribuye a Teresa de Jesús. La luz y el entendimiento a veces viene por sitios insospechados. La idea es clara y se asienta firme, pero el camino para llegar a ella es sinuoso. Es una reflexión que está cerca del no hay mal … Continuar leyendo "Rociito: recuerda que Dios nunca abandona a un buen marxista"]]> Rociito: recuerda que Dios nunca abandona a un buen marxista

 

Dios escribe recto con renglones torcidos. Es una frase que se atribuye a Teresa de Jesús. La luz y el entendimiento a veces viene por sitios insospechados. La idea es clara y se asienta firme, pero el camino para llegar a ella es sinuoso.

Es una reflexión que está cerca del no hay mal que por bien no venga del refranero, y que nos lleva a otra frase religiosa que aparece en la Biblia, en Romanos 11:13:

¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!

Pues resulta que más de tres millones de personas, seguramente en su mayoría mujeres, vieron en el programa Sálvame a una famosa, Rociito, sufriendo por culpa de los maltratos, sufriendo por culpa de una marido maltratador, sufriendo por culpa de una salud mental convertida en un cristal frágil precisamente por los maltratos, y sufriendo por culpa de un canal que, por los renglones torcidos de Dios, convertía en víctima a una persona a la que ha victimizado durante mucho tiempo.

Millones de mujeres a las que la política no les convoca y a las que seguramente les quedan muy lejos las reflexiones sobre el patriarcado, de sopetón se han encontrado con algo que a lo mejor conocen de cerca: que un hombre puede maltratar, que encima la culpable eres tú porque eres una mala madre o estás como una chota y, por si fuera poco, tu maltratador se está haciendo rico contando mentiras en tu círculo cercano, en este caso, por las televisiones cuya puerta abriste tú (igual que a ti te la abrieron en su día tu progenitora, una maravillosa tonadillera, y tu padrastro, un torero borracho que mató a una persona por creer que podía conducir con más alcohol en el cuerpo que el que dicta el sentido común).

Rocío Carrasco, a la que no se le conocía otras manualidades que ser famosa, hablado en la tele de malos tratos, de suicidio, de enfermedad mental y de linchamiento mediático. Y lo ha hecho en la misma televisión donde le han infligido una parte de todos esos malos tratos. Los caminos del Señor son insondables.

Es verdad que nunca es tarde si la dicha es buena. El documental va a servir para que más mujeres se libren de los malos tratos. Y obligará también a revisar un género que escarba en las miserias humanas –para lo que siempre hay audiencia- pero no siempre lo hace desde la dignidad, el respeto y la compasión que reclaman las víctimas.

Casi cuatro millones de españoles habrán visto la entrevista a Rociito, y 43 millones, no la habrán visto. Los 43 millones son la mayoría silenciosa, pero hoy, esos cuatro millones son los que señalan una parte de la discusión en España. Porque hasta la Ministra de Igualdad ha salido defendiendo a la víctima y recordando que su caso es un caso multiplicado en un país donde las mujeres dejaron de ser insultadas y condenadas por adulterio en una fecha tan cercana como 1978.

A la izquierda le falta mucho para aprender a hacer televisión, para salir del elitismo, para hablarle al pueblo al que dice representar. Claro que 50 sombras de Grey no ayuda a la emancipación de la mujer, pero ayudó a la emancipación de algunas mujeres. Esas contradicciones están en el seno del pueblo. Igual que esos programas del corazón que escandalizan a los que se emocionan leyendo a, por ejemplo, María Zambrano o, aun más lejos, Judith Buttler. Mujeres que, en mi caso, me emocionan más que las andanzas de las famosas que son famosas porque son conocidas porque son hijas de famosas. Contradicciones en el seno del pueblo, que decía un chino con mucho predicamente entre su pueblo.

Como Dios escribe recto con renglones torcidos, de pronto, la confesión de Rocío Carrasco ayuda en la lucha que las feministas tienen contra los malos tratos y contra la estigmatización de las que llaman malas madres. Ayudará a darle una vuelta a las enfermedades mentales y, de paso, nos obligará a preguntarnos si los programas del corazón son más del corazón o del bolsillo. Y, también de paso, por qué se ven. A lo mejor tocan teclas que también están en Shakespeare.

Los caminos del señor son inescrutables.

Y se lo dice un ateo que sabe, Rociito,  que Dios nunca abandona a un buen marxista.

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Loca, chiflada, desequilibrada, demente, depresiva, ¿Una puta cabra? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/03/18/loca-chiflada-desequilibrada-demente-depresiva-una-puta-cabra/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/03/18/loca-chiflada-desequilibrada-demente-depresiva-una-puta-cabra/#respond Thu, 18 Mar 2021 13:35:39 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8820 Continuar leyendo "Loca, chiflada, desequilibrada, demente, depresiva, ¿Una puta cabra?"]]>
Loca, chiflada, desequilibrada, demente, depresiva, ¿Una puta cabra?
Divinas palabras, de Valle-Inclán

Llevamos en la universidad mucho años verificando que la salud mental de los estudiantes está sometida a enormes vaivenes. En el Curso Urgente de Política para Gente Decente recordé que en las sociedades ricas, hasta el 30% de la gente consume algún tipo de ansiolítico, antidepresivo o remedio químico para aguantar el tobogán de nuestras sociedades. Y que el tobogán es estructural, porque descansa en una economía que nos lleva a Marte y al tiempo nos hace llevar vidas miserables. Es conocido el caso de un trabajador sometido a acoso laboral al que el sindicato le ofreció pagarle las pastillas y el psicólogo.

No es un asunto farmacológico. Las medicinas son el remedio, pero el mal es una sociedad que ha perdido la humanidad. Tanto tienes, tanto vales. Y todo se ha convertido en una mercancía y, por tanto, todo se oferta y se vende en mercados donde no siempre vamos a ser competitivos.

Llevamos años denunciando que los patrones de belleza femeninos llevan directamente al quirófano. El porcentaje de top model que han pasado por el bisturí debe ser superior al 90%. Porque si no eres deseable para ese mercado, estás fuera.

Es la misma lógica que lleva a que los deportistas se dopen. Si no hay ruptura de límites no hay espectáculo; si no hay espectáculo, no hay anuncios. Si no hay anuncios, no hay dinero; si no hay dinero, no hay interés.

En esa lógica de cuenta de resultados, jugar es de pendejos y solo ganar, aunque sea haciendo trampas, tiene sentido

El problema es que la gente normal, que no se dedica a las pasarelas, tiene derecho a sentirse bella sin dedicar la vida entera a limar todo lo que la sociedad señala como excedente de su cuerpo. Porque las Miss Mundo luego dicen eso de que Confucio fue el que inventó el confusionismo. Ya se sabe, la confusión y todo eso.

El problema es que es ese mercado del futbol el que lleva a que los padres armen una trifulca los sábados por la mañana cuando van a ver el partido de su hijo del colegio y que incluso se líen a golpes con el árbitro. Porque en esa lógica de cuenta de resultados, jugar es de pendejos y solo ganar, aunque sea haciendo trampas, tiene sentido.

Y ni los jóvenes pueden tener proyecto emancipatorio ni a los padres les cabe otro proyecto que trabajar y esforzarse para sus hijos. Y la vida no es solamente ser padre o madre.

La universidad se ha convertido en una triple llave. La llave para poder llegar a realizar una carrera; la llave para poder hacer luego un máster. La llave para tener la tranquilidad y las condiciones para leer y estudiar. La COVID 19 ha empeorado radicalmente todo esto. Porque además, los jóvenes viven en casa de sus padres hasta los 30 años. Y ni los jóvenes pueden tener proyecto emancipatorio ni a los padres les cabe otro proyecto que trabajar y esforzarse para sus hijos. Y la vida no es solamente ser padre o madre.

Tenemos que gustar, tener muchos likes, arrastrar a muchos seguidores, que todas las opiniones que nos escriben sean favorables –aunque opinen sobre uno descerebrados o mercenarios-, tener éxito en la pareja, en los amigos, en el entorno social, ver todo lo que esté de moda -un programa, una serie, un libro infame, un disco-, no hacer ruido para que no te señalen, no dedicar tiempo a las cosas de afuera porque quitan energías para las cosas de uno mismo.

El amor propio deviene en egoísmo, el egoísmo obstruye la empatía, la falta de empatía te lleva al aislamiento y el aislamiento nos recuerda siempre la eternidad de la muerte. Ahí aparece el fascismo

El amor propio deviene en egoísmo, el egoísmo obstruye la empatía, la falta de empatía te lleva al aislamiento y el aislamiento nos recuerda siempre la eternidad de la muerte. Ahí aparece el fascismo. Con los contornos que sea. No hace falta que venga con correajes. De hecho, en el siglo XXI no va a venir con correajes como en el siglo pasado.

Una vida que merezca la pena ser vivida es una vida dotada de sentido. No me vale la felicidad de los niños, porque somos adultos. Pero algo debiéramos aprender de la felicidad de pueblos que tienen menos que nosotros pero que saben diferenciar entre ser y tener.

Loca, chiflada, desequilibrada, demente, paranoica, bipolar, obsesiva, depresiva, maniaca, autista, perturbada, desquiciada, alterada, perturbada, está como una puta cabra, puta, cabra y loca...

En las novelas y obras de teatro de Valle Inclán, siempre hay una parada de los monstruos, los expulsados de la sociedad recorriendo las ferias. Jorobados, contrahechos, tullidos, apestados, picados de viruela, ciegos, cojos, enclenques, enanos, dementes, locos, trastornados... Símbolos de una sociedad donde aún no había seguridad social.

Hemos ido solventando muchos de estos asuntos, pero las enfermedades mentales siguen manteniendo el estigma del propio lenguaje: loca, chiflada, desequilibrada, demente, paranoica, bipolar, obsesiva, depresiva, maniaca, autista, perturbada, desquiciada, alterada, perturbada, está como una puta cabra, puta, cabra y loca... Pero son mujeres y hombres.

Esa gente son gente que sufre, sufre mucho, y de paso, también pueden hacer sufrir. Y muchas veces nos asustan, como asustaban hace cien años otros enfermos.

"Los enfermos mentales son el símbolo en el siglo XXI de esa ausencia de salud mental que expresa el modelo neoliberal, el consumismo y la medición de los seres humanos por su capacidad de producir o consumir"

Los egoístas los expulsaban fuera de los muros de la ciudad; los decentes, les atendían. Pero hace mucho que la derecha ya no cuida. Ahora son depredadores sin rastro de humanidad.

Los enfermos mentales son el símbolo en el siglo XXI de esa ausencia de salud mental que expresa el modelo neoliberal, el consumismo y la medición de los seres humanos por su capacidad de producir o consumir. ¿Tendrá la sociedad que hacer como con esos personajes que recorrían las ferias pidiendo caridad? ¿O entendemos que las enfermedades de cada época son señales de las dolencias de cada sociedad en cada década?

En el parlamento español, hace años una diputada del Partido Popular hija de un corrupto que robó a esa España que dicen querer tanto, le gritó a los parados: ¡Que se jodan!

No es extraño que crezca la extrema derecha. Sálvese el que pueda. El mito del fascismo siempre fue un mito de la salud de la raza.

Hoy otro diputado del Partido Popular, Carmelo Romero, que piensa que en España, bajo la dictadura del asesino Franco se vivía mejor, le ha dicho a los españoles que tienen enfermedades mentales que se vayan al médico. Vamos mejorando, porque en la Alemania nazi los mandaban a Auschwitz.

Y ojalá pudieran ir al médico. Pero en España, la derecha, con los recortes en sanidad, hacen esto muy complicado. Y una sociedad que no atiende a las enfermedades de su época, es una sociedad en riesgo de disolución.

No es extraño que crezca la extrema derecha. Sálvese el que pueda. El mito del fascismo siempre fue un mito de la salud de la raza.

 

 

 

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Iglesias y Madrid: democracia o fascismo https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/03/16/madrid-democracia-o-fascismo/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/03/16/madrid-democracia-o-fascismo/#respond Tue, 16 Mar 2021 07:08:25 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8807 alt --> Decía Rommy Schneider, la famosa actriz, que podía interpretar un papel de fascista en una película antifascista, pero que nunca haría el papel de una antifascista en una película fascista. En Madrid, Isabel Díaz Ayuso ha dicho que quiere hacer de fascista en una película fascista y por eso, quiere gobernar Madrid con VOX. Hemos … Continuar leyendo "Iglesias y Madrid: democracia o fascismo"]]> Iglesias y Madrid: democracia o fascismo

Decía Rommy Schneider, la famosa actriz, que podía interpretar un papel de fascista en una película antifascista, pero que nunca haría el papel de una antifascista en una película fascista. En Madrid, Isabel Díaz Ayuso ha dicho que quiere hacer de fascista en una película fascista y por eso, quiere gobernar Madrid con VOX. Hemos visto lo que ha pasado con Trump en EEUU, con Orban en Hungría, con Jaroslaw Kaczynski en Polonia. El PP ha dado un salto: Madrid, democracia o fascismo. Y no nos engañemos: el fascismo en el siglo XXI tiene el mismo fondo aunque trajes diferentes.

VOX es el partido que exigió que se rompiera la placa a los republicanos fusilados en la tapia del cementerio de la Almudena, el que insultó a las 13 Rosas, el que promociona que se vandalicen estatuas y murales de la gente que trajo a España la democracia, el que prefiere los gobiernos del asesino Franco, que mató a 200.000 españoles, al gobiernos actual de la democracia.

Podemos nació del 15M. Nació sin pedirle dinero a los bancos, contando con la emoción de mucha gente que pensó que España iba a cambiar radicalmente porque todo estaba demasiado podrido

Por cierto, el gobierno al que ayudó a Hitler a ganar la guerra y que ayudó a Hitler en el Holocausto. Casi 10.000 Españoles acabaron solo en el campo de concentración de Mauthausen. Murieron 4427. Porque el Gobierno de Franco dijo, después de una reunión de Serrano Suñer con Hitler, que el lugar de los republicanos españoles era los campos de la muerte.

Podemos nació del 15M. Nació sin pedirle dinero a los bancos, contando con la emoción de mucha gente que pensó que España iba a cambiar radicalmente porque todo estaba demasiado podrido. En los procesos de cambio, es más fácil señalar lo que no funciona que cambiarlo. En la lucha hay épica, pero en la gestión la épica se llama eficiencia. La eficiencia mejora la vida de la gente, pero brilla menos.

Nació Podemos y se activaron las cláusulas de alarma de las élites. Empezó una campaña de descrédito, se fomentaron divisiones internas, la guerra jurídica empezó a hacer mella, se articuló una policía política para inventar pruebas, se puso el aparato del Estado al servicio del acoso de Podemos y los medios de comunicación multiplicaron las mentiras hasta que parecieran una verdad.

Sin embargo, Podemos, sin pedir dinero a los bancos, echó a Mariano Rajoy de la Moncloa y entró en el Gobierno de España.

Hoy, Pablo Iglesias ha dicho que deja el Gobierno y va a dar la batalla en Madrid. Porque Madrid es hoy el laboratorio de la extrema derecha que puede volver a vaciar la democracia. Por eso ha expulsado a Casado y se ha erigido como la enemiga del Gobierno de coalición. ERTES, 7000 millones de ayudas a PYMES y Autónomos, salario mínimo, lucha contra la violencia de género, presupuestos generales aprobados, Ingreso Mínimo Vital, compromiso con las pensiones, ley de alquileres... El Vicepresidente Iglesias deja el Gobierno encarrilado. Y demuestra que hay banquillo. Y que ese banquillo está lleno de mujeres.

Isabel Díaz Ayuso, en entrevista con Ana Rosa Quintana, ha dicho que si te llaman fascista es que lo estás haciendo bien, que estás en lado bueno de la historia . Es decir, al lado de los kapos en los campos de concentración, al lado de los que fusilaban al amanecer, de los que rapaban el pelo a las mujeres y las ejecutaban por tener genes republicanos. Al lado de  todas esas cosas que hacen que todavía no sepamos dónde está enterrado Federico García Lorca. No puede ser verdad que Ayuso, pese a su desmesura, se crea esas cosas. Pero no tiene problemas en decirlas. Luego nos extrañamos que haya militares retirados que quieran fusilar a 26 millones de españoles.

Podemos nació como una fuerza política diferente, no profesional, unida al pueblo. En un momento en donde la basura desborda las alcantarillas en la sede de Ciudadanos y la sede embargada del PP, Pablo Iglesias deja la gloria de la Vicepresidencia para bajar al barro de los territorios.

Es verdad que hemos visto que la gente de Podemos puede estar en puestos de dirección o en la base. Doy fe de ello. Iglesias ha entendido que la pelea que él puede dar es ahora más relevante en Madrid, para frenar el ejército de caminantes blancos que Ayuso y Monasterio.  Una pelea antifascista y a favor de la democracia.

Además ha apelado a la unidad. Porque Podemos ya hizo el esfuerzo en 2015 para juntar a toda la izquierda madrileña. Tan es así, que yo, que era el candidato a la alcaldía, me retiré porque pensé que Carmena sumaría más. A lo mejor por eso, de vez en cuando me hacen cacerías. Pero hace tiempo que se me quitó el miedo.

Iglesias, con el que comparto estar en la vida sin tener miedo, hizo el esfuerzo por la unidad hace seis años y ahora vuelve ahora a tender la mano. Desde la generosidad y con la misma intensidad desde el compromiso de quien sabe que hay que pararles los pies a los que no respetan a la democracia. Desde el lugar de quien escoge el lado de la historia donde estar.

Podemos ha vuelto a hacerlo. Otra vez vuelve a dictar el libreto de la regeneración de la política.

Hacía mucho que no veía tantas ganas de volver a las calles, de apuntarse de apoderados, de colaborar en la campaña. Así que, otra vez, nos vemos en las calles.

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Hasta las narices de la politiquería https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/03/14/hasta-las-narices-de-la-politiqueria/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/03/14/hasta-las-narices-de-la-politiqueria/#respond Sun, 14 Mar 2021 11:18:54 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8798 alt --> Otra vez al cansancio con la política (tamayazos) Partiditis: inflamación infecciosa en los partidos cuando están metidos hasta el cuello en sus propias aguas estancadas. Demasiados partidos políticos -PSOE, PP, Ciudadanos, Más Madrid- en estas horas vertiginosas solo han pensado en su trasero. Es el típico comportamiento que aleja a la gente de la política. … Continuar leyendo "Hasta las narices de la politiquería"]]> Hasta las narices de la politiquería

Otra vez al cansancio con la política (tamayazos)

Partiditis: inflamación infecciosa en los partidos cuando están metidos hasta el cuello en sus propias aguas estancadas.

Demasiados partidos políticos -PSOE, PP, Ciudadanos, Más Madrid- en estas horas vertiginosas solo han pensado en su trasero. Es el típico comportamiento que aleja a la gente de la política. Evidente. Los tamayazos, como el de Murcia, son vomitivos. Pero lo que se ha movido a su alrededor no huele menos.

Las élites económicas se inventaron a Ciudadanos poniendo dinero y, sobre todo, apoyándoles en sus medios de comunicación. Es la foto de Colón, amparada por Aznar y la FAES. Cuando les salió rana por la ambición de Rivera, las élites apostaron fuerte a la carta de VOX.

Pero el problema viene de lejos. Lo que ha arrancado con el esperpento de Murcia son los últimos coletazos del bipartidismo y los intentos desesperados de evitar lo inevitable: que a España ya no la representan ni el PSOE ni el PP ni los intentos de las élites de forzar la existencia de partidos que actúen como muletas del bipartidismo. La politiquería ya no funciona. Y lo que pudo parecer una buena idea en la cabeza de un spin doctor se convierte en un disparate que aleja a la gente de la política. Irresponsables.

Las élites económicas se inventaron a Ciudadanos poniendo dinero y, sobre todo, apoyándoles en sus medios de comunicación. Es la foto de Colón, amparada por Aznar y la FAES. Cuando les salió rana por la ambición de Rivera, las élites apostaron fuerte a la carta de VOX. Ciudadanos tenía que recuperar los votos que perdía el PP y quitarle votos al PSOE, no terminar de resquebrajar al PP. Recordemos que VOX votó el Fondo de Reconstrucción porque se lo mandó la patronal. Son más extremistas pero más obedientes.

Ciudadanos siempre fue una mentira

Ciudadanos ya estaba condenado a muerte por su inconsistencia ideológica. Se acercó demasiado a VOX y se quemó como Ícaro. La foto de Colón no se rompe porque toda la derecha se haya acercado a la extrema derecha. Se rompe porque era un constructo sin base y les salió mal, como a veces ocurre con los experimentos. Porque la ambición es una variable independiente en la política de partidos. Y construyes monstruos inflando las encuestas, llevándoles a las tertulias, regalándoles entrevistas fáciles, y terminan creyéndoselo.

Ha sido que Ana Rosa Quintana y la Brunete Mediática madrileña retire el apoyo a Ciudadanos y ya parecen bolivarianos castrocomunistas atacando a los pobres medios de comunicación.

Es espectacular leer al Vicepresidente Aguado decir en twitter: "Controlan medios de comunicación, ponen y quitan tertulianos, alteran las encuestas para condicionar el estado de ánimo de la opinión pública. Son muy poderosos, no hay duda. Pero nunca podrán quitarte la capacidad de pensar por ti mismo, de ser crítico y libre. ¡Vamos Cs!".

Ha sido que Ana Rosa Quintana y la Brunete Mediática madrileña les retire el apoyo y ya parecen bolivarianos castrocomunistas atacando a los pobres medios de comunicación. A ver cuánto tarda gente como Toni Cantó en dar otro salto a otro partido.

El PP vuelve a parecerse a AP

El PP ha intentado a la desesperada reencontrarse con el centro porque el bloque de la derecha no puede gobernar sin el centro, sin Euskadi y sin Catalunya. Pero su alma franquista y los millones que han robado a España, a la que tanto quieren, no le han dejado. Pablo Casado, un cachorro de Aznar, confió en disputarle el espacio a VOX con la ayuda de Cayetana Álvarez de Toledo. Sin éxito, sino todo lo contrario. Lo que han logrado ha sido invitar a su electorado a votar a VOX, como se ha visto en Catalunya. Cuando quiso regresar al centro durante la moción de censura de VOX, ya era tarde.

Otra vez Aznar y Esperanza Aguirre, con la desmesura ejecutora de Miguel Ángel Rodríguez, retomando las raíces reaccionarias de la derecha española. No va a tardar mucho para que Díaz Ayuso diga: "puedo disparar a alguien en mitad de la Gran Vía y me seguirán votando"

El PSOE ha hecho todo lo posible para romper a Unidas Podemos, incluyendo alimentar la ambición –otra vez la ambición de la politiquería- de los que rompieron Madrid y le entregaron la alcaldía al PP. El PSOE intentó una gran coalición de Susana Díaz y Mariano Rajoy, amparada por Felipe González, pero un azar llamado Pedro Sánchez lo desbarató. Aunque no del todo. Sánchez ha intentado constantemente apoyarse en Ciudadanos, porque así evita asumir esa nueva gobernabilidad de España que pasa por Unidas Podemos. La aventura de Murcia, aunque pudiera beneficiar a los murcianos que salen de un PP corrupto e ineficiente que ha matado el Mar Menor y la economía murciana, tiene un objetivo mal articulado: salvar al soldado Ciudadanos. Pero se ha llenado demasiado de mierda. Los tres tránsfugas de Ciudadanos, comprados por el Partido Popular y aireado como si fuera una gesta heróica por Teodoro García Ejea, puede tener una vuelta de tuerca más convenciendo después a tres expulsados de VOX. Los murcianos se merecen algo mejor.

Hasta las narices de la politiquería

A Arrimadas le viene todo grande y lo único que han hecho ha sido abrir la caja de los truenos. Con dos conclusiones: primero, Ciudadanos va a desaparecer. Una parte se va a ir al PP y otra a VOX. Porque viene del tronco de la derecha española y no ha hecho nada para ganar espacio en el centro.  La foto de Colón tenía detrás ideología compartida. Segundo, el PP entra en la noche y puede pasar cualquier cosa. Díaz Ayuso ha aprovechado la moción de censura en Murcia para dar su pelea por el PP desde su mirada aznarista: reconstruir la derecha con VOX, frente al planteamiento de Feijoo en Galicia que era reconstruir la derecha hacia el centro. Otra vez Aznar y Esperanza Aguirre, con la desmesura ejecutora de Miguel Ángel Rodríguez, retomando las raíces reaccionarias de la derecha española. No va a tardar mucho para que Díaz Ayuso diga: "puedo disparar a alguien en mitad de la Gran Vía y me seguirán votando". El trumpismo ya está en Madrid, porque Aznar, el que mintió cuando los atentados de Atocha, ya estaba en el trumpismo mucho antes. Y Ayuso es un residuo del aznarismo y de Esperanza Aguirre.

La derecha está desesperada, y cuando estás desesperado cometes errores.

El PP de Casado está en descomposición. Se le juntan sus malos resultados electorales, el último su práctica desaparición en las elecciones catalanas, Bárcenas señalando a toda la cúpula en cuyos pechos se crió Casado, VOX llamándoles derechita cobarde y los bancos quitándole su sede porque saben que no van a levantar cabeza. Al PP de Casado solo le quedan los medios de comunicación, pero es probable que ni eso dure cuando vean que el PP está camino de su disolución.

Por eso VOX quiere elecciones. Para terminar de rematar al PP. Está cometiendo el mismo error que el Ciudadanos de Rivera. Para las élites económicas, un partido como VOX solo es la opción cuando fallan todas las demás. Quien ha entendido esa voluntad es Díaz Ayuso: reconstruir la derecha, en vez de romperla. Aunque en realidad también la va a romper.

Una derecha convertida en extrema derecha puede pensarse en Madrid, pero mintiéndose. Porque en estas elecciones, quien vote a la derecha sabe que está votando un gobierno de la extrema derecha. Ayuso ha disuelto la Asamblea de Madrid no porque sea bueno para Madrid, sino porque es bueno para su proyecto personal: pasar de dircom del perro de Esperanza Aguirre a líder de la derecha española. El PSOE de Gabilondo y Más Madrid presentaron dos mociones de censura cuando Ayuso había anunciado la disolución de las cámaras. Eso también es politiquería, digan lo que digan finalmente los jueces (que lo más probable sea que hay elecciones el 4 de mayo). Porque el ejecutivo debe poder disolver las cámaras sin que mociones sobrevenidas lo impidan. ¿No han tenido tiempo todos estos meses? Harían mejor pensando en fórmulas de unidad en vez de imitar la politiquería.

VOX está sacando del armario las boinas, los correajes y las antiguas banderas, alentado por los medios de comunicación que, a cambio de dinero, les han blanqueado al tiempo que blanqueaban el franquismo y normalizaban a la extrema derecha.

Conclusiones tristes

El PSOE vuelve a ser desleal con la izquierda echándose al monte queriendo salvar a Ciudadanos. Ciudadanos, con su intento desesperado, termina de inmolarse, lo que demuestra que Arrimadas ha perdido cualquier brújula. El PP zigzagueante de Casado se desvanece y vuelve con Díaz Ayuso y Maroto a la Alianza Popula de Manuel Fraga o a 1934, a la lógica de la Confederación Española de Derechas Autónomas, lo que le impide ganar unas elecciones generales.

VOX está sacando del armario las boinas, los correajes y las antiguas banderas, alentado por los medios de comunicación que, a cambio de dinero, les han blanqueado al tiempo que blanqueaban el franquismo y normalizaban a la extrema derecha. El PNV calla, porque todo lo que sea debilidad del proyecto de España le hace cosquillas. ERC, enfadado porque está enredado en viejos errores, se enfada aún más cuando ve que el PSOE no es coherente y sigue jugando a dos bandas.

El que rompió Madrid, ha regresado ahora a todas horas a los medios a hablar de la moción de censura en Madrid, como si la gente de Más Madrid no contaran nada en Madrid. Y encima dice que no quiere oír hablar de unidad. Mejor cabecita de ratón que cola de león. Y como todo está enredado, se judicializa la política, que es como entregarla, al menos una parte, a la extrema derecha.

Yo estoy hasta las narices de tanta politiquería pequeña, de esa mentalidad partidista tan menguada. De la partiditis. Necesitamos otra vez un poco de espíritu 15M. Digna rabia desde la izquierda.

¿Quién demonios necesita estas elecciones? De momento, el adelanto electoral en Madrid impide que lleguen 600 millones de ayudas a comercios, pymes y autónomos y retrasa la llegada de los fondos europeos. Insensata.

Podemos tiene que regresar a Madrid con el espíritu del 15M junto a todos los logros alcanzados en el gobierno de coalición. A ver si ese ánimo de unidad vuelve a recuperar Madrid para el sentido común.

Y un poco de esperanza

A Unidas Podemos le toca una enorme responsabilidad. En Madrid y en España. En un gesto de infinita generosidad, Podemos no se presentó a las elecciones en Madrid para no competir con Manuela Carmena. No sirvió de gran cosa, porque el roto ya se había hecho cuando Más Madrid decidió romper con Podemos. Para nada. Y no solamente se perdió el ayuntamiento de Madrid y no se ganó la Comunidad, sino que ahora hemos visto otra escisión más, del sector de Manuela Carmena, que se separan de Errejón.  Y Manuela Carmena era la unica excusa para aquella ruptura aciaga. Politiquería. Y no recuperamos Madrid con politiquería.

Podemos tiene que regresar a Madrid con el espíritu del 15M, añadiendo todos los logros alcanzados en el gobierno de coalición. Que han sido arrancados al PSOE. Con muchísimo esfuerzo. Tiene que bajar otra vez a las calles de Madrid a contarlo. Tiene que recorrer la Comunidad de Madrid a explicar que no es verdad que España está condenada a no cambiar. Y con un discurso que vuelva a hablar de juntarnos. A ver si ese ánimo de unidad vuelve a recuperar Madrid para el sentido común.

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Nos ven como súbditos (Por qué tiene que pasar la monarquía) https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/03/05/nos-ven-como-subditos-por-que-tiene-que-pasar-la-monarquia/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/03/05/nos-ven-como-subditos-por-que-tiene-que-pasar-la-monarquia/#respond Fri, 05 Mar 2021 09:24:25 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8786 alt --> El mundo occidental está en una encrucijada, como viene ocurriendo cada vez que el modelo económico llega a cuellos de botella Las salidas son siempre terribles: el colonialismo y el imperialismo en el último tercio del siglo XIX, la Primera Guerra Mundial, limpiezas étnicas, es decir, genocidios, el auge de los fascismos, la segunda guerra … Continuar leyendo "Nos ven como súbditos (Por qué tiene que pasar la monarquía)"]]> Nos ven como súbditos (Por qué tiene que pasar la monarquía)

El mundo occidental está en una encrucijada, como viene ocurriendo cada vez que el modelo económico llega a cuellos de botella Las salidas son siempre terribles: el colonialismo y el imperialismo en el último tercio del siglo XIX, la Primera Guerra Mundial, limpiezas étnicas, es decir, genocidios, el auge de los fascismos, la segunda guerra mundial, las dictaduras...

Los teóricos socialdemócratas cometieron errores de bulto al pensar que se podía sin más domesticar al capitalismo.

En cada uno de esos momentos siempre hubo una tensión entre posiciones emancipadoras y posiciones reaccionarias. Unas buscaban reconocer derechos a las mayorías; las otras, mantener la estructura de privilegios. En esa tensión, los que hablaban en nombre de la democracia y los derechos de las mayorías, se equivocaron muchas veces profundamente, pero no vamos a olvidar que esos errores casi siempre eran una reacción a los que les tenían la rodilla en el cuello y no les dejaban respirar. No vale que te pongan la zancadilla y cuando estás en el suelo te digan que ibas por mal camino.

Los teóricos socialdemócratas cometieron errores de bulto al pensar que se podía sin más domesticar al capitalismo. Terminaron por no entender que en las sociedades de clases, la tensión entre las élites privilegiadas y los derechos de las mayorías nunca desaparece. Y que cuando las mayorías se despistan, las oligarquías regresan y vuelven a convertir las democracias en dictaduras con elecciones y a las dinastías reales en estercoleros monoculturales.

Thomas Humprey Marshall (que no es el del Plan Marshall), publicó en 1949 un libro sobre los derechos de ciudadanía que marco época. Desde entonces, entendemos la ciudadanía como derechos civiles, políticos y sociales. Pero Marshall se equivocó en algo esencial, porque creyó y trasladó la idea de que los derechos de ciudadanía son irreversibles. Y es un error de bulto. Cada vez que la ciudadanía se relaja, cambia la correlación de fuerzas y los derechos se pierden.

En España, la monarquía ha sido el cemento de las oligarquías. Por eso, tradicionalmente, al lado de la monarquía ha estado el dinero comprando, la iglesia bendiciendo, el ejército golpeando, la universidad legitimando y los medios de comunicación aplaudiendo y ocultando.

Uno de los factores esenciales para que no nos relajemos, es que los medios de comunicación nos recuerden que los derechos que no se defienden, se pierden. Pero no lo hacen. Porque sus dueños quieren que pensemos precisamente lo contrario. Los poderosos siempre tienen más posibilidades de reunirse que las mayorías. Funciona más eficazmente Davos, el Banco Mundial, el FMI que la Confederación de sindicatos europeos, Naciones Unidas, el Foro Social Mundial o cualquier internacional de izquierdas.

En España, la monarquía ha sido el cemento de las oligarquías. Por eso, tradicionalmente, al lado de la monarquía ha estado el dinero comprando, la iglesia bendiciendo, el ejército golpeando, la universidad legitimando y los medios de comunicación aplaudiendo y ocultando.

Hay una cloaca que comunica a Villarejo con el Rey Emérito, al Rey Emérito con el Rey Felipe VI, a la trama de corrupción donde ha estado el Partido Popular con los empresarios corruptores que hacían obra pública con trampas, hay una cloaca en las altas instancias policiales que comunica con la Brigada Político y Social franquista que comunica a su vez a Conesa, Billy el niño, Villarejo, los GAL y a todos los partidos que estuvieron de acuerdo en hacer ejecuciones extrajudiciales. Hay una cloaca perfumada, bien iluminada y bien sintonizada que todas las mañanas les dice a las víctimas que amen a sus verdugos. Cuando no defendemos bien nuestros derechos, nos los terminan quitando.

La Fiscal General del Estado, Dolores Delgado, actual pareja de Baltasar Garzón, que es -y todavía no lo entiendo- abogado de los comisarios de la policía política del PP, Eugenio Pino, Enrique García Castaño y Carlos Salamanca, se reúne con Eduardo Inda y Manuel Cerdán, periodistas de las cloacas, el día después de que el Juez García Castellón, firmara la liberación de Villarejo. Liberado porque ni el juez ni la fiscalía han hecho bien su trabajo y han dejado que salga a destruir pruebas y a continuar sus amenazas como gran cloaquero. Es un maldito escándalo. Y encima nos tratan como a imbéciles y publican corriendo una entrevista en OK Diario a ver si cuela. Sin fotógrafos ni fotos, porque no las hicieron, sin el jefe de prensa, porque no fue, y, qué curioso, con el número dos de la fiscalía. Y en un piso secreto.

La fiscal general del Estado reunida con el periodista aliado de Villarejo que publicó noticias falsas entregadas por Villarejo para influir en la marcha de la política española. El mismo Villarejo amigo de mi querida Ana Rosa Quintana y amigo de Antonio Ferreras que me quiere menos. Dos de los periodistas más influyentes de España intimando con un señalado delincuente como Villarejo.

¿El resultado? Informaciones, casi siempre falsas, como el Informe PISA, la falsa financiación de Podemos, el teléfono robado a Dina por las cloacas, acusaciones falsas de malversación o facturas falsas.... Informaciones que siempre beneficiaban al bipartidismo y al Ciudadanos de Albert Rivera.

En España, la legitimidad monárquica sigue siendo para las élites superior a la legitimidad democrática. Son muchas instituciones del Estado y unos pocos , esa gente gritando bajo el sol ¡Vivan los Reyes! Que es la versión moderna del "Vivan las caenas" con revistas ilustradas con reportajes del palacio de Marivent bajo el brazo.

Todo esto es así porque las élites nos ven como súbditos.

¿Entendemos por qué se han vacunado la infantas?

¿Entendemos por qué está el Emérito en Dubai a cuerpo de rey con toda la pasta que tiene que es incapaz de decir de dónde la ha sacado?

¿Entendemos por qué la Agencia Tributaria le echó una mano a la Infanta Cristina y las dos al Emérito pero para ayudarle?

¿Entendemos por qué no le llega el Ingreso Mínimo Vital a toda la gente que le tenía que llegar?

¿Entendemos por qué cuesta tanto que el PSOE cumpla los acuerdos de gobierno y se regulen los alquileres para que las colas del hambre sean menos dolorosas?

¿Entendemos por qué el PP, con cientos de casos de corrupción, grita todos los días echando espuma por la boca y por qué Aznar, que metió a España en la guerra de Irak con mentiras, sigue mintiendo en los medios de comunicación que le invitan a la ceremonia el ruido?

¿Entendemos por qué hay jueces de extrema derecha que dicen barbaridades y otros más prudentes pero que también hacen barbaridades?

¿Entendemos por qué intentan imputar todos los días con alguna estupidez a la gente de Podemos?

¿Entendemos por qué se han permitido en Madrid manifestaciones sin ninguna regulación de fascistas, negacionistas y defensores de la educación privada, pero se prohíben concentraciones reguladas y con seguridad que luchan por los derechos de la mujer el 8M?

¿Entendemos por qué los malos de este país para los medios son los de Podemos, aunque Podemos sea minoría en el gobierno?

El 15M dijimos aquello de dormíamos y despertamos. Pues a ver si es verdad.

 

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Una pregunta a la ciencia política española https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/03/03/una-pregunta-a-la-ciencia-politica-espanola/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/03/03/una-pregunta-a-la-ciencia-politica-espanola/#respond Wed, 03 Mar 2021 10:24:25 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8775 alt --> El 15M y especialmente el nacimiento de Podemos dio estatus de ciudadanía a los politólogos, les llevó a las tertulias y consolidó el espacio a los que escribían columnas en las periódicos. Los que se dedicaban a las encuestas, igualmente tuvieron una mayor presencia, pues acompañan con sensación de fiabilidad las patadas que le meten … Continuar leyendo "Una pregunta a la ciencia política española"]]> Una pregunta a la ciencia política española

El 15M y especialmente el nacimiento de Podemos dio estatus de ciudadanía a los politólogos, les llevó a las tertulias y consolidó el espacio a los que escribían columnas en las periódicos.

Los que se dedicaban a las encuestas, igualmente tuvieron una mayor presencia, pues acompañan con sensación de fiabilidad las patadas que le meten a las encuestas los medios de comunicación, que son quienes las pagan para poder publicar exclusivamente lo que les interesa.

Los politólogos es difícil que brillen, porque en nombre de un supuesto rigor, han renunciado a la intuición, a las valoraciones y a los grandes relatos que son los que colocan cada acto dentro de una constelación que les da sentido.

Las tertulias han ganado en calidad, aunque ningún politólogo ha logrado un enorme brillo. Porque la ciencia política ahora mismo no tiene mucho brillo. Algunos han obtenido un mayor conocimiento del que tiene, por supuesto, un profesor de universidad, pero más allá de esa necesidad televisiva de convertir cualquier acto político en un espectáculo, no hay politólogos a la altura del reconocimiento de los periodistas que acompañan o han acompañado a la política española.

Los politólogos es difícil que brillen, porque en nombre de un supuesto rigor, han renunciado a la intuición, a las valoraciones y a los grandes relatos que son los que colocan cada acto dentro de una constelación que les da sentido. Si solo son narradores asépticos, se convierten en aburridos cuentacuentos -a menudo envueltos en números, estadísticas y regresiones que acercan a la ciencia política a la economía- que no aciertan a decir sino lugares comunes que los periodistas, con menor sentido del ridículo, superan y desbordan.

Ni las intuiciones ni los grandes relatos son rigurosamente científicos. Le preguntaron a Robert Oppenheimer, físico teórico conocido como el padre de la bomba atómica, si creía en los efectos del muérdago de los druidas que coronaba la entrada de su casa. Sin parpadear contestó: "por supuesto que no creo, pero funciona ¿eh?, funciona".

Los politólogos deben enfriar los hechos. Pero no convertirlos en algo anodino. De lo contrario, como les pasa, caen en la ""falsa precisión o en una irrelevancia precisa"

Ni las intuiciones ni los grandes relatos son rigurosamente científicos, pero funcionan. Además, y si dejamos la hipocresía de lado, tampoco son científicas, por ejemplo, las teorías de la elección racional o casi todas las leyes neoliberales premiadas con Premios Nobel. Pero las usamos. Cuando algo ideológico coincide con el mainstream, con la corriente principal que sostenga la academia, se asume como científica. Por el contrario, si cuestiona el marco de la democracia representativa o el modelo capitalista, es rechazada como ideológica.

Los politólogos deben enfriar los hechos. Pero no convertirlos en algo anodino. De lo contrario, como les pasa, caen en la ""falsa precisión o en una irrelevancia precisa". A fuerza de mirarse el ombligo, dejan de mirar la realidad y son incapaces de trenzar las relaciones entre la teoría y la práctica.  Giovanni Sartori fue uno de los politólogos más queridos del statu quo politológico. Se fue de Italia a finales de los 60 porque creyó que la nacionalización de la red eléctrica era el comienzo de una dictadura comunista. Nunca pensó en irse, curiosamente, cuando la democracia cristiana gobernaba en connivencia con la mafia. Por eso escandalizaron más sus palabras regañando a la ciencia política cuando se preguntó en 2004 a dónde iba la ciencia política norteamericana:

"¿Hacia dónde va la ciencia política? Según el argumento que he presentado aquí, la ciencia política estadounidense [...] no va a ningún lado. Es un gigante que sigue creciendo y tiene los pies de barro. Acudir, para creer, a las reuniones anuales de la Asociación Estadounidense de Ciencia Política (APSA) es una experiencia de un aburrimiento sin paliativos. O leer, para creer, el ilegible y/o masivamente irrelevante American Political Science Review. La alternativa, o cuando menos, la alternativa con la que estoy de acuerdo, es resistir a la cuantificación de la disciplina. En pocas palabras, pensar antes de contar; y, también, usar la lógica al pensar."

Los politólogos, en esa mala reflexión sobre sí mismos, no enfrían los hechos. Los convierten en algo aburrido. Entre lo fáctico y lo válido, que criticó Habermas, prefieren mirarse en el espejo de los supuestos científicos -los que no cuestionan nada fuera de lo correcto- y se ahorran valorar algo que es profundamente normativo como la democracia.

Si la profesión se tomara un poco más en serio, habría aprovechado las declaraciones sobre la normalidad democrática en España vertidas por el Vicepresidente del Gobierno para salir a contar lo que cuenta en las clases.

Convertir en carne las reflexiones teóricas parece demasiado para la politología que sabe que puede meterse en faena defendiendo lo que existe pero que teme salir con algo más que arañazos si cuestiona la democracia que tenemos.

Porque en las clases explican el concepto de "desafección democrática" desarrollado por politólogos como el alemán Wofgang Merkel, que cuenta la debilidad del funcionamiento democrático, o hablan, con O’Donnell, de "democracias delegativas", es decir, de democracias clientelares, sin imperio de la ley, con judicaturas caprichosas y una rendición de cuentas meramente electoral cada cuatro años. Citan a Katz y Mair sobre la cartelización de los partidos políticos, donde les pesa demasiado lo que quieren siempre conservar, o señalan el vaciamiento de la democracia (Peter Mair), continuando la crítica a la "posdemocracia" señalada por Colin Crouch. A veces, incluso, recuperan las críticas que Robert Dahl hizo a su propio concepto de poliarquía, que se olvidaba de las condiciones económicas en medio de la Guerra Fría, o, incluso, explican a Noelle-Neuman, que dijo que la "espiral del silencio" es la sumisión popular a lo que es aceptable en una sociedad y determina el poder de las posiciones que se construyen como mayoritarias.

Sin embargo, cuando podían haber salido a debatir en la opinión pública todos estos conceptos, con el que martirizan a los alumnos en los exámenes, han salido como la guardia de la noche a defender el Muro que separa los siete reinos de las tierras salvajes. Como si convertir en carne las reflexiones teóricas fuera demasiado para la politología que sabe que puede meterse en faena defendiendo lo que existe pero que teme salir con algo más que arañazos si cuestiona la democracia que tenemos.

Decía Gramsci que para entender el funcionamiento del Estado, había que pensar en el Estado estricto y también en el Estado ampliado. Y en el Estado ampliado, que permitía funcionar al Estado estricto, estaba, claro, la universidad.

La crisis de 2008 no sirvió para que los economistas reflexionaran sobre su disciplina. Tenían que haber retirado los premios Nobel a buena parte de sus gurús. El fin del bipartidismo ha pillado a la ciencia política española con el pie cambiado. Y se convierten en factores conservadores de una arquitectura que se ve resquebrajada.

Decía Albert Hirschman, un economista y politólogo crítico, que ante el enfado por una situación política, se respondía con la voz, es decir, protestando; con la salida, es decir, marchándose; o con la lealtad, es decir, aguantando el chaparrón sosteniéndola y no enmendándola.

Nos moriremos todos los politólogos y es muy probable que a la inmensa mayoría de nosotros no nos lea nadie. Pero se seguirá leyendo a Maquiavelo. Aunque no le publicarían en las revistas académicas.

No puede brillar la politología porque después de la crisis de 2008, de la corrupción, del fraude demostrado tanto del Emérito como del relato de la Transición, del desmantelamiento de los derechos sociales y el empobrecimiento de los jóvenes, de la deriva de la Unión Europea, del auge de la extrema derecha, de la conversión de los medios en altavoces de las fakes news o de la deriva de la democracia occidental, incluidos loquitos con pieles de bisontes y cuernos entrando en el capitolio, optan por la lealtad. Y por eso, no publicarían a Maquiavelo en las revistas que reparten la gloria académica. Dirían que es poco científico.

Aunque nos moriremos todos los politólogos y es muy probable que a la inmensa mayoría de nosotros no nos lea nadie. Pero se seguirá leyendo a Maquiavelo. En comparación, no está mal ese puñado de politólogos que fundó un partido que ha llegado al Gobierno.

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Ni tan malo que en el Gobierno discutan https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/02/26/ni-tan-malo-que-en-el-gobierno-discutan/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/02/26/ni-tan-malo-que-en-el-gobierno-discutan/#respond Fri, 26 Feb 2021 12:10:44 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8759 alt --> Es bueno, incluso muy bueno, que las diferencias entre el PSOE y Unidas Podemos se discutan. Lejos de poner en cuestión el gobierno o poner velas para su ruptura, sirve para todo lo contrario. Discutir, confrontar, disentir no es llegar a las manos ni distanciarse. Es volver a hablar de política de verdad. En España, … Continuar leyendo "Ni tan malo que en el Gobierno discutan"]]> Ni tan malo que en el Gobierno discutan

Es bueno, incluso muy bueno, que las diferencias entre el PSOE y Unidas Podemos se discutan. Lejos de poner en cuestión el gobierno o poner velas para su ruptura, sirve para todo lo contrario. Discutir, confrontar, disentir no es llegar a las manos ni distanciarse. Es volver a hablar de política de verdad. En España, solo se está hablando de política en el Gobierno.

Ver las diferencias entre el PSOE y Unidas Podemos como la antesala del infierno es propio de la intelectualidad apocalíptica que cree que cuando pintan un futuro más horrendo, más inteligentes parecen. El discurso catastrofista sirve para decir lo más idiota que puede decir un intelectual, que es que ya lo había dicho él cuando es evidente que había dicho lo contrario.

Discutir, confrontar, disentir no es llegar a las manos ni distanciarse. Es volver a hablar de política de verdad. En España, solo se está hablando de política en el Gobierno.

Los medios de comunicación progresistas necesitan hablar del fin del mundo e insistir en que la culpa es de Unidas Podemos por expresar diferencias en el Gobierno . Lo hacen porque ya no pueden seguir diciendo que el PSOE debe pactar con Ciudadanos o, incluso, con el Partido Popular de la Gürtel, la Púnica y la Kitchen. Porque con el PP de la policía patriótica sí que se podía gobernar, porque para eso, esos mismos medios, han defendido que ni Villarejo ni el Rey Emérito deban explicar sus tejemanejes en el Parlamento.

Pascual Pánico ha dado las claves para explicar por qué Podemos tiene que ser, como hemos visto con mucha fuerza las dos últimas semanas, culpable de financiamiento ilegal, Neurona arriba Neurona abajo, de la violencia desatada por las manifestaciones a favor de la libertad de expresión, Echenique arriba o Echenique Abajo o de tensionar el gobierno para que funcione el Ingreso Mínimo Vital, para que no haya gente que hace negocios con el derecho humano a la vivienda, para que se impida que las eléctricas se forren sobre la pobreza energética de los españoles o para que no pensemos que nuestra democracia es tan espectacular cuando los medios mienten todos los días, el Emérito está en Dubai o la ley de secretos oficiales nos impide saber qué paso el 23F. Iglesias arriba y abajo.

En el diálogo con el PSOE, dice Pascual Pánico:

-Habéis vuelto a votar a favor de la inviolabilidad del Rey

-Sí, pero somos republicanos

-Y os habéis negado a regular el precio de los alquileres.

-Sí, pero somos socialistas.

-Y habéis votado para quitar inmunidad a los exiliados.

-Sí, pero somos federalistas.

-En fin, invítame a comer.

-Sí, pero pagas tú.

Solo tensionando, el PSOE se acuerda de que es republicano, socialista y federalista, aunque a veces ni así.

El PSOE es el PSOE. Y Podemos debe seguir siendo Podemos. Entonces ¿dónde está la ventaja de que se expresen las tensiones en el seno del Gobierno? Pues en primer lugar, porque solo tensionando, el PSOE se acuerda de que es republicano, socialista y federalista, aunque a veces ni así.

En segundo lugar, porque si el PSOE presionase a Unidas Podemos por la izquierda y Unidas Podemos presionase al PSOE por la derecha, el bloque de Gobierno quedaría igual y no se avanzaría parlamentariamente. Esto es, sería más difícil que hubiera Gobierno.

Y en tercer lugar, y lo más importante, hay que recordar que hay 1.650.318 votantes del partidos Ciudadanos a la deriva. Esos votos no los puede ganar Unidas Podemos. En cambio, el PSOE sí. De manera, que es normal que se vaya un poco al centro para que todos esos votos no se vayan a VOX o al PP, aunque la mayoría así lo hagan. Además, los bancos que le han retirado el apoyo al PP (por eso tiene que entregarles la sede de Génova: les debe demasiado dinero y no tiene perspectivas de que vaya en el corto plazo a regresar al Gobierno).

Por parte de Unidas Podemos, no puede ser que el votante de izquierdas se vaya a la abstención –o a otros sitios más escabrosos- porque sienta que no hay nadie que les escucha. Claro que hace bien Pablo Iglesias no aplaudiendo el discurso del Rey que pretendía blanquear el golpe del 23F y el papel de Juan Carlos I. ¿O es que nadie va a representar a los que no somos monárquicos y a los que queremos que el Emérito rinda cuentas?

Unidas Podemos tiene que representar a esa juventud enfadada porque les están robando otra vez el futuro. Diciendo que tienen razón, que no se les debe demonizar, que puede haber un futuro mejor si es republicano y socialista de verdad y que votar merece la pena.

Unidas Podemos tiene que representar a esa juventud enfadada porque les están robando otra vez el futuro. Y la mejor forma de representarles es diciendo que tienen razón, que no se les debe demonizar, que puede haber un futuro mejor si es republicano y socialista de verdad y que votar merece la pena. Por supuesto que eso no significa apoyar ningún tipo de violencia. Pero tampoco ignorando que hay gente cansada de que haya palos en Vallecas pero sea imposible ver una carga en Núñez de Balboa.

El problema para algunos es que con esta confrontación, lo que emerge es un gobierno que gobierna más hacia la izquierda, como dice el Acuerdo de Gobierno. Quienes lo critican no es porque vean problemas legales, morales o de formas.  Lo critican porque quieren un gobierno más derechas.

Así que, gentes de PSOE y de Unidas Podemos, siempre sin hacerse daño, discutan, que el pueblo sale ganando.

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Y ahora, por favor, un poco de seny catalán https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/02/15/y-ahora-por-favor-un-poco-de-seny-catalan/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/02/15/y-ahora-por-favor-un-poco-de-seny-catalan/#respond Mon, 15 Feb 2021 19:24:36 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8747 alt --> Se ha dicho muchas veces que los problemas democráticos de España se solventan desde las periferias. Madrid suele estar capturada por las diferentes burocracias: los centros militares y policiales, la judicatura, las cabeceras de los periódicos y televisiones, las sedes de los bancos, los funcionarios, la sede de la monarquía, los colegios y universidades privadas … Continuar leyendo "Y ahora, por favor, un poco de seny catalán"]]> Y ahora, por favor, un poco de seny catalán

Se ha dicho muchas veces que los problemas democráticos de España se solventan desde las periferias. Madrid suele estar capturada por las diferentes burocracias: los centros militares y policiales, la judicatura, las cabeceras de los periódicos y televisiones, las sedes de los bancos, los funcionarios, la sede de la monarquía, los colegios y universidades privadas y los altos ejecutivos de las grandes empresas nacionales y multinacionales.

Esto explica excentricidades como la Presidenta Díaz Ayuso y explica también las explosiones de dignidad popular como el 2 de mayo de 1808, el 18 de julio del 36, el entierro de los abogados de Atocha en enero de 1977 o el 15M de 2011.

El resultado de las elecciones al Parlament supone, paradójicamente, un apoyo a la gobernabilidad de España en el primer gobierno de coalición de izquierdas desde hace 80 años.

El Pacto de San Sebastián trajo la república, el levantamiento de Asturias la libró de la involución de la CEDA, la recuperación de la Generalitat impulsó definitivamente la Transición... El resultado de las elecciones al Parlament supone, paradójicamente, un apoyo a la gobernabilidad de España en el primer gobierno de coalición de izquierdas desde hace 80 años.

En Catalunya han enterrado a una derecha estatal que abandonó su posición conservadora para comportarse como una mera sucursal de la extrema derecha. Puestos a imitar, la gente suele escoger a los originales. Hoy en Catalunya, la derecha española se expresa a través de VOX, igual que la derecha catalana la expresa Junts per Catalunya. Y es mejor que la extrema derecha represente ese espacio, porque es más dañino cuando lo imitan fuerzas que reclaman una imagen de moderación.

En segundo lugar, el resultado de Catalunya convalida el gobierno de coalición PSOE y Unidas Podemos. Se habían detectado movimientos que ya estaban enterrando la presencia de Pablo Iglesias en el consejo de Ministros. Estos muertos que entierra el régimen del 78, gozá de suficiente salud. El efecto Illa no ha tenido efecto en el votante de los comunes, lo que demuestra una enorme madurez de ese espacio político. Hay unos cuantos millones de españoles que saben que el PSOE no hace políticas económicas de izquierdas si puede evitarlo. Es el papel de Nadia Calviño en el gobierno.

El efecto Illa no ha tenido efecto en el votante de los comunes, lo que demuestra una enorme madurez del espacio político morado.

En esa firmeza del voto a En comú Podem está su clara apuesta social y su utilidad como fuerza soberana hermanada con Podemos en el conjunto del Estado. Algo habrá ayudado también a que no se fugue el voto al PSOE el enfado con la convocatoria  ahora, en mitad de la tercera ola,  de unas elecciones que ha producido una abstención de la que el PSOE debiera avergonzarse. Y es de esperar que no se persevere en el mal comportamiento. Después del error de dejar el Ministerio de Sanidad en mitad de la pandemia, Illa no debiera hacer teatros como presentarse a la investidura sin votos porque en el circo solo ganan los payasos de VOX.

Tampoco les ha restado a los comunes voto el ascenso de las CUP, un crecimiento que expresa el rechazo de muchos independentistas a la gestión del govern, que no ha reportado beneficios a la ciudadanía catalana.

En el colmo del retruécano, algunos dicen que el éxito de En comú podem es exclusivo de En comú podem. Nada que objetar a la excelente campaña. Ahor bien, parece justo señalar que antes de las elecciones se decía que Pablo Iglesias  era el responsable de enterrar definitivamente a los comunes. Y al igual que es de justicia reseñar que la campaña d Jessica Albiach ha sido memorable,  la irrupción de Iglesias ha ayudado a encontrar un discurso, a diferencia de lo que pasó en Galicia, donde se podía hacer una suerte de cuadratura del círculo.

Fue Iglesias quien entró en campaña denunciando la falta de normalidad de la democracia española. Y fue capaz de colocar ese marco como lugar de discusión. Esa crítica le daba un tono propia a los comunes: no se alineaban con Puigdemont, pero hacían ver que no comulgaban con el castigo judicial a todas luces ilegítimo. El perdido seny catalán ha regresado con los Comunes

(Algunos, nostálgicos del Emérito y del bipartidismo,  quisieron aprovechar para lanzar el enésimo intento de sacar a Iglesias del Gobierno redactando una carta tísica. Precisamente ayer, Joe Biden, Presidente de los EEUU, dijo que la democracia norteamericana "es frágil". Quizá manden también una carta para pedir su salida del gobierno de los Estados Unidos. Puestos a hacer el idiota, no hay barreras.)

Le toca ya a Catalunya hacer en su territorio lo que están haciendo en España: poner el hombro para salir de la pandemia y de la crisis.

Por último, las elecciones al Parlament abren una posibilidad, que no es sencilla pero será señal de que se ha movido ficha. Según esa oportunidad abierta,  le toca ya a Catalunya hacer en su territorio lo que están haciendo en España: poner el hombro para salir de la pandemia y de la crisis.

ERC ha ganado las elecciones y le corresponde estar a la altura. Los bravucones gritarán, se rasgarán las vestiduras, restregarán las 30 monedas de plata, pero, alcen la voz lo que la alce la derecha catalana, solo ERC puede lograr una mesa de diálogo, alcanzar el compromiso de un referéndum pactado sin prisas, garantizar la amnistía, impulsar cambios legislativos, arrancar, por fin, una agenda federal real y, haciendo honor a su condición de fuerza de izquierda, desplegar un esfuerzo social que ayude a las catalanas y los catalanes en este momento difícil.

Esquerra no puede hacerlo solo. Necesita a los Comunes y la abstención del PSC. Es el momento de tener un poco de coraje. Porque la alternativa real a que no gobierne la izquierda es repetir las elecciones. El bochorno de repetir lo que no ha funcionado los últimos cuatro años es demasiado evidente.

No hay nadie que contemple ese escenario de repetición de elecciones. A no ser que el independentismo siga insistiendo en esa capacidad cegadora que lleve a la política catalana dos pasos más hacia al abismo.

Andamos todos cansados. Ojalá la sensatez que ha demostrado En Comú Podem alcance al resto de fuerzas políticas. Un poco de ese seny que tanto anhelamos.

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Que se vaya la normalidad democrática un poquito a la mierda... https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/02/10/que-se-vaya-la-normalidad-democratica-un-poquito-a-la-mierda/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/02/10/que-se-vaya-la-normalidad-democratica-un-poquito-a-la-mierda/#respond Wed, 10 Feb 2021 12:19:12 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8741 alt --> Ayer, en la Asociación de la Prensa de Madrid, el Rey Felipe VI decía que sin libertad de expresión y de información no hay democracia. Está previsto que el domingo entre en prisión el rapero Miguel Hasel, por haberse expresado, en nuestra democracia, diciendo que el huido a Dubai Rey Emérito Juan Carlos de Borbón … Continuar leyendo "Que se vaya la normalidad democrática un poquito a la mierda..."]]> Que se vaya la normalidad democrática un poquito a la mierda...

Ayer, en la Asociación de la Prensa de Madrid, el Rey Felipe VI decía que sin libertad de expresión y de información no hay democracia. Está previsto que el domingo entre en prisión el rapero Miguel Hasel, por haberse expresado, en nuestra democracia, diciendo que el huido a Dubai Rey Emérito Juan Carlos de Borbón es un corrupto.

Dice el Ministro Escrivá que España está en las listas de democracia por delante de Italia y de Francia, lo que demuestra que las listas de democracia, donde casi siempre ha destacado Estados Unidos, son una piltrafa que solo sirve para justificar la debilidad de nuestras democracias.

En la normalizada democracia española a mi me ha investigado ilegalmente el comisario Villarejo por órdenes ilegales del Ministerio del Interior dirigido por el miembro del Opus Dei Jorge Fernández Díaz. A ver si encontraban algo con lo que acusarme, multarme, detenerme o encarcelarme. De hecho, se inventaron pruebas falsas y ofrecieron beneficios a un ex Ministro venezolano para que ratificara que esas pruebas falsas construidas contra mí eran verdad. Esto me pasó por el simple hecho haber fundado un partido, Podemos, que el Partido Popular, fundado por un ex Ministro de Franco, vio como una amenaza. Y puso los medios del Estado para ir contra un partido de la oposición. Algo que no es muy normal en una democracia.

Esa misma policía política multiplicó ese comportamiento con Pablo Iglesias, inventando pruebas para intentar incriminarle, robándole el teléfono a su asistente o pretendiendo una inexistente financiación exterior. O permitiendo que los medios mintieran señalándole como culpable. La policía inventando pruebas para sacar de juego a un partido de la oposición. ¿Y dice la parte socialista del Gobierno que España es una democracia normal?

Cristina Cifuentes, que está ahora mismo sentada en los tribunales, presionó al Rector de la Complutense para intentar que me echaran de la Universidad: "quiero su cabeza", le dijo al Rector la Consejera de Educación del Partido Popular en Madrid.

En nuestra normalizada democracia, el Rey Emérito está en Dubai, después de que prensa extranjera sacara información sobre cobros ilegales por la adjudicación del tren a la Meca. Durante más de un año supo esa información el Rey Felipe, pero no entendió que debiera ir a la fiscalía a denunciarlo. Pesó más su condición de hijo, además beneficiado, que la de Rey de España. Eso puede ser normal en una telenovela, pero no en una democracia normal.

En nuestra normalizada democracia, rectores vinculados al PP han plagiado sus tesis doctorales y no han dimitido. En sus universidades, además, han regalado títulos universitarios a políticos del PP. Alguno de esos políticos, como Cristina Cifuentes, que está ahora mismo sentada en los tribunales, presionó al Rector de la Complutense para intentar que me echaran de la Universidad: "quiero su cabeza", le dijo al Rector la Consejera de Educación del Partido Popular en Madrid. Lucía Figar tuvo que dimitir por estar imputada en la Púnica. Eso no pasa en las democracias normales.

Tampoco que la Agencia Tributaria tuviera que sacar un comunicado diciéndole al Ministro de Hacienda que no usara la agencia tributaria para ir contra adversarios políticos. Porque el Ministro Montoro usó la agencia tributaria para atacar, a adversarios, igual que lo hizo la Vicepresidenta Soraya Sáez de Santamaría. En una democracia normal, el Gobierno no usa la agencia tributaria para construir ataques contra los adversarios políticos.

Tampoco pasa en una democracia normal que un juez, Marchena, haya juzgado a los independentistas catalanes después de que desistiera de presidir el Tribunal Supremo al hacerse público un mensaje del portavoz del PP en el Senado haciendo ver que era uno de los suyos.

El responsable de Justicia del PP, el ex juez del Tribunal Constitucional Enrique López, organizó varias reuniones entre Luis Bárcenas y el PP, cuando estaba encima de la mesa si Bárcenas iba a contar o no lo que sabía sobre la caja B del PP. Que Enrique López condujera una moto borracho pasa en muchos sitios. Que fuera sin casco, es señal de impunidad. Que se saltara un semáforo, demuestra que hacía lo que se le ponía en las narices. Que operara para el PP, es que todo se la bufa. No es normal en una democracia que los jueces se crean dioses.

Este juez, que ya trabajaba con la FAES de Aznar, facilitó reuniones que tenían como lógico fin que el PP, el que rompió a martillazos los discos duros de Bárcenas, saliera bien parado a la hora de rendir cuentas por la caja B del partido. Eso no pasa en una democracia normal.

Tampoco pasa en una democracia normal que un juez, Marchena, haya juzgado a los independentistas catalanes después de que desistiera de presidir el Tribunal Supremo al hacerse público un mensaje del portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó, diciendo que era la baza de la derecha para controlar el Supremo "por detrás". No es normal que exista una mafia policial y política y no es normal que se refieran así a los jueces.

Y tampoco es normal en una democracia que dos de los principales partidos que concurren a las elecciones en Catalunya tengan a uno de sus líderes fuera de España y al otro en la cárcel. Porque muy normal no es.

Tampoco es normal que los principales medios de comunicación estén en manos de bancos y de fondos de inversión. Porque entonces, no es verdad que haya en España libertad de expresión. Porque para que haya libertad de expresión, los periodistas deben tener libertad para expresarse sin la presión de poder estar perjudicando a sus empleadores. Y sin libertad de expresión, una democracia no puede estar normalizada.

En una democracia normal, el órgano de gobierno de los jueces no puede estar, como en España, fuera de la legalidad, caducado desde hace dos años y, lo que es inconcebible, haciendo nombramientos.

En España, en nuestra normalidad, encarcelan a raperos, dejan en paz a los que amenazan con pegar un tiro a políticos de la izquierda, tenemos los medios más mentirosos de nuestro entorno, se nos han muerto los abuelos en las residencias privatizadas, los políticos se vacunan antes que los que están en primera línea y uno de cada dos jóvenes está en el paro.

Y resulta que desde Unidas Podemos se hace un recordatorio de que la democracia española, en sintonía con el deterioro de las democracias occidentales, deja mucho que desear, y salen en tromba y sin criterio alguno políticos y tertulianos, alguno incluso versado en la ciencia política, a decir que qué barbaridad.

Estaría bueno que fuéramos como Rusia, a la que arrastraron a su situación las democracias occidentales que apoyaron a Boris Yeltsin cuando bombardeó el Parlamento ruso. O como Arabia Saudí, que estrangulo y descuartizó a un periodista, Jamal Khashoggi, sin que las democracias occidentales tomaran medidas. En Estados Unidos ha estado a punto de capitular la democracia. En Colombia o en Chile, que pertecenen al Grupo de Lima, están asesinando a opositores.

Y en España, en nuestra normalidad, encarcelan a raperos, tuiteros, titiriteros, artistas, dejan en paz a los que amenazan con pegar un tiro a políticos de la izquierda, tenemos los medios más mentirosos de nuestro entorno, se nos han muerto los abuelos en las residencias privatizadas, los políticos se vacunan antes que los que están en primera línea y uno de cada dos jóvenes está en el paro.

Pues que se vaya un poquito a la mierda la normalidad...

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Hay cosas en España que no se deben decir https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/02/02/hay-cosas-en-espana-que-no-se-deben-decir/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/02/02/hay-cosas-en-espana-que-no-se-deben-decir/#respond Tue, 02 Feb 2021 10:11:46 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8733 alt --> El Vicepresidente del Gobierno de España, ha tuiteado una noticia que rebota como una piedra en el pozo seco de la comunicación en España: "Todo el mundo sabe –ha escrito- quién fue Miguel Ángel Blanco y está bien que así sea. Pero pocos saben que, tal día como hoy, a Yolanda González, militante de izquierdas … Continuar leyendo "Hay cosas en España que no se deben decir"]]> Hay cosas en España que no se deben decir

El Vicepresidente del Gobierno de España, ha tuiteado una noticia que rebota como una piedra en el pozo seco de la comunicación en España:

"Todo el mundo sabe –ha escrito- quién fue Miguel Ángel Blanco y está bien que así sea. Pero pocos saben que, tal día como hoy, a Yolanda González, militante de izquierdas de 19 años, le hizo lo mismo Emilio Hellín, un terrorista de ultraderecha. Hellín trabaja hoy para Cristina Cifuentes."

Pocos conocen a Yolanda González. Los mismos que quisieron hacer con el vil asesinato de Miguel Ángel Blanco caja electoral se han encargado de que la olvidemos.

Desde que murió Franco, en España hubo un decreto secreto que decía que íbamos a tener muertos de primera y muertos de segunda. Que los asesinados por Franco o, ya desaparecido Franco, por sus seguidores, merecían lo que les pasó. A Ortega Smith hay que agradecerle su sinceridad, porque por lo menos dice lo que el ABC o el Mundo o la Razón o Antena 3 piensan y callan. Los asesinados en nombre de la izquierda o del independentismo eran los únicos que merecían nuestro recuerdo.

Durante cuarenta años, España ha sido el único país de Europa donde podías ser demócrata sin ser antifascista.

La cárcel sirve para reinsertar a los presos. Hace falta verdad y restitución, que reclaman previamente arrepentimiento. La derecha de este país no se ha arrepentido nunca de nada. Y ahí está un ultraderechista trabajando para los que no ven repugnante contratarle.

El control de los medios de comunicación, de muchos colegios y universidades privados, de muchos think tanks, de muchas editoriales que publican libros donde se escribe la historia que se enseña en las escuela, les ha permitido continuar su farsa. Esa que explica por qué durante cuarenta años, España ha sido el único país de Europa donde podías ser demócrata sin ser antifascista.

Que es lo que permite que el líder del PP siga siéndole habiéndole pillado robándose un máster, que siga siéndolo de un partido que formó una policía política para perseguir a los adversarios, que siga siéndolo de un partido corrupto que robó dinero a los españoles para ir con ventaja a las elecciones.

Esta farsa hace aguas. Es entonces cuando financian a otros partidos aún más encanallados que pueden decir una cosa y la contraria porque no hablan a la gente normal, sino a hooligans parecidos al tipo con la piel de bisonte y los cuernos que entró en el capitolio.

En España hay una estructura de concentración del poder mediático enorme en manos de empresas privadas con intereses privados. Es decir, que no son un contrapoder, sino el poder reafirmado todos los días y en cada boletín informativo

Pablo Iglesias, es el político más atacado en España desde, seguramente, tiempos de Azaña, Negrín y Largo Caballero. Y ha decidido que quiere hablar claro. Porque ya bastante es que digamos que vivimos en democracia mientras los fondos buitre, las agencias de calificación, los bancos, las grandes inmobiliarias o las empresas armamentísticas se atreven a dictar políticas contrarias a las que presentan los partidos a los votantes en las elecciones.

Ha dicho Pablo Iglesias que Villarejo claro que es un corrupto, pero no es un operador político, sino un operador mediático. Y que por eso se ha sentado con Inda, con Urreiztieta, con Ferreras. Porque sus trucos tienen que salir en televisión para que sean eficaces. Luego se reúnen con la Fiscal General del Estado en secreto. Pero todo está relacionado.

Ha dicho Iglesias que En España hay una estructura de concentración del poder mediático enorme en manos de empresas privadas con intereses privados. Es decir, que no son un contrapoder, sino el poder reafirmado todos los días y en cada boletín informativo.

Ha dicho Iglesias que si la información es un derecho, no puede ser solamente un privilegio de los millonarios. Porque la verdad es que solamente los millonarios pueden tener televisiones, radios, periódicos y comprar espacios en las redes sociales. Y también que va contra la democracia que los bancos y los fondos de inversión sean dueños de los medios. Porque entonces, los medios ya no dicen la verdad, sino lo que conviene a sus propietarios. Y ha dicho que la democracia tiene que impedir que los ricos vacíen la democracia controlando la información.

Y ha dicho que quien amenaza a un periodista no es un político de izquierdas: quien les amenaza el que les puede despedir. Que es ese banco y ese fondo de inversión y sus vinculaciones políticas. Que están en la cabeza del periodista cuando escribe o cuando está en una tertulia.

Cada vez que nos callamos, es una palada en contra de la democracia. Y cuando dejen de atacarnos, será porque ya no les hacemos daño.

Ha dicho Iglesias que el PNV siempre ha tenido al diario Deia y a la radio y televisión vascas; el PSOE el País, la cadena SER o el plural; el PP, Ciudadanos y VOX, prácticamente todos los demás medios de España. Hay, por supuesto, ex diputados del PP dirigiendo periódicos y muchísimos ex diputados en las tertulias y ejerciendo como columnistas. Claro que hay puertas giratorias entre los medios y la política bipartidista.

Y resulta que a la patronal de los medios, que dice que es la asociación de los periodistas, ahora les molesta un periódico, La última hora, que ha nacido en defensa propia. Pues si molesta a los poderosos, hay que recomendar que se suscriba mucha gente. Y cuanta más gente se suscriba, más calidad tendrá.

Escuchaba el otro día la historia de Samuel Patti, un profesor respetuoso con el Islam, que enseñó en clase una caricatura de Mahoma después de invitar a los alumnos islamistas que lo quisieran se salieran de la clase. Quería discutir con sus alumnos sobre libertad de expresión. Un islamista radical le decapitó. Francia le rindió honores. Pero cuando quisieron poner su nombre a un instituto, los padres y profesores de ese instituto se negaron. Decían que era una provocación. Cada vez que nos callamos, es una palada en contra de la democracia. Y cuando dejen de atacarnos, será porque ya no les hacemos daño.

Ha dicho Pablo Iglesias que no puede morirse gente porque las farmacéuticas quieran ganar más dinero con las vacunas contra la COVID. Dice la Constitución que se puede tomar una empresa cuando su avaricia mata españoles. Y que eso vale también para los alquileres. Hay cosas en España que, parece, no se deben decir.

Hay que ver qué mala persona es Pablo Iglesias. Los medios siempre han dicho que los malos eran los indios.

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Lecciones para la izquierda desde Portugal https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/01/29/lecciones-para-la-izquierda-desde-portugal/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/01/29/lecciones-para-la-izquierda-desde-portugal/#respond Thu, 28 Jan 2021 23:57:34 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8711 alt --> Algunos siempre hemos mirado a Portugal con cierta envidia. Sonó en abril de 1974 una canción en la radio y empezó una revolución que se hacía con claveles y no con balas. El ejército portugués, hastiado tanto del Salazarismo, que era el primo hermano del franquismo, como del colonialismo de su país en África, se … Continuar leyendo "Lecciones para la izquierda desde Portugal"]]> Lecciones para la izquierda desde Portugal

Algunos siempre hemos mirado a Portugal con cierta envidia. Sonó en abril de 1974 una canción en la radio y empezó una revolución que se hacía con claveles y no con balas. El ejército portugués, hastiado tanto del Salazarismo, que era el primo hermano del franquismo, como del colonialismo de su país en África, se levantaron con el pueblo para que cayera la dictadura.

La emoción fue tan grande y el ejemplo tan estimulante que Nixon se vio obligado a consultar con Franco si no convenía que el ejército español invadirá Portugal. Dicen que Franco se excusó diciendo que si se hacía eso, el efecto iba a ser el contrario, que el orgullo de los portugueses les pondría del lado de los alzados en contra de España. Si embargo, uno de los miembros de la Unión Militar Democrática, Restituto Valero, me contó en una ocasión que esa no había sido la razón para rechazar ese plan. Los militares portugueses, entrenados en las guerras coloniales, hubieran destrozado al oxidado ejército español, que durante décadas solo había ganado guerras contra otros españoles.

Portugal acaba de reelegir Presidente del país al conservador Marcelo Rebelo de Sousa. El Partido socialista de Antonio Costa, que está gobernando, no presentó oficialmente candidatura. Algo que Rebelo de Sousa agradeció ensalzando al Primer Ministro Costa. Entre la Presidencia de Portugal y el gobierno funciona una alianza curiosa que es posible por la personalidad de Costa y Rebelo de Sousa y por una abstención donde seis de cada diez portugueses no han ido a votar.

"Es verdad que en los tiempos de incertidumbre que vivimos, la izquierda que no aporta soluciones -y para aportar soluciones es muy difícil hacerlo fuera del gobierno-, no tiene hueco."

Pero el ala izquierda del partido socialista decidió presentarse, incluso contra los insultos que les lanzó el aparato del partido –en concreto, Carlos César, Presidente de los socialistas portugueses. Una parte del Partidos Socialista portugués es idéntica a esa parte del PSOE que podría estar gobernando con la derecha-. La candidata socialista díscola, con el 13%, quedó en segunda posición, es verdad que muy alejada del 60,7% del ganador. Pero mantuvo el tipo.

Quienes tuvieron un muy mal resultado fueron los partidos a la izquierda del Partido Socialista. El Bloco de Esquerda alcanzó un triste 3,9%, tan triste como el 4,3% del candidado del Partido Comunista. La izquierda en conjunto -por supuesto, una vez más separada-, no ha llegado al 20%.

Es verdad que en los tiempos de incertidumbre que vivimos, la izquierda que no aporta soluciones -y para aportar soluciones es muy difícil hacerlo fuera del gobierno-, no tiene hueco. Porque los votantes de la extrema derecha saben que pese al discurso gritón de sus líderes, están dentro del sistema. Son empresarios, pequeños comerciantes, profesionales liberales, agricultores e incluso clase media aspiracional frustrada,  gente que no duda del mercado precisamente porque vivimos un momento histórico de debilidad de lo público.

En España, a diferencia de lo que hace la extrema derecha en otros lugares, esa gente frustrada, resentida, no quiere cambiar el sistema: quiere recibir la parte que le prometieron y no le han dado. Por eso no tiene un análisis crítico y es muy susceptible que caiga en el discurso racista y le eche la culpa a los inmigrantes o a quienes identifique como culpables de su incertidumbre. Por supuesto, ahí también están las feministas como culpables de la pérdida de sus privilegios como hombres. Todo esto encaja con ricos disparando contra la política. Es una política-espectáculo para canalizar la ira, no para cambiar los fundamentos de la política y mucho menos de la economía.

Es lo público lo que ha salvado a la gente en la pandemia. Pero la debilidad de la esfera pública, la debilidad de los valores republicanos -que se basan precisamente en la dignidad de lo común- hacen florecer, al tiempo, a los que quieren canalizar su rabia contra los diferentes, a a los negacionistas y a los que se cuelan para ponerse la vacuna.

"Todo esto encaja con ricos disparando contra la política. Es una política-espectáculo para canalizar la ira, no para cambiar los fundamentos de la política y mucho menos de la economía."

Eso es lo que explica por qué las farmacéuticas privadas, que han logrado la vacuna contra la COVID solamente con ingentes cantidades de dinero público, están haciendo trampas y están incumpliendo los contratos. No tienen miedo de que se aplique la doctrina del interés general que está en todas las Constituciones, y que merced a esos artículos se nacionalicen esas empresas y se produzcan vacunas genéricas. Para todo el mundo, porque de nada sirve en un mundo globalizado que los países ricos se vacunen si no lo hacen también el resto de los países.

Ha emergido en Portugal la extrema derecha, con el 12% de los votos y la tercera posición. No es que no existiera, sino que siempre ha estado agazapada en los partidos de la derecha portuguesa. Igual que en España que estuvo en el PP, esperando una ocasión para dejar de lado los complejos. Si la memoria del nazismo no ha impedido que surja la extrema derecha en Alemania, la revolución de los claveles no impide que haya una extrema derecha nostálgica de la dictadura.

Cuando surge la extrema derecha, todo el espectro conservador bascula hacia el extremismo. Al final, en Estados Unidos, los progresistas votan a Biden y en Portugal, a Marcelo Rebelo de Sousa para evitar males mayores.

"El sentimiento antisistema ha sido capturado por la extrema derecha. En ese movimiento antisistema ya no está el socialismo, ni el comunismo, ni el anarquismo, sino una antipolítica difusa dispuesta a odiar todo aquello que se identifique con el sistema pero que, al mismo tiempo, nunca va a molestar en exceso al sistema"

El gobierno de coalición en Portugal ha desatado a la extrema derecha. Porque, al igual que en España, la ruptura del bipartidismo y la entrada en el gobierno –o el apoyo desde fuera- por parte de fuerzas no domesticadas asusta a los poderosos.

El trumpismo ha alimentado por supuesto su auge, igual que la crisis económica y su castigo a las clases medias y a los sectores populares.  Si añadimos el papel de los medios, siempre tan favorables a estas fuerzas, la reescritura de la historia en todos los países -que equipara la historia a las fake news- si sumamos la falta de emoción en las fuerzas de la izquierda, tenemos finalmente un espejo en Portugal donde todas las izquierdas del mundo tienen que mirarse.

Como dice Boaventura de Sousa Santos, el sentimiento antisistema ha sido capturado por la extrema derecha. En ese movimiento antisistema ya no está el socialismo, ni el comunismo, ni el anarquismo, sino una antipolítica difusa dispuesta a odiar todo aquello que se identifique con el sistema pero que, al mismo tiempo, nunca va a molestar en exceso al sistema. Porque sienten que tienen algo que perder. Por eso van a odiar aún más lo que ven como una amenaza ya sea a su statu quo, ya sea a su explicación personal absolutoria de su malestar que necesita un chivo expiatorio.

"Los medios de comunicación presentan a las nuevas fuerzas fascistas, como voces críticas contra la democracia liberal. Pero cuidado, las defienden como democráticas".

Paradójicamente, si Podemos sigue aguantando en España pese a todo el acoso es, además de por la tarea que desarrolla en el gobierno -es verdad que a trancas y barrancas, pero la desarrolla-, es precisamente porque sigue molestando al statu quo.

Los medios de comunicación presentan a las nuevas fuerzas fascistas, como voces críticas contra la democracia liberal. Pero cuidado, las defienden como democráticas. Chega! En Portugal, que ha quedado en tercera posición, Bolsonaro, Trump, Bukele en Salvador, VOX en España, Kast en Chile. No hay crisis del capitalismo sin fascismo.

Las elecciones en Portugal invitan a una reflexión en todo el mundo progresista:

-estamos en un momento en donde las mayorías quieren soluciones, no discursos alejados de una promesa material. El relato es esencial -por eso el neoliberalismo se sostiene sobre el control de los medios de comunicación-, pero ese relato tiene que incorporar la promesa de cambiar la vida. Y ser creíble.

"El ecologismo, el feminismo, la memoria histórica -que desenmascara en España a todas las derechas- y formas de economía social, tienen que defenderse con mayor énfasis para que la gente joven vea sus esperanzas cubiertas"

-Estamos en un momento donde hay que ser críticos con el sistema, pero no irse demasiado lejos del sistema. Es decir, que como no hay una alternativa completa identificada, la propuesta que pueda aspirar a gobernar tiene que ir construyendo pasos ahora que anticipen el mundo que se desea. El ecologismo, el feminismo, la memoria histórica -que desenmascara en España a todas las derechas- y formas de economía social, tienen que defenderse con mayor énfasis para que la gente joven vea sus esperanzas cubiertas.

A la izquierda la va a salvar la cuadratura del círculo. Si es capaz de hacerla. Porque si no encuentra la piedra filosofal, la alternativa va a estar, como mucho, entre los Biden y la socialdemocracia, con su oído musical para el neoliberalismo, o los Trump y su séquitos de bomberos pirómanos.

-El principal aliado contra la democracia son hoy los medios de comunicación tradicionales. Hay cosas que se habían ganado en el discurso, y que se han empezado a perder, merced a la tarea que hacen los medios de comunicación.

Por todo esto, hay una predisposición a que una parte de las víctimas voten a sus verdugos.

La izquierda tiene que gestionar muy bien, pero no basta con que gestione. A la izquierda la va a salvar la cuadratura del círculo. Si es capaz de hacerla. Porque si no encuentra la piedra filosofal, la alternativa va a estar, como mucho, entre los Biden y la socialdemocracia con su oído musical para el neoliberalismo, o los Trump y su séquitos de bomberos pirómanos. La reclamación ecologista, un feminismo que insista en la igualdad material, la economía social -contraria a la economía de plataformas y la economía financiera- y la memoria histórica, si se toman en serio, son revolucionarias. Tiempos llenos de desafíos.

 

 

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¿Por qué deambulas por las librerías sin rumbo? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/01/20/por-que-deambulas-por-las-librerias-sin-rumbo/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/01/20/por-que-deambulas-por-las-librerias-sin-rumbo/#respond Wed, 20 Jan 2021 11:51:37 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8700 alt --> Hay libros que se publican y que nadie nunca lee. El  escritor argentino Christian Vázquez reflexionaba en "La biblioteca de los libros no leídos" sobre algo estremecedor y cotidiano. Desasosegante como un cuadro que nunca nadie viera, como una partitura que nunca nadie escuchara. Pero que está ahí, al alcance de los dedos. Letras, palabras, … Continuar leyendo "¿Por qué deambulas por las librerías sin rumbo?"]]> ¿Por qué deambulas por las librerías sin rumbo?

Hay libros que se publican y que nadie nunca lee. El  escritor argentino Christian Vázquez reflexionaba en "La biblioteca de los libros no leídos" sobre algo estremecedor y cotidiano. Desasosegante como un cuadro que nunca nadie viera, como una partitura que nunca nadie escuchara. Pero que está ahí, al alcance de los dedos. Letras, palabras, frases, párrafos encerrados en un Lager donde encierran con categorías por debajo de la  indiferencia (¿No es acaso mejor que lo condene Torquemada, que lo manden quemar los entorchados, que lo señalen por impío los cónsules y senadores?):

"Su primer libro –decía- se publica gracias a su amistad con el editor, el cual, bien sea por olfato o por falta de tiempo, solo hojea el manuscrito y luego lo entrega al corrector de estilo de la editorial, que no lo lee, sino que lo corrige, que es distinto. El libro, una vez publicado, da lugar a entrevistas hechas por periodistas que han leído solo la contraportada, cosa bastante común, y es reseñado brevemente por reseñistas que también solo han leído la contraportada. Se vende poco, pero no menos que otros. Los pocos compradores leen la contraportada y luego olvidan el libro en una repisa de la librería, como ocurre a menudo".

En el mundo académico es aún más cruel. Los artículos que se publican en las revistas que permiten prosperar en la carrera, no los lee nunca nadie. Nadie. Incluso cuando son los más citados. Escribir y leer pueden tener caminos diferentes.

Los buenos lectores deambulan por las librerías de viejo -o de nuevo- esperando que el azar reduzca con un golpe de suerte la incapacidad de dar cuenta de todo.

Leer como una conjuro para ahuyentar la muerte. Todos los grandes escritores fantasean sobre bibliotecas infinitas, con laberintos que se pierden en otros laberintos, cámaras que llevan a pasillos que terminan en escaleras que suben a otros laberintos. No es sino la expresión de la impotencia de que no nos da tiempo en una sola vida a leer todo lo que queremos leer. Y de nada nos valdría reencarnarnos si no tenemos memoria de lo acumulado.

Umberto Eco tenía una biblioteca de 30.000 ejemplares, que le llevarían casi un siglo leer contando con que se leyera un libro al día. Yo he estado con algún libro seis meses. La desesperación es inabarcable.

Quizá por eso los buenos lectores deambulan por las librerías de viejo -o de nuevo- esperando que el azar reduzca con un golpe de suerte la incapacidad de dar cuenta de todo. Una suerte de magia que te lleva a ese libro, a ese y no a otro, y te tranquiliza al permitir que te cuentes a ti mismo: por algo habrá caído en mis manos. Algo o alguien lo ha traído a mí: estoy leyendo lo que debo.

Nunca te has leído todos los libros que tienes en tu casa, pero poseerlos es una declaración humilde de lo pequeños que somos.

Los libreros son esenciales cuando nos conducen por el laberinto en el que debieran haber abierto la puerta las editoriales seleccionando solo aquello que merece la pena ser publicado, traducido, divulgado. Y otro tanto debieran hacer los profesores, que tienen planos de laberintos concretos de su profesión que les permiten hacer atajos productivos para que sus alumnos no pierdan el tiempo.

Hay traseras para el confinamiento con falsas bibliotecas. Como que tener libros da prestigio. A mi amigo Emilio, que llegó a profesor y que solo tenía en casa de  niño la Biblia que les regalaron unos mormones, las páginas amarillas y un libro de la editorial Salvat, su abuela le dijo un día que volvió de la universidad contando que tenía que comprarse un libro: ¿Otro? ¿Y los que ya tienes? Nunca te has leído todos los libros que tienes en tu casa, pero poseerlos es una declaración humilde de lo pequeños que somos. Tener más libros de los que podrías leer -y sobre todo de los que puedes guardar- también te permite un gesto hermoso, que es regalar libros que han estado un tiempo entre tus manos.

Un país que no tiene una buena revista de recensiones es un país que sigue en la prehistoria. En España tuvimos la Revista de libros. Pero alguien pensó que era mejor rescatar con ese dinero el sueldo de un directivo medio de Bankia.

¿Será verdad que libros electrónicos dejan en la memoria una huella más débil? Los cantos de cada libro y el olor y el tipo de letra se repiten. Y cuando los cierras no está esa portada que alguien ha discutido para expresar el contenido, sino la pantalla negra de la tableta. Es más fácil que los libros de papel te penetren y que los libros electrónicos te entretengan o satisfagan búsquedas concretas. Los libros de la librería forman parte de la cotidianeidad de cada día. Aunque sea por el polvo que acumulan. Los libros encerrados en un ordenador apagado se van de la memoria con la rapidez de los favores.

La gente que nos ayuda a navegar por laberintos son generosas. Los libros esenciales de la ciencia política; todo lo que debiera leer un economista. Claves esenciales del pensamiento filosófico. Los clásicos irremplazables de la sociología. Igual que son generosos los traductores y los que hacen reseñas honestas de los textos. Un país que no tiene una buena revista de recensiones es un país que sigue en la prehistoria. En España tuvimos la Revista de libros. Pero alguien pensó que era mejor rescatar con ese dinero el sueldo de un directivo medio de Bankia.

Saber los libros que no has leído puede ser más inteligente que saber los libros que has leído. Cuando Sócrates dijo que solo sabía que no sabía nada estaba siendo arrogante. Porque para saber que no sabes nada hay que saber mucho.

Mientras, en España, no solamente no tenemos una revista de libros ni un programa de libros en la televisión, sino que la universidad está perdiendo la carrera del tiempo, mientras los periodistas que ganan premios que se dan entre ellos las empresas de medios de comunicación, dicen que saben tanto que saben que Sócrates no sabía nada.

Seguro que lo habrán leído en algún calendario.

 

 

 

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Pablo Iglesias, los poderosos, la democracia y el Arzobispo de Canterbury https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/01/18/pablo-iglesias-los-poderosos-la-democracia-y-el-arzobispo-de-canterbury/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/01/18/pablo-iglesias-los-poderosos-la-democracia-y-el-arzobispo-de-canterbury/#respond Mon, 18 Jan 2021 16:18:50 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8690 alt --> Dicen, y seguramente no es toda la verdad, que cuando el arzobispo de Canterbury iba a ir de visita pastoral a Nueva York en 1919, le avisaron de que fuera especialmente cuidadoso con los medios de comunicación. Que allí, a diferencia de Inglaterra, eran especialmente canallas y menos respetuosos con la jerarquía de la iglesia. … Continuar leyendo "Pablo Iglesias, los poderosos, la democracia y el Arzobispo de Canterbury"]]> Pablo Iglesias, los poderosos, la democracia y el Arzobispo de Canterbury

Dicen, y seguramente no es toda la verdad, que cuando el arzobispo de Canterbury iba a ir de visita pastoral a Nueva York en 1919, le avisaron de que fuera especialmente cuidadoso con los medios de comunicación. Que allí, a diferencia de Inglaterra, eran especialmente canallas y menos respetuosos con la jerarquía de la iglesia. Sobre todo, le dijeron que tuviera cuidado con las preguntas en donde, respondiera lo que respondiera, regalaban un titular. El Arzobispo les tranquilizó diciendo que tenía sobrada experiencia en los medios y que a él no se la iban a jugar.

Razones tenían los que le advertían. De hecho, hay preguntas que solo buscan precisamente eso: provocar el titular. Respondas lo que respondas, esa respuesta es la que va a ser seleccionada. La gente no va a retener si respondes que si o que no o todo lo contrario, sino,  precisamente, la pregunta. Si no estás listo, te la juegan porque esa pregunta, que con una alta probabilidad será seleccionada, cuando los lectores la lean se dirán: el entrevistado le ha dado importancia a este tema.

Hay preguntas que solo buscan precisamente eso: provocar el titular. Respondas lo que respondas, esa respuesta es la que va a ser seleccionada.

Nada más bajar del barco, en el mismo muelle, un periodista preguntó al Arzobispo: ¿qué opina sobre el aumento de burdeles en la zona del puerto? Intentando zafarse del asunto, el Arzobispo contestó: "¡Ah! ¿Hay muchos burdeles en el puerto?". Lejos de escaparse, eltitular estaba servido: "Nada más bajarse del barco, lo primero que pregunta el Arzobispo es por los burdeles del puerto".

No es fácil escuchar a un político en un gobierno de la Unión Europea decir que recibe presiones todos los días, y que el principal instrumento que tienen los poderosos para doblarle el brazo a los representantes legítimos del pueblo son los medios de comunicación.

Ayer, el Vicepresidente Pablo Iglesias hizo una de las más relevantes afirmaciones, que yo recuerde, que se han hecho en la democracia europea: los poderosos, a los que no elige nadie, tienen la capacidad de doblarle el brazo a los Gobiernos y a los Ministros a los que los ciudadanos han elegido para que gobiernen su país.

Es decir, que los intereses de las élites, aunque pierdan las elecciones sus afines, se ven representados en los gobiernos de una democracia europea por encima de los que ganan las elecciones. Que es verdad que hay gente que vota todos los días. Y que la democracia legitima un régimen político que difícilmente puede llamarse democracia. En concreto, de la cuarta economía del euro.

No es fácil escuchar a un político en un gobierno de la Unión Europea decir que recibe presiones todos los días, y que el principal instrumento que tienen los poderosos para doblarle el brazo a los representantes legítimos del pueblo son los medios de comunicación. "¿Qué hace un banco controlando un medio de comunicación?", se preguntó Pablo Iglesias.

Y entonces, los medios de comunicación dicen que lo más relevante de la entrevista a Pablo Iglesias es algo que solo existía en la pregunta del periodista. Una pregunta que, respondiera como respondiera, iba directo a titulares.

Los profesores de universidad tenemos el problema de la abstracción. Y desde la abstracción, trenzamos las relaciones entre cosas que, a simple vista, no se ven. Nos enredamos porque creemos que hemos entendido por dónde va el periodista. Pero para hacer eso necesitamos una hora de clase. La abstracción se lleva mal con la simplicidad.

Los defensores del bipartidismo no soportan que se diga que en España hay presos políticos. ¡Cómo va a haber presos políticos en España! Y claro que hay presos políticos en España. Como en los EEUU hicieron presa política a Rosa Parks por no querer sentarse en la parte de atrás del autobús. Presos políticos que no son iguales que los políticos presos por, principalmente, robar. Como le pasa al Partido Popular.

Es muy probable que el Tribunal Constitucional o el Tribunal Europeo de Derechos Humanos tumbe la sentencia del Procés, como sostiene el catedrático de derecho constitucional Pérez Royo

Cuando por defender tus ideas vas a la cárcel, eres un preso de conciencia. Aunque defiendas gilipolleces. Cuando además lo que defiendes lo sostienen cientos de miles e incluso millones de personas, cuidado con considerarlo una gilipollez. Y esto vale para los 74 millones que han votado a Trump y para los dos millones de votos del independentismo.

Es muy probable que el Tribunal Constitucional o el Tribunal Europeo de Derechos Humanos tumbe la sentencia del Procés, como sostiene el catedrático de derecho constitucional Pérez Royo. Es decir, que gente como Puigdemont está fuera de España de manera injusta. Como ha ocurrido en otros momentos de la historia. Y ahí terminan las comparaciones. Las demás comparaciones las pone el periodista con su pregunta, no el entrevistado con su respuesta.

Que un Vicepresidente de un gobierno de la Unión Europea diga que la democracia, nuestra democracia, es imperfecta, que tiene más fuerza un banquero que un Ministro, que conociéndoles de cerca, los ricos son aún peores de lo que imaginábamos.

Porque ningún conocedor de la realidad política de la guerra y de la persecución sangrienta de la II República hace una comparación con lo que ha ocurrido con el procés. No lo hacen ni los políticos presos o fuera de España. Nuestra obligación es recordar que en España se siguen tomando decisiones injustas que generan que haya gente que tiene que irse de España. Aún más cuando los del PP, VOX y Ciudadanos le quitan el nombre a republicanos españoles que tuvieron que exiliarse en 1939. La derecha española rezuma agria hipocresía.

Es muy clarificador que ni más ni menos que un Vicepresidente de un gobierno de la Unión Europea diga que la democracia, nuestra democracia, es imperfecta, que tiene más fuerza un banquero que un Ministro, que conociéndoles de cerca, los ricos son aún peores de lo que imaginábamos, que no se trata igual a un Rey que a una enfermera, que los medios de comunicación son el brazo armado de los intereses de las élites y que solamente se logran cambios si el pueblo empuja para que su voz se escuche más que las de los poderosos.

Eso es lo que ha dicho Pablo Iglesias. Vicepresidente del Gobierno de España. Y que van a defender el programa de Gobierno. Qué insolencia. Decir que los acuerdos hay que cumplirlos...

Decíamos el 15M "lo llaman democracia y no lo es". Y lo decíamos, con Pablo Iglesias, desde la Tuerka. Y hoy, desde la frontera, desde este Blog y desde la Vicepresidencia del Gobierno. Porque lo seguimos pensando. Porque la democracia occidental lleva mucho tiempo extraviada. No hacía falta esperar a que el seguidor de Trump con la cabeza de bisonte y los cuernitos entrara en el  Capitolio.

Llevamos tiempo denunciándolo. Y queremos cambiarlo. Y por eso peleamos por estar en el Gobierno.

Que sigan ladrando.

 

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Trump no ha hecho a América grande https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/01/07/trump-no-ha-hecho-a-america-grande/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/01/07/trump-no-ha-hecho-a-america-grande/#respond Thu, 07 Jan 2021 01:18:12 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8657 alt --> Trump es un desmesurado y como le ocurre a los millonarios, tiene algo de demente. El trumpismo es delirante, pero su demencia es buena para el negocio porque no es sino la negación del sentido común democrático. La locura no es ajena a esta fase del capitalismo camino de hacer del Rey Midas un aficionado. … Continuar leyendo "Trump no ha hecho a América grande"]]> Trump no ha hecho a América grande

Trump es un desmesurado y como le ocurre a los millonarios, tiene algo de demente. El trumpismo es delirante, pero su demencia es buena para el negocio porque no es sino la negación del sentido común democrático. La locura no es ajena a esta fase del capitalismo camino de hacer del Rey Midas un aficionado. Es una locura porque instala la guerra de todos contra todos, pero hace más ricos a los ricos. Locura, la justa. Nadie invirte tanto dinero en un proyecto sin algunas garantías. Todo regresa como farsa. Pero con las trazas de la tragedia de la historia aún calientes.

Las primeras impresiones de las imágenes de unos tipos de extrema derecha asaltando el Capitolio invitaban a la broma. Hombres blancos con atuendos regionales y actitudes llenas de soberbia. Un colgado con una piel de búfalo en la cabeza, con el torso desnudo rodeado de banderas confederales le daba en la distancia al golpe de Tejero de 1981 cierta majestuosidad y respeto escénico. Al Congreso no se entra a hacer el payaso. Entre el tricornio y la cabeza de búfalo con dos cuernos no hay color.

Se ha dicho siempre que en EEUU no había golpes de Estado porque allí no hay Embajada norteamericana. Pero ahora hay whatsapp y Facebook.

Puestos a divertirnos, nos hubiera gustado escuchar a Maduro decir que reconocía al de la cabeza con cuernitos como Presidente encargado de EEUU en tanto en cuanto se convocaran unas elecciones libres y transparentes que fueran reconocidas por las partes. Se ha dicho siempre que en EEUU no había golpes de Estado porque allí no hay Embajada norteamericana. Pero ahora hay whatsapp y Facebook, que son las embajadas donde se refugian los golpistas, ahora que los grandes medios han sacado a Bernie Sanders de juego y prefieren a Biden al impredecible Trump.

Los seguidores de Trump que han entrado en el Capitolio no tenían intenciones divertidas. De hecho, este tipo de cosas no son sino invitaciones a lo que pueda venir después. Es verdad que en las películas sobre la toma del Capitolio hay más dramatismo que en esa foto donde se ve a un tipo que se está llevando un atril. Estas cosas, se sabe cómo empiezan pero no se sabe cómo terminan. Los EEUU han articulado estas jugadas constantemente en muchos lugares. Las llamaban "revoluciones de colores". Con gran colaboración casi siempre de telepredicadores deslizados a la extrema derecha y ruido de "militares comprometidos con la democracia". Como la carta de los militares golpistas españoles al Rey Felipe VI. Son disparos de salida. Todos empiezan diciendo que el Gobierno que ha ganado las elecciones por la izquierda no es legítimo. Y a ver qué pasa.

Los seguidores de Trump le habían escuchado horas antes desconocer los resultados electorales. Y le hicieron caso. En la crisis del sistema, económica, moral, política, sanitaria, hay audiencia para saltarse las reglas básicas de la democracia.

" ¿Qué hubiera pasado si esa gente encuentra en uno de esos pasillos a Ocasio-Cortez? ¿Sería igual de divertido?"

Es escalofriante ver a los policías retirar las vallas para que entren los extremistas. ¿Están con la ley o con los supremacistas blancos? A un negro, los policías le ponen la rodilla en el cuello hasta que se asfixia. A los supremacistas blancos, les brindan alfombra roja. En las manifestaciones contra el asesinato de George Floyd, la policía hizo 14.000 detenciones. ¿No debiera estar detenido hoy mismo Donald Trump como instigador de los desórdenes?

Lo que ha pasado no es divertido. ¿Qué hubiera pasado si esa gente encuentra en uno de esos pasillos a Ocasio-Cortez? ¿Sería igual de divertido? Han muerto , desgraciadamente, cuatro de las asaltantes. La foto de un tipo con los pies encima de la Mesa de la Presidenta del Congreso, la demócrata Nancy Pelossi da miedo. La gente de Black Lives Matter no habría pasado el primer cordón.

Es fácil culpar a Trump. Pero se lleva señalando desde hace mucho tiempo que la democracia en EEUU ya había quebrado muchas de las líneas rojas. No votan 76 millones de personas a un demente si el sistema político no está podrido. La democracia norteamericana se ha podrido cuando no ha sido capaz de frenar las enormes desigualdades que siguen creciendo. Cuando es prácticamente imposible hacer carrera política si no tienes financistas millonarios. Cuando el sistema electoral es del siglo XIX y puede ser Presidente el que pierda en votos. La democracia está podrida cuando no se facilita que la gente humilde vote, cuando las elecciones son una carrera de obstáculos para que todos y cada uno de los ciudadanos puedan ejercer, en igualdad de condiciones, el derecho al voto. La democracia está podrida cuando ser negro o latino o pobre es una condición de riesgo. La democracia está podrida cuando has dejado que se hunda la educación pública y la sanidad pública y no se dan las condiciones mínimas para ejercer la ciudadanía. Y Biden no va a avanzar mucho para solventar estos problemas (ni siquiera al haber conseguido mayoría en el Senado y en el Congreso). Por eso los que auparon a Trump y ahora le han dejado caer han apostado por Biden.

Si los medios de comunicación y las redes sociales pueden mentir sin pudor, si se demoniza a una parte importante de la población a base de mentiras, tertulias amañadas, sentimentalismo vacío y creación constante de frustración y odio, entonces la Constitución deja de expresar el contrato social que asumen todos los ciudadanos de un territorio.

La culpa de que entren unos energúmenos en el Capitolio es, obviamente, de Trump, que les ha jaleado. Pero si 76 millones de personas piensan que las elecciones han sido amañadas, algo se ha hecho mal. Si millones piensan que alguien puede mover los hilos para favorecer o castigar a un candidato –por ejemplo, jugando con los plazos de la vacuna-, el sistema ya ha fracasado como agregador de preferencias. Si los medios de comunicación y las redes sociales pueden mentir sin pudor, si forma parte del juego la descalificación del adversario, si se demoniza a una parte importante de la población a base de mentiras, tertulias amañadas, sentimentalismo vacío y creación constante de frustración y odio, la Constitución deja de expresar el contrato social que asumen todos los ciudadanos de un territorio.

La democracia está podrida cuando EEUU irrespeta la democracia en tantos lugares del mundo. Porque lo que ha hecho con Bolivia, con Honduras, con Brasil, con Cuba, con Venezuela, con Siria, Yemen, Egipto, Irak, Palestina, Sahara termina, necesariamente, volviéndose en contra. La actitud tradicional de los Estados Unidos de dar golpes de Estado en cualquier país del mundo del que necesite algo, funcionaba solo con altas dosis de hipocresía. Lo podías hacer fuera con discreción, en "nombre de la libertad", pero adentro eso no pasaba. Trump, que es muy bocazas, ha desvelado esa trampa y ha terminado haciendo lo mismo pero dentro de las propias fronteras.

El fascismo no viene de pronto. Crece con las crisis y funcionan como un plan B de los grandes capitales. Los que permiten, en España, que no haya una sola tertulia donde no haya defensores de la extrema derecha. En Estados Unidos esos grandes capitales alimentaron a Trump igual que en Europa se ha cebado en todos los países a la extrema derecha (es lo que pasó en España cuando Ciudadanos no sirvió para solventar la hemorragia electoral del PP).

El fascismo se construye, sobre todo, con la dejación de responsabilidades de la democracia. Cuando se les permite, poco a poco, mentir sin que ningún periodista les haga ver que mienten, cuando se les permite ser violentos sin que la policía intervenga, cuando se les permite abusar de los débiles sin que se les afee la conducta, cuando pueden mentir sobre los adversarios sin que se les eche de los platós de televisión, cuando se les deja negarles derechos básicos a los políticos de izquierda sin que los jueces les juzguen y encarcelen, cuando se miente sobre la realidad histórica –incluso cuando se premia a los mentirosos- y no hay un consenso académico serio que acalle esas mentiras, en todos y cada uno de esos casos se le están dando alas al fascismo. Igual que cuando dices que el antifascismo es terrorista, como dicen Trump, Abascal, Pablo Casado, Arrimadas, Rivera o el inefable lanzador de huesos de aceituna y portavoz del PP García Egea. Porque el antifascismo es lo que paró los pies a los fascistas y por eso hay democracia en Europa.

"Trump es una consecuencia de la crisis de 2008, del abandono de las mayorías a favor de las grandes corporaciones, de la falta de participación ciudadana en las grandes decisiones, del deterioro de los medios de comunicación y el consiguiente envilecimiento de la esfera pública, de la falta de regulación de las redes sociales, del abuso de la ley"

En España, tanto VOX como el PP han celebrado a Trump y sus vilezas. Steve Bannon, el gran constructor de mentiras, vino a España a apoyar a Abascal y a Casado y aún hoy, cuando los manifestantes han invadido el Capitolio, necesitan desviar la atención para que no se les recuerde su apuesta por ese demente. En la misma línea que alimenta el fascismo, Abascal, Rivera –que parece que no quiere marcharse de la política- o García Egea han comparado las protestas alrededor del Congreso que estaban señalando la pérdida de legitimidad del PP –de hecho, Rajoy terminó perdiendo el apoyo de la Cámara-, que estaban autorizadas por la delegación del gobierno y que eran pacificas, con la entrada en el Capitolio –no rodearlo, entrar- para impedir que se eligiera finalmente a Biden Presidente de los Estados Unidos. La derecha extrema española necesita constantemente decir que todo es lo mismo, para intentar tapar su mucha basura. En realidad, los únicos que rompieron las vallas policiales en el Congreso, fueron algunos policías de extrema derecha con los que VOX tiene excelentes relaciones.

No es verdad que Donald Trump sea "la XXVIII Enmienda a la Constitución de EE.UU", como ha dicho el periodista Isaías Lafuente. Trump es un efecto de problemas estructurales de un sistema político que hace tiempo viene vaciando su contenido democrático. Trump es una consecuencia de la crisis de 2008, del abandono de las mayorías a favor de las grandes corporaciones, de la falta de participación ciudadana en las grandes decisiones, del deterioro de los medios de comunicación y el consiguiente envilecimiento de la esfera pública, de la falta de regulación de las redes sociales, del abuso de la ley convertida en un arma de ataque y destrucción de los adversarios, de la incapacidad de la izquierda norteamericana para superar el bipartidismo, del fin de la hegemonía norteamericana. Todo esto ha generado mucho dolor hacia fuera (aunque, a diferencia de Obama, Trump no ha empezado ninguna guerra), y ahora está amenazando la propia supervivencia de la democracia norteamericana.

El impeachment contra Trump, de producirse, o la puesta en marcha de la Enmienda 25 podrían esgrimirse como el triunfo de la división de poderes sobre la locura personal. Pero no es verdad. Porque esa locura personal es parte del propio sistema que la toleró, alimentó y que hoy anida en el partido republicano y en decenas de millones de norteamericanos. Al fascismo, en EEUU y en España, se le blanquea todos los días porque es funcional a la fase actual del sistema económico. Y solo se le conjura con una "gran conversación" que siente las bases de un nuevo contrato social. En otras palabras, recuperar la política para la gente.

 

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Hijos de Satanás: Los favoritos de Midas y El mar de octubre https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/12/14/hijos-de-satanas-los-favoritos-de-midas-y-el-mar-de-octubre/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/12/14/hijos-de-satanas-los-favoritos-de-midas-y-el-mar-de-octubre/#respond Mon, 14 Dec 2020 07:12:12 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8640 alt --> Sin hacer spoiler puede resumirse la excelente serie de Mateo Gil "Los favoritos de Midas": es imposible que te acepten entro los que tienen poder verdadero si no eres un auténtico hijo de puta. Sin hacer spoiler se puede resumir la excelente novela de Francisco Silvera El mar de octubre: siempre hay alguien más cabrón … Continuar leyendo "Hijos de Satanás: Los favoritos de Midas y El mar de octubre"]]> Hijos de Satanás: Los favoritos de Midas y El mar de octubre

Sin hacer spoiler puede resumirse la excelente serie de Mateo Gil "Los favoritos de Midas": es imposible que te acepten entro los que tienen poder verdadero si no eres un auténtico hijo de puta. Sin hacer spoiler se puede resumir la excelente novela de Francisco Silvera El mar de octubre: siempre hay alguien más cabrón que tú.

En la serie, Víctor Genovés, interpretado por Luis Tosar, es objeto de un chantaje por parte de los misteriosos "favoritos de Midas".  Genovés acaba de heredar el Grupo Malvar, y alguien le conmina: o paga 50 millones de euros o cada cinco días morirá un desconocido escogido al azar. Los ricos también sufren. Por eso beben tanto. Y se separan. Y consumen drogas y usan a prostitutas. Y van a misa. Pero hay algo aún más sagrado: los hijos. Porque los hijos son los que continúan el gran secreto: ser poderosos.

Los hijos en El mar de octubre hacen aún más negro el relato, porque son perdedores. En esta novela, hombres con gustos exquisitos escalan en su depravación porque hay gente en los márgenes, tolerada por el sistema, que les hacen todos los trabajos sucios. ¡Sin gilipolleces! Que es el grito con el que los lugartenientes de los poderosos hacen sus advertencias sobre cómo ejecutar el trabajo. Los poderosos son más elegantes. No levantan la voz.

Porque el poder, vaya por Dios, es una cuestión de clases. Y cuando se trata de una cuestión de clases, se trata siempre de una cuestión de lucha de clases.

Si los chimpancés enseñan a sus crías a usar un palo para capturar hormigas, los poderosos enseñan a los suyos los resortes del poder. La sutileza lo es todo, aunque el capricho siempre les acompaña. De entrada, no tienes que aplicar el poder en su forma más violenta. A menudo basta la amenaza. Pero llegado el momento, no es solo una cuestión de tu voluntad. Los tuyos, los de tu misma clase, son los que te exigen que no vaciles: tu duda les debilita. Y el poder existe solamente porque el resto cree que son poderosos. Porque el poder, vaya por Dios, es una cuestión de clases. Y cuando se trata de una cuestión de clases, se trata siempre de una cuestión de lucha de clases.

No basta con que puedan aplastar a alguien. Cada vez que realizan un castigo es una operación pedagógica. En España no pueden matar a 47 millones (ni siquiera Franco, que era un asesino king size cumplió su promesa de fusilar a media España), pero basta con golpear selectivamente a algunos objetivos para que los millones de ciudadanos aprendan a ser obedientes. Los mercenarios de los medios de comunicación, como los nuevos capataces de los campos de concentración, suministran la dosis diaria de latigazos. Son los judíos que intentan hacer la vida imposible a otros judíos. Les gasearán, como recompensa,  unos meses más tardes. Son tan humanos como nauseabundos, siempre tan amables con los Comandantes del campo y brutales incluso con sus hijos, en los que no dudan en vengar sus fracasos.

Si los chimpancés enseñan a sus crías a usar un palo para capturar hormigas, los poderosos enseñan los resortes del poder. La sutileza lo es todo. Igual no tienes que aplicar el poder en su forma más violenta. A menudo basta la amenaza.

Hijos de Satanás: Los favoritos de Midas y El mar de octubre

Los poderosos de la novela El mar de octubre viven cerca, casi ahí al lado, son nuestros vecinos, tienen costumbres más caras, pero puedes encontrártelos en la ciudad (bueno, en verdad tampoco viven en tu mismo barrio, pero terminas cruzándotelos). No parecen diferentes, sus deseos son similares, les angustia lo mismo y tienen familia como cualquiera. Son tan iguales que necesitan cagar en tronos de oro. Se diferencian de cualquiera de nosotros en algo común en los poderosos: no se ponen límites. El principal límite tiene que ver con la vida y la muerte. La gente de a pie nunca piensa en la opcion de hacer desaparecer a una persona con la que tiene un problema. Es una inteligencia de especie. Si todos hiciéramos eso, entraríamos en una espiral donde desapareceríamos. Hasta en el salvaje oeste se respetaban las reglas de la vida incluso para matar. Solo en los escenarios postapocalípticos hay una guerra civil permanente. Los poderosos están en estado de excepción permanente. Pueden quitar la vida a los demás sin remordimientos ni dificultades. Lucha de clases descarnada. Porque los ricos se han quitado los tapones de la decencia.

Los valores son para los demás. Para que obedezcan. Para que no alteren el orden. Hacen falta muchos para mantener el bienestar de unos pocos.

Los cadáveres, en Los favoritos de Midas y en El mar de octubre terminan regresando a la orilla. Pero da lo mismo. ¿Quién vigila a los vigilantes? Los poderosos no lo serían tanto si policías, jueces, periodistas afloraran sus comportamientos asociales. El poder se respeta sobre todo cuando no se ve. Porque cuando se ve, muestra también sus fisuras. Y su ostentación prepara la resistencia. A veces puede haber castigos arbitrarios para generar terror, pero eso no es útil salvo en poblaciones estables. Es mejor la sutileza. Clausurar un mundo alternativo.

Los poderosos lo son porque tienen en nómina a periodistas, policías, jueces y también a los que, en cualquier caso, pueden construir verdades, detener, torturar, matar y juzgar (¿En última instancia, a quién beneficiaba la policía política del PP? ¿quién se beneficia, mantiene en las tertulias y financia a "periodistas" como Inda, que miente invariablemente, que no ha pagado la pensión a sus hijos o que está acusados de acoso a menores?). La sociedad necesita a jueces, policías y periodistas para mantener la ficción democrática.  Pero nadie resiste tres escopetazos de cincuenta mil dólares.

Las buenas novelas negras desvelan la verdad de un mundo que se comporta de manera diferente a como marcan sus valores. Los valores son para los demás. Para que obedezcan. Para que no alteren el orden. Hacen falta muchos para mantener el bienestar de unos pocos. Decía Adam Smith en La riqueza de las naciones:

"Donde quiera que haya una gran propiedad, hay una gran inequidad. Por cada hombre rico deben existir al menos cinco pobres, y la abundancia de unos pocos supone la indigencia de muchos. La opulencia de los ricos suscita la indignación de los pobres, que se guían por los deseos, y se incitan por la envidia, para invadir sus posesiones. Es sólo bajo la protección de la magistratura civil que quien posee la propiedad, que se adquiere por el trabajo de muchos años, o por medio de generaciones sucesivas, puede dormir en paz".

Las dos obras dejan un mensaje claro (sin spoiler): si no eres un hijo de puta no eres poderoso. Pero incluso los poderosos necesitan de gente corriente para poder ser poderosos.

Hoy, detrás de cada rico hay en nuestras sociedades centenares de miles de pobres. En España, detrás de cada rico hay 400.000 pobres. Los dispositivos ideológicos para frenar tanta desigualdad deben estar bien engrasados. El poder no puede dejar al azar la construcción de conciencia. Controla todos los dispositivos de poder, y si hay algún fleco, recurren a soluciones drásticas. En Los favoritos de Midas la gente está en la calle protestando contra un sistema que, seguramente, no conoce en profundidad, pero cuyos efectos sufre. En El mar de octubre, el poder se sirve de "pueblo" dispuesto a vivir un poco mejor de las migajas que caigan de la mesa de los poderosos. En las dos obras, el poder nunca puede serlo sin servidores.

Las dos obras dejan un mensaje claro (sin spoiler): si no eres un hijo de puta no eres poderoso. Pero incluso los poderosos necesitan de gente corriente para poder ser poderosos.

