Otras miradas

La nueva sex symbol

Marta Nebot

Periodista

Marta Nebot
Periodista

Kelly LeBrock, La Mujer de rojo, la actriz protagonista de la película de dicho título de Gene Wilder de 1984, fue un sex symbol de su época y ahora vuelve con fuerza al mundanal ruido después de haber estado, durante años, recluída primero, escondida después.

Volviendo a ver el vídeo en el que su cuerpo perfecto se contonea como antes hizo el de Marilyn Monroe, mientras el aire de una rejilla de ventilación levanta su vestido de seda, esta vez encarnado, me ha dado por meditar sobre el fenómeno.

Las dos parece ser que fueron víctimas de su época. La primera, dice la leyenda, que terminó triunfando después de haber conocido a muchos Weinsteins hasta que por fin alguno cumplió sus promesas y nunca más recuperó una autoestima seriamente dañada desde no se sabe cuándo.  A la segunda, le dio el papel de su vida su marido de entonces y poderoso productor, Victor Drai. Más tarde, se volvió a casar con el que fue su verdadera pesadilla. Steven Seagal, que era su guardaespaldas, se convirtió en estrella mientras tenían tres hijos y, según ella misma cuenta en sus memorias, abusó de ella y la violó en repetidas ocasiones en los largos nueve años de matrimonio que convivió con él.

Cristina Pedroche, la mujer más sexy de España según varias revistas, también enseñó la ropa interior de una manera parecida y, sin embargo, bien distinta. El primer año que presentó las campanadas de fin de año en televisión en 2014, se levantó su vestido transparente para demostrar a su compañero, un sorprendidísimo Fran Blanco, que su ropa interior no era roja sino negra.  Al año siguiente, volvió a ser la elegida para tal evento y, en esta ocasión, fue Carlos Sobera el que descubrió que Cristina esa vez no iba a poder enseñarla porque no la llevaba puesta. En el más difícil todavía, en el que ella misma se metió, en 2016 las presentó, junto a Alberto Chicote, con una especie de bañador–vestido. Para éste, su indumentaria vuelve a ser una incógnita cada vez más difícil. Solo ha dado como pista que "será atrevido, irreverente y transparente".

Cuento todo esto, porque después de entrevistarla, he llegado a la feliz conclusión de que Cristina Pedroche nunca será un juguete roto. A ella nadie le he dado el papel de sexi después de pagarlo muy caro. Es más:  es muy consciente de qué es lo que vende y lo ha hecho siempre sin que la obligara ningún guion, sin que la manipularan para que acabara haciendo lo que hace. Cristina le ha dado la vuelta a la tortilla y se ha convertido en quien mueve los hilos, ha encontrado un juego astuto que ojalá consiga alargar muchos años.

Así que:  ¡Qué distintas escenas siendo la misma! Por más que se le pueda acusar de cosificar a las mujeres en ella misma, también se le puede aplaudir por reírse en la cara de lo que se hace con las mujeres en televisión,  por darnos una bofetada de realidad al ganar por jaque mate una partida que, en la dosis que sea, la mayoría jugamos, hasta sin darnos cuenta.

Kelly LeBrock ha reaparecido recientemente en público al lado de Arissa, la hija que comparte con el que fuera su marido y violador, Steven Seagal. La pequeña de los tres que tuvieron es modelo de tallas grandes y participa en el reality show Growing up supermodel. Kelly ha aprovechado el foco televisivo para contar que cuando fue la mujer de rojo, no se veía a si misma como una sex symbol. Sin embargo, ahora que tiene 57 años no esconde sus curvas y cree que tiene mucho que demostrar todavía como intérprete. Ojalá. Que vivan las mujeres de rojo que saben lo que se traen entre manos y que cada vez haya más juegos distintos a los que podamos ir jugando.

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