Fuego amigo

Dinero ocioso y delincuente

La crisis económica lleva un buen camino para su solución. Me explico. Rosa Díez, ex socialista, líder de un partido llamado, creo recordar, Unión, Progreso y Democracia (UPyD) ha dicho que "el mayor problema que tiene España sobre la crisis es un gobierno que niega su existencia". Como quiera que el gobierno ya ha admitido abiertamente la existencia de la crisis, Rosa Díez está a punto de anunciar que estamos salvados al haberse eliminado "el mayor problema que tiene España sobre la crisis". ¿Me seguís? Es otra que, como la cúpula del PP (siempre que escribo esta expresión me dan ganas de cambiarlo por "la cópula del PP", por lo que jode), conoce a la perfección los síntomas y su posible solución. Así que, como nuestro problema ya no es problema, paso a otro asunto de dinero que lleva varios días dándome vueltas por esta mi cabecita.

Y es el siguiente. El dinero es como las cucarachas, que nace, se reproduce y desaparece... en la mayoría de los casos. Uno de sus refugios favoritos para desaparecer sin dejar apenas rastro son los paraísos fiscales, como Gibraltar, Seychelles, Islas Caimán o Liechtenstein, por poner algunos ejemplos, donde las grandes fortunas, no todas santas, se benefician de la exoneración fiscal y el secreto bancario.

Liechtenstein, cuyo nombre jamás sabré deletrear a pesar de haber aprendido a escribir correctamente Shakespeare sin mirar una chuleta, es un estado tan ridículo como el Vaticano, y a la vez igual de poderoso, también con un príncipe a la cabeza que gusta de disfrazarse, un tal Alois von und zu Liechtenstein. Este paisito de opereta, al que se supone uno de los mayores nidos de la delincuencia económica mundial, está muy preocupado ahora por la presión internacional desde que EE.UU. decretó la lucha global contra el terrorismo y sus fuentes de financiación. Así que el principito Alois von zu etc. ha prometido "relajar" el concepto de secreto bancario que ampara, lava y da refugio a todo dinero que apeste. Pero sólo relajar. (¿) Ha tenido sumo cuidado en advertir a los delincuentes de su nido de que adoptará "soluciones sensatas" para que sus intereses no se vean perjudicados.

El secreto bancario es un concepto que debería estar prohibido por la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Eso exagerando. Sin exagerar, el secreto bancario internacional debería ser secreto tan sólo hasta los mismos límites que se consideran razonables dentro de cada país democrático. Es decir, debe prevenirnos como una barrera contra los delincuentes, y no ser en sí mismo un salvoconducto para los delincuentes.

Por poner un ejemplo cotidiano. La lucha contra la pederastia en Internet está teniendo buenos resultados gracias a que el concepto de secreto informático deja de ser un valor intocable cuando se investiga y persigue un delito. Es un secreto a voces, en cambio, que las grandes fortunas levantadas con la droga, el tráfico de armas, evasión de impuestos y todos los cohechos nacidos a la sombra del ladrillazo se embalsan en bancos como los de Liechtenstein, sin que una policía internacional pueda perseguir a sus administradores.

El escándalo destapado en Alemania, en el que se descubrió que 1.000 grandes fortunas eran 1.000 grandes delincuentes fiscales, sirvió para conocer también que en España más de cien grandes delincuentes ponían sus dineros al amparo de Alois von zu etc. Y se supo por un chivatazo de uno de los empleados de la gran banca.

Creo que el levantamiento del secreto bancario para esta gente forma parte de las medidas secretas del PP contra la crisis, para que el dinero ocioso y emigrado se ponga a trabajar en nuestro suelo patrio, al servicio de los ¡pañoles de Paña! Pero no se atreven a hacerlo público para que no piensen que les van a requisar el yate. Ya te digo.

Como os decía, el dinero es como las cucarachas...

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