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El Rey que pudo reinar https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/12/10/el-rey-que-pudo-reinar/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/12/10/el-rey-que-pudo-reinar/#respond Thu, 10 Dec 2020 10:26:16 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8624 alt --> También, pero no solo, anda la derecha soliviantada por la presencia de  Unidas Podemos en el gobierno de España. Su problema, más de fondo, es que sabe que, además, no puede volver al Gobierno porque han visto como caían, una a una, todas sus defensas. Se les ha roto el bipartidismo, y ya no pueden … Continuar leyendo "El Rey que pudo reinar"]]> El Rey que pudo reinar

También, pero no solo, anda la derecha soliviantada por la presencia de  Unidas Podemos en el gobierno de España. Su problema, más de fondo, es que sabe que, además, no puede volver al Gobierno porque han visto como caían, una a una, todas sus defensas.

Se les ha roto el bipartidismo, y ya no pueden negociar con el PSOE en nombre del pasado. Se les ha roto la honorabilidad porque no hay semana en que no regrese algún caso de la Gürtel, la Púnica o similares. Se les ha roto la credibilidad democrática, porque la emergencia de VOX les ha devuelto a sus orígenes franquistas. Se les ha roto el control absoluto de comisarios corruptos, jueces corruptos y medios corruptos. Y, quizá lo más doloroso, se les ha roto el cemento que unía a todas las derechas españolas: la monarquía expresada en Juan Carlos I y sus sucesores. Se les ha roto todas las defensas y solo les queda el golpe de Estado. Y ahí andan, intentándolo.

Para una clase empresarial antigua y poco competitiva, para una derecha con oído musical para el franquismo y el autoritarismo, para unos obispos que creen que toda la grey de España son sus obligados corderos, para unos medios que ocultaron durante cuarenta años sus fechorías el referente ha sido un rey con tarjetas black y cuentas off shore.

"La Corona de España –dice el artículo 57-1- es hereditaria en los sucesores de Su Majestad, Don Juan Carlos I de Borbón, legítimo heredero de la dinastía histórica". En esa Constitución se escribía, antes de que se aprobara, la expresión "Su Majestad", y además se habla de "dinastía histórica". Para que cuando se aprobara, porque era todo o nada y los demócratas querían aprobar la Constitución a como fuera, quedara claro que los Borbones estaban ahí antes de la Constitución. Es decir, que la legitimidad monárquica era previa a la legitimidad constitucional.

Pero resulta que el Rey restaurado por Franco en 1969 y reconocido como Rey en 1978, es, al decir de su propio hijo, Felipe VI, un tipo del cual no puedes aceptar ni siquiera la herencia porque sabes que su dinero viene de sitios oscuros y su origen es ilegal. No se trata de una empresa abierta en España, de discusiones sobre cómo declarar, de remuneraciones por trabajos hechos. Se trata de dinero sin declarar, de fondos opacos y sin justificación de por qué se reciben.

La derecha está desesperada porque el hundimiento de la figura del Rey Juan Carlos I es una debacle por donde se desenreda la madeja que habían hilado a la muerte de Franco

El piloto de la Transición es, en los señalamientos en los medios, en las conclusiones que está sacando la fiscalía que investiga sus cuentas en paraísos fiscales, y en el actuar de su propio hijo que le retiró la asignación de la Casa Real, un presunto delincuente. No, hay que insistir, porque regularice el dinero de las tarjetas black -donde sigue sin explicarse cómo se obtuvieron esos fondos y en virtud de qué se entregaron a Juan Carlos de Borbón-, sino porque sigue sin dar cuenta de los 65 millones en Suiza, del dinero de Jersey y de todo lo que se sospecha y aún no se ha investigado.

La derecha está desesperada porque el hundimiento de la figura del Rey Juan Carlos I es una debacle por donde se desenreda la madeja que habían hilado a la muerte de Franco. Tan grande como para los japoneses reconocer que el Emperador había perdido la guerra, como cuando te enteras de que tu equipo ganó gracias al dopaje, como cuando ves al responsable del milagro económico entrar en la cárcel por ladrón o cuando por fin entiendes que Eme Punto Rajoy es Eme Punto Rajoy.

No puede ser Jefe del Estado alguien que hereda ese cargo de alguien sobre quien recaen tantas sospechas. Porque Felipe VI, si renuncia a la herencia de su padre, debe renunciar también al trono.

Porque para una clase empresarial antigua y poco competitiva, para una derecha con oído musical para el franquismo y el autoritarismo, para unos obispos que creen que toda la grey de España son sus obligados corderos, para unos medios que ocultaron durante cuarenta años sus fechorías el referente ha sido un rey con tarjetas black provenientes de empresarios bajo sospecha, con cuentas off shore, que cobra comisiones en Arabia Saudí -seguro que por su enorme amor a España-, que regala millones a sus amantes, que manda al CNI a tapar sus fechorías y que nos miente a los españoles sobre sus virtudes personales.

Le corresponde a los jueces juzgar las presuntas ilegalidades del Rey Emérito, salvaguardado por cláusulas intolerables en una democracia. Y por eso mismo, le corresponde al Parlamento, como ha pedido reiteradas veces Unidas Podemos, investigar toda la vida del Rey Juan Carlos. Fuera o no inviolable. Porque no puede ser Jefe del Estado alguien que hereda ese cargo de alguien sobre quien recaen tantas sospechas.

Porque Felipe VI, si renuncia a la herencia de su padre, debe renunciar también al trono.

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Por qué Podemos, por qué República, por qué a partir de ahora https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/12/08/por-que-podemos-por-que-republica-por-que-a-partir-de-ahora/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/12/08/por-que-podemos-por-que-republica-por-que-a-partir-de-ahora/#respond Tue, 08 Dec 2020 11:45:34 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8610 alt --> España, ortodoxos y heterodoxos Si no fuera porque los medios de comunicación les cubren sus mentiras, causaría ternura la defensa del PP y de VOX de la Constitución Española de 1978. Hace cuarenta años, la mitad de los diputados de Alianza Popular votó en contra o se abstuvo. En su Congreso fundacional gritaban ¡Franco, Franco! … Continuar leyendo "Por qué Podemos, por qué República, por qué a partir de ahora"]]> Por qué Podemos, por qué República, por qué a partir de ahora

España, ortodoxos y heterodoxos

Si no fuera porque los medios de comunicación les cubren sus mentiras, causaría ternura la defensa del PP y de VOX de la Constitución Española de 1978. Hace cuarenta años, la mitad de los diputados de Alianza Popular votó en contra o se abstuvo. En su Congreso fundacional gritaban ¡Franco, Franco! La derecha española siempre va medio siglo tarde con los cambios. Y cuando defiende lo que existe y que antaño negó es porque el pueblo ya está pasando pantalla. La derecha española siempre tiene su utopía en el pasado.Por eso mira a la vieja Castilla de la antigüedad. Por eso es incapaz de pensar una nación nueva.

Su referencia siempre es alguna suerte de ortodoxia. Siempre bebe de las mismas fuentes. Uno de los grandes ideólogos de la derecha española católica y reaccionaria, el erudito Marcelino Menéndez Pelayo, dedicó una parte importante de su obra a señalar a los heterodoxos españoles, a la mala España a la que la buena España debía expulsar: "España, evangelizadora de la mitad del orbe; España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio, esa es nuestra grandeza y nuestra unidad... no tenemos otra. El día que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo (...)". Tres décadas antes, Donoso Cortés, otro doctrinario, había dicho en su "Discurso sobre la dictadura": "se trata de escoger entre la dictadura que viene de abajo y la dictadura que viene de arriba; yo escojo lo que viene de arriba, porque viene de regiones mas limpias y serenas: se trata de escoger, por último, entre la dictadura del puñal y la dictadura del sable; yo escojo la dictadura del sable, porque es mas noble". Podríamos escucharlo hoy en el Parlamento Español.

Sin embargo, España ha cambiado. Por eso la derecha ha intentado encarcelar al Delegado de Gobierno de Madrid y a la Ministra de Igualdad con motivo del 8M; por eso ha intentado meter en la cárcel a Pablo Iglesias inventando acusaciones sin fundamento de financiación ilegal que siempre han tumbado los tribunales. Por eso han intentado condenar a la cúpula de Podemos diciendo que han regalado dinero a una consultora (no que se ha financiado ilegalmente, sino que a pesar del ERE que tuvo que hacer, ha financiado a una consultora). Por eso han intentado forzar la dimisión del Ministro Marlaska haciendo ruido de sables con sectores del Opus Dei en la Guardia Civil, con dimisiones como  la de Pérez de los Cobos, que debían desencadenar la ruptura del Gobierno. Por eso la derecha ha aumentado la presión en los medios de comunicación desde el confinamiento, ha ido a Europa a intentar que se le quitaran a España los fondos europeos y mantiene la vigencia inconstitucional del Consejo General del Poder Judicial. Por eso un grupo de militares retirados, con derecho a portar armas, han intentado un pronunciamiento conjunto contra el gobierno de coalición, para contrarestar el mal momento del Rey Emérito y la aprobación de unos presupuestos que superan la condena repetida de los presupuestos que dejó el artero Montoro cuando era Ministro de Rajoy.

Por qué Podemos, por qué República, por qué a partir de ahora

Aquella imagen de los diputados y diputadas de Unidas Podemos poniendo los abrigos en el respaldo de los escaños del Congreso de los Diputados, desconociendo roperos, despachos, ujieres y protocolos, era la señal de que la política estaba tomada por gente que no sabía que era imposible, fue y lo hizo. La mirada de Rajoy a las rastas de Alberto Rodríguez resumía el desconcierto. La coleta de Iglesias era algo intolerable recortada ahí, insultante, contra un escaño. ¿Estaban en una rave o en el Parlamento? Y empezó Venezuela, Cuba, Irán, Corea... La exigencia de Pedro Sánchez a Pablo Iglesias de que habría gobierno siempre y cuando no estuviera el político de la coleta sentado en esa mesa, fue el penúltimo intento de frenar lo inevitable. Alguien hizo mal las cuentas y evaluó mal la determinación de Podemos, de manera que, finalmente, y contra todo pronóstico de las élites, el primer Gobierno de coalición desde tiempos de la República se producía. Porque España ha cambiado.

En mitad de una pandemia. ¿No iban a ser capaces las élites, que controla el dinero, los medios, la judicatura, de tumbar en esas cómodas condiciones al gobierno? Llevamos dos siglos con una derecha acostumbrada a que no se mueva nada y a que, cuando no hay más remedio, todo se mueva para que las cosas permanezcan en su sitio. La izquierda puede ganar el gobierno, pero el poder siempre está en otro sitio. Pensar que la derecha iba sin más a aceptar el resultado es desconocer la historia de la derecha española.

Oficinas del Estado donde no manda el pueblo

Una de las inercias más fuertes que tienen los Estados europeos en el siglo XXI tiene que ver con la gestión económica, siempre en manos de una lógica y unos funcionarios que se reproducen de manera endogámica. Es bastante común que cuando gobierna la izquierda, tenga que buscar a los responsables de la gestión económica fuera de los partidos de izquierda. Cuando terminan su tarea, esos cuadros regresarán al lugar de donde salieron. Eso sí, con una agenda política ampliada.

"Los ministerios de hacienda, de economía, los departamentos del tesoro, los Bancos Centrales siempre tienen una conexión permanente con el último bastión de la lógica de acumulación neoliberal"

La arquitectura del Estado se resistió durante el siglo XX a la entrada de la izquierda en los gobiernos. Fue entregando plazas solo con una enorme resistencia. La primera barrera siempre ha sido  la electoral. Las patronales financian a los partidos de la derecha (y si ven que no les alcanza, se inventan otros nuevos), les apoyan mediáticamente, colaboran en la persecución judicial de los adversarios de izquierda, estigmatizan las vertientes más radicales dentro de la socialdemocracia, (que siempre estaban por acordar pactos con los sectores a la izquierda de la propia socialdemocracia) y, en última instancia, amenazan con el hundimiento de la economía si no se cumplen sus deseos.

Cuando la derecha ha perdido los gobiernos, ha empezado la pelea mediática y judicial. Dentro del Estado, se ha atrincherado en los departamentos económicos, casi siempre liderados por gente que, perfectamente, podían hacer la misma tarea por encargo de la derecha. Esos ministerios, los que se denominan de ingresos, siempre han puesto de rodillas a los ministerios de gasto. Los ministerios de hacienda, de economía, los departamentos del tesoro, los Bancos Centrales siempre tienen una conexión permanente con el último bastión de la lógica de acumulación neoliberal, que está situado lejos de donde la democracia nacional puede actuar. En Bruselas, en Washington, en Berlín, en Londres, en Basilea o Davos. Son sitios donde se dan órdenes. No se negocia.

Da lo mismo que los Ministerios de economía y hacienda estén en minoría ideológica en un gabinete. Saben que hay una lógica externa que pone de rodillas a los países. Esa gente maneja esos resortes, porque los han aplicado a otros países. Y no tienen problemas en aplicarlos a los suyos. Porque su futuro no depende de que hagan en sus países políticas que beneficien a la mayoría. Regresarán a sus empleos internacionales solo si son disciplinados. Les va el sueldo en ello. Siempre van a argumentar en esa lógica que les ha llevado a ser lo que son. Todos ellos, en la izquierda o en la derecha - Calviño, Solbes, Elena Salgado, Carlos Solchaga, Miguel Boyer, Montoro, De Gindos o Rato- han retomado el hacha del verdugo neoliberal tras acabar su cometido político. Ni uno se ha ido a trabajar a un sindicato, a dar clases en la universidad pública, a asesorar a una ONG. Les escogen cuidadosamente para que no cometan errores.

"El desmoronamiento del PP ha coincidido con la decadencia de Europa y de España en la economía globalizada. A falta de negocios basados en la competitividad, la derecha, siguiendo una pauta histórica, buscó el atajo de la corrupción"

Pablo Iglesias: de la estirpe de judíos, moros, gitanos, masones, aguadores, jornaleros, rojos, anarquistas, comunistas, socialistas y demás enemigos de España

Los dueños tradicionales de España han hecho todo lo que estaba en su mano para acabar con Podemos. Tenían en nómina al hombre que leía el futuro para la derecha, Pedro Arriola, que no les avisó a tiempo de que el 15M era un terremoto que demostraba que España había cambiado. "Unos frikis", contestó el hombre que ayudaba a predecir el devenir y, por tanto, contratos, inversiones e incluso mordidas que anticipaban un posible negocio.

El desmoronamiento del PP ha coincidido con la decadencia de Europa y de España en la economía globalizada. A falta de negocios basados en la competitividad, la derecha, siguiendo una pauta histórica, buscó el atajo de la corrupción. Que Rodrigo Rato, el responsable del llamado "milagro económico" del PP (una estructura de corrupción, especulación, privatizaciones y beneficios a corto plazo) terminara en la cárcel, aumentó la preocupación. Y por si fuera poco, el cemento de ese cruce complicado entre diferentes intereses económicos y la política, el Rey Juan Carlos I, iba camino de Abu Dhabi, lo que recordaba el trayecto de su abuelo camino de Estoril en 1931.

Las élites económicas buscaron igualmente, ante el empuje de Podemos y tras el fracaso de Rubalcaba -"el hombre que sabía"-, a una persona como Pedro Sánchez. Eduardo Madina no les pareció lo suficientemente de confianza, pese a disfrutar del apoyo de Felipe González. Pero no contaron con que a Sánchez le pesaban más sus propios planes que los de los que se creían sus jefes.

"El 15 rompió el orden profundo de España: monarquía, bipartidismo, centralismo, reacción y capitalismo de amiguetes"

Terminaron cortándole la cabeza cuando también les salió respondón.Pero contra todo pronóstico, todo se volvió en contra de las élites. Y ha terminado de Presidente del Gobierno, acompañado en el Palacio de la Moncloa ni más ni menos que por Podemos y, para más inri, por Pablo Iglesias, que era el principal objetivo a batir. No han podido pese a todos los intentos. Porque España ha cambiado.

Los que siempre han mandado en España habían confiado en Albert Rivera, al que le construyeron un partido para que recogiera los restos del naufragio de la corrupción del PP. Pero el Ibex 35 ya no es lo que era, y el bancario catalán se creyó que todo lo que le había pasado era obra suya. Terminó de nuevo en el sector privado, poniendo su agenda política al servicio de aquellos a los que había desobedecido. Y Ciudadanos se derrumbó tambaleándose entre la ultraderecha de VOX y un centro que era "su" lugar pero en donde no se movía a gusto. No olvidemos que Ciudadanos nació inflamando el conflicto en Catalunya. No pocos de sus referentes han terminado en el entorno de VOX.

Lo que ha roto el 15M y Podemos

El 15 rompió el orden profundo de España: monarquía, bipartidismo, centralismo, reacción y capitalismo de amiguetes. Con Juan Carlos I cazando elefantes en Botswana en el momento más duro de la crisis, con el PP y el PSOE pactando la reforma del artículo 135 y sumergidos en inabarcables casos de corrupción, con millones de catalanes en la calle pidiendo más soberanía y con el jefe de la patronal y el responsable del "milagro" económico del PP camino de la cárcel.

En la historia constitucional de España, invariablemente, en el lado del conservadurismo estaba, como principio legitimador, la nación identificada con la monarquía y la iglesia católica. La Constitución de 1845 del General Narváez, con la inestimable ayuda del lúcido reaccionario Donoso Cortés (que sería una gran influencia en Carl Schmitt, el igualmente lúcido jurista nazi) estableció un principio que aún lastra la democracia española: la soberanía de la Nación solo se expresaba en las Cortes (no en ninguna otra forma de participación popular) que compartía su mando con la soberanía del Rey. Una monarquía constitucional sin soberanía popular ni nacional. España se fue configurando, desde el siglo XV, como un país compuesto al optar los Reyes Católicos por hacer un Imperio -que siempre deja más sueltos a los territorios- y no una nación. A esa condición plural de España le intentarían poner fin los cañones que bombardearon Barcelona en 1714 durante la guerra de Sucesión. Los que apoyaron al Borbón vencedor, Felipe V, mantuvieron parte de su autonomía -le ocurrió al foralismo vasco-. Los perdedores, sin embargo, empezarían a sufrir lo que el propio Felipe V llamó "derecho de conquista".

" en vez de derechos, lo que ofrecía el hecho de ser "español" era una identidad, no un catálogo de exigencias democráticas, sino simbología identitaria que reposaba en la noche de los tiempos, en Don Pelayo, en los visigodos, en una iglesia eterna y en los que han defendido la patria de sus enemigos"

"España, demasiados retrocesos", resumió el historiador Ramón Carande. La nación española, en construcción, se había levantado en 1808 contra Carlos IV por no entender el nieto de Felipe V que la monarquía era un depósito de la nación que no podía entregar a Napoleón como si fuera una posesión familiar. Después vendría Fernando VII fusilando liberales, gobernando con el apoyo "de los 100.000"  mercenarios franceses que le restituyeron en el poder, y también la expulsión de España de la Regente María Cristina en 1840 tras intentar quitarle a los municipios la elección directa de los alcaldes. En España, las protestas democráticas siempre han venido de los municipios y las periferias.

Por qué Podemos, por qué República, por qué a partir de ahora

Narváez adelantaría lo que luego consagraría Cánovas en la Constitución de 1876: todo el poder que tenga el Rey no lo tendrá la nación, es decir, el pueblo. Por eso el mando de las fuerzas militares siempre se entregó al Rey, un claro contraste con el "pueblo en armas" de la Revolución Francesa. Y por eso, en vez de derechos, lo que ofrecía el hecho de ser "español" era una identidad, no un catálogo de exigencias democráticas sino simbología identitaria que reposaba en la noche de los tiempos, en Don Pelayo, en los visigodos, en una iglesia eterna y en los que han defendido la patria de sus enemigos. La igualdad entre los españoles, sostiene Xabier Domenech en Un haz de naciones, ofrecía una idea de nación "étnico-cultural" y no política. Por eso, residía en "compartir una historia y una cultura común, una identidad y no unos mismos derechos".

"La derecha española nunca ha ofrecido una legitimidad basada en representar a una ciudadanía con derechos, sino en la representacion de la nación, una nación imperial y excluyente poblada de banderas. Por eso se ha refugiado, por esa mirada constante por el retrovisor, en Castilla. No algo a conquistar, sino algo a recuperar. Y en esa misma lógica, amenazada por los "antiespañoles"

La derecha española siempre ha sido monárquica, para concentrar en el Rey –con mando de las fuerzas armadas- el poder que no se quería conceder al pueblo. Ha sido católica, como forma de legitimar a la monarquía. Ha sido, por el peso de la monarquía, el ejército, la iglesia y el peso tradicionalista, necesariamente patriarcal. Ha sido centralista, para frenar, principalmente, el juntismo y el municipalismo que, no en vano, fue el que provocó el exilio de María Cristina, la Reina regente de Isabel II, cuando, como decíamos, quiso impedir la elección directa del alcalde por los vecinos en 1840. Y, por supuesto, contraria al regionalismo y las reivindicaciones de los reinos históricos que desafiaban a la burguesía articulada en la corte madrileña. La modernización capitalista en España se hace contra los campesinos. Y por eso los campesinos van a alimentar los ejércitos carlistas y, en el otro extremo, las filas anarquistas.

Cuando se establece el sistema de provincias en 1833, sin ninguna base histórica, se buscaba que desde el centro se controlara desde lo militar, la hacienda y la justicia en todos los territorios, en una tensión que quería homogeneizar un país muy diverso. Aún hoy, para ir de Sevilla a Alicante tienes que pasar por Madrid. Y la derecha siempre ha pretendido que el castellano sea el único idioma español. La lengua como arma arrojadiza es parte de esa condición centralista de la derecha española.

La derecha ha sido clientelar, y por eso no ha desarrollado un capitalismo competitivo. Y ha sido reaccionaria y nacionalista, incapaz de reconocer derechos a las mayorías. Ha sostenido su poder en el recurso constante al ejército y a la oferta identitaria basada en la bandera, en la religión, en una españolidad imperial y eterna basada en mitos y mentiras, y en el relato de la constante conspiración contra España por parte de potencias extranjeras. La derecha española nunca ha ofrecido una legitimidad basada en representar a una ciudadanía con derechos, sino en la representacion de la nación, una nación imperial y excluyente poblada de banderas.

Por eso se ha refugiado, por esa mirada constante por el retrovisor, en Castilla. No algo a conquistar, sino algo a recuperar. Y en esa misma lógica, amenazada por los "antiespañoles", es decir, por los compatriotas que tenían una idea diferente de España. España la vive la derecha como una pertenencia y por eso creen que tienen derecho a echar de su casa al Vicepresidente Pablo Iglesias y a la Ministra de Igualdad Irene Montero, decirle a la gente de Podemos dónde pueden o no pueden comer o preferir un gobierno que asesinó a 200.000 españoles antes que al gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos.

"Desde el siglo XIX, la alternativa a la derecha y a las élites ha sido, necesariamente, lo contrario: republicana, laica, federalista y municipalista, socialista, comunista y anarquista y progresista"

La batalla cultural sobre la Constitución de 1978

Por supuesto, a esta derecha, de la Constitución de 1978 le interesan, sobre todo, los artículos que entregaron a los padres de la Constitución los militares (el artículo 2, sobre la indivisible unidad de España y el artículo 8, sobre el papel de los militares en la defensa de la unidad de España). Los artículos sociales los desprecian. No en vano, los antecedentes de VOX y del PP votaron en contra de la Constitución. Sólo la defienden hoy porque hay una España que quiere seguir avanzando.

Esta condición reaccionaria y nacionalista estrecha, sostenida sobre un relato excluyente, explica el necesario recurso permanente al adoctrinamiento en la escuela, en la producción cultural, en la iglesia y en los medios de comunicación. La derecha española siempre ha quemado libros (en la Transición quemaba librerías) y nunca ha faltado un cura santificando esa hoguera. Que le pregunten a Alonso Quijano.

Desde el siglo XIX, la alternativa a la derecha y a las élites ha sido, necesariamente, lo contrario: republicana, laica, federalista y municipalista, socialista, comunista y anarquista y progresista. Le ha costado también asumir el feminismo, pero finalmente lo ha incorporado como una batalla necesaria.

Todas las batallas culturales que tiene ahora mismo España beben de esa necesidad arcaica de la derecha española. La derecha sigue luchando por controlar la educación y los medios de comunicación. Sigue defendiendo la bandera como baluarte principal de la españolidad (acaban de llenar las luces navideñas de banderas en Madrid). Sigue defendiendo a la monarquía, aun con Juan Carlos I en Abu Dhabi, y sigue sintiendo el catolicismo antiguo como su refugio (por eso no les gusta el Papa Francisco). Sigue necesitando enemigos internos de su idea estrecha de España, y por eso necesita constantemente hablar de separatistas, terroristas, comunistas, ateos, feministas, que ponen en peligro esa identidad de España. Siguen vinculados a una élite empresarial arcaica (que hace regalos a los reyes), se relacionan con la extrema derecha europea y odian al feminismo como una reclamación que pone en cuestión su orden mítico.

Han pasado casi doscientos años desde Narváez. Y sin embargo, las batallas culturales en España siguen pareciéndose muchísimo.

Aunque les lleven los demonios... No hay democracia sin redistribución de la renta

Tampoco nos engañemos: las élites se enfadan cuando se gobierna tocándoles el bolsillo. Suelen adelantarse a ese riesgo y se gastan el dinero que haga falta para torcer el rumbo de la voluntad popular. Pero no siempre les salen bien los planes más pacíficos.

Por eso, cuando se enfrentan a decisiones que ya no tienen marcha atrás, dan zarpazos. En España, de momento, los golpes han tenido que ver con la creación de una policía política que se ha inventado pruebas para sacar a Podemos de la política –encarcelando a sus líderes o estigmatizándoles-, por el uso de los aparatos del Estado para desacreditar a los adversarios –CNI, agencia tributaria, policía y guardia civil, Consejo General del Poder Judicial- y, principalmente, por el alineamiento de la práctica totalidad de los medios de comunicación para disparar día sí y día también contra Podemos.

Que, a su vez, han generado comportamientos inéditos en la recuperada democracia española, como el asedio en su casa durante  meses al Vicepresidente del Gobierno y la Ministra de Igualdad o las agresiones y señalamientos a los líderes de Podemos negándoles derechos básicos de ciudadanía. Este tipo de agresiones generaron todo tipo de razonables condenas por parte de todos los partidos políticos y de los medios cuando se hacía por parte de grupos independentistas (incluso se las señalaba como continuación del terrorismo cuando ETA ya había dejado de asesinar) pero que, en el caso de Podemos, muy al contrario, son jaleadas por los propios medios de comunicación. Carlos Herrera, en la COPE, la radio de los obispos, invitó a ir de Romería a la casa de Iglesias y Montero. Muy cristiana no parece la propuesta. Quizá por eso mismo llamó "escoria" a los tres millones de votantes de Unidas Podemos.

Regular democráticamente la economía toca el bolsillo de las élites. El Ingreso Mínimo Vital, la subida del SMI, los créditos ICO, el "escudo social" que prohíbe los desahucios y cortes de suministros durante los meses más duros de la pandemia y el Estado de alarma, los ERTES y la vigilancia de los fraudes empresariales con los mismos, la limitación del precio de los alquileres, la regulación teletrabajo son todas novedades que marcan un nuevo rumbo. Porque España ha cambiado. Pensar que las élites van a aceptarlo democráticamente es ingénuo.

Si hay una nueva España ¿por qué no tiene que haber una nueva forma de hacer Gobierno?

Por qué Podemos, por qué República, por qué a partir de ahora

Pedro Sánchez busca, como todo Presidente de Gobierno, gobernar con la mayor tranquilidad posible. Las cadenas siempre se rompen por el eslabón más débil, es decir, por el que tiene menos fuerza para aguantar la presión. Claro que los poderosos siguen presionando. En los medios y donde más daño puedan hacer.

Ahí aparecen las presiones por parte de aquellos sectores del PSOE que están ganados para la lógica de las élites. Felipe González, salvo cuando les generó incertidumbre al final de su mandato, nunca ha molestado ni a las élites, ni a la OTAN, ni a las finanzas internacionales ni a la conversión neoliberal de Europa.

Los llamados "barones" de la España central forman parte de las presiones que recibe Sánchez. Recordemos que Emiliano García-Page, Javier Lambán y Guillermo Fernández-Vara participaron de la defenestración de Sánchez en 2016. Por convencimiento o porque, como no han hecho grandes esfuerzos para cambiar la manera de pensar en sus Comunidades Autónomas, limitándose a gobernar dentro de un bipartidismo que se parece muchísimo, con sus salvedades, al del siglo XIX, pues tienen que pensar como la derecha en asuntos como la organización territorial del Estado, el papel de la iglesia, la defensa de la monarquía, el orden que marcan las fuerzas vivas o Europa.

Sólo con las fuerzas del conjunto de España que quieran integrarse en un nuevo poder republicano y federal puede ofrecerse un nuevo Estado. En esa propuesta, son esenciales las fuerzas vinculadas a Podemos en Euskadi, en Catalunya, en Galiza, Baleares, Comunidad Valenciana y también, con sus propios contornos, en Andalucía y en el resto de los territorios. La apuesta republicana federal es la que da sentido a Unidas Podemos en las naciones históricas. Es ahí también donde fuerzas independentistas, como ERC o Euskal Herria Bildu, no tienen más remedio que apostar por la república federal como un paso hacia sus reivindicaciones. Que irán coevolucionando en ese mismo diálogo.

"un futuro donde el trabajo, la vivienda, la autonomía personal, el ocio y la alegría no sean expulsadas por el "Prohibido pensar" de la derecha. Y que no se deja enredar por prisas que pongan el resultado por delante del debate. No. La antesala de cualquier cambio profundo siempre es una gran conversación"

Esta incorporación de las fuerzas nacionalistas a la gobernabilidad de España reconfigura el tablero. En primer lugar, porque la experiencia traumática de la lucha armada de ETA, con el terrible dolor causado por la insania terrorista, obliga a otro rumbo. Otro tanto pasa con el fracaso de la vía unilateralista del proces, que se ha zanjado como un error y un fracaso que se sostiene solamente por las trampas judiciales que se han cebado con los independentistas.

Ha sido Unidas Podemos, y en concreto Pablo Iglesias, quien ha convencido a las fuerzas nacionalistas de la necesidad de este nuevo rumbo. Algo que se empezó a construir en el Encuentro de Zaragoza en septiembre de 2017 (donde estuvo el PNV y se ausentó Bildu).

La España de futuro tiene que seguir el rumbo alternativo al marcado por la derecha durante los dos últimos siglos. Por eso tiene que ser republicana, federal, plurinacional, laica, superadora del capitalismo, pacifista, internacionalista. Y en esa misma lógica, incorporando lo que ensanche la base de la libertad, la igualdad y la fraternidad. En muchos de estos valores, que son los que engloba la idea de República, también puede encontrarse una derecha democrática e incluso esa nueva generación de emprendedores que se abochorna de la forma de hacer empresa en la España de la oligarquía y el caciquismo. No veo a algunos jóvenes empresarios españoles pidiéndole al Rey Felipe VI que les abra la puerta de las mordidas para que hagan negocios en Arabia Saudí. Se abren paso porque son competitivos, y por eso se respetan a sí mismos. Lo contrario les abochornaría. En la República no es que quepa una derecha moderna: es que es su único espacio.

España republicana: otra vez orgullosos

Esa España alternativa que tiene un hito claro con la aprobación de los presupuestos, ofrece una épica a la gente joven, una reparación a la gente mayor y esperanza a las mayorías: una España reformable, sin tope de velocidad, que cierra la puerta al más rancio de los pasados, que entiende el feminismo y el ecologismo como la continuidad de los valores igualitarios y fraternos, y que por su contenido social –la república en España solo puede ser social- les permite pensar en un futuro donde el trabajo, la vivienda, la autonomía personal, el ocio y la alegría no sean expulsadas por el "Prohibido pensar" de la derecha. Y que no se deja enredar por prisas que pongan el resultado por delante del debate. No. La antesala de cualquier cambio profundo siempre es una gran conversación.

La derecha española, sin ideas y refugiada en la irracionalidad de un pasado mítico, no tiene futuro porque se empeña en tener solo pasado. Por eso la derecha empresarial no se está entendiendo con la derecha política. La necesaria ruptura de la derecha con su pasado pasa también por la aceptación del republicanismo.

"Todos los que sabemos que España necesita un nuevo contrato social por el que tengamos ganas de pelear. Y ese contrato social va a hacer de España un país republicano, social y federal."

Decía Ortega que Europa terminaba en los Pirineos. Pero no es verdad. Ni lo fue en su momento. Han sido los constantes retrocesos los que han frenado a España. Ahora estamos en la frontera de un nuevo salto democratizador. Y por eso la reaccion está tan virulenta. Su odio está vinculado a nuestra esperanza. Con ellos, reyes corruptos, militares golpistas, empresarios ligados a tramas negras, obispos reaccionarios, banqueros conspiradores, empresarios desalmados, periodistas corrompidos, maltratadores profesionales y toda una cuerda de defraudadores de los principios democráticos. Es evidente que hay gente de bien en esas filas. Pero no son los tramposos que juegan a la desestabilización para pescar con artimañas en el río revuelto de una España llena de incertidumbre. Sus gritos solo buscan aturdir.

Enfrente, políticos decentes y ciudadanos comprometidos, militares y cuerpos y fuerzas de seguridad que abrazan la Constitución, sindicalistas, empresarios que pagan impuestos en España y crean puestos de trabajo, cristianos de base y creyentes que no confunden religión y Estado, el mundo de las finanzas solidarias, el periodismo honesto, el feminismo, el ecologismo, el pacifismo, los que luchan por la libertad sexual, las maestras y maestros y demás profesores que saben que la educación es un bien público, los sanitarios que saben que también son trabajadoras y trabajadores de un bien público, los defensores de la libertad en las redes, los trabajadores y trabajadoras de la cultura, los que han mantenido viva lo mejor de la memoria de España, los que reciben con mantas a los inmigrantes, los luchadores de la cooperación y la solidaridad... Todos los que sabemos que España necesita un nuevo contrato social por el que tengamos ganas de pelear. Y ese contrato social va a hacer de España un país republicano, social y federal.

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Diego:4-Maradona:1 https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/11/27/diego4-maradona1/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/11/27/diego4-maradona1/#respond Fri, 27 Nov 2020 10:06:02 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8600 alt --> Me recuerda un amigo argiñol una frase que resume las contradicciones en torno a  Maradona: "Diego: no te juzgamos por lo que hiciste con tu vida, te amamos por lo que hiciste con la nuestra" Como si hubiera dos personas, una, Diego, cebollita, el pelusa. Otro Maradona. Uno, el pibe de una villa que tenía … Continuar leyendo "Diego:4-Maradona:1"]]> Diego:4-Maradona:1
Me recuerda un amigo argiñol una frase que resume las contradicciones en torno a  Maradona: "Diego: no te juzgamos por lo que hiciste con tu vida, te amamos por lo que hiciste con la nuestra"

Como si hubiera dos personas, una, Diego, cebollita, el pelusa. Otro Maradona.

Uno, el pibe de una villa que tenía un imán para el balón y una imaginación irrepetible para soltarlo. Un pibe que tuvo la magia de que siempre se le notara que venía del barrio.

El otro, el maltratador, la víctima del éxito, de las drogas y el alcohol, del negocio del fútbol que destroza a las estrellas como siempre han destrozado las discográficas a sus figuras jóvenes que no estaban preparadas para los focos.

Los cartoneros, los sin techo, los albañiles, los descalzos, la gente de la calle, los de las villas ven en Maradona a uno de los suyos. Que se pone hasta las cejas de cocaína y alcohol, que jode su vida, que le sale la violencia con la gente que le aguanta, que llora, que la caga, que le ayudan y se levanta, que vuelve a joderla, que la endereza, que vuelve a caerse. Pero que nunca se olvidó del barrio.

Los pijos, los ricos, la derecha siempre vieron en Maradona a un tipo que mete goles fantásticos. Pero que cuando le veían reunirse con Chávez o con Fidel le llamaban negro de mierda y le decían que se dedicara al fútbol y dejara de joder. O le llamaban cocainómano, ellos, que son los que se enriquecen con el negocio de la coca y la consumen escondidos dia sí y día también escondidos tras los muros de sus mansiones.

Los periodistas deportivos que escriben para los que nunca han jugado en el barrio, decían que Maradona era un dios, una leyenda. En los barrios altos se levantan y tiran estatuas a ritmo de talonario.

Para el barrio, más pegado al frio y al calor, Maradona es el orgullo, la dignidad, la rendija en el sistema.  Claro que el barrio le afea también que haya sido violento, que haya golpeado a su pareja y que hasta sus hijas hayan tenido que denunciarlo.

Los ídolos acumulan mucho poder y en una sociedad patriarcal, los ídolos es muy probable que repitan esos comportamientos.

El barrio vive toda esa mierda porque es donde más se sufre. Y no le gusta y sus mujeres se organizan para que esas cosas no ocurran.

Pero algo obra cuando odiando como odian la violencia contra las mujeres de los machos borrachos, eso no tumba en el barro el recuerdo de Maradona.

El barrio le agradece también a toda la gente que ha ayudado en silencio y que prefiriera estar con equipos humildes en otros países, como el Nápoles, antes que a los poderosos de la Juventus de Platini o el Milan de Berlusconi. Y por eso le comparan con el Che, que se fue a Angola y a Bolivia, no a Estados Unidos o Alemania a pelear por la justicia.

Por eso el barrio es hoy el que está de verdad triste. Aunque no le perdonen que fuera violento con las mujeres.

El sueño no es entrar de botones en un pinche banco y terminar dirigiéndolo. El sueño es nacer en una villa y llegar a ser la ilusión de todo un país, vengar en la cancha la pobreza, tumbar a goles a los poderosos.

Maradona, muriéndose tan mal, hoy ha puesto a llorar a toda la Argentina. Por eso Maradona es Argentina.

Precisamente por ese lado oscuro, por esa autodestrucción, por la falta de esperanza, por hacer daño a los tuyos, por ser un sueño pero un sueño truncado, por ese pacto con el diablopara huir de la miseria, por la posibilidad de salir de la villa, por la impunidad de hacer lo que te salga de las narices, por la vergüenza del maltrato, por la soberbia, por la sensibilidad con la izquierda, por la generosidad. Pelé es un burócrata de la FIFA. Maradona, un triunfador del barrio. Y los triunfadores del barrio, como diría Frei Betto, tienen más de supervivientes que de héroes.

Lo clavó Eduardo Galeano: "Diego Armando Maradona fue adorado no sólo por sus prodigiosos malabarismos sino también porque era un dios sucio, pecador, el más humano de los dioses. Cualquiera podía reconocer en él una síntesis ambulante de las debilidades humanas, o al menos masculinas: mujeriego, tragón, borrachín, tramposo, mentiroso, fanfarrón, irresponsable. Pero los dioses no se jubilan, por muy humanos que sean. Él nunca pudo regresar a la anónima multitud de donde venía. La fama, que lo había salvado de la miseria, lo hizo prisionero".

Maradona es la Argentina y por eso le velan en la Casa Rosada. Y casi estaba escrito en las estrellas que tenía que terminar como un partido conflictivo.  ¿Qué futbolista español tendría su capilla ardiente en el Palacio de la Moncloa? Maradona es el peronismo, es la Evita montonera de los descamisados, es su igual que les quitó la vergüenza de ser pobres, que les daba esperanza en ese vaso de leche y ese trozo de pan en el colegio que ha sido la única comida diaria de tantos niños que luego jugaban a la pelota para no jugar con el hambre. Maradona ayudó a que millones se olvidaran del hambre un rato

La vida de Diego Armando Maradona ha sido la vida de un juguete quebrado, estropeado en una sociedad de mierda que lo arrastró a buena parte de las cosas que despreciamos.

Y sin embargo, millones no ven en Maradona su vida rota, sino la posibilidad que brindó a tantos de componer con dignidad la suya.

Cuando alguien te devuelve la dignidad, como sea, ya no lo vas a entender nunca desde las razones.

Su altar solo puede ser laico como el de esos dioses pecadores a los que de vez en cuando también insultas. Es un altar con conciencia de clase.
Ojalá se eche un partidito con Chávez, con Fidel, con Mandela.

Nosotros seguimos calentando en la banda.

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Y la derecha llamando a Don Pelayo y Don Pelayo que no viene https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/11/24/y-la-derecha-llamando-a-don-pelayo-y-don-pelayo-que-no-viene/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/11/24/y-la-derecha-llamando-a-don-pelayo-y-don-pelayo-que-no-viene/#respond Tue, 24 Nov 2020 12:20:43 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8594 alt --> España arrastra desde el siglo XIX una idea de monarquía que es incompatible con una democracia. No porque las monarquías sean incompatibles con la democracia -aunque esencialmente lo son por su principio hereditario- sino porque en el desarrollo de la historia de España, los Borbones no han hecho nada para que el principio democrático esté … Continuar leyendo "Y la derecha llamando a Don Pelayo y Don Pelayo que no viene"]]> Y la derecha llamando a Don Pelayo y Don Pelayo que no viene

España arrastra desde el siglo XIX una idea de monarquía que es incompatible con una democracia. No porque las monarquías sean incompatibles con la democracia -aunque esencialmente lo son por su principio hereditario- sino porque en el desarrollo de la historia de España, los Borbones no han hecho nada para que el principio democrático esté por encima del principio monárquico. Todo lo contrario.

En 1845, el General Narváez, con la ayuda de Donoso Cortés, sentaban las bases del "doctrinarismo español", que se asentaba sobre el hecho de que la soberanía estaba compartida entre la corona y la nación. A partir de ese momento, los españoles iban a ser españoles no porque tuvieran una Constitución que les reconociera derechos, sino porque eran "españoles". En vez de derechos, identidad, aunque la identidad no se coma.

En el siglo XXI, herederos de esa tradición interesada, las derechas van a todos lados con las banderas diciendo que lo único importante es ser español. Luego pueden posicionarse en contra de la subida del salario mínimo. Pero con la bandera cada vez más grande.

"Para los Borbones, la monarquía no viene de ninguna Constitución: viene de la historia. Fue Juan Carlos I de Abu Dhabi el que le dijo a Suárez: "Tú estás aquí porque te ha puesto el pueblo con no sé cuántos millones de votos... Yo estoy aquí porque me ha puesto la Historia"

En el siglo XXI, Urdangarín iba a los políticos de la democracia a pedirles dinero en nombre del Rey. Y se lo daban. Porque la legitimidad monárquica siempre ha pesado más que la democrática en los gobernantes españoles.

Las derechas españolas siempre han sido intrínsecamente monárquicas, porque con los borbones nunca han visto cuestionados sus privilegios. Mientras que en Francia le cortaban la cabeza al Rey, en España se preparaban las condiciones para que Fernando VII impidiera después el desarrollo del liberalismo. Los Borbones intentaron crear un cordón sanitario para que las ideas revolucionarias francesas no pasaran los Pirineos y Carlos IV fue el primero que no entendió que la monarquía era un depósito de la nación, y no una posesión de los borbones. Cuando le quiso pasar la corona a Napoleón, el pueblo se negó y comenzó la guerra de la independencia, que fue la primera guerra civil española.

Para los Borbones, la monarquía no viene de ninguna Constitución: viene de la historia. Fue Juan Carlos I de Abu Dhabi el que le dijo a Suárez: "Tú estás aquí porque te ha puesto el pueblo con no sé cuántos millones de votos... Yo estoy aquí porque me ha puesto la Historia, con setencientos y pico años. Soy sucesor de Franco, sí, pero soy el heredero de 17 reyes de mi propia familia".

"La derecha siempre ha sido monárquica, porque así se concentraba el poder en una sola mano. Además, el Rey mandaba en el ejército. Por eso, la alternativa democrática en España, desde el siglo XIX, siempre ha sido republicana"

Lo que se construyó en 1845, y luego se apuntaló con la Constitución de Cánovas del Castillo en 1876, es la base de esta derecha retrógrada que tenemos. Hay que, al menos, reconocerle que ha sido coherente en los últimos dos siglos.

La derecha siempre ha sido monárquica, porque así se concentraba el poder en una sola mano. Además, el Rey mandaba en el ejército. Por eso, la alternativa democrática en España, desde el siglo XIX, siempre ha sido republicana.

Por la misma razón, la derecha siempre ha sido centralista, para impedir que, sobre todo el municipalismo, pusiera en cuestión el control del país. Por eso la alternativa siempre ha sido juntista y federalista.

La derecha siempre ha sido católica, porque así sojuzgaba y sometía a las mayorías analfabetas e ignorantes. La alternativa era laica y apostaba por la educación popular  y la lucha contra el analfabetismo. Y cuando era creyente, era más cristiana que católica. La educación pública sería uno de sus baluartes, frente a la educación religiosa y privada defendida por la derecha.

La derecha siempre ha estado en contra de los derechos para las mayorías. Se opuso al sufragio universal y luego al femenino, se opuso a los sindicatos y a la jornada de ocho horas, se opuso a la legalización de los partidos obreros y siempre defendió los privilegios de terratenientes, latifundistas, señoritos, banqueros y altos funcionarios. La alternativa siempre fue socialista y comunista, defendía el sufragio, los sindicatos de trabajadores, los derechos laborales y acabar con los privilegios. Algo no muy diferente de lo que pasa en 2020.

La derecha dice que España es suya y seguro que muchos de ellos se lo creen. En el entorno de VOX y también del PP, dicen que para eso ganaron una guerra.

Por todo esto golpean a la izquierda con la bandera, con la cruz, con la lengua, con los muertos, con cosas que son de toda la comunidad, pero que solo las entienden, en su lectura excluyente, como si les pertenecieran. Y cuando no les encaja en su marco, las desprecian o las aniquilan. Sean las víctimas del franquismo o del 11M, sean los "otros españoles", sean, como

Es tanta la soberbia autoritaria de la derecha que incluso golpean con la Constitución, de la que solo le interesan algunas partes. Las partes que tienen que ver con la identidad, nunca las que tienen que ver con los derechos sociales.

Banderas, crucifijos, coronas, una idea imperial de la lengua, reales academias llenas de señores mayores conservadores, torturar del toro o una cultura empresarial basada en hacer regalos a los reyes antes que en ser competitivos.

Pero hay una España nueva que no es monárquica, que no es centralista, que no es católica, que no es taurina, que está en contra del privilegio y que, además, está gobernando. Y la derecha de la identidad brama. Porque cree que España es suya

Y la derecha llamando a Don Pelayo y Don Pelayo que no viene.

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¿Tiene impunidad el periodismo? (O quién vigila al vigilante) https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/11/11/tiene-impunidad-el-periodismo-o-quien-vigila-al-vigilante/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/11/11/tiene-impunidad-el-periodismo-o-quien-vigila-al-vigilante/#respond Wed, 11 Nov 2020 15:49:21 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8585 alt --> «Quis custodiet ipsos custodes? ¿Quién vigila al vigilante?, que dijo el poeta romano Juvenal. Los pesos y contrapesos los desarrolló el liberalismo en su lucha contra la monarquía absoluta. La burguesía ascendente buscaban separar los poderes y establecer garantías de reparto para evitar que los monarcas tuvieran demasiado poder. Además, confiaban en la prensa libre, … Continuar leyendo "¿Tiene impunidad el periodismo? (O quién vigila al vigilante)"]]> ¿Tiene impunidad el periodismo? (O quién vigila al vigilante)

«Quis custodiet ipsos custodes? ¿Quién vigila al vigilante?, que dijo el poeta romano Juvenal. Los pesos y contrapesos los desarrolló el liberalismo en su lucha contra la monarquía absoluta. La burguesía ascendente buscaban separar los poderes y establecer garantías de reparto para evitar que los monarcas tuvieran demasiado poder. Además, confiaban en la prensa libre, un espacio burgués donde los aristócratas perdían por goleada, como una forma de vigilar al poder político. Eso sí, el poder económico se vigilaba solo.

Pero los tiempos fueron evolucionando, y lo que los monarcas le hacían a los burgueses y al pueblo llano, empezaron a hacérselo los burgueses al pueblo llano. Compraron jueces, compraron medios de comunicación y, si no bastaba, compraban ejércitos. Por supuesto, los defensores de la prensa libre prohibieron a la clase obrera que publicara sus periódicos. Los empresarios tienen todos los medios de comunicación; los sindicatos, ninguno. Los partidos de izquierda o los movimientos sociales, menos.

Si las ganancias pueden realizarse tranquilamente en el mercado, mejor que mejor. Si el metabolismo del capitalismo puede desarrollarse de una manera fluida, el sistema renuncia a la violencia y permite el juego democrático. Siempre dentro de un orden.

Los encargados de custodiar a los vigilantes siempre han defendido que a ellos no les debía vigilar nadie. Que los jueces se vigilan a sí mismos y que la mejor ley de prensa es la que no existe. Eso deja sin solventar qué pasa cuando los jueces trabajan para intereses particulares o cuando en los medios de comunicación no mandan los periodistas sino los empresarios de los medios de comunicación.

Para terminar de enmarañar la cosa, las leyes de prensa del siglo XIX y XX, pensadas para medios escritos y luego audiovisuales nacionales, se han visto desbordadas por la globalización, por las redes sociales, por los diarios digitales y las plataformas de internet. A la Unión Europea y los Estados Unidos le han preocupado las más que probables injerencias rusas en las campañas electorales, algo facilitado por el desarrollo de las redes sociales.

"Sabemos que los jueces no archivan las penas de telediario ni restituyen la honra golpeada. ¿Por qué no se puede vender pescado podrido y puede venderse información podrida?"

Aunque no es sino lo mismo que han hecho siempre los Estados Unidos, secundados por la Unión Europea - con Inglaterra o Alemania a la cabeza-, en todas las campañas latinoamericanas (incluido el apoyo a golpes de Estado). Ahí están los Estados Unidos apoyando todos los procesos de  lawfare, que tienen, junto a las decisiones judiciales, el necesario apoyo mediático. Las injerencias norteamericanas han sido terribles en Oriente Medio y han convertido la zona en un polvorín. Aun recordamos cuando les creímos que el problema era Gadaffi.  Contra Rusia, han  alentando procesos secesionistas en Georgia, Ucrania, Bielorusia o las provincias bálticas. Ahora nos quejamos cuando, aunque con pocas pruebas, algunos dicen que han hecho lo mismo en Catalunya. Los países tienen derecho a que no haya injerencias extranjeras en las campañas electorales. La soberanía nacional tiene que ver con eso.

"¿Cómo se defiende la sociedad cuando, por ejemplo, el diario El Mundo publica mentiras en portada para sacar de las listas electorales a una candidata, como pasó con la jueza Victoria Rosell?"

Los países también tienen derecho a que la información no se convierta en mercancía podrida. La línea por la que se camina está difuminada y es verdad que traspasarla es peligroso. ¿Hay que asumir entonces que los periódicos e informativos tienen derecho a acabar con el prestigio de personas, grupos o partidos mintiendo? Sabemos que los jueces no archivan las penas de telediario ni restituyen la honra golpeada. ¿Por qué no se puede vender pescado podrido y puede venderse información podrida?

En España hemos visto que comisarios corruptos, alimentados con dinero de los fondos reservados, hacían presión a través de diarios corruptos comprados para defender no la verdad sino intereses de grupo? El comisario Villarejo está en la cárcel. ¿Y los periodistas? ¿Cómo se defiende la sociedad cuando, por ejemplo, el diario El Mundo publica mentiras en portada para sacar de las listas electorales a una candidata, como pasó con la jueza Victoria Rosell? ¿Cómo se defiende la soberanía popular cuando los medios publican mentiras sobre la financiación de Podemos? Porque los jueces han archivado todas las querellas, pero Unidas Podemos ha perdido la mitad de sus votos. Y algo han tenido que ver todos estos ataques.

La solución no puede estar en el poder Ejecutivo. Tampoco en el judicial, porque la colusión entre derechos siempre se zanja a favor de los que mienten. Hacen falta leyes claras que castiguen las mentiras y organizaciones de la sociedad civil  que garanticen la libertad de expresión. No como forma de repartir esa tarea entre partidos. No para que se autorice a que cada partido pueda expresas sus mentiras, sino para que mentir salga muy caro.

Los medios son un negocio. Y prefieren el dinero a la verdad. Mienten cuando se presentan ahora en Estados Unidos como garantes de la democracia al cortar las mentiras de Trump o de sus portavoces. ¿Por qué no lo hicieron durante los últimos cuatro años? ¿Por qué no lo hicieron durante la campaña electoral que llevó a Trump al poder?¿Corresponde a los medios decidir quién ha ganado y quién ha perdido las elecciones? ¿Quién les ha entregado ese poder a unos empresarios?

"No nos engañemos: la práctica totalidad de los periodistas, también aquí en España ahora mismo carecen de plena libertad de expresión. Nadie les protege en caso de que vayan contra la línea editorial de sus medios"

En Estados Unidos, Joe Biden aún no ha sido nombrado Presidente. Es evidente que el sistema electoral norteamericano es una basura anacrónica. Puede votarte más gente que a tu oponente y, sin embargo, quedarte a las puertas de ganar la Presidencia. Todos los que tenemos sensibilidad democrática debemos desear que Trump vaya al basurero de la historia. A poder ser, después de pasar por la cárcel. Pero el sistema electoral norteamericano es el suyo. El que se ha dado ese pueblo. ¿O van a nombrar al Presidente los medios de comunicación? ¿Los mismos que encumbraron a Trump? Algo falta en todo esto. Si nos descuidamos, el cuarto poder se convierte en el primero y único.

" Los medios no son de los periodistas ni de los consejos de redacción y ni siquiera de los accionistas: son de los que controlan el consejo de administración. Que suelen ser fondos de inversión, bancos y grandes empresas"

No nos engañemos: la práctica totalidad de los periodistas, también aquí en España ahora mismo carecen de plena libertad de expresión. Nadie les protege en caso de que vayan contra la línea editorial de sus medios. La única posibilidad es que lo hagan los lectores. ¿Pero qué le importan los lectores a La Razón, a El Mundo, al ABC que llevan décadas con pérdidas? Son negocios políticos y económicos que usan el periodismo como arma de chantaje.

Y por eso gritan tanto cada vez que la ciudadanía les recuerda que la libertad de expresión es un derecho ciudadano, no de las empresas de medios de información. Los medios no son de los periodistas ni de los consejos de redacción y ni siquiera de los accionistas: son de los que controlan el consejo de administración. Que suelen ser fondos de inversión, bancos y grandes empresas.

Y por eso no quieren que nadie fiscalice lo que hacen. No vaya a ser que nos demos cuenta de que los que van contra la libertad de expresión son los que utilizan los medios para contar mentiras.

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Trump ha perdido: las fake news hoy no mienten https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/11/06/trump-ha-perdido-las-fake-news-hoy-no-mienten/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/11/06/trump-ha-perdido-las-fake-news-hoy-no-mienten/#respond Fri, 06 Nov 2020 18:59:29 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8577 alt --> Hoy hemos visto en la patria de los derechos humanos  y la libertad, a corresponsales de la CBS cubriendo el recuento electoral con chalecos antibalas. Hubiera sido mucho mejor que antes de tener que ir a unas elecciones como en otros países se va o a la guerra o a enfrentarse con pistoleros, los medios … Continuar leyendo "Trump ha perdido: las fake news hoy no mienten"]]> Trump ha perdido: las fake news hoy no mienten

Hoy hemos visto en la patria de los derechos humanos  y la libertad, a corresponsales de la CBS cubriendo el recuento electoral con chalecos antibalas.

Hubiera sido mucho mejor que antes de tener que ir a unas elecciones como en otros países se va o a la guerra o a enfrentarse con pistoleros, los medios de comunicación no hubieran dado tanto espacio a un tipo que ha hecho que las elecciones norteamericanas se vean a la altura de las de Sierra Leona cuando se presentó Charles Taylor.

Ha estado bien que los principales canales de televisión norteamericanos rotularan mientras hablaba Trump desde la Casa Blanca diciendo que  todo lo que estaba afirmando eran mentiras. E incluso ha estado bien que hayan cortado la transmisión porque estaba alentando disturbios en las calles.

En España, estamos acostumbrados a que los mismos que han invitado a la Fundación Francisco Franco hasta la saciedad, los mismos que invitan a sus espacios a mentirosos como Inda, los mismos que dan pábulo a las mentiras difundidas por Villarejo y las cloacas con ayuda de los medios de comunicación vinculados a Villarejo, corten la comunicación cuando Pablo Iglesias está hablando en el Parlamento.

El comportamiento de los grandes medios norteamericanos no es una señal de honradez. Es la prueba de que Trump ha perdido, porque los grandes medios no confrontarían con Trump si pensaran que iba a repetir como Presidente de los Estados Unidos. Hasta Fox News, del desecho periodístico que es Murdoch, el que se inventó y progagó la mentira de las armas de destrucción masiva en Iraq, ha discutido con Trump. Por cierto, las mentiras de Murdoch en España las propagaron, con ayuda de Aznar, prácticamente el cien por cien de los medios de comunicación.

Esos mismos medios son los que hoy están diciendo que el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos está construyendo un Ministerio de la verdad. Los medios que, por cierto,defendieron la Ley Mordaza del PP. Hace tiempo que muchos periodistas dejaron de respetarse a sí mismos, seguro que en parte por la propia precariedad de la profesión. Me imagino que  los periodistas que hablaron dando por ciertas de la caja B de Podemos, de la financiación ilegal de Podemos, de las malversaciones, de las denuncias de Calvente, cuando regresan a casa, les pasa como a los comisarios que trabajan en casos muy sucios, que les dicen a la gente que quierenque mejor no hablar del trabajo.

En 2018, el PP, apoyado por Ciudadanos y el PSOE, aprobó un plan acción contra  la desinformación. Que es lo que ahora desarrolla el procedimiento de actuación contra la desinformación del Consejo de Seguridad Nacional. Básicamente busca: "atajar la desinformación (...) Examinado la libertad  y pluralismo de los medios de comunicación". Ósea, casi nada. Lo que es indudable es que el PSOE ha comunicado esto con formas más propias de la TIA de Mortadelo y Filemón que de la CIA. Y ha dado alas a los del ruido.

La democracia en toda Europa, nadie puede dudarlo, está en un atolladero. Claro que el desarrollo de la red ha creado nuevas vulnerabilidades. Pero la solución no puede significar dar marcha atrás en el Estado de derecho.

En España, los gobiernos nos han mentido, por ejemplo, con las armas de destrucción masiva en Irak o achacando a ETA los atentados del islamismo radical de Atocha. Los gobiernos, tanto del PSOE como del PP, han utilizado al CNI para cosas ilegales, por ejemplo, para salvar el trasero tanto al Rey emérito como a sus etcéteras. Los gobiernos del PP, igualmente, han utilizado medios ilegales para investigar a adversarios políticos, para destruir pruebas que les incriminaban o para inventar pruebas.

No en vano, los gobiernos han hecho de los asesores en medios, de los spin doctors, ejes centrales de su tarea política, de manera que controlan algunos medios, domestican a otros y se enfrentan a los que trabajan para el adversario. Es evidente que algo hay que hacer con las mentiras.

Como vemos en Estados Unidos, si engañas al pueblo, la democracia degenera, como bien vio Aristóteles en la deriva demagógica de la politeia. La solución no pasa por golpear las libertades y el control al poder. Muy al contrario, pasa por inyectar sociedad civil -organizaciones de usuarios- dirigidas a evitar las mentiras en los medios, por hacer leyes antimonopolio, por desligar los medios de comunicación de las grandes empresas ajenas a la comunicación,  por articular leyes para que las mentiras, especialmente si se prueba que son interesadas, se paguen muy caro.

No hay que olvidar algo esencial. Hoy, una parte de los terroristas, están operando, intoxicando,  en los medios. Llevan trajes caros pero  la democracia les importa muy poco.

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¡Niñas, al recreo! https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/11/05/ninas-al-recreo/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/11/05/ninas-al-recreo/#respond Thu, 05 Nov 2020 12:46:46 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8562 alt --> El día que el gobierno polaco retrasa la prohibición del aborto debido a las presiones de las mujeres en las calles, el gobierno de Unidas Podemos y el PSOE han acordado que las escuelas concertadas, es decir, las escuelas financiadas con dinero público, no puedan segregar por sexos. San Escrivá de Balaguer debe de estar … Continuar leyendo "¡Niñas, al recreo!"]]> ¡Niñas, al recreo!El día que el gobierno polaco retrasa la prohibición del aborto debido a las presiones de las mujeres en las calles, el gobierno de Unidas Podemos y el PSOE han acordado que las escuelas concertadas, es decir, las escuelas financiadas con dinero público, no puedan segregar por sexos. San Escrivá de Balaguer debe de estar llorando desde el cielo. Hoy llueve en las Españas.

A la derecha le parece bien la segregación por sexos, porque consideran que las mujeres mezcladas con hombres en las aulas son un factor que distorsiona la verdadera educación, que es la que deben recibir los muchachos. Sobre todo, para que no se distraigan con cosas de mujeres, como menstruar, parir, cuidar, trabajar lo mismo y ganar menos, querer solventar los conflictos dialogando y, sobre todo, aprendiendo a callarse.

En esa tarea de segregación de hombres y mujeres, han estado siempre muy solícitas las iglesias, en España especialmente la católica, que ha tenido un problema con las mujeres desde que Dios decidió sacar a Eva de la costilla de Adán en vez de sacarla de desarrollos complejos de cadenas de ADN como dios manda. Aunque esto es un decir.

A la derecha le gusta segregar por sexos porque la subordinación de la mujer forma parte de su orden inamovible de cosas. Les gusta que las mujeres estudien, trabajen, puedan ser incluso Presidentas de empresas o del Gobierno, pero todo dentro de un orden. Y ese orden dice que algunas mujeres pueden tener los mismos privilegios que los hombres, pero no todas, porque entonces, la economía se resiente y el orden bajo las estrellas se cuestiona. Como tantas veces, es una cuestión política pero lo que busca es engrosar los bolsillos de algunos. No es condición suficiente, pero con mucha frecuencia es condición necesaria.

Las discusiones sobre hombres y mujeres suelen ser discusiones políticas, que pueden contener trazas de biología, teología, cultura y, por supuesto, economía (que suele estar detrás de la política), pero que remiten casi siempre a decisiones colectivas acerca de cómo queremos enfrentar un problema.

A las mujeres nunca se les ha preguntado nada. Se les agujereaban las orejas sin su permiso para ponerles unos pendientes; no podían jugar según a qué cosas para no ser chicazos; otros aún más brutos practicaban y aún practican la ablación del clítoris, porque qué es eso de que las mujeres puedan disfrutar del sexo; no faltan quienes las obligan a parir sin que puedan decidir nada al respecto. O los que las violan y están convencidos de que han disfrutado. Hay aún  más brutos: los que las matan al nacer si son niñas o las matan de mayores si son independientes. La derecha dice que eso no pasa. Que cuando un hombre mata a una mujer es por culpa de los astros que están en un cuadrante malo.

Hay pequeños detalles que van colaborando en las grandes decisiones que condenan a las mujeres a ganar menos trabajando lo mismo, a cuidar de los familiares porque los hombres se ausentan de ese compromiso, a jugarse la vida para abortar cuando no tienen dinero para hacerlo fuera. Y todas esas esquinas de comportamientos desiguales que también hacen su parte, sea un chiste, vestir a las niñas y niños conforme a cánones rancios, aprender sexo viendo porno, decir que los hombres no lloran o burlarte de que alguien se sienta mujer teniendo un cuerpo biológico de hombre. O segregar por sexo en el colegio.

En los colegios concertados ya no van a poder decir eso de ¡Niñas, al recreo! Y tampoco lo de ¡Niños al recreo! Tendrán que decir: ¡Niños y niñas, al recreo! Y será mucho más divertido.

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Chile recuerda a Amanda https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/10/27/chile-recuerda-a-amanda/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/10/27/chile-recuerda-a-amanda/#respond Tue, 27 Oct 2020 11:47:49 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8549 alt --> Amanda nos lo ha recordado con su sonrisa ancha y la lluvia en el pelo. Ha sido una de las 5 millones, novecientas mil personas que votaron 'sí' en Chile a la pregunta "¿Quiere usted una nueva Constitución?" Enfrente, 1.600.000 que votaron que no. Muchos, beneficiarios del gobierno de las casitas altas, con rejas y … Continuar leyendo "Chile recuerda a Amanda"]]> Chile recuerda a AmandaAmanda nos lo ha recordado con su sonrisa ancha y la lluvia en el pelo. Ha sido una de las 5 millones, novecientas mil personas que votaron 'sí' en Chile a la pregunta "¿Quiere usted una nueva Constitución?" Enfrente, 1.600.000 que votaron que no. Muchos, beneficiarios del gobierno de las casitas altas, con rejas y antejardin y una preciosa entrada de autos esperando un Peugeot.

Otros, rehenes todavía del miedo. Cuando golpeas a un país, el miedo se mete por dentro. Sobre todo a los mayores. Pero ha vencido el coraje. El 78% frente al 22% de la población ha votado avanzar. Otro tanto hizo lo mismo para que la asamblea que escriba la nueva constitución nazca del pueblo y no estén presentes los asambleístas actuales. El pueblo con el alma llena de banderas.

La Constitución chilena de 1980 estaba hecha a medida de las exigencias de los economistas chilenos formados en la Escuela de Chicago con Milton Friedman. Cuando el golpe de 1973 contra la Unidad Popular de Allende, el shock que produjo la enorme violencia fue aprovechado para privatizar casi toda la riqueza del país, salvo el cobre, porque los militares querían seguir cobrando. Chile se convirtió en el escaparate del Fondo Monetario Internacional.

Por supuesto, fue el momento de aplicar uno de los principios neoliberales de los llamados "chicago boys": los sindicatos entorpecen el funcionamiento, así que lo mejor es prohibirlos. Educación privada, sanidad privada, pensiones privadas, universidades privadas, transportes privados, mercados desregulados, venta del país a las empresas multinacionales. La única manera de vivir en Chile era endeudándose. Duerme duerme negrito.

Como en todas las dictaduras, después de la represión vino la calma. Es decir, que ya no hacía falta seguir fusilando. La Constitución de 1980 iba a dar apariencia legal a un acto nacido del crimen. Jaime Guzmán, el artífice de la Constitución de Pinochet, era un fascista neoliberal que siempre vio con buenos ojos la ejecución extrajudicial de miles de chilenos. Él después sería ejecutado extrajudicialmente. Jaime Guzmán dice que aprendió cosas de España. De lo peor, claro. No le gustó que la Constitución Española de 1978 desmontase las bases políticas del franquismo, aunque dejara intactas las estructuras económicas. El empuje popular logró algunas cosas y fracasó en otras. La correlación de debilidades de la que habló Vázquez Montalbán.

Para evitar que pasara algo similar en Chile, Guzmán se propuso blindar la Constitución del país para que, en caso de que hubiera un cambio en la correlación de fuerzas, la reforma de los aspectos sustanciales fuera inviable. El modelo neoliberal no se tocaba. Pero las desigualdades que genera el neoliberalismo terminaron por estallar. El escaparate del FMI estallaba y detrás de su vitrina solo había desolación. La subida de los precios del transporte en octubre de 2019 desbordó la paciencia de los jóvenes que cantaron: no son 30 pesos, son 30 años.

Sebastián Piñera, el dirigente que ha acompañado al genocidio de líderes sindicales en la Colombia de Iván Duque, el que buscó el derrocamiento de Maduro sumándose a farsas como la de Cúcuta, el títere que apoya a Trump y Bolsonaro, buscó una respuesta a la altura de su indignidad: aprobar en Estado de emergencia que disparaba a los ojos de los jóvenes para que no vieran lo que estaba pasando y tiraba a los adolescentes de los puentes para que no cruzaran a ningún lado.

El pueblo va a elegir directamente a 155 personas, la mitad hombres y la mitad mujeres, para que formen la Asamblea que redacte la Constitución. No van a estar ahí, sin que sean votados, los asambleístas herederos del pinochetismo. El proyecto constitucional nacerá de ese nuevo Chile que se ha expresado en las calles.

En el Preámbulo de la nueva Constitución, que es donde se escribe la esperanza del nuevo contrato, hablarán, seguro, de alamedas abiertas y del compromiso con la igualdad, la libertad y la fraternidad. Esas que quemaron las manos asesinas, y dirán que el pueblo chileno se ha levantado de su ruina y que en todo nuestro desprecio, y en esta votación histórica, ya están pagando su culpa los traidores.

Chile se ha acordado de Amanda, amiga de una indígena chola de Bolivia que acaba de echar a los golpistas de su país, y en el recuerdo no faltará Milagros Sala de Argentina y tampoco Gloria Ocampo de Colombia ni la hermana de Honduras Berta Cáceres. Pronto se juntarán en el recuerdo y en la acción con Manolita Sáez y Paola Pabón de Ecuador, cuyos ejemplos van a devolver al basurero de la historia a Lenín Moreno por traicionar al pueblo, y se juntarán estas mujeres alegres con una mujer negra de Detroit que dice que los asuntos de los negros importan y que por eso van a echar a Trump, y no faltará a la cita la sonrisa de Marielle y las manos de Manuela D'Avila para echar a Bolsonaro y a sus felonías contra los humildes.

Deben de andar llorando en Davos. Esas lágrimas de la derrota del neoliberalismo. La calle mojada en Santiago y en Valparaíso.

 

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PP, organización para delinquir https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/10/14/pp-organizacion-para-delinquir/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/10/14/pp-organizacion-para-delinquir/#respond Wed, 14 Oct 2020 13:06:06 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8535 alt --> El Tribunal Supremo ha ratificado la condena al Partido Popular por beneficiarse de los negocios corruptos de la trama Gürtel. ¡Viva España! ¡Viva el Rey! Aunque para vivos, ellos. El Supremo, pese a los intentos del PP, que han pasado por romper discos duros a martillazos, por pagar con fondos reservados el robo de pruebas … Continuar leyendo "PP, organización para delinquir"]]> PP, organización para delinquir

El Tribunal Supremo ha ratificado la condena al Partido Popular por beneficiarse de los negocios corruptos de la trama Gürtel. ¡Viva España! ¡Viva el Rey! Aunque para vivos, ellos.

El Supremo, pese a los intentos del PP, que han pasado por romper discos duros a martillazos, por pagar con fondos reservados el robo de pruebas a su tesorero, por situar en la inconstitucionalidad al Consejo General del Poder Judicial, presidido por el Presidente del Tribunal Supremo, ha finalmente ratificado las acusaciones probadas en su día por la Audiencia Nacional contra el Partido Popular, al igual que las sentencias a los 29 acusados cuyas penas de prisión, con algunas ligeras variaciones, se han confirmado.

"Es decir, que también para el Tribunal Supremo, el PP era el nexo entre toda esa cuerda de ladrones que robaron dinero a cambio de obra pública"

El Tribunal Supremo ha matizado la existencia de una caja B del PP, algo que había sido juzgado por la Audiencia Nacional. Vamos, que coger de una caja un dinero de procedencia ignorada, meterlo en sobres, pagar sobresueldos a la dirigencia del PP, escribir, por ejemplo, la noche está estrellada o M. Rajoy con unos numeritos al lado, o pagar actos electorales y campañas, es "excesivo" catalogarlo como Caja B. Llámalo X.

Reconoce en cualquier caso el Supremo que el PP, ese partido del que usted me habla, era el "el nexo común que sirve de amalgama al conjunto de episodios y actuaciones recogidos en la declaración de hechos probados". Es decir, que también para el Tribunal Supremo, el PP era el nexo entre toda esa cuerda de ladrones que robaron dinero a cambio de obra pública.

El PP ha intentado durante todos estos años lograr unos tribunales a su medida, impugnando a jueces, cambiándoles de juzgado, colocando a jueces afines. La actual situación de inconstitucionalidad del Consejo General del Poder Judicial se debe a que el Partido Popular quiere seguir colocando a piezas suyas en lugares clave. Por ejemplo, acaba de colocar a Hurtado en la Sala Segunda de lo penal del Tribunal Supremo. Al asunto de la Gürtel, parece que no han llegado, al menos del todo.

Y sabemos que los que se ponen muchas banderas por todos lados, suelen ser, casi siempre, los que más roban a la patria para embolsárselo ellos o ellas"

El PP se ha comportado como una organización para delinquir y todos sus dirigentes que cobraron sobresueldos lo hicieron porque en su partido se robaba inflando contratos de obra pública. Bárcenas se acercaba a quien fuera como máximo responsables de las finanzas del PP para que se concediera una obra, luego cuando se ejecutaba, se subía el precio, repartían el dinero entre los que estaban en el ajo y el partido se quedaba con su parte, el grueso para engrosar la nómina de la dirigencia y el resto para hacer campañas electorales por detrás. Y todo esto pasaba, lo supieran o no los dirigentes que cobraban el dinero.

Aunque los que estudiamos a los partidos políticos sabemos que es mentira que los dirigentes no sepan qué pasa con los dineros. Igual algún día nos dice un tribunal quién puede ser Eme punto Rajoy. De momento, ya sabemos que los que se ponen muchas banderas por todos lados, suelen ser, casi siempre, los que más roban a la patria para metérselo al bolsillo. Unos patriotas. Que se la pasan gritando en el Congreso de los Diputados. A ver si hablamos de sus provocaciones y nos olvidamos de que, como ha ratificado el Supremo, son un partido que ha delinquido de manera probada robando dinero público. Lo dicho, unos patriotas.

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¿Algo más que algunas manzanas podridas en la justicia española? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/10/07/algo-mas-que-algunas-manzanas-podridas-en-la-justicia-espanola/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/10/07/algo-mas-que-algunas-manzanas-podridas-en-la-justicia-espanola/#respond Wed, 07 Oct 2020 13:03:20 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8529 alt --> La deriva de una parte de la justicia en España ya es más que preocupante. Aún no nos hemos repuesto de la decisión hace un par de días de un juzgado catalán de silenciar al claustro de la Universidad de Barcelona. ¿El delito? Pronunciarse en un manifiesto, apoyado por 111 profesores con solo 7 votos … Continuar leyendo "¿Algo más que algunas manzanas podridas en la justicia española?"]]> ¿Algo más que algunas manzanas podridas en la justicia española?

La deriva de una parte de la justicia en España ya es más que preocupante. Aún no nos hemos repuesto de la decisión hace un par de días de un juzgado catalán de silenciar al claustro de la Universidad de Barcelona. ¿El delito? Pronunciarse en un manifiesto, apoyado por 111 profesores con solo 7 votos en contra y 6 en blanco, sobre las condenas a los presos políticos y la judicialización de la política. La universidad estaba haciendo valer los principios del " foment del pensament crític, la cultura de la llibertat, el respecte al pluralisme i l’educació en els valors cívics propis d’una societat democrática".

Y un juez les pone una mordaza a los universitarios. Lo que no ha pasado en la dictadura, decirle a la universidad sobre qué puede opinar, ha decidido un juez que en esta democracia sí puede pasar.

Y ahora, el mismo día que el Presidente Pedro Sánchez y el Vicepresidente Pablo Iglesias explicaban el Plan de Recuperación Económica, justo después de que se aumentara el techo de gasto un 50%, hasta los 196.000 millones de euros, y cuando se están negociando unos presupuestos que rompen con las políticas de austeridad, sale el juez García Castellón, que es amigo de Carlos Lesmes, el caducado Presidente del Consejo General del Poder Judicial, a intentar silenciar al Gobierno de España.

El juez García Castellón ha desoído a la Sala de lo penal de la Audiencia Nacional, quien pidió hace dos semanas que se devolviera la condición de perjudicado a Iglesias. Una Sala superior a la de García Castellón. Y además, recordando algo evidente: Iglesias es perjudicado porque le habían robado el teléfono a su asistente para atacar a Podemos.

" Está claro que la policía política del PP usó pocos días después parte de esa información para crear el falso informe PISA"

Siendo García Castellón, un juez que siempre ha escuchado mucho a los fiscales, no ha consultado a la fiscalía para pedir al Tribunal Supremo que se impute a Pablo Iglesias por asuntos que ya se han demostrado falsos. Porque sabemos que la empresa responsable de evaluar la tarjeta SIM dejó claro que Iglesias no había dañado la tarjeta. Porque está claro que la policía política del PP usó pocos días después parte de esa información para crear el falso informe PISA.

Por cierto, en esa policía política, organizada por el Ministro del PP Fernández Díaz, estaban algunos conocidos del juez García Castellón de sus tiempos de Secretario de la Comisión Nacional de Coordinación de la Policía Judicial bajo la presidencia de Carlos Lesmes Serrano. ¿No habíamos quedado que la justicia debe ser imparcial y además parecerlo?

Para terminar de demostrar que la actuación de García Castellón no se explica desde el derecho, resulta que la supuesta víctima de Pablo Iglesias, Dina Bouselham, no ha realizado ninguna denuncia. Porque no se siente perjudicada por ninguna otra cosa que no sea que le robaron el teléfono y el abrigo.

"Entre esto, lo del Consejo General del Poder Judicial caducado y haciendo nombramientos, lo del Supremo anulando la sentencia de las hipotecas que condenaba a los bancos, lo del archivo del máster de Casado... ¿tenemos que creer que no hay algo más que algunas manzanas podridas en la justicia Española?"

El juez García Castellón regresó de funciones en Francia e Italia, por orden del Ministro Catalá, el que también nombró al luego dimitido fiscal anticorrupción Moix. Quería Catalá que se hiciera cargo de los principales juicios que afectan al Partido Popular: Púnica, Lezo, Aquamed y otros.

Fue el delincuente encarcelado Ignacio González, ex Presidente de la Comunidad de Madrid después de Esperanza Aguirre y antes de Cifuentes y Díaz Ayuso, quien en conversación con el que luego también sería encarcelado, el entonces Presidente de la Comunidad Valenciana Eduardo Zaplana, le diría que tenían que lograr que quitaran al juez que le había tocado y pusieran a García Castellón.

Entre esto, lo del Consejo General del Poder Judicial caducado y haciendo nombramientos, lo del Supremo anulando la sentencia de las hipotecas que condenaba a los bancos, lo del archivo del máster de Casado... ¿tenemos que creer que no hay algo más que algunas manzanas podridas en la justicia Española?

Es casi una ley que lo que dejas que pase en otros lugares o en otros países, termina regresando a tu casa. Europa y los Estados Unidos han sido laxos con el cumplimiento del Estado de derecho en América Latina, en África o en Oriente Medio. Todo lo que se ha permitido que pase en Ecuador, Bolivia, Chile, Angola, Libia, Egipto o Palestina, termina pasando en Washington, en París, en Roma o en Madrid.

Y entonces va el condenado Ignacio González y le dice a Zaplana: "Que venga el titular que ya me las apañaré yo con García Castellón, coño".

Y hoy, García Castellón, vuelve a dar oxígeno al PP y a VOX que no soportan que la izquierda esté en el gobierno de España. El lawfare es el nuevo golpismo de la derecha.

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La mejor evidencia científica disponible https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/10/05/la-mejor-evidencia-cientifica-disponible/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/10/05/la-mejor-evidencia-cientifica-disponible/#respond Mon, 05 Oct 2020 08:03:43 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8514 alt --> Salen, a todas luces tarde y no sé si bien, 55 sociedades científicas y médicas, que representan a 170.000 profesionales, a expresar su malestar con la "política" (con toda, como si fuera una, algo que como profesional de las ciencias sociales me sorprende), reprochando su gestión de la pandemia. Establecen algo que parece irreprochable de … Continuar leyendo "La mejor evidencia científica disponible"]]> La mejor evidencia científica disponible

Salen, a todas luces tarde y no sé si bien, 55 sociedades científicas y médicas, que representan a 170.000 profesionales, a expresar su malestar con la "política" (con toda, como si fuera una, algo que como profesional de las ciencias sociales me sorprende), reprochando su gestión de la pandemia. Establecen algo que parece irreprochable de entrada: que "las decisiones dominantes deben basarse en la mejor evidencia científica disponible, desligada por completo del continuo enfrentamiento político". ¿Quién va a discutir algo de entrada tan de sentido común?

"ojalá hubieran salido con una sola voz cada vez que la medicina se convertía en una mercancía, cada vez que se privatizaba, se precarizaba, se encarecía para los ciudadanos o veía sus listas de espera alargarse"

Ojalá hubieran salido en febrero o marzo, ojalá, y no es asunto pequeño, estuvieran todos de acuerdo en cuáles son las respuestas adecuadas, ojalá se hubieran dirigido con contundencia a sus colegas que ocupaban y ocupan en las comunidades autónomas, en el gobierno y en el Estado central responsabilidades médicas y sanitarias (porque vienen prácticamente todos del ámbito de la salud) y ojalá hubieran salido con una sola voz cada vez que la medicina se convertía en una mercancía, cada vez que se privatizaba, se precarizaba, se encarecía para los ciudadanos o veía sus listas de espera alargarse.

Ojalá hubieran salido en defensa de sus colegas más precarizados cada vez que se quebraba eso que saben esos 170.000 profesionales: que la salud de una población es preventiva, que tiene que ver con las condiciones sociales de vida –empleo, vivienda, ocio, cultura, angustia- y se solventa mejor con una sanidad pública. Porque no recuerdo un grito angustiado de todo el colectivo cuando, por ejemplo en Madrid o en Valencia, se empezó a privatizar la sanidad y una parte no pequeña de esos 170.000 profesionales fue llevado a trabajar en la salud desde espacios privados.

Llevo un par de décadas lamentando que la Universidad esté casi siempre fuera de los debates sociales, lo que no es sino una señal del envejecimiento de estas instituciones esenciales para la marcha de nuestras sociedades.

Detrás del caos nada productivo del COVID-19 hay dos asuntos de fondo: uno, la privatización del conocimiento. Desde el momento en que el conocimiento se convierte en una mercancía, se pone al servicio de lo que produce beneficios al que invierte dinero en salud –que con frecuencia son fondos buitre que invierten en un hospital o una residencia de ancianos como podrían hacerlo en una fábrica de salchichas-. Por eso siempre nos hemos resistido a que la investigación en las universidades públicas dependa de las empresas. Porque puede haber beneficios derivados, pero si invierten es porque van a multiplicar su dinero.

"que cuiden las condiciones de vida generales de la ciudadanía, que pidan más inversión en universidades, en ciencia e investigación, que le paren los pies a las farmacéuticas, que se nieguen a aplicar una vacuna contra el COVID que no esté garantizado a toda la ciudadanía"

En segundo lugar, la conversión de la salud en una mercancía, algo que se ha hecho privatizando hospitales, privatizando la gestión de hospitales públicos, entregando servicios sanitarios a los capitales que abandonaron el ladrillo –por eso los Florentino Pérez aparecen en todos estos negocios-, introduciendo el copago, pagando salarios de miseria a los Médicos Internos Residentes, cerrando camas de urgencias o abandonando la atención primaria. Y, con la misma fuerza, cada vez que se retiraban fondos para investigar en ciencia aunque no se produjeran beneficios inmediatos ¿No tenían estos 170.000 profesionales que estar más concienciados con estos asuntos?

Bienvenida sea su protesta. Ahora les pido que hagan autocrítica, que protesten airados por la desmercantilización de la medicina, que apuesten por lo público, que cuiden las condiciones de vida generales de la ciudadanía, que pidan más inversión en universidades, en ciencia e investigación, que le paren los pies a las farmacéuticas, que se nieguen a aplicar una vacuna contra el COVID que no esté garantizado a toda la ciudadanía, que recuerden el juramento hipocrático y recuerden que es incompatible con convertir la salud en una mercancía.

Me quedo con el hospital de Médico de familia antes que con el del Doctor House: lo público siempre es más útil contra enfermedades como el  COVID-19.

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¿Comete la izquierda el mismo error que el periodismo sin ética? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/09/29/comete-la-izquierda-el-mismo-error-que-el-periodismo-sin-etica/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/09/29/comete-la-izquierda-el-mismo-error-que-el-periodismo-sin-etica/#respond Tue, 29 Sep 2020 10:23:04 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8504 alt --> Nacho Cardero, director de El confidencial, persona a quien respeto y a quien reconozco profesionalmente (el éxito con su diario es una prueba clara de ello), ha escrito enfadado por una información del digital La Última Hora que señala a uno de sus periodistas, José María Olmo, como una persona contaminada por el ex comisario … Continuar leyendo "¿Comete la izquierda el mismo error que el periodismo sin ética?"]]> ¿Comete la izquierda el mismo error que el periodismo sin ética?

Nacho Cardero, director de El confidencial, persona a quien respeto y a quien reconozco profesionalmente (el éxito con su diario es una prueba clara de ello), ha escrito enfadado por una información del digital La Última Hora que señala a uno de sus periodistas, José María Olmo, como una persona contaminada por el ex comisario Villarejo, encarcelado por una ristra de delitos, entre ellos la extorsión.

Contaba el que fuera director de El Mundo, David Jiménez, que el Comisario Villarejo era la garganta profunda de ese diario y el responsable de haber suministrado constantemente información falsa, fabricada por policías corruptos, para perjudicar a adversarios políticos del PP. Casi siempre Podemos. José María Olmo ha sido uno de los periodistas que ha usado con frecuencia a Villarejo como fuente, con todos los problemas que eso conlleva y que son señalados por La Última Hora. Y que han generado la respuesta airada y comprensible de Cardero.

Sorprendentemente, esas informaciones falsas creadas por la derecha para hacer daño especialmente a la izquierda, han ocupado más páginas en los periódicos y más horas en las tertulias e informativos que el hecho de que el Gobierno de Mariano Rajoy creara una policía política que fabricaba pruebas falsas contra Podemos. Algo infinitamente más grave que el Watergate, pero que en los medios españoles no ha recibido especial atención quizá porque una parte del periodismo de investigación de España provenía de esas pruebas falsas construidas por esos policías corruptos.

El Watergate y Kapuzinski son dos ejemplos repetidos de la ética periodística y, sin embargo, ese Watergate español que es la mal llamada policía patriótica no se señala casi nunca. Y como cuenta en su libro El director David Jiménez, 80 periodistas de los de referencia en su día en España estaban en nómina de la Telefónica de César Alierta. Sin olvidar que ningún Kapuzinski hispano denunció durante cuarenta años las tropelías del actual Rey Emérito.

Creo que hace bien Nacho Cardero defendiendo a sus periodistas –es lo que hacen los buenos directores con sus trabajadores-. El periodismo es una de las profesiones más golpeadas, por muchas razones de todo tipo, con sueldos bajos, un "intrusismo" estructural propiciado por las redes sociales, la recaída en las fake news, la creación de digitales dirigidos a la extorsión (algo muy típico en muchas Comunidades Autónomas) y al ataque invariable, casi siempre con mentiras o medias verdades, contra la izquierda, y una deriva hacia el sensacionalismo y la operación política que les ha restado mucho respeto social.

No es extraño que las relaciones del periodismo y la política en España estén contaminadas, como contaminada está la propia política y lo está el periodismo. Porque cada vez que hay un escándalo político, cerca hay algún periodista implicado de una forma u otra (y no por hacer su trabajo de informar objetivamente de los hechos). Hoy se publica en los medios (de una manera más clara en unos que en otros y en algunos directamente se omite) parte de las conversaciones de Villarejo donde el ex comisario señala a Mariano Rajoy como responsable de presuntos delitos.

Creo que aunque las declaraciones o las pruebas falsas de Villarejo contra Podemos han sido siempre utilizadas por una parte importante de los medios para señalar a la fuerza morada y a sus líderes como culpables, Podemos no debe hacer lo mismo. Las declaraciones o conversaciones de Villarejo son las de un delincuente con el que, desgraciadamente, muchos periodistas han tenido íntimas relaciones e, incluso, han estado a sueldo del corrupto. Y hay que tomarlas como tal. En segundo lugar, aunque a Podemos se le haya negado invariablemente la presunción de inocencia, no debe cometer el mismo error y negar esa presunción a cualquier persona, incluidos los periodistas, sobre los que pese cualquier indicio de delito. Quizá otro error de Felipe VI con su padre fue considerarle de alguna manera culpable al retirarle la asignación y redactar aquella carta renunciando a "cualquier activo, inversión o estructura financiera cuyo origen, pueda no estar en consonancia con la legalidad que rige su actividad institucional y privada y que deben informar la actividad de la corona".

"Desgraciadamente, José María Olmo fue uno de esos periodistas que publicó como ciertas informaciones que luego se demostraron falsas y los jueces o los fiscales archivaron o invalidaron"

Se estudiará en el futuro y lo explicarán las facultades de periodismo, pero es seguramente con la aparición en España de OK Diario con la que se consolida una suerte de periodismo basura que ha terminado aplicando a la información la Ley de Gresham (la que apunta, como reza Wikipedia, que "cuando en un país circulan simultáneamente dos tipos de monedas de curso legal, y una de ellas es considerada por el público como "buena" y la otra como "mala", la moneda mala siempre expulsa del mercado a la buena"). Es verdad que lo que hizo Pedro J. Ramírez en El Mundo alimentando la teoría de la conspiración durante años ya venía alimentando el deterioro, y que aquella llamada de Aznar a las redacciones haciéndoles publicar que el atentado de Atocha fue obra de ETA y no de islamistas –después de haber publicado que en Irak había armas de destrucción masiva- abrió una grieta por donde luego se colaron los periodistas sin vergüenza.

"¿Qué debe hacer el director de un medio cuando uno de sus periodistas incide en el error? En El Mundo, aguantaron con Javier Negre incluso después de haber sido condenado por inventarse una entrevista. Dudo que haya tanta laxitud en ninguna profesión"

OK Diario, y le siguieron casi todos los medios, publicó mentiras que le había pasado Villarejo en reuniones donde incluso se discutió en qué momento se sacaban para hacer el mayor daño posible a Podemos. Es lamentable que alguna jueza no condenara a Inda por publicar mentiras, bajo el argumento de que la información era "veraz" porque provenía de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Es decir, que se las había proporcionado el encarcelado Villarejo. Desgraciadamente, José María Olmo fue uno de esos periodistas que publicó como ciertas informaciones que luego se demostraron falsas y los jueces o los fiscales archivaron o invalidaron (financiación de Irán, vinculación con entramados mafiosos, financiación de Venezuela, acusaciones de cobro de comisiones, falso informe PISA, existencia de una Caja B, malversación a hacienda, destrucción por parte de Pablo Iglesias de la tarjeta telefónica de Dina Bousselham). ¿Qué debe hacer el director de un medio cuando uno de sus periodistas incide en el error? En El Mundo, aguantaron con Javier Negre incluso después de haber sido condenado por inventarse una entrevista. Dudo que haya tanta laxitud en ninguna profesión.

Hay comportamientos que se repiten. Hace apenas unos días, José María Olmo no ha dicho la verdad cuando ha afirmado que Podemos se ha gastado dinero electoral en una tienda de ropa, achacándole al partido lo que ha hecho una consultora (que hace con su dinero lo que le da la gana). Como si el PP, Ciudadanos, Vox o el PSOE fueran responsables de lo que hacen con su dinero las consultoras con las que trabajan. O cuando titula una noticia dando a entender que Podemos, otra vez sin pruebas y faltando a la verdad, había cometido un delito ("El dinero electoral de Podemos se esfumó en retiradas de 600 euros en cajeros, bares y viajes"), algo que sería utilizado en las tertulias para equipararlo, mintiendo, con el blanqueo, ese sí demostrado y juzgado, del PP en Valencia.

"No parece muy sensato que el periodismo desprecie el "periodismo" que hace Inda y, al tiempo, no mencione sus tropelías o lo blanquee compartiendo debates. Y lo mismo vale para los anunciantes"

Es un lugar común en las conversaciones con periodistas el desprecio que sienten por Eduardo Inda, un periodista condenado por mentir, condenado por un delito que en Baleares es considerado maltrato a la mujer (no pagar la pensión de alimentos a los hijos) y que se va a sentar en el banquillo de los acusados por un delito de acoso a menores. Sin embargo, no solamente el director de ese panfleto -al que el PP dio 300.000 euros para que arrancara- se pasea por las tertulias, sino que son muy pocos los periodistas que han decidido no sentarse en la misma mesa que esa persona. Seguramente el complemento a los malos sueldos que significa acudir a las tertulias es determinante, pero no parece muy sensato que el periodismo desprecie el "periodismo" que hace Inda y, al tiempo, no mencione sus tropelías o lo blanquee compartiendo debates. Y lo mismo vale para los anunciantes.

Recordaba Manuel Ligero en La Marea a Aaron Sorkin, el autor de The Newsroom: "si a sabiendas dejas que alguien mienta en tu programa, quizá no seas un camello, pero sin duda eres la persona que lleva al camello en el coche". Y eso es lo que ocurre cuando llevas a la mesa de tu tertulia política a personajes como Javier Negre o Eduardo Inda". Todos podemos hacer nuestra parte en adecentar nuestro país.

"En casi cualquier profesión, un error grave supone la pérdida del puesto de trabajo. ¿Cuántas veces tiene que mentir un periodista para que pierda la condición de tal?"

Creo en los medios libres, plurales y objetivos como un pilar democrático. Aunque sigo sin entender por qué los medios pueden estar en manos de fondos buitre, bancos, empresas o negocios que nada tienen que ver con la información. Cuando el periodismo se convierte en un arma de combate contra oponentes en donde todo vale, incluido mentir, la democracia se degrada. El problema no está en que desde el periodismo se señale los errores del periodismo, como ha hecho La Última Hora, sino que desde el periodismo se permita que los periodistas mientan. En casi cualquier profesión, un error grave supone la pérdida del puesto de trabajo. ¿Cuántas veces tiene que mentir un periodista para que pierda la condición de tal?

España enfrenta, con el COVID-19, un desafío enorme, donde, como vemos en Madrid, la política enreda lo que debieran desenredar los científicos –que tampoco han tenido su mejor momento en este caso- . Necesitamos unos medios de comunicación comprometidos con la verdad, que pidan perdón cuando se equivoquen, que no alimenten un periodismo corporativo y mucho menos al servicio de intereses espurios. Porque de lo contrario, habremos cavado un metro más entre todos la fosa donde se enterrará a la democracia.

 

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¿La tercera restauración borbónica? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/08/04/la-tercera-restauracion-borbonica-2/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/08/04/la-tercera-restauracion-borbonica-2/#respond Tue, 04 Aug 2020 11:17:37 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8487 alt --> El pueblo destierra Borbones y las élites los restauran Después de la huida de España de Isabel II tras la Revolución Gloriosa de 1868, y tras el intento fallido de la I República en 1873, Cánovas del Castillo restauró la monarquía borbónica de una manera permanente. Tan es así, que la Restauración pasó al ADN … Continuar leyendo "¿La tercera restauración borbónica?"]]> ¿La tercera restauración borbónica?

El pueblo destierra Borbones y las élites los restauran

Después de la huida de España de Isabel II tras la Revolución Gloriosa de 1868, y tras el intento fallido de la I República en 1873, Cánovas del Castillo restauró la monarquía borbónica de una manera permanente. Tan es así, que la Restauración pasó al ADN del conservadurismo español con tanta fuerza que incluso alcanzó al PSOE, donde se descubren trazas de esa manera de entender España.

Esa Restauración vino, por supuesto, con Rey, al que se le otorgó el mando supremo de las fuerzas armadas en la Constitución de 1874 -garantía última de su pervivencia-. Vino también con Visigodos y su simbología, que trenzó la unión de los borbones con Don Pelayo y la Reconquista. En esa misma dirección, vino católica –ahí rescataron a Recaredo, primer Rey visigodo que abrazó el catolicismo-. Vino con turnismo bipartidista –liberales y conservadores- y vino con clientelismo, caciquismo, oligarquía y capitalismo rentista vinculado no a la innovación y la competetitividad sino a los favores de la corte. Basta echar una ojeada a nuestro alrededor para ver la permanencia.

Tras la huida de Alfonso XIII de España, por ladrón y por haber perdido las elecciones en las principales capitales españolas, la II República volvió a desterrar a los Borbones. Y otra vez las élites dieron un golpe de Estado, en esta ocasión ayudados por Hitler y Mussolini, para acabar con la República, fusilar a 200.000 españoles, encarcelar a 350.000 y exiliar a 500.000. En 1947, Franco restauró la monarquía en España, que volvía a ser un reino para poder gestionarse la entrada en Naciones Unidas, algo cuestionado internacionalmente en un país que había ayudado al fascismo y al nazismo. En 1969, en otro momento de crisis del régimen franquista, Juan Carlos de Borbón fue nombrado sucesor de Franco a título de Rey.

A la muerte del dictador, la última ley franquista, la Ley para la Reforma Política de 1976, marcó la apertura hacia un régimen democrático. Fue, en expresión de Alfonso Ortí, "la segunda Restauración borbónica". El problema es que la Constitución republicana de 1931 había sido interrumpida por un golpe de Estado, de manera que lo lógico era recuperar la forma republicana o, en el peor de los casos, someter la monarquía a un Referéndum. Suárez metió tres veces la palabra "rey" en la ley para la Reforma Política y los españoles, ante el "todo o nada", aceptaron esa democracia que venía, otra vez, con Restauración borbónica. Sin embargo, nunca se sometió al criterio de los españoles si querían una monarquía o una república.

Como el Rey Juan Carlos venía de la formación al lado de Franco y no sabía de valores democráticos, organizó o dejó organizar el 23-F. Por esas ironías del destino, un golpe que nacía para cambiar el rumbo de la democracia española –las élites pensaban que se estaba yendo muy lejos- sirvió para apuntalar al Rey Juan Carlos. El arrebato de Tejero echó por tierra el gobierno de concentración nacional –otro clásico de la derecha española- que iba a dirigir el General Armada. La intervención esa noche de Juan Carlos I detuvo el golpe gracias a la obediencia debida de los militares (como dijo Quintana Lacaci, "si el Rey me pide esa noche bombardear el Parlamento, lo bombardeo"). Juan Carlos pasó a ser reconocido como un Rey democrático y los socialistas empezaron a decir que eran republicanos pero juan carlistas. La prensa, esa que se enfada cuando la critican, apuntaló ese marco.

"un gran acuerdo con la prensa que salía de la dictadura, con el diario El país como mascarón de proa, acordaron silenciar cualquier escándalo de la monarquía, de manera que la legitimidad de ejercicio vino dada por la tarea servil de unos medios de comunicación que no hicieron durante cuarenta años, los del reinado de Juan Carlos I, su trabajo"

Las tres legitimidades de un régimen

Cualquier gobierno tiene una legitimidad de origen, una legitimidad de ejercicio y una legitimidad de resultados. En el caso de Juan Carlos I, la legitimidad de origen venía viciada, porque su Restauración venía de la mano de Franco –el Borbón legítimo, en cualquier caso, hubiera sido su padre, Juan de Borbón-. En cuanto a la legitimidad de ejercicio, como buen monarca el Rey Juan Carlos dedicaba su tiempo a hacer deporte y a empiernarse con cierta ligereza. Sin embargo, un gran acuerdo con la prensa que salía de la dictadura, con el diario El país como mascarón de proa, acordaron silenciar cualquier escándalo de la monarquía, de manera que la legitimidad de ejercicio vino dada por la tarea servil de unos medios de comunicación que no hicieron durante cuarenta años, los del reinado de Juan Carlos I, su trabajo.

La legitimidad de resultados del reinado de Juan Carlos I coincide con el salto enorme de España a la modernidad a la salida de la dictadura. El retraso en la puesta en marcha del Estado social se palió, en parte con ayuda europea aunque al precio de desindustrializar España. El éxodo del campo a la ciudad en los sesenta y setenta sentó las bases para el desarrollo económico que venía de la apertura que marcó el Plan de Estabilización de 1959. El turismo hizo otro tanto. El impulso de la sociedad española se tradujo en el mayor avance económico y las demandas de mayor avance social. El golpe del 23F frenó esa carrera y el régimen político emanado de la Constitución de 1978 brindó avances económicos a cambio de refrenar avances políticos, tanto en términos de participación popular y lucha contra las desigualdades –seguimos siendo el país más desigual de la UE-15 y con el mercado laboral más deteriorado- como de avance en la condición plurinacional de España.

¿La tercera restauración borbónica?

En el caso de Juan Carlos I, el olvido de la ausencia de legitimidad de origen, la construcción mediática de la legitimidad de ejercicio –con el gran fraude del 23F, que hizo mediáticamente –serie de televisión posterior incluida- el "salvador del golpe" a quien había sido el factor principal de ese golpe, y los resultados evidentes de avance económico respecto del franquismo, esto es, la legitimidad de resultados, explican esa lectura pueril que hace la derecha y sus medios de lo que el magistrado Martín Pallín ha llamado, después de los cuarenta años de dictadura, los "cuarenta de convalecencia".

"Tienen razón los que le echan la culpa a Pablo Iglesias y a Podemos de la salida del Rey emérito de España. De no existir Podemos, Juan Carlos I habría vuelto a decir: "lo siento mucho, me he vuelto a equivocar, no volverá a pasar" y santas Pascuas"

España se acostó franquista y se levantó democrática. Los jueces del franquismo pasaron a ser los jueces de la democracia. De los 16 jueces del Tribunal de Orden Público, el juzgado político encargado en encarcelar a los demócratas, diez pasaron a la Audiencia Nacional y seis al Tribunal Supremo. Se quedaron igualmente los policías –de ahí vendría el Batallón Vasco Español, la Triple A, Conesa, Billy El niño, los GAL o Villarejo-, se quedaron los catedráticos –ahí está la universidad que tenemos- y los periodistas –Juan Luis Cebrián, que dirigiría El país, venía de ser el Jefe de Informativos de la RTVE franquista-.

Por todo eso, es verdad lo que dice el que fue Director efímero de El Mundo, David Jiménez, "Juan Carlos I se exilia. Se queda la prensa que lo encubrió, el empresariado que lo corrompió, la clase política que lo protegió, la judicatura que miró a otro lado y el ejército de cortesanos que lo aplaudió". Lo ha dicho igualmente la directora de Público, Virginia P. Alonso: "para construir un muro así y mantenerlo durante más de 40 años son necesarias muchas manos; las de Gobiernos, empresarios y periodistas, sin ir más lejos; pero también las de la propia familia real, en la que se incluye a su hijo, el actual rey, Felipe VI".

Se abre un momento constituyente

Tienen razón los que le echan la culpa a Pablo Iglesias y a Podemos de la salida del Rey emérito de España. De no existir Podemos, Juan Carlos I habría vuelto a decir: "lo siento mucho, me he vuelto a equivocar, no volverá a pasar" y santas Pascuas. Porque no solamente la derecha, que a diferencia de la derecha europea es monárquica, tradicionalista, reaccionaria y bebe más de los requetés que de los conservadores, sino una parte de la izquierda se ha puesto como misión primordial salvar la monarquía. Fuer Pérez Rubalcaba el que hizo las leyes que blindaban al Emérito después de obligarle a abdicar para salvar la institución. Si ahora el PSOE fuera más coherente con los cientos de miles de socialistas que pusieron el cuerpo para defender la democracia en España, otro gallo cantaría. Y sería un gallo rojo.

"Felipe VI prefirió ser el Rey del "a por ellos", y es verdad que los homófobos, xenófobos y violentos de VOX gritan desde que se levantan ¡Viva el Rey!, pero Felipe VI ya no es una persona querida en una parte no pequeña de España"

Felipe VI no tiene legitimidad de origen, pues es Rey exclusivamente porque es el hijo de su padre. Y si su padre obra como un fugado de la justicia –esa es la imagen que tiene hoy España del "piloto del cambio"-, su única legitimidad se va por el retrete.

No tiene Felipe VI legitimidad de resultados. Si el 3 de octubre hubiera salido para reconciliar a las diferentes Españas, hubiera tenido su 23F. Pero prefirió seguir la deriva extremista de VOX y el PP y demonizar a los independentistas catalanes en vez de abrir vías de negociación, con todos, para que el diálogo fuera el que dirimiera la herida territorial que arrastramos desde hace trescientos años. Felipe VI prefirió ser el Rey del "a por ellos", y es verdad que los homófobos, xenófobos y violentos de VOX gritan desde que se levantan ¡Viva el Rey!, pero Felipe VI ya no es una persona querida en una parte no pequeña de España. Además, Felipe VI se ha beneficiado siempre de los tejemanejes de su padre. ¿No le pagaron entre su padre y un empresario catalán amigo de su padre su luna de miel? ¿Quién le ha pagado sus gastos y caprichos?¿Quién le ha trenzado sus relaciones? ¿Quién le ha hecho Rey?

La legitimidad de resultados no resulta muy prometedora para Felipe VI. La crisis de 2008, con el rescate a los bancos y no a las personas, y la crisis del COVID-19, que va a golpear duramente a la economía española, le hurtan presentarse como el monarca de ningún gran avance económico. Al tiempo que no va a dejar de ser el hijo de la persona que mientras decía "lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a pasar" sacaba 100.000 euros mensuales de su cuenta en Suiza.

La mejor herencia que deja Juan Carlos I a su padre es una Constitución que apenas se puede reformar. Pero eso es un arma de doble filo. Por eso estalló el 15M: cuando no existe la válvula de escape constitucional, las costuras se revientan.

El PSOE, el PP, VOX, Ciudadanos son partidos que defienden la forma de Estado monárquica, que en España tiene el agravante de que es la única monarquía europea vigente que apoyó al fascismo. La forma de Estado que se corresponde con una democracia es la república, porque lleva hasta sus últimas consecuencias que todos los ciudadanos son iguales, algo que no sucede cuando hay una familia que tiene vitalicia la Jefatura del Estado sin someterse a elecciones. Lo que no quita que haya repúblicas abyectas igual que hay monarquías claramente democráticas. Aunque, repetimos, la monarquía noruega peleó contra los nazis, mientras que Juan de Borbón defendió el golpe de Estado franquista contra la República. Edmundo Bal, de Ciudadanos, ha afirmado: "pretenden confundir las decisiones de una persona privada con una institución". Pero es que la única institución donde la persona y la institución se confunden es precisamente la monarquía, y aún más en España donde la institución medieval de la inviolabilidad del monarca le convierte en una suerte de dios inmaculado.

"La mejor herencia que deja Juan Carlos I a su padre es una Constitución que apenas se puede reformar. Pero eso es un arma de doble filo. Porque por eso estalló el 15M: cuando no existe la válvula de escape constitucional, las costuras se revientan"

En la ciudadanía, crece la sensación de que la monarquía borbónica está necrosada. ¿Quién le va a explicar a los niños y niñas de España que la Infanta Leonor tiene privilegios que ellos no tienen? ¿Heredados de su abuelo? ¿Entregados por Franco?¿Nunca sometidos a un referéndum democrático?

Se abre un proceso de discusión constituyente en España. Y no es extraño que se redoblen los ataques contra Podemos. Porque sin Podemos, los de siempre harían los arreglos de siempre. Apoyados hoy por los requetés de VOX.

¿Afecta la crisis de la monarquía al gobierno de coalicion?

Es claro que el PSOE y Podemos no coinciden con cómo debe ser la Jefatura del Estado y aún menos en la evalución del reinado de Juan Carlos I y la exigencia de rendición de cuentas. El desencuentro protagonizado por Carmen Calvo -que parece respirar constantemente por alguna herida- no tiene por qué afectar al Gobierno de coalición. Es verdad que el Gobierno es un órgano colegiado y que todos los miembros del Gobierno deben aceptar las decisiones que se tomen. No puede ser de otra manera. Pero no todos tienen por qué estar de acuerdo. Ni por qué silenciar el desacuerdo. ¿O no nos acordamos de las desaveniencias en los gobiernos de Rajoy, de González o del propio Sánchez, siendo de un solo signo político? Los puntos de vista divergentes son ya una constante de la política en el siglo XXI que no deben frenar la colaboración. Y aún menos cuando no se consultan determinadas decisiones, como ha sido con la huida de Juan Carlos I de España.

A ver si nos acostumbramos a qué es en verdad un Gobierno de coalición donde reposan sensibilidades diferentes. Para Podemos, la centralidad en el gobierno tiene que ver con los asuntos sociales y la defensa de los derechos humanos. Ahí tiene su límite. El PSOE verá qué hace con su peculiar republicanismo monárquico. Pero es evidente que en España se abre otra vez una fase constituyente. La que abrió el 15M y no se terminó de cerrar con el nacimiento de Podemos. Nadie sabe qué pasara, porque los futuros siempre son construcciones desde el presente. La correlación de fuerzas dictará sus contornos. Pero nadie puede negar que la Constitución española, como la democracia española, necesita una mano de pintura. En un contexto donde Europa necesita una mano de pintura. Incluso arreglos de chapa y de motor. Aunque solo sea para que todos y cada uno de los que vivimos aquí sepamos, en la discusión, lo que es una democracia, lo que cuesta defenderla, lo frágil que son estos regímenes, y lo que la ponen en riesgo los que quieren acabar con ella resucitando la violencia, impidiendo cualquier cambio que responsa a los nuevos retos, usando la justicia de manera abusiva, demonizando a las mujeres, a los inmigrantes, a los homosexuales, a los que tienen otra idea de España o defendiendo instituciones ajenas a la voluntad general sobre la base de discursos propios de la Edad Media.

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Derecha española ¿patriota o traidora? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/06/18/derecha-espanola-patriota-o-traidora/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/06/18/derecha-espanola-patriota-o-traidora/#respond Thu, 18 Jun 2020 10:09:37 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8468 alt --> España tiene la derecha menos patriótica del continente. Es, verbalmente, como todas las derechas, muy de arengar sobre la patria, sobre el honor, sobre el sacrificio, siempre adornando ese discurso de valentón vociferante con la parafernalia de la muerte honrosa y los caídos en la defensa de las tradiciones. Luego resulta que Abascal se libró, … Continuar leyendo "Derecha española ¿patriota o traidora?"]]> Derecha española ¿patriota o traidora?

España tiene la derecha menos patriótica del continente. Es, verbalmente, como todas las derechas, muy de arengar sobre la patria, sobre el honor, sobre el sacrificio, siempre adornando ese discurso de valentón vociferante con la parafernalia de la muerte honrosa y los caídos en la defensa de las tradiciones. Luego resulta que Abascal se libró, qué curioso, de hacer el servicio militar. La España que madruga no se libraba de la mili. En ese discurso de exaltación del martirio, se encuentran necesariamente con la iglesia católica, apostólica, romana y monárquica, siempre agradecida de que en España se le diera durante la dictadura, y después, el monopolio de la educación, dinero público, exenciones fiscales, libertad para escriturar inmuebles como propios y cobertura para sus desmanes pederastas. No hay reyes sin obispos, aunque puede haber obispos sin reyes. En Italia, la ausencia de reyes la compensaron negociando con la mafia. En España, la iglesia siempre ha perdonado los pecados de los reyes y de la derecha. Incluso santificó los cañones de la derecha que rompieron la patria y la anegaron de sangre.

La derecha española es la menos patriótica del continente porque viene de estar acostumbrada a robarle a España. Ahí están los casi mil imputados o condenados del Partido Popular por robar dinero público, ahí está el chiringuito que le montó Esperanza Aguirre a Abascal, ahí está los fraudes de la ley española de Rocío Monasterio con su inexistente título de arquitecta o el fraude de la ley española de Casado obtenido un máster de manera bien diferente a como lo obtiene, igualmente, la España que madruga.

La derecha catalana es también, al menos en eso, muy española, porque tampoco ha tenido ningún problema en robarle a Catalunya, cuando dice que la quiere tanto como la derecha ladrona española dice querer a España.

"Franco, otro referente de la derecha, trajo a la península a tropas moras, a las que además de pagar autorizó a que violaran a las mujeres republicanas, algo poco cristiano y nada honroso"

La derecha española tampoco es patriota en sus referencias. Les gustan los visigodos, pero fueron los visigodos los que llamaron a los bereberes para que invadieran la península. Entre ellos, nobles y obispos. A la derecha le gusta Don Pelayo (también a los reyes). Don Pelayo era, al parecer, un visigodo de la baja nobleza muy tramposo que se fue al norte para no pagar lo que le debía a sus señores árabes. Esa misma derecha saca a pasear al Cid campeador, que era un mercenario que mató a más cristianos que árabes y que tenía un sentido de la lealtad como el de las películas de mafiosos, eso sí, siempre igualmente muy cristiano y devoto.

La derecha española es muy poco patriótica y siempre ha llamado a extranjeros a que vinieran a matar españoles a cambio de dinero. Fernando VII llamó a los 100.000 hijos de San Luis, mercenarios y soldados franceses, para que acabaran con el Trienio Liberal y ahorcaran a Rafael de Riego. Franco, otro referente de la derecha, trajo a la península a tropas moras, a las que además de pagar autorizó a que violaran a las mujeres republicanas, algo poco cristiano y nada honroso. Porque las mujeres republicanas eran, además de españolas, seres humanos.

La derecha española fue la que regaló el suelo de la patria a los gringos, entregando la soberanía del suelo patrio a los Estados Unidos, permitiendo las bases norteamericanas que eran territorio extranjero en suelo nacional. Nunca la derecha ha pedido que se vayan las bases. Lo de ¡Bases fuera! era un grito patriótico de las izquierdas. A la derecha nunca le han molestado las bases. A lo mejor es porque en las afueras de las bases siempre había burdeles y el patriotismo de la derecha española es muy de burdel porque odian a las mujeres y les gusta tenerlas sometidas.

"La derecha española no ha ennoblecido nunca el nombre de España con ninguna gesta fuera. La izquierda sí"

La derecha española llamó a los nazis de Alemania y a los fascistas de Italia para que vinieran a hacer negocios en España matando españoles. La república, al contrario, se nutrió de voluntarios de todo el mundo, las brigadas internacionales, que vinieron aquí sin pedir dinero a cambio, a morir defendiendo la democracia, igual que hicieron tantos españoles después de que se terminara la guerra en España. Por ejemplo, liberando Paris de los nazis. La derecha española no ha ennoblecido nunca el nombre de España con ninguna gesta fuera. La izquierda sí.

La derecha española de hoy sigue traicionando a la patria y en Europa andan enredando con los holandeses, austríacos y finlandeses, que tanto dicen despreciarnos, para que la Unión Europea no ayude en la crisis del coronavirus. Dice la derecha española que si la Unión Europea nos ayuda tiene que ser con fuertes condiciones, es decir, con hombres de negro que venga a hacer recortes, porque el dinero que pide España, dicen esos patriotas, no es para paliar los estragos del covid-19 sino para implantar un régimen castrosociocomunista. Como el ingreso mínimo vital o los ERTES, defendidos por el Fondo Monetario Internacional que debe de haberse hecho marxista, como le ocurre, según Abascal y Cayetana Álvarez de Toledo, al Papa Francisco.

Hay una España que nos va a tocar inventar muy lejos de estos que dicen la palabra España y salivan depredadores como los miembros de una manada a punto de cometer el penúltimo abuso.

La derecha española, que no va a cagar sin llevarse la bandera, ha vuelto a traicionar a España en Europa, como cuando en 1992 Aznar llamó al gobierno socialista "pedigüeño" por gestionar los fondos de cohesión. La derecha quiere tanto a España que prefiere verla hundida en el mar antes que gestionada por los que siempre les han servido en sus cortijos, en sus comedores, en sus casinos y en sus jolgorios.

La derecha española del PP y de VOX que han intentado en Europa que no recibamos ayudas son traidores a España. Y dan tanta vergüenza que resulta difícil separar su miseria moral de los símbolos que han arrastrado por el barro durante todos estos meses (hoy hemos visto un vídeo de un tipo disparando con una escopeta contra fotos de miembros del Gobierno de coalición lleno de una ira demente, eso sí, con la banderita de España en la muñeca).

Hay una España que nos va a tocar inventar muy lejos de estos que dicen la palabra España y salivan depredadores como los miembros de una manada a punto de cometer el penúltimo abuso.

 

 

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PREPUBLICACIÓN | El Paciente Cero eras tú. Pasajes políticos, de Juan Carlos Monedero https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/06/15/adelanto-del-libro-el-paciente-cero-eras-tu-pasajes-politicos-de-juan-carlos-monedero/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/06/15/adelanto-del-libro-el-paciente-cero-eras-tu-pasajes-politicos-de-juan-carlos-monedero/#respond Mon, 15 Jun 2020 08:40:56 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8444 alt --> Que estamos en shock es evidente. ¿Qué va a ser de todos nosotros? Los capataces del gran capital no pueden permitirse la consternación. Saben que si no usan el látigo contra nosotros, lo usarán contra ellos y serán reemplazados. Ni los centros de pensamiento ni los medios de comunicación ni los contables han parado durante … Continuar leyendo "PREPUBLICACIÓN | El Paciente Cero eras tú. Pasajes políticos, de Juan Carlos Monedero"]]> PREPUBLICACIÓN | El Paciente Cero eras tú. Pasajes políticos, de Juan Carlos Monedero

Que estamos en shock es evidente. ¿Qué va a ser de todos nosotros? Los capataces del gran capital no pueden permitirse la consternación. Saben que si no usan el látigo contra nosotros, lo usarán contra ellos y serán reemplazados. Ni los centros de pensamiento ni los medios de comunicación ni los contables han parado durante la pandemia.

Decía Hegel que la lechuza de Minerva alza su vuelo al atardecer. Es decir, que el verdadero conocimiento está en el crepúsculo de las cosas, cuando ya han pasado y puede verse su recorrido. Todo lo demás, decía, serían especulaciones. Pero vino Marx y dijo que los filósofos se la pasaban interpretando el mundo, cuando de lo que se trataba era de cambiarlo. Pensar el mundo es cambiar su rumbo.

