Luna Miguel

Imserso rules

INSERSO RULES

Ya está bien de que los viejos del mundo se pasen la vida en los banquitos de la plaza. Que trabajen, joder, que trabajen. ¿Qué es eso de jubilarse a los sesenta y cinco? Cuánto me avergüenzo de ti, abuela: con lo buena mujer y profesora que eras y ahora estás ahí, malgastando tu tiempo, haciendo como que descansas. Si trabajaste durante más de cuarenta años ¿qué te impide hacerlo otros diez? ¿No te das cuenta de que los jóvenes somos unos desganados que jamás vamos a querer ocupar tu plaza? ¿No os dais cuenta, sesentones vagos, de que entre carreras, Erasmus, posgrados e híper-alargadas-y-pesadas-formaciones-profesionales, no habremos terminado los estudios ni cuando tengamos vuestra edad?Sólo vosotros controlaréis el devenir del mundo. O eso queremos nosotros, los políticos más previsores. Queremos presidentes octogenarios. Queremos panaderos y camioneros arrugados, diabéticos y con ceguera. Queremos profesores que se comporten como señores, tan respetables, con bastón para pegarnos en la cabeza a quienes no les atendamos.Imserso rules. Yeah. Pasodobles en el autobús (se acabó Kiss FM). Hans Topo el conductor. Muerte a los Ni Ni. Viva lo senil. "Hijita querida, cuida tú a mi nieto que yo esta tarde tengo reunión de empresa y no le puedo llevar al parque". Geriátricos deshabitados: porque cuanto más trabajemos menos tiempo para enfermar nos quedará. El mundo al revés. Ancianos grafiteros en patines. Los gamberros de la boina. Trabajar hasta el fin de nuestros días. Y agradezcamos esta maravillosa medida. Y recemos al señor por llegar a los cien años, para, quién sabe, poder tener entonces un poquito de paz; una pensión digna.

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