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Los discursos políticos son tan grises y plúmbeos que cualquier perla política que se salga del cauce habitual tiene asegurada la atención, como está sucediendo en la batalla electoral para las autonómicas de Cataluña.

Los instrumentos favoritos pertenecen a la tecnología digital, con la complicidad de Internet. La semana comenzó con el video de las juventudes hitle... perdón, del Partido Popular, en la que una Alicia Croft, encarnada en un videojuego, liquidaba inmigrantes ilegales, a lomos de un Larus ridibundus, la gaviota reidora de los conservadores.

Y ahora, mientras el video matamoros pasa por una sesión de maquillaje, aparece el mensaje de las juventudes socialistas de Cataluña, que prefieren hacer el amor en vez de la guerra. Es que los chicos de la izquierda sólo piensan en follar, en lugar de prepararse para el futuro. En este video, una mujer joven llega al orgasmo con tan solo meter la papeleta de voto en la urna. Votar es un placer, dice la campaña.

El video lo han criticado tanto sus mayores de partido como los de la oposición, porque el orgasmo entre la gente mayor tiene muy mala prensa y mucha envidia. Entre los santos, como Santa Teresa, esta guarrería se llamaba éxtasis, que quedaba más políticamente correcto, como puede verse en la famosa escultura de Bernini. Decía la santa: "Vi un ángel que venía del tronco de Dios, con una espada de oro que ardía al rojo vivo como una brasa encendida, y clavó esa espada en mi corazón." La muy inocente creía que aquello que le salía a dios del tronco, al rojo vivo, era una espada. Y a saber dónde tenía ella el corazón.

El caso es que lo que sirve para alcanzar el paraíso no vale para ganar elecciones. Vapordiós.