Sobre el corona virus sabemos muy poco. Aprendemos a golpes. Pero hay algo claro: el mundo que ya está saliendo del confinamiento va a estar marcado por las luchas actuales, por la capacidad explicativa de los argumentos, por su capacidade de asentarse socialmente, de convertirse en sentido común. Si seguimos pensando que o eres rentable económicamente o más te vale morirte, la sociedad se destruirá. Porque vendrá otra pandemia o el cambio climático o la guerra de todos contra todos.

Este libro quiere desplegar la capacidad popular para salir de los surcos trazados por la inercia, que son los que trajeron el coronavirus y que, si nos descuidamos, permitirá a la derecha la revancha que andan buscando desde que perdieron la Segunda Guerra Mundial y tuvieron que aceptar los derechos sociales.

A continuación, puedes leer el preámbulo y el primer capítulo de El Paciente Cero eras tú:

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Una de marxismo https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/06/13/una-de-marxismo/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/06/13/una-de-marxismo/#respond Sat, 13 Jun 2020 11:22:05 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8433 alt --> De vez en cuando, y casi siempre en momentos escogidos, reaparece Felipe González para intentar enrumbar al Gobierno de España por sendas neoliberales. Si le sumamos que Aznar sale al ruedo desde FAES porque hasta el Papa le parece bolchevique, no es extraño que José Luis Rodríguez Zapatero sea el ex Presidente que más respeto … Continuar leyendo "Una de marxismo"]]> Una de marxismo

De vez en cuando, y casi siempre en momentos escogidos, reaparece Felipe González para intentar enrumbar al Gobierno de España por sendas neoliberales. Si le sumamos que Aznar sale al ruedo desde FAES porque hasta el Papa le parece bolchevique, no es extraño que José Luis Rodríguez Zapatero sea el ex Presidente que más respeto esté mostrando a su condición de ex Presidente.

Ha dicho Felipe González, y todos los medios no han perdido ocasión de ponerle el altavoz, que el Gobierno de coalición a veces le parece "el camarote de los hermanos Marx". En verdad, tampoco pasa nada. González, es sabido, quería un gobierno del PSOE con el PP y, en su defecto, del PSOE con Rivera. Porque es lo que conviene a sus jefes y a él mismo. Que no está González para que a su edad se le abran fisuras en el  bipartidismo y nadie vaya a saber en qué líos ha estado metido cuando todos eran inimputables.

Es normal que al Marx que cita González no sea al de Tréveris. A González, de Marx le queda poco. Ya en 1979 decidió renunciar al marxismo en el programa del PSOE. En verdad aquello no era el problema, porque por las mismas fechas Carrillo renunciaba en el PCE al leninismo. Era táctica electoral, aunque hay cosas que, aunque sea por electoralismo, dejan huella. En España, la izquierda tenía mochila. 200.000 fusilados, los maestros represaliados, 500.000 exiliados, 350.000 encarcelados y 40 años de dictadura, bajo el púlpito perenne del NODO y la iglesia católica, habían penetrado en las capas populares y medias, que terminaron creyendo que eso del marxismo es algo parecido a lo que hoy piensan los descerebrados que dicen que Podemos es marxista bolivariano terrorista de Phnon Penh. Para gobernar había que alejar ese fantasma.

Felipe González nunca ha sido un hombre de izquierdas salvo porque tenía enfrente, como "jefe de la oposición", a Manuel Fraga, un Ministro de Franco.

González en verdad, en aquel Congreso no renunciaba al marxismo. Ya habían renunciado cuando mataron a sus mayores, Llopis y compañía, en el Congreso de Suresnes en 1974. González buscaba un partido que dejara de toserle. Regresó con el PSOE maniatado. El parricidio del PSOE en el exilio siempre ha perseguido a González y a Guerra, que siguen queriendo mandar por el miedo psicoanalítico de que hagan con ellos lo que ellos hicieron con los abuelos de entonces. González, después de acabar con el PSOE más socialista, construyó una organización sin debate ni democracia interna que le permitió desarrollar el plan de modernización que España necesitaba, la calle reclamaba e iba a dictar Alemania. España dio un salto de gigante, que venía gestándose desde el Plan de Estabilización de 1959, y la tarea de González, especialmente a partir de 1982, era reconducir al país por una senda más cercana al liberalismo social alemán que a la revolución de los claveles portuguesa.

Felipe González nunca ha sido un hombre de izquierdas salvo porque tenía enfrente, como "jefe de la oposición", a Manuel Fraga, un Ministro de Franco. Por eso, en la cumbre de su vida, cuando más respeto debiera uno tener a lo que ha sido y a la imagen que se quiere dejar, vive de ser asesor del hombre más rico de América Latina, Carlos Slim, en el continente más desigual del mundo. Algo poco socialista que le inhabilita para ser el referente de un PSOE que avance en el siglo XXI con paso emancipador. Nunca le voy a negar la coherencia a González. El problema es que su coherencia pone siempre palos en las ruedas al despegue de la democracia en España.

Su salida de tono se oye  el día que se aprueba el Ingreso Mínimo Vital, lo que demuestra su escasa estatura moral. Porque en el fondo le molesta que este gobierno, contra el que tanto lucho, contra el que peleó para que hubiera una coalición entre el PSOE y el PP o entre el PSOE y Albert Rivera, resulta que hace cosas de izquierdas que él ni se habría atrevido.

Por que González es el que no se atrevió a permitir que la Guardia Civil se democratizara igual que no permitió que los militares de la Unión Militar Democrática se reintegraran en el ejército. Tampoco se atrevió a reconocer a los abuelos que lucharon contra Franco. Porque González no peleó contra Franco y esas víctimas no le dolían. A los pocos militantes del PSOE en 1974 y 75, cuando les detenían les soltaban, mientras que los de los demás partidos recibían palizas y largas condenas. Se murieron cientos de miles de ancianos en democracia que lo único que esperaban ya en la vida era saber dónde estaban sus familiares asesinados por Franco y enterrados en fosas, zanjas y cunetas. Gracias González. Catorce años donde no hubo tiempo para reparar a las víctimas. Sin embargo,  hoy levanta la voz sin miedo para tapar el Ingreso Mínimo el mismo que manchó la democracia con esa cobardía de no dar las gracias a los que lucharon por que en España no todo fuera cobardía.

No sabemos si Felipe González era la X del GAL. A estas alturas lo relevante está en el fondo. Por cierto, no nos olvidemos que los asesinatos de los GAL fueron plenamente apoyados por Manuel Fraga, que de asesinar e insultar a demócratas sabía un rato. En cualquier caso, el mismo González reconoció en una entrevista en El país -del grupo del cual él mismo es miembro del Consejo Editorial- que desde los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado se desarrollaban actividades ilegales, porque le plantearon la posibilidad de volar, ilegalmente, a la cúpula de ETA. En un rapto de lucidez nos contó que no aprobó ese atentado. Los GAL alimentaron una década las razones que esgrimía ETA.

No democratizó como dijeron el ejército –ahí está Pérez de los Cobos y los generales de VOX- y fue el que dio el pistoletazo a las privatizaciones de las empresas públicas que terminaría Aznar.

Felipe González, como decíamos del consejo editorial del Grupo PRISA, estuvo entre los que, con César Alierta, del IBEX 35, y Juan Luis Cebrián, lograron cortarle la cabeza en su día a Pedro Sánchez. Ahí también fue muy valiente. El gobierno que apoyaba Felipe González lo hubieran formado Susana Díaz y Mariano Rajoy. De ese engendro, González no hubiera dicho que era el camarote de los hermanos Marx.

La historia no va a ser amable con Felipe González. Impulsó el acercamiento a los niveles de vida de Europa que reclamaban los españoles en la calle y quería y necesitaba la propia Europa. No había otra. Pero canalizó ese impulso de la manera más amable con el poder económico, principalmente bancario, y encima regaló a Europa la industria española.

No democratizó como dijeron el ejército –ahí está Pérez de los Cobos y los generales de VOX- y fue el que dio el pistoletazo a las privatizaciones de las empresas públicas que terminaría Aznar.

La x de los GAL se despejará de una manera u otra igual que se sabrá su colaboración con presidentes corruptos de América Latina que terminaron en la cárcel o en el exilio a través de las Cumbres Iberoamericanas. Entre ellos Carlos Salinas de Gortari, Raúl Menem, Collor de Melo o Carlos Andrés Pérez. González, tan relacionado con Venezuela, quiso hacer negocios con Chávez con asuntos de telefonía curiosamente no ligados a Telefónica, sino a Carlos Slim. Un patriota. Como el Rey emérito. Chávez le dijo que no y hoy González trabaja con la oposición venezolana solo por el dinero.

Un Mario Soares maduro alumbró al Partido Socialista Portugués hacia lugares luminosos. González solo sirve para poner hoy ruedas a cualquier decisión de progreso. La derecha ha celebrado su cacareo y Cristina Cifuentes o Pablo Casado le celebran. Felipe González no debiera ni mencionar la palabra camarote. Porque le recordaremos así, en el mar, con un puro en la boca, de yate en yate y de camarote en camarote.

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En un país decente... https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/06/10/en-un-pais-decente/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/06/10/en-un-pais-decente/#respond Wed, 10 Jun 2020 18:29:12 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8421 alt --> En un país decente, nadie estaría haciendo con los muertos del covid-19 negocio político. Pero es que en un país decente, los medios de comunicación no mentirían haciéndole el juego a una oposición que sería decente y no buscaría hacer daño al gobierno, aunque fuera mintiendo, con un asunto que doliera a la ciudadanía. En … Continuar leyendo "En un país decente..."]]> En un país decente...

En un país decente, nadie estaría haciendo con los muertos del covid-19 negocio político.

Pero es que en un país decente, los medios de comunicación no mentirían haciéndole el juego a una oposición que sería decente y no buscaría hacer daño al gobierno, aunque fuera mintiendo, con un asunto que doliera a la ciudadanía. En un país decente, la oposición buscaría políticas alternativas que beneficiaran a la mayoría mientras que en España, la oposición se dedica a decir que los muertos por covid-19 no son víctimas del coronavirus, sino de las decisiones del Gobierno central, y eso aunque las competencias estén transferidas.

En un país decente, los responsables de la sanidad, que en un país descentralizado como España pertenece a las Comunidades Autónomas, analizarían los errores después de diez años de privatización de la sanidad pública, y no intentaría desviar la atención echándole la culpa a quien no tenía la responsabilidad.

España, con la Transición, caminó un poco hacia la decencia, pero aún le queda trecho. Porque a España, aún le huelen los sobacos y los pies a franquismo.

Sería bueno que las sesiones parlamentarias fueran aburridas. Pero eso solo pasa cuando gobierna la derecha. Cuando en España la oposición quiere echarle toda la culpa al gobierno  de coalición, al gobierno no le queda otra que destapar la mentira y dejar claro que los que les acusan están mintiendo. Aunque en todos los medios, incluidos los que se dicen progresistas, hay tertulianos que mienten y nadie les llama mentirosos. En un país decente, los medios de comunicación no dirían que es una vergüenza que todos estén echándose la culpa de los muertos, sino que dirían que es una vergüenza que los que tienen que rendir cuentas le echen la culpa a los que no tenían capacidad de tomar decisiones que, en el caso concreto de las residencias de ancianos, convertidos en verdaderos campos de la muerte por culpa de las privatizaciones, correspondían a las Comunidades Autónomas, en concreto, en los sitios donde más ancianos han fallecido, a Díaz Ayuso en Madrid y a Quim Torra en Catalunya.

En un país decente una concejala no podría decir, como ha hecho la señora Cristina Gómez Carva de VOX, que a un Ministro, por ser homosexual, le gustan los jovencitos o cosas mucho más soeces que da bochorno repetir. En un país decente, un presentador, por muy fascista que se sienta, no podría celebrar, como ha hecho Jiménez Losantos, un putsch como el que dio Hitler, ni una marcha como la de Mussolini ni el 23F del airado bufón armado AntonioTejero.

En un país decente si un gobierno se equivoca y opta por buscar, pongamos por caso, la inmunidad del rebaño, como hizo Johnson en Gran Bretaña, podrán no volver a votarle por botarate y cretino, pero no acusarte de querer asesinar gente, como hacen el PP y VOX y una jueza abducida por malas lecturas de la realidad, con la manifestación del 8M en Madrid, y que se olvidan de manifestaciones en todas las demás provincias, de partidos de fútbol, metros abiertos, misas, conciertos o la asamblea de VOX.

En un país decente no habría un concejal como el de Vox en San Juan de Aznalfarache, en Sevilla, Manuel Pérez Paniagua, que ha amenazado de muerte al vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias.

En un país decente, ningún Senador llamaría a un Vicepresidente en un tuit "el coletas", igual que no utilizarían motes despectivos sobre sus adversarios que enturbian la política.

En un país decente, ningún político homosexual, como hace Maroto, sería tan indecente con las luchas de los golpeados ni se reiría de los estigmas de nadie, porque tendría memoria de lo que ha sufrido su colectivo y le habría nacido la empatía. En un país decente, no sería senador el negro que se convierte en capataz por su dureza contra los negros, ni lo sería ninguno de esos judíos que por alargar unas semanas su vida se convertían en los verdugos de otros judíos en los campos de exterminio.

En un país decente, nadie llamaría paguita a una ayuda que puede permitir a millones de seres humanos a comer y a cubrir necesidades básicas. En un país decente, no veríamos el espectáculo de Maroto, de Rafa Hernández, de Cayetana Álvarez de Toledo, de Macarena Olano, de Santiago Abascal, de Marga Prohens o de Teodoro García Ejea insultando a la inteligencia, mintiendo y siendo soeces confundiendo el Parlamento con una taberna.

Aunque a lo mejor, como hoy se ha aprobado el Ingreso Mínimo Vital que va a llegar a 850.000 hogares, lo que le queda a la derecha es eso, patalear, escupir su berrinche de niños malcriados, amenazar incluso de muerte, como si la vida de los españoles fuera una prerrogativa suya.

En un país decente no pasarían estas cosas, pero tampoco el "piloto de la Transición a la democracia", el Rey Emérito, sería un presuntísimo ladrón repudiado por su hijo, los policías torturadores no estarían condecorados, el principal partido de la derecha no tendría casi mil imputados por robar, y el filósofo de la ética por excelencia, no habría recibido el premio más amañado, el menos ético, de todo el circuito literario.

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Derecha off the record https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/06/01/derecha-off-the-record/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/06/01/derecha-off-the-record/#respond Mon, 01 Jun 2020 11:55:29 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8410 alt --> Los conservadores nunca vieron a los negros salvo cuando fueron a África a hacerles esclavos y suplir en las plantaciones a los indígenas que habían muerto de enfermedades nuevas y del trabajo extenuante. Hoy siguen sin verles y, lo que es peor, han contratado a algunos negros y los han vestido de policías para que … Continuar leyendo "Derecha off the record"]]> Derecha off the record

Los conservadores nunca vieron a los negros salvo cuando fueron a África a hacerles esclavos y suplir en las plantaciones a los indígenas que habían muerto de enfermedades nuevas y del trabajo extenuante. Hoy siguen sin verles y, lo que es peor, han contratado a algunos negros y los han vestido de policías para que junto a otros blancos vestidos también de policías, maten a otros negros poniéndoles la rodilla en el cuello o disparándoles.

No todos los policías son así y en Plymouth se han aliado con los manifestantes, pero el Presidente Donald Trump, el amigo de Abascal, dice que no hay ciudadanos protestando, que son antifascistas, que es lo mismo que terroristas, aunque el soldado Ryan fue un antifascista que luchó contra los nazis. Para los conservadores, Spielberg puede ser visto también como un terrorista. John Locke se quejaba al rey de Inglaterra de que les trataba como esclavos, cuando John Locke, el padre del liberalismo, tenía esclavos. A los indígenas tampoco les vieron, salvo cuando quisieron robarles el oro y la plata, cinco siglos después siguen sin verles por si pueden robarles el petróleo, el niobio, el coltán o la soja.

Los conservadores nunca vieron como personas a los trabajadores y por eso les obligaban a jornadas laborales de 16 horas, les hacinaban en lugares horrendos sin condiciones de salubridad y les mandaban a la policía o, llegado el caso, al ejército si protestaban porque esa vida no era vida.

"Los nazis no veían a los judíos y por eso les mandaron a morir por millones a las cámaras de gas. Pero los conservadores andan esquizofrénicos porque están con Hitler y con el Estado de Israel, que es algo que te puedes permitir solo cuando tus votantes no miran mucho los detalles"

Los liberales nunca vieron a las mujeres y argumentaban que como cuando decían que "no" en realidad decían que "sí", no tenían criterio para decir si o no a los gobernantes. Como no eran ciudadanas, no se las veía ni como ciudadanas ni como sujetos de ningún derecho. Cuando reproducían o cuidaban solo hacían lo que habían hecho toda la vida. No veían a las mujeres, pero cuando algunas empezaron a reclamar los mismos derechos que los hombres, empezaron a verlas para llamarlas feminazis.

Los nazis no veían a los judíos y por eso les mandaron a morir por millones a las cámaras de gas. Llamar feminazis a las mujeres es obviamente un exceso. Pero los conservadores andan esquizofrénicos porque están con Hitler y con el Estado de Israel, que es algo que te puedes permitir solo cuando tus votantes no miran mucho los detalles.

Los miembros de la dictadura militar argentina no veían muchachos y muchachas con ganas de justicia, sino subversivos y tiraron a decenas de miles desde aviones, sedados, para que el mar o el río de la plata se llevara sus vidas. Los blancos del apartheid sudafricano no veían a los negros y a los niños de los negros les veían como monitos simpáticos. Los conservadores encarcelaron a Mandela y le llamaron terrorista, y luego, cuando pensaban que ya era inofensivo, le elogiaron y fueron a su funeral.

"Quieren ser invisibles al Estado y por eso se ponen la bandera como se pone Superman la capa, para volar por encima de los demás y esparcir sus barbaridades"

Los señoritos en Andalucía, en Extremadura o en Castilla nunca han visto a los jornaleros ni a sus arrendatarios, igual que la patronal catalana no veía seres humanos y mandó pistoleros para acabar con los sindicatos a comienzos del siglo pasado. Por lo mismo Franco quiso alargar la guerra para matar a media España. Porque no la veía y, sobre todo, no quería verla más. La derecha catalana no veía a los charnegos y los alemanes no veían a los españoles que emigraron en los sesenta.

La derecha española no ve a una señora que rebusca en un cubo de basura mientras golpean sus cacerolas contra el gobierno de izquierdas diciendo libertad, libertad, libertad. La derecha solo entiende la libertad como algo suyo, donde ningún gobierno le diga lo que tiene que hacer. La derecha, que no ve a los que están por debajo de ellos, no consiente que nadie le quite "su" libertad, ni "su" dinero para los impuestos, ni "su" impunidad. La derecha roba, monta chiringuitos, falsifica firmas, recibe sobresueldos, les regalan los estudios... Porque las reglas no son para ellos.

Saben que hacen falta normas para los demás, pero ellos quieren sortearlas. Quieren ser invisibles al Estado y por eso se ponen la bandera como se pone Superman la capa, para volar por encima de los demás y esparcir sus barbaridades.

No ven al guardia civil que les detiene por corruptos en los cientos de casos de corrupción en donde está la derecha ni ven al policía cuando les dice que se pongan la mascarilla, guarden la distancia de seguridad o les enseñe la documentación. Ven al Guardia civil o al policía cuando gobiernan y les mandan a reprimir una concentración o una huelga. Ahí están orgullosos de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Cuando les gritan ¡A por ellos! Pero eso de que los ricos paguen más impuestos para que los policías y guardias civiles tengan más recursos, eso ya no.

Por eso no les ven cuando tienen que subirles el sueldo o dotarles de medios o permitir que se sindiquen. Pero gritan ¡Viva la policía cuando ven en Washington cómo un demente asesina a un ciudadano negro con la rodilla en el cuello durante siete minutos! Y hay policías que creen que por votar a VOX o al PP aquí van a poder hacer lo mismo. Ojalá esa gente sean minoría, porque lo que necesitamos para después de la pandemia es mucho sentido común.

La derecha cerró revistas vascas porque citaba a personas en sus páginas. Los medios de la derecha publican la dirección de Ábalos o de Pablo Iglesias y no entienden que están haciendo lo mismo que esos a los que tanto despreciaban. Porque la derecha solo ve cuando se lo hacen, no cuando lo hace.

"El diario ABC, junto con, cuando menos, un descuido de ETB, puede publicar un off the record, que es un momento relajado donde vas preparando la entrevista, para tergiversar una información"

La derecha viene de lejos, siempre se ve como una elite y grita libertad porque no entiende otra libertad que la de sus privilegios. Grita libertad y no ve a una anciana que mira en un cubo de basura a ver si encuentra la cena. No podría ser su madre ni su abuela, igual que cuando prostituyen a una mujer no podría ser su esposa, su hija, su hermana o su madre. Ni cuando matan a un negro tiene que ver con ellos, ni cuando les disparan en el Tarajal.

La derecha, en su lucha contra los que quieren acabar con sus privilegios, no ve las reglas mínimas. Los periodistas de la derecha se han convertido en hooligans que hablan por los partidos en la Plaza de Colón, acosan a los políticos del gobierno, organizan concentraciones, difunden bulos o desean la cárcel a las redes a los miembros del Gobierno. El diario ABC, junto con, cuando menos, un descuido de ETB, puede publicar un off the record, que es un momento relajado donde vas preparando la entrevista, para tergiversar una información. No se dice nada que no se hubiera dicho ya en marzo pasado por parte de las organizaciones feministas -que fue menos gente al 8M por mierdo al contagio-. Pero les da lo mismo. El periodismo que les interesa es el que puede hacer daño, no el que presenta hecho. Porque el periodismo que ven los conservadores es, exclusivamente, el que les beneficia.

Los derechos que hemos ganado, si no los renovamos, los perdemos. Porque la derecha solo nos ve cuando nos pone en un torno, en una caja registradora, en un volante, en una barra, en una cocina o en un cuarto de escobas. O, en España, ahora otra vez, en una diana.

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¿Con la democracia o con el lawfare? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/05/27/con-la-democracia-o-con-el-lawfare/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/05/27/con-la-democracia-o-con-el-lawfare/#respond Wed, 27 May 2020 08:56:35 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8403 alt --> Hay días en que España se nos pone fea. Cuando los que hielan el corazón se imponen no porque tengan la razón, sino porque tienen el poder. En España, unos militares, junto con banqueros y la cúpula de la iglesia, incumplieron su juramente militar en 1936 y se alzaron contra el gobierno legítimo de la … Continuar leyendo "¿Con la democracia o con el lawfare?"]]> ¿Con la democracia o con el lawfare?

Hay días en que España se nos pone fea. Cuando los que hielan el corazón se imponen no porque tengan la razón, sino porque tienen el poder.

En España, unos militares, junto con banqueros y la cúpula de la iglesia, incumplieron su juramente militar en 1936 y se alzaron contra el gobierno legítimo de la II República.

Cuando recuperamos la democracia, no se pidieron cuentas a ningún militar, y los militares franquistas devolvieron el favor participando de las tramas negras que siguieron asesinando a españoles. En cambio, otros militares , policías y guardias civiles, abrazaron la democracia y se empezó a dar un salto democrático de gigante.

En España, luego, tuvimos el 23F. Después de derrotado el intento de golpe, salió el jefe del Estado emérito, el manirroto de fogosidad insaciable Juan Carlos I, a decirnos que sería un error juzgar a esos guardias civiles y militares que habían traicionado su juramento.

En 1973, ETA le pidió cuentas a Carrero Blanco, el acompañante del genocida Franco, y lo hizo de la misma manera que Franco pedía cuentas a los enemigos del franquismo. Pero Franco se murió y ETA siguió matando. Eso no ha ayudado a librarnos del franquismo residual que siguen añorando los de la bandera del aguilucho y que encontraron en ETA la gran justificación para tratar a España como su finca.

En España, el hijo del golpista Tejero, Antonio Tejero Díez, celebraba en cuarteles de la guardia civil el 23 de febrero, hasta que alguien colgó una foto en las redes y le dijeron lo que decían en el ejército norteamericano a los homosexuales: no preguntes, no lo cuentes. Pero si llega a saberse... Si llega a saberse, pues nada. Porque eso no le impidió ascender en la benemérita. Nadie castigó al hijo de Tejero por celebrar en un cuartel de la Guardia Civil un intento de golpe de Estado. Por mucho menos, eso sí, se ha expulsado a militares que han expresado quejas sobre oficiales del ejército o sobre la conducta poco ética de la jefatura del Estado.

Por cierto, el 23 F, Milans del Bosch, general y padrino del Rey Juan Carlos en la Academia militar, sacó los tanques a Valencia y dictó un bando donde suspendió la Constitución, prohibió las actividades de los partidos y sindicatos y amenazo con la pena de muerte a quienes protestaran. Pablo Casado ha dicho que el Estado de alarma en España ahora es más riguroso que el 23F. Son cosas que dices cuando te regalan los estudios.

En España, el PP puso en marcha una policía política, que llamaron patriótica para decir que la patria es lo que ellos dicen que es la patria, aunque pateen la ley. Se suelen envolver en la bandera para robar, como en Madrid o Valencia. Esa policía política, compuesta por comisarios, se dedicó a inventar pruebas falsas contra Podemos y el independentismo catalán, que luego publicaban los medios basura, como el tabloide de Eduardo Inda. Al que, por cierto, el PP dio 300.000 euros a fondo perdido y le financian empresas que aparecen en los papeles de la corrupción.

Ni el PP ni el PSOE quisieron nunca que Villarejo compareciera en una comisión de investigación. Porque Rubalcaba tenía una concepción de la razón de Estado que no siempre es fácil de explicar para los socialistas.

Los policías o guardias civiles que han hecho trabajos sucios para gobiernos, que parece que no son pocos, siempre han amenazado con tirar de la manta cuando les han pillado pasándose la ley por el forro de su impunidad. Es lo único que explica las tramas mafiosas vinculadas a fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado donde el caso Villarejo es su expresión más casposa. Los informes de la Guardia Civil no pueden estar bajo sospecha, y lo están cuando la presencia de VOX en los cuarteles debilita el compromiso con el Estado de derecho. Y esto vale en la lucha contra ETA, en la investigación de partidos políticos o ante un comportamiento desproporcionado o directamente ilegal de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. VOX ve en la guardia civil y en la policía guardias pretorianas con derecho a saltarse la ley. Es una tentación terrible, porque entrega una bula a los trabajadores de la policía, la guardia civil o el ejército, pero les quita la legitimidad. En democracia, las fuerzas de seguridad están para hacer cumplir la ley –y es lo que hacen mayoritariamente- no para hacer trampas con la ley en nombre de una ideología o a favor de cualquier ideología.

Grande-Marlaska es juez, muy conservador y pudo haber sido Ministro con el PP. Pero algo parece evidente, a diferencia de lo que ha significado la fiscalía y el Ministerio de justicia de los peperos: ni ha robado ni ha llegado a acuerdos con los ladrones. Por eso no le tiene miedo a ninguna mafia policial ni de la benemérita. Porque no tienen con qué amenazarle.

Es bastante probable que Pérez de los Cobos, un guardia civil al que se le vincula con juvenil ánimo patriotero el 23 F, que fue juzgado en un caso de torturas donde fueron condenados tres de sus compañeros, que desoyó el mandato del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya de impedir el referéndum del 1-O sin alterar la convivencia ciudadana, que lleva toda su vida pisando moqueta, se haya equivocado al querer contribuir con la derecha en su intento, muy propio del lawfare, hacer del 8 de marzo el epicentro del coronavirus y lograr en los tribunales lo que no logran en las urnas. No otra cosa ha hecho el PP queriendo controlar el poder judicial. Y ahí está el Consejo General del Poder Judicial, con un Presidente ilegítimo, fuera de plazo desde el 4 de diciembre de 2018, que mantiene a Carlos Lesmes como Presidente solo porque el PP lo sabe como una ficha propia (fue un alto cargo en los gobiernos de José María Aznar).

Y por cierto, el director del DAO que ha dimitido, Laurentino Ceña, se jubilaba el 2 de junio. Que el PP, VOX, OK diario y las propagadores de fake news lo conviertan en un héroe dudo que le ayude.

La derecha quiere ocultar que tantas muertes en España tienen que ver en gran medida con la privatización de la sanidad y con la entrega de las residencias de ancianos a fondos buitre y empresas privadas, por ejemplo, de Florentino Pérez. El único agujero que tiene ese ratón de la derecha es el 8M. Pero no es un ratón, sino algo más grande, y se queda atorado.

Hace falta que se clarifique qué ha pasado. La jueza Rodríguez Medel, que juzga el 8M, de familia de guardias civiles, no parece una jueza parcial, aunque, como todo el mundo, tenga sus aspiraciones, filias y fobias. Fue, en cualquier caso, la que dijo que había indicios evidentes de que Pablo Casado se había robado el máster, igual que Cristina Cifuentes. Por lo que sabemos, con el PP no ha tenido connivencias.

Y eso deja preguntas en el aire ¿Y si ha sido el ex Comandante de la Guardia Civil de Madrid, Diego Pérez de los Cobos, el que no ha hecho lo que ha mandado la jueza?

¿Quién ha filtrado ese informe patético hecho con recortes de la COPE y de OK Diario que ha servido para imputar al delegado del Gobierno, José Manuel Franco? Porque parte de las informaciones falsas de ese informe las han ido colocando la prensa basura, a veces con la ayuda de Televisión Española (que parece confundir el equilibrio informativo permitiendo decir a la extrema derecha que llueve aunque haya un sol de justicia). Al Delegado del Gobierno se le ha imputado con un informe chapucero, que incluye mentiras, tergiversa declaraciones, pone afirmaciones falsas en boca de Fernando Simón, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, y también de sindicalistas o de convocantes de manifestaciones, que confunde fechas para justificar el señalamiento del 8M e interpreta de manera torticera hecho evidentes, como la prohibición de una reunión de miles de personas de una iglesia evangelista porque venían cientos de personas de países donde el covid-19 ya estaba haciendo estragos.

A defender a Pérez De los Cobos ha salido la extrema derecha y la extrema extrema derecha. Los mismos que salieron a defender al Emérito cuando hasta su hijo dijo que estaba en cosas feas.

Todos estos son los mismos que se envuelven en la bandera, ponen la bandera en el balcón, quieren la bandera a media asta pero, es muy evidente, quieren muy poquito a España. Basta verles cómo se ríen estos días en sus manifestaciones, en el Parlamento, en sus televisiones –que son tantas- en tiempos de luto, donde la España que no hiela el corazón está tan triste. Que cada cual, sea policía, guardia civil, militar o civil, se pregunte dónde está de verdad España.

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Érase una vez un comunista (A Julio Anguita) https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/05/16/erase-una-vez-un-comunista-a-julio-anguita/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/05/16/erase-una-vez-un-comunista-a-julio-anguita/#respond Sat, 16 May 2020 17:58:40 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8378 alt -->     Cuando bajamos Pablo Iglesias y yo a Córdoba a contarle a Julio Anguita que poníamos en marcha Podemos, nos citó, antes de comer, en el bar enfrente de su casa donde se tomaba el aperitivo. Allí, con parsimonia senequista y puntualidad kantiana, cumplía con las buenas artes del diálogo cordobés a la sombra … Continuar leyendo "Érase una vez un comunista (A Julio Anguita)"]]> Érase una vez un comunista (A Julio Anguita)

 

 

Cuando bajamos Pablo Iglesias y yo a Córdoba a contarle a Julio Anguita que poníamos en marcha Podemos, nos citó, antes de comer, en el bar enfrente de su casa donde se tomaba el aperitivo. Allí, con parsimonia senequista y puntualidad kantiana, cumplía con las buenas artes del diálogo cordobés a la sombra de un fino y unas aceitunas.

Y allí le contamos el proyecto de Podemos y se le humedecieron los ojos, agarrándose firmemente a los brazos de la silla. Era como si todo diera un vuelco y noté que le atravesaban mil sensaciones. Agradeció, nos dijo, el coraje, el que no nos sentáramos a esperar a ver qué pasaba, el que diéramos un paso adelante. Le dijimos que la valentía la habíamos aprendido de gente como él. Siguió, como era lo suyo, militando en el partido que había creado, pero nos contó que habíamos hecho lo correcto. También nos dijo que la iniciativa la habíamos ganado nosotros y que en política hay que salir a ganar. Él nunca se quedó quieto. Los partidos son instrumentos, no reliquias ni fortalezas.

"Anguita se ha ido como uno de los referentes de la dignidad política en España"

Julio se enfrentó al PSOE de la decadencia acomodaticia de Felipe González, con los GAL incluido, y Felipe González utilizó su influencia en el grupo PRISA para intentar convertir a Anguita en una caricatura. Eran los tiempos en los que González partía peras con Pujol y la sinceridad de Anguita era una molestia. Aquella idiotez del impostor Guerra de que a la izquierda del PSOE, sólo estaba el abismo, quedaba día a día desmentida por la figura de Julio. Tenían que intentar acabar con él. Y se pusieron manos a la obra. Como siempre han hecho, lanzaron sus treinta monedas a personas de Izquierda Unida que, en colaboración con El país, la SER y Canal Plus, estuvieron dispuestos a pasarse al PSOE. Los medios tenían que hacer el resto. De muchos de aquellos poco recuerdo queda y alguno que le adversó ahora anda defendiendo la lectura de la España plurinacional, de la Transición y de la Unión Europea que ayer le llevó a insultar al entonces coordinador de Izquierda Unida. Anguita se ha ido como uno de los referentes de la dignidad política en España. Los otros o son caricaturas o ya no están en la memoria.

Julio tenía un chaleco machadiano de cascarrabias. Y vaya que tenía un deje de cascarrabias. Le molestaba el fenómeno fan en la política y, desde ese mismo lugar de seriedad, era poco amigo de las componendas. En un momento dado, cargado de razón, se enfrentó con los sindicatos –hay que recordar que Fidalgo, Secretario General de CCOO, terminó en la FAES de escudero de Aznar-, se enfrentó con una parte de su partido –unos cuantos terminaron en el PSOE, acompasando la partitura de su deserción bajo la batuta implacable del director Rubalcaba- y medía al PSOE con la misma vara de medir que al PP, con aquello de las dos orillas, de manera que se adelantó a lo que luego diría en las calles el 15M.

Pero no era verdad que el PSOE y el PP fueran lo mismo, porque no eran igual ni sus militantes ni sus votantes. Aunque no era sencillo habitar en esas sutilezas en los tiempos del Rey emérito, cuando reinaba el bipartidismo que no dejaba ver la luz al final del túnel. El alma liberal del PSOE siempre ha compartido la lógica del régimen del 78 con el PP. Era evidente ayer y lo fue después. ¿O no defendieron acaso González, Guerra, Aznar y Rajoy una gran coalición del PP y del PSOE para que no gobernara Podemos?

"Con el Frente Cívico Anguita volvió a tomarle el pulso a la situación política española, igual que lo había entendido creando Izquierda Unida después del referéndum de la OTAN en 1986"

Sin embargo, aquella batalla era casi imposible en ese momento. Una izquierda contra los sindicatos, contra una parte de su partido, contra el PSOE, además de contra los medios, la patronal, Europa, el Vaticano y el Sursum Corda, tenía que, precisamente, atacar al cordis. Vamos, al corazón. Y como recordar es pasar dos veces por el cordis, Anguita se apuntó a los infartos. Maldita sea. Un corazón que ya estaba golpeado porque la guerra de Iraq se llevó en Bagdad a su hijo Julio, mientras cubría aquella carnicería. Maldita sea también.

Compartí con Julio el proceso del Frente Cívico (junto a su inseparable amigo, Juan Rivera, y Víctor Ríos y José Coy y Héctor Illueca y tanta gente que siempre tuvo en Julio su referente político). El Frente había nacido un año después del 15M, en 2012. Me tocó viajar todo lo que él no quería, que era mucho. Me encantaba tirar de humor cuando compartíamos escenario, contrastando con la seriedad de Julio. Me miraba medio sorprendido y reprimía la risa o se reía medio para adentro como lo haría en el siglo XIX un catedrático ante la impertinencia divertida de un discípulo. Que la política es una cosa muy seria.

Érase una vez un comunista (A Julio Anguita)Con el Frente Cívico Anguita volvió a tomarle el pulso a la situación política española, igual que lo había entendido creando Izquierda Unida después del referéndum de la OTAN en 1986. Igual que se lo había tomado en su Sur cuando en 1984 creó Convocatoria por Andalucía entendiendo que el tiempo electoral del PCE había pasado. Con el Frente Cívico supo que no era un momento de partidos, congeló el carnet del PCE y pidió que nos sumáramos gentes de diferente condición sobre la base de diez puntos mínimos para avanzar. Fue una aventura que sentó las bases de Podemos. Quizá os suene: un salario mínimo digno, pensiones dignas, apoyo real al desempleo, una renta básica, lucha contra la corrupción, contra los paraísos fiscales, la economía sumergida y la exenciones fiscales a la iglesia, por una banca pública y la nacionalización de sectores estratégicos, la lucha contra la obsolescencia programada, el desarrollo de la Constitución, la separación iglesia-estado o la reforma del sistema electoral. El programa pendiente de la izquierda española que retomó Podemos. Buena parte de la gente que participó de aquel acuerdo de mínimos para la unidad luego nos encontraríamos en la formación morada.

Hicimos un libro juntos, A la izquierda de lo posible, fruto de unas largas conversaciones en su casa de Córdoba. Me cocinó un bacalao desmigado con naranja. Un mes después, cautivado, le llamé para que me diera la receta, cosa que hizo como si fueran las instrucciones de la toma de la Bastilla: vamos a ver, en primer lugar... El embajador de Venezuela e España, Mario Isea, siempre ha dicho que el germen de Podemos estaba en ese libro de 2013. Por ahí se pasea el Anguita historiador y profesor de instituto, saltando de la Revolución Francesa a Fernando VII, de Carlos V a Primo de Rivera, pasando por la Virgen del Rocío, de los cien mil hijos de San Luis a la Transición pasando por el anarquista gaditano Salvochea. Y que termina, puro Julio, como no podía ser de otra manera: con la proclamación de la fraternidad.

Siempre he hablado mucho con él cuando estábamos en encrucijadas. Siempre estaba de acuerdo en el diagnóstico, pero le gustaba, al menos conmigo, dejar abiertas las conclusiones. Como si la terapia le correspondiera a cada cual. Recuerdo siempre su mirada cómplice cuando salía el tema de las persecuciones mediáticas. Cómo persiguieron a Julio y cómo nos acordamos de él cuando empezaron a perseguirnos a nosotros. Si él aguantó, nosotros teníamos que aguantar.

"Julio seguía preocupado, siempre, por el alma liberal del PSOE. Que no se comiera a Podemos. "Cuidado, que gobernar es muy traicionero"

La semana pasada le estaba convenciendo, con la complicidad de Agustina, la mujer que le hacía reír, viajar y hasta adentrarse en los misterios de las tecnologías, para que se metiera en el mundo del zoom e hiciéramos una entrevista para En la frontera. Me decía que la tuviéramos por teléfono y yo le decía que entonces por qué no por tam-tam. Que bien podría ser una app, pero era un chiste. La última semana entró en el mundo de Skype y me fue comunicado por Juan como si hubiera llegado la luz eléctrica al barrio de Fátima en Córdoba. Fue, en verdad, un avance y hubo fuegos artificiales en los medios. Esta semana íbamos a darle a tu entrevista y tenía una pregunta: ¿cambiará la pandemia la subjetividad de la gente o ganará otra vez la rutina neoliberal? Queda pendiente. Tu corazón tenía otros planes.

Julio seguía preocupado, siempre, por el alma liberal del PSOE. Que no se comiera a Podemos. "Cuidado, que gobernar es muy traicionero". Y cada vez que había una duda, un freno, una derrota, quería saber que no era por ningún cambio de conciencia. Nunca se bajó del programa, programa, programa y tampoco de las posibilidades que brindaba la Constitución del 78. Un comunista, qué paradoja, el más firme defensor de la Constitución española. Esa Constitución que la derecha agita e incumple.

"Y la izquierda que tiene que estar inventándose todos los días para no dejar de ser izquierda"

La última vez que hablamos nos emplazamos para hablar de los partidos en el siglo XXI. Y me dijo, como si fuera una conversación pendiente, que nunca hay que dejar que pase la derecha, "porque la derecha española no piensa, embiste". Y tampoco se olvidaba del PSOE y apuntillaba: igual que uno no es socialista solo porque lo diga. La derecha española franquista, monárquica, corrupta, golpista, que ahí está, como llegó a ver Julio, intentando reventar al gobierno de coalición desde los bulos, el filibusterismo parlamentario, la conspiración o la quiebra del confinamiento. Y la izquierda que tiene que estar inventándose todos los días para no dejar de ser izquierda.

Tú me debes una entrevista Julio, y yo te debo la reflexión sobre el partido que te prometí. Ya que no vamos a volver a pasear por las calles estrechas de tu ciudad, ya que no vamos a tardar una eternidad en llegar a cenar porque no nos van a parar tus vecinos para decirte lo que te quieren, te la llevaré a Córdoba, al bar de enfrente de tu casa, y con un fino se la contaré a Juan y a los compañeros del grupo Prometeo. En los azulejos veré tu perfil y en la misma mesa donde te contamos, les contaré a los compañeros. Seguro que hacemos bromas y contaremos cosas divertidas. Porque por dentro, como buen maestro, sabías que la risa es revolucionaria. Y a lo mejor así, solo a lo mejor, se me pasa un poco esta tristeza.

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World Press Photo Fake https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/04/30/world-press-photo-fake/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/04/30/world-press-photo-fake/#respond Thu, 30 Apr 2020 09:04:53 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8358 alt --> Hemos visto a Pablo Casado en un campo, con la mirada perdida en los inexpresivos ojos de unas ovejas sin carnet. Fijo que se ha vuelto con un máster en agronomía.No hay que olvidar que un día se comió un plato de lentejas y venía con un reconocimiento como experto en leguminosas. A Pablo Casado … Continuar leyendo "World Press Photo Fake"]]> World Press Photo Fake

Hemos visto a Pablo Casado en un campo, con la mirada perdida en los inexpresivos ojos de unas ovejas sin carnet. Fijo que se ha vuelto con un máster en agronomía.No hay que olvidar que un día se comió un plato de lentejas y venía con un reconocimiento como experto en leguminosas. A Pablo Casado cada 6 de enero le toca invariablemente en el roscón de Reyes un título de repostero, de experto en masas o de nivelador de agua de azahar. Que siempre hay hueco en el despacho para otro reconocimiento.

También le hemos visto con unas ovejas descarriadas en plan buen pastor. Seguro que le ha contado al ganadero el chiste del tipo ese que le dice que le regale una si le desvela cuántas ovejas hay negras y cuántas blancas y termina llevándose como recompensa al perro. Pero que nadie lo dude: ya le están enmarcando un título en biología por la Universidad de Yale, eso sí, en la sede que tiene los fines de semana en las afueras de Alpedrete.

World Press Photo FakeTambién ha puesto las manos así como pidiendo comprensión al mundo, juntando las yemas de los dedos, haciendo al tiempo microyoga y explicando algo muy relevante, al lado de unas macetas y unas botellas de agua de plástico y unos cuadros en inglés, por lo que le habrán dado una licenciatura en ecología industrial por la Sorbona, que está en París, porque cuando estudias en la Sorbona en las afueras de Madrid te ahorras el francés que es un idioma de hijos de puta y rojos que hicieron la Revolución Francesa que se lo ha soplado Rosa Díez, a la que a su ves se se lo ha mandado en un vídeo uno que estuvo en el PSOE, luego en UPYD, luego en Ciudadanos, luego en el PP y ahora está en VOX echando concursos de a ver quién mea más largo con Hermann Tertsch en la calle Almirante de Madrid, por la noche, cuando no se les va la mano a donde no se le debe ir nunca a un caballero español ni siquiera cuando está borracho.

World Press Photo FakePablo Casado, que es un máster en fotografía él mismo, se ha hecho una foto enfrente de un espejo, a ver si detrás había otro espejo y así su imagen se multiplicaba hasta el infinito, con los puños infinitos crispados sobre la infinita encimera y la cara de dolor multiplicada a ese sitio inacabable entre dos azogues donde Casado puede guardar hasta dos metros de sí mismo y de la inteligencia.

Al que se le ocurrió hacer una imagen tan falsa y preparada como las de las mesas de trabajo de Abascal o la de la idiota paseante semidesnuda detrás de un mentiroso sin escrúpulos, le debió parecer que todavía le podía colar una más a Casado y le dijo: vamos a hacerla en blanco y negro para que parezca que estás de luto. Los ecologistas le han dado un grito: ¡Irresponsable, cierra el maldito grifo!

Para convencer a Casado de que hiciera el ridículo, le dijo que con la foto le deba un reconocimiento del World Press Phot Fake y  un curso de fake views por Minessota, que es el mismo que le dieron a Rajoy cuando se hizo la foto en el campo de alcachofas o a Díaz Cañete, Comisario de agricultura, cuando se subió a un tractor y no movió un dedo por el campo aunque todavía no salían a protestar.

Qué tiempo de imágenes. Qué lástima que ahora que hay tanto experto y todo el mundo tiene un móvil, resulta que no está dispuesta a aparecerse ninguna virgen. Con lo bien que quedaría Carlos Herrera contando en la COPE cómo se le apareció una virgen a uno que había hecho cola desde las dos de la madrugada del día anterior para hacerse con el Iphon 23 que logró la foto.

De las exposiciones de fotos, por lo general uno salía más solidario con el mundo y sus gentes. Aunque es verdad que he conocido de cerca a izquierdistas a los que le gustaban los pobres solamente en las exposiciones de Salgado.

World Press Photo FakeWorld Press Photo FakeDe las exposiciones de fotos de los periódicos, salimos con el odio dispuesto a morder en el cuello al que vemos diferente. A no ser que tenga un máster en vampiro por la Universidad de Oxford, y entonces, le brindaremos nuestro cuello para que muerda.

 

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Subvenciones a la Iglesia que les hace vagos https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/04/21/subvenciones-a-la-iglesia-que-les-hace-vagos/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/04/21/subvenciones-a-la-iglesia-que-les-hace-vagos/#respond Tue, 21 Apr 2020 09:08:08 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8343 alt --> El portavoz de la Conferencia Episcopal, Monseñor Luis Argüello, ha dicho que "La renta básica es urgente y necesaria porque hay muchas personas en situación de vulnerabilidad". Y eso le honra, porque hace suyo el dolor de tanta gente. Que por vez primera en tanto tiempo, no se dejan atrás. Y ha continuado porque ha … Continuar leyendo "Subvenciones a la Iglesia que les hace vagos"]]> Subvenciones a la Iglesia que les hace vagos

El portavoz de la Conferencia Episcopal, Monseñor Luis Argüello, ha dicho que "La renta básica es urgente y necesaria porque hay muchas personas en situación de vulnerabilidad". Y eso le honra, porque hace suyo el dolor de tanta gente. Que por vez primera en tanto tiempo, no se dejan atrás. Y ha continuado porque ha querido y, me temo, derrapando: "pero no debería ser un subsidio permanente porque se podría convertir en una coartada para retirar a las personas del empleo".

De que los subsidios a la iglesia sean permanentes y se convierta en una coartada para retirar a los curas del empleo no ha dicho nada. Los que hemos estudiado en colegios de curas, siempre se nos queda la sensación de que nos querían decir algo que no terminan de decirnos.

En Los dos papas, la excelente película de Fernando Meirelles, se narra un supuesto encuentro entre el Papa Saliente, el conservador Benedicto XVI, y el entrante, el Papa Francisco.

La película no es muy fiel a la realidad. Benedicto XVI venía de ser la mano derecha de Juan Pablo II, un Papa para el que su anticomunismo pesaba más que el cuidado de sus sacerdotes perseguidos, que ocultó la pederastia en la iglesia y que apuntaló a los sectores más conservadores sacando del magisterio a verdaderos santos como Leonardo Boff o Ernesto Cardenal al tiempo que olvidaba a mártires como el padre Ellacuría. Desde el lado opuesto, Bergoglio, que ya desde la elección del nombre, Papa Francisco, volvía a recuperar la apuesta por la iglesia de los pobres que intentó Juan XXIII en el Concilio Vaticano II.

Lo importante de la película, que inventa mucho -y muy bien-, no es tanto si lo que narra se acerca a la verdad como la existencia en nuestro siglo de dos grandes almas dentro de la iglesia católica. Una renovadora y otra conservadora. Una que apuesta por la esperanza y otra que hiela el corazón.

La película es más amable con Ratziger que con Bergoglio. Porque el Papa Benedicto XVI tiene más impiedad que ocultar bajo el solideo. Una impiedad, eso sí, amarrada por los 33 botones de la blanca sotana que recuerdan los 33 años de nuestro Señor Jesucristo.

Sí se nos narra que Bergoglio, muy probablemente,  no hiz todo lo que debiera un buen cristiano, y menos un sacerdote, bajo la dictadura militar de Videla. Pero no se nos recuerda en la película que Benedicto/Ratzinger estuvo en las Juventudes Hitlerianas y tampoco que encubrió voluntariamente a un morfinómano, pederasta, pervertido sexual y psicópata como fue el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel. La congregación de Maciel, con muchos colegios y universidades también en España, invirtió más de 300 millones de euros de lo que recibe por donativos en empresas de armas, alcohol y juego. Que muy cristianas no parecen. Dicen que los Legionarios son una de las tramas fuertes del Vaticano y que siempre amenazan a los que quieren cambiar algo. En España, se disputan influencias en la política y la economía entre la derecha con el Opus Dei.

En la película parece que Ratzinger dimitió porque fracasó en esa pelea contra las tramas de poder de los obispos, cuando seguramente dimitió por que la podredumbre del Vaticano era parte de su propia cosecha.

El Papa Francisco, que sabe que muchos millones de seres humanos no pueden comer nada, ni ellos ni sus familias, si se quedan en sus casas. Viven al día con lo que ganan en las calles. Quedarse confinados no es una solucion. Por eso, el Papa Francisco ha apostado sin dudas sobre esa renta vital mínima.  Porque mira más allá del bienestar de la Santa Madre Iglesia y los barrios prósperos de nuestras ciudades. Además,no sabemos qué va a pasar con la robotización de la economía, tampoco con el cambio climático. Sabemos que no queremos que las mujeres sigan haciendo gratis el trabajo de cuidados y no sabemos qué va a ser económicamente de millones de personas el día después del confinamiento.

La parte más cruel de la derecha está en contra de una renta mínima. Incluso han hecho una campaña para reírse de ella y la han llamado paguita, que es lo que los padres dan a los hijos para refrescos o chucherías. Aquí es para vivir. Pero se ríen. Porque la derecha es clasista y la compasión apenas es un discurso retórico para que los humildes no les pidan cuentas por sus actos depredadores.

Dice Luis Argüello que "Hay que evitar que la renta mínima le haga el juego al capitalismo internacional que descarta a las personas". No, padre. La renta mínima le da dignidad y fuerza a las personas para que el capitalismo internacional no descarte a las personas ofreciéndoles salarios de hambre o nada. Aunque para entenderlo igual hay que dejar de escuchar la COPE. Una renta mínima, en España, donde la tasa de desempleo puede multiplicarse por tres o por cuatro y donde rozamos los diez millones de personas en riesgo de pobreza, es una cuestión de dignidad, de compasión, de empatía y de justicia. Escoja.

Por cierto, si quiere ayudar en la lucha contra el covid-19, no se lo quite a las parroquias. Quíteselo a Carlos Herrera, a la COPE o a 13 TV que reciben más dinero del que le dan a Caritas. Siguen ustedes equivocándose. Pero le dicen al gobierno que no ven lo de la renta mínima. Poniéndose del lado de Díaz Ayuso. Es innecesario y poco caritativo.

Decía el obispo Helder Cámara: si cuido a los pobres me llaman santo, pero si pregunto por qué son pobres, me llaman comunista. Igual es tiempo de escuchar menos al Opus y a los legionarios de Cristo, que tanta ayuda recibieron del PP, y escuchar un poco más a los teólogos de la liberación. Quede Usted con Dios.

 

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No me gustan los lunes (amenazantes) https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/04/12/no-me-gustan-los-lunes-que-amenazan/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/04/12/no-me-gustan-los-lunes-que-amenazan/#respond Sun, 12 Apr 2020 17:24:56 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8323 Continuar leyendo "No me gustan los lunes (amenazantes)"]]>
No me gustan los lunes (amenazantes)
Camiones del ejército trasladan cadáveres en Bérgamo

"¿Por qué no ha dicho nada la patronal? ¿Por qué no ha dicho nada Pablo Casado ni Isabel Díaz Ayuso ni García Ejea ni Feijoo? ¿Por qué no dicen nada ni en VOX ni en Ciudadanos? ¿Qué opina el PNV del regreso al trabajo?"

Estos lunes...

I don’t like mondays. La canción cantaba el drama de un colegio donde una adolescente disparaba contra sus compañeros. Luego vendrían muchos más. Hoy lunes, el covid-19 va a seguir disparando contra la gente que tiene que  ir a trabajar por un salario. ¿Quién recibirá sus balas? Esto es una lotería. Con matices espeluznantes. La muerte en la Edad Media se representaba como caprichosa.

En la guerra de trincheras, cuando salías de la zanja estabas en manos de la suerte. Podrías tener fusil, bayoneta, casco, incluso contar con la inteligencia de los mandos. Pero en lo más crudo del combate, si te librabas era por puro azar. No me gusta este lunes. Lunes en mitad de una pandemia, donde no sabemos quiénes contagian y quiénes no. Regresar a empresas donde no hay espacio para mantener la distancia. Donde no nos quitamos nuestras costumbres en un mes. En transportes que tienen que trasladar a millones de personas. Pienso en ese empresario de VOX que abandonó en la puerta de un hospital a un trabajador suyo accidentado. Millones de personas regresan al trabajo sin el pleno acuerdo de la comunidad científica. Metros, autobuses y metros necesariamente llenos de gente.

" ¿Puede alguien explicarnos la urgencia económica, como adultos que somos, para entender qué está en juego y que podamos saber si nos interesa? ¿Vamos a imitar a Italia y tener aquí un Bérgamo?"

Tras la jornada de trabajo, regresarás a casa. Tendrás la paranoia de si estás bien. Quizá te duele la cabeza o la garganta, te preguntarás a cada rato si tienes fiebre o si solo es que estás cansada. Toses y miras a tu alrededor. Con tu propia familia te sientes un sospechoso.  ¿Podrás estar con los tuyos o mejor ni les beses?

Estos lunes no me gustan. Son una amenaza. ¿Por qué no ha dicho nada la patronal? ¿Por qué no ha dicho nada sobre el regreso al trabajo Pablo Casado ni Isabel Díaz Ayuso ni García Ejea ni Feijoo? ¿Por qué no dicen nada ni en VOX ni en Ciudadanos? ¿Qué opina el PNV del regreso al trabajo? ¿Por qué este silencio?

Hemos dicho que tenemos que fiarnos de las autoridades científicas. Y es el argumento que calla a los profetas del apocalipsis. ¿No sería sensato esperar hasta que las autoridades científicas digan con claridad qué se espera de la pandemia? ¿Quién está empujando a una decisión que debilita la principal fuerza del Gobierno?

Duelo a garrotazos, pactos de la Moncloa, reinventarnos

Con el coronavirus, por la intensidad de sus efectos sanitarios, económicos y sociales, España va a dividirse. Todos estamos asustados. Es verdad que unos más y otros menos, pero todos asustados por nuestra suerte y la de los demás, especialmente de los más vulnerables y de los que sentimos más cerca. Todos, en todo el país, andamos sin duda, preocupados por la enfermedad. No menos por el día después.

"Ahora que estamos llenos de fragilidad y de compasión, es un buen momento para dar pasos para solventar todo lo que está pendiente en nuestra democracia"

De los 47 millones de españoles, de toda la geografía y de todas las naciones de este país de países, una parte, la más grande, son los que andan sacando lo mejor de sí mismos. Son los solidarios, los que están haciendo mucho más de lo que le va en el sueldo, los que se encuentran en los balcones y en las redes de ayuda, en el apoyo a medidas que son para todas y todos. Son los que dedican parte de su tiempo a echar una mano como sea, los que tienen compasión y la convierten en actos, los que denuncian los bulos y las intoxicaciones y los que detienen las mentiras en nombre de la verdad que todos necesitamos.

También está ahí esa España que congela el corazón, la de los que van a la suya, la de los privilegiados, los aprovechados, los que pescan en río revuelto, los gorrones, los pícaros, los señoritos, los timadores, los del sálvese quien pueda, los mojigatos, los cobardes y los apesebrados. También son nuestros compatriotas y con ellas y ellos hay que hablar aunque ellos son más del monólogo.

Sánchez quiere poner a hablar a las dos Españas y pregona, torciendo la historia, unos nuevos Pactos de la Moncloa. Iglesias sabe que hay más Españas y quiere recuperar la parte ocultada de la Constitución de 1978, aunque para hacerlo va a necesitar el concurso de jueces demócratas. Otros seguimos pensando que España es muy plural y tiene heridas que arrastra desde hace al menos doscientos. Tenemos  que reinventarnos. De manera urgente para dejar de ser tan desigualdes, de tener un mercado de trabajo tan precario, de tener esa brecha fiscal que impide avanzar. Ahora que estamos llenos de fragilidad y de compasión, es un buen momento para dar pasos para solventar todo lo que nos falta.

Políticos, sindicalistas y patronal para unos y otros

Tenemos en España también políticos para todas las Españas. Políticos que representan a los que piensan en la mayoría y políticos que representan a los que piensan, sobre todo, en ellos mismos. Han surgido políticos locales que siempre han hecho política para unos pocos y que hablaban con las demás derechas para frenar cualquier avance social. Ahora usan la crisis para reclamar más ayudas solo para los suyos. Curiosamente, los que hacen esto, los egoístas de cualquier partido de la derecha, siempre han estado políticamente de acuerdo, sean catalanes, madrileños, gallegos, andaluces o de Murcia.

Tenemos sindicatos que trabajan para la mayoría de este país, que son trabajadores y pensionistas o futuros trabajadores y pensionistas. Aunque muchas veces tienen dificultades para explicar a la mayoría sus decisiones. La derecha los tiene siempre en el punto de mira. Señal de que algo están haciendo bien.

Y tenemos una patronal que no suele estar a la altura casi nunca. No es gratuito que el Presidente de la Patronal durante la última crisis, Díaz Ferrán, esté en la cárcel por ladrón, mientras nos decía a los demás que cobráramos menos y trabajáramos más. La patronal nunca ha estado contra la Gürtel, la Púnica ni ninguna trama corrupta. Y eso que unas pocas empresas traicionaban al conjunto, precisamente a las que no hacían trampa. La patronal ahora está diciendo que no ve lo de la renta mínima. Seguramente porque si llega para quedarse, la gente tendrá más recursos para no tener que aceptar cualquier trabajo precario de 500 euros.

La patronal está guardando silencio hoy, un día antes del regreso al trabajo. Son las ventajas de poder presionar por detrás y encima no mancharte las manos. Son capaces, si repuntan los muertos, de pagar un anuncio en su prensa mercenaria echándole la culpa al Gobierno de la medida.

Regresamos a las clases sociales: unos al tajo, otros confinados, otros haciendo caja

El gobierno ha dado por terminado el confinamiento de los trabajadores y trabajadoras no esenciales. Ha hecho la salvedad de que no deben ir a trabajar los considerados vulnerables, esto es, los mayores de 60, hipertensos, diabéticos, los que tienen inmunodeficiencias (celiacos, psoriasis...), enfermedades cardiovasculares, enfermad pulmonar crónica, enfermedad hepática crónica, enfermedad renal crónica, cáncer en fase de tratamiento, embarazo. Los que obligatoriamente debe ir trabajar habrán de cumplir medidas estrictas de prevención: distancia de seguridad, uso de equipos de protección, protocolos de higiene, etc. Cientos de miles de empresas improvisando medidas. Los hospitales privados cobran por enviar medicinas (los públicos no), el PP permitió que se despidiera a los trabajadores enfermos con su reforma laboral y el gobierno de coalición acaba de derogar esa disposición. La Junta de Galizia no ha renovado el contrato a los médicos de baja por enfermar por coronavirus. Estampas de España.

"Algunos calculan que en 15 días, aquellas ciudades que tienen o habrán tenido colapso sanitario, ya no lo tendrán. Y que ante nuevos posibles contagios por el regreso al trabajo, la sanidad estará en mejores condiciones para curar a los nuevos enfermos"

Este lunes abren, junto a los servicios esenciales, los no esenciales. Que se convierten en esenciales. ¿Esenciales para quién? Algunos dejan entrever que en los países de nuestro entorno, las autoridades han optado por las empresas y no por la gente. Que estamos perdiendo competitividad porque seguimos parados. Que  "ellos" (los competidores) siguen haciendo negocio y que nosotros estamos haciendo el gilipollas (me imagino a Boris Johnson hablando así antes de entrar en la UCI). Si ese es el punto de vista de la patronal, debiera salir hoy mismo Garamendi o Pablo Casado o alguien vinculado a Bruselas a explicárnoslo.

ESTRIBILLO DISTORSIONADO ANTES DE LAS 20:00

Algunos calculan que en 15 días, aquellas ciudades que tienen o habrán tenido colapso sanitario, ya no lo tendrán. Y que ante nuevos posibles contagios por el regreso al trabajo, la sanidad estará en mejores condiciones para curar a los nuevos enfermos. Y que el cumplimiento estricto de las medidas, hará que ese contagio sea infinitamente menor. Parece que quien razona es el Doctor Spock de Star Trek.

Los amantes de la muerte, que son muy de los cantos legionarios y de los ataudes en las columnas de opinión, estarán deseando que no sea así, para poder seguir disparando contra el gobierno y pasear los muertos que es un recurso muy socorrido para el peor periodismo de Europa y una de las derechas más carroñeras. Su negociado es así.  El Mundo, el ABC, La razón, OK diario, Espejo Público o Periodismo Digital podrán rellenar cientos de artículos y de horas de tertulias. Y que no se hagan los indignados, que alguno de ellos ya se inventó una trama falsa que le partió el alma a las víctimas de Atocha y todos están dándole eco a bulos y falsificaciones.

En esta canción triste, el grueso de la ciudadanía exige a gritos una explicación: ¿qué opina la patronal española de esta medida? ¿Y las patronales madrileña, catalana, gallega, andaluza...? ¿Puede alguien explicarnos la urgencia económica, como adultos que somos, para entender qué está en juego y para que podamos saber si nos interesa? ¿Vamos a imitar a Italia y tener aquí un Bérgamo? Si eso pasa ¿a quién hay que pedirle cuentas?

¿Qué opina el Partido Popular, VOX y Ciudadanos? ¿O solo están esperando y guardando silencio para atacar al gobierno, haga una cosa o la contraria? ¿Qué opina el PNV? ¿Qué opina el PSOE como partido?

"A una parte de la España de los balcones la mandan al tajo los mismos que en Bérgamo impidieron que se cerrasen las empresas .Cuanto más presionen los del dinero, más unidos debemos estar"

¿Por qué no ha estado este domingo llena la prensa, las radios, las televisiones de análisis sobre la vuelta al trabajo? ¿Por qué ese silencio de domingo de Resurrección cuando en vez de insistir en medidas que devuelven la vida, parece que hay riesgo de que este pueblo vuelva a crucificarse? El único que parece que escucha el mensaje cristiano es el Papa Francisco que confía en la ayuda mutua y en la compasión.

Desde los balcones aplaudimos a ese puñado de gente que se estaba jugando la vida para que nosotros pudiéramos quedarnos en casa. A una parte de la España de los balcones la mandan al tajo los mismos que en Bérgamo impidieron que se cerrasen las empresas y las obras hasta que se pasara la crisis. Los que no puedan teletrabajar, los que tienen que poner el cuerpo, los que hacen cosas con sus manos, sus dedos, su cuerpo regresan al trabajo en mitad de una enorme incertidumbre. Vuelven a dividirnos. Yo hoy voy a aplaudir más fuerte. Porque va a haber más gente ahí afuera.

Cuanto más presionen los del dinero, más unidos debemos estar. De esta salimos todos juntos, compartiendo, dando todas las explicaciones. Feo domingo de Resurrección. No me gustan los lunes que amenazan.

 

 

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Los Pactos de la Moncloa en 'La Transición contada a nuestros padres' https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/04/11/los-pactos-de-la-moncloa-en-la-transicion-contada-a-nuestros-padres/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/04/11/los-pactos-de-la-moncloa-en-la-transicion-contada-a-nuestros-padres/#respond Sat, 11 Apr 2020 09:07:06 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8283 LA TRANSICION CONTADA A NUESTROS PADRES - JUAN CARLOS MONEDERO (Libros de Segunda Mano - Historia Moderna)

Sánchez convoca la semana que viene a todos los partidos para "intentar reeditar" los Pactos de La Moncloa. ¿Otra cesión de la izquierda o traer a la derecha hacia posiciones democráticas?

Os dejo aquí un extracto de La Transición contada a nuestros padres sobre aquellos pactos (PDF).

A vueltas con los Pactos de la Moncloa
A vueltas con los Pactos de la Moncloa (PDF).

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Constitucionalistas sin urnas https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/04/08/constitucionalistas-sin-urnas/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/04/08/constitucionalistas-sin-urnas/#respond Wed, 08 Apr 2020 21:06:42 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8275 alt --> ¿Cómo es posible que estos que se llaman Constitucionalistas estén pidiendo un gobierno al margen de lo que dicen las urnas? ¿Cómo es posible que les permitamos apropiarse del nombre de la Constitución a esta caterva de protofascistas que niegan el elemento central de la democracia que son las elecciones? Así que el gobierno tiene … Continuar leyendo "Constitucionalistas sin urnas"]]> Constitucionalistas sin urnas

¿Cómo es posible que estos que se llaman Constitucionalistas estén pidiendo un gobierno al margen de lo que dicen las urnas? ¿Cómo es posible que les permitamos apropiarse del nombre de la Constitución a esta caterva de protofascistas que niegan el elemento central de la democracia que son las elecciones? Así que el gobierno tiene que salir ¿de dónde? ¿De Espejo Público? ¿Del programa de Ana Rosa? ¿De la sede de la patronal?¿De las redes donde están metiendo millones de euros los empresarios que apoyan a VOX o al PP? ¿Tienen que nombrarlo las hormigas del hormiguero?

Ahora se entiende dónde ha sacado los títulos Pablo Casado o Cayetana Álvarez de Toledo. Porque esto lo sabe gente que no ha estudiado: para gobernar en España, necesitas el aval del pueblo en las elecciones. Entiendo que la derecha piense de otro modo. Vienen del golpe de estado de 1936 y brindan todos los 23F con los seguidores de Tejero y Armada y el gobierno de concentración nacional que iba a tener el aval hasta de la Casa Real.

"La derecha siempre ha pensado que el mundo de los jueces, de los fiscales, como el de los notarios o los registradores de la propiedad, era suyo. Porque así era en el franquismo: convirtió España en su cortijo y lo registraron como propio"

Estos protogolpistas están con esa cantinela. Que este gobierno, como no les gusta, no les vale. Algunos, como un abogado sinvergüenza conocido por robar a sus defendidos, ha presentado una querella contra el Gobierno, a ver si le sigue sacando pasta a algún patán.

La derecha siempre ha pensado que el mundo de los jueces, de los fiscales, como el de los notarios o los registradores de la propiedad, era suyo. Porque así era en el franquismo: convirtió España en su cortijo y lo registraron como propio. Con esa lógica trabajó Federico Trillo, el responsable de asuntos legales del PP. Y por eso mismo Ignacio Cosidó, el Director General de la policía, tranquilizó a los parlamentarios del PP diciéndoles que iban a controlar el Supremo por detrás.

A la derecha en todos lados siempre les ha gustado intentar sacar en los juzgados lo que no saquen en las urnas. Le acaba de pasar a Rafael Correa en Ecuador. En España, pese que la Unión Europea esté agonizando, sigue siendo importante lo que venga del Tribunal de Justicia de Luxemburgo.  Porque la justicia en Europa, como no tiene un pasado franquista ni fascista ni nazi, vuela más en línea con el Estado de derecho y está más lejos de nuestros países como para recibir presiones.

"Empresarios y banqueros financiaron el golpe de Franco en 1936. Los empresarios financiaron a la Alianza Popular de Manuel Fraga. Empresarios corruptos han financiado al Partido Popular de Aznar y de Rajoy"

La derecha y la extrema derecha quieren un gobierno de tecnócratas. Y ahí proponen a Rosa Díaz o Aznar o Felipe González, que ya sabe todo el mundo que son expertos en sus cosas. Técnicos de primera. La derecha quiere un gobierno de tecnócratas expertos. ¿Expertos en qué? En hacerse los locos con criminales o incluso organizarles, en mentir a los españoles, en meter a nuestro país en guerras, en saltar de cargo en cargo sin moral ni escrúpulos o en manipular medios de comunicación y mensajes a mayor gloria de los privilegiados.

A esta cuerda de sinvergüenzas que desconocen la democracia parece que se quiere unir el presidente de la Cámara de Comercio de España, el empresario José Luis Bonet, que ha dicho que Unidas Podemos tiene que salir del Gobierno. Los empresarios financiaron el golpe de Pinochet contra Allende, financiaron el golpe de la Junta Militar argentina que asesino a 30.000 personas. Esos mismos empresarios después apoyarían a Macri. Empresarios y banqueros financiaron el golpe de Franco en 1936. Los empresarios financiaron a la Alianza Popular de Manuel Fraga. Empresarios corruptos han financiado al Partido Popular de Aznar y de Rajoy.

Con este pedigrí de los empresarios durante el franquismo y la Transición, y en mitad de un estado de alarma ¿no es ser un poco canalla querer desestabilizar al Gobierno por parte de los que no quieren arrimar el hombro? La condición de patriota se ve, sobre todo, cuando un país sufre una invasión. Ahí es donde se ve la catadura moral de cada cual. Y como en otros momentos de la historia, los que quieren acabar con la patria, se llaman patriotas. El señor Bonet, como le ha recomendado el diputado Rafa Mayoral, podría mejor "llamar a las empresas de su Cámara a renunciar al uso de paraísos fiscales". Y podría, por el contrario, apostar por "la solidaridad, elemento central para garantizar los servicios públicos y la salud pública". Pero a su edad y sus usos y costumbres, esos compromisos con la democracia deben de ser durísimos.

 

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Pactos de la Moncloa, pactos del miedo https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/04/06/pactos-de-la-moncloa-pactos-del-miedo/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/04/06/pactos-de-la-moncloa-pactos-del-miedo/#respond Mon, 06 Apr 2020 10:12:38 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8265 alt --> Los Pactos de la Moncloa no fueron simplemente un acuerdo de lucha contra la inflación. Fueron una negociación desigual en un país donde Franco murió en la cama pero la dictadura murió en la calle. Entre 1974 y 1979 España tuvo las tasas de conflictividad laboral más altas de la historia. El franquismo se sabía … Continuar leyendo "Pactos de la Moncloa, pactos del miedo"]]> Pactos de la Moncloa, pactos del miedo

Los Pactos de la Moncloa no fueron simplemente un acuerdo de lucha contra la inflación. Fueron una negociación desigual en un país donde Franco murió en la cama pero la dictadura murió en la calle. Entre 1974 y 1979 España tuvo las tasas de conflictividad laboral más altas de la historia. El franquismo se sabía muerto: "o hacemos el cambio nosotros o nos lo hacen", decía un Ministro de Franco en las exequias del Caudillo. Se juntó una crisis económica. La exigencia de Samuel Huntington para las transiciones (nunca la movilización popular debe exceder el marco institucional) estaba a punto de despeñarse.

La Transición era el intento desesperado del régimen franquista de homologarse en Europa con una formalidad democrática pero sin que cambiaran las estructuras económicas y sociales del franquismo. En 1974 había tenido lugar en Portugal la Revolución de los Claveles. Las universidades hervían. Franco murió en 1975. La Unión Militar Democrática estaba en los cuarteles, y trabajadores y estudiantes en las calles y en las fábricas. El PCE puso un millón de personas en las calles por los asesinatos de Atocha. Fraga mandaba en el Ministerio del Interior, la extrema derecha golpeaba y asesinaba y la policía disparaba a los trabajadores para que no se les fuera de las manos el régimen.

Además, la crisis de 1973 terminó de dinamitar un modelo que ya hacía agua por la competencia entre tres ejes que se hacían daño: la entonces CEE, Japón y los EEUU. La multiplicación por cuatro de los precios del petróleo puso en cuestión el modelo que había construido el Plan Marshall de rehacer la economía europea haciéndola dependiente del petróleo y de los dólares. El franquismo no respondió a la crisis del 73 y hasta 1979 no habría un plan energético. La productividad española y europea hacía tiempo que estaba por los suelos. El Plan de Estabilización de 1959 había dado de sí todo lo que podía.

"Los Pactos de la Moncloa estaban atravesados de todas las trampas y restricciones de la Transición. Venían, por supuesto, con Rey"

¿Cómo respondió el capitalismo provinciano español? Como siempre: sobre las espaldas de los trabajadores. Eso eran los Pactos de la Moncloa.  Se trataba de recortar los salarios de los trabajadores. De poner en marcha el desmantelamiento industrial. De empezar la desregulación laboral. A cambio, se entregaban compromisos lógicos de democratización. Pensemos que hasta 1978 no tendríamos una Constitución. Migajas en la mesa de Homero.

Los Pactos de la Moncloa estaban atravesados de todas las trampas y restricciones de la Transición. Fueron preparados por gente del franquismo y avalados por los que querían hacer política con los mimbres heredados. Venían, por supuesto, con Rey. Un Rey que intentó la Transición con Arias Navarro pero que tuvo que virar corriendo hacia Suárez para que no naufragara la restauración borbónica. Los Pactos de la Moncloa se hicieron a partir de las elecciones del 77 que, como estaba planeado, ganó la UCD. Con un sistema electoral tramposo –que aún sigue- . Donde no pudieron presentarse partidos que llevaran el nombre de republicanos en sus siglas. Con la televisión, la única que había, manipulada. Con mucho dinero para que la derecha hiciera campaña. Donde, además, el Rey nombró a 42 Senadores reales como le dio la real gana para, así, blindar cualquier resultado electoral adverso a los que diseñaron la Transición. Y donde las elecciones municipales se retrasaron hasta 1979 para que las grandes ciudades, de izquierdas, no tuvieran margen de actuación. Trampas, trampas y más trampas.

"Los Pactos de la Moncloa fueron la capitulación de un país que salió del franquismo con las fuerzas sociales y políticas golpeadas"

¿Pudo ser de otra manera? Los contrafácticos son meros ejercicios intelectuales. Aunque alumbran. En España, ni el ejército ni la banca ni los Estados Unidos –que había dado en 1973 el golpe contra Allende en Chile- iban a permitir que fuera la izquierda quien pilotara la Transición. El Rey Juan Carlos, que ya apuntaba las maneras que ahora le conocemos en Suiza, era la pieza para que todo cambiara y todo permaneciera en su sitio. Los Pactos de la Moncloa son Juan Carlos I.

En vez de mirar la correlación de fuerzas, dijo Vázquez Montalbán, había que mirar la correlación de debilidades. El franquismo no era tan fuerte como para garantizar su continuidad –de ahí la caída de Arias Navarro- ni la oposición era tan fuerte como para exigir la ruptura –de ahí los Pactos de la Moncloa, el sistema electoral, los amagos de golpes de estado de los militares franquistas, la domesticación que pedía Carrillo-.

Los Pactos de la Moncloa fueron la capitulación de un país que salió del franquismo con las fuerzas sociales y políticas golpeadas. No olvidemos que Franco murió en noviembre pero nos dejó cinco fusilados en septiembre para que todo quedara atado y bien atado. Pese a todo, los trabajadores estaban en la calle. Seguramente se pudo ir un poco más lejos. Pero no creo que mucho más. Porque el PSOE de Felipe González tenía una agenda moderada. Porque el PCE de Carrillo tenía miedo. Porque el resto de la izquierda estaba fragmentada. Y porque la tutela americana y europea no iban a permitir muchos avances. Porque España se acostó franquista y se levantó demócrata.

Los Pactos de la Moncloa no fueron firmados por la patronal, pero fueron apoyados por el PCE y por CCOO con esa responsabilidad, no siempre sensata, que tiene la izquierda en España para compensar la irresponsabilidad histórica de nuestra burguesía. La patronal no firmó porque querían más y no estaban por la labor de poner en marcha un Estado social. Además, el que ruido de sables hacía una música que hacía bailar a los obreros al son que a ellos les gustaba. A los Pactos de la Moncloa le olían los pies a posdictadura.

"En 1977, el PSOE, el PCE y CCOO mandaron a los trabajadores a dejar las calles y las huelgas y aceptar los recortes salariales. Ahora de lo que se trata es de obligar a los que más tienen a que ayuden a construir ese contrato social"

Las cesiones de la derecha en los Pactos de la Moncloa eran las obligatorias en una democracia que quería homologarse en Europa. ¡Educación y sanidad públicas! Eran el adelanto de lo que después iba a decir la Constitución. Las cesiones de la izquierda, por el contrario, son las que explican por qué somos el país más desigual de nuestro entorno, por qué nuestro Estado social es más débil incluso que el de Portugal. Por qué tenemos esas tasas insultantes de desempleo que no trasladan sensación de fracaso a nuestro tejido empresarial.

Los Pactos de la Moncloa fueron un espejo de la correlación de fuerzas. Como ocurrirá ahora en cualquier pacto que alcancemos. Si en 1977 aquél acuerdo sirvió para que nuestro capitalismo fuera menos social que el de nuestro entorno, los acuerdos para después de esta guerra contra el covid-19 deberán expresar el consenso que está naciendo en España por un contrato social que no deje a nadie atrás.

En 1977, el PSOE, el PCE y CCOO mandaron a los trabajadores a dejar las calles y las huelgas y aceptar los recortes salariales. Ahora de lo que se trata es de obligar a los que más tienen a que ayuden a construir ese contrato social. Los Pactos de la Moncloa salvaron al viejo mundo que venía del franquismo. Ahora se trata de mirar mucho más lejos y con mucha más generosidad. Y, a diferencia de lo que pasó en 1977, sin miedo.

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Roma paga bien a Fátima Báñez https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/04/04/roma-paga-bien-a-fatima-banez/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/04/04/roma-paga-bien-a-fatima-banez/#respond Sat, 04 Apr 2020 10:37:08 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8254 alt --> Pues seguramente hay una relación entre los 2000 respiradores sin utilizar que están en la sanidad privada mientras las UCIs no dan más de sí y el nombramiento por parte de la CEOE de Fátima Báñez para que presida su Fundación. El fichaje de la CEOE a la exministra de Empleo del Partido Popular tiene … Continuar leyendo "Roma paga bien a Fátima Báñez"]]> Roma paga bien a Fátima Báñez

Pues seguramente hay una relación entre los 2000 respiradores sin utilizar que están en la sanidad privada mientras las UCIs no dan más de sí y el nombramiento por parte de la CEOE de Fátima Báñez para que presida su Fundación.

El fichaje de la CEOE a la exministra de Empleo del Partido Popular tiene lugar en plena crisis del coronavirus. La CEOE sabe que tiene dificultades para hacer valer su modelo, el del beneficio por encima de la vida, la privatización frente a lo público, la defensa a ultranza de la ingeniería fiscal y la bajada de impuestos. El que defendían hace dos meses. Y llaman a la que pusieron cuando se sentían fuertes para que haga su tarea desde una fundación. Lo mismo, pero desde un sitio que está más cerca de los balcones.

"La CEOE llama a la que pusieron cuando se sentían fuertes para que haga su tarea desde una fundación. Lo mismo, pero desde un sitio que está más cerca de los balcones".

Los de VOX acaban de abrir una asociación de damnificados por el coronavirus para que los diputados de VOX hagan como que ceden su dinero, cuando ayer mismo ha dicho Espinosa de los Monteros que por las narices va él a donar su pasta. Entonces le han dicho: tranquilo, que dices que lo donas y con eso vale. La extrema derecha sabe de hacer asociaciones para enredar políticamente. Lo hicieron con las asociaciones de víctimas del terrorismo, que estaban menos con las víctimas que con la estrategia del PP. Por eso nunca consideraron víctimas a los trabajadores, trabajadoras, estudiantes que murieron en los trenes de Atocha. Porque no se doblegaron. Además, aquél atentando -en verdad, las mentiras de Aznar propagadas por los mismos medios que ahora atacan al gobierno de coalición- ayudó a que el PP perdiera las elecciones. Pobres y encima jodiendo. Ya, de las víctimas del franquismo, ni hablamos. Porque a Casado le duele que las familias no puedan despedirse de sus deudos. Claro. Nos duele a todos. Pero a nosotros también nos ha dolido que las familias de los 114.000 asesinados por el franquismo no hayan podido despedirse de ellos. Casado se reía de estas víctimas. VOX, seguro, está preparando una asociación de víctimas de la exhumación de Franco, porque han sufrido mucho y exigen una indemnización del Estado. Porque España es suya. Y de la CEOE.

La CEOE, por cierto, que no estaba con los empresarios honestos cuando empresarios corruptos, vinculados a la CEOE y al PP, recibían contratos fraudulentos de la administración y luego, como agradecimiento, financiaban al PP, el de Casado, que ha ido a las elecciones dopado. Desde patrones democráticos, que son diferentes de los patrones de la patronal, estos comportamientos son de gentuza. Son pulcros por fuera pero están podridos por dentro. Siempre jugando con ventaja.

"Los del "volquete de putas" son los responsables, por todos los recortes en la sanidad pública, de que ahora haya volquetes de cadáveres de ancianos en residencias privadas. Ellos follando, y el pueblo, malmuriéndose"

Por eso no quieren que nos acordemos del volquete de putas del que era Secretario General del Partido Popular de Madrid. Y consejero de Justicia y de Interior. Ese PP, el del volquete de putas con figuras como Esperanza Aguirre, Rato, Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, Aznar, Pablo Casado, Lasquetty -el que quiso privatizar toda la sanidad madrileña-, son los responsables, por todos los recortes en la sanidad pública, de que ahora haya volquetes de cadáveres de ancianos en residencias privadas. Ellos follando, y el pueblo, malmuriéndose. Y todavía dan lecciones al gobierno de coalición. Parecemos imbéciles. Porque ellos saben que son unos canallas, pero están convencidos de que pueden ablandarnos y que volvamos a permitir que nos engañen de nuevo.

Fátima Báñez contratada, qué casualidad, por la CEOE. Báñez, como Ministra de Empleo, estaba por facilitar aún más la explotación de los trabajadores. Quiso, desde el Gobierno de Rajoy, aprovechar el shock de la crisis para desmantelar aún más los derechos laborales. Como el objetivo era que las empresas tuvieran más beneficos, hacía falta que a los trabajadores les pagaran menos, trabajaran más horas, estuvieran más vigilados toda la jornada laboral, y costara menos el despido. Además, echándoles a la puta calle si se enfermaban más de lo que mandan el beneficio. Por cierto, el Ministerio que dirije Yolanda Díaz acaba de derogar esa barbaridad.

Barbaridad para los trabajadores, pero no para la CEOE. Que le da las gracias a Fátima Báñez encargándole su fundación. Una Fundación de la patronal. Que es como una ONG de una empresa de armamento o una capilla en un fondo de inversión. La mayoría de las viejas glorias del PP, consta en acta judicial, cobraban en su mayoría sobresueldos, que venían de los fondos que daban empresas cercanas a la corte, que almorzaban y cenaban con los políticos y donde no solían faltar presentadoras y tertulianos. Todo quedaba en casa. Como ahora, cuando la CEOE, que no es como Roma, paga bien a los traidores a los trabajadores.

¿Entendemos ahora qué hacen algunos periodistas disparando contra Yolanda Díaz como si tuvieran infinitas balas y cañones?

 

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Venezuela: resistir, además, a Trump https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/04/03/venezuela-resistir-ademas-a-trump/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/04/03/venezuela-resistir-ademas-a-trump/#respond Fri, 03 Apr 2020 11:43:55 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8248 alt --> Ni EEUU son los paladines de la libertad ni la letra de Resistiré, la canción que suena en toda España en los balcones, la escribió el Duo Dinámico. Lo hizo Carlos Toro, hijo de Carlos Toro Gallego, condenado a muerte por la dictadura franquista, 17 años en la cárcel y militante del Partido Comunista de … Continuar leyendo "Venezuela: resistir, además, a Trump"]]> Venezuela: resistir, además, a Trump

Ni EEUU son los paladines de la libertad ni la letra de Resistiré, la canción que suena en toda España en los balcones, la escribió el Duo Dinámico. Lo hizo Carlos Toro, hijo de Carlos Toro Gallego, condenado a muerte por la dictadura franquista, 17 años en la cárcel y militante del Partido Comunista de España. Unos cardan la lana y otros llevan la fama. Las revistas de ciencia política más prestigiosas sobre democracia son norteamericanas. Defienden la democracia norteamericana. Por la plata baila el mono.

"Parte del pueblo norteamericano, que en las películas de gángster va casi siempre con los gangsters y no con la policía, vota a Trump. Y Trump sabe que con esa gente, no hay mejor cortina de humo que una guerra"

Parece que no puede haber Presidente de los EEUU que no tenga su guerra. Sobre todo al final de su primer mandato, cuando se juega  la reelección. Aunque también son muy socorridas las guerras cuando las cosas van mal a la interna y hay que hacer un llamado patriota a un pueblo, el norteamericano, que en las películas de gángster va casi siempre con los gangsters y no con la policía. Esa gente vota a Trump. Y Trump sabe que con esa gente, no hay mejor cortina de humo que una guerra.

Y como los EEUU son el matón del barrio, siempre tiene víctimas para escoger. Luego se encarga Hollywoood de señalar a las víctimas como culpables. Incluso de que les tengan que matar los paracaidistas, el General Custer o un batallón de marines en Vietnam. ¿O no van todos los niños del mundo con el VII de caballería y odian a los sioux y a los apaches que estaban allí desde siempre? ¿Te irías de copas con el sargento de hierro o con Ho Chi Min?

Así que después de machacar a los apaches, a los mexicanos, a los españoles, a los filipinos, a los vietnamitas, a los tailandeses y a los coreanos, y de intentarlo sin éxito con los cubanos, Reagan invadió Granada, y puso en marcha la guerra contra Nicaragua y la guerra de las galaxias; Bush padre y la invasión de Panamá; Clinton y la primera guerra de Irak; Bush hijo con Afganistán e Irak ; Obama, por eso de que es premio Nobel de la paz, la emprendió contra Libia, Pakistán, Somalia, Yemen y Siria.

"El último intento fue mandar a un militar traidor, Clíver Alcalá, con armas vía Colombia y con conocimiento de Guaidó para intentar el enésimo golpe de Estado"

¿Y Trump? Pues Trump no hace más que intentarlo con Venezuela. Porque así, además, sus empresas se quedarían con el petróleo de los venezolanos. Porque no hay más misterio. Invaden países para despistar a su población y, al tiempo, hacer negocio. Cuando alguien en España, en Colombia, en Brasil o en Venezuela dicen que Maduro es un dictador y que tienen que entrar los marines, es porque piensan que les va a tocar algún barril de ese petróleo. A ellos o a sus jefes.

Después de hacer Trump el payaso con el payaso de Guaidó; después del fiasco de Cúcuta, con música de Alejandro Sanz y Miguel Bosé; después de hacer el show de saltar la verja cuando podía haber entrado por la puerta, el último intento fue mandar a un militar traidor, Clíver Alcalá, con armas vía Colombia y con conocimiento de Guaidó para intentar el enésimo golpe de Estado.

Les pillaron militares colombianos y se frustró el asunto. Los gringos sacaron al militar golpista de Colombia y ahora se ha convertido en un confidente de los EEUU. Otro. Que repetirá las mismas mentiras que nunca han podido demostrar todos los confidentes anteriores. Pero servirá para que los medios de comunicación, que son propiedad de esa gente, hagan un show con las declaraciones de ese tipo. Una película con malos actores y con un guión que hemos leído mil veces.

"Van a morir cientos de miles de norteamericanos porque el demente de Trump no quiso aplicar la cuarentena cuando todos los expertos y la experiencia en otros países lo pedía a gritos"

Para hacer todo más creíble, Trump, el loco de Trump, ha ofrecido una recompensa por los gobernantes venezolanos, ha incrementado las sanciones al país, y por sifuera poco además del bloqueo comercial en mitad de la crisis del coronavirus, ahora pretende un bloqueo naval a las costas venezolanas. Como hicieron con Nicaragua para tumbar en su día al gobierno sandinista. Estados Unidos no tolera la democracia en lo que considera su patio trasero.

¿Y por qué ahora? Pues porque van a morir cientos de miles de norteamericanos porque el demente de Trump no quiso aplicar la cuarentena cuando todos los expertos y la experiencia en otros países lo pedía a gritos. Pero era más importante el negocio. Por eso la extrema derecha española y latinoamericana están con Trump: porque solo les interesa el dinero.

"Pronto habrá elecciones en Venezuela y podrán recuperar la senda del diálogo. Aunque a Trup no le interesa lo más mínimo que haya diálogo en el país"

Y no son patriotas. Porque los patriotas nunca van contra los pueblos. Venezuela necesita poder comprar medicinas y alimentos, que les devuelvan el dinero que les están robando en los EEUU, que la oposición y el gobierno se sienten a discutir sin presiones de Trump. Pronto habrá elecciones en Venezuela y podrán recuperar la senda del diálogo. Aunque a Trup no le interesa lo más mínimo que haya diálogo en el país. ¿Recuerdan la letra? Resistiré, para seguir viviendo/ Soportaré los golpes y jamás me rendiré/Y aunque los sueños se me rompan en pedazos/ Resistiré, resistiré.

 

 

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Con miedo, el coronavirus mira a la derecha https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/03/30/con-miedo-el-coronavirus-mira-a-la-derecha/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/03/30/con-miedo-el-coronavirus-mira-a-la-derecha/#respond Mon, 30 Mar 2020 17:25:24 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8238 alt --> Con miedo, el coronavirus trabaja para la derecha. De la Segunda Guerra Mundial salió Europa con la derecha derrotada, con los sindicatos muy fuertes, con partidos socialistas y comunistas legitimados por su enorme papel en la lucha contra el fascismo y el nazismo. Se salió con la certeza de que se había hecho un esfuerzo … Continuar leyendo "Con miedo, el coronavirus mira a la derecha"]]> Con miedo, el coronavirus mira a la derecha

Con miedo, el coronavirus trabaja para la derecha. De la Segunda Guerra Mundial salió Europa con la derecha derrotada, con los sindicatos muy fuertes, con partidos socialistas y comunistas legitimados por su enorme papel en la lucha contra el fascismo y el nazismo. Se salió con la certeza de que se había hecho un esfuerzo enorme y que tocaba abrir una etapa donde lo público cuidara de una población que lo había dado todo.

La derecha no se atrevió a poner en cuestión la redistribución de la renta. Por tres razones. Por un lado, porque una parte no pequeña de ellos habían sido colaboradores activos o pasivos del fascismo. En segundo lugar, porque con todo el dolor acumulado, un pueblo enfadado colgaría patas arriba como a Mussolini a todos los que quisieran seguir haciendo daño. En tercer lugar, porque la Unión Soviética era el faro que alumbraba a millones de personas y había que frenar su influencia.

"Resulta que la gente no salió a las calles a pedir la cabeza de los buitres de Wall Street, así que esos tiburones, que son astutos y muy vivos se dijeron: aún hay espacio para apretarles un poco más a estos pendejos"

En la Norteamerica de Roosevelt antes del New Deal, más de un millón de norteamericanos votaron socialismo y comunismo. ¿O alguien cree que los ricos reparten el dinero que nos roban por buena voluntad? La única manera de frenar las exigencias de justicia social de las mayorías era redistribuyendo la renta. Hubo un tiempo donde los capitalistas eran inteligentes y veían un poco más allá de la rendición de cuentas a los accionistas cada tres meses.

En la crisis de 2008, los grandes capitales se asustaron. Estaban convencidos, y así lo dijeron, que la gente iba a colgarles de las farolas por haber generado esa crisis. Empezaron a hablar de capitalismo con rostro humano. Porque la crisis de 2008 no tuvo lugar porque la gente viviera por encima de sus posibilidades, sino porque el sistema financiero creo un gran entramado regido por ladrones que llevó a la ruina el mundo.  Pero resulta que la gente no salió a las calles a pedir la cabeza de los buitres de Wall Street, así que esos tiburones, que son astutos y muy vivos aunque no sean muy inteligentes (serían mejores personas) se dijeron: aún hay espacio para apretarles un poco más a estos pendejos.

Por eso, la pregunta principal ahora mismo es: ¿quién está escribiendo el relato del miedo al coronavirus?

La crisis del coronavirus, una vez más, no es culpa de las trabajadoras y trabajadores. Viajó y nos llegó a nuestros países en avión y, además, en bussines class. No vino en patera: entró por el aeropuerto por la entrada VIP proveniente de Alemania y Gran Bretaña.

"Por eso, la pregunta principal ahora mismo es: ¿quién está escribiendo el relato del miedo al coronavirus?"

Tiene esta capacidad de contagio por un modelo de vida que está ligado a un modelo de consumo. El covid-19 contagia tanto porque vivimos hacinados en ciudades, porque hemos vaciados las zonas rurales, porque hemos entregado la ganadería y la agricultura a grandes empresas, porque estamos acabando con los animales que nos hacían de escudo ante los virus, porque estamos cortando árboles y echando cemento, porque estamos acelerando los ciclos de la vida y la tierra protesta. Lo que ha tardado millones de años en crearse, no puede explotarse en unos decenios sin esperar resultados soprendentes.

Porque hemos olvidado que para el capitalismo, la tierra es una mercancía, pero para la tierra, los seres humanos podemos ser innecesarios. Para rematar, y nunca mejor dicho, el coronavirus es tan letal  porque se ha desmantelado la sanidad pública. Cortesía de Milton Friedman, de los neoliberales, de los partidos de la derecha y, ahora, también de la extrema derecha.

Sin embargo, la condición disruptiva del virus está abriendo grietas en el edificio. La derecha sabe que está tocada en sus fundamentos. Es inimaginable que, en unas elecciones cercanas, ningún partido lleve en su programa electoral recortes en el gasto público sanitario. La gente sabe que sin sanidad pública estamos perdidos. En Estados Unidos, o tienes 35.000 dólares o no pagas la factura de tu curación del covid-19. Y también hemos aprendido, aun a costa de miles de muertos, que en las residencias privadas, el negocio prima sobre el cuidado.

"Si aflojamos, regresamos a una España feudal, y esto vale para cualquier país. Regresaremos a países feudales donde la espada de los señores y el látigo de los capataces va a ser sustituida por una pulsera electrónica"

¿Es el mercado amigo? Porque las funerarias privadas se están enriqueciendo con sobreprecios y sobrecostes. La derecha ha privatizado la vida y ha privatizado la muerte. Y si siguen así, no vamos a podernos permitir el lujo ni de vivir ni de morirnos.

La derecha va a intentar que rescatemos otra vez a las empresas, a las líneas aéreas privadas, a las autopistas, a los bancos, a las multinacionales, y que paguemos otra vez todos el costo de una crisis de la cual no somos culpables. Si los sinvergüenzas que han privatizado la vida nos vuelven a meter miedo para que no exijamos salidas sociales, el mundo va a ser un lugar más feo.

Después de la Segunda Guerra Mundial o a la muerte de Franco, los poderosos tuvieron miedo a un pueblo cansado y enfadado que miraba hacia la izquierda, y por eso tuvimos constituciones y derechos sociales. Si aflojamos, regresamos a una España feudal, y esto vale para cualquier país. Regresaremos a países feudales donde la espada de los señores y el látigo de los capataces va a ser sustituida por una pulsera electrónica.  Que nos va disciplinar mucho más que la espada, el potro, el hacha e incluso que la hoguera. Porque la tendremos interiorizada.

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Adios a Restituto, un militar antifranquista https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/03/26/adios-a-restituto-un-militar-antifranquista/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/03/26/adios-a-restituto-un-militar-antifranquista/#respond Thu, 26 Mar 2020 09:32:53 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8227 alt --> Se ha muerto como del rayo, Restituto Valero, con quien tanto quería. Capitán, responsable de la brigada paracaidistas, miembro de la Unión Militar Democrática, y una de esas personas que, de verdad, trajeron la democracia a España. Con 84 años y resistiendo hasta al coronavirus, se lo ha llevado toda la vida que ha vivido. … Continuar leyendo "Adios a Restituto, un militar antifranquista"]]> Adios a Restituto, un militar antifranquista

Se ha muerto como del rayo, Restituto Valero, con quien tanto quería. Capitán, responsable de la brigada paracaidistas, miembro de la Unión Militar Democrática, y una de esas personas que, de verdad, trajeron la democracia a España. Con 84 años y resistiendo hasta al coronavirus, se lo ha llevado toda la vida que ha vivido.

En 1974, un grupo de militares, alentados por la revolución de los claveles en Portugal, prepararon un contragolpe en caso de que, a la muerte de Franco, el régimen diera marcha atrás y en vez de traer la democracia, como pedía las calles, caminara un par de decenios hacia atrás. Porque Franco murió en la cama, pero el franquismo murió en las calles.

El golpe que habían preparado contra los residuos de la dictadura era incruento, echar agua, decían, en la pólvora de los militares franquistas para evitar que volvieran a matar a gente. Y casi el franquismo les mata a ellos. Uno de los conspiradores se asustó y les denunció. Tuvo que interceder el Papa para que no les fusilaran. Faltó muy poco, porque Franco se quería marchar fusilando.

"Porque Franco ez un hijo de puta". Y tenía razón Ignacio. Y tenía razón Resti, el niño que nació, ni más ni menos, que durante el asedio al Alcázar de Toledo"

Su hijo Ignacio me convocó con diez años que teníamos en el recreo y después de hacerme jurar que no se lo iba a contar a nadie, me dijo que habían metido en la cárcel a su padre. Yo le pregunté extrañado porque me parecía incomprensible que nadie detuviera a una persona tan buena: ¿quién ha detenido a tu padre? Me contestó Ignacio: Franco. ¿Y por qué? E Ignacio, ceceando, me dijo: Porque Franco ez un hijo de puta. Y tenía razón Ignacio. Y tenía razón Resti, el niño que nació, ni más ni menos, que durante el asedio al Alcázar de Toledo.

Fue durante mucho tiempo un icono del régimen. Fuimos una vez a visitar el Alcazar, y allí estaba la placa con aquél recordatorio. Resti se reía. Su padre, un venerable militar franquista, siguió, ya muy mayor, los pasos de su hijo y se dio cuenta de que el franquismo había sido un disparate.

Pero a la gente de la UMD les maltrató la democracia. No se atrevían a devolverles a la carrera militar. El PSOE lo llevaba en su programa desde 1977. Pero no les cumplían. El maldito ruido de sables, se justificaban. Después del 23F decían los militares franquistas: si se regresa a los militares de la UMD al ejército, también a los del 23F. Y Restituto tuvo que irse a hacer las américas para ganarse la vida. En los setenta, cuando le pidió a Julia María que se casaran, le había advertido: te aseguro que conmigo no te vas a aburrir. Ella lo recordaba riéndose de aquella promesa en los momentos más duros. Porque luchar contra el franquismo no te dejaba mucho tiempo para aburrirte. Y menos con Ignacio, Jorge, Jaime, Javier y Julieta pequeños y enredando Restituto nos puso en la pista de la democracia.

En su casa estaban las revistas progresistas y nos dejaba leer Triunfo y el Por favor. Y algunas otras revistas que si nos pillaba mirándolas nos daba un capón y nos echaba de su despacho. Cuando teníamos problemas en el colegio, a menudo por culpa de la política, Resti siempre nos apoyaba. No te fíes nunca mucho de los curas, me decía. Recuerdo cuando, con Ignacio, hicimos una revista política en el colegio (Crítica 7 la llamamos). Los curas censuraron una página con la nota que le ponían los alumnos a los profesores. Resti nos apoyó muy enfadado con los censores. Los dientes políticos me salieron en su salón escuchando a Quilapayún o a LLuis Lach o atendiendo a las conversaciones de los mayores.

"Un hombre muy generoso siempre. Que compartía todo lo que tenía. Lo hizo incluso con su libertad. Para que viniera la democracia"

Fue él quien nos llevó al estreno de La batalla de Chile. Siempre con la tutela de Julia María, que sonreía con malicia. No teníamos edad para entrar al cine, pero Resti le dijo al acomodador que éramos mayores de edad, lo que pasaba era que éramos bajitos. Y a la salida nos explicó quién era Allende y por qué le mataron defendiendo la libertad y el socialismo.

Restituto Valero. Un hombre muy generoso siempre. Que compartía todo lo que tenía. Lo hizo incluso con su libertad. Para que viniera la democracia.

Lo peor de todo, Resti, es que te trajeras de tu estancias militares en África, la maldita costumbre de beber una única marca de whisky: whisky DYC. Nadie es perfecto. Pero me dice Ignacio que Resti nunca probó el DYC. ¿De dónde sale ese recuerdo? ¿Serían tus compañeros de la UMD? Igual estaban por allí esas botellas para que no atacáramos otras marcas. Muchos recuerdos... Me viene a la cabeza el esquema que hiciste de El nombre de la rosa, o cuando fuiste Director de Seguridad del Reina Sofía y nos contabas aquellas exposiciones delirantes, o la inquietud aquella noche del 23F donde contábais con que iban a ir a por vosotros. Luego vienen y nos dicen que la democracia la trajeron el Rey, Suárez y Felipe González.

Te quedas en nuestra memoria y en esa mueca en la historia, tan determinante, que es no haber tenido miedo. Seguramente has sido una de las personas que más me ha enseñado a ser valiente. Que la tierra te sea leve, Resti.

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¿Dónde estaba Dios durante el coronavirus? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/03/25/donde-estaba-dios-durante-el-coronavirus/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/03/25/donde-estaba-dios-durante-el-coronavirus/#respond Wed, 25 Mar 2020 12:31:55 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8221 alt --> La peste es una novela de Albert Camus, un escrito francés muy progresista y muy sensato, publicada en 1947, un par de años después de terminada la Segunda Guerra Mundial. Del golpe de aquella guerra, que causó más de 50 millones de muertes intencionadas solo se podía salir golpeado. Era el momento de recordar la … Continuar leyendo "¿Dónde estaba Dios durante el coronavirus?"]]> ¿Dónde estaba Dios durante el coronavirus?

La peste es una novela de Albert Camus, un escrito francés muy progresista y muy sensato, publicada en 1947, un par de años después de terminada la Segunda Guerra Mundial. Del golpe de aquella guerra, que causó más de 50 millones de muertes intencionadas solo se podía salir golpeado. Era el momento de recordar la sentencia de Dostoyevski: si Dios ha muerto, todo está permitido. ¿Dónde estaba Dios durante aquella catástrofe?

En 1945, otro autor, William Golding, publicaba El señor de las moscas. Unos niños perdidos en una isla remota, sin adultos, eran la excusa para mostrar cómo el ser humano se degrada cuando pierde la esperanza.

"En el hombre hay más cosas dignas de admiración que de desprecio".

"¿Dónde estaba Dios en los campos de concentración?", se preguntaba el premio Nobel de la paz Elie Wiesel. Theodor Adorno, filósofo, escribía que después de Auschtwitz, ya no se podía escribir poesía, y Paul Celan y Neruda y Benedetti, poetas, le demostraron que era mentira.

En "La peste", Camus escribía una de sus frases más repetidas: "En el hombre hay más cosas dignas de admiración que de desprecio". Y es verdad que en las pestes, además de ratas muertas y ratas vivas, hay gente decente.

La mirada de Camus no deja dudas: la fraternidad es el motor que impulsa la humanidad, porque lucha contra las desigualdades y se basa en la empatía. Son esos ojos que se nos llenan de lágrimas cuando vemos a un policía y a un enfermero abrazarse, los aplausos a una mujer que está barriendo las calles o a jóvenes llevándole la compra a ancianas.

En la obra de Camus, en mitad de la mejor de las excusas para poder ser insolidarios, minúsculos, egoístas, tramposos, mentirosos, emerge con una fuerza indestructible el amor, la generosidad, la entrega. Que es lo que salva a la ciudad de la peste. Los profesionales sanitarios se están jugando la vida y es el sector que más contaminados tienen. Hoy sabemos que en las UCIs de Madrid, el personal contratado cobra 35 euros por una jornada de diez horas. A 3,5 euros la hora. Se lo paga la Comunidad de Madrid. Isabel Díaz Ayuso, del Partido Popular, la misma que no pierde ocasión todos los días de atacar al gobierno de España. Y que sale a aplaudir al balcón a los profesionales sanitarios. Ayuso, como Cifuentes o Esperanza Aguirre o Pablo Casado, están a favor de la sanidad privada.

Los medios de comunicación mantienen a sus periodistas al pie del cañón para que sepamos qué está pasando, porque de lo contrario se resentiría la democracia. Pero todos los días, todos, los medios mienten. Se miente en tertulias donde un entrevistado usa su dolor para sembrar mentiras sobre supuestas ambulancias a disposición del gobierno. Miente el diario La Razón sembrando bulos en mitad de un estado de alarma, afirmando que el gobierno iba a bajar el sueldo a los funcionarios o que existían inexistentes informes del CSIC alertando del riesgo de las aglomeraciones antes del 8M.

"Mienten hospitales privados, como HM, que quieren despedir a parte de sus trabajadores o mandarles de vacaciones"

Mienten personas como Ayuso que dice que el Gobierno está impidiendo que se suministren materiales, como si el gobierno tuviera la voluntad de acabar con la gente. Ahora se le han perdido los dos aviones chinos llenos de material. Y ésta señora es la que está queriendo dinamitar la credibilidad del gobierno de España.

Mienten algunos médicos, poquitos, que tienen un afán enfermo de protagonismo y graban vídeos recomendando medidas falsas como hacer vahos o insultando al gobierno, solo por lograr protagonismo. Y, por supuesto, dicen lo contrario de lo que decían hace un mes. Pero gritan tanto e insultan tanto que ya ni oyes.

Mienten hospitales privados, como HM, que quieren despedir a parte de sus trabajadores o mandarles de vacaciones, demostrando que la sanidad para ellos es un negocio, aunque no tengamos más remedio que acudir a ellos cuando lo público está colapsado.

"En "La peste", Orán, la ciudad contaminada de Camus, se salva por que existe un nosotros que es mucho más grande que nuestras pequeñeces"

Mienten las residencias de mayores que no han informado de los fallecimientos de ancianos para no perder prestigio o para evitar que, como al final se ha hecho, se intervengan las mismas. CLECE, la empresa de Florentino Pérez, despedía a las empleadas que denunciaban que faltaba material en las residencias de ancianos. Porque son un negocio.

A las ocho salimos a aplaudir a todos los trabajadores y trabajadoras que permiten que España no se pare, que tengamos luz, agua, gas, comida, atención médica, materiales, transporte, información.

En "La peste", Orán, la ciudad contaminada de Camus, se salva por que existe un nosotros que es mucho más grande que nuestras pequeñeces. Un nosotros que no fueron capaces de fragmentar los mentirosos. Los que no somos creyentes sabemos, como dijo Elie Wiesel, que dios estaba en los prisioneros ahorcados en los campos de concentración. Dios está hoy en ese corazón que aplaude a las ocho, en esos sanitarios contaminados y que han fallecido de coronavirus a fuerza de curárnoslo, en esos policías y guardias civiles contaminados o muertos ayudándonos a ayudarnos contra el virus, en esos trabajadores y trabajadoras contaminados o muertos permitiendo que podamos estar en nuestras casas porque ellas y ellos están trabajando. No estaba en los nazis ni está en los egoístas que no quieren que salgamos de esta crisis más solidarios y menos desiguales.

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Contra el odio: ¿intentamos ponernos de acuerdo? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/03/21/contra-el-odio-intentamos-ponernos-de-acuerdo/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/03/21/contra-el-odio-intentamos-ponernos-de-acuerdo/#respond Sat, 21 Mar 2020 15:34:42 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8203 alt --> En caso de guerra, y estamos en guerra contra el covid-19, lo que nos cuenta la historia es que lo inteligente es que cesen las diferencias internas y en su lugar aparezca el diálogo y la cooperación como la forma normal de operar, siempre bajo el mandato del gobierno al que le haya tocado esa … Continuar leyendo "Contra el odio: ¿intentamos ponernos de acuerdo?"]]> Contra el odio: ¿intentamos ponernos de acuerdo?

En caso de guerra, y estamos en guerra contra el covid-19, lo que nos cuenta la historia es que lo inteligente es que cesen las diferencias internas y en su lugar aparezca el diálogo y la cooperación como la forma normal de operar, siempre bajo el mandato del gobierno al que le haya tocado esa responsabilidad.

Parece evidente que la salida de la crisis reclama en España una salida conjunta donde todas las fuerzas políticas estén implicadas. El problema es de tal magnitud y es tanta su novedad que ningún país puede permitirse el lujo de permanecer dividido por cuestiones que ni siquiera son políticas, sino partidistas, electoralistas, de falta de reconocimiento de los fundamentos de la democracia que cree que cualquier momento es bueno para debilitar al adversario.

Es evidente que el momento exige la máxima cooperación internacional, y no tiene mucho sentido que se busque el entendimiento con los países con los que normalmente hay fricciones por la cercanía y, sin embargo, no se sea capaz de hallar un diálogo interno en nuestro país.

Esto, que parece de sentido común, no se está cumpliendo. Porque hay gente queriendo hacer política con la pandemia.

Hace política Torra, dando entrevistas a medios extranjeros diciendo cosas que no son verdad, como si el Gobierno de España buscara que Catalunya se infectara. Y hacen política los independentistas que circulan bulos como que se requisan mascarillas que harían falta en Catalunya y se estarían llevando a Madrid (identico bulo propagado por la derecha y la extrema derecha en Andalucía).

Hace política el PP cuando sale García Egea, Secretario General del PP, a reprochar a Pablo Iglesias que esté en el CNI –como si el Vicepresidente no tuviera derecho a estar en el Gobierno- y, de paso, como si tuviera algo que ver, para acusarle, ni más ni menos, de que no cuida de los sanitarios de España.

Hace política Rafael Hernando, el que fuera portavoz locuaz del PP, diciendo que mientras él no puede abrazar a sus padres, Pablo Iglesias, pese a dar negativo en el test del coronavirus, cumplir todos los protocolos y hacer los mismo que el Presidente del Gobierno, acudió a su trabajo.

Hace política Pablo Casado cuando dice que el gobierno se "parapeta" en la ciencia, para después reprocharle que no está tomando las medidas adecuadas. Y hace política cuando dice ahora que hacen falta trabajadores en sanidad y buenos equipamientos cuando los gobiernos del PP recortaron entre 10.000 y 15.000 millones durante los gobiernos de Rajoy. ¿O ya no nos acordamos del copago? ¿O ya no nos acordamos de la marea blanca en defensa de la sanidad pública? ¿O ya no nos acordamos de la altanería de Esperanza Aguirre contra las trabajadoras sanitarias? Las empresas concesionarias de los hospitales madrileños privatizados bajo el mandato de Ana Mato aparecieron después en las Tramas Gürtel y Púnica como financistas del PP. El juez acusó al PP de robarse dos millones de euros de, precisamente, los hospitales que hoy están con gravísimos problemas.

Hace política Díaz Ayuso cuando dice que el Gobierno es responsable de las residencias de mayores –que son responsabilidad autonómica- y sostiene, sin ninguna prueba, que el gobierno no les deja producir material para los sanitarios. Hace política Díaz Ayuso cuando reprocha al gobierno la situación catastrófica de Madrid y se olvida de con la gestión del PP en la comunidad madrileña, hay, en comparación con 2012, y según el Servicio Madrileño de Salud, casi 3.000 camas cerradas, 3.200 trabajadores menos y han aumentado las listas de espera. En 2012, había en Madrid 15.531 camas funcionando. Según la última memoria publicada de 2018, las camas instaladas eran 14.334, pero en funcionamiento solo había 12.565. ¿No recordamos las quejas de que se estaban cerrando camas en verano?

"Todas las tertulias incorporan tertulianos de la extrema derecha que se creen legitimados para mentir en directo porque la libertad de expresión y la equidad consisten en llevar a hablar del cuerpo de las mujeres a un biólogo y a uno que dice que vienen de la costilla de Adán"

Hace política Abascal y Ortega Smith cuando dicen que la culpa del coronavirus está en la manifestación del 8M, cuando ellos organizaron su asamblea en Vistalegre como respuesta, el mismo día, a la manifestación feminista, a la que acudieron todos los demás partidos políticos del parlamento.

Hacen política los medios de comunicación todo el rato. En todas las tertulias. Muchas mintiendo, con datos falsos, manipulando, tergiversando. Todas incorporando tertulianos de la extrema derecha que se creen legitimados para mentir en directo porque la libertad de expresión y la equidad consisten en llevar a hablar del cuerpo de las mujeres a un biólogo y a uno que dice que vienen de la costilla de Adán.

"Los mismos que están haciendo baja política con el coronavirus están diciendo que no hay que hacer política con el coronavirus"

Mienten los medios cuando insisten en la mentira de que las residencias de mayores son responsabilidad de la Vicepresidencia de Pablo Iglesias, y hacen política, mintiendo, Angels Barceló o Miguel Ángel Aguilar cuando traicionan desde la SER su compromiso periodístico para convertirse en periodistas que solemos ver en OK Diario o en la COPE. Y hace política también RTVE cuando entendió que era noticia una petición en change.org impulsada por la extrema derecha contra Pablo Iglesias y que tenía unos apoyos ridículos. Tan noticia que le dio espacio en el telediario de las tres.

Los mismos que están haciendo baja política con el coronavirus están diciendo que no hay que hacer política con el coronavirus. Echar la culpa al gobierno no es hacer política. Criticar lo que ha hecho la derecha con la sanidad o lo que está haciendo ahora sí es hacer política.

Es casi imposible encontrar argumentos en las redes. Miles de cuentas fake o de gente que solo quiere echarle las culpas a la izquierda –incapaces de entender, por ejemplo, que la derecha estuvo en el 8M o en Vistalegre, o que hay menos camas en hospitales públicos ahora por culpa de la privatización de la sanidad- hacen más ancho el foso que separa la discusión porque siempre prima el insulto, el ataque, el reproche y la descalificación. Twiter ya no se diferencia mucho de esos foros de machitos envalentonados que divulgaron la identidad de la niña violada por la manada. Y con esa catadura moral, no es sencillo buscar acuerdos.

"Nos acordamos de los bomberos cuando hay incendios. Pero en el invierno, hay fuerzas políticas que quieren reducir y precarizar a los bomberos. ¿No podemos todos, desde la derecha y la izquierda, entender que si queremos luchar contra los incendios necesitamos medios?"

En cualquier caso, todos perdemos. Porque necesitamos grandes acuerdos para salir adelante. Grandes acuerdos signados por la inteligencia y el sentido común, no por intereses pequeños y mezquinos. Nos acordamos de los bomberos cuando hay incendios. Pero en el invierno, hay fuerzas políticas que quieren reducir y precarizar a los bomberos. ¿No podemos todos, desde la derecha y la izquierda, entender que si queremos luchar contra los incendios necesitamos medios? ¿No podemos todos, desde la derecha y la izquierda, entender que para luchar contra las pandemias, de las cuales el covid-19 puede ser una de las primeras de estas características, vamos a necesitar inversión pública en investigación, sanidad y medios?

Vemos que los locos han tenido que dar marcha atrás. Donald Trump, Boris Johnson, Jair Bolsonaro, que se reían del virus y decían que formaba parte de la conspiración comunista, han tenido que aplicar cuarentenas. Si estos dementes han entendido la gravedad de la situación ¿no vamos a ser capaces nosotros de ponernos de acuerdo? La Unión Europea ha dado igualmente marcha atrás en la locura de las políticas de austeridad. Y eso parecía lo más difícil. Si nos hemos puesto de acuerdo con los dineros ¿no será momento de ponernos de acuerdo en lo que conviene para el conjunto de España?

"¿No es posible que en vez de reproches y ataques se usen las redes para proponer ideas, soluciones, bases para el entendimiento? ¿Tenemos que resignarnos a entenderlas como un campo de batalla?"

Quedan muchos colectivos por atender. Por ejemplo, más de 600.000 mujeres que trabajan como empleadas de hogar y que han quedado fuera del decreto del Gobierno. O los autónomos. O  la gente que no puede pagar el alquiler y ni siquiera una moratoria les sirve. O toda esa gente que se está contaminando ayudándonos a los demás a que permanezcamos sanos: personal sanitario, policías y guardias civiles, transportistas, personal de supermercados, atención domiciliaria...

¿Me va a decir alguien que la gente que ha votado partidos de derecha o de izquierda no se solidariza con todas estas personas? ¿A quién le beneficia que no nos podamos poner de acuerdo? Es el momento de que los votantes se den cuenta de quién está remando para el país, y quien está haciéndolo por pequeños intereses mezquinos. Porque cuando la ciudadanía lo tenga bien claro, todos los partidos, todos, van a tener que ponerse de acuerdo.

