Merienda de medios

El franquismo es intocable

Lo que el Tribunal Supremo ha confirmado al admitir a trámite la querella por prevaricación contra Garzón no es que este juez instruye los sumarios con los pies –que lo hace–, ni que se derrite siendo portada de los periódicos –que se licúa–, ni siquiera que su megalomanía puede, en ocasiones, torcer los renglones del Código Penal como hacía Uri Geller con las cucharillas del café. Lo que el Supremo ha confirmado es que el franquismo es intocable y que si alguien se atreve a indagar en su horrores se llevará un susto, pero de otro tipo.

"La justicia universal ha sido una coartada para cometer desafueros jurídicos de primera magnitud, sin ninguna eficacia y con múltiples perjuicios para el Estado, las víctimas y la causa de la Justicia. La admisión de la querella es una advertencia a quienes se prodigan en esta forma de ejercer la jurisdicción", proclamaba el editorial de ABC. Para evitar tentaciones, PSOE y el PP ya se han puesto manos a la obra. Bueno, para eso y para que Moratinos no se sonroje en sus viajes. Si la dictadura franquista ha de quedar impune, no nos vamos a poner tiquismiquis con unos cuantos crímenes contra la humanidad de China, que además nos compra vino y molinos de viento.
Es evidente que, como sostenía el Diario de Jerez, el magistrado "tiene muy buenos enemigos en el mundo de la Justicia", aunque no sólo. "Al abrir un proceso contra Garzón, el Supremo ha dado un paso clave para poner punto y final a sus abusos, siempre consentidos hasta ahora", sentenciaba El Mundo. Estruendosos aplausos se oyeron también en la sede del PP, que desde que empezó el caso Gürtel tiene un muñeco de Garzón vestido de cazador al que hace vudú con agujas de punto.

Pero tampoco le faltan amigos. De la inocencia del juez estaba convencido Fernando Jáuregui, que radiografiaba al personaje en el editorial de Diario Crítico: "Es un juez valiente (...), tiene un ego que se lo pisa (...). Es un hombre contradictorio (...). Pero no es un prevaricador". En esta misma línea, El Periódico presagiaba que la querella sería archivada: "Es deseable que ese sea el desenlace de este
despropósito".

Impasible el ademán
¿Quién no se inquietaría si le empurara el Supremo? "Fuentes cercanas al magistrado aseguran que no está nada preocupado por el tema", resaltaba Victoria Lafora en el Diario de León. De momento, vuelve a ser primera página. Menos da una piedra.

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