Otras miradas

Luces largas para la política

Manuel Escudero

Economista. Promotor del Foro de Economía Progresista

Manuel Escudero
Economista. Promotor del Foro de Economía Progresista

 Si unos extraterrestres estuvieran acercándose a nuestro planeta y tuvieran enfrente de ellos un holograma que predijera a través de complicados algoritmos nuestros niveles de riesgo, quizás saldrían espantados en busca de la estrella más próxima.

Observando lo que más salta a la vista, se llevarían las manos a la cabeza al ver que somos conscientes de que un cambio catastrófico de clima nos amenaza, pero que el modo de producir energía, en manos de oligopolios, está cambiando de modo renqueante, que las subvenciones a los combustibles fósiles siguen creciendo y que las reservas petrolíferas y de gas siguen valorizadas, cuando en realidad, si se trata de detener el cambio climático, comenzarían a perder valor en un futuro más o menos inmediato

Como su holograma les daría para bucear más en detalle en la realidad, se darían cuenta de que la población del mundo está envejeciendo, sobre todo en los países más ricos. Y percibirían que apenas nos preocupamos por buscar nuevas soluciones para mantener a una población creciente de personas mayores: eso a pesar de que en los países donde las pensiones se obtienen por capitalización, el escaso crecimiento, poca inversión productiva y tipos de interés negativos no podrán mantenerlas. Y en los países donde las pensiones son de reparto, a pesar de que no habrá trabajadores activos para sostener a los jubilados...

Asombrados por esa perspectiva, darían al zoom out para alejarse de esa realidad... y se darían de bruces con otra igualmente inesperada: verían cómo la población europea comienza a decrecer, mientras que a sus puertas, en África y Oriente Medio, se está produciendo una explosión demográfica de mil millones de personas en el horizonte de 2050... Y comprobarían que en Europa, lejos de reparar en lo que va a ocurrir, hay más y más opciones xenófobas que quieren erigir murallas que serán inútiles en el futuro.

Con el poder predictivo de su holograma, verían finalmente que en algún momento en el futuro inmediato existen probabilidades muy altas para una nueva gran recesión económica: verían sin duda cómo la faz actual del capitalismo, el neoliberalismo, ha ido extendiendo sus hilos dorados a todo el mundo a través de la globalización, trayendo crecimientos de la renta y disminución de la pobreza en los países en vías de desarrollo; verían cómo se han desbordado los flujos financieros rápidamente a lo largo y ancho del mundo. Pero verían también cómo esos hilos dorados se van tornando grises para la mayoría de las clases medias y trabajadoras en los países desarrollados, debido a los bajos salarios; cómo la inversión financiera en activos tóxicos va sustituyendo a la inversión productiva; cómo las autoridades monetarias inundan los mercados de liquidez, pero que ésta no alcanza a la gente; y cómo la deuda pública y la corporativa va creciendo sin medida en todo el mundo; verían, por último, que las economías de la mayoría de países se van ralentizando y que en lo que va de siglo ya hemos tenido tres pinchazos de sendas burbujas. Contemplarían que los grandes expertos de la economía no saben qué hacer si una nueva burbuja especulativa se pincha en el planeta e inicia otra gran recesión como la de 2008...

Nosotros, en el Foro de Economía Progresista, hemos estado haciendo a lo largo de un año un repaso a la situación y hemos sacado parecidas conclusiones: el modelo actual del capitalismo, el neoliberalismo, está agotando su capacidad de readaptación y nos presenta un horizonte futuro de estancamiento económico y desigualdad creciente. A pesar de los destrozos sociales que está causando, dejado a sí mismo, el sistema puede ir tirando durante mucho tiempo si no fuera porque varios "shocks externos", -el cambio climático, el envejecimiento de la población o los flujos incontenibles de migraciones masivas,- le ponen fecha de caducidad. A eso, añadimos también la constatación que, confrontados con la tercera gran revolución industrial, la digital, se abren nuevas avenidas al desarrollo de la economía y de la sociedad: que el trabajo productivo dentro del sistema capitalista puede irse convirtiendo de modo creciente en innecesario, que las jornadas de trabajo pueden ir disminuyendo, que los precios de muchos productos se mantienen artificialmente debido a la existencia de monopolios u oligopolios tecnológicos, cuando en realidad, debido a la digitalización, los costes reales de producción tienden a cero. Y comenzamos a ver, por último, que más y más ciudadanos optan por un nuevo tipo de actividad colaborativa, realizada como una actividad de utilidad social pero no de utilidad mercantil, que se ofrece, al margen dela lógica del beneficio del sistema, de modo libre al resto de la sociedad.

Todo ello marca la urgencia de comenzar a construir con "luces largas"  una visión alternativa de la política, intentando superar una ideología neoliberal que parece ya no dá mucho más de sí. Y esto confronta a toda la izquierda con la necesidad de buscar nuevos paradigmas, más allá de lo que la socialdemocracia fue capaz de lograr en el pasado con el Estado de bienestar.

Por eso pusimos en marcha el Foro de Economía Progresista, un espacio de reflexión conjunta, de convergencia de pensamiento y de búsqueda de nuevos paradigmas para la izquierda, que celebra sus primeras Jornadas el 20 y 21 de Octubre. Compuesto por gente comprometida y procedente de todas las sensibilidades de la izquierda, que trabaja en el ámbito del pensamiento económico, político y social, nuestro propósito no es una reflexión abstracta sino que el pensamiento que se destile, por encima de la coyuntura política inmediata, termine dando a luz mimbres innovadores para nuevas políticas en el horizonte de 2020-25.

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