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Asombrosamente frágiles: coronavirus y gobierno de coalición https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/03/19/asombrosamente-fragiles-coronavirus-y-gobierno-de-coalicion/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/03/19/asombrosamente-fragiles-coronavirus-y-gobierno-de-coalicion/#respond Thu, 19 Mar 2020 11:05:48 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8170 alt -->       "El poscoronavirus será como un período de posguerra. Encontraremos sólo escombros (...) el coronavirus nos impulsa a repensar el significado de nuestra vida, nuestra forma de estar juntos, los peligros de la globalización, ya que es posible que nos devuelva una normalidad diferente, un renacer distinto, incluidas las reglas financieras internacionales. El … Continuar leyendo "Asombrosamente frágiles: coronavirus y gobierno de coalición"]]> Asombrosamente frágiles: coronavirus y gobierno de coalición

 

 

 

"El poscoronavirus será como un período de posguerra. Encontraremos sólo escombros (...) el coronavirus nos impulsa a repensar el significado de nuestra vida, nuestra forma de estar juntos, los peligros de la globalización, ya que es posible que nos devuelva una normalidad diferente, un renacer distinto, incluidas las reglas financieras internacionales. El problema es que hemos perdido el sentido del equilibrio entre los diversos componentes de nuestra sociedad"
Juan Antonio Molina

¿Que somos muchos ya? ¿Que devorar animales es dañino? ¿Que la mayor parte de los afanes del mundo son vanos? ¿Que la lentitud y la soledad son preferibles? ¿Que las ciudades, más allá de ciertos límites civilizados, son un error y una trampa? ¿Que el modelo económico en que vivimos no solo es desigual e injusto, sino absurdo y asombrosamente frágil? ¿Que las corporaciones pueden derrumbarse con la misma facilidad que los seres humanos? ¿Que lo que llamamos el poder es una brizna de hierba al viento de la historia? ¿Que así como Ricardo al final estaba dispuesto a cambiar su reino por un caballo, hay un momento en que cambiaríamos todas nuestras riquezas por un poco de aire puro en los pulmones, por un sorbo de agua en la garganta?
William Ospina

A la fuerza ahorcan

La crisis del covid-19 ha llegado al mundo. En la globalización no había otra. Aunque descerebrados como Trump o Bolsonaro digan que no es para tanto y que las alarmas son inventos de comunistas. En Brasil, la gente que apoya al lider populista ha salido a manifestarse. Quieren, como en Estados Unidos que la gente esté armada como respuesta al coronavirus (¿para disparar a los infectados?). En cualquier caso, hay más gente atenta a la televisión que al funeral de lady Di o de Michael Jackson. A la fuerza ahorcan.

"Si hace un mes un Ministro dice que habría que impedir la celebración de la Semana Santa, cae el gobierno".

Es el momento de frases a la altura de las circunstancias. Una muy apropiada es aquella de "A grandes problemas, grandes soluciones". El problema es que esta frase vale para buscar salidas por la derecha o por la izquierda. Hay medidas que no van a generar grandes discusiones porque son de sentido común y porque no tomarlas afectan a la vida de toda la población. Para ser más exactos: no van a generar una gran discusión hoy. Porque si hace un mes un Ministr dice que habría que impedir la celebración de la Semana Santa, cae el gobierno. Pero hoy le hemos visto la mayoría las orejas al lobo y nos estamos volviendo prudentes.  El irracionalismo va a salir golpeado de la crisis. Porque la gente va al hospital, no a la iglesia neopentecostal. Ya han rezado y se han contagiado igual. Lo pasional, lo irracional, lo sentimental son parte de lo humano. Ojalá pudiéramos dar marcha atrás. Aunque me temo que cometeríamos los mismos errores. Porque nos impulsa un motor que está equivocado. Como si vivir fuera estar 24 horas en un supermercado infinito,donde todo el mundo quiere comprar pero donde la mayoría está en un subterráneo de reponedores, en las tiendas como empleados o en un país más pobre cosiendo, ensamblando o cosechando, y que aguanta porque sueña con estar arriba.

"Aún hoy sigue viajando demasiada gente en el metro, no tienen protección los teleoperadores, el personal de vuelo, la gente que trabaja en los  mercados, en las fábricas, en la limpieza. Como si unos tuvieran derecho a estar sanos y otros estuvieran condenados a contaminarse".

La condición democrática del corona virus a la hora de contagiar ayuda mucho a reducir la confrontación política. Del covid-19 no se libran ni los gobernantes, ni los ricos, ni los reyes, ni las que tienen el cuello más largo ni los que tienen anticuerpos españoles. Por cierto, anticuerpos españoles que son principalmente antineuronas españolas, que a fuerza de gritar Muera la inteligencia, la inteligencia les ha hecho caso y les ha dejado revolcándose en su necedad como los puercos en el barro. Empieza una confrontación que antes, cuando se miraba a la historia, se llamaba lucha de clases.

Los grandes empresarios, y no digo las PYMES, digo los grandes empresarios, que son más globales que españoles, al igual que la banca, los fondos de inversión, los fondos buitre, no van a descansar con el coronavirus. Siguen haciendo negocio y van a intentar que la parte que les corresponda en la salida del problema sea la menor posible. Incluso, van a intentar sacar ventaja, presionando al gobierno para doblarle el brazo y tratar de imponer sus medidas. La primera intervención de Pablo Casado iba en esa dirección: flexibilizar, privatizar, vaciar fiscalmente al Estado, despedir. Pero alguien le ha dicho que parecía un buitre a los ojos de la gente y ha aflojado. Sin embargo, aún hoy sigue viajando demasiada gente en el metro, no tienen protección los teleoperadores, el personal de vuelo, la gente que trabaja en los  mercados, en las fábricas, en la limpieza. Como si unos tuvieran derecho a estar sanos y otros estuvieran condenados a contaminarse.

A grandes problemas, grandes soluciones. Las de la derecha tienen un gran obstáculo: que en el Gobierno está Unidas Podemos. Y que es un partido que nació para acabar con la forma en que se salió de la crisis de 2008, esto es, sobre las espaldas de la gente. Por eso la derecha se ofrece a Sánchez para que el Gobierno renuncie. Y pensemos lo que sería esta crisis con el PP, Ciudadanos y VOX meciendo la cuna del ala derecha del PSOE.

Salir por la izquierda o por donde siempre

Desde la izquierda la salida es muy exigente. Tan exigente como el riesgo de que en España tengamos a 20 millones de personas en situación de pobreza. El covid-19 es una catástrofe, nos impone condiciones de guerra contra el virus, desafía a nuestras sociedades sobre si salir más unidos o rotos por más desigualdades. Por eso, la gran solución desde la izquierda pasa por una renta básica que arranque de manera urgente con la gente a la que el coronavirus ha dejado en la lona, aumentar los servicios sociales, regular los alquileres y cubrirlos para la gente que no puede pagarlos, evitar los desahucios con aplazamientos, atender a los parados y a los que vivían de chapuzas, ayudar a los autónomos y a las PYMES, asistir a gente sin recursos ni hogar,  moratorias en las hipotecas, evitar despidos amparándose por los ERTES, cuidar el mundo de la cultura, favorecer la conciliación, acordarse del servicio doméstico -simpre golpeado-, especial cuidado a las mujeres que conviven con maltratadores, o prohibir los cortes de agua, luz, gas. Y encima, sin perder las libertades civiles. Lo están haciendo países que cayeron rehenes del neoliberalismo: Francia, Italia, Alemania. Solo quedaba España.

Claro que todo esto cuesta dinero.  Pero la alternativa es el capitalismo del desastre del que alerta Naomí Klein. Por lo que nos obliga a una reflexión en términos de contrato social. Tenemos que reunirnos todos en torno a la mesa, como hacen las familias cuando hay problemas, y decidir qué sociedad queremos.

"En esta ocasión, parece que de algo ha servido que estén los cinco ministros de Unidas Podemos en el gobierno. Aunque no nos engañemos: ninguno está en el gabinete de crisis".

La comparación entre la respuesta pública a la crisis de 2008 y ésta es evidente: hace una década el PP rescató a los bancos, golpeó a los funcionarios, abandonó a los parados, expulsó a los universitarios, paralizó a los jubilados y condenó a los desahuciados. En esta ocasión, parece que de algo ha servido que estén los cinco ministros de Unidas Podemos en el gobierno. Aunque no nos engañemos: ninguno está en el gabinete de crisis.

Quizá lo más importante de las medidas del gobierno sea la actitud: el mensaje que dice: esta vez no se va a quedar nadie atrás; esta vez, la crisis no la va a pagar el pueblo. Ahora hace falta que esa actitud se convierta en presupuestos. Y que se siga en la misma dirección.

Donde nos la jugamos

Hay tres preguntas claras: ¿vamos a salir de la crisis endeudando al sector público? ¿Van las rentas más altas a colaborar con parte de su patrimonio a solventar la crisis? ¿Vamos a olvidarnos otra vez de las pequeños autónomos y de la gente que vive de alquiler porque no tiene dinero ni avales para pagar una hipoteca?

Llevamos mucho tiempo drenando recursos de los pobres a los ricos. El sector financiero se ha hecho hegemónico y vimos con el caso griego que pudo poner de rodillas a un gobierno y a un país. Ahora no es el gobierno griego. Ahora es también Alemania, Francia, Italia y España. Por eso es momento de dar una respuesta colectiva que cambie el rumbo. Porque con el modelo anterior no hacían sino crecer las desigualdades y destrozar el medio ambiente. Ahora, parece, nos vamos a olvidar del medio ambiente, se van a morir decenas de miles de ancianos y van a regresar a la pobreza millones de personas.

"Es imposible que se hubieran dispuesto 200.000 millones de euros si no hubiéramos salido a la calle el 15M de 2011. Pero luego han faltado votos. Por eso ahora mismo están en el aire inquilinos, autónomos, empleadas de hogar, mujeres en riesgo de maltrato".

Las discusiones al interior del gobierno expresan las discusiones que debemos tener en Europa. La gente no puede salir a la calle a manifestarse y eso lo saben los poderosos. Por eso Felipe VI aprovecha este momento para contarnos que se ha enterado de que su padre es un presuntísimo ladrón. Y aprovecha también para hacer un discurso hueco y previsible que no sirve para absolutamente nada. Pero en nuestras casas, igual vamos acumulando rabia. Hay una Europa de los poderosos, financiarizada, que subcontrata los derechos humanos, que apoya las guerras y que considera la defensa medioambiental una lata que dificulta el negocio. Esa Europa es el PP, Ciudadanos y VOX, y ha recibido apoyos puntuales cuando lo han necesitado del PNV y de los Pujos, Mas y Puigdemont. Y también tiene audiencia en algunos sectores del PSOE.

Falta aún mucha sensibilidad social en las decisiones del Gobierno, pero van en la buena dirección. Es imposible que se hubieran dispuesto 200.000 millones de euros si no hubiéramos salido a la calle el 15M de 2011. Pero luego han faltado votos. Por eso ahora mismo están en el aire inquilinos, autónomos, empleadas de hogar, mujeres en riesgo de maltrato. Queremos una renta básica y que paguen los que más tienen. Tenemos en contra al gran capital. Pero eso ya lo sabíamos. Y no podemos permitirnos el lujo de olvidarnos que hace dos meses sabíamos que el modelo reventaba por culpa del cambio climático. Ese sistema ha dado de sí todo lo que podía. Para que además de infectados no nos volvamos locos.

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Coronavirus: socialismo o barbarie https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/03/14/coronavirus-socialismo-o-barbarie/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/03/14/coronavirus-socialismo-o-barbarie/#respond Sat, 14 Mar 2020 17:35:58 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8158 alt --> "Esta sensación de irrealidad se debe al hecho de que por primera vez nos está ocurriendo algo real. Es decir, nos está ocurriendo algo a todos juntos y al mismo tiempo. Aprovechemos la oportunidad". Santiago Alba Rico La crisis muestra la enorme fragilidad de nuestros sistemas sociales y económicos. De todos, aunque unos muestren más … Continuar leyendo "Coronavirus: socialismo o barbarie"]]> Coronavirus: socialismo o barbarie"Esta sensación de irrealidad se debe al hecho de que por primera vez nos está ocurriendo algo real. Es decir, nos está ocurriendo algo a todos juntos y al mismo tiempo. Aprovechemos la oportunidad".
Santiago Alba Rico

La crisis muestra la enorme fragilidad de nuestros sistemas sociales y económicos. De todos, aunque unos muestren más sus efectos de destrucción que otros. China está resolviendo la epidemia mejor que Estados Unidos. Europa debiera resolver mejor que China. Pero no está escrito que sea así. Las decisiones que tome el gobierno de coalición en España tienen que ir en la dirección contraria que las de Boris Johnson. La Unión Europea tiene que recuperar su pulso socialista.

Es verdad que un mundo con 6000 millones de personas, globalizado y que tiene como guía social y económica la obtención de beneficio inmediato en el mercado, construye una malla muy frágil siempre a punto de romperse. Las sociedades más disciplinadas en el cuidado de lo colectivo tienen más herramientas que las que son más individualistas (China, Suecia, Singapur frente a Estados Unidos, Italia o India). Pero incluso las que tienen una mayor orientación colectiva, siguen siendo rehenes de los problemas del modelo. Es un sinsentido que los chinos puedan empezar a respirar mejor solo porque el decrecimiento de la crisis ha bajado la emisión de gases y ha limpiado los cielos de las grandes ciudades.

La crisis del coronavirus señala hacia cuatro grandes problemas que al tiempo son cuatro grandes desafíos. La gravedad de la crisis, que va a hacer que las desigualdades estallen, nos va a obligar a enfrentar estos cuatro retos. Como en todo conflicto político, puede ganar la emancipación o el autoritarismo. Llevamos medio siglo de sentido común neoliberal, de manera que el optimismo ingenuo está descartado. Pero cargamos con decenas de miles de años de cooperación que cargamos en nuestra biología. Como sostiene Christopher Ryan, nadie es tratado por el síndrome de estrés postraumático después de ayudar a alguien. En momentos de dificultades, nos va a acompañar el ángel solidario y el diablo egoísta. El diablo solo gana cuando fragmenta el ánimo cooperativo. Es momento de estar muy alertas.

  1. El modelo neoliberal no sirve a las mayorías. No puede solventarse la crisis y garantizar el modelo de reparto de riqueza tan desigual que tenemos. Con el parón de la actividad económica, hay que dar respuesta a los desempleados, a los despedidos, a las pequeñas y medianas empresas, al cese de las relaciones laborales  que afecta más cuanto menos diversificada está una economía. Y, por supuesto, a las mujeres, que son las que además van a seguir asumiendo de manera generalizada las tareas de cuidados.

Los beneficiarios del neoliberalismo empezaron quebrando el keynesianismo en 1973, le dieron otra vuelta de tuerca en 2011 aprovechando el atentado contra las torres gemelas y dieron la puntilla con la crisis de 2008. La quiebra de Lehmann Brothers arrastró a la economía mundial, y las mayorías pagaron los excesos de las minorías enriquecidas. Pero de la crisis, los ricos han salido más ricos y los pobres más pobres. Los neoliberales como Boris Johnson lo han afirmado sin dudas: como la gente se va a morir, salvemos la economía. Es decir, salvemos el modelo neoliberal donde los ricos seguirán siendo más ricos, tendrán sus paraísos fiscales, sus organismos internacionales que les darán la razón si se les expropia, igual que explicarán sus razones sus medios de comunicación, les defenderán sus bufetes globales de abogados e, incluso, ejércitos de mercenarios dispuestos a intervenir. Sin olvidar el Deep State, el Estado profundo con expertos, espías, inteligencia privada y militar, redes globales, grandes empresas y equipos de intervención mediática o material.

2. El cambio climático y el agotamiento de las energías baratas. No podemos escoger entre trabajar o morirnos por culpa de enfermedades vinculadas al modelo económico. No podemos escoger igualmente entre un modelo de crecimiento depredador que nos hace sentirnos dioses y el recurso a las guerras para tener la energía que consume ese modelo. Lo ha resumido la ONG "Ecologistas en acción" al hablar de la escasa resiliencia de nuestros sistemas económicos "basados en el lucro y el consumo de recursos continuo. Un modelo que cuando "crece" genera gran cantidad de problemas: contaminación, contribución al cambio climático, pérdida de biodiversidad, injusto reparto de la riqueza y morbilidad y mortalidad ambiental y laboral. Cuando está en crisis, mejoran los índices ambientales, pero genera aún más pánico y desigualdad. La consecuencia es clara: es un modelo que ataca la vida. Ante ello no queda otra opción que poner la vida en el centro y dejar el lucro de lado". Una de las consecuencias de este modelo es el vaciamiento de las zonas rurales, del hacinamiento en grandes ciudades y del incremento del traspaso de los virus de los animales a las personas.

3. El individualismo nos conduce al desastre. Es la guerra de todos contra todos. Ver imágenes de gente en terrazas en la costa, fotos de decenas de coches en aparcamientos en la montaña o de jóvenes bebiendo en discotecas cuando las autoridades y el sentido común están diciendo que hay que quedarse en casa demuestra que hemos fracasado a la hora de crear una esfera pública virtuosa. Escuchar a la derecha proponer debilitar aún más al Estado, aterra. ¿O la crisis la va a solventar el mercado? Las incoherencias del liberalismo son seculares. Ya John Locke se quejaba de que el Rey les trataba como súbditos pero él mismo tenía esclavos. Alan Greenspan, el Presidente de la Reserva Federal, después de hundir la economía norteamericana afirmaría que igual habría que nacionalizar la banca. Activos neoliberales, han dicho en una semana una cosa y la contraria, siempre con un único objetivo: intentar debilitar al gobiero de coalición. El neoliberalismo es una mentira teñida de academicismo.Y al igual que la perspectiva de que unos puedan salvarse y otros condenarse nos lleva a la confrontación, las desigualdades no son un escenario aceptable. La pérdida de calidad de vida de una parte no pequeña de la población por culpa de la crisis va a ser un problema colectivo. Llevamos medio siglo donde una parte mínima de la población, apenas un 10%, se está quedando con más de la mitad del crecimiento de la riqueza. Esa gente es la que provoca las guerras. Socialismo o barbarie.

Escuchar de la misma manera a la extrema derecha irresponsable y casposa decir que los anticuerpos españoles van a matar a los malditos virus chinos (que a lo mejor no son ni chinos) es de dementes. Cuando además, son los chinos los únicos que, de momento, están ayudando como país a otros países. La Ruta de la Seda está consiguiendo su mejor embajador: la cooperación.

No hay salida particular en España -en realidad, en ningún país- a no ser que haya gente dando por contado que pueden morir decenas de miles de personas y millones perder sus empleos y que ellos va a poder seguir, llueva o truene,  con su estilo de vida. Esa gente que se ha cogido el coche y se ha ido a la costa o al pueblo o que busca chivos expiatorios para librarse de culpa, podrá apostar por salidas autoritarias de la crisis, pero ni tiene garantizado que sean a favor suyo ni garantías de éxito. Igualmente la gente joven que se está comportando de manera irresponsable, saliendo de fiesta, reuniéndose, quebrando cualquier recomendación y yendo luego al hospital ante los menores síntomas, demuestra que hemos fracasado con esa gente joven a la hora de sembrar valores cívicos y republicanos. Hay una juventud referenciada en pautas consumistas, en un uso de las redes sociales dirigido al entretenimiento y que tiene dificultades para entender que la crisis del coronavirus también va con ellos y ellas. Pero también hay gente joven, mucha, organizándose para ayudar a vecinos con problemas, haciendo la compra, no dejándoles abandonados. La crisis vuelve a poner encima de la mesa la oposición entre solidaridad y egoísmo, entre socialismo o barbarie. En poblaciones gobernadas por la derecha se han escuchado comentarios sobre los madrileños que han huido de la capital y han acudido a sus segundas residencias que estaban guardados para los subsaharianos. Y que explican mal las críticas a los independentistas catalanes. ¿Ya no somos una única España? La incongruencia del egoísmo es proverbial.

En esta crisis, son precisamente trabajadores muchas veces precarizados quienes están salvando nuestras vidas: enfermería, medicina, personal de supermercados, de limpieza, de recogida de basura, transportes, atención a mayores, los servicios sociales, sin olvidar a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado que, de manera clara en estos casos, están trabajando para el conjunto de la población. Son todas y todos trabajadores de lo público o para lo público que durante toda la fase neoliberal han sido puestos en cuestión, precarizados, despedidos, cuestionados. Toda esa gente está del lado de lo social para que la barbarie no tenga hueco. Y no van a tolerar que después de que se están jugando la vida, después de ser los que hacen que el sistema funcione, puedan ser desechados. Y lo mismo va a ocurrir con aquellos de los que la crisis quiera ahora mismo deshacerse y que se creían libres de cualquier contigencia. Creerte parte de los elegidos, soñar con ser de los señalados y apoyar a los que solo quieren defender a los fuertes es la única explicación de por qué las víctimas votan a sus verdugos.

  1. Reinventar el Estado social, ecológico y participativo. En España, apenas estamos saliendo de la corrupción del Partido Popular, ligada a comportamientos que hoy se demuestran además de criminales, irresponsables: kilómetros de autopistas y desdoblamiento de las mismas, nuevos aeropuertos o ensanchamiento de los mismos, financiación de líneas aéreas, aumento de los puertos y su privatización, trenes de alta velocidad a la puerta de casa, inútiles parques temáticos, gastos militares, rescate bancario o de autovías. En la misma dirección, el Estado tiene que revisar sus ineficiencias y gastos absurdos. Sin una base fiscal suficiente, no hay Estado, y sin Estado todo lo entregaremos al mercado. Es decir, a la barbarie. La crisis del coronavirus tiene que servir para obligar a los que más se han beneficiado del modelo para que colaboren. Cada euro en un paraíso fiscal es un clavo en la mortaja de una persona en España. De la misma manera, la ingeniería fiscal que ahorra impuestos siembra muerte. Es el momento de exigir con toda la fuerza del Estado que cada cual ayude en esta crisis en función de sus capacidades. Por eso es también muy importante que desde el Estado se negocie con las empresas su colaboración en la creación de empleo. Las empresas no son el enemigo, pero si hay un Estado fuerte que les recuerda sus obligaciones sociales, son más amigas de las mayorías. El Estado tiene que reinventarse escuchando las necesidades sociales para incorporar elementos esenciales para la vida que están hoy desatendidos: los cuidados, el apoyo a los hijos para que las familias no se empobrezcan cuando nace un niño, la atención a los dependientes, la limitación del precio de los alquileres, la consideración de la vivienda como un bien público y el freno de los desahucios. Es un momento ideal para entender desde una perspectiva socialista dos grandes vectores: uno, la atención a trabajadores, autónomos, desempleados y gente que no cobra subsidio. Mucha gente que estaría sobreviviendo con chapuzas en la economía informal, perderá esos trabajos y se quedará sin absolutamente nada. En segundo lugar, pensemos que la renta básica sería un sostén en momentos de enorme dificultad para las mayorías, que ayudaría a mitigar el ejército de desocupados, desahuciados, marginados y abandonados que provocará la crisis si no se encara desde presupuestos sociales.

Ese Estado tiene que democratizarse. La vía china nos conduce a una pesadilla orwelliana donde desaparecen las libertades individuales. Aunque viendo la irresponsabilidad de tantos españoles, no es extraño que haya gente que envidie la capacidad punitiva y de vigilancia de las autoridades chinas. Pero eso sería una marcha atrás en la construcción democrática. ¿Alguien se imagina sin pánico un gobierno en España de Santiago Abascal o de Ortega Smith con esa capacidad que poseen las autoridades chinas? Por eso, la salida de la crisis reclama corresponsabilidad ciudadana. Cuanto más se extienda la colaboración desde abajo, más fácil será encontrar soluciones a favor de las mayorías, más se dificultarán salidas autoritarias, más tejido social se trenzará para deliberar y apostar por un cambio de modelo.

El neoliberalismo intentará aprovechar el shock para ahondar en las medidas antisociales y acabar con lo que queda del Estado social. Lo hicieron en Chile en 1973 y sigue siendo su referencia. La gente en Chile lo está revirtiendo ahora mismo en la calle y con un proceso constituyente que la derecha quiere frenar. Ahondar en el modelo es impensable. Las mayorías sí que son demasiado grandes para dejarlas caer. Y eso es lo que van a intentar poner en marcha los beneficiados de la lógica liberal. Unidas Podemos no nació para alimentar esa lógica, sino para trabajar para las mayorías. El ejército de damnificados por la crisis puede estar formado por millones de españolas y españoles. Hay que acompañarles. No pueden tomarse medidas económicas, sociales y políticas drásticas que afecten solamente a los de siempre.

Ya hemos visto que los poderosos se sienten resguardados (la familia Aznar ha salido corriendo para Marbella. Lo próximo qué es ¿irse a una isla?). Igual que se sentirán resguardados los que cuentan con recursos para una sanidad privada y para vivir sin trabajar durante años. Pero hay millones de personas que no pueden ir a ningún lado. Que se han quedado de pronto sin trabajo y sin ingresos. Que ven que les pueden echar de su casa. Que están respirando aire contaminado. Que no ven un planeta tierra decente para sus hijos. Que quieren comer sano sin que sea un lujo. Que no quieren seguir viendo cómo nuestras ciudades se parecen cada vez más a las del tercer mundo y que las promesas de futuro son aún más sombrías. Es un momento para elegir entre socialismo o barbarie. Y la elección es tan enorme que conviene que empecemos a explicarla con todo lujo de detalles. No porque no vayamos a salir de la crisis del coronavirus -que vamos a salir- sino porque la luz que puede esperarnos al final del tunel sea mortecina y con muy poca alegría.

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Enseñanzas políticas del coronavirus https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/03/13/ensenanzas-politicas-del-corona-virus/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/03/13/ensenanzas-politicas-del-corona-virus/#respond Fri, 13 Mar 2020 12:17:06 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8136 alt -->           En el capitalismo, siempre hay tiempo para el negocio Vivimos en sociedades capitalistas. El problema en cualquier crisis, del tipo que sea, es que hay un principio, la búsqueda del beneficio, que encuentra una oportunidad de negocio multiplicada. Los sinvergüenzas ven una oportunidad de negocio y la utilizan, cada uno … Continuar leyendo "Enseñanzas políticas del coronavirus"]]> Enseñanzas políticas del coronavirus

 

 

 

 

 

En el capitalismo, siempre hay tiempo para el negocio

Vivimos en sociedades capitalistas. El problema en cualquier crisis, del tipo que sea, es que hay un principio, la búsqueda del beneficio, que encuentra una oportunidad de negocio multiplicada. Los sinvergüenzas ven una oportunidad de negocio y la utilizan, cada uno según sus posibilidades y su moral. Unos venden mascarillas poniendo anuncios a bolígrafo en una farola, otros venden acciones a la baja desde Wall Street, OK diario anuncia funerarias al lado de noticias sobre el coronavirus o negocia con informaciones pidiendo dinero a las administraciones, otros roban a ancianos en sus casas y aquellos en anuncios en televisión, se suben los precios, se aprieta a los trabajadores o se saltan los controles que establecen las autoridades porque el egoísmo pesa más.

En las crisis también puede operar un principio contrario, el de la solidaridad y la cooperación, pero para que se generalicen necesitan reciprocidad. De lo contrario, los gorrones dinamitan la confianza y se regresa a la lucha de todos contra todos.

En una sociedad culta, los políticos tienden a ser cultos. En una sociedad atrasada, los políticos se parecen a la ciudadanía. Los habrá cultos e imbéciles. Cuando la sociedad tiene un nivel alto de cultura, la respuesta ciudadana se orienta por la esfera pública. No tiras papeles al suelo ni consientes fiestas invitando a los jóvenes a contagiarse bebiendo juntos en un bar. Cuando la cultura ciudadana es prehistórica porque lo público no es lo de todos sino lo de nadie, sales de los focos de contagio y te vas a un pueblo lleno de ancianos a llevarles allí la enfermedad, o dices que a ti no te afecta el coronavirus porque eres muy macho y muy español o piensas que ahora que no hay clases es el momento de llenar las terrazas o los bares o haces política esperando sacar algún rédito del momento.

Conseguir audiencia dando gritos ¿Para qué?

Los economistas parecen más inteligentes cuanto más apocalíptico es su mensaje. Te asustan y, aunque no sea su intencion, hace más fácil que vengan otros a robarte  la cartera. Igual ocurre con los politólogos y los sociólogos que ya dan por hecho que con la crisis el invierno de la democracia es inevitable y que parecen más profundos cuanto más oscuro es su pronóstico. De los periodistas ni hablamos. Ocurre en todas las profesiones. Los profetas apocalípticos siempre han tenido mucho predicamento porque el ser humano es temeroso. Sabemos que la vida es muy frágil y que la muerte siempre nos está rondando. Convocarla a gritos en situaciones de incertidumbre genera mucho miedo y los gritones logran que les hagan más caso.

Hay también políticos carroñeros, como Toni Cantó, que ha aprovechado el contagio de la Ministra de Igualdad para convertir el "yo sí te creo compañera" en "yo sí te contagio, compañera". Entre los apocalípticos siempre ha habido mucho carroñero. Pablo Casado intenta barrer para casa insultando a la ciencia y diciendo al Gobierno que qué demonios hace escuchando a los médicos y a los epidemiólogos,  lo que demuestra que está en clara involución. Hemos salvado, aun lamentándolo en términos personales, un gran escollo con las infecciones de los dirigentes de VOX. Porque si no se hubieran infectado, estarían autoproclamándose salvadores de la patria en un mercado. Porque es lo que viene haciendo sin ningún pudor. Hoy sabemos más cosas que hace un mes. Con la pandemia, cada día tiene su afán. Hoy no celebraríamos el 8M. Pero nadie pidió que se parara, todos los partidos fueron a la manifestación y VOX celebró su encuentro en Vistalegre el mismo día. Fue sin embargo  una imprudencia igual ayer que hoy  ir de vacaciones a Milán y a Vitoria y, ya con claros síntomas de la enfermedad, acudir al Congreso de VOX, como hizo Ortega Smith. ¿Aprenderemos que en las pandemias tenemos todos que ser más prudentes y guiarnos por el interés colectivo?

Si alguien cree que el sistema capitalista no va a aprovechar la crisis del coronavirus para controlar más a los trabajadores, reducir costes, despedir gente y disciplinar a la ciudadanía es que no sabe cómo funciona este sistema. Desde que tenemos noticia, el capitalismo ha utilizado cualquier crisis para afianzar su manera de estar en el mundo. Esa lógica funciona al interior de los países y, de manera descarnada, en la competencia entre los países. Es el metabolismo del capital. Pero es muy difícil que los medios de comunicación, y en particular sus tertulias, que son focos de propaganda sistémica, no defiendan ahora el interés general, la sanidad pública, la atención a los más débiles, el cuidado de los ancianos, la necesidad de más gasto social. Va a ser así en el corto plazo, igual que cuando estalló la crisis de 2008 salieron los principales líderes mundiales a decir que había que construir un capitalismo más humano. Pero como las calles no se llenaron de indignados, se dieron cuenta de que podían seguir apretándonos. Porque la lógica del beneficio solo se frena si la lógica de la cooperación es más fuerte.

También nos obliga a una reflexión las noticias que vienen de China: el big data hace que el gobierno tenga información precisa en tiempo y lugar de cada ciudadano. Gracias a eso han parado la epidemia. Aunque dando patadas a la democracia y construyendo un escenario futuro distópico y feo. Reconocimiento facial, toma de temperatura a distancia (¿también sabrán cuánto hemos bebido, si estamos tristes o eufóricos, si tenemos rabia o queremos hacer el amor?), control de dónde has estado y con quién. Y, por supuesto, todo lo que estás diciendo o haciendo. Esa posibilidad está ahí y nos hace reclamar con aún más fuerza derechos democráticos. Porque en China, esa información la tiene el gobierno, y en el mundo occidental, las grandes empresas. Por eso, la izquierda tiene que asaltar ahora el algoritmo o con los datos que entrega a cualquier poder va a construir su propia cárcel.

Pero toda acción tiene su reacción

Claro que hay sectores que van a intentar aprovechar en interés propio la crisis, pero lo lograrán o no en virtud de la correlación de fuerzas. La famosa mano invisible del mercado es eso: buscar enriquecerse a través del mercado y comportarse haciendo lo que sea necesario para lograr ese objetivo. Pero frente a la mano invisible del mercado, está la mano visible del Estado y de lo público. Si tienen un compromiso democrático. El análisis de los riesgos que vienen, si es honesto, va en la dirección correcta. Sin embargo, el grito ¡Que viene el apocalipsis! no lo es, porque paraliza.

En un principio, la Comunidad de Madrid, gobernada por la derecha, pactó con los hoteleros (en horas bajas) para convertir las habitaciones de los hoteles en camas hospitalarias. De la misma manera que organizó que el hospital de La Paz convierta su gimnasio en camas para urgencias. Está bien. Aunque uno se preguntaba por qué la sanidad privada no se veía obligada desde el principio, en una situación de crisis, a poner el 100% de sus camas al servicio de las necesidades de la ciudadanía. Porque el artículo 128 de la Constitución dice que toda la riqueza en España está sometida al interés general. Lo ha terminado haciendo el Gobierno de coalición de España. Con enfado del PP, de Ciudadanos y de VOX.

¿Aprenderemos de la crisis?

En Estados Unidos hay 28 millones de personas sin seguro médico. Cerrar allí las escuelas es dejar a decenas de miles de niños sin el único lugar donde comen o reciben medicinas. En China, hicieron dos hospitales en quince días. Han podido cerrar ya más de una decena de hospitales de emergencia y están mandando mascarillas, ventiladores pulmonares, material de detección de la enfermedad y expertos a otros países. China no es un modelo de democracia, pero algunas cosas las hace infinitamente mejor que Estados Unidos, donde el loco de Trump es el referente para la derecha europea y latinoamericana. Alemania está acaparando material médico y no deja que llegue ni siquiera a Austria.

Las soluciones no pasan por los gritos, por las carreras a los supermercados, por el colapso egoísta de los hospitales, por huir a pueblos habitados por ancianos a llevarles la enfermedad o, incluso, la muerte, sino por lo que nos ha traído hasta aquí en el desarrollo evolutivo: la cooperación. Decía Keynes, que ha sido uno de los economistas más listos, que en 100 años todos muertos. Mientras tanto habrá que hacer algo. En China ya se está pasando la crisis. Todos los insultos que recibieron quedan ahora como un patético oportunismo. Y como la han solventado desde el punto de vista de los intereses colectivos, van a salir muy reforzados de esta crisis. Si China manda ayuda a Europa, la Ruta de la Seda va a encontrar por fin a su mejor embajador.

Se trata de aprender de ese comportamiento, pero resguardando la democracia. Con urgencia, que cesen los bulos (no es verdad, por ejemplo, que con calor desaparezca el virus). De esta crisis se puede salir con más derechos o con menos. Si vence el miedo, perderán las mayorías. Las autoridades, en España, podrán tomar medidas necesarias y, sin embargo, sentir que perdemos libertades. Se trata de entender por nosotros mismos que hay un problema enorme y que tenemos que solventarlo entre todos. Ese "me bajo al bar a tomar algo" ahora mismo no es inteligente, igual que no lo es ninguna aglomeración ni ir de un lado a otro ignorando que nuestro cuerpo es posible portador de la enfermedad aunque que nos demos cuenta. Sepamos que hay gente dispuesta a ayudar y gente dispuesta a aprovecharse. Huyamos de los que hablan o actúan por otros intereses que no son los colectivos, sea por ganar dinero, votos o presencia. También de la irresponsablidad.  Pensemos que cada una de las decisiones que se tomen ahora pueden venir para quedarse, por lo que conviene leer mucho, pensar mucho, debatir mucho y convencernos de que el mundo está cambiando muy deprisa. Y a ese mundo que se perfila, o lo entendemos y le damos forma, o nos arriesgamos a que no nos quede otra que malvivirlo. Aún es tiempo.

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No era todo tan Plácido https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/02/26/no-era-todo-tan-placido/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/02/26/no-era-todo-tan-placido/#respond Wed, 26 Feb 2020 11:42:32 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8127 alt --> La derecha siempre ha sido de defender sus privilegios como derechos. Hay artistas, famosos, deportistas que siempre se sienten más a gusto cerca de la derecha. La derecha tiene como gesto esencial que la describe la falta de empatía. La ideología de derecha justifica la falta de empatía. La derecha, toda la derecha, defendió a … Continuar leyendo "No era todo tan Plácido"]]> No era todo tan Plácido

La derecha siempre ha sido de defender sus privilegios como derechos. Hay artistas, famosos, deportistas que siempre se sienten más a gusto cerca de la derecha. La derecha tiene como gesto esencial que la describe la falta de empatía. La ideología de derecha justifica la falta de empatía. La derecha, toda la derecha, defendió a Plácido Domingo. Ahora, él mismo reconoce que no hizo lo correcto. No tenía derecho a hacer lo que hizo: era un privilegio con víctimas.

Tiene razón Plácido Domingo con que los tiempos de hoy no son los tiempos de ayer y que en las reivindicaciones de las mujeres  hay comportamientos que hoy son inaceptables y no eran vistos con la misma intolerancia hace unas décadas. Algunos pueden pensar que eso es una justificación suficiente para descargarle de toda responsabilidad. Pero se equivocan.

Es verdad que ayer se permitían comportamientos que hoy se ven como abusivos: se cantaban letras de canciones que hoy dañan los oídos, se exigían privilegios para los hombres o los muchachos donde no se veían a las víctimas femeninas, en los anuncios las mujeres eran trozos de carne agradable, y se negaba a las mujeres en los juzgados y en muchas comisarías el derecho que asiste a toda víctima en un Estado de derecho. Que hubiera formación de género en comisarías y juzgados era ciencia ficción.

Es verdad que aún vemos a muchas abuelas encargarse de la casa, la comida, la limpieza, las redes familiares, mientras los hombres deslizan su silencio por los bares o el comedor o el volante del coche. Pero para las generaciones más jóvenes, eso forma parte de una España medieval que aunque la defiendan desde VOX no encuentra acomodo en las mujeres jóvenes.

Lo más relevante de la manada es que España está llena de manadas y que los monstruos se parecen enormemente a la gente que convive con ellos. El nombre de la manada procede del chat donde esos violadores se jactaban de sus hazañas. ¿Habría que procesar a todos los que estaban en ese chat por encubrimiento de un delito? Es demasiado fácil renegar de los violadores de la manada viéndoles como seres pervertidos ajenos al consenso social.  Las redes sociales están llenas de pajilleros patriotas de puticlub que ni siquiera disfrutan con la masturbación y van a su disfrute solitario como el joker va a sus ensoñaciones de enfermo obsesionado con el sexo. No es extraño que para VOX y para periodistas descerebradas de VOX y de OK Diario las mujeres sean un objetivo a batir. ¿O no están llenos todos los diarios digitales de derecha y ultraderecha de mujeres ligeras de ropa o de noticias sexuales escabrosas? Ahí tienen su público y lo alimentan. Los de VOX y los digitales de extrema derecha y no pocos deportivos.

El problema con Plácido Domingo no es sin más que se le fuera la mano a un culo, diera un beso no consentido o tensionara la situación para echar un polvo. Y además, no hace décadas, sino hace muy poco. Por eso claro que tiene que pedir perdón como figura pública. Igual que tenemos que hacerlo una buena parte de los hombres de este país que hemos hecho eso o que hemos visto eso o que hemos sabido de eso y no hemos movido un dedo para evitarlo o denunciarlo.

Pero eso no es lo más grave del comportamiento de Plácido Domingo. Lo más grave es que siempre abusó de una situación clara de poder. Porque el abuso es un delito agravado cuando el abusador tiene a su víctima cogida del cuello porque es su jefe, porque del abusador depende una carrera, una beca, una curación, una prueba, un puesto de trabajo. Y eso ya no tiene nada que ver con que antes fuéramos más laxos con los derechos de las mujeres. Eso impide cualquier empatía con Plácido Domingo porque no se puede tener empatía con la víctima y con el verdugo. Y si alguien lo hace, tiene que cambiar las gafas con las que mira el mundo. Pues aunque la extrema derecha autorice a sus enfermos de odio y frustración a negar derechos a los demás, no son ni mayoría en España ni conviene que les dejemos hacer como si lo fueran.

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Jornaleros, agricultores, ganaderos y fascistas https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/02/20/jornaleros-agricultores-ganaderos-y-fascistas/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/02/20/jornaleros-agricultores-ganaderos-y-fascistas/#respond Thu, 20 Feb 2020 18:01:37 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8104 alt --> Las protestas del campo español son legítimas. Porque solo la protesta puede dar razones a un gobierno que tiene que pelear las soluciones en muchos frentes. Y, curiosamente, también contra los de la bandera, que prefieren que se hunda España si con ello hacen daño al gobierno de cambio y así sienten que se acerca … Continuar leyendo "Jornaleros, agricultores, ganaderos y fascistas"]]> Jornaleros, agricultores, ganaderos y fascistas

Las protestas del campo español son legítimas. Porque solo la protesta puede dar razones a un gobierno que tiene que pelear las soluciones en muchos frentes. Y, curiosamente, también contra los de la bandera, que prefieren que se hunda España si con ello hacen daño al gobierno de cambio y así sienten que se acerca su momento de hacerse con las riendas del país. Patriotas de puticlub les ha llamado alguien.

Las protestas son importantes no solamente para agricultores y ganaderos, sino para todos los que vivimos en España. El problema del campo lleva decenios arrastrándose y es el mismo que afecta a los autónomos y a los pequeños empresarios en el conjunto del país. Durante el bipartidismo se abandonó a los pequeños en todos los ámbitos: a los que tenían flotas frente al taxista individual, a las grandes superficies en vez de al pequeño comerciante, a las inmobiliarias en vez de a los que alquilaban, a las franquicias antes que a las tiendas de barrio. En especial el PP, ayudó y apoyó a los terratenientes y a las grandes explotaciones frente a las cooperativas o pequeños agricultores. Puso un Comisario europeo que solo entendía de petróleo y que tenía negocios con las multinacionales. Ese era el compromiso del PP con el campo español.

El PP nunca ha defendido en la Unión Europea los intereses de los agricultores y es bien sabido que las ayudas de la PAC se las quedaban siempre ricachones como la Duquesa de Alba o Mario Conde. Apenas 60 ricos del PP se han quedado 250 millones de ayudas europeas al campo. ¿Qué dicen estos señoritos? Algunos de ellos también han salido a protestar diciendo que la culpa es del nuevo gobierno. Que la culpa es del coletas. Uno de los que ha salido, con un tractor nuevo, impecable, con las ruedas intactas, vamos, con un tractor que nunca ha arado, ha sido José García Lobato, alcalde de Almendralejo del PP imputado por la Púnica. Insultando a Iglesias. Porque sí. Qué no harían esta calaña de tipejos en el pasado

Ex alcalde de Almendralejo, imputado en la Púnica
Ex alcalde de Almendralejo, imputado en la Púnica

Ahora que hay un gobierno de izquierdas el campo se levanta. Es verdad que podían haberlo hecho durante los gobiernos del PP y nunca lo hicieron. No importa. Lo ha dicho Pablo Iglesias: ¡Seguid aprentando, que tenéis razón! Porque Iglesias sabe que el problema del campo no se solventa sin apretar a Europa que está decidida a rebajar la PAC, sin apretar a los latifundistas, sin apretar a las distribuidoras y sin apretar a la agricultura y ganadería intensivas. Y el gobierno de cambio solo podrá ayudar al campo, y así ayudar al conjunto de España, si triunfa en la lucha contra todos esos poderosos que, además, controlan los medios de comunicación. Es de hipócritas hablar de la España vaciada y luego no hacer nada para que no se vacíe. Por eso el problema del campo es un problema de todos. Porque además, nos jugamos la soberanía alimentaria. Y un país que depende de fuera para alimentarse es un país amenazado.

Las manifestaciones son legítimas y la gente de Podemos, de IU, del PSOE tiene que estar en ellas. Y también tiene que denunciar a esos señoritingos-basura como el  alcalde de Almendralejo o el  líder de ASAJA, la patronal del campo (que están en la CEOE), que ha amenazado con convocar una manifestación delante de la casa del Vicepresidente del Gobierno. ¿Quieren un escenario como el de Chile en 1973? Son los señoritos de los Santos Inocentes, esos que quieren desgastar al gobierno y que nunca han movido un dedo ni por el campo, ni por los campesinos ni por España. El problema del campo se solventa también frenando a esa mala gente a la que nunca le ha interesado otra cosa que el interés personal. Son malos españoles, porque si algo necesita ahora mismo el campo español, es un gobierno fuerte y respaldado por todos los agricultores para que pueda defender sus intereses contra los poderosos que después de convertir el campo en un desierto, se marcharían a por la siguiente víctima.

Hagamos memoria. El PP y el resto de la derecha intentaron con todos los medios a su alcance tumbar al gobierno de Zapatero. Le dieron al menos unos meses. Contra el gobierno del PSOE y Unidas Podemos van desde antes incluso de que se formara.

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Hasta que el gobierno nos separe (Podemos e IA) https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/02/14/hasta-que-el-gobierno-nos-separe-podemos-e-ia/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/02/14/hasta-que-el-gobierno-nos-separe-podemos-e-ia/#respond Fri, 14 Feb 2020 12:02:28 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8095 alt --> El divorcio entre la Izquierda Anticapitalista y Podemos estaba escrito desde hace unos seis años, justo cuando Pablo Iglesias empezó a evaluar la posibilidad de entrar en política. Por parte del profesor de Vallecas estaba en su ánimo aprovechar la falta de credibilidad de los principales partidos para entrar en escena. Por parte de Miguel … Continuar leyendo "Hasta que el gobierno nos separe (Podemos e IA)"]]> Hasta que el gobierno nos separe (Podemos e IA)

El divorcio entre la Izquierda Anticapitalista y Podemos estaba escrito desde hace unos seis años, justo cuando Pablo Iglesias empezó a evaluar la posibilidad de entrar en política. Por parte del profesor de Vallecas estaba en su ánimo aprovechar la falta de credibilidad de los principales partidos para entrar en escena. Por parte de Miguel Urban, que fue el que habló con Iglesias, estaba la perspectiva "entrista" propia del trotskismo. En esa lógica,  no veían con malos ojos buscar una cara mediática, joven y de izquierda para encabezar una lista a las elecciones europeas que lograra ir más allá de los 23.000 votos que cosecharon en el conjunto de España en las últimas elecciones que se presentaron. Estas dos miradas tenían que terminar chocando. Pablo Iglesias entraba en política para gobernar, y los trotskistas se presentaban a las elecciones para tener una cabeza de playa.

La separación -los medios ni lo mencionan-, ha sido pacífica y eso es, vista la historia, un avance. Ojalá sea una manera repetida en el futuro y se convierta en un aprendizaje permanente. Porque vamos a juntarnos y separarnos mucho. Parece que algo se ha aprendido. La salida de Errejón no derrochó elegancia. Fue anunciada el mismo día del quinto cumpleaños de Podemos -lo que demostraba cierta enajenación airada-, junto a la creación de un nuevo partido que organizó en secreto con la financiación que había puesto Podemos para que liderara su lista a la Comunidad de Madrid. Bescansa anunció su marcha filtrando antes torpemente una propuesta conspirativa para intentar tumbar a su Secretario General. Otros se marcharon ganando su minuto de gloria sólo porque atacaban a Podemos en los medios que antes les habían insultado, .

Si miramos a la historia, las separaciones en la izquierda han sido terribles. Marx y Bakunin se separaron feo y mentándose a la madre. Lenin llamó renegado a Kautsky. Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht se fueron del partido socialdemócrata alemán cuando se aprobaron en 1914 los presupuestos de guerra. . Bajo un gobierno del SPD, de sus antiguos compañeros, fueron asesinados por militares por formar la Liga Espartaquista. Stalin mandó a México un español que amaba a los perros a que le clavara un piolet en la cabeza a Trotsky, y comunistas españoles desaparecieron a Andreu Nin que había fundado el POUM y pensaba que había que hacer la revolución al tiempo que se luchaba contra Franco.

En que la separación haya sido pacífica, algo ha ayudado que Podemos haya demostrado una generosidad enorme al no reclamar las actas de diputados o del Parlamento Europeo que se han quedado los Anticapitalistas (que han pensado que los escaños no forman parte del terrible capital). Fueron, en verdad, actas obtenidas en las listas de Unidas Podemos. Eso generará fricciones por abajo en la militancia de Podemos. Esa contradicción saldrá a la luz cuando empiecen los probables reproches de los trotskistas al gobierno de cambio y las bases de Podemos se lo recuerden. Es verdad que uno no habla en poesía todo el rato, aunque es de desear que cuando llegue la prosa todos sigan guardando las formas. Porque nos vamos a juntar y separar mucho.

En el fondo de la separación hay algo del ADN de Izquierda Anticapitalista. Como ocurre en las corrientes trotskistas, gobernar no es casi nunca una prioridad. En su lectura -por lo general muy elaborada-, siempre la situación objetiva está madura para cambios estructurales, la última crisis del capitalismo está al caer y, piensan, cualquier cesión debilita la revolución inminente. De la cual ellos, por cierto, son, en su tradición, los principales interpretes. El trotskismo no suele ser muy humilde –para eso son de los más leídos en la izquierda- y piensan que casi son los únicos que saben leer correctamente las necesidades políticas.

Un partido como IA experimenta una contradicción enorme si está en el gobierno con el PSOE y al tiempo mantiene intacta la posibilidad teórica y política de cambios revolucionarios en España. El trotskismo suele "sobredeterminar" teóricamente la crisis del capitalismo. Y es verdad que en términos teóricos hay muchas razones para pensar que todo está a punto de derrumbarse. Pero luego no se derrumba y te quedas colgado de la brocha y sin escalera. Y entonces viene una detallada explicación teórica de por qué no ha ocurrido pero cómo la siguiente sí va a ocurrir. Y estando tan linda la habitación en el boceto ¿para qué mancharse con pintura?

En cualquier caso, Podemos tiene que presentar en Vistalegre III un documento político que va a ser el más importante de los que ha discutido hasta ahora. El documento organizativo es esencial porque tiene que ir preparando las condiciones del partido-movimiento que será en el futuro y que todavía no es. Paradójicamente, es precisamente gracias a la desaparición de las grandes disensiones internas que Podemos va a otorgar, por fin, una mayor capacidad de incidencia a las bases y a los círculos, algo que era más complicado en una lucha interna que, como se ha visto, tenía intenciones fratricidas en esa aventura de la que incluso Manuela Carmena ha abominado. El documento político tiene que dar cuenta de hacia dónde quiere ir Podemos. Porque no basta con entrar en el Gobierno y poder dar respuestas urgentes a problemas urgentes -que no es poco-, sino que tiene que perfilar cuál es su idea de España, de Europa, del mundo acordes con una formación política que nació del 15M y que liga a los movimientos sociales su ideario político y las razones para dirigir el Estado.

Las fórmulas políticas de la izquierda en el siglo XXI tenderán hacia Frentes Amplios. Es casi imposible que un solo partido pueda dar cuenta de asuntos que están llenos de miradas contradictorias. Vamos a ser todos, como le pasa a la luz, onda y partícula, locales y globales, racionales y sentimentales, consumidores y ecologistas, masculinos y femeninos, patriotas y cosmopolitas. Podemos va a aprender en el gobierno que gobernar es cabalgar contradicciones y, como decía Lenin, caminar entre precipicios. Y para no repetir los errores del siglo XX, la única solución es un partido-movimiento capaz de impulsar un Frente Amplio y que se reinvente constantemente. Cuando se convoquen elecciones, se pasará de la poesía a la prosa.  Ahí regresará la discusión de si los hombres, ya en situación electoral, volverán a unir lo que los dioses de la revolución permanente hoy, sin elecciones en el horizonte, han separado.

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Sesión solemne en el Congreso o el grito de Tarzán https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/02/04/sesion-solemne-en-el-congreso-o-el-grito-de-tarzan/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/02/04/sesion-solemne-en-el-congreso-o-el-grito-de-tarzan/#respond Tue, 04 Feb 2020 07:13:06 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8079 alt --> El Rey ha celebrado la sesión solemne del Congreso y todavía, como esperaba la derecha, no se ha caído el gobierno. Andan nerviosos en la sede de Génova. A ver si estos que han cambiado el toro de Osborne que recortaba las autopistas de peaje de España por un perro y una flauta recortando el … Continuar leyendo "Sesión solemne en el Congreso o el grito de Tarzán"]]> Sesión solemne en el Congreso o el grito de Tarzán

El Rey ha celebrado la sesión solemne del Congreso y todavía, como esperaba la derecha, no se ha caído el gobierno. Andan nerviosos en la sede de Génova. A ver si estos que han cambiado el toro de Osborne que recortaba las autopistas de peaje de España por un perro y una flauta recortando el cielo en autopistas que ya no son de peaje, van a atreverse a durar los cuatro años de legislatura.

Contra todo pronóstico de los agoreros, el gobierno de coalición sigue su curso, y cada partido de la coalición sigue con su afán y sus cuitas. El PSOE anda quitándose las pulgas territoriales y engrasando los mecanismos internos. Porque es más fácil que, al menos de momento, tengan más fricciones internas que con sus socios de gobierno. Cuando el amor y el desamor se personaliza en exceso dentro de una formación política, los Ministros y Ministras del mismo, en este caso del PSOE, es normal que estén más atentos a una carantoña de Sánchez, un pellizco cariñoso de Iván Redondo o una cita elogiosa de algún medio de comunicación amigo antes que de disputar a los de Unidas Podemos ningún espacio. Bueno, sin exagerar, que por debajo, cuando tengan que disputar espacios pequeños, está escrito en las estrellas que algún roce habrá.  Igualmente, un poco de comer dan a los medios de la caverna algunos barones socialistas acobardados pensando más en que el PP no les quite votos a que solventemos de una vez por todas el problema territorial. Falta grandeza. Debieran hacérselo ver esos supuestos socialistas que no se dan cuenta de que si su voto transita con tanta facilidad desde el partido de Aznar, Rajoy o Casado al PSOE, es que algo están haciendo mal a la hora de convencer a sus votantes de las bondades del socialismo.

En Unidas Podemos también están aterrizando sus reales sobre los sillones de gobierno. De momento, el azul suaviza el bermellón de los orígenes morados, y la coleta de Iglesias tiene un tono diferente a cuando rugía sobre el rojo del escaño de diputado. Al periodismo basura le sorprende que Yolanda Díaz, siendo una trabajadora, brille con la ropa con la que siempre la hemos conocido. Algunos contaban con que iba a sentarse en la silla azul vestida con un mono no menos azul o con un delantal o con una bata, todos, a poder ser, desteñidos de mucha lavadora. A Castells, que viene de la Esparta de las sillas de las facultades, que nunca han sido muy cómodas, no le espanta la bancada del Gobierno, e Irene Montero sabe que en ese sillón azul se sientan todas las mujeres que saben que cuando tocan a una, tocan a todas.

Iglesias sabe que está habitando contradicciones. Pero cuando nació Podemos nació para gobernar y gobernar es cabalgar contradicciones. Iglesias hizo su primera aparición saludando a los invisibles trabajadores de la Vicepresidencia, salió a la arena en un acto de memoria porque los represaliados fueron los que trajeron la democracia, visitó el escenario del desastre del Gloria y no se olvidó de la especulación inmobiliaria en la costa, luego acompañó a un poeta represaliado y lleno de alegría, Marcos Ana, pese a la mucha cárcel que sufrió, para reivindicar lo mucho que hicieron los comunistas durante la dictadura y la transición.

En todos los actos Iglesias ha hecho un llamado a la gente a la calle. Sin mucha calle no vamos a tener muchos cambios. La calle es la herramienta para que el miedo cambie de bando. Esto es, para que los que presionan al Gobierno desde la derecha entiendan que también existen presiones por la izquierda. Porque el poder, el voto se lo pasa por el arco del triunfo.

La lógica institucional ata una mano a la espalda. Y por eso, Unidas Podemos en el gobierno ha aplaudido con lealtad. Y por eso, los diputados de Unidas Podemos no han aplaudido porque su lealtad no es al Rey, sino a sus votantes y a su programa. Por eso, los que no tienen una mano atada a la espalda de la institucionalidad, pueden no aplaudir, y los que la tienen atada, aplauden desde esa cárcel que limita para, cuidado, poder hacer muchas cosas. Son las paradojas de hacer política, que se multiplican cuando gobiernas. Lo que no tiene perdón es lo de Echenique. Porque sus razones son exclusivamente suyas. Como ha dicho Antonio Ferreras en la Sexta, ese maldito ni se ha levantado ni ha aplaudido al rey. Bien visto Ferreras. Menos mal que alguno de VOX un día de estos cruza el hemiciclo con una liana. El grito de Tarzán lo ponen las televisiones.

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El veto parental o del robo de los hijos https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/01/20/el-veto-parental-o-del-robo-de-los-hijos/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/01/20/el-veto-parental-o-del-robo-de-los-hijos/#respond Mon, 20 Jan 2020 12:54:17 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8067 Continuar leyendo "El veto parental o del robo de los hijos"]]> Resultado de imagen de golpear a alumnos comic

Quien se quiera engañar es muy libre de hacerlo, pero el conflicto en España entre la derecha y el gobierno progresista es un conflicto entre los privilegiados y las mayorías que se enmascara en peleas que lo que buscan es que las mayorías sientan junto a los que les están engañando. El principal objetivo de la derecha es lograr que gente que gana mil euros al mes o menos, apoye a los que se quieren robar España con impunidad. Y para eso necesita asustarles, convertirles en frustrados o que se sientan víctimas.

El veto parental lo han copiado del Brasil de Bolsonaro, otro ladrón. Porque la derecha reúne a los que necesitan justificaciones para robar. Ahí están los 1000 imputados del PP, los asuntos de la Monasterio y Espinosa de los Monteros o el chiringuito que le montó Aguirre a Abascal. Si robas envuelto en la bandera parece que robas menos. Cuando algunos intelectuales de la derecha apoyan barbaridades como el veto parental, abandonan el pensamiento y se convierten en propagandistas del machismo, la homofobia y el autoritarismo. Y es una lástima, porque para eso ya está Tertsch, el Cobra, Cara Anchoa o Rouco Varela.

A la derecha nunca le ha gustado que los sectores populares estudien. En el siglo XIX, contrataban sicarios para que golpearan o mataran a los maestros que iban a alfabetizar a los trabajadores, no fueran a enseñarles que había obreros y señoritos. Cuando por fin los hijos de los trabajadores llegaron a la escuela, la derecha quiso controlarla. Siempre, entregándosela a la iglesia. Si hacía falta, pasando por las armas o depurando a los maestros y maestras como hizo Franco. Luego, dejando que la escuela pública se deteriorara o privatizando la enseñanza. Nada hay que dé más miedo a la derecha que un pueblo culto.

El veto parental quiere impedir que los hijos puedan estudiar asuntos vinculados a la ciudadanía pese a que los consejos escolares, donde están los padres, que son los que deciden, aprueben previamente que sus hijos tengan charlas sobre temas económicos, políticos, sociales o sexuales o que eviten el acoso. Que además son evaluables. Ir a misa, si Estudiar la Constitución, toda la Constitución, eso no. El argumento es que los hijos son de los padres, algo que o es una perogrullez o esconde ideas peligrosas. Porque los hijos los conciben, paren, cuidan y educan en sus valores los padres y las madres. Pero los hijos no son una propiedad de nadie. De nadie. No estamos en los tiempos donde los padres solventaban las discrepancias con sus hijos a hostias. Por eso es bueno que los niños conozcan que hay más valores. Y derechos. Un padre no puede abusar sexualmente de sus hijos aunque sean suyos, ni golpearles, ni negarles el alimento y tampoco la educación. Aunque un padre sea terraplanista no puede negarle a su hijo que estudie geología en el colegio ni un creacionista que esté convencido de que venimos de Adán y su costilla puede negarse a que le expliquen a Darwin en la escuela.

El asunto no es ese. La derecha va a por los maestros y maestras públicos. A meterles miedo. A hacerles saber que los niños les vigilan como en el nazismo. A convertirles en sospechosos. La derecha miente sin pudor porque necesita un clima de odio. Y dirá que adoctrinan a los niños maestros comunistas, que les lavan el cerebro maestras lesbianas o, como dice un enfermo politoxicómano devenido en político, que les enseñan en la escuela a dar por culo a su hermanito, a hacer marxistas a los niños y feminazis a las niñas. O sea, que si enseñas a los niños a respetar la homosexualidad, les adviertes de que el porno que ven en su móvil no es una manera adecuada de aprender sexualidad o les ayudas a prevenir embarazos adolescentes o el contagio del SIDA u otras enfermedades, lo convierten en un plan comunista para robarles los hijos.

Cuando VOX o el PP hablan de ideología de género es porque les molesta que se deje de agredir a las mujeres o de tratarlas laboralmente de manera desigual. Quieren asustar a los maestros. Si dices en clase de historia que Franco dio un golpe de Estado en 1936, te acusarán de bolivariano, si dices que las dictaduras van contra la democracia, te llamarán comunista, si dices que las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres, te llamarán feminazi, si mencionas los casos de corrupción en clase, dirán que adoctrinas.

El veto parental va dirigido a ese cuerpo de frustrados -o en vías de frustración, que para eso están los medios de comunicación- que configuran el voto de la extrema derecha. Son la gente que venía de sentirse de alguna manera superior y ha perdido ese lugar cómodo. Que se creía un rey o dueño de un privilegio y con una libertad incuestionada, y ahora lo ha perdido. Lo ha perdido en manos de hijos que les cuestionan su autoridad sin argumentos, de maricones que les hacen dudar de su sexualidad, de feminazis que les debilitan su condición de patriarcas, de mujeres que les cuestionan su derecho a confundir el sexo con una película porno, de inmigrantes que les disputan el puesto de trabajo -y ya no digamos un amante-. El mensaje es simplista y faldo: si los hijos ganan, los padres pierden, si los inmigrantes ganan, los nativos pierden, si las mujeres ganan, los hombres pierden, si los homosexuales ganan, los heterosexuales pierden. Es mentira, pero se agita ese miedo y se producen un profundo enfado en quienes sienten que les están robando algo que les pertenecía. A esos frustrados -y frustradas- la extrema derecha les lanza un mensaje: podéis hacer lo que os dé la gana. Pero para ello, ayudadme a acabar con los que nos ponen frenos. A esa gente cabreada hay que hacerle entender que la están engañando y que los que les quieren sumados a sus filas, les necesitan para robarles.

Y si les dejamos, volverán a encarcelarnos, a convertir España en un cuartel adosado a una capilla, a cortarle el pelo a las mujeres que no se plieguen a sus exigencias. Esta pelea no es solo del gobierno: es de todas y todos porque nos amenaza a todas y a todos. O terminaremos midiendo la libertad por la longitud de la cadena.

 

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¿Para quién trabaja este CGPJ? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/01/17/para-quien-trabaja-este-cgpj/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/01/17/para-quien-trabaja-este-cgpj/#respond Fri, 17 Jan 2020 17:16:35 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8053 alt --> No es bueno para una democracia que la justicia no funcione. Y tampoco que genere sensación de falta de imparcialidad. Hizo mucho daño a la credibilidad de la justicia cuando el Supremo deshizo con urgencia la decisión de otros jueces sobre el pago de los impuestos por las hipotecas. El pasado pesa. Somos el país … Continuar leyendo "¿Para quién trabaja este CGPJ?"]]> ¿Para quién trabaja este CGPJ?No es bueno para una democracia que la justicia no funcione. Y tampoco que genere sensación de falta de imparcialidad. Hizo mucho daño a la credibilidad de la justicia cuando el Supremo deshizo con urgencia la decisión de otros jueces sobre el pago de los impuestos por las hipotecas. El pasado pesa.

Somos el país del mundo donde la justicia ha desoído más casos de violación de los derechos humanos. Cosas que pasan cuando la justicia se acuesta franquista y se levanta demócrata. Hay cosas que cuando las regalas pierden su interés. Como el carnet de demócrata. Hay que ganárselo. Quizá por eso mismo, Pablo Casado lleva unos días dando gritos a los jueces del Consejo General del Poder Judicial para que hagan esto o aquello. Si el "¿quién pone al fiscal general?" que espetó Sánchez a un periodista no estuvo bien, el "¿a ti quién coño te ha puesto ahí?" de Pablo Casado a los jueces del CGPJ, del Constitucional, del Supremo o del Tribunal de Cuentas es aún más bochornoso. Aunque se critique menos.

El Consejo General del Poder Judicial ha sacado un comunicado pidiendo "moderación, prudencia, mesura" y "responsabilidad institucional". El Vicepresidente Iglesias dijo en una entrevista que la justicia europea ha humillado a la justicia española. Porque es evidente que nos han enmendado la plana desde Bruselas diciendo que Junqueras tenía que haber recogido su acta de eurodiputado. De un tribunal administrativo como la Junta Electoral Central haciendo de jueces, ni hablamos.

A nadie se le escapa que el CGPJ no es, bajo la presidencia de Lesmes, un espacio de gobierno de los jueces, sino el último estertor del control por parte del PP de la judicatura. No es gratuito que el PP esté torpedeando la renovación de este órgano, porque por cada juez conservador, incluso reaccionario, que salga, es probable que la nueva correlación de fuerzas parlamentaria lleve a que entre un juez o jueza progresista o, incluso, independiente. Lesmes ha puesto y quitado jueces por toda España como antes hacían los mandarines en la Universidad colocando catedráticos afines, eso sí, solo si antes les habían llevado la cartera.

Al CGPJ le pasa como a la Asociación de la Prensa, que se calla cuando un medio de comunicación patea la Constitución y la ética periodística desde la derecha o la extrema derecha pero se rasga la camisita en la Gran Vía si alguien le dice alguna verdad a algún periodista mercenario o a sus jefes. La Asociación de la Prensa patrocina cada año corridas de toros en las Ventas, para que alguna reliquia de periodista ebrio y nublado de farias suelte chascarrillos interminables. El Consejo General del Poder Judicial, cuando toca, pide mesura "a la izquierda" aunque no se conozcan los chascarrillos.

El mismo CGPJ que ha callado tantas veces cuando se ha atacado a jueces independientes, el que no tuvo el coraje de defender a Victoria Rossel del sinvergüenza juez Alba, el amigo hoy encarcelado del Ministro Soria, que quiso construirle un caso para sacarla de las listas de Podemos. Hubiéramos necesita un CGPJ independiente, moderado, prudente, mesurado, con responsabilidad institucional, para llamar la atención acerca de la politización de la justicia, del nombramiento de militantes del PP para el Tribunal Constitucional, del whatsapp de Ignacio Cosidó, Director General de Policía y miembro de la Ejecutiva del PP, tranquilizando a los parlamentarios del PP diciéndoles que iban a controlar la sala segunda del Tribunal Supremo, la de los aforados, por detrás. Nada del CGPJ sobre el papel del juez Marchena, que estaba en ese escenario donde querían controlar el Supremo y saltó a juzgar a los políticos catalanes encarcelados por un delito de desobediencia convertido en sedición por la presión de un PP cayetanizado y chamuscado que echa de su partido a gente como Borja Samper. O del apartamiento de jueces independientes que estaban juzgando el caso Gürtel. Ahí, el CGPJ, no solo calló, sino que ejecutó a mayor gloria de los intereses del PP.

Carlos Lesmes, nombrado por Aznar, cree en el lawfare, es decir, en la lucha judicial como herramienta esencial de la lucha política contra la izquierda, a la que acompañan las campañas mediáticas. Además, ha devuelto a la judicatura el sesgo clientelar. La amistad con Lesmes, por encima del sesgo ideológico. Así que chitón. El que se mueva no sale en la foto.

Quizá por eso el CGPJ quiere regañar al Vicepresidente Iglesias, que en el fondo lo que ha hecho ha sido pedir moderación, prudencia, mesura" y "responsabilidad institucional" a los jueces que dictan sentencias que luego las tumban en Europa, que también dicta justicia en España porque así lo hemos decidido los españoles. El frente contra el Gobierno de coalición va a ser mediático y judicial. El mensaje del CGPJ es heraldo, avanzadilla de lo que viene.

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Dolores Delgado, fiscal general del Estado https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/01/15/dolores-delgado-fiscal-general-del-estado/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/01/15/dolores-delgado-fiscal-general-del-estado/#respond Wed, 15 Jan 2020 06:49:41 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8044 alt --> No nos engañemos. Al PP no le molesta que el Gobierno nombre a la Fiscal General del Estado. Es una competencia constitucional que todos los gobiernos desde la Constitución del 78 han ejercido. Y ya sabemos que el PP es muy constitucionalista. Al PP lo que le molesta es que se le tuerza su control … Continuar leyendo "Dolores Delgado, fiscal general del Estado"]]> Dolores Delgado, fiscal general del Estado

No nos engañemos. Al PP no le molesta que el Gobierno nombre a la Fiscal General del Estado. Es una competencia constitucional que todos los gobiernos desde la Constitución del 78 han ejercido. Y ya sabemos que el PP es muy constitucionalista. Al PP lo que le molesta es que se le tuerza su control de la judicatura. Pablo Casado dirige un partido que siempre ha querido controlar la justicia, por delante o por detrás.

Hay muchas cosas que aún arrastramos del régimen del 78. Entre otras, que sea el Presidente del Gobierno el que nombre a la Fiscalía General. Eso habrá que solventarlo, porque pone en cuestión, siempre de manera estética y, sobre todo cuando gobierna el PP, de manera ética, el papel del Fiscal General. No nos olvidemos que el fallecido Maza nombró al Fiscal Anticorrupción, Moix, que demostró de manera evidente cómo la fiscalía puede trabajar para un partido. Otro Fiscal General, Torres-Dulce, dimitió por culpa de las presiones del partido que le nombró para ese cargo, esto es, el PP. Fue el PP el que presionó para poner en cuestión en el Tribunal Constitucional a Pérez Tremps por hacer un estudio para el gobierno del PSOE y, al tiempo, nombrar para el Constitucional a hooligans del PP como el motorista alegre Enrique López o a Francisco Pérez de los Cobos, que pagaba cuotas de militante del PP, vibraba como militante del PP y hacía justicia como militante del PP, al que hizo Presidente del Tribunal Constitucional.

Y ahí empiezan los verdaderos problemas. Porque el PP está obstruyendo la renovación del Tribunal Constitucional, del Consejo General del Poder Judicial y de la Defensoría del Pueblo. Para los nombramientos pendientes, que llevan varios meses dando patadas a la Constitución, hace falta una mayoría cualificada que la derecha puede impedir simplemente por inacción. Porque la actual mayoría parlamentaria permitiría nombrar magistrados y jueces progresistas, algo que a la derecha no le gusta y, por eso, prefiere pasarse la Constitución y la ley por el arco del triunfo.

Ese es el verdadero PP y la verdadera derecha: la que quiebra la Constitución si ve que le hace perder poder. Aún retumban en mis oídos las advertencias del que fuera portavoz de Justicia del grupo popular y comisionado ante el Tribunal Constitucional, Enrique Trillo: ¡El que lance una acusación sobre el PP por el caso Gürtel sabrá lo que significa que el peso del Estado caiga sobre sus espaldas! Podríamos haberla escuchado en un capítulo de Los Soprano.

Hace bien el PSOE en no ser ingenuo en cuestiones judiciales con el PP. Sería pegarse un tiro en el pie entregarle bazas a la derecha mientras la derecha lleva dos décadas infiltrando el poder judicial. ¿Podrían hacerse mejor las cosas? Qué duda cabe. En una democracia más sensata. El partido fundado por Manuel Fraga, si puede, meterá a todo el Gobierno en la cárcel. Aunque sea haciendo trampas. De hecho, ya han amenazado Teodoro García Ejea y Pablo Casado con hacer "todo lo posible" para tumbar a este Gobierno. El PP ha declarado la guerra al gobierno del PSOE y Unidas Podemos. Hay que contestarles con la ley, la Constitución y, llegado el caso, la calle, con toda contundencia. Cambiando los problemas profundos que arrastramos desde la Transición -como el nombramiento por el Gobierno de la Fiscalía General del Estado-, pero defendiendo el principal compromiso democrático: hacer cumplir el resultado de las urnas.

Los problemas vinculados a la justicia reclaman en España un pacto de Estado -que es una expresión que cuando la usa el PP significa hacerse lo que le beneficia-. Y un pacto de Estado exige lealtad democrática por todas las partes. En ese pacto de Estado, ningún gobierno nombrará a nadie vinculado a ningún partido en la Fiscalía General, y tampoco en el Consejo General del Poder Judicial, en el Tribunal Constitucional, en el Tribunal Supremo o en el Tribunal de Cuentas.

Pero es de caraduras, cuando no de sinvergüenzas, criticar el nombramiento de Dolores Delgado, que tiene una experiencia memorable a sus espaldas y, al menos, ha tenido la decencia de disculparse por sus errores (relacionarse con Villarejo a menos de diez metros siempre mancha), mientras se busca una judicatura que te perdone por robarte un máster, te anule decisiones que perjudican económicamente a los bancos, libere a la Casa Real, garantice a los diputados y senadores del PP trato de favor cuando tengan que rendir cuentas por casos de corrupción, castigue políticamente a los adversarios políticos (aunque luego te sancionen desde Europa), informe sobre la marcha de casos de corrupción o archive querellas contra cargos de la derecha que han robado a esa España a la que dicen querer tanto.

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Tarea urgente: correr el centro hacia la izquierda https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/01/11/tarea-urgente-correr-el-centro-hacia-la-izquierda/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/01/11/tarea-urgente-correr-el-centro-hacia-la-izquierda/#respond Sat, 11 Jan 2020 16:10:01 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8023 alt --> Cuando Anthony Giddens lanzó el mensaje de la tercera vía a finales de los 90, Margaret Thatcher ya le había roto el espinazo a los mineros. Con ellos, había derrotado a la parte más sólida del sindicalismo británico. La Unión Soviética ya había desaparecido y las tesis de Fukuyama sobre "el fin de la historia" … Continuar leyendo "Tarea urgente: correr el centro hacia la izquierda"]]> Tarea urgente: correr el centro hacia la izquierda

Cuando Anthony Giddens lanzó el mensaje de la tercera vía a finales de los 90, Margaret Thatcher ya le había roto el espinazo a los mineros. Con ellos, había derrotado a la parte más sólida del sindicalismo británico. La Unión Soviética ya había desaparecido y las tesis de Fukuyama sobre "el fin de la historia" estaban en su apogeo. Es decir, que un trozo no pequeño de la izquierda había desaparecido y, entonces, el centro, desaparecido su extremo izquierdo, estaba profundamente escorado hacia la derecha.

La tercera vía no la inventó Giddens, el sociólogo de cabecera de Toni Blair. Durante la guerra fría, desde la izquierda se buscó un lugar intermedio entre el socialismo soviético y la derecha occidental que no lo representaba la socialdemocracia. Socialistas humanistas como E.P. Thompson o Karl Polanyi lo defendieron con inteligencia. Seguramente el socialismo del Frente Popular de Salvador Allende en Chile, profundamente democrático, iba en esa dirección. El eurocomunismo quiso caminar esa senda, aunque nunca dejó claras sus verdaderas intenciones. Ese socialismo de la tercera vía antes de la caída de la URSS renunciaba a los elementos autoritarios del socialismo bolchevique, creía que había espacio para el mercado, no le rendía pleitesía ni al partido único ni al líder único y pensaba que en democracia las formas también son fondo. Su objetivo era caminar con el horizonte de la igualdad conseguida a través de la fraternidad y siempre en condiciones de libertad.

Pero lo real era que los EEUU seguían dando golpes de Estado en América Latina, en Asia o en África, que sostenían a la dictadura de Franco en España o de Salazar en Portugal, que ponían bombas para que el PCI no gobernase en Italia, que desangraban al sur con la deuda, que ejecutaban a cientos de miles -cientos de miles- de izquierdistas en Indonesia o se inventaban el ISIS para luchar contra Moscú. Cuando desapareció la URSS, todos estos comportamientos caminaron hacia el centro del tablero político. Al final, bombardear Yugoslavia, asesinar a Gadaffi, torturar en Guantánamo, robarse a través de los bancos la riqueza de un país o invadir Irak con mentiras era ser de "centro radical". Es el mercado, amigo.

Una de las principales tareas del nuevo gobierno del PSOE y Unidas Podemos es cultural. Se trata de correr el centro hacia la izquierda. La derecha española se ha vuelto a echar la monte. La emergencia de VOX, que no deja de ser una excrecencia vital del ADN del PP, ha corrido a los restos de Ciudadanos y al PP a posiciones poco comprometidas con la democracia. Ni siquiera los llamamientos a un golpe militar en España les extraña. La extrema derecha es una realidad en toda Europa y cosas que antes daba vergüenza defender en los bares ahora se airean con los carajillos como eructos de constructores en tiempos de la burbuja especulativa. ¿Y la izquierda? ¿Dónde está la izquierda? Mientras que la izquierda sobrevive parando los golpes, los noticiarios de Antena 3 hacen programas de extrema derecha. Y son los telediarios. De las tertulias ni hablamos. El día de la elección de Sánchez, el ABC y El Mundo publicaban en portada fotos que eran una advertencia militar al gobierno. Una cadena emitía esos días la película Golpe de Estado y ningún medio ha cuestionado el golpe de Estado contra Evo Morales en Bolivia.

Tarea urgente: correr el centro hacia la izquierda

Tarea urgente: correr el centro hacia la izquierda

Tarea urgente: correr el centro hacia la izquierda

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Asuntos que durante un tiempo fueron "consenso", esto es, centro político, hoy son vistos como ensoñaciones bolcheviques. Como el derecho al trabajo o a una pensión digna o a un mes de vacaciones o a ocio y cultura. Hace unos días, cité el artículo 128 de la Constitución Española en una tertulia y me dijeron que no trajera el bolivarianismo a España. Dice ese artículo, para bochorno de los constitucionalistas, que "Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general". Parece ser que ese artículo no te hace español, español, español, sino súbdito de Corea del Norte.

Defender la igualdad entre hombres y mujeres, o reconocer que los hombres matan a las mujeres porque son "mujeres", esto es, por culpa de verlas como una propiedad, te convierte en feminazi en ese nuevo centro escorado a la derecha. De centro es darle con el palo de la bandera a quien dice que hay otra España que se parece más a Machado y menos a Menendez Pelayo; de centro es gritar ¡Viva el ejército! -salvo cuando se estrella el Yakolev- como una manera de gritar ¡Viva el golpe de Estado!, que es lo que ha hecho un eurodiputado alegre de VOX sin que nadie de sus socios de gobierno le haya afeado el regüeldo. De centro es aquello que dijo el Presidente de la Patronal, Cuevas, antes de entrar en la cárcel por ladrón: "hay que trabajar más y cobrar menos". De centro es que te quiten la casa los bancos y todavía les debas dinero si no puedes pagar la hipoteca. De centro es morirte sin que te llegue la dependencia y no protestes. De centro es entender que tienes que dejar de mamar de la teta del Estado y olvidarte de ir a la universidad si no puedes pagar las cuotas y no ser tan demagogo para poner de contraejemplo el rescate de los bancos.  De centro es invitar a las tertulias a dos periodistas del diario basura por excelencia como si así se representase a la España conservadora, o dar por sentado que alguien puede autoproclamarse Presidente en una plaza en Caracas al tiempo que pides encarcelar a los que se suben en Barcelona encima de un coche. De centro es encerrar a los políticos catalanes en una celda y tirar la llave o reconocer que los jueces son siempre seres extraordinarios que hablan y deciden con la inteligencia de los siete sabios de Grecia y la ecuanimidad de Salomón. No es de centro cuestionar sentencias judiciales por injustas, o pensar y decir que hay jueces que obran políticamente y no ateniéndose a la ley. Decir que los jueces prosperan solamente bajo tutela de los partidos no es un pensamiento de centro. Pero es la pura verdad.

La izquierda sabe que el modelo capitalista nos lleva al precipicio. Pero saber esto no sirve de mucho porque no hay modelo alternativo global. La izquierda, cuando es inteligente y recuerda eso de la correlación de fuerzas, sabe que pelear contra el modelo actual es una quimera. Ya decía Marx que ningún otro modo de producción ha desarrollado las fuerzas productivas con tanta fuerza. Derriba todas las murallas chinas, alarga la esperanza de vida, nos llena de comodidades y a la luna. Pero tenemos muy claro lo que no queremos. Quizá el calentamiento global ayude a moderar este delirio faústico del crecimiento ilimitado, pero la idea de "desarrollo" es sentido común y hay mucha gente, que cree que es de centro, que está dispuesta a que le exploten más, le paguen menos, le alarguen la jubilación y respire mierda entre incendios y humo de escapes de coche si es con mayor ancho de banda, con más partidos de fútbol y, a poder ser, con esclavas en casa.

El PSOE le va a poner una vela a Dios y otra al diablo. No puede hacer mucho más. El PSOE es quien es.  Pero está bien que así sea. Es un gran avance. Cuando fundamos Podemos siempre pensé que el PSOE iba a responder al nacimiento del nuevo partido morado con una gran coalición con el PP. Luego, España ha dado muchas vueltas. Y aquí estamos. En las últimas elecciones, el PSOE no se acostó bipartidista y se levantó al día siguiente izquierdista. Sánchez sabe de las potencialidades del nuevo gobierno -le convierte en el socialdemócrata más avanzado de Europa- y también de los riesgos, que empiezan por su propio partido y por el papel que el PSOE ha desempeñado en Europa. Por eso nombra en Asuntos Exteriores a una tecnócrata de la OMC, uno de los órganos por excelencia del neoliberalismo, y en la Seguridad Social a otro tecnócrata cercano al neoliberalismo que ha apostado por salidas neoliberales para la seguridad social. En este mundo donde el centro está en la derecha, "perfil técnico" quiere decir "neoliberal". Entre el PSOE y Podemos habrá coordinación en el Gobierno, negociaciones en el grupo parlamentario y discrepancias entre los partidos. Y está bien que así sea. La hegemonía cultural, especialmente en el ámbito económico, está en la derecha. "Salvamos" empresas, hacemos "inyecciones" o "transfusiones" de liquidez, "rescatamos" bancos. Las personas ni están ni se las espera. Palabras como "rigor", "estabilidad", "tecnocracia", "organismos internacionales", "bien recibido por los mercados", "centrismo", significa hoy asunción de los presupuestos neoliberales. Podemos nació para frenar esas políticas. Entrar en el Gobierno apenas es el segundo de los pasos, después de aguantar seis años de ataques e infundios.

La tarea en donde ambos, PSOE y Unidas Podemos, deben encontrarse es, desde ya, en intentar correr el centro hacia la izquierda. En hacer ver a los españoles y las españolas que hay una lucha cultural donde nos jugamos la democracia, que la está ganando la derecha y que el PSOE, como partido hegemónico en la izquierda, no ha hecho lo que debía para mantener la primacía del socialismo. En Alemania celebran a los que atentaron contra Hitler. Aquí no sabemos nada de los héroes que hicieron lo mismo contra Franco. Hay una España que tiene oído musical para el ruido de sables.

A la defensiva, la derecha se roba todo. Se roba la bandera, la Constitución, la cruz, las víctimas, Europa, los empresarios, el rey y Rosalía. Cuando lo suyo es solamente la gualda y amarilla con el aguilucho, los principios del movimiento nacional y el artículo 2 de la Constitución, ese que redactaron militares franquistas, España como martillo de herejes y la Inquisición, Carrero Blanco y Melitón Manzanas, el Banco Central Europeo, el Presidente de la patronal en la cárcel, el hijo del rey emérito y Marta Sánchez. Más Gramsci y menos Bernstein, mas Anguita y menos Felipe González, más Tierno Galván y menos Solchaga, más Negrín y menos Indalecio Prieto, más Pasionaria, Nelken, Campoamor, 13 rosas, Montseny y menos Ana Botín. Nos atacan para que nos asustemos y les dejemos el paso libre. Sabemos que si nos distraemos, pasan. A abrir puertas y ventanas para que entren más y más demócratas.

 

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Investidura en víspera de reyes republicanos https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/01/05/investidura-en-vispera-de-reyes-republicanos/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2020/01/05/investidura-en-vispera-de-reyes-republicanos/#respond Sun, 05 Jan 2020 18:13:41 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=8010 alt --> Los Reyes vienen en son de paz y cargados de esperanza, aunque les habrán llegado los gritos de los energúmenos en la Carrera de San Jerónimo en la sesión de investidura y les habrá dado un poco de susto. Como vienen de Oriente, donde el demente de Trump está a punto de empezar una guerra, … Continuar leyendo "Investidura en víspera de reyes republicanos"]]> Investidura en víspera de reyes republicanos

Los Reyes vienen en son de paz y cargados de esperanza, aunque les habrán llegado los gritos de los energúmenos en la Carrera de San Jerónimo en la sesión de investidura y les habrá dado un poco de susto. Como vienen de Oriente, donde el demente de Trump está a punto de empezar una guerra, saben que las monarquías, incluida la norteamericana, son anacrónicas y andan pensando si hacerse un poco más republicanos. Algo habrá ayudado que VOX haya sacado de las tarjetas de Navidad a Baltasar, el único negro de esa cofradía de donantes. La derecha ultramontana no mide ni hace amigos. Bueno, parece que tampoco enemigos y algunos ya han ido a quitar el polvo a las tapias donde solían fusilar.

Algo más republicanos, quizá los magos vayan a dejar como regalo la posibilidad de empezar a curar las heridas que arrastra España desde hace, cuando menos, doscientos años. Cuatro heridas históricas de España que pueden empezar a curarse porque el gobierno de coalición, por vez primera en casi un siglo, se parece a España. Ha sido costumbre que una parte importante de nuestro país no pudiera verse representada en las instituciones. La última vez que hubo un gobierno de coalición de izquierda, las derechas dieron un golpe de estado y cuando regresó el PSOE al poder después de la dictadura, otro. En este país nos disciplinan solo a plomo.

Esta vez no es tan fácil que vayan a volver a silenciar a esa España acallada. Aunque una parte de la derecha anda de nuevo con ánimos golpistas. Pero los que apoyaron a Mola, Sanjurjo y Franco en 1936 hoy no pueden volver a las andadas. Los banqueros y grandes empresarios no pueden financiar un golpe y luego operar en Europa como si nada. Además, ya financian a los medios de comunicación, donde dan sus golpecitos todos los días. Por su parte, la Iglesia tendría que apoyar el golpe en contra del Papa Francisco, y aunque una parte importante de la cúpula sigue la estela de Rouco Varela y volverían a saludar con el brazo en alto, hay muchos cristianos que apoyan el gobierno PSOE-Unidas Podemos. Por último, el ejército en España no es golpista. Es verdad que una parte se ha creído las mentiras de los medios y piensa que el PP, VOX y Ciudadanos representan a España mejor que la izquierda -es lo que indica el voto en algunos lugares-. Pero otra parte no menor tiene una mirada más europea, sabe que es la derecha la que han robado a España, la que han hecho crecer el independentismo y la que desprecia a los militares, a la guardia civil y a los policías en cuanto no hacen lo que ellos quieren (ahí está lo que pasó con las víctimas del Yakolev, con la UDEF cuando ha investigado la corrupción del PP o con los policías que custodiaban la embajada española en Bolivia).

La herida colonial es propia de quien vive la contradicción de haber tenido el primer imperio europeo y haber sido el primero que lo perdió. Tenemos una relación paternal con América Latina y África, a menudo pensada con derecho imperial a la humillación. Y paradójicamente, una relación subordinada con Europa (a la que le aceptamos el ultimatum que llevó a cambiar el artículo 135). La imperiofilia, como la llama el profesor Villacañas, busca reconfortar un presente vulgar con un pasado heróico y épico. La gente de VOX, con el casco de los tercios de Flandes en la cabeza de Abascal -que curiosamente no hizo ni el servicio militar- puede privatizar las pensiones o empeorar las condiciones laborales mientras promete desayunar, comer,merendar y cenar banderas, banderas y mñas banderas. Las relaciones privilegiadas del gobierno de coalición con América Latina pueden reinventar la importancia de España en Europa recuperando la relación especial con el continente americano, de la misma manera que puede ser el momento de recuperar una relación no tutelada con África.

La herida territorial nos ha quitado muchas energías y se ha comido el tiempo político de España durante casi medio siglo. Primero con el País Vasco y ahora con Catalunya.  Se abre una nueva oprtunidad que parecía anegada. Por un lado, comprometiendo a catalanes y vascos con el Estado español, y por otro, al Estado español con la plurinacionalidad de España. La falta de diálogo solo nos llevaba a que fuera Europa la que solventase nuestras cuitas territoriales y, como en otros momentos de la historia, solo para empeorarla. Es un avance enorme que el independentismo haya entendido que no hay vías unilaterales, de la misma manera que es un gran impulso el que el PSOE haya escuchado más a su alma federal que a su alma centralista. La tarea de Unidas Podemos de haber explicado en estos seis años la condición plurinacional de España sin ser independentista es una gran ventaja y supone un ejemplo claro que invalida la idea de que España es "incorregible".

La herida social, que nos hace el país más desigual de nuestro entorno europeo,  se enfrenta en el nuevo gobierno con un compromiso de producción y redistribución que apuesta por las las mayoría y desafía tres de los grandes problemas de nuestra economía: la renuencia de los grandes capitales a pagar impuestos, la baja productividad y la debilidad del mercado de trabajo sujeto radicalmente a los vaivenes del ciclo económico. El grueso del acuerdo de gobierno entre el PSOE y UP tiene contenido social y es un punto de inflexión respecto de las políticas de austeridad europeas que solo han servido para que crezca la extrema derecha. El mejor antídoto contra el populismo de derechas es rebajar las desigualdades y crear un horizonte de progreso que evite las tentaciones de los atajos autoritarios.

Por último, la herida ciudadana, con tres grandes tareas: desbordar el peso histórico del patriarcado que ha desaprovechado a la mitad de la población; desbordar el papel de una Iglesia que ha frenado la ciencia, la educación y la igualdad entre hombres y mujeres; y por último, que tiene que acabar con una cultura de la violencia que ha irrumpido regularmente en la historia de España por falta de cultura cívica. La sanación de la herida ciudadana implicará la construcción de  una esfera pública virtuosa donde nos veamos cada vez menos súbditos y cada vez más ciudadanos.

Postdata:de cuando el centro derecha certificó su defunción

En el debate de investidura se ha certificado la defunción del centro-derecha. VOX ha arrastrado al PP y esta vez ni la barba de Pablo Casado ha servido para aminorar los empellones que le daba Cayetana Álvarez de Toledo para que echara espuma por la boca. Arrimadas ha demostrado que Albert Rivera no hizo tantas estupideces porque fuera estúpido, sino porque toda la Ejecutiva realmente existente en Ciudadanos se había echado al monte. Arrimadas, después de la debacle de su partido, podría haber caminado hacia el centro, pero ha preferido cocinar una suerte de mensaje autoritario -llamando a reeditar el tamayazo y desconociendo lo que es un Parlamento democrático-, cuñado -ya sabían ellos antes que nadie todo lo que pasa aunque no se lo aplican- y patético -donde los efectos especiales y el gusto por sacar artilugios (como el CV de Adriana Lastra) acentuaban lo ridículo de afear a los demás partidos una pérdida de votos menor que la de su formación. Ciudadanos se ha convertido en un partido irrelevante y va camino del olvido, de la misma manera que la tránsfuga Ana Oramas va a pasar a la historia del parlamento con la misma gloria indecente que tienen en las islas canarias los caciques con ilustres nombres y apellidos.

Sánchez se ha escudado en el programa y las medidas que el nuevo gobierno debe poner en marcha. Ha sido una decisión que al público ha aburrido pero que era correcta. Aunque Sánchez iba de azul, el rojo le sienta bien. Ha decidido mirar hacia adelante y es sensato, porque hacia atrás, tanto el PSOE como el propio Sánchez tienen un google muy malo. Es en lo que se ha basado Rufián para cobrarle al PSOE, con retórica de barrio, la abstención que permite la investidura. Y le han tenido que dar las gracias porque el PSOE es consciente del esfuerzo que han hecho con las elecciones catalanas cerca y JxCat anclados en un viaje a ninguna parte. Adriana Lastra, en el tiempo del PSOE, ha ajustado cuentas con la derecha y lo ha hecho con aplomo.  El PNV, con la sorna de Aitor Esteban, dijo cosas muy sensatas en un discurso trufado de citas cinematrográficas que daban a entender que al PNV eso de España les parece medio de coña. Con la parlamentaria de  EH-Bildu, Mertxe Aizpurua, la derecha dejó rienda suelta al jabalí que llevan dentro y la Presidenta de la Cámara no estuvo a la altura para parar el ultraje a la libertad de expresión que campó por sus respetos durante toda la sesión. JxCat siguió erre que erre y las CUP aún no han entendido que España es algo más que un cuartel con Tejeros y Pantojas. Como dijo Rufián, el auge de la extrema derecha debiera hacernos recapacitar a todos. Pero es más difícil cuando tus gafas son localistas y crees que el mundo termina donde llegan las campanas de tu campanario. Pablo Iglesias volvió a brillar y demostró que tenía razón cuando alertó sobre lo que venía con la extrema derecha. Pese a la fuerza de su discurso, el fraccionamiento de los tiempos entre todos los grupos confederales demostró sus limitaciones en este tipo de debates.

El martes se cierra la investidura y la gente de bien anda preocupada porque somos un país que viene del pucherazo, del clientelismo, del tamayazo. Debiera darle verguenza a la derecha que los demócratas estemos preocupados porque el resultado de las urnas pueden torcerlo los poderosos. Pero la derecha ya ha demostrado que le da todo lo mismo. Para que el gobierno de coalición pueda gobernar va a hacer falta mucha calle.

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Cuidar de las bestias lo que votamos https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/12/31/ahora-toca-cuidar-lo-que-votamos/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/12/31/ahora-toca-cuidar-lo-que-votamos/#respond Tue, 31 Dec 2019 12:37:25 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7987 alt --> Después del 15M, El Roto publicó una viñeta que resumía una época. En una Puerta del Sol abarrotada y bajo una bandera blanca, se leía: "los jóvenes salieron a la calle y súbitamente todos los partidos envejecieron". Eran tiempos del bipartidismo, de un PNV y una CiU aliadas de las tropelías bipartidistas, y de una … Continuar leyendo "Cuidar de las bestias lo que votamos"]]> Cuidar de las bestias lo que votamos

Después del 15M, El Roto publicó una viñeta que resumía una época. En una Puerta del Sol abarrotada y bajo una bandera blanca, se leía: "los jóvenes salieron a la calle y súbitamente todos los partidos envejecieron". Eran tiempos del bipartidismo, de un PNV y una CiU aliadas de las tropelías bipartidistas, y de una Izquierda Unida a la que le pesaba demasiado la ortodoxia. Europa ya no ayudaba sino que mandaba memorándum secretos que golpeaban nuestra Constitución en lo mejor que tenía. El 15M se echó a la calle con preguntas, no con respuestas. ¿Por qué no me representas? ¿Por qué me tratas como una mercancía? Y fueron esas preguntas las que operaron la magia de la politización de una sociedad que parecía adormecida entre la televisión y el fútbol.

En aquel entonces hacíamos La Tuerka, un programa humilde en una televisión de barrio. Sabíamos que algo se movía. Yo acababa de publicar La Transición contada a nuestros padres y ya allí reflexionaba sobre el agotamiento del régimen del 78, de la monarquía de Juan Carlos I, del consenso territorial y del bipartidismo. La crisis de 2008 había soliviantado los ánimos y se hacía más intolerable la distancia entre la ciudadanía y los políticos. Un tiempo se marchaba y otro se aproximaba. Pero lo viejo no terminaba de morirse y lo nuevo no acababa de nacer.

Cuando en 2016 Podemos sacó cinco millones de votos e Izquierda Unida un millón, las alarmas de los beneficiarios del bipartidismo sonó con estruendo. Los ricos llamaron a sus mafiosos, las cloacas volvieron a reunir a sus ratas y la prensa mercenaria recibió su soldada. Hay que recordar que Pedro Sánchez gobernaría después tras la moción de censura con apenas 5'3 millones de votos. La alternativa ante la irrupción de Podemos era clara: o un gobierno del PSOE con Podemos e Izquierda Unida, o una gran coalición del PSOE con el PP y Ciudadanos. La historia después del fracaso de la gran coalición del PSOE con Ciudadnos es conocida: presiones, cloacas, mentiras, ataques, fomento de divisiones, caída de votos, ataques furibundos y, sorprendentemente, una resistencia insólita de Podemos y de Pablo Iglesias. Albert Rivera descansa en los márgenes sucios de la historia.

Ayer se firmaba un acuerdo de gobierno que recoje una parte no pequeña -tampoco enorme- de las reivindicaciones de los movimientos sociales, incluidos los sindicatos, que venían reclamándose cuando menos desde el 15M. Faltan muchas cosas, en algunos ámbitos va despacio, pero es, sin duda, el programa de gobierno más progresista que se recuerda en muchos años.

Aparecen en el programa la subida de impuestos a los muy ricos (aunque a los economistas del sistema les parece que ganar 130.000 euros al año no es gran cosa); subida del salario mínimo; derogación de la reforma laboral de 2012 que permite el despido por bajas por enfermedad; se deroga la maldita Ley Mordaza con la que el PP quiso acallar a nuestro país; creación de una red de escuelas infantiles que haga más real la igualdad entre hombres y mujeres junto al aumento de los permisos de paternidad y la equiparación de salarios entre hombres y mujeres; reducción de las tasas universitarias; avances en la atención a la dependencia (cuya ausencia tiene a tantas personas y familias en el infierno); actualización por ley de las pensiones al IPC (para que los pensionistas salgan a la calle a enseñar desobediencia y no más a pedir esta promesa siempre incumplida); caminar hacia la renta básica atendiendo de momento a los más vulnerables con un ingreso mínimo vital; se van a frenar las subidas abusivas de los alquileres que impiden a tanta gente, especialmente a los jóvenes, tener una vivienda digna; enfrentar con valentía la ludopatía y las casas de juego (no hay que olvidar que el Ministro de Justicia del PP, Rafael Catalá, venía de la patronal del juego y está otra vez en la patronal del juego); recuperar el apoyo a las renovables y caminar hacia la transición ecológica; fomentar la conciencia feminista que vaya acabando con siglos de patriarcado y violencia contra las mujeres; apoyo a las PYMES, especialmente atendiendo a sus dificultades tributarias que no han atendido a sus peculiares necesidades; participación del Estado en la recuperación de la memoria histórica en un país donde el franquismo sociológico campa por sus respetos mientras 114.000 españoles siguen en cunetas; crear infraestructuras en la España vaciada, que reclama trabajo en las zonas rurales, atención sanitaria, infraestructuras y un internet muy potente que le otorgue una ventaja competitiva. Y todo ello, dentro de un compromiso europeo e internacional con la democracia, urgente en un momento de lawfare y de ataques constantes en tantos sitios a los derechos humanos.

Y, como no podía ser de otra manera, la asunción de que el conflicto en Cataluña tiene que convertirse en un reto que debe solventarse a través del diálogo. La derecha lleva más de dos décadas viviendo de agitar el fantasma de "España se rompe", ayer con Euskadi, hoy con el independentismo catalán. Y solo ha servido para que el número de gente que quiere irse de España haya crecido invariablemente. España es una nación de naciones. Y es tiempo de explicarlo para poder entenderlo. Hay que explicar que nos sentimos españoles solo desde 1808 y también que en Cataluña fue más importante 1808 y la lucha contra los invasores franceses que 1714 y esa guerra entre Cataluña y España que tuvo también su parte de guerra civil. Hay que enfriar los mitos que preparan las cabezas para embestir y no para pensar. La democracia no bebe acríticamente de la historia, ni viene dictada por mitos irracionales, sino que nace de la decisión que tomen los pueblos acerca de su convivencia. Para que España no se rompa hay que entender que España es un país plurinacional y que los Reyes Católicos nunca construyeron nación sino imperio.

Cuidar de las bestias lo que votamos

El cada vez más cercano gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos ha desatado la correa de las bestias. La derecha, como en otros lugares del mundo, no reconoce el resultado de las elecciones si no les ha favorecido el voto. Braman en las televisiones con ánimo pregolpista y ya no es que no concedan los 100 días de rigor para saber cómo es que gobiernan, sino que les dan menos cien días para poner en las ruedas todos los palos que puedan. Deseando que se tropiecen en sus trampas y luego poder decir con su hipocresía bastarda: "ya te decía que ibas por mal camino". ¿No lleva la derecha haciendo eso toda la vida? ¿Cuándo han reconocido alguna derrota electoral?¿No dieron un golpe en 1936?¿No hicieron un cartel para acabar con el gobierno de Felipe González?¿No hablaron de pucherazo cuando ganó Rodríguez Zapatero?¿No hicieron el Tamayazo cuando perdieron la Comunidad de Madrid? ¿No se han aliado con la extrema derecha para gobernar en Madrid, Andalucía, Murcia?¿Cuándo esa derecha franquista y violenta ha guardado las formas democráticas cuando estaba fuera del gobierno? Es estando en el gobierno y escuchamos a Díaz Ayuso, que es Presidenta de todos los madrileños, decir que el gobierno de Sánchez e Iglesias es un gobierno proetarra.

Este gobierno de coalición representa a una España mayoritaria que nunca ha podido ser representada en España en libertad, siempre asustada por el ruido de sables, el advenimiento del apocalipsisis o alentada por la trampa electoral del voto útil. Este gobierno nace con muchos enemigos, algunos internos, y lo tiene que cuidar tanto una gestión excelente a favor de las mayorías como el pueblo que lo ha votado. Siempre he dicho que no basta votar. Ahora nos va a tocar cuidar lo que votamos, siendo muy exigentes, convirtiéndonos en las calles en un eslabón fuerte de la cadena, reclamando y sosteniendo un gobierno para las mayorías. Siempre dijimos que no bastaba con depositar el voto. Ahora, con la derecha echada al monte, es el momento de darnos cuenta de que votar es solamente uno de nuestros esfuerzos y no el mayor. Feliz gobierno y feliz 2020.

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Y que los santos inocentes dejen de tener miedo https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/12/23/y-que-los-santos-inocentes-dejen-de-tener-miedo/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/12/23/y-que-los-santos-inocentes-dejen-de-tener-miedo/#respond Mon, 23 Dec 2019 11:41:35 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7977 alt --> A veces en España, incluso demasiadas veces, como en un bucle rancio, parece que es 28 de diciembre todos los días y nos brinda el destino bromas macabras que son como avisos, advertencias, de las que nos reímos, con una risa nerviosa que quiere desterrar el miedo. Pero el miedo no se va porque los … Continuar leyendo "Y que los santos inocentes dejen de tener miedo"]]> Y que los santos inocentes dejen de tener miedo

A veces en España, incluso demasiadas veces, como en un bucle rancio, parece que es 28 de diciembre todos los días y nos brinda el destino bromas macabras que son como avisos, advertencias, de las que nos reímos, con una risa nerviosa que quiere desterrar el miedo. Pero el miedo no se va porque los dinosaurios, como los inquisidores y los vertederos están ahí, siempre están ahí, porque nunca los hemos conjurado ni hemos apostado por la memoria, que es la vacuna contra los fantasmas, y el pasado está ahí, a veces dormido y ahora despierto, muy despierto, arrogante, con ganas de liarse a hostias con los que sienten débiles o creen culpables, como hace ese camionero frustrado que solo ve por el retrovisor la bandera pero no las horas que tiene que hacer para ser mileurista ni a los que le han robado la cultura que desprecia.

Un fascista va invitado por un procesado por corrupción al palco del Real Madrid mientras un militar franquista pide un golpe de Estado contra Pedro Sánchez y un equipo filial del Albacete llama mono a un jugador que no vino en bussines sino en patera. Nadie suspende el partido porque solo suspendemos partidos si llamamos nazi a un nazi y no sancionamos al militar porque solo sancionamos a los militares si denuncian a los oficiales por creerse que vivimos todavía en tiempos de Franco.

Los legionarios de Cristo, secta que ha poblado Madrid de colegios y universidades bajo la mano pura e inmaculada de Esperanza Aguirre y Ana Botella, han dejado el país lleno de niños abusados, y los obispos que mandan en la COPE cada día limpian el sepulcro de VOX, bendicen al PP y piden a Dios que las encuestas le regalen a  Inés Arrimadas el lugar amable que le brindaron a Albert Rivera al tiempo que disparan con odio contra Podemos y amenazan otra vez con las siete plagas de Egipto si gobierna la izquierda, no vaya a ser que demuestren que no existía una iglesia visigoda debajo de la Mezquita y no puedan justificar por qué quieren quitarle a todos los españoles la propiedad del edificio y lo quieren poner bajo jurisdicción de Roma, que es un estado extranjero.

Todos los días sale un nuevo caso de corrupción del PP, en Ciudadanos no hay democracia interna, de manera que incumplen el artículo 6 de la Constitución, así que tampoco ahí son constitucionalistas, y VOX, como ha hecho siempre la extrema derecha, es un chiringuito lleno de gente que ha robado a España diciendo que quería profundamente a España, de la misma manera que gente vinculada a VOX, como Ussia, Seguí o Perdiguero, difunden audios de una niña violada, ayudando a cuestionar a la víctima y poniéndose del lado de los violadores, lo que no impide que sigan estando en tertulias, radios y periódicos como si la democracia no tuviera derecho a defenderse de los que patean la democracia. Porque muchas veces parece que no solamente no tenemos derecho a defenderla sino que ponemos al zorro a vigilar el gallinero y viene Europa y nos dice que los jueces tienen que ser garantistas y no devolver con sentencias los favores a los que les han llevado a la cúspide del poder judicial.

Y así demasiadas cosas. Y quedan cinco días para el 28 de diciembre. Y cada día que pasa son 24 horas más para los que están dispuestos a cualquier cosa con tal de que no haya un gobierno progresista en el Reino de España. Decía Nietzsche que hay que buscar el antídoto del propio genio. Aunque es verdad que para hacer eso hace falta mucha humildad. Igual las Navidades ayudan. Y que los santos inocentes dejen de tener tanto miedo.

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Cataluña: fe de erratas https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/12/20/cataluna-fe-de-erratas/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/12/20/cataluna-fe-de-erratas/#respond Fri, 20 Dec 2019 18:08:07 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7968 alt --> Cuando un grupo de gente de mi generación decidimos hacernos insumisos en los años 80, entendíamos que el corazón de la protesta estaba precisamente en aceptar la sentencia y obligar al Estado a condenar a unos jóvenes que pedían pacíficamente algo que era justo. Nos negábamos a hacer el servicio militar obligatorio, que duraba un … Continuar leyendo "Cataluña: fe de erratas"]]> Cataluña: fe de erratas

Cuando un grupo de gente de mi generación decidimos hacernos insumisos en los años 80, entendíamos que el corazón de la protesta estaba precisamente en aceptar la sentencia y obligar al Estado a condenar a unos jóvenes que pedían pacíficamente algo que era justo. Nos negábamos a hacer el servicio militar obligatorio, que duraba un año, y nos negábamos igualmente a hacer la prestación social sustitutoria del servicio militar, que duraba el doble para desalentar a los objetores de conciencia. Despreciábamos una parte sustancial de la justicia, que venía del franquismo, igual que del ejército, que seguía celebrando el 18 de julio, y de la monarquía, que se crió a los pechos del dictador, o de la patronal, donde una parte había financiado y organizado el 23F.

Pero entendíamos que no era igual la democracia en los 80, con todas sus debilidades, que la dictadura de Franco. Por eso aceptábamos ir a juicio y aceptábamos la condena. Porque era tan injusto que nos encarcelaran que nuestro gesto era lo que hacía crecer la conciencia en contra de un servicio militar con armas anacrónico e innecesario.

La derecha seguía como siempre, campando por sus respetos, siempre usando la ventaja institucional a su favor, amenazando con una justicia que sentía suya, con una policía que sentía suya, con un ejército, llegado el caso, que sentía suyo y que, pensaban, haría lo mismo que en el 36 y saldría a defender los intereses de burgueses, oligarcas, banqueros, latifundistas y obispos. Porque a los tres estamentos los consideraban como un apéndice de su poder, igual que los medios de comunicación, los colegios profesionales, la educación privada, los clubes náuticos o los equipos de fútbol. Y, claro, como a la monarquía.

Esa vinculación histórica entre el "poder" y los "poderes" explica en España el 23F, el caso Almería, los GAL, el batallón vasco español, el archivo del caso Banca Catalana, las amnistías fiscales, el indulto a los del 23F y a los de los GAL, el archivo de la causa del máster de Pablo Casado o de Díaz Ayuso por AVALMADRID, el papel de Villarejo o Inda, la acusación a los políticos catalanes de rebelión y de sedición o la retirada de derechos políticos a Oriol Junqueras que ahora ha declarado contraria a derecho el Tribunal Europeo de Justicia.

Pero también es una buena noticia que Europa le recuerde al juez Llarena que España no es un cortijo de la derecha y que no pueden hacer lo que les dé la gana. Porque es España la que ha decidido formar parte de la familia europea. Y lo que decide la ley europea es ley en España, igual que lo que hagan los obispos pedófilos ya no va a ser cuestión de la iglesia sino de la justicia de cada país. Asumir la justicia universal es una señal de avance democrático. El PP sacó a España del Tribunal Penal Internacional. Es una señal de que para la derecha el entramado legal es válido solamente cuando les beneficia. Para la derecha, la justicia realmente válida, en la que se sienten a gusto, es la ley de la horca, eso sí, siempre y cuando tengan antes comprado al sheriff, al juez, al verdugo, al enterrador y los linchadores.

Oriol Junqueras, Puigdemont y los demás políticos catalanes presos o huidos desobedecieron, y lo hicieron conscientemente como una manera de llamar la atención sobre sus reivindicaciones. Los que no somos independentista no debemos deslizarnos en la pendiente que ha cavado la extrema derecha. En nuestra democracia, los independentistas, pese a que nos tengan cansados, deben poder protestar cuanto quieran en virtud de los derechos que les asisten en el Estado español, sin que les pongan penas como si hubieran asesinado o alzado en armas. Igual que debes poder intentar parar un desahucio sin que la fiscalía te pida 23 meses de cárcel.

La extrema derecha tiene una rara virtud: arrastra a la inteligencia, a la democracia y al Estado de derecho al abismo de su irracionalidad nacionalista rancia y excluyente. Hay una España que se está volviendo otra vez un corsé donde no caben diferencias. Esa España necesita víctimas sacrificiales, fusilar al amanecer y antes fusila en sus medios de comunicación. Ha arrastrado a Ciudadanos, al PP y casi lo logra con el PSOE. Pero no ha triunfado. Porque hay otra España que ha roto con esas maldiciones visigodas y reclama una patria que vuela más con Lorca que con Pemán, que está más cerca de Machado, Miguel Hernández,Margarit y Martí i Pol que de Sánchez Dragó, Arcadi Espada, Jiménez Losantos o Sostres.

La última convocatoria de elecciones fue un disparate porque obligó al PSOE a volver a virar a la derecha y golpear a su izquierda. Con esa actitud, dejaba de ser un factor de estabilidad y caía en manos del relato de odio de la derecha. El resultado electoral volvió a dejar claro que ahora corresponde, a todos, buscar otra salida. Estamos en otra fase. Ya se ha probado el unilateralismo y la testosterona, la amenaza y la chulería, el tensamiento de la cuerda y las fronteras del Estado de derecho. Toca dialogar, movernos dentro del Estado de derecho, aprender a ser libres y no tener ningún miedo a la democracia. Porque una democracia asustada tiene los días contados.

 

 

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Contra los abusos: lucha de clases, de género, de raza https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/12/18/contra-los-abusos-lucha-de-clases-de-genero-de-raza/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/12/18/contra-los-abusos-lucha-de-clases-de-genero-de-raza/#respond Wed, 18 Dec 2019 06:45:30 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7951 alt --> A Cristina Seguí y a Alfonso Ussía, que difunden audios de una niña víctima de violación A Cayetana Álvarez de Toledo, una oligarca de las de antes que quiere llevar al PP a 1936 Que la sociedad está enferma lo demuestran las muchas luces de las calles y las pocas luces de la política, de … Continuar leyendo "Contra los abusos: lucha de clases, de género, de raza"]]> Contra los abusos: lucha de clases, de género, de raza

A Cristina Seguí y a Alfonso Ussía, que difunden audios de una niña víctima de violación

A Cayetana Álvarez de Toledo, una oligarca de las de antes que quiere llevar al PP a 1936

Que la sociedad está enferma lo demuestran las muchas luces de las calles y las pocas luces de la política, de los medios, de la empresa. La realidad parece un anuncio de Navidad pero no de colonia sino de guerra. Embellecida, oculta, maquillada, pero una guerra con víctimas y victimarios.

Cuando te gusta alguien, muestras una debilidad. Seguramente puedes dominar la situación, pero esa persona que te gusta tiene cierto control sobre ti. Si eres dueño de todas las cosas, eso que te agrada puedes poseerlo, como hace un rey caprichoso, un sátrapa, un faraón, un futbolista o el Presidente del Club, un productor de cine o un millonario: todo lo que desean lo hace suyo, por la fuerza o por el dinero, que es casi lo mismo.

Cuando tienes mucho dinero el riesgo de convertirte en un monstruo es enorme, porque no tienes los límites que tenemos los demás. Límites que construimos entre los iguales. Un millonario corre el riesgo de perder los límites porque puede convertirlo todo en una mercancía y comprarla y luego tirarla a la basura, romperla, desertizarla como si fuera un bosque al que talas todos los árboles o le prendes fuego porque es tuyo.

Nos hacemos seres humanos reconociendo los límites que nos ponen los demás. Cuando nadie te pone límites, terminas por desterrar toda la empatía. Igual que una bestia salvaje con una gacela, igual que un Rey, un sátrapa, un faraón, un futbolista con muchos contratos de publicidad o uno de pueblo con ensoñaciones de tenerlos, igual que un Consejero Delegado de una multinacional o el director de una agencia internacional.

Cuando alguien se cree poderoso y de pronto algo o alguien interrumpe su omnipotencia, se llena de un impulso enfermizo. Es muy probable que no vaya a celebrar a la otra persona, a reconocerle su gracia, su inteligencia, su belleza, su fuerza al fin y al cabo, sino que busque terminar con ese poder que le ha importunado, para subordinarlo, domesticarlo. Pagas por esa mujer que deseas y entonces la posees como si fuera una bestia encadenada a la que has domado. O la insultas. O la violas. O la matas. O la humillas con tus compañeros de cacería. Siempre hombres, claro, porque todos juntos celebráis una suerte de ritual que es antiguo porque no reconoce humanidad a la víctima del sacrificio. Puede tener 15 años pero es que es una puta que ha jugado contigo. Te cebas en esa mujer porque ya no es un ser humano, como pasaría con el enemigo en el campo de batalla. Enfrente no hay vida que debas respetar, no hay dignidad, no hay memoria ni llanto ni risa. Es el león al que has ido a pegar un tiro para sentirte más hombre y sobre cuya cabeza muerta pones luego la bota triunfante o mandas un vídeo a tu chat de cazadores.

Vas contra las mujeres, los indígenas, los negros, los homosexuales, los pobres, los analfabetos, los enfermos, como una forma de desterrar tu humanidad para sentirte más seguro. Porque respetar a los demás crees que te hace más débil y piensas que la humillación al frágil te restituye la fuerza y te pone en una suerte de pedestal donde te sientes seguro y tu tribu te respeta.

Contra esa gente inventamos, en el proceso de civilización, los derechos humanos. Que son siempre los primeros que les sobran a los poderosos, y a sus mayordomos de la extrema derecha, y a los mercenarios que trasladan ese argumento que dice que tienes derecho a no respetar a nadie y que, incluso, la víctima eres tú porque te quisieron manipular. Por ese abuso surge la lucha de clases, la lucha de género, la lucha de raza, la lucha contra cualquier discriminación. La guerra es cultural. Generar conciencia. Levantar todos los días una bandera: la de la fraternidad. Y cada vez con menos miedo. Y señalando a los canallas.

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La COP25 también va de correlación de fuerzas https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/12/16/la-cop25-tambien-va-de-correlacion-de-fuerzas/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/12/16/la-cop25-tambien-va-de-correlacion-de-fuerzas/#respond Mon, 16 Dec 2019 20:14:56 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7944 alt --> Cuando la correlación de fuerzas no da, nada se consigue. Los dirigentes de cumbre en cumbre. Los pueblos de valle en valle. Anegados por las aguas, desertizados, devastados. Y sin embargo contábamos en la Cumbre sobre el cambio con tres refuerzos para que tuviera éxito: en primer lugar, las conclusiones del 100% de los científicos … Continuar leyendo "La COP25 también va de correlación de fuerzas"]]> La COP25 también va de correlación de fuerzas

Cuando la correlación de fuerzas no da, nada se consigue. Los dirigentes de cumbre en cumbre. Los pueblos de valle en valle. Anegados por las aguas, desertizados, devastados.

Y sin embargo contábamos en la Cumbre sobre el cambio con tres refuerzos para que tuviera éxito: en primer lugar, las conclusiones del 100% de los científicos de Naciones Unidas que certifican que el calentamiento global es producto de la actividad humana. Han medido las subidas de la temperatura y han puesto fecha: no tenemos ni diez años para revertir las emisiones de CO2. El calentamiento de la Tierra tiene que subir menos de 2ºC y 1,5º sería lo inteligente. El CO2 que emitimos debe reducirse el 55% hasta 2030. Cifras que solo los mercenarios niegan.

