Fuego amigo

El Derecho Penal del Enemigo

Nuestro contertulio que firma con el nick de Jíbaro nos ha dejado ayer un post magnífico que aconsejo a todos que lo leáis (o releáis) con detenimiento. Nos trajo a colación un recentísimo concepto, el del Derecho Penal del Enemigo, una perversión jurídica de la que tenemos muestras clamorosas como Guantánamo o algunas resoluciones de los jueces españoles, por poner un ejemplo casero. Y que lleva camino de instalarse y hacer fortuna en el siglo XXI. Gracias, Jíbaro.

Está tan de actualidad ese concepto que ayer mismo 45.000 personas se manifestaron por las calles de Bilbao en protesta por la causa abierta contra el lehendakari por parte del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. Una manifestación convocada bajo el lema "en defensa de nuestras instituciones" por lo que consideran un atropello de los magistrados, una injerencia inaceptable en la política, una politización de la judicatura, ¡por haberse reunido con Otegi, un político que no tiene cancelados sus derechos civiles de reunión ni de manifestación! Y ese tribunal, aplicando descaradamente el concepto de derecho penal del enemigo, lo hace en contra del criterio de un tribunal superior, como es el Supremo, que ya dejó su doctrina clara al no encontrar indicios de delito en la reunión de Patxi López con Otegi.

Curiosamente, ante las críticas a su decisión de abrir una causa a Ibarretxe, los magistrados del tribunal vasco solicitaban amparo el otro día, heridos en su honor, dando a entender que se estaba poniendo en entredicho nada menos que a uno de los tres poderes del estado consagrados por la Ilustración y puestos en práctica en las democracias, con mejor o peor fortuna, a partir de la revolución francesa.

El problema de los magistrados, sobre los que la historia ha depositado un poso de intocables, cuasi divinos (os recuerdo el delito de desacato, hecho a la horma de su zapato mental), es que dan por hecho que en las democracias existe el derecho por parte de los ciudadanos, incluidos los jueces, a criticar los comportamientos de los otros dos poderes, el ejecutivo y el legislativo, a los que se puede disparar con munición de grueso calibre, pero que sus resoluciones deben permanecer al abrigo de cualquier crítica, en aras de no se sabe qué sentido de la independencia.

Habría que recordarles que son los otros dos poderes los únicos que han sido elegidos democráticamente por el pueblo, y que el suyo procede de un acto endogámico, producto de una elección de otros jueces que a su vez fueron elegidos por otros jueces, y así hasta perdernos en la noche de la historia. Democracia contra endogamia. ¿Quién es más merecedor de amparo, el lehendakari elegido con nuestros votos o sus señorías nombradas a dedo que aplican una justicia a todas luces viciada de Derecho Penal del Enemigo?
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Meditación para hoy (bis): He estado dándole vueltas a la meditación de ayer. Y he llegado a la conclusión de que el enfriamiento del fervor religioso en España puede tener consecuencias mucho más funestas que el calentamiento global, aunque en un principio me dio por pensar tontamente que suponía un gran paso adelante para la humanidad. No sé en qué estaría yo pensando. Os contaba que las vocaciones sacerdotales habían descendido en España más de un 30% desde 1990, según un reciente estudio de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades. Me he puesto a echar unas pequeñas cuentas, y el resultado es desolador: aplicando la regla de tres, de la que todavía no me he olvidado, si en 16 años descendió un 30% el número de vocaciones sacerdotales, el 100% lo bajará en equis años, es decir, en otros 54, suponiendo que la tendencia fuese lineal. En el 2044, pues, se habrán ordenado los últimos curas, con una edad, supongamos, de 24 años de media. Al cabo de otros 60, habrán cumplido los 84, jubilados de su magisterio o muertos porque les tocaba ya. ¡Lo que nos lleva a la terrible conclusión de que en el año 2104, aproximadamente, los curas se habrán extinguido! Como los linces. ¿Llegará entonces el fin del mundo que nos llevan anunciando desde hace unos 2.000 años?

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