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¿Cuál es el estado de salud de internet?

Mozilla ha iniciado un nuevo proyecto open-source con el que pretende determinar el estado de salud de internet. El objetivo es saber cuán abierta es la red conjugando para ello información desde cinco perspectivas diferentes.

Mark Surman, director ejectuvio de la Fundación Mozilla, se pregunta en una carta abierta "cuando Mark Zuckerberg de Facebook aparece en la portada de The Economist retratado como un emperador romano, ¿internet se está dividiendo en grandes imperios que monopolizan las actividades de todos los días como búsqueda, conversaciones con amigos o compras?".  Surman duda de que realmente internet puede ser abierta y descentralizada.

A continuación presentamos los cinco puntos analizados por este proyecto de Mozilla:

Innovación abierta

HTML o JavaScript son normas básicas de la web que se han convertido en una suerte de mecano de construcción para la humanidad. El lado positivo viene por el hecho de que existen más de 1.100 millones de sitios web y cada segundo aparecen nuevos, recibiendo el mismo trato de internet.

A ello se suma que existan unos 1.000 millones de trabajos con licencia de propiedad intelectual Creative Commons, que animan a reutilizar sus textos, fotos e, incluso, música. En cuanto a Linux, además de que muchos gobiernos (India, Reino Unido, EEUU...) apuestan decididamente por él, la inmensa mayoría de los servidores web lo ejecutan.

Sin embargo, el trabajo destaca que algunas de las leyes de propiedad intelectual se han quedado obsoletas y las novedades son negociadas con demasiada frecuencia a puerta cerrada (TTIP, por ejemplo). A ello se suma que continúan los enlaces de artículos sin permiso o que el software DRM (Gestión de Derechos Digitales) es tan restrictivo que, incluso, impide hacer ciertos usos legítimos del material adquirido.

Otra mala noticia es que el mundo del Internet de las Cosas está volviendo a imponer el software patentado y, con ello, la interoperabilidad, en lugar de apostar por el software libre.

Inclusión digital

En la actualidad, más de 3.000 millones de personas están en línea. Además, hay más usuarios de internet en economías emergentes que en economías desarrolladas. En ese sentido, los teléfonos móviles han sido determinantes para disparar esa diversidad de voces en la red.

Sin embargo, en este espacio también se da la desigualdad, y no sólo en los países menos prósperos es más complicado acceder a internet, sino que las mujeres tardan más en lanzarse al ciberespacio. Es importante destacar la necesidad de incrementar e incentivar la creación de contenido local.

En cuanto a la libertad por parte de los Gobiernos, las cifras hablan por sí solas: sólo en 2016 hubo 51 bloqueos internacionales en 18 países, según AccessNow.

Descentralización

¿Se están poniendo puertas al campo? Que exista más de 1.000 millones de sitios web es fruto del sistema descentralizado de nombres de dominio (DNS), de los cuales alrededor del 27% funcionan con WordPress (sistema de administración de contenido de código abierto).

Sin embargo, países, como sucede en la Unión Europea (UE) tratan de cercenar la neutralidad de internet lo que, unido a que empresas como Facebook, Google, Apple, Tencent, AliBaaba y Amazon sean las grandes dominadoras de la red, no favorece a la descentralización, que debería materializarse en el gobierno de muchos.

Privacidad y seguridad

Tras las revelaciones que en 2013 hizo Edward Snowden, ¿qué podemos decir? Cuanto más crezca esa Internet de las Cosas, en la que se conecten a internet coches, neveras, juguetes, monitores para bebé, contadores inteligentes... se multiplican exponencialmente las puertas de entrada para quienes quieren violar nuestra privacidad o nuestra seguridad.

En noviembre del año pasado, el malware Mirai infectó a más de 100.000 dispositivos, entre los que había cámaras web y monitores de bebé, coordinándolos para ejecutar un ataque de denegación de servicio (DDOS). Otro ejemplo es el incremento de los casos de ransomware.

Asimismo, y con ejemplos claros como Yahoo!, millones de cuentas de internet pueden quedar comprometidas sin que nos enteremos de ello hasta pasados varios años. Resulta crucial, además, favorecer el derecho al olvido cuando uno quiere borrar sus perfiles del ciberespacio.

Alfabetización digital

Existe una tendencia a ir incluyendo la escritura de código y saber programar en el currículo académico, algo sobre lo que no todo el mundo está de acuerdo. Más allá de conocer esa codificación básica, sí es importante que las personas conozcan los funcionamientos básicos de la red, que sepan verificar las fuentes para no dar por auténticas noticias falsas.

Incluso en los países con madurez en internet, los más jóvenes continúan sin distinguir el contenido promocional de noticias o los anuncios en los resultados de sus búsquedas. Esto requiere de cierta formación y, por supuesto, de un cambio en la manera de presentar la información.

El proyecto de Mozilla concluye que la alfabetización digital es más que codificar, así como que Gobiernos, el mundo de la Educación y, por supuesto, los padres y madres deben defender esa alfabetización digital.

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