Otras miradas

Presupuesto para que no nos maten

Maria Freixanet Mateo – Senadora En Comú Podem

Por fin, los Presupuestos. Los discutimos en el Senado estas próximas semanas, último paso antes de su aprobación. Hablemos de esas partidas destinadas a que no nos maten: el programa 232C: Actuaciones para la prevención integral de la violencia de género.

La violencia hacia las mujeres persiste. El machismo se adapta y, de hecho, estamos en un momento de reacción, con un aumento preocupante, por ejemplo, de la violencia sexual. Combatir esta ideología de dominación necesita prioridad política y dinero.

La Ley de Protección Integral contra la Violencia de Género tiene ya cerca de trece años y sigue sin desplegarse, sin aplicarse, en sus elementos preventivos, educativos, de cambio real. Cumplir la ley necesita, claro, prioridad y dinero.

España ratificó el Convenio de Istambul hace tres años, así que nuestro sistema debe atender no sólo a la violencia machista en la pareja o expareja sino que el combate debe ser contra todas las violencias machistas. Una violación en la calle. La prostitución forzada. La mutilación genital. El acoso sexual en el lugar de trabajo. Todo. Ello significa, again, prioridad política; y dinero.

Y finalmente, resulta que llevamos cinco meses hablando, semana tras semana, todos los partidos para lograr saber en que sí estamos de acuerdo. Recibiendo a jueces, fiscales, abogadas, policías, educadoras, trabajadoras sociales, entidades y mujeres víctimas; semana tras semana, experta tras experta; en la Ponencia de Estudio del Senado – y el Congreso hace un trabajo paralelo – revisando qué hay que cambiar, qué no funciona; qué acordamos; un Pacto de Estado. Más que nunca: prioridad política y dinero.

Así que llegan los Presupuestos, donde no caben las palabras vacías: ahí vemos negro sobre blanco donde va el dinero, donde va la prioridad.

Y para esa partida, la partida para la prevención de la violencia de género, irán 31,7 Millones. Un presupuesto parecido a los de principios de esta década [los años más duros, 2010 es la mayor caída del PIB (-3,3%) de toda la crisis]; lo que se encontró el PP al llegar al Gobierno, y que enseguida recortó. Es un presupuesto superior a los de estos últimos años [se subsana el hachazo de 2012] gracias a la presión social y a la enmienda política; pero aun así, un presupuesto ordinario, de crisis, para una situación extraordinaria que la Ministra proclama que es la gran prioridad. Con todo, una ridiculez, dentro de lo que son los Presupuestos del Estado. Las economistas feministas calculan que 120 Millones es lo que necesitaría, para empezar, el Pacto de Estado.

Cada uno de los infinitos puntos que debemos modificar necesita inversión. Sirva de ejemplo uno de los elementales: el acompañamiento.

Se hace imprescindible que cuando una mujer decida denunciar, lo haga acompañada obligatoriamente por una abogada. Hoy, aun siendo un derecho, la inmensa mayoría de las mujeres denuncian sin acompañamiento, y lo hacen devastadas. También la asistencia psicológica y de traducción es fundamental. De hecho toda víctima debiera tener esa asistencia, al margen de la denuncia.

Al mismo tiempo, en los presupuestos de 2017 se nos proponen 5,7 Millones para financiar la asistencia legal, social y psicológica a las víctimas. Según los cálculos de la plataforma Impacto de Género Ya eso equivale a unas 150 profesionales. En total. Para toda España. Es insuficientísimo. Hubo 143 mil denuncias el año pasado y la Macroencuesta cuenta unas 2,5 millones de mujeres víctimas de violencia machista. Este presupuesto cubriría la atención a un 5% de las víctimas.

Con todo, si una cosa sabemos es que la violencia contra las mujeres es la consecuencia. Mientras no inviertan en igualdad, habrá muertas. Hombres presos y mujeres muertas. Necesitamos que la violencia no se produzca. Y por lo tanto necesitamos erradicar el machismo, esa ideología de dominación.

Pues bien, la partida fundamental aquí es la 232B para la Igualdad de Oportunidades entre mujeres y hombres. Y esa partida lleva años denostada, recortada, congelada, olvidada, y esa, la que no se ve, la que debería remover los cimientos de la desigualdad, esa sigue en esos lamentables 19,7 millones de euros. Ahí dentro malvive el Instituto de la Mujer, recortado, falto de proyectos, vaciado de personal técnico, y cada día con menor peso político, con menor influencia social.

A estas alturas todo el mundo sabe que la única manera de combatir el machismo es la educación y la cultura. Dónde está la formación en igualdad en las escuelas, institutos y universidades. Dónde está la formación estrucutural, curricular, obligatoria. La formación permanente al profesorado. El trabajo con los medios de comunicación, para la programación y publicidad no sexista. La batalla real contra el sexismo. A favor de la libertad de mujeres y hombres de vivir sin estereotipos ni dependencias. El derecho de las mujeres a una vida sin violencias. Por mucho que repaso las infinitas páginas de este presupuesto, no encuentro recursos ni siquiera para cumplir con lo que nos manda la Ley. Donde está lo estructural. No aceptamos las migajas.

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