Otras miradas

¿Por quién votan las mujeres?

Manuela Montalbán

Abogada y feminista

Manuela Montalbán
Abogada y feminista

Es evidente que, de forma callada e invisible, las mujeres soportamos múltiples formas de violencias machistas que nacen y crecen en nuestro sistema. Ese que, al tiempo que nos trata como ciudadanas de segunda categoría, nos hace creer la fantasía de que, si las mujeres no gozamos de los privilegios que el sistema reserva solo para los hombres, es simplemente porque renunciamos a ello de forma voluntaria.

Nos roban la realidad, y esta es una de las armas más potentes que usa este sistema patriarcal para someter a sus mujeres. Parece que las mujeres acostumbradas a ceder en todos los espacios, también en la política hemos claudicado. Llevamos años conformándonos con las migajas de este sistema, hasta el punto de habernos creído que la desigualdad que sufrimos no es tan importante como la economía o la política social.

Una breve y sencilla mirada a nuestra historia, nos recuerda que somos hijas de las conquistas que nuestras madres, a través de múltiples generaciones, lucharon con prisión y sangre. Como pasó con el derecho a ser consideradas personas, el derecho al trabajo, el derecho al voto, al aborto...

Una breve y sencilla mirada a nuestro futuro, nos recuerda que somos deudoras de las miles de conquistas que nos restan con los asesinatos machistas, los secuestros de género con tareas que cargamos por el simple hecho de haber nacido con vagina, precariedad laboral, brecha salarial, techo de cristal, feminización de la pobreza....

Sin igualdad no hay democracia, y de eso eran bien conscientes nuestras abuelas sufragistas. Esas que quizá hoy, nos mirarían curiosas, y así, en voz baja, sabiendo de la importancia del sentido de nuestros votos feministas nos preguntarían: ¿Y tú, a quién votas? Es cierto que no hay ningún partido que del todo nos represente, pero si hay opciones políticas con las que merece la pena tener la paciencia de caminar al lado.

Hay mínimos insalvables para los intereses de las mujeres, como son las opciones alejadas de las políticas neoliberales que tanto sufrimiento están ocasionando, y que de forma muy directa inciden en un reparto de la riqueza absolutamente desigual. Que afecta en mayor medida a las mujeres, a las que condena a la pobreza y la dependencia económica y a la falta de oportunidades.

También merece la pena caminar de la mano de los partidos que respetan la máxima de que los hombres, en la lucha por la igualdad, deben dar un paso al lado, para pararse y escuchar. Mientras nosotras nos abrimos hueco. Por eso, este domingo decidimos con nuestro voto. Este domingo tenemos la oportunidad de retirar nuestros votos al Partido Popular que ha recortado los presupuestos de igualdad, esos que salvan y dignifican la vida de las mujeres.

Ese partido que, además, ha contribuido a la invisibilización de nuestro género, eliminando la paridad de su gobierno y enviando a las mujeres a galeras. El mismo, que, utilizó a Gallardón para advertirnos que nuestra razón única de ser es la maternidad, y que como seres indefensos necesitamos de constante protección. Siendo así que la mayoría de las ayudas a las mujeres, contenidas en el programa electoral del PP, están orientadas a la maternidad.

Este domingo tenemos la oportunidad de retirar, también, nuestros votos de Ciudadanos, ese partido, que como su nombre indica, ha decidido, dejarnos fuera a las mujeres, en un segundo plano. Albert Rivera es ese hombre que de forma pública propaga su ideología machista, llegando incluso a pedir que sean los hombres los que lideren nuestra lucha por la igualdad de género. Lo que significa algo así como: Vosotras cuidad de nuestros hijas e hijos, que ya nosotros luchamos por vuestra igualdad.

Este domingo tenemos la oportunidad de decirle a Rivera, que no vamos a hablar con él de economía, ni de regeneración democrática, ni de contrato laboral único, ni de nada. Porque sin igualdad no hay democracia. Y él no quiere la igualdad.

Por eso Albert Rivera quiere retroceder el reloj de las mujeres diez años, con esa idea machista que lleva en su programa de igualar las estructuras machistas y la violencia de género, con otras formas de violencia, como la doméstica. Ciudadanos propone la vieja idea de confundir para invisibilizar, y así, de paso, perpetuar el machismo ganando un buen puñado de votos.

Como prueba, el espectáculo de Marta Rivera, en el debate del 9 de diciembre de Televisión Española, defendiendo con uñas y dientes esta idea de equiparar todas las violencias, hasta el punto de llegar a preguntar en público, que de dónde se saca la ley de violencia de género; que la violencia se ejerza contra las mujeres por el sólo hecho de serlo.

Este domingo, con nuestros votos de mujeres organizadas y empoderadas, tenemos la oportunidad de decirle a 'la' y 'el' Rivera que, sabemos que el sistema no es caprichoso cuando relega a las mujeres a los peores empleos, o les paga hasta un 17% menos que a un hombre, o cuando no son ascendidas a la  dirección de una empresa, o cuando les obliga a cuidar de sus hijas e hijos mientras el padre se dedica a 'cosas importantes'...

Recordaremos a los machistas que el sistema discrimina a las mujeres porque las considera de segunda categoría, y porque consiguen que nuestro sistema, a base de cuidados y trabajos gratuitos, sea económicamente sostenible.

Estos dos partidos, junto con el PSOE, también aplican políticas neoliberales, que no podemos apoyar con nuestros votos sedientos de igualdad. Porque atentan directamente contra nuestros intereses.

Este domingo, con nuestros votos de mujeres responsables, con conciencias solidarias, no nos dejaremos engañar por un PSOE que nos ofrece medidas igualitarias, que no son más que papel mojado al ir acompañadas de la absoluta rendición al liberalismo más 'neo'. Esta ideología del partido de Pedro Sánchez resultada devastadora en materia de desigualdad económica, precarización laboral, recortes, exclusión y empobrecimiento. Recayendo estos efectos, sobre todo, en las cansadas espaldas de las mujeres, ocasionándoles más heridas de desigualdad.

Un PSOE que vota con el PP en Europa, a favor de que se le de cuerda a una bomba de relojería puesta en los bajos de nuestra democracia: el TIPP. Ese acuerdo que hará saltar por los aires el modelo social europeo. Y que, sobre todo, nos castigará aún más a las mujeres. Echándonos a la espalda lo que haga falta para minimizar en nuestro entorno el impacto de la  pobreza.

No, nosotras no votaremos a PSOE, ni a PP, ni a Ciudadanos. Porque nosotras ya sabemos que el patriarcado y el neoliberalismo caminan de la mano. Nuestras madres, abuelas y ancestras luchadoras sentirían orgullo de género si fuésemos capaces de humillar las opciones políticas machistas mediante nuestra retirada de votos. Y que nuestros votos sirvieran para acompañar opciones políticas, llenas de esperanza, en las que podamos imponer nuestros espacios.

Por eso es tiempo de despertar, de recordar que es nuestro momento, el de nuestras madres, el de nuestras hijas, el de nuestras compañeras... Es tiempo de soltar las cadenas y recordar que somos el 50%.  Es el tiempo de nuestros votos decisivos. Es nuestra historia, y solo nosotras podremos hacer que nos valga la pena. Es tiempo de nuestro poder.

Porque juntas podemos. Igualdad real ya.

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