Merienda de medios

Adiós, George

Barack Obama juró su cargo como cuadragésimo cuarto presidente de EEUU sobre la Biblia de Lincoln, aunque, como cuenta Anna Grau en ABC, no era exactamente la de Abe, sino una que aprisa y corriendo tuvieron que comprarle porque su ejemplar estaba ilocalizable en el fragor de la mudanza a la Casa Blanca. "Llega con mujer, dos hijos, una suegra y un perro. La suegra –apunta Raúl del Pozo en El Mundo– vigilará a las becarias para que no hagan fellatios". La alegría de verle entrar en la Casa Blanca sólo es comparable a la de ver salir de ella a George Bush, que no conoció becaria como Clinton, al menos que se sepa.

El empeño de algunos aurúspices era ayer profetizar de nuevo que la esperanza que Obama ha generado será directamente proporcional a su capacidad para defraudar expectativas. "Hará tantas renuncias a la exigencia utópica como concesiones a la pragmática política. Y entonces, algunos que lo confundieron con el Mesías se sentirán traicionados", afirmaba Pilar Rahola en La Vanguardia. Vigilando sus pasos está ya Luis María Anson, que palpa como nadie el sentir de la calle, aquí y en Tegucigalpa. "La opinión pública mundial, que, en líneas generales, está a favor de Obama, asiste estupefacta a los fastos imperiales que el nuevo presidente no ha sabido moderar", constataba en El Imparcial. Pues empezamos bien.

No obstante, algo milagroso debe de tener este hombre para que Alfonso Ussía certifique en La Razón que "será un buen presidente", aunque para ello tenga que coincidir con "los progres Visa Oro, los cómicos de la cultureta, los cursis del pañuelo palestino" y hasta con Zapatero, en el entendimiento de que los antes citados ignoran que "Obama es el presidente de los Estados Unidos y actuará como tal".

Nos hacen falta este tipo de recordatorios porque somos de natural despistados. "No nos confundamos. Obama será el presidente de EEUU, que pensará en EEUU, con un estilo propio de EEUU e intentará satisfacer a los ciudadanos de EEUU", advierte Miquel Roca en La Vanguardia. Roca sabe de esto, que para eso Aznar quiso hacerle ministro de Exteriores. Así que se acabó lo de ser antiamericanos y el pensar que contra Bush vivíamos mejor.

El jardín de la alegría

Entonces, ¿no es cierto que "amanece una nueva era para el mundo" como proclama Jesse Jackson en la Tribuna del ídem? Ni falta que hace. Escuchemos a Arcadi Espada en Onda Cero: "Como si el mundo estuviera pasando hoy una época de Apocalipsis... En realidad nunca fueron mejor las cosas, nunca hubo menos hambre, nunca hubo menos violencia, nunca hubo más igualdad...". Confirmado: Espada vive de El Mundo, pero en otro planeta.

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