Merienda de medios

El golpecito de Tejero, un año más

Lo del 23-F, además de un misterio, se ha convertido ya en una coña marinera. Cada aniversario del golpecito de Tejero, como una constante histórica, se nos advierte de que no conocemos toda la verdad del episodio y se plantean nuevas incógnitas. ¿El jefe de la trama era un elefante blanco o el toro de Osborne? La novedad de este año han sido los docudramas, que han confirmado el viejo chiste de que el rey es un chapista de primera porque arregla los golpes por teléfono. Tal es la madeja de la conspiración que nadie se explica qué hace Luis del Pino, el Poirot del 11-M, liado con sus agujerillos negros, mientras nos tiene en ascuas sobre este descomunal enigma.

Año tras año, surgen documentos inéditos que, no por conocidos, resultan perfectamente innecesarios. En ABC, Jorge Trías confirmaba ayer que tiene en su poder "el proyecto de memorias" de Suárez, aunque en realidad se trata de folios manuscritos de Eduardo Navarro, uno de los colaboradores del ex presidente. "Según cuenta Eduardo, en sus conversaciones con Miláns el Rey le espetó: No me marcharé del país, me tendréis que fusilar", refiere Trías. ¿Que cómo sabía Navarro lo que hablaban el rey y Miláns? Un misterio más que quizás se nos revele otro 23 de febrero.

Trías no es un historiador, pero sí dice serlo Alfonso Pinilla, que nos descubre en El Mundo lo que el golpe escondía, como lo haría un adivino con unos posos de café, porque "el secreto no habita en un lugar sino en un mirar". Sostiene Pinilla que la clave de la bóveda del 23-F, "una trama donde no sólo había trazas franquistas sino movimientos políticos inconfesables", es el Gobierno de concentración que propuso Armada a Tejero. ¿Que cuáles eran estos movimientos políticos inconfesables? Pinilla se lo reserva, ya sea para generar expectación o porque el café nunca lo cuenta todo.

El 23-F es un arcano, incluso, para sus cronistas. Pepe Oneto, que en La Estrella Digital recuerda haber escrito tres libros sobre el tejerazo, confiesa que ni él mismo ha sido capaz de aclarar la implicación de los servicios secretos ni el papel de la embajada de EEUU. "Probablemente, cuando se desclasifiquen documentos del Departamento de Estado dentro de unos años, algunas de estas incógnitas se resolverán", augura. ¿No les reconforta saber que en futuros 23-F habrá nuevas revelaciones?

Golpe al descuido

Sólo Carrascal parece despreciar las conjeturas. Lo que constata en ABC, con errata incluida, es que "Tejero apuntaló el barbuceante (sic) régimen que intentaba derribar" y además se rindió, mientras que ahora "el asalto a las instituciones del Estado no hace más que aumentar". ¿Nos están dando un golpe al descuido? Como se sienten estamos perdidos.

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