La preguntadora

Ya no es lo que era

¡Cómo está España! ¿Manifestarse no era cosa de pobres? ¿De jipis? ¿De desesperados que no tenían cómo hacerse oír? Pues ya no. Desde que los otros se dieron cuenta de que las manifestaciones contra la dichosa guerra de Irak les hicieron mucho daño, se han hecho con la calle -que no con el gobierno- como premio de consolación. Y me parece fenomenal; el mundo al revés enriquece a nuestra sociedad.  

El problema es que ahora manifestarse ha dejado de tener un propósito concreto, con el que todos los manifestantes estén de acuerdo, y se ha convertido en una fiezta. Están los domingos en el campo en familia y también los de gritar contra Zp, sea cual sea la consigna.  

En la del domingo lo pasaron fenomenal. Además, el merchandising rojo con corazones era superbonito y a los niños les encantó. En total, no sé cuantos fueron; de 10.000 a 500.000 no sé con qué número me quedo. Lo que sí sé, es que la mayoría no sabía contra qué se estaba manifestando. ¿Contra el aborto? O sea: ¿contra todos los gobiernos que no lo han derogado, desde que el Constitucional lo avalara en 1985? ¿Sabrán que la nueva ley haría que la que hay sea menos hipócrita?  

Hasta ahora (con Aznar también) la que quería abortar lo hacía mintiendo y tirando de Visa en clínica privada. Sólo el 2% lo hizo en una pública -se ve que a los médicos sin talonario les cuesta más falsear el peligro para la salud síquica de la mujer-.  

Normalicemos la situación o ¿es que quieren que abortar, sin peligro legal ni físico, siga siendo sólo cosa de ricos? Y ya puestos a pedir, manifestémonos con propósitos claros que, si no, cuando lo hagamos por algo, dejarán de hacernos caso.  

 

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