En segundo lugar, la conciencia de la gente protestando en las calles, en la propia cumbre y en los medios de comunicación, especialmente la gente más joven, con la figura emblemática de Greta Thunberg. Gente que mira hacia adelante y se han asustado por el remedo de planeta que van a heredar.

Y en tercer lugar, el apoyo de los principales partidos, salvo los negacionistas de la extrema derecha que suman a sus bravuconadas delirantes la negación del cambio climático como una forma de desafío al sentido común propio de quien si no regüelda, eructa y se ventosea en público cree que le están robando su democracia. Es cierto que arrastran a la derecha neoliberal, pero chocan con la derecha tradicional que tiene ojos para ver lo que está pasando con los ríos, el agua, las lluvias, las cosechas, la contaminación o las cuatro estaciones que están desapareciendo. Pero han pesado más las grandes empresas y el modelo de consumo.

En esta cumbre de Madrid, que tuvo lugar porque en Chile el pueblo está en la calle pidiendo democracia, las principales potencias han demostrado que son rehenes de dos monstruos: las grandes empresas que necesitan beneficios enormes cada tres meses; pero también de un modelo de desarrollo que han inoculado a sus pueblos, que miden el bienestar por un consumo estúpido y que les permite gobernar como si drogaran a los electores aunque estén hipotecando el futuro.

El fracaso de la cumbre bebe del miedo que paraliza, del miedo que vacía la protesta, del miedo que nos hace escoger entre morirnos o matarnos. La gente está angustiada ante tanta incertidumbre laboral, ante el futuro de las pensiones, con la aceleración tecnológica y la destrucción de empleo, con una globalización que te convierte en impotente vista desde la ciudad o el pueblo en el que vives, miedo de no llegar a esa pauta de consumo que ves en los anuncios, las películas, las revistas, en youtube o Instagram. Y les viene bien que alguien les diga: tú tranquilo que lo más importante es que eres de aquí, aunque ese aquí sea España, Francia, Polonia, Hungría o Catalunya; tú tranquilo que la culpa no es tuya sino de otros, de los inmigrantes, de los que te roban y también de los izquierdistas; tú tranquilo que puedes hacer lo que te dé la gana porque yo, que soy tu político, soy igual de bravucón que tú. Y ese discurso se lo refuerzan los programas de variedades, las tertulias, los periódicos pantuflos y las radios tronitonantes y plurinecias, que son como la radio de los Hutus mandado a exterminar a los tutsies en Ruanda.

Repiten que no se puede cambiar nada para así quitarle la ilusión al pueblo y desactivar la rabia. La batalla es cultural: no quieren que imaginemos desterrados a los que quieren que la desertización del mundo y de la vida condenen a las mayorías a la desesperación y la resignación. Creyeron que después de la quiebra de Lehman Brothers la gente iba a colgarles de las farolas. Pero como no pasó nada, volvieron a apretar. Hay culpables de que las cosas no funcionen. Son los poderosos. El fracaso de la COP25 y su negativa a cumplir con el artículo 6 del Acuerdo de París que defendía los derechos humanos clarifica la postura del poder: nos quieren callados, encarcelados, envenenados o muertos. Tomemos nota.

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COP25: ¡Dejad de joder, salvajes! https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/12/14/cop25-dejad-de-joder-salvajes/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/12/14/cop25-dejad-de-joder-salvajes/#respond Sat, 14 Dec 2019 18:49:27 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7937 alt --> Trump acaba de hacerse otra vez el gracioso negando el cambio climático. ¿Como puede un descerebrado ser Presidente de los EEUU? Pues igual que puede un payaso ganar las elecciones en Gran Bretaña. Tardas menos en convertirte en un monstruo que aprender a respetar a los demás. Sumando que la comida basura embota el cerebro. … Continuar leyendo "COP25: ¡Dejad de joder, salvajes!"]]> COP25: ¡Dejad de joder, salvajes!

Trump acaba de hacerse otra vez el gracioso negando el cambio climático. ¿Como puede un descerebrado ser Presidente de los EEUU? Pues igual que puede un payaso ganar las elecciones en Gran Bretaña. Tardas menos en convertirte en un monstruo que aprender a respetar a los demás. Sumando que la comida basura embota el cerebro. La Cumbre sobre el cambio climático naufraga negándose EE. UU, China, India, Brasil y Sudáfrica a profundizar en los acuerdos logrados en la Cumbre de París de 2015. Con la edad hay cosas que no maduran, sino que se pudren.

Le pregunto todos los años a mis alumnos: ¿qué preferís, 50 euros hoy o 200 mañana? La mayoría dice que 200 mañana. Y vuelvo a preguntar: ¿50 hoy o 200 el curso que viene? Y la mayoría dice: "no, no, 50 hoy". Eso se llama en sociología "descuento hiperbólico", es decir, descontamos esa enorme ventaja de multiplicar la ganancia por cuatro por aquello de más vale pájaro en mano que ciento volando. Pero eso es estúpido y los seres humanos nos dotamos de instituciones, que son acuerdos entre todos nosotros para no hacer el gilipollas. Por ejemplo, para no consumir en poco tiempo todos los recursos que nos harán falta mañana. Las instituciones son acuerdos que nos dicen: espera, retrasa la gratificación porque te va a hacer más tarde. Son acuerdos construidos con inteligencia colectiva, dialogando y mirando al largo plazo. Son básicos para la supervivencia, sobre todo cuando son democráticos.

Hoy recordaba el Diputado Cañadas en la Asamblea de Madrid a Rajoy cuando dijo en 2007 aquello de "No podemos convertir el cambio climático en un problema mundial". Cuando lo que estábamos intentando lograr es que nos diéramos cuenta de que es un problema mundial y que había que institucionalizarlo globalmente. Porque solo hay un planeta, está conectado y lo que se rompe en un lado golpea a miles de kilómetros de distancia.

La derecha siempre ha negado sus desmanes, fuera la conquista de América, la esclavitud de África, el holocausto, los golpes como el del 36 en España, el del 73 en Chile o el 76 en Argentina, el robo de niños, la pederastia de la Iglesia o ahora el cambio climático. La derecha es muy amiga de ocultar sus desmanes porque siempre gana dinero con ellos y si salen a la luz se les termina la coartada.

El más necio de entre todos los necios de la derecha es Donald Trump porque es el que tiene más poder. Cuando los demócratas hicieron campaña en una ciudad del Oeste contra la obesidad con Michelle Obama, Trump se presentó ese día comiendo hamburguesas y patatas fritas y diciéndole a su pueblo: ¡Haced lo que os de la gana! ¡Yo os autorizo! Cuanto más estúpido eres, menos planes de futuro haces. Cuando te das cuenta suele ser tarde.

El desarrollo económico es esencial, y el aumento de la esperanza de vida y las mejoras médicas y el acceso al conocimiento. Pero si no hay aire, ni agua ni tierra limpias ninguna de esas ventajas lo serán. ¿Nos ponemos de acuerdo con el nivel de consumo que resiste el planeta? ¿Ajustamos nuestras necesidades a los limites del planeta?¿Entendemos que los países pobres tienen más necesidades de consumo que los ricos?¿Activamos la empatía y la inteligencia? ¿Mandamos un poquito de paseo a los negacionistas?

Podría ser una de las conclusiones del COP25 que se cierra este viernes en Madrid: señoras y señores negacionistas: váyanse un poquito a la mierda. Háganlo por toda la gente joven a la que tanto asustan.

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Una leve inclinación política a la derecha https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/12/11/una-leve-inclinacion-politica-a-la-derecha/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/12/11/una-leve-inclinacion-politica-a-la-derecha/#respond Wed, 11 Dec 2019 10:12:34 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7913 alt --> No sé si la tierra es plana, pero algo inclinada a la derecha parece que sí. Podemos en Euskadi aprueba los presupuestos del PNV, mientras el PSOE gobierna con los presupuestos que aprobó el PP en aquellos tiempos en que los socialistas se abstuvieron para que Rajoy gobernara. Más Madrid, para desbloquear seguramente, se ofrece … Continuar leyendo "Una leve inclinación política a la derecha"]]> Una leve inclinación política a la derecha

No sé si la tierra es plana, pero algo inclinada a la derecha parece que sí.

Podemos en Euskadi aprueba los presupuestos del PNV, mientras el PSOE gobierna con los presupuestos que aprobó el PP en aquellos tiempos en que los socialistas se abstuvieron para que Rajoy gobernara. Más Madrid, para desbloquear seguramente, se ofrece al PP para frenar a VOX, que es una escisión del PP. ERC se refrena y juega al marcha atrás mirando de reojo a la derecha pospujolista por si le hace daño en un tuit o en una regañina de recreo.  Unidas Podemos escribe una carta a sus votantes diciendo que todo todo no va a poder ser ahora y que con 35 diputados galopar galopar no se galopa. El ecologismo oficial baila con una balada de Alejandro Sanz bajo un icono popstar llegado del frío y mucho más decente que sus críticos, y que, en cualquier caso, recibe más atención que los niños sin futuro de África, Asia o América Latina que ya no tienen tierra ni para comérsela.

El PP, con hambre de Leviatán, empieza a lanzar OPAS hostiles a Ciudadanos, que había nacido para modernizar al PP y construir una derecha civilizada, con lo que todo vuelve a su rancio lugar. VOX ha arrastrado a Ciudadanos a su campamento de frontera, y de paso, a Cayetana Álvarez de Toledo, que de vez en cuando le recuerda al PP que es una basura si no tiene los huevos suficientes para pedir el fusilamiento inmediato de todos los que tienen menos cuello aristocrático que ella y no quieren a España como la quiere ella. Los sindicatos, en una yenka que despista, recuerdan aquella frase de Onassis cuando le dejó Jackeline Kennedy: "lo que más me duele de su abandono es que otro se entere de lo poco con lo que me conformaba".

Y la extrema izquierda sigue tan fuera de la realidad que cada vez que habla inclina el plano más hacia los que quieren orden, buscan un enemigo débil y sienten el mundo como una amenaza que reclama mano dura. El izquierdismo que no tiene ni puta idea de la correlación de fuerzas parece, como la Sión, de Matrix, un invento de los programadores de Matrix. Y algunos se extrañan del tirón de Greta Thunberg.

No sé si la tierra es plana, pero parece que el cuadrante de Sagitario con Capricornio lleva a toda la política hacia la derecha en un movimiento tenue, leve, casi imperceptible. Desde el norte viene una exposición de viejos guerrilleros republicanos. Los exhiben como al viejo Buffalo Bill en los circos del medio oeste. La entrada la cobran los que luchan contra la revolución y los muestran como trofeos inofensivos cargados de oxidadas y melladas armas inútiles.

Mientras tanto, en Cataluña, los antidisturbios, alentados por una gran propietaria, han desoído a la comitiva judicial que había paralizado la ejecución del desahucio y han entrado por el garaje. Ryan Air, que no es de la derechita cobarde no del empresariado cobarde, ha dicho a sus trabajadores que o renuncian a cualquier derecho laboral, incluido el salario, o que ya no les va a explotar más porque directamente va a despedirlos. Y el marxismo da pistas contra la explotación, pero alguna menos cuando directamente no tienes ni siquiera explotador y vas camino de ser lumpenproletariat y carne de cañón del ejército de la extrema derecha.

Crecen las ofertas navideñas de más gigas mucho más baratos para ver más series y más partidos de fútbol del siglo. Entretenidos y seducidos por la nostalgia de Juego de Tronos, poco a poco volveremos a la Edad Media, con quema de brujas incluida. Eso sí, todo con banda ancha y muchas luces navideñas.

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¿Ley mordaza digital? Un aviso para Unidas Podemos https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/11/28/ley-mordaza-digital-un-aviso-para-unidas-podemos/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/11/28/ley-mordaza-digital-un-aviso-para-unidas-podemos/#respond Thu, 28 Nov 2019 13:17:37 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7903 alt --> La convocatoria de las últimas elecciones fue un despropósito. Pero a la fuerza ahorcan. Todos los partidos se colocaron buscando nichos electorales, que es lo que se suele hacer cuando se convocan elecciones. El PSOE, que esperaba conseguir un gran resultado y, además, un mal resultado de Unidas Podemos, quiso utilizar la sentencia del Procés … Continuar leyendo "¿Ley mordaza digital? Un aviso para Unidas Podemos"]]> ¿Ley mordaza digital? Un aviso para Unidas Podemos

La convocatoria de las últimas elecciones fue un despropósito. Pero a la fuerza ahorcan. Todos los partidos se colocaron buscando nichos electorales, que es lo que se suele hacer cuando se convocan elecciones. El PSOE, que esperaba conseguir un gran resultado y, además, un mal resultado de Unidas Podemos, quiso utilizar la sentencia del Procés y la exhumación de Franco como espacios electorales, pero le salió el tiro por la culata.

En ese camino de no dejarle a la derecha rebañar votos del jaleo en Catalunya, decidió presentar una ley digital, que pronto fue bautizada dsde las redes como "ley mordaza digital", que se quiso justificar como una lucha contra las fake news y un medio de frenar a la Generalitat en sus amenazas de construir un espacio virtual catalán que quebrara la soberanía de la nación española. Por eso gozó del apoyo del PP y de Ciudadanos. Desde el atentado contra las torres gemelas, el poder en todo el mundo ha encontrado en la "lucha antiterrorista" ( la justificación para demediar el Estado de derecho en sus vertientes de derechos civiles y derechos sociales.

La ley está llena de disparates. El más grave: cortar internet y cerrar espacios digitales sin autorización judicial, lo que nos aproximaría en exceso a China, Arabia Saudí, Egipto o Turquía. La existencia de fake news no vale como excusa, porque las trolas organizadas vienen, todos los días, de los grandes medios de comunicación, a menudo sostenidas por los principales partidos políticos. No hay que olvidar que no hubiera existido Cambridge Analytica -responsable de victorias inmerecidas de políticos extremistas o del Brexit- si Facebook no le hubiera vendido nuestros datos permitiendo manipulaciones masivas. Y sin embargo, en el colmo de la cara dura, las fake news se utilizan como excusa para amordazar internet mientras Zuckerberg sigue haciendo de las suyas y Assange, por defender la transparencia, está en la cárcel.

Así que cuando un político, sin intervención judicial, decide que existe una amenaza inmediata y grave para el orden público, la seguridad pública o la seguridad nacional, el decreto autoriza a cerrar internet. Vamos, que el 15M, que ha saneado toda la rancia política española, nunca hubiera tenido lugar porque nos hubieran aplicado medidas propias de China.

Además, todo esto no afecta a las televisiones, cuando es evidente que los casos más flagrantes de manipulación han venido de ellas. La policía política del PP tenía una pata necesaria en los medios, a los que este decreto deja en paz. Curioso.

Unidas Podemos se ha abstenido, es decir, no ha votado a favor del decreto-ley y ha arrancado compromisos al PSOE de cara a la futura tramitación. ¿Ha hecho lo correcto? ¿Debía haber votado en contra? Es importante entender que con el voto en contra, el decreto-ley hubiera salido igual. Ha sido aprobado en la Diputación permanente con 50 votos a favor, , 10 en contra y 8 abstenciones. El planteamiento de Unidas Podemos ha sido abstenerse a cambio de cambios radicales en el decreto, principalmente prohibiendo que pueda cerrarse internet sin decisión judicial y quebrando derechos fundamentales. Es una pelea en donde no se puede ceder y por eso la abstención ha sido a cambio de que en cuanto haya gobierno se tramite un Proyecto de ley que tiene que ser radicalmente distinto al que se ha aprobado.

Unidas Podemos no tiene en esta legislatura 50 diputados y, por tanto, no puede presentar un recurso de inconstitucionalidad. Lograr que este decreto-ley se tramite como Proyecto de Ley que garantice la libertad en la red no es poca cosa. Y es muy bueno que la sociedad civil, como ha ocurrido, esté alerta.

Unidas Podemos debe tomar nota de lo que le vendrá cuando esté en el Gobierno. Lo que no explique bien, le vendrá rebotado como una bala. Lo que no pueda cambiar con sus 35 diputados y su presencia minoritaria en el Gobierno, debera contarlo desde la impotencia de esa participación minoritaria. Lo que tenga que asumir, debera equilibrarlo recordando cuál es el programa de su partido, que deberá actuar lealmente con el Gobierno que apoya pero también con sus militantes, sus votantes y su programa. Que no desaparece pese a que no haya obtenido una mayoría de votos para ponerlo en marcha. Y no debe olvidar en ningún caso que hay osos muy amorosos que siempre estarán empeñados en abrazarles.

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Algún clavo en la herradura del PSOE y ERC https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/11/27/algun-clavo-en-la-herradura-del-psoe-y-erc/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/11/27/algun-clavo-en-la-herradura-del-psoe-y-erc/#respond Wed, 27 Nov 2019 22:46:23 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7888 alt --> George Herbert lo dejó escrito en 1651 y más tarde lo retomó Benjamin Franklin:  Por un clavo se perdió una herradura, por una herradura se perdió un caballo, por un caballo se perdió un jinete, por un jinete se perdió una batalla y por una batalla se perdió un reino. Cuando uno mira hacia atrás … Continuar leyendo "Algún clavo en la herradura del PSOE y ERC"]]> Algún clavo en la herradura del PSOE y ERC

George Herbert lo dejó escrito en 1651 y más tarde lo retomó Benjamin Franklin:  Por un clavo se perdió una herradura, por una herradura se perdió un caballo, por un caballo se perdió un jinete, por un jinete se perdió una batalla y por una batalla se perdió un reino.

Cuando uno mira hacia atrás en la historia sabe que hay momentos en donde se tomaron decisiones equivocadas, que parecían un simple clavo, pero hicieron que casi todo se torciera. Es verdad que cuando las cosas toman un rumbo, lo hacen por muchas razones, pero hay momentos decisivos donde la historia puede tomar una dirección u otra por decisiones mal tomadas.Es en las encrucijadas en donde un simple paso en la dirección contraria te lleva a cientos de kilómetros de donde ibas.

La bestia fascista está despertando en todo el mundo, alimentada por unos EEUU que necesitan violencia para seguir siendo hegemónicos y por unos capitales que no piensan más allá de la cuenta de resultados de los próximos tres meses. A la bestia fascista no hace falta darle argumentos, porque, por lo general, no los necesita y nada es más estúpido que darles la más mínima cobertura a sus mentiras. Obrar políticamente como si no pudieran echarse a perder cuestiones básicas en situaciones de encrucijada, es un profundo error. Esto no es una invitación a la cobardía. Muy al contrario, es una invitación al coraje. Porque el coraje sin inteligencia es insensatez inmadura, como bien escribió Graham Greene en El cónsul honorario.

En España tenemos un profundo problema social, con millones de personas en riesgo de pobreza, con desahucios diarios, con pensionistas que no llegan a fin de mes, con universidades públicas y poco competitivas con matrículas caras, con una ciencia abandonada, con una violencia contra las mujeres que es propia de la Edad Media. Y también con un conflicto territorial que solo se puede solventar con inteligencia y comprensión.

Pero ninguno de estos problemas se va a solventar en un espacio vacío y aséptico. En todos y cada uno de estos asuntos va a estar la derecha salvaje, junto con sus recién ganados de la derecha que se está asalvajando, echando gasolina al fuego. No es tan complicado lo que está pidiendo ERC. Es propio de cualquier estado federal, con realidades territoriales diferentes. Y explicamos que la España autonómica se aproxima a un Estado federal. Es normal que exista un espacio de reconocimiento entre los diferentes gobiernos (hasta que la realidad territorial se normalice: hoy no ningún territorio en Alemania se siente al margen del conjunto, algo que sí pasaba hace 20 años). Es normal que el Estado central, esto es, el Estado federal, y los estados federados tengan un diálogo permanente. Es hora de trazar un plan territorial conjunto y aceptado sobre unos mínimos comunes compartidos. Y aunque no habría que decirlo, es importante no mentirse. De la misma manera, es importante entender que la aventura independentista unilateral ya no existe, que no ha ganada en Catalunya y que aún menos tiene el apoyo del resto de España. Que esa vía está cerrada y toca explorar otras políticas. No es tan complicado.

El diálogo es una exigencia lejos del "a por ellos" que solo alimenta intransigencia y clavos y clavos perdiéndose. Clavos perdidos que nos dejan mal pertrechados, indefensos, vulnerables y maltrechos ante el embate terrible de la extrema derecha y sus armaduras mediáticas y financieras.

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VOX y la España del "se le fue un poco la mano ¿Y qué?" https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/11/26/vox-y-la-espana-del-se-le-fue-un-poco-la-mano-y-que/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/11/26/vox-y-la-espana-del-se-le-fue-un-poco-la-mano-y-que/#respond Tue, 26 Nov 2019 10:10:28 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7883 alt --> Hay gente que confunde la tolerancia con la indiferencia. Pero no es lo mismo. Puede compartir tu ocio con gente que no sea tu amiga, igual que tus familiares son tu familia aunque estén en las antípodas de tu forma de pensar y de vivir. Pero no es verdad que puedes ser amigo de gente … Continuar leyendo "VOX y la España del "se le fue un poco la mano ¿Y qué?""]]> VOX y la España del "se le fue un poco la mano ¿Y qué?"

Hay gente que confunde la tolerancia con la indiferencia. Pero no es lo mismo. Puede compartir tu ocio con gente que no sea tu amiga, igual que tus familiares son tu familia aunque estén en las antípodas de tu forma de pensar y de vivir. Pero no es verdad que puedes ser amigo de gente que cuestione tus valores. Porque solo tienes una vida y la vida sin sentido es una mala vida. De tanto mirar para otro lado, se te rompe el cuello de la dignidad.

No puedes ser amigo de un racista si tú no lo eres, de la misma manera que no puedes ser amigo de un machista a no ser que le quites importancia a la tortura y asesinato de mujeres. Y no puedes hacer política al lado de un nazi sin que te den un poco igual los judíos o los campos de concentración. No puedes hacer política al lado de los de VOX si no tienes oído musical para su partitura contra las mujeres, contra la España plural, contra los inmigrantes, contra la izquierda, los sindicatos, contra la verdad y la ética periodística. Los de extrema derecha están entre nosotros a fuerza de mentir y porque tienen el altavoz de los medios de comunicación y el silencio cómplice en los bares. Que se asientan sobre siglos de dominación de las mujeres.

Dios creó el mundo, según el Génesis, poniéndole nombre a las cosas. Pidió ayuda a Adán para que le echara una mano. A Eva no le pidió su opinión. Y le echó la culpa de querer saber tanto como los dioses comiendo del árbol de la ciencia, el que estaba en el centro del Edén. El único árbol que estaba prohibido para que no nos hiciéramos desobedientes. "Parirás aún con más dolor" castigó la Biblia. Los poderosos siempre han amenazado con las siete plagas a los desobedientes. Y hoy, la principal amenaza contra los poderosos no viene de la izquierda, del ecologismo, de China o de los robots: viene de las mujeres. Y por eso os están matando. Y por eso los partidos de la extrema derecha, que son los capos de los Comandantes del campo, no se olvidan de atacar a las mujeres.

La España de VOX es la de "bueno, se le fue la mano ¿y qué?", la de "señora, no se meta en líos y haga caso a su marido" o la de "la maté porque era mía". Hay una España que es muy amiga de sellar los negocios usando los cuerpos de las mujeres como quien comparte su agua. Como si no hubiera un buen acuerdo comercial sin poner de rodillas a un tercero. La derecha de VOX, niega que se estén matando a las mujeres porque los hombres las consideran una propiedad. Algo que se aprende desde pequeños y que todos los días los anuncios y los realities lo reafirman.

En Europa, la derecha democrática no se junta con la derecha fascista. Pero en España, la derecha no viene de luchar contra los nazis sino que, muy al revés, viene de ser franquista y se encuentra a gusto entre banderas con mástiles enormes y recios como puños americanos, ríe las bravatas de taberna con puro y carajillo y comparte los chistes de Bertín Osborne sobre mariquitas y prostitutas igual que escucha las arengas bíblicas sobre pecadoras, brujas y putas sin alma ni derechos.

La España que propone VOX es aquella España cruel y asesina del "la maté porque era mía". Y el PP y Ciudadanos, hipócritas, hacen como que les molesta pero gobiernan con ellos. Durante demasiado tiempo, la derecha ha sido la del volquete de putas, la de cerrar acuerdos comerciales sobre los cuerpos de las mujeres, la de educar a los hijos en una masculinidad violenta y luego, te des de hostias o te vayas de putas, vas a misa y otra vez a lo mismo.

Hoy no ha sido asesinada una mujer más, la número 52 de este 2019. No. Hoy, un asesino más ha salido a la luz y estaba ahí y no me creo que no lo hayamos visto.

 

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Los ERE de Andalucía: la impunidad quebrada del bipartidismo https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/11/19/los-ere-de-andalucia-la-impunidad-quebrada-del-bipartidismo/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/11/19/los-ere-de-andalucia-la-impunidad-quebrada-del-bipartidismo/#respond Tue, 19 Nov 2019 13:27:43 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7873 alt --> La sentencia de los Expedientes de Regulación de Empleo en Andalucía forma parte de un paisaje de corrupción dibujado con los pinceles de la impunidad del bipartidismo. Aquella España de Cánovas del Castillo, con liberales y conservadores sucediéndose en el poder, con políticos eternos que vaciaban el Estado consecutivamente bajo la mirada amable de la … Continuar leyendo "Los ERE de Andalucía: la impunidad quebrada del bipartidismo"]]> Los ERE de Andalucía: la impunidad quebrada del bipartidismo

La sentencia de los Expedientes de Regulación de Empleo en Andalucía forma parte de un paisaje de corrupción dibujado con los pinceles de la impunidad del bipartidismo. Aquella España de Cánovas del Castillo, con liberales y conservadores sucediéndose en el poder, con políticos eternos que vaciaban el Estado consecutivamente bajo la mirada amable de la monarquía, la recuperamos en España a la muerte de Franco, que lo dejó la cosa en un único partido pero que no robaba menos.

La Constitución del 78 incluyó en su seno el sistema electoral y sentó las bases del nuevo bipartidismo: UCD-PSOE primero; PSOE-PP después. Y al igual que en el siglo XIX, se sentaron las bases de una suerte de pucherazo legal que reconstruía el bipartidismo sobrerrepresentando las zonas rurales, con una red electoral basada en el clientelismo (el viejo caciquismo), un capitalismo cortesano que recibía y otorgaba favores, unos negocios vinculados a las autorizaciones gubernamentales y una gran empresa amiga de la corte y dependiente no de la innovación ni de la competencia sino de la gracia que venía del Palacio de la Moncloa o de las sedes de los gobiernos autonómicos. Se cambiaron las cacerías y las procesiones por los palcos del futbol, pero la lógica se repetía. No hay gran empresa de construcción en España que no aparezca en algún sumario que investiga la corrupción en nuestro país. En España, los empresarios regalaban yates al Rey Juan Carlos.

El fraude de los ERE en Andalucía bebe de la impunidad del bipardismo. Hoy mismo, desde espacios rancios del PSOE y del PP se aboga por una gran coalición que oculte aquella etapa y regrese a la impunidad que siempre han tenido los del dinero. Pero esa España ya ha pasado página, aunque quiera regresar con viejas figuras histriónicas o con los gritos con VOX, muchos de cuyos dirigentes ya están imputados en tramas corruptas. No olvidemos que VOX es una escisión del PP menesterosa de cargos formada en esa escuela de bandidos.

La Junta de Andalucía socialista, que pensaba que iba a gobernar eternamente, cayó en errores parecidos a los del PP en Madrid, en Galicia, en Murcia o en el País Valenciano. Con una diferencia no pequeña: quebraron la ley, pero no se llenaron los bolsillos. Favorecieron a su partido con las redes clientelares, fueron dopados a las elecciones, alimentaron sus propios medios de comunicación y no cuidaron ni de los dineros públicos ni de la ética en los contratos públicos. Griñán se equivocó y los seis años de cárcel lo corroboran, pero toda la gente que le conoce habla de él como de una persona de bien. No se enriqueció con los ERE y ha pagado por su partido. No se dice lo mismo de González, de Granados, de Rato, de Bárcenas, de Aguirre, de Camps, de Matas y de los 1000 imputados del PP que decían que robaban para el partido pero robaban para ellos.

Eso no le quita al PSOE andaluz su culpa, pero el juicio de los ERE no puede servir para blanquear a los ladrones del PP. El problema de la corrupción se llama bipartidismo y todo lo que tocó, lo contaminó, incluso cuando esa impunidad bipartidista pactó con el PNV o con CiU, logrando que la impunidad se trasladara al País Vasco (es verdad que de manera más moderada) y, sobre todo, a la Catalunya pujolista del 3%. Contra la corrupción y su impunidad estalló el 15M.

La impunidad del bipartidismo ha encontrado su muro en la justicia y en la política. Con todos sus problemas y pese al PP, el Estado de derecho va funcionando en España, y los tres millones de votos de Unidas Podemos son una garantía de que no se van a repetir esos comportamientos. Es verdad que nadie de la Casa Real ha pagado por la corrupción, pero cuando Urdangarín entró en la cárcel, era una señala de que España había cambiado. Ahora se trata de consolidar ese cambio. Es decir, de superar en el gobierno el bipartidismo y dejar atrás esa España de oligarcas y caciques.

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El gobierno PSOE-Unidas Podemos y la teoría del Estado https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/11/18/el-gobierno-psoe-unidas-podemos-y-la-teoria-del-estado/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/11/18/el-gobierno-psoe-unidas-podemos-y-la-teoria-del-estado/#respond Mon, 18 Nov 2019 11:17:50 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7859 alt --> Teoría del Estado en el siglo XXI: revoluciones, de momento pocas y de derechas El auge de la teoría del Estado crítica, principalmente marxista, en los años 70 y 80 estuvo motivada por el papel del Estado y lo que la izquierda debía hacer al respecto. La globalización impugnó buena parte de la teoría política, … Continuar leyendo "El gobierno PSOE-Unidas Podemos y la teoría del Estado"]]> El gobierno PSOE-Unidas Podemos y la teoría del Estado

Teoría del Estado en el siglo XXI: revoluciones, de momento pocas y de derechas

El auge de la teoría del Estado crítica, principalmente marxista, en los años 70 y 80 estuvo motivada por el papel del Estado y lo que la izquierda debía hacer al respecto. La globalización impugnó buena parte de la teoría política, que había pivotado en torno al papel del Estado. En la torpeza, se dijo que la globalización había acabado con el Estado, cuando lo que estaba pasando era una mutación del Estado que abandonaba su condición de Welfare State y se ponía al servición de las grandes empresas y del sector financiero de la economía. La crisis del keynesianismo golpeó la credibilidad socialdemócrata, representada en su polémica con Lenin por los alemanes Karl Kautsky y Edward Bernstein, en donde el parlamentarismo era una herramienta de la emancipación social. La socialdemocracia empezaba a hacerse neoliberal con el auge de los Chicago Boys y los sucesivos premios Nobel de economía a Hayek, Friedman y sus amigos. Desde la izquierda, emergió el auge de los movimientos sociales que desconfiaban de nada que viniera de las instituciones, algo normal pues casi lo único que veían eran policías reprimiendo las protestas. Fue el momento del Cambiar el mundo sin tomar el poder de John Holloway: nada con el Estado, todo contra el Estado. Pero aquellas ideas, que se basaban en el zapatismo mexicano, perdieron fuelle. Con ellas, López Obrador no sería Presidente de México. La polémica también vale en Europa: ¿Hay que derrumbar el Estado porque es un instrumento del capitalismo? ¿Es, al contrario, un instrumento no de la burguesía sino de la clase que se hiciera con los mandos?¿Puede construirse el socialismo desde un Estado capitalista?¿Hay que renunciar a la revolución y buscar el cambio desde la vía parlamentaria? ¿Se ha reducido la política a una mera gestión de lo existente?

La derecha no ha estado muy preocupada con el sistema político, principalmente porque han ganado y porque cuando algo no le ha gustado, ha pateado el tablero. Después de la derrota en 1945, empezaba a ganar la guerra fría. En realidad, no necesitaba una teoria de Estado y menos crítica. De hecho, les costaba hablar del "Estado", y preferían hablar del "sistema" o de cualquier otra cosa antes que del Estado, que les sonaba a bolchevique y a teoría izquierdista. Es muy importante entender que el liberalismo no es una teoría positiva de la realidad, es decir, no explica lo que las cosas son. Es una teoría normativa, esto es, dice lo que las cosas debieran ser. Por eso decía que el Parlamento representaba a la nación cuando la mitad de la nación, las mujeres, no tenían derecho al voto.

Pero el liberalismo, esa doctrina que nace en el siglo XVI contra las monarquías absolutas, se hizo aún más mentirosa cuando se articuló contra el Estado social. Los liberales nunca han visto en su teoría a los negros, a los indígenas, a los pobres, a los trabajadores que no tenían renta (ahora mismo, las clases medias blancas bolivianas, que no quieren compartir ese espacio de clase media con los indígenas, han salido a "cazar indios" como se cazaban pobres en la Revolución Francesa. Y se estan cebando en especial en las mujeres indígenas). Es esa invisibilización de los que no se quiere considerar como iguales lo que llevó al liberalismo a despreciar a las mujeres, que tampoco estaban en el foco de su reconocimiento, que no eran personas plenas y por tanto no eran ciudadanas. Hasta que el siglo XX consiguieron el sufragio y nuevos derechos con la presión de feministas vinculadas a movimientos progresistas. El liberalismo en el siglo XX ha hecho ideología y no ciencia sobre la teoría del Estado porque ha sostenido que el Estado es plural, que los gobiernos reflejan la supuesta pluralidad de la sociedad y que la lucha de clases, es decir, la tensión entre los que trabajan y los que contratan no existe en el ámbito estatal. Quizá por eso los liberales siempre han estado en contra de los partidos de izquierda, de sindicatos, del derecho de huelga y, llegado el caso, de las leyes mordazas o de la violencia contra el orden vigente. El liberalismo tiene una teoría normativa sobre el Estado que busca el consentimiento ciudadano, la obediencia, la legitimidad del poder.  Lo que sí tiene el liberalismo es una teoría del golpe de estado. A menudo simplemente guardando silencio. No hay liberalismo sin guerras ni golpes, porque el liberalismo es la teoría política del capitalismo. Ahora que la izquierda ha renunciado a la lucha armada, la derecha está regresando a los golpes de Estado, como estamos viendo en Bolivia. Eso no significa que la izquierda deba regresar a la violencia: significa que la derecha neoliberal e integrista está crecida y decidida a acabar con la democracia en cuanto tenga ocasión. El fascismo y el liberalismo son dos caras del capitalismo. Una cuando en el mercado pueden obtener sin problema los beneficios; otra para momentos de crisis.

con un Estado neoliberal ¿se puede hacer algo más que neoliberalismo?

La perspectiva de un gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos abre interrogantes sobre los que la teoría del Estado ha reflexionado. El PSOE es un partido socialdemócrata que, como toda la socialdemocracia, sea europea o americana, ha devenido en "socio-liberal". Esto es, gestiona lo existente, no critica el modelo neoliberal pero tiene predisposición la existencia de un porcentaje de gasto social que vaya a ayudas sociales que moderen la exclusión que genera este modelo. Recordemos que el PSOE apoyó el Tratado de Maastricht, que neoliberalizó la economía española. Fue igualmente el que reformó el artículo 135 de la Constitución, neoliberalizando los derechos sociales al subordinarlos al pago de la deuda. La reciente sentencia del TC basada en las reformas laborales del PSOE y del PP, considerando "procedente" el despido de quien esté de baja más de 9 días en dos meses, supedita el derecho constitucional a la salud a los beneficios empresariales. La deriva socio-liberal del PSOE es evidente. Que se modera con la amenaza de las nuevas formas de fascismo que expresan las nuevas ultraderechas europeas y la española, menos novedosa -es el conservadurismo católico y monárquico de los siglos XIX y XX- pero no menos amenazante.

El Marx de El manifiesto comunista sostenía que el Estado es el consejo de administración que gestiona los intereses generales de la burguesía. Esta afirmación tiene su ambiguedad, porque si el Estado tiene que defender los intereses "generales" de los burgueses, puede inclluso en un momento dado ir en contra de alguna fracción de la burguesía -como hizo Napoleón III- cuando se empecina en algún asunto y pone en peligro los intereses globales del capital.  Sin embargo, la lectura más común de este párrafo no es esa. La interpretación más común de esta afirmación de Marx (y Engels) -hecha en un panfleto urgente cuando tenían 30 años- es que el Estado es un instrumento de la clase burguesa y que, por tanto, es imposible la revolución con su ayuda e, incluso, con su mera existencia.

El cambio social, por tanto, tiene que venir de los movimientos sociales, de los excluidos, de los subalternos, de los que están descontentos con su situación y ven sus demandas insatisfechas. Y esa insatisfacción se convierte en un un factor para el cambio. Desde el instrumentalismo, un matiz desde el marxismo cuyo autor de referencia es Miliband, se planteó que el Estado es un dispositivo que, como ocurre con un coche, puede girarse hacia la derecha o hacia la izquierda. Lo que es una ingenuidad, porque el Estado deja hacer unas cosas y, en cambio, dificulta otras. Ignorar esto cuando entras en el Estado es la mejor garantía para estrellarse. Fue Nikos Poulantzas, un griego afinado en París, quien construiría una síntesis de estas discusiones. Le debemos a Bob Jessop la expresión más clara de esa síntesis: el Estado es una condensación de las luchas de clases del pasado, que han ido construyendo un Estado donde los ganadores de las peleas sociales han ido dejando su sesgo. La conclusión es que para el Estado es más fácil atender a unas demandas que a otras. Sin embargo, que al final esa inclinación se imponga depende de la correlación de fuerzas. Para inclinar la correlación de fuerzas, estar a los mandos del Estado ayuda, pero en absoluto basta. Por eso los grandes cambios se hacen con el apoyo popular presionando en las calles.

El preacuerdo entre Unidas Podemos y el PSOE ha vuelto a abrir las preguntas acerca del papel del Estado en el cambio social. En Europa, le ha correspondido a la socialdemocracia gestionar socialmente el capitalismo, ayudado por las presiones de los partidos a su izquierda y de los sindicatos. Pero con la llegada de las crisis económicas, los partidos de la Internacional Socialista fueron abandonando progresivamente los contenidos socialistas y, al contrario, fueron introduciendo las propuestas neoliberales. Decía Jesús Ibáñez que solo los partidos de izquierda pueden hacer las políticas de la derecha. Es algo paradójico y terrible, porque si hubiera sido la derecha la que hubiera implementado el neoliberalismo hubieran encontrado en todos los países la confrontación que encontró Margaret Thatcher en Gran Bretaña. El resultado final puede ser similar (la victoria de los neoconservadores), pero cuando los recortes vienen de la izquierda y están sancionados sindicalmente, la posibilidad de contestarlos en la calle es menor. Contra esta derechización del PSOE nació Podemos. Y si el PSOE ha sobrevivido es porque ha podemizado su discurso. ¿Lo hará también con sus prácticas?

La caída de la Unión Soviética terminó con las respuestas integrales al capitalismo. Mientras que la derecha tiene su utopía -convertir cualquier deseo en un derecho siempre y cuando se mercantilice, aunque sea tener un hijo- la izquierda ha perdido su utopía. Su programa político y económico consiste en detener los golpes del neoliberalismo, hacer políticas económicas a medio y largo plazo (frente a la inmediatez que mandan las plataformas tecnológicas o los fondos de inversión), mantener la agenda por la igualdad social reduciendo las desigualdades de clase, género y raza, frenar el deterioro medioambiental y apostar por lo común, esto es, por todo aquello que ensanche la conciencia y la emancipación de los seres humanos en el momento concreto en el que nos encontramos.

La izquierda parte de su derrota en el siglo pasado. Los obreros que se convirtieron en clases medias después de la Segunda Guerra Mundial votaron a Margareth Thatcher 25 años después. El laborismo inglés o el SPD alemán se hicieron de derechas. Las grandes coaliciones son eso. Y el desmantelamiento del Estado social es una consecuencia de esas renuncias ideológicas. Por eso, en el siglo XXI, las propuestas socialdemócratas del siglo XX, abandonadas por partidos socialistas como el PSOE, parecen bolcheviques. Las alternativas al modelo neoliberal en América Latina redistribuyeron la renta, pero no redujeron el porcentaje del capital en el PIB, aunque disminuyeron enormemente la pobreza. El socialismo ha estado y seguramente está fuera de los partidos socialistas

Se gana el gobierno, no el poder

El Estado en el que va a participar Unidas Podemos será, en cualquier caso, un Estado heredado de los siglos pasados, el Estado construido desde los Reyes Católicos, retado por los liberales fusilados en las playas y ahorcados en las plazas por los Borbones, apuntalado por Cánovas del Castillo, escrito en piedra y sangre durante el franquismo y restaurado por Juan Carlos I y el PSOE. El Estado, según Jessop, es una condensación de las relaciones sociales del pasado y de cómo se solventaron los conflictos, y de cómo las luchas actuales enfrentan esas tendencias. Las luchas en los últimos siglos las han ganado los hombres contra las mujeres, el capital sobre el trabajo, los blancos sobre negros, indígenas, gitanos, el centro sobre la periferia. Todas esas victorias llenan el Estado de sesgos. El Estado español es patriarcal porque en el conflicto entre los hombres y las mujeres -la guerra de los hombres contra las mujeres- han ganado los hombres buena parte de las batallas. Y siguen amenazando las ganadas, como pasa con el aborto. Por eso las manadas y las agresiones sexuales contra las mujeres siguen ahí y por eso los jueces no terminan de entender que una agresión sexual no puede reducirse en su brutalidad llamándola abuso sexual. Es entonces cuando entra en juego la correlación de fuerzas. Las mujeres peleando sus derechos confrontan con el Estado patriarcal y ganarán o perderán esos derechos. Por tanto, el Estado tiene sesgos que generan selectividades en el quehacer del Estado.

Al Estado español le resulta más fácil satisfacer unas demandas que otras y tiene para ello muchas herramientas. Esa selectividad, esa inclinación hacia unas demandas y no hacia otras,  claro que puede devorar a todas las personas que pretendan cambiar las políticas y la sociedad desde el Estado y desde el gobierno. Pero también tiene enormes potencialidades. El Estado social se construyó contra el Estado heredado y los poderes tradicionales, de la misma manera que el Estado neoliberal se está construyendo contra el Estado social heredado y, principalmente, desde el Estado. El neoliberalismo se construyó intelectualmente desde la sociedad civil, con universidades, think tanks, revistas, traducciones, seminarios, becas y medios de comunicación. Pero se consolidó desde el Estado con Juan Pablo II, Thatcher, Reagan, Kohl, Felipe González, Tony Blair, Jimmie Carter o Bill Clinton.

La cuestión importante está en la suma de lo que Gramsci llamaba el Estado ampliado junto con el Estado estricto (lo que todos entendemos que forma parte del Estado, jueces, militares, hacienda, ministros). El Estado ampliado es esa parte de "no Estado" pero que es esencial para que el Estado pueda operar sus políticas. Aquí está la sociedad civil y su capacidad de crear hegemonía, esto es, la capacidad de convertir en sentido común una idea que, a su vez, permita que mucha gente de diferentes lugares defienda el sistema político existente.  Gramsci lo llamaba un bloque histórico, es decir, diferentes tipos de trabajadores a los que han convencido, y fracciones de la burguesía compartiendo un modelo y defendiéndolo. El Estado en sentido estricto aporta esa selectividad hacia determinadas cuestiones escrita en todos los rincones del Estado (de las leyes a los protocolos, las tradiciones, la composición de clase, género y raza de las altas instituciones del Estado, el constitucionalismo, las relaciones con el poder, etc.). Expresado en un ejemplo: es más fácil que sea Ministro de Asuntos Exteriores o Presidente del Banco Central un hombre que una mujer, un catedrático que un rider o una kelly, un blanco que un gitano. No tiene por qué ser así, pero esa selectividad del Estado inclina para que sea así a no ser que cambie la correlación de fuerzas.

Es en esa suma entre los sesgos del Estado y de sus herramientas, junto a ese Estado ampliado de la sociedad civil, donde se encuentran las enormes dificultades que enfrentará el Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos. Pensemos que estamos hablando de los funcionarios, especialmente los altos, los economistas del Estado, los abogados del Estado, los que llevan dos décadas en la administración (que son reacios a hacer las cosas de manera diferente y que pueden ver su puesto vinculado al bipartidismo), de la idea de nación presente en los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, en la procedencia social de jueces y fiscales, en el género de los órganos de gobierno de los jueces, en la propiedad de los medios de comunicación, en el conservadurismo de la jerarquía de la iglesia católica en España, en la impunidad histórica de los ricos, en los usos y costumbres clientelares del capitalismo español, en la composición de las patronales, en las presidencias de los clubes de fútbol, en el sindicalismo, en las cicatrices franquistas de la universidad española... A todo esto hay que añadir dos limitaciones enormes que tienen que ver con la globalización y con la construcción regional de Europa. Los fondos de inversión, los bancos, las agencias de rating, las instituciones financieras internacionales, la Comisión Europea o los tribunales de la competencia están todas construidas con la lógica neoliberal durante 50 años. La hegemonía norteamericana es igualmente brutal, hasta el punto que puede decidir si comercias con Cuba o si formas parte del robo del petróleo en Irak o del litio en Bolivia. España no puede luchar contra estos gigantes en solitario. Y además, Unidas Podemos no es toda España. La conducta mafiosa de la Unión Europea contra Tsipras y Syriza en Grecia es algo de lo que tiene que aprender mucho el gobierno del PSOE y Unidas Podemos.

¿Un gobierno burgués? ¿Un gobierno para frenar a la derecha? ¿Un gobierno para el cambio?

Las posibilidades de cambio tienen mucho que ver con la nueva conciencia que generó el 15M y que rompió el bipartidismo en España. Pero el sistema reaccionó y tomó sus medidas. Con esa lógica sistémica se inventó a Ciudadanos y por lo mismo lo ha dejado caer cuando no le ha sido útil. Unidas Podemos no va a poder cambiar España con 35 diputados en una legislatura. Y tampoco lo podría hacer con 176. Los cambios son lentos, requieren el apoyo popular y para eso es esencial poder explicar qué se está haciendo. Hay asuntos que se pueden cambiar porque la correlación social de fuerzas ha cambiado. El caso del feminismo es evidente y la enorme confrontación que proviene de la derecha tiene que ver con la cercanía de la victoria. Otros van a reclamar mucha conciencia, mucha explicación y mucha participación ciudadana. Y son determinantes: la robotización de la economía, el calentamiento global, la competencia de China, el envejecimiento de la población.

Pablo Iglesias ya ha mandado un recordatorio a sus militantes y votantes diciéndoles que no todo el programa se va a poder cumplir. Es honesto. Recuerda de alguna manera a la carta que mandó Lula al FMI cuando ganó las elecciones en Brasil. Dijo en aquella carta que no podrían lograrlo todo. Sacaron a 35 millones de personas de la pobreza. ¿Hay riesgos de que Unidas Podemos fracase, de que se vea atrapada por las políticas neoliberales y deje de ser útil como herramienta de emancipación? Sin duda.

Y si Podemos entra en el Gobierno sin empezar a reforzar el partido se equivocará irremisiblemente. Ha sido la experiencia de todos los gobiernos de cambio del mundo: sin un partido-movimiento que acompañe, alumbre, delibere y decida, la lógica gubernamental suele devorar a sus hijos. ¿Significa esto que sería mejor no entrar en el Gobierno? Ya hemos visto en España que eso significaría a ciencia cierta la puesta en marcha de políticas neoliberales que solo podrían ser contestadas desde la calle. La extrema izquierda siempre habla de que las condiciones objetivas están maduras para un salto revolucionario. Siempre se olvidan de las condiciones subjetivas. En el momento actual, el "cuanto peor mejor" es una estupidez porque el empeoramiento de la vida de la gente alimenta a la extrema derecha. Las herramientas y el dinero de la extrema derecha derrotan a las herramientas y la ausencia de dinero de la izquierda. La creación de una ciudadanía organizada, crítica y comprometida reclama instrumentos que no están al alcance de cualquiera. Renunciar a estar en el gobierno redireccionando al Estado no sería hacer política para hoy. Es legítimo, pero sería renunciar a cambiar las cosas aquí y ahora.

La tarea de Unidas Podemos en el Gobierno tiene que ver con cuatro grandes asuntos: (1) frenar un probable gobierno alternativo donde esté presente la derecha y, en su caso, de la extrema derecha; (2) hacer virar al Gobierno y a la Unión Europea desde posiciones neoliberales a posiciones socialistas acordes con la Constitución y aprovechando el compromiso social de nuestros textos constitucionales (y que marcan un conflicto constitucional en España y en Europa contra el neoliberalismo anticonstitucional);  (3) abrir vías institucionales que permitan alumbrar una democracia más profunda (democratizar las instituciones del Estado, especialmente la judicatura, con un especial énfasis en las desigualdades de género; buscar un nuevo consenso territorial; incrementar la participación ciudadana en todas las políticas públicas y en la gestión del Estado; fomentar la organización social; ayudar a la democratización de las empresas; dignificar la memoria; mejorar los sistemas electorales; reforzar la lucha contra la corrupción; fomentar el respeto a los derechos humanos en los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado (4) acompañar el empoderamiento social en su voluntad de construir una ciudadanía crítica y organizada.

Hay que intentarlo

Para una fuerza política de izquierdas, quedarse fuera del Estado es un error, porque las posibilidades de incidencia se reducen y porque no se refuerza ningún cuerpo social alternativo. Eso no significa que se vayan a lograr de una vez los cambios estructurales que se buscan. La capacidad de que se oigan en el Consejo de Ministros voces de fuera del bipartidismo que recuerden lo que alguna vez fue el socialismo, ahondado con una mirada ecologista, feminista, plurinacional e internacionalista, ensancha las posibilidades de nuestra democracia. ¿Riesgos? Ya los hemos visto.

Y por eso es necesario que Podemos recuerde la experiencia de la socialdemocracia europea, cuando el Gobierno, la fracción parlamentaria y el partido eran tres órganos de un mismo proyecto político pero con tareas diferentes, a veces complementarias y otras en confrontación.

El Gobierno tendrá una sola voz sobre los temas de Gobierno, pero tanto el PSOE como partido, como las formaciones que integran Unidas Podemos, tendrán su programa siempre insatisfecho, buscarán una mayor incidencia social constantemente apelando a la utopía y reclamando las urgencias sociales, y recordará que sus objetivos políticos siempre serán más ambicioso que lo que se puede desarrollar ahora mismo en un Gobierno de la Unión Europea.

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España, la izquierda y sus símbolos https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/11/14/espana-la-izquierda-y-sus-simbolos/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/11/14/espana-la-izquierda-y-sus-simbolos/#respond Thu, 14 Nov 2019 17:29:52 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7852 alt --> España ha sido durante demasiado tiempo una sociedad anónima propiedad de aristócratas, señoritos, banqueros, obispos y algunos malos militares que nunca desearon ganar batallas sino a otros españoles. Durante el siglo XIX, los liberales se enfrentaron a los reyes felones. Uno de los peores, Fernando VII, era un Borbón que odiaba a España y llamó … Continuar leyendo "España, la izquierda y sus símbolos"]]> España, la izquierda y sus símbolos

España ha sido durante demasiado tiempo una sociedad anónima propiedad de aristócratas, señoritos, banqueros, obispos y algunos malos militares que nunca desearon ganar batallas sino a otros españoles. Durante el siglo XIX, los liberales se enfrentaron a los reyes felones. Uno de los peores, Fernando VII, era un Borbón que odiaba a España y llamó a los franceses en número de cien mil a que asesinaran a los verdaderos españoles. La estirpe de Torrijos reclamó otra patria y otros españoles la pintaron, la cantaron y la versaron mientras los monárquicos les fusilaban a la orilla del mar.

La pelea contra los que se han robado España no es fácil. Todos los símbolos del país los han usurpado los oligarcas. La monarquía confundió la nación con su propia bandera y por eso echaron a Carlos IV en 1808. Pero los Borbones continuaron y también su bandera. Cada vez que disparaba contra el pueblo, lo encarcelaban, le robaban o le mandaban a guerras absurdas lo hacían con esa bandera marcada por el privilegio.

La izquierda que empezó a pensar la democracia a finales del siglo XIX se posicionó contra lo que existía. Y al igual que los revolucionarios franceses, que se pusieron a la izquierda del rey para marcar distancias físicas y simbólicas con los que se sentaron a su derecha y defendían sus privilegios, la izquierda construyó su relato contra los símbolos de una derecha que era monárquica, latifundista, autoritaria, católica y centralista. Y en esa pelea, empezó a perder los símbolos. La II República inventó una nueva bandera y recuperó un himno. Juntos representaban a una España democrática, federal, plurinacional y moderna. Pero el golpe de Estado de 1936 y la victoria del franquismo con la ayuda de Hitler y Mussolini, regresaron la bandera monárquica, el himno, el peso de la cruz y el centralismo.

A la muerte de Franco, los partidos que llevaban en su nombre la palabra "republicanos" no pudieron presentarse a las elecciones de 1977. Para disimular, se quitó el águila de San Juan del escudo de la bandera roja y amarilla franquista y se puso como escudo la corona. A ver si con eso se nos pasaba el franquismo. Magro avance.

Por eso hoy, los políticos del PP van a declarar a juicios donde han robado a España con la bandera de España en la muñeca y los políticos de VOX, que hablan de España como si fuera suya, vienen del partido que más ha robado a España y ya están demostrando su nulo apego a las leyes y su apego al dinero de los demás. La extrema derecha siempre ha robado en todos los países y siempre tratan de tapar sus robos con enormes banderas.

Si nos descuidamos, estos malos españoles nos vuelven a robar España. La verdadera. La del pueblo. Y por eso, son tan bastardos de hablar de golpes de Estado para no reconocer el resultado de las elecciones, quieren prohibir y encarcelar a los que no piensan como ellos o son tan asquerosos e inhumanos como para insultar a las 13 rosas.

Que no vuelvan a pasar estos guerracivilistas. Porque en su España solo caben ellos y, de rondón, los que tienen el miedo en el cuerpo, los que permiten sus robos esperando que caigan migajas y los que se ríen de sus bravuconadas esperando algún momento ser igual de bocazas que ellos. Es decir, solo caben ellos y los que se envilecen para estar con ellos. Qué falta hace esa España de pie que nunca tuvo miedo.

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Claro que se puede https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/11/13/claro-que-se-puede/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/11/13/claro-que-se-puede/#respond Wed, 13 Nov 2019 14:47:21 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7844 alt --> Dijimos que sí se podía. Con el preacuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos  se ha hecho cierto que es posible un gobierno de progreso en España. Un cambio sustancial de la política española desde la recuperación de la democracia a la muerte del dictador. Hoy es posible caminar hacia las grandes reclamaciones del 15M. … Continuar leyendo "Claro que se puede"]]> Claro que se puede

Dijimos que sí se podía. Con el preacuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos  se ha hecho cierto que es posible un gobierno de progreso en España. Un cambio sustancial de la política española desde la recuperación de la democracia a la muerte del dictador. Hoy es posible caminar hacia las grandes reclamaciones del 15M. Una democracia real que cumpla con los requisitos de una democracia que merezca ese nombre. Aún más en un momento en el que la emergencia electoral de VOX llama al compromiso de los demócratas.

Las tareas que hay por delante recogidas en el acuerdo son descomunales y esperanzadoras. Una defensa del trabajo digno y bien remunerado. La lucha decidida contra la corrupción. La protección de la educación, impulsando las escuelas infantiles de cero a tres años, que es la única forma de que los cuidados dejen de ser tarea exclusiva de las mujeres. Cuidar la sanidad pública y devolver la atención a la dependencia. Las pensiones, que no pueden estar al albur de un gobierno neoliberal. Hay que blindarlas y actualizarlas al costo de la vida para que nuestros mayores pierdan el miedo. Es hora de que en España, un país que metió sus ahorros en las casas familiares por culpa de un Estado débil y poco democrático, la vivienda sea un derecho y no una mercancía. La ciencia impulsada públicamente es esencial en el páis del "que inventen ellos" de Unamuno. Y además, debe ser el motor de la innovación económica para que dejemos de ser un país que pone copas y limpia habitaciones, trabajos muy dignos pero que frenan el desarrollo cuando se convierten en la única salida. Deben poder votar los emigrados y hay que dignificar la ciencia. Y hay que recordar con Bertold Brecht que de nada sirve luchar contra el nazismo o contra el cambio climático si uno se olvida de lo que los genera, que es un sistema enloquecido que solo atiende al beneficio en el corto plazo.

Lejos de ataduras religiosas, la eutanasia debe regularse, y la cultura debe volar con recursos a la altura del siglo XXI, porque la gente culta ensancha el espíritu y decide sobre su buena vida y su buena muerte.

El compromiso con las familias cuesta dinero. Hay que dedicarlo para que los cuidados no sean solo una tarea de las mujeres y para que una ley integral contra la violencia machista ponga fin a esa lacra que nos lleva a la edad media.

El eje de este gobierno no es solo social, sino también territorial. Y eso se llama diálogo, diálogo, diálogo dentro de la Constitución, que permite muchas cosas aunque los que se llaman constitucionalistas las nieguen. Bien lejos del "a por ellos" de unos y otros.

Cualquier economía europea tiene que cumplir con las reglas inmorales que dicta la Unión Europea. Pretender solventar las presiones del fascismo financiero en un chasquido de dedos es ingénuo. Pero se deberá hacer ver a los burócratas de Bruselas que no pueden ser las mayorías los que paguen las fiestas de las minorías. Y hay que ir caminando hacia una Europa que revise las políticas de austeridad que solo han servido para hacer crecer a la extrema derecha y para que Europa pierda la carrera de la innovación.

Y también está el regreso de nuestros emigrados y la anulación del voto rogado y las exhumaciones de asesinados por el franquismo y la fiscalización radical de las casas de apuestas y el florecimiento de las universidades públicas y la independencia de la televisión pública...

Todas estas cosas están pendientes desde hace décadas. Con un gobierno de la izquierda, que rompe con un esquema rancio del pasado, comienza una nueva etapa en España que acaba con los 40 años de dictadura y los 40 de convalecencia. Los poderosos nunca han permitido que entrase en el gobierno español unpartido a la izquierda del PSOE. Hoy ya estamos escuchando los ladridos rabiosos de los que siempre han alimentado golpes de Estado y fusilamientos al amanecer. Y los medios de comunicación van a alimentar ese discurso para sembrar el miedo. Pero su ira es la señal inversa de lo alcanzado. Si Unidas Podemos no hubiera aguantado, hoy tendríamos en España un gobierno de Sánchez y una VIcepresidencia de Albert Rivera. Los que pelearon desde Podemos para ese resultado están ya donde les corresponde. Gracias a los que aprendieron de la historia hemos llegado hasta aquí. Hoy, en España, es un día de alegría para toda la gente que no se rindió ni se dejó comprar. Enhorabuena desobedientes.

 

https://m.youtube.com/watch?v=2USqiXj7rTc

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Golpe de Estado en Bolivia: Trump contra la democracia https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/11/12/golpe-de-estado-en-bolivia-trump-contra-la-democracia/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/11/12/golpe-de-estado-en-bolivia-trump-contra-la-democracia/#respond Tue, 12 Nov 2019 11:59:52 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7835 alt --> En Bolivia, la derecha blanca nunca aceptó que un indígena ganara las elecciones. Igual que la minoría blanca nunca aceptó que Mandela quisiera la igualdad en Sudáfrica. La derecha blanca y la derecha sudafricana siempre tuvieron el apoyo de Gran Bretaña y de los Estados Unidos. Los gobiernos de Evo Morales han mejorado el PIB … Continuar leyendo "Golpe de Estado en Bolivia: Trump contra la democracia"]]> Golpe de Estado en Bolivia: Trump contra la democracia

En Bolivia, la derecha blanca nunca aceptó que un indígena ganara las elecciones. Igual que la minoría blanca nunca aceptó que Mandela quisiera la igualdad en Sudáfrica. La derecha blanca y la derecha sudafricana siempre tuvieron el apoyo de Gran Bretaña y de los Estados Unidos.

Los gobiernos de Evo Morales han mejorado el PIB de Bolivia como nunca en su historia. Ha mejorado la vida de millones de bolivianos. Ha devuelto la dignidad a los nadies, permitiendo que coman tres veces al día, que aprendan a leer y a escribir, que puedan tener una vivienda decente, una nevera y una lavadora, viajar e ir a la universidad. Cosas que la minoría blanca siempre tuvo y a la que molesta que los cholos hagan lo mismo que ellos hacen.

Las últimas elecciones venían cargadas de ruido. Los medios de comunicación, propiedad de la oligarquía boliviana, nunca han dejado de atacar a Evo Morales. Con motivo del referéndum sobre la reelección, los medios inventaron que Morales tenía un hijo ilegítimo y le atacaron de manera durísima. Fue determinante en el resultado. Al día siguiente de que perdiera por la mínima el referéndum, los medios reconocieron que el hijo no era del Presidente. Pero el bulo ha regresado cada elección. Además de los ataques, en unos medios que actúan como un oligopolio, tachando día sí y día también a Evo Morales como dictador, corrupto, analfabeto o enemigo de la patria. Siempre con el apoyo, claro, de gente como Vargas Llosa.

En el sistema boliviano, para ganar en primera vuelta se necesita tener más del 50% de los votos o sacarle diez puntos al siguiente. De lo contrario, toca ir a segunda vuelta. Errores de los que tendrá que rendir cuentas el responsable, llevaron a Evo Morales a aceptar una auditoría de la OEA, una organización a día de hoy controlada por los Estados Unidos de, recordemos, Donald Trump. La auditoría zanjó, sin muchas pruebas y con la presión de Estados Unidos, que hubo irregularidades y Morales aceptó el resultado ordenando que se repitieran las elecciones. Pero la derecha ya estaba en la trama golpista. De hecho, llevaban meses en la trama golpista.

Grupos mercenarios empezaron a llegar a La Paz a sembrar desorden y penetrar en estaciones de policía y cuarteles. Primero amotinamientos de policías. Después, la cúpula del ejército pidiendo a Evo Morales la renuncia. Cosa que hizo, junto al Vicepresidente García Linera, para evitar un baño de sangre. Pero el golpe ha continuado. Con ataques incluso a embajadas, lo que quiebra el derecho internacional. El cabecilla del golpe, el fundamentalista religioso Luis Fernando Camacho, entró con violencia en el palacio de gobierno diciendo que se acababa la Pacha Mama y regresaba la Biblia. Por supuesto, con su inquisición.

Pero el pueblo de Bolivia tiene en la memoria las luchas. Resulta difícil imaginar que no iban a responder. De hecho, las marchas para recuperar su gobierno han empezado. ¿Va a disparar el ejército a su propio pueblo? ¿Van a permitir los generales que las multinacionales roben el litio y el gas boliviano? ¿Van a apoyar un golpe para intentar dejar aislada en el Cono Sur a la Argentinad de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner?

La comunidad internacional no va a permitir que el golpe triunfe ni que la violencia se imponga en Bolivia. México ha sido contundente, igual que la Argentina del ganador Alberto Fernández. Macri, al contrario, se alinea con la OEA igual que el fascista de Bolsonaro. El gobierno de Pedro Sánchez ha condenado el golpe de Estado. Pero aún falta más contundencia en la respuesta a los que quieren regar de sangre Bolivia. Sectores de la policía ya han matado a gente, incluido un niño, en El Alto, queriendo reprimir las protestas populares.

Ningún demócrata puede guardar silencio. O regresará la noche de las dictaduras al continente latinoamericano. Y la amenaza de la extrema derecha, que alcanza desde Estados Unidos a Asia pasando por Europa y golpeando en África terminará por devorarnos a todos.

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¿Quién coño se cree Pedro Sánchez? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/11/08/quien-cono-se-cree-pedro-sanchez/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/11/08/quien-cono-se-cree-pedro-sanchez/#respond Fri, 08 Nov 2019 18:50:17 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7823 alt --> -¿Quién manda en la fiscalía? ¡Que quién manda en la fiscalía! - el periodista de Radio Nacional de España, más abrumado que seguro intenta una respuesta a Pedro Sánchez. Quizá está pensando que en RTVE iba a haber un concurso y todavía está al mando Rosa María Mateo, una mujer vinculada históricamente con el PSOE. … Continuar leyendo "¿Quién coño se cree Pedro Sánchez?"]]> ¿Quién coño se cree Pedro Sánchez?

-¿Quién manda en la fiscalía? ¡Que quién manda en la fiscalía! - el periodista de Radio Nacional de España, más abrumado que seguro intenta una respuesta a Pedro Sánchez. Quizá está pensando que en RTVE iba a haber un concurso y todavía está al mando Rosa María Mateo, una mujer vinculada históricamente con el PSOE. Y quien le ha lanzado la pregunta es el Presidente- ¿Quién manda en la fiscalía?-

El periodista no se atreve a decirle al Jefe de Gobierno en funciones que en una entrevista la preguntas las hacen los periodistas. Asustado responde tímidamente-

-El Gobierno... -y el Presidente le mira con esa cara de desprecio, arrogancia y chulería que le ha prestado la Moncloa-

-¡Pues ya está!

Todas las asociaciones de fiscales protestaron. El gobierno nombra al Fiscal General, pero se supone que es independiente. Y como es difícil suponerlo, la afirmación de Sánchez actúa como si el Rey Juan Carlos explicara de dónde ha salido su fortuna. Demasiada información para el pueblo que tiene que obedecer. La democracia tiene que parecerlo.  Al día siguiente, Sánchez, obligado por su asesor,  fue a confesarse por tercera o cuarta vez con Antonio Ferreras, el amigo de Inda, de Florentino Pérez y de Más Más Periodismo, y le dijo que no había estado "preciso". Sin embargo,  casi al mismo tiempo anunció que iba a aprobar una ley que permite al Ejecutivo, sin autorización judicial, cerrar una página web. Sánchez no solo no derogó la Ley Mordaza, sino que quiere aprobar una Ley Mordaza digital.

¿Quién es Pedro Sánchez? Históricamente, nadie especial. Aunque viéndole mirando hacia abajo mientras despreciaba a todos los demás candidatos con los que se enfrentaba en el debate electoral, debiera creerse algún semidiós. Sánchez proviene de una camada de jóvenes burócratas del PSOE que nunca han hecho ninguna otra cosa en la vida que prosperar en el partido criados a los pechos de Pepiño Blanco, un fontanero old style de esos que hacen escuela. Sánchez siempre ha trabajado para el partido. Salvo un breve lapso que dio clases en la Universidad privada Camilo José Cela, esa que hizo doctora a la dimitida Consejera de Educación concertada de Madrid (dimitió porque su tesis, de apenas 113 páginas, había sido plagiada de, entre otros lugares, el Rincón del vago: el tribunal que la aprobó no notó nada). La misma universidad  que hizo doctor a Sánchez con una tesis que no habría sido nunca aprobada en ningún país de nuestro entorno. Sánchez, economista por un centro privado, colaboró en los trabajos de reforma del artículo 135 de la Constitución y fue consejero en Bankia/Caja Madrid. Sí: fue consejero de la caja de ahorros por el PSOE. El mismo PSOE que hace un par de días permitió que tres furgonetas policiales tumbaran en un barrio humilde de Madrid la puerta de la casa de una familia con dos discapacitados y les dejara en la calle a las seis de la mañana. Por órdenes de Bankia. Forma rara de ser socialistas.

En 20111 el problema era el PSOE. La gente gritaba en las calles "PSOE/PP la misma mierda es" y las perspectivas electorales de los socialistas estaban bajo mínimos. Sánchez fue llamado por Susana Díaz y Felipe González para evitar que Eduardo Madina ganase la Secretaría General del PSOE. Se trataba de ganar tiempo para que Susana Díaz encontrara el momento adecuado para presentarse a las elecciones generales. Pero Pedro Sánchez, criado en la arrogancia de Pepe Blanco, entendió que él era tan válido como la andaluza. La dirección del partido se le echó encima. Le cortaron la cabeza cuando quiso acercarse a Podemos después de fracasar un intento de gobierno donde ofreció a Rivera ser Vicepresidente. Pero alguien le dijo que se atreviera a disputar al partido desde la izquierda ya que Susana era la derecha. Si hubiera sido al contrario,  Pedro Sánchez también lo habría representado. Quizá mejor porque tiene más que ver con su pensamiento. Saltó por el balcón y cayó de pie.

El resto de la historia es conocida. Le dijo a Évole con cara de tristeza que le había tumbado el IBEX 35 y PRISA, que se había equivocado con Podemos, que estaba a favor de la plurinacionalidad, que iba a publicar la lista de la amnistía fiscal, que iba a limitar los alquileres, que iba a derogar la reforma laboral del PP, que iba a acabar con las casas de juego al lado de los colegios, que no iba a haber un solo desahucio sin alternativa habitacional... Parole, parole, parole. Quizá la más gorda, esa que decía que no tenía ningún problema en gobernar con Unidas Podemos. Ese discurso "podemista" le llevó a ganar. Cuando el PSOE era el problema, Sánchez lo rescató. Es verdad, que con la ayuda de Pablo Iglesias, que fue quien organizó la moción de censura. De la ingratitud de Sánchez hablamos otro día.

Llevamos cuatro elecciones en cuatro años porque en las anteriores no ha salido lo que quiere el poder. Es decir, Ana Patricia Botín, Florentino Pérez, Amancio Ortega, el Círculo de Empresarios, la CEOE, la CAIXA, el Sabadell o el Grupo Planeta (que le publicó un libro a Sánchez siendo Presidente del Gobierno y es el que le ha dado a Sánchez en La Sexta cuatro entrevistas en un par de semanas). Esta gente, que vota todos los días, cuando no sale lo que quieren, pues convocan nuevas elecciones. Es verdad que los intereses de las élites no se trasladan linealmente a los partidos. Los partidos escuchan y obedecen a sus financiadores y a los dueños de los medios de comunicación, pero también tienen dinámicas propias. Ahí vemos que la desobediencia de Albert Rivera llevó a que le retiraran su apoyo y esté en un tris de desaparecer. Pasa con los inventos que se hacen solo para perjudicar a terceros. El programa de Ferreras puede llenarse de unos cuantos Llamazares desahuciados de la política. Pero el PSOE y el PP son obedientes. El bipartidismo es eso: un sistema político funcional a un modelo de poder económico con enormes desigualdades. Y Sánchez quiere regresar al bipartidismo.

En 2015 el problema era el PSOE y Sánchez fue una solución. Hoy el problema no es el PSOE porque gobierna con Unidas Podemos en seis Comunidades Autónmomas. Hoy el problema es Sánchez. Porque es en Madrid donde ha dicho que no quiere gobernar con Unidas Podemos.

Sánchez dijo la verdad cuando afirmó que gobernar con ministros de Unidas Podemos le quitaría el sueño. Ahí dijo la verdad. Sobre las espaldas de Unidas Podemos han demostrado que si desobedeces, te mandan a las cloacas, a los aparatos del Estado, a comisarios corruptos, a jueces corruptos, a políticos corruptos y a medios de comunicación corruptos. Y eso quita el sueño porque te están queriendo joder la vida los que tienen muchas herramientas para hacerlo. En cambio, para que te quite el sueño gobernar contra las mayorías, necesitas tener conciencia, y de eso Sánchez ha demostrado tener bien poco. Luego todo fueron mentiras. Dijo que el único obstáculo era Pablo Iglesias, pensando que sería como él y nunca aceptaría retirarse. Cuando Iglesias dio un paso atrás, se demostró que el problema no era ese. En agosto, se fue de vacaciones y luego se perdió una semana más septiembre para negociar. Al final, pretendían hacerlo en 48 horas. En el último momento se hizo una apuesta vacía. Hubiera supuesto una subida de adrenalina para la izquierda aceptar aquella Vicepresidencia hueca y aquellos tres Ministerios sin competencias o recién creados. Pero hubiera sido el abrazo del oso para Podemos. Aceptar sillones vacíos le habría condenado a ser vieja política.

Sánchez ha hecho su apuesta hacia la derecha en las elecciones del 10 de noviembre. Quizá porque ya estaba en sus planes, quizá porque las estupideces de convocarlas justo después de la sentencia del procès o de exhumar a Franco para apuntarse un tanto ha tenido los efectos contrarios. Es lo que pasa cuando no tienes ideología y te pones en manos de publicistas. En la polémica entre  la Ministra Valerio y la Ministra Calviño con la mochila austriaca -acabar con la penalización del despido improcedente- ha optado por Calviño, anunciando que la nombrará llegado el caso Vicepresidenta. Con el aplauso de Botín y de la CEOE. Los mismos que dijeron que querían nuevas elecciones y no un gobierno del PSOE con Unidas Podemos. La misma Ministra que está en contra de derogar la reforma laboral como prometió Sánchez.

Además, Sánchez no solo no ha derogado la Ley Mordaza, sino que, como decíamos, quiere una Ley Mordaza digital. Para cerrar páginas web sin autorización judicial. Igualmente, en Catalunya ha renunciado a la plurinacionalidad. Y con esa decisión, se aleja del País Vasco, de Navarra, de Galicia, de la Comunidad Valenciana y de Asturias. Zonas de España que se sienten mejor en una España país de países y no es la España centralista que trajo la Restauración canovista después de la I República. Sánchez y Casado han pactado en estas elecciones no hablar de las pensiones. Porque los dos están de acuerdo en recortarlas. La coalición dura o blanda, con gobierno conjunto o posibilitada con la abstención del PP, es el marco político de la Europa neoliberal. Es como gobierna Angela Merkel en Alemania con sus socios "socialistas"del SPD. ¿No recordamos la carta que 50 diputados del PSOE escribieron a Sánchez, entre ellos Adriana Lastra y José Luis Ábalos, pidiendo la abstención para que gobernara Rajoy? Cosas del bipartidismo.

La única posibilidad de que ese acuerdo entre el PSOE y la derecha no se consume pasa por un buen resultado de Unidas Podemos que haga muy difícil que el PSOE se eche en brazos del PP. Que, a su vez, se echará en brazos de VOX (el acuerdo del PP no puede dejarle mucho espacio a VOX en la nueva competencia por la hegemonía en la derecha, de manera que será especialmente duro con las exigencias). Esa noche, tiene que ser evidente que la militancia y los votantes del PSOE deben gritarle ¡Con Rivera no y con Casado menos! No hay garantías de que escuche, pero no hacerlo será el fin de las socialdemocracia española . A Sánchez le da igual, porque para estos cachorros del PSOE, el partido es un instrumento al servicio de ellos mismos. Por eso su jefe de gabinete viene de asesorar al PP en Badalona o en Extremadura. Nunca un periodista, por cierto, le he preguntado por eso al Presidente Sánchez.

El ciclo del 15 M se cierra. Lo hará con un gobierno de izquierdas que tendrá que hacer valer la nueva política que sembraron las calles y las plazas indignadas, o con alguna forma de gran coalición que le deje a Unidas Podemos el encargo de reinventarse el espacio de la izquierda en solitario.

Sánchez ha llevado al PSOE a un lugar peor del que estaba con Susana Díaz. Porque ese PSOE le permitió a Sánchez ganar la Secretaría General de su partido. Sin embargo, hoy el PSOE es un desierto sin debate ni disidencia. Sánchez ha llevado al PSOE al mismo lugar donde nació la protesta indignada del 15M. Las elecciones de este domingo son, en cualquier caso, un punto de partida. Pon ese grano de arena que levanta murallas de dignidad que es tu voto.

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Un debate con Don Quijote y Sancho Panza https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/11/05/un-debate-con-don-quijote-y-sancho-panza/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/11/05/un-debate-con-don-quijote-y-sancho-panza/#respond Tue, 05 Nov 2019 02:26:23 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7808 alt --> En la derecha, el único que quería debate era Abascal. En la izquierda, Iglesias. Abascal le ha hablado, con éxito, a los Sancho Panzas. Iglesias, con preocupación, a los Quijotes. Los demás eran secundarios de una mala función. Pese a los trucos de buhonero de Rivera, que siempre tiene un conejo en su sombrero español … Continuar leyendo "Un debate con Don Quijote y Sancho Panza"]]> Un debate con Don Quijote y Sancho Panza

En la derecha, el único que quería debate era Abascal. En la izquierda, Iglesias. Abascal le ha hablado, con éxito, a los Sancho Panzas. Iglesias, con preocupación, a los Quijotes. Los demás eran secundarios de una mala función. Pese a los trucos de buhonero de Rivera, que siempre tiene un conejo en su sombrero español que solo a él da sombra. O los silencios de Sánchez que atruenan en el infierno. O la barba de Casado que no todo lo oculta.

Sánchez hubiera dado el moreno de la mejilla izquierda por no hacer ni un debate. Sánchez lleva mucho tiempo mintiendo y solo se salva cuando Ferreras y la fracción más jabonosa del Grupo PRISA le cubre las mentiras. A veces ni con esas. La Sexta, en su sondeo, ha dado ganador a Pedro Sánchez. Que sería como dar ganador en un concurso de coraje a los italianos en la batalla de Guadalajara. A Ferreras ya no le importa hacer el ridículo. Ayer, en el otro debate, antes, por eso de la equidistancia, entrevistaron otra vez a Sánchez. Luego, para rematar, metieron de comentarista  a Manuela Carmena. Y hoy han invitado a Errejón de comentarista. En el PSOE ya nadie debate. Lo hace A Tres Media por ellos. ¿Por qué no montan un partido?

Sánchez ha estado patético cuando menos por tres cosas. Primero, porque no ha contestado a nadie. Y si vas a un debate, eso no se hace. Ante las preguntas, miraba a sus papeles o al horizonte y luego seguía con su monólogo. Si se monologa, no hay debate. Es un debate en plasma o en diferido o serrano. Pero no es un debate. Después, ha guardado silencio cuando Iglesias le ha preguntado si va a pactar un gobierno con el PP. Sánchez solo dice la verdad cuando le traiciona el inconsciente. Le pasó cuando dijo que molestar a los poderosos le quietaba el sueño. Y en el debate cuando se ha salido de su propio guión y ha gritado a Casado: ¡Si no gobierno porque no os habéis abstenido! Que es una suerte de "sí" igualmente en diferido. En tercer lugar, porque Pedro Sánchez ha culminado el giro del PSOE a la derecha. O, al menos, el giro de Pedro Sánchez. Quizá por eso Unidas Podemos gobierna con el PSOE en seis comunidades y es imposible gobernar en la Moncloa pese a los casi cuatro millones de votos. No por el PSOE, sino por Sánchez. El peor PSOE está de vuelta.

Sánchez ha ascendido a Nadia Calviño, que es la derecha en el equipo económico. Ha castigado así a Magdalena Valerio, Ministra de Trabajo, que había dicho que la mochila austriaca, incorporada por Calviño en la propuesta económica mandada a Bruselas, no la habían discutido en su departamento. Sánchez lo ha dejado claro: la Vicepresidenta será Calviño. Que podría perfectamente ser una Ministra del PP. Así que nada de revalorización de las pensiones al IPC, nada de derogar las reformas laborales, nada de aumentar el gasto social y nada de los presupuestos que el PSOE pactó con Unidas Podemos. Negras tormentas se avecinan.

Por si fuera poco, Sánchez se ha puesto a competir con Abascal a ver quién frenaba más la inmigración o quien amenaza más a Catalunya. Mal están las cosas en el Partido Socialista. Allá verán qué hacen los votantes y militantes. Que luego no digan que Pedro Sánchez les ha engañado.

Casado sabe que va a abstenerse para que gobierne Sánchez. Al tiempo, tiene que quitarse el sambenito de derechista furibundo que solo ha servido para hacer crecer a VOX. Así que ha pasado por el debate sin pena ni gloria. Como Rivera, que ha vuelto a sacar souvenirs y ha dicho, mostrando un trozo de adoquín, que es un adoquín de su tierra. Expoliando suelo catalán para llevarlo a un plató de televisión. Rufián no se lo va a perdonar en la vida. Rivera está desencajado y por eso no encaja en ningún lado. Le ha lanzado guiños al PSOE pero solo porque le va la vida en ello. Pero le puede el falangista que lleva dentro, vuelve a desencajarse, y deja a Abascal como una persona sosegada.

Abascal y VOX se han comido a un Casado que venía a disimular y a un Rivera que no sabe que siempre puede haber alguien más facha que tú. El blanqueo de la derecha a la extrema derecha es de nota. Casado y Rivera llaman a VOX "partido constitucionalista". Que hoy ha vuelto a decir que va a encarcelar a políticos e ilegalizar partidos o cargarse entero el Título VIII de la Constitución.

La extrema derecha española no se parece a la europea, más crítica con el neoliberalismo. VOX es una escisión del PP que carga las tintas en el tradicionalismo monárquico de los siglos XIX y XX. ¿Por qué el discurso de Abascal ha sido hoy más eficaz? Porque ha hablado a la España "Sancho Panza". A esa España acobardada, egoísta, poco empática, débil ante los fuertes y fuerte con los débiles, arrogante, despreciadora, ignorante, valiente solo en grupo, defensora del orden tradicional solo porque creen que algún beneficio les produce. Ha dicho Abascal que, prácticamente, ha robado durante cuatro años de un chiringuito que le montó Esperanza Aguirre a 80.000 euros por año. Pero que eso le ha servido para saber lo malas que son las Comunidades Autónomas y que las va a desmantelar. Como si un proxeneta se ofreciera de inspector de trabajo en un prostíbulo.

La extrema derecha en España, como el Don Guido de Antonio Machado, siempre ha tenido una enorme jeta. Son vividores que ven ventajas en habitar esos ropajes. Los vividores poblaron las filas de Falange igual que del fascismo y del nazimos. Y ahí está el matrimonio Espinosa de los Monteros-Monasterio, amigos de pasarse la ley por el forro para dedicarse al negocio inmobiliario, o el juez Serrano, máximo líder de VOX en Andalucía, que le debe 2.5 millones de euros a Hacienda. Pablo Iglesias ha puesto en su sitio a Abascal, quien ni con el pecho al aire, ha tenido fuelle para contestarle. Porque en las filas de Unidas Podemos van víctimas del terrorismo, como Rosa Lluch, que no va pavoneándose como Abascal de lo mal que lo ha pasado y porque VOX es un ejemplo claro de cómo a la derecha no le interesan todas las víctimas.

Frente a la España de los fachas Sancho Panzas, hay, le ha recordado Iglesias, una España digna que quiere acabar con el fraude fiscal, aumentar el gasto social, atender a los dependientes en cualquier rincón del país, no olvidar a los militares mayores de 45 años, hacer gratuitas las escuelas infantiles y la universidad y exigir a los bancos que devuelvan el dinero. Y esa España no le tiene miedo a la plurinacionalidad porque tiene una fe en una España democratica que nunca ha tenido la derecha.

En este debate, otra vez, se ha visto que Pablo Iglesias se los come a todos. Es normal que Sánchez no quiera que esté en el mismo consejo de Ministros. Porque mientras los demás seguían con sus cuitas catalanas y cuatro lugares comunes sobre Franco,  Pablo Iglesias le ha regalado su voz a los dependientes, a los universitarios, a los pensionistas, a los exiliados económicos que no pueden votar porque el voto rogado no les deja, a los animales maltratados y a esos abuelos que vuelven a tener miedo porque no tienen seguridad económica.

Para cerrar, le ha regalado su minuto de oro a una joven que -y ya van dos generaciones de precarios en España-, vive en la incertidumbre laboral y social y no sabe qué va a ser de su vida. Dos generaciones de gente que nunca ha podido irse de casa pronto, hacer una familia, planificar un proyecto de vida sin miedo o tener certezas en los estudios o el trabajo. La España de este debate es una España a la que el PSOE y el PP ha llenado de interinos. Pablo Iglesias ha dejado en ridículo al Sánchez que quiere gobernar en solitario aunque no le den los votos, recordándole que vivimos en un sistema parlamentario. Sin embargo, no se ha cebado con él. Incluso ha salido en su apoyo cuando la derecha le ha acorralado por su inconsistencia. Cuando todos hablaban en el bloque de cohesión territorial solo de Catalunya, les ha recordado que también existe la España vaciada, las islas canarias y baleares, los territorios sin cobertura sanitaria, educativa o tecnológica, a los pequeños agricultores y a los autónomos.

El debate ha tenido menos sorpresas que el desfile militar del 12 de octubre. No creo que ese formato tan encorsetado funcione. Y es una verguenza que solo haya un debate. Aunque visto el papelón que han hecho el PSOE, el PP y Ciudadanos, tampoco debe extrañarnos tanto. Les sacas de Catalunya y naufragan como marineros de agua dulce. Hay otra España esperando. La que cada vez que despierta quieren volver a callar como sea.

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A ti, Franco, la historia ya te ha condenado https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/10/25/a-ti-franco-la-historia-ya-te-ha-condenado/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/10/25/a-ti-franco-la-historia-ya-te-ha-condenado/#respond Fri, 25 Oct 2019 14:33:56 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7778 Continuar leyendo "A ti, Franco, la historia ya te ha condenado"]]>
A ti, Franco, la historia ya te ha condenado
ICULT VINETA DE EL COMIC SOBRE LA GUERRA CIVIL DE MICHEL MATLY

Hoy, por fin, un hombre físicamente pequeño, enterrado en un sitio físicamente enorme, abandona su memoria de faraón ridículo, bajo una enorme cruz, para enfrentarse a lo que realmente siempre fue en una tumba sin honores: un general africanista mediocre y brutal que faltó a su juramento como militar, que traicionó a su gobierno y a sus obligaciones, que dio un golpe de Estado amparado en la confianza que tenía en él su Gobierno, que rompió la legalidad republicana ayudado por potencias extranjeras nazis y fascistas que mataron a decenas de miles de españoles, que practicaron bombardeos sobre población civil como ensayo de la guerra mundial que pronto empezaría. Un militar pequeño y acomplejado que autorizó a soldados del norte de África para violar y asesinar a mujeres españolas, alentando desde la radio esos comportamientos, que mató y torturó a cientos de miles de españoles por defender la Constitución de 1931 que decía que España era una República de trabajadores de toda condición, españoles a los que además les robó sus bienes e incluso sus hijos,  que buscó una guerra larga que le permitiera hacer un genocidio donde cualquier persona demócrata fuera extirpada de suelo español contra una tapia o en un barranco, y que entregó la educación de España a una iglesia medieval, oscurantista, llena de odio a los humildes, una iglesia autoritaria, reprimida y represora, poblada de pederastas que obraron durante más de cuarenta años con impunidad y relegaron a las mujeres a las cocinas y a las alcobas.

Hoy Franco, un genocida que mandó fusilar a 200.000 españoles y que, como lo intentó con Lorca y Machado, con Azaña y Campoamor, con Negrín y Nelken, quiso condenarlos a la desmemoria y al silencio, sale de sus honores y es expulsado de una tierra que lo repudia porque la ensucia, una tierra labrada por presos republicanos que se revolvían en sus tumbas por estar cerca de la mayor vergüenza de España. Hoy, Franco, la continuación patética de la historia negra de España, el retraído inseguro que necesitaba matar para sentirse hombre, el débil intelectual que necesitaba imaginar a un dios asesino guiando sus bayonetas y pelotones de fusilamiento, el militar que solo ganó batallas contra otros españoles, el oficial ascendido por la República que regresó a nuestro país una monarquía que había sido expulsada por el pueblo por corrupta y ajena a la democracia, Franco, el enemigo de la inteligencia que expulsó de España a la inteligencia que no pudo encarcelar o fusilar sale de cualquier gloria y va a reposar en una oscuridad sin honor ni agradecimiento donde queda claro que España le desprecia por su odio, por su maldad, por su intransigencia y por tanto daño inútil derramado.

Sabemos que después de sacar al dictador Franco de Cuelgamuros, hay que sacar al franquismo de las instituciones. Millones de abuelos y abuelas, que solo esperaban el reconocimiento de sus familiares asesinados, murieron durante gobiernos de la democracia, sin poder sacar a sus héroes de las fosas comunes, de las zanjas y cunetas donde el franquismo los arrojó y donde la democracia los abandonó mientras la cruz de cuelgamuros recordaba la ignominia. Por toda esa gente brindamos hoy, por los que han llorado tanto, por los mejores de nuestra historia, por los que siempre se enfrentaron a la noche del franquismo, por los que anticiparon nuestro imperativo ético de defensa de la dignidad. Gracias heroínas y héroes de la lucha antifranquista. Francisco Franco, a ti la historia ya te ha condenado.

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Una sentencia del, por y para el bipartidismo https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/10/16/una-sentencia-del-por-y-para-el-bipartidismo/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/10/16/una-sentencia-del-por-y-para-el-bipartidismo/#respond Wed, 16 Oct 2019 13:45:34 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7764 alt --> La sentencia del Procés es una sentencia del, por y para el bipartidismo. Las elecciones del 10N quieren que sea las de la Restauración. Y Catalunya debe ser el cemento que junte a las derechas y al PSOE. Por eso la derecha pide que se declare el estado de excepción. Como en tiempos de Franco. … Continuar leyendo "Una sentencia del, por y para el bipartidismo"]]> Una sentencia del, por y para el bipartidismo

La sentencia del Procés es una sentencia del, por y para el bipartidismo. Las elecciones del 10N quieren que sea las de la Restauración. Y Catalunya debe ser el cemento que junte a las derechas y al PSOE. Por eso la derecha pide que se declare el estado de excepción. Como en tiempos de Franco. Y Ábalos, que podía perfectamente estar en la derecha, dice que en Catalunya ya está ETA. Volquetes de miedo. El PSOE de Sánchez es idéntico al que esperábamos de Susana Díaz. O peor, porque Susana Díaz no engañaba.

Todo el enredo con el procés tiene que ver con que los principales partidos políticos, PSOE, PP, CiU -luego Junts per Cataluña- y ERC han pensado solamente en virtud de sus intereses como partidos, en su supervivencia como maquinarias burocrática, como empresas que priorizan el mantenimiento de los puestos de trabajo de sus empleados y dirigentes. Sobre todo de los dirigentes. ¿A dónde van a volver a trabajar muchos de ellos si pierden el escaño o ya no pueden garantizar empresa pública a los que les han pagado los sueldos?

El postpujolismo desparlamentarizó las reclamaciones independentistas, sacando las quejas de las instituciones y llevándolo a las calles que estaban calientes con el 15M. El PP judicializó las reclamaciones de la Generalitat yendo al Constitucional y luego al Supremo, aprovechando que la corrupción estaba minando su credibilidad, que el IBEX 35 había decidido crear Ciudadanos porque ya no se fiaban de ellos y que llevan 25 años infiltrando la justicia. ERC espectacularizó el procés llamando Judas a Puigdemont restregándole las 155 monedas y luego no aprobándole los presupuestos a Sánchez. El PSOE electoralizó el procés convocando elecciones justo después de cuando se esperaba la sentencia, contando con que el gobierno de Sánchez no habría cumplido las promesas que le llevaron a ganar las elecciones y necesitaba algún asunto que les permitiera armar un relato para invitar a las urnas. Claro, y con la exhumación de Franco después de cuatro décadas. Justo ahora.

En esta estrategia, los partidos siguen pensando en su pequeña provincia empresarial. Ciudadanos está en caída libre no por sus errores, sino porque no obedeció y en cuanto le han quitado el apoyo mediático se ha hundido. El PSOE y el PP quieren recuperar el bipartidismo y les pasa como a la Coca-Cola y a la Pepsi-Cola, que hacen como que se pelean pero lo que no quieren es subirle el sueldo a los trabajadores ni que la gente consuma zumos naturales o agua del grifo. Por eso, el PSOE y el PP están de acuerdo con la sentencia, porque están de acuerdo con los recortes de Bruselas, están de acuerdo en el Pacto de Toledo y no actualizar por ley la actualización de las pensiones al IPC, están de acuerdo en la ley mordaza (el PP la aprobó y el PSOE no ha querido derogarla), están de acuerdo con la reforma laboral (el PP la aprobó y Sánchez ha dicho que hace falta flexibilidad empresarial porque viene una crisis), están de acuerdo con el voto rogado (porque la gente que se ha tenido que ir a trabajar fuera de España no les va a votar a ninguno de ellos) y están de acuerdo con no publicar la lista de la amnistía fiscal, con defender la monarquía, con evitar que Villarejo comparezca en el Parlamento o con dar facilidades a los fondos buitre aunque suban los alquileres y desahucien a los españoles y a los catalanes.

La derecha se ha hecho más de derechas con el diálogo con VOX, pero a Casado le basta dejarse barba para lavar los 1000 imputados por corrupción, los títulos falsos y la sede pagada con dinero negro. Y Nadia Calviño, Ábalos, Page o Lambán podían perfectamente estar en el PP. Como Pedro Sánchez, porque pactará con el PP y dirá que lo hace para gobernar desde la izquierda.

La sentencia del procés es una sentencia para que regrese el bipartidismo, para que las protestas, cualquiera, se criminalicen, para que el PSOE y el PP se repartan el poder como en el turnismo de Cánovas, para volver a intentar que Podemos desaparezca, para que Catalunya y el País Vasco, donde el PP y el PSOE son marginales, se subordinen y donde este país, como después del 23F, se discipline. Porque en este país nos disciplinan con misas, con golpes de Estado, con sentencias o cansándonos.

 

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Sentencias para disciplinar https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/10/14/sentencias-para-disciplinar/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/10/14/sentencias-para-disciplinar/#respond Mon, 14 Oct 2019 16:00:24 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7754 alt --> Ya hay sentencia del Tribunal Supremo. Si alguien pensaba que iba a salir una sentencia suave que no castigara a un movimiento que ha puesto a dos millones de personas en la calle, estaba bien equivocado. Cuando el Rey salió el 3 de octubre a marcar línea, estaba claro que el Estado iba a ir … Continuar leyendo "Sentencias para disciplinar"]]> Sentencias para disciplinar

Ya hay sentencia del Tribunal Supremo. Si alguien pensaba que iba a salir una sentencia suave que no castigara a un movimiento que ha puesto a dos millones de personas en la calle, estaba bien equivocado. Cuando el Rey salió el 3 de octubre a marcar línea, estaba claro que el Estado iba a ir con todo. No porque fuera necesario ni tampoco democrático, sino porque convenía al bipartidismo y a la monarquía. Y con ellos, al capitalismo de amiguetes que necesita tener a los trabajadores obedientes.

¿Es proporcional la sentencia? 9, 10 y 13 años por desobedecer es una barbaridad. Es una sentencia disciplinadora. Y lo que se debilite el Estado de derecho en Catalunya terminará aplicándose en Sevilla en un desahucio, en Cáceres en una protesta de trabajadores que cortan una calle, en Bilbao con unos pensionistas que piden pensiones justas, en las plazas de Madrid protestando contra una guerra o un 8 de marzo durante la manifestación de las mujeres.

¿Hubo violencia? Dice el tribunal que no ha habido "violencia suficiente", esto es, no una violencia "funcional" ni "preordenada" ni "instrumental" para conseguir la independencia.  Hubo jaleo, pero no un plan conducente a la declaración de independencia. La violencia evidente fue la de los antidisturbios queriendo impedir que la gente votara. Hacer un referéndum nunca debiera ser un delito. Como no hubo violencia, no hay delito de rebelión.

¿Y hubo sedición? ¡Pero si ese día no se detuvo a nadie! A nadie. Es verdad que algunos independentistas, que hablan muy grueso siguen diciendo que iban a declarar aquellos días la independencia. Otros independentistas han firmado que era un farol. Unos dicen que lo único que querían era votar. Otros insisten en que querían declarar unilateralmente la separación de Catalunya de España. Si es verdad que se quería la independencia forzando la ley aun sin violencia, hay un delito. Pero es un delito de desobediencia. Es lo que hicimos los insumisos al servicio militar. 12 años por desobediencia es un disparate.

¿Tenían que haber sido juzgados en Catalunya por su juez natural? Claro, y eso hubiera implicado que el juez Marchena, con el que el imprudente Cosidó quería controlar por detrás al Supremo, no hubiera sido el juez de este proceso.

¿Eso implica que la sentencia no debe ser acatada? No es una buena solución. No acatar las sentencias desde el propio Estado, esto es, desde la Generalitat, no sirve sino para agravar los problemas. Hay que recordar que entre los propios catalanes no hay consenso. Ahora bien, la gente tiene derecho a enfadarse. Los que quieren criminalizar las protestas contra la sentencia no han entendido que en democracia hay derecho de manifestación, de reunión y libertad de expresión.

¿Hay que ser independentistas para considerar que esta sentencia es un disparate? No. Yo no soy independentista y creo que la solución territorial para España tiene que ver con una República federal. Ser independentista no es un delito y dejar hoy a los independentistas a su suerte nos llevará a decir aquello de: "entonces se llevaron a los independentistas, pero como yo no soy independentista..:". Todo lo que ha tenido que ver con esta sentencia debilita nuestra democracia, vuelve a presentarnos ante Europa como una democracia débil y augura comportamientos similares con todos los que protestemos. Los independentistas han sido muchas veces arrogantes, frívolos, altisonantes, pero los demócratas, hoy, tenemos que estar defendiendo su derecho a hacer valer sus ideas en un momento en donde la democracia en España está siendo golpeada.

¿Estamos tras la sentencia más cerca de solventar el conflicto? No. La judicialización no ha solventado nada. Y ahora, la electoralización tampoco va a ayudar. Sánchez y Casado quieren regresar al bipartidismo. Y han hecho de una parte de Catalunya el enemigo que justifica su alianza. Otra vez elecciones y otra vez con Catalunya como eje, cuando tendríamos que estar hablando de empleo, pensiones, dependencia, cuidados o calentamiento global.

¿Y ahora qué? Pues algunos, especialmente la derecha y el PSOE, querrán seguir estirando el conflicto al menos hasta las elecciones. Otros, que han nacido oportunistas, se pondrán de lado. Y lo sensato es abrir vías al diálogo. La solución siempre ha pasado por votar y así será más tarde o más temprano. Y habrá que ir articulando al menos un indulto que limite el dolor y permita que dos millones de catalanes -como poco- no se sientan castigados. Y seguro que de los otros 44 millones de españoles, una parte importante quiere que recuperemos una convivencia que perdimos por culpa de políticos infames. De derechas y de "izquierda moderada". Catalanes y españoles. Vieja política.

 

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Érase una vez un país con miedo https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/10/08/erase-una-vez-un-pais-con-miedo/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/10/08/erase-una-vez-un-pais-con-miedo/#respond Tue, 08 Oct 2019 18:12:10 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7746 Continuar leyendo "Érase una vez un país con miedo"]]>

Érase una vez un país, el Reino de España, donde los Presidentes del Gobierno te faltaban al respeto porque sabían que tienes miedo.

Te faltó al respeto Suárez, que venía de falange, Calvo Sotelo que permitió el 23F, Felipe González que desmanteló tu industria y te metió en la OTAN, Aznar, que vendió todas tus empresas públicas y multiplicó la especulación, Zapatero, que cambio la Constitución para que cuando tuvieras necesidades comieras artículo 135, Rajoy, que apuntaló el partido más corrupto de Europa y creó una policía política para que no te fueras a votar a otro partido, y Pedro Sánchez, que te ha vuelto a decir que va a derogar la reforma laboral del PP no porque piense que eres imbécil, sino porque sabe que tienes miedo. Y el Rey Juan Carlos, que fue nombrado por Franco y gracias a tu miedo dicen que trajo la democracia.

Para que sigas teniendo miedo, el Ministro de Defensa Bono invitó a desfilar el día nacional a un soldado de la división azul que peleo con Hitler y a un republicano que entró con la columna Lecrerc a liberar París de Hitler, y para que tengas miedo, Zapatero sacó la última estatua de Franco con nocturnidad para no molestar y que tú no te hicieras preguntas.

Porque tienes miedo, querías que Podemos aceptara las migajas que ofrecía el PSOE, porque tienes el miedo en los huesos, en la memoria, en los silencios en tu casa y en los gritos de las tertulias de televisión. Porque tienes miedo a pedir más de la cuenta, porque tienes miedo a reclamar lo que es tuyo y lo de tus hijos y lo de tus nietos. Porque tu miedo te hace vivir en una democracia de prestado. Pedro Sánchez no sabe mucho, ni siquiera de los asuntos de su tesis doctoral, pero sabe que tienes miedo, y por eso te dijo que le votaras para frenar a la derecha y luego le pidió el voto para ser Presidente a la derecha, y ahora vuelve a pedirte el voto para frenar a la derecha. Porque sabe que tienes miedo. Y por ese mismo miedo, la izquierda se rompe y surge otra izquierda más amable con el miedo que dice que va a molestar lo justo a los estrategas del miedo.

Porque saben que tienes miedo dicen que los cuatro millones de votos de Unidas Podemos no tienen derecho a gobernar y tú, asustado, asientes. Y tu miedo te dice: no os paséis, no os paséis, no os paséis, pero no te das cuenta de que quien te habla es tu miedo.

Porque saben que tienes miedo te dicen que los muchachos de Altsasu tienen que pudrirse en la cárcel para que no se te olvide que hay que tener miedo al Estado y a sus funcionarios. Y ese miedo es el que tiene encarcelados a políticos en Catalunya, es el que permite que jueces que son uña y carne con el PP dicten justicia en el Reino de la España con miedo o silencia a los estudiantes frente a los catedráticos en clase. Porque saben que te asusta romper límites no encarcelan a la infanta, no permiten que el rey emérito vaya a explicar su fortuna o renuevan los ducados de Franco y de Primo de Rivera. Y por lo mismo el asesino Queipo de Llano reposa en una iglesia que también ha hecho lo suyo para que tengas miedo.

Porque tienes miedo no te respetan. Convocan tantas elecciones como haga falta para que sea finalmente tu miedo quien elija a quienes ellos te digan. Y miman tu miedo y te borran la memoria para que no te acuerdes que antes de ti, hubo hombres y mujeres que no tuvieron miedo y que gracias a ellas y a ellos hoy eres libre para administrar tu miedo y para que midas tu libertad sin molestar demasiado a tu miedo.

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Lo que no cuenta Sánchez del franquismo https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/09/26/lo-que-no-cuenta-sanchez-del-franquismo/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/09/26/lo-que-no-cuenta-sanchez-del-franquismo/#respond Thu, 26 Sep 2019 15:31:21 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7727 alt --> 44 años homenajeando a un desleal que traicionó su juramento como militar y se levantó contra su patria dando un golpe de estado. 44 años homenajeando a un genocida que mandó fusilar a 200.000 españoles porque no encajaban en su idea de España y tampoco con los intereses de los que le apoyaban. 44 años … Continuar leyendo "Lo que no cuenta Sánchez del franquismo"]]> Lo que no cuenta Sánchez del franquismo

44 años homenajeando a un desleal que traicionó su juramento como militar y se levantó contra su patria dando un golpe de estado. 44 años homenajeando a un genocida que mandó fusilar a 200.000 españoles porque no encajaban en su idea de España y tampoco con los intereses de los que le apoyaban. 44 años homenajeando a un ladrón que robó bienes a españoles a los que derrotó con ayuda de Hitler y de Mussolini. 44 años homenajeando a un psicópata que buscó alargar la guerra para poder matar a más españoles. 44 años homenajeando a un enfermo acomplejado que persiguió a los homosexuales, sometió a las mujeres y llevo a los españoles otras vez a misa a punta de bayoneta. 44 años de homenaje que se explican porque encarceló a 350.000 españoles, exilió a 500.000 y fusiló a 200.000, de los cuales 115.000 siguen en 2019 en fosas comunes, en zanjas y en cunetas.

44 años de homenaje, mirándonos desde el mausoleo del Valle de los Caídos, que se explican porque los juicios franquistas siguen vigentes y porque nadie ha devuelto los bienes robados a los republicanos. Que se explican porque Pedro Sánchez renueva el ducado al dictador Primo de Rivera, título concedido por Franco. Que se explican porque Willy el niño sigue condecorado. Que se explica porque la Fundación Francisco Franco desgrava fiscalmente a los que la financian, como por ejemplo, la FAES de Aznar y el PP. Que se explica porque ni el PSOE ni el PP ni Cs quieren que el rey Juan Carlos, nombrado su sucesor por Franco, comparezca delante de los representantes de los españoles en el Congreso de los Diputados. Que se explican porque en el Parlamento, en las grandes empresas, en la judicatura y en la Casa Real siguen las mismas familias que se quedaron con España sobre 600.000 cadáveres, cárcel y exilio.

Dice Pedro Sánchez, ahora, que vienen elecciones, que ya era hora. Pero miente. Como casi siempre, porque no basta sacar al dictador del mausoleo si todo lo que dejó Franco atado y bien atado sigue entrelazado en nuestras vidas y en nuestra sociedad. Porque si quisiéramos alejar al franquismo de nuestro país, tendríamos que empezar a dejar de mentir desde el gobierno, porque eso también es una herencia franquista.

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¿Y si de verdad esto es más complicado que lo que nos están contando? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/09/21/y-si-de-verdad-esto-es-mas-complicado-que-lo-que-nos-estan-contando/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/09/21/y-si-de-verdad-esto-es-mas-complicado-que-lo-que-nos-estan-contando/#respond Sat, 21 Sep 2019 11:10:54 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7701 alt --> Desayunando con catedráticos magdalenas y soluciones fáciles a los problemas de España Pude discutir en la UNED con destacados catedráticos de filosofía y sociología acerca de las perspectivas de España. Me quedé bastante sorprendido porque insistían -y algún medio insiste- en que los problemas de España se solventarían con una mejor voluntad de las partes. … Continuar leyendo "¿Y si de verdad esto es más complicado que lo que nos están contando?"]]> ¿Y si de verdad esto es más complicado que lo que nos están contando?Desayunando con catedráticos magdalenas y soluciones fáciles a los problemas de España

Pude discutir en la UNED con destacados catedráticos de filosofía y sociología acerca de las perspectivas de España. Me quedé bastante sorprendido porque insistían -y algún medio insiste- en que los problemas de España se solventarían con una mejor voluntad de las partes. La ausencia de gobierno era -rezaba una de las conclusiones-, por culpa de machos alfa, por falta de química, por desconfianzas, por el talante de los negociadores... Pobre Marx, sustituido por explicaciones que recuerdan a aquella que daba cuenta de la revolución francesa porque Maria Antonieta había sido grosera con su peluquera. ¿Lo individual vence invariablemente las estructuras?

Así se escribía antes la historia, porque la historia la hacían los héroes, no los pueblos ni la economía, la religión o las razas. Es sencillo decir que los problemas de la investidura tienen que ver con desencuentros personales, porque nos brinda de paso despreciar a todos los políticos por igual y hacer como las palomas, que cagan para sentirse más ligeras cuando alzan el vuelo. Es muy de la vieja academia, que cuanto más desprecia a los políticos más crece en su púlpito (y mira que los políticos merecen desprecio...). Siempre hay una explicación sencilla para un problema complejo, pero es mentira.

Ahora resulta que los problemas del capitalismo, incluido el calentamiento global, son una cuestión de talante ¿por qué lleva el capital siglos matando, mintiendo, encarcelando y controlando escuelas, medios e iglesias? Los de Bankia van a la cárcel porque mintieron con la intención de robarle el dinero a la gente. Y la CEOE es más sincera cuando dice que quiere nuevas elecciones y no quiere gobierno de coalición. Claro. Otra pregunta es más complicada: ¿por qué les obedece el PSOE?

La izquierda que no se atreve (o de olvidarse de los de abajo)

El PSOE ha podido gobernar porque se dirige a ese espectro de la izquierda española que entiende perfectamente cuando tu jefe te dice "no vayas más lejos". Ese pueblo asustado por tantos golpes desde 1939 y al que hoy le siguen asustando para que piensen que si piden demasiado, igual se rompe todo y lo pierden. Es el argumento que ha tenido maniatados a los pensionistas como voto cautivo durante estos 40 años. Es el argumento para tener monarquía y no república.

Si miramos hacia atrás veremos que ha sido el PSOE, más que la derecha, quien ha puesto los argumentos que metían miedo ante cualquier fuerza política que apostara por los de abajo. ¡No subas el salario mínimo! ¡No subas las pensiones! ¡No hagas gratuitas las tasas universitarias! ¡No frenes las emisiones de CO2! ¡No es momento para la memoria histórica! El PSOE, como la socialdemocracia europea, es el poquito de igualdad, de justicia, de libertad que permite el poder a los que trata como súbditos. En tiempos de crisis, el PSOE, igual que el PP, se ponen de acuerdo en reformar la Constitución, en las reformas laborales, en las leyes mordaza, en salvar el trasero real del emérito o en nombrar a la Presidenta de la Comisión Europea. Franco dijo que con la elección del Rey Juan Carlos como su sustituto a título de Rey en 1969 lo dejaba todo atado y bien atado. Pero como no se fiaba del todo, justo antes de morirse fusiló a otros cinco españoles. Para que entráramos con miedo en la democracia. Y ese es el principal argumento del PSOE.

Ay si Pedro Sánchez tuviera un proyecto de país...

Pedro Sánchez no tiene un proyecto de país: su único objetivo es gobernar. Y quiere reducir cualquier inconveniente. Como carece de ideología coherente, da bandazos. En la oposición o en campaña electoral, sabía que un discurso de izquierda le resultaba rentable. Así ganó las primarias y sacó 123 escaños en las elecciones. Pero a la hora de formar gobierno, la estabilidad, en ausencia de movilización social, se la otorga el pacto con Ciudadanos o el PP porque es lo que quiere el poder económico, la monarquía y la mayoría neoliberal de la Unión Europea. Además, así se libera de los ataques beligerantes y guerracivilistas de la derecha por pactar con Unidas Podemos. Incluidos los medios de comunicación, que ya han virado de manera igualmente virulenta hacia el bipartidismo. Sin cambiar las cosas la vida es más tranquila.

El problema en España sigue siendo el mismo que arrastramos desde la Restauración Canovista. De allí salió un sistema basado en la monarquía, el bipartidismo, el centralismo y un capitalismo cortesano y poco competitivo. Cualquier impugnación a esa élite del poder, se ha zanja desde entonces con soluciones ilegales, inconstitucionales, ilegítimas o extremas. En 1923 fue la dictadura de Primo de Rivera. En 1936 fue el golpe de Estado cuyo fracaso condujo a la guerra. En 1981, el golpe del 23F. A finales de los noventa, la campaña en la prensa contra Anguita e Izquierda Unida que condujeron al pacto del PSOE con la CiU de Pujol en 1993 (cuando pudo haber un gobierno de IU y PSOE). En 2016, con la policía política, organizada por el PP y que tiene a Villarejo en la cárcel, que atacó la reputación de Podemos (recordemos que entre Podemos e Izquierda Unida se alcanzaron los seis millones de votos, mientras que Sánchez gobernó con 5,7 millones de votos). El último intento extremo de frenar la entrada de fuerzas que representen a los de abajo se expresa con la escisión de Errejón (casi idéntica a la escisión de Nueva Izquierda de Izquierda Unida, grupo que terminaría en el PSOE en al año 2000) y la convocatoria de unas nuevas elecciones en noviembre de 2019 para forzar un gobierno del PSOE con Ciudadanos o el PP.

Conclusión: las personas por supuesto que cuentan, pero lo definitivo es cómo te posiciones respecto del poder

Claro que las personalidades cuentan en política. El control absoluto del PSOE por parte de Pedro Sánchez y sus complejos con Iglesias (que le llevaron al hecho insólito del veto) dificultaron los acuerdos. Y también está pendiente que Podemos afine sus herramientas que le hagan un verdadero partido-movimiento (aunque Podemos consultó a sus bases, cosa que Sánchez, pese a haberlo prometido, nunca lo hizo). Pero no nos engañemos. El PSOE nunca quiso un gobierno de coalición. Porque estamos hablando de romper el esquema histórico de poder en España, que ahora se superpone a la propuesta neoliberal de Europa, para la cual es funcional el esquema bipartidista y el papel del Rey como tapón del régimen. El PSOE sólo aceptará que entren fuerzas a su izquierda y abajo cuando no tenga más remedio. Es decir, cuando la presión de la calle y los votos lo hagan inevitable. Porque de no ser así, el lugar que le corresponde a la socialdemocracia española, al igual que en el resto de Europa, es un acuerdo con la derecha que termine por desmantelar el estado social nacido de la derrota de los fascismos después de la Segunda Guerra Mundial. Por eso han votado juntos a Ursula von der Layen como Presidenta de la Comisión Europea. Y los dos forman parte del mismo sistema que dirige la CEOE y justifican los medios de comunicación que andan gritando el regreso al  bipartidismo.

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¿Sobre los hombros de qué gigante camina Pedro Sánchez? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/09/18/sobre-los-hombros-de-que-gigante-camina-pedro-sanchez/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/09/18/sobre-los-hombros-de-que-gigante-camina-pedro-sanchez/#respond Wed, 18 Sep 2019 10:18:05 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7691 alt --> Históricamente ¿no es verdad que mejoramos? Que haya otra vez elecciones es patético. Así pensamos la mayoría de los españoles. Porque no hacía falta. Bueno, si hubiera existido voluntad en algún momento por parte del PSOE para hacer un gobierno de coalición. Pero la gente no votó como quería Sánchez. Y entonces, se puso en … Continuar leyendo "¿Sobre los hombros de qué gigante camina Pedro Sánchez?"]]>

¿Sobre los hombros de qué gigante camina Pedro Sánchez?

Históricamente ¿no es verdad que mejoramos?

Que haya otra vez elecciones es patético. Así pensamos la mayoría de los españoles. Porque no hacía falta. Bueno, si hubiera existido voluntad en algún momento por parte del PSOE para hacer un gobierno de coalición. Pero la gente no votó como quería Sánchez. Y entonces, se puso en marcha el plan B.

Si lo miramos en tiempos históricos, tendríamos que concluir que vamos mejorando. La última vez que estuvo en el gobierno en España una fuerza que creía firmemente en los valores democráticos, que no creía en los reyes ni en la unión de iglesia y Estado, que apostaba por el federalismo y la redistribución de la renta, resulta que los banqueros y la patronal financiaron un golpe de Estado que dieron militares desleales y traidores a su patria apoyados por Hitler y Mussolini. Hoy, en 2019, a lo más que han llegado es a activar las cloacas del Estado, a meterle dinero a tertulianos y financiar generosamente el  fango mediático. Y ahora, convocar nuevas elecciones.

Rivera se puso creativo y a Sánchez le gustó la música

Cuando la flecha está tensada en el arco, solo le queda salir. En el tiempo de descuento, Ciudadanos se puso creativo. Rivera vio las encuestas y se asustó. Y notó cómo los apoyos mediáticos no eran a él, sino a un proyecto al servicio de las élites. Hace frío fuera de los medios. Fue entonces cuando propuso al PSOE la posibilidad de abstenerse siempre y cuando lo hiciera al alimón con el PP, no fuera que uno acusara al otro de echarse en brazos del galán socialista.

Ciudadanos ofreció una abstención al PSOE con tres condiciones: deshacer el gobierno de Navarra en manos de sacamantecas abertzales, aplicar un nuevo 155 a los malditos catalanes a los que, además, nunca se les podría aplicar el Estado de derecho, y bajar los impuestos a Amancio Ortega para que pueda seguir haciendo donaciones y permita babear a los tertulianos de Espejo Público que agradecen su inabarcable generosidad.

El problema no era esa oferta inviable. El problema es que Pedro Sánchez le dijera a Rivera que no había problema, que todo eso ya estaba en marcha, que quién dijo miedo y que a ver si se veían a pactar el gobierno para después de noviembre (para qué iba a verse con Iglesias, que era el "socio preferente"). Que en Navarra quien gobierna es la Constitución con la ayuda de San Fermín, que en Cataluña les va a caer más temprano que tarde un 155 redoblado y que no lo van a parar las cartas perfumadas a la Moncloa que manda Rufián en modo estadista, y que en España nadie va a pagar impuestos porque tampoco va a haber mucho gasto social que a Europa no le gusta.

Casado también quiere el bipartidismo: en el Parlamento y en la televisión

Ya puestos, Pablo Casado podría haber hecho alguna oferta para que su partido se abstuviera. Y tampoco habría mayor problema para Sánchez. Podría pedirle Casado, por ejemplo, que no se publique la lista de la amnistía fiscal, que renueve vitaliciamente el ducado que Franco concedió a Primo de Rivera, que no se derogue la reforma laboral que hizo el PP y tampoco la ley mordaza, que se retrase la salida del dictador del Valle de los Caídos o que se aplique a la subida de las pensiones el pacto de sostenibilidad. O que no haya un independiente en RTVE.

Pero al final, los que han escrito el libreto han dicho que vayamos de nuevo a elecciones. Intentan cargarse a Podemos y preparan a Ciudadanos y al PP para, sea cual sea el resultado de noviembre, cedan a una gran coalición. Así, España dejaría de ser diferente y la socialdemocracia haría lo mismo que está haciendo en Europa: una gran coalición para que todo siga atado y bien atado.

Así desaparecen las pesadillas del fin del neoturnismo y la noche del 15M, esa que puso en peligro el bipartidismo, apenas será el argumento de una serie de Netflix pero de esas cortitas y, que es lo que realmente buscan, sin segunda temporada.

¿Sobre los hombros de qué gigante va el Secretario General de un partido de más de cien años?

