Merienda de medios

Una foto de antes de las Azores

Ha querido Aznar apoyar al candidato Mayor Oreja repitiendo la foto de su primer Gobierno, que en el original no llevaba pantalones de campana pero tiene ya el tono sepia de las hemerotecas antiguas. Regresar al pasado es un esfuerzo tan baldío como aprehender el humo de un cigarro a manotazos. Y da pie a funestos equívocos. "No conviene colarle refritos al público porque a veces se da cuenta. Si yo fuera Rajoy, evitaría las conmemoraciones fotográficas de los gobiernos de Aznar; más que nada, porque si se habla de Aznar y de foto, acaba uno pensando en las Azores", decía Enric González en El País. Pues eso.

De la comparación entre ambas instantáneas destaca el propio Aznar que, como resaltaba el apóstol Federico en su convento provisional, no es que esté "hecho un pipiolo" gracias a Grecian 2000 o sus derivados, es que "sigue creciendo; está a punto de alcanzar a Rajoy (...). Yo creo que cada vez lleva más alzas; dentro de poco llevará zapatos de plataforma como Alaska". De ahí le venga quizás el mal de altura.

Sus nostálgicos se apresuraban ayer a cantar las bondades de aquel grupo cual trovadores medievales, no sin alguna discordante nota de laúd. "El primer Gobierno de Aznar fue el Camelot del centro-derecha español y, como la Corte de Arturo, se descompuso por el pecado de la soberbia. Esa foto (...) es el póster de un programa político que no ha caducado: el del reformismo centrista, más necesario que nunca en esta hora de descomposición y sectarismo", destacaba Ignacio Camacho en ABC.

Los motivos de Aznar para rodearse de un Rato posmoderno, de un atemperado Cascos o de una Tocino fiel a sus aires de madrastra no están del todo claros. "Pensar que forma parte de una maniobra contra la actual estrategia de Rajoy en el PP, me parece mucho pensar", decía Fermín Bocos en La Opinión de Málaga. Lo que está por ver es que el votante distinga aquel Gobierno del "presidencialismo autocrático y megalómano" que vino después y que, en opinión de Pablo Sebastián en La Estrella Digital, "es el que perdura en el recuerdo de muchos españoles".

El agravio

De ahí a afirmar que el posado de los ex "nos retrotrae al pasado más ominoso de la democracia española" hay un trecho tan largo que sólo Enric Sopena, el gato con botas del periodismo independiente, podía recorrer en El Plural sin ruborizarse. Fue ganar el PP y salir Sopena de RTVE. ¿Lo dirá por eso?

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