Pedro Arancón
Presidente de la plataforma X la Honestidad 

Nunca, jamás en la Historia de la Democracia de este país las reglas de juego —establecidas, por cierto, cuando muchos todavía no teníamos capacidad de raciocinio y mucho menos poder de influencia ni de decisión— habían permitido que el poder legislativo tuviese capacidad de sacar adelante proposiciones que unen a todos excepto precisamente a un poder ejecutivo que dejará de estar en funciones en cuestión de días.

Es hora de ser proactivos y actuar por el bien de todos, incluso por el bien del otro partido del bipartidismo, herido de muerte tras la decisión de permitir la investidura del candidato del que se suponía era su eterno adversario, al cual tan solo le queda una salida estratégica para salvar, al menos, sus cimientos: poner palos en las ruedas de un gobierno en minoría, sin que se note demasiado para que la maquinaria oligárquica no se ponga en marcha de nuevo en su contra, entorpeciendo la labor de gobierno del partido imputado por corrupción hasta el punto de que se vean obligados a convocar unas nuevas elecciones, unas elecciones en las que previsiblemente el partido imputado mejorará sus resultados si no lo remediamos entre todos.

Sin duda esto entra además dentro de los planes de ese partido del que les hablo, el partido al que se le mantiene al frente del poder ejecutivo: cuanto antes se disuelva la XII legislatura sin que se apruebe ninguna iniciativa legislativa de calado, mucho mejor para ellos, en vista las últimas encuestas en intención de voto.

Tenemos por lo tanto unos meses (pocos a buen seguro) para sacar proyectos que nos unen a todos adelante, además de derogar de forma inmediata leyes injustas y represivas, como la Ley Mordaza; proyectos que pueden incidir en los resultados de las nuevas elecciones que se avecinan, sin la culminación de los cuales nos veremos abocados a un nuevo ciclo dominado por una minoría sociológica; la del "todo atado y bien atado..".

Cierto es que no es posible emprender reformas constitucionales, al tener el partido del "todo atado y bien atado" escaños suficientes para vetar cualquier intento de reforma de la Carta Magna, pero sí se pueden y deben sacar adelante antes de los próximos comicios iniciativas que podrían incidir en los resultados de las elecciones venideras, unas elecciones que podrían ser las mas democráticas de la historia si nos ponemos las pilas, medidas como la modificación de la ley electoral, o iniciativas que incidan en el control de los medios de comunicación, para acabar con el control mediático por parte de los poderes fácticos; con el acaparamiento de los espacios de los medios de comunicación por parte de esa minoría sociológica, medidas que caminen hacia una separación de poderes real, medidas que aborden de una vez por todas la independencia judicial y por supuesto, iniciativas como la Ley Integral de protección para los denunciantes de corrupción, medida preventiva contra la corrupción que no solo influiría en los resultados de los próximos comicios sino que además es un tema de urgente implementación ya que se trata de preservar los derechos humanos de las personas que han denunciado hechos delictivos en las instituciones gracias a las cuales se han ahorrado miles de millones a las arcas públicas.

Los partidos de la oposición tienen en su mano modificar el rumbo establecido y sin duda la clave estará en la gallardía de aquellos diputados de la bancada socialista que tengan el coraje de participar en este impulso incluso a pesar de las órdenes en contra de su jerarquía, si las hubiese.

Estos diputados deben ser conscientes de que esta es la única vía posible, incluso, para la salvación de su propio partido.

El anuncio de una veintena de diputados valientes en cuanto a su negativa a abstenerse en la investidura del presidente del partido imputado por corrupción puede ser el primer paso, aunque este paso no serviría para nada si no es seguido de unos cuantos pasitos mas para que no se quede en un brindis al sol.

Todo esto, si el Senado lo permite, institución acaparada por la minoría sociológica de las que les hablo. Ya saben: está todo atado y bien atado... aunque quizás no tanto. Veremos...