Fuego amigo

ETA se presenta a las elecciones sin Sortu

 

Muy equivocados están quienes piensan que con la ilegalización de Sortu queda apartada ETA de la lucha política. Un bocado demasiado apetecible como para rechazarlo en los estados de hambruna electoral. ETA es el trofeo soñado por las dos formaciones políticas mayoritarias, aunque por distintas razones.

 

De ser ciertas las apreciaciones vertidas por el etarra Thierry en las supuestas actas de negociación con el gobierno, quedaría patente, como ya quedó demostrado en la fallida negociación con el gobierno de Aznar, que la eliminación de ETA es la pieza más apetecida por los gobiernos de España, un trofeo que podría valer más de 20 puntos en intención de voto.

 

De ser ciertas las afirmaciones de Thierry, así como la participación de la policía en el chivatazo del bar Faisán para no entorpecer las negociaciones en marcha, demostraría que las prisas son malas consejeras. Sobre todo, cuando sientes en el cogote el aliento de los patriotas de hojalata, para quienes la paz en Euskadi sería un daño colateral del calibre del 11-M.

 

Porque, para prisas, las del PP. Todo un año por delante hasta las elecciones generales puede acabar con sus nervios. Todo un año sin muertos de ETA, y floreciendo ya los brotes verdes de la economía, es una catástrofe para los vendedores de apocalipsis.

 

Por ello ETA ha entrado de lleno en campaña, de la mano del PP ("sin ti no soy nada", como les recordaba Rubalcaba), y Rajoy no ha tardado un minuto en pedir una dimisión. Una dimisión, aunque duda entre la de uno, del que no sabe si se va, o la de otro, del que no sabe si se queda. Quien sí se queda es ETA, invitada por el PP. Esta ronda la pagan los patriotas.

 

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