Merienda de medios

La paliza engañosa

Mucho antes de Matrix, ya Descartes reflexionaba sobre si el hombre en batín que escribía junto a la chimenea era él o una realidad virtual. Es incuestionable que los sentidos engañan. Un lápiz dentro de un vaso de agua parece doblarse; el desierto proporciona a sus náufragos oasis imaginarios; podemos, finalmente, ver en un vídeo que tres mossos d’esquadra dan una zurribanda a un detenido y deducir que hay una brutal paliza donde sólo existe "extralimitación en el uso de la fuerza" merecedora de una falta leve. Menos mal que tenemos jueces que no se dejan engañar por las apariencias.

A los uniformados en cuestión, la Audiencia de Barcelona les ha impuesto una multa de 600 euros y a sus representantes sindicales, les ha faltado tiempo para poner a caer de un burro al conseller Saura por haber llevado a los tribunales a los extralimitados. Lo mismo que Pilar Rahola, y esto no es un engaño de los sentidos: "Se ha desprestigiado gravemente a los Mossos d’Esquadra para que un tipo que quiere ser conseller no pierda cuatro votos antisistema. La pregunta es si pedirá perdón", escribía en La Vanguardia. Pilar siempre ha tenido mucho aprecio a los cuerpos de seguridad.

Decía Luis Solana en El Plural que no dudaba de la Justicia, aunque sí lo hiciera de los policías autonómicos. La suya era una duda como la de Descartes, aunque algo menos metódica: "Cuando la Policía y la Guardia Civil del Estado tienen muy asumido que fuerza no es igual a eficacia, vienen unos mossos a copiar el pasado. Y luego vienen unos jueces a ratificar que una manta de ostias (sic) en una comisaría tiene un coste de 600 euros".

En resumidas cuentas, si usted es detenido, no se ponga nervioso, porque puede ocurrir que le den un Lexatin o una tunda, lo que tengan más a mano en comisaría. El editorialista de El País prefería el ansiolítico: "Esta sentencia será un rémora para la lucha contra los abusos policiales (...). Y alimenta el corporativismo victimista que ve en la investigación de los malos tratos un ataque a la honorabilidad de los cuerpos policiales".

Vídeo de primera

Claro que siempre se puede ver el vaso medio lleno: "Las cámaras son la mejor manera de defender los derechos de los detenidos y también de respaldar la actuación dentro de la legalidad de los policías", exponía El Periódico. ¿Cámaras? ¿Ese artilugio que graba palizas donde sólo hay pequeños desórdenes de agresividad?

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