Revista Números Rojos

Alternativas al capitalismo

Cooperativa, participación ciudadana, autogestión... Como dicen los economistas del Seminari Taifa (puedes leer un resumen en el número 8 de Números Rojos), el cambio puede comenzar a construirse en pequeños espacios y de muy diferentes formas. En esta sección, recogemos algunas de las experiencias de quienes ya se han puesto a ello.

Texto: Juan Luis Gallego.

oropendolaLa Oropéndola
Los niños saben lo que quieren
Qué: Espacio educativo en plena naturaleza. 
Dónde: Puerto del Garruchal, Murcia.

Solo hasta los 6 años. A partir de esa edad, los niños y niñas serán escolarizados en un colegio homologado para enfrentarse, entre otras muchas cosas, a la "Ley Wert". Pero hasta entonces, el Espacio Educativo La Oropéndola tratará de poner su semilla en cada uno priorizando su desarrollo individual y emocional, el contacto con la naturaleza y un estilo de vida respetuoso con el medio y las personas.

Por decirlo en pocas palabras, La Oropéndola es algo así como un espacio educativo alternativo. Nació hace dos años por iniciativa de un grupo de familias que viven en el Puerto del Garruchal, a 20 minutos de Murcia. Acostumbrados a un entorno natural, no querían para sus hijos un sistema educativo que consideraban "frustrante y desmotivador", según recuerdan ahora. Contactaron con un grupo de profesores y, tras explicarles sus inquietudes, les ofrecieron impulsar junto a ellos ese espacio "alternativo", basado en la "pedagogía libre" que inspiran, entre otros, la filóloga germana Rebeca Wild, autora, por ejemplo, de esta frase: "La libertad consiste en desarrollar el potencial que cada niño lleva dentro y no en adaptarse a una sociedad cuyas metas son otras".

Esa es una de las patas de La Oropéndola los ‘acompañantes’, como prefieren llamarse los profesores. La otra pasa por fomentar la "implicación y responsabilidad" de los padres en la educación de sus hijos e hijas, según explica a Números Rojos Anica Candela, una de esas ‘acompañantes’. Para ello, un instrumento fundamental es el método de organización elegido: La Oropéndola es una asociación asamblearia, horizontal y autogestionada, en la que tienen voz y votos profesores, padres y también colaboradores. Porque este, como tantos otros proyectos, también necesita del compromiso de terceros para sobrevivir (http://espacioeducativolaoropendola.blogspot.com.es/), aunque, de momento, sigue adelante con las cuotas del alumnado: 180 euros mensuales cada uno de los 17 niños y niñas actuales.

El día a día de La Oropéndola explica la elección del término ‘acompañantes’, ya que consta de varios espacios (de concentración, manualidades, juegos...) por los que los niños se mueven según sus intereses. "No somos maestros directores, observamos y acompañamos a los niños", explica Anica. Y, de paso, aprenden, porque, como dicen en su web, no aspiran "a crear una metodología ‘definitiva’ que enclaustre los canales del aprendizaje, sino a avanzar juntos en la creación de una forma de respetar y entender a los niños y niñas y sus procesos de vida".

democracia-directa_gmgiPor la democracia directa
Por el pueblo, ¿sin el pueblo?
Qué: Iniciativa para lograr una modificación legal para dar más poder de decisión a los ciudadanos. Dónde: en Asturias, con ánimo de llegar al Congreso de los Diputados.

Imaginemos que el deterioro de la Monarquía sigue avanzando hasta convencer a la mayoría de que es necesario un cambio de régimen. O de que, al menos, se le consulte al respecto. Pues da igual lo aplastante que sea esa mayoría que no encontrará en la legislación actual ningún mecanismo para lograrlo. Solo le cabe esperar y confiar en que los partidos mayoritarios incluyan ese punto en su agenda; si no, no hay nada que hacer.
Pues para cambiar ese escenario, un grupo de asturianos puso en marcha en 2011 una campaña (www.porlademocraciadirecta.org) que ha demostrado más recorrido del que muchos quisieran.

Según explica el profesor de Derecho Constitucional Miguel Ángel Presno, uno de los impulsores, pretenden: que medio millón de personas puedan forzar un referéndum vinculante, siempre que se dé una mínima participación; que ese referéndum pueda parar leyes aún no ratificadas, derogar las que están en vigor o promover una reforma de la Constitución; y que las Iniciativas Legislativas Populares puedan abordar materias de ley orgánica –las que desarrollan derechos fundamentales-, lo que ahora no es posible. No es una rareza: en Italia existe algo similar. Pero también en Suiza, donde ha servido para poner cupos a los inmigrantes. "Sí –dice Presno-, los ciudadanos se pueden equivocar, pero también quienes nos representan".

La propuesta está en el Parlamento de Asturias, donde IU la hizo suya para forzar su tramitación. Lo siguiente, quizás antes del verano, será su votación. Si la apoyan IU, PSOE y UPyD, llegará al Congreso. "Y eso ya será un triunfo para nosotros", explica Presno.

energiaSom Energia

Luz verde y transparente
Qué: Cooperativa de energía verde. Dónde: en Girona, con más de 13.00 socios en toda España.

Para apoyar la energía renovable, para conseguir un servicio transparente, para acabar con el oligopolio en el sector, para no alimentar sueldos disparatados... Son algunas de las razones que mueven a los más de 13.000 socios con que cuenta Som Energia, autocalificada como "cooperativa de energía verde", que tiene como objetivo "cambiar el modelo energético actual y para alcanzar uno 100% renovable", según reza en su web, www.somenergia.coop.