Emulando el finiquito en diferido de la Cospedal, Sánchez vocalizó "abstención técnica" como si lo hubiera dicho toda la vida. Con esa abstención técnica, Sánchez sería investido Presidente por segunda vez, que parece que es lo único que quiere. Sánchez vive el acceso a la Moncloa como quien encesta un triple o se imagina la democracia como ganar un partido de basket según los guionistas de La casa de papel.

Cuando no tienes un proyecto de país, cuando te escriben los libros, los discursos y las tesis, cuando solo te sabes mover en los engranajes de las elecciones y en la burocracia del partido, tu horizonte es dentro en un ratito, no más tarde, y el gigante sobre cuyos hombros vas no es un intelectual con algún prestigio y tampoco una persona reconocidas por su honestidad y sus valores. No. Es Iván Redondo, una persona simpática e inteligente que ha hecho un receso después de asesorar a Monago y Albiol para decirle al socialismo cómo tiene que comportarse ese partido de más de cien años. Una persona que hace su trabajo, y lo mismo dice que hay que limpiar Badalona de inmigrantes como que hay que recibir al Aquarius o encarcelar al capitán del Open Arms. La pregunta es ¿están los socialistas conformes? ¿Pesa más la burocracia del partido y sus objetivos electorales que el proyecto de país? ¿Quién es el ideólogo del centenario PSOE?

Pedro Sánchez se imagina su nombre en los libros de historia: Pedro Sánchez y Felipe González, las personas más veces nombradas Presidente de Gobierno. El cómo da lo mismo. Una por la moción de censura, otra en funciones y la tercera con la abstención del PP o de Ciudadanos. ¿Hay algo más importante en política que batir récords?

Es lo que tienes cuando a la cúspide de los partidos llegan los mediocres que solo valen para moverse con astucia frente a otros mediocres. Y como no tienen proyecto, son kamikazes. Y cuando no se matan ellos, pues van llegando pronto a los sitios.

Algún historiador curioso podría preguntar. ¿Y el Sánchez ese, hizo algo? Pues no. Lo único fue subir el salario mínimo a 900 euros y fue una exigencia de Podemos. Cuando la crisis de 2008, Sarkozy y Merkel empezaron a hablar de un capitalismo con rostro humano. Luego empezaron a desmantelar el Estado social. Se dieron cuenta de que la gente no había salido a la calle a colgarles de las farolas. En las próximas elecciones, Sánchez volverá a pedir el voto para parar a las derechas. Y lo dirá diciendo que la moderación es él y que también es la izquierda, y la estabilidad y el empuje y el impulso y arriba y abajo. Si nos vendieron la privatización de todas las grandes empresas españolas, la desindustrialización de nuestro país, el 135 y el incumplimiento constante de las promesas electorales ¿qué va a frenar a una persona que ve al socialismo como una marca representada por una persona sin ataduras como Pedro Sánchez y que no tiene ningún otro proyecto político que no sea Pedro Sánchez?

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¿Por qué Felipe González y Cebrián quieren coalición y Sánchez duda? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/09/10/por-que-felipe-gonzalez-y-cebrian-quieren-coalicion-y-sanchez-duda/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/09/10/por-que-felipe-gonzalez-y-cebrian-quieren-coalicion-y-sanchez-duda/#respond Tue, 10 Sep 2019 10:40:57 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7673 alt --> "Una nueva crisis agarra al sistema sin herramientas para afrontarla" – Desde la crisis del 2008, a la política le pasa como al fútbol, no hay spoilers y puede haber giros inesperados. ¿Quién iba a prever que Sánchez, que pertenecía al aparato burocrático del PSOE, iba a ser descabezado por acercarse a Podemos? ¿Que iba a … Continuar leyendo "¿Por qué Felipe González y Cebrián quieren coalición y Sánchez duda?"]]>

¿Por qué Felipe González y Cebrián quieren coalición y Sánchez duda?

"Una nueva crisis agarra al sistema sin herramientas para afrontarla"

– Desde la crisis del 2008, a la política le pasa como al fútbol, no hay spoilers y puede haber giros inesperados. ¿Quién iba a prever que Sánchez, que pertenecía al aparato burocrático del PSOE, iba a ser descabezado por acercarse a Podemos? ¿Que iba a regresar con un discurso izquierdista? ¿Que regresaría otra vez a los viejos foros del PSOE conservadores? Se han roto las previsiones, la linealidad, un pequeño acontecimiento puede generar una catástrofe. Las brújulas están desimantadas y las bolas de cristal no funcionan, salvo que miremos a lo que llevamos dos siglos estudiando como un elemento determinante: la economía.

Ahí sí que vemos que la crisis del 2008 se ha cerrado mal en todo el mundo, especialmente en Europa, y que una nueva crisis agarra al sistema sin herramientas para afrontarla. Hay que pensar que llevamos medio siglo de hegemonía neoliberal, lo que implica una pérdida de valores colectivos, una defensa del individualismo, confianza en el mercado y desconfianza en las instituciones colectivas. Esa pérdida de valores ha contaminado la confianza en las instituciones políticas. Cuando la crisis económica grita lo de "¡sálvese quien pueda!" se desmorona todo como un castillo de naipes.

Si hace seis meses alguien hubiera afirmado que Inglaterra iba a tener una crisis política y territorial más grave que la de España, nadie le habría creído. ¿Quién iba a decir que Salvini iba a ser un personaje tan importante en la política italiana y que en un giro de 48 horas desaparecería de la política? En este escenario de debilidad institucional, desconfianza hacia lo colectivo, desafección democrática, exclusión económica y asunción de las enormes desigualdades del sistema neoliberal, o los demócratas hacemos un buen diagnóstico y una buena terapia o el riesgo de que emerja una nueva noche fascista en Europa está a la vuelta de la esquina. Eso vale para Europa y vale para España.

Entrevista completa: https://www.cuartopoder.es/espana/2019/09/10/entrevista-juan-carlos-monedero-al-psoe-se-le-han-gastado-cartuchos-mentido-demasiado/

 

 

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Ciencia política, gobiernos de coalición y una magdalena https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/08/21/ciencia-politica-gobiernos-de-coalicion-y-una-magdalena/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/08/21/ciencia-politica-gobiernos-de-coalicion-y-una-magdalena/#respond Wed, 21 Aug 2019 17:16:16 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7656 alt --> Leo con atención las reflexiones de mis colegas politólogos sobre el posible gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos. Y como en tantas otras veces, me sorprende nuestra fragilidad como científicos. Tengo el pálpito, como dicen neurobiólogos como Damasio, de que primero sienten si quieren o no ese gobierno compartido y solo después … Continuar leyendo "Ciencia política, gobiernos de coalición y una magdalena"]]> Ciencia política, gobiernos de coalición y una magdalena

Leo con atención las reflexiones de mis colegas politólogos sobre el posible gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos. Y como en tantas otras veces, me sorprende nuestra fragilidad como científicos. Tengo el pálpito, como dicen neurobiólogos como Damasio, de que primero sienten si quieren o no ese gobierno compartido y solo después ponen su saber científico, sobre todo asentado en el comparativismo, al servicio de esa inclinación previa. Se habla mucho de las posibilidades de un gobierno de coalición y nada del programa presentado por Unidas Podemos. Hablar de ideologías no es "científico".
Nos recordaba Weber que la objetividad en las ciencias sociales viene golpeada desde el momento en el que ponemos la mirada en unos sitios y no en otros, de manera que ya desde la propia elección del objeto de conocimiento estamos siendo parciales. Lo más honesto es saber que nadie es neutral y que lo más que podemos hacer es intentar ser objetivos. Pero sabiendo que es bastante probable de que estemos sesgados y que nuestra mirada es parcial. Aunque solo sea porque es infinitamente más lo que ignoramos que lo que sabemos. Y toda esa ignorancia convierte nuestras investigaciones en poco objetivas.
Hay otro problema no menor. Los politólogos que no cuestionan lo que existe suelen creer que son más objetivos que sus colegas críticos con lo que existe. Les cuesta aplicarse a sí mismos los presupuestos metodológicos que enseñan a los doctorandos. Algunos incluso creen que un politólogo serio no puede ser antisistema, aunque ellos mismos no vivan con indignación el vaciamiento de la soberanía o de la democracia en la fase neoliberal del capitalismo europeo y lo afirmen desde revistas académicas, radios, televisiones o periódicos mimetizados con el sistema. La verdad es que estás tan contaminado habiendo participado del 15M y escribiendo sobre los indignados que votando en las elecciones, militando en un partido o haciendo investigación para un gobierno al tiempo que escribes sobre el parlamentarismo o los sistemas electorales.
El comparativismo, una de las fortalezas de la Ciencia Política, es una de las señales de debilidad de la politología, especialmente porque compara cosas que en rigor no se pueden comparar. Ni dos países son iguales ni dos procesos son idénticos ni los momentos pueden equipararse, a veces porque tienen lugar en tiempos históricos diferentes y otras porque a pesar de ser contemporáneos, cómo se vive el tiempo histórico en unos países y otros es radicalmente diferente.
Estas precisiones me rodean porque veo que a mis colegas les cuesta decir dónde está el verdadero problema del PSOE para no querer un gobierno de cooperación con Unidas Podemos. En las comparaciones que se hacen con otros países se ignora lo más relevante: la obcecación del PSOE es tan exagerada no por ningún problema objetivo que afecte a la gobernabilidad, sino porque sería la primera vez que un gobierno de esas características tendría lugar en España y, casi podría decirse lo mismo, en Europa.
El PSOE ha vivido con enorme comodidad el bipartidismo. Desde 1977, al PSOE no le ha ido mal. Ni en los peores momentos lo ha perdido todo y en algunas ocasiones ha ganado mucho, incluidas mayorías absolutas y gobiernos en la mayoría de las Comunidades Autónomas y principales alcaldías (es la base de lo que Katz y Mair llaman la cartelización de los partidos políticos). Pero ese tiempo se ha pasado y para el PSOE, reconocer que necesita a una fuerza a su izquierda para gobernar es algo peor que un jarro de agua fría. Si Unidas Podemos gobierna en España, se termina el monopolio del voto útil que ha tenido el PSOE en el gobierno central desde la izquierda. Si en buena parte de Europa los partidos socialistas se han convertido en irrelevantes, la entrada en el gobierno de UP sería una señal en esa dirección, esto es, el reconocimiento de que el PSOE ya no tienen la hegemonía total en la izquierda en España. Por eso se comporta como un niño caprichoso que cree que por cerrar los ojos va a desaparecer la situación que le desagrada. Si se le suma el comportamiento arrogante y veleta de Pedro Sánchez, se entiende mejor la absurda situación actual donde el PSOE grita desde sus 123 escaños que quiere gobernar como si tuviera 176.
El comportamiento errático de la Vicepresidenta del Gobierno no ayuda. Es la insulsez de decir que un acuerdo de gobierno "caduca". Es lo que pasa cuando dice con unos pocos minutos de diferencia que UP se negó a crear un gobierno compartido inédito en Europa y lleno de posibilidades y, en un giro de 180%, seguir argumentando a continuación que es una locura un gobierno compartido porque serían dos gobiernos en uno. Es la vacuidad de decir que si se retiraba Pablo Iglesias desaparecía los problemas y decir cuando Iglesias se retira que los problemas en realidad son otros. Es lo que pasa cuando buscas argumentos para lo que no tiene mucha explicación: la negativa de Sánchez a negociar un gobierno estable de colaboración con Podemos que sume más que los 147 escaños de la derecha.
¿Por qué la derecha puede juntarse sin problemas para formar gobiernos y Pedro Sánchez pone tantas pegas? ¿Por qué Pablo Casado puede insistir en sumar a las tres derechas, incluida la extrema derecha de VOX, y desde el Gobierno se pretende aislar a Podemos y se les ha llegado a acusar de no tener compromiso con la democracia?
La explicación es sencilla: las diferencias entre las tres derechas no es ideológica. VOX es una escisión del PP y Ciudadanos es un invento del IBEX 35 para intentar frenar la sangría de votos del PP a causa de la corrupción. Ni VOX ni Ciudadanos nacen porque el PP dejara en algún momento de ser de derechas. En cambio, Podemos nace porque el PSOE dejó de ser de izquierdas. Pedro Sánchez llega a la Secretaría General del PSOE aupado por la derecha del partido contra Eduardo Madina, se queda en el limbo cuando los barones le sacan de la dirección del PSOE, se hace antisistema en la carrera hacia la Secretaría General, retoma el discurso de la izquierda en las elecciones generales y vuelve de nuevo a la derecha desde el gobierno en funciones. Este viaje se ve en las pensiones, en la lista de la amnistía fiscal, en la derogación de la reforma laboral, en la limitación del precio de los alquileres o en la inhumanidad demostrada con el Open Arms que recuerda al PSOE que puso las concertinas en Ceuta y Melilla.
Cuando el PP se junta con VOX y Ciudadanos no hace concesiones ideológicas porque sos sustancialmente lo mismo. Pero cuando el PSOE se junta con Unidas Podemos, tiene que recuperar su ideario socialista y confrontar al poder económico de España. Y Pedro Sánchez no quiere. No es que las derechas se unan y las izquierdas vayan separadas. Es que el PSOE quiere ocupar todo el espacio electoral de la izquierda, quiere tener todo el gobierno posible de la izquierda -aunque no le den los votos- y no está dispuesto a hacer políticas de izquierda que le confronten con el capitalismo financiero, con la monarquía o con la Unión Europea en su deriva neoliberal.

Y por eso, Pedro Sánchez quiere llevarnos a los españoles otra vez a elecciones: porque prefiere un gobierno con Ciudadanos o con el PP que le permita justificar unas políticas conservadoras y seguir diciendo que son una fuerza de izquierda. Y si de paso puede intentar echarle otra palada de arena para que Unidas Podemos desaparezca, miel sobre hojuelas. Porque solo desapareciendo Podemos,  dejaría de recordarle al PSOE de Sánchez que ya no tiene ningún interés en hacer políticas de izquierda. Aunque de esto no hable mucho la ciencia política y los politólogos. Menos que de magdalenas.

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La democracia no se defiende censurando https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/08/10/la-democracia-no-se-defiende-censurando/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/08/10/la-democracia-no-se-defiende-censurando/#respond Sat, 10 Aug 2019 12:48:32 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7647 alt --> Claro que la democracia se defiende de los que quieren arruinarla. Es una de las principales enseñanzas de la caída de la República de Weimar y del ascenso del fascismo en los años veinte y treinta del siglo pasado. Pero si arruinas la democracia para defenderla, estás haciendo un pan como unas hostias. Lo hace … Continuar leyendo "La democracia no se defiende censurando"]]> La democracia no se defiende censurando

Claro que la democracia se defiende de los que quieren arruinarla. Es una de las principales enseñanzas de la caída de la República de Weimar y del ascenso del fascismo en los años veinte y treinta del siglo pasado. Pero si arruinas la democracia para defenderla, estás haciendo un pan como unas hostias.

Lo hace constantemente la democracia realmente existente, especialmente cuando gobierna la derecha. Ahí está la ley mordaza. Hoy, si Valle-Inclán publicara Luces de Bohemia probablemente sería denunciado por Pablo Casado, Cayetana Álvarez de Toledo e Isabel Díaz Ayuso (ésta, al menos, mientras solucionaba lo suyo). Y más de un juez dictaría prisión preventiva para Valle. Y que nadie se engañe de qué haría la extrema derecha con la libertad de expresión si llega a gobernar. Así que a los demócratas nos toca echarnos las manos a la cabeza cuando escuchemos canciones huecas llenas de ruido y  furia escritas y cantadas por un gilipollas y decir al tiempo en voz alta que estamos en contra de que censuren precisamente a esos gilipollas.

El verdadero problema suscitado con el rapero C. Tangana es haberle contratado cuando el ayuntamiento de Bilbao tiene aprobado no contratar públicamente con quien tenga comportamientos machistas, racistas, homófobos o esté sancionado por corrupción. Muy sensato. Pero una vez que lo has hecho, rescindirle el contrato es un error. Porque la libertad de expresión es un bien superior al que hay que cuidar. Hay que dejar de perseguir opiniones. Eso lo hace la derecha. La izquierda obra de otra manera. Y si las fiestas las programaran no burócratas sino la gente de los barrios, otro gallo, mucho más feminista, cantaría.

No les refuerces no les alimentes no les des facilidades ni publicidad, pero no les censures. Y cuidado con las equidistancias. No es igual rescindir el contratado a alguien que es antifascista, como Luis y Pedro Pastor, cuyo pensamiento está amparado por la constitución y que sería una obligación de primero de democracia, que a un fascista, un machista, un franquista o un corrupto que van contra la democracia y la convivencia pacífica. Eso lo hacen los franquistas que defienden el régimen diciendo que es igual la bandera republicana, nacida de una Constitución, que la franquista, nacida de un golpe de Estado apoyado por Hitler y Mussolini.

Es mala cualquier censura institucional, pero está bien la mayor sensibilidad social, especialmente cuando se están viviendo en las ciudades y en los entornos de fiesta el surgimiento de "manadas" a las que nadie debiera celebrar en sus letras. El machismo no es respetable y con las amenazas que están sufriendo las mujeres, que nadie se extrañe si se señala a los  que alientan a través de la música esos comportamientos. No es contradictorio no censurar a esta gente y al tiempo señalarles como enemigos de la convivencia. La censura administrativa es señal de una democracia corrompida y la censura social es señal de una comunidad despierta y sensible ante sus derechos. Es mejor que nadie quiera comprar algunos libros ni escuchar determinada música a ponerlos en ningún índice prohibido. Porque, de lo contrario, seremos nosotros los que terminaremos pagando el pato del regreso de la censura.

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Principal objetivo: ¿matar a Podemos? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/07/27/principal-objetivo-matar-a-podemos/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/07/27/principal-objetivo-matar-a-podemos/#respond Sat, 27 Jul 2019 10:37:22 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7635 alt --> Quien paga, manda En España, la investidura la dirige el candidato a Presidente de Gobierno, que es a quien le corresponde la iniciativa. Es él quien debe hablar con los grupos, negociar los apoyos, pactar programas y leyes. En la lógica parlamentaria, se presupone que vas a la sesión de investidura con los deberes hechos. … Continuar leyendo "Principal objetivo: ¿matar a Podemos?"]]> Principal objetivo: ¿matar a Podemos?

Quien paga, manda

En España, la investidura la dirige el candidato a Presidente de Gobierno, que es a quien le corresponde la iniciativa. Es él quien debe hablar con los grupos, negociar los apoyos, pactar programas y leyes. En la lógica parlamentaria, se presupone que vas a la sesión de investidura con los deberes hechos. Si te presentas a la sesión de investidura sin los apoyos necesarios, lo que buscas no es la Presidencia del gobierno sino el maldito relato. Vivimos en una sociedad donde la política ya no la rige la ideología sino la narración. Por eso nadie sabe quién es el responsable de ideología o programa del PSOE pero todo el mundo conoce a Iván Redondo. Fracasa rotundamente Pedro Sánchez, que solo ha sido capaz de ganar un voto,  pero hay solo un objetivo: culpar a Podemos. No al PNV, a ERC, a Compromís, a Ciudadanos, al PP o al PSOE: a Podemos y, más en concreto, a Pablo Iglesias.

El PSOE se puede permitir esos juegos porque cuenta con apoyos. ¿Cómo es posible que en la rueda de prensa de la Vicepresidenta Carmen Calvo después del fracaso de la investidura ni un solo periodista -¡Ni uno solo!- le preguntara por la manipulación del documento de Podemos que salió de la Vicepresidencia. Era muy fácil: "Vicepresidenta: ¿qué explicación da de que desde su despacho se manipulara el documento de propuestas de debate de Unidas Podemos para filtrarlo a la prensa como "exigencias"? ¿Quién lo manipuló? ¿Por qué filtraron a la prensa un documento falso? ¿Va a haber alguna dimisión? ¿Qué buscaban con esa filtración? Quien paga, manda.

Preparar el fracaso y ganar tiempo

Sánchez ha perdido dos veces una investidura de gobierno. Porque las dos veces no hizo los deberes. En la sesión del jueves, Pedro Sánchez solo ha logrado un voto más allá que los de su propio grupo. El del partido de Revilla. Es un bochorno. No ha convencido ni al PNV ni a ERC ni a Compromís, entre otras cosas porque no quiso prácticamente ni hablar con ellos. Y no les ha llamado porque sabía que esos grupos iban a votar en las misma dirección de Unidas Podemos. Pero por una mínima señal de cortesía, Sánchez debiera haber hablado con los grupos parlamentarios a los que les iba a solicitar el voto o la abstención.

Con Unidas Podemos sí ha hablado, pero tarde y mal. ¿Por qué no han hablado del gobierno de coalición Unidas Podemos y el PSOE en los ultimos dos meses? Al corresponder la iniciativa al PSOE, la respuesta es evidente: porque Sánchez tenía otros planes. Basta ver la cara de desolación de los diputados de Unidas Podemos al final del debate y las risas y cara de alegría de Carmen Calvo, Sánchez y Borrel poniéndose de pie en sus escaños cuando la mascarada había terminado.

El PSOE ha vuelto por donde solía y Sánchez no aprendió nada bueno de su castigo

En orden de interés, Sánchez quería una abstención de Ciudadanos. Si eso fallara, una abstención del PP. Si ese plan naufragaba, Sánchez quería ir a elecciones, pero echándole la culpa a Unidas Podemos y, en concreto, a Pablo Iglesias. Por eso la presión diciendo que Pablo Iglesias era el principal problema para un gobierno de coalición. Cuando Iglesias dio un paso al lado, el PSOE se quedó sin su bien más preciado: el relato. Por eso llamaron a negociaciones. A dos días de la investidura. Es una tomadura de pelo. Sánchez quería ganar tiempo para intentar recuperar su storytelling y convencer a los cuatro millones de votantes de Unidas Podemos de que Iglesias, incluso habiendo hecho el esfuerzo de retirarse, era el culpable de todos los males del universo. El grupo PRISA y la Sexta le ayudarían en reconstruir el marco. Aunque después de ver la rueda de prensa de Carmen Calvo, parece que los apoyos crecen salvo en Publico.es y eldiario.es.

Unidas Podemos, aun sabiendo que el deseo máximo del PSOE es la desintegración cósmica de Podemos, tenía que negociar un gobierno de coalición porque es lo que queria y quiere una mayoría de este país.  Pero quizá ha ido a la negociación con ingenuidad. Los 140 años de historia del PSOE sirven, entre otras cosas, para saber hacer muchas trampas. Como cuando, qué fatalidad, dos diputados del PSOE se equivocaron en la votación de RTVE a favor del PSOE. Por cierto, Rosa María Mateos sigue de Presidenta "interina" de la radio y televisión pública. Entre las trampas, está lo que hemos señalado: que la Vicepresidenta del Gobierno manipuló los documentos que le mandó Unidas Podemos para la negociación para poner arriba "exigencias" y presentar a los morados como intransigentes. Una Vicepresidenta del Gobierno haciendo trampas de colegio. Y así, de paso, intentar dinamitar las discusiones. De la misma manera, se ofrecían simultáneamente ofertas que se rechazaban -por ejemplo, Sanidad y cultura- y en el "relato" se han presentado de manera conjunta como si se hubiera ofrecido todo a Unidas Podemos. No se rechazaba sino los pares o tríos -a veces incluso un solo Ministerio- que se presentaban como ofertas cerradas. Más trampas.

¿Debía haber aceptado Unidas Podemos la oferta del PSOE?

Si Unidas Podemos hubiera aceptado la supuesta oferta del PSOE hoy muchos estarían más contentos y tranquilos. Es un sentimiento absolutamente comprensible. Los políticos habrían hecho los deberes y la ciudadanía que pudiera se iría a la playa. Casi todos podríamos estar pensando en otras cosas y esperanzados de que, por fin, algo nuevo irrumpía. ¿Se han equivocado los negociadores de Unidas Podemos? ¿El acuerdo era real o un espejismo? ¿cuánto nos duraría la alegría? ¿Les ha engañado el experimentado PSOE? ¿Han triunfado las desconfianzas entre los dos partidos?

No olvidemos que, antes de empezar a hablarse, ya el PSO amenazó, en boca de Ábalos y de Lastra, con nuevas elecciones. El chantaje vino previo a cualquier intercambio. Con la cerrazón absoluta del PSOE que solo quería gobernar en solitario y con la exigencia de que Pablo Iglesias se quitara de en medio. Y para rematar, al tiempo que se negociaba, Sánchez pedía la abstención a Ciudadanos y al PP. ¿Iba a superarse ese contexto tan belicoso en 48 horas? Los negociadores de Unidas Podemos ¿podían ignorar tantas faltas de respeto del PSOE? ¿No es normal que se sentaran a la mesa llenos de suspicacias? Pensar que un acuerdo de gobierno en la cuarta economía del euro es una cosa tan sencilla es lógico pero irreal. Aunque las muchas ganas nos hagan desear el deseo.

La única oferta real del PSOE fue la expresada en el debate de investidura después de que filtraran un documento manipulado. No son muchas garantías para fiarse. ¿Se pacta así un gobierno en la cuarta economía del euro? Es algo peor que intolerable. PSOE old style.

Lo que más confusión creaba es que nada de lo que se ha ofrecido tenía contenido real ni dotación presupuestaria más allá del título del departamento. Negociar en 48 horas es un disparate.  ¿Debiera Unidas Podemos haber aceptado la oferta del PSOE? La decisión no era sencilla. Si Unidas Podemos lo hubiera hecho, hoy tendría una Vicepresidenta y tres Ministerios y tendríamos gobierno de coalición. Suena realmente bien y podría pensarse como un buen punto de partida. Aunque fuera para el fracaso.

Pero también podría decirse: Unidas Podemos ya tiene sillones. ¿Para hacer qué? Al lado de un PSOE que ha regresado por donde solía. Que ha pactado el nombramiento como Presidenta de la Comisión a Van der Layen junto a la derecha, los liberales y los social-liberales, más el entusiasta apoyo de la extrema derecha húngara y polaca. Del PSOE que quiere en el FMI a una neoliberal y que pactó con PP y Ciudadanos quitar más derechos en el Pacto de Toledo. Del PSOE que no ha querido publicar la lista de la amnistía fiscal. Del PSOE que prometió derogar la reforma laboral del PP y no lo ha cumplido. Del PSOE que no ha querido limitar el precio de los alquileres ni dotar de presupuesto a la lucha contra la violencia machista ni para la dependencia.

¿Quién no quiere un gobierno de Unidas Podemos?

Quitarle hierro al auge de la extrema derecha sería un delito. Pero no nos engañemos: la extrema derecha es el plan B del capitalismo en crisis. Y basta ver los intentos de Albert Rivera de imitar a Trup y a Salvini para saber dónde está el peligro real.

El PSOE ganó las elecciones en parte por el miedo a VOX. Esa ha sido su principal baza. Y la usa como ha usado siempre el PSOE el miedo a la derecha para justificar y exigir el "voto útil". ¡Que viene el doberman! Y con esa amenaza siempre ha pretendido situar en el precipicio todo lo que estuviera a su izquierda. Anguita era un mesiánico, Gerardo Iglesias un vividor -ambos de los pocos políticos que han regresado a su trabajo- mientras Felipe González pactaba con el Jordi Pujol del 3%. El PSOE solo sabe justificar por qué hay que votarles con un discurso del miedo. En ese se parece muchísimo a la derecha.

Creo que el PSOE nunca ha querido un gobierno de coalición con Unidas Podemos. Porque no lo quiere la CEOE -dirigida por las grandes empresas, no por las PYMES ni los autónomos-; no lo quiere la banca, especialmente el indultado Banco de Santander y el protegido BBVA;  no lo quieren los que buscan seguir comiéndose la parte del león de los presupuestos del estado vía deuda; no lo quiere la monarquía, ni la de Juan Carlos I ni la de Felipe VI; no lo quiere el neoliberalismo imperante en Bruselas; no lo quieren las empresas energéticas; no lo quieren las direcciones de las principales empresas de medios de comunicación; no lo quiere el sector ultra de los cuerpos y fuerzas de seguridad -los que nunca dijeron nada de Villarejo ni de Billy el Niño-; no lo quiere la Internacional Socialista ni el club Bildelberg ni la Trilateral ni los que se juntan en Davos para diseñar el mundo. No lo quieren tampoco los que tienen planes personales sabiendo que van a ser mejor tratados por los medios y no lo quiere una parte de España que ha comprado el discurso del miedo después de décadas de adoctrinamiento. El "poder", ese que quiere a las mayorías en España de rodillas y calladas, no quiere un gobierno de coalición de izquierdas en España.

El objetivo de Pedro Sánchez era acabar con Podemos demonizando a Pablo Iglesias. Perdió el libreto cuando Iglesias se puso de lado. Anduvieron dos días descolocados. Ahí estuvo la intervención brillante de Iglesias que dejó planchado en su asiento a Sánchez que, por vez primera en la historia de la recuperada democracia, no terminó la réplica en un debate de investidura. Pero los que mandan no iban a dejar que Podemos se saliera con la suya. Sabían que el relato, que lo construyen los medios, iba a estar de su parte. ¿Tenía que haberlo previsto Unidas Podemos?

¿Cierre de ciclo?: soluciones contra la depresión de los votantes honrados

Se está cerrando el ciclo abierto por el 15M, aunque la desaceleraciéon de la economía promete reeditar un nuevo ciclo de protestas. ¿Cómo cerrar ese ciclo? Cerrarlo con la entrada de Unidas Podemos en el gobierno suena atractivo. Pero no es cierto. ¿De verdad nos vamos a creer que se puede cerrar un pacto de gobierno en 48 horas y con un acuerdo de dos hojas? ¿Nos hemos vuelto idiotas? ¿Alguien cree que se hacen así los gobiernos en un momento en donde los poderes que mandan en la Unión Europea se juegan el fin del modelo de recortes?  Unidas Podemos tendría sillones y, en dos meses, también a los movimientos sociales en la puerta del Ministerio protestando por la falta de avances: ¡Por qué cogisteis los Ministerios si no podíais hacer nada! ¡Sólo os interesaban los sillones!

Quedan dos meses para la segunda investidura. El PSOE ha dicho que da por cerrada la puerta de las conversaciones con Unidas Podemos. ¿Por qué? ¿Porque así tiene brindada la excusa para pactar con la derecha o convocar a nuevas elecciones? Pedro Sánchez no tiene argumentos de peso, salvo la soberbía, para no seguir intentándolo. ¿Falta de confianza? De momento, los únicos que han mentido han sido los del PSOE, en concreto Carmen Calvo, filtrando un documento a la prensa manipulado por ella misma, y Adriana Lastra diciendo que habían ofrecido Ministerios que nunca ofrecieron. (Les dije a los compañeros de Podemos: blindad las conversaciones y tened cuidado que van a salir diciendo a los medios cosas que no son verdad. Y así ha sido. Es lo que tiene pactar con un partido de 140 años). Si dos no hablan es porque uno no quiere. Y las bases del PSOE y sus votantes deben exigirle al PSOE que retome las conversaciones.

Está en el aire un gobierno a la portuguesa, con gobierno en solitario del PSOE y apoyos puntuales desde fuera del gobierno. Con el PSOE con 123 escaños y la derecha con 147. Es ingénuo cuando no tramposo, y solo sirve para que el PSOE pacte con la derecha todas las cuestiones económicas, incluido un nuevo golpe a los pensionistas y a los trabajadores, y con Unidas Podemos alguna promesa para el 2030 sobre cambio climático. Cuando el PSOE no cumpla ninguna de sus promesas ¿qué tiene que hacer Unidas Podemos? ¿Hacer una moción de censura con la derecha? En España, el gobierno a la portuguesa, que es útil en el páis vecino, solo sirve al régimen. El PSOE va a hacer chantaje por ahí. Y Unidas Podemos tendrá otra vez que tomar una difícil decisión. La declaración de Izquierda Unida en esa dirección hay que entenderla más como una cesión a los grupos internos que prefieren vivir en la pureza del dogma antes que mancharse las manos gobernando. Viejos problemas repetidos de la izquierda.

Está en el aire una abstención forzada con malas artes con Ciudadanos -quizá sin Rivera- o con el PP -amenazado Pablo Casado por Feijóo-. Y volveremos a la casilla de salida de hace cinco años. Por fin, una gran coalición entre el PSOE y la derecha como en Alemania.

Un objetivo democrático: no regalemos al poder lo que más desea

Con una gran coalición entre el PSOE y la derecha,  el fin de ciclo del 15M será entonces una especie de eterno retorno. Otra vez a los recortes, al trabajo precario, a las privatizaciones, al empeoramiento de las pensiones, a las leyes mordaza, a los golpes a la plurinacionalidad, a las sospechas sobre las mujeres, a la manipulacion mediática. Y todos nosotros más cansados y con golpes de cinco años sobre las espaldas. Pero también más experimentados y menos ingenuos. Sigo pensando que el principal problema de Podemos es haber fracasado en organizar el partido, en su implantación territorial, en sus órganos colegiados, en haber creado los espacios de deliberación propios de un "partido-movimiento". Y sigo pensando que lo mejor que le ha pasado a la democracia desde la muerte del dictador ha sido Podemos. Porque desde que existe Podemos la democracia en España es otra, un poco mejor. Y por eso el objetivo del poder durante estos cinco años ha sido acabar con Podemos. Disparando, uno por uno, a sus líderes, con la pieza mayor de Pablo Iglesias marcada como el objetivo final de esa lista. Nunca ninguno de los grandes problemas en España lo ha arreglado nadie que no haya sido el pueblo. Están  pendientes todas las exigencias del 15M: reforma de la ley electoral, castigo a los corruptos, fin de los privilegios políticos, transparencia democrática y mayor participación, democracia económica, vivienda, empleo, servicios públicos de calidad, control de los bancos.

El obstáculo para que esas demandas salgan de la agenda es Podemos. Y sin embargo, Unidas Podemos tiene la obligación de hacer lo imposible para llegar a un acuerdo con el PSOE. Incluso plantándose en la sede de Ferraz hasta que les reciba. Que nadie dude de la voluntad de acuerdo. Lo más difícil se hizo en su día: el acuerdo de presupuestos. Si se cruza ese acuerdo con las propuesta últimas del PSOE y la de Unidas Podemos, habrá gobierno de coalición. En agosto, no en septiembre. No hace falta ponérselo más difícil a ERC que tendrá más presiones para no apoyar si la sentencia del proces pone cuesta arriba las relaciones con el Estado. El PSOE debiera hacer lo mismo. Y no jugárselo todo a una narración ganadora que le permita cualquier suerte de gran coalición.

El relato, el maldito relato, estará machaconamente en los medios pero también en la cabeza de cada uno de nosotros y nosotras. Si creemos a los mentirosos, terminaremos odiando a las víctimas y amando a los verdugos. Por ejemplo, repartiendo culpas. Presionemos para que hablen. Es mucho más importante que llegar a un consenso sobre los culpables. Si regalamos el relato a los que no quieren gobierno de coalición, nos habremos dejado derrotar y regresarán los mismos fantasmas que nos convocaron a las calles el 15M. Llevan cinco años con ese objetivo. Si ganan, que por lo menos la derrota nos encuentre peleando. Porque en 2011, cuando nos echamos a las plazas, teníamos claro que todo lo que hacíamos era por dignidad. Y la dignidad ahora mismo está en exigir al PSOE y a Unidas Podemos que se pongan de acuerdo en un gobierno que mejore la vida de la gente.

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¿A quién defiendes, Sánchez? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/07/19/a-quien-defiendes-sanchez/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/07/19/a-quien-defiendes-sanchez/#respond Fri, 19 Jul 2019 13:28:52 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7625 alt --> Todo lo que le ha pasado al PSOE desde el 15M le tiene como pollo sin cabeza. Desde que la gente se echó a la calle a gritar aquello de "PSOE-PP la misma mierda es" ha perdido el pulso. Y estamos hablando del partido que consolidó el régimen del 78 y devolvió a España a … Continuar leyendo "¿A quién defiendes, Sánchez?"]]> ¿A quién defiendes, Sánchez?

Todo lo que le ha pasado al PSOE desde el 15M le tiene como pollo sin cabeza. Desde que la gente se echó a la calle a gritar aquello de "PSOE-PP la misma mierda es" ha perdido el pulso. Y estamos hablando del partido que consolidó el régimen del 78 y devolvió a España a Europa. Del partido que actuó como columna vertebral de la nueva Constitución; del que desarrolló el Estado social y ha sido principal sostén del Rey, especialmente de Juan Carlos I; del que organizó los GAL y también del que negoció con éxito el fin de ETA; del que desmanteló nuestra industria, del que nos metió en la OTAN y también en la CEE y el euro. Del que puso en marcha el feminismo institucional y también del que no ha entendido los últimos 8M.

El PP, como heredero de la España franquista nunca hubiera podido articular por sí mismo la salida del franquismo y no le hubiéramos permitido construir una democracia tan débil. Hacía falta un partido que obrara en el imaginario social como un partido de izquierdas. Que lo fuera realmente, quedaba en segundo plano. Con el Pedro Sánchez resucitado hemos estado dispuestos a primar la urgencia democrática sobre la memoria. Pero parece que lo que es persevera en su ser.

La emergencia de Podemos llevó a Rubalcaba a equivocarse cerrándole el paso a Carme Chacón y volvieron a equivocarse cuando Felipe González, Susana Díaz y Rubalcaba buscaron a un burócrata del partido que llevaba toda la vida obedeciendo a que se postulara contra Eduardo Madina. Lo que no contaban era con que ese joven, Pedro Sánchez, que no había hecho otra cosa en su vida que trabajar para el partido iba a desobedecerles y además de Secretario General del PSOE quería también ser Presidente del Gobierno. Las baronías del PSOE aún no le han perdonado a Sánchez su desobediencia.

A partir de ahí la historia se aceleró: elecciones en diciembre de 2015 sin mayorías absolutas, presiones para que el PSOE hiciera una gran coalición con el PP o al menos se abstuviera, renuncia de Rajoy a presentarse a la investidura -con la colaboración de Felipe VI-, conversaciones de investidura de Sánchez, fracaso, acercamiento a Podemos y Ciudadanos, pacto de gobierno del PSOE con Albert Rivera, fracaso en la investidura, convocatoria de nuevas elecciones, mínimo histórico del PSOE en la repetición electoral de junio de 2016, acuerdo de gobierno de Rajoy y Rivera, fracaso de Rajoy, intentos de investidura de Sánchez, mayor acercamiento a Podemos, amenazas de los barones a Sánchez por ese acercamiento, defenestración de Sánchez en el Comité Federal del PSOE, formación de una gestora en el PSOE que se abstendrá para que gobierne Rajoy, renuncia de Sánchez a su escaño desde el discurso del "no es no", primarias del PSOE encaradas por Sánchez desde un discurso "podemizado" de izquierda, entrevista con Jordi Évole de Sánchez reconociendo que se había equivocado primando a Ciudadanos sobre Podemos, reconocimiento de las presiones del IBEX 35 y del grupo PRISA, victoria en las primarias y regreso de Sánchez a la secretaría general del PSOE pero sin escaño, moción de censura contra Rajoy organizada por Pablo Iglesias sin contrapartidas, elección de Sánchez como Presidente de gobierno, elecciones de 2019 con un discurso de colaboración con Podemos, mayoría relativa del PSOE en las elecciones (de 123 diputados), olvido de todas las promesas de izquierda de Sánchez en las primarias y en las elecciones, petición al PP y a Ciudadanos de una abstención para no tener que gobernar con Podemos, endurecimiento del discurso y de la negociación con Unidas Podemos, agravada tras el mal resultado de la formación en las elecciones municipales y autonómicas. Y donde dijo digo, empezó a decir Diego.

¿Qué Sánchez es el que está negociando con Unidas Podemos el gobierno de España? ¿El del discurso de izquierdas que ganó la Secretaría General con su enfrentamiento a barones y banqueros? ¿El burócrata de toda la vida del PSOE? ¿El que colaboró en la reforma del artículo 135 de la Constitución, el que dijo que había que endurecer el delito de rebelión, el que amenazó con más artículo 155 en Catalunya, el que insultó a Corbyn? ¿El que le echó la culpa al IBEX 35 o el que le echa la culpa a Pablo Iglesias?

Sánchez acaba de dar pistas: ha pactado con los liberales y la derecha europea entregarle la Presidencia de la Comisión europea a Van der Layen, ministra conservadora de defensa de Angela Merkel en el gobierno de Gran Coalición que tienen allí sus socios socialdemócratas del SPD. Al tiempo, postula a Nadia Calviño, su perfil más neoliberal, a la Presidencia del FMI. Siendo Europa el freno a las políticas sociales ¿qué hace Sánchez apoyando los perfiles más conservadores que dificultarán muchísimo cualquier avance en España?

Mientras, en España sigue confiando su futuro a otro golpe de suerte gestionado por otros (como el que le sacó del barro con la moción de censura), al tiempo que representa el guión de mercadotecnia de Iván Redondo. Pero no le están saliendo las cuentas. Rivera sabe que una abstención para que gobernara Sánchez le entregaría el bastón de la derecha a Casado, puesto por el que lleva luchando desde que saltó al ruedo nacional. Y su soberbia -la misma que le ha echado en brazos de VOX- no le va a dejar abandonar ese sueño después de tantas encuestas y entrevistas en Antena 3 y TeleCinco diciéndole que es el elegido de los dioses. Casado sabe que una abstención del PP implicaría una suerte de Gran Coalición que rompería el juego bipartidista, entregándole el testigo a Ciudadanos y dejando el espacio de la izquierda a Unidas Podemos. No parece nada probable. Queda intentar doblar el brazo a Podemos.

Hemos visto estos días a Pedro Sánchez decir una cosa y la contraria en espacios a veces de unos segundos -como cuando reconoció en la entrevista en la Sexta que le había dicho a Rivera qué quería para negociar el gobierno para al instante reprocharle a Iglesias sus críticas de que estaba queriendo negociar con Rivera-. Lo que denota la sempiterna ausencia de ideología y el único objetivo de la gestión mediática de todo lo que ocurre. La lógica de imponer el relato derrota a la coherencia y a la ideología.

Pero es verdad que Sánchez ha ido cambiando su posición para terminar clarificando lo que pasa: le da miedo que alguien más preparado y con más carisma que él esté en el Consejo de Ministros. Lo que dice poco de Pedro Sánchez. Ha terminado asumiendo que está dispuesto a que haya Ministros y Ministras de Unidas Podemos siempre que no esté Pablo Iglesias (que pensarán lo mismo respecto de Catalunya, Europa, etcétera.). Pero sus miedos no se los puede cobrar a la democracia.

Ese miedo mal procesado debilita la democracia, porque establece vetos que no son de recibo en una democracia parlamentaria que tiene que aprender a negociar. Además de demostrar la enorme debilidad del PSOE, que tendría que respetarse más a sí mismo y no tenerle miedo a un partido joven como Podemos. Aunque se trata del mismo partido que, como decía, acaba de poner un tronco en las ruedas de la actualización por ley de las pensiones al IPC al colocar en la Presidencia de la Comisión Europea a una neoliberal y proponer a otra neoliberal para el FMI (aunque luego dirá que son apuestas feministas, aunque esas dos mujeres les quiebren una vida digna a millones de mujeres).

Pese a la enorme presión, las bases de Podemos han sido claras: estamos en el siglo XXI y los vetos no caben en una democracia que se respete. Porque si Unidas Podemos cede ¿qué es lo siguiente? Porque en el fondo, lo que está pidiendo Sánchez es que haya ciudadanos en España sin derechos políticos. Claro que cualquier poder nunca quiere cerca a los líderes de otros partidos. Pero para permitirte ese lujo, o te buscas mejores líderes o sacas mayoría absoluta. En ausencia de esas dos cosas, solo te queda negociar.

Es verdad que también está ahí la voluntad desesperada de no poca gente que no entiende cómo es posible que el PSOE y Unidas Podemos no son capaces de ponerse de acuerdo. Que se parece mucho a los hijos que no quieren que sus padres discutan. Pero cuando hay peleas matrimoniales, no es verdad que los dos tengan la misma culpa. La amenaza de una derecha frotándose las manos ante la falta de diálogo en la izquierda hace más acuciante ese diálogo. Pero la línea azul pardo del PSOE diciendo a su socio quién puede entrar y quién no en el gobierno no es aceptable. Aunque todos los tertulianos sigan insultando a Podemos a ver si así les asustan.

Sánchez ha ido virando con cuentagotas y de manera predecible. Como en un mal guión de película de serie B (La inflación de series va a devolver la gloria a los libros y la conversión de la política en un espectáculo televisivo dará vida a políticos con más ideas que estrategias pensadas para los focos). Parece que la última oferta de Pedro Sánchez ya habla de "gobierno de colaboración" con Ministros y Ministras de Unidas Podemos. Como le ha planteado Podemos desde la noche de las elecciones. Ningún demócrata en España de ningún partido debiera asumir que hay listas negras en España. Va siendo hora de recuperar todo el tiempo perdido. Quedan pocos días para ponerse de acuerdo. El chantaje de las elecciones es perfectamente idiota porque no queriendo nadie en el país elecciones salvo la derecha, Sánchez se juega la Presidencia, el Senado y su credibilidad. Aunque le quiera echar las culpas a otros. Hay que dejar de hablar para la galería. Está en juego un proyecto esperanzador para España y para Europa o la incorporación de nuestro país a esa usurpación de la democracia que son las grandes coaliciones o los gobiernos de derecha tutelados por la extrema derecha. El primer paso es que desaparezcan los vetos. Eso facilita muchas cosas.

Cuando Pablo Iglesias dice que no acepta vetos está defendiendo los derechos políticos de casi cuatro millones de votantes que, además, no se meten en las listas de otros partidos. Cuando Pedro Sánchez dice que gobierno con Unidas Podemos pero sin Pablo Iglesias ¿a quién está defendiendo?

 

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¿Mierda de democracia española? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/06/27/mierda-de-democracia-espanola/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/06/27/mierda-de-democracia-espanola/#respond Thu, 27 Jun 2019 09:09:36 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7613 Continuar leyendo "¿Mierda de democracia española?"]]>

Hay días en que la democracia en mi país, España, me parece una mierda. Es verdad que en todos sitios cuecen habas. Pero este país es el mío y me llena de vergüenza porque aquí pasan cosas que no leemos en Alemania, ni en Francia ni en Portugal ni en Inglaterra. Ocurren quizá en Italia y en Polonia, países también católicos y con un pasado autoritario donde la jerarquía de la iglesia siempre ha frenado los valores republicanos.

Me llena de vergüenza que en España un sicario de OK Diario entre en los despachos de diputados de Podemos, y campe dentro del Parlamento con la impunidad de los generales franquistas en los cuarteles durante la dictadura, que haga fotos como si fuera su cortijo, que revuelva entre los papeles y que después "Don" Eduardo Inda, como le llama Ferreras en La Sexta, publique esas fotos obtenidas ilegalmente. Me llena de vergüenza el silencio de los demás partidos y me abochorna que la Presidenta del Congreso quiera quitarle hierro al asunto.

Me llena de vergüenza que en mi país, España, el PP montara una policía política para inventar pruebas falsas contra Podemos y que esas pruebas falsas se publicaran no solamente en la cloaca de Inda, sino también en La sexta y en Telecinco y en Antena 3 y en Cuatro y en la Ser y en la COPE y en Onda Cero y en el País y en El mundo y en el ABC. En todos los medios las mismas noticias falsas, siempre con la intención de debilitar a Podemos porque había elecciones o era posible un acuerdo de gobierno con el PSOE. Me llena de vergüenza que Inda, que ha colaborado en la difusión de esas pruebas falsas no esté juzgado y en la cárcel como su amigo Villerejo y me llena de vergüenza verle en los platós de La sexta o de Telecinco cacareando sus mentiras infinitas con la impunidad del protegido. Porque es un falso periodista que inventa pruebas, lleva al periodismo al vertedero y debilita la democracia.

Me llena de vergüenza que Borrell se presente como candidato a las elecciones europeas y antes de que pase un mes dimita por intereses de personales o de partido, demostrando que encabezó una candidatura para mentir a los votantes. Carmena, que también ha dejado desmadejado el ayuntamiento de Madrid con su espantada, por lo menos lo avisó. Pero Borrell simplemente ha mentido. Y hablando de mentirosos, me llena de vergüenza que Sánchez, que dijo en la última entrevista en El país antes de las elecciones que no tenía ningún problema en gobernar con Podemos, ahora grita que va a la investidura sin pactar nada con Podemos y esperando el voto o la abstención de la derecha. Que al final lo que quiere es gobernar  con la derecha. Lo que temíamos. Pedro Sánchez ha mentido a sus militantes, a sus votantes, a Podemos, a Pablo Iglesias, a todo el mundo. Al final, Sánchez quiere, como Felipe González, como Susana Díaz, una gran coalición, como en Alemania, aunque a las elecciones fuera con un discurso que imitaba a Podemos. Y me llena de verguenza que los medios silencien que la UGT y CCOO apoyan un gobierno de la izquierda con Unidas Podemos. Igual es que no es importante.

Me llena de vergüenza ver que fácil ha sido que Rivera, que iba a ser Presidente, hoy está en el fango. Solamente porque los que mandan en los medios han decidido dejarle caer. Los mismos medios, para mi vergüenza, que jalearon y estimularon a Errejón para que rompiera con Podemos y dificultar así el pacto de Iglesias y Sánchez. Hoy Errejón se ofrece al pacto del PSOE con Ciudadanos. Objetivo cumplido. Esa es nuestra democracia. Los medios dictan quién puede estar y quién no en el gobierno de España. Apenas han bastado tres días para que Rivera bese el fango y Errejón, que era un maldito cuando estaba en Podemos, nunca tuvo la inexistente beca ni trabajó nunca en Venezuela.

Hay días en que la democracia en España me parece una mierda. Como son una mierda los incendios de cada verano, los asesinatos de mujeres por hombres que las desprecian, como el deterioro de los salarios y de las condiciones laborales, los desahucios, la mediocridad de nuestros políticos, sus mentiras cotidianas, la basura de nuestros medios, la vulgaridad de nuestras universidades, la venalidad de nuestros tertulianos y columnistas, la tolerancia con la corrupción de los votantes del PP y del PSOE, la hipocresía del post pujolismo y del PNV, el culto al franquismo o el silencio sobre la pederastia de los curas en los colegios religiosos. Me acuerdo de los que han jaleado a los de la manada como si fueran de los suyos, de las agresiones a las mujeres en las fiestas de verano, de los ataques diarios a homosexuales y me parece que la democracia española es una mierda y que le queda mucho y que le siguen pesando demasiado los cuarenta años de dictadura y los cuarenta años de monarquía y todo un siglo de caspa. Hay quienes dicen que el PSOE es el partido que más se parece a España. Pues pobre España.

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El día que Rivera perdió el cariño de los medios https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/06/24/el-dia-que-rivera-perdio-el-carino-de-los-medios/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/06/24/el-dia-que-rivera-perdio-el-carino-de-los-medios/#respond Mon, 24 Jun 2019 20:01:41 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7607 alt --> A Albert Rivera se le empezaron a torcer las cosas cuando quiso crecer a costa del PP. Fue cuando decidió robarle cuadros políticos en lugares donde no tenía implantación. Y hasta ahí podíamos llegar, se dijeron los viejos del lugar. Ese comportamiento no autorizado generó alguna conversación en las alturas y desde Génova les dijeron … Continuar leyendo "El día que Rivera perdió el cariño de los medios"]]> El día que Rivera perdió el cariño de los medios

A Albert Rivera se le empezaron a torcer las cosas cuando quiso crecer a costa del PP. Fue cuando decidió robarle cuadros políticos en lugares donde no tenía implantación. Y hasta ahí podíamos llegar, se dijeron los viejos del lugar. Ese comportamiento no autorizado generó alguna conversación en las alturas y desde Génova les dijeron a las gentes del IBEX35: aceptamos que no confiarais en nosotros y que financiarais a Ciudadanos para apuntalar vuestros intereses, pero eso de que nos esté robando cargos políticos y cargándose nuestra organización para crecer ellos no sirve a nadie. Ciudadanos no crece suficiente pese a todo lo que les habéis ayudado y a nosotros nos debilita. Así nunca vamos a sumar. El poder entendió y hablaron entonces con Rivera. Pero el muchacho es arrogante y no escuchó.

Le lanzaron algún mensaje desde el diario ABC sacando la información de las empresas pantalla de Villacís, y sacaron también el pucherazo de Castilla-León. Entonces volvieron al redil. Hasta se hicieron la foto de Colón. Ciudadanos no nació porque el PP hubiera dejado de ser de derechas, sino porque la corrupción le había tocado en la línea de flotación y había que tapar la sangría. Pero a Rivera no se le quitó la soberbia.

Un partido, aunque te lo financien, tiene vida propia. El objetivo de Ciudadanos es sustituir al PP en la hegemonía de la derecha española. En esa lucha a cuchillo, todo vale. Ciudadanos no ha dudado en acercarse a VOX, otro invento del IBEX 35, y así brindó una ocasión de oro para que los que sacaron malos resultados pudieran exponer esa relación incestuosa para justificar su ruptura con Rivera. Valls es de derechas, pero no reaccionario (aunque expulsó de Francia a miles de gitanos de manera poco compasiva), y ha dicho que rompía con Ciudadanos no por su pésimo resultado en Barcelona, sino porque defiende los valores republicanos. Las siguientes dimisiones van en la misma dirección, a no ser que nos creamos que el Ciudadanosde hoy no tenía nada que ver con el que  pactó en su día con Libertas o que los que ahora se marchan no podían haberlo hecho cuando el gobierno andaluz con VOX.

Lo cierto es que Ciudadanos es menos atractivo para los profesionales que se creyeron el cuento de que iban a llegar y gobernar (algo parecido a lo que ha pasado con Errejón en Podemos). La verdad es que Ciudadanos no ha hecho el sorpasso y ahora es el momento propicio para abandonar el barco. Tienen excusa. Aunque venga tarde. por otro lado, que alguien está alimentando estas deserciones no cabe la menor duda. Ahí están los medios presionando a Rivera para que evite un gobierno del PSOE y Podemos. A estas alturas, ingenuidades las justas. Los mismos medios que alimentaron la espantada en Podemos y el pacto de las empanadillas -que buscaba debilitar a Iglesias y a Podemos- son los que presionan a Rivera. Para lo mismo: una gran coalicion, en este caso no entre el PSOE y el PP sino entre el PSOE y Ciudadanos. El plan del IBEX 35.

Lo patético no es que el poder presione a Rivera para que Podemos no entre en el gobierno y derogue la reforma laboral o suba el salario mínimo o haga real la transición ecológica o actualice las pensiones o reinvente la universidad pública o la sanidad pública. Lo patético es que Sánchez, que está ahí por la moción de censura que le organizó Iglesias, que ha ganado las elecciones con un discurso por la izquierda y que prometió que no iba a pactar con Ciudadanos, está otra vez mintiendo. Mintiendo a sus bases, a sus votantes y a Podemos. No está bien que un Presidente de gobierno sea un mentiroso. Menos aún cuando estamos escribiendo la posibilidad de hacer las cosas de manera diferente. Va a ser verdad que hay una maldición que dice que el PSOE, cuando se trata de gobernar para las mayorías, siempre miente. Por lo menos, hasta que deje de hacerlo. Que ojalá sea pronto.

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¿Que si debe entrar Pablo Iglesias en la alineación? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/06/23/que-si-debe-entrar-pablo-iglesias-en-la-alineacion/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/06/23/que-si-debe-entrar-pablo-iglesias-en-la-alineacion/#respond Sun, 23 Jun 2019 11:48:58 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7598 alt --> Ahora resulta que algunos se acaban de enterar de que los partidos se presentan a las elecciones para gobernar. Cosas veredes, amigo Sancho... La falta de respeto de Pedro Sánchez por los votantes de Unidas Podemos es una de las señales más evidentes del deterioro de la política española. El agradecimiento forma parte de la … Continuar leyendo "¿Que si debe entrar Pablo Iglesias en la alineación?"]]> ¿Que si debe entrar Pablo Iglesias en la alineación?

Ahora resulta que algunos se acaban de enterar de que los partidos se presentan a las elecciones para gobernar. Cosas veredes, amigo Sancho... La falta de respeto de Pedro Sánchez por los votantes de Unidas Podemos es una de las señales más evidentes del deterioro de la política española. El agradecimiento forma parte de la calidad democrática. Porque esos votantes, que sumaron seis millones de españoles entre Podemos e Izquierda Unida, fueron los que aceptaron que Pablo Iglesias sacara a Pedro Sánchez del vertedero al que le había echado su partido, fueron los votantes que asintieron a que Iglesias rescatara a Sánchez en una moción de censura que se trabajó Iglesias y de la que se benefició un Pedro Sánchez tan extraviado que la semana que salió la sentencia de la Gürtel ni se percató de lo que estaba pasando y se marchaba a Lisboa.

La falta de respeto de Pedro Sánchez por los votantes de Unidas Podemos ya había tenido un episodio anterior con la falta de atención pública al Watergate español, el uso por parte del PP de una policía política para inventar pruebas falsas contra Podemos e intentar echarles fuera del juego político. Pruebas falsas que fueron publicadas por todos los medios de comunicación, aun a sabiendas de que eran falsas. Pruebas falsas que fueron repetidas como ciertas por todos los partidos políticos para atacar a Podemos aun a sabiendas de que eran falsas. Aún recuerdo a Pedro Sánchez señalándome como defraudador, pese a saber que era mentira, con la única intención de debilitar a Podemos. Luego, los que habían defraudado a Hacienda eran políticos de su gobierno e, incluso, José María Aznar, multado por Hacienda y Montoro, es verdad que como aviso en las peleas internas de su partido. Pero sancionado. Han sido cinco años aguantando mentiras y más mentiras. Contra un partido que ha sumado en España seis millones de votos. Pedro Sánchez ha gobernado con 5,3 millones.

Se entiende perfectamente que el PSOE no quiera a Pablo Iglesias en su gobierno. Igual que el Real Madrid no querría que jugara nunca Messi. "Venga Barcelona, pon a otros, pero a Messi no. Si quieres yo pongo a otro portero". Igual que el Barcelona no hubiera querido nunca que jugara Cristiano Ronaldo. "Venga, Real Madrid, cambio la alineación mía pero no pongas a Ronaldo". Si no fuera cómico sería trágico. Pero en esas está el PSOE.

Yo entiendo que el PSOE no quiera que esté Iglesias, porque la socialdemocracia está desapareciendo en toda Europa, incapaz de aguantar políticas socialdemócratas. Sánchez se ha salvado de entre los socialdemócratas europeos, porque ha podemizado su discurso. Pero pasar de las palabras a los hecho ya es otra cosa. Y eso es lo que significaría que entrara Iglesias en el gobierno de Sánchez: pasar de las palabras a los hechos. Y Pedro Sánchez, que lo más socialdemócrata que tiene son los socialdemócratas conejos de la chistera de Iván Redondo, que se duplican o desaparecen en virtud de lo que convenga al espectáculo, quiere hablar en izquierdas y gobernar en derechas. Por eso, Pedro Sánchez mendiga a Albert Rivera vacunas para las reformas laborales, mientras Valls repudia a Ciudadanos por mendigar vacunas antidemocráticas en el dispensario franquista de VOX (El fraude que es Albert Rivera es descalificado directamente por Macron y desde Ciudadanos dicen que es una anécdota. En qué poquita cosa te quedas cuando los medios que te auparon te retiran el favor). En el colmo de la falta de decoro, Sánchez, que ganó la moción de censura con el "no es no" y al que le cortaron la cabeza por no votar a Rajoy, le suplica a Pablo Casado que le regale un sí enamorado de España, que ya si eso de tener memoria también forma parte de los problemas a olvidar.

El bipartidismo se ha acabado y este espectáculo de Gila que está protagonizando Pedro Sánchez, hablando por un teléfono falso como si hubiera alguien al otro lado -cuando en verdad está hablando para el público-, son los últimos coletazos de la España del 78 que se resiste a entrar en el siglo XXI. Como siempre que España no sabe resolver sus problemas, aparece Europa, y Sánchez lanza su penúltimo mensaje desde Bruselas. Nos va mal cuando los europeos se meten en nuestros problemas. E insiste en el mantra de que España es diferente (e irreformable) lo que no ayuda a solventar el reto catalán. Estamos llenos de políticos miopes. Con gafas que solo valen para hacer trucos de magia. Que solo funcionan cuando estás dispuesto a creerte las mentiras.

Quién entre y quién no por parte de Unidas Podemos en el gobierno lo va a decidir Podemos. Y cuando se concrete algo por parte de Sánchez (que en algún maldito momento tendrá que decir algo que no sea tirar balones fuera), será Podemos quien deliberará y tomará decisiones sobre personas y responsabilidades mirando el bien del país y del espacio político nacido del 15M (que en mi opinión coinciden). Claro que Podemos tiene debates pendientes y la asignatura principal de construir un partido-movimiento anclado social y territorialmente. Pero tiene la ventaja de que las decisiones importantes las toman las bases. Y las bases se enfadan de manera creciente por el maltrato del PSOE.

El ámbito natural de Podemos en un gobierno hoy son las políticas sociales. Recordemos que además de regalarle a Sánchez la moción de censura, le regaló los viernes sociales. Con la propuesta estrella de los 900 euros. Un logro de Podemos que se lo apuntó el PSOE con ese gusto por el abrazo del oso que le caracteriza (y que tiene en el grupo PRISA su principal valedor). Una Vicepresidencia social que coordine de las políticas sociales y los ministerios sociales en el nuevo gobierno encaja perfectamente con lo que viene trabajando Podemos estos cinco años. Algo positivo para España y para Europa.

Sánchez llegó al gobierno de una manera excepcional con la moción de censura, lo que ha ocultado el hecho de que estamos en un nuevo momento de la política española que ha venido para quedarse. Por eso Sánchez insiste en que puede gobernar con 123 escaños porque ya lo hizo con 85. Pero es que ahora va a ser Presidente desde unas elecciones, no desde una moción de censura. No verlo implica un punto de frivolidad preocupante. Y, una vez más, una patada a la democracia. A ver si Pedro Sánchez pudo gobernar con 85 escaños, con el grueso de sus diputados enemigos íntimos del Secretario General, y Unidas Podemos no puede siquiera entrar en un gobierno con 42 escaños cohesionados sin fisuras en torno a Pablo Iglesias. Es un insulto a la democracia. Que lo protagonizara un Rajoy agonizante, se puede entender. Pero que Pedro Sánchez alargue la investidura a ver si algún conejo hace sus tareas de prestidigitación debilita al PSOE, a la democracia y a toda la izquierda.

No siempre Sánchez y Redondo han medido bien los tiempos queriendo alargarlos. Pero es que hacerlo ahora debilita la credibilidad de la democracia, debilita el compromiso de la ciudadanía, instala el cinismo y lanza el mensaje de que en España o gobiernan los de siempre o no se juega a la democracia. ¿Cómo demonios nadie está poniendo vetos en España en 2019?

La derecha no tiene ningún problema en instalar el pesimismo. Ahí está, echada en brazos de VOX que cantan el cara el sol y dicen que han pasado. Se cierra una etapa con la decisión de Sánchez. Volvemos a 2014 con una gran coalición del PSOE con la derecha, lo que implicará la ruptura del PSOE y la ocupación del espacio de la izquierda con Podemos como nave nodriza. O Unidas Podemos entra en el gobierno como ella decida y empieza una fase postneoliberal. En este segundo escenario, el PSOE necesita a Unidas Podemos y Unidas Podemos necesita al PSOE. En el primero no. No es tiempo de debilitarse mutuamente. Y quien parece no haberlo entendido es Pedro Sánchez.

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Juego de tronos y gobiernos de cooperación https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/06/12/juego-de-tronos-y-gobiernos-de-cooperacion/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/06/12/juego-de-tronos-y-gobiernos-de-cooperacion/#respond Wed, 12 Jun 2019 10:10:38 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7581 alt --> Decía Miles Davies que cuando pulsas una nota, solo la siguiente te permitirá decir si era justa o desafinada". Podríamos decir que si tocas una nota desafinada y luego sale una línea musical correcta, tienes madera de genio o mucha suerte. En política, la buena suerte, la baraka es esencial. Y se tiene o no … Continuar leyendo "Juego de tronos y gobiernos de cooperación"]]> Juego de tronos y gobiernos de cooperación

Decía Miles Davies que cuando pulsas una nota, solo la siguiente te permitirá decir si era justa o desafinada". Podríamos decir que si tocas una nota desafinada y luego sale una línea musical correcta, tienes madera de genio o mucha suerte. En política, la buena suerte, la baraka es esencial. Y se tiene o no se tiene, de la misma manera que se tiene y se pierde y entonces es cuando te toca hacer mutis por el foro. Pedro Sánchez, que es un superviviente de la política, sabe a qué está jugando y, de momento, tiene baraka. Y mira atrás y dice: ¿soy yo acaso peor? ¿No ha sido Aznar Presidente del Gobierno? ¿No ha sido Ana Botella alcaldesa de Madrid? ¿Destacaban quizá por su preclara inteligencia y su proyecto político? No. Solo tenían claros los entresijos del mando. De esos lodos del régimen del 78 provienen profesionales de la política y el barro como Sánchez, que, con ayuda de los dioses, pueden tocar notas desafinadas y hacer una buena melodía.

En el Juego de tronos de Pedro Sánchez hay spoilers. Es como leer una biografía de Jesucristo. Sabes cómo termina. Si conoces el PSOE, intuyes un final probable. ¿Pero es predecible Sánchez? El final de Juego de tronos ha generado decepción en los entusiastas de la serie. A mí me ha gustado y si es simple es porque la felicidad está en la víspera y las guerras siempre terminan igual. Aunque el pueblo en esta serie, es decir, la gente que trabaja, ama, sufre, hace planes y sostiene los países no tiene un papel en el guión salvo para aclamar a tiranos o salvadores o ser masacrados. Es lo que tienen las historias de héroes y heroínas: el pueblo es comparsa. Al final son más importantes los dragones. Pero los dragones no existen. Aunque Sánchez sueñe con un dragón matemático que haga que 123 sea igual a 176. Pero los dragones echan fuego, no hacen cuentas. Los dragones de los medios de comunicación llevan un mes echando fuego, pero nunca para derretir el sillón de la Moncloa. Estos dragones son inteligentes solo de parte.

El gobierno de cooperación que ha propuesto Sánchez es una enseñanza sacada de la figura del relator que tanto enfureció a la España canovista: llamar a las cosas de otra manera para que parezcan diferentes. Romeo, que era un idiota, le decía a Julieta que su amor era imposible porque ella era una Capuleto y él un Montesco. Julieta, que era más sensata, le decía que llamases como llamases a la rosa, su fragancia era la misma. Gobierno de cooperación o gobierno de coalición tienen la misma fragancia o no en virtud de la siguiente nota, que es la que dirá si esa modalidad de gobierno es afinada o desafinada. Es bastante probable que esa fórmula buscara engañar a Iglesias en el papel de Julieta y después volver a engañar a Rivera en el papel de Romeo, reservándose Sánchez ser Julieta y Romeo al tiempo o El mercader de Venecia o Enrique IV o incluso Hamlet sosteniendo la calavera de Felipe González y preguntándose Ser o no Ser para hacerse el profundo. Las profundidades se hacen superficie cuando tienes que sumar una mayoría: PSOE+Unidas Podemos+PNV+PRC+ dos votos que faltan que los brindará la inteligencia. Y que rujan los dragones. ¿O alguien esperaba que no echaran fuego?

Dicho de manera más clara, gobierno de cooperación era una invitación de los últimos coletazos del bipartidismo para hacer como si el bipartidismo no hubiera muerto. Por eso el espectáculo triste de Ábalos diciendo: pues igual vamos a elecciones y sacamos algún escaño más, frase más propia de un tratante de ganado que de un portavoz de Gobierno. Y el de Adriana Lastra  compitiendo con la Dolores de Cospedal del finiquito en diferido para decir en un grito desgarrador: ¡absteneos PP o Ciudadanos o no tendremos más remedio que gobernar con Podemos! Gobierno de cooperación es gobernar pidiéndole a los demás lógica de ONG. Iglesias no va a volver a salvar al soldado Sánchez, porque ya lo hizo una vez y no se lo ha agradecido. Firmaron acuerdos y Sánchez no le cumplió. El PP y Cs, peleando entre ellos a ver quién se queda con el chiringuito de la derecha, han dicho que nanay a Sánchez, que se ha quedado más cerca de La casa de Bernarda Alba que de Shakespeare. Gobierno de cooperación era que el PSOE gobernase y que los demás cooperaran. Así, con 123 escaños. Como si el bipartidismo siguiera vivo.

Nadie ha dicho que el bipartidismo iba a marcharse con heroísmo. Lo está haciendo con bochorno. Y la partitura de un gobierno de cambio pasa porque la nota del gobierno de cooperación no siga queriendo ser una trampa, una añagaza, y asuma que Unidas Podemos va a entrar en el gobierno de España. Luego llámalo como te de la gana. Y España dará un gran paso para empezar a parecerse a los países europeos que nos llevan medio siglo democrático de ventaja o una revolución. Porque el desenlace de Juego de tronos solo podía gustar si fuera como Bandersnatch, el capítulo de Black Mirror donde cada cual escoge su final. Y el final del Juego de tronos de Sánchez tiene que ver con que 123 más 42 son 165, que son más que los 147 que suman el PP, Ciudadanos y VOX. Y suman más que los 117 del acuerdo del PSOE y Ciudadanos de 2016 que le valía a todos los dragones. La siguiente temporada es la interesante.

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Isa Serra y Amancio Ortega https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/05/23/isa-serra-y-amancio-ortega/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/05/23/isa-serra-y-amancio-ortega/#respond Thu, 23 May 2019 13:03:52 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7560 alt -->   "Y en cuanto a la riqueza, que ningún ciudadano sea suficientemente opulento para poder comprar a otro, ni ninguno lo bastante pobre para verse obligado a venderse, lo cual supone en los grandes, moderación de bienes y de crédito, y de parte de los pequeños, mesura en la ambición y la codicia." J.J. Rousseau, … Continuar leyendo "Isa Serra y Amancio Ortega"]]>  

Isa Serra y Amancio Ortega

"Y en cuanto a la riqueza, que ningún ciudadano
sea suficientemente opulento para poder
comprar a otro, ni ninguno lo bastante pobre
para verse obligado a venderse, lo cual supone
en los grandes, moderación de bienes y de
crédito, y de parte de los pequeños, mesura
en la ambición y la codicia."

J.J. Rousseau, El contrato social

En la película colombiana La estrategia del caracol, un desahuciado le explicaba a un periodista cómo tuvieron que abandonar, por culpa de una justicia corrupta, el edificio en el que llevaban viviendo cuarenta años. Cuando el propietario ricachón abre con orden judicial la puerta del bloque, la ve ya vaciada. Vaciada de verdad. Sin pisos, suelos u techos, sin azulejos ni ladrillos, puertas, grifos, ventanas, cables o remaches. En el frente, solo un mensaje respondiendo a la orden judicial de dejar la casa pintada: "aquí tienes la hijaeputa casa pintada". El periodista no entiende la alegría con la que le está contando la historia: ¡Pero si perdieron ustedes todo! Y el hombre, enfadado,  le dice al periodista ignorante: ¿y la dignidad? ¿Es que la dignidad ya no cuenta? ¿Es que ya hemos perdido también la dignidad?

Los españoles somos un pueblo muy generoso. Cuando hay catástrofes y cuando no las hay. Donamos mucho dinero y ayudamos a nuestros vecinos golpeados. La crisis fue una de las más hermosas escuelas de solidaridad de los últimos años. Muchas familias reciben todos los años a niños saharauis, adoramos a Cáritas, damos dinero a Save the Children, estudiantes van a comedores a alimentar a los que no tienen comida, hay gente que dedica su escaso dinero a rescatar animales, y otros pagan multas por evitar el maltrato. Mucha gente ayuda en albergues, dona medicinas, compra un kilo de arroz de más y un par de latas para ayudar a un comedor o subírselo a una vecina que sabe que le hace falta. La ropa pasa de mano en mano y muchas madres llegan a fin de mes por esa solidaridad. Es también una costumbre en España ayudar a familiares o hijos de amigos a pagarles los estudios y todos los días nos emocionan los gestos de solidaridad de gente que tiene muy poco y encima lo comparte.

Es hermoso saberse parte de un pueblo generoso. Pero no está de más recordar que somos solidarios personalmente con los nuestros porque tenemos un Estado que los ricos se robaron durante cien años. Cuando leemos las novelas de Valle Inclán, vemos esa parada de los monstruos de romería en romería de gente ciega, desdentada, enana, jorobada, deforme que no son sino el espejo de un país donde no existía seguridad social ni salud pública ni redes sanitarias para los de abajo. Pagar los estudios a alguien es propio de un país donde la educación no es gratuita. Los ricos, los mecenas, los señoritos y los aristócratas han alimentado el sentido asistencial que tenemos en España.

Hemos desarrollado la solidaridad entre nosotros porque no terminamos de confiar en el Estado. Y donde no hay Estado, solo queda la solidaridad y la caridad. La solidaridad está muy bien, porque es horizontal y cambia las causas de las desigualdades. La caridad no, porque es vertical y refuerza las causas de la desigualdad. Por eso, corruptos que han defraudado a hacienda –corruptos de verdad, no como las acusaciones que hemos recibido algunos como parte de los ataques de las cloacas- apoyan a Amancio Ortega y atacan a Isa Serra. Miguel Bosé –o su caricatura- y Bertín Osborne se lanzan a insultar a la candidata de Podemos a la Comunidad de Madrid. E Íñigo Errejón, que se ha beneficiado de las cloacas periodísticas que solo buscan hacer daño a Podemos, se pone del lado de Amancio Ortega, de Bertín Osborne y de Miguel Bosé dejando claro que prefiere gestionar lo que existe antes que transformarlo. El oportunismo es la enfermedad permanente del populismo. Y sigue alimentando el asistencialismo.

España aprueba la asignatura de la solidaridad a derecha e izquierda. Pero apenas progresa adecuadamente en la de la dignidad. Lo público no terminamos de hacerlo nuestro. Es algo ajeno. Ahí están los votantes del PP a los que les da lo mismo la corrupción de su partido. En este Reino de España no vemos que depender de ricos para curar enfermedades es perder dignidad. No terminamos de confiar en lo colectivo, en lo que es de todos porque se construye entre todos. Y eso significa que no terminamos de ser responsables de lo común. Por eso un alumno dice: "he sacado un diez" y le da la vuelta cuando le va mal y afirma "me han puesto un tres".

Si existiera un impuesto a las grandes fortunas de apenas el 3%, Amancio Ortega pagaría más de mil millones que se podrían usar para la sanidad pública. Si las prendas que vende Amancio Ortega en España se fabricaran en España y no en otros países donde paga salarios de miseria, habría más puestos de trabajo en España. Si Amancio Ortega no hiciera ingeniería fiscal para ahorrarse hasta 600 millones de euros, las haciendas públicas tendrían más dinero para limitar las desigualdades. Si la responsabilidad social corporativa tuviera inspectores que la garantizaran, compartir la riqueza estaría guiado por el derecho y no por una consesión graciosa y arbitraria de nadie.

Porque una sociedad justa es una sociedad donde nadie es tan rico como para poder comprar a nadie ni nadie es tan pobre como para tener que venderse. Hay muchos españoles y españolas que son solidarios hasta emocionarnos. Lo que comparten estas personas afecta a su bolsillo. No comparten lo que les sobra, sino parte de lo que necesitan.

Las donaciones de Amancio Ortega ni las nota en sus 60.000 millones de euros de patrimonio. Si quiere regalar todo su patrimonio, bienvenido, pero sería bueno que su ejemplo fuera como empresario que da ejemplo como empresario, no como filántropo. No se trata de hacer donaciones que lavan tu imagen. Juan March, el empresario estraperlista que fundó la Banca March, hizo muchas donaciones para tapar que se había enriquecido en negocios ilícitos y que había financiado el golpe de estado de Franco. Entiendo mejor las donaciones al arte que a la sanidad o a la educación. El futuro de la sanidad o la educación de un país lo decide el pueblo, no los ricos. Las donaciones de los grandes empresarios siempre tienen truco y debilitan el compromiso con lo público. La dignidad se basa precisamente en que no haya trucos. Me quedo con Isa Serra que no hace trampas y quiere un Estado guiado por la decencia.

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Rubalcaba, el hombre que sabía https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/05/10/rubalcaba-el-hombre-que-sabia/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/05/10/rubalcaba-el-hombre-que-sabia/#respond Fri, 10 May 2019 16:52:40 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7550 alt --> Ayer por la tarde, cuando reinaba la confusión,  me pareció que Rubalcaba había tramado su penúltima metáfora entre tubos y monitores. Llegaban noticias de que se había marchado. Alguna diputada socialista colgaba un tuit adelantándose a los acontecimientos y rápidamente lo borraba como si alguien la hubiera regañado. Las redacciones, que son los buitres del … Continuar leyendo "Rubalcaba, el hombre que sabía"]]> Rubalcaba, el hombre que sabía

Ayer por la tarde, cuando reinaba la confusión,  me pareció que Rubalcaba había tramado su penúltima metáfora entre tubos y monitores. Llegaban noticias de que se había marchado. Alguna diputada socialista colgaba un tuit adelantándose a los acontecimientos y rápidamente lo borraba como si alguien la hubiera regañado. Las redacciones, que son los buitres del siglo XXI, echaban humo preparando los especiales. Pero Rubalcaba, el que todo lo planeaba, no se iba a morir hasta  que llegara Sánchez. Un último servicio al partido.

Aunque su relación con Sánchez no fuera digna de postal de San Valentín. Los panegíricos de los políticos fallecidos nunca los debieran escribir los de su familia política. Porque o bien son insultantes entre líneas o  bien mienten. A no ser que se escriban desde la derrota compartida. Es un buen oficio para un ex dirigente político. Escribir necrológicas. Pero los Rubalcaba, como los Fouché, nunca se jubilan. Rubalcaba iba a esperar a Sánchez. Pero no por Sánchez, a quien nunca había imaginado de Presidente del Gobierno, sino por el espacio compartido en Ferraz y, sobre todo,  por el "bien de España".

Fraga tenía el Estado en la cabeza. El franquista, claro. Rubalcaba tenía también el Estado en la cabeza. Pero el salido de la Transición. Por eso fue él quien ajustó la ley de abdicación del emérito. Nadie como el PSOE ha defendido a los Borbones. Juan Carlos siempre lo supo. Su hijo, que ha sufrido menos, no lo ha entendido y eso le costará la Corona. Rubalcaba, más austero que Felipe González y menos poseído de eso que los idiotas llaman gloria, procuraba ir un paso por delante para preparar los acontecimientos. Y si algo tenía que cambiar para que las cosas permanecieran en su sitio, sin problema. Aunque eso le obligara a ser un secundario de lujo. Por eso la derecha le ha odiado como solo saben odiar la derecha. Y como odian los de casa.

Rubalcaba tenía algo que siempre ha pertenecido al linaje del poder: el realismo. Releía el Fouché de Stefan Zweig y entonces tomaba decisiones. Nada de precipitaciones. Salvo las de la química. Y si el experimento fallaba, quitaba corriendo la probeta del fuego. Ha sido el secundario al que dan el Oscar solo por el conjunto de su carrera. Porque los aciertos tapan los errores. La noche del 15M nos mandó a los antidisturbios. Pero le bastaron unas horas para darse cuenta de que se había equivocado. Gracias a su error y a que luego dio marcha atrás es que existe Podemos. Qué paradoja.

Igual que un jugador lleva el burle en la sangre, Rubalcaba llevaba en las venas colocar ladrillos donde hubiera una obra. Y si no podía poner ladrillos, ponía piedras. Llevaba décadas fuera de la Universidad Complutense pero no hubo una elección a Rector en la que no enredara para que saliera su candidato. Hay que decir que perdió unas cuantas y otras tantas ganó. A Rubalcaba le gustaban los pasillos enrevesados de la política como a un ludópata la ruleta dando vueltas y vueltas y más vueltas. Que no se pare. Te miraba a los ojos y entonces sabía que sabías de su posesión enfermiza. Sonreía pero seguía. Había algo místico en su papel. Era el hombre esencial para pactar el fin de ETA. Otros de su generación, que venían del radicalismo de izquierdas, desarrollaron metástasis de cinismo. Pero Rubalcaba no era un cínico. Había acariciado las claves del poder y con las cosas del devenir no se juega.

Respetaba a Podemos, pero le jodía que se hubiera levantado ese espacio a la izquierda del PSOE. Donde, decía Guerra, solo había un abismo. Le hubiera gustado tenerlo como contrincantes con algunos años menos. O eso es lo que sentí en algunos debates. Era un nuevo desafío que le hacía sentirse vivo. Y eso también le llevó a cometer errores. Cuando conoces la razón de Estado, terminas siendo, de una manera u otra, preso de la razón de Estado. Por eso cometió el error de presentarse contra Carme Chacón, cometió el error de no apoyar a Eduardo Madina, cometió el error de ligar su última suerte a Susana Díaz y a Felipe González. Que le llevaron a un sitio gris en los últimos años. Una inteligencia política como la de Rubalcaba reventaba las costuras de un proyecto envejecido como el consejo asesor del grupo PRISA. Aún más con la anterior redacción, que era una caricatura de la peor prensa. Pero es verdad que para un político de raza, da más satisfacción dar un golpe con una portada o en un editorial que opinar en el Consejo de Estado sobre una ley que tardará años en brindar sus efectos.

Rubalcaba era un patriota de partido. Porque el partido, el PSOE, era el marco, la música y el tapón del régimen del 78. Era la historia oficial de España, era la recuperación de los salones de Europa, era la OTAN, las reformas laborales, la desindustrialización y el miedo a la memoria histórica. El régimen del 78 con su Rey, sus franquistas más o menos domesticados, su Estado social demediado, su herida territorial siempre abierta, su patronal decimonónica, sus inexistentes premios Nobel y la amistad con gobiernos sátrapas.

Me hubiera gustado hablar con Rubalcaba después de las elecciones. España se ha acelerado en los últimos años. En ese aceleramiento ha surgido una nueva izquierda, la derecha regresa a sus fueros, una nueva generación de burócratas se ha hecho con el control del PSOE y hay que reinventar el marco territorial. En estos momentos, donde hace falta el genio, la mirada larga, el desprendimiento, se ha marchado un socialista de esos que han marcado al PSOE. En sus luces y en sus sombras. Mario Soares, ya jubilado, arrastró al Partido Socialista Portugués a la izquierda. Rubalcaba no se dejó llevar por ese genio arriesgado. Podría haber ayudado a acabar con los Villarejo, los enriquecimientos reales, las cloacas, el capitalismo rentista español. Pero le pesó siempre demasiado cuidar al partido. Al viejo partido.

No es poca gloria marcharte, en un país de políticos, reyes, empresarios y curas ladrones, dejando el recuerdo de hombre político, generoso en su entrega, entregado a lo público. Y humilde en lo sencillo (¡Él, que fue tan arrogante en las cosas de la razón de Estado!). Tan humilde como para regresar a sus clases, a volver a aprender, a sentir que no has entendido. Y luego, volver a enseñar lo que sabes a alumnos cuyos nombres olvidarás. Mientras el teléfono ya no suena. Y, como Fouché, esperas que alguien quiera escuchar tu última reflexión brillante. Pero el teléfono no suena. Rubalcaba crecerá con el tiempo. Que la tierra le sea leve.

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Los gorrones en política o de la deslealtad de los aprovechados https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/05/05/los-gorrones-en-politica-o-de-la-deslealtad-de-los-aprovechados/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/05/05/los-gorrones-en-politica-o-de-la-deslealtad-de-los-aprovechados/#respond Sun, 05 May 2019 13:10:41 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7542 alt --> La moderación es una virtud solo en relación con los extremos. Decía Habermas, cuidado con esos hombres justos que dicen que la mitad de la culpa para Hitler y la otra mitad para los judíos. No hay equidistancia entre un violador y una mujer violada. Y menos mal no es más bien sino simplemente menor … Continuar leyendo "Los gorrones en política o de la deslealtad de los aprovechados"]]> Los gorrones en política o de la deslealtad de los aprovechados

La moderación es una virtud solo en relación con los extremos. Decía Habermas, cuidado con esos hombres justos que dicen que la mitad de la culpa para Hitler y la otra mitad para los judíos. No hay equidistancia entre un violador y una mujer violada. Y menos mal no es más bien sino simplemente menor cantidad de mal. Si en una población se asesina o viola diariamente a una mujer, en otra donde sólo se hace semanalmente difícilmente se podrá afirmar que el asesinato y violación de mujeres en esa ciudad son "moderados". Son menos que en el otro lugar, pero no dejan de ser un disparate.

Una de las discusiones más severas en la ciencia política tiene que ver con los gorrones. Cómo hacer que los caraduras no se aprovechen de la buena voluntad de los demás. En España, los que hacen huelga pierden el sueldo de los días no trabajados. Pero si la huelga triunfa, la subida salarial es para todos los trabajadores. Incluidos los esquiroles. Los gorrones o polizones (free riders) son aquellos que consumen más que lo que les corresponde o deciden no afrontar "una parte justa del costo de su producción".

Los gorrones en política suelen reclamar espacios de centro o, en un uso abusivo de la palabra, transversales. Como en la "tragedia de los comunes" de Hardin, el centro se convierte en un metro en hora punta donde todos los que lo reclaman como propio piensan en términos estrictamente individuales: no quieren defender una idea, sino tener más votos colocándose donde hay menos conflicto. No se preguntan cómo se ha llegado a ese consenso y les resulta indiferente que si no hay gente que siga reclamando posiciones más decididas, ese centro se irá corriendo cada vez más hacia el otro polo. Pero los gorrones del centro no quieren transformar la realidad. Sólo quieren gestionarla.  No colaboran en la construcción del conjunto sino que quieren recoger gratis los esfuerzos hechos por otros para llegar a un punto de equilibrio en virtud de la correlación de fuerzas.

Porque esa es la clave: el equilibrio entre polos en tensión.  La correlación de fuerzas se expresa en los conflictos -de clase, de género, de raza, de tradiciones, de edad- y cómo se solvente el conflicto dependerá de la fuerza de los grupos en tensión. Si se abandonan posiciones para ocupar esos espacios centristas donde no se quiere molestar al elector, el espacio de tensión desaparece y la correlación de fuerzas se decanta hacia los que siguen firmes en sus posiciones. La aparición de VOX tensiona el centro hacia la derecha. La reclamación de una izquierda que se parezca al PSOE, también.

¿Quién se encarga de recordar que los trabajadores no reciben el fruto íntegro de su trabajo? ¿Quién recuerda que las mujes ganan un 23% menos? ¿Quién dice que no es aceptable ninguna violencia contra las mujeres?¿Quién reclama otras pautas de consumo, urbanísticas y energéticas para que las nuevas generaciones tengan un planeta en el que vivir?¿Quién se pone firma para garantizar los derechos de los pensionistas? ¿Quién defiende lo público frente a la agresión de las empresas que quieren privatizar la sanidad, la educación, las pensiones? ¿Quién insiste en que España es plurinacional?¿Quién hace memoria del pasado o recuerda a la iglesia que no puede tener privilegios?¿Quién le pone freno a las plataformas de internet que son los rentistas del siglo XXI?¿Quién defiende el derecho de las mujeres a su cuerpo? ¿Quién confronta a los que tienen privilegios?¿Quién pone freno a los fondos buitre o al vaciamiento democrático de la Unión Europea?

Defender todos estos ámbitos te aleja del centro. Pero no de la transversalidad entendida como una política para las mayorías. Una de las ventajas del parlamentarismo es la amabilidad en las formas. Y la amabilidad es positiva porque permite el diálogo y abre la posibilidad para acuerdos donde todos los intereses sean considerados. Pero si esa amabilidad se traslada a moderar la defensa de los intereses de la mayoría, se estará haciendo trampa. Hay que entender que en toda la sociedad hay intereses y tienen que ser escuchados y valorados. Pero hay muchos ámbitos donde el acuerdo no es posible: no se puede estar con los fondos buitre y con los desahuciados, con los violadores y las violadas, con los que agreden y los agredidos, con los que quieren más beneficios y los que quieren salarios justos. El político que renuncia a sus principios es un gorrón que solo piensa en su cargo.

No ha habido ningún gran cambio en España que no haya estado precedido por mucha gente poniendo el cuerpo. No hubiera existido la Constitución de 1812 sin el levantamiento de 1808. No hubiera existido la Primera República sin la Revolución Gloriosa contra los Borbones en 1868. No hubiera existido la Segunda República sin la oposición obrera e intelectual a la dictadura de Primo de Rivera. No hubiera existido Transición sin las luchas en las calles desde 1974. Y no se habría frenado a la derecha sin el 15M. Los políticos que hoy quieren pescar en el caladero amable del centro saben que si no hubiera gente empujando por los derechos de las mayorías, ese centro estaría mucho más a la derecha. De hecho, quienes piensan así no trabajan por ensanchar la democracia convenciendo a más gente de la bondad de sus posiciones, sino que les quieren convencer de que ellos van a defender lo que ya piensan.

Por eso, los gorrones en política terminan yéndose a la derecha. Terminan defendiendo ámbitos que eran propios de los ataques de la derecha -el ecologismo, Venezuela, el urbanismo salvaje, la tauromaquia, las manifestaciones- porque al debilitar a las fuerzas transformadoras, hacen más fuertes a las conservadoras y, por tanto, están más dispuestos a negociar con ellas.

Y por eso mismo hacen falta "partidos-movimiento" con una pie en las instituciones y otro en las calles, programas construidos colectivamente y lealtad con las ideas. No plataformas personales que no tienen horizontes de continuidad y reducen las ideas a las opiniones de los liderazgos. Porque de lo contrario, la política se convierte en una herramienta de gente que se considera más importante que la misión para la que fueron convocados.

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El enésimo golpe del pelele trágico Guaidó https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/05/02/el-enesimo-golpe-del-pelele-tragico-guaido/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/05/02/el-enesimo-golpe-del-pelele-tragico-guaido/#respond Thu, 02 May 2019 09:36:55 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7527 alt --> Visto el resultado de la intentona golpista en Caracas y la violencia desplegada por la policía, debiera estar más preocupado Macron en Francia que Maduro en Venezuela. Pero claro, Macron reprime a los chalecos amarillos el primero de mayo para salvaguardar la civilización occidental, mientras que Maduro impide un golpe de Estado que convertiría a … Continuar leyendo "El enésimo golpe del pelele trágico Guaidó"]]> El enésimo golpe del pelele trágico Guaidó

Visto el resultado de la intentona golpista en Caracas y la violencia desplegada por la policía, debiera estar más preocupado Macron en Francia que Maduro en Venezuela. Pero claro, Macron reprime a los chalecos amarillos el primero de mayo para salvaguardar la civilización occidental, mientras que Maduro impide un golpe de Estado que convertiría a Venezuela en Siria porque es un dictador inaceptable. Entiendo que Tajani, el Presidente del Parlamento Europeo, apoye el golpe de Guaidó contra Maduro porque Forza Italia, su partido, es un confeso admirador de Mussolini. ¿Pero qué demonios hace el PSOE apoyando una acción militar violenta contra un gobierno salido de las urnas dirigida por un tipo que se autoproclama Presidente en una plaza?

Otra vez el pelele peligroso de Juan Guaidó, un joven educado por los Estados Unidos en el golpismo y formado en la insurrección en Ucrania,  ha intentado una asonada a ver si un baño de sangre le permite a los enemigos de la democracia intentar entrar con los marines en territorio venezolano.

Con una decena de militares, una parte de ellos engañados, ha cortado una calle en el aeropuerto de la Carlota de Caracas. Se han llevado con ellos a Leopoldo López, que estaba en arresto domiciliario. Es decir, que las medidas humanitarias para suavizar su arresto condenado por golpista las ha usado para volver a intentar un golpe de Estado. Como si en España, el Teniente Coronel Tejero hubiera aprovechado su arresto domiciliario para volver a entrar en el Parlamento. Con la diferencia que Leopoldo López, además, como ocurre con tanta frecuencia con la derecha latinoamericana y con parte de la española- ha sido condenado por corrupción. Una joya criada en los manuales de desestabilización de los Estados Unidos. Y aquí presentándole como un héroe. Si fuera catalán, nadie dudaría que catalogarle como terrorista.

Porque por mucho menos en España han encarcelado a los políticos catalanes independentistas. Pero los que aquí quisieran meter cadena perpetua a los catalanes que pusieron las urnas el 1 de octubre, en Venezuela consideran que se puede pegar fuego a policías, reventar ambulatorios, bloquear la economía, pedir levantamientos militares o querer tomar un aeropuerto sin que eso tenga consuencias. Aquí por una huelga te aplicaban la ley mordaza o por una pelea de bar la ley antiterrorista, pero los golpistas venezolanos, que quieren regalar el petróleo a los Estados Unidos, deben de ser tratados como héroes. Cuando lo que son es mercenarios. Hace falta mala fe o mucha ignorancia para quitarle hierro a la voluntad golpista de López presentándolo como preso político al tiempo que se niega esa condición a los independentistas catalanes. Aquí usan la desobediencia civil. En Venezuela están llamando a un levantamiento armados y matan gente.

Cuando Chávez ganó las elecciones en 1998, se puso en marcha una corriente teórica en los Estados Unidos que decía que si las elecciones no las ganaban los amigos de los Estados Unidos, esas democracias eran iliberales. Los que defienden esa doctrina son los mismos que durante el siglo XX decían de dictadores como Somoza que eran unos hijos de puta, pero eran sus hijos de puta. Son los mismos que sostuvieron a Franco en el poder durante 40 años pese a haber fusilado a 200.000 españoles y haber apoyado y haberse apoyado en Hitler y Mussolini. Son los que apoyan el golpe contra Maduro. Y no se trata de que te guste más o menos lo que está pasando en Venezuela: se trata de desterrar la vía del golpe para solventar los problemas.

A los golpistas no les basta el bloqueo, no les basta intentar el aislamiento internacional, no les basta el robo del dinero del país. Quieren sangre. Para lavar que Chávez creo la UNASUR para unir a los latinoamericanos, sangre para lavar que Chávez dijo que América Latina no quería negociar el petróleo en dólares, sangre para lavar la afrenta de que Venezuela iniciara negociaciones económicas y comerciales con China y Rusia. Leopoldo López, bendecido por gente que tiene un concepto débil de la democracia, fue el que asaltó en 2012 la Embajada de Cuba cuando el golpe contra Chávez para sacar a la fuerza a los que se habían refugiado allí.  Puede contar con que nadie del chavismo va a asaltar la Embajada de España en Venezuela donde ha pedido ayuda. Fue él mismo quien arengó durante las guarimbas -la lucha callejera- en 2012 a la gente para que saliera a tomar las calles como fuera. Murieron 43 personas y 800 fueron heridas.

Buena parte de los que apoyan desde España el golpe son los mismos que han hecho negocios con los venezolanos corruptos o esperan hacerlos. Muchos son los responsables también de la corrupción en España. Son los de la policía política, el robo a lo público, los EREs, la manipulación y el control de los medios.

Guaidó y los golpistas pensaban quizá en una victoria de VOX, del PP y de Ciudadanos para intentar ponerle intensidad al golpismo desde el gobierno de España. Dijo que era interino 30 días enseñando la Constitución. Incluso así está ya fuera de la misma. Guaidó es es un pelele en manos de los Estados Unidos que sería patético si no amenazara con llenar de sangre el río Guaire. Pero ni el pueblo venezolano ni los pueblos de España quieren sangre. Queremos paz. Y que solventen sus problemas hablando y votando. El ex presidente Rodríguez Zapatero ayudó a que se convocaran elecciones presidenciales. Fue Leopoldo López y su gente quien lo impidió y se levantaron de las negociaciones. Porque saben que es probable que las vuelvan a perder. Va siendo hora de que el gobierno de España escuche a esa España que quiere diálogo. Y haga cierto el vínculo de nuestro país con América Latina, roto con el apoyo a una gente que ha protagonizado un intento de golpe de Estado en Venezuela.

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Del "no nos falles" al "con Rivera, no" https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/04/29/del-no-nos-falles-al-con-rivera-no/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/04/29/del-no-nos-falles-al-con-rivera-no/#respond Mon, 29 Apr 2019 06:56:08 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7518 alt --> Hicieron bien el PSOE y Unidas Podemos en entender que el enemigo era la derecha de Colón. Fue una señal de honestidad e inteligencia que permitió que el PSOE recibiera muchos votos, pero también le dio a Unidas Podemos ese halo de partido de Estado -adelantado en los debates televisivos- que necesitaba para salir de … Continuar leyendo "Del "no nos falles" al "con Rivera, no""]]> Del "no nos falles" al "con Rivera, no"

Hicieron bien el PSOE y Unidas Podemos en entender que el enemigo era la derecha de Colón. Fue una señal de honestidad e inteligencia que permitió que el PSOE recibiera muchos votos, pero también le dio a Unidas Podemos ese halo de partido de Estado -adelantado en los debates televisivos- que necesitaba para salir de la imagen de radicalidad y sobreponerse a sus muchos terremotos. Si las dos grandes fuerzas de la izquierda se hubieran enzarzado en una pelea a cuchillo, sólo hubieran beneficiado a la derecha. La gente quería salir a votar y la discusión entre la izquierda se entiende cada vez menos. La gente quería un acuerdo entre Sánchez e Iglesias. Ahora hay que ver si Sánchez ha entendido. España ha cambiado. Ahora se trata de entenderlo.

El PSOE del ciclo neoliberal gana las elecciones cuando la emergencia nacional hace que la izquierda le preste votos que no son suyos (porque seguramente no son de nadie, sino de la calle). El PSOE de Zapatero ganó en 2004 contra todo pronóstico y ese pueblo que le votó le gritó en la calle ¡No nos falles! Terminó fallando y desencadenando el 15M. Ese PSOE sigue siendo el mismo. ¿Lo cambiarán las bases?

La amenaza de la extrema derecha ha vuelto a desatar el miedo, aún más con el spoiler andaluz de la película de miedo del trifachito, y la izquierda que le ha dado los votos a Sánchez le ha gritado en el patio de su casa: ¡Con Rivera no! Y por si fuera poco, cuando apareció en las pantallas de Ferraz la imagen de Pablo Iglesias gritaron ¡Sí se puede! Más claro agua. Tiene razón Iglesias cuando en la misma noche electoral le ha dicho a Sánchez: vamos a gobernar juntos.

Pedro Sánchez es un estratega de sí mismo. Por eso, esa misma noche le ha dicho a esas bases que le auparon a la Secretaría General, a las mismas que luego le hicieron Presidente con un discurso de izquierdas tomado de Podemos, que él va a hablar con todo el mundo y que los cordones sanitarios son cosa de la derecha. Lo dice el PSOE, que apoya en la Unión Europea una gran coalición con la derecha que mantiene las políticas de austeridad. No es muy halagüeño.

Los grandes titulares de las elecciones son: el bipatidismo se ha acabado y Unidas Podemos, pese al escenario desfavorable, ha sacado casi cuatro millones de votos y 42 diputados; el bloque de la izquierda tiene más votos que la derecha; España es plurinacional (basta ver los resultados de las fuerzas nacionalistas en Catalunya y el País Vasco y la desaparición del PP en esos territorios); la derecha radicalizada tiene casi diez millones de votos, y el  hundimiento del PP de Pablo Casado, augura  muchos escenarios de confrontación; y por último, el enfado abierto por el ciclo de crisis está abierto, lo que dice que el escenario electoral sigue abierto.

La derecha va a continuar su bajada a los infiernos. Casado no va a dimitir (¡Dimite tú, gritará!) pese al descalabro del aznarismo. Rivera no va a dejar paso a Arrimadas para justificar un acuerdo con el PSOE, y Abascal irá con su pistola de odio al Parlamento a echar mierda todos los días sobre los escaños. El PSOE seguirá siendo una maquinaria de partido dirigida por burócratas que, solo si le ve la ventaja personal -por ejemplo, con un fuerte empuje de sus bases- pactará un gobierno de izquierdas y caminará para hacer verdad la plurinacionalidad del Reino de España. Los medios trabajarán en la dirección contraria.

Y Podemos debiera aprovechar para reconstruir el partido roto por las deserciones y deslealtades y las trifulcas. Casi cuatro millones de votos demuestran que Podemos ha venido para quedarse y ese excelente -aunque triste- resultado demuestra que tiene que dedicarle al partido el tiempo que no le ha dedicado. La distancia en votos con el segundo y el tercer partido son mínimas. Y el sistema electoral ha vuelto a hacer de las suyas.

Unidas Podemos está en la España más dinámica, pero ha desaparecido de la España vaciada. Lo que ha ganado en la España moderna, plural, joven y plurinacional, lo ha perdido en Castilla-León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Cantabria y La Rioja. Y queda igualmente claro que todos los intentos de recrear la izquierda fuera de Podemos está condenado al fracaso: PACMA, En Marea, Compromís, ACTUA han sido votos tirados a la basura, cuando no había ninguna reclamación de esas fuerzas políticas que no estuviera recogida por Unidas Podemos.

Toca negociar. Y el primer escenario lo vamos a ver en la conformación de la Mesa del Congreso de los Diputados. Si el PSOE empieza ahí un juego de tahures, será señal de que vamos hacia una gran coalición del PSOE con Ciudadanos, diga lo que digan las bases socialistas. Y será señal de que el PSOE vuelve a escuchar a las élites, y que, como con el violín, coge el gobierno con la izquierda pero lo toca con la derecha. La otra posibilidad, la que han pedido los votantes de la izquierda, es un acuerdo de gobierno del PSOE con Unidas Podemos y otros partidos. La brutalidad con la que se ha expresado la derecha y el comportamiento que se viene de animal herido, invita a que el PSOE no se equivoque y consolide un gobierno sumando sus 123 escaños con los 42 de Unidas Podemos.

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El PP, Ciudadanos y la balsa de la Medusa https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/04/25/el-pp-ciudadanos-y-la-balsa-de-la-medusa/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/04/25/el-pp-ciudadanos-y-la-balsa-de-la-medusa/#respond Thu, 25 Apr 2019 09:30:16 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7514 alt -->       Que la derecha española parece el resto del naufragio es evidente. Con el miedo que dan las bestias heridas. La balsa de la medusa es un cuadro de Gericault pintado entre 1818 y 1819. Representa lo que pudo ocurrir después del naufragio de una fragata de la marina francesa, Medusa, encallada frente … Continuar leyendo "El PP, Ciudadanos y la balsa de la Medusa"]]> El PP, Ciudadanos y la balsa de la Medusa

 

 

 

Que la derecha española parece el resto del naufragio es evidente. Con el miedo que dan las bestias heridas.

La balsa de la medusa es un cuadro de Gericault pintado entre 1818 y 1819. Representa lo que pudo ocurrir después del naufragio de una fragata de la marina francesa, Medusa, encallada frente a la costa de Mauritania, cuando 147 personas quedaron a la deriva en una balsa construida precariamente. 13 días después quedaban con vida tan solo 15 personas. Los supervivientes vivieron hambre, falta de agua potable, canibalismo y enajenación. La Médusa –cuenta Wikipedia - llevaba 400 personas, incluida una tripulación de 160 marineros. En los botes solo había espacio para 250. El resto de la dotación del buque —al menos 146 hombres y una mujer— se apretujaron en una balsa de 20 metros de largo por 7 de ancho, construida cuando el desastre ya había ocurrido, y que se sumergió parcialmente por la carga.

Las condiciones para demostrar la humanidad estaban servidas. Diecisiete miembros de la tripulación decidieron quedarse a bordo del barco naufragado. El capitán y la tripulación, a bordo de los otros botes, intentaron arrastrar la balsa, pero después de solo unos pocos kilómetros las amarras de la balsa se soltaron quizá por sí solas. O alguien, se puede sospechar con malicia, las soltó. El capitán dejó a los pasajeros de la balsa entregados a su suerte o a su desgracia. La situación empeoró rápidamente: en la primera noche 20 hombres se suicidaron o fueron asesinados. El sustento de la tripulación de la balsa consistía en una bolsa de galletas del barco que se gastó el primer día, dos contenedores de agua, que cayeron al mar durante las peleas y unos barriles de vino. La balsa arrastró a los supervivientes "hacia las fronteras de la experiencia humana. Desquiciados, sedientos y hambrientos, asesinaron a los amotinados, comieron de sus compañeros muertos y mataron a los más débiles.

Otro miembro relevante del PP, Ángel Garrido, que ha sido Presidente de la Comunidad Autónoma de Madrid y que iba de número cuatro a las elecciones europeas, ha abandonado el barco y se ha ido con Ciudadanos. Hace unos meses insultaba grueso a Ciudadanos. Pero cuando estás en mitad del mar, los depredadores no usan la cubertería. Enfadado, quizá, porque Díaz Ayuso, el enlace entre la Púnica y Esperanza Aguirre según la UCO, le quitó las escasas galletas de la Comunidad de Madrid ha decidido vengarse a cuatro días de las elecciones. Esto tiene algo de psicópata. Los escenarios que escogen algunos para montarse en otro partido demuestran un gran desatino. Tienen un punto de enfermedad, de ira revenida, de falta de decoro, de huida agónica ausente de inteligencia. Cuando hay sequía, deshidratación y hambre, las decisiones se extreman y la desesperación y el desvarío se hacen reyes.

Desesperación y desvarío de todos los tripulantes, también de Ciudadanos, rapiñando con la excitación morbosa de la muerte súbita. En la balsa de la Medusa, los decentes decidieron suicidarse. Pero pedirle decencia a la derecha hispana canovista y franquista es, como decía Valle Inclán en Luces de Bohemia, pedirle al capitán de legionarios Pitito conocer los cuatro dialectos del griego. VOX es el otro ausente que marca sus movimientos, el cadáver en el armario de su familia, lo que siempre has sido y pensaste desterrar pero regresa como una maldición biológica.

Rivera, el que venía a regenerar la democracia, vive en los detritus rapiñando en la derecha a la que venía a apuntalar. Por eso han empezado a dispararle desde los medios de la familia conservadora. Los partidos, como organizaciones humanas, tienen una autonomía relativa marcada por la supervivencia de sus miembros. Y a Rivera no le perdonan que sea un bluff y que quiera responder a su fracaso arrastrando en su caída al PP. Pero atentos: la derecha no tolera que no le salgan las cuentas.

 

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¿Callan los Borbones en los golpes de Estado? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/04/09/callan-los-borbones-en-los-golpes-de-estado/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/04/09/callan-los-borbones-en-los-golpes-de-estado/#respond Tue, 09 Apr 2019 16:44:58 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7503 alt --> Resulta, Felipe VI, que habían hackeado una de las cámaras de seguridad de la casa de Pablo Iglesias e Irene Montero y transmitían en una web el contenido. Grabaciones de su vivienda 24 horas de dos diputados que representan a cinco millones de españoles. Lo que ha pasado y sigue pasando con Podemos sólo lo … Continuar leyendo "¿Callan los Borbones en los golpes de Estado?"]]> ¿Callan los Borbones en los golpes de Estado?

Resulta, Felipe VI, que habían hackeado una de las cámaras de seguridad de la casa de Pablo Iglesias e Irene Montero y transmitían en una web el contenido. Grabaciones de su vivienda 24 horas de dos diputados que representan a cinco millones de españoles. Lo que ha pasado y sigue pasando con Podemos sólo lo hemos visto en películas de mafiosos. Cosas de la Marca España: esto después de que el PP montara una policía política que se ha inventado pruebas contra los líderes de Podemos, después de que una red de medios corruptos, desde OK Diario, El Mundo y El Confidencial a las televisiones, publicasen esa información sabiendo que era falsa, después de que funcionarios del Ministerio del Interior viajaran a Nueva York a ofrecer favores a corruptos venezolanos, en nombre del gobierno español, para que dijeran que las pruebas falsas contra Podemos eran reales, después de las trampas de Montoro, el de la amnistía fiscal, filtrando información falsa a los medios para acusar falsamente de delitos fiscales. Después de todo esto ahora tenemos que, otra vez, una actuación de la guardia civil, que buscaba restablecer los derechos constitucionales de un ciudadano y su familia, su derecho a intimidad y seguridad, convertido, una vez más, en otro ataque a la Constitución. Como si la gente de Podemos no tuviera en España derechos constitucionales.

Con esa grabación a Iglesias y Montero alguien trataba de decirles a unos políticos que están desafiando al poder: sabemos dónde vivís, qué hacéis vosotros y vuestra familia, sabemos todos vuestros movimientos y tenemos patente de corso, tanta como publicar esta información en una web. Tenemos el control y la impunidad. Eso solo lo puede decir gente que se siente muy protegida. Como se siente protegido Inda, el cómplice de Villarejo,. Porque ya se sabe que es un mentiroso y un manipulador pero ahí sigue de plató en plató. Y esto solo se entiende en un entorno dictatorial. Porque por mucho menos tuvo que dimitir Nixon en Estados Unidos. El Watergate español deja pequeño al Watergate norteamericano. Y el nuestro, como siempre, con caspa y aliento franquista de cloacas del pasado.

Los partidos políticos callan, calla el PP, responsable de toda esta basura, calla Ciudadanos, que sostenía el PP mientras lo hacían, calla el PSOE, para no enturbiar las elecciones y calla también cuando dice que ya no existen cloacas. Callan como callan los medios, que han sido cómplices necesarios.

Es uno de esos momentos donde tiene sentido la función del Jefe del Estado. Porque está en juego el trabajo de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, el juego democrático, la seguridad ciudadana, la confianza en las instituciones. Sería un momento ideal para que Felipe VI saliera a decir que es intolerable lo que ha pasado con los representantes de cinco millones de españoles. Ha tenido que dimitir al director de información de Pedro Sánchez pero solo porque ha sido imputado por el juez. Para que no salpicara al PSOE. No porque el Gobierno haya asumido la gravedad del asunto. Al revés, el Ministro del Interior, Marlaska, ha dicho que está todo bien. Es el momento ideal para que salgas a decir algo Felipe VI. Porque de lo contrario, esos cinco millones de españolas y de españoles que votamos a Unidos Podemos vamos a pensar, cuando menos, que no te preocupa este ataque a nuestra democracia porque no te parece grave. Y esto puede ser el particular 23F de tu reinado.

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¿Tiene Villarejo información del Rey, Rivera, Casado o Sánchez? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/04/04/tiene-villarejo-informacion-del-rey-rivera-casado-o-sanchez/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/04/04/tiene-villarejo-informacion-del-rey-rivera-casado-o-sanchez/#respond Thu, 04 Apr 2019 10:44:52 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7497 Continuar leyendo "¿Tiene Villarejo información del Rey, Rivera, Casado o Sánchez?"]]>

Mariano Rajoy, Pablo Casado, Rafael Hernando, Rafael Catalá, Soraya Sáenz de Santamaría han repetido mil veces que Podemos recibía dinero de Venezuela y de Irán. El dinero nunca ha aparecido y los jueces han archivado todas las querellas. Pero da igual. Rajoy y SSS insistían. En verdad, sabían lo que decían porque las pruebas falsas de ese supuesto dinero las habían fabricado gente a sus órdenes: comisarios de la policía política creada por el Ministro Fernández Díaz para perseguir a los adversarios políticos con dinero de todos.

La información la recibía el gobierno del PP directamente del Ministro del Interior, al que se la pasaba esa policía política, que era la que inventaba las pruebas. Algunas con photoshop. Ellos, autorizados sabemos hoy por el Presidente del Gobierno, coordinaban la publicación de esa información trucada con el pseudo periodista Inda, con OK diario, con El Confidencial o El Mundo para publicar esas patrañas en los momentos oportunos para que los miembros del gobierno del PP llevaran a todas las televisiones su mensaje de odio hacia los líderes de Podemos.

Los medios, que participaban de esa campaña corrupta -que implicaba incluso la publicación de información de un teléfono móvil robado a una asistente de Pablo Iglesias-, siempre podían decir ante los jueces llegado el caso que esa información se la habían dado "los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado". La información pasaba a ser "veraz" y la mentira quedaba impune. Es lo que tiene llevar en nómina a jueces y juezas a los que la gente del PP llama por su nombre cariñoso.

Una parte importante de las falsas acusaciones del PP contra Podemos venían rubricadas por esa información: "fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado". Hoy sabemos que eran policías corruptos que siguen, a día de hoy, con el Gobierno del PSOE, en activo. Y con toda seguridad, brindando información falsa a los mismos diarios corruptos. ¿Por qué el PSOE se ha negado siempre ha que Villarejo compareciera en el Parlamento? ¿Tiene más información Villarejo de gente del gobierno de Sánchez como la que se publicó de la Ministra de justicia? ¿O de la Ministra Carmen Montón? ¿O del propio Sánchez? ¿O de la jefatura del Estado? ¿De Casado y Rivera?  ¿Por qué le cubren las espaldas a gente que ha demostrado que es corrupta como Villarejo o que miente como Inda?

¿En manos de quién está la democracia en España? De momento, ese periodismo basura sigue acudiendo a todas las tertulias. Los responsables de los medios dicen ahora: esperemos que los jueces se pronuncien. Como si en estos cinco años hubieran esperado a que los jueces se pronunciaran antes de intentar denigrar a Podemos. Villarejo, Inda y los que les cubren las espaldas, dan la medida de la calidad de la democracia española.

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¿De quién son los medios de comunicación? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/03/26/de-quien-son-los-medios-de-comunicacion/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/03/26/de-quien-son-los-medios-de-comunicacion/#respond Tue, 26 Mar 2019 18:03:09 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7478 Continuar leyendo "¿De quién son los medios de comunicación?"]]>

Resulta que Pablo Iglesias dice que los medios de comunicación son empresas de medios de comunicación y hasta los que hacen "periodismo periodismo" se han rasgado la camiseta, blanca o negra da igual, porque lo importante es que cace ratones. Los medios se han acostumbrado a su guión y han terminado creyéndoselo. No porque sean idiotas, sino porque, como dicen los biólogos, creerse las propias mentiras es una ventaja evolutiva. Los animales que mienten sobreviven más que los que se creen las mentiras. Y los medios sobreviven aunque pierden un dineral, especialmente desde que ya no venden diarios en los kioskos y la gente los lee en internet.

El Banco Santander, ese que logró que el gobierno socialista indultara a Botín, tiene dinero en Mediaset España. Ahí está Telecinco. También tiene dineros suficientes en el grupo PRISA, que controla el País, la cadena SER, el Huffington post y cadena DIAL. El Banco Santander quiere que se sepa que manda, y cuando le parece bien, compra las portadas de todos los diarios escritos de España. El BBVA, ese que paga a Villarejo para que investigue hasta a gobiernos, tiene dineros y no pocos en Atresmedia, donde está el grupo PLANETA, ese que le ha publicado el libro al Presidente Sánchez. Atresmedia controla Antena3 y La Sexta. También tienen sus dineros ahí los del Banco Sabadell, los que dijeron que hacía falta un Podemos de derechas. CaixaBank, que ha sido recientemente imputada por blanquear dinero de mafias chinas, también ha invertido en Atresmedia, además de en El periódico de Catalunya y en el grupo PRISA. Aunque el dinero en PRISA de Caixabank ha disminuido según aumentaba el del grupo AMBER Capital, cuyo fundador, Joseph María Oughourlian, suele reunirse con el Presidente Sánchez, el que dijo a Jordi Évole que le había sacado de la Secretaría General del PSOE la presión del Ibex 35 y del Grupo PRISA. A su vez, una parte no pequeña del Banco Santander, el 6%, está en manos de Blackrock, un fondo de inversiones que tiene también el 5% del BBVA. Blackrock participa en 19 compañías del Ibex 35, con un total de 12.200 millones de euros.

Los medios de comunicación pierden dinero. Una pregunta ingenua: ¿qué hacen los bancos invirtiendo en empresas de medios que son deficitarias?

También invierten en otras compañías igualmente deficitarias: los partidos políticos. Salvo Podemos, que no pide dinero a los bancos. El PSOE y el PP han pedido 60 millones a los bancos para ir a las elecciones y en numerosas ocasiones, les han perdonado las deudas. El PSOE, el PP y Ciudadanos rescataron a los bancos con 60.000 millones. Que si gobiernan ellos, no van a devolver.

Dice el Artículo 20 de la CE:

  1. Se reconocen y protegen los derechos:

(...)

d) A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades.

Pero la realidad es que la ciudadanía vota cada cuatro años y hay gente que vota todos los días. Con nuestro dinero. Y a ellos no los ha elegido nadie.

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La terrible venganza de Torra https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/03/21/la-terrible-venganza-de-torra/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/03/21/la-terrible-venganza-de-torra/#respond Thu, 21 Mar 2019 21:42:03 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7464 alt --> Torra ha tapado con un lazo blanco el lazo amarillo del Palau de la Generalitat. Y se ha quedado, como decían en mi pueblo, tan oreado. No hay que descartar que uno de los efectos no estudiados del cambio climático es la evaporación del seny. Están pasando cosas en Catalunya que no pasaban ni en … Continuar leyendo "La terrible venganza de Torra"]]> La terrible venganza de Torra

Torra ha tapado con un lazo blanco el lazo amarillo del Palau de la Generalitat. Y se ha quedado, como decían en mi pueblo, tan oreado. No hay que descartar que uno de los efectos no estudiados del cambio climático es la evaporación del seny. Están pasando cosas en Catalunya que no pasaban ni en los chistes de Lepe.

