Fuego amigo

La serpiente, la rosa y la gaviota

A ver qué os parece este guión para un video.
Aparece un primer plano congelado con la foto del trío de las Azores, Blair, Bush y Aznar, que se funde con el jolgorio de los diputados del PP, riendo y dando palmadas de alegría, inmediatamente después de haber dado el visto bueno en el Congreso a la intervención española en la guerra de Irak. Esta imagen se funde con la muerte del cámara de televisión José Couso, y una sucesión de cuerpos mutilados por los bombardeos, madres y niños acribillados, y un reguero de gente harapienta huyendo del terror. En lugar de música fúnebre, se oyen de fondo las risas de los diputados del PP jaleadas por las carcajadas histriónicas de los pujaltes de la bancada popular. La siguiente imagen es un traveling sobre los trenes del 11-M y los muertos y heridos desperdigados por los andenes. En un tercio de la imagen aparece la página web en la que los islamistas confiesan que el 11-M es fruto de una venganza por la decisión del gobierno del PP de invadir Irak. El sonido con las risas y aplausos sube a primer plano, para acabar con la imagen de una gaviota que ha hecho su nido sobre una esvástica nazi.
¿Bonito?

Pues deberíais ver el video del PP, tiene la misma mala baba, pero con una diferencia sustancial: el del PP es, además, una calumnia. Comienza con la utilización de la imagen de Miguel Ángel Blanco, asesinado por ETA, continúa con las manifestaciones, a las que yo, mi hijo, mi mujer, mis amigos también asistimos con los ojos humedecidos y las palmas en alto en señal de no violencia, para acabar mezclando su muerte con imágenes de Rodríguez Zapatero, Patxi López, los asesinos etarras pateando los cristales del cubículo de la Audiencia Nacional donde eran juzgados, y un remedo del anagrama de ETA en el que la serpiente abraza la rosa del PSOE.
Han pasado nueve años desde aquella muerte, y los extremistas del Partido Popular la emplean como un arma más para entorpecer el proceso de paz, como si las víctimas únicamente se contaran entre sus militantes, como si en las filas de la izquierda, del ejército, de la policía o de la Guardia Civil nadie hubiese caído por la actividad asesina de la banda terrorista. Se apropian de la bandera de España, de la religión, de los muertos con una desvergüenza que no presagia nada bueno. Saben que tienen perdida la partida y ya no les importa perder también la compostura, como esos pordioseros que muestran sus miserias, que gimotean enseñando sus muñones para provocar la compasión de los viandantes.
Me ha dolido ver ese video, ese monumento a la ignominia, porque por mucho que ellos se empeñen, la muerte de Miguel Ángel Blanco, por la saña con que fue asesinado, por el símbolo de futuro que representaba, la sentí como en mi propia carne. Fuimos muchos millones a protestar en manifestación por su muerte, millones de ciudadanos de todos los colores políticos y estratos sociales que ahora no estamos dispuestos a conceder el copyright de nuestra imagen para que los vendepatrias y sembradores de odio la manipulen en su provecho.
Ah! Me olvidaba. Quizá la serpiente quede seducida algún día por la fragancia de la rosa. Pero lo que es seguro es que las gaviotas continuarán alimentándose por siempre de las basuras, gritando su parloteo ensordecedor y cagándolo todo sin pudor ni educación.

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