Merienda de medios

Una filtración lunar

Una cosa llevó a la otra. Se filtró primero que El Bigotes regalaba a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, un bolso de Louis Vuitton al año, algo lógico ya que estos complementos se pasan rápidamente de moda. Después, gracias a otra filtración, hemos sabido que Nixon regaló a Franco una piedra lunar y que el promotor de nuestra actual monarquía la colocó en alguna mesilla hasta que se perdió, extraño suceso que jamás hubiera ocurrido si Carmen Polo se hubiera hecho con ella una gargantilla. La familia ‘popular’ se siente indefensa y va a querellarse; la de Franco, por boca del nieto, se excusa: "Como mi madre es una mujer con muchas cosas en muchas casas, en algún traslado o al redecorar alguna habitación, al final debió extraviarse".

Con los Franco se está siendo muy injusto. Durante casi un mes, el diario Ya ha mantenido en su portada la última nómina del general bajito y sus 154.710 pesetas del ala de 1977. "Ni siquiera era un mileurista", decía el humorista de plantilla. Con tan menguados ingresos a nadie escandalizaría que la prole del dictador hubiese tratado de subastarla por un precio astronómico para llegar a fin de mes, asunto del que se habría encargado el marqués de Villaverde, por ser el más relacionado con las casas de empeño.

Es posible, incluso, que las dos hipótesis fueran ciertas. "Pudo ser extraviada en la sala de subastas, y eso es un lío, porque a ver quién es el guapo que la encuentra ahora", aventuraba Alfonso Ussía en La Razón. En contraste con la familia, que mantiene que fue un regalo tan personal como el Lladró de una boda, Ussía piensa que se trataba de un presente al pueblo español, como lo fue otro pedrusco selenita que el hijo de Carrero donó al Museo Naval. "Hay que ser más ordenados con las cosas, señores míos", sentenciaba.

Sobre lo que no hay discusión es que Franco tocó la luna, y eso duele. "Nadie merecía menos tener entre sus manos el sueño romántico por antonomasia de la humanidad", denunciaba en El Mundo David Torres, para quien tampoco caben dudas de que "Kissinger (...) iba regalando trocitos de cielo a los dictadores buenos y cachitos de infierno a los presidentes malos, como Allende".

El sospechoso
Pero no nos desviemos del hecho fundamental. Sostiene Edurne Uriarte en el ABC que Rubalcaba es "el principal sospechoso" de la filtración sobre Rita y sus vuittones. ¿Y de la de Franco? ¿Estará detrás? He ahí la cuestión.

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