Merienda de medios

La Orden de la Jarretera

10-17.jpgCuentan que la Orden de la Jarretera tuvo su origen en una fiesta de la nobleza británica. En medio del baile y a la vista de todos, la condesa de Salisbury perdió una de sus ligas, lo que provocó inmediatos comentarios acerca de la virtud de la señora y de su presunta casquivanía. Al rescate de la dama, llegó el rey Eduardo III, quien, tomando la liga en sus manos, pronunció en francés –que era el idioma de la Corte– la frase que se convertiría en la leyenda de la Orden (liga en francés es jarretiére): "Honni soit qui mal y pense!" ("¡Infame quien piense mal!").

A La Sexta, cadena relacionada con este diario, se le cayó el miércoles la liga en su informativo del mediodía y, por error, se incluyó en la pieza sobre los incidentes por los que la UEFA ha ordenado el cierre del estadio Calderón una imagen de Rajoy, justamente después de que la voz en off de la periodista pronunciara la palabra "payaso". Al PP, la cosa le supo mal y los malpensados afines no han tardado en cuestionar la virtud de la condesa.

"Esto es vergonzoso y tendría que llevar una sanción o algo (...). Estoy segura de que es deliberado", bramó la ex ministra socialista Cristina Alberdi en El gato al agua de Intereconomía, una tertulia con mucha nocturnidad y notable alevosía. La indignación de Alberdi contagió a Agapito Maestre, el filósofo filopopular: "Es evidente que esto es una manipulación burda y grosera, y lo único que se puede hacer es querellarse".

Enardecido, Román Cendoya diseccionó la conspiración circense: "Hay maldad, hay instrucción, hay manipulación", proclamó. Cendoya, experto en puros, exigió uno y bien grande para el dueño "y para todos los que estén ahí para abajo", lo que ha debido de causar enorme inquietud en el personal de limpieza del canal. "Igual que se cierran emisoras de radio por decir unas cosas, se pueden cerrar emisoras de televisión", concluyó, no sin antes augurar que, por lo que él sabía, ni se habían pedido disculpas ni se pedirían. La Sexta llamó el mismo miércoles al PP para presentar sus excusas, y ayer rectificó y se disculpó en el mismo informativo del mediodía.

Reyes del juego limpio

Para el editorial de El Mundo, que no aclara quién ha de cortarse las venas, "una mera rectificación no es suficiente" y, aunque cree que los directores de la emisora no están en la trama de la carpa, exige que el Gobierno "vincule la adjudicación y renovación de las concesiones a la garantía de unos estándares básicos de juego limpio con la oposición". La petición merece un respeto porque procede de Ramírez, el rey del juego limpio con la oposición.

Otro clásico del juego limpio, Federico I, explicaba ayer lo sucedido en la Cope: "La cadena favorita, la que ha creado Zapatero para sí mismo y para fastidiar a Juan Luis (Cebrián), La Sexta, lo saca de payaso. (...) Tratan a Mariano a bofetada limpia, con burla, mofa, befa y escarnio".

Para el apacible Losantos, se intuye la mala leche de Roures, principal accionista de La Sexta: "Creía que el tipo más borde de los que se han hecho millonarios con la progresía era Juan Luis, pero es que Cebrián es Rafaela Aparicio al lado de Roures. Roures te ve, te pega una torta y te pide dinero (...). Y algún imbécil va y se lo da". Está visto que todas las ligas, incluidas las de encaje, dan problemas y crean enemigos.

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