Fuego amigo

Que preparen un informe para Moody’s

 

Convergencia i Unió, la otra derecha, el otro nacionalismo, se lo puso en bandeja al PP: que presentara una moción de censura al gobierno si tan bueno es el programa económico que han diseñado en la fábrica de Génova 13, con la ayuda de la industria auxiliar de pensamiento de la FAES, nuestro Tea Party (de risa) patrio. ¡Mira que no hay partidos de derecha para elegir apoyos!

 

Ayer mismo, en la sesión del Parlamento, Mariano Rajoy presentaba su semanal censura, sin moción, con su fantástico programa inexistente, cuya aportación única es, como ya sabemos, la fe, la fe en que el mundo solo recobrará la fe en nosotros cuando España sea castigada con un gobierno del PP. Él sabe que nosotros sabemos que Zapatero sabe que sus compañeros socialistas estarían dispuestos a sacrificarse si la alternativa no fuese Mariano Rajoy. Un líder para quien el tiempo que falta para las elecciones generales discurre a la velocidad viscosa de las pesadillas, que no se atreve a publicar su ideario político ultraliberal, sin duda, como ese amigo reservado y callado que todos tenemos, del que no sabemos muy bien si es por prudencia o porque es simplemente bobo.

 

El tiempo se les echa encima. Ayer comentábamos el terror del PP a que los traidores de ETA estén a punto de declarar su disolución para echar una manita a Zapatero. Y ayer mismo, el Centro de Estudios Sociológicos (CIS), que es para el PP como el oráculo electoral solo cuando le trae buenas noticias, alertaba a los populares sobre el efecto Rubalcaba, que acortaría distancias y pondría en peligro la mayoría absoluta de la que ya se relamen.

 

En vista de que el tiempo corre en su contra, no habrá más remedio que preparar urgentemente uno de esos informes de la FAES sobre las cuentas maquilladas de las autonomías, para pasárselo a Moody’s bajo cuerda. Es duro, pero la patria exige estos sacrificios.

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