Así que la Junta Electoral Central te dice que quites los lazos amarillos porque es una forma de hacer campaña electoral con ventaja y vas y los tapas con unos blancos o con una mantita que se levanta con el viento. Y entonces gritas a la Junta Electoral: ¡si ya no están! ¡No me mandéis a los mossos!

Seguro que cuando Torra era pequeño, su madre, una mujer de orden, le preguntaba si ya había hecho la cama y él decía que sí, pero no la había hecho y entonces su madre, que ya le conocía, le regañaba. Anda, veu a fer el llit! Seguro que Torra entonces iba y tiraba de una sábana de mala gana, pero su madre, astuta como todas las madres, le volvía a preguntar si ya la había hecho y oía desde la cocina como le gritaba que le dejara en paz y que sí, que ya la había hecho. Su madre, entonces, que empezaba a cansarse, recurría a apretarle un poco y le recordaba que si no hacía la cama, se quedaba sin la paga. Torra entonces, resoplando y algo colorado, gritaba que sus padres le robaban, y entonces iba otra vez a su habitación y le daba un tirón a la colcha y le gritaba a su madre que ya estaba y que dejara de fer la murga, es decir, que dejara de darle la tabarra, y que le diera su propina que la pela es la pela. Su madre que siempre se quejaba con las vecinas de que vaya niño independiente que le había tocado, le hacía la última amenaza: se lo voy a decir a tu padre, y Torra, entonces, se ponía hecho una furia y decía que su padre le entendería, que había cumplido las órdenes pero que su madre quería fastidiarle y que en nombre de la historia exigía que le reconocieran su libertad. Entonces, su madre le decía con calma: Tu padre te va a dar una azotaina por tontaina. Y él contestaba: "Pues me voy a ir de casa".

Suena un poco a zarzuela, a entremés, a comedia de enredo. Sería gracioso si no hubiera políticos juzgados y en prisión preventiva, otros fuera del país, una derecha extrema encontrando justificaciones y pidiendo armas para los del "a por ellos" y mucha gente hasta las narices porque el tema del procés está empeorando todo en nuestra joven y horadada democracia.

¡Quim!, seguro que le gritó su madre: este fin de semana no sales. Y Torra, llorando y fuera de sí, empezó a rumiar en la soledad de aquella habitació de la casa dels seus pares, la tremenda venganza futura donde taparía con un lazo blanco los lazos amarillos. "Malditos romanos...".

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Las listas de los partidos no lo son tanto https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/03/19/las-listas-de-los-partidos-no-lo-son-tanto/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/03/19/las-listas-de-los-partidos-no-lo-son-tanto/#respond Tue, 19 Mar 2019 07:44:46 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7455 alt --> Seguramente no hay momento más desagradable en la vida de los partidos que la construcción de las listas a las elecciones. Es el momento de las navajas, de la cal viva, de la venganza que se sirve fría, de los equilibrios que se ajustan por el eslabón más débil y de la difícil supervivencia de … Continuar leyendo "Las listas de los partidos no lo son tanto"]]> Las listas de los partidos no lo son tanto

Seguramente no hay momento más desagradable en la vida de los partidos que la construcción de las listas a las elecciones. Es el momento de las navajas, de la cal viva, de la venganza que se sirve fría, de los equilibrios que se ajustan por el eslabón más débil y de la difícil supervivencia de los más amables.

Los escaños son siempre, por definición, escasos, y siempre hay más demanda que oferta. Como en la balsa de la medusa, el óleo de Theodore Geriacault pintado en 1818, se dan, en el mar de las libretas, las conversaciones, las llamadas y las amenazas de ir a los medios, dramáticas escenas de suicidio, hambre, canibalismo, deshidratación y locura.

Los partidos políticos buscan en sus cuadros a los que pueden ganar votos porque tienen tirón electoral. La gente mediática tiene ahí ventajas. Como la derecha no tiene otro proyecto de país que arrodillar a Catalunya, muchos fichajes vienen de la necesidad de ver quién es más español: jueces, abogados, periodistas o militares. Y si no hablan una sola palabra de catalán, como Cayetana Álvarez  de Toledo, pues mejor, porque esta gente no se han enterado que el catalán es una lengua de España porque es la lengua de Catalunya. Son así de necios.

En los partidos también tienen ventaja los que traen recursos económicos. Es una constante de la democracia de partidos que haya gente que paga por estar en las listas. Y luego, no nos engañemos, buscarán recuperar la inversión. Y no olvidemos que mucha gente que acude a Ciudadanos, al PP, al PdeCat o a VOX lo hace como una manera de ganar dinero. Los millonarios no son millonarios por ser generosos.

Los partidos necesitan igualmente a gente que sepa manejar la administración del Estado. Ahí está la alta proporción de abogados. Por último, los partidos colocan a gente para satisfacer los equilibrios internos, sean territoriales, de familias y de coaliciones electorales. Demasiados ángulos. Y no siempre salen las cuentas. Especialmente cuando hay poco para repartir. Sin olvidar las venganzas. Los políticos son una raza de gente con memoria para servir en frío sus cuentas pendientes.

Ciudadanos anda a la desesperada porque el IBEX ya no le quiere como antes. Hasta el periodismo pantuflo ha empezado a disparar contra los de Rivera. El PP anda igualmente desesperado porque las ratas están abandonando el barco. Tocan a rebato y a los medios les están llamando a filas. Sánchez quiere la cabeza de todos los que le cortaron la suya, que para eso las encuestas les dan de subidita aunque no digan de verdad nada de izquierdas. Y VOX está metiendo en las listas a militares franquistas de esos que tienen el retrato del Caudillo en el comedor, en la cocina, en el dormitorio y en la puerta interna del baño desde donde lo ven en ángulo mientras hacen de vientre oyendo himnos imperiales que les ayuda en la evacuación. Podemos también tiene sus complicados equilibrios y pese a haberse librado del exceso de colesterol -lo que le ha quitado mucho cansancio-, lograr el mandato de "unidad, unidad, unidad" no siempre es sencillo. De ahí que los que ayer aceptaron quebrar el orden de las primarias -una prerrogativa lógica de los que tienen la obligación de ver el bosque y no solo el árbol- para construir los equilibros, hoy tiene su mayor día de gloria de toda la legislatura yendo a llorar a los medios porque los equilibrios ya no les resultan relevantes. Ay cuánta humanidad...

Pero no nos equivoquemos. Los partidos no son peores que nosotros: los partidos son igual que nosotros. Pero como son públicos, vemos cómo se comportan. Dudo que ningún equipo de futbol ni entrenador aguantarían si lo que pasa en el vestuario lo sacaran en las radios y lo escucharan las aficiones. ¿Y son edificantes las reuniones de las comunidades de vecinos? ¿Y las discusiones entre los currantes cuando hay que discutir quién pierde el puesto de trabajo? Ni siquiera lo son las discusiones matrimoniales. Pero siempre es gratificante pensar que esa gente que parece importante en verdad son aun peores que nosotros. Y a veces lo son y otras, sencillamente no.

 

 

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A Rivera le crecen las primarias https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/03/13/a-rivera-le-crecen-las-primarias/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/03/13/a-rivera-le-crecen-las-primarias/#respond Wed, 13 Mar 2019 07:44:47 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7437 Continuar leyendo "A Rivera le crecen las primarias"]]>

Si Podemos está muerto y enterrado ¿a cuento de qué tantos ataques día sí y día también? ¿No será que las cuentas de la derecha no salen como esperaban? Y la campaña aún no ha empezado...

Las primarias de Ciudadanos son un fraude. Rivera está quedando como un gran mentiroso en casi todo lo que dice, pero aquí hay más cera que la que arde. El primer fiasco que ha estallado ha sido el de Silvia Clemente, aunque las quejas sobre la falta de democracia interna en Ciudadanos vienen de largo. Silvia Clemente era el "talento" que había descubierto Albert Rivera para "regenerar" la política en Castilla-La Mancha. Que es como regenerar la policía reincorporando al comisario Villarejo.

Clemente venía de ser ni más ni menos que la Presidenta del Parlamento castellano-leonés por el PP. Apostó en la interna, perdió y se dijo: ¿a dónde me voy ahora? Venía cargada de denuncias y sospechas, pero Ciudadanos la quería. Especialmente Rivera. La quería tanto que hicieron un pucherazo para que ganara. Ciudadanos, que ha vivido entre algodones en los medios, puede estar perdiendo el favor del IBEX 35. Lo que es normal, porque les prometió ganar todos los votos que perdía el PP y no lo ha logrado. El nacimiento de VOX gusta más al IBEX 35, que reprocha a Rivera su mucho ruido y sus pocas nueces. Rivera ha entrado en modo desesperado. Y le vamos a ver meter mucho la pata. Quizá por eso ha aterrizado en Madrid Inés Arrimadas. Ciudadanos está copiando el discurso de VOX y está llevándose a los cargos del PP que pierden sus procesos internos. Además de Clemente, ha fichado a la senadora del PP Esther Merino, concejala en Cabezón de la Sal, en Cantabria, y exalcaldesa de este municipio entre los años 2011 y 2015. El problema es que Merino tiene una causa abierta en el Tribunal Supremo por un presunto delito de prevaricación y tráfico de influencias. Pero en Cantabria, la derecha se mueve con redes clientelares o no se mueve.

¿Tiene necesidad Ciudadanos de cometer estos errores? Me temo que sí. Porque Ciudadanos le tiene que robar la red clientelas al PP, y si el PP está abandonando a sus ladrones, Ciudadanos les lanza el mensaje: nosotros os cuidamos. Por eso pacta con Unión del Pueblo Navarro, después de jurar delante del cadáver de Suárez y Kennedy que nunca aceptaría el cupo. Porque Ciudadanos no tiene red local. Recordemos que a Girauta en Toledo le han votado 161 personas en sus primarias. A saber si también ha hecho juegos de manos.

Así que tenemos a VOX gritando arriba España, viva Franco y os vamos a arrastrar rojos de mierda, obligando al PP y a Ciudadanos a retratarse. Tenemos al PP desangrándose con las ratas abandonando el barco y con 240 casos abiertos en los tribunales pero aguantando por sus redes clientelares, el ABC, La Razón, la COPE y Espejo Público. Y tenemos a Ciudadanos, que tiene la ética de una serpiente, rapiñando a ver si le asesta el golpe definitivo al PP y le roba el bocadillo, con ayuda de El Mundo y Telecinco.

¿Entendemos la necesidad de que no den los votos del PSOE con Podemos, aunque sea pasando a cuchillo a Pablo Iglesias?

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La falacia del hombre de paja era una mujer https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/03/06/la-falacia-del-hombre-de-paja-era-una-mujer/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/03/06/la-falacia-del-hombre-de-paja-era-una-mujer/#respond Wed, 06 Mar 2019 09:04:10 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7425 Continuar leyendo "La falacia del hombre de paja era una mujer"]]>

En un debate acerca de la prostitución en la universidad, una alumna le dijo a uno de sus compañeros: "tú estás a favor de legalizar la prostitución porque si te empobrecieras, prostituirte nunca será para ti una opción que vayas a considerar. En cambio, en nuestro caso siempre está ahí. Prostituirnos cuando tenemos una mala racha, es una opción constante para nosotras. Incluso aquí en la facultad le pasa a compañeras nuestras". Un silencio se impuso en el aula.

El deterioro laboral en España lo pagan de manera agravada las mujeres. La situación en conjunto empeoró tras la reforma laboral de 2012. De los contratos parciales que hay en España, tres de cada cuatro personas son mujeres. Son casi dos millones de mujeres en esa situación. A diferencia de lo que ocurre en Europa, no tienen un trabajo parcial porque quieran. La mitad, un millón, lo hacen porque no tienen más remedio. Casi medio millón de mujeres escoge voluntariamente una jornada reducida para ocuparse del cuidado de personas dependientes entre otras. El 94,7% de estas razones las esgrimen mujeres. Los hombres no reducimos la jornada para cuidar a nadie. La derecha dice que es natural que las mujeres cuiden. Y cuando las mujeres nos recuerdan a los hombres que también es cosa nuestra, algunas las llaman feminazis.

Cuando las mujeres recuerdan que es injusto que ellas carguen con el esfuerzo de parir, de cuidar a los hijos, de atender a los dependientes, de ocuparse de los enfermos, hay hombres que dicen que las mujeres criminalizan a los hombres por ser hombres. Inés Arrimadas, de Ciudadanos, ha salido en defensa de esos hombres que están hartos de que les llamen maltratadores por ser hombres. Pero nadie llama a todos los hombres maltratadores. Es la falacia del hombre de paja. Inventar un adversario para parecer que tienes razón.

Sí es verdad que votar a determinados partidos, rema en la dirección del maltrato. Todas las políticas que empeoren las condiciones laborales, perjudican especialmente a las mujeres. Votar al PP, a VOX o a Ciudadanos es colaborar con el maltrato porque quieren un modelo de sociedad donde las mujeres no puedan ser iguales en todos esos ámbitos en donde la desigualdad les perjudica y tampoco pueden ser diferentes allí donde la exigencia de ser iguales las descaracteriza. Las mujeres quieren iguales salarios, igual acceso a puestos de responsabilidad, iguales pensiones, pero no quieren ser iguales a ese modelo de masculinidad que solventa los problemas gritando y con bravatas. No es igual una pelea entre dos tipos por un altercado de tráfico que un hombre dando una paliza a su pareja o ex pareja. Tratar igual estos dos hechos perjudica profundamente a las mujeres. Porque el maltratador las golpea por mujeres. Por el hecho de ser mujers y porque ellos tienen una voluntad de dominación, de posesión, de control, de pertenencia. Las golpean porque ellos son hombres y ellas mujeres.

Unidos Podemos ha planteado que se retiren las subvenciones a la Real Academia si no hay paridad. He creído escuchar a un académico de la lengua gritar: ¿Qué? ¡Qué coños es esa mierda, maldita sea pardiez tanta mariconez! ¡Me vais todas a comer...!  Perdón. A quién se le ocurre que ningún académico pueda pensar de manera tan vulgar... Aunque uno se acuerda del ilustre que pensó que llamar a Ada Colau pescadera era un insulto y quizá sea verdad que el 8M la RAE no va a hacer huelga.

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Albert Rivera, líder del feminismo https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/03/05/albert-rivera-lider-del-feminismo/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/03/05/albert-rivera-lider-del-feminismo/#respond Tue, 05 Mar 2019 19:36:22 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7418 Continuar leyendo "Albert Rivera, líder del feminismo"]]>

Dice Albert Rivera, ahora que llega el 8M, que quieren liderar el feminismo. Rivera ya había dicho que quiere liderar lo que haga falta. En su necesidad compulsiva de liderar el liderazgo escribe en google su nombre como poseído por un tic irrefrenable, a ver si el buscador le completa la búsqueda: Albert Rivera, líder. Pero lo escribes y salta: Albert Rivera y Malú, que es la que lidera ahora su corazón inquieto desde aquí hasta Venezuela. Quizá descorazonado se ha dicho: vamos a por el 8M.

Ciudadanos quiere liderar esa marea morada que ve cómo se le aleja por cosas tan incompresibles como, por ejemplo, lo que piensan sobre los permisos de paternidad y maternidad, sobre el aborto, sobre los vientres de alquiler, las cuotas, la violencia contra las mujeres, el lenguaje inclusivo o los salarios de las mujeres. Vamos, que vender niños, pagar por sexo y decir siempre "los" españoles para que le escuchen los españoles y las españolas, no es el sueño de las feministas. Quizá de una minoría, como Begoña Villacís. Mujeres blancas, ricas, acostumbradas a tener siempre servicio y que quieren soñar que ascienden aún más sobre las espaldas de muchas pobres.

Como no pueden liderar el 8M, dicen que quieren liderar el feminismo, y como no pueden llamarlo feminismo capitalista o feminismo de derechas o feminismo machista lo llaman feminismo liberal, que queda más cuco. Pero mienten: los y las liberales del siglo XIX y XX pondrían a Ciudadanos del lado de los rentistas y los aristócratas. No en vano, los de Ciudadanos son monárquicos.

Ya el año pasado, durante la manifestación del 8M, Rivera, que de momento no es mujer, quiso ponerse en la pancarta. El incienso de las encuestas nunca le empalaga de sí mismo. La política de partido está llena de psicópatas.

Inés Arrimadas, que podía haber sido más ponderada y representar una derecha europea y moderna está siendo arrastrada por el líder del liderazgo. Se pone a explicar todas las estupideces que suelta Ciudadanos en su competencia con VOX y dice : "Me parece tan horrible decir que no hay violencia machista [...] como decir que todos los hombres son maltratadores". Que es una de esas frases idiotas como ni machismo ni feminismo, ni bandera republicana ni bandera franquista, ni de derechas ni de izquierda o ni generoso ni egoísta, que las suelen decir idiotas, machistas, franquistas, de derechas y egoístas. Cuando le han preguntado a Arrimadas quién dice que todos los hombres son maltratadores ha tartamudeado, pero sin gracia, no como Miguel Maldonado en No te metas en política.

Ciudadanos quiere quedarse con todo, incluido el feminismo. Y como no le salen las cuentas, están a ver si les pone precio, por si los del IBEX 35 se lo compran y luego se lo regalan. Al final, los de Ciudadanos creen que el feminismo es que una Presidenta de gobierno pueda poner los pies encima de una mesa en un rancho de Trump después de apoyar una guerra. Y para eso no cortaron la cabeza a Olympe de Gouges. Busca en google quién era Rivera. Seguro que luego haces menos chistes  sobre el lenguaje inclusivo.

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Derechas o derechas, las tomas o las dejas https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/02/19/derechas-o-derechas-las-tomas-o-las-dejas/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/02/19/derechas-o-derechas-las-tomas-o-las-dejas/#respond Tue, 19 Feb 2019 07:24:52 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7407 alt --> Informaba ayer una emisora de un supuesto estudio de un banco extranjero sobre las elecciones. Daba el estudio un 50% de probabilidades a un gobierno de "centro derecha", formado por el PP, Ciudadanos y VOX y un 20% de probabilidades a un gobierno de "centro-izquierda" del PSOE con Ciudadanos. Y punto. Supongo que los consultores … Continuar leyendo "Derechas o derechas, las tomas o las dejas"]]> Derechas o derechas, las tomas o las dejas

Informaba ayer una emisora de un supuesto estudio de un banco extranjero sobre las elecciones. Daba el estudio un 50% de probabilidades a un gobierno de "centro derecha", formado por el PP, Ciudadanos y VOX y un 20% de probabilidades a un gobierno de "centro-izquierda" del PSOE con Ciudadanos. Y punto. Supongo que los consultores trabajaron con indicaciones claras acerca de cuál debía se la conclusión del trabajo. E igual que vemos que las encuestas dicen lo que quieren oír los que las pagan, con este tipo de trabajos ocurre algo similar.

En España, durante dos meses, vamos a oír el mismo discurso repetido, enmascarado o maquillado en virtud de quien informe: o gana la derecha de la nueva CEDA, aquella derecha reunida de 1934, o gobierna desde la derecha el PSOE con Ciudadanos, diga lo que diga Rivera que ya ha dicho una docena de veces una cosa y la contraria en los últimos dos años sin que se le mueva un músculo. Por supuesto, cualquier otro escenario habrá desaparecido como por encanto.

Los medios de la derecha presentarán al trifachito como la salvación frente a la patria ultrajada por los catalanes y como la mejor manera de salir de la gran amenaza al sueño de nuestros hijos que es Venezuela. Aunque Rato esté en la cárcel igual que Zaplana y los gurtelianos y que allí se sembraron las bases de nuestro trabajo basura, Casado dirá que nunca brilló tan intensa la luz en el Reino. Aunque lo que de verdad se convertiría en un problema de refugiados en España es que los criminales de pensamiento que quieren guerra, como González Pons, se salieran con la suya y hubiera una guerra civil en el país caribeño.

Como mal menor, estos medios tendrán siempre el gobierno del PSOE con Ciudadanos como la fórmula que termine por meter en cintura a lo que quede de socialista en los socialistas. Si Margaret Thatcher dijo aquello de que su gran obra fue Tony Blair y la renuncia al Estado social, aquí sería el propio PSOE, de vuelta otra vez a su descafeinamiento máximo, el que diría de sí mismo que su gran obra fue convertirse en la pata restante del proyecto neoliberal. El grupo PRISA ya ha decidido que quiere un gobierno de Rivera con Sánchez (o con su cadáver). Al final, Felipe González, consejero de PRISA -igual que de las eléctricas ode Carlos Slim-, quiere solventar la crisis del bipartidismo que expresó el 15M  disolviendo lo que quede de izquierdas en el PSOE y radicalizando la derecha como en tiempos de Alianza Popular. Por eso han elevado a VOX a la categoría de fuerza política.

A fuerza de decirnos que esas son las dos únicas opciones, algunos terminarán por creérselo. La estrategia pasará por desaparecer a Podemos. Hablarán solo del PSOE, del PP y de Ciudadanos. Y llegado el caso, de VOX. Y de vez en cuando, sacarán a Podemos solo para ponerlo a pelear con la extrema derecha. Y del único gobierno que ha planteado cambios a favor de las mayorías, del gobierno de Sánchez impulsado por Podemos, ni una palabra.

Porque lo que logró que el PSOE volviera a parecer un poco –un poco- de izquierdas, fue el empuje de Unidos Podemos. Y eso lo saben las élites, lo sabe Europa y lo saben los medios de comunicación. Aprovechan, además, que el candidato de Podemos al gobierno de España está de permiso de paternidad. Entendido quizá de manera demasiado extrema (no pasa nada porque Iglesias tenga alguna presencia pública. Los permisos de maternidad o de paternidad no te sacan de la vida civil).

Con tanto viento en contra, le toca a Podemos y a todos sus votantes compensar esa gran mentira de que en el horizonte solo hay derechas o derechas. Como las lentejas que, en su versión clásica, vienen con chorizo. Vamos a la campaña más sucia de las que recordamos. Y una parte de la suciedad va a consistir en la invisibilización de Podemos. Aunque esas empresas de medios de comunicación vacíen la democracia. Porque si solo son posibles gobiernos de derechas, casi mejor que gobiernen directamente los del IBEX 35 y así, por lo menos, nos ahorramos el engaño y el dinero de las elecciones.

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¡Qué elecciones! ¡Qué campaña! https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/02/15/que-elecciones-que-campana/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/02/15/que-elecciones-que-campana/#respond Fri, 15 Feb 2019 11:06:53 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7398 alt --> Pues ya tenemos elecciones para el 28 de abril. Tras una Semana Santa que será de mucha pasión y mucha penitencia. Vamos a la campaña mas tensa de la que vamos a tener memoria porque casi todos los partidos políticos han sufrido algún tipo de terremoto, agresión, pérdida o amenaza. El PSOE no sale fuerte. … Continuar leyendo "¡Qué elecciones! ¡Qué campaña!"]]> ¡Qué elecciones! ¡Qué campaña!

Pues ya tenemos elecciones para el 28 de abril. Tras una Semana Santa que será de mucha pasión y mucha penitencia. Vamos a la campaña mas tensa de la que vamos a tener memoria porque casi todos los partidos políticos han sufrido algún tipo de terremoto, agresión, pérdida o amenaza.

El PSOE no sale fuerte. Dice el refrán oriental: párate o camina, pero no te tambalees. Y Sánchez se ha tambaleado en casi todos los aspectos. Sánchez no tiene proyecto de país. Tiene proyecto personal de Presidente del Gobierno. Y eso te convierte en una veleta rehén del viento. Sólo se atrevió con la moción de censura porque Pablo Iglesias le convenció de la necesidad de salir del corrupto PP y le brindó el entendimiento con vascos y catalanes. Sólo se ha atrevido en cuestiones sociales por la presión de Podemos y un par de golpes encima de la mesa (la subida del salario mínimo a 900 euros sólo fue posible después de una ardua pelea de los morados con la Ministra de Economía). Sólo se ha atrevido a dialogar con los independentistas por la presión de la moción de censura y de los presupuestos. Luego, ha bastado un regaño de Felipe González, un ladrido de Alfonso Guerra y los aspavientos de un par de barones para que se desdijera, para que la figura inocua del relator se convirtiera en poco menos que en un liquidador de la soberanía nacional y para que vuelva a hacer de los nacionalistas catalanes los enemigos de España.

Sin embargo, el PSOE va a recoger los errores de Ciudadanos y el PP, echados al monte. Al tiempo que el PSOE va a golpear a los independentistas como si nunca hubieran hablado con ellos, va a ganar el voto "centrista" de los que huyan de la derecha desatada, de manera que ampliará ese espacio perdido y no competirá con Unidos Podemos, que podrá representar con tranquilidad el espacio de la izquierda. Queda en cualquier caso una duda: ¿le quedan conejos en la chistera a Iván Redondo? De momento, le ganan las redes en una legislatura que a Sánchez se le ha pasado volando.

Podemos ha sufrido el embate de Errejón justo en el momento en donde había emergido el mejor Iglesias, cuando se había logrado salir por la izquierda del gobierno de Rajoy y se estaban logrando los mejores presupuestos de que tenemos memoria. Errejon ha montado un nuevo partido y lo ha anunciado el día del quinto cumpleaños de la formación con la que se hizo Diputado y a la que no le contó sus planes. Tampoco la ha tratado como mandan las buenas maneras, y mientras se presenta por un partido diferente no renuncia a sus cargos en Podemos ni a su militancia y dice hoy, desde su nuevo partido, que apoya a Iglesias, contra el que ha montado una formación política, quedando demasiado obvio que su viraje no tiene detrás sino recolocarse tras el adelanto de las elecciones. El exceso de tacticismo no es bien recibido en las fuerzas progresistas.

No parece que la decisión del que fuera número dos de Podemos perjudique a la formación morada. Al revés, la libera  de la pérdida de energía que suponía tener dentro a gente que estaba construyendo otro partido. Los malos modos de Errejón y la ingenuidad de pensar que la amabilidad de los medios se trasladaba sin más a la opinión de los votantes y militantes de Podemos le dejan en una posición de debilidad. Y tendrá que rendir cuentas por arrastrar en su aventurerismo al ayuntamiento de Madrid. Manuela Carmena -que ha sido muy ingrata con Podemos e Izquierda Unida, quienes le posibilitaron ser alcaldesa y la han cuidado estos años-, ha empezado a entender que la maniobra con Errejón le aleja de la alcaldía. Por eso sus palabras de disculpas con Julio Rodríguez. Pero quizá ya sea tarde. El enfado de una buena parte de los votantes, partidos y organizaciones que auparon hace cuatro años a Carmena a la alcaldía -y que han sido rechazados ahora por la alcaldesa- trastoca ese plan feliz solo sobre el papel. Los asesores hacen a menudo un triste papel. Carmena ha afirmado que si no gobierna se marcha, y como el proyecto es estrictamente personal ¿qué pasa con un proyecto personal cuando se marcha esa persona? Podemos ha empezado a recuperar la confianza en sí mismo y va a entender que mucha gente, en Madrid, en Andalucía, en Catalunya, en Murcia, Extremadura, Asturias, País Vasco, España, quiere votar Podemos. Podemos se la juega en la campaña, pero su apoyo en los dos últimos años a la huelga feminista, a los pensionistas, a los trabajadores precarios, a los taxistas, a las mareas blancas y verdes, a trabajadores de todo tipo y condición le sitúa en un buen punto de partida.

Los nacionalistas catalanes no van a poder explicar por qué han renunciado a unos presupuestos tan necesarios para las mayorías en Catalunya. No van a poder explicar por qué son más importantes las presiones imposibles que priman los intereses de los políticos a los de la gente. No van a poder explicar por qué confían que el "cuanto peor mejor" que traería un gobierno de la derecha y la extrema derecha es positivo para Catalunya y su soberanía. Y no van a poder explicar por qué la mejor suerte que les podría caber a los presos políticos catalanes con un gobierno salido de la moción de censura ha sido sustituido por la posibilidad de la mala fortuna de un gobierno en donde si no están los catalanes no van a poder defender con fuerza sus posiciones. Mandar a los pueblos y a las personas al martirio pensando que de ahí sin más va a salir una mayor conciencia es de una ingenuidad que será castigada en las urnas.

Y qué decir de la derecha: solo gana VOX. La foto de la verguenza de Albert Rivera con Abascal en Colón, a la que hay que añadir el gobierno conjunto de Ciudadanos con el PP y la extrema derecha en Andalucía disipa el presunto centrismo de la formación naranja. Por otor lado, la actitud vociferante, faltona, amenazante y reaccionaria de Casado en el PP, el tercero en la foto de Colón, aleja igualmente a la derecha sensata, que no quiere regresar a los tiempos de Alianza Popular y que sabe que se está dejando al PSOE todo el espacio del centro. Todo indica que el PP se hunde, que Ciudadanos sube y gira a la derecha vendiendo su alma al diablo (ya le han regañado socios europeos por su encamamiento con la extrema derecha en Andalucía) y que VOX regresa a la derecha española al concierto europeo trayendo a la extrema derecha al parlamento.

Nadie sale con una fuerza descomunal en una campaña que ha empezado esta misma mañana. De manera que vamos a tener campaña, campaña y campaña a todas horas.Y va a ser una campaña llena de ruido y furia.  Habría que hablar con el Papa y pedirle que cambién las fechas religiosas este año para que celebremosprimero la Semana Santa y luego el carnaval. Y así el escenario de disfraces y requiebros pueda acompañar a la chirigota que se nos viene. Y que Dios nos pille confesados.

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¿Populismo de izquierdas o caudillismo amable? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/02/14/populismo-de-izquierdas-o-caudillismo-amable/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/02/14/populismo-de-izquierdas-o-caudillismo-amable/#respond Thu, 14 Feb 2019 06:44:08 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7391 alt --> La hipótesis populista comparte un objetivo con cualquier formación política: alcanzar el poder. Pero tiene un método peculiar. El método es trazar una línea entre un ellos y un nosotros. Allí los malos, y nosotros, el buen pueblo, aquí. No hay que matizar mucho. Lo importante es trazar la línea de separación. El populismo sólo … Continuar leyendo "¿Populismo de izquierdas o caudillismo amable?"]]> ¿Populismo de izquierdas o caudillismo amable?

La hipótesis populista comparte un objetivo con cualquier formación política: alcanzar el poder. Pero tiene un método peculiar. El método es trazar una línea entre un ellos y un nosotros. Allí los malos, y nosotros, el buen pueblo, aquí. No hay que matizar mucho. Lo importante es trazar la línea de separación. El populismo sólo funciona con enemigos. Cuanto más sencillos sean esos enemigos, mejor. Como el populismo no tiene detrás ideología, enemigo puede ser cualquiera: los banqueros, pero también los inmigrantes, los sindicatos, el Estado social, la izquierda, los ignorantes. Para el populismo es mejor que el enemigo sea la izquierda a que sean los banqueros. Porque les genera menos problemas y en ese viaje les van a ayudar los medios. Si odias a los poderosos te la pueden devolver, pero si odias a la izquierda, te terminas aliando con la derecha en ese objetivo.

La metodología en el populismo se basa en una idea: hay unas pocas personas elegidas que son las únicas que pueden cambiar las cosas. Quienes defienden el populismo piensan, claro, que ellos forman parte de esas personas elegidas. Por eso les sobran los partidos y cualquier grupo democrático que les pida cuentas. Ellos, los elegidos, deciden. Y que nadie les moleste. Los elegidos identifican a los elegidos, de manera que sus equipos siempre están formados por los que han recibido la luz. Y los elegidos, como parte de la cofradía de los que saben, no pueden ser sustituidos por nadie elegidos por partidos o por la gente. Porque el conocimiento, la experticia, la experiencia, dicen, no se vota. Aunque los elegidos, no nacieran sabiendo y, con mucha probabilidad, fueran elegidos en sus primer cargo público por los partidos. Al final, los que saben toman decisiones sobre Venezuela, sobre urbanismo, sobre la libertad de expresión sin consultar a nadie.

Como el corazón del populismo es tener mando, deben allanar cualquier obstáculo para llegar. No hay un plan de país, sino de acceso al poder. Sobran los programas, las ideas y, por supuesto, los militantes. Sólo necesitan soldados. Es mera táctica constantemente. Por eso el populismo fascina a todos los periodistas. A los inteligentes los primeros cinco minutos. Al resto les dura algo más el encandilamiento. Si se quiere entender a los populistas hay que entender que lo que buscan por encima de cualquier otra cosa es colocarse en algún puesto de poder. Con eso dan por amortizado todo, en primer lugar el compromiso ideológico. Esa antigualla. Por eso los populistas dan esos saltos mortales. Ayer podían estar con grupos anarquistas, trotskistas, con el 15M y hoy estar dispuestos a pactar con Ciudadanos, esos que gobiernan con VOX.

Los populistas dicen que necesitan significantes vacíos. Hablar de nada. Defender solo "marcos ganadores".  A los significantes vacíos, ellos, con su genio, luego los rellenan con lo que quieran. Pero no dicen la verdad. Tienen como blasón estar en posiciones de poder a cualquier precio y por eso, para ellos, siempre pesa más gestionar lo existente que cambiar lo existente. Y por eso siempre son amables con lo que hay. No molestar al poder. En nombre de esa gestión de lo existente, la "competencia virtuosa" lleva a mirar siempre, invariablemente, a la derecha. En Madrid y en España. Mirar al PSOE y luego a Ciudadanos. A esa unión de un PSOE derechizado y de un Ciudadanos que puede gobernar con VOX, el populismo "de izquierdas" les ofrece votos que antes estaban en el margen izquierdo del tablero. ¿Cuántos? Me temo que pocos para la coalición pero suficientes para golpear a la izquierda ¿Para qué? Pues para mandar.

¿Hasta dónde está dispuesto ese viaje populista a ceder con tal de acceder al poder? Pues, como diría una lectura correcta de Laclau, hasta cualquier parte. El populismo, como una manera de hacer política, solo debe ser un momento de impugnación, un momento de tumbar el viejo régimen aprovechando la ventana de oportunidad destituyente. Pero, si no deja paso a un momento constituyente, a un momento donde mande el programa, se convierte en una excusa para sustituir a las élites por otras que dicen que son mejores que los partidos pero que, al final, terminan haciendo todo lo malo de los partidos pero sin ninguno de los controles. Entregar toda la confianza a personas que no responden ante nadie no parece muy sensato. Y el populismo termina siendo otro camino por donde se cuela la derecha en la política democrática.

 

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Féretros que no arden y países en fuego https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/02/05/feretros-que-no-arden-y-paises-en-fuego/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/02/05/feretros-que-no-arden-y-paises-en-fuego/#respond Tue, 05 Feb 2019 07:39:44 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7377 alt --> En una funeraria en Valladolid al parecer incineraban los cadáveres y dejaban fuera el féretro. Que féretro que huye, vale para otra guerra. La verdad que es una buena idea. Bastaría para terminar de marcharnos una hermosa sábana blanca de lino. ¿Por qué quemar más madera, lacas, remaches y 3000 euros? ¿Tan mala conciencia tenemos … Continuar leyendo "Féretros que no arden y países en fuego"]]> Féretros que no arden y países en fuego

En una funeraria en Valladolid al parecer incineraban los cadáveres y dejaban fuera el féretro. Que féretro que huye, vale para otra guerra. La verdad que es una buena idea. Bastaría para terminar de marcharnos una hermosa sábana blanca de lino. ¿Por qué quemar más madera, lacas, remaches y 3000 euros? ¿Tan mala conciencia tenemos con los que se van? Los de las funerarias, que saben del dolor de la pérdida, tienen fácil hacerse los vivos. Basta mirar el precio de las coronas o de los ataudes. Estos de Valladolid,  los 3000 euros, o lo que fuera, lo cobraran. Seguro que, además, decían que eran una funeraria ecológica porque emitían menos CO2 a la atmósfera. Todo presuntamente, menos los muertos y la tristeza de los deudos.

Pedro Sánchez también tiene su funeraria, que se llama PSOE, y ahora que es Presidente del Gobierno confunde su empresa de pompas fúnebres ideológica con el gobierno de España y se pone del lado de Trump, Bolton y Abrams para incendiar Venezuela. Esos personajes siniestros ya incendiaron El Salvador, Nicaragua, Irak, Afganistán o Libia. Y les cobraron el féretro robándoles el petróleo, el café, las bananas o lo que tuvieran. Aunque siempre hacen un bonito discurso fúnebre sobre la democracia. Porque esta gente, siempre que habla de la democracia, la entierran. Sánchez, para marcarse un triple, al tiempo que alienta la guerra en Venezuela busca un entrenador de baloncesto para gobernar Madrid. Que a diferencia de los féretros, está que arde.

Pedro Sánchez ha reconocido en Venezuela a un tipo que se ha autoproclamado Presidente en la calle, poniendo así en entredicho todo nuestro Estado de derecho. ¿Con qué cara encarcelamos a los políticos catalanes que proclaman la república si nosotros reconocemos a quien se proclama Presidente en la calle? El Papa, López Obrador, Tabaré Vázquez, Rodríguez Zapatero, Corbyn, Sanders, Iglesias apuestan por el diálogo y por elecciones, porque hay que terminar con las dos legitimidades enfrentadas en Venezuela. Pero esas elecciones tienen que ser pactadas con el gobierno legítimo de Venezuela que es el de Maduro. A no ser que lo único que quieras es robarles el petroleo. Como en Irak. Pedro Sánchez, haciendo cuentas desde la cobardía, se pliega a los gritos de guerra de Casado, el del máster que, seguro, se saltó las clases de ética y de democracia, igual que lleva haciendo el alma de su partido desde 1936. La cobardía política fue la que no apoyó en Francia y en Inglaterra la república en 1936. Luego Sánchez hace discursos recordando al exilio republicano.

Nosotros, el Reino de España, que tenemos un Rey que no ha nombrado nadie, pero damos ultimátum a otros países. Bueno, a su padre lo nombró Franco. A Sánchez le reafirman en su ultimátum gente como Borrell o Felipe González, que tienen intereses en empresas multinacionales que se enriquecerán si los norteamericanos roban el petróleo de Venezuela. Luego vamos dando lecciones por América Latina. Los norteamericanos ya les roban la empresa CITGO y les bloquean y mandan ayuda humanitaria que es una manera de abrir una brecha por donde invadir. Maduro, que vivió lo que pasó en Irak, sospecha, lo que parece sensato.

Quien ha dado una lección a Sánchez ha sido López Obrador en México, recordándole que los mexicanos no intervienen en otros países porque no quieren que les intervengan. Esa lección tampoco sale en la tesis de Sánchez. Tenemos unos políticos que son unos iletrados en cuestiones de democracia. Pero para qué van a estudiar si tenemos universidades que les regalan todos los grados academicos.

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Madrid: no equivocarse de bando https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/01/30/madrid-no-equivocarse-de-bando/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/01/30/madrid-no-equivocarse-de-bando/#respond Wed, 30 Jan 2019 08:42:53 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7368 alt --> Europa no tiene problemas con los países europeos que quiebran los derechos humanos. Nunca ha sancionado a ningún país por dejar que se ahoguen inmigrantes en el Mediterráneo, porque disparen balas de goma a negros muertos de hambre y de frío que quieren llegar en una balsa de juguete  y se ahoguen, porque se exploten … Continuar leyendo "Madrid: no equivocarse de bando"]]> Madrid: no equivocarse de bando

Europa no tiene problemas con los países europeos que quiebran los derechos humanos. Nunca ha sancionado a ningún país por dejar que se ahoguen inmigrantes en el Mediterráneo, porque disparen balas de goma a negros muertos de hambre y de frío que quieren llegar en una balsa de juguete  y se ahoguen, porque se exploten a trabajadores y que mueran por negligencia de sus patronos. En España, cada tres días mueren cinco trabajadores. Pero la UE nunca ha amenazado con abrir un expediente sancionador a España por ese genocidio silencioso.

Desde los años 80, Europa empezó a asumir que iba a desmantelar el Estado de bienestar, y una de las debilidades que tienen los conservadores ingleses es que no pueden argumentar que la Unión Europea ya les obligue a ningún tipo de programa socialista. Es esa política neoliberal la que alimenta el crecimiento de la extrema derecha. Extrema derecha que en Europa tiene tintes críticos con la globalización y en España son régimen (a favor de los recortes del Banco Central Europeo, monárquicos, partidarios de bajar los impuestos a los ricos y obedientes con las multinacionales).

La izquierda oficiosa ha ido dejando de hablar de valores socialistas y hoy diferenciar a algunos que se llaman de izquierda de los que se llaman liberales es casi imposible. La beautiful people del gobierno de Felipe González, con aquel "España es el país donde es más fácil enriquecerse" de su Ministro Solchaga, dejó claro que ya no había valores que defender en la izquierda. Lo remató González diciendo que lo importante de los gatos no era su color, si eran blancos o negros, sino si cazaban ratones. El PSOE y el PP terminaron mimetizándose.  González tiene un único problema con Aznar que se llama quién controla los negocios.

Hoy todos los que tienen oído musical para preferir gestionar lo que existe antes que cambiarlo hablan en neoliberal y el discurso de una parte de la izquierda que venía a renovar la política apenas se diferencia de un anuncio de Marina D’Or lleno de ilusión y promesas de felicidad sin conflictos, desahucios ni despidos. Y que ya no se vean clases, bandos, grupos, patronales, sindicatos, inmobiliarias, desahuciados, multinacionales y precarios sino solo españoles o madrileños. ¿No lo había dicho antes Rivera?

La irrupción de Podemos rompió el bipartidismo y asustó a Europa. Por eso le partieron la espalda a Grecia. Como aviso a navegantes de países más grandes. Acosado por casos de corrupción que llegaban a los juzgados, el bipartidismo se desangraba. Aunque tenían la voluntad de controlar el poder judicial por delante y por detrás, no bastaba. Así que se inventaron un Podemos de derechas para mantener el tipo electoral. Un espacio controlado que expresara la impugnación generada por la crisis. Como la cosa no bastaba, se inventaron un Podemos de extrema derecha (los medios de comunicación hacen su papel cuando les toca). Y como la cosa no bastaba, decidieron hacer lo que han hecho siempre: intentar romper a las fuerzas del cambio generándoles una escisión. Podemos siempre lo supo y por eso, en Vistalegre 2 hizo lo contrario de lo que había hecho el PP y el PSOE (prescindir de los perdedores) dándole un puesto de prestigio a Errejón. Pero Errejón nunca aceptó el resultado de Vistalegre. Al contrario, aprovechó la generosidad para operar contra la decisión de los militantes de Podemos. Los medios llevan dos años alimentando un ánimo disgregador.

Los poderosos no permitieron que Sánchez se acercara a Podemos en 2016 y le cortaron la cabeza. Pero se la dejaron colgando, se la cosió con hilo rojo y regresó. Y ganó una moción de censura con Podemos y los nacionalistas. ¡Hasta ahí podíamos llegar! dicen que dijeron los que están acostumbrados a decir. Podemos ha elaborado con el PSOE los presupuestos más progresistas de la historia de la democracia. Es probable que eso haya desatado un plan: recuperar la parte neoliberal del PSOE y sus barones, ganar a la parte más condescendiente de Podemos, y dejar abierto el papel de Ciudadanos por si fuera posible un tripartito entre el PSOE, Errejón y Carmena y Ciudadanos.

El objetivo a batir es Podemos. Porque si Pablo Iglesias está fuerte podría arrastrar a los socialistas del PSOE, acordar con IU, convencer a espacio de Carmena y Errejón y construir una plataforma con todos los trabajadores golpeados por el modelo neoliberal. Entonces solo les quedaría a los poderosos el tripartito andaluz y esa es una opción peor porque es más evidente. Ciudadanos, tan liberales ellos, gobernando con esa extrema derecha acordonada en Europa.

El poder, tan piadoso, siempre pide pruebas de buena fe. Iglesias forzó una subida fiscal a los ricos para financiar pensiones, educación, sanidad y salarios. Al poder no le ha gustado. ¿Qué es eso de una fuerza política que presiona a los que siempre han mandado? Pedro Sánchez, más amable, hace equilibrios. Asume el salario de 900 euros y al tiempo está ofreciendo la cabeza de Venezuela. Rivera siempre es obediente y no les generará problemas. Y Errejón y Carmena ¿van a ofrecer algo Errejón y Carmena al poder? ¿Van a plantarles cara?

Algunos apuntan la operación Chamartín como el fiel de la balanza que incline ese espacio hacia un posible pacto con Ciudadanos o hacia la alternativa al neoliberalismo que marcó la elección de Carmena hace cuatro años. Una ocasión ideal para consultar a la ciudadanía. Para que la ilusión ilusionante no se convierta en la enésima decepción de los ilusionados y los ilusos. Son tiempos de unidad frente al bloque de la derecha. De la derecha y de las políticas de la derecha. Aznar alienta el tripartito con VOX, el PP y Ciudadanos liderado por Casado. González quiere el tripartito liderado por el PSOE con Ciudadanos y una pata regional donde estén los nacionalistas y otros sectores como el carmenismo. Sería un error intencionado brindarle a Ciudadanos ser el árbitro que defienda el neoliberalismo desnudo con VOX y el PP o lo haga disfrazado con el PSOE y la enésima fracción de la izquierda.

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Alfonso Guerra, ese hombre... https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/01/29/alfonso-guerra-ese-hombre/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/01/29/alfonso-guerra-ese-hombre/#respond Tue, 29 Jan 2019 18:42:37 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7358 alt --> Alfonso Guerra ha dicho que las dictaduras, cuando son eficientes en términos económicos, tienen un pase. Lo dice el Vicepresidente del gobierno de España que desindustrializó el país por orden de Europa. A Alfonso Guerra, como a Felipe González, nunca les ha interesado lo que tenga que ver con los derechos humanos. Esta pareja de … Continuar leyendo "Alfonso Guerra, ese hombre..."]]> Alfonso Guerra, ese hombre...

Alfonso Guerra ha dicho que las dictaduras, cuando son eficientes en términos económicos, tienen un pase. Lo dice el Vicepresidente del gobierno de España que desindustrializó el país por orden de Europa. A Alfonso Guerra, como a Felipe González, nunca les ha interesado lo que tenga que ver con los derechos humanos. Esta pareja de pillos siempre apoyó los negocios del Rey Juan Carlos, fueran en Marruecos, en Arabia Saudí o en la Venezuela de Carlos Andrés Pérez, delincuente que mandó disparar contra su pueblo cuando el caracazo. Felipe González y Alfonso Guerra pusieron en marcha las Cumbres Iberoamericanas, donde Presidentes y Jefes de Estado corruptos se reunían para hacer negocios y robar a sus pueblos. Una buena parte de ellos terminó en la cárcel. Los de España no. Se ha pedido investigar la fortuna inexplicada de Juan Carlos I, pero Alfonso Guerra, ese granujilla que dice que ha leído a Antonio Machado, votó en contra.

Alfonso Guerra y Felipe González son amigos de los socialistas pillos, pero nunca han terminado de llevarse bien con los socialistas de verdad. Que los dos hayan quitado hierro a la dictadura de Pinochet, que asesinó a 4000 personas, entre ellas parte de la dirección del Partido Socialista de Chile, es una señal de que hay cosas que, en verdad, nunca les dolieron. Porque si te duele que Pinochet haya asesinado a tus compañeros, no rebajas la gravedad de esa dictadura. No se te olvida nunca. Y no moderas su brutalidad para criticar a Venezuela.

A Alfonso Guerra, como a Felipe González, no les molestaría una guerra en Venezuela, porque ellos y sus amigos de las Cumbres harían negocios. Además, sueñan con que, sobre las ruinas del país, regresaría Acción Democrática, el partido de Carlos Andrés Pérez con quien tantos puros se fumaron. A Alfonso Guerra, que dice que se emociona con Mahler, no le preocupa en absoluto lo que pase con los derechos humanos en Venezuela si interviene Trump. Por cierto, quien ha nombrado a Elliot Abrams como enviado espacial para Venezuela. Abrams fue responsable de apoyar a grupos que vulneraron los derechos humanos en Nicaragua y El Salvador. Él mismo fue condenado por el Irán- Contra. Drogas por armas. Un pacificador. Pero a Alfonso Guerra, los derechos humanos le dan lo mismo. Solo le emociona el adaggio de la Quinta de Mahler.

Me contaba una amiga suya que Alfonso Guerra, que también mintió sobre su supuesta austeridad, se hace las camisas en Italia. Otro fraude. Esta gente pilotó la Transición después de apuñalar a Adolfo Suárez, que era mucho menos pillo que ellos. Ahora dicen que lo adoran. Guerra y González se enfadan cuando les demostramos que son un fraude. Y supongo que también cuando les decimos que ser socialista y defender la dictadura de Pinochet les convierte en unos tipos sin la más mínima fibra moral.

Yo sé que Alfonso Guerra nunca ha leído en serio a Antonio Machado, que nunca ha sido republicano, que desconoce la dignidad de los que resistieron en la guerra y en el franquismo porque él nunca movió un dedo, salvo cuando colocó a su hermano a inaugurar una manera de hacer política en Andalucía en democracia. Decía Machado:

Y cuando llegue el día del último viaje, / y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, / me encontraréis a bordo ligero de equipaje, / casi desnudo, como los hijos de la mar. Guerra, el blanqueador de dictaduras, nunca ha rozado la belleza. Estos hombres débiles se adornan de ira de bestia herida y moral de lombriz.  Hubo gente que creyó un día en Alfonso Guerra.

Si Machado viviera haría la segunda parte de Don Guido con una Alfonso Guerra repintando sus blasones. Falsos, por supuesto:

Buen don Alfonso y equipaje,
¡buen viaje!...
El acá
y el allá,
caballero,
se ve en tu rostro marchito,
lo infinito:
cero, cero.

 

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Cuando ya no hay nada más bonito https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/01/23/cuando-ya-no-hay-nada-mas-bonito/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/01/23/cuando-ya-no-hay-nada-mas-bonito/#respond Wed, 23 Jan 2019 15:49:34 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7343 alt --> Fue ayer un día maravilloso de bulos empaquetados en periodismo profesional, de frases estúpidas enunciadas como si fueran pensamientos de Montaigne, de  pensamientos rancios perfumados con ambientador de retrete de estación de autobuses. Hoy, Albert Rivera, el líder de Ciudadanos ha tenido un día sembrado y ha sumado a la rara habilidad de decir la … Continuar leyendo "Cuando ya no hay nada más bonito"]]> Cuando ya no hay nada más bonito

Fue ayer un día maravilloso de bulos empaquetados en periodismo profesional, de frases estúpidas enunciadas como si fueran pensamientos de Montaigne, de  pensamientos rancios perfumados con ambientador de retrete de estación de autobuses. Hoy, Albert Rivera, el líder de Ciudadanos ha tenido un día sembrado y ha sumado a la rara habilidad de decir la frase más estúpida la de enunciar el pensamiento más rancio. Todo ello, además, sin aderezarlas con ninguna cita ni de Suárez ni de Kennedy.

Luego están las Fakes news. Los bulos de siempre y las trolas de toda la vida. Cuidado que no vienen solamente del periodismo pantuflo. O sí, porque el periodismo serio, cuando se refiere a Podemos, cae en el pantuflismo con mucha mayor frecuencia que con cualquier otro tema. Aunque no se pueden olvidar los pantuflos de todos los días, el mentirosillo Inda que se autoclava las cámaras, el airado Losantos que hiperventila con el oro de Moscú o el bendecido Herrera, que recibe de la Iglesia más pasta que Caritas.

Resulta que el PSOE de Sánchez había pactado con Unidos Podemos una serie de puntos para un nuevo decreto ley sobre alquileres. El PSOE incorpora alguno de esos elementos, pero deja fuera el que era más importante para la formación morada: poner freno a la subida abusiva de los alquileres. Coincidiendo con la patronal del ramo y los fondos buitres, el PSOE ha decidido deja fuera del decreto esa medida. Y Unidos Podemos le ha dicho que no puede aprobarlo porque falta lo más importante de ese pacto acordado entre damas y caballeros. Entonces entra en funcionamiento la máquina del fango y los titulares empiezan a echar fuego contra la coherencia de Podemos:

Y va entonces y dice la cadena Ser:

Cuando ya no hay nada más bonito

Para qué explicar más. Si los buitres tienen capacidad en España de dictar titulares a la cadena SER, qué no harán con otros medios.

Por si el susto no bastara, Rivera, que hoy ha tenido un día de esos especiales, ha preguntado con voz de cuento nocturno: "¿Hay algo más bonito que concebir un hijo para otra mujer?" Como es sabido, desde niñas, las mujeres piden en sus cartas a los Reyes Magos convertirse en vientres de alquiler cuanto antes dios lo decida. Se cuentan por decenas de miles los casos de mujeres de clase alta que han hecho de vientres de alquiler para mujeres pobres que viven en las periferias pobres lejos de donde tienen ellas sus mansiones. Porque es tan bonito gestar un hijo y dárselo a otra mujer que andan las granjas de vientres de alquiler, de esas que hay en la India y en Bielorusia, llenas de mujeres con cuentas millonarias, con doctorados en universidades extranjera, con estirpes de ascendientes y descendientes de dientes perfectos y casa de verano en la costa. ¿Puede haber cosa más bonita?

Como le debe haber parecido poco, también ha lanzado a la posteridad otra frase de calendario: "¿Si hay derecho para interrumpir el embarazo, por qué no lo tenemos para poder concebir a un hijo para otra mujer?" No descarto que, ya en racha, haya dicho: ¿Hay algo más bonito que trabajar ocho horas y entregarle el dinero a tu patroncito? ¿Hay nada tan hermoso como conducir una bicicbleta y que se quede la plataforma el 30%? ¿Acaso se puede imaginar mayor felicidad que ser negro e ir a Disneylandia o saltar una valla con concertinas o vivir esa experiencia irrepetible de cruzar el mar en patera?

Pues ese es el nivel de nuestros políticos y de nuestros medios. Y aún no ha arrancado el gobierno de Andalucía.

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Feliz triste cumpleaños Podemos https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/01/18/feliz-triste-cumpleanos-podemos/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/01/18/feliz-triste-cumpleanos-podemos/#respond Fri, 18 Jan 2019 10:50:46 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7338

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Rebajas ideológicas (o de la mentira como método) https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/01/15/rebajas-ideologicas-o-de-la-mentira-como-metodo/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/01/15/rebajas-ideologicas-o-de-la-mentira-como-metodo/#respond Tue, 15 Jan 2019 18:05:00 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7328 alt --> Una de los pilares de la vida social es la confianza. Hasta en tiempos de guerra y asedio, la gente regresa a los rituales que suman certidumbres. Entonces intercambian bienes, acuerdan negocios, se casan, van a actos religiosos, celebran su patria, lloran en los entierros y brindan en los nacimientos. La política es el saber … Continuar leyendo "Rebajas ideológicas (o de la mentira como método)"]]> Rebajas ideológicas (o de la mentira como método)

Una de los pilares de la vida social es la confianza. Hasta en tiempos de guerra y asedio, la gente regresa a los rituales que suman certidumbres. Entonces intercambian bienes, acuerdan negocios, se casan, van a actos religiosos, celebran su patria, lloran en los entierros y brindan en los nacimientos.

La política es el saber de la polis y los políticos son los que gestionan la marcha colectiva. Las ideologías son marcos de pensamiento que nos orientan. Vamos a ellas según nuestra manera de estar en el mundo y nuestra manera de estar en el mundo suele tener que ver con nuestro sitio en la sociedad, que a su vez tiene que ver, aunque no solo, con nuestra posición de clase. Los políticos dicen tener ideologías y así nos ayudan a decidir nuestro voto en las elecciones.

Una de las dificultades de la discusión política está en lo mucho que mienten los políticos de partido. Nos devanamos los sesos analizando sus propuestas, viendo su alcance y su viabilidad, mirando si son convenientes para el país. Pero nos detenemos poco en una de las principales actividades de los políticos en nuestras sociedades de la información: mentir. No debiéramos escuchar a los políticos sin polígrafo.

VOX ha irrumpido en la política española con promesas envueltas todas con mentiras. COn la única salvedad del odio a las mujeres. Lleva años acusando a Podemos de financiarse a través de países extranjeros. Los jueces han dicho que eso es mentira pero hoy sabemos que quien se ha financiado con dinero iraní ha sido VOX. De momento en las elecciones de 2014. Y si ese era el camino, es bastante probable que hayan seguido esa senda en Andalucía. Luego hablan contra los inmigrantes pero se financian en Irán. De un grupo terrorista que ha apoyado al DAESH y al terrorismo islámico. El que ha matado españoles. Incluido militares. ¿Seguirá Abascal teniendo la desverguenza de gritar ¡Viva el ejército y viva la guardia civil!?

Dice VOX que va a acabar con los chiringuitos en Andalucía y en España, pero Abascal cobró al menos 90.000 euros de un chiringuito que le montó Esperanza Aguirre por hacer nada. Miente cuando dice que el 100% de los asesinatos machistas son de extranjeros y miente cuando dice que hay miles de denuncias falsas de malos tratos. Miente cuando dice que le interesan los que no llegan a fin de mes al tiempo que propone bajarle los impuestos a los ricos.

Y Ciudadanos y el PP han acordado con estos mentirosos el gobierno de Andalucía. Y los mentirosos hacen mentir a Ciudadanos porque quiere los apoyos pero también la honra y hacen mentir al PP que dice que son un partido centrista situándose en el centro de lo que antes era la derecha radical.

Los partidos son como las rebajas. Cuando te acercas, ves que el cartel con el precio era mentira y que en pequeñito pone "desde". No eran diez euros, sino desde diez euros. Así que Ciudadanos es liberal progresista "desde" la derecha neoliberal y el pacto con Libertas, el PP es de centro conservador "desde" la derecha reaccionaria y las visitas al valle de los caídos, y VOX es de derechas española "desde" la derecha franquista del 36 y la financiación iraní. Ninguno desentona. Fraga, un ministro de Franco que firmó sentencias de muerte, es uno de los padres de la Constitución.

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Ciudadanos: colaboracionistas cantando la Marsellesa https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/01/10/ciudadanos-colaboracionistas-cantando-la-marsellesa/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/01/10/ciudadanos-colaboracionistas-cantando-la-marsellesa/#respond Thu, 10 Jan 2019 19:07:16 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7317 alt --> Lo peor para la democracia es que los demócratas terminen sucumbiendo al discurso de una derecha que, en crisis, se hace reaccionaria. Lo hacemos cuando preferimos callarnos ante sus bravuconadas o cuando preferimos rehuir la obligación de desmantelar sus mentiras. La derecha nunca nos dirá que defiende el privilegio y mentirá para esconder sus intereses … Continuar leyendo "Ciudadanos: colaboracionistas cantando la Marsellesa"]]> Ciudadanos: colaboracionistas cantando la Marsellesa

Lo peor para la democracia es que los demócratas terminen sucumbiendo al discurso de una derecha que, en crisis, se hace reaccionaria. Lo hacemos cuando preferimos callarnos ante sus bravuconadas o cuando preferimos rehuir la obligación de desmantelar sus mentiras. La derecha nunca nos dirá que defiende el privilegio y mentirá para esconder sus intereses en algún tipo de interés general. Porque son unos mentirosos. Y en la historia de la humanidad, nunca nos fue bien cuando creímos a los mentirosos.

El susto de las gentes de bien está justificado, pero no puede paralizarnos. Es un fantasma que regresa, pero hay que tirar de su sábana. Cuenta Boaventura de Sousa Santos, que de la revolución francesa nacieron los conservadores, los liberales y los socialistas. Todos ellos tenían profundas diferencias, pero en cualquier caso asumían los avances que significaba la revolución frente al antiguo régimen. Creían en la separación entre la iglesia y el Estado, en la universalidad de los derechos, en la superación de las jefaturas del Estado hereditarias o en una idea de patria excluyente basada en el odio a algún grupo. Pero ahí estaban siempre los reaccionarios. El problema es que los reaccionarios siempre han tenido la posibilidad de crecer en tiempos de crisis. Basta que la izquierda fracase en la construcción de un mundo más decente para las mayorías. De ese fracaso nace la reacción. Cuando los sectores populares quieren reducir un poco las desigualdades, el reaccionarismo se convierte entonces en el plan B de liberales y conservadores. Los reaccionarios son capaces de sumar a liberales y conservadores porque siempre tienen un sesgo de clase. La derecha termina haciéndose colaboracionista.

Ese interés de las élites aparece envuelto con el regreso al pasado, con la mística de una nación que nunca existió, con una apelación a la religión o a la naturaleza para que aceptemos acríticamente las desigualdades. Quien argumenta con Dios o con la naturaleza o con la eternidad, miente. La amenaza reaccionaria, que existió durante todo el siglo XIX, se agravó en el siglo XX. El plan B del capitalismo en crisis fue el falangismo, el nazismo o el fascismo. Fue la destrucción de Europa.

Decía Victor Klemperer, un judío que sobrevivió al nazismo, que los nazis empezaron a poner los ladrillos de los campos de concentración cuando se hicieron con el lenguaje. Ahora que los mentirosos quieren volver a las andadas hay que sacar a la luz cada una de sus mentiras. Ha sido Ciudadanos quien ha metido a VOX en el gobierno de Andalucía. Que el PP y VOX son lo mismo lo sabe todo el mundo. Los colaboracionistas son los de Ciudadanos. Todos bajo el alero del falangista más viejo del grupo, José María Aznar. Sería bueno que los liberales europeos echen de su lado a los amigos españoles de Le Pen como Albert Rivera. Porque lo único peor que un nazi es un colaboracionista. Y para algunos son incluso peores porque no se les ve venir.

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Trapicheros, constitucionalistas y patriotas de mercado https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/01/08/trapicheros-constitucionalistas-y-patriotas-de-mercado/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2019/01/08/trapicheros-constitucionalistas-y-patriotas-de-mercado/#respond Tue, 08 Jan 2019 18:16:37 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7311 alt --> Antes de Navidades, se votó en el Parlamento la Ley de créditos inmobiliarios. La apoyaron el PSOE, el PP, Ciudadanos, el PdeCat y el PNV. En esa ley se vuelve a beneficiar a los bancos y se perjudica a la ciudadanía. La misma ciudadanía a la que las inmobiliarias lleva asaltado hace décadas. No lo … Continuar leyendo "Trapicheros, constitucionalistas y patriotas de mercado"]]> Trapicheros, constitucionalistas y patriotas de mercado

Antes de Navidades, se votó en el Parlamento la Ley de créditos inmobiliarios. La apoyaron el PSOE, el PP, Ciudadanos, el PdeCat y el PNV. En esa ley se vuelve a beneficiar a los bancos y se perjudica a la ciudadanía. La misma ciudadanía a la que las inmobiliarias lleva asaltado hace décadas. No lo digo yo. Lo ha dicho la Unión Europea. Esa ley busca sortear el mandato de Europa que dice que las inmobiliarias y los bancos son en España gentes con pocos escrúpulos y muy dados a las malas artes económicas. Vamos, que se quedan con el dinero de la gente. Quizá por eso la Presidenta del Parlamento español, prácticamente el mismo día que estuvo muy graciosa en la reunión de los premios de la prensa, expulsó del Congreso, sin ninguna gracia, a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca.

El PdeCat decía que no quería hablar de aprobar los presupuestos porque tenía a sus presos en la cárcel. Pero como se trata de una ley que afecta a los bancos, los presos como que han salido momentáneamente de su prisión. Si alguien escribiera eso en un guión le acusarían de repetir los tópicos sobre los catalanes. Paro algún virús estaba en el ambiente. Como el que mordió al Tribunal Supremo cuando se desdijo de la decisión que cobraba a los instancias financieras los impuestos hipotecarios. Seguro que esa inspiración vino del mismo lado que ha iluminado a los conservadores catalanes.

Hay toda una discusión acerca de si las cuestiones de identidad han debilitado a la izquierda. Si la izquierda no era más izquierda cuando se dedicaba a cuestiones de clase y ahora andaría fragmentada con cuestiones feministas, ecologistas, sexuales o nacionales. ¿Y por qué no volver a encontrar el hilo rojo que une las peleas? ¿Por qué no entender las razones que unen el maltrato a las mujeres, la explotación de los inmigrantes, las libertades sexuales o la libertad nacional con las cuestiones materiales? ¿Quién dijo que había que escoger y quedarnos en nuestra pequeña burbuja? ¿Quién dijo que las nuevas peleas son también peleas de la dignidad? En las encrucijadas, un mal paso nos aleja del lugar al que íbamos.

La derecha siempre ha sido mucho más práctica. Puede agitar banderas, esencias patrias, la moral amenazada, las costumbres y la tauromaquia. Pero siempre, detrás, están los dineros. Lo material, la explotación, sigue siendo la contradicción principal porque seguimos viviendo en sociedades capitalistas. Perdón, de mercado, que suena más fino. Y las dictaduras, en todos lados, son de clase. Franco fue un ladrón, Pinochet era un ladrón. Videla era un ladrón. Y quien te dice que España primero, que las mujeres son tu enemigo, que los inmigrantes vienen a robarte casi seguro que lo que buscan es quedarse con tu dinero. Trapicheros.

En Delitos y faltas, hay un dentista canalla con mala conciencia que manda matar a su amante para que deje de darle problemas. Está su hermano, canalla y sin conciencia que es quien la asesina. Y hay un director de cine, igualmente canalla, que sabe que es un mierda pero le interesa disimularlo e incluso encarga una película a mayor gloria de él mismo. Les dejo a ustedes, como tarea de comienzo de año, adivinar quién es el del PP, quién el de Ciudadanos y quién el de VOX. Como pista dejo que los tres vienen del mismo lado. Si añadimos a Aznar, tenemos a los Dalton.

En España, ya saben: los constitucionalistas que tenemos son a la Constitución lo que los carteristas a las carteras.

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Pegarle un tiro a un perro con tu pistola https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/12/22/pegarle-un-tiro-a-un-perro-con-tu-pistola/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/12/22/pegarle-un-tiro-a-un-perro-con-tu-pistola/#respond Sat, 22 Dec 2018 13:47:37 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7302 alt --> Acaban de decir los jueces que si no se mata al toro en las plazas se resiente la cultura. Al tiempo que una sociedad cada vez más sensible ve barbarie en torturar y matar a un toro, una parte de los españoles, representados por el PP, Ciudadanos y VOX, dice que no solamente es cultura, … Continuar leyendo "Pegarle un tiro a un perro con tu pistola"]]> Pegarle un tiro a un perro con tu pistola

Acaban de decir los jueces que si no se mata al toro en las plazas se resiente la cultura. Al tiempo que una sociedad cada vez más sensible ve barbarie en torturar y matar a un toro, una parte de los españoles, representados por el PP, Ciudadanos y VOX, dice que no solamente es cultura, sino de la mejor y que representa a la patria. Más en concreto, a su patria. Esos mismos hablan de "ideología de género", dicen que las mujeres también matan a los hombres y propagan que las denuncias por maltrato son falsas. Y suelen ser los mismos los que, al tiempo que muchos maldecimos o miramos al suelo avergonzados cada vez que naufraga una patera, dicen que los inmigrantes llegan a saquear España, que vienen todos con un cuchillo para realizar ablaciones y que si se les ocurre ser personas además de limpiar nuestras casas, cuidar a nuestros ancianos, poner ladrillos y trabajar bajo los plásticos, van a recordarles que "España primero". En este país, el jefe del Estado, hoy rey emérito, no ha dudado en fotografiarse delante de cuanto elefante ha disparado hasta la muerte. En nuestra escopeta nacional, gente sin mucha sensibilidad ha hecho negocios con apretones de manos manchadas de pólvora en cotos de caza aristocráticos, que seguramente luego han cerrado en palcos en estadios desde donde alientan el deporte como negocio sucio y venden la pelea  aunque sea enfrentando a la gente y alimentando a los ultras.

La violencia en España es estructural y la dictadura la consagró como sinónimo de la patria. El franquismo se asentó sobre la monarquía (que siempre nace de un acto de violencia de un rey contra otro y del vencedor sobre su pueblo), del ejército, que tiene las armas, y de la iglesia católica, que sermonea sobre la necesidad de amarnos los unos a los otros pero quema herejes desde la Edad Media y sigue quemándolos desde la COPE cada día más veces que suena el Ángelus. La monarquía, la iglesia y el ejército han sido instituciones masculinas, reprendedoras, poseedoras de la verdad y poco dialogantes. La idea de patria de la derecha es masculina, violenta, siempre alerta frente a enemigos engrandecidos que querrían hacernos morder el polvo. Por eso, esa patria movilizada se ofrece como verdugo de los  ven como"blandengues" dispuestos a no defender la patria de sus enemigos. Les gustan las armas, creen que la letra con sangre entra, no ven problema en soltar un bofetón, creen que los animales son cosas a su servicio, desprecian lo que no entienden y les gusta corear en manada todas las versiones del "a por ellos".

Prácticamente todos los testigos dicen que un guardia urbano de Barcelona le puso la rodilla en el cuello a un perro y le descerrajó un tiro. Su dueño, un sin techo pacífico, conocido en el barrio y que vivía vendiendo pulseras vio como le mataban al, seguramente, su más fiel compañero. De hecho estaba en trámites para un programa de acompañamiento de animales. "Mejores amigos" se llama.  No en vano. Su ira absolutamente comprensible contra la guardia urbana terminó con este hombre en el suelo y con muchos guardias urbanos inmovilizándole en el suelo clavándole sus rodillas. Desde el suelo seguramente vio con angustia como su amigo iba perdiendo la vida en un charco de sangre. Él se llama Tauri. Su perra se llamaba Sota. Que una persona que porta armas pueda hacer esa barbaridad es angustiante. Quien corresponda deberá tomar medidas cuando quede claro lo que parece que pasó.

La sensibilidad con los animales da la medida de la sensibilidad de un país. Mucha gente se concentró espontáneamente protestando contra la barbaridad. Mucha gente sensible estremecida por la barbarie contra un perro y contra la barbarie contra un sin techo. Esa es la forma de cambiar una sociedad. La verdadera sensibilidad animalista no fragmenta su corazón y parcela su dolor sino que su mirada está atenta a todo el sufrimiento y se pone del lado de las víctimas. Otros quisieron aprovechar la ocasión. Cuando esa sensibilidad se quiere convertir en un acto de partido, debilita todas las peleas. Ese es mi pesar. Las luchas animalistas, las ecologistas, las feministas, las laborales, las de identidad sexual deben ser compartidas, interseccionales, deben ver el hilo que las une y que no siempre es visible. En España, la violencia es estructural y se manifiesta en muchos lugares. Pero tiene un origen compartido. Por eso, cuando una mirada partidista quiere hacer caja electoral con el dolor, casi siempre mete la pata. Porque fragmenta las luchas, las deja aisladas, no suma. En el fondo las debilita. Y por eso mismo necesitan tanto reprender a quien les recuerde que juntos y juntas somos más. Como si alguien tuviera el certificado de auténtico defensor de cualquier pelea.

Cuando protestamos contra las corridas de toros, claro que hay que concentrarse en lo que ocurre en el coso. Y las denuncias concretas hay que hacerlas ahí. Pero la eficacia aumenta cuando se hace el esfuerzo de unir esa pelea con una mirada más amplia. Eso vale para todas nuestras luchas. También para pelear contra los que ahorcan perros, maltratan en granjas, golpean animales, experimentan con seres vivos, hacen espectáculos con animales,... Esa sensibilidad animalista viene de la mano de una sensibilidad más general en un mundo tan lleno de ira y de violencia. No es fácil. Como no es fácil definir esa otra España que no mata ni tortura mujeres, que se duele del dolor de los inmigrantes, que no se olvida de la gente que no llega a fin de mes, que sufre con los explotados con salarios basura, que está angustiada con el cambio climático, que no considera que mortificar ritualmente animales sea cultura, que no ve belleza en disparar emboscados a animales. La sensibilidad animalista, como la sensibilidad feminista, están muy despiertas en España. Y eso es muy esperanzador. Y no es extraño que ambas vayan muy juntas y estén haciendo su mirada cada vez más amplia. Una vez más, gracias por estar ahí.

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Matar a perros, apalear sin techo, torturar trabajadoras https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/12/20/matar-a-perros-apalear-sin-techo-torturar-trabajadoras/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/12/20/matar-a-perros-apalear-sin-techo-torturar-trabajadoras/#respond Thu, 20 Dec 2018 17:16:18 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7293 alt --> Hay luchas hermosas por que son como un buen cuento en donde ganan los buenos e incluso las derrotas saben a victoria. Donde los buenos son buenos porque lo que reclaman está lleno de justicia. Son buenos porque no quieren ser víctimas, sino que están llenos de dignidad. Y la lucha, además, acaba bien. Porque … Continuar leyendo "Matar a perros, apalear sin techo, torturar trabajadoras"]]> Matar a perros, apalear sin techo, torturar trabajadoras

Hay luchas hermosas por que son como un buen cuento en donde ganan los buenos e incluso las derrotas saben a victoria. Donde los buenos son buenos porque lo que reclaman está lleno de justicia. Son buenos porque no quieren ser víctimas, sino que están llenos de dignidad. Y la lucha, además, acaba bien. Porque están tan convencidas de su razón que no les duele el hambre ni les asustan las amenazas. Tienen tantas razones que han sido capaces de llevar a los parlamentos a gentes que piensan como ellas. En ese cuento con final feliz están las kellys, las que limpian. Esas camareras de hotel que tienen una pelea abierta que van ganando paso a paso como sus hermanas espartanas de Coca-Cola. Sufren todavía la reforma laboral de 2010 que hizo el Partido Popular. Por culpa de esta degradación del empleo, no llegan al salario mínimo, no pertenecen a la plantilla del hotel en donde limpian y apenas reciben un euro y medio por habitación hecha. No pueden quejarse ni lamentar un problema porque el gerente les dice en el pasillo donde han limpiado: no perteneces a esta empresa.

Si fueran hombres, no recibirían ese salario de hambre. Pagar por debajo del salario mínimo es torturar a la gente. ¿Escuchan señores de la patronal de hostelería? Los que tienen a trabajadoras con salarios de hambre, sin derechos laborales, trabajando con luxaciones o lumbago están en el equipo ampliado de esos bárbaros que ejercen violencia contra las mujeres y nos estremecen.

¿Por qué no nos estremece esta violencia cotidiana contra las mujeres? ¿Por qué estamos acostumbrados a que nos limpien en casa mujeres también invisibles? Ni la reforma laboral del PP ni las del PSOE sirven a estas trabajadoras. Por eso hacen huelga, porque están cansadas de tanto maltrato y porque les agotan los hipócritas que se duelen por la violencia evidente y no ven la violencia estructural. Somos un país que vive del turismo y todos nosotros hemos dormido en esas habitaciones que una Kelly ha limpiado. Por un euro y medio.

Hoy la guardia urbana de Barcelona ha reducido con violencia a un sin techo al que acompañaba un perro. Un policía que no debe de ser el más inteligente de su promoción ha entendido que la mejor manera de acallar la angustia del perro era pegándole un tiro. PACMA ha convocado una concentración en Barcelona donde cientos de personas se han quejado, con razón, de la muerte del perro. No he visto un solo cartel recordando el maltrato a ese sin techo golpeado por la policía e inmovilizado en el suelo ese sobre el que duerme. He querido que todos esos policías encima estaban arropándole en esta semana del infierno con el frío que ha caído sobre la península. Hay mucha gente de buena fe se ha acordado de la mala suerte del perro, pero nadie parece acordarse de la mala suerte del sin techo.

Menos mal que vienen las Navidades y aprovecharemos todos para querernos un poco más. Ya no nieva, pero no estaría nada mal que cayeran unos cuantos copos de conciencia.

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La fiesta popular de torturar y matar mujeres https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/12/19/la-fiesta-popular-de-torturar-y-matar-mujeres/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/12/19/la-fiesta-popular-de-torturar-y-matar-mujeres/#respond Wed, 19 Dec 2018 11:11:02 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7281 alt --> Otra mujer asesinada. Otra vez. ¿Se puede decir algo más? ¿No será que estamos haciendo un mal diagnóstico? Se tortura y se maltrata en España. No es una cosa solo de los cuarteles de la policía, de la guardia civil, de los mossos de escuadra. En esos lugares ha pasado. Pero pasa en muchos otros … Continuar leyendo "La fiesta popular de torturar y matar mujeres"]]> La fiesta popular de torturar y matar mujeres

Otra mujer asesinada. Otra vez. ¿Se puede decir algo más? ¿No será que estamos haciendo un mal diagnóstico?

Se tortura y se maltrata en España. No es una cosa solo de los cuarteles de la policía, de la guardia civil, de los mossos de escuadra. En esos lugares ha pasado. Pero pasa en muchos otros sitios. Con una regularidad que nos obliga a pensar que torturar y matar mujeres en España está escrito en códigos muy profundos. ¿De dónde viene esta fiesta popular de la tortura y el asesinato?

Tampoco es cosa solo de los jueces. Que también han mirado para otro lado más de una vez ante cuerpos vejados por quienes tenían que hacer cumplir la Constitución. Vamos mejorando. Por fortuna. Y hay menos comprensión para la violencia en los centros de detención. Aunque hay gente que sigue soñando con que venga la pena de muerte, con que nadie ponga frenos a agentes violentos, con que solventemos los conflictos en Catalunya o donde sea a hostias. Venimos de una dictadura. Unos tenemos la memoria fresca para que no regrese. Otros, la añoran. Los nostálgicos estaban en silencio. Van creciéndose. Acaban de dedicarle unos jardines a Yolanda González en Madrid. Era del partido comunista, no tenía miedo y la mató la extrema derecha en 1980. Tenía 19 años.

La fiesta popular de torturar y matar mujeres

En la placa del jardín dedicado a su memoria, los que ahora están crecidos por la decena de diputados de VOX en Andalucía pintaron una esvástica. Se limpió. Volvieron a ensuciarla. A esa gente les gusta la legión, que fue fundada por un tipo que gritaba ¡Viva la muerte! y ¡Muera la inteligencia!

Acaban de asesinar a otra mujer. Había salido a correr. Si la hubiera asesinado una banda que reclamase alguna exigencia política, estaríamos escandalizados. Pero es que la ha asesinado una banda que reclama exigencias políticas. Una banda que reclama que las mujeres tienen que obedecer a los hombres, que son una posesión masculina, que están ahí para dar satisfacción a los deseos de gorila de machos que se creen aún más machos cuando se juntan con otros gorilas. Hay un 70% de personas en España que creen que las reivindicaciones feministas mejoran la democracia. Lo que significa que hay un 30% de gorilas que creen que las mujeres han ido demasiado lejos. Que exageran. Que se han pasado de frenada. A Laura Luelmo la frenó en seco un asesino de mujeres. Pasearse hoy por los chats de gorilas nos recuerda que al lado del ángel nos habita el demonio. Chats donde empresas que hablan de los valores familiares se anuncian para vender sus productos. Hay gente en España que piensa que si Laura ha sido torturada y asesinada es por su culpa o por culpa de gente que está envenenada de ideología de género. Por eso la derecha aprovecha para pedir penas más duras (¡Imbéciles! ¡Ya hay prisión permanente revisable y han asesinado a Laura!), para sembrar en el país la justificación del odio, para regresar a una manera de convivencia donde sobrevuela la muerte y el castigo como forma de relacionarnos. Vienen de la dictadura y si nos descuidamos nos regresan a la dictadura.

No se puede recortar en educación pública, en programas contra la violencia de género, en memoria histórica, no se puede descalificar a las mujeres que luchan contra la violencia diciendo que fomentan una "ideología de género", no se puede permitir que las iglesias sigan siendo un almacén de machismo, no se puede permitir que se rebaje la violencia machista mintiendo sobre supuestas falsas denuncias o supuestas cifras de asesinatos de hombres por mujeres, no se pueden permitir chats, tuits, comentarios que justifican la violencia contra las mujeres.

Que no las maten cuando salen a correr, a beber, a pasear, a ligar o a lo que les salga del coño. En España acosamos, torturamos y asesinamos todos los días. En las plazas, en los chats, en los anuncios, en los libros de texto, en nuestros comportamientos cotidianos, en el sentido común que aprendemos desde niños, en los cuentos y en las cuentas. Esa dictadura que no se nos quita.

 

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Una ayuda mutua cotidiana https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/12/18/una-ayuda-mutua-cotidiana/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/12/18/una-ayuda-mutua-cotidiana/#respond Tue, 18 Dec 2018 22:15:39 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7276 alt --> Hoy, viniendo hacia la televisión, he visto una mujer que corría con dificultad por la calle. Sus piernas no estaban para una maratón, parecían débiles. Pero con mucha firmeza se ha lanzado a cruzar la acera. Ha saltado entre los coches por un sitio peligroso. Tenía los ojos perdidos y sólo veía el autobús verde … Continuar leyendo "Una ayuda mutua cotidiana"]]> Una ayuda mutua cotidiana

Hoy, viniendo hacia la televisión, he visto una mujer que corría con dificultad por la calle. Sus piernas no estaban para una maratón, parecían débiles. Pero con mucha firmeza se ha lanzado a cruzar la acera. Ha saltado entre los coches por un sitio peligroso. Tenía los ojos perdidos y sólo veía el autobús verde que estaba casi llegando a la parada. Quería alcanzarlo a como fuera. Tenía la cara angustiada y podía haberla atropellado un coche. No parecía verlos. El autobús ni siquiera ha hecho además de detenerse. Ella, al revés, se ha quedado detenida brúscamente en mitad de la rotonda cuando ha entendido que su esfuerzo era en vano. Ha obligado a frenar a un coche. Ella sólo tenía pensamientos para su fracaso. Seguramente llamar a un taxi no estaba en ningún plan posible. Era el autobús. Ese. El que ni se ha detenido en la parada.

He pensado en la falta de empatía del conductor. También en que cada día, a ese mismo conductor, le reprochan, cuando llega a cocheras, haber perdido minutos por subir a gente fuera de las paradas o por esperar a viajeros. Y por culpa de esas pérdidas le amenazan con despedirle. He pensado en la mujer y su cuerpo frágil. Quizá el siguiente autobús tardaría media hora y hacía mucho frío. O tenía que llegar a casa porque su hijo o un familiar necesitaba sus cuidados. O solo estaba harta de una larga jornada. O había quedado con un amor o soñaba con darse una ducha caliente. El conductor, un trabajador como ella, no ha esperado para que sus sueños tuvieran lugar. No sé si ella ha cumplido su jornada y le ha cerrado la puerta en las narices a alguien que ha llegado con la hora pegada. O ha hecho algunos minutos más para que la jornada no parezca una tortura que duele cada segundo. Me hubiera gustado que el conductor la hubiera esperado. Porque ella quería subirse a ese autobús. A ese. Porque ha cruzado temerariamente la calle por alcanzarlo. Porque ha estado a punto de tener una accidente por subirse, por sentarse en esos fríos asientos negros, por tener la tranquilidad de un trecho tranquila hasta llegar a destino. Seguro que el conductor tenía razones para no esperar, protocolos fijos, el mismo caso todos los días en cada parada, amenazas de despido por parte de otro trabajador con un poco más de responsabilidad por hacer esas cosas.

Pero es en esa solidaridad apenas perceptible, en ese detalle generoso, en esa empatía fraterna entre iguales donde sueño la esperanza. Una ayuda mutua cotidiana. Cuando se disipa, los días son más fríos, más grises, más cortos. Cuando se disipa, el invierno es más inhóspito y nos hace todo un poco más difícil. Aunque siempre termina llegando la primavera.

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Banderas que cuidan https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/12/13/banderas-que-cuidan/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/12/13/banderas-que-cuidan/#respond Thu, 13 Dec 2018 17:18:59 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7261 alt --> Algunos quieren resucitar en España una guerra de banderas. En las guerras de banderas pierden todos porque nadie da nunca su brazo a torcer. Porque las banderas son símbolos. Símbolos que se ven como algo más grande que nosotros mismos. Y eso nos tranquiliza. Tienen que ver con la trascendencia. Es verdad que las banderas … Continuar leyendo "Banderas que cuidan"]]> Banderas que cuidan

Algunos quieren resucitar en España una guerra de banderas. En las guerras de banderas pierden todos porque nadie da nunca su brazo a torcer. Porque las banderas son símbolos. Símbolos que se ven como algo más grande que nosotros mismos. Y eso nos tranquiliza. Tienen que ver con la trascendencia. Es verdad que las banderas son telas pintados de colores y ligadas a un himno. Podrían ser de otro color y el himno podría ser otro. Pero cuando las aprendemos dejamos de pensarlas. Condensan muchas cosas. Producen una catarsis porque suman nuestros orígenes y nuestro futuro, siempre están en lo alto, se reverencian y justifican cualquier sacrificio avalado por la historia. Aunque la historia sea mentira casi siempre. Por eso, como dijo Napoleón, si pintas un trapo de colores y le pones una música, la gente irá a morir por esos trapos. Y por eso hay que enfriar las banderas para que no nos hagan olvidar las cosas importantes.

En España, la bandera republicana luchó con los aliados contra los nazis. Cada vez que condecoran a soldados españoles en Francia, en Italia o en Inglaterra es esta bandera la que ondea. Porque la otra bandera, la roja y gualda, con el escudo franquista, luchó al lado de Hitler y de Mussolini. Esa bandera está en la entrada de los museos militares y dentro, como un trofeo, está la otra, la republicana, porque perdió la guerra aquí aunque la ganó en Europa.

Con esa bandera ahora roja y amarilla nos han golpeado muchas veces. Mientras vivía Franco y cuando murió Franco. Es la bandera que siempre han llevado al Valle de los Caídos, la bandera de la Plaza de Oriente, la bandera con la que entraban a pegarnos en la Universidad, la bandera con la que irrumpen en presentaciones de libros, en manifestaciones contra el aborto. Con esta bandera nos han pegado a los demócratas teniendo cualquiera de sus símbolos. Con la corona, como pasó recientemente en Barcelona con el libro que presentaba Pablo Iglesias. Con el toro de Osborne, como ha ocurrido en tantas palizas a inmigrantes o en manifestaciones neonazis. Y con el aguilucho, claro. Con el aguilucho nos han pegado invariablemente, casi en cualquier lugar.

¿Qué tenemos que hacer con las banderas para que nos cuiden? Hace unas semanas un trabajador me regaló la bandera roja y amarilla con un escudo que ponía 900 euros. Me dijo que con el escudo de los 900 euros, la sentía un poco más suya. Porque la subida del salario mínimo ayudaba a cuidar a la gente y que eso es lo que tiene que hacer una patria. Y que además, con un salario digno, y todavía debe aumentar más, dejará de crecer en Europa la extrema derecha.

Esa bandera, con este escudo, podría estar en el balcón de gente que no tendría que saltar por la ventana porque la desahucian, en el balcón de gente que no quiere que se ahoguen inmigrantes en el mar, en el balcón de gente que quiere que vivamos fraternalmente en Madrid, en Sevilla y en Barcelona, en el balcón de la gente que quiere una democracia donde podamos decidir quién nos gobierna y quién nos representa en la Jefatura del Estado. Podrían llevarla los abuelos que pelean por pensiones dignas. Sé  que nadie va a golpear a nadie con esa bandera y ese escudo. Romperíamos maldiciones. Y así, estas dos banderas estarían mucho más cerca y discutirían entre ellas mucho menos.

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Influencers, referentes y simples patriotas https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/12/12/influencers-referentes-y-simples-patriotas/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/12/12/influencers-referentes-y-simples-patriotas/#respond Wed, 12 Dec 2018 10:26:49 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7254 Continuar leyendo "Influencers, referentes y simples patriotas"]]>
Influencers, referentes y simples patriotas
Espacios en blanco de Miguel Francisco

A Bob Pop,un valiente

Un 11 de diciembre absolvieron a Fray Luis de León. Reinaba Felipe IV. Había traducido el clérigo a lenguaje vulgar el Cantar de los cantares. Los mediadores de Dios tuvieron miedo de los hombres y lo encarcelaron.

Los seres humanos nos inventamos grandes relatos para poder vivir juntos, disfrazamos nuestra convivencia con cosas que no se ven, cosas que ni siquiera existen materialmente, que no se pueden tocar. Pero nos las creemos a pies juntillas y así nos sentimos unidos a gentes que si no compartiéramos ese relato les veríamos como los orangutanes a otros orangutanes que se adentran en su territorio.

Pero son precisamente esas cosas las que también generan las luchas más sangrientas. Los humanos siempre nos hemos robado entre nosotros bienes reales, tierras, esclavos, mujeres, petróleo. Pero cuando hemos discutido sobre cosas inexistentes, como dioses o naciones, ahí somos mucho más sangrientos que cualquier otro animal de la naturaleza. Prueba a limpiarte los mocos con un trozo de tela pintado de colores rojos y amarillos en el barrio Salamanca de Madrid.

Si el conflicto que Felipe II tuvo con Portugal y Catalunya en 1640 se hubiera resuelto de otra manera, hoy la Cerdaña y el Rosellón y Portugal podrían ser españoles, de la misma manera que Catalunya podía ser francesa o un Estado independiente. Y ni siquiera Casado, Rivera y Abascal la echarían de menos. Todas las naciones son comunidades imaginadas. Pretenderlas esencias es una trampa de canallas. Los Casado, Rivera y Abascal existirán siempre y bailarán con legionarios con tatuajes en el antebrazo hechos con clavos y reivindicarán naciones eternas. Embaucadores siempre han existido. Igual que existirán los Torra, que harán huelgas de hambre más discretas que las dietas juradas el primero de enero y soñarán con batallas imaginadas donde, por supuesto, morirán los hijos de los otros. Qué tiempos en donde los reyes se batían entre ellos en duelo y dejaban de molestar al resto.

Para no discutir sobre religiones, Hobbes imaginó el Leviatán, el Estado, que vendría a poner fin a la guerra. Y para no discutir sobre naciones, Marx acuñó el internacionalismo que decía que las naciones son inventos de la burguesía para que obreros peleen contra otros obreros en peleas que hacen los burgueses para conquistar mercados y bienes. Los Estados han hecho barbaridades, unas veces en nombre del nacionalismo y otras del internacionalismo. Porque son mentiras disfrazadas de consensos. Orwell nos dejó escrito en 1984 que esa mezcla de Estado y nación es una mezcla explosiva que, además, se acostumbra a mentir y sólo dice la verdad después de haber dicho muchas mentiras. La extrema derecha siempre es el plan último que despliegan los que ya no pueden conseguir sus objetivos pacíficamente. La derecha respeta la democracia liberal solo cuando el mercado basta para garantizar la explotación.

Ha dicho Bob Bop que estamos mirando a descerebrados por todos lados. Que defendemos buenas causas pero las encarnan mediocres. No es serio que las naciones brillen representadas por Abascal, Rivera o Torra, que la libertad de expresión se exprese en un mal verso, que los problemas de la Universidad sean el máster que se ha mangado Casado, que las ideologías  las representen bocazas que solo quieren escandalizar o que la espiritualidad sea el vómito que suelta la COPE cada día. Dice Bob Pop que sobran influencers y faltan referentes. La culpa no es de los influencers. La culpa es, obviamente, de los referentes. Que andan llorando por las esquinas porque no les gusta el mundo que nos ha tocado. Felipe II era un influencer. Fray Luis de León, un referente.

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Sí pasaron (tras muchas zancadillas) https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/12/05/si-pasaron-tras-muchas-zancadillas/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/12/05/si-pasaron-tras-muchas-zancadillas/#respond Wed, 05 Dec 2018 16:49:39 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7243 alt --> Ayer en la hora punta del metro, la Comunidad de Madrid, gobernada por el PP y sostenida por Ciudadanos, redujo un 20% el flujo de trenes para que la puesta en marcha de Madrid Central pareciera un fracaso. Por supuesto, hicieron después declaraciones criticando lo mal que iba el plan del ayuntamiento de Manuela Carmena … Continuar leyendo "Sí pasaron (tras muchas zancadillas)"]]> Sí pasaron (tras muchas zancadillas)

Ayer en la hora punta del metro, la Comunidad de Madrid, gobernada por el PP y sostenida por Ciudadanos, redujo un 20% el flujo de trenes para que la puesta en marcha de Madrid Central pareciera un fracaso. Por supuesto, hicieron después declaraciones criticando lo mal que iba el plan del ayuntamiento de Manuela Carmena para evitar que en Madrid respiremos veneno. Desearían que fracasara. Aunque nos intoxiquemos.

Los medios de comunicación se extrañan hoy de que la extrema derecha crezca, pero llevan varios meses dándoles todo el espacio posible desde por la mañana temprano. Los pirómanos siempre están entre el público que contempla el incendio. La propia extrema derecha ha alimentado en la campaña andaluza el odio a las mujeres, a los inmigrantes, a la izquierda, y cuando algún demente haga la última barbaridad, saldrán a decir que las mujeres, los inmigrantes y la izquierda  tienen que entender que los ánimos están crispados.

El número 1 de VOX en Andalucía, Francisco Serrano, era juez. Ha dicho lindezas como que es víctima del yihadismo de género y difunde mentiras que aumentan el dolor de las mujeres que tienen problemas de violencia machista con sus maridos. Por ejemplo que los niños que denuncian maltratos de los padres lo hacen por enfermedad. Ahora sabemos que es un mentiroso que propaga ideas que son falsas, pero no sabemos qué pensarán las personas a las que juzgó. Seguro que las que ganaron los juicios apoyados por este juez dijeron a los que sufrieron su justicia: "ya te lo había advertido".

Es muy típico de la derecha que te ponga la zancadilla y cuando te caes te dicen: mira que te estaba avisando que ibas por mal camino. En los seres humanos habita el ángel y el demonio. Más ángeles que demonios, porque de lo contrario nos habríamos destruido en el camino. Pero siempre han existido los que viven del odio y la mentira. Y por lo general, se benefician siempre de ello. Pinochet robó, Franco robó, la junta militar argentina robó, Trump robó. El PP tiene 1000 implicados por robar. Todos estos comparten un principio: son ladrones que necesitan justificarse.

Torrente, el brazo tonto de la ley, como no podía ser de otra manera, es de derechas. Como Abascal. Como Casado. Intentan aplastar a los que les interrumpen su camino. Crean fantasmas para sembrar el miedo -la URSS, Cuba, Venezuela, los inmigrantes, las mujeres- y después siembran el odio a los débiles que no luchan contra esos peligros. De mentira en mentira van prosperando. Cuandolo logran, dirán que Dios y la verdad así lo han querido. Como con el máster de Casado.

Así que si nos olvidamos, todo va a repetirse. Qué lucidos los muchachos y muchachas en Andalucía que han salido a decir que no quieren fascismo. Porque claro que existen fascistas en el capitalismo en crisis. Siempre han existido. Negarlo para apaciguarlos o para arañar votos es un error. Esa gente nunca va a votar a nadie que no sea de los suyos y el discurso conciliador con el Ku Klus Klan debilita a los que tienen que defenderte. No todos los que han votado a VOX son fascistas, pero si se suman los fascistas que votan al PP y a Ciudadanos, salen unos cuantos cientos de miles.

No hay que engañarse con el no pasarán. Porque pasaron. Y para que no vuelvan a pasar, es tiempo de estudiar a la derecha, su falta de límites, y de entender de todo lo que son capaces.

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¿Hay 400.000 fachas en Andalucía? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/12/04/hay-400-000-fachas-en-andalucia/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/12/04/hay-400-000-fachas-en-andalucia/#respond Tue, 04 Dec 2018 13:57:33 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7228 alt --> 396.000 personas en Andalucía, las que han votado a VOX, no se han leído el programa de ese partido. Porque ese programa dice que hay que disolver las CCAA y eso va contra un título entero de la Constitución. ¿O es que ya no son constitucionalistas? No han votado a VOX porque se hayan leído … Continuar leyendo "¿Hay 400.000 fachas en Andalucía?"]]> ¿Hay 400.000 fachas en Andalucía?

396.000 personas en Andalucía, las que han votado a VOX, no se han leído el programa de ese partido. Porque ese programa dice que hay que disolver las CCAA y eso va contra un título entero de la Constitución. ¿O es que ya no son constitucionalistas? No han votado a VOX porque se hayan leído el programa. Y tampoco creo que sean fascistas. Aunque VOX sea la rama franquista del PP. Los votantes depositan su voto por razones que no siempre son coherentes con la ideología.

No hay 396.000 andaluces que estén a favor de derogar las leyes de memoria y dejar a los asesinados por Franco en las cunetas sin que sus familiares puedan recuperar sus cuerpos. Ni puede haber en Andalucía casi 400.000 personas que digan que la violencia de género no existe y que las denuncias falsas por violencia de género estaban provocando un "genocidio" de hombres que se suicidan. ¿396.000 andaluces que odian a las mujeres y que estén a favor de salir a perseguir a los homosexuales? ¿Casi 400.000 andaluces que consideren que todos los inmigrantes que llegan a España son delincuentes y crean que hay que levantar un muro en el sur como el que quiere levantar Trump? No puede haber 400.000 andaluces que quieran derogar la ley de interrupción voluntaria del embarazo. No pueden haberse leído el programa de VOX esos 396.000 andaluces y andaluzas que han votado a este partido porque ahí se dice que el catalán, el gallego o el euskera son idiomas inferiores y se apuesta por disolver la Unión Europea aunque eso implique poner en peligro el entendimientos entre los países y la paz de la que ha disfrutado Europa. No puede haber en Andalucía 396.000 personas que al tiempo que se les llena la boca de España dejen que les dicte lo que tienen que hacer un gringo como Bannon o las multinacionales.

¿O sí? Porque en el capitalismo en crisis siempre ha habido históricamente una salida fascista. El fascismo bebe del resentimiento, de la sensación de maltrato y de las promesas fáciles que se resuelven con ser cristiano viejo o tener seis apellidos arios. Como estamos en España, siempre tiene que haber un tono castizo. Es verdad que Abascal recuerda en exceso a Torrente. Pero Torrente no deja de ser un personaje terrible. En Andalucía han votado VOX desde la insatisfacción, no desde el programa.

El problema en Andalucía -y en España- no es que haya clases medias con miedo que voten fascismo, o clases altas resentidas que voten fascismo. Eso viene con la democracia liberal y no es fácil evitarlo. El problema es cuando los trabajadores votan a sus verdugos y la correlación de fuerzas se rompe. Vox, Ciudadanos y PP han construido la misma comunidad de miedo y odio, una "identidad de los olvidados" enfrentada a la izquierda de Susana Díaz en el gobierno y que demoniza a Podemos para parecer más necesaria. Así han movilizado un voto del odio (machista, racista, ultra) que ya no votaba, que estaba silenciado, que explota para justificar su ira retenida. Agitar la patria que se rompe hace el resto. Como si la gente en Andalucía fuera a comer banderas.

Insisto: en España hay todavía un ánimo impugnador, el nacido el 15M. Lo representa en la izquierda Podemos y su tarea es ser nave nodriza de ese aire de familia. Si Podemos se desdibuja, ese espacio lo ocupa la extrema derecha. Esa que dice una cosa y la contraria. Los medios se lo permiten y las redes sociales pagadas refuerzan esas ideas en sus votantes. Vox dice que va a cargarse media Constitución, pero Ciudadanos y el PP les apoyan al tiempo que dicen que son los constitucionalistas. Todos son constitucionalistas. La derecha dice quién es y quién no es constitucionalista. Igual que se creen con derecho a decir quién es y quién no es español.

Me temo que sí hay 400.000 personas enemigas de la democracia en Andalucía. Pero no son todos los que han votado a VOX. En VOX está Torrente, pero en el PP está Martínez El facha igual que en Ciudadanos están los seguidores de José Antonio. Y también lo alimentan políticas como las que representa el "susanismo". Ni VOX existiría sin Susana Díaz ni Trump existiría son Hillary Clinton. El ánimo impugnador que no se ha acabado en España -va a existir mientras exista el neoliberalismo y su fábrica de generar perdedores del modelo económico- lo va a representar alguien. Pensar que puede representarlo Torrente estremece. Seguro que una parte importante de ese 41% de abstención hoy está abochornado. Aunque tuvieran razones para quedarse en casa.

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¿Qué ha pasado en Andalucía? Notas para demócratas e irresponsables https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/12/03/que-ha-pasado-en-andalucia-notas-para-democratas-e-irresponsables/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/12/03/que-ha-pasado-en-andalucia-notas-para-democratas-e-irresponsables/#respond Mon, 03 Dec 2018 15:42:19 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7212 alt --> Todo auge del fascismo es un fracaso de una revolución de izquierdas, dijo Walter Benjamin en los años treinta. En 2015 Susana Díaz se alegraba de haber "frenado el populismo" de Podemos. Era lo único que le interesaba. Le cortó la cabeza a Sánchez cuando empezó a acercarse a Podemos y puso de Presidente a … Continuar leyendo "¿Qué ha pasado en Andalucía? Notas para demócratas e irresponsables"]]> ¿Qué ha pasado en Andalucía? Notas para demócratas e irresponsables

  1. Todo auge del fascismo es un fracaso de una revolución de izquierdas, dijo Walter Benjamin en los años treinta. En 2015 Susana Díaz se alegraba de haber "frenado el populismo" de Podemos. Era lo único que le interesaba. Le cortó la cabeza a Sánchez cuando empezó a acercarse a Podemos y puso de Presidente a Rajoy. Confunde Andalucía con España y por eso le brinda alfombra roja a la derecha cuando habla de Cataluña. Representa el PSOE más corrupto, el conchabado con el IBEX 35, el de las redes clientelares y el que quiere presentar la identidad de Andalucía como un residuo de aquel "Spain is different". Susana Díaz es palco con Florentino, un fino con los jerarcas de las cofradías, becas-miseria para los estudiantes y cárcel para los jornaleros. Como en Grecia, si la izquierda no puede hacer los cambios, lo que viene es la extrema derecha.
  2. El PSOE pierde 400.000 votos y Adelante Andalucía 300.000 (un tercio de lo que tenía). Un fracaso en toda regla que debiera tener como respuesta no solo la autocrítica de los responsables sino alguna dimisión. En política, los errores se conjuran dimitiendo y no parece sensato que lleven los partidos (¿hacia dónde?) quienes han hundido a sus partidos. A no ser que sus partidos no les interesen y sean solamente herramientas personales o de pequeñas familias con el mandato de resistir a toda costa.
  3. El PP se ha llevado un batacazo, pero le ocurre lo que le ocurrió al PSOE cuando Podemos no le pasó en las elecciones generales. Se miden por los que pueden sustituirles, y no por el espacio real que ocupan. Así que andan contentos aunque es evidente que el bipartidismo ya es pasado. El PSOE aguantaba en Andalucía. Ya ni esas. Y el PP está de capa caída o desapareciendo.
  4. Las encuestas daban ganador al PSOE, que llevaba gobernando casi 40 años. La derecha se ha movilizado mientras la izquierda se ha quedado en casa. 41,3% de abstención. ¿Para qué votar a lo de siempre?
  5. Pero también cabe preguntarse: ¿para qué votar a un partido separado del cambio en el conjunto de España? ¿Cuál es su estrategia? ¿Cómo entenderle cuando ha dicho respecto de pactar con el PSOE una cosa y la contraria? El error de haber creado Adelante Andalucía para alejarse de Podemos sólo se entiende por intereses partidistas. La insistencia de Teresa Rodríguez en alejarse de Podemos tiene en este mal resultado electoral su recompensa. O la izquierda se coloca dentro de un proyecto de país o no va a pasar la prueba ni en municipios ni en comunidades autónomas.
  6. VOX –nuestro Bolsonaro aconsejado por el mismo Bannon- ha construido una "identidad de los olvidados" enfrentada a la izquierda de Susana Díaz en el gobierno. Y ha movilizado un voto del odio (machista, racista, ultra) que ya no votaba. Al no tener poder ninguno, ha podido ser rupturista. Lo que demuestra que en España aún hay ánimo impugnador. Podemos tiene que recuperar ese ánimo impugnador si quiere tener buenos resultados y gobernar. Hay lógicas que solo se entienden en clave interna parlamentaria –la elección del CGPJ, por ejemplo- pero que en el conjunto debilitan la capacidad de regeneración que significa Podemos.
  7. Las debilidades a la hora de construir el partido, han dejado a Podemos en Andalucía en manos de un sector incapaz de representar al conjunto. Lo que se demuestra con la exclusión de cualquier disidencia y con la animadversión a la dirección de Podemos. Todo lo que no ha trabajado el partido territorialmente lo paga. Llevar a todos los cargos a las instituciones desarma al partido y dificulta el contacto con la sociedad civil. Ya no escucha con claridad lo que pasa. ¿Qué fue de la astucia de Podemos para escuchar lo que pasa en la sociedad española? En Andalucía tenía las orejas llenas de cera.
  8. La situación no dejaba de ser compleja ideológicamente: el PSOE en Andalucía es el "régimen", lo viejo, lo burocrático. Y Podemos tenía que criticarlo pero, al tiempo, no hacerle el juego a la derecha. Hacía falta un discurso astuto. Está claro que la campaña electoral de Adelante Andalucía no ha sido astuta. No querer entender que la campaña era española ha sido repetir el mismo error que cometió Podemos en Cataluña al no entender que allí la campaña era netamente catalana. Podemos tiene muchas voces. Quizá han faltado en Andalucía, visto el resultado, algunas de ellas.
  9. Vox ha agitado el fantasma de "España se rompe" y "los españoles primero", mientras que el discurso de Podemos no termina de construir una identidad española alternativa fuerte. Podemos tiene que recuperar una idea de patria alternativa que sea claramente identificada y que deje claro que los neofranquistas de VOX son los enemigos de siempre de España. Abascal es el típico hijo de funcionario franquista que ha vivido toda la vida de lo público, que no ha trabajado en la vida y que igual te vende una enciclopedia, te guisa un contrato o te dice que va a salvar a España. Fue 20 años afiliado al PP, concejal en Llodio a los 23 años, Presidente de Nuevas Generaciones del PP, Diputado en Juntas Generales y se va del partido sólo cuando se queda sin cargo. Pero sobrevivió, igualmente comiendo de España, a partir de entonces a través de Esperanza Aguirre. Los comerciales tienen la virtud de lograr que les abras la puerta de tu casa. Estos personajes sin escrúpulos poblaron el falangismo en los años treinta y la derecha durante la Transición. Son supervivientes sin escrúpulos. Siempre han hecho daño a nuestro país.
  10. Al venir Vox de la nada –no tiene ningún cargo institucional-, ha hecho un discurso sin complejos. Han recuperado el franquismo contra la memoria. Han recuperado el machismo contra los derechos de las mujeres. Han recuperado una idea visigoda de España contra la plurinacionalidad. Han agitado un resentimiento sordo contra los estragos del neoliberalismo al tiempo que apoyan la monarquía, los bancos y la Unión Europea. Que una derecha, Ciudadanos y VOX, que es puro régimen hayan crecido es culpa de la izquierda social y política.
  11. La derecha no ha tenido disonancias porque toda la derecha ha hecho el mismo discurso de la patria en peligro señalando a los independentistas de Cataluña. Una vez más hay que recordar que dijimos que el pulso independentista tal y como se estaba expresando iba a despertar la bestia del fascismo. No a crear, porque ya estaba ahí. Pero era evidente que iba a despertarla. En Cataluña ha ganado la derecha visigoda y la catalana. El error del independentismo al no medir la correlación de fuerzas, al no prever los resultados de sus actos, al no haber defendido sus intereses de manera más inteligente ahí están. En Cataluña y en el resto del Estado. Pero también deberá ver qué hace Ciudadanos, un partido que se reclama seguidor de Macron. Macron nunca pactaría con LePen. Rivera va a pactar con VOX. Esto es, la derecha española, sigue siendo franquista.
  12. Desenlace: debiéramos ir sacando la conclusión de que lo que es ganador en las elecciones quizá sea la marca Podemos acompañada de la figura de Pablo Iglesias. Lo entiende VOX y por eso dirige contra Iglesias sus dardos de manera brutal. Por supuesto, en la mejor estela de Bannon: con fake news, inventando, mintiendo, tergiversando. VOX necesita pelear con un enemigo inventado al que tiene que presentar como terrible. Aunque sea mentira. VOX no puede presentarse contra el PSOE, contra el PP, contra Ciudadanos porque todos forman parte del régimen del 78. No olvidemos que VOX, como el PSOE, son monárquicos. Tiene que demonizar con ataques guerracivilistas a un "enemigo". Ese va a ser Podemos, porque Podemos es el único partido que puede decir que VOX es un partido de la casta, que son régimen, que después del mandato de construir un Podemos de derecha que es Ciudadanos ahora viene el mandato de crear un Podemos de extrema derecha que son ellos, que son unos caraduras que viven de lo público al tiempo que critican lo público, que van a romper la convivencia en nuestros barrios, que apoyan a la monarquía aunque sea corrupta, a las multinacionales aunque hundan a los autónomos, a los banqueros. Que van a sacar lo peor de cada uno (y no me refiero solo al polo de lacoste o los chalecos acolchados): el racista, el clasista, el machista, el nacionalista arrogante y excluyente. Visto el comportamiento de VOX se puede prever: va a aumentar la violencia política en España. La culpa es de VOX, pero tambiéndel PP y de Ciudadanos por ese discurso de odio. Todos los demócratas deben estar alerta. Cuesta mucho levantar la convivencia y es muy fácil tumbarla.
  13. Podemos tienen que recuperar la "rabia destituyente" para que no lo vean como un partido más. Tiene que rearmar el partido para que multiplique su relación con la sociedad civil. Un partido-movimiento fuerte no permite que pequeños grupos o personas individuales se queden con la organización y, como suele ocurrir, fracasen. Podemos necesita igualmente un proyecto de país que resulte creíble, algo que le permita a la gente establecer "causas y consecuencias" de manera que se puedan representar en su cabezas qué pasaría si hubiera otro gobierno. El resultado en Andalucía es una llamada de atención. Cuando los demócratas se quedan en casa, regresa la noche del autoritarismo.

 

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Fu-Man-Chu, Sánchez, Xi Jinpin y el oso asesino https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/11/29/fu-man-chu-sanchez-xi-jinpin-y-el-oso-asesino/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/11/29/fu-man-chu-sanchez-xi-jinpin-y-el-oso-asesino/#respond Thu, 29 Nov 2018 18:46:31 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7201 alt --> Decía Vázquez Montalbán, que los que habían visto de pequeños las películas de Fu Manchú se les quedaba una cierta idea conspirativa de la historia. Eso en España. Si es en China, la cosa debe de ser mucho más inquietante. Cualquier empatía con ellos es poca. Ante la visita del Presidente chino Xi Jinping, la … Continuar leyendo "Fu-Man-Chu, Sánchez, Xi Jinpin y el oso asesino"]]> Fu-Man-Chu, Sánchez, Xi Jinpin y el oso asesino

Decía Vázquez Montalbán, que los que habían visto de pequeños las películas de Fu Manchú se les quedaba una cierta idea conspirativa de la historia. Eso en España. Si es en China, la cosa debe de ser mucho más inquietante. Cualquier empatía con ellos es poca.Fu-Man-Chu, Sánchez, Xi Jinpin y el oso asesino

Ante la visita del Presidente chino Xi Jinping, la policía española, seguro que por recomendaciones de algún diplomático astuto del Ministerio de Asuntos Exteriores forofo de Fu-Man-Chu, ha recomendado al hombre que se disfraza de Winnie the Poo en la Puerta del Sol que se tome un par de días libres, que aproveche para remendar su traje o que haga un curso de yoga intensivo para evitar los calambres ahora que viene el frío.

La razón estaría en que en China, donde las críticas no son el fuerte de la vida política, los opositores han buscado el supuesto parecido del Presidente con el osito -no con Fu Manchú- para dar rienda suelta a su voluntad revolucionaria. Malditas sociedades secretas chinas. Algún genio hispánico ha pensado que si Xi Jinping pasa por la Puerta del Sol y ve al osito puede generar un efecto parecido a cuando acribillaron al General Prim en la calle del Turco de Madrid o cuando le metieron un tiro al Presidente Canalejas mientras miraba libros en la calle Arenal.

Vamos, que cuando venga Trump, habrá que prohibir los cowboys de pelo rubio o cuando caiga por aquí Macron quitarán los playmobil y los Ken de los escaparates. Cuando vino la Merkel, que manda mucho, debieron quitar las muñecas repollo, que hace mucho que no las vemos, y cuando venga Salvini suspenderán las representaciones del Rey León no vaya a pensar que tanto africano son una indirecta.

No es que echemos de menos a Superman porque somos el país de Superlópez, pero cuando nos pasamos de castizos hasta los más sobrios y recios castellanos se sonrojan y tapan los ojos con las manos. Luego nos extrañará que a los chinos solo les podamos vender jamón y uvas. Me encantaría ver la cara de Xi Ping cuando Sánchez le diga: "tranquilo presidente. Todo controlado. No hay ya ningún Winnie the Poo en la Puerta Sol. Vía libre. No me dé las gracias que no las merecen". Esto con los visigodos no pasaba.

 

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Carpaccio de socialismo en las cocinas de Sánchez https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/11/28/carpaccio-de-socialismo-en-las-cocinas-de-sanchez/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/11/28/carpaccio-de-socialismo-en-las-cocinas-de-sanchez/#respond Wed, 28 Nov 2018 09:24:00 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7191 alt --> Para Pedro Sánchez el socialismo se corta en rodajas muy muy muy finas, tan finas que al final, casi no se nota que son socialismo. De hecho, a menudo sorprende la pericia para hacer a mano unas láminas tan inapreciables. Luego viene Iván Redondo, que sabe que la palabra perro muerde y que la palabra … Continuar leyendo "Carpaccio de socialismo en las cocinas de Sánchez"]]> Carpaccio de socialismo en las cocinas de Sánchez

Para Pedro Sánchez el socialismo se corta en rodajas muy muy muy finas, tan finas que al final, casi no se nota que son socialismo. De hecho, a menudo sorprende la pericia para hacer a mano unas láminas tan inapreciables. Luego viene Iván Redondo, que sabe que la palabra perro muerde y que la palabra fuego quema, y dice que el Presidente Sánchez lo que está haciendo es servir a los españoles carpaccio de socialismo. Ya es otra cosa. Ya no es insustancial, insípido, efímero sino una invitación a captar su sutileza como rocío deconstruído. Carpaccio de socialismo. Es entonces cuando nos lo cobran caro, muy muy muy caro, y perdemos la oportunidad de decir que no sabe a nada, que ha pasado por nosotros sin que lo notemos, que nos han puesto una ración muy pequeña. Si nos relajamos, nos terminan incluso regañando porque el problema lo tenemos nosotros que no apreciamos la excelencia del carpaccio y que no entendemos que a Europa le gusta que comamos carpaccio.

Lo malo de los cortes tan finos es que manda el cuchillo. La Comisión Nacional del Mercado de Valores ha dicho que Josep Borrell usó información privilegiada vendiendo acciones de Abengoa cuando sabía que iban a bajar de precio. A Borrell siempre le ha traicionado su devengo intelectual. Le sobran los indios y los que no saben la economía que él sabe. Le pasa a algunas personas muy listas. Creen que debemos conformarnos con el aroma que queda en el acero jamonero. El Ministro de Asuntos Exteriores de Sánchez ha andado distraído con la cosa de Catalunya y se le pasó lo de Gibraltar. Hasta que Iván Redondo, que sabe que la palabra trapo ensucia pero que la palabra bandera -que es un trapo pintado- incendia, dijo que no se trataba de Gibraltar, sino de España y entonces los tirantes de Fraga se han tensado como el máster de Casado y hemos resucitado el recuerdo de Perejil y Pedro Sánchez nos ha brindado carpaccio de soberanía española con dos cartas que le han escrito novios administrativos que moran en tierras lejanas. Y todos tan contentos con la nueva cocina. Porque si dices que no te gusta es que no la entiendes. Pasa con las hipótesis.

Pedro Sánchez siempre quiso ser califa en lugar del califa o cocinero en lugar del cocinero, pero en el Ferraz de Pepe Blanco, donde aprendió el arte de los fogones políticos, solo servían, apenas, carpaccio de hombre de Estado y por eso, tras una moción de censura que no pasó por las cocinas del PSOE, salta con acrobacia de la fabada a la espuma de tortilla de patata como quien hace zapping en un multicine y al final confunde las películas. A la izquierda le confunden las ideas de izquierda pero la derecha se reencuentra yéndose a sus orígenes.

Por eso Pedro Sánchez, ha tenido tantos Ministros y Ministras moleculares que se han caído de la carta porque el menú nunca estuvo bien maridado. Y nos estamos quedando con hambre y con miedo de que regresen los que comen ostras y jabugo en casa y nos dan a los españoles rancho podrido, lentejas aguadas o arroz huérfano cocido con avecrem.

Resumiendo el plato para no abusar de la cebolla caramelizada: que a Sánchez, como a toda la socialdemocracia, le falta compromiso con el socialismo, que nombró un consejo de Ministros atendiendo al relumbrón y a los equilibrios internos antes que a una idea de España comprometida de manera radical con las mayorías, y que si se le acaban los trucos le estará regalando a los corruptos del PP la oportunidad de regresar por la puerta de atrás, que es como esa cuerda de corruptos del PP controlan el Tribunal Supremo y su cortijo español. Ahora que empieza el frío nos vendría bien un poquito de comida casera, de esa que mancha el plato, y que en el menú haya raciones suficientes para las mayorías. ¿Oído cocina?

