Fuego amigo

Todo lo hacen por nuestro bien

Desde que se descubrió que la economía es un estado de ánimo, buena parte de los negocios confían el grueso de sus ventas a períodos como las fiestas navideñas, la mayor conspiración de felicidad que se conoce contra el ser humano. El sector del cava vende la mitad de su producción anual en las dos semanas festivas; las asociaciones de comerciantes financian parte de la iluminación navideña de las calles, con el fin de seducirnos; y empleamos parte de la paga extraordinaria en la compra de décimos y centésimos de lotería, es decir, de ilusión.

En verano, cuando ya sabíamos que la crisis venía para quedarse, los centros de veraneo rebosaban de gente como si el mundo fuese a acabarse al día siguiente, y seguíamos echando cuarenta euros de gasolina al coche sin reparar en que cada vez nos daban para andar menos kilómetros.

Como Zapatero también sabe que la economía es un estado de ánimo, no para de animarnos, adornando cada medida económica con una inyección de dinero público y de perspectivas alentadoras, a partes iguales. Y uno ya no sabe si está de coña, si es un mago, o un optimista impenitente: "Será en marzo o abril cuando tengamos un ritmo intenso de actuaciones, de obras públicas, que crearán sin duda un empleo en un volumen muy estimable", ha dicho ayer en el Congreso.

La oposición, como ya se sabe, está para hacer oposición al gobierno, y si el gobierno intenta elevar nuestro pobre ánimo en crisis, el deber de la oposición es desanimarnos, hundir esa conspiración de felicidad navideña que podría reactivar la economía, y amargarnos la cena de Navidad y de fin de año, no por maldad sino por patriotismo.

Unos nos dan palmaditas en la espalda, y otros nos inoculan la depresión. Y lo cojonudo es que todos lo hacen por nuestro bien.

-------------------------------------------------------------------
Meditación para hoy:

En su entrevista en Cuatro, Zapatero ha continuado en su empeño por transmitirnos buenas vibraciones. También nos ha pedido "paciencia" con la banca, porque espera que las medidas de apoyo al sector bancario se traduzcan pronto en una mayor facilidad de crédito a las familias y a las pequeñas empresas. Él no sé si tendrá paciencia, pero lo que sí sé es que las pymes están quedándose sin tiempo, están cayendo como moscas por culpa de que la banca ha interpretado que el dinero de todos era para la tranquilidad particular de sus Consejos de Administración y no para la nuestra. Si la cosa sigue así, creo que no habrá más remedio que salir a la calle y pedir la nacionalización de la banca. Ya estamos tardando. Pásalo.

Otra cosa que me llamó la atención de la entrevista es la confirmación del "barrido informático masivo" del gobierno saliente del PP cuando los socialistas llegaron al poder. Digo la confirmación porque era un secreto a voces que los patriotas de hojalata habían borrado información sensible sobre su mal gobierno, como, por ejemplo, el asunto de los vuelos de la CIA.

El presidente de aquel desgobierno, el hombrecillo insufrible, ha hecho al parecer unas declaraciones al Vanity Fair (¡no se puede caer más bajo: ahora habita las revistas de peluquería de lujo!) que se publicarán el día 23, en las que dice literalmente: "Nunca me he arrepentido de mandar las tropas a Irak. Me arrepentiría de no haberlo hecho". Por fortuna, millones de españoles se arrepintieron de haberle votado y corrigieron el rumbo un venturoso 14-M de 2004.

Más Noticias