Otras miradas

Lo tuyo NO es puro teatro

Javier Iglesias Peláez

Inspector de trabajo y profesor de Historia

Javier Iglesias Peláez
Inspector de trabajo y profesor de Historia

Ya son varias las veces que he captado la molestia que causa a las gentes de teatro que se compare con él la situación que estamos viviendo desde las elecciones del 20 de diciembre pasado. La última vez fue un compañero de mi grupo –Contratiempo Teatro– al que quiero dedicar, en desagravio, el presente "comentario".

Agustín García Calvo concebía el teatro como un juego con el tiempo o, más precisamente, un juego con dos tiempos, el uno contra el otro; a saber, el tiempo del argumento representado y de sus personajes, que muchos dirían que por ser ficticio es el real, y el tiempo de la representación misma, que es el tiempo que la representación dura y que es el de los actores y, por tanto, el del público también. Si no juega la contradicción entre los dos tiempos, dice García Calvo que no hay teatro. Nada más contrario al teatro, pues, que el engaño y la mentira.

El actor, recordaba también Agustín, y citaba a Bertold Brecht, no puede identificarse con su personaje o máscara, ni tampoco con su propio personaje en la vida real, porque entonces el teatro deja de existir y el actor se convierte en un mentiroso que sólo quiere tomarnos el pelo.

¿Que Pedro Sánchez, Hernando, Luena, Oscar López y demás... están haciendo teatro? De ninguna manera: estos sólo pretenden engañarnos y engañar al país, por mucho "método" que quieran poner en interiorizar sus mentiras y sus personajes.

El teatro es otra cosa.

 

 

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