Multiplícate por cero

Esperanza Aguirre prima los uniformes

Esperanza Aguirre aumentará la jornada de los profesores para reducir 3.200 interinos en Secundaria y recortar el gasto público. Una medida que afectará a la calidad de la educación, denuncian los profesores. Pero, a la vez, la presidenta de la Comunidad de Madrid es capaz de renunciar a parte de los ingresos por IRPF para subvencionar los uniformes colegiales. Madrid es la única autonomía que tiene una deducción en la declaración de la renta por gastos educativos en la que se incluyen no sólo las clases de inglés –u otro idioma– sino también la "adquisición de vestuario de uso exclusivo escolar" durante las etapas de Educación Básica Obligatoria. Es decir, Aguirre prima fiscalmente a los padres cuyos hijos llevan uniforme o van a clases de inglés, pero no hay deducción fiscal por libros de texto, como sí ocurre en Illes Balears. Es cierto que hay ayudas directas para la compra de libros pero no gratuidad total como en Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha y La Rioja.

Así que, en Madrid, cada hijo daba derecho a deducir por uniforme o clases hasta 500 euros, aunque sólo las familias cuyos ingresos no superaran la cantidad equivalente a 10.000 euros por miembro de la unidad familiar (estos son los requisitos de la última declaración de la renta presentada; para la próxima, Aguirre es aún más generosa: eleva el límite que te da derecho a la deducción a 30.000 euros por miembro de la unidad familiar con lo que un matrimonio con un hijo que gane menos de 90.000 euros tendría derecho y los 500 euros suben hasta 900 euros por hijo). La pregunta es ¿necesitamos menos profesores o más ingresos?

La política fiscal es muy reveladora de los intereses de cada gobernante. ¿Qué razón económica o social existe para que se privilegie fiscalmente a los uniformes colegiales, que se usan sobre todo en los colegios privados o concertados? Igual de reveladora es la evolución del IRPF en los últimos años. Mientras el tipo efectivo de las rentas más altas se ha reducido casi 20 puntos en 15 años, el de las rentas medias ha bajado entre medio punto y dos puntos (ver Público del 29 y 30 de agosto). Y fueron las dos reformas fiscales del Partido Popular fundamentalmente las que en ese periodo bajaron la carga fiscal sobre los ricos en el IRPF en mucha mayor medida que sobre el resto de rentas. El PSOE también ha rebajado a los ricos: eliminó el Impuesto sobre el Patrimonio en 2008 aunque, como gesto, en 2010 subió el marginal máximo del IRPF hasta el 45% para más de 175.000 euros y el tipo fijo de rentas de capital hasta el 21%. Claro que, según el Gobierno, sigue sin haber tiempo para aprobar un impuesto a los ricos.

Los ricos pagan menos

En esa reducción de la presión fiscal ha influido el haber sacado –con el PP y con el PSOE– las rentas de capital de la progresividad del IRPF que sí soportan las rentas del trabajo con el fin, decían, de no gravarlas dos veces o que no se deslocalizaran. ¿Y quiénes son los que tienen más dividendos o ganancias patrimoniales? Evidentemente, los más ricos.

Sólo un dato: en el total del IRPF, el 78,8% de los ingresos declarados corresponden al trabajo. Pero en los tramos más altos del impuesto, las rentas del trabajo apenas representan el 28%, mientras que las ganancias patrimoniales suponen el 40% de la renta declarada y los rendimientos de capital, el 20%. Para los 6.353 declarantes del IRPF con ingresos por encima de 600.000 euros en 2008 (últimos datos disponibles), las rentas del ahorro superaron los 6.600 millones de euros y tributaron al tipo fijo del 18%. De haberse incluido en la tarifa general habrían tributado al 43% y las administraciones públicas hubieran ingresado ese año 1.650 millones de euros más. ¿Es el momento de que los ricos paguen más?
O podemos seguir recortando.

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