Lo que se ha dado en llamar fair play (juego limpio) ha tenido estos días su debate apasionado en dos deportes en los que están implicados dos españoles: la Fórmula 1 y el Tour de Francia. Sobre el primero, creo que el organismo internacional regulador dará su veredicto dentro de unos días para analizar si están sujetas a la ética las órdenes enviadas a Massa para que dejara ganar a su compañero Alonso. A mí, hablar de comportamientos éticos en un deporte como la Fórmula 1, en el que se anteponen impúdicamente los intereses económicos a los deportivos, me recuerda al código ético de la mafia, un oxímoron como música militar.

Lo de Contador es más desconcertante. Resulta que medio mundo le acusó de falta de fair play por aprovecharse de que a su más directo competidor se le hubiese salido la cadena subiendo el Tourmalet. Y peor aún, el pobre Contador tuvo un ataque de mala conciencia por sacar partido del error, digo error y no avería o accidente, de su contrincante. Porque todos los que se hayan subido algún día a la bicicleta saben que un mal cambio (o sea, un error) en una subida puede hacer saltar la cadena del plato o de los piñones.

La doctrina del fair play mal entendido, trasladada a otros deportes, podría ser devastadora. Imaginemos un penalti repetido hasta que el torpe del jugador no cometa "el error" de enviar la pelota fuera o a las manos del portero. O parar las carreras a la espera de que al corredor que se salió de la curva le de tiempo a reincorporarse.

Y no digamos nada, aplicada a la política. Ese fair play hubiese obligado a repetir las elecciones del 14 M, las elecciones a la presidencia de Madrid, o, ya rizando el rizo, impediría convocar las próximas elecciones generales hasta que la crisis económica se disipe.

Lo siento, al que se le salga la cadena por manazas, que la pague, sea en el Tourmalet, sea en las urnas.

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Primera meditación para hoy:

Cuando los votantes del PP siguen respaldando a Don Fabrone, a Camps y a la trama corrupta gürteliana, ¿será porque los conservadores tienen una sobredosis de fair play que les impide hacer leña del chorizo caído?

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Segunda meditación para hoy:

¿Por qué en el deporte español no hay crisis? ¿A qué creéis que se deben los éxitos de nuestros futbolistas, tenistas, motoristas, corredores de fórmula 1 (¿formulistas?), baloncestistas, ciclistas...?