Merienda de medios

Fun, fun, fun

Coronada la etapa reina de la Navidad –que, como todo el mundo sabe, es el período que media entre que El Corte Inglés ilumina sus fachadas con renos azules y los sustituye por un cartel que pone 50% en firmas internacionales– es tiempo de repasar el tratamiento que nuestros grandes opinadores han dispensado a estas entrañables fechas, una lección magistral de cómo esquivar los tópicos con la gracilidad del hipopótamo.

El diario Ya, católico, apostólico y sentimental, colgaba en la Red el pasado día 16 de diciembre uno de los textos cumbres del periodismo de mantecado y alfajor. Su editorial invitaba a rebelarse contra el consumismo imperante con el refinamiento de los clásicos: "Nos hemos acostumbrado a ir corriendo a los grandes almacenes para que el vecino no nos quite la última videoconsola, el modelo definitivo de batidora a pilas, lo más chic en ropa de fiesta. (...) Recordemos que el Hijo del Hombre se calentó con el aliento de un buey y una mula, y que sus padres comieron de lo que les dio la gente del lugar. No lo olvidemos esta vez".

Sin alcanzar semejante cima literaria, la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, nos desveló su pasión navideña en un especial publicado por El Mundo el 17 de los corrientes. Pajín escribe como lo haría el Ángel de la Anunciación de su belén peruano: "En general, prefiero la decoración sencilla, mezclada con la más innovadora, esa que nos ofrece, por ejemplo, el ancestral ramillete de acebo, las velas, las piñas de los pinos decoradas para la ocasión, etc... Cuando ya han pasado estas fiestas, conservo el acebo en la puerta, hasta entonces lo coloco dentro. ¡Este año me ha durado 12 meses!". Tiene mano esta mujer con las plantas.

En Navidad es pecado eludir la Navidad. Cristina L. Schlichting, que en eso del pecado es una autoridad mundial, se lo reprochaba a Gallardón a mediados de este mes en La Razón, porque el alcalde de Madrid había osado felicitarle las Pascuas sin bolas ni belenes, sino con la imagen de un carrera de principios de siglo en Madrid, justo lo contrario que la vicepresidenta De la Vega, con su "original postal artesana realizada por las Hermanas de San Vicente de Paúl en Haití". ¿Qué moraleja encierra esta aparente chorrada? Pues que "la izquierda aprovecha hasta los christmas para tender anzuelos al votante creyente; la derecha deja entrever sus complejos hasta en las felicitaciones". Excuso decir que Schlichting no mordió el anzuelo.

Hacia Belén va

"En realidad estamos ahí, de procesión hacia Belén, entre un tumulto de pastores, aunque estemos aparentemente fumando un cigarro o con un casco blanco de ipod en la oreja, asistiendo sin enterarnos del todo a la historia de una piedad interminable". Lo escribía un tal Peyró en El Confidencial Digital. Amén.

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