Otras miradas

Hay que cambiar el sistema

Carlos Martinez

Politólogo y co-primer secretario de Alternativa Socialista/SocialistasLa revolución Sanders (Senador Bernie Sanders, candidato socialista a la Casa Blanca)  está siendo políticamente muy importante. Sanders ha logrado en pleno corazón del Imperio, en pleno EE.UU cuestionar el sistema y hacerlo desde el socialismo democrático. Ha conseguido movilizar a la izquierda y movilizar a los pequeños partidos socialistas del país, pero también y eso es muy importante, a numerosos sectores juveniles, sindicalistas y personas de las minorías étcnicas así como a obreros industriales, removiendo los cimientos del Partido Demócrata y poniendo en apuros a Hilary Clinton, que es la candidata del sistema.Anteriormente otro socialista democrático, el laborista Jeremy Corbyn se hacía con las riendas del Partido Laborista, creando un gran problema al stablishment británico y a la City. Corbyn ha cuestionado temas sagrados como la austeridad, la política de guerra y armamentística, los paraísos fiscales y muchos casos concretos de recortes educativos y sanitarios. Es un quebradero de cabeza para las élites tradicionales del poder y los restos del blairismo y la nefasta tercer vía. Corbyn es un laborista clásico que recupera las tradiciones laboristas de los años cuarenta y cincuenta. Ambos son dos veteranos y experimentados luchadores en posiciones de izquierda alternativa. Ambos proceden del socialismo y son socialistas.A ellos hay que unirles las aportaciones de Oskar Lafontaine, igualmente socialista, muy crítico con la UE, el euro y sobre todo el Banco Central Europeo. O se modifica la UE y el BCE o no hay nada que hacer, pues el BCE es el eje y motor de la austeridad, esa maldita palabra prostituida, pues austeridad es una virtud, mientras que de lo que hablamos es de recortes, eliminación del Estado de bienestar y de privatización de lo público.Por tanto y trasladado a la España de nuestros días y en nuestro contexto, nada se podrá hacer sin cambiar el sistema. El sistema oligárquico, monárquico y en manos de élites económicas e inversores extranjeros. La monarquía es la cúspide del sistema, es la piedra angular que hace encajar al régimen y juega el papel de magno Consejo de Administración del Reino de España, con banqueros, grandes empresas del IBEX, fondos financieros e inversores de capital y de riesgo, junto a tenedores de la deuda. Es decir, nuestro 1% que manda. Por tanto, observar qué postura se tiene frente a la monarquía es clave para saber si ciertamente se quiere cambiar el sistema, o se es realista. Ahora y ya en periodo pre-electoral, hay que saber quienes sí y quienes no quieren cambiar el sistema y, por tanto, o se “retratan” en el programa las confluencias, coaliciones y partidos o podemos vernos recortando y pagando deuda antes que pensiones y subsidios de paro incluidos los llamados progresistas y del cambio.El sistema lo sostiene y dirige en lo económico, financiero y político la Unión Europea. Por tanto no cuestionar