La mesa de luz

#porquePúblicomehacefalta

#porquePúblicomehacefalta

Una selección de portadas del diario Público cuelgan en la redacción. José Pujol

La Mesa de Luz, el blog de este esbirro de la edición gráfica, lleva un mes muerto. Tras el tradicional post de cierre de año no he publicado nada más. Del mismo modo que en 2009 hacía un post intentando retomar la tarea tras un golpe laboral en el diario, voy a intentar con esta entrega seguir adelante.

El año 2012 comenzó en el diario Público con el anuncio de que la empresa editora del periódico había presentado concurso voluntario de acreedores. Los trabajadores no habíamos cobrado la nómina de diciembre y debíamos esperar a que la jueza de Barcelona nombrase a un administrador judicial. A día de hoy los trabajadores hemos cobrado parte del dinero que se nos debe y otra parte queda a la espera de que se resuelva el concurso.

Los colaboradores creo que no han corrido la misma suerte y nuestros fotógrafos tendrán que esperar para recibir el dinero que se les debe con anterioridad al 11 de enero. Es otro ejemplo más de la debilidad en la que se encuentra nuestra profesión de informadores gráficos en la que los reporteros se ven abocados al freelancismo.

En mi posición de representante de los trabajadores he sufrido, junto a mis compañeros del Comité de empresa, mucha presión y estrés durante el último mes. Esta es una de las razones por las que no he podido actualizar y dedicar tiempo a La Mesa de Luz. Os pido disculpas y compresión durante las próximas semanas en las que continuaré ayudando a los trabajadores en esta situación del concurso voluntario de acreedores.

El futuro de la cabecera que fundamos hace cuatro años y medio es incierto por el momento. El dinero manda. A raíz del problema económico de Público surgieron varias iniciativas de apoyo y, el mismo día que se hizo público el concurso, en las redes sociales se mostraba la solidaridad con el proyecto. Hashtags como #porquePúblicohacefalta fueron temas del momento en Twitter, muchos intelectuales y simpatizantes han apoyado nuestra publicación en el último mes y me consta que los lectores compran más el diario e intentan salvarlo de la desaparición. Gracias a todos ellos.

Me gustaría contaros en esta entrega mis propias y personales razones por las que necesito al diario Público utilizando un título en forma de hashtag: #porquePúblicomehacefalta

#porquePúblicomehacefalta

El entonces subdirector Jesús Maraña (tercero por la izquierda), junto a Juan Carlos Ortiz, Manuel Rico y Belén Carreño, observan las páginas del primer número del Diario Público el día de su lanzamiento en septiembre de 2007. José Pujol

El dinero
Como buen esbirro de la edición gráfica necesito dinero para pagar mis facturas y vivir en este mundo en crisis. Sin duda he tenido la suerte durante estos cuatro años y medio de recibir un buen sueldo por un trabajo que me agrada hacer. Me gustaría recordaros que escribir en esta bitácora no entra dentro de mis obligaciones y no me pagan por ello. He sufrido durante este mes que estado sin cobrar, pero he tenido la suerte de tener una economía bastante aseada (sin hipotecas, grandes responsabilidades o deudas) y familiares y amigos que me han ayudado. No quiero imaginarme las calamidades de los compañeros de trabajo que tienen casas por pagar e hijos que mantener.

Si Público cerrase se destruirían 160 puestos de trabajo directos, aun más si contamos a los colaboradores. A mi y otros compañeros nos quedaría el paro y el mercado laboral actual. Me quedaría sin el sueldo que tenía y a la espera de que alguien quiera a un editor gráfico o un fotógrafo en un sector en crisis como es el de la prensa escrita. Esta es una razón un poco egoísta de #porquePúblicomehacefalta. Pero estoy intentando ser sincero con vosotros.

La cabecera

Tenía 27 años cuando llegué a Público y sacamos el primer número a la calle. Vi nacer el diario. En la moqueta verde de la redacción de Caleruega he pasado cuatro años y en ella he crecido como persona y como profesional. Hemos creado un periódico en el que luchamos cada día por informar lo mejor posible de una manera diferente. Muchas veces dando voz a quién no la tiene o mostrando un punto de vista que no cubre el resto de publicaciones. Una democracia necesita de periódicos y revistas de todo signo o tendencia. Por eso me enfadan los comentarios de ciertas personas que se alegran de los problemas de la empresa que edita Público. Dejando a un lado el drama que representa que 160 trabajadores (la mayoría compañeros periodistas) se queden sin empleo, se podría decir que la desaparición del diario debilitaría la democracia, la libertad de información y el debate de ideas.

Sin duda Público hace falta en los quioscos de España aunque algunos quiosqueros lo escondan cada día bajo otras publicaciones de otros signos políticos.

Los compañeros
Trabajar en Público ha sido y es, a pesar de los tiempos duros que estamos viviendo, una experiencia agradable. Una redacción joven en edad y mentalidad en la que siempre ha habido tiempo para las sonrisas, las bromas y el placer. Esta profesión con largos y caóticos horarios ha hecho que mi familia sean los compañeros de Público, con las cosas buenas y malas que eso conlleva. He pasado más tiempo con ellos en estos cuatro años que con mis familiares. Tengo muchos amigos dentro de la redacción que echaría de menos si Público desapareciera. Algunos ya se fueron y les echo en falta.

La fotografía y el diseño
Trabajar de lo que te gusta es un privilegio y una suerte. Más aun si te dedicas a la fotografía en un diario como Público, premiado en los grandes certámenes de diseño y con una apuesta muy importante por la información gráfica. Me atrevería decir que somos el diario nacional que da más importancia a la imagen en sus páginas. Y me consta que somos también uno de los diarios donde más se tiene en cuenta a la mesa de edición gráfica. A la hora de seleccionar la mejor imagen para una información, tenemos bastante capacidad para tomar decisiones, expresar nuestra opinión y apostar por fotos diferentes. Esta libertad, junto al gran hacer de mis jefes, de los compañeros que han pasado por la mesa y del gran grupo de fotógrafos colaboradores que hemos formado, hace de Público un diario único en su tratamiento gráfico de la información.

Si Público desaparece se perderá un gran espacio para el fotoperiodismo y como profesional de la imagen me sentiría muy triste.

La Mesa de Luz
Pero si algo me pone triste es pensar que sin Público La Mesa de Luz también desaparecería. En esta humilde bitácora trabajo mostrando, explicando y comentando la profesión de reportero gráfico utilizando principalmente las imágenes que compra, consigue o encarga el diario. Sin esa cantidad ingente de buenas fotografías me sería imposible seguir con el blog. Hay gente que piensa que todas las fotos que salen en La Mesa de Luz las hago yo mismo. Nada más lejos de la realidad. En los pies de foto encontraréis a la infinidad de fotógrafos que hacen esas fotos a lo largo y ancho del mundo.

Sin los fotógrafos de las agencias, sin nuestros foteros, sin Público, La Mesa de Luz desaparecería tal y como la conocemos. Tras cuatro años de entregas tal vez sea esto lo que más me entristezca.

#porquePúblicomehacefalta

Una página de la sección de opinión espera a ser leida en la mesa de edición del diario Público. José Pujol

La cabecera con la acuarela de Barceló se imprime cada día con algo de todos los compañeros con los que he trabajado, de los lectores y también con una parte de mi y de mi vida. Si desaparece... algo de mi moriría con ella.

#porquePúblicohacefalta
#porquePúblicomehacefalta

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