El proyecto tomó forma en 2010 entre un grupo de personas vinculadas a la Universidad de Girona que, con la vista puesta en experiencias similares en otros países, comenzó a difundir la idea de crear la cooperativa Som Energia. El 11 de diciembre de 2010 se celebró la asamblea constituyente con la asistencia de 150 socios y socias; a finales de ese mes eran casi mil. En 2011, por fin, comenzó a funcionar como comercializadora de energía 100% y, además, a iniciar los primeros proyectos de producción.

Pero, ¿cómo funciona?, ¿qué garantía tenemos de que su energía es limpia? Y, además, ¿quién nos dice que no acabarán actuando como una multinacional más del sector? Nos lo cuenta su responsable de comunicación, Marc Roselló.

Como comercializadora de energía, Som Energia, SCCL, funciona igual que las demás: acude a comprar la que necesitan sus clientes a una bolsa común en la que no hay diferentes tipos de energía; es decir, la que llegará a los domicilios no es diferente. Pero a la hora de ‘computar’ a cada productor su aportación, la consumida por los socios de Som Energia se atribuye a quienes gozan del ‘certificado 100% renovable’. Es un gesto administrativo –que hasta hace dos años no existía-, pero no solo: es sobre todo la manifestación del apoyo claro de 13.000 personas en bloque a un modelo diferente. La cooperativa, además, cuenta ya con ocho instalaciones solares capaces, aunque ahora, con los recortes del PP, la expansión en este terreno parece algo más difícil.

Para ser cliente de Som Energia hay, primero, que convertirse en socio, con una aportación única de 100 euros. Eso da derecho a participar en su asamblea general, en la que todos tienen voz y voto, y a la que corresponde, además de dibujar las líneas de actuación, elegir al Consejo Rector –no remunerado- que es el que define la estructura laboral de la empresa: actualmente nueve miembros. Siendo socio, puedes contratar a tu nombre y al de otros cinco ‘invitados’. Basta con rellenar un formulario y en unas semanas será Som Energia la que te facture la luz.

El gas, de momento, no: la cooperativa no tiene claro si entrar en un mercado que tiene muy poco de ‘verde’ pero en el que el oligopolio es, si cabe, más acentuado. Por seguir con lo práctico: nada te garantiza que te salga más barato, pero sí que no te saldrá más caro. "Queremos ser una opción sólida a largo plazo –explica Roselló-, ajustada al resto de ofertas, pero no queremos que por ser una opción responsable y concienciada salga más cara".

educacionLa educación que nos une
Wert, la batalla continúa
Qué: Plataforma para unir fuerzas por una alternativa a la LOMCE del Gobierno. Dónde: en España y todo el mundo a través de internet.

No hubo forma. Ni la marea verde, ni la contestación de la gran mayoría de la comunidad educativa, ni la oposición de todos los partidos políticos salvo el PP pudieron parar la nueva ley de Educación del Gobierno de Mariano Rajoy. Tampoco, claro, lo consiguió Stop Ley Wert, la plataforma nacida en diciembre de 2012 con un objetivo tan claro como su nombre. Pero no se da por vencida. Perdida la primera batalla, la que pretendía parar la ley antes de su aprobación, quienes impulsaron aquella idea han iniciado otra contienda, ahora bajo un nuevo nombre. La web "ha mutado", como explica a Números Rojos Carmen Esbrí, miembro de Attac, y con la denominación de La Educación que Nos Une ha emprendido una nueva etapa.

El rechazo a la ‘Ley Wert’ sigue, por supuesto, presente y, para ello, no duda en llamar a la "desobediencia civil" contra algunos de sus postulados, como el que priva al Consejo Escolar –en el que están representados profesores, estudiantes, familias y personal de administración y servicios- de la capacidad de decisión que hasta ahora tenía. Ni tampoco descarta una cierta "insumisión" de los profesores para "humanizar" en el día a día, de puertas adentro de cada aula, la "inspiración neoliberal" de la norma.

Pero ahora la plataforma quiere ir más allá y convertirse en lugar de encuentro de todos los que, "ante el desmantelamiento sistemático de la educación pública y la perversión del concepto mismo de educación a manos de los mercados", según explica su web, están dispuestos a luchar por una educación "pública, democrática, inclusiva, coeducativa, científica, ecológica y laica". Porque si no, dicen, no es educación.

Ahí, en la defensa de esos preceptos, La Educación que Nos Une quiere encontrarse no solo con los contrarios a la ‘Ley Wert’ en España, sino también con otros ámbitos, organizaciones y países, recogiendo las numerosas experiencias hacia una escuela transformadora surgidas en muchos rincones del mundo.

Entre los impulsores de la plataforma –la nueva y la antigua- se encuentran, además de Attac, Juventud sin Futuro, Red IRES, Ecologistas en Acción, Movimientos de Renovación Pedagógica, Yo estudié en la Pública y el Foro Mundial de la Educación, entre otros. En su manifiesto fundador, advierten contra la actual intromisión de organizaciones de corte exclusivamente economicista (OCDE y CEOE) y religioso (Conferencia Episcopal) en la elaboración de los contenidos escolares, en un intento de convertir la educación en "mero adiestramiento de mano de obra, consumidores y clientes".

Y critican, asimismo, "la segregación escolar en función de variables académicas, económicas, religiosas, culturales, de género, lingüísticas y la consiguiente fragmentación social desde la infancia" a la que esta concepción neoliberal de la educación nos condena. "Quienes integramos esta plataforma queremos hacer explícito nuestro compromiso de resistencia a esta ofensiva mercantil que daña los cimientos básicos de la educación", añade el manifiesto que, por cierto, puede firmar quien quiera.

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