Sobre este blog

Cuando algo es necesario e imposible, decía un maestro, es necesario inventar una nueva dimensión. Y para no perder las referencias esenciales, hay que regresar la mirada hacia lo esencial. Para disparatarlo todo más y también para intentar buscar ángulos más sensatos. Esos que, a menudo, están de lado y no se terminan de ver a simple vista. Y así ayudarnos con otras y otros que andan igualmente en este empeño. Buscando hacer crecer un olivo -mediterráneo -y una mata de mango -suramericana- más reflexivos, más alegres, más emancipadores.

Comiendo tierra, porque hay demasiada gente por el suelo. Porque el sistema se hunde y quiere arrastrar a su abismo. Comiendo tierra porque si acaso somos polvo, no hay muchas ganas de volver al polvo. Comiendo tierra para que nadie pueda comprarnos, sobornarnos, engalanarnos, disfrazarnos. Comiendo tierra para apostar por los que tienen los pies en el suelo y más abajo, y por que esos son los que pueden volar más alto.

Comiendo tierra porque si somos polvo es porque venimos de arar con nuestras manos, de muy lejos, con demasiada generosidad detrás como para que ahora se nos olvide.