Expedición Malaspina

Cantera de investigadores

FIDEL ECHEVARRÍA

Desde hace pocos días el proyecto Malaspina 2010 tiene en marcha un segundo buque, tal como sucediera en la expedición original que ahora rememoramos. En aquella expedición de finales del XVIII fueron las corbetas Descubierta y Atrevida las que partieron del puerto de Cádiz para navegar por medio mundo durante casi 5 años. En la actual, tenemos al Hespérides a punto de culminar la segunda etapa después de cruzar el Atlántico Sur desde Brasil a Suráfrica, y ahora se ha sumado el buque Sarmiento de Gamboa cruzando en una imagen especular el Atlántico Norte desde Canarias al Caribe.

Una constante a bordo de los dos buques es la presencia de un colectivo muy importante de estudiantes. De hecho casi la mitad de las plazas de científicos está ocupada por estudiantes en formación que están realizando sus tesis de máster o sus tesis doctorales en alguno de los aspectos que se investigan en este proyecto. Se trata de un esfuerzo formativo muy importante, en el que nos hemos propuesto formar a una nueva generación de investigadores marinos con una visión interdisciplinar del océano. Aquí en el Hespérides en esta segunda etapa tenemos a bordo a 14 estudiantes de distintos niveles, desde los más inexpertos estudiantes de máster hasta estudiantes de doctorado que están en fases más avanzadas y con un mayor nivel de experiencia.

Los estudiantes de máster tienen que presentar su proyecto de investigación en un plazo más corto, y por eso se les han planteado objetivos menos ambiciosos que puedan resolver a una escala de meses. En general, tendrán que defender sus tesis de máster a finales de este año 2011. Se trata de alumnos que cursan sus estudios de oceanografía en alguna de las 5 Universidades que se han consorciado en el marco de este proyecto: la Universidad de Cádiz que es la responsable de la iniciativa, y junto a ella las universidades de Las Palmas de Gran Canaria, Oviedo, Barcelona y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Se ha invitado a 15 alumnos de máster, 3 de cada una de estas 5 Universidades, a las campañas a bordo del Hespérides y el Sarmiento de Gamboa. Para completar este esfuerzo de formación, vamos a utilizar el viaje de vuelta del buque Sarmiento de Gamboa, que en principio volvía de vacío desde la República Dominicana hasta su base en Vigo, para embarcar a 15 alumnos más (otros 3 por universidad) en un tránsito dedicado exclusivamente a la formación. Hemos llamado "Buque Escuela de Oceanografía" a esta iniciativa en la que 5 profesores y 15 alumnos convivirán durante 19 días, 5 más que lo que hubiese sido el tránsito original, realizando investigación a bordo, usando las mismas metodologías e instrumentación que en el transecto de ida.

También hay aproximadamente 30 estudiantes de doctorado que van a trabajar en sus tesis doctorales utilizando muestras obtenidas en esta campaña. Aquí la heterogeneidad es mucho mayor, son estudiantes que han obtenido becas de distintas agencias financiadoras incluyendo el ministerio de Ciencia e Innovación, comunidades autónomas, fundaciones como la fundación BBVA que financia 5 becas de doctorado en este proyecto, e incluso becas financiadas por otros gobiernos, y es que participan en este bloque de formación algunos estudiantes extranjeros. Sólo en esta segunda etapa de la campaña del Hespérides tenemos a bordo a una estudiante canadiense, una portuguesa, un francés y dos chilenos.

Los estudiantes dan vida al barco, a la campaña y al proyecto. Son casi 60 jóvenes con inquietudes, alejados del tópico que sitúa a la juventud actual en la indolencia y el pasotismo. Tienen la oportunidad de compartir el espacio reducido de un barco oceanográfico con algunos de los mejores investigadores en ciencias marinas de España, un contacto del que podrán sacar muchos beneficios. Este espacio y esta experiencia también la comparten entre ellos, y dado que se trata de un proyecto interdisciplinar en el que convivimos biólogos, químicos, físicos... estudiamos contaminantes, microorganismos, biogeoquímica, plancton e incluso historia, tienen una extraordinaria oportunidad de aprender mucho más allá de los límites de sus propias tesis. El proyecto Malaspina genera una intensa red de comunicación entre los investigadores que forman parte de él, y en el caso de los estudiantes ofrece una oportunidad extraordinaria para consolidar una carrera investigadora con una perspectiva global.

Cantera de investigadores

Fidel Echevarría, responsable del bloque dedicado a formación en el proyecto Malaspina 2010, con los estudiantes a bordo del BIO Hespérides en la segunda etapa de la campaña de circunnavegación.

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