al menos el actual marco de relaciones con la UE es no querer hacer nada por modificar las políticas de austeridad y recortes. La UE exige recortes que sumados a los ya pedidos, superan los 30.000 millones de euros. La deuda es un gran negocio y arma de las multinacionales de servicios y de los fondos privados tenedores de deuda e inversores en la misma, la mayor parte extranjeros. Por ello, el tema de la deuda o se plantea con crudeza o quien sea que nos pida sus votos, tendrá que fijar claramente su posición, pues de lo contrario estará engañando a las clases populares y trabajadoras, comenzando por los segmentos más jóvenes de la clase trabajadora y los pensionistas. Ese es otro gran agujero. ¿Qué pasa con el dinero de las pensiones? ¿Dónde está? Es imprescindible que pensemos cambiar el sistema.Desde Socialistas, unión de partidos iniciada por Alternativa Socialista (cli-as) e Iniciativa Socialista de izquierda (ISI) junto a otros partidos socialistas locales, entendemos que ahora la prioridad es construir el gran partido por el cambio de sistema, un partido que sea socialista democrático y que reme en esa dirección —la del cambio de sistema—. Ahora somos humildes, pero no vamos a engañar, vamos a hacer del programa nuestra bandera y de decir la verdad, aunque sea incomoda, nuestra acción pública, sea cual sea nuestra posición electoral, pues no somos una fuerza electoralista, sino para la construcción de otra realidad muy diferente.Por tanto, deuda, planes de austeridad y sumisión a la UE y el Banco Central Europeo, son incompatibles con lo que a la gente le interesa. Que es: si va a tener pensión o seguir cobrándola sin más recortes. Si sus hijos van a tener trabajo, si los estudiantes van a tener futuro, si la sanidad y la educación van a seguir siendo públicas y van a ser de mejor calidad. Si los negocios familiares y las pequeños agricultores van a seguir teniendo acceso al crédito y van a haber créditos públicos. Conocer si la PAC y el TIIP no van a arrasar el mundo rural y arruinar más todavía nuestra agricultura y ganadería en beneficio de las transnacionales. Si nuestros pueblos van a desaparecer y nuestras ciudades van a ser habitables. Si las mujeres van a dejar de sufrir asesinatos. Si los salarios van a ser decentes y se va a recuperar la dignidad en el trabajo. Si las personas paradas no se van a ver sin subsidios y condenadas a la pobreza extrema, tal y como ya hay millones. Si el medio ambiente va a ser protegido, defendido y si todas las personas van a pagar los impuestos que les corresponden en justicia. Si estamos por la paz y no por la OTAN y las guerras.Pero claro, advertimos, con 30.000 millones de recortes para empezar a hablar de gobierno, no vamos a hacer nada. Con una gran crisis financiera mundial repuntando, que todos, todos, ocultan no se pueden hacer previsiones serias. Por tanto, el problema no es cómo nos presentamos a las elecciones, sino para qué nos presentamos a las elecciones y con qué programa, proyectos y planes económicos y culturales.

