Fuego amigo

Me gustaría ir con vosotros, pero tengo una reunión

Mañana día 24 toca mani. Ya he perdido la cuenta, no sé si es la octava o la novena en esta legislatura. Convoca el departamento del PP de manipulación de víctimas del terrorismo (AVT), presidido por Francisco José (o sea) Alcaraz, y pide "que todos los ciudadanos de bien, colectivos y organizaciones ciudadanas, hagan suyo este nuevo acto de la rebelión cívica, la fomenten y difundan".

La coletilla de "ciudadano de bien" la ha copiado de su mentor, Mariano Rajoy, el mismo que le ha dejado en la estacada para no ir a la concentración con la estúpida excusa de que tiene una reunión para ese día en Almería. Es lo mismo que le digo a mi secretaria cuando me llama por teléfono algún alcaraz con el que no quiero hablar: "Se lo he dicho, pero me ha contestado que no se lo cree". 

Tengo que preguntarle a Mariano por qué a él esta estupidez le funciona y a mi no, yo que tengo una secretaria más dulce y de lejos más lista que Ángel Acebes. Porque a él se lo han creído sus correligionarios y el millón de personas (tirando por lo bajo) que van a asistir a la manijuerga de Madrid.

Ya sabemos que Mariano no va, y que Ruiz Gallardón tampoco. Ambos dejan el trabajo sucio a la extrema derecha del partido, con Esperanza Aguirre y Ángel Acebes a la cabeza. De la sección episcopal del PP no se sabe nada, aunque no creo que fallen las sotanas: llevan varios días agitando a las masas desde las ondas de su púlpito de odio y prometiendo autocar y bocata a quienes acudan de todas partes de España para defender al PP (aunque en este momento no sé si es de todas partes del PP para defender a España).

Piden la derrota de ETA y la ilegalización de ANV y el Partido Comunista de las Tierras Vascas, porque la última encuesta del CIS ha dado un resultado intolerable para ellos. Bueno, dos. El primero es que el PP no ganaría las elecciones de celebrarse a día de hoy. Y el segundo, y el más peligroso para su causa, es que el terrorismo ha sido desplazado a la cuarta posición entre las preocupaciones de los españoles, después del paro, la inmigración y la vivienda.

Así que, reparto de funciones, división del trabajo: su fascismo clerical agita la amenaza de la inmigración, Esperanza intenta devolver el terrorismo a su lugar de privilegio en las mentes de los españoles agitando banderitas en el manifestódromo, y Mariano se va de misiones a vender la buena nueva del centro reformista. Si es que tanto me valen para un roto como para un descosido.

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