Fuego amigo

Su éxito será nuestra desgracia

A veinticuatro horas de que el Parlamento Europeo escenifique la soledad de la derecha en su oposición al proceso de paz en Esukadi (nueva versión ampliada: "todos los partidos políticos españoles, la Comisión Europea y los jefes de Estado y de Gobierno europeos, entre los que se encuentra el Papa... excepto el Partido Popular") conocíamos la noticia de que un comando, posiblemente de ETA, robaba en Francia 350 pistolas y revólveres de una armería. Tardó un avemaría jesuspordiós en salir Acebes para decir, con rostro reconfortado, el consabido "ya lo decíamos nosotros", para deslegitimar a continuación el inevitable acuerdo de esta tarde de los parlamentarios comunitarios en favor de las conversaciones de paz entre el gobierno español y la banda terrorista.
Los de ETA no han matado a nadie todavía, pero la sola noticia del robo le ha mudado la cara al chico. Le noté un brillo especial en esos sus ojos tan apagados últimamente, como si sus oraciones hubiesen sido atendidas por su dios rencoroso y vengativo al que tanto ama.

Lo que me lleva a una amarga reflexión: son tantos los vaticinios de esta extrema derecha sobre los desastres que se nos vienen encima, que su éxito será nuestra desgracia.
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(Meditación para hoy: Los populares y los socialistas andaluces sí se han puesto de acuerdo en su reforma del estatuto. Andalucía será una "realidad nacional", en el preámbulo, pero encuadrada dentro de la "unidad indisoluble de la nación española". Los que carecemos del gen nacionalista, y por tanto somos seres obtusos, contemplamos con asombro cómo se puede perder el tiempo durante días, semanas y meses alrededor de una mesa sólo para definir y negociar si un trozo del planeta es una mierda de nación, nacionalidad, realidad nacional, nacioncita, país o paisaje. ¿Cambia por ello en algo la vida de los andaluces? ¿No tiene guasa que para una vez que se ponen de acuerdo ambos partidos sea para una imbecilidad tan solemne?

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