Fuego amigo

Lo peor que le puede ocurrir a un paranoico

Lo peor que le puede ocurrir a un paranoico es que le persigan de verdad, parece que dijo un día Freud o una prima suya. Ayer leía en la última página de El País que el grupo Popular en el Congreso de los diputados y diputadas exige la anulación de las cámaras de vigilancia de los pasillos del edificio, que curiosamente están allí colocadas obedeciendo a un plan de seguridad diseñado por Ángel Acebes cuando era ministro del Interior.
Y estoy de acuerdo con los diputados y diputadas populares. Yo no me fiaría en absoluto de ninguna medida de seguridad ideada por un ministro del Interior que hizo oídos sordos a los informes policiales que avisaban de posibles atentados islamistas antes del 11-M. Si un incompetente de ese calibre llegó a pensar que con medidas de videovigilancia las vidas de sus señorías y señoríos estaban mejor custodiadas, es evidente que no era una buena idea, debieron de concluir sus correligionarios.
Los adalides de la transparencia, los que exigen a gritos que el gobierno cuente con pelos y señales el día a día de las negociaciones previas a las negociaciones previas con ETA, quieren hurtar a las miradas de los policías del servicio de vigilancia sus idas y venidas por los pasillos, temerosos quizá de ser protagonistas, sin su permiso, del rodaje de una comedia de enredo de gente que curiosea por las mirillas, o que corretea de un despacho a otro en paños menores.

En su línea de "desobediencia civil", los populares han cubierto con bolsas de papel los objetivos de las cámaras, haciendo oídos sordos a las llamadas a la cordura por parte de Manuel Marín, el presidente de la Cámara, de la otra, no de la de video. Los señoríos del PP continúan en su camino imparable de coleccionar amigos entre la policía: no se fían de los policías asignados para su seguridad en el recinto del Congreso, no se fían de los asignados para la seguridad del ministro Bono, no se fían de los policías que han investigado la matanza de Atocha, no se fían de los policías que cuentan el número de participantes en sus manifestaciones...
Esta es una enfermedad que se conoce como paranoia. Para noia, para noia... maldición ¿es acaso catalán? ¿La ultraderecha españolista tiene una enfermedad de origen catalán? ¿Será un castigo de dios?
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(Meditación para hoy: La Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja han diseñado un nuevo emblema que consideran más "neutral" con el que poder identificarse y "dar protección a las víctimas y a los trabajadores" en conflictos en los que no pudieran usar sus logotipos actuales. La cruz y la media luna serán sustituidas por un rombo que evocará un cristal. Tiene guasa que los símbolos que identifican a organizaciones humanitarias si ánimo de lucro puedan ser considerados una agresión en lugar de un socorro, según sea el país en el que operen. El odio de las religiones contamina las relaciones humanas hasta con sus signos.

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