Otras miradas

OT como muestra de la España plurinacional

Miguel Guillén

Politólogo y autor de 'Podemos-Izquierda Unida. Del desamor a la confluencia' @miguelguillen80

La última edición del programa-concurso Operación Triunfo (OT) ha tenido un éxito que ha saltado de las pantallas de televisión a las conversaciones familiares, las tertulias de bar e incluso ambientes políticos. Pablo Iglesias dijo hace unos días que OT es más importante que el Telediario. Y tiene razón. Un buen lector de Antonio lo sabe perfectamente. Pura hegemonía cultural.

El caso es que aunque no sigas las galas de los lunes, es imposible no conocer algún detalle de la última edición de OT. A no ser que vivas en una burbuja, como suele pasarles a determinados dirigentes políticos, absolutamente alejados de la sociedad a la que deberían servir. Y aunque no falten los guardianes de las esencias intelectuales y culturales que tachen el programa de populachero y telebasura, a nadie se le escapa que la capacidad de influencia de los protagonistas de este concurso puede llegar a ser mucho más importante que la de algunos supuestos líderes de opinión. Ya veremos.

Revisando las biografías de los concursantes de la recién acabada edición de OT uno no puede evitar pensar en la idea de España plurinacional que muchos consideramos que le va como anillo al dedo a este país de países, nación de naciones, que habitamos, amamos y odiamos. Las Españas, que decía Ernest Lluch. Hoy falta demasiada gente que hable más de Españas y menos de la España una, grande y libre que ni existió jamás ni existirá nunca. Y miras las biografías de ese grupo de veinteañeros que ya es todo un fenómeno de fans y piensas... ¡Esto es la España plurinacional! Una productora catalana que realiza un programa de éxito, bien hecho, para la televisión pública estatal. Un andaluz que conduce el programa sin esconder su acento. 18 concursantes de diferentes lugares de las Españas: cuatro catalanes, tres gallegos, dos andaluces, dos canarios, un madrileño, una navarra, un vasco, un mallorquín, una extremeña, una madrileña criada en Andalucía y un brasileño criado en Galicia que vive en Madrid. Cierto es que hay comunidades que no han estado representadas en el certamen y en este aspecto el concurso ha quedado un poco cojo. Pero el programa ha obtenido excelentes índices de audiencia en toda la geografía española. En toda.

Ahora que estamos en año de Mundial de fútbol me viene a la mente aquella mítica selección española que fue campeona del mundo en 2010. La entrenaba un castellano-leonés y en sus filas había siete catalanes, tres andaluces, dos madrileños, dos canarios, dos asturianos, un valenciano, un maño, un castellano-manchego, un vasco, un navarro, un riojano y un madrileño criado en Cataluña con corazón cordobés. Deportistas de todas las Españas, aunando fuerzas y remando en la misma dirección, sorteando un obstáculo tras otro. En la celebración tras ganar la final a Holanda, Xavi y Puyol se fotografiaron con una senyera, mientras que Villa sacaba la bandera asturiana y Ramos la andaluza. Sin problemas, si bien no faltaron los recalcitrantes que se indignaron porque además de la rojigualda aparecieron otras enseñas sobre el césped del estadio. Son los mismos que siguen sin entender lo que somos: diversos en nuestras identidades. Plurales. Ocho años después, ¡cómo han cambiado las cosas! Las Españas siguen y seguirán siendo plurinacionales, pero mientras quienes las gobiernan sigan por el mismo camino, mientras se nieguen a escuchar y a pactar y todo lo fíen a la vía judicial, la convivencia se hará cada vez más complicada. El pesimismo de la razón, razón que algunos no encontrarán nunca. Disculpen pero es así.

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