Fuego amigo

Hace un paro de mil demonios

Una norma no escrita de convivencia aconsejaba, hasta ahora, evitar en las conversaciones con los amigos y familiares los temas de política y religión. Ambos pertenecen al terreno de la fe y, por lo tanto, no son materia para comentar en torno a una paella.

Pero la crisis está teniendo unos efectos imprevisibles en esta norma que hasta ahora tanto bien nos había hecho en favor de la convivencia pacífica. Ahora, si tu vecino es del Partido (comunista) Popular, pongamos por caso, has de tener mucho cuidado con los temas de conversación, por muy inocuos que te parezcan.

- Buenos días.
- ¿Cómo que buenos días? ¿No se ha enterado de que ya vamos por tres millones de parados?

Y es que para la derecha, hasta el incremento del espacio destinado en los telediarios para hablar del tiempo atmosférico es una coartada de los socialistas para que se hable de todo menos del paro en los telediarios.

Si a la lideresa Aguirre le preguntan por el servicio de espionaje presuntamente montado por un Consejero madrileño, contesta que la noticia es un bulo que han hecho circular los socialistas para que no se hable del paro. Si Zapatero viaja al extranjero, Rajoy pregunta inmediatamente qué coño hace el presidente haciendo turismo en vez de estar ocupándose de los parados. Si España dedica seis millones de euros para la reconstrucción de Gaza, los populares se preguntan si no era mejor invertirlos en nuestros parados. Si protestamos por las corridas de toros, el Defensor del pueblo nos pregunta si no tenemos otra cosa de la que preocuparnos, con tres millones de parados.

Así que si antes hablábamos inocentemente del tiempo, ahora hay que decir:

-¡Qué paro hace hoy! ¿Verdad?
- Sí -contestará el otro-, ¡un paro de mil demonios! ¡Abrígate bien!
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Meditación para hoy:

Estoy desorientado. Necesito un crédito pero temo que al llegar al banco, en lugar de un préstamo me vayan a poner una pistola en la sien para que les entregue la pasta que llevo encima.

Porque el mundo está muy raro. El otro día detuvieron, por maltrato a su mujer, a un policía municipal a cuyo cargo estaba precisamente la línea telefónica de ayuda a la mujer maltratada. Ayer sabíamos que el jefe de policía de Badajoz conducía borracho en sentido contrario por una rotonda. Como resultado, chocó contra un coche, a cuya conductora envió directamente al hospital. Es el mundo al revés, aunque sólo perdonable porque somos seres imperfectos.

Lo que más me asombra es que el mismo dios haya abandonado sus deberes. En Brasil ha dejado caer el tejado de una iglesia sobre las cabezas de sus fieles, con el resultado de siete muertos y 55 heridos. Si dios se porta así con los que buenamente acuden a adorarle, ¿de qué no será capaz el director de mi banco si le pido un simple crédito?

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