Otras miradas

Dos superpotencias a bordo en la lucha contra el cambio climático

Mar Asunción

Responsable del Progama Cambio Climático en WWF España

Mar Asunción
Responsable del Progama Cambio Climático en WWF España

El otoño ha traído movimiento a las negociaciones climáticas y parece que, además de las hojas, está cayendo el inmovilismo que impregnaba las últimas cumbres del clima, que culminó con la salida de las ONG de la COP de Varsovia el pasado año en protesta por la falta de avances.

No sabemos si habrá sido la presentación del Quinto Informe del IPCC que ha removido las conciencias recordándonos a todos, y en especial a los líderes políticos, la necesidad de actuar urgentemente para prevenir el gran riesgo que supone para la economía, la sociedad y los ecosistemas un aumento de temperatura por encima de los 2ºC, o quizás la gran movilización de Nueva York el pasado septiembre.

Lo cierto es que ahora parece que las dos principales potencias y, a la vez, las mayores emisoras de Gases Efecto Invernadero (GEI) en el mundo, han llegado a un acuerdo que establece que China alcanzará su máximo de emisiones en 2030, y para esa misma fecha EEUU las recortará entre un 26 y 28% respecto a las existentes en 2005.

Recibimos la noticia como un paso adelante, pero por debajo de lo que se necesita para tener una posibilidad razonable de no superar el umbral de una subida de 2ºC en la temperatura del Planeta, y más aún si consideramos la necesidad de quedarnos por debajo de 1,5ºC de aumento y así evitar daños irreversibles en las comunidades más vulnerables.

La buena noticia es que el camino hacia el acuerdo climático global al que se deberá llegar en París en diciembre de 2015 ya ha comenzado, y al "tren del compromiso climático" se han subido los que hasta ahora estaban reticentes y cuya presencia era necesaria para ponerlo en marcha. El resto de pasajeros, especialmente los países más vulnerables, llevaban tiempo esperando, ya que estaban sufriendo en sus propias carnes las consecuencias del retraso en forma de aumento e intensidad de huracanes, sequías y olas de calor.  También en el tren estaban otros viajeros como la UE, aunque cada vez con menos fuelle, a la vista de las conclusiones del último Consejo, que acordó objetivos de emisiones y energéticos claramente insuficientes.

Los nuevos pasajeros (EE.UU. y China) enarbolan sus compromisos orgullosos, pero un análisis más detallado nos muestra que, si bien son un primer paso, son insuficientes para poner al mundo en una senda segura de impactos climáticos irreversibles.

Teniendo en cuenta los escenarios energéticos y de emisiones que produce la Agencia Internacional de la Energía (AIE), para el escenario de un aumento de 2ºC, vemos que en 2005 EE.UU. emitió aproximadamente 5,78 Gt de CO2 relacionadas con la energía, y para el año 2030 necesitaría estar en 2,88 Gt, que es cerca de una reducción del 50% en comparación con 2005, casi el doble del objetivo planteado.

En cuanto a China, las emisiones actuales de CO2 relacionadas con la energía son de 8,3 Gt . Según el escenario de la AIE, en 2030 China debería estar en torno a 6,1 Gt de CO2. Esto es aproximadamente un 27% menos de las emisiones actuales.

Por tanto, damos la bienvenida a estos nuevos viajeros al "tren del compromiso climático" y les recordamos que van a necesitar nueva energía, eficiente y renovable, en forma de mayores compromisos de reducción y de financiación climática para llegar a la meta de París a tiempo y en perfecto estado. También instamos a la UE para que recobre el liderazgo pasado, y revise los insuficientes objetivos planteados, para no quedarse en el vagón de cola.

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