Carlos Martinez
Politólogo y co-primer secretario de Alternativa Socialista/Socialistas
La revolución Sanders (Senador Bernie Sanders, candidato socialista a la Casa Blanca)  está siendo políticamente muy importante. Sanders ha logrado en pleno corazón del Imperio, en pleno EE.UU cuestionar el sistema y hacerlo desde el socialismo democrático. Ha conseguido movilizar a la izquierda y movilizar a los pequeños partidos socialistas del país, pero también y eso es muy importante, a numerosos sectores juveniles, sindicalistas y personas de las minorías étcnicas así como a obreros industriales, removiendo los cimientos del Partido Demócrata y poniendo en apuros a Hilary Clinton, que es la candidata del sistema.
Anteriormente otro socialista democrático, el laborista Jeremy Corbyn se hacía con las riendas del Partido Laborista, creando un gran problema al stablishment británico y a la City. Corbyn ha cuestionado temas sagrados como la austeridad, la política de guerra y armamentística, los paraísos fiscales y muchos casos concretos de recortes educativos y sanitarios. Es un quebradero de cabeza para las élites tradicionales del poder y los restos del blairismo y la nefasta tercer vía. Corbyn es un laborista clásico que recupera las tradiciones laboristas de los años cuarenta y cincuenta. Ambos son dos veteranos y experimentados luchadores en posiciones de izquierda alternativa. Ambos proceden del socialismo y son socialistas.
A ellos hay que unirles las aportaciones de Oskar Lafontaine, igualmente socialista, muy crítico con la UE, el euro y sobre todo el Banco Central Europeo. O se modifica la UE y el BCE o no hay nada que hacer, pues el BCE es el eje y motor de la austeridad, esa maldita palabra prostituida, pues austeridad es una virtud, mientras que de lo que hablamos es de recortes, eliminación del Estado de bienestar y de privatización de lo público.
Por tanto y trasladado a la España de nuestros días y en nuestro contexto, nada se podrá hacer sin cambiar el sistema. El sistema oligárquico, monárquico y en manos de élites económicas e inversores extranjeros. La monarquía es la cúspide del sistema, es la piedra angular que hace encajar al régimen y juega el papel de magno Consejo de Administración del Reino de España, con banqueros, grandes empresas del IBEX, fondos financieros e inversores de capital y de riesgo, junto a tenedores de la deuda. Es decir, nuestro 1% que manda. Por tanto, observar qué postura se tiene frente a la monarquía es clave para saber si ciertamente se quiere cambiar el sistema, o se es realista. Ahora y ya en periodo pre-electoral, hay que saber quienes sí y quienes no quieren cambiar el sistema y, por tanto, o se "retratan" en el programa las confluencias, coaliciones y partidos o podemos vernos recortando y pagando deuda antes que pensiones y subsidios de paro incluidos los llamados progresistas y del cambio.
El sistema lo sostiene y dirige en lo económico, financiero y político la Unión Europea. Por tanto no cuestionar al menos el actual marco de relaciones con la UE es no querer hacer nada por modificar las políticas de austeridad y recortes. La UE exige recortes que sumados a los ya pedidos, superan los 30.000 millones de euros. La deuda es un gran negocio y arma de las multinacionales de servicios y de los fondos privados tenedores de deuda e inversores en la misma, la mayor parte extranjeros. Por ello, el tema de la deuda o se plantea con crudeza o quien sea que nos pida sus votos, tendrá que fijar claramente su posición, pues de lo contrario estará engañando a las clases populares y trabajadoras, comenzando por los segmentos más jóvenes de la clase trabajadora y los pensionistas. Ese es otro gran agujero. ¿Qué pasa con el dinero de las pensiones? ¿Dónde está? Es imprescindible que pensemos cambiar el sistema.
Desde Socialistas, unión de partidos iniciada por Alternativa Socialista (cli-as) e Iniciativa Socialista de izquierda (ISI) junto a otros partidos socialistas locales, entendemos que ahora la prioridad es construir el gran partido por el cambio de sistema, un partido que sea socialista democrático y que reme en esa dirección —la del cambio de sistema—. Ahora somos humildes, pero no vamos a engañar, vamos a hacer del programa nuestra bandera y de decir la verdad, aunque sea incomoda, nuestra acción pública, sea cual sea nuestra posición electoral, pues no somos una fuerza electoralista, sino para la construcción de otra realidad muy diferente.
Por tanto, deuda, planes de austeridad y sumisión a la UE y el Banco Central Europeo, son incompatibles con lo que a la gente le interesa. Que es: si va a tener pensión o seguir cobrándola sin más recortes. Si sus hijos van a tener trabajo, si los estudiantes van a tener futuro, si la sanidad y la educación van a seguir siendo públicas y van a ser de mejor calidad. Si los negocios familiares y las pequeños agricultores van a seguir teniendo acceso al crédito y van a haber créditos públicos. Conocer si la PAC y el TIIP no van a arrasar el mundo rural y arruinar más todavía nuestra agricultura y ganadería en beneficio de las transnacionales. Si nuestros pueblos van a desaparecer y nuestras ciudades van a ser habitables. Si las mujeres van a dejar de sufrir asesinatos. Si los salarios van a ser decentes y se va a recuperar la dignidad en el trabajo. Si las personas paradas no se van a ver sin subsidios y condenadas a la pobreza extrema, tal y como ya hay millones. Si el medio ambiente va a ser protegido, defendido y si todas las personas van a pagar los impuestos que les corresponden en justicia. Si estamos por la paz y no por la OTAN y las guerras.
Pero claro, advertimos, con 30.000 millones de recortes para empezar a hablar de gobierno, no vamos a hacer nada. Con una gran crisis financiera mundial repuntando, que todos, todos, ocultan no se pueden hacer previsiones serias. Por tanto, el problema no es cómo nos presentamos a las elecciones, sino para qué nos presentamos a las elecciones y con qué programa, proyectos y planes económicos y culturales.

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