Extraños Delincuentes

El ciclista que 'tropezó' dos veces con el mismo dopaje

El ciclista que 'tropezó' dos veces con el mismo dopajeTropezar dos veces con la misma piedra es un hábito muy humano. Que ese 'tropiezo' sea que te detengan dos veces por traficar con productos dopantes, queda sólo para elegidos. Y que encima el del doble 'tropezón' sea deportista, ya es el colmo. Es lo que le ha pasado a Raúl C. Y., un ciclista castellonense que el pasado 8 de diciembre cumplió 27 años de edad y que en 2009 llegó a ganar la Vuelta Ciclista a Zamora. Desde aquel triunfo, ya ha pasado un par de veces por los calabozos de la Guardia Civil acusado de ensuciar un poco más del deporte española a base de EPO, hormona del crecimientoy clembuterol. La última, hace unos días, cuando la Unidad Central Operativa (UCO) lo detuvo dentro de la 'Operación Master' como presunto integrante de una trama a la que se le ha intervenido miles de dosis de sustancias prohibidas. Los investigadores le señalan como uno de los supuestos cabecillas de la red, junto a otros dos ciclistas del 'pelotón'.

La primera vez que Raúl supo el frío que se siente en las muñecas cuando a uno le ponen los grilletes fue a finales de noviembre de 2009, unos meses después de conseguir su mayor triunfo deportivo, en Zamora, de una carrera deportiva más bien mediocre. Entonces, la Guardia Civil estaba desarrollando la 'Operación Grial' contra otra red de dopaje y terminó llegando al domicilio que el corredor tenía en la localidad de Bétera (Valencia). Uno de los miembros de aquella trama era presuntamente el médico Walter Viru, que regentaba una consulta deportiva y dietética en Valencia en la que se preparaba supuestamente plantes de entrenamiento y nutrición que incluían entre sus 'ingredientes' todo tipo de sustancias prohibidas. En aquella operación también cayó el célebre marchador Paquillo Fernández.

Tras aquel susto, como revelan las páginas webs especializadas en ciclismo, Raúl siguió corriendo. Al año siguiente quedó segundo en el gran premio de Cuéllar, tras lo que se enrroló en las filas de un equipo ciclista malayo con el que corrió una prueba por etapas en el país asiático con resultados discretos. Luego, según reconoce él en su perfil en Facebook, dejó "la bici" durante ocho meses, aunque desde el pasado mes de octubre había empezado de nuevo a entrenar. "Estoy ilusionado otra vez", aseguraba a sus 'amigos' en la red social. Menos de tres meses después , la Guardia Civil lo ha vuelto a detener.

De nuevo ha sido en Bétera y de nuevo, presuntamente en posesión de productos dopantes, aunque en este caso el nombre de la operación es menos bíblico, y más british: ''Master', bautizada así en referencia a que los deportistas que acudían supuestamente a Raúl y a sus compinches para conseguir toda clase de 'ayudas' en sus rendimientos eran ciclistas inscritos en la categoría que recibe este nombre y que engloba a deportistas de 30 años o más. Junto a él han sido detenidas otra 17 personas y 11 más han sido imputadas. Entre ellos, había empleados de un par de hospitales y una residencia geriátrica de la Comunidad Valenciana que presuntamente 'distraían'  medicamentos de estos centros hospitalarios para venderlos a los amigos de tomar  'ayudas' a la hora de escalar a golpe de pedal un puerto de montaña. Además, la trama 'importaba' otras sustancias prohibidas, principalmente desde Portugal, donde durante años estuvo corriendo otro de los ex ciclistas arrestados, Victoriano F. M.

En total, la Guardia Civil ha realizado 19 registros domiciliados  en los que, además del sinfin de fármacos incautados (había una taquilla que rebosaba medicamentos), ha encontrado también planings de dopaje para evitar que los controles detecten a los tramposos, jeringuillas y bolsas de sangre vacías, de esas que usan para hacerse autotransfusiones. Incluso se encontró casi un kilo de cocaína y una plantación clandestina de marihuana. Está claro que los tramposos ya no se conforman con la dichosa EPO.

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