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Los reyes no se encuentran en los funerales de desahuciadas https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/11/27/los-reyes-no-se-encuentran-en-los-funerales-de-desahuciadas/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/11/27/los-reyes-no-se-encuentran-en-los-funerales-de-desahuciadas/#respond Tue, 27 Nov 2018 07:16:16 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7182 alt --> Hoy, en mi barrio en Madrid, ha saltado desde un quinto piso una mujer de 65 años. Se ha suicidado cuando iba a ser desahuciada de la casa en la que vivía de alquiler. He pasado por la calle y no había ninguna bandera colgada en el balcón. No sé por qué no hay banderas … Continuar leyendo "Los reyes no se encuentran en los funerales de desahuciadas"]]> Los reyes no se encuentran en los funerales de desahuciadas

Hoy, en mi barrio en Madrid, ha saltado desde un quinto piso una mujer de 65 años. Se ha suicidado cuando iba a ser desahuciada de la casa en la que vivía de alquiler. He pasado por la calle y no había ninguna bandera colgada en el balcón. No sé por qué no hay banderas españolas, que es la bandera de todos nosotros, cuando alguien se tira por la ventana porque no puede pagar sus deudas.

En cambio, cuando se reúnen los que votan al PP, que es un partido con mil imputados por robar dinero público a los españoles, se llena su ira de banderas rojas y amarillas. Es bastante probable que el Rey Felipe VI no vaya al entierro de esta mujer. Cuatro de cada cinco desahucios en Madrid son de gente que no puede pagar el alquiler. El Rey de España va a entierro de militares, cosa que está bien, pero no va a entierros de otros trabajadores que mueren en el tajo. Mueren once españoles trabajadores cada semana y la semana solo tiene siete días. El año pasado murieron 569 currantes y el año solo tiene  365 días.

El Rey emérito tampoco tiene ninguna foto en ningún entierro de gente humilde que saltó al vacío cuando los antidisturbios, la guardia civil y los funcionarios judiciales venía a echarles de la casa en la que vivían. Es muy divertido que los antidisturbios tumben la puerta de tu casa porque que no puedas pagar el alquiler. Hacen su trabajo. Lo hacen porque les dan órdenes. Órdenes que dicen que no pagar el alquiler es un disturbio para nuestra democracia pero que no dicen que no tener dónde caerte muerto disturbe a nuestro Estado ni a nuestra jefatura del Estado.

A nuestra democracia tampoco la disturba que el rey emérito se haga una foto con el príncipe heredero de Arabia Saudí después de que haya sido señalado como el que dio la orden para descuartizar a un periodista incómodo. El PSOE dice que es un asunto privado. Da igual dónde veamos al Rey Emérito. Aunque sea cometiendo un delito. "Asunto privado". No en vano, el PSOE fue el que blindó jurídicamente al Emérito. Nuestra democracia está controlada para que no se descontrole. Igual que el Tribunal Supremo es controlado por el PP. Por detrás, para que puedan seguir diciendo que son los constitucionalistas. Por derecho y omnipresentes controlan las manadas a las mujeres, seguramente porque cuentan con el beneplácito de algunos jueces. Eso sí, controlados por detrás.

En España nunca ningún periodista ha puesto en apuros al rey en ningún gran medio. Hoy hay periodistas que están siendo juzgados por grabar el delito que cometen fascistas celebrando misas en honor de fascistas donde está prohibido hacerlo. Grabar un delito se convierte en un delito. Sería un escándalo que apareciera alguien de la casa real o del PP o de Ciudadanos en esas misas.

El rey emérito se reunió este domingo pasado con el príncipe heredero de Arabía Saudí, Mohamed bin Salman. Coincidieron en el Gran Premio de Fórmula Uno de Abu Dabi. No van a coincidir en el entierro de una mujer que ha saltado por la ventana. En Arabia Saudí no escogen la jefatura del Estado. En España tampoco. Si en España pudiéramos escoger la jefatura del estado nunca escogeríamos pasar tanta vergüenza. En honor a la memoria de esa gente a la que le vence la desesperación, salta por la ventana y no hay ahí ninguna bandera para que le pare el golpe y no se estrelle contra el suelo.

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¿Quién es el peor enemigo de la izquierda? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/11/14/quien-es-el-peor-enemigo-de-la-izquierda/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/11/14/quien-es-el-peor-enemigo-de-la-izquierda/#respond Wed, 14 Nov 2018 09:37:35 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7167 alt --> Dicen que el peor enemigo de la izquierda es la izquierda. Esa afirmación es, a todas luces, una exageración, porque aunque es verdad que en la Rusia de Stalin o en la China de Mao, ser de izquierdas era un gran problema, quienes llevan un par de siglos guillotinando, fusilando, gaseando, encarcelando y exiliando a … Continuar leyendo "¿Quién es el peor enemigo de la izquierda?"]]> ¿Quién es el peor enemigo de la izquierda?

Dicen que el peor enemigo de la izquierda es la izquierda. Esa afirmación es, a todas luces, una exageración, porque aunque es verdad que en la Rusia de Stalin o en la China de Mao, ser de izquierdas era un gran problema, quienes llevan un par de siglos guillotinando, fusilando, gaseando, encarcelando y exiliando a la izquierda son los poderosos.

La frase sin embargo tiene su aquél. En la guerra civil se gritaba lo de ¡cuerpo a tierra que vienen los nuestros! y a cualquier partido de izquierda le conviene aquello que dijo Andreotti de hay amigos íntimos, amigos, conocidos, enemigos, enemigos rabiosos y compañeros de partido.

Desde que la izquierda asumió la lucha electoral y renunció a asaltar los palacios de invierno, lo que la ha llevado siempre al paredón real o al metafórico ha sido la división. No hay grito impotente más veces repetido en las asambleas del mundo que el de Unidad, unidad, unidad. Cuando el Manifiesto comunista termina diciendo a los proletarios del mundo que se unan, sabían Marx y Engels qué se decían.

Cuando los jacobinos se sentaron en 1789 a la izquierda del monarca, estaban construyéndose como el espacio enfrente del poder. La burguesía le ofreció al mundo la idea de progreso como el cemento de unión del género humano y la clase obrera, para estar a la altura, ofreció la idea de emancipación. A tan altos menesteres se va con unidad o no se llega. La derecha lo tiene más fácil, porque les unen los intereses. Decimos que a la izquierda le separan sus ideas. Y me temo que también los intereses, porque las gentes de izquierdas no son robots, sino personas.

Ahora que la derecha en España estaba empezando a pagar sus fechorías, la izquierda en España, y más en concreto en Madrid, empieza a recuperar su comportamiento ancestral. Podemos reclamó las primarias para diferenciarse de los demás partidos. Y estableció un código ético estricto para que los cargos públicos de la formación no cayeran en los comportamientos de los partidos tradicionales. No es bueno para el ayuntamiento de Madrid que los concejales que lo fueron por pertenecer a la formación morada se queden al margen del código ético de Podemos. Y no es bueno para Podemos que no pueda solventar con diálogo sus conflictos políticos. Hace cuatro años Podemos no se presentó a las municipales. Ahora sí, y eso trae consigo ajustes y fricciones. Es normal. Pero los concejales de Podemos en el ayuntamiento, ahora suspendidos temporalmente, y la dirección de Podemos en Madrid, deben hacer todos los esfuerzos posibles para no dañar un proyecto que ha devuelto a Madrid la esperanza. Como en los cuentos, hacen falta muchas circunstancias para que el final sea feliz. Podemos nace del 15M y Manuela Carmena nace de la decisión de Podemos de presentarla al ayuntamiento de Madrid. Todos han crecido, todos han demostrado su valía, todos forman parte de un proceso que es una esperanza no solo en España sino en Europa. Todos están obligados a estar ahora a la altura.

La conclusión no puede ser regalarle a la derecha de nuevo la división de la izquierda. Siempre recordamos que la derecha ha tenido a los jueces, a los medios, a los banqueros, a la diplomacia, a los obispos, a los rectores y a los generales. Siempre se nos olvida decir que en demasiadas ocasiones también tiene a la izquierda. A las maldiciones se las conjura. Que está en juego demasiado.

 

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Jueces en el zoco https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/11/12/jueces-en-el-zoco/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/11/12/jueces-en-el-zoco/#respond Mon, 12 Nov 2018 22:05:06 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7159 alt --> El acuerdo entre el PSOE y el PP ha puesto en la presidencia del Supremo a Manuel Marchena, el juez que encarceló a Strawberri por un tuit, que vio juego limpio en la palizas del 1-O, que se cebó contra Garzón cuando fue destituido, que defendió el desconocimiento de Rita Barberá a la ley de … Continuar leyendo "Jueces en el zoco"]]> Jueces en el zoco

El acuerdo entre el PSOE y el PP ha puesto en la presidencia del Supremo a Manuel Marchena, el juez que encarceló a Strawberri por un tuit, que vio juego limpio en la palizas del 1-O, que se cebó contra Garzón cuando fue destituido, que defendió el desconocimiento de Rita Barberá a la ley de memoria. Un juez cercano a Acebes, Aznar,  Soria, en definitiva, una ficha judicial que se ha comportado como uno de los mejores amigos del PP en la judicatura. A cambio, dicen,  la mayoría del CGPJ será progresista. Y que los presos políticos catalanes pueden tener una oportunidad al cambiar de titular. Pero el precio es alto. He visto comprar alfombras en Tanger de manera más elegante.

Nuestras democracias se llaman liberales porque se basan en  principios que ganó el liberalismo a las monarquías absolutas durante el siglo XIX. Ahí están los derechos civiles, que son esenciales y los vivimos todos los días: la inviolabilidad de la correspondencia y las comunicaciones, la libertad de expresión, de reunión y, el primero, la propiedad privada. Que para la burguesía, los dineros eran esenciales y los monarcas eran muy derrochones. El segundo, la división de poderes, esto es, que si correspondía al rey el poder ejecutivo, el poder judicial tenía que estar formado por personas diferentes al monarca para que pudieran hacer justitica. Al poder legislativo le correspondía controlar los actos del gobierno. El tercero, que no se pagaban impuestos si no se otorgaba representación. Dicho de otra manera, la burguesía, como clase en ascenso, quería su espacio de poder.

El liberalismo decía, desde la revolución francesa de 1789, que el Parlamento representaba a la nación. Las mujeres no votaban, ni los pobres, ni los jóvenes. Pero el Parlamento representaba a la nación. Cosas del liberalismo. Para que el pueblo no molestara a los representantes se abolió otro principio democrático: el revocatorio de los mandatos. Es decir, que los ciudadanos de una ciudad no pueden revocar a un diputado o a un senador porque ese cargo representa a la nación. ¿Suena como a truco verdad? Pues es lo que dice el artículo 67.2 de la Constitución, que está prohibido el mandato imperativo. Si no te gusta, no votes a ese diputado la próxima vez. La democracia liberal ¿es democracia? Porque en nuestras democracias liberales, quien organiza todo en verdad son los partidos políticos, un invento que se despliega en el siglo XX y que no tiene nada que ver con la democracia liberal. Porque el pueblo ya no manda, pero los partidos sí. Tú no decides casi nada sobre un representante. Pero el partido decide quién va o quién no va en las listas. ¿Suena como truco verdad?

Los jueces tienen en España un órgano de gobierno, el CGPJ. ¿Quién lo elige? Se dice que el Parlamento. Pero es mentira. Lo eligen los partidos políticos. Y entonces se reparten los cromos como los niños en el colegio o como se reparten los mafiosos los mercados en sus fincas en la costa. Este para ti, este para mí. Y no se reparten poca cosa, porque el CGPJ es el que decide quién va al Tribunal Supremo, quién está en el Tribunal Constitucional, informa sobre el Fiscal General o incluye en quién va a las secciones judiciales. Pero si los jueces están en su puesto gracias a los partido ¿van a juzgar con la ley en la mano o con el mandato de quien les ha puesto ahí? ¿Suena como truco verdad? Lo llaman democracia y no lo es...

Depende del CGPJ, por ejemplo, quiénes son los jueces que concluyen que Casado puede robar un máster y que tiene bula. No es extraño que pongan tanto empeño. Si los diputados y senadores no estuvieran aforados y no los juzgara el Tribunal Supremo, otro gallo cantaría. Si los jueces son de los partidos ¿van a juzgar con la ley en la mano o con el mandato de quienes les han puesto ahí? ¿Suena como truco verdad? Debe tener cuidado Podemos. Es verdad que si no juegas, el PSOE y el PP se quedan con todo el bocadillo y te quedas teniendo toda la razón, pero fuera. No es lo mismo un CGPJ progresista que otro del PP. Pero Podemos se equivocará si olvida que las formas de ese bocadillo lo hacen rancio, lleno de moho y produce ardor de estómago.

 

 

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Durmientes armados que escuchan a Inda y a Losantos https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/11/08/durmientes-armados-que-escuchan-a-inda-y-a-losantos/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/11/08/durmientes-armados-que-escuchan-a-inda-y-a-losantos/#respond Thu, 08 Nov 2018 11:11:17 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7146 alt --> No son lobos solitarios. Son durmientes. Y les alimentan de odio todos los días. Decía Efraín Huerta que conociendo a Van Gogh lo que extrañaba es que no se hubiera cortado también la otra oreja. Escuchando a Losantos o a Inda lo extraño es que en España no haya habido una desgracia. El discurso de … Continuar leyendo "Durmientes armados que escuchan a Inda y a Losantos"]]> Durmientes armados que escuchan a Inda y a Losantos

No son lobos solitarios. Son durmientes. Y les alimentan de odio todos los días. Decía Efraín Huerta que conociendo a Van Gogh lo que extrañaba es que no se hubiera cortado también la otra oreja. Escuchando a Losantos o a Inda lo extraño es que en España no haya habido una desgracia. El discurso de odio irracional justifica cualquier barbaridad. Y lo que al principio parecia gracioso, maldita la gracia que tiene.

A la derecha siempre le gustan las armas. Ahí está la Asociación Nacional del Rifle tan celebrada por los que tienen erecciones mientras ven cómo matan a un toro poco a poco. O Santiago Abascal, que dicen que va armado porque querrá compensar cosas que cree que le faltan. Durante la pacífica Transición la extrema derecha mató a 300 personas.  Con armas entraron en el Parlamento el 23 de Febrero de 1981 y con armas y bombas desestabilizaron cada vez que convenía durante la Transición, no fuera que la izquierda subiera en votos. Detrás de cada fascista hay un descerebrado que sueña con películas de Rambo o Tarantino.

El problema no es solo que los panfletos de extrema derecha en España intoxiquen generando mentiras, rumores, medias verdades y señalando objetivos, sino que la derecha parlamentaria, el PP o Ciudadanos, se hagan eco de esas manipulaciones. Porque locos como el que quería matar a Pedro Sánchez lo ven mucho más fácil cuando le dicen que tiene razón en la radio, en las redes o, incluso, desde la tribuna del Parlamento. En nuestro país, se han cerrado ilegalmente medios de comunicación porque, se decía, estaban señalando a objetivos que luego ETA intentaría asesinar. Y como en esa lucha todo valía, hasta se ha encarcelado a gente por la cara. Y quedamos delante de Europa como un país al que le huelen todavía los sobacos a franquismo. ¿Qué hace todos los días OK Diario, Esradio, libertad digital, Causa Aislada y todo el entramado alentado por Steve Bannon, el gran manipulador del Big Data? Losantos incluso ha dicho que usaría la recortada contra Podemos. ¿Tiene que hacer un rap para que la justicia intervenga?

Después del 23F, el rey Juan Carlos salió diciendo que no había que castigar a los militares responsables de dar un golpe de Estado con tanques y metralletas. Según el código militar de la época les podrían haber fusilado. Por fortuna no se hizo, aunque esos mismos militares despidieron el franquismo fusilando. Hoy, la derecha querría pasar por las armas a los independentistas catalanes porque quieren romper España. Aunque de momento, lo único que han hecho ha sido ser muy bocazas y subirse a un coche para calmar a unas masas enfurecidas. También quieren ejecutar a Podemos porque quiere subir el salario mínimo. Igual ahora más porque dicen que hay que salir a la calle contra los bancos y sus mayordomos del Tribunal Supremo. El problema es que este país nunca hizo una limpia del franquismo. Y todos los días hay algún durmiente que escucha en la radio a gente como Losantos o ve a Inda en las televisiones y dice: he sentido la llamada. Y luego, a llorar.

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Un Tribunal poco Supremo https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/11/06/un-tribunal-poco-supremo/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/11/06/un-tribunal-poco-supremo/#respond Tue, 06 Nov 2018 21:00:18 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7132 alt --> Convirtámonos en gobernantes por un instante. Imaginemos que somos los responsables políticos de nuestro país. Y que tenemos un compromiso con la democracia. Tenemos que gobernar y hay que hacer ciertos gastos. Hay que escoger en qué gastar unos recursos que siempre son escasos. La democracia no es barata. ¿No habría que empezar garantizando el … Continuar leyendo "Un Tribunal poco Supremo"]]> Un Tribunal poco Supremo

Convirtámonos en gobernantes por un instante. Imaginemos que somos los responsables políticos de nuestro país. Y que tenemos un compromiso con la democracia. Tenemos que gobernar y hay que hacer ciertos gastos. Hay que escoger en qué gastar unos recursos que siempre son escasos. La democracia no es barata. ¿No habría que empezar garantizando el Estado de derecho?

Porque ¿qué es antes, la democracia o el derecho? La verdad es que vienen casi de la mano. El derecho que no está comprometido con la igualdad es un sistema legal, pero no es un sistema de justicia. Preguntémonos entonces: ¿cuánto habría que invertir en construir un Estado de derecho? Porque el Estado de derecho es, quizá, la expresión más compleja de la institucionalidad de un país. Incluso de un país capitalista. El Estado de derecho presupone un sistema judicial confiable y bien preparado. Hay que garantizar la propiedad privada, las trasacciones comerciales, el futuro. Ahí están las universidades, las escuelas jurídicas y, claro, las relaciones con otros sistemas judiciales. El Estado de derecho implica policías, cárceles, abogados. Y jueces. Por supuesto, también una Constitución. Que es  aprobada por un pueblo informado. Hacen falta también, entonces, medios de comunicación. Son mil piezas de un puzzle enorme.

¿Cuánto hay que invertir para contar con jueces honestos comprometidos con la Constitución? ¿Cuánto tiempo necesita un país para formar a hombres y mujeres honrados? Un Estado de derecho necesita una jerarquía jurídica que garantice  la posibilidad de reclamar. Para que la pregunta "quién vigila al vigilante" tenga respuesta.  ¿Cuánto dinero cuesta armar ese ejército de gente comprometida con la idea de igualdad en la que reposa la Constitución?

En España, todo eso, parece que cuesta menos de los 5000 millones que los bancos tenían que devolver a los ciudadanos por haber cargado sobre los clientes los impuestos de las hipotecas. Sobre esos ciudadanos que creen en la Constitución, en los jueces y en la jerarquía del poder judicial.

Jueces honestos, por tres veces, dijeron que los que ganan dinero con una transacción son los que tienen que pagar los impuestos. Pero los bancos, que llevan mucho tiempo invirtiendo en el PP y en Ciudadanos, no quieren malgastar su dinero. Y han comprado el Estado de derecho por 5000 millones. Nuestra democracia hoy se ha arrodillado gracias a 15 jueces del Supremo. Y encima, el mismo día, Europa nos dice que contra el mundo abertzale el Estado de derecho tampoco valía. Luego salen los reyes, el Emérito o el preparado, a decirnos que la justicia es igual para todos. Para el que roba un bocadillo o roba 5000 millones. Para los políticos catalanes en prisión o para los que tienen la connivencia de los altos tribunales. Hoy quizá se entienda un poco más por qué decimos que en España la judicatura se acostó franquista y se despertó demócrata. Vamos, que les regalamos la condición de tales. Y que así, la democracia no está a la altura.

https://www.youtube.com/watch?v=iMtN4nWdMbU

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Casado, Cospedal, Vito Corleone y la bandera https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/11/06/casado-cospedal-vito-corleone-y-la-bandera/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/11/06/casado-cospedal-vito-corleone-y-la-bandera/#respond Tue, 06 Nov 2018 06:15:24 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7128 alt --> En una famosa escena de El padrino, Vito Corleone le solventa un problema al gerente de una funeraria. ¿Cómo podría agradecérselo? Le pregunta. Y le dice: ve tranquilo. Cuando te necesite, te llamaré. En la democracia española hay unas cuantas gerencias de funeraria que cumplen sus favores cuando el poder les llama. Mientras tanto, parecen … Continuar leyendo "Casado, Cospedal, Vito Corleone y la bandera"]]> Casado, Cospedal, Vito Corleone y la bandera

En una famosa escena de El padrino, Vito Corleone le solventa un problema al gerente de una funeraria. ¿Cómo podría agradecérselo? Le pregunta. Y le dice: ve tranquilo. Cuando te necesite, te llamaré.

En la democracia española hay unas cuantas gerencias de funeraria que cumplen sus favores cuando el poder les llama. Mientras tanto, parecen honrados miembros de la comunidad. Le pasa al Senado, que aparece cuando tiene que aprobar el artículo 155, cuando tiene que hacer ruido de distracción con una comisión monoparental o cuando actúa de veto para aprobar presupuestos o para cambiar la Constitución.

Lo mismo pasa con algunos jueces, que cuando una sentencia perjudica a sus señores, se activan y usan el lugar que ocupan para regresar las cosas a su sitio.

Y es lo que ocurre con la impunidad de la que gozan los cargos de elección popular por estar aforados. Esa impunidad está ahí tranquila, discreta, sin hacer jaleo, hasta que un máster robado, unas comisiones ilegales, unas prevaricaciones y unos cohechos o unas conversaciones con el comisario de las cloacas hace que estire el cuello y diga: tranquilos que estáis aforados.

María Dolores de Cospedal, de profesión política mentirosa, ha tenido que dimitir de la Ejecutiva del PP para, dice, no perjudicar a Pablo Casado. Suponemos que los votos que le dio para que ganara a Soraya Sáez de Santamaría no le perjudican, aunque cuando los negoció ya se había reunido con Villarejo y, con bastante probabilidad, incurrido en delito. ¿Va a aceptar Pablo Casado esos votos manchados de ilegalidad? ¿O a los votos les pasa como con el dinero, que no huelen?

Dolores de Cospedal dimite de la Ejecutiva para no manchar al partido, pero mantiene el escaño. Claro. Porque el partido es el sitio desde donde se han enriquecido, donde se articula su banda, mientras que el Parlamento solamente es la sede de la soberanía popular que comparten con gente que no es de su España. En la sede de la soberanía popular, el PP no se suena los mocos, sino que se caga con todas sus palabras. Dolores de Cospedal se caga en el fresco de los reyes católicos que está en el techo y en el de los comuneros y hace más profundas las balas que disparó Tejero. Es lo que tienen estos defensores de España, seas Tejero o Dolores de Cospedal. Que siempre, cada uno a su manera, terminan por hacer desconchones en la democracia. Porque su bandera siempre es tan grande con un único fin: que no les veamos cagándose en la democracia. En la de todos.

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Día de todos los muertos y todos los santos https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/11/01/dia-de-todos-los-muertos-y-todos-los-santos/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/11/01/dia-de-todos-los-muertos-y-todos-los-santos/#respond Thu, 01 Nov 2018 18:55:00 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7119 alt --> El Dios de Israel tenía un afán particular excesivo. Decía que los judíos eran, ni más ni menos, que el pueblo elegido. Cuando un dios elige a un pueblo y no a otro no es fácil que se haga universal. Pablo de Tarso, que era muy vivo, se dio cuenta del asunto y dijo que … Continuar leyendo "Día de todos los muertos y todos los santos"]]> Día de todos los muertos y todos los santos

El Dios de Israel tenía un afán particular excesivo. Decía que los judíos eran, ni más ni menos, que el pueblo elegido. Cuando un dios elige a un pueblo y no a otro no es fácil que se haga universal. Pablo de Tarso, que era muy vivo, se dio cuenta del asunto y dijo que Dios quería a todos por igual.

En la fundación del cristianismo Jesucristo puso la cruz y San Pablo los reglamentos. Las prohibiciones al final vencieron a la compasión y los burócratas se hicieron con la iglesia. Por eso hay cristianos, nacidos del amor universal, que odian tanto a los que no tienen las mismas creencias. El Ku Klus Klan era y es una organización cristiana. La COPE también.

Doscientos años después de que Teodosio, el último emperador romano, declarara al cristianismo la religión del Imperio Romano nacía Mahoma y los musulmanes asumieron que Alá es el único Dios y Mahoma su profeta. La gran mayoría de los musulmanes son pacíficos, pero como le pasa a los cristianos, también los hay especialmente brutos que atentan, principalmente, contra otros musulmanes. Ahí están los yihadistas.

Las religiones monoteístas no nos dejan ni morirnos en paz ni empiernarnos en paz. De la masturbación, ni hablamos que produce ceguera. Este dios de las religiones del libro controla la vida y la muerte. Por eso no les valen ni preservativos ni disponer de nuestra propia vida cuando pensamos que ya está bien.

Las religiones han sido muy útiles para unirnos socialmente. Sin grandes relatos como Dios, la nación, la ciudadanía o el mercado sería imposible que tantos millones de personas conviviéramos. Pero precisamente por esa capacidad de unión, en nombre de Dios, de la nación, de la ciudadanía o del mercado nos matamos. Nuestros antepasados creían en muchos dioses. Cuando nos quedamos solamente con uno, a los demás dioses les convertimos en santos. Algo nos queda de aquella inteligencia preburocrática.

Somos los únicos animales que enterramos a los muertos. Hace 400.000 años, el homo heidelbergensis enterraba ritualmente a sus muertos. Es decir, ya pensaban que después de la muerte había algo. Igual que los neandertales. Tuvo que ver con la aparición del lenguaje. Dices Dios y entonces existe. Pero debieron escoger mal a su dios porque todas las especies de homínidos previas al homo sapiens desaparecieron.

¿Nos pasará lo mismo a nosotros? Hoy, día de todos los muertos, miro el desorden a mi alrededor, a Brasil y a Yemen, al Valle de los Caídos y Génova, al Estrecho y la caravana de Honduras.  Taampoco me olvido de mirarme en el espejo. Miro el desorden del mundo y pienso: ¿No es Dios es una causa demasiado grande para un resultado tan mediocre?

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¿Es España incorregible? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/10/26/es-espana-incorregible/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/10/26/es-espana-incorregible/#respond Fri, 26 Oct 2018 10:15:14 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7102 alt --> El argumento más fuerte para los que quieren marcharse, como sea, de España, es decir que es incorregible. Algo de razón tienen. Carlos I de España y V de Alemania se retiró al Monasterio de Yuste pero se llevó a su amante, Teresa Blomberg, con la que hizo equilibrios teológicos en la paz extremeña. Juan … Continuar leyendo "¿Es España incorregible?"]]> ¿Es España incorregible?

El argumento más fuerte para los que quieren marcharse, como sea, de España, es decir que es incorregible. Algo de razón tienen. Carlos I de España y V de Alemania se retiró al Monasterio de Yuste pero se llevó a su amante, Teresa Blomberg, con la que hizo equilibrios teológicos en la paz extremeña. Juan Carlos I de Borbón y Borbón se retiró a meditar a Botswana y se llevó a su amante, Corina Zu Sayn-Wittegenstein, con la que ignoramos qué equilibrios hizo pero se rompió la cadera. Uno mira a la historia y la herida colonial, la territorial, la social y la ciudadana aparecen ahí como invariables. No hay que ser muy lince para trazar una línea recta entre la Inquisición y algunas decisiones judiciales.

La España eterna tiene dos grandes defensores: los que critican a la España eterna y los que se benefician de lo que puede haber de cierto en la España eterna. La iglesia católica y la Virgen de Covadonga ayudan a construir esa referencia intangible.

Los privilegiados de la eternidad hispánica se llevaron un susto de muerte con la I República en 1873. Mira que antes habían dado, literalmente, un susto de muerte a Prim, pero eso de una república federal con varios partidos, un rey y un ejército sometido al poder civil lo vieron como un exceso. Por eso en la restauración canovista regresaron al rey, al bipartidismo, y al ejército como garante del privilegio de los cortesanos, escondido, eso sí, en la defensa de la unidad de la patria.

Los que no gustan de la idea de España dicen que es incorregible y argumentan que ahí está para demostrarlo el bipartidismo, un PP que cuando cambia es para hacerse más ladrón o más de derechas o un PSOE que es el responsable en muchos pueblos de España de mantener vivos la oligarquía y el caciquismo. A nadie le gustan más los Visigodos que a José Bono. Cuanto más lejos te lleves a España, menos puedes preguntarte por ella.

Pero resulta que ha entrado Rodrigo Rato en la cárcel. El cazatalentos Aznar, que reunió el gobierno con más número de ladrones por metro cuadrado de la historia de España, ha tenido el segundo de los días más tristes de su vida. El primero fue cuando supimos que era un mentiroso por decirnos que el atentado de Al Qaeda había sido cosa de ETA. Porque de lo de las armas de destrucción masiva en Irak no le quita el sueño. Rato entrando en la cárcel nos recuerda que el PP es el partido más corrupto de la historia de Europa.

En la cárcel está Urdangarín, que pedía dinero en nombre del Rey y se lo daban y hemos echado del gobierno a Rajoy por dirigir un partido de manguis. Y resulta que en la UE, que se está poblando de fascistas, ha surgido en el sur de Europa, en la península ibérica, la posibilidad de buscar una alternativa al austericidio que marca Alemania.

¿Y si resulta que, por todo esto, España es corregible? Pobre Puigdemont, pobre Casado, pobre Rivera. Porque los tres viven de los mismo: de representar que se odian.

Por nuestra parte hemos aprendido el camino: nos sobran los bipartidimos, los monarcas, los privilegiados, los que hacen negocios con las armas y la guerra y los caciques que siguen metiendo miedo en los pueblos de las Españas. Cuando nos juntamos, como lo hicimos en 1873, en 1931, en 1978 o en las plazas en 2011, igual lo que pasa es que lo que emerge de verdad es España. Esa España plurinacional, republicana, social, feminista, europea y puente entre continentes. La que siempre nos han robado.

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Banqueros, bufones y fascistas https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/10/25/banqueros-bufones-y-fascistas/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/10/25/banqueros-bufones-y-fascistas/#respond Thu, 25 Oct 2018 08:13:21 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7096 alt --> El fascismo no surge porque haya unos malos muy malos en un lado y unos buenos muy buenos en el otro. Las cosas no funcionan así. En la política, como en la vida, las opiniones se cocinan a fuego lento. Para que el fascismo cuaje hace falta que mucha gente vea sus intereses desatendidos. Una … Continuar leyendo "Banqueros, bufones y fascistas"]]> Banqueros, bufones y fascistas

El fascismo no surge porque haya unos malos muy malos en un lado y unos buenos muy buenos en el otro. Las cosas no funcionan así. En la política, como en la vida, las opiniones se cocinan a fuego lento. Para que el fascismo cuaje hace falta que mucha gente vea sus intereses desatendidos.

Una vez que el fascismo ya ha hecho su entrada, las cosas se clarifican. Entonces hay que tomar partido. Sí o sí. Cuando el fascismo crece cava una trinchera. Y las trincheras solo tienen dos lados. Una vez que sus antorchas prenden la noche, empiezan las reacciones. Los que no hicieron nada contra el fascismo porque no les molestaba, suelen con facilidad pasarse a las filas del fascismo. Es el miedo que produce Ciudadanos con Rivera o el PP de Casado. Uno ve solo españoles por todos lados y el otro solo ve malos españoles por todos lados. Esa gente que termina vistiéndose con la camisa azul o parda, tiene alma autoritaria o son cobardes por naturaleza o formación.

Peor lo pasan los que no hicieron nada y no quieren convivir con el fascismo. Esa gente se tira de los pelos por no haber hecho antes algo. El PSOE está dándose cuenta de cómo las gasta la derecha. Primero, los tabloides de las fake news difaman, siembran sospechas, descalifican. Luego vienen Ciudadanos y el PP a disparar con cañones desequilibrados. Ayer Casado acusó a Sánchez de golpista, bajo los tiros en el techo del Parlamento que dispararon los guardias civiles de Tejero. Pero nada es de repente. El fascismo incuba sus huevos en una lenta gestación. De ahí el delito moral es hacer como que no pasa nada, mirar para otro lado o quitarle importancia a lo que la tiene. Y, sobre todo, creer las mentiras de los mentirosos porque producen un cierto sosiego.

Un ultraderechista italiano, Angelo Ciocca, agarró los papeles que dejó el Comisario de Asuntos Económicos de la UE, Pierre Moscovicci, y los pisó con un zapato que, decía, estaba hecho en Italia. Protestaba contra la decisión de la UE de tumbar el presupuesto italiano. Un presupuesto que trae el aumento del gasto social, una renta ciudadana, la reducción de la edad de jubilación, bajada de impuestos. El techo de gasto que marca la UE es del 1.6 del PIB. Ellos llegarán, al menos, al 2,4. Para la UE, lo relevante es la deuda Italiana que es del 132% del PIB. Para el gobierno de Italia, lo importante es gritar que ellos gobiernan para los italianos, que la UE es una burocracia ladrona y que la soberanía está en Italia y no en Bruselas. Dice Salvini: "No están atacando a un Gobierno sino a un pueblo". Quién gana el relato es evidente. La prima de riesgo por encima de los 300 puntos y acercándose a la de Grecia puede ser el único oráculo que todos escuchen.

Tiene razón Moscovici en que la satisfecha Europa se ríe de bufonadas como la del zapato. Pero detrás de esas bufonadas, nos cuenta la historia, viene el fascismo. Mussolini, Hitler, José Antonio empezaron como histriones. Hace cuatro años, Bolsonaro era un bufón en Brasil. Pero estos bufones nacionalistas agresivos, xenófobos y enemigos de la democracia, vienen porque los Moscovicci prefieren rescatar a los bancos antes que a las personas. En las películas de Charlot, la risa viene cuando el obeso rico o el policía tripón al servicio de los ricos se da una culada. La UE está haciendo de indeseable para los pueblos. Y Moscovicci es un hipócrita cuando se queja del fascismo pero lo está convocando con la política de la UE.

Sánchez e Iglesias han presentado otro presupuesto en Europa para evitar que crezca la ultraderecha. Europa tiene que escoger entre la derecha o la izquierda. Y da susto. Aún más cuando estamos convencidos de que el zapato del diputado italiano, además, seguro que está cosido en China. El fascismo no solamente es violento, sino que siempre ha mentido hasta en las cosas más simples.

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Un golpe contra la democracia del Supremo https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/10/22/un-golpe-contra-la-democracia-del-supremo/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/10/22/un-golpe-contra-la-democracia-del-supremo/#respond Mon, 22 Oct 2018 20:50:16 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7090 Continuar leyendo "Un golpe contra la democracia del Supremo"]]>

Resulta que la Empresa de Vivienda de Rivas Vaciamadrid, un ayuntamiento regido por IU y Podemos, presenta una querella porque entiende que los bancos están cargando sobre los ciudadanos un coste, los impuestos notariales, que debía recaer sobre los que hacen el negocio, que son los bancos.

Resulta que la sección segunda del Tribunal Supremo, que es la que está especializada en asuntos de impuestos, dicta una sentencia 16 de octubre de 2018 anulando el artículo 68.2 del reglamento del impuesto. Resulta que esa anulación implica que son las entidades bancarias las que deben asumir ese pago. Porque son las que ganan dinero con la operación.

Resulta que además de la sorpresa, todo era correcto porque Luis Díaz Picazo, el responsable de la sala tercera del Tribunal Supremo, la Sala de lo Contencioso-Administrativo, estaba enterado del asunto y así lo había firmado. Luis Díaz Picazo había sido puesto en el Supremo por el PP.

Resulta que es probable que estos jueces del PP, más atentos a las cosas del poder que a las cosas de la justicia, se les pasara el asunto. Demasiadas conspiraciones y casi mil imputados del PP en los tribunales. Y de pronto, no habían caído, resulta que esa sentencia podía costar a los bancos algunos miles de millones.

Y resulta que entonces alguien en la banca se ha preguntado en voz alta ¿y para qué coño nos hemos gastado tanto dinero todos estos años si cuando alguien nos hace falta no está ahí para hacer su trabajo? Y resulta que se ponen a sonar los teléfonos en Génova -cuya sede ha sido pagada con dinero negro-, y en la city -que es la que paga a  buena parte de los corruptos-, y en la Plaza de las Salesas -que es donde están los jueces, puestos por el PP, que perdonaron a Casado por robarse un máster-. Suenan los teléfonos hasta que echan chispas.

Resulta que Carlos Lesmes, nombrado por el PP presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial habla, con bastante probabilidad, con Luis Díaz Picazo, puesto por el PP en el Tribunal Supremo. Y Luis Díaz Picazo, que no había hecho antes sus deberes, emite un comunicado sorprendente por el cual, de momento, suspende la resolución hasta que un Pleno de 31 jueces, muchos nombrados por el PP, y que tendrá lugar en noviembre, dictamine si va a delante o no ese cambio jurisprudencial.

Y resulta que, como cuenta Ernesto Ekaizer, esa decisión de Díaz Picazo, nombrado por el PP, hizo subir la bolsa. Es decir, que hubo gente que se forró al tiempo que 8 millones de hipotecados oían retumbar en su cabeza otra vez el "que se jodan" tan del PP. Y resulta que la jefa de gabinete de Lesmes, el Presidente del Supremo nombrado por el PP, es la fiscal Ana Murillo, esposa de José Manuel Cendoya, que a día de hoy sigue siendo uno de los vicepresidentes del Banco Santander, el banco que ha perdonado tanto dinero al PP.

Decía el Rey emérito, al que no puede investigar el Parlamento, que la ley es igual para todos. Lo mismo opina su hijo, Felipe VI. Estoy convencido de que mañana mismo, si no esta noche, el Rey Felipe VI va a salir a dar una declaración institucional poniéndose al lado de los ocho millones de españoles estafados. Y va a celebrar que se mande a los antidisturbios a calmar a los banqueros que protesten. Menos mal que vivimos en democracia. Por lo menos la llaman democracia. Lo llaman democracia ¿y lo es?

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¡Los españoles primero!... pero contra los 900 euros https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/10/16/los-espanoles-primero-pero-contra-los-900-euros/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/10/16/los-espanoles-primero-pero-contra-los-900-euros/#respond Tue, 16 Oct 2018 08:28:01 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7057 alt --> Cuando la derecha abrió el debate de la inmigración y hablaba de avalanchas y de que nos iban a robar la patria, esa gente de derechas dijo que había que cerrar las puertas a los inmigrantes, porque nuestros pobres estaban primero, que había que atender en primer lugar a los españoles. Ahora que acabamos de … Continuar leyendo "¡Los españoles primero!... pero contra los 900 euros"]]> ¡Los españoles primero!... pero contra los 900 euros

Cuando la derecha abrió el debate de la inmigración y hablaba de avalanchas y de que nos iban a robar la patria, esa gente de derechas dijo que había que cerrar las puertas a los inmigrantes, porque nuestros pobres estaban primero, que había que atender en primer lugar a los españoles. Ahora que acabamos de acordar una subida del salario mínimo a 900 euros, esos mismos dicen que van a hacer todo lo imposible para impedirlo. O que es suicidarnos. O que España se hunde. Los que regalaron 60.000 millones a los bancos. Es mentira que les interese la suerte de los pobres. Sean de donde sean.

Para ser de derechas solo necesitas tres cosas: egoísmo, cobardía y capacidad para desentenderte de la suerte de los demás. Hay gente que vota a partidos de derechas pero en el fondo no son de derechas porque tienen compasión, les duelen los demás y no son capaces de mirar para otro lado cuando alguien necesita ayuda. Los de derechas de verdad son mala gente.

Hay algunos que en su rabia mal procesada quieren ser muy de derechas como quien quiere ser más alto o tener el pene más largo. Todo lo quieren más grande para hacer más daño. Son mentirosos, arrogantes y les importan los demás una higa.

En España, uno de cada tres hogares no puede afrontar gastos imprevistos, Si viene un hijo, un accidente, un pago inesperado, caen en la pobreza. Y ahora que empieza el frío, uno de cada diez no va a poder encender la calefacción. Los pobres en España lo son porque no pueden afrontar los alquileres, la luz, el transporte, las tasas. Cuando se plantea regular esos sectores, los que dicen ¡Los españoles primero! están en contra. Sus intereses son los de las grandes empresas. Son mayordomos de los ricos.  Porque su mirada siempre es de clase. Dicen "pueblo" y mienten.

A la derecha cobarde que se le llena la boca de España, le sobra media España.  Esa derecha es la que trajo aquí a las tropas moras en el 36 para violar españolas, es la que entregó las bases, suelo español, a los norteamericanos, es la que trajo a una dinastía extranjera, los borbones, a reinar en España, y es la que ahora pide que Bruselas tumbe la decisión de mejorar la vida de la gente pobre en España.

Porque los españoles les importan una mierda y España solo la entienden cuando es suya. Por eso roban a España con la pulserita en la muñeca. Casado, que forma parte de esa derecha eterna, acaba de decir que después de la romanización, la mayor gesta de un país en el mundo fue la conquista de América. Y que se hizo con capital del Ibex 35. Una conquista católica, privada, monárquica, imperial y eterna. No es extraño que terminara en genocidio. España como nación no existía pero da lo mismo. Casado necesita colocar a España muy lejos para que nadie la vea. Podría haber sacado pecho de los premios Nobel que nos corresponderían por ser la cuarta economía del euro, o de las universidades que vamos a colocar entre las 100 mejores, o de los libros nuestros que se traducen a otras lenguas o de las patentes que registramos. Pero claro, a Casado, que le regalaron la carrera, que falsificó el máster, hablar de logros académicos le queda lejos. Cada vez que oye And the winner is... Casado grita ¡Viva el Rey! Y a otra cosa mariposa.

 

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Y tú demócrata ¿estás haciendo algo contra el franquismo? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/10/10/y-tu-democrata-estas-haciendo-algo-contra-el-franquismo/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/10/10/y-tu-democrata-estas-haciendo-algo-contra-el-franquismo/#respond Wed, 10 Oct 2018 09:39:37 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7050 Continuar leyendo "Y tú demócrata ¿estás haciendo algo contra el franquismo?"]]>

El lunes amaneció el mundo un poco más feo. Bolsonaro, un fascista como los de entonces, ha ganado las elecciones en Brasil. Habrá una segunda vuelta, pero casi uno de cada dos votantes ha elegido a un tipo que odia a las mujeres, a los gays, a los negros, a los pobres, a la democracia. A uno de cada dos brasileños les sobra una parte importante de los demás y creen que odiando van a solventar sus frustraciones. La izquierda no ha sido capaz de convencer a medio Brasil de que Bolsonaro es llenar su país de sombras. Los medios bienpensantes en España -los que siempre sostuvieron el bipartidismo- dicen que el PT ha perdido por culpa de la corrupción. Pero hace unos meses, cuando aún no habían encarcelado a Lula, le sacaba 30 puntos de ventaja a Bolsonaro. Echarle la culpa a la corrupción son excusas fáciles para no atrevernos a volver a hablar del regreso del pasado.

El fascismo es el plan B del capitalismo en crisis. Pero incluso en la Alemania de los años 30, la izquierda sacaba casi tres millones de votos a la derecha. Las situaciones se van pareciendo. En Alemania, los jueces forzaron la Constitución de Weimar y encarcelaron a los adversarios. Como ha hecho Bolsonaro con Lula. Era la única manera de sacarle fuera de juego. Igual que encarcelaron a Mandela. Igual que sacaron ilegal e ilegítimamente a Dilma del gobierno. En Alemania elevaron la idea de nación a una religión y se arrogaron el derecho a decir quién era enemigo de la patria. En Brasil, los evangelistas neopentecostales llenaron el domingo los templos con sus televisiones desde las que demonizaron a Haddad y le acusaron de todo tipo de crímenes. Al tiempo, elevaban a los altares  a Bolsonaro. Y hay un último paralelismo cada vez más evidente. Los nazis fueron pioneros en el uso de la radio para manipular. Bolsonaro se ha gastado millones de dólares en big data para posicionarse en las redes. Los tiempos en televisión están medidos por los tribunales electorales. Los tiempos en las redes los tasa el dinero que te gastas. Así están ganando elecciones.

Vox, un partido que se reclama heredero del pasado totalitario de España, dice que tienen derecho a pisotear la democracia porque para eso ganaron la guerra del 36. Son los franquistas de siempre (en este caso, apadrinado y mantenido siempre por Esperanza Aguirre). Su discurso es igual de medieval que el de Bolsonaro: una patria excluyente a la que solo ellos tienen derecho, machismo violento, patriarcalismo infecto, racismo nada cristiano, homofobia, culto a las armas, odio a la democracia, apoyo al capitalismo y, al tiempo, un discurso falso que dice España primero. Lo dicen los que, invariablemente, han robado a España. Sus niños, sus riquezas, sus tierras, sus casas, su dinero. El fascismo siempre ha robado. Pero no nos engañemos: cada vez más, los robados votan a los ladrones. No hay en España diez millones de ladrones. Se equivoca la izquierda cuando abandona a los golpeados y cuando abandona a las clases medias. Unir a estos dos sectores en una alianza de clases es necesario para ganar elecciones, solo se logra con una idea de patria diferente. Bolsonaro es un mal brasileño. Casado, Rivera y Abascal son malos españoles. Frente a sus patrias excluyentes, hay que estar en los barrios de los municipios, salir del Parlamento y visitar las calles, traducir a una idea de "vida buena" las peleas de identidad y las peleas por el bienestar material, por la reproducción de la vida. Es lo que está empezando a hacer el feminismo en España y por eso es tan luminoso. Y por eso lo odian los franquistas.

El discurso de Vox, aunque aún sea minoritario, sirve para arrastrar a Ciudadanos y al Partido Popular. Gente como Girauta o Arcadi Espada podrían estar en Vox, y el PP de Pablo Casado, que es el de Aznar, tiene la misma idea de España que los franquistas. Les sobramos más de la mitad de los españoles.

No hay voto al fascismo si no hay miedo, desesperación y una incertidumbre que no se puede gestionar. Los medios de comunicación son los principales contribuyentes al auge del fascismo. En España, han paseado a los Franco como si fueran actores que estrenan una obra. En Brasil, los que apoyan a Bolsonaro son los dueños de los medios.

Lo que van a hacer esos medios, la derecha, los ricos y los cobardes lo sabemos. La pregunta es qué van a hacer los demócratas. El fascismo surge allí donde fracasa la propuesta de cambio de la izquierda. Tenemos un problema en España, en Europa y en el mundo. Es tiempo de que los demócratas defendamos cada rincón de nuestra democracia. Cada rincón.

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Los ricos también roban https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/10/04/los-ricos-tambien-roban/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/10/04/los-ricos-tambien-roban/#respond Thu, 04 Oct 2018 13:05:47 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7039 alt --> Un detonante del 15M fue la evidencia de que muchos políticos estaban robando mientras la gente iba cuesta abajo y sin frenos. Robar se había convertido en un incentivo salarial más y estaba tan interiorizado por las élites que hasta hablaban de ellos en sus correos corporativos. Fue Blesa el que escribió a sus beneficiados … Continuar leyendo "Los ricos también roban"]]> Los ricos también roban

Un detonante del 15M fue la evidencia de que muchos políticos estaban robando mientras la gente iba cuesta abajo y sin frenos. Robar se había convertido en un incentivo salarial más y estaba tan interiorizado por las élites que hasta hablaban de ellos en sus correos corporativos. Fue Blesa el que escribió a sus beneficiados diciéndoles que su tarjeta era "total black". Y fueron activistas, de esos que venían de las plazas de hacerles saber al PP y al PSOE que no les representaban, de decirles que no iban a consentir que les tratasen como mercancía, de gritarles que no era una crisis sino una estafa, quienes recuperaron esos correos.

Rato va a entrar en la cárcel gracias a la gente de 15M parato. Algunos medios digitales ayudaron en esta pelea, pero fueron estos activistas quienes se le jugaron yendo contra los poderosos y dando a conocer los "correos de Blesa". Sin la sociedad civil, Rato no entraría en la cárcel.

Como siempre, los leguleyos intentaron cambiar la ley para que los poderosos no pagaran ninguna culpa. Cambiaron el código penal en 2015 para que en vez de "apropiación indebida" fueran acusados de "administración desleal por distracción de dinero, vamos, para que la ley asumiera que los consejeros de las grandes empresas no roban, sino que distraen dinero", igual que las series nos distraen a nosotros y en el último capítulo de la temporada se vuelve a abrir la veda. Engaños y más engaños.

Estos aliviados saquearon las cajas de ahorro, un referente de los sectores populares. Y los ladrones, para más inri, eran ricos de toda la vida, empresarios de toda la vida, cortesanos vinculados a la casa real de toda la vida, y desgraciadamente, algunos sindicalistas de toda la vida y algunos políticos de la izquierda de toda la vida. Se entiende en el PP y en el PSOE. En otros lados no. CCOO no pasaría este bochorno si en vez de Fidalgo, que terminó de amigo de Aznar, hubiera ganado Agustín Moreno la Secretaría General. Hubo un fuerte pelea interna pero perdieron los honestos. Y lo mismo pasó en Izquierda Unida. Moral Santín, un hombre inteligente que algún día se creyó un revolucionario, pasó de criticar la teoría de las dos orillas de Anguita a postular su propia teoría de las dos orillas conviertiendo a IU Madrid en un apéndice del PP. La alianza de esa falsa izquierda con el PP más corrupto en Madrid explica esta inexplicable vinculación de esa vieja IU madrileña con las tarjetas black o con la Universidad Rey Juan Carlos.

José Spottorno, con medallas nobiliarias, jefe de la Casa Real también robó. Los máster de esta gente no enseñan que robar está feo. Le han caído dos años. De momento se libra de la cárcel. A los ricos y  a los aristócratas su condición debiera ser un agravante cuando roban. Porque no les hace falta el dinero y porque sus antepasados ya le quitaron bastante al pueblo.

El saqueo de las cajas de ahorro, al igual que el rescate bancario, habla de decenas de miles de millones de euros. Las tarjetas black fueron 12 milloncejos. Pero a la gente le ha enfadado más el uso de las tarjetas que el robo del siglo en cajas y bancos. Cualquiera entiende que estos piernas nos restregaban por la cara su impunidad cada vez que usaban esas tarjetas para pagar servicios sexuales, perico, joyas, perfumes y nécoras, todo a costa del personal. Es difícil saber qué significa robar mil millones, pero todos entendemos lo que es tener una tarjeta para pagar lo que se te ocurra. Porque la gente se hace cargo de sus propios gastos y cuando no controlas las pasa canutas.

Ha sido muy importante el trabajo del 15Mparato porque han impedido que los impunes de toda la vida, sigan con sus privilegios. Y además han ganado no solamente a estos poderosos, sino también a los bufetes de abogados más caros que son los encargados de que la justicia no afecte a los ricos. Hoy los bravucones son un poco menos bravucones y todos los que viven por encima de nuestras posibilidades saben que estamos vigilándoles. Esto de encarcelar a Rato tiene menos épica que la guillotina pero, recordar su nuca entrando en un coche de la guardia civil o saber que va a estar, de momento, con Urdangarín, Bárcenas, Matas, Granados, González, Zaplana o Carromero es mucho más edificante.

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Votar no te hace un delincuente https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/10/02/votar-no-te-hace-un-delincuente/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/10/02/votar-no-te-hace-un-delincuente/#respond Tue, 02 Oct 2018 12:53:06 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7033 alt --> El 1 de octubre de hace un año los enemigos de España mandaron a Catalunya policías antidisturbios a golpear a gente que decía que quería votar. El espectáculo era para mayores de 16 años acompañados: gente rodando por escaleras, ciudadanos que pierden un ojo por las balas de goma, cabezas abiertas, abuelas arrastradas por el … Continuar leyendo "Votar no te hace un delincuente"]]> Votar no te hace un delincuente

El 1 de octubre de hace un año los enemigos de España mandaron a Catalunya policías antidisturbios a golpear a gente que decía que quería votar. El espectáculo era para mayores de 16 años acompañados: gente rodando por escaleras, ciudadanos que pierden un ojo por las balas de goma, cabezas abiertas, abuelas arrastradas por el suelo. Para rematar la inteligente gesta, los enemigos de España mandaron a los antidisturbios llevarse de colegios y escuelas las peligrosas urnas. Cada vez que lo lograban, los enemigos de España lo celebraban como si hubieran encontrado un arsenal de Titadine.

Soraya Sáez de Santamaría, la responsable del operativo, fue incapaz de evitar que votaran 2.286.217 personas, el 43% del censo. Y los organizadores, para reírse de la Vicepresidenta, no contabilizaron además los votos de las urnas que se llevaron los policías. El Ministro del Interior, Zoido, que demostró que se puede ser idiota incluso teniendo internet en tu casa de Sevilla, tampoco se disculpó por el exitazo de aquella jornada.

Los antidisturbios hicieron lo que hace siempre ese cuerpo: obedecer órdenes y ejecutarlas con la complicidad de sus mando policiales y políticos. La complicidad que sea. Los mismos antidisturbios se ensañaron en la Plaza de Catalunya en el 15M y también en el Aturem el Parlament. Los del PdeCat que hoy se quejan de las cargas fueron los que mandaron a los temibles antidisturbios a forrar a los perroflautas en 2011. Nunca protestaron cuando nos golpearon en Madrid, en Avilés o en Ferrol. El nacionalismo hace extraños compañeros de viaje.

Un año después, regresa la violencia. La revolución de las sonrisas ha dejado de sonreír. El independentismo ha perdido el rumbo y sólo le sirve en su naufragio el neofranquismo del PP y Ciudadanos. Ni poner ni quitar lazos amarillos va a solventar los problemas reales de las catalanas y catalanes. Rodear el Parlamento tiene sentido solo cuando hay más democracia fuera del recinto que dentro. En la historia de España, los nacionales siempre han hecho daño a la patria. Hay que descortijar España. Pero los ladrones con banderita en la muñeca tienen muchos siglos de Estado detrás y se cubren las espaldas.

Un Estado que usa la violencia para quitar urnas es un Estado en descomposición. Un rey cuyo único acto político con consecuencias ha sido apoyar la represión es un rey en descomposición. Quizá por eso el PP ha pedido que se condene con penas de cinco años a quien convoque un referéndum "ilegal". Por si se nos ocurre preguntar a los españoles por la república. Nos forrarían a hostias y nos intentarían meter en la cárcel.

Así que acordaos de aquello de primero se llevaron a los independentistas, pero como yo no era independentista no dije nada. Aunque no seamos independentistas. Porque somos conscientes de que el independentismo está sin norte y porque sabemos que el cuanto peor mejor de algunos independentistas nos llevaría a todos a un callejón sin salida.

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Aznar o mentir con la pulsera de España en la muñeca https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/09/18/entro-mintiendo-salio-mintiendo-reaparece-mintiendo/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/09/18/entro-mintiendo-salio-mintiendo-reaparece-mintiendo/#respond Tue, 18 Sep 2018 15:14:43 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=7002 alt --> Sus primero pinos políticos, más allá de algunos artículos falangistas de juventud, fueron en Castilla-León. Echó de la Presidencia de Castilla-León al socialista Demetrio Madrid, acusándole de falsos delitos con el único fin de hacerse con la Presidencia de la Comunidad. Entró en la política mintiendo. Salió de la política mintiendo después de decirnos a … Continuar leyendo "Aznar o mentir con la pulsera de España en la muñeca"]]> Aznar o mentir con la pulsera de España en la muñeca

Sus primero pinos políticos, más allá de algunos artículos falangistas de juventud, fueron en Castilla-León. Echó de la Presidencia de Castilla-León al socialista Demetrio Madrid, acusándole de falsos delitos con el único fin de hacerse con la Presidencia de la Comunidad. Entró en la política mintiendo. Salió de la política mintiendo después de decirnos a los españoles que los atentados de Atocha de 2004 fueron obra de ETA. Le paramos los pies con el ¡Pásalo! (igual por eso me tiene tanto cariño). Demostramos a todo el país con aquella concentración en la callé Génova que Aznar es un psicópata que no solamente nos metió en la guerra de Irak sino que creía que podía mentirnos hasta el último minuto. Olga Rodríguez, que tuvo más suerte que su amigo José Couso en el hotel Palestina de Irak, contó sobre el terreno que había soldados españoles en Irak. Este mentiroso compulsivo ha sido Presidente del Gobierno.

Regresa a la Comisión de Investigación sobre la financiación ilegal del PP para seguir mintiendo. Ha mentido acusando a todos los presentes de alguna  barbaridad (les ha llamado golpistas, corruptos, enemigos de la democracia, enemigos de España) y a mí, que no estaba presente, de que he tenido que devolver 425.000 euros a Hacienda. Otra mentira más para el cajón. Como los medios siempre han jaleado sus mentiras ¿para qué se va a ahorrar las descalificaciones? Le sale todo gratis. Como enriquecerse después de la masacre de Iraq gestionando mentiras, fondos de inversión, negocios. Roma paga bien a sus cachorros. Y el nuevo PP está encantando de identificarse con este sátrapa. Al final para lo único que va a servir Rivera es para llevar otra vez al PP a los tiempos de Fraga.

Quizá podría habernos recordado que su amigo Montoro, en medio de las escaramuzas internas dentro del PP, le sancionó por fraude fiscal y que por eso debiera ser más prudente. Pero los que creen que España es su cortijo -es lo que nos quieren decir cuando llevan la pulserita con la bandera en la muñeca-, van al Parlamento con maneras de gansters. La estrategia de Aznar, rodeado de su secretario cuando Gadafi le regaló un caballo, y del resto de satélites del PP,  ha sido disparar para todos lados con mentiras tras mentiras. ¿Los ex Presidentes pueden mentir en una Comisión de Investigación? El artículo 502.3 del Código Penal lo castiga con penas de prisión de seis meses a un año. Quizá Aznar tiene bula, como Juan Carlos I, los aministiados fiscales o los sacerdotes pederastas.

Su mujer, Ana Botella, vendió pisos de protección oficial a fondos buitre. Y su yerno hace negocios con el mafioso Berlusconi. Aznar entró a trabajar con Murdoch, el que se inventó la guerra de Irak, después de mentir a los españoles diciendo que había allí armas de destrucción masiva. Y encima va de chulo. Marca España. Con pulserita. Tiene razón Pablo Iglesias diciendo que da bochorno que un ex Presidente de España vaya al Parlamento como si estuviera en el rancho de Bush con las patas encima de una mesa, fumándose un puro y oliéndole el aliento a coñac después del vino. La Transición fue maravillosa. No hay nada más que mirar de cerca a los que han sido Presidentes del Gobierno.

 

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Tesis XI sobre Casado y Sánchez https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/09/13/tesis-xi-sobre-casado-y-sanchez/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/09/13/tesis-xi-sobre-casado-y-sanchez/#respond Thu, 13 Sep 2018 12:40:57 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=6984 alt --> Con el asunto de las tesis de nuestros políticos hay que recordar que unos han hecho bien las cosas (y ahí están las tesis de la gente de Podemos) y que otros arrastran un ruidoso río que lleva mucha agua sucia. Es lo que pasa cuando durante demasiado tiempo has obrado con impunidad. El PSOE … Continuar leyendo "Tesis XI sobre Casado y Sánchez"]]> Tesis XI sobre Casado y Sánchez

Con el asunto de las tesis de nuestros políticos hay que recordar que unos han hecho bien las cosas (y ahí están las tesis de la gente de Podemos) y que otros arrastran un ruidoso río que lleva mucha agua sucia. Es lo que pasa cuando durante demasiado tiempo has obrado con impunidad. El PSOE y el PP no se pisaban la manguera. Pero hoy andan a la deseperada. Y por eso pasan estas cosas. El tema de las tesis es otro ángulo de la corrupción que atraviesa la democracia española y que no deja sitio sin visitar. De ahí las ganas que tiene el PP y el PSOE de decir desde hace cuatro años que todos somos iguales. Pero es mentira.

Todo lo que tiene que ver con lo público en España se repite con la Universidad: a las gentes de los partidos que han dirigido el Estado todo les ha resultado por lo general muy fácil, han podido "comprar" cualquier cosa que han necesitado y han tenido patente de corso para manejar la universidad como un cortijo.Nunca entre el PP y el PSOE se han hecho una auditoría. Una de las reglas del sistema del 78 era: tú no me molestas, yo no te molesto. De ahí el enfado enorme que ha expresado Pedro Sánchez. Hay cosas que entre ellos no se hacían.

Por el contrario, a los que han mantenido posiciones críticas, lograr las mismas cosas les ha costado un enorme esfuerzo. Estar dentro del régimen significaba enormes facilidades para aprobar carreras, obtener becas, recibir audiencia de las autoridades, disfrutar de privilegios,conseguir títulos, formar tribunales, ganar plazas, publicar artículos y libros, asistir a congresos, formar parte de órganos de gestión y obtener, en cualquier caso, un trato de favor como el que se dispense a "los que son de los nuestros". Caminar por posiciones críticas, por el contrario, volvía un calvario cualquiera de los pasos de la promoción universitaria, aunque, como ha sido en el caso de Podemos, buena parte de sus cabezas visibles fueran los primeros expedientes de sus promociones. Quizá el más certero consejo que me dio mi director de tesis en España fue el día de la lectura de la misma, minutos antes de entrar en ese ritual torturador: "a partir de ahora, todas las posiciones rebeldes que has mantenido durante la carrera te van a empezar a cobrar un precio muy alto. Tú verás lo que haces".

Cuando nos oponíamos al Plan Bolonia, puesto en marcha por el PSOE con Ministras que venían de la universidad, denunciábamos que la mercantilización de los estudios superiores y la privatización encubierta que significaba iba a traer todo lo que trae siempre invariablemente la mercantilización y la privatización de ámbitos cuya lógica no puede ser la de una mercancía: la corrupción y el envilecimiento. El bipartidismo ya había hecho antes de las suyas en el ámbito universitario. Si la Universidad Carlos III tenía el sesgo del PSOE, el PP quiso hacer lo mismo con la Universidad Rey Juan Carlos. Los catedráticos que habían hecho el periplo por provincias querían aterrizar en Madrid y ese deseo se les negaba porque entrar en la Complutense, la Autónoma, la Carlos III y la UNED no era sencillo y no había sitio para ellos. Y a la inversa, si la derecha siempre había tenido sus universidades privadas vinculadas a la iglesia, el PSOE hizo sus pinitos echando siempre una mano a la Universidad Camilo José Cela. Uno de los rasgos más señeros de nuestras universidades ha sido la opacidad. Lo único que resiste mal la Universidad española es la transparencia. En lo oscurito todo discurre de manera tranquila. Por esa la impunidad que estamos viendo con el tema de las tesis.

La comparación de los casos de Pedro Sánchez y de Pablo Casado forma parte de una nueva lógica de la derecha que quiere ganar en los medios o en los juzgados lo que ya no puede ganar en las urnas. Los medios afines disparan para generar todo tipo de sospechas y los bufetes de abogados tuercen la ley a ver si son capaces de inhabilitar a sus oponentes. El PP ha roto el acuerdo que tenía con el PSOE de no vigilarse en exceso. La presencia de Ciudadanos -con la avidez de quien no tiene verguenza- y de Podemos -que está demostrando un comportamiento exquisito- ha llevado al PP, quebrado en mil pedazos, a cagarse en el convento. Y el cagadero se lo ha prestado el ABC.

Pablo Casado, de no ser diputado, estaría ya imputado, como le ocurre a otros estudiantes en su mismo caso que han pasado ya por los juzgados. No fue a clase, le dieron trato de favor, cambiaron notas y no entregó el Trabajo Fin de Máster. Es decir, hizo trampas ilegales. La tesis XI sobre Pablo Casado podría decir: si eres del PP, estudiar es una perdida de tiempo que está reservada a los idiotas. La licenciatura, el máster y el doctorado de la familia política del PP corren por unos caminos paralelos a los de los mortales. El Estado es nuestro y hacemos con él lo que nos da la real -real- gana.

Lo que el PP de Rajoy, Cifuentes y Casado ha hecho con la universidad debiera desatar la ira de todos los que hemos estudiado y trabajado en la Universidad pública, especialmente todos los estudiantes, profesores y personal de administración y servicios que han intentado dignificar la Rey Juan Carlos rodeados y acosados por profesores y personal de administración y servicios que, con poca dignidad, estaban allí exclusivamente por ser del PP o por algún pacto político. No olvidemos que han tenido un Rector que, pese a haber sido descubierto en plagios por los que suspendemos a los alumnos, no quiso entregar el cargo y fue apoyado en la decisión por el claustro de la Universidad. Algo huele a podrido al sur de Madrid desde hace tiempo. Y siempre está el PP cerca.

La tesis de Pedro Sánchez, que tenía que haber estado disponible para quien quisiera leerla desde hace mucho tiempo, tiene otro tipo de problemas vinculados a la privatización, es decir, a la entrega a instituciones privadas de la posibilidad de otorgar títulos de doctorado al margen de su capacidad de hacer su tarea. Pedro Sánchez se ha opuesto todo este tiempo a que nadie leyera su tesis porque, con toda probabilidad, es un trabajo sin calidad académica y porque tira mucho de cita ajena. Pedro Sánchez siempre ha sido un político, y su paso por la academia fue un accidente que solventaron pronto en cuanto corrió el escaño y volvió a quedarse un puesto libre. Si a Sánchez le ofreciero esa salida es porque el PSOE siempre ha recurrido a la universidad para colocar a los políticos que se quedaban momentaneamente sin escaño o concejalía. La Tesis XI sobre Sánchez rezaría: Si eres del PSOE, siempre habrá para los nuestros un espacio vinculado a lo público donde les cuidarán y contarán con el beneplácito del PP porque ellos hacen lo mismo. ¿Vamos entendiendo lo que les ha molestado la aparición de Podemos?

Mentiría si dijera que todas las tesis que se leen en la Universidad pública merecen la consideración de tesis doctoral. Decía Umberto Eco que "Copiar un libro es cometer un plagio, copiar dos, dos plagios; copiar muchos, una tesis doctoral". De hecho, una tesis casi siempre es un exhaustivo recuento de todo lo que se ha escrito sobre un tema. El éxito pasa por copiar las ideas de los mejores, ordenarlas y sacar, en el mejor de los casos, alguna que otra idea propia. Pero la tesis de Pedro Sánchez difícilmente hubiera pasado el filtro de la universidad pública. Una tesis no tiene que ser una obra de arte, pero tiene que tener unos mínimos que, vista la traza, la tesis de Pedro Sánchez no posee. Miente el ABC -no es novedad- mezclando cosas. El problema no es publicar una tesis sobre la base de artículos que se vayan publicando en revistas científicas. Es correcto hacer eso. El problema está en que una tesis de calidad ínfima es más fácil que te la permiten leer en universidades privadas. Pero al ABC, como a los medios de la derecha, el pudor hace tiempo que le desapareció. Están en modo: salvemos como sea al indecente Pablo Casado. Y ponen el ventilador a ver si nos volvemos a olvidar del partido de la Gürtel.

En un país donde la credibilidad de los títulos universitarios se pone en cuestión por la miseria moral del PP y las trapacerías del PSOE, vemos cómo se debilita profundamente nuestra credibilidad internacional como país. Es verdad que la Universidad está perdiendo pie en el mundo del Big Data y la economía de los servicios, pero sigue siendo la institución que legitima el trabajo de médicos, ingenieros, abogados, jueces. Una universidad bajo sospecha es un país bajo sospecha. Pablo Casado, por salvar su espalda, no ha dudado en quebrar la universidad y nadie del PP ha tenido el coraje de salir a decirle que saque sus sucias manos de este pilar de nuestra sociedad. Pedro Sánchez, tan astuto en otras lides, ha actuado con enorme torpeza tanto en el caso de la Ministra Montón como en su propio caso. No hubiera estado mal que nuestro Rey, el "preparao", hubiera salido a decir algo en defensa de la Universidad española.

Hay que volver a insistir en que no todos los políticos son iguales. Ahí están, repetimos, las tesis de la gente de Podemos. Y la necesidad de salir de la miseria que construyó en nuestro país el bipartidismo. Porque la Tesis XI sobre el PSOE y el PP en realidad dice: los políticos del bipartidismo no han hecho otra cosas que han usar las instituciones públicas para su beneficio. De lo que se trata ahora es de sustituirlos para que en verdad puedan cambiar las cosas.

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¿Preguntabais para qué sirve Podemos? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/09/06/preguntabais-para-que-sirve-podemos/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/09/06/preguntabais-para-que-sirve-podemos/#respond Thu, 06 Sep 2018 19:35:53 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=6973 alt --> La reunión en Moncloa del Presidente Pedro Sánchez y de Pablo Iglesias supone un punto de inflexión en la formación morada: es la primera vez que tiene capacidad real de influir en la política estatal para favorecer a las mayorías en España. El gobierno de Podemos y sus confluencias en parte de los municipios más … Continuar leyendo "¿Preguntabais para qué sirve Podemos?"]]> ¿Preguntabais para qué sirve Podemos?

La reunión en Moncloa del Presidente Pedro Sánchez y de Pablo Iglesias supone un punto de inflexión en la formación morada: es la primera vez que tiene capacidad real de influir en la política estatal para favorecer a las mayorías en España.

El gobierno de Podemos y sus confluencias en parte de los municipios más importantes de España ha sido una etapa obligatoria -muy relevante en un mundo que se está municipalizando-. Pero no hay que olvidar que las críticas mas acerbas contra Podemos tenían que ver con lo que se interpretaba como una incapacidad tanto para sacar a la derecha en la Moncloa como para frenar sus políticas en el BOE.

El primer paso se dio siendo la palanca esencial de todo el proceso de la moción de censura que llevó a Rajoy fuera de la Presidencia del Gobierno. Que Sánchez se hubiera opuesto a una moción de censura idéntica un año antes no hacía augurar buenos presagios, pero la perseverancia de Podemos, las conversaciones con vascos y catalanes, el acuerdo con Rivera para convocar otra moción de censura si el PNV no apoyaba la ya presentada y el empujón a Sánchez para que hicera lo que tenía que hacer lograron cumplir una de las principales promesas de Podemos cuando nació como formación política: sacar a la derecha del Gobierno.

Faltaba sacar sus políticas. Podemos se mantuvo firme cuando Sánchez intentó gobernar con Rivera (al que unos meses después calificó de "político de extrema derecha" sin explicar cómo es que estaba dispuesto a formar gobierno con un ultra). Firme pese a todas las críticas deshonestas recibidas por hacer en su día lo que hoy es obvio para todo el mundo: Podemos no podía apoyar un gobierno con un programa de derechas aunque estuviera presidido por Sánchez. Ninguna de las medidas alcanzadas hoy hubieran sido posibles.

Hoy, con los acuerdos anunciados por Iglesias a la salida de la reunión de más de dos horas con Sánchez, empiezan a salir del BOE también parte de las políticas que el PP, con apoyo de Ciudadanos -y en ocasiones también del propio PSOE- caracterizaron una de las etapas más regresivas de la recuperada democracia.

Podemos deja su sello en políticas que hoy son posibles solo porque Podemos existe. Un partido nacido del 15M, que tiene un proyecto de país para su gente y que no le debe nada a ninguno de los poderes que operan en España con maneras decimonónicas, sea el IBEX 35, la monarquía, la iglesia o la Santa Alianza europea. Acabar con el copago que tiene estrangulados económicamente a tantos pensionistas, lograr que la iglesia pague el IBI, ayudar a las familias con el material escolar y con escuelas infantiles, devolverle el voto a los exiliados económicos acabando con el voto rogado, subirle los impuestos a los ricos -esos millonarios que cada vez son más millonarios-, hacer que las grandes empresas paguen impuestos, ayudar a los autónomos (¡Una fuerza política que ha entendido que los autónomos a menudo forman parte de las nuevas modalidades de esclavitud en la Europa neoliberal!), reducir el IVA a los bienes de primera necesidad, revertir los recortes en educación o hacer el gesto de dignidad que esperaban las víctimas del franquismo construyendo un museo de la memoria, retirando las medallas y las pagas extras al torturado Pacheco, Billy el niño y asumir que rescatar los cadáveres de los asesinados por defender a la República le corresponde al Estado. Y de postre, enfrentar uno de los principales problemas que tienen cientos de miles de españoles: la cruz que supone pagar unos alquileres abusivos. Ahí es nada.

Quedan muchas promesas electorales pendientes (ley mordaza, nombres de los amnistiados fiscalmente, investigar la fortuna del Rey emérito, derogar la reforma laboral, garantizar la pluralidad en RTVE), y Pablo Iglesias ha querido ser prudente porque las negociaciones no se han terminado y porque hay que ver si los acuerdos se cumplen. Pero algo ha pasado hoy en nuestro país. Ante todas las crisis europeas que golpearon a España, la de 1929, la de 1973 y la de 2007, siempre clases medias y sectores populares se unieron para dar una respuesta democrática (en la II República, durante la Transición, en el 15M) y siempre se impidió por parte de los poderes históricos que han frenado a España. El acuerdo entre el PSOE y Podemos es una señal de que los partidos políticos recogen esa voluntad ciudadana de encontrar acuerdos. La firmeza de Podemos ha rendido sus frutos. Y Podemos ha pasado una pantalla donde ya le puede decir a todos los que le pregunten para qué sirve ser de Podemos: siéntate que te voy a recitar una lista no es corta... Los que venían ninguneando a Podemos hoy lo tienen un poco más difícil.

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La trampa de "La trampa de la diversidad" https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/08/03/la-trampa-de-la-trampa-de-la-diversidad/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/08/03/la-trampa-de-la-trampa-de-la-diversidad/#respond Fri, 03 Aug 2018 09:48:00 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=6948 alt --> Este es un libro con algo de rencor de clase. ¿Y qué? ¿O es que no tienen rencor de clase -de clase dirigente- Pablo Casado o Albert Rivera y por eso quieren gobernar España? ¿No le vendría bien un poco de rencor de clase obrera a Pedro Sánchez cuando le dice al Ibex 35 ¡tranquilos … Continuar leyendo "La trampa de "La trampa de la diversidad""]]> La trampa de "La trampa de la diversidad"Este es un libro con algo de rencor de clase. ¿Y qué? ¿O es que no tienen rencor de clase -de clase dirigente- Pablo Casado o Albert Rivera y por eso quieren gobernar España? ¿No le vendría bien un poco de rencor de clase obrera a Pedro Sánchez cuando le dice al Ibex 35 ¡tranquilos que vais a seguir como siempre!? La hegemonía neoliberal no consiente que saques pecho con una mirada alternativa. Son los mismos que te gritan ¡Paracuellos! cuando dices que qué hace un genocida con un mausoleo y también cuando hay una huelga de taxis. O que dicen que tienen derecho a comprarse un vientre. Será porque les funciona.

No es verdad que éste sea un libro contra la diversidad, sino contra la diversidad como trampa. Esto es,  "cómo un concepto en principio bueno es usado para fomentar el individualismo, romper la acción colectiva y cimentar el neoliberalismo.". Es decir, cómo cosas que a priori son positivas, como el esfuerzo o la excelencia son usadas por los pijos y los fachas para encubrir la explotación y la desigualdad de oportunidades. Cómo hemos regalado a la derecha la posibilidad de blanquear el egoísmo o la competitividad o cómo los derechos humanos pueden haberse convertido en la excusa para pisotear en muchos lugares del mundo los derechos humanos. Y también cómo la diversidad puede convertirse en una serie de televisión con cientos de temporadas donde estás enganchado al tiempo que te desconectas del mundo real. Porque eres tú quien le ha dicho a Netflix cómo te gustan las series y por eso las hace especial para ti.

El libro tiene la virtud de abrir un debate, lo que siempre es bueno, aunque también tiene el riesgo de que alimenta el más rancio comunismo de partido, ese que quiere vivir en la utopía inexistente del pasado, cuando había, supuestamente, "buenos obreros". Es normal que la lectura que va a hacer mucha gente de este libro es que hay que regresar al pasado, ese en donde existía una clase obrera que iba al paraíso. Esa nostalgia la tiene también el autor y aunque dice que no es posible ni deseable, las conclusiones están servidas y son contradictorias: seamos cuidadosos con la fragmentación que hace la defensa de la diversidad, o exploremos alguna suerte de regreso al pasado. Ahí ha saltado el Coordinador General de Izquierda Unida, señalando que las hipótesis de este libro podrían llevar a "posiciones políticas inadecuadas".

El libro tiene cuatro errores grandes y un descuido:

(1) el error del economicismo (hasta el surgimiento de Lutero explica Bernabé por el desarrollo del capitalismo), cuando el determinismo económico no lo defendía ni Marx. "Destrozaron nuestra identidad obrera y la rellenaron con una variedad diversa y fragmentada de identidades". Y hay que preguntar ¿quién hizo eso? ¿No le estaremos concediendo demasiado poder a no se sabe muy bien qué tipo de Fu-man-chú que anda conspirando detrás de las puertas? ¿No será la cosa un poco más compleja? Claro que los capitalistas obran según el metabolismo del capitalismo. Pero aún no somos robots programados.

(2) el de no explicar las razones complejas de la crisis de la izquierda desde los 70 y basarlo todo en una conspiración del capital contra los logros de la clase obrera. Bernabé usa la palabra conspiración y eso le resta swing intelectual a sus argumentos. El ecologismo, el feminismo, el cristianismo de base, la crítica a cualquier poder, el pacifismo, la defensa de la libertad sexual, el decolonialismo son todas demandas a las que la izquierda tenía profundas dificultades para responder y se refugiaron en los movimientos sociales y cambiaron a los partidos.

(3) el error de no mencionar la creciente complejidad social, muy vinculada al desarrollo tecnológico y a los procesos de individuación y secularización. Las mujeres ya no llevan luto, los niños tienen derechos, ya no hay viudas alegres, no hay que llegar virgen al matrimonio, se intenta que el trabajo sea algo más que recibir un salario, somos más cosmopolitas, etcétera. La complejidad social es la que hace a los Estados nacionales muy grandes para gestionar algunas cosas y muy pequeños para gestionar otras. La globalización no puede despacharse como un truco del capital. Vamos, que estamos en el siglo XXI y la URSS se disolvió en 1991.

(4) por último, y quizá el error más injusto del autor, no entender que una parte importante del mundo que tenemos se ha logrado gracias a las luchas obreras, a los triunfos, a las victorias populares. Porque la correlación de fuerzas nunca está totalmente al lado del capital. Es decir, el mundo que tenemos tiene el rostro también de nuestras victorias, no solamente de nuestros fracasos. Es el error repetido del estructuralismo, que fía todo a estructuras rígidas y omnipotentes y renuncia a los actores sociales.

Y queda el descuido, que es despreciar todas las reflexiones que desde hace algunas décadas están buscando la síntesis superadora entre el reconocimiento y la redistribución, por ejemplo, los trabajo de Boaventura de Sousa Santos (cita Bernabé a Nacy Fraser, pero se le resiste citar a alguien que bordee el canon marxista). O toda la discusión acerca de los derechos de ciudadanía, civiles, políticos, sociales e identitarios, y cómo, frente a las ideas iniciales de autores como Marshall, estos derechos vienen juntos, no son jerarquizables y se pueden perder.

No son pocas las ocasiones en que en el libro se tira de brochazo y cae en el mecanicismo (como cuando dice que no puedes hacer de la opción sexual una identidad militante anticapitalista completa. ¡Claro que hay gente que puede ser homosexual 24 horas al día y mucho más en el caso del feminismo!). Esta parte del libro creo que es una manera de hacer un discurso más claro, no porque el autor beba de las fuentes  estancadas del marxismo-leninismo soviético. Porque el autor sabe que él estaría en la cárcel de vivir en el Moscú de Stalin y tonto no es. Pero es que Bernabé está cabreado con la pérdida de una conciencia que metió tras la Segunda Guerra Mundialel miedo a los burgueses y con eso trajo lo más decente de las sociedades occidentales. Cabreado con que le hayamos regalado cuando se hundió la Unión Soviética de nuevo todo lo logrado a nuestros verdugos  y tiramos al niño con el agua sucia. Llevamos un cuarto de siglo pidiendo perdón y Aznar, Blair o Bush, responsables de poner en marcha la guerra de Irak, donde se ha asesinado a un millón de personas viven gloriosamente, ensalzados y millonarios. Ensalzados hace nada por Pablo Casado, que se la pasa insultando a la izquierda y sus aledaños.

El problema de todo, dice Bernabé paradójicamente, es la conciencia (como venimos planteando desde hace algún tiempo, especialmente en nuestras sociedades saturadas audiovisualmente), en su caso, la conciencia perdida. El fin de la clase obrera vino de la mano del auge de las clases medias, que en realidad no lo eran del todo pero lo eran aspiracionalmente a través de modelos de consumo que eran los que marcaban el lugar deseado en el mundo. Es el auge del youtuber descerebrado frente al combativo joven recién llegado al mundo laboral. La competencia (cuando las clases medias son un producto de la cooperación obrera a través de los sindicatos y los partidos de izquierda), la productividad personal, el mundo como una lucha, el individualismo, valores funcionales al capitalismo financiero, se convierten en valores para los sectores populares. Que hacen running hasta morir (te haces fotos corriendo hasta cuando eres Presidente del Gobierno), pueblan los gimnasios, se endeudan, consumen cocaína, se creen mejores que sus colegas de trabajo y sus vecino, votan a Ciudadanos o al PP o, añadiría yo, se creen los más rojos de todo el pueblo aunque sean vagos redomados y le echen la culpa de todo a que son unos incomprendidos porque se empeñan en defender la pureza de la radicalidad incontaminada.

La gente que critica Bernabé es esa para la que hicieron ese anuncio que rezaba: "La privación de sueño es la droga que has elegido. Tú debes de ser un emprendedor". Como dice Bernabé: "No pasa nada por trabajar 12 horas al día, no dormir, no comer, porque tú no eres un vulgar trabajador, sino un emprendedor que compite con otros para alcanzar el éxito".  Como para no estar cabreado.

Llevamos algunos tiempo preocupados intelectualmente por dos cosas. Una, la confusión en un mundo donde han desaparecido los marcadores de certeza (es lo que conté en El gobierno de las palabras. Política para tiempos de confusión). Cuando teníamos las respuestas nos cambiaron las preguntas y en esa incertidumbre surgen los gramscianos monstruos. O dicho de otra manera, cómo el neoliberalismo no es un modo de producción sino un sentido común. Y por eso es tan complicado luchar contra él.  La otra, la falta de mirada global de los problemas, la ausencia de ideologías integradoras, la supervivencia intelectual concentrada en el árbol cuando ni se ve ni se entiende el bosque. Lo que nos obliga a los politólogos a dibujar las constelaciones, el dibujo que une a las estrellas y propone un sentido, aunque sea en forma de archipiélago que une las islas dispersadas.

Esa fragmentación actual es la diversidad exacerbada que critica Bernabé. La pretensión, tan frívola, de concentrar todos los esfuerzos en una parcela de la vida dando por seguros que las demás parcelas van a seguir independientemente de nuestras acciones.  Creer que nuestras identidades, tan relevantes para la emancipación, estás separadas de las demás identidades, entre ellas la de clase que condiciona (no determina: condiciona) todas las demás. Llevo tiempo intentando entender la parte de verdad que tienen todos los que protestan (porque protestan con un instinto que nace de la experiencia, de la praxis, aunque la teoría quiera decirles que están equivocados) e intentando ver cómo esas demandas no satisfechas pueden construir un cuerpo social transformador. Laclau propuso unir las demandas insatisfechas vaciándose y ligándose a un significante igualmente vacío. Boaventura de Sousa Santos, invitando a todas las demandas a traducirse entre ellas para encontrar el hilo que las una (que no puede ser otro que la idea de emancipación). Bernabé no es muy amable con todas esas peleas y les recuerda todos y cada uno de sus errores. Que es donde se pasa de frenada. No termina de ver que poner nombres  a las cosas es mandar. Y que las luchas por reconceptualizar el mundo quitándoles el diccionario a los poderosos son un gran avance. Peca aquí de ese mal endémico de la izquierda que cree parecer más profunda cuanto mas malhumorada está y pinta todo con contornos más oscuros. Paralizar al personal con discursos apocalípticos suele ser una conducta egoísta que, otra vez paradójicamente, es contrarrevolucionaria.

Es normal que este libro se haya ido en su interpretacion a los extremos (incluidos los necios que hablan sin habérselo leído). Pero las quejas ante las críticas tienen algo de exageradas (en la academía son cotidianas). Los ataques no son una rareza que se ha ganado este trabajo de Bernabé. Los periodistas creen que las cosas existen solo cuando les pasa a ellos. Por ejemplo, cuando les acosan desde los medios. Quizá por eso Bernabé no ha entrado, al analizar la diversidad,  ni en el futbol ni en el nacionalismo. Muy prudente.

Hay una lectura que es la que ha provocado la airada respuesta de Alberto Garzón a este libro, porque ha vuelto a dar aire a los que quieren vivir en el gueto de los que siempre tienen razón en el pasado. Esa provocación de meter el dedo en el ojo a las emancipaciones que no priman las cuestiones de clase está en el libro. Faltaría, sin embargo, ahondar un poco más en qué significan las clases sociales hoy (lo ha hecho Erik Olin Wright en Comprender las clases sociales) o dar alguna explicación de por qué se equivocan los jóvenes que no quieren tener el trabajo de sus padres. Porque seguramente hacen bien.  De la misma manera que no explica las dificultades de militar y las ventajas de delegar. La militancia reclama misioneros patológicos, que decía Lorca, y es más sencillo que compartas más cuanto menos sean los objetos de la militancia. Es prácticamente imposible que un partido convenza hoy al 100% ni a sus votantes ni a sus militantes. Y pertenecer a una organización que no te convence completamente es un problema que no se resuelve a los que no abrazan esa nostalgía militante que expresa Bernabé (y que seguramente ni él cumple).

Bernabé dice que los pobres se han hecho clase media aspiracional. Es un problema si eso te aliena, pero no lo es si eso te hace avanzar. Si él ha podido estudiar-como yo- seguramente es porque nuestros padres tenían esa aspiración de que sus hijos prosperaran más que ellos. Por ejemplo, yendo a la universidad. De lo contrario, estaríamos repitiendo la tontería de que los padres quieren que sus hijos vivan con sus mismas penurias en pisos de 40 metros cuadrados. Y si hay cerca un vertedero o una fábrica contaminante mejor. Más allá de la ironía, eso no se sostiene, y menos en un contexto, además, donde ya no existe una alternativa simbólica al sistema capitalista como cuando existía la URSS. ¿No obliga eso a ser, de alguna manera, reformistas? ¿No debiéramos preguntarnos cuánto reformismo puede lograr cambios revolucionarios?

Bienvenido este libro. Porque nos regaña por discutir mucho de la cabalgata de Reyes y menos de la deuda externa, por convertir la política en un producto que quiere agradar, en una marca que tiene que gustar aunque sea impostando la voz y acariciando a todo el mundo. Bienvenido porque deja claro el intento de blanquear ideas como "competitividad" o "egoísmo" escondidas en la defensa de las opciones sexuales, de los animales o de la igualdad de las mujeres. Seamos al tiempo cuidadosos porque su enunciación de los riesgos de la diversidad obligarían a llamar otra vez a Paco Frutos a que viniera a liderar la izquierda. En cualquier caso, de su discusión, sin duda, vamos a salir todos más listos. "Si quieres llevar a un tonto a la ruina -dice Nassim Taleb- dale información". Con tanta información debemos ser muy cuidadosos.

 

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Pablo Casado, Aznar, Le Pen y el Valle de los Caídos https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/07/21/pablo-casado-aznar-le-pen-y-el-valle-de-los-caidos/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/07/21/pablo-casado-aznar-le-pen-y-el-valle-de-los-caidos/#respond Sat, 21 Jul 2018 12:46:59 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=6935 alt --> ¿Es lógico que haya ganado Pablo Casado? La verdad es que es más comprensible que lógico. Si bien es cierto que todos los del PP forman parte del partido más corrupto de Europa, el de la ley mordaza, de la policía política, de la ruptura de la convivencia en España, Casado supone la lepenización de … Continuar leyendo "Pablo Casado, Aznar, Le Pen y el Valle de los Caídos"]]> Pablo Casado, Aznar, Le Pen y el Valle de los Caídos

¿Es lógico que haya ganado Pablo Casado? La verdad es que es más comprensible que lógico. Si bien es cierto que todos los del PP forman parte del partido más corrupto de Europa, el de la ley mordaza, de la policía política, de la ruptura de la convivencia en España, Casado supone la lepenización de la derecha española, en competencia con Rivera, que quería ser Macron pero se ha quedado en un candidato al extremismo aupado solo por las encuestas. Casado ha sido en la campaña el partido. Sáenz de Santamaría, el gobierno. Casado ha sido el que ha dado la cara en los momentos más infames del PP. Sáenz de Santamaría, la que tenía la lógica del poder. Ha ganado el que ha apostado por rehacer el aparato con el que, en seis años, disputar el poder. Casado ha apostado por la travesía del desierto. Seguramente porque sabe que con lo del máster y las convalidaciones es bastante probable que no sea el candidato en 2020.

Los partidos de gobierno son organizaciones que maximizan su utilidad, es decir, sus votos. Son partidos que tienen que sumar los apoyos suficientes como para gobernar y, al tiempo, deben mantener una cierta línea ideológica que les permitan orientar su comportamiento y orientar a los votantes. Con estas consideraciones, los compromisarios del PP debieran haber votado a Soraya Sáez de Santamaría por cuatro cosas: porque es el PP que ha gobernado y tiene la referencia de orden, porque es el PP que suma votos por el centro precisamente por haber gobernado, porque establecía una diferencia clara con Ciudadanos y Vox importante para mantener su propio perfil y porque, al ser mujer, abría una novedad que podía conectar con la emergencia del género en la discusión política (cuando Casado es un enemigo de las mujeres). Pero nada de esto ha funcionado. Un PP desmoralizado ha preferido romper con la idea de la corrupción de la etapa de Rajoy (aunque Casado está tan vinculado a la corrupción como Sáenz de Santamaría), ha cedido al subidón de las emociones, a un discurso de regeneración derechista y, sobre todo, a la reconstrucción generacional. Es verdad que Casado ha sido valiente en esa radicalización conservadora, pero eso siempre es más fácil cuando sabes que los medios se encargarán de limpiar las barbaridades que has dicho (por ejemplo, que retomará las ideas sobre el aborto que quiso convertir en ley Gallardón). ¿Pero es en verdad Casado el partido? No va a ser fácil. Cospedal, que ya tenía la navaja afilada, va a justar cuentas. La derecha fusila al amanecer.

Pablo Casado empieza una lucha a cuchillo contra el PSOE (como la que le hicieron a Zapatero), contra Ciudadanos y una reincorporación de Vox a las filas del PP. Podríamos pensar que a partir de hoy, Casado va a moderarse. Que se ha radicalizado para ganar el Congreso, pero que ahora se moderará para ganar el poder. Pero no es verdad. La competencia con Ciudadanos y Vox , la primacía de la lucha identitaria contra Catalunya y la propia ideología de Casado van a pesar. La lepenización del PP parece que va en serio. Los medios del establishment se han posicionado. Vuelve a perder El país y gana La Razón y OK Diario. Y todos han sido muy útiles en el blanqueamiento del PP.

El escenario es incierto. ¿Retirará el IBEX 35 el apoyo a Ciudadanos? Lo razonable es que los poderes económicos apuesten por la unidad y presionen en ese sentido. Pero los partidos son organizaciones con vida propia que no son tan moldeables. Rearticular a la derecha española va a necesitar tiempo. El PP ha demostrado en este congreso que ha mentido más que hablado. Mintieron sobre el número de afiliados, mintieron diciendo que eran un partido unido (¡Cómo insultaron a Podemos en Vistalegre y al PSOE que defenestró a Sánchez!), mintieron sobre su ideología, mintieron sobre apoyar a la lista más votada, mintieron sobre la democracia interna. Igual que mintieron sobre la corrupción, sobre los impuestos, sobre el respeto al derecho de huelga y de manifestación, sobre la defensa de la igualdad, sobre la defensa de la soberanía de España. Igual que Casado, que decía lo de las batallitas del abuelo, puede cerrar su discurso en el Congreso citando a Machado, que está en Colliure enterrado porque Franco lo hubiera fusilado en España. Casado, al que no le molesta el Valle de los Caídos.

Aznar, impulsado sobre todo por la falta de una mayoría absoluta en 1996, sacó al PP del franquismo duro y lo metió en el neoliberalismo (algo que ya había iniciado Felipe González en 1982). Fue también el momento de entender  la plurinacionalidad de España (Aznar hablaba catalán en privado, se llevaba bien con ETA y flirteaba con el PNV). La mayoría absoluta en la segunda legislatura regresó el ADN autoritario puro, la chulería, el españolismo rancio, la subordinación a los EEUU, el catolicismo en las instituciones y las escuelas, la corrupción. Eso es lo que promete regresar con Pablo Casado, en pugna en muchos de estos aspectos con Ciudadanos.

La victoria de Pablo Casado nos obliga a todos a estar alertas. España ha dado un paso de gigante en la incorporación de España al auge de la derecha autoritaria europea. El PSOE de Sánchez no puede dejarse amedrentar por las bravuconadas que vienen desde el PP. Y Podemos tiene que definir con claridad su apuesta por una España moderna, su principal talón de Aquiles, porque es la fuerza política que va a tener la obligación de pararle los pies a esa derechización de la política española.

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México: freno a la derecha en América Latina https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/07/04/mexico-freno-a-la-derecha-en-america-latina/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/07/04/mexico-freno-a-la-derecha-en-america-latina/#respond Wed, 04 Jul 2018 10:22:06 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=6924 alt --> Andrés Manuel López Obrador, el Peje, AMLO, ha ganado de calle las elecciones en México. Y nunca mejor dicho de calle, porque de pantalla o de chequera tenían que haber ganado otros. En México, en un país donde parecía que la esperanza había desesperado. Donde zonas enteras del país están signadas por el narcotráfico y … Continuar leyendo "México: freno a la derecha en América Latina"]]> México: freno a la derecha en América Latina

Andrés Manuel López Obrador, el Peje, AMLO, ha ganado de calle las elecciones en México. Y nunca mejor dicho de calle, porque de pantalla o de chequera tenían que haber ganado otros. En México, en un país donde parecía que la esperanza había desesperado. Donde zonas enteras del país están signadas por el narcotráfico y la violencia, donde las desigualdades no duelen al 1% y el 99% sabe que les han engañado demasiadas veces, donde las mujeres, que son la mitad del cielo, viven un infierno que emparenta a México con la palabra "feminicidio". En un país que tiene justo pegado al Norte la posibilidad de prosperar y también la posibilidad de perecer en el desierto, de ser detenido o disparado por dementes con rifle, de ser esclavizado por mafias, de ser separado de tus padres para que tu llanto se incorpore a la historia de la infamia de la humanidad.

Ha ganado López Obrador la Presidencia del Gobierno y también las cámaras, abriéndose la posibilidad de que ese 50% de México pobre y abandonado tenga,después de ochenta años, un Presidente que apueste por los humildes. AMLO  ha dicho desde el fondo de su alma que "primero, los pobres". Un presidente que cree en la soberanía nacional y no va a dejar que se repitan las payasadas de Peña Nieto dejándose humillar por el jefe de los payasos que gobierna en Washington.

Un Presidente de México que devuelve al país al concierto internacional y que precisamente por eso vuelve a mirar al Sur. Justo en el momento en el que los países que ganaron la década en el continente están exhaustos. Le corresponde a México enarbolar la bandera de la izquierda y frenar la ofensiva que mercenarios como el responsable de la OEA, Almagro, o de enemigos de la paz como el uribista Presidente de Colombia Duque, tienen puesta en marcha de la mano de Trump (apoyados ayer por Rajoy y la monarquía española). López Obrador va a contar con un nuevo Gobierno en España que va a cambiar claramente el rumbo. Porque la alternativa son más pobres y más exiliados. Por eso ha vuelto a sonreír ese pueblo.

Lula ha sido encarcelado sin pruebas. Dilma Rouseff fue destituida por un Parlamento de imputados. Rafael Correa está siendo perseguido judicialmente igualmente sin pruebas para intentar cortar su apoyo popular. A Petro le intentaron encarcelar con mentiras, además de robarle cualquier posibilidad de supervivencia económica. A Maduro le aprueban los organismo internacionales un bloqueo económico y de cuentas. En Perú cambian las reglas electorales para dejar fuera a Verónica Guzmán. Jueces venales quieren enjuiciar a Cristina Fernández en Argentina. Y así. ¿Qué está pasando con la democracia en América Latina? Parece claro que después del fiasco de Oriente Medio, los Estados Unidos han regresado a su "patio trasero". Con el loco de Trump la cosa se agrava. Vamos a ver una guerra mediática durísima para intentar justificar el encarcelamiento de toda la izquierda en el continente. Le correspende a México y a España luchar a favor de la democracia y frenar ese deterioro.

Este domingo el Zócalo de Ciudad de México vibró de esperanza y recordé con ese pueblo mexicano a Neruda:

Yo conocí a Bolívar una mañana larga,
en Madrid, en la boca del Quinto Regimiento,
Padre, le dije, eres o no eres o quién eres?
Y mirando el Cuartel de la Montaña, dijo:
"Despierto cada cien años cuando despierta el pueblo".

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¡Por fin México! https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/07/01/por-fin-mexico/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/07/01/por-fin-mexico/#respond Sun, 01 Jul 2018 16:13:37 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=6908 alt --> Las élites llevan decenios robándose México. Andrés Manuel López Obrador, AMLO como le llama su pueblo, es un hombre ajeno a las élites. México es un país profundamente elitista atravesado hoy por la violencia y la corrupción. Un país donde las mafias han matado sin pudor cuando han visto peligrar sus privilegios. Y que no … Continuar leyendo "¡Por fin México!"]]> ¡Por fin México!
Las élites llevan decenios robándose México. Andrés Manuel López Obrador, AMLO como le llama su pueblo, es un hombre ajeno a las élites.

México es un país profundamente elitista atravesado hoy por la violencia y la corrupción. Un país donde las mafias han matado sin pudor cuando han visto peligrar sus privilegios. Y que no ha querido o no ha sabido imponer al Estado por encima de esas mafias de los cárteles. Las élites en México han manipulado invariablemente los resultados electorales. Al actual Presidente, Peña Nieto, le descubrieron un entramado de compra de votos. Pero el Estado mexicano fue construido por el PRI y su sesgo está marcado por todos los rincones. De ahí la impunidad histórica del robo electoral.

México se emocionó con la victoria de Cárdenas en 1988, con el levantamiento zapatista y los Acuerdos de San Andrés de 1996, con el fin del gobierno del PRI -y la victoria del PAN- en 2000, con las elecciones quebradas en 2006 y 2012, con el movimiento de Javier Sicilia y su hijo asesinado, con el YoSoy132, con Ayotzinapa y los estudiantes ruralistas asesinados. Demasiadas energías utópicas defraudadas. No sé si este pueblo soportaría otro fraude. Tampoco la comunidad internacional.

La relación de López Obrador con los humildes no es como la de esos líderes de consultoría a los que la pobreza solo les resulta tolerable en una exposición de fotos de Salgado. López Obrador sabe lo que es caerse y levantarse, como hace el pueblo, ese que no tiene "coachers" ni pueda filosofar mucho al respecto. López Obrador viene de abajo y sabe cómo se las gastan los de arriba. Por eso su partido, Morena, tiene mucho de movimiento. Porque es esa condición de movimiento el que permite colocar a 600.000 activistas que vigilen este domingo que no vuelvan a robar las elecciones como pasó, cuando menos, en 1988 y 2006. Esa condición de movimiento, junto con la integridad de López Obrador, son las mejores garantías de cambio en un país guiado por el "si algo se puede comprar es barato".

Durante muchos años los políticos mexicanos han estado intentando quitarse entre ellos votos de ese 50% que votaba. ¿Qué pasaba con ese otro 50% que no lo hacía? La victoria histórica que prometen las encuestas tendrá mucho que ver con que, por vez primera, va a aumentar mucho la participación. La polarización política ha sido una estrategia correcta. López Obrador lleva años recorriendo México, cada rincón, bastándole que hubiera una docena de personas interesadas para que le mereciera la pena hacer mil kilómetros. No es verdad que todo sea la televisión. La gente de México ha podido ver la honestidad, la sobriedad y la firmeza de López Obrador cara a cara en las calles y plazas del país.

López Obrador tiene olfato político y hace cierto eso de que la política es un arte. Un arte que dibuja cuándo te tienes que ir de un partido (el PRD, convertido en una caricatura), cuándo tienes que fundar otro, cuando tienes que decir que no y cuándo tienes que negociar con los que son capaces de fundir tus alas y hacer que te estrelles contra el suelo. Un arte, porque una ciencia no es. Ese olfato le ha ayudado a no tirar la toalla cuando le decían que se le había pasado su tiempo (y así parecía), cuando apostaba por ser él mismo cuando su entorno le decía que lo fuera menos (y sus frases contundentes así lo recomendaban), cuando decidía ser muy firme en sus principios como la posibilidad de ser flexible en las formas en un país donde la promiscuidad política hace inocente a una bacanal convocada por faunos experimentados en el bosque más tupido en el solsticio de verano. López Obrador está reinventándo la política en México y convirtiendo la antítesis en una posibilidad de gobernar un mundo que está perdiendo el oremus con la insania de Trump incendiando el mundo. Pero la tesis siempre forma parte de la síntesis y eso está lleno de riesgos.

En tiempos de incertidumbre, esos donde lo viejo se empeña en no llegar y lo nuevo aún es virtual, los liderazgos son los catalizadores necesarios para construir un pueblo que se entienda a sí mismo en esa voluntad de cambio. Pero los liderazgos heredan los Estados, con todos sus sesgos, sus cargas, sus funcionarios, sus leyes, sus ramificaciones en la sociedad civil, sus problemas históricos, y con toda la capacidad que tienen los políticos del régimen de poner palos en las ruedas a cualquier cambio incluso cuando están fuera del Estado. Porque aún siendo bastante probable que López Obrador gane el Gobierno, eso no significa que gane el poder. En un país, además, tan lejos de Dios y tan cerca del Muro que quiere construir Donald Trump.

Llegar a la política con el plan de no robar libera muchos recursos para invertir en el pueblo (ahí está el ayuntamiento de Madrid liderado por Podemos: más de mil millones anuales de superávit en los últimos tres años). Pero para eso necesitas rodearte de gente que ni se le pase por la cabeza meter la mano en el cajón. El entorno más cercano de López Obrador tiene un compromiso político con las mayorías, tan alejado de la política como negocio, que refuerza esa idea de gabinete con capacidad de luchar contra la corrupción -tan vinculada a las privatizaciones- y hacer de la austeridad de los políticos la condición de una vida mejor para los mexicanos.

Los complicados equilibrios políticos en México han echado por tierra cualquier análisis de las coaliciones en términos de ideología. Con López Obrador está la izquierda del PTE y la derecha del PES; el PRI presenta como candidato a la presidencia a una persona que no es del PRI, lo que demuestra poca confianza en ellos mismos; la derecha del PAN se presenta en alianza con la izquierda clásica del PRD. Los políticos clásicos mexicanos han demostrado su capacidad superviviente y, como el aceite en el agua, permanecen siempre arriba primando sus intereses sobre cualquier proyecto. De ahí que la capacidad de travestismo de los políticos del PRI y del PAN, capaces de irse a donde sea con tal de mantener su privilegio, chocará con las exigencias izquierdistas del pueblo que ha construido la ilusión del cambio, ¿hay manera humana de conciliar todas estas aristas?

México entra en Transición (lejos de cualquier maximalismo económico, lo que demuestra mucha inteligencia por parte de López Obrador) y sería bueno que tomara nota de los errores de la Transición española, esa que con tanta arrogancia se vendió en América Latina con el fin de que fueran las élites, sin participación del pueblo, las que protagonizaran un cambio con grandes dosis de gatopardismo en lo sustancial. Andrés Manuel López Obrador es un hombre honesto y práctico que, muy probablemente, se va a enfadar cuando quiera cambiar cosas y algunos no quieran dejarle. El neoliberalismo es un sentido común que beneficia a una mafia muy poderosa. Esa mafia va a presionar con sus infinitas herramientas si se ve en peligro.

Ahí será verdad entonces que solo el pueblo salva al pueblo. La ruptura del aislamiento de México respecto de América Latina es otro de los grandes logros de AMLO. América Latina espera a México y México es una bisagra entre EEUU y el Sur que va a multiplicar su fuerza cuando regrese a liderar el continente.

Las mujeres siguen siendo un sujeto político a la espera (llama la atención que en varios libros que acaban de salir sobre los problemas de México, las mujeres, sometidas a una tensión patriarcal con maneras esclavistas en el país, sean las grandes ausentes). Sin embargo, en la primera línea que acompaña a López Obrador hay mujeres que forman parte de los mejores cuadros políticos de toda América Latina. Morena, el partido movimiento que sostiene este proyecto, sabe que no puede perder el contacto con la calle, con los movimientos sociales, con el feminismo, con el sindicalismo democrático. Morena, que tiene nombre de mujer, es el instrumento del cambio y ha aprendido del error que supone sacrificar el partido y el movimiento por el peso y la urgencia de lo institucional.

López Obrador es el catalizador de la energía de este pueblo que vuelve a creer. Será el pueblo consciente y organizado quien, con ese liderazgo, hará posible el cambio en México. Es por eso que, por vez primera en décadas, el mundo está esperando que López Obrador gobierno México y líderes de todo el mundo han expresado el convencimiento de su victoria. El nuevo gobierno de Sánchez en España, apoyado por Unidos Podemos, marca también una nueva relación que promete ser virtuosa. Una advertencia igualmente a los que puedan estar pensando en otro fraude electoral (que difícilmente querrá cambiar el signo de la presidencia pero que intentará hacer trampas en las cámaras para dificultar la tarea al nuevo Presidene).

López Obrador va a marcar el rumbo. Los puertos, como siempre que la travesía es larga, los tiene que abrir la gente. Votar este domingo es el primer paso. Luego queda casi todo. Por fin México.

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Hablar feminista en la intimidad https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/06/27/hablar-feminista-en-la-intimidad/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/06/27/hablar-feminista-en-la-intimidad/#respond Wed, 27 Jun 2018 09:51:22 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=6899 alt --> Con España no van a acabar ni los independentistas ni los que llevan los calzoncillos con la bandera roja y amarilla. Con España va a acabar la falta de niños. En España muere más gente que nace. Y eso es el fin de un país. La quiebra demográfica vacía los pueblos, cierra escuelas y ambulatorios, … Continuar leyendo "Hablar feminista en la intimidad"]]> Hablar feminista en la intimidad

Con España no van a acabar ni los independentistas ni los que llevan los calzoncillos con la bandera roja y amarilla. Con España va a acabar la falta de niños.

En España muere más gente que nace. Y eso es el fin de un país. La quiebra demográfica vacía los pueblos, cierra escuelas y ambulatorios, rompe el equilibrio presupuestario, abandona los campos, no renueva las miradas, vacía universidades, deja de inyectar novedad en el trabajo, en el cine, en la literatura, en la tecnología. Convierte a los países en reliquias y las reliquias terminan llenas de polvo.

El Congreso ha aprobado una proposición de ley sobre permisos de paternidad masculinos y femeninos intransferibles de 16 semanas para cada conyuge. Está lejos de otros países, pero es un avance. Y que lo hayan votado el PP y Ciudadanos es una señal de la fuerza de la "revolución feminista". Es evidente que deben ser intransferibles porque es la única manera de que sean los hombres también los que se encarguen de la crianza, y no solamente las mujeres. Porque argumentos para que sigan haciéndolo las mujeres, habrá mil (y no será el menor el de que los hombres ganan más y es preferible que sean ellas quienes pierdan el trabajo). Quien no lo entienda como una cuestión de igualdad y, por tanto, de dignidad, que lo entienda al menos como la única forma de que la natalidad crezca.

Hoy también se presenta una propuesta a favor de la eutanasia, de Tanatos, muerte, y eu prefijo que significa bueno. La buena muerte. La que escojamos nosotros. Hubo un tiempo en donde Dios dictaba a sus albaceas en la tierra quién debía morir y cuándo. Cuando le vino bien, pactó con el Estado, a quien le prestó el derecho de matar y dictó que nos prohibiera disponer de nuestra propia vida. Le hemos pedido a Dios y al Estado que nos devuelvan el derecho que tenemos a decidir cuál es ese momento en donde vivir puede ya no merecer la pena.

La revolución de las mujeres está cambiando el orden tradicional de las cosas. Los mismos que impedían que nacieran niños porque odian a las mujeres eran los que impedían la eutanasia porque odian la vida buena. Pero hay una fuerza, en nombre de la vida, que está logrando hasta que en el PP y en Ciudadanos se hable feminismo en la intimidad. Un logro mágico.

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Que Dios te otorgue el doble de lo que me deseas https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/06/26/que-dios-te-otorgue-el-doble-de-lo-que-me-deseas/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/06/26/que-dios-te-otorgue-el-doble-de-lo-que-me-deseas/#respond Tue, 26 Jun 2018 18:23:08 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=6894 alt --> Que Dios te otorgue el doble de lo que me deseas. Así reza en muchos autobuses de Caracas. Los autobuses en el Caribe te llevan a cualquier parte porque los trenes los quitaron cuando lo dictaron así quienes trabajaban para los dueños de los camiones. El tren siempre lleva a alguna parte mientras que las … Continuar leyendo "Que Dios te otorgue el doble de lo que me deseas"]]> Que Dios te otorgue el doble de lo que me deseas

Que Dios te otorgue el doble de lo que me deseas. Así reza en muchos autobuses de Caracas. Los autobuses en el Caribe te llevan a cualquier parte porque los trenes los quitaron cuando lo dictaron así quienes trabajaban para los dueños de los camiones. El tren siempre lleva a alguna parte mientras que las naves podían encallar en mitad de la nada. Una parte importante de las grandes obras de la literatura occidental son un viaje, un viaje de conquista como en las sagas, de regreso a casa como en la Odisea, un viaje para buscar el mal que tenía nombre de ballena, un viaje desde la locura a la lucidez como en el Quijote, también hacia el Calvario como en los Evangelios o en Luces de Bohemia o hacia las primeras decisiones como en Grandes Esperanzas. La vida, de hecho, es un éxodo donde pasas obstáculos y vas creciendo camino de volver a la tierra.

Los viajes forman parte del ser humano. Nos hicimos humanos viajando. Salimos de África de viaje. Planear un viaje muchas veces es la parte más alegre de todo ese proceso. Porque no viaja todo el mundo igual y no es lo mismo viajar a un sitio donde te ponen una pulsera en la muñeca que te da vía a barra libre de daiquiris que vender todo lo que tienes para ponerte en manos de mafias y de un mar que nunca sabe que te ahoga.

Viajar cuando huyes de la guerra, de las sequías, del hambre es otra cosa y el plan del viaje es tan triste como el viaje. En una Europa sin ideas, sin alternativas económicas, con un deterioro salarial evidente, partidos sin ideas usan a los inmigrantes para canalizar el descontento. Los inmigrantes parecen diferentes a nosotros y son el blanco más sencillo para dirigir la ira.

Cuando tu única idea es la de la patria en peligro, eres un pozo sin fondo de ira y los argumentos te van a dar lo mismo. Sabes que una inmigrante concreta, a la que le conoces el nombre, es la que cuida a tus padres ancianos, pero se te llena la boca de insultos a los inmigrantes abstractos de los que dices que ponen la patria en peligro y te hacen sentirte útil porque eres de aquí y ellos no y ya tienes una misión en el mundo que te tranquiliza y te da un lugar.

Los Ministros del Interior se están convirtiendo en los grandes gestores de la política nacional. Como señores del bien y del mal, deciden quién muere en altamar y quién encuentra un puerto abierto donde ser sujeto de eso que llamamos derechos humanos. Europa, que nació a la democracia dando refugio en la Grecia clásica (Las suplicantes, de Esquilo), hoy está convirtiéndose en un sitio odioso donde cosas que parecían imposibles, vuelven a ser posibles. Regresarán los trabajos forzados, los castigos corporales, las ejecuciones públicas. Obvio es que los presos que van a trabajar no se apellidan Urdangarín. Europa va marcha atrás. Y todo habrá empezado porque pensando que no tiene nada que ver contigo, empezaste a negar los derechos humanos a los inmigrantes.

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¿Qué más tiene que pasar, justicia? https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/06/22/que-mas-tiene-que-pasar-justicia/ https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/06/22/que-mas-tiene-que-pasar-justicia/#respond Fri, 22 Jun 2018 08:17:41 +0000 http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/?p=6885 alt --> Uno de los miembros de la manada, Antonio Manuel Guerrero, guardia civil, publicó una carta desde la cárcel. En ella le daba las gracias a forocoches y burbuja.info por "no dejarse llevar por el rebaño". Esos foros que publicaron la foto y el nombre de la víctima, su DNI, su dirección, lo más amable que … Continuar leyendo "¿Qué más tiene que pasar, justicia?"]]> ¿Qué más tiene que pasar, justicia?

Uno de los miembros de la manada, Antonio Manuel Guerrero, guardia civil, publicó una carta desde la cárcel. En ella le daba las gracias a forocoches y burbuja.info por "no dejarse llevar por el rebaño". Esos foros que publicaron la foto y el nombre de la víctima, su DNI, su dirección, lo más amable que le llamaron fue zorra, puta y malnacida. Era responsable de lo mal que lo estaban pasando los de la manada. Esa horda -la verdadera jauría- están ahí ahora para ayudar a sus héroes. Los magistrados de Navarra están armando un ejército de odiadores.

Este tipo, cuyo comportamiento describió el auto como el de un violador, dice en esa carta que nos arrepentiremos por haber apoyado el #yositecreo. Este tipo, que sabe manejar armas, dice en su carta que la víctima consintió y se ríe de quien no lo vea como él. "¿De verdad alguien se creerá que cuando tienes el pene en la mano fue porque te tropezaste y te agarraste para no caerte?". Qué miedo imaginarle de uniforme. Este tipo, que no honra a la guardia civil, se atreve en esa carta también a encarar a la víctima: ¡Acláranos si entraste a la fuerza o a fumarte un porro! ¡Acláranos si eran 4 o 5! Y le dice que ella, frente a cinco monstruos, en un portal sin salida, "en ningún momento dice que no". A este tipo, la Audiencia de Navarra lo ha soltado, junto con sus compinches, porque ha sobrepasado la prisión provisional que les corresponde a la espera de la sentencia firme. Los jueces han entendido que no concurren circunstancias para dejarles en prisión. Ni siquiera al energúmeno éste, pese a que hoy, esta noche, cientos de miles de mujeres tienen un poco más de miedo que ayer por esa decisión.

Cuando defendemos las garantías procesales las defendemos contra el poder. Estamos en un Estado de derecho capitalista, colonial y patriarcal que, principalmente, garantiza la propiedad privada, a los blancos y a los hombres, pero que también, porque le hemos obligado, tiene que ser garantista. Pero a esas garantías se les han quedado los tiempos viejos y  benefician, como hoy, a monstruos. No es momento de quedarse en el sillón lamentándonos. Es esencial salir a las calles, no para doblarle el brazo a los jueces, que si se equivocan tendrán su momento procesal, sino porque lo que están mal son unas leyes y un régimen patriarcal que permiten que lo que describes como una violación luego no sea sentenciado como una agresión sexual. Y porque de tres jueces deliberando sólo dos se han dado cuenta de lo que está pasando. Lo que no miras no lo ves. Urge la formación en género en la judicatura.

La carta de este energúmeno coloca a la víctima en una situación de daño potencial, además de repetirle el daño. Pero, de momento, los jueces no lo han visto así. Cuesta trabajo entenderlo. La presunción de inocencia debe existir hasta que haya sentencia firme y la prisión provisional es una herramienta excepcional. Pero es que en este caso podríamos entender que se hubiera aplicado. Porque nos resulta fácil imaginar que esta gente pueda volver a reiterar sus comportamientos delictivos y alguno de ellos, además, no muestra el más mínimo arrepentimiento. ¿Que la gente conoce su cara? Se habrán quedado extenuados los jueces con el razonamiento. Así que si alguno de estos cafres viola una mujer, poco menos que la culpa es de ellas por no haber memorizado sus rostros.

La prisión provisional "no puede ser una pena anticipada" y la existencia de recursos, las dobles instancias y todas las garantías del derecho son instrumentos contra el poder. Lo hemos defendido cada vez que se ha abusado de la legislación antiterrorista o se ha aplicado la nauseabunda ley mordaza. Pero entendiendo que la indignación y la rabia no pueden sustituir al derecho es muy difícil asumir que el derecho sirva de una manera tan clara hoy para defender no a los débiles sino a los poderosos: cinco violadores que agredieron sexualmente a una mujer.

Poco serán los que no deseen que llegue pronto esa sentencia definitiva y pocos serán los que leyeron el relato inhumano que no esperen que esa sentencia sea condenatoria. Hubiéramos entendido mucho mejor que se aplicaran medidas que mantuvieran a los que nos estremecieron con su brutalidad en la cárcel. Para que en estos Sanfermines los que jalearon a la Manada no se sientan impunes. Queda mucho por cambiar y la indignación tiene que oírse muy alto porque el patriarcado está escrito muy profundo en nuestra sociedad. Si no entendemos a la justicia es que algo no funciona en nuestra democracia.

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