Otras miradas

Aquí están los dragones

Sofía Castañón

Diputada de Podemos en el Congreso

Sofía Castañón
Diputada de Podemos en el Congreso

Veo a Teresa Rodríguez en el Parlamento de Andalucía. Les dice a los diputados de Ciudadanos que referirse a la izquierda como seres con cuernos y rabo es antiguo. Que ya son ganas -y secundo- de ampararse en iconografías e ideas que parecían superadas. Me miro. Nada hay en mí que me asemeje a las representaciones medievales del maligno. No tengo ningún rasgo propio de las leyendas doradas de Jacobo de la Vorágine, tampoco. Ni dioses, ni santas, ni demonios. Me pregunto por qué seguir alimentando conceptos anclados en el odio, en el miedo al otro, quizás -especialmente- a la otra, con conciencia de otra.

Recuerdo los mapas de cuando aún no se había delimitado el mundo: "más allá de aquí hay dragones" Y así designábamos el mundo incierto, lo desconocido. Entonces ya estaba claro, debemos temer aquello que no conocemos, aquello que se nos dice que es otro, que está lejos, que no es lo que somos -seamos lo que seamos. Más allá de aquí hay dragones. Entonces habrá fuego. Habrá espanto. Habrá hambre y habrá sed. Habrá muerte, habrá dolor.

Cuando se refieren a las personas que avanzamos -ya sea poniendo la cara en los lugares más inverosímiles para la gente de a pie (¿un anuncio de autobús?), ya sea poniendo la cara entre nuestras vecinas, en nuestro barrio- en esto que hemos dado a nombrar "Podemos" como agentes del caos, de la barbarie, seres con rabos y cuernos, no puedo más que sorprenderme por lo infantil del comentario. No llega a mentira, porque sabemos que nadie tiene aspecto de demonio de El Bosco. No llega a insulto, porque ningún absurdo puede referirse a una persona sino hablar de la persona que enuncia dicho absurdo.

Los famosos dragones de la frontera de lo incierto están en cada barrio, en cada vivienda de al lado. Su fuego es la certeza de que hablar de justicia social, de que el hecho de que no existan desigualdades -no porque sea una tragedia, sino porque es una vergüenza- es la prioridad si lo que se quiere es pensar en el bien común y en el avance de los pueblos. Los famosos dragones dicen que mientras haya Ley Mordaza no podremos denunciar lo inadmisible. Que mientras tengamos las vigentes reformas laborales, quienes trabajan seguirán corriendo, cada vez más, el riesgo de trabajar y ser pobres: de ser esclavos. Que mientras exista un texto como el de la LOMCE que rija la vida académica de nuestras criaturas, de nuestros jóvenes, no podremos esperar un futuro mejor ni más digno. Los famosos dragones llevan el fuego que no cesa porque la lucha continua cada día, porque demandan una realidad que no es extraña ni lejana, si entre todas caminamos por hacerla posible.

Más allá de aquí hay dragones, pero tras estas palabras el mapa continúa. No es geografía, sino ganas de mirar y entendernos. Los bordes del mapa para la militancia de Izquierda Unida se ampliaron la semana pasada. Conocernos nos hace más fuertes. Reconocernos es prueba de la valentía. Hemos vencido el miedo a entendernos y sabemos que juntas caminamos hacia más lejos.

Y juntas podemos mostrar el escaso significado de la palabra "miedo", cómo pierde sentido el poder que se crea en torno a la misma. Unidas podemos hacer un mapa donde cada casa esté habitada, tenga suministros, formación, tiempo y tenga el futuro que los que ponen nombre a los dragones quisieron arrebatarnos.

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