Otras miradas

La salud no es un negocio

Miguel Ángel Heredia Díaz

Diputado nacional del PSOE por Málaga

La derecha siempre ha tenido claro dos cosas en materia de sanidad: la primera que aquí hay negocio, y que deteriorando la sanidad pública siempre quedará como alternativa la sanidad privada. La segunda cosa es que, si tiene que optar entre farmacéuticas y ciudadanía, ellos se quedan con la primera opción, aunque con ello perjudique a la mayoría de la gente.

Rajoy lo tuvo claro desde el primer día, y le dio un tajo monumental a la sanidad pública. Pero no se quedó ahí, en 2012 adoptó otras dos medidas. La primera fue implantar el copago para los pensionistas; por primera vez en la historia de la democracia, nuestros mayores tenían que pagar por sus medicamentos. La segunda medida fue eliminar 417 medicamentos del Sistema Nacional de Salud.

El copago de los pensionistas ha permitido a Montoro recaudar la escandalosa cantidad de 5.500 millones a costa de nuestros mayores. La excusa que dio el Gobierno fue que así se reduciría el gasto en medicamentos, pero con estas cifras, salta a la vista, que el motivo era otro bien distinto: "hacer negocio a costa de la salud de nuestros mayores".

Por otra parte, también en 2012 se aprobó eliminar 417 medicamentos de la Seguridad Social. La excusa en este caso fue que estaban indicados para síntomas menores. Pero en cinco años por dejadez del Ministerio de Sanidad, o lo que es peor, a conciencia, su precio se ha disparado, duplicándose o incluso triplicándose. Son medicamentos para la mucosidad y la tos, lágrimas artificiales, antidiarreicos, antiinflamatorios o protectores estomacales. Es llamativo, que mientras el conjunto de los medicamentos ha bajado de precio en los últimos años, éstos han subido un 75%. Y nuestros mayores necesitan muchos de esos medicamentos casi a diario. No es razonable.

De los 4,9 euros que costaban de media estos medicamentos en 2012 hoy cuestan 8,6 euros. Como muestra un botón, el jarabe para la tos Mucosan se ha cuadriplicado (de 2,06 a 8,96 euros), el precio de otro medicamento del mismo espectro y de gran consumo como Pectox se encarece un 57% en su formato de solución oral (de 3,25 a 5,62) y el jarabe Flutox se eleva de 2,83 a 7,96 euros.

Es decir lo que antes financiaba la Seguridad Social, ahora hay que pagarlo del bolsillo. Y esto afecta a mucha gente, a enfermos crónicos y sobre todo a quienes más medicamentos usan, que son los mayores.

El otro día, una pensionista me contaba, que cuando gobernaba el PSOE y se resfriaba, las medicinas no le costaban nada, pero ahora le cuestan 50 euros de una pensión de 600 euros que tiene, por eso cuando coge un catarro, tiene dificultades para llegar a fin de mes. 

Hoy más de 2 millones de españoles no tienen dinero suficiente para pagar sus medicinas, tanto activos como pensionistas, y un 20 por ciento de nuestros mayores tuvieron que abandonar sus tratamientos durante los años más duros de la crisis para poder darle de comer a sus familias.

En definitiva, el copago y la desfinanciación han representado una merma muy significativa sobre el poder adquisitivo de las personas, especialmente de los pensionistas. Nuestros mayores pagan, de media, unos 135 euros al año, si sumamos el copago a los medicamentos que han dejado de estar financiados.

Nuestros mayores son hoy un 20% más pobres que cuando Rajoy llegó al Gobierno, de hecho constituyen uno de los sectores más castigados con las políticas del PP. Les ha subido todo, el IVA, el IBI, la luz, el gas, el agua, el teléfono, y las medicinas; todo menos las pensiones.

Y las previsiones son que el IPC continúe aumentando en 2018, de hecho la luz apunta una subida del 2,5%, mientras las pensiones han vuelto a subir otro "vergonzoso" 0,25% y ya llevamos 5 años de Rajoy aplicando esta misma subida, luego este año nuestros mayores volverán a perder poder adquisitivo. Por tanto, la recuperación económica de la que tanto habla el PP, no llegará a nuestros pensionistas.

Sin olvidar que en 2018, este Gobierno del PP volverá a recortar el Presupuesto de Sanidad respecto al Producto Interior Bruto del 6% al 5,8% según figura en el Programa de Estabilidad 2017-2020. Menos dinero para la sanidad pública y más negocio para la sanidad privada.

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