Fuego amigo

El servicio higiénico de la censura

Todos estamos de acuerdo, creo, en que la crispación domina la vida política española hasta extremos preocupantes que a los más viejos del lugar nos retrotrae a los prolegómenos de lo que terminó siendo una guerra incivil. En lo que no estamos de acuerdo, por supuesto, es en quién siembra el odio y la crispación.

No es de extrañar, pues, que los blogs como éste, de marcado corte ideológico, acaben siendo el reflejo de la propia calle, y al igual que en ella, circulen por aquí gente educada, grosera, inteligente, estúpida, que viene a hacer un ejercicio de meditación o a defecar por sus esquinas, buena, malintencionada o simplemente gris. En la a calle impera una autorregulación que mantiene en un nivel aceptable el nivel de basura, con una mayoría de ciudadanos que utiliza las papeleras, y la inestimable ayuda del servicio de limpieza que va "censurando", es decir, haciendo desaparecer, la porquería arrojada por los vecinos poco educados. El barrendero de este blog soy yo, o el administrador por delegación mía, e intento aplicar el mismo criterio que en la vida real: retirar de vuestra vista las boñigas, aplicar criterios estéticos en la censura, y nunca ideológicos, como es obvio por la acumulación diaria de comentarios en contra de mis opiniones. Forma parte del juego.

La verdad es que el concepto de censura nos trae desagradables recuerdos de la represión política franquista. Es una palabra maldita, desgastada y con mala prensa, cuando en realidad en nuestra vida diaria es la base de las técnicas de educación, una forma pactada de represión, de la que forman parte mentiras piadosas, verdades a medias, silencios disimulados, renuncias y toda esa batería de subterfugios de autocontrol que la educación nos ha enseñado a emplear para mantener la convivencia dentro de unos límites razonables.

Alguno de los contertulios de este blog se comunicó conmigo por carta más de una vez para decirme que a veces el nivel de grosería de determinados participantes invita a desertar, pues es imposible hacer conciliar un discurso razonado (¡con lo que cuesta razonar!) con algunos post que no son más que una colección de exabruptos e insultos, traídos con el indudable fin de reventar la convivencia. Hemos llegado a eliminar comentarios que pedían "colocar una par de bombas en las manifestaciones de los fachas" y otros con amenazas de muerte o de lenguaje tabernario.

Y en estos momentos tenemos un debate interno sobre los criterios de censura o, yendo más allá, la posibilidad de poner denuncias a quienes creyéndose en el anonimato absoluto (nadie, absolutamente nadie, es anónimo en la red; si no que se lo pregunten a las redes de pederastia que están cayendo como moscas) utilizan los blogs para cometer un delito. Ayer, más con criterio de barrendero que como censor, borré este comentario que os reproduzco a continuación (y del que guardamos a buen recaudo su IP), aunque ello suponga darle ahora una publicidad inmerecida. Pero es un ejemplo de ese trabajo necesario de aseo del blog para conseguir que unos y otros, los que utilizamos la educación y el ingenio para ponernos a parir, si es necesario, nos encontremos a gusto, en un lugar del ciberespacio higiénico y limpio. Dejo, como veréis, su particular ortografía. Sólo copio y pego.

¡¡¡JA !!!, aquí el ex-perioLISTO, que se las de de "progre" y que va contra la censura, resulta que borra comentarios que no le son favorables.

Pues ahora te vuelves a tragar este, PEDAZO DE JILIPOLLAS, tu no has sido periodista en la vida, TE HAN DEBIDO HECHAR A CAJAS DESTEMPLADAS DE TODOS LOS SITIOS DONDE HAS ESTADO Y TE HAS TENIDO QUE CONFORMAR CON UN BLOG. IMBECIL, CRETINO, ESTUPIDO.
Manolo, Manolo _chupandose el nabo _el solo.
Porque no vuelves a lamerle las ladillas al coño de tu madre y nos dejas tranquilos?.
RAMSES

Os pido disculpas por el trago, y ahora viene la pregunta que nosotros todavía no sabemos contestarnos. ¿Qué es mejor, dejar todos los comentarios, censurar la mierda, o ir más allá y llevarlos ante los tribunales como vulgares delincuentes para ejemplo público?
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Otra meditación, hablando de censuras: Yo que soy ateo y algo más, entre lo que incluyo considerar la existencia de las religiones como una de las desgracias de la humanidad, creo que las fotografías del catálogo de José Antonio Montoya en las que hace aparecer a los iconos del cristianismo en actitudes pornográficas, hacen un flaco favor al debate religioso y son de un mal gusto que hiere la sensibilidad de la mayoría y no sólo de los practicantes de la religión cristiana. Yo, que tengo un empeño especial (creo que ya lo habíais notado) en desmontar la irracionalidad del hecho religioso en una sociedad moderna, debo reconocer que "argumentos" del tenor de esas fotografías entorpecen y meten ruido en los míos. Cierto es, también, que el catálogo fue publicado en 2003 por una editorial dependiente de la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura, y que ya en su día Rodríguez Ibarra pidió disculpas por ese gol. Ha vuelto a pedir disculpas ahora, pero me temo que ya es inútil, pues en estos tiempos todo sirve de argumento para la campaña electoral: me veo a los obispos, capitaneados por los legionarios de Cristo de Acebes, organizando una vigilia de desagravio por el paseo de la Castellana de Madrid.

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